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TEMA 4: LAS VANGUARDIAS EUROPEAS

(FUTURISMO, CUBISMO, SURREALISMO… RAMÓN


GÓMEZ DE LA SERNA).

1- CARACTERÍSTICAS
Las Vanguardias o «ismos» son los movimientos artísticos que se desarrollaron a
principios del siglo XX con voluntad de rebeldía frente a la concepción del arte basada
en la imitación de la realidad.

Cubismo, futurismo, dadaísmo, expresionismo y surrealismo se suceden en torno a la


Primera Guerra Mundial y triunfan en los «felices años veinte». Su auge se relaciona
con la convulsión que supuso el conflicto bélico, símbolo de la quiebra de los valores
europeos. Su fin puede situarse hacia 1930, cuando las circunstancias políticas y
sociales llevan a un arte más comprometido y humano, opuesto al arte puro. Algunas
vanguardias dejaron una huella profunda en el arte posterior, como el surrealismo,
pero la mayoría fueron muy efímeras.

Las características de las Vanguardias son las siguientes:


- Gusto por lo excepcional y extraño: heredado del Simbolismo, y sus programas
ideológicos y estéticos se difundieron por medio de manifiestos y revistas.

- Antirrealismo y autonomía del arte: rechazaron la realidad y la obra de arte debía


ser antisentimental, autónoma y con un fin únicamente estético: es el ideal de la
poesía pura.

- Irracionalismo creado a través de un culto por la imagen: que establecía relaciones


ilógicas entre seres y objetos.

- Afán de originalidad: Buscaron la belleza en lo diferente u original. Los artistas


defendieron su libertad total y rechazaron la masificación social. El resultado fue un
arte minoritario y hermético.

- Experimentación estética: Las vanguardias aparecen como una revolución estética


provocadora, que concibe el arte como experimentación y juego.
2- ISMOS
FUTURISMO
El italiano Marinetti en su “Manifiesto futurista” (1909) proclamó un
antirromanticismo y, por tanto, el desprecio por el amor, la sensibilidad, la mujer, la
luna; su admiración por la técnica y el progreso, de forma que la literatura adoptó
nuevos temas como el automóvil y la velocidad, el avión, las fábricas, las
muchedumbres, el cine, el deporte, la violencia...; y una renovación total del lenguaje
poético.

CUBISMO
Nació como vanguardia pictórica liderada por Picasso, Braque y Juan Gris; y en
literatura el francés Guillaume Apollinaire fue su principal figura. Este movimiento da
gran importancia a la presentación del poema: por eso usa mucho los caligramas, los
cuales son la creación de imágenes a partir de una disposición especial de los versos,
y el collage, es decir, la mezcla de materiales de procedencias muy diversas.

DADAÍSMO
Fundado en 1916 por Tristán Tzara y cuyo nombre deriva de la palabra dadá, que es
un término que alude al balbuceo de los infantes; es un movimiento anarquizante y
destructivo, es la negación absoluta, que incluye al arte y la literatura. Frente a la
razón, propugna liberar la fantasía y crear un lenguaje incoherente, pero sin
pretensión de crear arte.

EXPRESIONISMO
En realidad no puede hablarse del Expresionismo como de una escuela estética bien
definida; de hecho, no se produjo ningún manifiesto como con los otros «ismos»;
sino más bien de la plasmación diversificada de un mismo estado de espíritu. En este
sentido, fue la cristalización estética de una actitud de repulsa y protesta contra la
cultura tradicional y el modo de vida burgués. Elementos de esa conciencia
expresionista fueron el horror hacia ese mundo en descomposición, el sentimiento
de la amenaza de la Primera Guerra Mundial y la intuición de otras catástrofes
posteriores, como el nazismo, que los condenó como «artistas degenerados».

➔ Por todo esto, el Expresionismo está lleno de un tono ético y de una visión
pesimista, amarga, apocalíptica y nihilista de la realidad, plasmada
formalmente en el gusto por la deformación, lo grotesco, lo estridente, lo
misterioso, la caricatura y por los juegos verbales.
SURREALISMO
Es el movimiento vanguardista más revolucionario y de mayor alcance. Nace en 1924,
fecha de publicación del “Primer manifiesto surrealista” por André Breton. Su
carácter revolucionario se advierte en su deseo de cambiar la vida humana: la
verdadera vida está oculta y no se podrá descubrir y gozar mientras el ser humano no
alcance la libertad absoluta. El modo de lograrlo es liberar los impulsos reprimidos en
el subconsciente y, de esta manera, buscar la verdadera realidad. Este «ismo» da
mucha importancia a lo onírico y al subconsciente y aboga por la destrucción de la
sintaxis y supresión de la puntuación.

El surrealismo supone una interpretación nueva del ser humano, basada en las
teorías sobre el subconsciente del psiquiatra austriaco Sigmund Freud. A partir del
“Segundo Manifiesto”, recibieron la influencia de Karl Marx y propugnaron la
liberación de la alienación impuesta por la sociedad capitalista.

Dos técnicas que emplean los surrealistas son la escritura automática:


- El escritor transcribe inmediatamente lo que ocupa su mente: cuando se
halla cercano al sueño y las palabras, surgidas al azar, reproducirán el mundo
caótico del subconsciente, lleno de imágenes y símbolos;

- El collage: unión de palabras recortadas de periódicos siguiendo oscuras


sugerencias.

➔ Es la vanguardia más tardía y la única que ha dejado una profunda huella en el


arte del siglo XX .

3- EL VANGUARDISMO EN ESPAÑA
Las inquietudes renovadoras europeas se conocieron casi inmediatamente en
España, gracias a la labor difusora de Ramón Gómez de la Serna, en cuya revista
“Prometeo” aparecieron los primeros manifiestos vanguardistas. En 1910, incluyó la
“Primera proclama futurista a los españoles”, en la que alentaba a una ruptura
radical.

Ramón Gómez de la Serna cultivó, además, las greguerías, las cuales son textos
breves en los que, partiendo de objetos o circunstancias cotidianas, se ofrecen
asociaciones que no responden a la lógica de la realidad y que producen un efecto de
sorpresa; el propio autor las define como humor + metáfora. Estas greguerías y su
concepción de la literatura como arte autónomo ejercieron una decisiva influencia en
la poesía cultivada por los «ismos» hispanos y por la Generación del 27.

Finalmente, surgieron dos vanguardias netamente hispánicas:


CREACIONISMO
En 1918, llega a España el escritor chileno Vicente Huidobro, fundador del
Creacionismo, y pronto encuentra adeptos a sus teorías.

Para el creacionista el arte no debe imitar la realidad, la naturaleza, sino actuar como
ella, es decir, creando una realidad propia en el poema, capaz de emocionar al lector;
lo cual es una forma de recuperar el Simbolismo. El poema se explica por sí mismo,
no por sus referencias a un mundo exterior; el poema es bello en sí, no por
comparación con otras realidades.

En la forma, la poesía creacionista prescinde de los signos de puntuación y yuxtapone


imágenes al azar, a semejanza del Cubismo, por asociaciones ilógicas; también se crea
el ritmo por medio de la disposición tipográfica y espacial del poema en la página, y
una cuidada selección y posición de las palabras. Los poetas más destacados dentro
de esta corriente fueron Juan Larrea y Gerardo Diego.

ULTRAÍSMO
Se inicia en 1918 inspirado en los «ismos» europeos conjugando elementos
futuristas, cubistas, dadaístas y creacionistas. Postularon la supresión de elementos
narrativos y sentimentales, que solo aceptaban bajo el prisma de la ironía. En sus
creaciones se unen imágenes y metáforas irracionales en versolibrismo y disposición
tipográfica a modo de caligramas.

En España, los componentes más destacados son Gómez de la Serna, Guillermo de


Torre y Rafael Cansinos Assens y su medio de difusión son las revistas “Ultra” y
“Grecia”. La producción de los ultraístas fue escasa: desarrollaron una tarea más bien
teórica, divulgativa y de agitación.

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