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TRABAJO PRACTICO 1

CONCEPTO DE NULIDAD

La palabra nulidad proviene del latín nullitas, que significa negación de la esencia del
ser. Para el tratadista Guillermo Cabanellas, la nulidad “constituye tanto el estado de
un acto que se considera no sucedido como el vicio que impide a ese acto la producción
de sus efectos” (Cabanellas Guillermo. Diccionario de Derecho Usual, Tomo III. Ed.
Heliasta. Bs.As. Argentina. Pág. 52.); para Alsina la nulidad “es la sanción por la cual
la ley privaa un acto jurídico de sus efectos normales, cuando en su ejecución no se han
guardado las formas prescritas para ello”.

Según el Diccionario de Ciencias Jurídicas, Políticas y Sociales de Manuel Ossorio,


Nulidad en forma general, es la “ineficacia en un acto jurídico como consecuencia de
carecer de las condiciones necesarias para su validez, sean ellas de fondo o de forma, o
como dicen otros autores, vicios de que adolece un acto jurídico si se ha realizado con
violación u omisión de ciertas formas o requisitos indispensables para considerarlo como
válido, por lo cual la nulidad se considera ínsita en el mismo acto, sin necesidad de que
se haya declarado o juzgado”, estas situaciones anómalas nos conduce a calificar el acto
jurídico como de nulidad absoluta.
La nulidad absoluta, dice Manuel Ossorio es “la del acto que carece de todo valor
jurídico, con excepción de las reparaciones y consecuencias que por ilícito o dañoso
puede originar. La nulidad absoluta puede ser declarada por el juez y debe serlo, aún sin
petición de parte cuando aparezca manifiesta.

Pueden alegarla cuántos tengan interés en hacerlo, menos el que haya ejecutado el acto
sabiendo o debiendo saber el vicio que lo invalidaba. El ministerio público puede pedir
asimismo su invalidación, sea en interés de la moral o de la ley. La nulidad absoluta o
nulidad estricta no admite confirmación”.
Ejemplo: El contrato de anticresis celebrado mediante documento privado carece de todo
valor legal, por que no admite subsanación y es considerado como nulo, es decir, como
si nunca se hubiese celebrado el mismo.
Ineficacia en un acto jurídico como consecuencia de carecer de las condiciones
necesarias para su validez, sean ellas de fondo o de forma, o, como dicen otros autores,
vicio de que adolece un acto jurídico si se ha realizado con violación u omisión de ciertas
formas o requisito son dispensables para considerarlo como válido, por lo cual la nulidad
se considera ínsita en el mismo acto, sin necesidad de que se haya declarado o juzgado.

Se entiende que son nulos los actos jurídicos otorgados por personas incapaces a causa
de su dependencia de una representación necesaria; los otorgados por personas
relativamente incapaces en cuanto al acto o que dependieren de la autorización del juez
o de un representante necesario; lo otorgados por personas a quienes la ley prohíbe el
ejercicio del acto de que se trate, y aquellos en que los agentes hubieren procedido con
simulación o fraude presumido por la ley, o cuando estuviere prohibido el objeto
principal del acto; cuando no tuviere la forma exclusivamente ordenada por la ley o
cuando dependiere para su validez de la forma instrumental y fueren nulos los respectivos
instrumentos.

La nulidad se entiende que es siempre de pleno derecho, porque no necesita ser


reclamada por parte interesada; inversamente a lo que sucede con la anulabilidad (v.)
de los actos jurídicos, que se reputan válidos mientras no sean anulados, y sólo se tendrán
por nulos desde el día de la sentencia que así los declare. Y puede la nulidad ser
completa, cuando a afecta a la totalidad del acto, o parcial, si la disposición nula no
afecta a otras disposiciones válidas, cuando son separables.
Si los actos jurídicos negociables no reúnen los requisitos de formación y validez pueden
ser nulos o anulables.
Si le falta uno de los requisitos de formación el acto es nulo Y si le falta uno de los
requisitos de validez el acto es anulable.
La nulidad y la anulabilidad tiene que ser declarada judicialmente ante la autoridad que
corresponde, con sentencia ejecutoriada; Es decir, con autoridad de cosa juzgada
material.
Se conoce como nulidad a todo aquello que posee el carácter de nulo (tal como se define
a algo que no posee valor). La nulidad, por lo tanto, puede entenderse como el vicio, la
declaración o el defecto que minimiza o directamente anula la validez de una
determinada cosa.

La nulidad del acto jurídico nos indica que es el acto nulo se lo considera que no existe;
es decir no nace a la vida jurídica porque le faltan los requisitos de formación que la ley
exige.
Las características de la nulidad son:
De orden público, porque distorsiona o vulnera el interés social en
defensa de la sociedad.
No puede renunciarse a su acción y ésta puede ser de oficio o a
pedido de parte interesada.
Es imprescriptible.
Es inconfirmable.
En cuanto a los documentos nulos: Por razón del autor (Notario), por la falta de firma
del autorizante o por falta de competencia, de investidura o capacidad. Por razón de los
sujetos instrumentales, por falta de la firma de alguno de los comparecientes, falta de la
firma a ruego, falta de firma o por la incapacidad del testigo cuando su presencia fuere
requerida o necesaria.
Por razón de la forma, en cuanto a la extensión o redacción de la escritura o documento
público, en fojas, folios o papel que no cumple los extremos legales para ser considerado
protocolo, es decir redactar la matriz, que luego es protocolo en cualquier papel, sin
utilizar el sellado o formulario notarial establecido por ley.

Por tanto, son documentos instrumentales viciados de nulidades absolutas, los que
provienen por razón de los sujetos instrumentales, transgresión al orden cronológico y
falta de protocolo.
La nulidad parcial del contrato, no acarrea a la nulidad del contrato, a menos que esas
cláusulas expresen el motivo determinante del convenio. Ya lo manifestamos que una
buena parte de las doctrina mundial sobre lo que es nulidad de un contrato considera a
esa relación jurídica como inexistente es por eso que se ha determinado en el derecho
positivo de las diferentes legislaciones que es inconfirmable imprescriptible.

Si eso es cierto no podemos admitir que se afecta tan sólo a una o más de las cláusulas
de un contrato, pues si consideramos la nulidad como inexistencia del acto no podemos
consentir qué De esa insistencia total se salve una o más cláusulas y sean declaradas
como nulas sólo algunas. Si el contrato es nulo esa nulidad debe ser considerada como
indivisible. Si lo expresado da lugar a dudas queremos pedir disculpas al lector para con
humildad disentir del criterio de eminentes tratadistas de derecho civil en verdad no nos
creemos más ni menos que nadie para expresar criterios sobre determinado instituto en
la catedra libre que ejercitamos.
Las personas que pueden demandar la nulidad, la acción de nulidad puede ser
interpuesta por cualquier persona que tenga un interés legítimo. Si mayor comentario
por qué caracteriza la acción de nulidad diferenciándola de la anulabilidad que sólo
puede ser demandada por las partes que intervienen en el perfeccionamiento de una
relación contractual.

CONCEPTO DE ANULABILIDAD

La anulabilidad es, en derecho, una causa de invalidez de un acto jurídico, que deriva de
un vicio de la voluntad o de un defecto de capacidad de la parte contratante. No hay que
confundir la anulación con la derogación o la denuncia de un acto.
La anulabilidad del acto jurídico, del acto jurídico realizado vulnera uno de los
requisitos de validez, El acto será anulable; Este acto nace a la vida jurídica pero está
viciado, la persona que se considere afectada puede demandar su anulabilidad y
comprobar los efectos legales en proceso judicial ante la autoridad jurisdiccional
correspondiente.

La nulidad es imprescriptible, en cambio la anulabilidad en nuestra legislación prescribe


en 5 años a computarse desde el perfeccionamiento del acto. La nulidad puede
demandarse por cualquier persona que tenga interés directo en el acto o contrato cuya
nulidad se invoca. La anulabilidad sólo puede demandarse por las personas interesadas
que intervinieron en el perfeccionamiento del acto o contrato.
La nulidad es inconfortable por acto posterior, por qué no se puede confirmar aquello
que no existe. En cambio la anulabilidad puede ser confirmada por qué surte efectos
jurídicos.

No debemos confundir lo que es la nulidad con lo que es la resolución de los contratos.


Existe nulidad cuando el acto está atacando de un vicio radical qué le impide producir
efecto alguno, sea porque no se haya ejecutado con las formalidades establecidas por
ley, o sea porque se halla en contradicción con la licitud o afecta la moral a las buenas
costumbres. También debe tomarse en cuenta que la nulidad como la anulabilidad, qué
son dos formas para dejar un auto o un contrato sin ningún valor ni efecto jurídico deben
ser necesariamente declaradas por una sentencia judicial ejecutoriada que así lo
determine.

La nulidad de un contrato se demanda por faltar algún requisito esencial para su


formación, Consentimiento, capacidad, objeto, causa y forma, en cambio, la resolución
del acto contractual se la puede accionar, por un cumplimiento de una de las partes a lo
que estaba obligado, supuesto en el que, la parte ha cumplido puede pedir judicialmente:
Con la resolución del contrato por incumplimiento voluntario unilateral, o el
cumplimiento de lo convenido con daños y perjuicios.
Las características de la anulabilidad son:
Prescribe a los cinco años.
Su acción solo puede ser intentada por parte interesada.
Es subsanable.
El artículo 556 del Código Civil, menciona que la acción de anulabilidad prescribe en el
plazo de cinco años contados desde el día en que se concluyó el contrato.
En el Parágrafo II prescribe la excepción en los casos de incapacidad en los cuales corre
a partir del día en que se levanta la interdicción o el menor cumple con la mayoridad, y
los casos de vicios del consentimiento en los cuales corre desde que cesa la violencia o
se descubre el error o el dolo. Finalmente el Art. 557 del mismo cuerpo legal indica que
se puede oponer
como excepción de anulación en cualquier tiempo.

También podemos indicar las personas que pueden demandar la anulación: La anulación
del contrato puede ser demandada sólo por las partes en interés o protección de quiénes
ha sido establecida.
El comentario es sencillo advertir y que las causas de nulidad son muchos más graves
que las de anulabilidad circunstancia que la justicia en él primer caso pueden demandar
todos quienes tengan interés directo con relación al contrato que se pretende anular y en
cambio en el segundo sólo las personas interesadas.
La confirmación del acto anulable la efectúa solamente la persona que tiene capacidad
para demandar la anulabilidad.
La confirmación hace desaparecer los vicios del acto jurídico e importa una renuncia a
la acción de anulación.
Así lo prevé el párrafo 1 del artículo 558 del Código Civil:
La parte a quien la ley le confiere la Facultad de demandar la anulación puede confirmar
el contrato. El contrato anulable celebrado por un incapaz también puede ser confirmado
mientras dure la incapacidad si el representante legal de aquel tiene potestad legal para
ese efecto. La confirmación hace eficaz el contrato retroactivamente al momento de la
celebración sin perjuicio del derecho de los terceros.
Para que la confirmación sea válida deben concurrir los siguientes requisitos:
Qué es la efectúe quién puede demandar la nulidad.
Que la persona tenga plena capacidad al momento de la confirmación.
El que confirma debe tener conocimiento del vicio.
Que la violencia haya cesado o se haya descubierto el error o el dolo.
Que en el documento confirmatorio se haga constar los vicios o las causales de
anulabilidad.
Que se ponga en el documento confirmatorio que la finalidad es reparar los vicios de
anulabilidad.

Podemos ver también las clases de confirmación: La confirmación puede ser expresa o
tácita.
Es expresa como su nombre lo indica cuando consta en el documento confirmatorio.
Es tacita cuando se da por ciertos actos de la persona legitimada para demandar la
anulabilidad actos que nos hacen advertir inequívocamente que la demanda de anulación
no será interpuesta; es decir cuando se ejecuta voluntariamente el acto jurídico hay una
confirmación tácita conforme al Código Civil.
A falta de documento confirmatorio, basta el cumplimiento voluntario de la obligación
en la época en que la confirmación podía ser hecha.
La confirmación de acto jurídico viciados de anulabilidad hace desaparecer las causas
de anulabilidad le da total validez al acto con efectos retroactivos; pero quedan a salvo
los derechos de terceras personas.
La confirmación a eficaz hacer contrato retroactivamente al momento de la celebración
sin perjuicio del derecho de los terceros.

DIFERENCIA ENTRE NULIDAD Y ANULABILIDAD


La nulidad la puede demandar cualquier persona con interés legítimo; la anulabilidad
sólo la persona en cuyo interés se estableció la protección legal.
La nulidad se da en resguardo del orden social, es de orden público por ser contrario a
la ley.
La anulabilidad protege a la persona afectada o perjudicada, tiene carácter patrimonial
y no afecta el orden público.
Los actos nulos no existen no surten efectos jurídicos.
Los actos anulables surten efectos jurídicos en cuanto no sean impugnados y aprobados
judicialmente.
La acción de nulidad es imprescriptible.
La anulabilidad es prescriptible.
La nulidad no se la puede confirmar.
Los actos con vicios de anulabilidad pueden ser confirmados.
En el caso que nos ocupa, el motivo principal de anulabilidad de un acto procede de la
ausencia de capacidad de la persona que lo firmó. En este caso, cuando la persona
adquiere capacidad necesaria, puede optar por anular el acto si así lo desea, o
mantenerlo como está (subsanarlo).
Por ello, en el caso de un contrato, la persona que contrató con un menor de edad puede
encontrarse con la anulación del mismo (si el menor cuando alcanza la mayoría de edad,
o su representante antes de eso, así lo estiman), pero no podría solicitarlo él a un juez.
Con ello, se busca la protección de la parte más débil.

La anulabilidad es, en derecho, una causa de invalidez de un acto jurídico, que deriva
de un vicio de la voluntad o de un defecto de capacidad de la parte contratante.
No hay que confundir la anulación con la derogación o la denuncia de un acto. La
anulación implica que el acto nunca ocurrió, y por lo tanto, nunca produjo efectos
jurídicos.
Se asemeja en gran medida a la figura jurídica de la nulidad, pero tiene importantes
diferencias: puede ser subsanable y para que tenga efecto debe existir un acto de parte
del interesado.

Entre los diferentes grados de invalidez de los contratos se distinguen dos acciones que
son tratadas de forma confusa e imprecisa, por la ambigüedad terminológica con la que
nuestro Código Civil se refiere a las mismas, hemos querido dedicar este espacio a la
denominada nulidad absoluta o inexistencia y a la mera anulabilidad o nulidad relativa.
La nulidad es la mayor sanción que nuestro ordenamiento otorga a un negocio jurídico,
al negar al mismo la posibilidad de producir consecuencias jurídicas, y tiene lugar
cuando faltan alguno de los requisitos esenciales para su perfección, como son el
consentimiento, el objeto y la causa, especificados en el art. 1.261 CC, o cuando el
contrato se ha celebrado vulnerando una norma imperativa o prohibitiva (art. 6.3 CC).
El principal efecto de la nulidad de pleno derecho es la falta total de efectos del contrato,
de forma que al tratarse de un contrato nulo de pleno derecho, no es necesaria ni su
impugnación ni que la nulidad sea declarada judicialmente.
Así, son características de la acción de nulidad:
- La nulidad de un contrato opera ipso iure, de manera automática, pudiendo declararse
de oficio, sin expresa petición de parte.
- La amplia legitimación, ya que pueden solicitarla no solo quienes han intervenido en el
contrato, sino, además, quienes hayan podido resultar perjudicados con el mismo.
- Se trata de una acción imprescriptible. La acción de nulidad no está sometida a plazo
de prescripción, porque lo nulo en su inicio no puede ser convalidado con el paso del
tiempo.
Por otro lado, la anulabilidad se encuentra regulada . Es un tipo de ineficacia del
contrato que tiene lugar cuando el mismo adolece de un vicio que lo invalida con arreglo
a la ley, como pueden ser el defecto de capacidad de obrar, la falta de capacidad del otro
cónyuge y los vicios del consentimiento (error, dolo, violencia o intimidación).
En este caso el contrato existe, puesto que en él concurren consentimiento, objeto y causa,
pero sufre algún vicio o defecto, por lo que es susceptible de anulación por los
Tribunales.
La anulabilidad se conceptúa como un tipo de ineficacia relativa caracterizada porque
el contrato produce sus efectos desde el momento de su perfección, pero estos son
claudicantes, ya que su eficacia puede destruirse por el ejercicio de la acción de
anulabilidad, que, en el caso de prosperar, determina la aparición de la ineficacia con
efecto retroactivo, referida a la fecha de celebración del contrato; produciéndose,
entonces, la restitución de las prestaciones que las partes hubieren realizado en virtud
del contrato anulado, con sus frutos e intereses y, en su caso, si tal no fuese posible, se
deberá restituir su equivalente.
Para la acepción clásica del derecho civil, una cosa es la nulidad y otra,
la anulabilidad,
la nulidad está impuesta por la ley misma, y es en ese sentido que ella la considera
manifiesta.
En los actos nulos la nulidad existe de pleno derecho, desde en instante mismo de la
celebración del acto. Pero cabe formular una aclaración: a la nulidad (que es
un resultado) no se llega automáticamente por la sola existencia causa) aunque esté
sea manifiesto, sino por la actuación del mismo en virtud de un acto
de voluntad (denuncia) que eventualmente dará lugar a un proceso
meramente declarativo.

En cambio, la anulabilidad presenta exteriormente, en principio, todas las apariencias


de un acto perfecto; los actos anulables son provisionalmente validos; el acto anulado
no es por si un nullus sino que produce sus efectos hasta la declaración de invalidez.

CAUSAS DE NULIDAD Y SUS EFECTOS: El contrato será nulo:

Por faltar en el contrato, el objeto en la forma prevista por la ley como requisito de
validez.
Por faltar en el objeto del contrato los requisitos señalados por ley.
Por ilicitud de la causa y por ilicitud del motivo que impulsó a las partes celebrar el
contrato.
Por error esencial sobre la naturaleza o sobre el objeto del contrato.
Con referencia a los casos de nulidad transcritos debemos comentar que resultan
incompletos, habida cuenta que no se ha tomado en cuenta por nuestro legislador que la
causa principal tal vez la de mayor importancia para pretender la declaratoria judicial
de nulidad de un contrato Es la falta de consentimiento entendido que el consentimiento
es: la expresión voluntaria y libre de las partes contratantes para obligarse legal y
válidamente.
Cómo absoluta seguridad podemos afirmar que: sin consentimiento no hay contrato si
esto es así el artículo 549 debía incluir en su texto como causa de nulidad absoluta la
falta de consentimiento de las partes para perfeccionar un contrato dejando constancia
de una cosa Qué es falta de consentimiento y otra muy diferente es los vicios que puede
afectar el consentimiento como el error, el dolo y la violencia.

En los demás casos de nulidad del contrato conforme a las causales expresadas, las que
están en estrecha relación con la previsión normada en el art. 452 de Código Civil que
dice:
Son requisitos para la formación del contrato:
El consentimiento de las partes, el objeto, la causa, la forma siempre que sea legalmente
exigible.
“En los demás casos determinados por la ley”
Se refiere a las nulidades expresamente determinada por ley como por ejemplo: La
donación del pupilo en favor de quien ha sido su tutor, es nula si se hace antes de estar
las cuentas vendidas aprobadas y pagado el saldo que pudiera resultar contra el tutor
tal como lo prevé el Art. 665 de Código Civil.
Las características esenciales de la nulidad: las personas que pueden demandar la
nulidad, imprescriptibilidad de la acción de nulidad, inconfirmabilidad del contrato
nuevo.

La acción de nulidad puede ser interpuesta por cualquier persona que tenga un interés
legítimo, la acción de nulidad es imprescriptible, el contrato nulo no puede ser
confirmado.
De todo es pesado en la ley se desprende que no sólo el titular del derecho puede
demandar la nulidad; sino que también cualquier persona que tenga un interés legítimo.
La acción de nulidad no puede perderse con el transcurso del tiempo Y hacer que el acto
no lo se haga válido por esta razón es imprescriptible y porque afecta el orden público;
menos Será posible que el acto nulo contrato no lo pueda ser confirmado.
Una vez declarado nulo el acto las cosas vuelve a su estado anterior es decir como si
nunca hubiera existido todo conforme lo prevé el Art. 547 del Código Civil. Que dispone
que la nulidad y la anulabilidad declaradas surten sus efectos con carácter
retroactivo.etc.
La nulidad es, en Derecho, una situación genérica de invalidez del acto jurídico, que
provoca que una norma, acto jurídico, acto administrativo o acto procesal deje de
desplegar sus efectos jurídicos, retrotrayéndose al momento de su celebración.
La declaración de nulidad de un contrato implica que se vuelva a la situación inicial,
antes de que el contrato hubiera existido, de manera que se permite a las
partes restituir la situación y las cosas a su estado anterior.

Los efectos de la nulidad, tanto absoluta como relativa “Declarada la nulidad de una
obligación, los contratantes deben restituirse recíprocamente las cosas que hubiesen
sido materia del contrato, con sus frutos, y el precio con los intereses, salvo lo que se
dispone en los artículos siguientes”.
Pero los efectos de ambos tipos de nulidad difieren en el sentido en que la declaración
de nulidad absoluta implica que la ineficacia sea intrínseca por lo que carece de
efectos jurídicos sin necesidad de su previa impugnación. El acto es inválido por si
mismo, sin necesidad de intervención del juez, cualquier persona puede instar la
nulidad y el juez debe apreciarla incluso sin que medie una solicitud.
Sin embargo, para que un acto se anule, es preciso que uno de los afectados lo solicite
ya que son las partes las que tienen que instar la acción. De otra manera, el juez no
tiene por qué apreciarla ya que la ineficacia no es inmediata, a diferencia de la nulidad
absoluta.
Por último, la trascendencia de la nulidad supone que los actos posteriores que traigan
causa del acto nulo también lo sean, sin otra limitación que la relativa a los terceros de
buena fe que hayan podido confiar en la validez del acto. Es lo que se conoce como la
teoría de la propagación de la ineficacia, que implica que todos los actos posteriores
devenguen nulos.
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CAUSAS DE ANULABILIDAD Y SUS EFECTOS: El contrato será anulable:

1.Pero falta de consentimiento para su formación.


2.Por incapacidad de una de las partes contratantes.
En este caso la persona capaz no podrá reclamar la incapacidad del prohibido con quien
ha contratado.
3.Porque una de las partes, aún sin haber sido declarada interdicto, era incapaz de
querer o entender en el momento de celebrarse el contrato, siempre que resulten mala
fue en la otra parte, apreciada por el perficio que ocasione a la primera según la
naturaleza del acto o por otras circunstancias.
4.Por violencia, dolo o error sustancial Sobre la materia o sobre las cualidades de la
cosa.
5.Por error sustancial sobre la identidad o las cualidades de la persona, cuando ellas
hayan sido la razón o motivo principal para la celebración del contrato.
6.En los demás casos determinados por ley.
Al comentar el artículo pertinente a la nulidad contractual mencionamos que el
legislador nacional ha cometido un grave error al ubicar como causa de anulabilidad la
falta de consentimiento si analizamos con alguna detención lo que es consentimiento (
manifestación expresa de la voluntad para obligarse válidamente) llegaremos a la
conclusión incontrovertible de que la falta de consentimiento es definitivamente causal
de nulidad porque sin consentimiento Qué es el requisito fundamental. Inexcusable e
insubsanable jamás puede haber contrato. Se determina la nulidad de un contrato que a
los ojos de la ley nunca existió por qué los nulo es nada y sin consentimiento del contrato
no existió es nada.

En cambio se demanda la anulabilidad por algún defecto subsanable identificable del


contrato porque lo anulable existe a los ojos de la ley la que permite su ratificación
posterior lo anuló no prescribe jamás en cuanto a su accionar por la sencilla razón de
que el transcurso de cualquier tiempo no puede dar valor a algo que no existío. En
cambio el accionar de anulabilidad prescribe en el lapso de 5 años por la simple razón
de que es factible su confirmación de suerte que pensamos que la causa de falta de
consentimiento debe estar considerada por nuestro código como causal de nulidad y de
cosas diferente vicios en el consentimiento como causa de anulabilidad. Porque una cosa
es falta de consentimiento y la otra muy diferente vicios en el consentimiento error, dolo,
violencia.
“Es anulable la transacción por error De hecho o de derecho”.
En uno y otro caso, No es relativo a las cuestiones que han sido ya objeto de controversia
entre las partes.
Las características de anulabilidad están previstas en los Art. 555, 556 y 558 del Código
Civil. En cuyas normas se dispone que la anulación del contrato sólo puede ser
demandada por las partes en interés o protección de quienes ha sido establecida.
Que la misma prescribe en 5 años contados desde el día en qué concluyó el contrato y,
que el contrato anulable es confirmable por parte de quien tiene la facultad para
demandar su anulabilidad.
De todo lo expresado se tiene, que solamente la persona en cuyo favor se ha establecido
la anulabilidad puede demandar dicha acción; que en caso de no demandarse dentro de
los 5 años de concluido el contrato, el derecho a demandar prescribe, salvo casos de
incapacidad, en los cuales coche el término para accionar desde la fecha en que se
levantó la interdicción o el menor de edad ha llegado a la mayoría de edad, y en los casos
en que concurren vicios del consentimiento, desde que cesa la violencia o se descubre el
error o el dolor con forme breve el párrafo ll del Art. 556 del Código Civil.

A diferencia del contrato nulo, el contrato anulable es confirmable, en razón a qué


adolece de vicios subsanables que no afectan en sí al orden público.
Los efectos de la anulabilidad respecto a los terceros:
“La anulabilidad perjudica a terceros de buena fue y a título oneroso, salvo los efectos
de la inscripción de la demanda” “Sin embargo si el contrato es anulado por incapacidad
de una de las partes, esta no queda obligada a restituir lo recibido más que en la medida
de su enriquecimiento”.
Efectos de anulabilidad respecto a los terceros: la anulabilidad no perjudica los derechos
adquiridos por terceros de buena fe ya título oneroso salvos los efectos de la inscripción
de la demanda. Nos encontramos otra vez ante la posibilidad de apreciar la buena o mala
fe de las personas y a los repetimos en una conducta y actuación subjetiva muy difícil de
probar.

También indicamos los defectos de la nulidad y anulabilidad declaradas con carácter


retroactivo: Las obligaciones incumplidas se extinguen; pero si el contrato ya ha sido
cumplido total o parcialmente las partes deben restituirse mutuamente lo que hubieran
recibido. Sin embargo si el contrato es anulado por incapacidad de una de las partes está
no queda obligado a restituir los recibido más que en la medida de su enriquecimiento.
Si contrato ha sido anulado por ilícito el juez puede según los casos rechazada la
repetición.
Nulidad y anulabilidad de los contratos plurilaterales esto estando las prestaciones de
las partes dirigidas a la consecución de un fin común la nulidad o anulación del vínculo
que afecta a una de las partes no importa la nulidad o anulación del contrato a menos
que su participación se considera esencial de acuerdo a las circunstancias.

Los efectos que tiene la estimación de la anulabilidad del contrato son retroactivos. Esto
significa que como en estos casos el contrato existe porque reúne todos los requisitos
para su perfección pero adolece de un vicio (que hay que denunciar en el plazo de 4
años), si se declara el contrato anulable, se retrotraen los efectos al momento de su
celebración. » Declarada la nulidad de una obligación, los contratantes deben restituirse
recíprocamente las cosas que hubiesen sido materia del contrato, con sus frutos, y el
precio con los intereses,
El primer grupo de casos en los que se puede plantear la duda respecto de si nos hallamos
ante un plazo de prescripción o de caducidad es el supuesto de la llamada acción de
anulabilidad.

La anulabilidad es básicamente un tipo de invalidez en interés de un sujeto protegido por


su incapacidad o por haber sufrido un vicio del consentimiento, supuestos a los que hoy
se añade la invalidez de los actos realizados por un cónyuge sin el consentimiento del
otro cuando éste fuere necesario.

Si se parte de que el negocio anulable es válido desde su celebración y de que el


ordenamiento jurídico atribuye a la persona especialmente protegida un poder jurídico
a pedir la anulación o impugnar el contrato, la acción será constitutiva pero, de acuerdo
con lo que hemos dicho anteriormente, sólo cuando sea necesario que el derecho
potestativo deba ser declarado por el Juez para que el cambio jurídico se produzca.
Además se combinaría, en todo caso, con la restitución si el negocio se hubiera ejecutado.
De lo contrario, sí el derecho potestativo se ejercita extrajudicialmente o judicialmente
se solicita que se declare ese ejercicio extrajudicial, estaremos en presencia de una
acción declarativa.

Si se parte de que el negocio anulable está viciado desde su celebración, la acción es


doble: meramente declarativa y de condena. Como señala De Castro, la acción
declarativa con la que se busca la declaración judicial de que el negocio no nació y la
acción restitutoria, que origina el deber de las partes de devolverse recíprocamente lo
recibido por el negocio. El plazo de cuatro años habría de entenderse como referido a la
acción restitutoria y como un plazo de caducidad.

Delgado es coherente cuando califica el plazo de cuatro años como de prescripción ya


que se refiere a la acción de restitución. Si calificamos a esta acción como una pretensión
y aceptamos que las pretensiones prescriben, habría que darle la razón. Este autor, al
igual que De Castro, parte de la imprescriptibilidad de la acción declarativa y señala
que el plazo de cuatro años corresponde a la restitución. En este sentido el argumento es
coherente si entendemos que el que ejercita la acción ostenta la pretensión de
restitución y por consiguiente, si las pretensiones prescriben, el plazo de cuatro años
para la restitución sería de prescripción.
No obstante en el caso de la anulabilidad no nos encontramos ante una pretensión, pues
la restitución deriva del poder atribuido a una de las partes que con su decisión sujeta a
pasar por ella a la otra. Y en ese sentido no puede ser calificado de otra manera que de
caducidad. Como decía De Castro, la especial construcción de esta acción se debe a las
preocupaciones sistemáticas de facilitar su ejercicio que hicieron necesario distinguirla
de la acción declarativa y de la rescisoria, adornándola con caracteres propios.
El plazo de cuatro años de caducidad se refiere a la acción restitutoria sólo en el sentido
de que ésta es parte de una acción doble en la que la acción declarativa prepara la de
restitución. El plazo de cuatro años se refiere a esta acción de nulidad especial cuya
extinción privará al actor de todo interés que pudiese tener para ejercitar la acción
declarativa. Dicha especialidad conduce a pensar que nos hallamos ante un plazo de
caducidad.

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