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1. Descenso de la FiO2
Cuando disminuye la cantidad de oxígeno en el aire respirado la presión alveolar de O 2
también lo hace y secundariamente la PaO2.
El descenso de la FiO2 ocurre raramente; se presenta en grandes alturas y en intoxicaciones
por gases pesados que desplazan el O2. No existe el aumento del gradiente alveolocapilar de
oxígeno, generalmente se acompaña de hiperventilación y la consiguiente hipocapnia.
2. Hipoventilación alveolar
La ventilación alveolar es la parte del volumen respirado que realmente interviene en el
intercambio gaseoso, en oposición a la que no lo hace o que permanece al aire que ocupa
tráquea y grandes vías aéreas.
El gradiente alveolo-arterial de oxígeno es normal. La hipoxemia se corrige administrando
O2, pero la hipercapnia sólo desaparecerá mediante mejora de la Va. Puede deberse tanto a
causas pulmonares como extrapulmonares; la limitación crónica al flujo aéreo la más
frecuente.
5. Alteraciones de la difusión
Es un mecanismo poco importante de hipoxemia. En los casos en que existe patología
intersticial difusa con engrosamiento de la membrana alveolocapilar se produce hipoxemia
durante el ejercicio debido a la disminución del tiempo de tránsito de los hematíes en las
proximidades del alveolo, en el primer tercio del tránsito cuando se produce el equilibrio
para el O2.
Esta hipoxemia se acompañará de hipocapnia, por la hiperventilación, con aumento del
gradiente alveolocapilar de O2 y mejora tras respirar una FiO2 elevada.
El aparato respiratorio tiene como función principal eliminar la cantidad adecuada de CO 2
de la sangre que llega a la circulación pulmonar y proporcionar la cantidad adecuada de O 2
a la sangre que sale de la misma.
Para que esta función se realice correctamente tiene que producirse una adecuada llegada
de aire puro a los alveolos que capte el CO 2 y deje el O2; la circulación sanguínea en los
vasos pulmonares tiene que realizarse en condiciones normales; es necesario que los
movimientos de los gases entre los alveolos y los vasos pulmonares sean adecuados, y es
necesario un apropiado contacto entre el gas alveolar y la sangre capilar pulmonar.
En determinadas circunstancias, algunos alveolos están ventilados, pero no perfundidos,
con lo que se pierde ventilación más allá del espacio muerto.
Cualquier proceso en el que se produzca un aumento de la ventilación total del espacio
muerto y no cambie la ventilación total por minuto, provocará una disminución de forma
proporcional en la ventilación alveolar.
La hipoxia alveolar produce como respuesta una vasoconstricción arterial y arteriolar
pulmonar, en consecuencia, todas las enfermedades respiratorias que producen hipoxemia
son potencialmente capaces de aumentar la resistencia vascular pulmonar. Cuanto más
prolongado e intenso sea el estímulo hipóxico, más probabilidades existen de que se
produzca un aumento de la resistencia vascular pulmonar e hipertensión pulmonar.
Clasificación.
La insuficiencia respiratoria se puede clasificar de varias formas, atendiendo a los
siguientes criterios:
Tiempo de evolución
Fisiopatología
Gradiente alveolo-arterial de oxígeno.
Dependiendo del tiempo de evolución la insuficiencia respiratoria se clasifica en:
a) Insuficiencia respiratoria aguda.
b) Insuficiencia respiratoria crónica.
c) Insuficiencia respiratoria crónica agudizada.
La insuficiencia respiratoria aguda (IRA) es aquella IR que se instaura en cortos períodos
de tiempo ya sea horas o días. Predomina su presentación en personas previamente sanas.
La insuficiencia respiratoria crónica (IRC) es aquella IR de curso evolutivo largo. Indica
que existe un estado patológico subyacente previo.
La insuficiencia respiratoria crónica agudizada (IRCA) se denomina a la IRC que sufre
descompensación con un empeoramiento rápido del intercambio gaseoso.
IRC agudizada
Se entiende como IRC agudizada a la IRC que pierde su estabilidad con un empeoramiento
rápido del intercambio de gases, desencadenado por factores que descompensan la
enfermedad de base.
Los mecanismos fisiopatológicos que intervienen son los propios de la causa de la
descompensación y fundamentalmente los trastornos V/Q y la hipoventilación. En la
gasometría arterial se observa un empeoramiento de la hipoxemia y de la hipercapnia con
descenso del pH. Los valores de la gasometría arterial establecidos para la IRCA son:
Niveles de PaO2 menor de 55 mmHg y/o de PaCO 2 mayor de 50 mmHG, asociado a
un pH menor de 7,30.
El nivel del pH es el que permite diferenciar la IRCA de la IRC.
La diferenciación entre IRA aislada o IRCA se hace por la anamnesis, exploración física,
datos de laboratorio, gasométricos y del equilibrio ácido-base; sin embargo, puede ser
difícil en la práctica clínica. Hay pacientes con IRC que pueden manifestarse por primera
vez en forma de IRCA (ejemplo: EPOC) y hay enfermedades crónicas sin IR basal que
pueden sufrir episodios de IRA (ejemplo: asma, cardiopatías).
Diagnostico
Ante la sospecha clínica de IR, habría que confirmar la existencia de ésta con una
gasometría arterial inicial con la que se podría valorar la severidad del cuadro y si la
situación lo requiere, realizar una acción o maniobra inmediata que asegure la ventilación y
oxigenación del paciente, para luego posteriormente iniciar investigación etiológica que
permita efectuar una actuación dirigida y valoración del pronóstico.
a) Anamnesis
En algunas situaciones queda patente la causa que produce la insuficiencia respiratoria,
pero, en otras, es esencial conocer los antecedentes patológicos del enfermo, factores de
riesgo de las distintas patologías en relación con el aparato respiratorio y factores
desencadenantes del cuadro actual. Aparte de los síntomas referidos causados por la
hipoxemia e hipercapnia, se ha de indagar sobre la presencia de otros síntomas
respiratorios.
b) Exploración física
En el examen inicial se deben valorar primordialmente datos de inestabilidad y gravedad
como incoordinación toracoabdominal, uso de musculatura accesoria, pausas de apnea,
deterioro del nivel de consciencia, así como los demás síntomas causados por la hipoxemia
e hipercapnia.
c) Pruebas complementarias
Gasometría arterial: cuando la situación lo permita se debería realizar en condiciones
basales del paciente. Si se realiza con administración de oxígeno, debe indicarse siempre la
FiO2 que se le suministra al paciente. Con los datos obtenidos podemos distinguir entre
insuficiencia respiratoria hipercápnica o no y puede ayudar a diferenciar entre un cuadro
agudo, crónico o crónico agudizado. También puede utilizarse en el cálculo del gradiente
alvéolo arterial como apoyo a la búsqueda del mecanismo de producción.
Como método no invasivo se puede utilizar la pulsioximetría para la determinación de la
saturación arterial de oxígeno y monitorización de la respuesta al tratamiento, no
ofreciéndonos datos sobre los niveles de PCO2 y el equilibrio ácido-base.
Radiografía de tórax: de gran utilidad para el diagnóstico de la causa desencadenante
actual como la patología subyacente o enfermedad de base
ECG: puede orientar acerca de la etiología, así como de complicaciones derivadas de la
hipoxemia. En casos de insuficiencia respiratoria crónica con hipertensión pulmonar
asociada, pueden aparecer signos de hipertrofia y sobrecarga de cavidades derechas.
Analítica: es necesaria la determinación de diversos parámetros bioquímicos y
hematológicos para valoración de causas desencadenantes o asociadas implicadas.
Tratamiento
Los objetivos del tratamiento son asegurar la oxigenación del paciente, garantizar la
ventilación alveolar, tratar tanto la causa como las circunstancias desencadenantes de la IR
y prevenir las complicaciones.
1. Medidas generales
Asegurar la permeabilidad de la vía aérea, acceso endovenoso, nutrición e hidratación
adecuada, tratamiento de la fiebre, evitar medicación depresora del sistema nervioso
central, y asegurar un buen transporte de oxígeno, intentando disminuir los requerimientos
de éste y la producción de CO2, con corrección de la anemia y control del gasto cardiaco,
así como de forma individualizada, profilaxis de la enfermedad tromboembólica y
protección gástrica.
2. Oxigenación
El empleo de gafas nasales es más cómodo para el paciente, pues puede permitir la
nutrición simultánea, pero tiene como inconvenientes su efecto irritante a altos flujos y que
la FiO2 proporcionada es desconocida. Con la mascarilla efecto Venturi se administra una
FiO2 fiable y constante.
3. Ventilación mecánica
Los parámetros que se deben valorar para tomar la decisión de ventilar de forma invasiva
son: la incapacidad para obtener una oxigenación adecuada mediante oxigenoterapia
(pO2<60 mmHg con FiO2 > 60%), acidosis respiratoria grave y progresiva (pCO2 > 50 con
pH < 7,26), agotamiento de la musculatura respiratoria, alteración del nivel de consciencia
o inestabilidad hemodinámica.
4. Enfermedad de base
Una vez identificada la causa, se deberá iniciar el tratamiento específico para la misma, así
como de los factores desencadenantes.