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ISSN 1413-389X Temas en psicología: 2006, vol. 14, nº 1, 17 - 34

El legado de Paul B. Baltes a la Psicología de

Desarrollo y Envejecimiento

Anita Liberalesso Neri

Unicamp

Resumen

Este texto presenta los aportes del psicólogo alemán Paul B. Baltes (1939-2006) a la
Psicología del Envejecimiento y la Psicología del Desarrollo, representada por el
paradigma del desarrollo a lo largo de la vida (1939-2006).esperanza de vida), para el
metamodelo de selección, optimización y compensación, para la investigación sobre la
plasticidad de la inteligencia en la edad adulta y la vejez, y para investigaciones
interdisciplinares sobre la vejez avanzada. Baltes definió el desarrollo como un
proceso continuo, multidimensional y multidireccional de cambios orquestados por
influencias genético-biológicas y socioculturales de carácter normativo y no
normativo, marcados por ganancias y pérdidas concurrentes y por la interactividad
individuo-cultura y entre niveles. y tiempos de influencias. El desarrollo y el
envejecimiento exitosos se basan en la selección de objetivos, la optimización de los
medios para lograr esos objetivos y la búsqueda de soluciones de compromiso cuando
no existen los medios disponibles para lograr los objetivos. Basado en datos,

Palabras clave:Teoríaesperanza de vida, Desarrollo humano, Vejez.

El legado de Paul B. Baltes a la Psicología de

Desarrollo y Envejecimiento

Resumen
Este artículo presenta las contribuciones de Paul B. Baltes (1939-2006), psicólogo alemán, a la llamada
Psicología del Desarrollo y el Envejecimiento, representada por la teoría del ciclo vital, el modelo de
selección, optimización y compensación, la investigación sobre la plasticidad intelectual en la edad adulta y
envejecimiento, así como investigaciones interdisciplinarias sobre el envejecimiento avanzado. Ha
conceptualizado el desarrollo como un proceso de cambio continuo, multidimensional y multidireccional
orquestado por influencias genéticas, biológicas y socioculturales, en parte normativas, en parte no
normativas. Según el autor, el desarrollo comprende al mismo tiempo ganancias y pérdidas, involucrando
la interacción entre el individuo y la cultura, así como varios niveles y diferentes tiempos de influencia. El
desarrollo y el envejecimiento exitosos se basan en la selección de metas, optimización de los medios para
lograr estos objetivos, e inversión en compensaciones cuando los medios fallan. Tomando como base
datos empíricos, Baltes creía en la incompletitud de la arquitectura del desarrollo humano, la relevancia de
la cultura para compensar los límites de la ontogénesis humana, el carácter normativo del envejecimiento
y la discontinuidad entre el envejecimiento temprano y el avanzado.

Palabras clave:Teoría de la esperanza de vida, Desarrollo humano, Envejecimiento.

Dirección postal: Anita Liberalesso Neri. Correo electrónico: anitalbn@uol.com.br

Conferencia presentada con motivo de la XXXVII Reunión Anual de la Sociedad Brasileña de Psicología, en
Florianópolis, del 25 al 28 de octubre de 2007.
18
El estudio científico del
envejecimiento por parte de la Psicología
es relativamente reciente. En los primeros
60 años del siglo XX, la Psicología asumía
que la vejez era de exclusivo declive. La
Psicología del Desarrollo fue una
psicología del crecimiento orientada hacia
la productividad y la autonomía física y
cognitiva propias del adulto. El desarrollo,
concebido como un fenómeno que ocurre
a lo largo de la vida, tocó a los estudiosos
desde los siglos XVIII y XIX (e.g., Tetens,
1777; Carus, 1808; Quetelet, 1835), pero
no había un clima científico o cultural para
emprender estudios sistemáticos sobre la
madurez. y la vejez La noción
predominante de declive intelectual en la
edad adulta y la vejez (Yerkes, 1921; Miles
& Miles, 1932; Lehman, 1953) era
incompatible con cualquier idea de
desarrollo en la vejez,
Varios eventos socioculturales desencadenaron el
estudio psicológico sistemático del envejecimiento. El
principal fue el envejecimiento de la población que se
manifestó en los países desarrollados durante el siglo XX
y, con él, el envejecimiento de los científicos que habían
desarrollado las grandes teorías de la psicología infanto-
juvenil y la investigación longitudinal propia de la época.
Formaban parte de una cohorte que se había dado
cuenta de que las creencias científicas y laicas que se
consideraban correctas no estaban en consonancia con
la realidad del envejecimiento que reconocían en ellos
mismos y en la mayoría de sus compañeros. Al mismo
tiempo, los movimientos sociales estadounidenses
involucrados en la defensa de los derechos de las
minorías, incluidas las mujeres y los ancianos, comenzó
a interesarse en la identificación de los elementos
responsables de la satisfacción de la mediana edad
femenina frente a las pérdidas del envejecimiento, así
como en la investigación de los elementos asociados a
una vejez sana y activa en hombres y mujeres. Las
primeras teorías sociológicas sobre el envejecimiento, la
actividad (Havighurst & Albrecht, 1953) y la abstinencia
(Cummings & Henry, 1961) surgieron en este contexto y
tuvieron un enorme impacto ideológico sobre la vejez y
las instituciones sociales. Se reforzó la noción clásica,
que luego volvió a manifestarse 1961) surgió en este
contexto y tuvo un enorme impacto ideológico en la
vejez y las instituciones sociales. Se reforzó la noción
clásica, que luego volvió a manifestarse 1961) surgió en
este contexto y tuvo un enorme impacto ideológico en la
vejez y las instituciones sociales. Se reforzó la noción
clásica, que luego volvió a manifestarse
Neri, Alabama
fantasía, que las inversiones científicas y
tecnológicas garantizarían una vejez sin
pérdidas. Los estudios del Instituto
MacArthur sobre la mediana edad y el
envejecimiento saludable datan de esta
época (p. ej., Rowe & Kahn, 1987, 1997).
En el contexto de un estudio sobre la
inteligencia en la edad adulta y la vejez, que
comenzó en 1955 y continuó hasta 1996,
Schaie (1965) creó la metodología de
cohortes secuenciales, quizás una de las
mayores contribuciones metodológicas del
paradigma.esperanza de vida, cuyo ingenio
consiste en medir la influencia conjunta de
variables individuales y sociohistóricas. Se
iniciaron nuevos estudios longitudinales,
específicos de la vida adulta y la vejez, como,
por ejemplo, elEstudio longitudinal de Bonn
sobre el envejecimiento(Tomás, 1976).
Además de estas fuentes de influencia,
las teorías precursoras de Jung (1971), C.
Bühler (1935) y Erikson (1950), el paradigma
curso de vidaen Sociología (Havighurst,
1951; Brim & Wheeler, 1966; Neugarten,
1968, 1969; Chiriboga, 1975), el manifiesto
de Riegel (1976) a favor de la adopción por
parte de la Psicología de Adultos, del
paradigma dialéctico, la nueva metodología
creada por Schaie, El conductismo y la
psicología del aprendizaje estadounidense
tuvieron un gran impacto en el pensamiento
de un grupo de académicos interesados en
describir los patrones evolutivos
característicos de la vejez y la plasticidad o
capacidad de cambiar el desempeño
cognitivo en adultos y ancianos (Baltes,
2000). Nace la Psicología del Envejecimiento,
caracterizada por la adopción de un enfoque
de desarrollo a lo largo de la vida (esperanza
de vida), que generó nuevas metodologías,
una enorme cantidad de datos empíricos y
nuevas perspectivas teóricas, más
orientadas a la comprensión y explicación de
aspectos específicos del envejecimiento que
a la elaboración de grandes sistemas. Hoy el
paradigmaesperanza de vida es la corriente
dominante en la Psicología del
Envejecimiento y es adoptada por un
número creciente de investigadores en
psicología de la infancia y la adolescencia
(Lerner, Dowling, & Roth, 2003).
Contribuciones de Paul B. Baltes
Principios del paradigma del
desarrollo a lo largo
la vida (esperanza de vida)
el paradigmaesperanza de vidaes de naturaleza pluralista,
ya que considera múltiples niveles, temporalidades y
dimensiones del desarrollo, es transaccional, dinámica y
contextualista (Baltes & Smith, 2004). Comprende el desarrollo
como un proceso continuo, multidimensional y multidireccional
de cambios orquestados por influencias genético-biológicas y
socioculturales, de carácter normativo y no normativo, marcado
por ganancias y pérdidas concurrentes y por la interactividad
entre el individuo y la cultura. Comprende una secuencia de
cambios predecibles, de carácter genético-biológico, que ocurren
a lo largo de las edades, por lo que se denominan cambios
escalonados por la edad; una secuencia predecible de cambios
psicosociales determinados por los procesos de socialización a
los que están sujetas las personas de cada cohorte, llamados
influencias graduadas por la historia, y una secuencia no
predecible de alteraciones por influencia de agendas biológicas y
sociales y que, por tanto, se denominan influencias no
normativas (Baltes, Cornelius, & Nesselroade, 1979; Baltes,
Reese, & Lipsitt, 1980; Lerner, 1983; ). Como ejemplos de los
primeros, la maduración neurológica de los primeros cinco años,
la pubertad y el climaterio. Los segundos están ilustrados por el
ingreso a la escuela, el matrimonio y la jubilación por vejez. Estos
últimos son ejemplos de la pérdida del trabajo, la viudez en la
edad adulta, los accidentes, la enfermedad y la muerte de un
hijo. la maduración neurológica de los primeros cinco años, la
pubertad y el climaterio. Los segundos están ilustrados por el
ingreso a la escuela, el matrimonio y la jubilación por vejez. Estos
últimos tienen como ejemplos la pérdida del trabajo, la viudez en
la edad adulta, los accidentes, la enfermedad y la muerte de un
hijo. la maduración neurológica de los primeros cinco años, la
pubertad y el climaterio. Los segundos están ilustrados por el
ingreso a la escuela, el matrimonio y la jubilación por vejez. Estos
últimos son ejemplos de la pérdida del trabajo, la viudez en la
edad adulta, los accidentes, la enfermedad y la muerte de un
hijo.
Posteriormente, fueron elaborar
abstracciones más refinadas sobre la acción
concurrente de los determinantes genético-
biológicos y socioculturales del desarrollo,
según las cuales: 1) la arquitectura de la
ontogenia y la interacción dinámica entre los
factores biológicos y culturales cambian a lo
largo de la vida; 2) hay una diferente
asignación de recursos a lo largo de la vida,
que pasa de un énfasis en el crecimiento (en la
niñez) a un énfasis en el mantenimiento y
regulación de las pérdidas (en la vejez) y 3) hay
una acción sistémica de selección, optimización
y compensación mecanismos en la producción
de desarrollo y envejecimiento bien
19
exitosa o adaptativa (Baltes, 1987; Baltes,
1997, Baltes & Smith, 2003, Baltes &
Smith, 2004, Li & Freund, 2005).
La dinámica biología-cultura en la
determinación de las trayectorias
de las influencias normativas
y no normativo sobre la
desarrollo
Las influencias normativas graduadas por
edad u ontogenéticas son eventos que tienden
a ocurrir al mismo tiempo y con la misma
duración para la mayoría de los individuos. El
concepto de normalidad es estadístico y se
refiere a la alta frecuencia de eventos para
cada grupo de edad. Estos eventos no son
causados por el paso del tiempo, sino por las
interacciones entre el organismo y el medio
ambiente. Por necesidades culturales, los
hechos se registran a lo largo del tiempo,
según criterios de frecuencia, duración,
persistencia, intermitencia y cambio cualitativo.
Los eventos normativos clasificados por
edades se refieren a dos conjuntos de
influencias que afectan a todos los seres
humanos: los biológicos, que caracterizan el
crecimiento o la maduración, y el
envejecimiento, así como los sociales, que
caracterizan el proceso de socialización a lo
largo de la vida.
El proceso biológico normativo del
envejecimiento incluye una disminución de
plasticidad conductual (o
capacidad de cambiar para adaptarse al medio
ambiente), y disminución de la resiliencia
biológica (o la capacidad de hacer frente y
recuperarse de los efectos de la exposición a
enfermedades, accidentes y discapacidades).
Sin embargo, no son independientes, pues los
límites de la plasticidad individual dependen de
condiciones histórico-culturales, condiciones
que se reflejan en la organización del curso de
vida de individuos y cohortes. Asimismo, la
resiliencia individual depende de los apoyos
sociales y recursos de la personalidad,
denominados por Bandura (1986) mecanismos
de autorregulación del uno mismo. Su
integridad en la vejez promueve la continuidad
del funcionamiento psicosocial y el bienestar
subjetivo del anciano, incluso en presencia de
pérdidas biológicas, cognitivas y sociales
provocadas por el envejecimiento (Baltes,
1987; 1997).
20
Los eventos clasificados por edades
asociados con la socialización se refieren
al cumplimiento de tareas evolutivas,
expectativas sociales y ecologías de
desarrollo específicas que involucran la
familia, la educación, el trabajo, las
instituciones y las políticas sociales.
Presiden la adquisición de roles y
habilidades sociales asociadas a la edad.
En algunos períodos históricos, las
reglas sociales son más estrictas y, por
lo tanto, hay menos flexibilidad en las
trayectorias de desarrollo. En otros
contextos, estas normas son más fluidas
y las personas tienen trayectorias más
variadas e independientes de la edad
(Settersten & Mayer, 1997). Así, la
desnutrición y la falta de oportunidades
educativas asociadas a la pobreza
infantil socavan la trayectoria del
desarrollo intelectual (Shaie, 1996) y la
autoeficacia individual y colectiva
(Bandura, 1997).
Las influencias normativas calificadas
históricamente son eventos
macroestructurales experimentados al mismo
tiempo por todos los componentes de una
cohorte dada. Covarían sistemáticamente con
la clase social, el género y el origen étnico
(Baltes & Smith, 2004). En los últimos 100 años,
la modernización ha resultado en una variación
creciente en las trayectorias intelectuales de
varias cohortes, como lo muestra elEstudio
longitudinal de Seattle(Schaie, 1996) y los
estudios longitudinales suecos de Steen y
Djurfeldt (1993) y de McClearn et al. (1997),
según el cual el rendimiento intelectual de las
personas mayores que actualmente tienen 70
años es comparable al de las personas
mayores que tenían 65 años. Durante 30 años
Baltes y Staudinger (1996) desarrollaron
estudios sobre los efectos de la dinámica de las
relaciones interpersonales sobre la plasticidad
conductual. Demostraron que exponer a niños
y ancianos a situaciones reales de resolución
de problemas existenciales en grupo (mentes
interactivas, según ellos), producía respuestas
complejas y efectivas en ambos grupos. Más
importante aún, los adultos mayores se
beneficiaron más que los niños, lo que sugiere
influencias socioculturales acumuladas.
Neri, Alabama
Las influencias no normativas no afectan a
todos los individuos de un grupo de edad al
mismo tiempo, es decir, no dependen de la
ontogenia o del tiempo histórico. Su tiempo de
ocurrencia es impredecible. Pueden ser
biológicos o sociales. Interrumpen la secuencia
y el ritmo del curso de vida esperado, crean
condiciones de incertidumbre y desafío e
imponen una sobrecarga en los recursos
personales y sociales. Sus efectos a largo plazo
varían según el significado del evento para el
individuo, su condición de afrontamiento y sus
efectos sobre el individuo.estadoroles
funcionales, sociales y el sentido de identidad
(Baltes & Smith, 2004). El efecto de los eventos
no normativos se ve potenciado por la
experiencia de incontrolabilidad que suelen
conllevar. El potencial estresor de los eventos
incontrolables tiende a ser mayor para los
ancianos, en la medida en que, en la vejez,
disminuyen los recursos y aumentan las
posibilidades de vivir con eventos negativos. A
los efectos de la vejez se pueden sumar los de
pobreza, desnutrición, bajo nivel educativo, ser
mujer, pertenecer a grupos excluidos por
criterios raciales y discriminación por edad.
Cuanto mayor sea la sensación de control
sobre el evento, menor será la probabilidad de
que desarrollen problemas de adaptación,
como síntomas depresivos, aislamiento social,
enfermedades somáticas y dependencia (Diehl,
1999).
Los tres tipos de influencias, las
normativas graduadas por la edad y la
historia y las no normativas, actúan de
forma concurrente en la construcción de
regularidades y diferencias individuales en
las trayectorias de vida. La biología y la
cultura, actuando en una relación recíproca,
contextualizan el desarrollo y el
envejecimiento. En la primera infancia y en
la vejez avanzada, los procesos genético-
biológicos escalonados por la edad tienen
más poder regulador del desarrollo que los
de carácter sociocultural.
Baltes (1997) propuso tres principios
generales con respecto a la dinámica biológico-
cultural en las trayectorias de desarrollo a lo
largo de la vida:
1) Plasticidad biológica y la
la fidelidad genética disminuye con la edad,
porque la naturaleza favorece el crecimiento en
las fases pre-reproductiva y reproductiva, ya que
Contribuciones de Paul B. Baltes
es lo que interesa fundamentalmente a la
especie, hablando de selección natural en
términos estrictamente biológicos.
2) Para que se produzca el desarrollo.
se extiende a edades avanzadas, se
necesitan avances cada vez más
significativos en la evolución cultural y en la
disponibilidad de recursos culturales. La
expansión de la esperanza de vida, que hoy
se encuentra casi en el límite máximo
establecido por el genoma humano, solo fue
posible gracias a inversiones en
instrumentos, viviendas, técnicas y equipos
de trabajo, higiene, inmunización,
antibióticos y otros recursos para protegerse
de las agresiones ambientales. y educación.
3) La eficacia de la cultura se limita a
promover el desarrollo y la rehabilitación
de las pérdidas y el declive asociados con
la vejez: las personas mayores responden
menos a los recursos culturales, ya que su
plasticidad conductual y resiliencia
biológica son menores.
En este momento, en el mundo, el O 2004; Li & Freund, 2005).
envejecimiento de la población y el aumento
de la longevidad están demandando
crecientes inversiones en soluciones
tecnológicas para la cura y prevención de
enfermedades incurables o de difícil
rehabilitación. A medida que aumente la
duración de la vida humana, aparecerán
nuevos problemas que se verán potenciados
por la existencia de desigualdades
económicas en todo el mundo. Son
impedimentos para la evolución social y la
evolución de la especie misma. A nivel
individual, la velocidad de los cambios
tecnológicos y científicos y la velocidad con
la que la información se procesa y se pone a
disposición en una amplia variedad de
vehículos, entre los que se destaca internet,
brindan condiciones para la creación de una
sensación permanente de incompletitud.
desarrollo y
envejecimiento exitoso
a través de la orquestación de
estrategias de selección, optimización
y compensación
La trayectoria de las influencias que inciden
en el desarrollo y el envejecimiento está
relacionada con la asignación de recursos en los
diferentes momentos de la vida, caracterizando
caminos típicos, como el crecimiento
21
en la infancia, mantenimiento en la vida adulta
y regulación de pérdidas en la vejez. Crecer
implica alcanzar niveles cada vez más altos de
funcionamiento o capacidad de adaptación.
Mantener implica la estabilidad de los niveles
de funcionamiento frente a nuevos desafíos
contextuales o pérdidas potenciales. La gestión
de pérdidas significa operar a niveles más
bajos cuando el mantenimiento o la
recuperación ya no son posibles. Este
razonamiento llevó a Baltes y Baltes (1990) a la
proposición de la teoría de la selección,
optimización y compensación (teoría SOC),
según la cual las ganancias y pérdidas
evolutivas son el resultado de la interacción
entre los recursos de la persona y los recursos
de la persona. ambiente, en un régimen de
interdependencia. A lo largo de la vida, hay una
acción sistémica de estos tres
mecanismos a producción del
desarrollo y envejecimiento exitoso o
adaptativo (Baltes, 1987; Baltes, 1997;
Baltes & Smith, 2003; Baltes & Smith,
La teoría de la selección, optimización y
compensación (teoría SOC) tiene dos
objetivos: describir el desarrollo en general y
establecer cómo los individuos pueden
gestionar eficazmente los cambios en las
condiciones biológicas, psicológicas y
sociales que constituyen oportunidades y
limitaciones para sus niveles y trayectorias.
de desarrollo. La plasticidad del
comportamiento es su inspiración central, ya
que es interesante saber cómo los
individuos de todas las edades asignan sus
recursos internos y externos a estas tres
funciones para maximizar las ganancias y
minimizar las pérdidas. La teoría SOC puede
ser incorporada por diferentes perspectivas
teóricas, incluyendo conductual (M. Baltes,
1996), cognitiva (Smith & Baltes, 1990), de
acción (Heckhausen, Dixon, & Baltes, 1989) y
social-cognitiva (Bandura, 1997); diferentes
procesos, por ejemplo, memoria
(Linderberger & Reishies, 1999) y
funcionamiento físico (M. Baltes et al., 1999)
y a diferentes dominios, como el bienestar
subjetivo (Smith et al., 1999). Por eso se
considera un metamodelo de desarrollo.
Selección significa especificar y
disminuir el rango de alternativas
permitidas por la plasticidad individual.
Es a la vez un requisito para el ascenso y
22
una necesidad cuando los recursos como el
tiempo, la energía y la capacidad son limitados.
Puede ser electivo u orientado a la
recuperación de pérdidas. En este caso, se
trata de la reorganización de la jerarquía y el
número de metas, el ajuste del nivel de
aspiración o el desarrollo de nuevas metas que
sean compatibles con los recursos disponibles.
La optimización significa adquirir, aplicar,
coordinar y mantener los recursos internos y
externos involucrados en el logro de niveles
más altos de funcionamiento. Se puede lograr
a través de la educación, la práctica y el apoyo
social dirigido a la cognición, la salud, la
capacidad atlética y las habilidades artísticas y
sociales.
La compensación implica la adopción
de alternativas para seguir funcionando.
Ejemplos de compensación son el uso de
audífonos y sillas de ruedas, el uso de
señales visuales para compensar los
problemas de orientación espacial y el uso
de señales para ayudar a la memoria
verbal. Los tres mecanismos se suponen
universales y sujetos a una acción
consciente o inconsciente, operada por la
persona o por otros, por individuos o por
instituciones.
La selección, optimización y
compensación son mecanismos cuya existencia
y funcionalidad se intuye en la experiencia
personal y cultural. El uso de proverbios
ejemplifica el último caso. Por ejemplo, hay
proverbios en lengua portuguesa que ensalzan
la selección, como “No se puede chupar caña y
silbar al mismo tiempo”, otros enfatizan la
compensación, como “Una mano lava a la
otra”, y aún otros se enfocan en la
optimización. , caso de “La práctica hace al
maestro”, “Poco a poco se llega lejos”.
La teoría SOC ha sido demostrada bajo
diferentes metodologías (eg Freund & Baltes
2002a, 2002b). Ambos construyeron un
cuestionario que contenía proverbios sobre
selección, optimización y compensación, con el
fin de evaluar el uso de estrategias de gestión
de vida. Encontraron un gradiente de edad en
el uso de las estrategias SOC. En la edad adulta
temprana y la vejez, las tres estrategias
parecían ser menos activas, mientras que los
adultos de mediana edad informaron que las
usaban con más frecuencia. Varios otros
estudios descriptivos basados en autoinforme
muestran correlaciones positivas entre el uso
de
Neri, Alabama
estrategias y bienestar subjetivo,
progreso profesional, conducta de
estudio y desempeño laboral (Baltes &
Heydens-Gayr, 2003; Bajor & Baltes,
2003; Wiese, Freund, & Baltes, 2000;
2002).
La investigación experimental que
involucra tareas competitivas (como
memorizar una lista de palabras mientras
camina rápidamente mientras mantiene el
equilibrio en una plataforma en
movimiento) mostró que los adultos
mayores podían realizar ambas tareas al
mismo tiempo cuando usaban estrategias
compensatorias, especialmente en
situaciones donde los requisitos eran más
alto y cercano a su límite superior de
desempeño (Rapp, Krampe, & Baltes,
2003; Bondar, Krampe, & Baltes, 2003).
Otro estudio mostró que los adultos
jóvenes y adultos mayores difieren en el
uso de estrategias compensatorias
cuando la demanda es mayor que sus
recursos: los jóvenes reducen la longitud y
la complejidad gramatical de sus
oraciones, mientras que los adultos
mayores reducen la velocidad del habla,
cuando se les pide que lo hagan. caminar
rápido mientras habla (Kemper, Herman y
La teoría de la selectividad socioemocional
formulada por Carstensen (1991) es una
derivación de la teoría SOC. Explica la
disminución de las interacciones sociales y los
cambios en el comportamiento emocional de
los ancianos. Se opone a las teorías
sociológicas de la actividad (Havighurst &
Albrecht, 1953), del retiro (Cummings & Henry,
1961) y de los intercambios sociales (Dowd,
1975) porque considera que las personas no
son simplemente reactivas al contexto social,
sino que lo construyen. activamente. Así, la
reducción de la amplitud de la red de
relaciones sociales y de la participación social
en la vejez refleja la redistribución activa de los
recursos socioemocionales por parte de los
ancianos, debido al cambio en su perspectiva
del tiempo futuro. Al darse cuenta de que
tienen menos tiempo de vida, buscan
seleccionar objetivos, socios y formas de
interacción, porque esto permite optimizar los
recursos de que disponen. Por ello, en la vejez
cobra mayor relevancia la implicación selectiva
en relaciones sociales cercanas que ofrezcan
experiencias emocionales significativas, en
lugar de
Contribuciones de Paul B. Baltes
ampliación de la red de relaciones o la
búsqueda de información yestado, que son
objetivos típicos de los más jóvenes. Las
metas de los adultos jóvenes son más
numerosas y de largo plazo, porque ellos
perciben el tiempo como relativamente
ilimitado (Fung, Carstensen, & Lutz, 1999).
En la vejez ocurre disminuir
regulación de los niveles de alerta y la intensidad
de las respuestas emocionales y aumento de la
selectividad emocional. Las emociones son menos
intensas, moduladas, contrastantes y claras para
el observador, y más compatibles con los recursos
biológicos de las personas mayores, que
comienzan a experimentar y manifestar
emociones con menor intensidad y con menor
capacidad para decodificar las expresiones
emocionales. La investigación de laboratorio que
involucra medidas de la actividad de la amígdala
ha demostrado que los adultos mayores prestan
más atención al contenido emocional positivo que
a los negativos. También tienden a evocar más
recuerdos positivos que negativos (Carstensen,
1991; Mather & Carstensen, 2003; Mather et al.,
2004).
Según Carstensen, estos cambios
tienen un carácter adaptativo porque
permiten al anciano ahorrar recursos,
canalizarlos hacia objetivos relevantes y
optimizar su funcionamiento afectivo y
social. Este proceso se refleja en mayor
capacidad para calibrar el efecto de la
intensidad de los eventos, mayor integración
entre cognición y afectividad, mecanismos
de defensa más maduros, mayor uso de
estrategias proactivas, mayor satisfacción
con la vida y mayor selectividad social.
La teoría de la selectividad
socioemocional es deesperanza de vidaen
tanto considera que la adaptación está
delimitada por el tiempo y el espacio y que la
etapa de desarrollo que atraviesa la persona
es un contexto importante al que debe
adaptarse. Esta explicación fue probada con
éxito con pacientes terminales jóvenes y
entre ellos se observó el mismo proceso, lo
que confirma la ocurrencia de selección de
objetivos y relaciones debido a la reducción
de la perspectiva temporal (Lang, 2000). Se
probó en estudios longitudinales, en los que
se observó que: 1) el número de
compañeros sociales puede ser estable a lo
largo de la vida, pero el número de
relaciones sociales periféricas disminuye en
la vejez; 2) los ancianos que reducen su
23
contactos periféricos pero mantienen
contactos emocionales significativos con
personas afectivamente cercanas disfrutan de
un mayor bienestar subjetivo que quienes no
los mantienen (Fung, Carstensen, & Lutz, 1999,
M. Baltes & Carstensen, 2003).
Principios del envejecimiento
intelectual sustentados en el paradigma
de desarrollo a lo largo de
toda la vida
Una de contribuciones la mayoría
importante del paradigmaesperanza de vidase
trata de un conjunto de principios derivados de
la investigación descriptiva sobre patrones de
desarrollo intelectual en la vejez y sobre la
modificabilidad de los desempeños cognitivos
a través del entrenamiento. El modelo de
inteligencia adoptado en estos estudios fue el
modelo bidimensional de Horn y Cattell (1966),
compuesto por un factor llamado
metafóricamente inteligencia fluida y otro
denominado inteligencia cristalizada. La
inteligencia fluida refleja las habilidades
mentales primarias, como la inducción, la
flexibilidad figurativa y la integración,
evidenciadas por la competencia en la
realización de tareas verbales (serie de letras),
espaciales (matriz) y topológicas y en la
obtención de información visuoespacial
compleja, en situaciones en las que se controla
el tiempo de ejecución. Decae con la edad,
debido a los cambios neurológicos propios del
envejecimiento y los efectos acumulativos de
enfermedades y accidentes. La inteligencia
cristalizada incluye capacidades y procesos
intelectuales adquiridos a partir de la
interacción de la experiencia con capacidades
fluidas y se ejemplifica mediante la
comprensión verbal, la formación de
conceptos, el razonamiento lógico y general.
Baltes llamó mecánica de inteligencia fluida o
hardwaredel funcionamiento intelectual y la
inteligencia cristalizada de la pragmática o
softwaredel funcionamiento intelectual (Baltes,
1993). La inteligencia fluida decae con la edad,
porque depende de los mecanismos
neurológicos encargados de procesar la
información, que normalmente decaen con el
envejecimiento. La inteligencia cristalizada no
solo no decae, sino que también puede
progresar, siempre que haya oportunidades
culturales y culturales.
24
que las capacidades de fluidos no sufran un
marcado declive patológico.
Los principios del desarrollo intelectual en
la edad adulta y la vejez fueron descritos de la
siguiente manera por Baltes (1987):
1) El envejecimiento es un proceso que
conlleva cambios de carácter ontogenético,
traducidos en la disminución de las
capacidades intelectuales dependientes del
funcionamiento neurológico, sensorial y
psicomotor. Estos cambios se reflejan en la
disminución de la plasticidad conductual.
2) Los cambios intelectuales básicos
la ontogenética no significa discontinuidad de
la capacidad adaptativa e incompetencia
cognitiva generalizada: las reservas de
experiencia pueden ser activas y optimizadas
por los ancianos, para compensar la
disminución de las capacidades de
procesamiento de información resultante del
proceso de envejecimiento.
3) El envejecimiento intelectual es un
experiencia heterogénea, es decir, puede
ocurrir de manera diferente para individuos y
cohortes que viven en diferentes contextos
históricos y sociales. Esta diferenciación
depende de la influencia de circunstancias
histórico-culturales, factores intelectuales y de
personalidad, y la incidencia de patologías
durante el envejecimiento normal.
4) Hay diferentes patrones de
envejecimiento intelectual, desde lo patológico
hasta lo óptimo, pasando por lo normativo,
compartido por la mayoría de las personas.
Está relacionado con los cambios biológicos
que ocurren después de que los individuos
alcanzan la capacidad de reproducir la especie
y, entre la cuarta y quinta década de la vida,
convergen en la aparición de cambios
anatómicos y funcionales que definen el
envejecimiento. No es una enfermedad, sino
un proceso natural, dependiente de la
programación genética de la especie.
5) El envejecimiento intelectual es un
proceso multidimensional y 8) El funcionamiento intelectual de
multidireccional: diferentes capacidades
comienzan a cambiar en diferentes
momentos, con diferentes resultados en
diferentes individuos que pasan por
diferentes experiencias biológicas,
educativas, históricas y de personalidad.
6) Respetar los límites impuestos por la
biología y las posibilidades que abre la educación
formal y no formal a la que estuvieron expuestos
a lo largo de su vida, es posible cambiar
Neri, Alabama
el desempeño intelectual de los ancianos a través de
intervenciones clínicas, educativas y experimentales. O
Proyecto de desarrollo y enriquecimiento de adultos(ADEPT,
de Baltes y Willis, 1982) involucró diseños de pre-test/
tratamiento/post-test, con cinco horas de instrucción en
habilidades básicas, ofrecidas a adultos mayores que viven
en la comunidad. El entrenamiento cognitivo no cambió las
características estructurales de las capacidades intelectuales
primarias, es decir, no convirtió las capacidades básicas que
son componentes de la inteligencia fluida en componentes
de la inteligencia cristalizada. Sin embargo, en personas de
60 años y más, se observaron ganancias estadísticamente
significativas en las relaciones entre cifras e inducción. El
mayor progreso realizado por las mujeres fue en la
orientación espacial. Hombres y mujeres mejoraron en
velocidad y precisión, pero los hombres fueron mejores en
precisión. No se observaron efectos de generalización de
una habilidad entrenada a una no entrenada. Los estudios
de seguimiento realizados siete años después del
entrenamiento mostraron que las personas entrenadas
declinaron menos que las personas no entrenadas. Además,
los adultos mayores que habían declinado se beneficiaron
más de la capacitación que aquellos que se mantuvieron
estables. Los sujetos se sometieron a un entrenamiento de
refuerzo siete años después de la primera batería de
instrucción, lo que resultó en mejoras significativas para
todos los grupos de edad. Sin embargo, los mayores no se
desempeñaron mejor que los más jóvenes. Los sujetos se
sometieron a un entrenamiento de refuerzo siete años
después de la primera batería de instrucción, lo que resultó
en mejoras significativas para todos los grupos de edad. Sin
embargo, los mayores no se desempeñaron mejor que los
más jóvenes. Los sujetos se sometieron a un entrenamiento
de refuerzo siete años después de la primera batería de
instrucción, lo que resultó en mejoras significativas para
todos los grupos de edad. Sin embargo, los mayores no se
desempeñaron mejor que los más jóvenes.
7) La inteligencia cambia cualitativamente
a lo largo de la edad adulta y la vejez. Los
cambios cualitativos dependen mucho
más de las oportunidades que ofrece la
cultura que de los mecanismos genético-
biológicos que subyacen a la inteligencia
humana.
adultos y ancianos está muy influida por
el autoconocimiento, las creencias sobre
el origen de la conducta, las metas
personales y las emociones, elementos
que deben tenerse en cuenta en la
investigación básica sobre las
diferencias evolutivas y en la
intervención cognitiva.
9) Las principales diferencias en el
funcionamiento cognitivo de los jóvenes y
Contribuciones de Paul B. Baltes
Los adultos mayores no son de naturaleza
ontogenética, sino por factores culturales que
se expresan en la educación que se les brinda
en las primeras etapas del desarrollo, cuando
se desarrollan las habilidades básicas. Aun así,
las diferencias de inteligencia dependientes de
la experiencia cultural no afectan a la
inteligencia fluida.
10) Gracias a la acción de mecanismos de
selección, optimización y compensación, a
nivel individual o cultural, las personas
mayores no necesariamente muestran un
declive en el desempeño de ciertas tareas
normalmente realizadas por los jóvenes.
Esto no solo es cierto, las personas mayores
también pueden exhibir altos niveles de
desempeño altamente especializado en el
ámbito profesional y en la resolución de
problemas existenciales o sabiduría.
Las actuaciones sabias se señalan
como ejemplos por excelencia de
mecanismos de selección, optimización y
compensación y atestiguan la importancia
de la cultura para la continuidad y mejora
de las habilidades cognitivas en la vejez.
Gracias a la capacidad de recordar hechos
y procedimientos, de hacer nuevas
asociaciones, de formular hipótesis, de
hacer análisis éticos y morales y de ofrecer
alternativas de solución a partir de la
experiencia acumulada, los ancianos
pueden presentar patrones de
comportamiento que les permitan ser
considerados sabios. . . Si bien la sabiduría
es vista como un fenómeno que involucra
características cognitivas, motivacionales y
emocionales, no es una variante de la
inteligencia medida por pruebas
convencionales, sino una manifestación de
la inteligencia práctica y una
manifestación de los mecanismos de
selección,
En el laboratorio, las situaciones más
utilizadas para la evaluación de las
actuaciones sabias son la revisión, la gestión
y la planificación de vida. A cada sujeto se le
ofrecen dilemas o problemas existenciales
de personajes ficticios que deben ser
analizados o resueltos por ellos, en una
tarea descrita como “pensar en voz alta” (el
sujeto habla libremente sobre el sujeto)
(Staudinger, 1989; Staudinger & Baltes,
1994). ). Las respuestas son analizadas por
su contenido por expertos que han sido
informados sobre la definición operativa de
25
sabiduría mencionada anteriormente.
Baltes y Staudinger (2000) introdujeron un
nuevo elemento en el concepto: la
sabiduría es la orquestación del desarrollo
humano en pos de la excelencia, tanto
individual como colectiva.
Los autores proponen una definición
operativa del mismo en los siguientes términos:
1) Conocimiento excepcional sobre el
hechos de la existencia que comprenden, por
ejemplo, las necesidades y motivaciones
humanas, las trayectorias de vida, los eventos
físicos, sociales y psicológicos que ocurren en
la vida de las personas, los grandes temas de la
existencia y las relaciones humanas.
2) Conocimiento excepcional sobre
maneras de manejar los problemas
existenciales. Incluye las habilidades para
planificar, seleccionar y organizar información
relevante para la solución, hacer predicciones,
construir escenarios posibles e interpretar
experiencias previas, por ejemplo, presentadas
en los proverbios y máximas de una cultura.
3) Habilidad para considerar el contexto
al analizar problemas existenciales.
Consiste en tomar en cuenta elementos
como edad, posición social, valores,
intereses, expectativas y prioridades de
los involucrados; la época histórica, las
peculiaridades de cada uno; el grado de
normalidad de los hechos (en términos
de frecuencia en la población) y el
ámbito en el que se está produciendo el
problema a resolver (¿familiar, personal,
laboral?). Este criterio también incluye la
comprensión de que la vida implica
imprevisibilidad, tensiones, conflictos y
ambigüedades.
4) Relativismo de los valores. Implica en
presencia de flexibilidad en la
interpretación de historias de vida y
decisiones; en la conciencia de que todos
los juicios son relativos a un sistema de
valores culturales y personales; en la
capacidad de separar sus valores, metas y
experiencias de las de los demás; en
poder reconocer que existen numerosas
interpretaciones y soluciones diferentes a
un mismo problema, en definitiva, en
poder juzgar qué interpretación o solución
es la más adecuada, dado un determinado
contexto de valores.
5) Habilidad para comprender y
lidiar con la incertidumbre. Implica el
reconocimiento de que uno nunca puede saber
26
todo sobre un problema o sobre la vida de
un individuo, que no todo es predecible y
que uno tiene que admitir su ignorancia. Sin
embargo, también es necesario conocer las
estrategias para enfrentar la incertidumbre,
por ejemplo, construir escenarios de
alternativas y resultados, admitir riesgos y
ventajas y asumir implicaciones de
decisiones.
En un principio, el paradigma pragmático
de la sabiduría se orientó a estudiar sus
manifestaciones sólo en la vejez. Muchos datos
han demostrado que es más probable que
ocurra en la vejez que en las primeras etapas
del desarrollo porque depende de la
experiencia de vida acumulada. Sin embargo,
ser anciano no es condición suficiente para que
surja la sabiduría, como señalan los
estereotipos. Elementos como la profesión, los
tipos de vivencias sociohistóricas a las que
estuvo expuesto el individuo, la riqueza de
experiencias personales, la personalidad y la
inteligencia contribuyen a la aparición de
actuaciones sabias en la vejez, como se
muestra en laEstudio de envejecimiento de
Berlíny en estudios del grupo de Berlín que
compararon las actuaciones sabias de adultos
jóvenes, de mediana edad y ancianos. La
probabilidad de su ocurrencia aumenta con la
edad, porque implica la acumulación de
experiencias relevantes, pero no existe una
relación necesaria entre la vejez y la sabiduría.
Varios autores han investigado las raíces de la
sabiduría en la adolescencia, creyendo que es
importante identificar las semillas de la
sabiduría, porque esta es más acorde con el
paradigma esperanza de viday con el objetivo
de promover la superación de personas y
grupos.
Estudio de envejecimiento de Berlíncomo una
prueba del paradigma del desarrollo cuando
para toda la vida
Estudio de envejecimiento de Berlín(BASE –
Baltes & Mayer, 1999) es un estudio
interdisciplinario realizado con personas mayores
de entre 70 y 105 años, residentes en Berlín, en el
antiguo lado oeste. Era una población única,
desde el punto de vista de haber vivido todos los
grandes cambios históricos que el mundo,
Alemania y la ciudad de Berlín experimentaron en
el siglo XX, que marcaron profundamente la vida
de este pueblo.
Neri, Alabama
cohortes Mil novecientos ocho ancianos
fueron seleccionados por sorteo entre todos
los ciudadanos con edad entre 70 y 105 años
empadronados en la ciudad. Fueron
asignados a siete grupos de edad sucesivos,
o cohortes, con un rango de cinco años cada
uno. En cada uno había igual número de
hombres y mujeres. Los datos se recopilaron
en los años 1994 (N = 1264), 1996 (N = 928) y
1997–1998 (N = 515).
fue investigado 32 Variables
pertenecientes a las áreas de Medicina
Interna y Geriatría, Psiquiatría, Psicología,
Sociología y Política Social, comprendiendo
los siguientes aspectos: salud objetiva y
subjetiva y capacidad funcional; perfil de
riesgo; necesidades de tratamiento y valores
biológicos de referencia; historia de vida y
dinámica generacional; estructura y
dinámica familiar; situación económica y
seguridad social; recursos sociales y
participación social; inteligencia y
funcionamiento intelectual;uno mismo y
personalidad; relaciones sociales; morbilidad
psiquiátrica asociada a la edad, sus
predictores y consecuencias.
La investigación de los aspectos intelectuales
tuvo como objetivo identificar la estructura del
funcionamiento intelectual, las diferencias de edad
en relación con el rendimiento y los correlatos de las
diferencias individuales y asociadas a la edad. Una
batería de 14 pruebas computarizadas evaluó la
velocidad perceptiva, la memoria, el razonamiento, la
fluidez y el conocimiento. Algunas de ellas estaban
vinculadas a medidas médicas y psiquiátricas, que
permitían la valoración de funciones neurológicas y
la valoración dedéficitstrastornos cognitivos típicos
de las demencias. También se hicieron
comparaciones entre las habilidades intelectuales y
las habilidades para la vida diaria.
El BASE mostró que la edad es, de hecho,
un factor de riesgo para el declive intelectual,
ya que el funcionamiento de las capacidades
intelectuales básicas empeora en los últimos
años de vida. Con el envejecimiento
disminuyen las capacidades cognitivas
dependientes de factores genético-biológicos.
La disminución en la velocidad de
procesamiento de la información provoca
pérdidas en la memoria y la atención, por lo
que la posibilidad de realizar nuevos
aprendizajes se ve perjudicada Los efectos
negativos de la edad pueden acentuarse por
enfermedad, depresión, estilo de vida
Contribuciones de Paul B. Baltes
de vida y de oportunidades sociales y
educativas. Como grupo, las mujeres se ven
más afectadas por el declive intelectual que
los hombres, en parte porque son más
longevas, en parte porque son menos
saludables, menos educadas y más pobres.
Los ancianos declinaron más en términos
intelectuales que en términos deuno mismo
y personalidad, que es indicativo de la
preservación de la resiliencia psicológica en
la vejez.
El estudio no solo mostró que existe una
considerable heterogeneidad en la velocidad y
el resultado del declive intelectual, sino que
dejó en claro que el funcionamiento altamente
competente es una posibilidad cuando se trata
del funcionamiento intelectual en la vejez. Las
capacidades indicadoras de la inteligencia
cristalizada se mantuvieron estables hasta los
80 años, cuando comenzaron a decaer. Los
desempeños menos competentes en
inteligencia cristalizada se asociaron
fuertemente con peor educación, prestigio
social, clase social e ingresos, lo que no afectó
significativamente la inteligencia fluida.
Independientemente de la edad, las personas
de 70 a 100 años que tenían experiencias
educativas y profesionales más ricas
mostraron un mejor rendimiento intelectual y
una mayor frecuencia de actuaciones sabias.
Los ancianos conservan la capacidad de
aprender cosas nuevas, como se evidencia en
una situación experimental: alrededor de 2/3
de la muestra demostraron esta capacidad, a
excepción de aquellos con demencia moderada
o severa, lo que significa que las dificultades de
aprendizaje son un buen indicador de
demencia . Los déficits cognitivos debidos a la
demencia no ocurren universalmente entre los
muy ancianos, aunque la prevalencia de los
déficits en las capacidades básicas y la
demencia aumenta con la edad.
A pesar de que tú personas mayores con
educación, prestigio social, buen nivel
socioeconómico y ocupación
los individuos intelectualmente desafiantes
muestran un nivel más alto de rendimiento
intelectual que aquellos que no disfrutaron de
las mismas oportunidades, su tasa de declive
intelectual asociado con el declive biológico es
prácticamente idéntico en los dos grupos. Sin
embargo, debido a su ventaja inicial, las
personas que han tenido una
27
los individuos enriquecidos mantienen
mayores niveles de competencia en la vejez,
niveles que se manifiestan en una mayor
capacidad para resolver problemas del día a
día (Smith & Baltes, 1999; Baltes et al., 1999;
Linderberger & Reischies, 1999).
Consideraciones finales
El establecimiento de la Psicología del
Envejecimiento en las últimas décadas es
resultado de la progresiva consolidación del
paradigma del desarrollo a lo largo de la
vida (esperanza de vida), esta consolidación
se asoció al desarrollo de sólidos programas
de investigación que incluyeron su
verificación empírica y que generaron un
considerable cuerpo de conocimiento. Como
cualquier otro cambio de paradigma, fue
hijo de su tiempo y surgió de desarrollos
anteriores. La nueva perspectiva surgió
como una síntesis entre el conocimiento
actual sobre el desarrollo ontogenético y los
nuevos supuestos sobre la dinámica de la
interacción.
en Variables genético-biológico,
socioculturales y psicológicas. Su influencia
superó el ámbito inicial y hoy influye en el
estudio del desarrollo en otras etapas de la
vida y en la teorización de la Psicología del
Desarrollo.
La Psicología del Envejecimiento dejó de
ser una psicología del declive, sin, sin
embargo, dar lugar a ideas románticas
sobre el envejecimiento exitoso, que
indicaban la dirección de ausencia de
enfermedad y máxima actividad y
participación. El modelo psicológico de
envejecimiento exitoso, basado en procesos
de optimización selectiva con compensación,
significa simplemente hacer y ser lo mejor
que se pueda con los recursos a nuestra
disposición. Por lo tanto, ofrece un
metamodelo para la investigación y la
Bueno intervención en todo el espectro de
experiencias de envejecimiento y desarrollo.
Desafortunadamente, el paradigma
esperanza de vida todavía tiene un tránsito
limitado en la Psicología del Desarrollo brasileña.
Ni la vejez ni el envejecimiento forman parte de la
agenda de formación de los psicólogos y de las
líneas de investigación de los departamentos
académicos. Lo que existe es todavía de carácter
aislado. Se pasa por alto que el envejecimiento de
la población, el aumento de
28
la longevidad, la feminización de la vejez,
los cambios en la estructura familiar, la
pobreza y la baja escolaridad, agravadas
por las pérdidas normativas y no
normativas del envejecimiento son
condiciones de riesgo para la salud y el
bienestar psicológico de la gran mayoría
de los ancianos. La psicología puede
intervenir tempranamente en la
educación, la salud y el trabajo con el
objetivo de implementar el potencial para
un envejecimiento exitoso y actualizar las
reservas de desarrollo de las personas que
envejecen. Puede trabajar con ancianos y
familiares en el diagnóstico y tratamiento
de los déficits físicos y cognitivos y en el
fortalecimiento de su resiliencia
psicológica. Es necesario cambiar el
paradigma en la disciplina y en la
profesión, que considera la
heterogeneidad de las experiencias de la
vejez,
Paul B. Baltes: perfil biográfico
En julio de 2004, en Berlín, un
emocionado y agradecido Paul Baltes fue
honrado por tres generaciones de
psicólogos europeos y norteamericanos y
representantes de las academias de
ciencias más distinguidas de Europa. Fue
en el acto organizado por la Sociedad Max
Planck con motivo de su jubilación,
cumpliendo la legislación vigente en
Alemania y las normas de la propia
institución. Aunque su salida del Instituto
Max Planck para el Desarrollo Humano,
que había presidido durante los últimos
24 años, por no hablar de la investigación
y los intercambios internacionales, este
fue un momento pasajero en el que
desfilaron por su memoria innumerables
instantáneas de una vida de intensa
productividad, compañerismo y amistad.
Estaban K. Warner Schaie, responsable del
primer viaje de Paul y su esposa Margret
M. Baltes a los Estados Unidos, en 1963, y
Albert Bandura, un psicólogo inspirado en
la tradición conductista estadounidense,
cuya teoría social cognitiva del aprendizaje
evolucionó hacia una teoría social
-desarrollo cognitivo que considera la
duración total de la vida. En la conferencia
de apertura, Bandura habló sobre sus
preocupaciones de bienestar.
Neri, Alabama
de las sociedades y la paz mundial, a la luz de
sus conceptos de moralidad y autoeficacia
colectiva, dando el tono humanista a las
exposiciones que siguieron. Entre los
contemporáneos de Baltes, John Nesselroade y
Sherry Willis fueron testigos de la elaboración
de líneas de investigación que contribuyeron al
fortalecimiento de las bases del paradigma.
Laura M. Carstensen y Maggie F. Lachman,
entre muchas otras, que hoy tienen una fuerte
presencia en la psicología del envejecimiento
estadounidense, pertenecían a la segunda
generación, formada por exalumnos y
asesores de Baltes. Entre los de la tercera
generación se encontraban los discípulos y
posteriores compañeros de Baltes en
investigaciones realizadas en Alemania, entre
ellos Ulman Linderberger, actual director del
Instituto Max Planck para el Desarrollo
Humanoen Berlín, y Úrsula
Staudinger, así como un grupo de
científicos más jóvenes, incluidos
Alexandra M. Freund y Su-Chen Li. De su
personalEn el Instituto se destacó Jacqui
Smith, psicóloga australiana radicada en
Alemania desde hace más de 20 años y
estrecha colaboradora suya en varios
proyectos teóricos y empíricos. Durante
los dos días que duró el acto de
homenaje, Paul Baltes no dio ninguna
conferencia, pero para los presentes, el
psicólogo habitualmente altivo, decidido
y brillante mostró el rostro del hombre
que, entre la felicidad, el recogimiento y
la nostalgia, contemplaba el cuerpo. de
su obra, vista a través de los ojos de sus
colegas, discípulos y colaboradores. Las
experiencias científicas y afectivas que
brindó el evento evocaron
inequívocamente que la empresa
científica está marcada por la
continuidad entre generaciones,
Paul B. Baltes nació en Saarlouis,
Alemania, en junio de 1939 y creció durante los
años de penurias y temores de la Segunda
Guerra Mundial en una familia de pequeños
comerciantes de medios modestos. De los
estudios secundarios realizados en su ciudad
natal, pasó a la Universidad de Saarbrücken,
donde estudió Psicología. Influenciado por
Ernest Boesch, quien a su vez
Contribuciones de Paul B. Baltes
Después de haber estudiado con Piaget y
André Rey, al comienzo de su carrera, Paul
Baltes era un piagetiano interesado también
en las variaciones culturales y la psicología
cultural. En 1963, apenas terminó su
Maestría, se casó con Margret M. Baltes e
inmediatamente ambos partieron a Estados
Unidos, invitados por K. Warner Schaie.
Desde 1955, este académico ha realizado
investigaciones sobre el curso del desarrollo
intelectual en la vida adulta, elEstudio
longitudinal de Seattle, que continuaría
hasta la década de 1990. Con ella, Schaie
estableció una nueva metodología, la de
cohortes secuenciales, una ingeniosa
alternativa al método longitudinal. El año
pasado en la Universidad de Nebraska
acercó a la joven pareja a la nueva
metodología, el conductismo y la psicología
del aprendizaje estadounidense. A partir de
estas influencias, ya se delinearon las bases
teóricas de la psicología.esperanza de viday
el modelo de desarrollo exitoso, éste
desarrollado en sociedad con Margret Baltes
y denominado modelo de optimización
selectiva con compensación.
De vuelta en Alemania, Baltes se dedicó
a su doctorado, bajo la dirección de Günther
Reinert, sobre el desarrollo intelectual de los
niños desde una perspectiva piagetiana, que
incorporó el método de cohortes
secuenciales. En 1967, poco después de
obtener el título de Doctor, regresa a
Estados Unidos, nuevamente por invitación
de Schaie, ahora a la Universidad de West
Virginia. Los cuatro años pasados en esta
universidad fueron de una intensa
producción a favor de laesperanza de vida.
Las publicaciones metodológicas, en
colaboración con John Nesselroade, datan
de este período. Otros, igualmente
importantes, fueron escritos en
colaboración con Larry Goulet y Hayne
Reese, sentando las bases del nuevo
paradigma: multidimensionalidad,
multidireccionalidad y multicausalidad del
desarrollo entendido como un proceso
continuo de cambios orquestados por
influencias genético-biológicas y
socioculturales, de carácter normativo y no
normativo. Al mismo tiempo, en
colaboración con William Hoyer y Gisela
Labouvie-Vief, Margret Baltes sentó las
bases del modelo de selección, optimización
y compensación, basado en la noción de que
29
cualquier producto del desarrollo depende
en gran medida de las oportunidades y
limitaciones que ofrece el entorno. Luego,
Sherry Willis y luego Margie Lachman se
acercaron al modelo y, un poco más tarde, a
Laura M. Carstensen, cuya teoría de la
selectividad socioemocional en la vejez
tendría una presencia significativa en la
Psicología del Envejecimiento a partir de la
década de 1990. En 1990, Paul y Margret
Baltes publicaron una formulación más
elaborada del modelo de selección,
optimización y compensación aplicado a la
vejez, cuya idea esencial es que el
envejecimiento exitoso depende de la
inversión selectiva en dominios en los que el
individuo conserva el potencial de desarrollo
y que esta inversión puede resultar en la
optimización de la funcionalidad,
compensando las pérdidas normativas y no
normativas causadas por el envejecimiento.
Hoy en día se considera un metamodelo
productivo también para la explicación del
desarrollo exitoso, en términos de selección
de objetivos, optimización de los medios
para lograr esos objetivos y búsqueda de
compensación cuando los medios
disponibles para lograrlos se vuelven
ausentes. La colaboración intelectual entre
la pareja Paul y Margret Baltes se mantuvo
intensa hasta su inesperada muerte en
enero de 1999.
Entre 1972 y 1979, Baltes trabajó en
Universidad del Estado de Pensilvania,
donde fortaleció el intercambio con
investigadores de otras áreas interesados
en el desarrollo humano, favoreciendo los
rasgos interdisciplinarios del paradigma
esperanza de vida. De esa época datan las
colaboraciones con Richard Lerner, quien
jugó un papel importante en el
establecimiento del campo teórico del
paradigma.esperanza de viday en su
conexión con sus precursores en Filosofía
(Tetens, 1736-1807 y Carus, 1789-1828) y en
Psicología del Desarrollo (Charlotte Bühler,
1893-1974 y Carl Gustav Jung, 1875-1961),
producidos en alemán, y de su intercambio
intelectual con el paradigma del curso de
vida en Sociología representado por Bernice
Neugarten (1916-2001), entre muchos otros.
Otro resultado importante de este período
fue el desarrollo, con Sherry Willis, de un
programa de investigación descriptivo y
experimental sobre la inteligencia en la vida.
30
la adultez y la vejez, que presuponía la
noción de la plasticidad de la
inteligencia en estos períodos de la vida.
En 1980, Paul Baltes regresó a Alemania,
por invitación de la Sociedad Max Planck,
donde fue investido con el cargo de Director de
su centro para el estudio de la psicología del
desarrollo humano en Berlín. Entre sus planes
al regresar a su tierra natal estaba realizar un
estudio sobre la plasticidad de la inteligencia
adulta similar al realizado enUniversidad del
Estado de Pensilvania. Una vez finalizado este
proyecto, se embarcó en un nuevo desafío:
realizar un gran estudio interdisciplinario sobre
la vejez avanzada, utilizando el método de
cohortes sucesivas, que abarque los dominios
biológico, psicológico y sociológico del
funcionamiento, referenciado a variables
sociológicas e históricas. La caída del Muro de
Berlín les pareció a Paul Baltes y Ulrich Mayer,
sociólogo y coautor del proyecto, la contraseña
que necesitaban para poner a prueba el
paradigmaesperanza de viday, adicionalmente,
producir datos de interés para la sociedad
alemana. Las cohortes que eligieron como
participantes del estudio fueron testigos,
supervivientes y agentes de los principales
acontecimientos que marcaron la historia de
Alemania y del mundo en el siglo XX, lo que les
pareció una oportunidad ineludible para
estudiar las interacciones entre lo normativo y
lo no normativo. eventos, normas de carácter
individual y cultural, en la determinación de las
diversas trayectorias de envejecimiento.
Entonces se planeó Estudio de Envejecimiento
de Berlín – Envejecimiento de 70 a 100 (BASE).
El proyecto incorporó numerosos científicos
jóvenes a un equipo de científicos personas
mayores, formando un grupo de unos 50
investigadores liderados por Baltes y Mayer.
Movilizó una gran cantidad de recursos
públicos y privados en Alemania. Desde 1991,
BASE ha producido una cantidad
impresionante de publicaciones científicas en
Psicología, Sociología, Medicina Interna y
Psiquiatría.
Por su trabajo, fue galardonado con
numerosos premios, por ejemplo, el Premio
KleemeierdaSociedad Gerontológica de
América(1991), elPremio Alemán de
Psicología(1994), elPremio Internacional de
PsicologíadaPsicología americana
asociación(1995), elPremio Aristótelesda
Neri, Alabama
Federación Europea de Psicología(1997), el
Premio Novartisdainternacional
Asociación de Gerontología(1999), elPremio a
la Longevidad de la Fundación Ipsen(2000) y el
Orden alemana pour le mérite de las ciencias y
las artes(2000), y fue elegido como miembro
extranjero de laAcademia Estadounidense de
las Artes y las Cienciasy daReal Academia Sueca
de Ciencias.
Recientemente, Baltes se había
involucrado en una nueva empresa, laEscuela
Internacional de Investigación Max Planck
“Curso de Vida: Dinámica Evolutiva y
Ontogenética (LIFE)”, caracterizado por la
aplicación de un enfoque integrador e
interdisciplinario al estudio de la dinámica del
desarrollo humano en diferentes escalas
temporales y contextos. Parte del proyecto,
que beneficia a estudiantes de doctorado y
posdoctorado, elInstituto Max Planck para el
Desarrollo Humano, aUniversidad Humboldty
el universidad libre, los tres en Berlín, además
de la Universidad de Michigan, en Ann Arbor, y
el Universidad de Virginia, en Charlottesville,
Estados Unidos. Fue uno de los fundadores y
primer director de la Red Internacional de
Investigación Max Planck sobre el
Envejecimiento(Envejecimiento de MaxNet).
Partidario de un modelo de vejez
exitoso y defensor de la idea de que en la
vejez se protege el potencial de desarrollo,
del cual la sabiduría es un ejemplo
privilegiado, Baltes no puede ser calificado
como un psicólogo romántico, de esos que
creen que las posibilidades de desarrollo son
infinitas. y que asumen como cierto que el
papel de la ciencia es posponer la vejez y
prolongar la longevidad humana tanto como
sea posible. Por el contrario, creía en el
carácter.
incompleto da arquitectura del
desarrollo humano, en el personaje
normativa de envejecimiento y en
existencia de discontinuidad entre la vejez
temprana y avanzada. En esto, según él, los
efectos de la desorganización del organismo
se vuelven cada vez más probables, en un
contexto en el que las sociedades no están
preparadas para enfrentar el desafío de
compensar las pérdidas resultantes de ese
proceso. Ante estos hechos, Baltes se
pregunta incisivamente si el límite de las
inversiones humanas en la prolongación de
la vida no debe estar determinado por la
pérdida de la dignidad
Contribuciones de Paul B. Baltes
impuesta por una fase final y por la muerte en medio
de la dependencia y la pérdida de identidad.
Esta posición a favor de la libertad, la
dignidad y la autodeterminación del ser
humano es un aporte del hombre maduro y
científico a la cultura. A la Psicología del
Desarrollo y del Envejecimiento legó un
modelo de preferencia por el trabajo
científico en equipo, cuyos componentes
deben destacarse por la excelencia
individual y el esfuerzo continuo.
Permanecer vivo en la memoria de colegas y
discípulos, así como de las futuras
generaciones de psicólogos, representará el
triunfo de su genialidad y su valor personal.
Para quienes lamentan su desaparición, hay
una pregunta que nos lleva al dilema al que
se enfrentan Ulises y Aquiles y descrito en el
Ilíada: con su espíritu libre e intrépido, si
Baltes hubiera tenido el privilegio de elegir,
¿habría optado por una vejez larga, tranquila
y regodeada en pasatiempos, como la de
Ulises, condenado al olvido? ¿O habría
elegido una vida relativamente breve, en la
que la muerte le llegaría en un momento de
intensa implicación y lucha por algo en lo
que creía, como la de Aquiles, que así
consiguió quedar para siempre en la
memoria de la posteridad?
Paul B. Baltes murió en Berlín el 7 de
noviembre de 2006. El 12 de enero de 2007,
el Instituto Max Planck celebró un memorial
académico para celebrar su trabajo.
Referencias
Bajor, JK y Baltes, BB (2003). los
relación Entre selectivo
mejoramiento con compensación,
escrupulosidad, motivación y Prensa de la Universidad de Cambridge, 1990.
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