Está en la página 1de 2

Prof.: Carlos Pérez Filosofía 4to.

Respuesta de Skinner
1

La Respuesta de B. F. Skinner

Skinner es un destacado psicólogo norteamericano fallecido en 1991, que representa la corriente conductista –
inaugurada por Watson – en sus últimos desarrollos. Hace aportes fundamentales para la comprensión de la
conducta humana. Parte de la explicación dada por Pavlov sobre los reflejos condicionados y cómo estos determinan
el obrar humano tanto en el medio natural como social. Sobre esta base, desarrolla la teoría del “ condicionamiento
operante”, y de la conducta vista desde “el reforzamiento”.

→ 1. Primer principio: se aprenden conductas por la “ ley del efecto”

“Si un gato es colocado en una jaula de la que sólo puede salir abriendo el cerrojo de una puerta, se
comportará de muchas maneras distintas, algunas de las cuales pueden resultar eficaces para abrir la puerta.
El psicólogo Thorndike descubrió que cuando se colocaba a un gato en esta jaula repetidas veces, la
conducta que lo lleva a escapar tiene tendencia a repetirse, aumenta su frecuencia, hasta que finalmente la
huída era lo más directa y rápida posible. (...) Thorndike llamó “ley del efecto” al hecho de que la conducta
quede grabada cuando se desprenden de ella ciertas consecuencias positivas para el organismo.”
(Ciencia y conducta humana, cap. V)

→ 2 . Segundo principio: las conductas se condicionan por el ambiente y pueden ser de dos clases: respondientes
(condicionamiento clásico – Pavlov – ) y operantes.

“...El cometido de un análisis científico consiste en explicar como la conducta de una persona, en cuanto
sistema físico, se relaciona con las condiciones bajo las cuales vive el individuo. (...)
El efecto impulsor del ambiente vino a llamarse “estímulo” y el efecto producido en un organismo
“respuesta”. Conjuntamente ambos constituyen lo que se llamó reflejo. (...)
Cuando Pavlov demostró que se podían producir nuevos reflejos a partir de determinados
condicionamientos, nació toda una nueva psicología en torno a las relaciones estímulo – respuesta.”
(Más allá de la libertad y la dignidad, cap. I: Una tecnología de la conducta.)

Conducta respondiente – Conducta operante.

“Es habitual designar cualquier movimiento del organismo con el término respuesta. Este término procede
del campo del arco reflejo (reflexología de Pavlov) e implica un acto que responde a un hecho anterior: el
estímulo. (de aquí la expresión conducta respondiente: porque responde efectivamente a un hecho
anterior: el estímulo, preciso, que se observa en el ambiente.).
Pero podemos hacer – continúa diciendo Skinner – que un acontecimiento sea contingente (contingente
quiere decir que ocurre junto con... o a consecuencia de...) con una conducta, sin identificar o sin ser
capaces de identificar, un estímulo previo.”
“Así, por ejemplo, si se coloca a una paloma en un espacio experimental común (una cámara o caja). La
paloma, (que picotea de manera innata), casualmente “picotea” un pequeño conmutador en forma de disco.
Éste operará automáticamente el comedero poniendo la comida a disposición de la paloma inmediatamente
después del picotazo (contingencia de refuerzo).
Observamos que cuando la paloma ha picado el disco y recibido la comida, rápidamente vuelve a picar (y
recibe comida de nuevo y pica otra vez, etc). O sea, aumenta la taza o frecuencia de sus picotazos. Por
esto es que decimos que la comida refuerza la respuesta. El alimento se llama reforzador y el proceso
reforzamiento.
El picotazo sobre el disco fue una respuesta espontánea, no ocasionada por algún estímulo provocador
específico, por eso le llamamos emitida. Este tipo de conducta, la cual opera o actúa sobre el ambiente, se
llama conducta operante.
(Textos tomados respectivamente de las obras Ciencia y conducta humana, y Análisis de la conducta)
Prof.: Carlos Pérez Filosofía 4to. Respuesta de Skinner
2

→ 3. Tercer principio: la modelación de la conducta (adquisición, modificación, extinción de conductas) depende


del refuerzo.

“Los hechos reforzantes son de dos tipos. Algunos refuerzos presentan estímulos, añaden algo a la situación
– por ejemplo, comida, agua, contacto sexual, etc – A estos les llamamos refuerzos positivos. Otros
suprimen algo de la situación – por ejemplo frío o calor extremo, un shock eléctrico – A estos les llamamos
negativos. En ambos casos el efecto del refuerzo es el mismo: aumentar la probabilidad de la respuesta.
No podemos eludir esta distinción alegando que lo reforzante en el caso de los refuerzos negativos es la
ausencia de la luz brillante, el ruido fuerte, etc; se trata de una presencia efectiva, y esto no es más que decir
que suprimimos el estímulo.”

“En la aplicación práctica del condicionamiento operante se requiere a menudo un examen de los hechos que
son reforzantes para un individuo dado. En todos los campos en los que la conducta humana figura de forma
prominente – educación, gobierno, familia, arte, literatura, etc – constantemente estamos cambiando las
probabilidades de respuestas disponiendo consecuencias reforzantes.
El empresario que quiere que sus empleados trabajen conscientemente y sin “ausentismo”, debe asegurarse
que la conducta de aquellos se encuentra convenientemente reforzada, no sólo por los salarios sino por unas
condiciones de trabajo adecuadas. La muchacha que desea continuar saliendo con un compañero debe
asegurarse de que la conducta de su amigo al invitarla y acudir a la cita se verá convenientemente reforzada.
Para enseñar a un niño a leer, a cantar o un determinado juego, de una manera eficaz, debemos elaborar un
programa de refuerzo educativo en el cual las respuestas apropiadas “tengan precio” con frecuencia. Si el
paciente ha de volver para una consulta posterior, el psiquiatra debe estar seguro de que la conducta de
volver se encuentra reforzada en cierta medida.
Valoramos la fuerza de los hechos que refuerzan cuando intentamos descubrir lo que alguien “consigue en la
vida”. ¿Qué consecuencias son las responsables de su repertorio de conductas presente y de las
frecuencias relativas de las respuestas que se producen en el mismo? (...) No podemos solucionar las
cosas preguntando directamente a los individuos sobre lo que los refuerza; sus respuestas pueden tener un
cierto valor, pero no son en absoluto necesariamente fidedignas. Una conexión reforzante no necesita
resultar evidente para el individuo reforzado. A menudo, solo retrospectivamente se ve que las tendencias de
alguien a comportarse de una forma determinada son el resultado de ciertas consecuencias, y es posible que
él mismo nunca se dé cuenta de esta relación aunque sea evidente para los demás.”
Selección de textos realizada por: Prof: Mabel Quintela.
La Libertad

“Mi argumento es bastante simple. Yo no estoy discutiendo una entidad filosófica llamada libertad, sino más
que eso: la conducta de quienes luchan por ser libres. Es parte de la dotación genética el hecho de que
cuando una persona actúa de tal manera para reducir estímulos “aversivos” (por ejemplo: potencialmente
peligrosos) es más probable que lo haga de nuevo. Así, cuando otra gente intenta controlarlo por medio de
una amenaza de castigo aprende a escapar de ella o a atacarla a fin de debilitarla. Cuando triunfa, se siente
libre y termina la lucha. Pero ¿es realmente libre?. Estar de acuerdo con John Stuart Mill en que “la libertad
consiste en hacer lo que uno desea” es pasar por alto los determinantes de deseo. Hay ciertas clases de
control bajo las cuales la gente se siente perfectamente libre. (...) Nosotros escapamos del control aversivo o
lo destruimos cuando podemos hacerlo. Eso es lo importante por la pugna por la libertad. Cuando actuamos
porque hemos sido reforzados positivamente nos sentimos libres y no tratamos de escapar o de crear un
contra-control. El error es creer que entonces somos realmente libres.”
(Reflexiones sobre conductismo y sociedad. Ed. Trilla.México.1982.)

También podría gustarte