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FIDEICOMISO

Definición (art.1666): Hay contrato de fideicomiso cuando una parte, llamada


fiduciante, transmite o se compromete a transmitir la propiedad de bienes a otra
persona denominada fiduciario, quien se obliga a ejercerla en beneficio de otra
llamada beneficiario, que se designa en el contrato, y a transmitirla al cumplimiento de
un plazo o condición al fideicomisario.

Los bienes que el fiduciante transmitió al fiduciario quedan exentos de la acción de los
acreedores de cualquiera de los 4 involucrados. Los únicos que podrán agredirlos
serán los conocidos como acreedores del fideicomiso, es deicr, acreedores del
fiduciario cuya accion provenga de un hecho vinculado al cumplimiento del contrato
(constructor, arquitecto, empleados). Los acreedores de los beneficiarios y
fideicomisarios podrán subrogarse en los derechos de ellos.

PARTES (SUJETOS): El fideicomiso es celebrado por fiduciante y fiduciario, que son


las partes. Las otras dos figuras, pueden no existir todavía. El contrato es
esencialmente bilateral, puede celebrarse por instrumento privado, pero tiene forma
impuesta porque ineludiblemente debe ser otorgado por escrito.

Objeto (art.1670). Pueden ser objeto del fideicomiso todos los bienes que se
encuentran en el comercio, incluso universalidades, pero no pueden serlo las
herencias futuras.

Plazo (art.1668): Su duración se sujeta al plazo resolutorio o condición resolutoria al


que lo hayan sometido las partes, pero el máximo legal es de 30 años. Este lapso solo
puede superarse si existe un beneficiario incapaz o con capacidad restringida, caso en
el que se podrá prolongar hasta su muerte o el recupero de la capacidad.

Forma (art.1669): El contrato, que debe inscribirse en el Registro Público que


corresponda, puede celebrarse por instrumento público o privado, excepto cuando se
refiere a bienes cuya transmisión debe ser celebrada por instrumento público. En este
caso, cuando no se cumple dicha formalidad, el contrato vale como promesa de
otorgarlo. Si la incorporación de esta clase de bienes es posterior a la celebración del
contrato, es suficiente con el cumplimiento, en esa oportunidad, de las formalidades
necesarias para su transferencia, debiéndose transcribir en el acto respectivo el
contrato de fideicomiso.

Esto significa que cuando el contrato se origina de la obligación de transmitir el


dominio fiduciario de inmuebles, debe celebrarse por instrumento publico.
El contrato se inscribe en el RP de comercio, mientras que si se trata de transmisión
de dominio se inscribe en el RPI. Se inscribe de acuerdo a la naturaleza de los bienes.

Solamente cabe requerir el instrumento publico cunado el fideicomiso genere la


obligación de transmisión de dominio fiduciario. Si la forma no se cumple, se reputara
promesa de celebrar el contrato.

Clases de fideicomiso: Según la doctrina, existen: fideicomiso inmobiliario, para la


construcción, familiar, de administración, entre otros. El CCCN solo existen 3 clases: el
financiero, el de garantía y el que no es ninguno de ellos, al que podríamos llamar
común (atendiendo a que el testamentario nace por causa de muerte y por eso no se
considera de este tópico)

Cuando el fiduciario recibe esos bienes, administra y recibe los bienes fideicomitidos o
propiedad fiduciaria, y eso es lo que le transmite al beneficiario (recibe los frutos y
beneficios de la administración)

- ¿Quién es el beneficiario? Puede ser persona física o jurídica


- ¿Quién es el fideicomisario? Puede ser persona física o jurídica. Es Aquel al
que se le va a trasmitir la propiedad finalmente.
- Tercero, beneficiario, y no se quien más. No puede ser fideicomisario el
fiduciario. Al finalizar el contrato los bienes pueden retransmitirse al fiduciante,
beneficiario, o persona distinta. Pero nunca al fideicomisario.

No puede exceder 30 años, si se establece plazo mayor es 30. Salvo hijos menores o
incapaces.

ART.1668

¿Qué pasa cuando se cumple la condición el plazo? Cesa el fideicomiso, se extingue.


Y el fiduciario debe transmitir los bienes a la o las personas que indica el contrato. Si el
fiduciante fallece a sus herederos

OBJETO: Bienes determinados y que estén dentro del comercio (tambien las
herencias futuras, pero de fideicomiso testamentario)

Siempre es posible constituirlo a fideicomiso testamentario, siempre que no se afecte


la legitima de los demás herederos.

INSCRIPCION

¿Se inscribe el contrato de fideicomiso?


El contrato de fideicomiso en principio no se inscribía, podía ser por instrumento
público o privado, depende los bienes. Ahora el CCCN establece que el contrato debe
inscribirse en el registro público que corresponda, y la doctrina entiende que ese
registro es la inspección general de persona jurídica. (IGJ). Al inscribir allí adquiere
personería jurídica o no? NO, porque no tiene personalidad jurídica.

Si es un inmueble, se agrega otra registración, la transmisión del dominio fiduciario en


merito a ese contrato en el RPI (lo que se va a inscribir es la transmisión del dominio
fiduciario) IMPORTANTE LEER 1669

A efectos de responsabilidad el fideicomiso se comporta como una SRL.

Se puede revocar? Si, pero hay que pactarlo expresamente en el contrato, y lo hace el
fiduciante.

EXTINCION

Se extingue por el cumplimiento del plazo, por el cumplimiento de la condición siempre


y cuando este prevista la facultad de revocar en el contrato o por otra causal prevista
en el contrato.

ARTICULO 1675.- Rendición de cuentas. La rendición de cuentas puede ser


solicitada por el beneficiario, por el fiduciante o por el fideicomisario, en su caso,
conforme a la ley y a las previsiones contractuales; deben ser rendidas con una
periodicidad no mayor a un año. Referida al fiduciario, proviene del 1673.

ARTICULO 1676.- Dispensas prohibidas. El contrato no puede dispensar al


fiduciario de la obligación de rendir cuentas, ni de la culpa o dolo en que puedan
incurrir él o sus dependientes, ni de la prohibición de adquirir para sí los bienes
fideicomitidos.

ARTICULO 1682.- Propiedad fiduciaria. Sobre los bienes fideicomitidos se constituye


una propiedad fiduciaria, regida por las disposiciones de este Capítulo y por las que
correspondan a la naturaleza de los bienes

ARTICULO 1683.- Efectos frente a terceros. El carácter fiduciario de la propiedad


tiene efectos frente a terceros desde el momento en que se cumplen los requisitos
exigidos de acuerdo con la naturaleza de los bienes respectivos. OPONIBILIDAD
DESDE LA INSCRIPCION EN EL REGISTRO RESPECTIVO.

ARTICULO 1684.- Registración. Bienes incorporados. Si se trata de bienes


registrables, los registros correspondientes deben tomar razón de la calidad fiduciaria
de la propiedad a nombre del fiduciario. Excepto estipulación en contrario del contrato,
el fiduciario adquiere la propiedad fiduciaria de los frutos y productos de los bienes
fideicomitidos y de los bienes que adquiera con esos frutos y productos o por
subrogación real respecto de todos esos bienes, debiéndose dejar constancia de ello
en el título para la adquisición y en los registros pertinentes.

En principio el fiduciario no adquiere, pero lo puede adquirir si esta expresamente


pactado en el contrato esa facultad del fiduciario de adquirir.

ARTICULO 1685.- Patrimonio separado. Seguro. Los bienes fideicomitidos


constituyen un patrimonio separado del patrimonio del fiduciario, del fiduciante, del
beneficiario y del fideicomisario.

Sin perjuicio de su responsabilidad, el fiduciario tiene la obligación de contratar un


seguro contra la responsabilidad civil que cubra los daños causados por las cosas
objeto del fideicomiso. Los riesgos y montos por los que debe contratar el seguro son
los que establezca la reglamentación y, en defecto de ésta, los que sean razonables.
El fiduciario es responsable en los términos de los artículos 1757 y concordantes
cuando no haya contratado seguro o cuando éste resulte irrazonable en la cobertura
de riesgos o montos.

ARTICULO 1686.- Acción por acreedores. Los bienes fideicomitidos quedan exentos
de la acción singular o colectiva de los acreedores del fiduciario. Tampoco pueden
agredir los bienes fideicomitidos los acreedores del fiduciante, quedando a salvo las
acciones por fraude y de ineficacia concursal. Los acreedores del beneficiario y del
fideicomisario pueden subrogarse en los derechos de su deudor.

CONTRATO DE FIDEICOMISO (promesa, objeto bien inmuble queda pendiente la


escritura. Este seria paso N1, después se debe firmar la transferencia de dominio
fiduciario)

En la escritura de esto si va a ponerse la exposición: fulano de tal fiduciante, y fulana


fiduciaria, y beneficiaria, por instrumento privado suscribieron ….. y va lo que decía

Estipulación: en este acto… transmite el dominio fiduciario…luego se inscribe el


dominio, en titulares, en el asiento 2 va a figurar el dominio fiduciario, sin tachar el
anterior.

Una vez vendidas las unidades funcionales, se cancela el asiento de la titular.


UNIONES CONVIVENCIALES

Concepto: Unión basada en relaciones afectivas de carácter singular, pública, notoria,


estable y permanente de dos personas sean del mismo o de diferente sexo que
conviven y comparten un proyecto de vida común, basado en el afecto, en tanto forma
de vivir en familia alternativa al matrimonio (art. 509).

La convivencia y el proyecto de vida en común son los primeros elementos tipificantes


de estas uniones, que diferencian este tipo de organización familiar de otras relaciones
afectivas, como las relaciones de pareja pasajeras o efímeras (noviazgos) que no
cumplen con el requisito de la convivencia, o las relaciones de amistad o parentesco
que si bien cumplen con el requisito de convivencia, no traslucen un proyecto de vida
en común. Ej. amigos que comparten vivienda.

Caracteres:

 Singularidad o exclusividad; en este vínculo, al igual que en el caso del


matrimonio, esta exigencia responde al modelo monogámico socialmente
aceptado.
 Notoriedad y publicidad; responden a la necesidad de prueba de esta relación
no formal. A diferencia del matrimonio que se instituye a partir del hecho
formal de su celebración y por lo tanto ostenta fecha cierta, la unión
convivencial no exige formalidad alguna, por tanto, al ser un hecho fáctico
requiere de elementos objetivos para su constitución, como ser la notoriedad y
la relación pública.
 Permanencia y estabilidad; hacen referencia al requisito de dos años de
convivencia que se incluye en el art. 510.

Requisitos (art.510): Para que las uniones convivenciales surtan efectos jurídicos se
requiere que:

a) los dos integrantes sean mayores de edad; en las uniones convivenciales, a


diferencia del matrimonio, no se prevén excepciones a este requisito de edad
mínima y, por lo tanto, sólo pueden ser integradas por personas mayores de
edad.
b) no estén unidos por vínculos de parentesco en línea recta en todos los grados,
ni colateral hasta el segundo grado;
c) no estén unidos por vínculos de parentesco por afinidad en línea recta; la unión
convivencial, a diferencia del matrimonio, no genera un estado civil, por tanto,
al no producirse parentesco por afinidad entre el/la conviviente y los parientes
de su pareja, es posible que una vez cesada la unión convivencial alguno de sus
miembros constituya una nueva unión con uno de los parientes de su ex pareja.
d) no tengan impedimento de ligamen ni esté registrada otra convivencia de
manera simultánea;
e) mantengan la convivencia durante un período no inferior a dos años; diferencia
del matrimonio que se constituye a partir de un hecho formal de celebración, la
unión convivencial precisa de la delimitación de su configuración a partir de
datos objetivos como la cuestión de la permanencia y estabilidad temporal.

Convivencias que no reúnen los requisitos:

La legislación civil y comercial les otorga ciertos derechos como ser: a) legitimación
para solicitar la declaración de incapacidad o capacidad restringida mientras convivan
(art. 33); b) la posibilidad de que, en caso de emergencia con riesgo cierto e inminente
de un mal grave para su vida o su salud, si la persona no puede prestar el
correspondiente consentimiento informado, pueda hacerlo su conviviente (art. 59); c)
decidir sobre el destino de las exequias de su conviviente en caso de que éste no lo
haya determinado en vida; d) la posibilidad de nombrados curadores de su pareja (art.
139); e) la posibilidad de constituir en beneficiario de la afectación de la protección a la
vivienda única al conviviente (art. 246, inc. a); f) la aludida legitimación activa para
reclamar daño extra patrimonial al conviviente en tanto demuestre "trato familiar
ostensible" (art. 1741); g) la adopción de integración del hijo del conviviente que, a
diferencia de la adopción conjunta, no requiere la configuración de una unión
convivencial entre el progenitor y su pareja (art. 620).

Registración: Art.511

El reconocimiento de efectos jurídicos de las uniones convivenciales se otorga con


prescindencia de formalidad alguna, es decir, estén las parejas registradas o no.

La existencia de la unión convivencial, su extinción y los pactos que los integrantes de


la pareja hayan celebrado, se inscriben en el registro que corresponda a la jurisdicción
local, sólo a los fines probatorios.

En consonancia con el carácter de singularidad y el requisito de impedimento de


ligamen extendido a la existencia de una unión convivencial anterior mientras subsista,
el código dispone la prohibición de inscribir una nueva unión convivencial hasta tanto
no se proceda a registrar el cese de la anterior registrada. Cese que podrá ser
registrado a solicitud de uno de los miembros de la pareja tal como se desprende,
contrario sensu, del último párrafo del art. 511, "La registración de la existencia de la
unión convivencial debe ser solicitada por ambos integrantes".

En síntesis, sólo la registración de la unión convivencial requiere de la voluntad expresa


de ambos miembros, por el contrario, tanto los pactos que ellos hayan celebrado como
la existencia de alguno de los supuestos de cese de la convivencia pueden ser
inscriptos en el Registro a solicitud de uno de sus miembros.
Prueba: El Código establece el principio de amplitud probatoria en materia de
acreditación de existencia de la unión convivencial (art. 512), destacándose la facilidad
probatoria que favorece a las uniones registradas, al ser la registración un elemento ad
probationem y no ad solemnitatem, la sola registración de la unión es prueba
suficiente de su existencia y no requiere de otros medios probatorios para su
acreditación.

Pactos de convivencia:

Art. 513.- Autonomía de la voluntad de los convivientes. Las disposiciones de este


Título son aplicables excepto pacto en contrario de los convivientes. Este pacto debe
ser hecho por escrito y no puede dejar sin efecto lo dispuesto en los arts. 519, 520, 521
y 522.

El Código otorga un amplio margen a la autonomía de la voluntad en la regulación de


las uniones convivenciales. Son los convivientes los que determinan, por acuerdo de
partes exteriorizado en pacto por escrito, cómo regular sus relaciones personales y/o
patrimoniales durante y/o después del cese de la unión.

Contenido del pacto de convivencia: (art.514) Los pactos de convivencia pueden


regular, entre otras cuestiones:

a) la contribución a las cargas del hogar durante la vida en común;


b) la atribución del hogar común, en caso de ruptura;
c) la división de los bienes obtenidos por el esfuerzo común, en caso de ruptura
de la convivencia.

Límites: Esta amplitud para el ejercicio de autocomposición tiene sus límites. Los
convivientes deben respetar ciertos mínimos que no pueden desatender mediante
pacto, a saber:

a) alimentos durante la vigencia de la unión (art. 519);


b) contribución en las cargas del hogar (art. 520);
c) responsabilidad solidaria frente a terceros (art. 521) y;
d) sólo para las uniones registradas, la protección de la vivienda familiar (art. 522).

Si bien en principio las relaciones personales y patrimoniales entre convivientes


estarán signadas por lo que ellos establezcan mediante pacto escrito, toda regla o
cláusula incluida en el pacto deberá ser conforme a los límites establecidos en el art.
515 del Código: Los pactos de convivencia no pueden ser contrarios al orden público,
ni al principio de igualdad de los convivientes, ni afectar los derechos fundamentales
de cualquiera de los integrantes de la unión convivencial.

Modificación, rescisión y extinción de los pactos: (art.516)

Los pactos pueden ser modificados y rescindidos por acuerdo de ambos convivientes.
Para que estas modificaciones tengan validez entre partes —convivientes— tienen que
ser expresadas por escrito, contar con el acuerdo de ambos y no violentar el piso
mínimo inderogable, conforme lo establecido en el art. 513, ni los derechos
fundamentales de los integrantes (art. 515). Lo mismo debe operar para la rescisión, ya
que no hay posibilidad de rescisión tacita.

Por otro lado, el cese de la convivencia, cualquiera sea su causal, extingue los pactos
de pleno derecho hacia el futuro.

Efectos respecto de terceros: (art. 517)

Los pactos, su modificación y rescisión son oponibles a los terceros desde su


inscripción en el registro correspondiente a la jurisdicción local, y en los registros que
correspondan a los bienes incluidos en estos pactos.

Los efectos extintivos del cese de la convivencia son oponibles a terceros desde que se
inscribió en esos registros cualquier instrumento que constate la ruptura.

Efectos de las uniones convivenciales durante la convivencia: (art.518)

Son las partes por común acuerdo, celebrado por escrito, las que determinan los
efectos patrimoniales que quieren que rijan su relación hasta tanto mantengan la
convivencia y el proyecto de vida en común. A diferencia de lo que sucede en el
matrimonio, en el que los cónyuges pueden optar exclusivamente entre dos regímenes
patrimoniales legales (art. 446, inc. d), en las uniones convivenciales las relaciones
patrimoniales se desarrollan, en principio, conforme lo reglado por las partes en
acuerdo celebrado por escrito.

Puede ocurrir que los integrantes de la unión no celebren pacto o celebrándolo no


incluyan una cláusula que resuelva cómo desarrollar las relaciones patrimoniales en el
proyecto de vida compartido durante la unión. Es decir que, si el pacto nada dice
respecto a las relaciones patrimoniales durante la convivencia, la situación es resuelta
de la misma manera que en el caso de no haberse celebrado pacto alguno.

El CCYCN le otorga nuevamente preponderancia a la autonomía, facultando a cada


integrante de la unión, cómo régimen legal supletorio, a administrar y disponer
libremente de los bienes de su titularidad. Esta libertad de administración y
disposición, sin embargo, encuentra una limitación en la protección de la vivienda
familiar y los muebles indispensables que se encuentran en ella, aplicable (con pacto o
sin pacto celebrado) a las uniones convivenciales que se hallen registradas (arts. 511 y
522). Si la unión se registró, ninguno de los convivientes puede, sin el asentimiento del
otro, disponer de la vivienda familiar ni de los muebles indispensables de ésta. Esta
restricción responde al principio de solidaridad familiar presente en toda forma de
organización que sustente un proyecto de vida en común.

Piso mínimo obligatorio durante la convivencia:


1.- Asistencia: Dispone el art. 519: "Los convivientes se deben asistencia durante la
convivencia". A diferencia de lo que ocurre en el matrimonio en que se diferencian las
dos facetas de la asistencia: la asistencia moral o espiritual (art. 431) y la asistencia
material o alimentaria (art. 432), en las uniones convivenciales no existe tal
diferenciación, regulándose en un solo artículo ambas.

En el caso de las uniones convivenciales, el cumplimiento de la faz material de la


obligación asistencial sólo se torna exigible durante la convivencia. De esta forma, tras
el cese de la unión no existe deber asistencial entre convivientes. Los alimentos, a falta
de pacto en contrario que supere el piso mínimo inderogable, sólo se deben durante
su vigencia.

2.- Contribución a los gastos del hogar (art.520): En cuanto al modo de distribución el
código establece que los integrantes de la unión tienen la obligación de contribuir, en
forma proporcional a sus recursos con los gastos domésticos, no siendo
necesariamente iguales las contribuciones que c/u realice. El art. 455 forma parte de
las disposiciones comunes que se exigen en los 2 regímenes patrimoniales del
matrimonio, y es aplicable también en el caso de las uniones convivenciales, en
reaseguro de la solidaridad familiar.

Téngase presente que las tareas personales que realiza uno de los convivientes, el
cuidado de los hijos, las tareas domésticas de la casa, etc., tienen un valor económico,
no sólo espiritual, y son consideradas como aporte al cumplimento de esta obligación,
"el trabajo en el hogar es computable como contribución a las cargas" (art. 455).

El CCYCN establece su vigencia únicamente durante la convivencia, pudiendo las partes


celebrar un acuerdo mediante pacto escrito para elevar este piso mínimo y extender la
contribución incluso para más allá del cese de la unión.

En cuanto al contenido de estos gastos domésticos, comprenden los siguientes cuatro


rubros: a) sostenimiento de los convivientes; b) sostenimiento del hogar; c)
sostenimiento de los hijos comunes y d) atención a las necesidades de los hijos
menores de edad, con capacidad restringida, o con discapacidad de uno de los
convivientes —hijos no comunes— siempre que convivan con los integrantes de la
unión.

En caso de que alguno de los integrantes de la unión no cumpla con su obligación, el


otro conviviente pueda demandar su cumplimiento judicialmente. En este caso, el juez
competente será el del último domicilio convivencial o el del demandado a elección del
actor. Como el deber de contribución es sólo exigible durante la vigencia de la unión
no hay una opción real, pues el domicilio convivencial y el domicilio del demandado
serán el mismo.
3.- Responsabilidad solidaria por las deudas frente a terceros: La regulación de la
obligación de responder por las deudas frente a terceros se extiende no sólo a las
familias matrimoniales sino a las familias surgidas de una unión convivencial.

Fuera de los casos previstos en el art. 521, con remisión a los arts. 461 y 455 del
régimen patrimonial del matrimonio, y excepto pacto en contrario de los convivientes,
ninguno de los integrantes de la unión responde por las obligaciones del otro.

Con respecto a los supuestos de extensión de la responsabilidad al cónyuge o


conviviente que no contrajo la deuda, el Código establece los siguientes supuestos: a)
las necesidades del hogar; b) la educación y sostenimiento de los hijos comunes y c) las
necesidades de los hijos no comunes menores de edad, con capacidad restringida o
discapacidad, siempre que convivan con los integrantes de la unión convivencial.

Los acreedores pueden exigir el cumplimiento total de la deuda a uno o ambos


convivientes ya sea, simultánea o sucesivamente, siempre que hayan sido contraídas
con el fin de afrontar gastos del hogar o la educación y sostenimiento de los hijos
comunes y no comunes que convivan. Le competerá al acreedor la carga de probar que
se está ante uno de los supuestos de responsabilidad solidaria.

En forma coherente con el principio de administración y disposición separada de los


convivientes regulado en el art. 518, de aplicación directa a todas las uniones excepto
que haya pacto en contrario, la responsabilidad por las deudas contraídas por uno de
los integrantes no se extiende, salvos los supuestos de excepción analizados ut supra,
al conviviente no deudor.

4.- Protección de la vivienda familiar y de los muebles indispensables: Cuando la


unión convivencial se encuentre inscripta (registrada), es decir, aquella que haya
cumplido con los requisitos del art.511, ninguno de los convivientes podrá, sin el
asentimiento del otro, disponer de los derechos sobre la vivienda familiar, ni de los
muebles indispensables de esta, ni transportarlos fuera de la vivienda. Esta disposición
conforma el núcleo duro de derechos o piso mínimo inderogable, por tanto, en caso de
existencia de cláusula acordada por las partes que lo contradiga se tendrá por no
escrita, tornándose imperativa la aplicación del art. 522.

Excepción: En caso de conflicto entre convivientes, es decir, ante el supuesto de la


negativa de prestar el asentimiento, se le otorga al juez la facultad de autorizar la
disposición del bien siempre que no sea imprescindible y el interés familiar no esté
comprometido.

En caso de que la disposición sobre el hogar familiar o sobre el mobiliario


indispensable se haya efectuado sin el asentimiento o sin la autorización supletoria del
magistrado, el integrante de la unión que no prestó su asentimiento podrá demandar
la nulidad del acto con un doble condicionamiento: a) que la acción de nulidad no haya
caducado, es decir, que no hayan pasado los seis meses de conocido el acto de
disposición y b) que la convivencia continúe. No cumplida alguna de estas condiciones,
el acto de disposición queda firme.

La vivienda familiar no puede ser ejecutada por deudas contraídas después de la


inscripción de la unión convivencial, excepto que hayan sido contraídas por ambos
convivientes o por uno de ellos con el asentimiento del otro.

Cese de la convivencia: (art.523) La unión convivencial cesa:

a) por la muerte de uno de los convivientes;


b) por la sentencia firme de ausencia con presunción de fallecimiento de uno de
los convivientes;
c) por matrimonio o nueva unión convivencial de uno de sus miembros;
d) por el matrimonio de los convivientes;
e) por mutuo acuerdo;
f) por voluntad unilateral de alguno de los convivientes notificada
fehacientemente al otro;
g) por el cese de la convivencia mantenida. La interrupción de la convivencia no
implica su cese si obedece a motivos laborales u otros similares, siempre que
permanezca la voluntad de vida en común.

Efectos post cese de la unión: Una vez cesada la unión convivencial, estos efectos sólo
se aplican en caso de inexistencia de pacto en contrario, es decir, no conforman el piso
mínimo inderogable.

a).- Compensación económica (art.524): Esta no conforma el piso mínimo de derechos


inderogables (art. 513), por ello, las partes podrán, de común acuerdo celebrado
mediante pacto, desatender el cumplimiento de este efecto post cese de la unión o
podrán configurar sus propias formas de aplicación. El régimen supletorio de los arts.
será operativo sólo ante falta de pacto en contrario.

Tres son las condiciones fácticas que justifican la procedencia de un reclamo


compensatorio entre los integrantes de la unión —las mismas rigen para divorcio (art.
441) —: a) que se produzca un desequilibrio manifiesto entre un conviviente y el otro;
b) que ese desequilibrio implique un empeoramiento de su situación y c) que tenga
por causa adecuada la convivencia y su ruptura.

En el caso de las uniones convivenciales, el Código confiere la posibilidad de reclamar


la compensación económica una vez cesada la convivencia.

A diferencia de lo que ocurre en el matrimonio donde la compensación económica


está pensada sólo como un efecto del divorcio (art. 441) y no para el resto de las
causales de disolución. En el caso de las uniones, la compensación, siempre que se
cumplan los requisitos de procedencia, procede cualquiera sea la causal del cese,
incluidos los supuestos de muerte y sentencia firme de ausencia con presunción de
fallecimiento de uno de los integrantes de la unión. En este último caso el cónyuge
supérstite se presentará en juicio sucesorio dentro del plazo de 6 meses y solicitará la
compensación a los herederos del causante, siendo viable el reclamo siempre que se
cumplan los requisitos, y que no exista pacto en contrario de los convivientes. A
diferencia de lo que ocurre en el matrimonio, los convivientes no son herederos
legitimarios entre sí.

Otra diferencia entre la unión convivencial y el matrimonio, es que, en caso del


divorcio, la compensación económica puede consistir en una prestación única, en una
renta por tiempo determinado o, excepcionalmente, por plazo indeterminado. En
cambio, en las uniones convivenciales la prestación puede ser única o por tiempo
determinado, pero con un límite temporal "tarifado": nunca mayor a los años de
duración de la convivencia. No existiendo el supuesto excepcional de plazo
indeterminado. En ambos casos, el pago puede realizarse mediante una suma de
dinero, con el usufructo de determinados bienes o de cualquier otro modo que
acuerden las partes o en su defecto decida el juez.

Pautas para la fijación (art. 525): El juez determina la procedencia y el monto de la


compensación económica sobre la base de diversas circunstancias, entre otras:

a) el estado patrimonial de cada uno de los convivientes al inicio y a la finalización


de la unión;
b) la dedicación que cada conviviente brindó a la familia y a la crianza y educación
de los hijos y la que debe prestar con posterioridad al cese;
c) la edad y el estado de salud de los convivientes y de los hijos;
d) la capacitación laboral y la posibilidad de acceder a un empleo del conviviente
que solicita la compensación económica;
e) la colaboración prestada a las actividades mercantiles, industriales o
profesionales del otro conviviente;
f) la atribución de la vivienda familiar.

La acción para reclamar la compensación económica caduca a los seis meses de


haberse producido cualquiera de las causas de finalización de la convivencia
enumeradas en el artículo 523.

b).- Atribución de la vivienda familiar (art. 526): El código establece como otro de los
efectos post cese de la unión —ante falta de pacto en contrario— la atribución de la
vivienda familiar a uno de los convivientes por un tiempo determinado fijado por el
juez y que no puede ser superior a los dos años contados desde la ruptura de la unión.

Para decidir si procede o no esta atribución, la norma otorga al juez criterios objetivos:

a) tener a cargo el cuidado de los hijos menores de edad, con capacidad restringida o
discapacidad y;
b) si acredita la extrema necesidad de una vivienda y la imposibilidad de procurársela
en forma inmediata

Se prevé, también, que las partes puedan solicitar algunas condiciones que rijan
durante la atribución, por ejemplo, la no enajenación del inmueble.

El art. 526 establece dos tipos de protección para resguardar el derecho a la vivienda
de los convivientes en caso de ruptura: a) la atribución de la vivienda propia de uno o
ambos miembros de la pareja en caso de ruptura y b) la continuación de la locación del
conviviente no locatario hasta el vencimiento del contrato en caso de vivienda familiar
alquilada. Ambas protecciones se tornan operativas por disposición legal excepto que
por cláusula convencional las partes hayan acordado expresamente excluir su
aplicación o ampliarla.

A diferencia de la regulación matrimonial donde la atribución no tiene un plazo


máximo fijado, siendo decisión del juez determinarlo (art. 443), en las uniones
convivenciales si bien la fijación del plazo de atribución también es facultad del juez,
ésta se haya limitada a un máximo dispuesto por la norma: no puede ser superior a los
dos años contados desde el cese de la unión.

El conviviente al que no se le atribuye la vivienda podrá solicitar una renta


compensatoria por el uso del inmueble, a modo de canon locativo, mientras dure la
atribución. Asimismo, cualquiera de los integrantes podrá solicitar al juez que mientras
dure la atribución en cabeza de uno de los convivientes, el inmueble no sea enajenado
sin acuerdo expreso de ambos o que, en caso de ser los convivientes únicos
condóminos del inmueble no sea éste liquidado ni partido.

Para que tales condiciones decididas por el juez sean oponibles a terceros, la norma
estatuye, en resguardo de sus intereses, la obligación de inscripción en el registro de la
propiedad inmueble de la localidad donde se asienta el bien.

-Causales de cese de la atribución: Para determinar las causales del cese de la


atribución el código hace remisión expresa a lo dispuesto en el matrimonio por el art.
445. Este último incluye entre sus inc. una remisión directa a lo dispuesto en materia
sucesoria.

Las causales de cese son:

a) el cumplimiento del plazo fijado por el juez que opera de pleno derecho;

b) el cambio de las circunstancias que se tuvieron en cuenta para su fijación que


deberá ser planteado judicialmente excepto acuerdo de partes;

c) por las mismas causas de indignidad previstas en materia sucesoria en el art. 2281
que sean concordantes con el régimen previsto para las uniones convivenciales, a
saber que:
a) el conviviente al que se le haya atribuido la vivienda no sea autor, cómplice o
partícipe de delito doloso contra la persona, el honor, la integridad sexual, la
libertad o la propiedad del otro conviviente, o de sus descendientes,
ascendientes, cónyuge, nuevo conviviente o hermanos;
b) el conviviente haya maltratado gravemente a su ex pareja;
c) lo haya acusado o denunciado por un delito penado con prisión o reclusión,
excepto que la víctima del delito sea el acusador, o haya obrado en
cumplimiento de un deber legal;
d) haya incurrido en las demás causales de ingratitud que permiten revocar las
donaciones, siempre que sean operativas al supuesto previsto en la norma en
comentario.

c).- Atribución de la vivienda por fallecimiento de uno de los convivientes (art. 527):
Se establece que el conviviente supérstite que carece de vivienda propia habitable o
de bienes suficientes que aseguren el acceso a ésta, puede invocar el derecho real de
habitación gratuito por un plazo máximo de dos años sobre el inmueble de propiedad
del causante, que constituyó el último hogar familiar y que a la apertura de la sucesión
no se encontraba en condominio con otras personas. Este derecho es inoponible a los
acreedores del causante.

Se prevén causales de extinción de la atribución, incluso antes de los 2 años si, el


conviviente supérstite: 1) constituye una nueva unión convivencial; 2) contrae
matrimonio; 3) adquiere una vivienda propia habitable o 4) bienes suficientes para
acceder a esta.

Se prevé la atribución por un plazo máximo de dos años, a los fines de que esta
persona tenga un tiempo razonable y prudencial para reorganizar su vida y dentro de
ello, su situación habitacional por si después los herederos procedan a partir o al
menos, decidir el destino de esa vivienda.

Distribución de los bs. Post ruptura (art.528): A falta de pacto en contrario que regule
cómo disponer de los bienes adquiridos durante la convivencia tras su ruptura, se
establece como régimen supletorio la separación de bienes. Es decir, los bienes
adquiridos durante la vigencia de la unión serán propiedad de quien sea su titular. No
obstante, este principio general podrá verse corregido o aminorado por aplicación de
los principios generales relativos al enriquecimiento sin causa, interposición de
persona, entre otros.

En suma, en las relaciones patrimoniales post cese de la unión manda la autonomía de


las partes y justamente para su mayor resguardo, a falta de pacto en contrario, "lo
tuyo es tuyo y lo mío es mío".

VIVIENDA
1. ¿Quiénes están legitimados para afectar un inmueble a vivienda?
Conforme el art. 245 del CCCN, quien está legitimado para afectar un inmueble a
vivienda es su titular registral, y en caso de encontrarse el inmueble en condominio
deben solicitarla todos los cotitulares conjuntamente. También la afectación podrá ser
decidida por un juez, a petición de parte, en la resolución que atribuye la vivienda en el
juicio de divorcio o la que resuelve cuestiones relativas a la conclusión de la
convivencia, si hay beneficiarios incapaces o con capacidad restringida.

2. ¿Cuántos inmuebles pueden afectarse y dónde debe inscribirse?

En virtud del art. 244 del CCCN, puede afectarse un inmueble destinado a vivienda, por
su totalidad o hasta una parte de su valor; no pudiendo afectarse a vivienda más de un
inmueble. Dicha afectación debe inscribirse en el Registro de la Propiedad Inmueble,
según las formas previstas en las reglas locales.

3. ¿Quiénes pueden ser beneficiarios?

Pueden ser beneficiarios de la afectación, según el art. 246 del CCCN:

 El propietario constituyente;
 Su cónyuge;
 Su conviviente;
 Sus ascendientes o descendientes;
 En defecto de los anteriores, sus parientes colaterales dentro del tercer grado que
convivan con el constituyente.

4. Respecto de la habitación efectiva ¿qué dispone el art. 247 del CCCN?

Respecto de la habitación efectiva, el art. 247 del CCCN dispone que, si la afectación es
solicitada por el titular registral, se requiere que al menos uno de los beneficiarios
(mencionados con anterioridad) habite en el inmueble en cuestión; y, en todos los casos,
para que los efectos subsistan, basta que uno de ellos permanezca en el inmueble
afectado.

5. ¿En qué consiste la “subrogación real”?

La “subrogación real”, conforme el art. 248 del CCCN, consiste en que la afectación del
inmueble se transmite a la vivienda adquirida en sustitución de la afectada, y a los
importes que la sustituyen en concepto de indemnización o precio, es decir que ocupa el
lugar que le pertenecía al anterior bajo las mismas condiciones, y misma afectación.
6. Muy importante: la protección no alcanza a algunas deudas. ¿Cuáles? Según art. 249
CCCN.

Conforme el art. 249 del CCCN, en principio, la vivienda afectada no es susceptible de


ejecución por deudas posteriores a su inscripción, aunque, la protección de la misma no
alcanza a algunas deudas como ser:

a) Obligaciones por expensas comunes y por impuestos, tasas o contribuciones que


gravan directamente al inmueble;
b) Obligaciones con garantía real sobre el inmueble, constituida de conformidad a lo
previsto en el artículo 250;
c) Obligaciones que tienen origen en construcciones u otras mejoras realizadas en la
vivienda;
d) Obligaciones alimentarias a cargo del titular a favor de sus hijos menores de edad,
incapaces, o con capacidad restringida.

7. ¿Son embargables los frutos?

En virtud del art. 251 del CCCN, si son embargables y ejecutables los frutos que
produce el inmueble si no son indispensables para satisfacer las necesidades de los
beneficiarios.

8. ¿Quiénes pueden desafectar y solicitar la cancelación de la inscripción?

Quiénes pueden desafectar y solicitar la cancelación de la inscripción son:

a) El constituyente; si está casado o vive en unión convivencial inscripta se requiere el


asentimiento del cónyuge o del conviviente; si éste se opone, falta, es incapaz o
tiene capacidad restringida, la desafectación debe ser autorizada judicialmente;
b) La mayoría de los herederos, si la constitución se dispuso por acto de última
voluntad, excepto que medie disconformidad del cónyuge supérstite, del
conviviente inscripto, o existan beneficiarios incapaces o con capacidad restringida,
caso en el cual el juez debe resolver lo que sea más conveniente para el interés de
éstos;
c) La mayoría de los condóminos computada en proporción a sus respectivas partes
indivisas, con los mismos límites expresados en el inciso anterior;
d) A instancia de cualquier interesado o de oficio, si no subsisten los recaudos
previstos en este capítulo, o fallecen el constituyente y todos los beneficiarios;
e) En caso de expropiación, reivindicación o ejecución autorizada por este capítulo,
con los límites indicados en el artículo 249.

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