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Todo cannabinoide proviene de un terpeno

En el cannabis principalmente ha tomado un interés recalcable la investigación con compuestos


cannabinoides. No obstante, la especie Cannabis sativa L. presenta un complejo conjunto de
diversas familias fitoquímicas, entre las que se encuentran los flavonoides, los estilbenos, los
alcaloides y los terpenos. Estos últimos de creciente interés para la ciencia. Los compuestos
terpénicos son estructuras provenientes de la unión de unidades isoprénicas. Físicamente
presentan una característica oleosa, al igual que un aroma particular. Por ejemplo, el terpeno
Limoneno presente en la cáscara del limón es el responsable de su aroma característico. Este
terpeno también ha sido reportado en la especie Cannabis sativa L. (Duke, 2018) Los compuestos
terpénicos en el cannabis son encontrados predominantemente en los tricomas de las
inflorescencias. los terpenos más representativos que se han identificado en esta especie vegetal
son: ipsdienol, limonene, safranal, α-phellandrene, geraniol, caryophyllene oxide, humulene, α-
curcumene, α-selinene, α-guaiene, farnesol, phytol, friedelin, epifriedelano, vomifoliol,
dihydrovomifoliol, β-ionone y dihydroactinidiolide (Duke, 2018). En particular, resalta el geraniol,
debido a que este terpeno está involucrado en la ruta de biosíntesis de los cannabinoides, como se
aprecia en la imagen, el geraniol se une con el ácido olivetolico y el ácido divarinico para
finalmente formar los cannabinoides precursores ácido cannabigerólico y ácido
cannabigenovarinico, respectivamente (Gaoni & Mechoulam, 1964). De ahí la importancia de los
terpenos en la planta de cannabis, sin embargo, no sólo está involucrada en este proceso crucial
para la formación de cannabinoides, sino que además, son los responsables del aroma
característico de cada una de las especies. Por ejemplo, la variedad Lemon Haze presenta una alta
concentración del terpeno limoneno, el cual le confiere el aroma particular a limón (Leafly, 2019).
Imagen 1. Biosíntesis de compuestos cannabinoides en la especie Cannabis sativa L.

Los terpenos pueden ser encontrados en mayor o menor proporción según la quimiotaxonomía de
cada variedad. Además de su aplicación en la perfumería y en la industria cosmética, los terpenos,
y en particular, los encontrados en la especie cannabis son de gran interés en la investigación y
aplicación médica. Los monoterpenos mirceno, pineno y humuleno han demostrado actividad
antibacteriana y antiinflamatoria. Por su lado, otros terpenos como el limoneno, cariofileno y
linalool han sido relacionados con efectos beneficiosos en la depresión, ansiedad y el estrés
(Kalapa Clinic, 2019). Finalmente, los compuestos sesquiterpenos Friedelin y Epifridenalol
presentan una inhibición resaltable en estudios in sillico e in vitro frente a las isoenzimas COX1 y
COX2 (Romero J. & Castañeda B., 2019), esto último supone una posible alterNATIVA frente al
tratamiento de la inflamación y el dolor, disminuyendo así, el uso de fármacos antiinflamatorios
no esteroideos (AINES). La poca selectividad de estos medicamentos frente a las dos isoformas de
la enzima ciclooxigenasa ha incrementado los efectos secundarios de tipo gastrointestinal y
cardiovascular (Alvarado Barahona & Monge, 2011).

Además, el sinergismo entre los compuestos cannabinoides y los terpenos también puede ser
evidenciado. Mientras los cannabinoides actúan sobre los receptores cannabinoides CB1 y CB2,
disminuyendo el dolor por medio de la liberación de ciertos neurotransmisores. Los terpenos
pueden actuar sobre la inhibición de enzimas relacionadas con la activación de la inflamación y el
dolor. Esta combinación por diferentes mecanismos puede potenciar el efecto global que tiene el
cannabis sobre estos dos síntomas. Muchos científicos han denominado a este fenómeno “efecto
séquito”. Y es así, como desde los precursores terpénicos hasta los mismos cannabinoides pueden
incrementar los beneficios potenciales del cannabis sobre diversas y complejas patologías. Sólo la
investigación clínica podrá seguir reforzando dichas propiedades, para finalmente convertir al
cannabis en el medicamento del siglo XXI.

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