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REFLEXOLAS 15

EBT

30-04-2022

A Gilma Betancur, celebrando su regreso al chat de la Tertulia

1. UNA CLASE ACERCA DEL DUELO EN LA VERSIÓN DE DUELO POR LA SEPARACIÓN

La experiencia docente es más gratificante si, al final de tus clases, invitas a los estudiantes a
intervenir no solamente haciendo preguntas al expositor sino revelando cualquier ocurrencia que
hayan tenido a lo largo de la posición de escucha, no importando qué tan concentrados o
distraídos hayan estado. Ayer, en una clase con jóvenes promesas de la medicina, promedio de
edad tal vez 23 años, les recordaba que en toda pérdida de algo, lo que el doliente debía buscar
para superar el impacto emocional, era *qué de sí* había perdido con la ruptura, lo que implica ir
más allá de establecerse en el dolor por ya no tener, asegurado, al otro. Si fuiste amador o amado,
amadora o amada, *erastés o eromenós* que así llamaban los griegos las dos posiciones de los
amantes frente al amor (¿Recuerdan “Ética para *Amador*” de Fernando Savater?) Amén de
recordarles que en gran parte el amor resulta de la conjunción de equivocadas promesas,
siguiendo la definición de Lacan (y que Castany Pardo, en UNA FILOSOFÍA DEL MIEDO, atribuye
equivocadamente a Jung) según la cual *amar es dar lo que no se tiene a alguien que no es*, y
que, probablemente, las rupturas tienden a producirse cuando aquel que no es ya se revela tal
cual y el que daba lo que no tenía muestra las cartas que en realidad ocultó durante su oferta… En
fin: ¡cómo no iba a suscitar marcado interés en los jóvenes aprendices de médico, un tema como
el amor y la muerte del amor.

2. CORAZÓN EMBUSTERO

Entonces, al final, una chica bastante interesada en superar el temor a intervenir, se manifestó
molesta con apartes de mi presentación pues, para ella, el destino de una separación podía ser la
conservación, en la memoria, de los buenos momentos que había tenido la pareja. No podía
refutar su afirmación, es verdad que así sucede en muchas ocasiones. Pero no sé de donde me
salió la idea de preguntarle cuál era su canción preferida (si alguna actividad intelectual asume el
tema del duelo es la música y no exclusivamente la llamada “de despecho”) y ella entonces eligió
esta: CORAZÓN EMBUSTERO (https://www.youtube.com/watch?v=2qaKkf9DeLM). Publico el
enlace que presenta la canción con letra y quien lea estas líneas sabrá qué pensar del interesante
contraste entre el decir de la joven y el contenido de esta canción. Maravillas estas de la internet
que permiten remitir a probables lectores de estas líneas y conseguir, ipso facto, el texto citado.
Claro que puse al aire la canción que sirvió de antesala para la terminación de la clase y para el
inicio quién sabe de qué periplos reflexivos y afectivos tanto en esos jóvenes como en mí…

3. CORAZÓN MENTIROSO
Una verdadera tragedia lo que la canción cuenta pero sobre todo, y a pesar de todo, el amador
insiste en seguir queriendo a la amada de pelo negro y ojos verdes que terminó enredada con un
tipo de los bajos fondos. La evocación, para mí, fue inmediata, con el solo título de la canción
presentada: “Pues si el amor huyó/ pues si el amor se fue/ dejemos el amor y vamos con la pena/
y vivamos la vida/ con ansiedad serena/ y lloremos un poco por lo que tanto fue/ Corazón
mentiroso: si siempre la amaré… el poema de León de Greiff con el que acompañaba a mis hijas
cuando lloraban alguna pena de amor que les incendiaba el alma.

4. DELICIOSA MENTIRA

También del viejo Legrís: “Amor, deliciosa mentira, áspero amor… ¡Abur! “¡Abur!” Por eso gusto
de la docencia: porque me pone a pensar en las cosas serias que tiene la vida y hace que haya vida
antes de la muerte. ¡Qué sea este el tiempo de feliz retorno de los dinosaurios!

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