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NO CESARÉ

Mientras mis manos continúen haciendo parte de mi cuerpo

Mientras pueda taparme con los dedos las narices cuando pase en frente de un fabricante de
aplausos para el pendenciero que funge de líder

Mientras pueda rascarme el culo cuando me pique y sacudir la tripa para no mojar el calzoncillo
con el sedimento urinario

Mientras pueda lavarme los dientes con el cepillo en una mano y la prótesis dental en la otra para
limpiarla en el chorro de agua testimonio de que puedo llegar a ser pianista si me lo propongo

Mientras pueda aplaudir lo aplaudible

Mientras que teniéndolas intactas me abstenga, orgulloso, de hacer el saludo hitleriano

Mientras pueda aliviar la piquiña en el oído con el meñique de mi mano ventolera

Mientras pueda darte un abrazo

Mientras pueda decirte adiós sin hablarte

mientras la copia siniestra del asesino de Víctor Jara no ponga sobre mi cuerpo su mirada y su
cuchillo

entonces

querida mía

no cesaré en denunciar la exhibición de los cuerpos desmembrados

como una advertencia macabra

como un anuncio tipo Caballero y Góngora

como un antojo de dioses filicidas en Grecia, Roma o en antiguos testamentos

como la realización del deseo de ese que dijo que le provocaba picarnos en pedacitos

y se le hacía agua la boca mientras lo vociferaba

No cesaré de hacerlo, querida mía.

Tenlo por pulgarindicecordialanularmeñiquemente por seguro.

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