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ACTIVIDAD INDIVIDUAL.

UNIDAD1
Laura Vanessa
Velandia Pacheco
Ciudadanía, Cultura y Orígenes, Concepciones y
Perspectivas

2021
Lluvia de
ideas
FORMACIÓN ciudadana
Proceso sistemático, intencional y continuo de socialización, donde la escuela es agente principal, que tiene el
propósito de promover en la persona la condición de ciudadano, desarrollar en él la posibilidad de ser actor, de
producir su existencia, mediante la participación plena, consciente y libre, a partir de su interpretación de la
realidad que experimenta, sin desconocer la memoria histórica, percibir la posibilidad de interactuar en el
espacio intersubjetivo con actitud crítica, reflexiva y creativa para transformar su comunidad y su país en torno al
bienestar humano (González, 2016). La formación ciudadana es el aspecto central en la enseñanza de las ciencias
sociales, su presencia en el currículo suele responder a intereses políticos y, en pocas ocasiones, a las reales
necesidades sociales. En estas lógicas, la manera como se concibe y materializa en el currículo y las prácticas de
enseñanza suelen acercarse a esquemas que tienden a responder a tipologías muy variadas.

CIUDADANÍA
Se entiende como ciudadanía a la pertenencia de una persona en una comunidad o sociedad organizada. El
ciudadano no lo es por tener una posición, un nivel, ni un estatus. Ciudadano es un proceso de irse formando
todos los días. Son comportamientos que expresan relaciones con esas diversas áreas, que constituyen cualidades
de la personalidad. Un ciudadano es un vínculo jurídico que une a una persona con un Estado, en tanto, es portador
de derechos y deberes respaldados por la ley. La ciudadanía se ha ido abriendo paso en la historia aunque no
siempre de forma progresiva; su avance ha sido lento y costoso, pero de una manera o de otra se ha impuesto una
presencia decisiva en nuestras sociedades, y a determinados y decisivos avances le han seguido no pocos
retrocesos, aunque hoy en día podemos decir que estamos en un momento positivo para la cuestión.
ESTRATEGIAS EDUCATIVAS
La profundización en las estrategias permitió establecer una clasificación consecuente con dicha
conceptualización. Esta nueva clasificación se hace atendiendo a que se considera esencial el
desarrollo personal del estudiante. La clasificación comprende cuatro grupos que son diferenciados por el
sentido y alcance de las estrategias que los integran. Ellos son: a) estrategias hacia el desarrollo de
conocimientos: Este grupo de estrategias están dirigidas a desarrollar conocimientos sobre aspectos
específicos de la vida. b) estrategias hacia el comportamiento: Estas acciones están dirigidas a modificar
conductas para orientarlas en el sentido de las relaciones sociales. c) estrategias hacia el desarrollo
personal: Van dirigidas a lograr un estudiante más consciente y autorregulado, que desarrolle una visión
del nosotros, un reconocimiento del lugar en la sociedad y llegara ser una persona responsable. d) estrategias
hacia la formación integral: Son acciones que desarrollan aspectos esenciales de la personalidad que
contribuyen a la formación ciudadana, tales como: saber participar, compromiso con los resultados,
percepción de la intersubjetividad.

OBJETIVO EDUCACIONAL
En el proceso de enseñanza-aprendizaje se pueden concretar acciones de diferentes grupos, de diferentes
tipos, formas, duración, etc. Todas van dirigidas al estudiante. En estas acciones se vinculan todos
los actores de la institución escolar y con vínculos en los grupos más amplios, por lo que debe
precisarse su contenido educativo(González, 2014). Los docentes requieren no solo tener el interés por
diseñar acciones para lograr lo que consideran importante: formar ciudadanos. Ellos deben tomar
conciencia de la base educativa y los mecanismos de desarrollo que están utilizando al proyectar su
proceso formativo.
El concepto de ciudadanía, y consiguientemente la existencia real de ciudadanos, ha ido
cambiando, como sabemos, a lo largo de la historia. La evolución del concepto de
ciudadanía está estrechamente unido a las ideas de igualdad y de libertad individual. En
general, la historia de la ciudadanía es la historia del avance de esas dos ideas: el
reconocimiento sucesivo de un mayor número de libertades individuales para un mayor
número de individuos considerados como iguales. Ciudadanía y democracia están
necesariamente vinculados. No hay ciudadanos sin instituciones democráticas ni hay
democracia sin la existencia de ciudadanos.

cIudadania en la historia occidental


En principio, el origen del concepto de ciudadanía se remonta a la Antigua Grecia. En
efecto, los griegos estaban organizados en lo que conocemos como ciudades-estado o
“polis”, las que tenían un modo de producción esclavista basado en la agricultura, y donde
una pequeña porción de los hombres que habitaban estas ciudades poseían los atributos de
un ciudadano, exceptuando a los esclavos y a los extranjeros. Se trataba de un modelo
aristocrático de ciudadanía, en el cuál aquellos pocos que eran ciudadanos (en relación a la
población total) tenían importantes derechos pero sobre todo, tenían grandes obligaciones
respecto a la ciudad. Esto va a configurar un especial sentido de la ciudadanía asociado a
los deberes públicos para con la ciudad.
En el caso de Roma, la ciudadanía va a tener muchos puntos en común en relación a la
concepción de los griegos, puesto que los romanos van a tomar muchas de las instituciones
de éstos. Sin embargo, van a desarrollar y complejizar algunos aspectos que no se habían
desarrollado en Grecia. Poseer la ciudadanía plena implicaba tener los más amplios
derechos entre los que se destacaba poder ocuparse de la res pública, de la cosa pública.
Sólo los ciudadanos plenos podían desempeñar cargos públicos políticos o religiosos.
Con la formación de los Estados nacionales europeos surge con fuerza nuevamente el
concepto de ciudadano. A partir de la revolución industrial, y en el contexto de las
profundas transformaciones que se suceden en Europa con el desarrollo del capitalismo, y
las transformaciones sociales y políticas que conlleva, se van estructurando las modernas
naciones europeas, que sostienen la fe en el progreso, la ciencia y la razón. Estos Estados
buscan homogeneizar y preparar un modelo de ciudadano, entre otras condiciones
necesarias para alcanzar el mentado progreso, por lo cual ponen un especial énfasis en la
educación de la población. Así el Estado se hace cargo de la educación apartando a la
Iglesia y surgen los programas de enseñanza basados en la unificación del idioma, el
conocimiento de la geografía nacional y de la historia heroica del país.

La historia de la ciudadanía no es lineal; se ha producido de forma irregular, a saltos, con


avances y retrocesos en distintos momentos históricos. Ha seguido ritmos diferentes en las
distintas culturas, incluso en as distintas naciones pertenecientes a una misma cultura.
(como en occidente).

A pesar de las diferencias y cambios históricos podemos establecer que, en general, un


ciudadano es un miembro de una sociedad que posee, en condiciones de igualdad con el
resto de ciudadanos, una serie de derechos y deberes. Entre los derechos se debe
contemplar alguna forma de participación política y entre los deberes prevalence el de
respetar los derechos de los demás.
Cultura
Importancia de la cultura en términos etimológicos

La palabra cultura (del tema cult, perteneciente al verbo latino colo, colere, cultum = cultivar) significa etimológicamente
cultivo. Como palabra fundamental, ella entra en composición con palabras específicas, que determinan su sentido general;
así “agri-cultura” = cultivo del campo. Cicerón, en las Tusculanas, emplea la expresión cultura animi en el sentido de
“educación espiritual”; y Horacio, en las Epístolas, usa la palabra con el mismo sentido, si bien no añade término
especificativo alguno. Cultura, atento a su definición verbal-etimológica, es, pues, educación, formación, desarrollo o
perfeccionamiento de las facultades intelectuales y morales del hombre; y en su reflejo objetivo, cultura es el mundo propio
del hombre, en oposición al mundo natural, que existiría igualmente aun sin el hombre. Cultura, por tanto, no es solamente el
proceso de la actividad humana, es también el producto de tal actividad, de tal formación, o sea, es el conjunto de maneras
de pensar y de vivir, cultivadas, que suelen designarse con el nombre de civilización. Así entendida, cultura es un nombre
adecuado para aplicarse, sensu lato, a todas las realizaciones características de los grupos humanos.

En términos epistemológicos
Parafraseando a Gabriel Zaid, en Mil Palabras, “la cultura (en latín) era el cultivo de
la naturaleza, su transformación en algo humanamente habitable, bajo la protección
de los dioses; y también el culto de los dioses y el desarrollo de las facultades
humanas”. Este, en definitiva, el primer concepto de cultura el que prevalece, con
ciertos matices. “La cultura como libertad que crece, gracias a las grandes obras
literarias, musicales y visuales (…), la que se hace personalmente, tanto el momento
de creación, como en el momento de recrearlos y recrearse leyéndolos,
escuchándolos, viéndolos”, expresa el autor.

Percepción actual
Para la Unesco, “la cultura puede considerarse actualmente como el conjunto de los rasgos
distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una
sociedad o un grupo social. Ella engloba, además de las artes y las letras, los modos de vida,
los derechos fundamentales al ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las
creencias y que la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo. Es ella
la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente
comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones. A través
de ella el hombre se expresa, toma conciencia de sí mismo, se reconoce como un proyecto
inacabado, pone en cuestión sus propias realizaciones, busca incansablemente nuevas
significaciones, y crea obras que lo trascienden”.
“Elogio de la dificultad y
otros Ensayos” Estanislao
Zuleta

En vez de desear una sociedad en la que sea Mirar más allá, sin temerle a la dificultad y al
necesario trabajar arduamente para hacer sagrado derecho a disentir. Para eso, necesitamos
efectivas nuestras posibilidades, deseamos saber leer, y saber leer no es terminar pronto si
un mundo de abundancia pasivamente no leer despacio, dice el mismo Zuleta en otro
recibida, dice Zuleta, pero sucede que los ensayo que se titula precisamente Sobre la
libros nos ponen ante nosotros mismos y ante lectura, con lo cual el elogio de la dificultad podría
el mundo del que formamos parte y nos instan ser también un elogio de la lentitud, porque si bien
a trabajar arduamente para hacer efectivas leer es transitar de un libro a otro, encontrar los
propios senderos en medio de un bosque, no se
esas posibilidades. Así, la literatura nos
trata de entrenarnos en sistemas veloces de
propone inquietud, insatisfacción, intemperie.
lectura, sino de una lenta apropiación de lo que
leemos.

El autor rompe los marcos delimitados Su mundo estaba habitado por una
de los saberes, y la construcción de multitud de «preguntas abiertas»
una identidad de investigador
que se investigaban no solo por
alrededor de una disciplina pasa a un
encima de las disciplinas
plano bastante secundario. Lo que
prevalece en su reflexión es la particulares, sino también de las
búsqueda del sentido, no la afirmación ideologías, de los dogmatismos de
de la pertenencia a una profesión, las escuelas y de los universos
como es tan común en nuestro medio simbólicos de pensamiento.
universitario.
“Elogio de la dificultad y
otros Ensayos” Estanislao
Zuleta

Para Zuleta el único Su pensamiento es heterogéneo e


«prerrequisito» necesario impredecible, de ahí su
para consagrarse a cualquier complejidad. Su obra intenta un
tipo de estudio, y la única diálogo entre saberes sin aparente
afinidad para pensar mejor, con
norma válida de método, era
hondura, el paso del ser humano
la exigencia de pensar por sí
sobre la Tierra.
mismo.

El autor posee una particular Zuleta clamaba por una educación


forma de pensar. Su crítica a la de esencia más filosófica, que
escuela tradicional es demoledora. favoreciera un pensamiento más
Para él, la educación que hemos crítico y reflexivo, y menos
conocido reprime el pensamiento dogmático. Y que siempre
debido a que se dedica a cultivara las preguntas con las que
transmitir informaciones y datos, llegáramos a leer y escribir.
sin enseñar a pensar, y enseñando
Sin duda un texto enriquecedor y
sin filosofía.
muy nutrido.

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