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- CIRUGÍA URINARIA INFERIOR: VEJIGA Y URETRA -

1. VEJIGA DE LA ORINA:

La vejiga de la orina se trata de un órgano muscular en forma de bolsa o saco y su función es


recibir y almacenar la orina producida por los riñones hasta que se produce la micción. Sobre esta
se practica cirugía con bastante frecuencia, tanto en perros como en gatos. La cirugía en este
órgano se basa principalmente en la extracción de cálculos, resección de tumores y reconstrucción
vesical por traumatismos o neoplasias.
1.1 Anatomía:
La vejiga en los perros se encuentra justo craneal o incluso en parte, dentro del canal pélvico en
función de la cantidad de orina que contenga. En gatos en cambio se encuentra siempre en
abdomen caudal entre el ombligo y el pubis independientemente de su grado de repleción.
Podemos dividirla en tres regiones:
- El ápex o vértice: que se corresponde con la porción más craneal de la vejiga.
- El cuerpo: que es la porción media.
- El cuello: que es la porción más caudal, continuándose con las primeras porciones de la
uretra. En su interior en la superficie dorsal se encuentra el trígono vesical, que va desde los
orificios ureterales hasta el orificio uretral proximal.
En cirugía vesical hay que tener especial precaución con la manipulación de la cara dorsocaudal de
la vejiga urinaria porque en ella desembocan los uréteres y transitan los nervios.
Por esta razón, es mejor intervenir por la cara ventral de la vejiga, y siendo más específicos, por las
regiones del cuerpo y el vértice vesical.
En cuanto a los ligamentos que la mantienen en su posición anatómica debemos tener en cuenta el
Ligamento Ventral medio que la mantiene unida a la pared abdominal en la cara ventral a la línea
alba y a la xínfisis pélvica. Puede ser cortado para mejorar el abordaje a la zona ventral de la
vejiga.
Presenta otros dos ligamentos laterales que la unen a uno y a otro lado de las paredes de la
cavidad pélvica, y que incluyen la porción más distal de los uréteres, por ello deben ser
preservados y evitar cortarlos para no producir daños iatrogénicos sobre los uréteres.
La pared de la vejiga cuenta con 4 capas. De interior a exterior:
- Mucosa: Formada por epitelio de transición.
- Submcosa: Rica en tejido conectivo.
- Muscular: Formada por músculo liso estructurado en tres capas que constituyen el músculo
detrusor, que al contraerse se encarga de expulsar la orina.
- Serosa: Que es la capa más externa de la pared vesical.
Por último, en cuanto a la vascularización, el aporte de sangre a la vejiga llega dorsalmente a
través de la arteria vesical caudal, que es una rama de la arteria pudenda interna. Algunos
animales adultos pueden también presentar una importante arteria vesical craneal, que es una
rama de la arteria umbilical, y se encarga de suministrar sangre a las porciones más craneales de
la vejiga.
La inervación en la vejiga ingresa a través de la zona dorsal, a nivel del cuello. Se trata de una
inervación compleja, en la que participa un componente simpático y otro parasimpático.

Marina S. Echalecu
Servicio de Cirugía y Traumatología Hospital Clínico Veterinario de la Universidad de Murcia
1.2 Procedimientos:

- CISTOTOMÍA:
La cistotomía posiblemente es el procedimiento quirúrgico que se realiza con mayor frecuencia
sobre la vejiga urinaria y consiste en practicar una incisión sobre la pared vesical para acceder a la
luz de esta víscera.
Está indicado para la eliminación de urolitos, reparación de rupturas vesicales, toma de biopsia y
urocultivos o resección de masas en la pared vesical, corrección de uréteres ectópicos, inspección
de la mucosa vesical y detección y extracción de lesiones como tumores, pólipos o úlceras entre
otros.
Abordaje: En los libros veréis que pone laparatomia por línea media ventral desde placa umbilical
hasta el pubis en las hembras, pero no es necesaria hacer una incisión tan grande cuando
recordad que la vejiga está en la zona caudal del abdomen. Es suficiente con abrir 3 o 4 cm a 1 - 2
cm craneal al pubis. En perros machos la incisión será paraprepucial, es decir lateral al prepucio,
para apartarlo y poder llegar a la línea alba igual que en las hembras.
Procedimiento quirúrgico: Se identifica la vejiga en la zona caudal de la cavidad abdominal y se
aisla del resto de vísceras con compresas humedecidas con suero atemperado.
Para facilitar la manipulación de la vejiga colocaremos puntos directores en el vértice de esta y a
los laterales. Se recomienda hacer la cistotomía por la cara ventral, ya que resulta más fácil de
exponer, proporciona una buena visualización de los orificios ureterales y se minimiza el riesgo de
dañar inadvertidamente la zona del trígono vesical.
La incisión debe realizarse aproximadamente a nivel de línea media ventral de la vejiga, intentando
acceder por una zona de la pared poco vascularizada. En primer lugar se realiza una inciso
puncion mediante bisturí y enseguida mediante succion introducir la sonda de aspiración para
retirar la orina residual que quede en el interior de la vejiga y asi minimizar la fuga de orina a la
cavidad abdominal. A continuación se prolongará la incisión craneal y caudal con la ayuda de unas
tijeras de metzenbaum y gracias a los puntos directores veremos facilitada la visualización del
interior de la vejiga y la correcion del problema por el cual se ha procedido a realizar la técnica.
Se procederá a la inspección de la mucosa y visualización de los cálculos o posibles masas.
Es importante tener en cuenta que algunos cálculos pueden desplazarse hacia el cuello vesical o la
uretra durante la manipulación quirúrgica por lo que es esencial realizar un sondaje uretral
retrógrado y realizar abundantes lavados con solución salina estéril atemperada de modo que estos
pequeños cálculos pasen a la vejiga donde serán eliminados manualmente. Para ello es importante
haber preparado previamente de manera aséptica el prepucio y el glande e incluirlo en el campo
operatorio. Resulta fundamental garantizar que no queda ningún urolito ni en vejiga ni en uretra
antes de dar por concluida la intervención, por lo que es importante repetir tantos lavados vesicales
y uretrales como sea necesario.
Después se recomienda enviar a analizar los cálculos extraidos a un laboratorio de referencia para
averiguar su naturaleza y poder evitar prevenirlos mediante la instauración de una dieta especifica.

- CISTECTOMÍA:
La cistectomía se trata de un procedimiento quirúrgico que consiste en la extirpación de una
porción de la pared vesical.
La cistectomía está indicada en casos de procesos neoplásicos, persistencia del uraco, divertículos
vesicales o en casos de necrosis de la pared vesical por traumatismos u otras alteraciones.

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Debemos recordar que el aporte neurovascular llega fundamentalmente por la zona dorsal y si esta
parte se ha visto afectada, el animal quedará incontinente de por vida prácticamente y en el caso
de que no sea posible respetar el trígono vesical y la desembocadura de los uréteres, estos se
deben reimplantar en la vejiga residual que dejemos (neoureterocistotomía).
Abordaje: El mismo que para la cistotomía. Se debe extirpar todo aquel tejido desvitalizado o que
esté afectado por la lesión en cuestión.
Se puede extirpar entorno al 75% de la vejiga, excluyendo preferentemente el trígono vesical y
cerrar el tejido que queda alrededor del balón de una sonda Foley. La vejiga recupera
prácticamente su volumen y función normal en 2 - 3 meses gracias la capacidad de regeneración y
cicatrización por la gruesa submucosa que posee. Lo crucial de dejar el trígono vesical intacto es
que la regeneración de la pared de la vejiga se origina principalmente a partir del epitelio terminal
de los uréteres y la uretra.
Procedimiento quirúrgico: Para la cistectomía, realizamos los mismos pasos para abordaje,
detección, aislamiento de la vejiga, los puntos directores que hemos explicado anteriormente ect.
En casos sencillos como el que vemos en la imagen que se trata de una rotura vesical por trauma,
es tan sencillo como hacer la disección de la zona afectada mediante tijeras de Metzembau y
resenccionar todo el tejido afectado. El defecto que nos queda se cierra como una cistotomía
normal eligiendo el patrón considerado por el cirujano y listo.
Cuando la neoplasia sea maligna deben eliminarse con los márgenes de seguridad adecuados de
1-2 cm. Es importante explorar los ganglios sublumbares para comprobar si están afectados, y si lo
están deben eliminarse.
Cuando se realiza la extirpación es recomendable tener en cuenta que hay que realizar el cierre, y
que el cierre no puede englobar los uréteres porque sino el animal quedaría incontinente. Al cerrar
si suele realizarse doble patrón de sutura: primero que englobe mucosa y submucosa que van a
dar la forma, y sobre ese una reinversión.
- Cuando es muy difícil dar forma por la gran resección que hemos realizado, podemos
introducir una sonda Foley y llenar el balón con solución salina, lo que sirve de soporte para
hacer la forma.
- Si se elimina gran cantidad de vejiga, es recomendable poner al animal una sonda Foley
temporal, para que la vejiga no se tense mucho durante las primeras semanas, evitando
complicaciones y acelerando la cicatrización.
- En caso de tener que realizar una neoureterocistotomía, trae muchos más problemas.

- CISTOSTOMÍA:
Tras realizar cistectomías o roturas de uretra que veremos a continuación se recomienda dejar
temporalmente un tubo de cistostomía que es la creación de una comunicación temporal o
permanente entre la luz de la vejiga y el exterior, que permite la evacuación de orina o también se
puede dejar una sonda uretral para prevenir se distienda excesivamente de manera prematura.

1.3 Principios generales:


Curación de heridas: La vejiga normal se cura rápidamente, los defectos de la mucosa se curan
en 5 días y los defectos de espesor completo recuperan el 100% de la resistencia del tejido normal
en 14 a 21 días. Por lo tanto, los materiales sintéticos absorbibles pueden ser opciones adecuadas
para el cierre de la vejiga. Se recomienda el material de sutura de monofilamento porque causa
menos arrastre de tejido en el delicado tejido de la vejiga y menos bacterias se adhieren a la sutura

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de monofilamento en comparación con la sutura de multifilamento. Además, la utilización de
materiales no reabsorbibles podría predisponer a la formación de cálculos.
La neoplasia o trauma de la vejiga también podría tener un efecto adverso en la curación de la
vejiga, y se debe considerar la selección de una de las suturas de monofilamento absorbible de
mayor duración en tales situaciones.
El tamaño de sutura recomendado para uso en vísceras en cirugía de animales pequeños varía de
3-0 a 5-0 y se recomienda una aguja curvada, con forma cónica.
En cuanto al patrón de sutura de la pared vesical se ha escrito mucho en la bibliografía veterinaria
acerca de cual es el mejor para cerrar la pared de la vejiga en pequeños animales, y no existe una
evidencia consistente que indique que un patrón concreto es claramente superior al resto.
Independientemente del patrón que se utilice, resulta crucial una adecuada aposición de la capa
submucosa, que es la capa de sostén de la pared vesical. Siempre que sea posible debemos evitar
que nuestro patrón de sutura penetre hacia la luz de la vejiga, ya que el material de sutura podría
servir como nido para la formación de urolitos, y además este material expuesto a una orina
potencialmente contaminada disminuye drásticamente su fuerza tensil. Esto puede resultar
complicado de conseguir en vejigas con la pared muy fina.
Se considera que un patrón de sutura simple continuo en una sola capa proporciona un cierre
rápido y logra una correcta aposición de la submucosa de ambos lados de la incisión, y resulta
adecuado para cerrar la mayoría de los casos de cistotomías en perros y gatos.
Queda a la elección del cirujano realizar una segunda capa de sutura con patrón invertido como
Cushing o Lembert., pero se ha demostrado desde un punto de vista clínico que no aporta
beneficios con respecto al empleo de una única capa de sutura.
En los casos en los que es necesario reparar defecto irregulares como los que ocurren como
resultado de una ruptura vesical, quizá se consiga una aposición mas precisa con el uso de un
patrón simple discontinuo.
El refuerzo de la línea de sutura con un parche de omento es un procedimiento sencillo y
recomendable, que indudablemente ayuda al proceso de cicatrización sobretodo en aquellos
pacientes que sufren inflamación o lesión en la pared. Consiste en colocar sobre la línea de la
sutura un pliegue de omento y fijarlos a la pared vesical con un par de puntos simples discontinuos.
El omento se adhiere al tejido lesionado, y le proporciona una valiosa fuente de vascularización y
drenaje linfático que acelera el proceso de cicatrización y minimiza el riesgo de fuga de orina.
1.4 Postoperatorio:

- Aumentar los fluidos para eliminar los coágulos.


- Controlar la diuresis para comprobar que no hay problemas.
- Los días posteriores a la cirugía es normal encontrar hematuria y polaquiuria (mayor número
de micciones) porque al realizar incisiones y suturas en la pared, son heridas que hasta que
cicatricen pueden sangrar y es algo normal.
- Es fundamental evitar el uroperitoneo. Para ello antes de cerrar se comprueba el cierre
hermético de la vejiga, como se hacia en intestino, aplicando suero a presión con una jeirnga
con aguja muy fina en la vejiga y comprobando que no hay fugas al exterior. Haciendo un
patrón de sutura bien hecho, es más probable que falle en el extremo más próximo al interior
de la cavidad (a nivel del cuello) donde es más difícil de realizar por estar la vejiga
introduciéndose al interior.
- Obstrucción uretral de urolitos, es fundamental comprobar que no se produce, porque sino
habría que reintervenir al paciente.
- Analgesia.
- Antibioterapia

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1.5 Neoplasias vesicales:

2. URETRA URINARIA:
La uretra se trata de un órgano en forma de conducto por el cual se expulsa la orina de la vejiga.
Las alteraciones uretrales son comunes tanto en el perro como en el gato y cuando estas se
producen a menudo está indicada la cirugía como una solución temporal o permanente para evitar
así la obstrucción total de la uretra o la perdida de orina al abdomen, lo que conllevaría graves
consecuencias para el paciente en un corto periodo de tiempo.
La cirugía de uretra está principalmente indicada en el tratamiento de obstrucciones y eliminación
de cálculos, y su principal objetivo es recuperar la permeabilidad necesaria de la uretra. Las
obstrucciones uretrales tienen mucha mayor incidencia en el macho tanto en perro como en gato
que en la hembra. Otra indicación es en traumatismos que hayan producido la sección de la uretra
y se requiera de su reconstrucción y por supuesto por procesos tumorales aunque son muy poco
frecuentes.

2.1 Anatomía:
Las características de la uretra como su anchura y longitud varían entre machos y hembras, así
como entre las especies canina y felina.
En el perro macho, la uretra es estrecha y relativamente larga y se divide en tres regiones:
Preprostática, Prostática y Extrapélvica.

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La uretra en el gato macho tiene más fibras elásticas y menos tejido cavernoso que en el perro. Se
divide en las siguientes regiones: Prostática, Pélvica o membranosa y Esponjosa o peneana que va
desde el bulbo del pene al orificio externo de la uretra y es la región más estrecha, su diámetro es
de 1 mm, y por tanto está predispuesta a la obstrucción.

2.2 Manejo obstrucciones uretrales:


Cuando sospechemos de una obstrucción urinaria por la sintomatología que va a presentar el
paciente que será hematuria y/o estranguria entre otros siempre se deben realizar rx y no
centrarnos únicamente en la zona de la vejiga.
El manejo de estos pacientes es intentar sondarlos y en el caso de que no sea posible realizar
hidropulsión que consiste en la introducción de líquido a presión de manera retrógrada para
movilizar los cálculos a través de la uretra hasta la vejiga.
¿Qué pasa cuando no lo conseguimos? Pues que plantearemos una de las primeras técnicas
quirúrgicas de la uretra.
2.3 Urestrotomía preescrotal:
En los perros machos la presentación más frecuente de los cálculos uretrales es proximal al hueso
peneano punto en el que la uretra estrecha y es menos flexible.
Uretrotomía preescrotal en el perro:
Consiste en el acceso temporal a la uretra y está indicada para la eliminación de cálculos uretrales
que no pueden ser retrohidropulsados a la vejiga.
La uretrotomía se realiza justo a nivel donde se localiza la obstrucción en la zona proximal del
hueso peneano realizando un abordaje preescrotal.
Para ello se realiza una incisión desde la base del pene al borde craneal del escroto. Al diseccionar
el tejido subcutáneo a este nivel se puede identificar en profundidad el musculo retractor del pene
que se moviliza lateralmente permitiendo la visualización de la pared ventral de la uretra.
Si podemos sondar la uretra se facilitará notablemente la identificación intraoperatoria de la misma
y así una vez localizada se realiza una incisión longitudinal con la ayuda de un bisturí para acceder
a su luz o bien sobre la sonda o bien sobre el propio calculo evitando así profundizar en exceso el
dañar la pared dorsal de la uretra. Es importante practicar la incisión justo en la línea media ventral
para dañar innecesariamente los cuerpos cavernosos.
Tras incidir la uretra podemos controlar el sangrado instalando solución salina fría. Una vez
localizada la obstrucción se procede a eliminar los cálculos con la ayuda de una pinza y
posteriormente haciendo hidropulsión con suero estéril en sentido normógrado y retrógrado
aseguraremos la eliminación de todos los cálculos y la permeabilidad de la uretra.
Para realizar el cierre de la uretrotomia existen dos opciones válidas, una es el cierre por segunda
intención y otra es el cierre quirúrgico con el uso de suturas monofilamento absorbible. Se ha
descrito una mayor incidencia de hemorragia postoperatoria cuando la uretra no es suturada por lo
que se recomienda realizar la reparación de la uretra.
Durante las primeras 24-48 horas tras la reparación de la uretra se recomienda tener sondado al
paciente.

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Las principales complicaciones quirúrgicas tras la uretrotomía son la hemorragia postoperatoria
sobretodo si no se sutura la uretra y la aparición de estenosis uretral o fugas de orina por la zona
de incisión en los casos que se repara la uretrotomía
2.4 Urestrotomía pernineal:
Las obstrucciones en la flexura pélvica, es la segunda localización más frecuente.
Lo primero es realiza bolsa de tabaco en el ano para que no caigan heces.
Se realiza una incisión en el rafe medio -> encontramos el músculo retractor del pene, una
importante referencia anatómica porque la uretra está justo debajo de este. Retirar hacia un lado el
retractor del pene, NO CORTAR porque no vamos a castrar al perro.
La uretra la vamos a ver muy protegida por tejido cavernoso del pene, y esto va a hacer que a la
manipulación haya mayor sangrado. Por esto, es recomendable ser rápido: palpar el cálculo, hacer
un corte limpio con el bisturí, quitar el cálculo y cerrar.
No debe dejarse cicatrizar por segunda intención porque es un tejido muy profundo y puede dar
lugar a una fístula por donde sale la orina.
Suturar con material reabsorbible un par de puntos y esto también permite no dejar puesta sonda.
Las complicaciones son las mismas que para la prescrotal.

2.5 Uretrostomía escrotal:


Es la creación de una fístula permanente en la uretra y generalmente es debido a una irreparable o
recurrente estenosis uretral o para prevenir repetidas obstrucciones
La región escrotal es la zona de elección para realizar un orificio permanente en la uretra en el
caso del perro ya que la uretra es más distensible que a nivel preescrotal, además se encuentra
más superficial y el tejido cavernoso que la rodea es menor que en la región perineal por lo que la
hemorragia será menor.
Está indicada en: Caso de recurrencia de cálculos uretrales que no responde a tratamiento médico
Casos de obstrucción uretral recurrente por otra causa. Heridas o estenosis de uretra distal.
Casos en lo que es necesaria la amputación del pene.
Para realizar la técnica quirúrgica se posiciona al paciente en decúbito dorsal, preparando el campo
quirúrgico alrededor del abdomen caudal, teniendo en cuenta que la cistotomía puede ser
necesaria. Es importante que la uretra esté cateterizada hasta la vejiga o hasta el punto de
obstrucción, para que su localización en cirugía sea más fácil.
Se incide alrededor de la base escrotal en forma de elipse, realizando en primer lugar la
orquídeadectomía de forma rutinaria y retirando la piel del escroto. Posteriormente se inspecciona
el tejido subcutáneo y se lateraliza el musculo retractor del pene, para visualizar la uretra. Una vez
localizada la uretra, se incide con la hoja de bisturí en su línea media ventral, con extremo cuidado
de no dañar su pared dorsal por lo que es aconsejable realizar la incisión sobre el catéter uretral.
La incisión se extiende aproximadamente 2,5 a 4 cm de longitud para asegurar que el estoma sea
lo suficientemente grande. El sangrado puede llegar a ser profuso, y se puede intentar controlar
instalando solución salina fría. Resulta interesante contar con un sistema de succión para que un
asistente vaya aspirando y facilita la visualización en el campo quirúrgico.

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Por último se sutura la pared de la uretra en los bordes cutáneos adyacentes, preferiblemente con
sutura reabsorbible monofilamento 4/0 con patrón simple continuo o discontinuo. Parece ser que el
empleo de un patrón continuo disminuye el sangrado post operatorio y resulta más rápido que el
empleo de puntos simples discontinuos. Lo más importante en la sutura de la uretrostomía es
enfrentar perfectamente los bordes de la uretra con los de la piel por lo que incluiremos en la sutura
la mucosa y el tejido fibroso de la uretra y la dermis y epidermis de la piel para ayudarnos a una
mejor aproximación.
Postoperatorio:
Durante el manejo postoperatorio del paciente es importante mantener un collar isabelino incluso
varios días tras retirar los puntos del estoma para evitar autotraumatismos. La incisión debe
mantenerse siempre limpia, con curas diarias, pero sin quitar los coágulos de sangre formados a
menos que obstruyan el paso de la orina. Se recomienda colocar vaselina sobre el estoma y la piel
adyacente para evitar posibles escaldaduras debido al contacto con la orina. El ejercicio debe ser
limitado para evitar momentos de excitación que puedan dar lugar a hemorragia, además de
tensión en la zona que puede acabar en dehiscencia de la sutura. Estas hemorragias pueden
controlarse mediante la aplicación de frío local durante los primeros días. Por lo general no es
necesario mantener el catéter uretral tras la cirugía, incluso puede estar contraindicado por su
mayor riesgo infección de las vías urinarias.
Complicaciones:
La complicación más común de la uretrostomía escrotal es la aparición de hemorragia que en los
primeros 10 12 días tras la cirugía puede verse asociada a la micción. Es importante comentar con
el propietario este aspecto. Otra de las complicaciones a tener en cuenta es la infección recurrente
del tracto urinario, por lo que la asepsia en el manejo del estoma es muy importante. Y por ultimo la
estenosis, aunque si has realizado una uretrostomia amplia y ancha es poco frecuente que ocurra.

2.6 Uretrostomía perineal en el gato:


Es la realización de un orificio permanente en la uretra a nivel escrotal. Se recomienda en los gatos
machos tras un segundo episodio de obstrucción uretral o tras un traumatismo que suponga la
sección de la misma. Con esta técnica se permite el paso de los cálculos o tapones mucosos a
través del gran diámetro de la uretra pélvica. El paciente se posiciona en decúbito ventral, al final
de la mesa, con las extremidades posteriores colgando fuera de ésta, con la cola hacia delante y
con una toalla debajo del abdomen que permite exponer la zona perineal. Antes de comenzar la
técnica quirúrgica es necesario cateterizar la uretra y realizar una sutura en bolsa de tabaco del
ano para mantener la asepsia durante la intervención.
En primer lugar, si el animal está entero se lleva a cabo una orquidectomía rutinaria. A
continuación, se realiza una incisión elíptica, desde el borde ventral del ano, incluyendo escroto y
prepucio. Posteriormente se realiza la disección del pene, seleccionando ventralmente los
músculos isquiocavernosos y el ligamento ventral del pene, para movilizar por completo el cuerpo
del pene. Una vez diseccionado el pene, se tracciona hacia caudal para exponer dorsalmente el
cuerpo peneano y con ayuda de un bisturí o unas tijeras se incide la pared dorsal de la uretra hasta
las glándulas bulbouretrales. La presencia de la sonda uretral facilita la identificación de la uretra y
la incisión de 12 centímetros en longitud sobre la pared dorsal de la misma. Una vez completada la
disección se comienza con la sutura del estoma. Para ello se recomienda comenzar con un punto
en la comisura dorsal de la piel, incluyendo la pared uretral más proximal. Como material de sutura
se recomienda el empleo de material sintético reabsorbible 4/0 empleando un patrón simple
continuo o discontinuo, a uno y otro lado de la incisión. La pared uretral se sutura a la piel
adyacente, cuidando que se queda una correcta posición de tejidos. La unión uretrocutánea debe
ser perfecta para evitar el paso de orina al tejido subcutáneo en el post operatorio.

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Cuándo ambos bordes del estoma han sido suturados, se procede a la amputación del cuerpo del
pene realizando previamente una ligadura en masa. Se completa el procedimiento suturando la
comisura ventral del estoma. Tras la cirugía es importante que el animal permanezca con collar
isabelino al menos 7 días para evitar la automutilación y realizar curas diarias del estoma para
evitar infecciones ascendentes de las vías urinarias. La colocación de catéteres urinarios, aunque
es opcional, no se suele recomendar por las infecciones ascendentes e irritación de la uretra.
Las complicaciones son las mismas que para el resto.

2.7 Uretrostomía prepúbica:

Es la realización de un orificio permanente en la uretra a nivel prepúbico


La uretrostomía prepúbica (o antepúbica) es un procedimiento que se realiza cuando el daño de la
uretra membranosa o peneana es irreparable (esto es raro) o cuando es necesaria la extirpación de
estos tejidos (es decir, neoplasia). A menos que haya lesión nerviosa (más probable en caso de
prostatectomía), la mayoría de los animales son continentes después de este procedimiento.

2.8 Uretrostomía transpélvica:


Es la realización de un orificio permanente en la uretra a nivel prepúbico pero accediendo a la
uretra desde pubis. Las indicaciones son las mismas. Para el acceso de esta zona de la uretra se
tiene que realizar una osteotomía púbica y rotar el colgajo púbico ventralmente para visualizar la
uretra intrapélvica. Se transecciona la uretra craneal a la lesión y se recoloca el colgajo púbico. Se
exterioriza la uretra a través de una incisión punzante, se espátula el extremo uretral y se sutura a
la piel.

Marina S. Echalecu
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