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UROLOGIA PARA RESIDENTES

Compilado:

Cap. 2: Historia Clínica: anamnesis y exploración física.

Cap. 3: Diagnóstico de laboratorio en cirugía.

Cap. 4: Técnicas de imagen en urología.

Cap. 6: Hematuria.

Cap. 7: Dolor urológico.

Cap. 8: Oliguria y anuria de origen urológico.

Cap. 9: Retención urinaria.

Cap. 10: Síndrome de escroto agudo.

Cap. 11: Uropatía obstructiva.

Cap. 20: Anomalías genitales.

Cap. 24: Tumores renales benignos.

Cap. 25: Tumores malignos del parénquima renal.

Cap. 27: Tumores vía urinaria superior.

Cap. 28: Tumores vesicales superficiales.

Cap. 29: Cáncer vesical infiltrante.

Cap. 31: Cáncer de próstata.

Cap. 32: Tumores de testículo.

Cap. 34: Infecciones del tracto urinario.

Cap. 35: Infecciones urinarias no complicadas.

Cap. 36: Infecciones urinarias complicadas.

Cap. 38: Prostatitis y dolor pelviano en el varón.

Cap. 42: Etiología y fisiopatología de la litiasis.

Cap. 43: Litiasis urinaria: clínica y diagnóstico.

Cap. 44: Tratamiento conservador de la litiasis urinaria.

Cap. 45: Tratamiento endoscópico de la litiasis.

Cap. 48: Patología vascular del testículo y del pene.

Cap. 51: Patología intraescrotal benigna.

Cap. 55: Hiperplasia benigna de próstata.


capítulo 2

Historia clínica: anamnesis


y exploración física

Jorge Rey Rey


José Manuel Barros Rodríguez
Antonio Ojea Calvo

Complejo Hospitalario Universitario Xeral-Cíes.Vigo

Palabras clave: Historia clínica. Anamnesis. Exploración Física.


Índice capítulo 2

Historia clínica: anamnesis


y exploración física
Introducción ..................................................................................................................................................................... 27
Anamnesis.......................................................................................................................................................................... 27
Sintomatología clínica ............................................................................................................................................ 28
Exploración física......................................................................................................................................................... 32
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 39
2. Historia clínica: anamnesis y exploración física

capítulo 2

Historia clínica: anamnesis


y exploración física

INTRODUCCIÓN ANAMNESIS
Cuando el médico residente contacta por prime- Recibir al paciente y síntoma principal
ra vez con su especialidad, lo ignora prácticamente
todo en relación con la misma, el vocabulario para
Recibir con atención al paciente y definir en la his-
describir las lesiones, el modo de interrogar o explo-
toria clínica el síntoma fundamental o el motivo por el
rar al paciente, los síntomas y los signos de las princi-
que el paciente acude a la consulta, es un aspecto
pales afecciones que le rodean. Penetra en un mundo
importante de la Historia Clínica. La pregunta es: ¿cuál
nuevo, desconocido, que le vuelve inseguro, retraído y
es el motivo por el que acude usted a la consulta? Hay
poco útil para el equipo.
que dejar que el paciente explique el problema con
sus propias palabras. Esta primera impresión es la que
En este apartado pretendemos hacer un esquema
de lo que tiene que saber desde el principio el resi- marcará la orientación de las pruebas futuras y llevará
dente de urología en relación con la anamnesis y hacia el diagnóstico correcto y a la eficacia.
exploración física de su especialidad. Esquema, que sin
duda tiene que ir ampliando y modificando a medida Edad, sexo y profesión
que aumenten sus conocimientos y adecuándolo a los
avances científicos. Antiguamente, los datos obtenidos La edad, sexo y profesión son datos a tener en
por la anamnesis y la exploración física eran más rele- cuenta en la historia clínica urológica(1). Una misma pato-
vantes de lo que son ahora. La tecnología actual es tan logía puede relacionarse con distintas afectaciones
abundante, cómoda, económica, poco invasiva, sensi- según la edad. Una patología infecciosa repetitiva en un
ble y específica, que dejó obsoletos muchos de los niño orienta generalmente hacia malformaciones con-
datos que se obtenían a través de la anamnesis y la génitas del tracto urinario, mientas que en un adulto de
exploración física. más de 50 años orienta hacia enfermedades adquiridas.
Una sintomatología de tipo obstructivo es característica
Para delimitar el campo del capítulo, partimos de del varón de más de 50 años, mientras que la patología
la definición que la Comisión Nacional hace de la relacionada con pérdida de orina es más frecuente en
especialidad. La Urología es la especialidad que se la mujer. En cuanto a la profesión, son clásicos los ejem-
ocupa del estudio, diagnóstico y tratamiento de las plos de cáncer escrotal en relación con deshollinadores
afecciones médicas y quirúrgicas del aparato urinario o el cáncer vesical en personas que trabajan en la indus-
y retroperitoneo, en ambos sexos, y del aparato tria de los colorantes, que emplean anilinas y derivados.
genital masculino, sin límite de edad. Por lo tanto, el
contenido de la anamnesis y la exploración es Antecedentes familiares y personales
amplio, heterogéneo y requiere un bagaje importan-
te de conocimientos en medicina, para programar Los antecedentes familiares y personales también
con eficiencia las exploraciones complementarias son importantes en la historia clínica. La poliquistosis
posteriores. renal, esclerosis tuberosa, acidosis tubulorrenal,

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Tabla 1. Algunos fármacos asociados con efectos urológicos.

Efectos colaterales urológicos Tipo de fármaco Ejemplo


Disfunción eréctil Agentes psicotrópicos Benzodiacepinas
β-bloqueantes Propanolol
Incontinencia o alteración de la Estimulantes directos del músculo liso Histamina
eyaculación Vasopresina
Relajantes del músculo liso Benzodiazepinas
Relajantes del músculo estriado Baclofeno
Otros Furosemida
Ácido valproico
Retención urinaria o síntomas Agentes anticolinérgicos o relajantes Solifenacina
miccionales obstructivos musculotrópicos Tolterodina
Benzodiazepinas
Bloqueantes de los canales del calcio Nifedipina
Agentes antiparkinsonianos Carbidopa
Levodopa
Agonistas alfa-adrenérgicos Seudoefedrina
Fenilefrina
Antihistamínicos Loratadina
Difenhidramina
Insuficiencia renal aguda Antimicrobianos Aminoglucósido
Penicilinas
Cefalosporinas
Anfotericina
Agentes quimioterápicos Cisplatino
Otros Antiinflamatorios no
esteroideos
Hematuria Agentes que intervienen en la Anticoagulantes
hemostasia Antiagregantes plaquetarios

enfermedad de Von-Hippel-Lindau son enfermedades macos que producen alteraciones urológicas o con-
hereditarias. Un porcentaje de cánceres de próstata dicionan la actividad quirúrgica sobre el aparato uri-
tienen componente hereditario(2). Por otra parte, nario (Tabla 1).
también hay una serie de enfermedades que se rela-
cionan con alteraciones urológicas: pacientes con dia-
betes mellitus, HTA, o pacientes con patología neu-
rológica. El conocimiento de cirugías previas también SINTOMATOLOGÍA CLÍNICA
es de utilidad a la hora de programar o abordar una
cirugía urológica. El interrogatorio para obtener una Los motivos por los que los pacientes acuden con
lista de los medicamentos que está tomando el mayor frecuencia actualmente al urólogo están rela-
paciente es importante, ya que hay una serie de fár- cionados con el color de la orina, con sintomatología

28 sección I. Semiología urológica


2. Historia clínica: anamnesis y exploración física

dolorosa, con síntomas del tracto urinario inferior, con Figura 1. El paciente presenta una alteración en el
trastornos de la erección, con trastornos de la eyacu- color de la orina. La orina era de color blanco
lación o simplemente para evaluaciones de PSA solici- lechoso por la presencia de linfa en la orina. Con el
tadas por el médico de atención primaria en pacientes cateterismo ureteral de los dos riñones, se demostró
asintomáticos o para diagnóstico precoz de cáncer. que la quiluria proviene del riñón izquierdo. La orina
del riñón derecho es normal.
Alteraciones del color de la orina
Las alteraciones más frecuentes del color de la orina
son: 1) Hematuria. 2) Piuria. 3) Quiluria. 4) Fecaluria.

1) El término hematuria se define como la mezcla de


orina con sangre proveniente del tracto urinario
situado por encima del esfínter estriado de la ure-
tra. A la pérdida de sangre desde estructuras
situadas por debajo del esfínter estriado de la ure-
tra se le denomina uretrorragia. La presencia de
1-3 hematíes por campo en el sedimento urinario
no se considera hematuria. La presencia de entre
4 y 100 hematíes por campo en el sedimento no
produce cambios en el color de la orina, por lo
que se le denomina hematuria microscópica. La
presencia de más de 100 hematíes por campo ya
puede provocar un cambio en el color de la orina
y se denomina hematuria macroscópica.

La hematuria se divide en asintomática y sintomá-


tica cuando se presenta asociada a otros síntomas.
Aunque la hematuria asintomática suele estar rato urinario y el sistema linfático que se relacio-
relacionada a procesos neoplásicos y la sintomáti- na con filariasis, traumatismos, tuberculosis o
ca a procesos agudos, como norma general, cual- tumores retroperitoneales (Figura 1).
quier tipo de hematuria ha de considerarse como
un signo de neoplasia urológica hasta que se 4) El término fecaluria se define como la presencia
demuestre lo contrario, y requiere una explora- de heces en la orina. El origen siempre es una fís-
ción urológica(3). tula entre el aparato urinario y el intestino. La
orina puede presentar un color variable en rela-
2) El término piuria se define como la presencia en ción con el color de las heces y nivel de la fístula.
orina de más de 10 leucocitos por campo. La orina es maloliente y se asocia con neumaturia
Dependiendo de la cantidad de leucocitos mez- o gas en la misma. Las causas más frecuentes son
clados, el aspecto macroscópico de la orina puede diverticulitis del sigma, cáncer de colon y enfer-
variar desde orinas de aspecto normal, orinas tur- medad de Crohn.
bias, orinas con grumos blancos u orinas comple-
tamente blancas. La piuria indica la presencia de Sintomatología dolorosa en el tracto
un proceso infeccioso o inflamatorio. urinario
3) El término quiluria se define como la presencia de La sintomatología dolorosa del aparato urinario
linfa en la orina. La orina aparece con un color tiene su máxima expresión en el cólico nefrítico. Es
blanco lechoso por la presencia de lípidos en dilu- una de las causas más comunes de consulta urológica
ción. La quiluria se debe a una fístula entre el apa- en urgencias. El cólico nefrítico típico se presenta

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como un cuadro de dolor más o menos agudo en ciones uretrales o debilidad contráctil del detrusor.
fosa renal que irradia a flanco y región genital, y aso- Micciones interrumpidas o en dos tiempos son
cia de sintomatología miccional y síntomas vegetati- dos micciones seguidas aparentemente normales.
vos, con náuseas y vómitos. La intensidad del dolor, Goteo postmiccional es el escape terminal de
cuando se debe a una obstrucción, está más relacio- gotas de orina una vez finalizada la micción que se
nada con la rapidez con la que se instaura la obstruc- debe a una pequeña cantidad de orina residual en
ción que con el grado de distensión. la uretra que normalmente debería de ser expri-
mida de forma retrógrada hacia la vejiga al final de
Sintomatología del tracto urinario la micción(4). Retención urinaria es la incapacidad
inferior de emitir por la uretra toda o parte de la orina
contenida en la vejiga. La retención urinaria se cla-
Los síntomas del tracto urinario inferior se mani- sifica en aguda, cuando cursa con dolor, y disten-
fiestan como: 1) Síntomas irritativos. 2) Síntomas obs- sión, o crónica, cuando los síntomas son más lar-
tructivos. 3) Síntomas relacionados con la incontinen- vados y cursa hacia la insuficiencia renal.
cia de orina. Actualmente, el IPSS no es una forma
genérica de evaluación de síntomas del tracto urina- 3) La incontinencia de orina se define como la pér-
rio inferior, por ejemplo no es aplicable a mujeres, sólo dida involuntaria e incontrolada de orina por la
se aplica a varones para evaluar obstrucciones del uretra. Cuando se relaciona con imperiosidad o
tracto urinario. urgencia miccional se denomina incontinencia de
urgencia. En la mujer, suele relacionarse con los
1) Los síntomas irritativos más frecuentes son: pola- esfuerzos y se denomina incontinencia de orina
quiuria, disuria, micción imperiosa y tenesmo. La de esfuerzo. En el varón adulto, generalmente se
polaquiuria es uno de los síntomas urológicos más asocia con el goteo postmiccional o con pérdidas
frecuentes. En un adulto normal la vejiga se dis- incontroladas durante el sueño como consecuen-
tiende hasta una capacidad de 250 a 300 cc y se cia de una retención crónica. En el niño, se mani-
produce una micción cada 3 ó 4 horas a lo largo fiesta durante el sueño y se denomina enuresis.
del día. Se denomina polaquiuria a las micciones
frecuentes y de poca capacidad. Si la polaquiuria Trastornos de la erección
se presenta por el día, se denomina polaquiuria
diurna y si se presenta por la noche polaquiuria Hay trastornos por defecto o disfunción eréctil y
nocturna. La disuria es la dificultad para iniciar la por exceso o priapismo. La disfunción eréctil se ha
micción (síntoma obstructivo), que puede presen- definido como la incapacidad persistente y/o recu-
tar diferentes intensidades y relacionarse con el rrente para conseguir y/o mantener una erección ade-
inicio, con el final o con toda la micción. Micción cuada que permita una relación sexual satisfactoria.
imperiosa es la micción apremiante por deseo Para orientar las pruebas diagnósticas hay que tener
urgente de orinar que no puede detenerse. en cuenta factores psicológicos, neurológicos, hormo-
Tenesmo es la sensación de ganas de orinar des- nales, vasculares, y hábitos tóxicos e ingesta de medi-
pués de haber vaciado la vejiga, con poca o nin- camentos. El priapismo es una erección prolongada,
guna orina en la vejiga. dolorosa y sin deseo sexual.

2) Los síntomas obstructivos más frecuentes son: difi- Trastornos de la eyaculación


cultad en el inicio de la micción, chorro débil, mic-
ción interrumpida o en dos tiempos, goteo post- Los trastornos de la eyaculación más frecuentes
miccional y retención urinaria. Dificultad en el ini- son la prostatorrea, eyaculación precoz, aneyaculación,
cio de la micción es el retraso en el comienzo de eyaculación retrógrada y hemospermia. La prostato-
la evacuación urinaria, teniendo que esperar algu- rrea es la emisión de líquido prostático, habitualmente
nos segundos o aproximarse al minuto en casos en relación con los esfuerzos y la abstinencia sexual. La
severos. Chorro débil es la disminución de la fuer- eyaculación precoz es la expulsión de semen antes de
za de la micción como consecuencia de obstruc- la penetración o muy próxima a la penetración. La ane-

30 sección I. Semiología urológica


2. Historia clínica: anamnesis y exploración física

Tabla 2. IPSS (International Prostate Symptom Score), Q.L.Q. (Quality of life questions). Sistema internacional
de valoración de los síntomas y calidad de vida producida por los síntomas urinarios.

Cada Menos de Alrededor Más de la Casi


Ninguna cinco la mitad de de la mitad mitad de
siempre
veces las veces de las veces las veces
1. Evacuación incompleta
En el último mes, ¿con qué
frecuencia ha tenido la sensación 0 1 2 3 4 5
de no vaciar completamente su
vejiga al acabar de orinar?

2. Polaquiuria
En el último mes, ¿con qué
frecuencia ha tenido que orinar de 0 1 2 3 4 5
nuevo menos de dos horas después
de hacerlo o justo al haber acabado?

3. Intermitencia
En el último mes, ¿con qué
frecuencia ha interrumpido 0 1 2 3 4 5
y reanudado el chorro mientras
orinaba?

4. Urgencia miccional
En el último mes, ¿con qué frecuencia 0 1 2 3 4 5
ha tenido dificultad para retrasar o
aguantar las ganas de orinar?

5. Chorro débil
En el último mes, ¿con qué 0 1 2 3 4 5
frecuencia tuvo un chorro con
menos fuerza de lo habitual?

6. Esfuerzo
En el último mes, ¿con qué 0 1 2 3 4 5
frecuencia ha tenido que esforzarse
o apretar para comenzar a orinar?

Una Cuatro Cinco veces


Ninguna Dos veces Tres veces
vez veces o mas

7. Nicturia
En el último mes, ¿cuántas veces ha
tenido que levantarse para orinar 0 1 2 3 4 5
desde que se acuesta hasta que se
levanta por la mañana?

Entre
Encan- Agra- Acep- Incapaci- Terriblemente
aceptable e
tado dable table tante mal
incapacitante

8. Calidad de vida producida


por los síntomas urinarios
Si tuviera que pasar el resto de su 0 1 2 3 4 5
vida con los mismos problemas
urinarios que tiene ahora, ¿cómo se
sentiría?

sección I. Semiología urológica 31


Libro del Residente de Urología

yaculación es la falta de eyaculación durante el coito. fosa lumbar y flanco, la exploración de la vejiga, la
La eyaculación retrógrada es la eyaculación interna exploración de los genitales externos y el examen de
hacia la vejiga que se produce en personas con altera- la próstata.
ciones en el esfínter interno de la uretra, como conse-
cuencia de intervenciones quirúrgicas sobre la prósta- Observación general del paciente
ta o tratamiento con medicaciones anti α-adrenérgica.
Hemospermia es la presencia de sangre en el semen. Simplemente la observación del rostro del pacien-
te puede ya revelar importantes datos al médico. Una
PSA y pacientes asintomáticos facies pálida y angustiada, en un paciente inquieto es
típica del dolor vegetativo como el del cólico nefrítico.
La evaluación de análisis de PSA solicitados por el La cara de luna llena sugiere un síndrome de Cushing.
médico de atención primaria o el diagnóstico precoz También debe de inspeccionarse la piel, buscando
del cáncer de próstata son actualmente los motivos manchas cutáneas pigmentadas, adenomas sebáceos o
más frecuentes de consulta urológica. Como norma neurofibromas subcutáneos que hacen pensar en faco-
general, los datos que tiene que manejar el residente en matosis o síndromes neurocutáneos, como la enfer-
este sentido son los siguientes: 1) El punto de corte del medad de Von Recklinghausen,Von Hippel-Lindau o la
PSA es de 4 ng/ml en la población normal y de 3 ng/ml esclerosis tuberosa, que se relacionan con alteraciones
en personas con antecedentes familiares de cáncer de vasculorrenales, tumores de riñón y de otras glándulas
próstata. 2) Para la detección precoz del cáncer de endocrinas. La piel rugosa, seca, sin elasticidad y de
próstata en la población normal se solicita el PSA a par-
tir de los 50 años y a partir de los 40 años en perso- Figura 2. Neonato con el aíndrome del ”abdomen
nas con antecedentes familiares de cáncer de próstata. en pasa de ciruela”.
3) El PSA tiene una sensibilidad del 80% y una especifi-
cidad del 50% para el diagnóstico de cáncer de prósta-
ta. 4) La densidad del PSA (PSAD) es el resultado de
dividir la cifra de PSA en sangre por el peso de la prós-
tata expresado en gramos y aumenta la especificidad
del PSA. Pacientes con cifras de PSAD > 0,15 tienen
más posibilidades de cáncer de próstata y con PSAD <
0,15 menos posibilidades de cáncer de próstata .5) La
velocidad del PSA (PSAV) indica la velocidad con la que
se va elevando la cifra de PSA al año. Para que pueda
ser valorable ha de estimarse con un mínimo de 3 de-
terminaciones de PSA y un tiempo de seguimiento
mínimo de 18 meses. Cifras de PSAV > 0,75 ng/ml al
año son más sugestivas de cáncer de próstata y PSAV
< 0,75 ng/ml menos sugestivas. 6) La Relación PSA
libre/PSA total (PSAL/PSAT) también aumenta la espe-
cificidad del PSA para sospechar cáncer de próstata.
A medida que va descendiendo la relación de
PSAL/PSAT desde el 18% se van incrementando las posi-
bilidades del PSA para sospechar cáncer de próstata.

EXPLORACIÓN FÍSICA
La exploración física urológica comprende la
observación general del paciente, la exploración de la

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2. Historia clínica: anamnesis y exploración física

color cobrizo es típica de la insuficiencia renal. Las 1) Fosa lumbar y flanco normales a la palpación. Este
estrías cutáneas de color rojo vinoso en el abdomen y hecho no excluye la posibilidad de una patología
el cuello de búfalo sugieren una hiperfunción de la renal importante.
glándula suprarrenal. La ginecomastia puede ser secun-
daria a un tumor adrenal o a un tumor de testículo. La 2) Fosa lumbar o flanco dolorosos a la palpación, sin
distribución anómala del vello pubiano en el varón, con tumoraciones palpables. El dolor a la presión con
una distribución feminoide o escasa, apuntan hacia la maniobra de Guyón es muy sugestivo de pato-
algún tipo de disgenesia o endocrinopatía. El edema en logía renal, siempre que la maniobra se practique
extremidades inferiores, principalmente si es unilateral, correctamente, con suavidad y sin percusiones
es sugestivo de obstrucción linfática por un carcinoma violentas. Existen patologías no urológicas que
genitourinario. En los neonatos con el síndrome del pueden producir dolor en la fosa lumbar derecha,
“abdomen en pasa de ciruela”, a la simple inspección con las que hay que contar a la hora de valorar
del abdomen ya aparecen los signos característicos, este dato clínico, como son las apendicitis retro-
por ausencia o hipoplasia de la musculatura abdominal. cecales o ciertas afecciones de la vesícula, duode-
La pared abdominal es delgada y laxa, debido a la esca- no y cabeza de páncreas. El aparato genitourina-
sez de tejido subcutáneo tiende a arrugarse en forma rio no tiene situado ningún órgano dentro de la
similar a una pasa de ciruela. A medida que van cre- cavidad abdominal y esto es muy importante a la
ciendo, van desapareciendo las arrugas y el abdomen hora de orientar los diagnósticos diferenciales. Un
tiende a tomar un aspecto globuloso o en forma dolor lumbar o en flanco renal que se asocie con
“obús”. (Figura 2). reacción peritoneal no tiene origen urológico
hasta que no se demuestre lo contrario con otras
Exploración de la fosa lumbar y flanco pruebas complementarias.

El procedimiento de elección en la exploración Otros puntos hacia los que el riñón puede pro-
física del riñón es la palpación bimanual según la vocar o irradiar dolor son los siguientes: a) Punto
maniobra de Guyón, que se ejecuta de la siguiente costovertebral de Legueu, situado en la unión de
forma: paciente acostado en decúbito supino, con las la última costilla y la columna vertebral. b) Punto
piernas semiflexionadas; explorador situado a la dere- subcostal de Surraco, situado en el cruce del
cha del paciente, con la palma de una mano en la borde externo del dorsal ancho con el 11.º espa-
región lumbar, con la yema de los dedos sobre el ángu- cio intercostal. c) Punto piélico, situado en el borde
lo costo lumbar a la altura de la última costilla, que externo del recto del abdomen justo por debajo
empuja la celda renal hacia adelante. La otra mano está de la última costilla. d) Punto suprailíaco lateral,
colocada sobre la pared abdominal anterior, a la altura situado encima de la porción media de la cresta ilí-
del reborde costal, deprimiendo la pared abdominal. El aca. e) Punto supraintraespinoso de Pasteau, situa-
explorador invita a inspirar profundamente al paciente do por encima y por dentro de la espina ilíaca
y, aprovechando la relajación del comienzo de una anterosuperior. f) Punto inguinal, situado a nivel del
espiración, intenta atrapar al riñón entre ambas manos. orificio externo del conducto inguinal.
Se interpreta que la celda renal y el flanco lumbar son
normales a la exploración física cuando no se palpan 3) Fosa renal o flanco en los que se palpa una masa.
los riñones, ni tumoraciones a ese nivel, y no se pro- Podemos imaginar aquí distintas posibilidades diag-
duce dolor a la presión. Solamente se admite la posi- nósticas: a) Fosa renal o flanco en los que se palpa
bilidad de palpar riñones normales, en lactantes y niños una masa que impresiona como un riñón de carac-
menores de 3 años. terísticas físicas normales, en cuanto a la superficie,
consistencia y sensibilidad. Esta situación permite
Las situaciones más frecuentes con las que el pensar en tres posibilidades diagnósticas: ptosis
médico residente se puede encontrar durante la renal, ectopia renal y traslación o desplazamiento
exploración física del área renal son las siguientes: renal por una tumoración situada cranealmente al
1) Fosa lumbar y flanco normal. 2) Fosa lumbar y riñón. b) Tumoración, no dolorosa, que se mueve
flanco dolorosas. 3) Fosa lumbar y flanco con tumor. con los movimientos respiratorios y tiene peloteo

sección I. Semiología urológica 33


Libro del Residente de Urología

lumbar positivo, es decir, que viene al contacto y área, con dolor intenso a la palpación y dificultad para
choca con la mano situada en la parte anterior andar. En el caso de los tumores de Uraco y paravesi-
cuando es empujada con la mano que se sitúa por cales, el diagnóstico diferencial con el globo vesical se
detrás. Estos datos pueden sugerir la posibilidad de puede hacer fácilmente con un simple cateterismo, que
un quiste renal, tumor maligno localizado, hidrone- lo haría desaparecer si fuera una retención urinaria.
frosis o riñón multiquístico. Si la alteración explo-
ratoria es bilateral hay que pensar en una poliquis- En la mujer, es muy fácil explorar la vejiga a través
tosis renal. c) Tumoración fija y no dolorosa, sugie- de la vagina, fundamentalmente en relación con la
re el diagnóstico de un tumor renal avanzado o un incontinencia de orina. Los principales objetivos de la
tumor del retroperitoneo. Si a los signos anterio- exploración vesical por esa vía son: a) Confirmar la
res se añade fiebre y dolor hay que pensar en incontinencia de orina y su relación con el esfuerzo. Si
algún problema infeccioso, como por ejemplo pio- al toser la paciente hay pérdida de orina, se confirma
nefrosis, pielonefritis xantogranulomatosa, ántrax la incontinencia. Si no se observa pérdida en decúbi-
renal y abscesos per o paranefríticos. Si la tumora- to, se repite la maniobra, con la mujer adoptando una
ción se asocia a shock y anemia podemos estar posición de semisentada, con una inclinación de 45º.
ante un síndrome de Wünderlich. Una tumoración b) Diagnosticar, si es posible, el tipo de incontinencia,
pulsátil en flanco izquierdo hará pensar en un mediante el test de Boney o Marshal-Marchetti, que
aneurisma de aorta abdominal. consiste en introducir en la vagina los dedos 2.º y 3.º,
separados en forma de V, con la palma de la mano
Exploración de la vejiga hacia arriba y elevar la cúpula vaginal. Si desaparece la
incontinencia de esfuerzo durante la maniobra, el test
La cavidad vesical solo puede ser vista y palpada es positivo y es patognomónico de una verdadera
cuando en su interior se encuentran acumulados al incontinencia de esfuerzo. c) Descubrir la presencia de
menos 500 cc de orina. La palpación simple de la veji- patología asociada: colpocistocele, rectocele, divertícu-
ga se lleva a cabo con las dos manos colocadas sobre los uretrales, estenosis de meato uretral o tumores
ambas fosas ilíacas y moviéndose hacia la línea media uretrales y parauretrales.
para intentar palpar los bordes. La vejiga en retención,
también denominada globo vesical, se presenta como En la exploración física de la vejiga merece especial
una tumoración suprapúbica, bien delimitada en su mención la palpación bimanual para clasificar a los tumo-
borde superior, dolorosa si es una retención aguda o res de vejiga, ya que sigue manteniéndose como uno de
indolora si el paciente es un retencionista crónico. La los criterios mínimos admitidos por la UICC en la clasi-
palpación del globo vesical casi siempre despierta el ficación TNM. La palpación bimanual debe efectuarse
deseo miccional. Existen algunas situaciones que pue- bajo anestesia, inmediatamente antes y después de la
den ser problemáticas a la hora del diagnóstico dife- resección transuretral del tumor, con la vejiga vacía y el
rencial, las colecciones de orina en el espacio de Retzius paciente en posición ginecológica. Se introduce el dedo
por extravasación en las roturas extraperitoneales de la índice en el recto y con la yema de los dedos de la otra
vejiga o los hematomas por traumatismos. En estos mano se presiona el hipogastrio, intentando desplazar la
casos la palpación del globo es difusa y difícil de delimi- vejiga hacia atrás. Es un criterio de clasificación muy poco
tar.También es posible que ambos procesos coexistan, fiable, porque no todos los tumores se sitúan en un lugar
ya que no es infrecuente que en los traumatismos con fácilmente accesible a la palpación y está sujeta a la obje-
fractura de las ramas isquiopubianas se produzca una tividad del explorador. En teoría nos podemos encon-
sección de la uretra posterior con la consiguiente trar con las siguientes situaciones: a) Pared vesical blan-
retención urinaria. Otras situaciones que obligan a da antes y después de la resección transuretral, indica
hacer el diagnóstico diferencial con un globo vesical son tumor superficial TIS,Ta,T1. b) Pared vesical con nódulo
los procesos inflamatorios o tumorales del hipogastrio. duro y móvil que desaparece después de la resección
La osteítis del pubis es un proceso inflamatorio de la transuretral, tumor T2. c) Pared vesical con nódulo duro
sínfisis del pubis, en relación con la cirugía de la prósta- y móvil que no desaparece después de la resección
ta y de la vejiga cuando se abordan por vía hipogástri- transuretral, tumor T3. d) Pared vesical fija y adherida a
ca, y se manifiesta como una tumoración difusa en el la pelvis u órganos vecinos, tumor T4.

34 sección I. Semiología urológica


2. Historia clínica: anamnesis y exploración física

Exploración de los genitales externos 3) Lesiones exofíticas papilomatosas. La lesión más


en el varón frecuente con estas características son los condi-
lomas acuminados. Se pueden localizar en cual-
Se inicia la exploración por el pene, retrayendo quier parte del prepucio, glande, fosa navicular o
hacia atrás la piel del prepucio, para estudiar la muco- incluso en la piel del pene.
sa del glande y el meato uretral. En un paciente adul-
to con fimosis, en presencia de edema, hipersensibili- 4) Lesiones eritematosas. La mucosa toma una colo-
dad o secreción, está indicada la circuncisión para faci- ración rojiza, por vasodilatación de los capilares.
litar la exploración. Es importante la inspección del Las lesiones más frecuentes con esas característi-
meato uretral para documentar su localización y diá- cas suelen ser: balanopostitis candidiásica, inflama-
metro, separando sus bordes con el pulgar y el índice, ción de la mucosa con pequeñas lesiones punti-
y explorar la mucosa de la fosa navicular. formes, con borde ligeramente descamativo y
blanquecino; eritroplasia de Queyrat que aparece
Las alteraciones que se observan con más fre- como un área bien delimitada, de color rojo bri-
cuencia en la mucosa del glande, prepucio y fosa llante y textura aterciopelada. Enfermedad de
navicular se pueden agrupar en los siguientes apar- Bowen que se presenta con lesiones múltiples,
tados: 1) Lesiones papulosas. 2) Lesiones ulceradas. rojas, bien delimitadas y aterciopeladas.
3) Lesiones exofíticas papilares. 4) Lesiones eritema-
tosas. 5) Lesiones vesiculares. 6) Melanomas. 5) Lesiones vesiculares. Suelen estar en relación con
el comienzo de un herpes genital.
1) Lesiones papulosas o lesiones sólidas sobreele-
vadas de la mucosa, de tamaño inferior a 1 cm 6) Melanomas.
de diámetro. Las más importantes por su fre-
cuencia son: a) Las pápulas perladas del pene, Otra posibilidad al iniciar la exploración física de
que aparecen como unas pequeñas vellosidades los genitales es que el glande esté ya descubierto, con
en el borde coronal del glande y que no tienen edema e inflamación, estrangulado por el prepucio a
ningún significado patológico. b) Las glándulas nivel del surco balanoprepucial. Se observa con relati-
sebáceas ectópicas, que se presentan en el surco va frecuencia en pacientes portadores de sonda ure-
balanoprepucial como un agrupamiento de tral. Es una parafimosis que hay que reducir en el
pequeñas pápulas blancas, sin significado patoló- momento.
gico. c) El liquen plano. Las pápulas son peque-
ñas, planas, poligonales y de color violeta carac- El paso siguiente en la exploración del pene con-
terístico. d) El liquen escleroatrófico. Se caracte- siste en la palpación de los cuerpos cavernosos y cuer-
riza por pápulas blancas, poco elevadas, con po esponjoso de la uretra, buscando zonas induradas o
tapones córneos en su superficie y un halo eri- dolorosas, que sugieren el diagnóstico de la enferme-
tematoso alrededor de las mismas. Se denomina dad de La Peyronie o afección periuretral en las este-
también Balanitis Xerótica Obliterans, tiende a nosis de uretra. Si el pene permanece en erección per-
producir fimosis por esclerosis del prepucio y manente y dolorosa estamos ante un priapismo. Al
estenosis del meato uretral. retraer por primera vez la piel del prepucio en recién
nacidos y niños pequeños, es muy frecuente observar
2) Lesiones ulceradas, únicas o múltiples, dolorosas o una especie de pasta blanca a la que se denomina
indoloras, con o sin adenopatías regionales, que esmegma. Es un producto secundario de la acción
también pueden ser únicas o múltiples, dolorosas bacteriana sobre las células descamadas y retenidas
o indoloras, móviles o fijas, unilaterales o bilatera- dentro del saco prepucial. Pero la exploración física
les.Todo tiene que quedar reflejado en la historia. del pene en estos pacientes está dirigida fundamen-
La etiología más frecuente de las úlceras a ese talmente a describir las malformaciones congénitas.
nivel son los microorganismos de transmisión Las anomalías congénitas se pueden resumir en las
sexual, los tumores espinocelulares, los medica- siguientes: a) Agenesia de pene. b) Micropene o pene
mentos o lesiones traumáticas. hipoplásico. Es un pene bien formado, sin anomalías en

sección I. Semiología urológica 35


Libro del Residente de Urología

cuanto a que todos los esbozos embrionarios han cum- En la exploración física de los genitales externos,
plido todas las etapas del desarrollo, pero los elementos las situaciones más frecuentes con las que el médico
eréctiles son extremadamente pequeños. c) Pene ocul- residente se puede encontrar son: 1) Escroto agudo.
to. Simula un pene hipoplásico pero en este caso los ele- 2) Escroto crónico.
mentos eréctiles que configuran el pene están desarro-
llados de forma normal. Hay que hacer presión con los 1) Escroto agudo. Alteración en el escroto y su con-
dedos pulgar e índice de las dos manos sobre la grasa tenido que aparece de forma aguda. En esta situa-
del pubis y bolsa escrotal para poner en evidencia su ción es fundamental distinguir entre el escroto
verdadero tamaño. d) Pene doble o bífido. e) Pene tor- agudo del niño o adolescente y el escroto agudo
sionado. Se caracteriza por una configuración en espiral, del adulto. En el escroto agudo del niño o adoles-
variable, que puede alcanzar los 180º. f) Pene curvo con cente, el diagnóstico que se plantea de entrada es
meato normal, que puede ser secundario a frenillo la torsión del testículo. Se inicia con un dolor brus-
corto, sínfisis de la piel penoescrotal, o uretra hipoplási- co en el testículo, que los padres o el niño atribu-
ca. g) Megalouretra, escafoidea o fusiforme. h) Meato yen con frecuencia a un golpe mientras jugaba o
hipospádico (5). Puede estar situado en cualquier punto hacía deporte. A la exploración física el testículo
de la cara ventral del pene y periné, clasificándose por está ascendido en relación con el contralateral, y
su localización en hipospadias balánico, peneano, peno- aumentado de tamaño. Se pierden las relaciones
escrotal, escrotal o perineal. i) Meato epispádico. Puede anatómicas normales entre testículo y epidídimo,
estar situado en cualquier parte de la cara dorsal del palpándose este último en situación anterior o
pene, clasificándose según su localización en epispadias con la cabeza en el polo inferior. Si la torsión es
balánicos-glandulares, peneanos y penopubianos. extravaginal, se palpa una tumoración supratesti-
cular en el cordón espermático correspondiente
Exploración del escroto al anillo de torsión, de consistencia tensa, límites
claros, y dolorosa. Al elevar el escroto y el testícu-
La exploración física de los genitales externos se lo con la mano no se alivia el dolor, a este dato se
continúa con la inspección y palpación de la piel del denomina signo de Prehn. A medida que el cua-
escroto, de los testículos, del epidídimo y del cordón dro evoluciona, el componente inflamatorio va
espermático. Se describen las características del escro- predominando sobre el resto de los síntomas y
to, tamaño, color, presencia de componente inflamato- signos. Es una situación que requiere una explora-
rio, crepitaciones, dermatitis o tumoraciones cutáneas ción quirúrgica rápida, sin perder demasiado tiem-
superficiales. También se comprueba si la piel está po en diagnósticos diferenciales. Se dice que des-
adherida a los testículos o si se encuentra libre de pués de una torsión completa, a las 6 primeras
adherencias. Los testículos se palpan con suavidad, horas de evolución se pierde la función exocrina
cogiéndolos entre el pulgar y los dedos índice y medio, del testículo y a las 10 horas la función endocrina
evaluando su tamaño, consistencia y movilidad. Los tes- y la estética por atrofia testicular subsiguiente. En
tículos normales presentan una consistencia firme, casi la práctica, esto no siempre es así, y se pueden
dura, y se movilizan libremente. Se continúa la explo- encontrar testículos con 48 horas o más de evo-
ración, cogiendo el epidídimo entre los dedos pulgar e lución que adquieren una coloración normal des-
índice, siguiendo todo su trayecto desde la cabeza a la pués del tratamiento quirúrgico, bien porque la
cola. El epidídimo normal es blando, sin nódulos, con la torsión haya sido incompleta o intermitente. La
cabeza de mayor calibre que la cola y está situado en exploración quirúrgica siempre está indicada.
la parte posterior del testículo.A continuación se palpa Otro cuadro de origen vascular en pacientes jóve-
el cordón espermático entre los dos dedos y se explo- nes es el que aparece después de la necrosis de
ra el conducto deferente y el plexo venoso, para la hidátide de Morgagni. Si el cuadro es reciente,
detectar la presencia de nódulos o tumoraciones. La se palpa un nódulo doloroso, situado en el polo
exploración física se completa con una maniobra de superior del testículo, por delante de la cabeza del
Valsalva, para descartar la presencia de un varicocele. epidídimo. Si se hace contactar la tumoración con
En caso de diagnosticar tumoraciones intraescrotales la piel, al presionar el testículo con la mano, se
es recomendable la transiluminación de las mismas. puede ver por transparencia el color violáceo de

36 sección I. Semiología urológica


2. Historia clínica: anamnesis y exploración física

la hidátide necrosada. En situaciones más evolu- ta como tumoración escrotal de tamaño varia-
cionadas el componente inflamatorio es tan ble, no dolorosa, con planos cutáneos sin adhe-
importante que impide hacer el diagnóstico por la rencias. No se consigue palpar el testículo ni el
exploración física. En el escroto agudo del adulto deferente. La transiluminación es positiva. c.2)
el primer diagnóstico que se plantea es el de un Espermatocele o quiste epididimario que se pre-
proceso infeccioso. A la inspección el hemiescro- senta como una tumoración que se sitúa en el
to afectado se encuentra aumentado de volumen, polo superior del testículo y no es dolorosa. El
con la piel inflamada que puede estar adherida al testículo aparece de características normales a la
testículo. La palpación muestra un testículo aumen- exploración física. La transiluminación es positiva.
tado de tamaño, tenso y doloroso. El epidídimo Una masa sólida que no permita la transilumina-
también está aumentado de tamaño, con el surco ción probablemente represente un tumor adeno-
que hace la separación entre el testículo y el epi- matoide. c.3) Tumor testicular maligno. El testículo
dídimo semiborrado. El cordón espermático está está aumentado de tamaño, la piel del escroto
engrosado y rígido, al igual que el deferente, y son presenta un aspecto normal. La superficie del tes-
dolorosos. Excepcionalmente puede observarse tículo es irregular y dura. La transiluminación es
un tumor de testículo con una forma de presen- negativa. c.4) Varicocele. La tumoración asienta en
tación clínica de escroto agudo. Si han pasado el cordón espermático como una masa informe
varios días desde el comienzo del cuadro, el testí- de consistencia blanda, indolora al tacto, que tien-
culo afectado se transforma en una masa inflama- de a desaparecer en decúbito e incrementar con
toria heterogénea, dolorosa, que puede presentar la maniobra de Valsalva. d) Escroto vacío. Está en
alguna zona de fluctuación, que indica la presencia relación con agenesia de testículo, criptorquidia,
de un absceso. Si la piel del escroto está necrosa- ectopia, hipoplasia o atrofia secundaria.
da y crepita a la palpación, con afectación del peri-
né, pene, hipogastrio o flancos, el cuadro es típico Exploración de la próstata
de gangrena de Fournier.
El tacto rectal es el acto más importante y espe-
2) Patología crónica del escroto. Alteración en el cífico en la exploración física del aparato urinario.
escroto y su contenido que aparece de forma Para su ejecución, habitualmente se sitúa al paciente
crónica. Se distinguen tres situaciones diferentes: en posición de plegaria mahometana o en decúbito
a) Bolsa fistulosa. El orificio fistuloso correspon- supino, con los miembros inferiores flexionados
de a la terminación en la piel de un trayecto sobre el abdomen. Con la mano cubierta por un
indurado que se inicia habitualmente en el polo guante, se introduce el dedo índice en el recto, con
inferior del testículo y la cola del epidídimo. El suavidad y bien lubricado. Es una técnica de difícil
resto de la exploración puede ser normal. El cua- interpretación por el riesgo de subjetividad a la que
dro es sugestivo de tuberculosis genitourinaria. b) está sometida, al tratarse de una exploración perso-
Bolsa nodular. Si el nódulo no es doloroso, se nal que se hace a ciegas. Requiere un tiempo largo de
encuentra situado en el polo superior del testí- aprendizaje, asesoramiento y experiencia. Se conside-
culo, separado claramente de la glándula por un ra fundamental que cada médico siga siempre la
surco y la transiluminación es positiva, el diag- misma sistemática a la hora de evaluar y describir las
nóstico más probable es el de quiste de epidídi- sensaciones que la yema de su dedo le va transmi-
mo. Por el contrario, si el nódulo está situado en tiendo. La exploración física de la próstata a través del
la cola del epidídimo y es molesto a la explora- recto comprende la investigación de los siguientes
ción, hay que sospechar algún proceso granulo- puntos: 1) límites de la glándula. 2) Características de
matoso. Cuando se palpa un nódulo duro que la superficie. 3) Consistencia. 4) Tamaño. 5) Movilidad.
resalta sobre la superficie lisa del testículo, en 6) Síntomas.
ausencia de otros datos, el único diagnóstico que
debe plantearse es el de tumor testicular. c) Bolsa 1) Límites de la glándula. La glándula normal, al tacto
tumoral, en la que a su vez se pueden distinguir se palpa como la superficie convexa de una
varias situaciones: c.1) Hidrocele que se presen- estructura en forma de castaña, con la base en

sección I. Semiología urológica 37


Libro del Residente de Urología

situación craneal y el ápex situado caudalmente, Volumen grado IV es una próstata muy grande,
bien delimitada en los bordes externos por dos muy prominente en ampolla rectal, sin surco
surcos laterales discretos, que presenta un surco medio y surcos laterales profundos; el peso esti-
medio longitudinal. En la HPB el surco medio mado es superior a 80 gramos.
desaparece y los surcos laterales son más nítidos,
como consecuencia del crecimiento de la glándu- 5) Movilidad. La movilidad de la próstata varía dentro
la hacia la ampolla rectal. En el cáncer de próstata de un intervalo de normalidad bastante amplio. Para
infiltrante, los bordes no son nítidos y la glándula estudiarla se sitúa el extremo del dedo índice en la
está mal delimitada. base, desplazando la glándula en sentido craneocau-
dal y en sentido anteroposterior. Las próstatas nor-
2) Características de la superficie. La próstata normal males, infecciosas e hiperplásicas son móviles, y en el
presenta al tacto una superficie lisa, ligeramente cáncer de próstata infiltrante pierden la movilidad.
convexa, con un surco medio longitudinal. En la
prostatitis y en la HPB la superficie también es lisa. 6) Síntomas. La próstata normal, hiperplásica o
En el cáncer de próstata, cuando hay alteraciones, la tumoral no duele al tacto y es dolorosa en los
superficie presenta algún nódulo o es multinodular. cuadros infecciosos o inflamatorios, provocando
deseo miccional. En este punto hay que poner
3) Consistencia. La consistencia de la próstata normal especial interés para diferenciar las molestias
es blanda y firme, evocando a la sensación que se secundarias a la dilatación del esfínter por el dedo
obtiene al tocar con el pulpejo del dedo índice en de las producidas por la presión sobre cada uno
nuestros labios cerrados o en la eminencia tenar de los lóbulos prostáticos.
con aposición del pulgar. En la prostatitis aguda la
consistencia es blanda, poco firme y sin tono, con Las patologías más significativas de la glándula
la misma sensación que se produce al tocar con el prostática están perfectamente caracterizadas por el
dedo los labios abiertos. En la HPB, la consistencia tacto rectal. La próstata normal es una próstata bien
es elástica, similar a la del cartílago de la punta de delimitada, lisa, blanda/firme, desplazable, no incre-
la nariz. En el cáncer de próstata, cuando hay alte- mentada de tamaño y no dolorosa. La próstata de la
raciones, la consistencia es dura, similar a la que se prostatitis aguda es una próstata bien delimitada, lisa,
produce al tactar la arcada supraciliar. blanda/poco firme, desplazable, aumentada de tamaño
y dolorosa. La próstata de la HPB, es una próstata bien
4) Tamaño. La apreciación del volumen a través del delimitada, lisa, elástica, desplazable, aumentada de
tacto rectal es un dato que requiere una gran tamaño y no dolorosa.
experiencia. La glándula normal no sobrepasa los
4.5 cm, que se estima al considerar 2 cm el gro- La próstata del cáncer T2 es una próstata bien deli-
sor de un través de dedo. La glándula aumentada mitada, nodular, dura, desplazable, aumentada o no de
de tamaño, se divide de forma rutinaria en cuatro tamaño y no dolorosa. La próstata del cáncer T3, es una
grados, grado I, II. III, IV. Volumen grado I es una próstata mal delimitada, nodular, dura, desplazable,
próstata de tamaño prácticamente normal, con la aumentada de tamaño y no dolorosa. La próstata del
convexidad de los lóbulos discretamente aumen- cáncer T4 es una próstata mal delimitada, nodular, dura,
tada y surco medio mantenido; el peso estimado, no desplazable, aumentada de tamaño y no dolorosa.
según la experiencia del explorador, sería inferior
a 30 gramos. Volumen grado II es una próstata El tacto rectal también es imprescindible para el
aumentada de tamaño, con la convexidad de los estudio bacteriológico y citológico de la próstata,
lóbulos y los surcos laterales bien definidos, y practicando un masaje, y recogiendo la orina y la
surco medio mantenido; el peso estimado está secreción uretral para su análisis, según la técnica de
entre 30 y 50 gramos. Volumen grado III es una Meares y Stamey. La técnica del masaje prostático se
próstata grande, cara posterior totalmente conve- efectúa presionando la glándula firmemente con el
xa, sin surco medio y surcos laterales profundos; dedo índice, comenzando por los lados y arriba, des-
el peso estimado está entre 50 y 80 gramos. plazándose hacia la línea media y abajo.

38 sección I. Semiología urológica


2. Historia clínica: anamnesis y exploración física

BIBLIOGRAFÍA 3. Glenn S. Gerber y Charles B. Brendler. Evaluación del


paciente urológico: anamnesis, examen físico y análi-
1. Hector Schenone. Estudio del enfermo urológico. In: sis de orina. In: Campbell Urología. Buenos Aires:
Frank A. Hughes y Hector Schenone. Urología Editorial Panamericana, 2004:87-116.Tomo I.
Práctica. Buenos Aires. Editorial Intermédica, 1971: 4. Jack W. McAninch. Síntomas de los padecimientos del
9-76. aparato genitourinario. In: Urología general de Smith.
2. Montero Gómez J. Historia clínica y exploración físi- México. Editorial El Manual Moderno, 2005: 26-34.
ca urológica. In Jiménez Cruz JF y Rioja Sanz LA eds. 5. Warren Snodgrass. Hypospadias. In Glenn´s Urologic
Tratado de urología. Barcelona: JR Prous Editores, Surgery. Philadelphia: Lippincott Williams & Wilkins,
1993, p.119-141.Tomo I. 1998: 809-813.

sección I. Semiología urológica 39


capítulo 3

Diagnóstico de
laboratorio en urología

Fernando Vázquez Alonso


José Manuel Cózar Olmo
Miguel Tallada Buñuel

H. U.Virgen de las Nieves. Granada

Palabras clave: Antígeno prostático específico.Tumor testicular. Infección del tracto urinario.
Índice capítulo 3

Diagnóstico de
laboratorio en urología
Antígeno Prostático Específico (PSA) .................................................................................................... 45
Diagnóstico de laboratorio en los tumores testiculares....................................................... 47
Diagnóstico microbiológico de la infección del tracto urinario .................................... 49
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 53
3. Diagnóstico de laboratorio en urología

capítulo 3

Diagnóstico de
laboratorio en urología
ANTÍGENO PROSTÁTICO ligado, eliminado probablemente por su metabolismo
en el hígado.
ESPECÍFICO (PSA)
El test del PSA ha supuesto un considerable
El cáncer de próstata es el tumor maligno más fre- impacto en la detección del cáncer de próstata, tenien-
cuente del aparato genitourinario del varón, y para su do una gran sensibilidad; de hecho ha evitado el uso
detección precoz se desarrolló el test de medición en de la fosfatasa ácida prostática. Se han desarrollado
suero del antígeno prostático especifico (PSA). tests que miden la tasa de PSA libre con respecto al
total (que es menor en hombres con cáncer) y la
El PSA fue aislado del tejido prostático por Wang forma ligada de PSA de forma aislada (que es más
en 1979; es una proteasa natural, una glucoproteína abundante en hombres con cáncer).
con un peso molecular de 34 kilodalton con 240 AA,
cuyo gen ha sido localizado en el cromosoma 19 y A pesar de la importancia del screening con PSA en
que posee al menos cinco epitopos que sirven como la detección del cáncer de próstata, adolece de una baja
antígenos a los anticuerpos utilizados en los tests séri- especificidad, ya que no es específico del cáncer. Los
cos actuales. Se elabora en las células columnares del niveles séricos de PSA pueden reflejar cambios en otras
epitelio benigno prostático y en la mayoría de las célu- enfermedades, como en enfermedades inflamatorias,
las del cáncer de próstata, y su concentración en el traumas o en hipertrofia benigna prostática; se ha
fluido prostático es de alrededor de 3 g/l. demostrado que un número de tejidos extraprostáticos
humanos puede elaborar proteínas similares al PSA.
El papel fisiológico del PSA es dar consistencia
líquida al esperma por hidrólisis de dos proteínas Se ha observado que casi un 25% a un 30% de los
secretadas por las vesículas seminales que tienen una hombres tendrán una biopsia positiva con un nivel de
función importante en la gelificación de la eyaculación: PSA elevado (mayor de 4 ng/ml), mientras que la
la seminogenila y la fibronectina. mayoría de los hombres no tendrán cáncer. Hay una
coincidencia considerable de niveles de PSA entre
La secreción de PSA parece ser cuantitativamen- hombres con cáncer de próstata y hombres con
te equivalente en todas las zonas glandulares, recono- enfermedad benigna. Esta coincidencia de los niveles
ciéndose tres formas actuales de PSA en la circulación de PSA es más evidente en el rango de 4 a 10 ng/ml,
sistémica: la menor proporción de PSA sérico se siendo estos límites la zona gris del diagnóstico.
encuentra en forma libre; la mayoría del PSA sérico
está unido a la alfa-1-antiquimiotripsina; la tercera Existen varias situaciones que pueden provocar
forma de PSA sérico está unida a la alfa-2-macroglo- un aumento transitorio del nivel sérico de PSA ade-
bulina, no pudiéndose identificar este complejo en los más de las enfermedades prostáticas; por ejemplo, dis-
tests comerciales de PSA disponibles. minuye tras un largo período de reposo en cama y
aumenta con la cistoscopia, biopsia prostática, masaje
La vida media del PSA es de 2,6 días, siendo prostático vigoroso y con la ecografía transrectal. El
menor en el PSA libre por su rápida aclaración, pro- tacto rectal aislado no parece tener ningún efecto sig-
bablemente por filtración glomerular, que en el PSA nificativo en el nivel de PSA.

sección I. Semiología urológica 45


Libro del Residente de Urología

La aplicación del PSA con mayor potencial está en - La velocidad de PSA reconoce el hecho de que la
el screening y la detección temprana del cáncer de variación del PSA a lo largo del tiempo puede ser
próstata. El uso del PSA para la detección temprana mayor en hombres con cáncer de próstata que en
no sólo identifica un número significativo de cánceres aquellos sin cáncer.
de próstata, sino que los cánceres tienden a encon-
trarse en un estadio en el que son curables, es decir, - Las isoformas del PSA se pueden utilizar para
una alta proporción están confinados a la próstata. establecer la razón de PSA libre: total, que puede
distinguir a los hombres con cáncer de próstata de
El rendimiento del PSA en la detección temprana aquellos con histología benigna.
en cohortes de screening ha conducido a las reco-
mendaciones propuestas por la American Cancer Puntos de corte específicos por edad
Society y la American Urological Association, que reco-
miendan llevar a cabo el tacto rectal y la determina- Se basan en el aumento de los niveles de PSA con
ción de PSA sérico de forma anual en hombres mayo- la edad, así como en el aumento de la incidencia de
res de 50 años; en los grupos de alto riesgo se debe- cáncer de próstata con la edad. Un punto más bajo de
ría empezar a los 40 años. Sin embargo estos progra- PSA en hombres más jóvenes aumentará la sensibili-
mas de screening no parecen tener repercusión en la dad, mientras que seleccionar un punto de corte más
mortalidad por cáncer de próstata, lo que pone en alto en hombres mayores aumentará la especificidad.
controversia la realización o no del screening. Al elevar el punto de PSA en hombres mayores, se
aumentaría la especificidad, pero tendrá un efecto
En Europa, no se realiza ni se recomienda el negativo en la tasa de detección global (1, 2, 3).
screening, sino el diagnóstico precoz, asi, se realizan
los análisis de PSA séricos en pacientes que comien- Densidad de PSA
zan con síntomas de obstrucción del flujo urinario.
El uso de la densidad de PSA se justifica porque se
A pesar del buen rendimiento del PSA, continúan sugiere que el nivel sérico de PSA es aproximadamen-
los intentos de mejorar aún más su rendimiento te proporcional al volumen de la hipertrofia benigna
como marcador tumoral. Existen dos motivos para prostática. Por la tanto, la normalización del nivel sérico
explicar esto: de PSA al volumen de la próstata puede ajustar el efec-
to de esta enfermedad benigna. La densidad de PSA es
- Aproximadamente el 25% de los pacientes diag- el cociente que resulta de dividir el nivel sérico de PSA
nosticados de cáncer de próstata tienen un nivel entre el volumen prostático, que generalmente se esti-
de PSA normal (menor de 4 ng/ml). ma bajo ecografía transrectal. Se consideran niveles de
densidad elevados por encima de 0.15 (4, 5, 6).
- Se demostrará una histología benigna mediante
biopsia guiada por ecografía en aproximadamente Velocidad de PSA
el 66% de los hombres con un nivel de PSA anor-
mal (mayor de 4 ng/ml). El nivel de PSA debería aumentar con un ritmo
mayor en los hombres con cáncer de próstata que en
Se han usado ampliamente varios abordajes para los hombres sin cáncer (7). Se considera una velocidad
mejorar el rendimiento del PSA: alta cuando es >1ng/año. Existen problemas potencia-
les en el uso de la velocidad del PSA para mejorar el
- Los puntos de corte de PSA específicos de edad, rendimiento:
que se usan para tener en cuenta que los niveles
de PSA aumentan gradualmente con la edad. - El intervalo óptimo entre las mediciones de PSA
no se ha definido.
- La densidad de PSA ajusta el PSA sérico al volu-
men prostático, dado que una próstata más gran- - La variación biológica es una preocupación impor-
de se puede asociar con un nivel de PSA más alto. tante, dado que el nivel de PSA puede cambiar

46 sección I. Semiología urológica


3. Diagnóstico de laboratorio en urología

por varios motivos además del desarrollo del cán- El desarrollo de los tests de PSA libre/total fue
cer de próstata. una aproximación a lo que se deseaba; La cuantifica-
ción del PSA ligado a antiquimiotripsina, que se da en
Isoformas del PSA mayor proporción en hombres con cáncer.

La tasa del PSA libre/total es menor en hombres Monitorización


con cáncer de próstata. El test parece valioso a la hora
de ayudar y seleccionar qué pacientes con un PSA Otro importante uso del PSA es la monitoriza-
ligeramente elevado no necesitan ser sometidos a ción de los pacientes tras el tratamiento.
biopsia (8, 9).
Un nivel de PSA superior a 0,2-0,4 ng/ml en hom-
El problema más importante es determinar los bres que han sido sometidos a una prostatectomía
candidatos más apropiados para la determinación del radical es considerado como progresión bioquímica y
PSA libre. ¿Se debería considerar a todos los hom- conlleva actitudes terapéuticas. Igual sucede, con dis-
bres que se evalúan en busca de cáncer de próstata tintos criterios, cuando se eleva el PSA tras el trata-
o sería más apropiado restringir la selección a los miento con radioterapia prostatica o tratamiento hor-
hombres con un nivel de PSA de 4-10 ng/ml en los monal, siendo casi invariablemente un dato de fracaso
que un número significativo de hombres tendrán del tratamiento.
biopsias negativas de malignidad? Nosotros, basados
en la literatura revisada, creemos que si, que estos
pacientes con PSA entre 4 y 10 ng/ml serian los can- DIAGNÓSTICO DE
didatos a realizar esta isoforma y hallar el cociente,
para biopsiar aquellos con un cociente inferor al 20- LABORATORIO EN LOS
25% (aunque cada centro, deberia revisar su estadis- TUMORES TESTICULARES
tica y determinar su punto de corte). En próstatas
pequeñas, de < 20 gm, el cociente sospechoso seria Existen diversos marcadores tumorales que con-
inferior a 17%. tribuyen al diagnóstico y estadiaje del cáncer testicu-
lar, siendo además importantes factores pronósticos.
Con un PSA mayor de 10 ng/ml se encontrará Los de mayor utilidad clínica y de determinación obli-
cáncer en más del 50% de los casos, y es dudoso si se gatoria según la Guía de Práctica Clínica Europea son:
debiese mejorar la especificidad a riesgo de disminuir
la sensibilidad significativamente. a) La alfa-fetoproteína.

Otra posibilidad interesante es el uso del PSA b) La beta-gonadotropina coriónica humana (β-HCG)
libre/total en hombres con un nivel de PSA menor de
4 ng/ml, dado que se están detectando cánceres en un c) La lactato-deshidrogenasa (LDH)
número creciente de hombres en este rango. Aunque
la mayoría de hombres con un PSA menor de 4 ng/ml La alfa-fetoproteína
no tendrá carcinoma clínicamente detectable, la eva-
luación de pacientes con una indicación de biopsia, La AFP es una glicoproteína de origen fetal, sinte-
quizás una anomalía en el tacto rectal o una velocidad tizada por el saco vitelino, el hígado y el intestino del
de PSA elevada, puede verse ayudada por la medición feto, hallándose en alta concentración en el líquido
del porcentaje de PSA libre (10). amniótico y el suero fetal. Tras el primer año de vida
sus niveles se hacen indetectables en suero. El límite
Las discrepancias significativas entre los diferentes superior de la normalidad en adultos es de 10 ug/L. En
tests y la ausencia de un standard internacional de el adulto existen algunos procesos benignos en los
PSA libre y total, significan que es altamente probable que se elevan la AFP sérica como son durante el
que cada fabricante tenga que determinar la razón de embarazo, hepatopatías en las que se producen rege-
corte óptima para su test individual. neración hepática (hepatitis, cirrosis, absceso hepáti-

sección I. Semiología urológica 47


Libro del Residente de Urología

co) existiendo también una conocida persistencia indetectables para hablar de la misma, y por el con-
familiar de AFP y algunas enfermedades congénitas del trario la elevación sérica de AFP será sinónimo de
neonato en las que la AFP sigue elevada. Dentro de la progresión tumoral o de recidiva si previamente se
patología oncológica, el hepatocarcinoma y los tumo- había negativizado (12).
res germinales no seminomatosos son los que produ-
cen una mayor elevación de la AFP. Como excepción hemos de recordar que algunas
enfermedades hepáticas pueden cursar con cifras
La vida media sérica es de 5-7 días. La presencia moderadamente elevadas de AFP y que pueden
de AFP en el paciente con un tumor testicular se aso- deberse a diferentes etiologías como toxicidad hepá-
cia con diferenciación del seno endodérmico, funda- tica por la anestesia, por antiepilépticos, por alcoholis-
mentalmente con la variedad del endodermo visceral, mo y por infección viral, descendiendo la AFP lenta-
por lo que es incompatible con el diagnóstico de mente cuando desaparece el agente causante de la
seminoma puro, y aunque la histología muestre en el hepatotoxicidad.
testículo un seminoma el paciente debe considerarse
portador de un tumor germinal no seminomatoso (11). La beta-gonadotropina coriónica
humana (β-HCG)
En los tumores germinales no seminomatosos, en
el 80-90% de los casos puede estar elevado uno o los La β-HCG es una hormona glicoproteica de
dos marcadores oncofetales (AFP y b-HCG), siendo estructura cuaternaria con dos subunidades diferen-
su cuantificación importante pues tendrá significación tes: las cadenas alfa y beta. La subunidad alfa es prác-
pronóstica. ticamente igual que la subunidad alfa de las hormonas
pituitarias LH, FSH y TSH con lo que pueden interfe-
Su determinación precirugía es obligatoria, siendo rir en las determinaciones analíticas, mientras que la
su detección compatible con tumor germinal no semi- subunidad beta es totalmente diferentes entre ellas
nomatoso, siendo negativo en el seminoma puro y por lo que es ésta la que se determina para conocer
otras tumoraciones testiculares no germinales como los niveles séricos de esta hormona.
el tumor de Leydig, el tumor de células de Sertoli, el
linfoma, etc… La β-HCG es producida por la placenta, por lo
que está elevada durante el embarazo, siendo su vida
El papel como marcador de extensión tumoral se media en suero de 18-36 horas. El límite superior de
ha ido reduciendo conforme han mejorado las técni- la normalidad para la HCG es de 2 UI/L.
cas de diagnóstico por imagen, si bien sigue siendo útil
en el grupo de pacientes que tras la orquiectomía A diferencia de la AFP, son escasos los procesos
siguen con la AFP elevada y con el resto de explora- benignos productores de β-HCG, como son la cirro-
ciones negativas; esto, que suele suceder en el 10-15% sis hepática, el ulcus gastroduodenal, la enfermedad
de los casos, nos indica la presencia de enfermedad inflamatoria gastrointestinal y en los sujetos con adic-
subclínica. ción a la marihuana.

Por tanto, la determinación de AFP tras la También puede estar elevada en procesos onco-
orquiectomía es obligatoria ya que pasados 7 días de lógicos como el carcinoma indiferenciado de vejiga,
ésta, su nivel sérico debe ser indetectable, de lo con- páncreas, pulmón, mama y gástrico (13).
trario se considerará que el paciente tiene un tumor
residual. La β-HCG está producida por el sincitiotrofoblas-
to gigante multinucleado, presente en el coriocarcino-
Su utilidad para la monitorización de la respuesta ma. Ninguna de las variedades del tumor del seno
terapéutica es igualmente muy fidedigna, de forma endodérmico puede producir β-HCG.
que el descenso del mismo supone reducción tumo-
ral, su desaparición puede suponer la curación aunque La β-HCG también es producida por los tumores
se precise un seguimiento prolongado con niveles germinales seminomatosos; se ha observado que alre-

48 sección I. Semiología urológica


3. Diagnóstico de laboratorio en urología

dedor del 15% de los seminomas puros pueden pro- muy elevados de LDH se asocian con mal pronósti-
ducir b-HCG debido a la presencia ocasional de sinci- co en los pacientes con un tumor germinal no semi-
tiotrofoblasto en éstos, sin que ello implique la pre- nomatoso (15, 16). Sin embargo, su negatividad no exclu-
sencia de componente no seminomatoso ni suponga ye la presencia de tumor germinal, y que tras la
una variación en el pronóstico del seminoma que lo orquiectomía u otros tratamientos posteriores, su
produce (14). normalización no significa necesariamente la ausencia
de tumor.
Los tumores germinales no seminomatosos tie-
nen elevación de la β-HCG en el 80-90% de los casos. Los valores de referencia son de 240-480UI/L.

Su determinación es obligatoria antes y después


de la orquiectomía. Antes de la misma su valor es pro-
nóstico (en función del valor sérico) y diagnóstico del
DIAGNÓSTICO
tumor testicular, aunque no permite diferenciar entre MICROBIOLÓGICO DE LA
tumor germinal seminomatoso o no seminomatoso. INFECCIÓN DEL TRACTO
Tras la orquiectomía se debe determinar su nivel séri-
co para evaluar la desaparición total o su persistencia, URINARIO
la cual indicará la presencia de tumor residual clínico
o subclínico. Por tanto, tiene repercusiones en la acti- Piuria y examen
tud terapéutica a seguir, debiendo recibir tratamiento del sedimento urinario
aquel paciente con marcadores tumorales detectables
postorquiectomía, aunque sean éstos los únicos indi- El límite normal de excreción de leucocitos en
cadores de enfermedad tumoral. orina se considera 400.000 por hora lo que equivale
a 10 leucocitos /mmc. Piuria es el aumento de leuco-
Al igual que sucedía con la AFP, cuando está ele- citos en orina (piocitos) e indica inflamación del trac-
vada la β-HCG tras la orquiectomía, es un marcador to urinario, que muchas veces es causada por ITU.
muy fidedigno de respuesta al tratamiento que apli-
quemos pudiendo indicar la curación de la enferme- Los leucocitos en orina se determinan por méto-
dad, recidiva y/o progresión de la misma (12). dos cuantitativos (recuento en cámara) o de forma
aproximada por examen al microscopio del sedimen-
La lactato-deshidrogenasa (LDH) to urinario (en general obtenido a partir de 10 ml de
orina centrifugada unos minutos) y en este caso se
La LDH es una enzima del metabolismo glucolíti- expresan como número de leucocitos por campo. La
co consistente en cinco isoformas (cada una de ellas equivalencia es aproximadamente de X10 es decir
con cuatro subunidades). La isoenzima LDH-I es la 1 leucocito por campo equivale a unos 10 leucoci-
hallada más frecuentemente en los tumores germina- tos/ mmc, pero no debe olvidarse que el examen
les de testículo. microscópico del sedimento urinario es una técni-
ca poco reproducible. Se ha usado la cifra de 3 o
Es una enzima celular que se ha utilizado durante más leucocitos por campo para definir la piuria (30
muchos años como marcadores de tumores testicula- o más leucocitos/mmc).
res, especialmente de los tumores germinales semino-
matosos en los que se encuentra elevada hasta en un La piuria en general es criterio diagnóstico de ITU (17),
70% de los casos. Sin embargo su falta de especifici- aunque son frecuentes (hasta el 60% de casos) los
dad hizo que su uso en la práctica clínica fuese cada casos en que existe piuria en ausencia de ITU en una
vez menos extendido en comparación con la amplia muestra obtenida por micción limpia. Pero la existen-
utilización de los dos marcadores previos. cia de ITU en ausencia de piuria es poco frecuente.

Es útil como marcador pronóstico, pues su con- La cifra de leucocitos en orina sugestiva de ITU no
centración es proporcional al volumen tumoral. Niveles está bien definida. En la mayoría de los pacientes con

sección I. Semiología urológica 49


Libro del Residente de Urología

ITU la piuria es superior a 100 leucocitos/ mmc, lo 2) La presencia de cilindros leucocitarios indica infec-
que equivale a 10 leucocitos por campo. ción que afecta al tejido renal (pielonefritis).

En el hombre joven la relación entre piuria e ITU 3) La presencia de células epiteliales, pelos, elemen-
es pobre siendo en general en el varón asintomático tos fecales e incluso huevos de oxiuros indican
la piuria un mal indicador de ITU. contaminación de la muestra en el proceso de
recogida.
En el recién nacido y en niño es difícil valorar el
significado de la piuria con relación a una posible ITU. El urocultivo
Muchos recién nacidos sin ITU tienen mas de 10 leu-
cocitos/mm3, mientras que el 30% de los con ITU no En el cultivo de orina se cuantifica el número de
presentan piuria y sólo un 57 % de niños con bacte- bacterias presentes, que suele expresarse como uni-
riuria presentan piuria. dades formadoras de colonias (UFC) por ml, una UFC
representa una bacteria. El termino UFC proviene de
Actualmente se dispone de tiras reactivas que que el urocultivo suele hacerse sembrando una canti-
detectan la presencia en orina de esterasa leucocita- dad de orina (1 ó 10 microlitros) en una placa de cul-
ria, una enzima presente en los leucocitos (17). Un resul- tivo y observando la aparición de colonias bacterianas
tado positivo indica presencia de 10 o más leucocitos/ visibles a simple vista. Cada una de estas colonias se
mmc. Esta técnica es capaz de detectar leucocitos lisa- considera que procede de una bacteria viva.
dos (p.ej. por defectuosa conservación de la orina)
pero puede dar falsos negativos en presencia de altas El urocultivo debe permitir cuantificar el número
cantidades de vitamina C. de bacterias entre 1.000 y más de 100.000 UFC/ml y
obtener colonias aisladas para comprobar si el cultivo
A veces la piuria no se acompaña de bacteriuria es polimicrobiano y realizar antibiograma si es nece-
(piuria estéril) y puede ser debida a ITU causadas sario. La técnica más habitual es la siembra con asa
por microorganismos no detectados por la técnicas calibrada. Esta técnica es fácil y rápida y permite depo-
habituales de urocultivo (micobacterias, hongos, sitar sobre la superficie del medio de cultivo un volu-
Chlamydia, etc.) o a inflamación del TU de causa no men determinado de orina (0,001 ml o 0,01 ml), de
infecciosa (tumores, tóxicos, etc.). En las ITU puede forma que cada colonia en el medio (después de incu-
mantenerse piuria unos días, después de iniciar el bar) equivale a 1000 (asa de 0,001 ml) o a 100
tratamiento antibiótico, sin que ello signifique fraca- UFC/ml (asa de 0,01 ml).
so terapéutico. Aunque en algunas ITU existe pre-
sencia de hematíes en la orina (cistitis hemorrágica) Para el urocultivo se recomienda el empleo de
la presencia de hematuria suele ser indicativa de dos medios (18), uno selectivo (p.ej. MacConkey) que
otras patologías como cálculos, tumores, glomerulo- permita el crecimiento de Enterobacteriaceae, bacilos
nefritis, etc… gram negativos no fermentadores y Enterococos y
otro enriquecido (agar sangre). En muchos laborato-
En el estudio microscópico de la orina pueden rios se utiliza el CLED (cistina lactosa electrolito defi-
observarse otros elementos de interés:
Figura 1. Desarrollo de colonias de Escherichia coli y
1) La observación de bacterias en una orina adecua- Enterococcus fecales en el medio cromogénico MPO.
damente obtenida y conservada (en fresco o pre-
via tinción) denota la presencia de bacteriuria, más
de 100.000 UFC/ml. Pero se debe ser cauto en su
interpretación pues muchas veces el examen de la
orina se realiza sobre muestras no obtenidas con
garantía y que se han conservado horas a tempe-
ratura ambiente, lo que asegura un resultado
erróneo.

50 sección I. Semiología urológica


3. Diagnóstico de laboratorio en urología

Tabla 1. Criterios de interpretación del resultado del urocultivo.

Tipo de Resultado significativo Resultado


muestra Datos
(UFC/ml de una bacteria probablemente
y paciente adicionales
uropatógena) no significativo

Micción media, Más de 100. Mayor cantidad de bacterias Si se encuentran varias


Mujer con cistitis (Habitualmente más de 100.000) contaminantes que del especies bacterianas
de un uropatógeno uropatógeno se recomienda repetir
Piuria

Micción media, Más de 100.000 Mayor cantidad de bacterias Presencia de cilindros


Mujer con Piuria contaminantes que del leucocitarios
pielonefritis uropatógeno

Micción media Más de 100.000 Menos de 1.000 UFC/ml Repetir urocultivo en


Mujer Ausencia de piuria o caso de resultado no
Bacteriuria Varios uropatógenos o concluyente
asintomática Mayor cantidad de
bacterias contaminantes
que del uropatógeno

Micción media Más de 1.000 Menos de 1.000 UFC/ml Presencia de cilindros


Hombre con ITU Piuria o Mayor cantidad de leucocitarios en
bacterias contaminantes pielonefritis
que del uropatógeno

Micción media Más de 1.000 Menos de 1.000 UFC/ml Presencia de cilindros


Hombre con ITU Piuria o leucocitarios.
Sospecha pielonefritis Mayor cantidad de En el gram del
bacterias contaminantes sedimento pueden
que del uropatógeno verse uropatógenos
Hemocultivos pueden
ser positivos

Orina obtenida por Más de 10.000 Tres o más uropatógenos Repetir el cultivo si
cateterización 1 ó 2 uropatógenos o mayor cantidad de resultados no
Paciente bacterias contaminantes demostrativos
asintomático que del uropatógeno

Orina obtenida por 100 Menos de 100 UFC/ml


cateterización Piuria Ausencia de piuria
Paciente con
síntomas

Paciente con catéter 1.000 Paciente sin síntomas No realizar urocultivo


permanente Puede haber varios tipos de si el paciente no tiene
bacterias síntomas

ciente) que es un medio no selectivo que permite el Se han desarrollado medios de cultivo cromogé-
crecimiento de casi todos los uropatógenos y permi- nicos que permiten la identificación directa de uropa-
te distinguir aquellos que fermentan la lactosa tógenos sin necesidad de pruebas adicionales usando
(Escherichia coli, Klebsiella) de los que no la fermentan cromógenos que colorean específicamente las colo-
(Proteus) y de los enterococos. nias (19) (Figura 1).

sección I. Semiología urológica 51


Libro del Residente de Urología

Los cultivos deben incubarse durante 18-24 h en interpretación de los resultados del urocultivo en fun-
aerobiosis a 37 ºC y aunque los negativos pueden ción del número del resultado del cultivo cuantitativo,
desecharse tras la primera lectura, ante diagnósticos tipo de muestra y situación clínica (18).
específicos (microorganismos de lento crecimiento,
sospecha de patógenos inusuales) la incubación debe Para evitar interpretaciones erróneas, el informe
prolongarse 24-48 h más. de un urocultivo debe indicar el límite de detección
de la técnica empleada, y el resultado “Cultivo negati-
Interpretación del urocultivo vo” ha de completarse señalando a continuación,
La interpretación del cultivo de orina debe reali- menos de 1.000 UFC/ml o menos de 100 UFC/ml.
zarse de forma individualiza y en relación con la clíni-
ca. Un criterio numérico único no puede aplicarse por Diagnóstico de localización
igual a todos los casos. Cuando se evalúa el resultado Aunque el pronóstico depende más de la presencia
de un urocultivo ha de tenerse en cuenta, tipo de de factores de riesgo (ITU complicada o no complica-
muestra (micción media, cateterización, etc.), edad y da) que de su localización (alta o baja) se han desarro-
sexo del paciente, número y tipo de microorganismos llado procedimientos para intentar delimitar la localiza-
presentes, si existen varios tipos de microorganismos ción vesical (cistitis) o renal (pielonefritis) de las ITU (17):
y si existe piuria (18).
1) Cuadro clínico y respuesta a la terapéutica. Las
La mayoría de las ITU son causadas por un solo ITU altas (pielonefritis) suelen presentar fiebre y
microorganismo y el aislamiento de dos o más micro- dolor lumbar y suelen recidivar al cabo de unos
organismos puede representar contaminación o rara- días de administrar una pauta de tratamiento cor-
mente infección polimicrobiana (más frecuente en ta (1 a 3 días).
pacientes con ITU complicadas, asociadas con obs-
trucción, abscesos renales o catéteres permanentes 2) Detección de anticuerpos unidos a bacterias. Se
de larga duración). basa en que en la orina de pacientes con pielone-
fritis se encuentran bacterias recubiertas de anti-
También es posible que al laboratorio lleguen cuerpos, que no aparecen en la cistitis. Para la obser-
muestras procedentes de pacientes con ITU pero ade- vación de estas bacterias se recurre a una técnica de
más contaminadas, donde existan junto con el/los uro- inmunofluorescencia indirecta a partir de las bacte-
patógenos más de 100.000 colonias de varios tipos de rias obtenidas del sedimento de la orina del pacien-
bacterias. En este caso la interpretación es casi imposi- te. Hoy se considera que esta prueba carece de
ble y sobre todo en presencia de piuria o sospecha de sensibilidad y especificidad para su utilización clínica.
bacteriuria asintomática se debe repetir el urocultivo.
Figura 2. Examen microscópico del sedimento en
En caso de muestras con recuentos entre 10.000
fresco. Pielonefritis aguda. Abundantes leucocitos y
y 100.000 UFC/ml o ante cultivos polimicrobianos
cilindro leucocitario.
debe realizarse un segundo cultivo extremando las
precauciones de toma correcta de la muestra y envío
al laboratorio. La presencia de más de una especie de
bacteria, así como la presencia de bacterias que nor-
malmente no causan ITU (difteroides, lactobacilos etc.)
en general, indica contaminación.

El resultado de un urocultivo aunque es fácil en la


mayoría de los casos puede prestarse a diferentes
interpretaciones en situaciones especiales (pacientes
cateterizados, síndrome uretral, etc.) y se han pro-
puesto algoritmos que cubren la mayoría de las situa-
ciones posibles. En la Tabla 1 se muestran criterios de

52 sección I. Semiología urológica


3. Diagnóstico de laboratorio en urología

3) Otros métodos como el método del lavado vesical BIBLIOGRAFÍA


o la cateterización ureteral se basan en cultivar
orina obtenidas por cateterismo después de efec- 1. Richie JP, Catalona WJ, Ahmann FR et al. Effect of
tuar lavado vesical con antisépticos o en cultivar patient age on early detection of prostate cancer
orina renal obtenida por cateterización selectiva with serum PSA and DRE. Urology 1993;42:365.
de los uréteres, pero son procedimientos especia-
lizados que no suelen usarse en la práctica. 2. Oesterling JE, Jacobsen SJ, Chute CG et al. Serum
PSA in a community-based population of healthy
La presencia de cilindros leucocitarios (Figura 2) y men. JAMA 1993a;270:860-4.
bacterianos en el sedimento es característica de afec- 3. Dalkin BL, Ahmann FR, Koop JB, PSA levels in men
tación del tejido renal, pero no ocurre en todos los
older than 50 years without clinical evidence of
casos (20), asimismo la bacteriemia es frecuente en
prostatic carcinoma. J Urol 1993;150:1837-9.
pacientes con pielonefritis y debe realizarse hemocul-
tivo a todos los pacientes hospitalizados con sospecha 4. Benson MC,Whang IS, Pantuck A et al. Prostate spe-
de ITU y fiebre. cific antigen density: A means of distinguishing benign
prostatic hypertrophy and prostate cancer. J Urol
Otras pruebas de detección 1992b;147:815-16.
de bacteriuria
5. Bazinet M, Meshref AW, Trudel C et al. Prospective
evaluation of prostate specific antigen density and
Existen pruebas indirectas que pueden llevar al
systematic biopsies for early detection of prostatic
diagnóstico presuntivo de ITU y permitir una rápida
carcinoma. Urology 1994;43:44-51.
instauración del tratamiento y que también pueden uti-
lizarse como cribado en el laboratorio o por el clínico 6. Rommel FM, Augusta VE, Breslin JA et al.The use of
para seleccionar las muestras que se deben cultivar. PSA and PSAD in the diagnosis of prostate cancer in
a community based urology practice. J Urol
1) La detección de nitritos en orina (procedentes de 1994;151:88-93.
la reducción de nitratos por muchas bacterias
gram negativas) indica presencia de bacterias en la 7. Carter HB, Pearson JD, Metter EJ. Longitudinal eva-
orina, pero si es negativa no excluye totalmente luation of prostate specific antigen levels in men with
ITU pues hay falsos negativos si la concentración and without prostate disease. JAMA 1992b;267:
de nitratos en orina es baja el microorganismo no 2215-20.
reduce los nitratos (gram positivos, levaduras). Esta 8. Lilja H, Bjork T, Abrahamsson U et al. Improved sepa-
prueba se asocia con la detección de leucocitos en ration between normals, BPH and carcinoma of the
tiras reactivas (tiras LN que se usan en muchos prostate by measuring free, complexed and total
casos como cribado para decidir si efectuar o no concentrations of PSA. J Urol 1994;151:400A.
urocultivo pero hay que conocer sus limitaciones,
pues no detectarán las ITU que cursan con bajo 9. Stenman U, Leinonen J, Alfthan H et al. A complex
número de bacterias y sin leucocitos) (18). between PSA and an alfa1-antichymotrypsin is the
major form of PSA in serum of patients with pros-
2) Detección del ATP bacteriano por bioluminiscen- tatic cancer: assay of the complex improves clinical
cia (previa eliminación del ATP de las células de sensitivity for cancer. Cancer Res 1991;51:222.
los pacientes, fundamentalmente leucocitos) que 10. Catalona WJ, Smith DS, Ornstein DK. Prostate can-
puedan existir en la muestra. Es una técnica sensi- cer detection in men with serum PSA concentra-
ble pero requiere varias horas de incubación, es
tions of 2.6 to 4.0 ng/ml and benign prostate exami-
cara y requiere instrumentación costosa (luminó-
nation: enhancement of specificity with free PSA
metro) (18).
measurements. JAMA 1997b;277:1445-51.
11. Javadpour N. Significance of elevated serum alphafe-
toprotein in seminoma. Cancer 1980;45-2016.

sección I. Semiología urológica 53


Libro del Residente de Urología

12. Germá JR, García X, Galán MC. Utilidad de los mar- 17. Kunin CM. Urinary Tract Infections. Detection
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oncology. Vogelzang, Scardino, Shipley, Coffey Eds.
Williams & Wilkins, Baltimore, 1996;968-980.

54 sección I. Semiología urológica


capítulo 4

Técnicas de imagen
en Urología

José María Arribas Rodríguez


Enrique Argüelles Arias
Álvaro Samaniego Torres

H. U.Virgen Macarena. Sevilla

Palabras clave: Diagnóstico. Imágenes. Radiología. Ecografía. Resonancia.


Índice capítulo 4

Técnicas de imagen
en Urología
Introducción ..................................................................................................................................................................... 59
Radiología ........................................................................................................................................................................... 59
Ecografía .............................................................................................................................................................................. 63
Tomografía axial computerizada ................................................................................................................. 69
Resonancia magnética............................................................................................................................................ 71
Imágenes por radionúclidos en Urología............................................................................................. 71
Tomografía por emisión de positrones (PET)................................................................................. 73
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 73
4.Técnicas de imagen en Urología

capítulo 4

Técnicas de imagen
en Urología
INTRODUCCIÓN Indicaciones
Se puede utilizar como primera exploración o
Las técnicas de imágenes en Urología, como en formando parte del urograma intravenoso.
otras especialidades, son de gran importancia a la
hora de llegar a un diagnóstico y decidir un trata- Como estudio primario se usa en el estudio de
miento para una determinada patología. los cólicos nefríticos para identificar imágenes radio-
pacas en el tracto urinario; para evaluar anomalías
No debemos olvidar, sin embargo, que aunque sir- espinales o de la pelvis ósea que nos pongan en evi-
ven de apoyo, en ningún caso sustituyen a una exhaus- dencia enfermedades neurológicas como una espina
tiva anamnesis, piedra angular del diagnóstico en bífida; y también para visualizar el aire en el tubo
Medicina, ni a la exploración física del paciente, sino digestivo, proporcionándonos información sobre la
que las complementa. correcta preparación intestinal preoperatoria o radio-
lógica, y para diagnosticar posibles íleos paralíticos u
En este capítulo intentaremos revisar las principa- obstrucciones intestinales.
les técnicas de imagen utilizadas en Urología. Nuestro
objetivo será que los médicos residentes comprendan Interpretación
la utilidad de dichas imágenes, sus indicaciones y su Es muy importante ser sistemático en la lectura
interpretación. de cualquier prueba de imagen, ya que esto evitará
que se nos pasen por alto anomalías que deberíamos
identificar.
RADIOLOGÍA Será necesario fijarse en el esqueleto de la región,
ver el contorno de los últimos arcos costales, vérte-
Radiografía simple de abdomen bras y pelvis ósea. Se pueden identificar fracturas,
metástasis, lesiones degenerativas, deformidades o
La radiografía simple del aparato urinario es la
enfermedades neurológicas.
prueba más sencilla en Radiología, habiendo sido reba-
sada por otras técnicas que pueden aportar más datos, Hay que observar el aire intestinal, mirar su distri-
pero sigue teniendo sus indicaciones y su utilidad. bución, su presencia en la ampolla rectal y la aparición
de niveles hidroaéreos. El rechazo de las asas intesti-
Debe abarcar desde los últimos arcos costales nales hacia un hipocondrio puede indicar la existencia
hasta el borde inferior de la sínfisis del pubis. de procesos expansivos retroperitoneales.
En ella se pueden visualizar el contorno del múscu- La presencia de gas en el tejido renal o perirrenal
lo psoas, hígado, riñones y vejiga. Del mismo modo nos orienta hacia una infección por anaerobios.
nos permite identificar masas, calcificaciones y seccio-
nes o desplazamientos de las estructuras normales. Partes blandas: Hay que mirar el contorno de los
También la existencia y disposición del aire en estó- órganos regionales y del músculo psoas, ya que la pér-
mago e intestino, la estructura ósea de las últimas cos- dida de su visión nos debe hacer sospechar de la exis-
tillas, las vértebras regionales y la pelvis ósea. tencia de procesos expansivos o infecciosos.

sección I. Semiología urológica 59


Libro del Residente de Urología

Calcificaciones: Siguiendo el teórico recorrido Para su realización es necesaria la utilización de


del sistema excretor (cálices, pelvis renal, uréteres, medios de contraste y la obtención de placas radio-
vejiga y uretra) podemos identificar imágenes radio- gráficas seriadas.
pacas. En estas imágenes debemos de hacer el diag-
nóstico diferencial entre cálculos y fundamentalmente Nos permite observar la vía urinaria en su totali-
flebolitos, cuyos bordes son mas redondeados y dad ya que distinguimos el límite del parénquima renal,
mejor definidos. También habría que distinguirlos de el sistema pielocalicial, ambos uréteres y la vejiga. Si se
calcificaciones arteriales, siendo éstas más lineales. realiza una placa miccional podemos visualizar incluso
la uretra.
Fuera del sistema excretor, las calcificaciones rena-
les pueden corresponderse con neoplasias, quistes Indicaciones
complicados, lesiones tuberculosas, hemangiomas e En la urolitiasis y en el cólico nefrítico, nos informa
incluso aneurismas calcificados de la arteria renal. sobre la localización de la litiasis, el grado de obstruc-
ción de la vía y la posible asociación con otras ano-
Urograma intravenoso malías como ureterocele (1), divertículos, etc.

El urograma intravenoso (Figura 1), hasta hace También es útil para la planificación de tratamien-
pocos años la prueba radiológica más importante y tos quirúrgicos, elección de técnica quirúrgica, vía de
de uso más frecuente en Urología, ha sido desplazada abordaje y para decidir la derivación urinaria que sea
por otras técnicas aunque sigue conservando su utili- necesaria.
dad en múltiples procesos, sola o asociada a otras
En la hematuria, nos enseña la anatomía del siste-
exploraciones.
ma excretor, así como los defectos de repleción, que
pueden ser sugerentes de litiasis o tumores.
Figura 1.
En traumatismos puede ser útil para obtener infor-
mación sobre la continuidad y la funcionalidad del sis-
tema urinario.

En las malformaciones, nos permite estudiar tanto


las morfológicas como las de posición a nivel de todo
el aparato urinario.

Interpretación
La urografía intravenosa nos proporciona tanto
datos anatómicos como funcionales del aparato urinario.

Los medios de contraste usados son compuestos


radiopacos derivados del yodo. Estos compuestos pueden
ser hipertónicos (más económicos pero con más efectos
secundarios) o agentes no iónicos de baja osmolaridad
(más caros pero con menos efectos secundarios)(2).

Efectos adversos
Su incidencia es baja, aunque a veces con resulta-
dos fatales. Pueden ser:

Quimiotóxicos: Son dosis-dependientes. Se produ-


cen como consecuencia del efecto directo de la sus-
tancia de contraste sobre el órgano diana.

60 sección I. Semiología urológica


4.Técnicas de imagen en Urología

Anafilactoides o idiosincrásicos: Simulan una reac- de llenado en cálices pelvis y uréteres. (Figura 1),
ción anafiláctica pero no están mediados por inmuno- radiografía oblicua para clarificar imágenes dudosas, y
globulinas. No son dosis-dependientes. una placa tardía a los 20 minutos para identificar
mejor y evaluar las obstrucciones urinarias y los retra-
Como efecto quimiotóxico típico nos encontra- sos en la captación de contraste por defectos funcio-
mos con la insuficiencia renal aguda por sustancias de nales. Incluso se pueden realizar, si fuera preciso, pla-
contraste. Se define como un aumento sérico de crea- cas muy retardadas a los 60 y 120 minutos.
tinina de 0,5 a 1 mg/dl, o una disminución del 25% al
50% de IFG(3). Mayoritariamente son no oligúricas, El cistograma permite estudiar la vejiga, su con-
alcanzando su pico máximo en 3-5 días. Si se acom- torno, sus defectos de repleción y su contenido.
paña de oliguria, existe mayor riesgo de que evolucio-
ne a insuficiencia renal crónica. Por último, una placa postmiccional nos permite
evaluar el tracto de salida y el posible residuo vesical.
Los factores de riesgo para la nefrotoxicidad son
la insuficiencia renal previa, nefropatía diabética, insufi- Pielografía retrógrada
ciencia cardiaca congestiva, hiperuricemia, proteinuria,
mieloma múltiple, diabetes tratada con metformina (4) Consiste en opacificar los uréteres y el sistema
o la repetición en la administración de sustancias de pielocalicial con un medio de contraste.
contraste con un intervalo menor a 24-48 horas. Es
muy importante, por tanto, la correcta hidratación del Para esto es necesario, a través del cistoscopio,
paciente antes de realizar la prueba(5). cateterizar el uréter correspondiente e introducir el
contraste de forma retrógrada, efectuando las tomas
Las reacciones idiosincrásicas pueden ser: radiológicas de forma seriada, realizando previamente
una radiografía simple de control que nos permitirá
Leves: sabor metálico, acaloramiento, tos, urticaria
ver la buena colocación del catéter ureteral.También,
limitada. No requieren tratamiento.
en algunos casos, será necesario realizar una radiogra-
Moderadas: vómitos, urticaria, taquicardia, cefalea, fía tardía, tras retirar el catéter.
edema facial. Son efectos autolimitados que sólo requie-
ren tratamiento en algunas ocasiones. Siempre debe hacerse en condiciones de esterili-
dad, estando contraindicada en pacientes con orinas
Graves: hipotensión, broncoespasmo, edema pul- infectadas por el riesgo de provocar pielonefritis y
monar, edema laríngeo, pérdida de conciencia. bacteriemias.
Requieren tratamiento inmediato con sustancias vaso-
activas, broncodilatadores, corticoides, antihistamíni- Indicaciones
cos y aumento de la volemia. Estaría indicada en aquellos casos en los que con
la urografía intravenosa no se visualiza adecuadamen-
Preparación te el tracto urinario inferior; para visualizar mejor un
Exhaustiva historia clínica para identificar factores defecto hallado con la UIV y como prueba de imagen
de riesgo (insuficiencia renal previa, embarazo...), correc- a la hora de colocar catéteres y en la realización de
ta hidratación del paciente y preparación intestinal. litotricias o biopsias.También si la UIV está contraindi-
cada por reacciones adversas al contraste intravenoso.
Secuencia de realización
La radiografía simple de abdomen nos sirve de Complicaciones
reconocimiento previo a la inyección del contraste. Perforaciones ureterales al colocar el catéter. Se
A continuación se inyecta el contraste iodado por vía soluciona colocando un catéter doble jota o con
intravenosa. observación, dependiendo de la extensión del defecto.

Se realizan radiografías seriadas entre 5-15 minutos Infecciones. Siempre debe hacerse profilaxis anti-
para identificar distorsiones e irregularidades o defectos biótica previa.

sección I. Semiología urológica 61


Libro del Residente de Urología

Figura 2. Figura 3.

Reacciones a las sustancias de contraste usadas. te mediante un catéter suprapúbico que tuviera el
paciente colocado previamente.
Pielografía descendente
o anterógrada (Figura 2) Existen variantes:

Consiste en introducir contraste en el sistema Cistograma estático


excretor a través de un catéter de nefrostomía que el Se lleva a cabo el llenado de la vejiga con sustan-
paciente tuviera anteriormente colocado. cia de contraste por gravedad mediante una sonda de
Foley.
Con ello vamos a obtener imágenes similares a las
retrógradas, permitiéndonos apreciar toda la vía uri- Indicaciones
naria del lado correspondiente. - Medir el volumen vesical.

Uretrocistografía - Estudiar el contorno vesical, descartando diver-


tículos, fístulas, masas tumorales, litiasis.
Se trata de opacificar la uretra y la vejiga median-
te la inyección de contraste de forma retrógrada a - Comprobar la integridad vesical, descartando
través de una sonda Foley alojada en la fosa navicular extravasaciones postoperatorias, o por traumatis-
del pene.También se puede realizar anterógradamen- mos (6) y ver el grado de lesión vesical.

62 sección I. Semiología urológica


4.Técnicas de imagen en Urología

Uretrocistografía miccional (Figura 3) Embolización de los tumores renales inoperables


Se utiliza para evaluar la vejiga y la uretra posterior como tratamiento paliativo de sus complicaciones (dolor,
(uretra prostática y membranosa) durante la micción. hematuria, etc.), y en determinados traumatismos
renales.
Se procede a llenar la vejiga de forma retrógrada
con contraste radiopaco, se retira la sonda y se obtie- Trombolisis y colocación de tutores vasculares.
nen placas mientras el paciente micciona.
Planificación de cirugía
Indicaciones Para la evaluación de la anatomía renal y extra-
- Estudio de válvulas uretrales en niños. rrenal o para la localización de vasos polares renales.

- Evolución de uretras traumáticas estenóticas. Deferentovesiculografía


- Estudio de reflujos vesicoureterales Se utiliza en muy contadas ocasiones para el estu-
dio anatómico del conducto deferente y las vesículas
- Pacientes con disfunción miccional. seminales, generalmente para el diagnóstico de pro-
blemas obstructivos de dicha vía en casos de esterili-
Uretrografía retrógrada dad por azoospermia secretora.
Se opacifica la uretra para visualizar la uretra ante-
rior (membranosa y peneana). Se realiza introduciendo contraste radiológico en
el conducto deferente a través de una pequeña inci-
Indicaciones sión en escroto, y realizando placas que incluso pue-
- Traumatismos uretrales o pelvianos. den ser retardadas, para visualizar la permeabilidad de
dicha vía.
- Estenosis uretrales.
Cavernosografía
- Divertículos uretrales.
Consiste en inyectar contraste radiológico en los
- Fístulas uretrales. cuerpos cavernosos peneanos para el estudio de dis-
funciones eréctiles debidas a fugas venosas. Se suele
Angiografía asociar a cavernosometría dinámica, tras provocar erec-
ción con prostaglandina.
En la actualidad, la ecografía, la TAC y la RNM pro-
porcionan una información diagnóstica igual o mayor, Sólo está indicada en aquellos casos en que, exis-
con una menor morbilidad.
tiendo fuga venosa, se decide su corrección quirúrgica.
Se realiza mediante el cateterismo vascular a tra-
vés de la femoral, introduciendo contraste radiológico
a nivel de la aorta o selectivamente en las arterias ECOGRAFÍA
renales o supraselectivamente a nivel de cualquier
arteria intrarrenal. Renal
Su aplicación actual ha quedado reducida funda- Constituye el método inicial de estudio en nume-
mentalmente a: rosas patologías. Las indicaciones de la ecografía en el
sistema renal son múltiples, aunque las más importan-
Actitud intervencionista tes son:
Angioplastia de las estenosis de arteria renal, de la
estenosis arterial del riñón trasplantado, y en la de las - Anomalías congénitas.
arterias hipogástricas. - Uropatía obstructiva.

sección I. Semiología urológica 63


Libro del Residente de Urología

- Procesos inflamatorios. ecogenicidad que el resto de ella, contiene pirámides


- Insuficiencia renal. renales y suele medir menos de 3 cm. No obstante,
- Hematuria. en ocasiones resulta imposible su distinción, por lo
- Sospecha de masa renal. que debemos recurrir a otras pruebas de imagen(9).
- Traumatismo renal.
- Trasplante renal. La duplicación del sistema colector es la anomalía
- Técnicas intervencionistas diagnósticas y terapéu- congénita más frecuente de la vía urinaria. En la eco-
ticas. grafía se ven dos senos renales centrales ecogénicos
con un puente de parénquima separándolos, con fre-
Los riñones deben explorarse en los planos trans- cuencia uno de los sistemas caliciales, generalmente el
versal y coronal con el paciente en decúbito supino y, del polo superior, se observa dilatado.
cuando sea necesario, en decúbito lateral(7). En ocasio-
nes, es de gran ayuda pedir al paciente que realice una Uno de los motivos más frecuentes de petición
inspiración profunda, con lo que conseguimos despla- de un estudio ecográfico es saber si existe o no dila-
zar el riñón en dirección caudal y ubicar los riñones en tación del sistema pielocalicial. El grosor cortical renal
una ventana ultrasónica adecuada sin la perturbación tiene mayor valor pronóstico que el tamaño del saco
de las costillas ni el gas intestinal(8). hidronefrótico. La causa más frecuente de uropatía
obstructiva aguda es el cólico nefrítico. En la ecografía,
El uréter proximal se ve mejor utilizando el riñón los cálculos renales son focos hiperecogénicos con
como ventana acústica. Puede ser imposible ver todo sombra acústica posterior. Las entidades que simulan
el trayecto del uréter debido a la interposición de gas cálculos renales son el gas intrarrenal, las calcificacio-
intestinal sobre todo en su tercio medio. nes de la arteria renal, papilas desprendidas calcifica-
das y tumores de células transicionales calcificados.
El parénquima renal está constituido por la corte- Otras causas adquiridas de uropatía obstructiva son la
za y las pirámides medulares. Las pirámides medulares hipertrofia prostática benigna, los tumores, patología
renales son hipoecogénicas con respecto a la cortical inflamatoria (uretritis, prostatitis...), coágulos sanguí-
renal. Clásicamente se ha descrito la cortical renal neos, causas neurogénicas y papila desprendida. Entre
como hipoecogénica con respecto al hígado y al bazo. las causas congénitas destacamos las válvulas de ure-
En el seno renal están las ramas principales de la arte- tra posterior, la estenosis u obstrucción de la unión
ria renal, la vena renal y el sistema colector. El resto del pieloureteral, el reflujo vesicoureteral severo, la este-
seno renal está constituido por grasa, apreciándose nosis meatal y el ureterocele. La obstrucción uretero-
hiperecogénico con respecto a la corteza. En ancianos pélvica es una anomalía frecuente y predomina en
y personas obesas puede apreciarse un incremento varones. La mayoría de los adultos refieren dolor cró-
en el tejido graso del seno renal que puede configu- nico de espalda o en flanco. En la ecografía se aprecia
rar las denominadas seudomasas por fibrolipomatosis dilatación pielocalicial hasta el nivel de la obstrucción
del seno. En cambio, en pacientes delgados la escasa y el uréter tiene un calibre normal.
cantidad de grasa ofrece una pobre amplitud de ecos
del seno renal. Aproximadamente el 1% de los pacientes con uro-
patía obstructiva no va a presentar cálices dilatados en
La hipertrofia de una columna de Bertin (HCB) es las primeras horas de su instauración. Otras causas de
una variante normal que representa parénquima polar falsos negativos son la deshidratación y la enfermedad
no reabsorbido de uno o de los dos subriñones que parenquimatosa renal. Asimismo entre las causas de
se fusionan para formar el riñón normal. Son proyec- falsos positivos (dilatación sin obstrucción) destaca-
ciones de la corteza que se introducen en el interior mos la hiperhidratación y la vejiga urinaria muy dis-
del seno renal. En ocasiones es difícil diferenciar entre tendida. Es importante saber diferenciar entre verda-
una HCB y un pequeño tumor. La HCB suele locali- dera hidronefrosis y pelvis extrarrenal, quistes en el
zarse en la unión del polo superior y el medio, de seno renal, megacaliosis o divertículos caliciales, enti-
forma más frecuente en el riñón izquierdo, la porción dades que se presentan como imágenes quísticas o de
de corteza que se introduce en el seno tiene la misma baja ecogenicidad en el seno renal.

64 sección I. Semiología urológica


4.Técnicas de imagen en Urología

La pionefrosis es la presencia de pus en un sistema anecoico, forma redondeada y refuerzo acústico pos-
excretor dilatado, el patrón anecoico de la hidrone- terior; se origina en la corteza y dependiendo de su
frosis se convierte en un patrón complejo con la pre- tamaño podrá improntar en el seno renal. Todo quis-
sencia de detritus. te debe examinarse cuidadosamente con el fin de
detectar un aspecto atípico, en cuyo caso debemos
La necrosis tubular aguda (NTA) y la afectación pre- plantearnos la punción aspirativa o TC (10).
rrenal representan el 75% de todas las causas de insufi-
ciencia renal aguda. En la insuficiencia renal aguda pre- Los quistes parapiélicos son formaciones quísticas
rrenal los signos ecográficos no son demostrativos. En la benignas localizadas en el seno renal, en ocasiones difí-
insuficiencia renal por necrosis tubular aguda el patrón cilmente distinguibles de una pelvis dilatada, pero, a
ecográfico dependerá de la causa que lo origine. Los diferencia de ésta, los cálices no están dilatados.
túbulos pueden dañarse por isquemia o por tóxicos.
Cuando el origen es isquémico (hipotensión) el riñón En el diagnóstico diferencial de masas renales eco-
podrá tener una apariencia normal, pero si la causa es génicas debemos incluir entre otros: neoplasias, tumo-
nefrotóxica podemos observar riñones hiperecogéni- res benignos como el angiomiolipoma, hematomas,
cos aumentados de tamaño. En la insuficiencia renal cró- cicatriz de infarto, lipomatosis del seno renal y quiste
nica el tamaño renal suele estar disminuido y la corteza complicado.
tiene un aumento en su intensidad ecogénica. En esta-
dios finales existe escasa diferenciación corticomedular. Cuando la masa es hipoecoica debemos pensar
en metástasis, neoplasia, nefritis aguda focal, fase inicial
En la pielonefritis aguda, la ecografía es normal en de un absceso, infarto, y excepcionalmente tumores
la mayoría de las ocasiones. Entre las anomalías que benignos.
pueden encontrarse están:
El angiomiolipoma es un tumor benigno con alto
- Aumento del tamaño renal. contenido en grasa. Puede ser único o múltiple en la
esclerosis tuberosa. Se presenta como una masa hipe-
- Compresión del seno renal.
recogénica generalmente menor de 4 cm.
- Disminución de la ecogenicidad con pérdida de la
diferenciación corticomedular. El carcinoma de células renales es el tumor paren-
quimatoso renal maligno más frecuente (80-90%). El
- Cuando se trata de una pielonefritis focal puede patrón ecográfico de estas lesiones es variable y depen-
presentarse como una masa hipoecogénica por de del grado de vascularización que tengan. Los que
edema o hiperecogénica por hemorragia. son poco vascularizados se observan como masas
hipoecoicas sin refuerzo. Los muy vascularizados se
La ecografía es menos sensible que el TAC para presentan como una masa hiperecoica sin refuerzo. La
demostrar las alteraciones de la pielonefritis aguda, presencia de un halo anecoico periférico debido a la
pero es más accesible y menos costosa. seudocápsula y/o de áreas anecoicas en el interior de
una masa hiperecogénica sugiere el diagnóstico de car-
La mayoría de los abscesos renales tienen su ori- cinoma. A menudo los angiomiolipomas y los carcino-
gen en una pielonefritis o nefritis que evoluciona hacia mas renales de menos de 3 cm son indistinguibles.
la necrosis del parénquima. En el estudio ultrasono-
gráfico, el absceso renal se presenta como una masa El carcinoma de células transicionales representa el
anecoica de bordes bien delimitados que puede pre- 7-8% de los carcinomas renales. Cuando se localiza a
sentar ecos de mediana intensidad por detritus o nivel intrapélvico en la ecografía se aprecia una masa
hiperintensos por gas. pequeña hipoecogénica ocupando el sistema pieloca-
licial. La ecografía ayuda a distinguir entre litiasis (hiper-
El quiste renal es la masa renal más frecuente en ecogénica con sombra posterior), coágulo (hipereco-
los adultos. Un quiste renal simple es aquel que cum- génico sin sombra posterior) y tumor (masa sólida
ple los siguientes criterios: pared lisa y bien delimitada, hipoecogénica).

sección I. Semiología urológica 65


Libro del Residente de Urología

Vesical sematosa, y aunque la ecografía no es la prueba de elec-


ción, debe sospecharse cuando veamos focos ecogéni-
La vejiga se examina siempre llena, por lo que cos con reverberación en el seno de la pared vesical.
debemos informar al paciente que desde aproxima-
damente 3 horas antes de la ecografía beba al menos Los divertículos se caracterizan por ser estructuras
1 litro de agua y no orine antes del estudio. En los anecoicas llenas de líquido; a menudo podemos iden-
pacientes sondados, la sonda vesical debe clamparse tificar el cuello, lo que facilita su diagnóstico.
con cierta anticipación, pero si por cualquier motivo
no lo hicimos, debemos rellenar la vejiga con suero Las litiasis vesicales se ven como masas ecogénicas
fisiológico a través de la sonda hasta que mediante con- en la luz vesical que son móviles y tienen sombra pos-
trol ecográfico consideremos que es suficiente para su terior.
estudio.
En pacientes con hematuria es frecuente ver coá-
En el estudio de la vejiga se incluyen siempre el gulos de sangre como masas ecogénicas móviles en la
corte transversal suprapubiano y el corte longitudinal. luz vesical.
Su forma, tamaño y el grosor de su pared son varia-
bles dependiendo del grado de repleción vesical. En Prostática
estado de máximo llenado, en el corte transversal
adopta la forma de un rectángulo redondeado y en el Cuando la próstata se agranda es ecográficamente
corte sagital adquiere una forma más triangular. accesible por vía transabdominal, transvesical. Diversos
estudios han demostrado que la evaluación volumétri-
Ecográficamente la vejiga se ve como un saco de ca de la próstata con ecografía suprapúbica es exacta;
líquido anecoico. La vejiga sana no está siempre com- sin embargo, la utilidad del examen transvesical para
pletamente libre de ecos, pues es frecuente que apa- detectar tumores prostáticos está limitada porque la
rezcan artefactos de repetición. mayoría de los cánceres de próstata se producen en la
parte posterior y su pequeño tamaño dificulta su iden-
Ante la sospecha de trastornos de vaciamiento neu- tificación. Por ello, casi todo el interés actual en imagen
rogénico u obstrucción por hipertrofia prostática de la próstata se relaciona con técnicas transrectales
podrá determinarse después de la micción el volumen que permiten además la punción ecodirigida.
residual. Para ello deberá medirse en el corte transver-
sal el diámetro máximo, en el corte sagital el diámetro La interpretación de la ecografía transrectal (Figura 4)
craneocaudal y además en alguno de estos dos planos es prácticamente igual a la transabdominal; es decir,
el diámetro ventrodorsal. Los tres resultados se multi- estudiamos la imagen como si nos colocáramos a los
plican entre sí y luego por un factor 0,5, lo que deter- pies de un paciente en decúbito supino. Mirando hacia
minará el volumen de orina residual en mililitros. Se arriba, el recto está representado en el fondo de la pan-
considera trastorno de vaciado vesical a partir de 50 ml. talla, con el haz ultrasónico emitiendo desde dentro de
él. En las imágenes transversales la pared abdominal
Debemos sospechar un tumor vesical siempre que anterior está en la parte superior de la pantalla, y el
apreciemos un engrosamiento circunscrito de la pared, lado derecho del paciente en la parte izquierda de la
aunque el diagnóstico diferencial es amplio y en oca- imagen, y viceversa. En los cortes longitudinales, la
siones es imposible distinguir entre tumor y otras enti- pared anterior está localizada de nuevo en la parte
dades que se presentan de esta manera. Entre las cau- superior de la pantalla, la cabeza del paciente ahora está
sas de engrosamiento difuso de la pared destacamos en la parte izquierda de la imagen, los pies a la derecha.
la obstrucción del tracto de salida vesical (ej: HBP) y
cistitis (aunque la ecografía es normal en ésta en El aspecto ecográfico típico de la HBP varía y
muchas ocasiones). depende de los cambios histopatológicos. Puede
haber nódulos o un agrandamiento difuso en la zona
Es importante, en pacientes diabéticos con mal de transición, el tejido glandular periuretral o en
estado general, descartar la presencia de una cistitis enfi- ambos. El aspecto típico es el agrandamiento de la

66 sección I. Semiología urológica


4.Técnicas de imagen en Urología

Figura 4.

glándula interna que permanece hipoecogénica res- El carcinoma de próstata se desarrolla en el tejido
pecto a la zona periférica. Otras características eco- glandular (80% en glándula periférica y 20% en la zona
gráficas de la HBP incluyen las calcificaciones y los de transición). Puede tener distinta morfología depen-
nódulos redondeados hipoecogénicos. Estos nódulos diendo del tamaño y del aspecto del resto de la prós-
hipoecogénicos pueden simular carcinoma. tata. La mayoría son hipoecogénicos. Un número sig-
nificativo de casos son difíciles de diagnosticar debido
En la prostatitis aguda el papel de la ecografía a que son isoecogénicos y sólo pueden detectarse si
transrectal es limitado debido al intenso dolor. En se aprecian signos secundarios como la asimetría glan-
general, la glándula es hipoecogénicas, el doppler mos- dular, una protuberancia de la cápsula y áreas de ate-
trará áreas muy vascularizadas y la presencia de una nuación. Se han descrito casos en que aparece hiper-
masa anecogénica con o sin ecos sugiere la presencia ecogénico, pero esto es infrecuente. Cuando el cáncer
de un absceso. es difuso, la glándula no es homogénea, con pérdida
de definición de la anatomía zonal.
Los hallazgos que se pueden ver en la prostatitis
crónica incluyen masas focales de diferentes grados de Escrotal
ecogenicidad, calcificaciones en los conductos eyacula-
dores, engrosamiento capsular e irregularidad glandu- El paciente se examina en decúbito supino. Se uti-
lar periuretral. liza un transductor de 7,5 ó 10 MHz y se obtienen

sección I. Semiología urológica 67


Libro del Residente de Urología

imágenes en cortes sagitales y transversales de ambos testículo se une directamente a la pared escrotal. En
testículos. caso de que se observen tabiques y loculaciones
debemos sospechar un piocele o un hematocele(11).
Ecográficamente el epidídimo es isoecogénico o
ligeramente más ecogénico respecto al testículo. La La dilatación de las venas que drenan el testículo
cabeza se sitúa en el polo superior del testículo y mide o varicocele se manifiesta como estructuras anecogé-
entre 10 y 12 mm. El cuerpo normal mide menos de nicas serpinginosas de más de 2 mm de diámetro,
4 mm de diámetro. El apéndice testicular es un rema- adyacentes al polo superior del testículo y cabeza del
nente del conducto mülleriano y se localiza debajo de epidídimo, y debe diferenciarse del espermatocele tabi-
la cabeza del epidídimo, pudiéndose identificar como cado mediante ecografía doppler. El varicocele aumen-
una estructura separada cuando hay hidrocele. ta de tamaño después de la maniobra de valsalva y
mediante el eco-doppler podemos poner de mani-
El testículo normal tiene una ecoestructura homo- fiesto la incompetencia valvular venosa.
génea. El mediastino testicular (que constituye el so-
porte de los vasos y conductos testiculares) se puede El espermatocele y los quistes epididimarios pare-
ver en ocasiones como una banda lineal ecogénica cen idénticos en la ecografía, masas anecogénicas bien
que se extiende craneocaudalmente dentro del testí- circunscritas. El quiste contiene líquido seroso, mien-
culo. La rete testis se puede visualizar a veces como tras que los espermatoceles están llenos de esperma-
un área quística tabicada o hipoecogénica adyacente tozoides y sedimento. Su diferenciación no tiene reper-
a la cabeza del epidídimo. Se ha descrito también en cusión clínica.
un 10% de testículos normales una banda intratesti-
cular hipoecogénica en el tercio medio que puede La ecografía del escroto puede detectar masas
medir hasta 3 cm de longitud y que es de naturaleza intraescrotales con una sensibilidad cercana al 100% y
vascular. permite diferenciar entre patología intra y extratesti-
cular. Casi todas las masas intratesticulares deberían ser
Las indicaciones actuales de la ecografía testicular consideradas como malignas hasta que se demuestre
son: el escroto agudo incluyendo el traumatismo es- lo contrario. La mayoría de las neoplasias testiculares
crotal, la evaluación de masas escrotales y búsqueda son más hipoecogénicas que el parénquima testicular
de un tumor primario en pacientes con enfermedad normal; sin embargo, la hemorragia, los cambios gra-
metastásica, seguimiento de pacientes con leucemia o sos... pueden producir áreas de ecogenicidad aumen-
linfoma, sospecha y seguimiento de varicocele y la tada dentro del tumor.
localización de testículos no descendidos.
En la microlitiasis testicular debido a su asociación
Los testículos están rodeados por una cápsula con neoplasia está indicado el seguimiento por eco-
fibrosa, la túnica albugínea, que normalmente no se ve grafía y marcadores tumorales.
como una estructura separada. La túnica vaginal se
divide en dos capas, la interna o visceral, que recubre La epididimitis es la causa más frecuente de escro-
al testículo, epidídimo y parte inferior del cordón esper- to agudo en varones postpúberes. La ecografía mues-
mático, y la externa o parietal, que contornea las pare- tra un engrosamiento del epidídimo afectando sobre
des de la bolsa escrotal. Normalmente existe una todo a la cabeza, la ecogenicidad está disminuida y su
pequeña cantidad de líquido entre estas dos capas, en ecoestructura es grosera. Hasta en un 20% de los
la región entre el testículo y la cabeza del epidídimo. casos la inflamación se extiende al testículo, la afecta-
ción de éste puede ser focal o difusa. La orquitis focal
El hidrocele es una acumulación anormal de líqui- produce un área hipoecogénica intratesticular adya-
do seroso entre las capas de la túnica vaginal. Puede cente al epidídimo. Si afecta todo el testículo, éste apa-
ser congénito o adquirido, secundario a tumores, trau- rece agrandado e hipoecogénico. La ecografía doppler
matismos, orquiepididimitis o torsión testicular. Se iden- mostrará un marcado aumento de la vascularización
tifican como colecciones anecogénicas rodeando el en el epidídimo y/o testículo, pero en casos muy seve-
testículo excepto en su porción posterior, donde el ros el marcado edema asociado puede impedir el

68 sección I. Semiología urológica


4.Técnicas de imagen en Urología

aporte sanguíneo del testículo, lo que da lugar a isque- En el espacio pararrenal anterior se encuentran el
mia y a infarto testicular difícil de distinguir de una tor- páncreas, la segunda porción del duodeno y los seg-
sión testicular. mentos ascendente y descendente del colon. Este
espacio se extiende desde el peritoneo parietal pos-
En la fase aguda de la torsión el testículo aumenta terior hasta la fascia renal anterior y está limitado late-
de tamaño, se hace heterogéneo e hipoecogénico. El ralmente por la fascia lateroconal, que es la continua-
epidídimo también se agranda y puede haber hidroce- ción de la lámina posterior de la fascia renal posterior.
le. La perfusión del testículo comprometido se encuen-
tra significativamente disminuida o ausente. Se requie- El espacio pararrenal posterior es un espacio virtual
re una exploración meticulosa. que sólo contiene grasa. Se extiende desde la fascia
renal posterior hasta la fascia transversalis y medial-
En el caso de traumatismo el diagnóstico de tes- mente está limitado por el músculo psoas.
tículo roto es de gran importancia debido a la posibi-
lidad de salvar el testículo si la cirugía es precoz. En la La fascia renal anterior y posterior delimitan el espa-
ecografía, sólo en un 17% se localiza una banda lineal cio perirrenal que contiene los riñones, las glándulas
de fractura, pero sí se observa un testículo heterogé- suprarrenales y grasa perirrenal que se extiende hacia
neo con áreas de ecogenicidad alterada que corres- el seno renal. La fascia renal posterior tiene dos láminas,
ponden a hemorragia o infartos. la lámina anterior se continúa con la fascia renal ante-
rior y la lámina posterior con la fascia lateroconal. Estas
dos láminas de la fascia renal posterior pueden obser-
varse separadas en algunos procesos inflamatorios.
TOMOGRAFÍA AXIAL
COMPUTERIZADA Las arterias y venas renales pueden identificarse
fácilmente a lo largo de todo su trayecto desde los
Es un método de obtención de imágenes median- grandes vasos hasta los riñones.
te rayos X. El conocimiento de la anatomía radiológi-
ca es un requisito previo para la adecuada interpreta- La pelvis está dividida en tres espacios anatómicos
ción y comprensión del TC. Por ello, describiremos los principales. La cavidad peritoneal se extiende en las
espacios y fascias más importantes. mujeres hasta la vagina para formar el fondo de saco
de Douglas (Figura 6) y en los varones hasta el nivel de
El espacio retroperitoneal (Figura 5), que va desde la tercera vértebra sacra y forma el saco rectovesical
el diafragma a la cintura pelviana, está dividido por las (Figura 7). El espacio extraperitoneal de la pelvis se
fascias renales anterior y posterior en los comparti- continúa con el espacio retroperitoneal del abdomen.
mentos pararrenal anterior, perirrenal y pararrenal Los procesos patológicos de la pelvis se difunden prin-
posterior. cipalmente hacia los compartimentos retroperitonea-
les del abdomen. El espacio retropúbico (de Retzius) se
Figura 5. continúa con el espacio pararrenal posterior y la grasa
extraperitoneal de la pared abdominal.

Figura 6.

sección I. Semiología urológica 69


Libro del Residente de Urología

Figura 7. se realza intensamente. Hay distinción entre la corte-


za y la médula dentro de los primeros 60 segundos
tras la administración del contraste, pero tanto la cor-
teza como la médula alcanzan un realce moderado
rápidamente. En imágenes con retraso (2 minutos) la
médula puede estar un tanto más brillante que la cor-
teza. El sistema colector se rellena de orina contrasta-
da en pacientes con función renal normal. Los vasos
renales también pueden estudiarse con claridad.

Debido a la rapidez en la adquisición de imágenes


por los nuevos TC, es frecuente que se termine el
La vejiga es mejor valorada en TC cuando se estudio y que la vejiga urinaria no esté opacificada. Los
encuentra llena de orina, por lo que debemos adver- cortes tardíos pueden ser de gran utilidad en pacien-
tir al paciente que no orine antes del estudio. La pared tes en los que se quiere valorar la pared vesical, como
vesical normal no debe exceder los 5 mm. La cúpula en la estadificación de neoplasias genitourinarias.
de la vejiga está recubierta de peritoneo, mientras que
su base y su superficie anterior son extraperitoneales. Contraindicaciones a la administración
de contraste endovenoso
La técnica ideal para el estudio de la pelvis requie-
re una opacificación intestinal óptima, por lo que debe - Alergia al yodo.
administrarse la tarde anterior al estudio 500 ml de
contraste oral diluido y repetir la dosis 45 minutos - Insuficiencia renal.
antes de la exploración.También es necesario adminis-
trar, en la mayoría de los casos, contraste endovenoso. - Si el paciente está tomando metformina, ésta
debe suspenderse desde 48 horas antes hasta 48
La próstata normal aparece a nivel de la base de horas después del estudio con contraste(12).
vejiga como una estructura oval de partes blandas.
Un plano graso separa la próstata del obturador Principales indicaciones del TC
interno, este plano puede estar invadido en casos de en patología urinaria
carcinoma.
- Caracterización de masas renales detectadas en
La tomografía computarizada puede mostrar el ecografía.
tracto urinario incluso sin contraste intravenoso, por
lo que puede obtener información útil en los pacien- - Estadificación de tumores renales.
tes con insuficiencia renal o con otras situaciones en
las que esté contraindicado el contraste. Pero para - Búsqueda de tumor primario desconocido o bús-
una valoración más completa, siempre que sea posi- queda de metástasis.
ble, el TC debe realizarse sin y con contraste. Los cál-
culos pueden quedar ocultos por el contraste y el - Infección renal aguda o crónica.
diagnóstico de masas requiere la evaluación del real-
ce, lo cual, para realizarse con precisión, se comparan - Traumatismo renal.
valores de atenuación antes y después del mismo.
- Distinción entre cálculos radiolucentes y carcino-
En imágenes sin contraste, el parénquima renal ma de células transicionales.
muestra una densidad de tejidos blandos. La pelvis y
otras porciones del sistema colector pueden verse - Evaluación de malformaciones congénitas.
como estructuras de densidad agua. Inmediatamente
tras la administración de contraste yodado, la corteza - Enfermedad vascular renal.

70 sección I. Semiología urológica


4.Técnicas de imagen en Urología

- Diagnóstico etiológico de las obstrucciones urete- La RM tiene más rendimiento en el estudio de


rales. extensión que otras técnicas de imagen, permitiendo
evaluar la infiltración extracapsular tumoral (por pér-
- Determinación de la extensión del carcinoma ve- dida de señal en las estructuras invadidas). La ecogra-
sical (no diferencia claramente entre infiltración fía transrectal iguala a la RM en la detección del cán-
muscular superficial y profunda, aunque sí detecta cer prostático, pero la RM presenta mayor precisión
la afectación extravesical). en la estadificación que la ecografía y el TAC. Las vesí-
culas seminales tienen normalmente una intensidad
- Estudio de extensión del carcinoma de próstata de señal baja a intermedia en T1 y aumentada en T2.
(no es útil en el diagnóstico ya que no diferencia En el marco de un cáncer de próstata, el aumento de
entre próstata hiperplásica, normal y cancerosa). tamaño de una vesícula seminal junto con una reduc-
ción de la intensidad de señal en T2 es una indicación
de infiltración tumoral.
RESONANCIA MAGNÉTICA El estudio de la próstata y otras estructuras pel-
vianas se ha visto beneficiado por el uso de antenas
El fenómeno de la RM fue descubierto en 1946 endorrectales que ha supuesto una mejora importan-
por F. Bloch y E. Purcell, recibiendo el Premio Nobel te en la calidad de las imágenes obtenidas.
en 1952 por su hallazgos. Sin embargo, hasta 1977 no
se consigue desarrollar el primer aparato de reso- En el carcinoma de vejiga la RM también supera a
nancia. Conseguir una idea clara de los fundamentos la TAC evaluando la infiltración de un tumor urotelial
científicos de la resonancia es bastante difícil; sin en la capa muscular. El realce con gadolinio mejora la
embargo, es fundamental saber que a diferencia del fiabilidad en la estadificación.
TAC no utiliza radiación ionizante y no es sólo un
“juego” con distintas densidades radiológicas, sino La RM discrimina con detalle la anatomía del pene
que hay una serie de señales de distinto significado y la uretra, pudiendo demostrar la invasión tumoral
que nos pueden aportar una valiosa información para desde la uretra. También identifica las placas fibrosas
el diagnóstico. de la enfermedad de Le Peyronie.

La RM es muy útil en la caracterización de masas La RM puede distinguir entre torsión, epididimitis y


renales, en la estadificación del carcinoma renal y en la tumor, siendo la modalidad de imagen probablemente
evaluación de los vasos renales por angiorresonancia. más específica. Sin embargo, en el dolor escrotal agudo
se prefiere siempre la ecografía por su disponibilidad.
El desarrollo de secuencias enormemente poten- A medida que aumente la experiencia se definirá mejor
ciadas en T2 ha permitido que se puedan obtener la eficacia de la RM en la visualización escrotal. Sí está
imágenes de los líquidos estáticos, haciendo útil la uro- claro que es la más indicada para localizar testículos no
grafía por RM. Tiene una gran sensibilidad en el diag- descendidos y las complicaciones de la criptorquidia.
nóstico de la obstrucción y gravedad de la dialatación.
Puede diferenciar una obstrucción aguda de una cró-
nica, por el edema perirrenal y periureteral que exis- IMÁGENES CON
te en los casos agudos.
RADIONÚCLIDOS
La RM ha permitido grandes avances en la visua- EN UROLOGÍA
lización de la próstata. La anatomía zonal interna
de la próstata se muestra bien utilizando imágenes Gammagrafía ósea (Figura 8)
potenciadas en T2. Sin embargo, no es la detección
del cáncer, sino su capacidad para estadificar la Se utiliza en Urología fundamentalmente para la
enfermedad, su principal indicación en patología detección de metástasis óseas en patología tumoral,
prostática. sobre todo en cáncer de próstata y vesical.

sección I. Semiología urológica 71


Libro del Residente de Urología

Figura 8. Figura 9.

- Elección de lugares de biopsias óseas.

- Detección de zona de riesgo de fracturas patoló-


gicas.

Renograma isotópico (Figura 9)


Los radiofármacos que se inyectan son fosfatos o Se utiliza para la visualización de los riñones y las
tecnecio. vías excretoras, su comportamiento y su funcionali-
dad. Los isótopos mas utilizados son la mercaptoace-
La detección de un aumento de actividad osteo- tilglicina marcada con 99mTc (MAG3) y el ácido dieti-
génica sugiere la presencia de metástasis óseas, siendo lentriaminopentaacético (DTPA).
su localización más frecuente en el esqueleto axial. La
diseminación es hematógena. Indicaciones
- Uropatía obstructiva (diferenciar entre obstruc-
Indicaciones ción verdadera o funcional).
Fundamentalmente se usan para:
- Enfermedad vásculo-renal.
- El diagnóstico de metástasis en pacientes oncoló-
gicos con dolor óseo. - Seguimiento de los trasplantes renales.

- La estadificación clínica de los tumores. - Hidronefrosis diagnosticada prenatalmente.

- El seguimiento de los mismos. - Seguimiento de las unidades renales en las deriva-


ciones urinarias.
- El diagnóstico de recidivas tumorales.
- Con esta técnica obtenemos datos sobre la per-
- Valorar la respuesta al tratamiento. fusión renal, el filtrado glomerular, la excreción uri-
naria, la morfología, el tamaño y la situación de los
- Planificar las áreas de radioterapia. riñones.

72 sección I. Semiología urológica


4.Técnicas de imagen en Urología

Angiografía testicular BIBLIOGRAFÍA


Se utiliza pertecnato con tecnecio o albúmina con 1. Nakate A, Hayashi Y, Kojima Y, et al: Development
tecnecio. Es útil para el diagnóstico diferencial del of multiple calculi in the duplex system uretero-
escroto agudo. Ha sido desplazada por el ecodoppler cele. Int J Urol 2006; 13:1445-7.
testicular.
2. Almen T: Development of nonionic contrast
Gammagrafía renal media. Invest Radiol 1985; 20(Suppl): 52-59.
3. Barrett BJ, Carlisie EJ: Meta analysys of relative ne-
El radionúclido que se utiliza es el ácido dimer- photixicity of higt and low osmolality iodiated
captosuccínico (DMSA). Se utiliza para el estudio de cotrast media. Radiology 1993; 171:188.
localización de lesiones renales ocupantes de espacio,
la detección de malformaciones y la función renal indi- 4. Thomsen HS, Morcos SK: contrast media and
vidual y relativa. También se puede utilizar en el estu- metformin: Guidelines to disminish the risk of lac-
dio diagnóstico de la pielonefritis, diferenciando entre tic acidosis in noninsulin dependent diabetics
agudas y crónicas. after adminitration of contrast agents. Eur Radiol
1999;9:738-740.
Angiogammagrafía renal 5. Barrett BJ, Parfrey PS, Vasovasour HM, et al: A
comparison of nonionic, low osmolality radiocon-
El radionúclido que se utiliza es el DTPA. Nos trast agents with ionic, high osmolarity agents
informa sobre la perfusión renal y es útil en el estudio during cardiac catheterisation. N Engl J Med 1992;
de la HTA renovascular, en el seguimiento del tras- 326:431.
plante renal y en la oclusión renovascular.
*6. Bensalah K, Manunta A, Guille F, et al. Diagnosis
Cistografía and management of posterior urethra disrup-
tions. Ann Urol 2006 40:309-16.
El radionúclido usado es el sulfuro coloidal con Tc. 7. Rumack,Wilson, Charboneau. Marban Diagnóstico
por ecografía. 2.ª ed.
Se utiliza para el diagnóstico y tratamiento del
reflujo vesicoureteral. *8. Matthias Hofer Curso básico de ecografía. Manual
iniciación. 2004. 4.ª ed.
9. G. Marchal, E. Verbeken, R. Oyen. Ultrasound of
TOMOGRAFÍA POR EMISIÓN the normal kidney: a sonographic, anatomic and
DE POSITRONES (PET) histologic correlation.. Ultrasound in medicine
and biology.Vol 12 (12) Dec 1986: 999-1009.
Es una técnica de imagen en el ámbito de la
Medicina nuclear, similar a la gammagrafía, que en vez *10. Mayayo T, Lovaco F, De Blas V. Estudio ultrasono-
de utilizar rayos gamma usa emisión de positrones. gráfico de patología quística renal. Act. Urol. Esp.
1981; 13.
El trazador que con más frecuencia se utiliza es el 11. Krone K.D., Caroll B., Scrotal ultrasound. Radiol.
18 FDG (fluordesoxiglucosa). Clin. Nort. Am. 1985; 23 (1) 121-139.

Su principal indicación es el diagnóstico de tumo- *12. Thomsen HS, Morcos SK. Esur guidlines on con-
res por el aumento de metabolismo de la glucosa. trast media. Abdominal imaging 2006. 31:131-140.
(*) Lecturas recomendadas.
En la actualidad, la indicación más aceptada que
tiene en Urología es la valoración de masas residuales
en el cáncer de testículo después del tratamiento qui-
mioterápico.

sección I. Semiología urológica 73


capítulo 6

Hematuria

María José Donate Moreno


Antonio S. Salinas Sánchez
Julio Virseda Rodríguez

Complejo Hospitalario Universitario. Albacete

Palabras clave: Hematuria.Tumor vesical.


Índice capítulo 6

Hematuria

Introducción ..................................................................................................................................................................... 111


Etiología................................................................................................................................................................................ 111
Valoración diagnóstica ........................................................................................................................................... 114
Algoritmo diagnóstico............................................................................................................................................ 116
Tratamiento...................................................................................................................................................................... 116
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 119
6. Hematuria

capítulo 6

Hematuria

INTRODUCCIÓN por campo de 400 aumentos. A partir de 100 hema-


tíes por campo se comienza a distinguir a simple vista
La hematuria se refiere a la presencia de sangre (macrohematuria).
en la orina, macroscópica o microscópica, proceden-
tes de cualquier nivel de la vía urinaria, desde el glo- Según esto, cabe diferenciar a las hematurias de
mérulo hasta el esfínter urinario externo. Se conside- las uretrorragias, en la que la sangre procede de un
ra hematuria la presencia de más de 2-3 eritrocitos lugar distal al esfínter estriado y por lo tanto es inde-
pendiente de la micción.
Tabla 1. Seudohematuria.
La hematuria es uno de los principales motivos de
• ALIMENTOS consulta urológica de urgencias y es un signo que obli-
Remolacha ga a una evaluación urológica completa del paciente.
Setas Existen más de 100 causas que pueden producir
hematuria en mayor o menor grado (benignas o
Moras
malignas) y debe ser considerada de origen tumoral
• FÁRMACOS hasta que no se demuestre lo contrario. Es motivo de
Laxantes con fenolftaleína consulta de aproximadamente el 30% de los tumores
Anticoagulantes inandiónicos renales, del 60% de los pieloureterales y del 84% de
Ibuprofeno los vesicales.
Citostáticos (adriamicina)
L-dopa y metildopa Otra situación a diferenciar de la hematuria es la
seudohematuria o falsa hematuria, producida por sus-
Fenotiacinas
tancias pigmentadas exógenas o endógenas, que colo-
Nitrofurantoína rean la orina (Tabla 1). Esta diferenciación se lleva a
Rifampicina cabo mediante el estudio microscópico del sedimen-
Sulfamidas to urinario que demostrará la presencia de hematíes
Antipalúdicos en la orina o de pigmentos.
Metronidazol
Azatioprina
• PIGMENTOS ENDÓGENOS
ETIOLOGÍA
Mioglobina Hematuria por nefropatías médicas
Hemogobina
Porfirinas Suelen ser poco frecuentes. Durante la fase aguda
Bilirrubina de la glomerulopatía suele ser macroscópica pero en
Uratos fases de remisión suele quedar una microhematuria
persistente.

sección II. Grandes síndromes 111


Libro del Residente de Urología

Tabla 2. Causas de hematuria. distingue la hematuria nefrológica de la urológica en


un 85% de los casos.
1. Nefropatías médicas
2. Tumores La causa más frecuente en nuestro medio de
3. Litiasis urinaria hematuria de origen glomerular es la nefropatía IgA.
4. Infecciones urinarias
5. Procesos quísticos Hematuria secundaria a tumores
6. Traumatismos urológicos
7. Fármacos y/o radiaciones
Tumor renal
La triada clásica, consistente en hematuria, dolor
8. Trastornos metabólicos
lumbar y masa abdominal, representa la clínica funda-
9. Discrasias sanguíneas mental de un tumor renal. Sin embargo, esta asocia-
10. Procesos vasculorrenales ción se presenta sólo entre un 9-16%.
11. Hematuria de estrés
12. Hematuria ex vacuo La hematuria aparece entre un 40-60% y es el sín-
toma más frecuente. Suele ser un síntoma tardío,
cuando el tumor ha evolucionado. Generalmente es
Habrá que sospechar hematuria de origen glo- una hematuria total, espontánea y caprichosa, de
merular cuando se acompañe de proteinuria mayor intensidad variable y suele cursar sin dolor.
de 1g/24 horasy cuando la hematuria en el sedimen-
to se acompañe de la presencia de cilindros hemáti- La rotura de los vasos neoformados y la invasión pie-
cos, datos de alteración de la función renal, edemas, localicial del tumor ocasionan la aparición de hematuria.
HTA, etc.
Tumores del tracto urinario superior
La hematuria de origen glomerular presentará La hematuria es generalmente el síntoma inicial y
hematíes deformados por su paso a través de los glo- principal de estos tumores (80%), friables y de gran
mérulos y túbulos renales. La dismorfia eritrocitaria vascularización. Suelen ser precoces e intensas, con
coágulos que pueden provocar dolor renoureteral.
Tabla 3. Hematuria de causa nefrológica.
Hasta en un 30% de los casos se acompaña de obs-
1. Primaria trucción de la vía urinaria por coágulos o por el propio
• Nefropatía mesangial por IgA (enfermedad tumor llegando a producir anulación funcional renal.
de Berger)
• Glomerulonefritis proliferativa difusa post- Tumores vesicales
estreptocócica La hematuria macroscópica es prácticamente
• Glomerulonefritis rápidamente progresiva siempre el síntoma con el que debutan los tumores
• Glomerulonefritis membrano-proliferativa papilares superficiales. Suele ser una hematuria asinto-
• Glomerulonefritis proliferativa mesangial mática, total, espontánea, caprichosa en sus recidivas y
• Glomerulonefritis focal y segmentaria remisiones, sin relación con el tamaño del tumor, y de
2. Secundaria intensidad muy variable pero generalmente abundan-
• Lupus eritematoso sistémico te y con coágulos que pueden llegar a producir reten-
• Púrpura de Schonlei-Henoch ciones urinarias. En ocasiones puede ser anemizante y
• Síndrome de Godpasture provocar repercusiones hemodinámicas.
• Vasculitis
• Síndrome de Alport La combinación de hematuria y síntomas irritativos
• Síndrome de Fabry es más típica de los tumores sólidos. Inicialmente predo-
• Microangiopatía trombótica mina el síndrome miccional y más tarde la hematuria se
• Endocarditis y sepsis hace frecuente e intensa. En la fase terminal aparecen
• Amiloidosis orinas turbias con esfacelos y estranguria.

112 sección II. Grandes síndromes


6. Hematuria

Patología prostática Otras patologías inflamatorio-infecciosas pueden


HBP: la presencia de episodios de hematuria en producir hematuria en mayor o menor cuantía: esquis-
la evolución de una hiperplasia benigna de próstata no tosomiasis urinaria y cistopatías (cistitis intersticial, cis-
es una complicación rara. Generalmente se trata de titis eosinófilica, cistitis enfisematosa, malacoplaquia,
una hematuria inicial y poco abundante en pacientes etc.).
de edad avanzada, acompañándose de clínica de difi-
cultad miccional. En ocasiones puede presentarse como Hematuria de los procesos quísticos
una hematuria total y con coágulos sobre todo si se
asocia a infección urinaria y/o litiasis vesical. Esta hema- La hematuria en casos de quistes renales, riñones
turia suele deberse a la congestión vascular de la poliquísticos e hidronefrosis suelen ser poco frecuen-
próstata con dilatación de las venas del cuello vesical. te y su aparición sugiere la presencia de litiasis, infec-
La presencia de una hematuria en un paciente con ciones o tumores que complican estos procesos.
HBP obliga a realizar un diagnóstico diferencial con
otras patologías, así como a descartar la coexistencia Hematuria en traumatismos urológicos
de alguna de ellas.
La hematuria es el signo estrella de toda afección
Cáncer de próstata: se produce en estadios traumática urológica alcanzando el máximo interés en
avanzados, por la invasión de la uretra y/o cuello vesi- los traumatismos renales.
cal. Es una hematuria de inicio asociada a un síndrome
prostático atípico, con dolores óseos. Es muy importante tener en cuenta que la inten-
sidad de la hematuria no está en relación con la inten-
Hematuria por litiasis urinaria sidad del traumatismo. Por otra parte, la ausencia de
hematuria no excluye una afectación renal, ya que ésta
Puede ser más o menos abundante, alternándose falta en un número importante de traumatismos rena-
episodios de orinas claras y hematúricas. Es frecuente les, sobre todo los graves (hemorragia retroperitone-
en estos pacientes que nos cuenten que amanecen al, afectación del pedículo, etc.).
con orinas claras debido al reposo nocturno y al final
del día presentan hematuria. Esto se debe al “roce” El estudio urológico debe ser exhaustivo ante
que ejercen los cálculos sobre el urotelio. todo traumatismo abdominal o pélvico que provoque
hematuria, empastamiento lumbar o perineal y altera-
Desde el punto de vista clínico la hematuria ciones hemodinámicas.
puede acompañar a un dolor lumbar cólico en el caso
de las litiasis renoureterales. En ocasiones, los cálculos Hematuria por administración
localizados en cavidades renales, sobre todo cálices, de fármacos o radiaciones
pueden manifestarse como hematuria monosintomá-
tica, sin dolor. Determinados fármacos pueden producir hema-
turia:
Hematuria en infecciones urinarias
- Anticoagulantes, fundamentalmente en casos de
En casos de ITU no específicas la sintomatología sobredosis. El 82% de los pacientes en tratamien-
principal del proceso la constituyen el síndrome mic- to con anticoagulantes que presentan hematuria
cional, dolor lumbar, fiebre, piuria, etc. Quedando la macroscópica tienen una patología urológica sub-
hematuria en un segundo plano. yacente de interés.
- Ciclofosfamida, produce cistitis hemorrágica.
En casos de tuberculosis urinaria la hematuria puede - Anfotericina B.
ser la primera y única manifestación clínica, aunque esto - AINE.
no es frecuente ya que lo habitual es que se manifieste
junto a la sintomatología típica: síndrome miccional, piu- Las radiaciones pueden producir cistitis rádicas en
ria estéril, pH ácido, proteinuria, dolor lumbar, etc. las que son muy frecuentes las hematurias.

sección II. Grandes síndromes 113


Libro del Residente de Urología

Hematuria por alteraciones Hematuria de estrés. Hematuria


metabólicas postesfuerzo
Ante una microhematuria aislada en pacientes jóve- En un 20% de deportistas tras un gran esfuerzo se
nes no diagnosticada, debe efectuarse un estudio meta- detecta hematuria con proteinuria (no confundir con
bólico para descartar hipercalciuria e hiperuricosuria. mioglobinuria). Es benigna y transitoria, pero se debe
realizar un estudio urológico completo para descartar
Hematuria por discrasias sanguíneas otras causas.

Existen diversos trastornos hemorrágicos que Hematuria ex vacuo


producen alteraciones del mecanismo de la coagula-
ción. Así, en la hemofilia, púrpuras trombocitopénicas, Se debe a la descompresión brusca de la vejiga
leucemias agudas y crónicas, anemia de células falci- después de un distensión severa y mantenida (globo
formes, etc. Puede existir hematuria sin causa nefrou- vesical). En una retención urinaria que precisa sonda-
rológica. Esto justifica que en todo paciente con je debemos evacuar lentamente la vejiga.
hematuria debe solicitarse un hemograma y un estu-
dio de coagulación.
VALORACIÓN DIAGNÓSTICA
Hematurias de origen vascular
Anamnesis
Embolia y/o trombosis de la arteria renal
(infarto renal) Las características clínicas que acompañan a una
En pacientes con historia de valvulopatías o endo- hematuria pueden orientarnos acerca de la causa y
carditis, pacientes sometidos a manipulaciones de los localización de la misma, por lo que es indispensable
vasos renales (cirugía, arteriografía, etc.) que pueden una buena anamnesis y exploración física en los enfer-
movilizar o romper hematomas, o pacientes diagnos- mos con hematuria.
ticados de aneurisma aórtico (que puede convertirse
en un determinado momento en un aneurisma dise- Así pues, la anamnesis sobre el uso de fármacos
cante que comprometa el hilio renal), que presentan analgésicos (necrosis papilar), anticoagulantes y ciclo-
hematuria asociada a proteinuria, con dolor lumbar fosfamidas (cistitis hemorrágica), anticonceptivos (sín-
súbito y agudo, habrá que sospechar la existencia de drome hematuria-dolor en flanco) y antibióticos
un embolismo y/o trombosis de la arteria renal. (nefritis intersticial) puede sernos de gran valor.

Trombosis de la vena renal En casos de tendencia hemorrágica habrá que des-


Frecuente en niños, casi siempre secundaria a des- cartar la existencia de trastornos de la coagulación.
hidratación. Rara en el adulto, aparece en procesos
tumorales o síndrome nefrótico. La prueba de los tres vasos de Guyón, es orientati-
va del origen de la hematuria:
Fístulas arteriovenosas renales
Las manifestaciones clínicas dependen del tamaño - Hematurias iniciales: debemos sospechar que se
y la localización de la fístula. La arteriografía renal trata de patología uretral, prostática o del cuello
selectiva es la prueba diagnóstica. El tratamiento de vesical.
elección consistirá en la embolización supraselectiva. - Hematurias terminales: debemos sospechar que
se trata de patología vesical.
Angiomas renales - Hematurias totales: debemos sospechar que se
El riñón es el segundo órgano más afectado des- trata de patología supravesical.
pués del hígado por tumores vasculares. La hematu-
ria no es constante, aunque en ocasiones es masiva Cuando la hematuria es intensa puede estar loca-
y persistente. lizada en cualquier punto del aparato urinario.

114 sección II. Grandes síndromes


6. Hematuria

La emisión de coágulos acompañando a la hema- polaquiuria habrá que pensar en patología prostática.
turia es típico de una causa urológica. La morfología Cuando aparece dolor cólico renoureteral será orienta-
de los mismos podrá orientarnos sobre su origen. Así tivo de la presencia de litiasis urinaria. La asociación con
pues, los coágulos alargados y finos suelen ser de ori- síndrome miccional, fiebre, etc., será sugestivo de ITU.
gen renal o ureteral. En cambio, la presencia de gran-
des coágulos, que incluso pueden provocar retención Si la hematuria es asintomática, intensa, capricho-
aguda de orina, indicará patología vesical o prostática. sa y con coágulos será sugestivo de la existencia de un
proceso tumoral.
La clínica acompañante a una hematuria debe ser
tenida en cuenta. En casos de dificultad miccional y Exploración física
Tabla 4. Anamnesis del paciente con hematuria. Debe ser completa, a nivel urológico, como gene-
ral. Se incluirá inspección de genitales externos para
descartar cuerpos extraños o litiasis en la uretra, con-
1. Características de la hematuria dilomas, sangrado vaginal o carúncula. Palpación del
• Color y presencia de coágulos escroto y su contenido, descartar edemas, petequias o
• Posibilidad de micción angiomas. Búsqueda de masas abdominales (hidrone-
• Dolor, localización, características frosis, poliquistosis, pionefrosis, carcinoma renal) e
hipogástricas (globo vesical).
2. Sintomatología sistémica acompañante
• Fiebre
Se deberá medir la tensión arterial y la frecuencia
• Artralgias cardiaca, así como realizar una auscultación cardiopul-
• Dolor abdominal monar para detectar irregularidades del ritmo cardiaco
• Pérdida de peso, síndrome constitucional (sospecha de procesos embolígenos renales) y valorar
3. Diatesis hemorrágica el estado hemodinámico del enfermo.
• Equimosis
El tacto rectal es una exploración obligada en
• Hematomas
todo paciente con hematuria para descartar procesos
4. Factores de riesgo de cáncer urológico inflamatorios o neoplásicos prostáticos.
• Edad mayor de 40 años
• Tabaco Estudios analíticos
• Abuso de analgésicos
• Análisis elemental de orina: la presencia de cilindros
• Irradiación pélvica, ciclofosfamidas
hemáticos, proteinuria intensa y hematíes dismór-
• Exposición a colorantes o tintes
ficos indican un origen parenquimatoso renal de la
5. Relación con el ejercicio hematuria. Una eosinofilia (más del 5% de los leu-
cocitos de la orina) nos orienta hacia nefropatía
6. Relación con la menstruación tubulointersticial. La piuria y la bacteriuria son indi-
7. Sintomatología genitourinaria cativos de infección urinaria. Cuando aparece piu-
• Dolor flanco ria sin bacteriuria (piuria estéril) y hematuria el
• Frecuencia, urgencia, disuria diagnóstico más probable es de tuberculosis renal.
• Disconfort vaginal o peneano
• Hemograma y coagulación: una hematuria anemi-
• Actividad sexual
zante o que provoca inestabilidad hemodinámica
• Catéteres urinarios
requiere ingreso hospitalario. La existencia de
8. Medicación policitemia a veces está relacionada con el hiper-
nefroma. También debemos descartar trombope-
9. Historia familiar nias o trastornos de la coagulación que expliquen
la causa de la hematuria.

sección II. Grandes síndromes 115


Libro del Residente de Urología

• Bioquímica general: para evaluar la función renal. • Arteriografía renal: aporta información en el estu-
dio de tumores, infartos renales o fístulas arterio-
• Cultivo de orina: valora la existencia de infección venosas.
urinaria, el agente causal y su sensibilidad a anti-
bióticos mediante el antibiograma. Procedimientos endourológicos
• Citología de orina: indicada cuando sospechamos • Cistoscopia: no es un método inicial de explora-
tumor de urotelio. Las muestras de orina para ción. Nos aporta el diagnóstico de tumor vesical
citología del tracto urinario superior se pueden o uretral, cistitis, cuerpos extraños, litiasis vesical,
obtener mediante cateterismo ureteral selectivo. alteraciones vasculares y en ocasiones nos infor-
ma del meato ureteral del que procede la hema-
Pruebas radiológicas turia (hematuria unilateral). Se realizará cistosco-
pia diagnóstica cuando queden dudas diagnósticas
• Radiografia de tórax y simple de aparato urinario: después de realizar exploraciones radiológicas no
permite valorar la presencia de masas pulmonares invasivas. En caso de sospecha de tumor de vías,
(TBC o metástasis), masas abdominales, ocupa- puede realizarse cateterismo ureteral selectivo
ción de retroperitoneo, aumento de tamaño de para recogida de orina y análisis citológico y/o
las siluetas renales e imágenes radiopacas en el realización de ureteropielografía retrógrada.
trayecto renoureteral o vesical.
• Ureteroscopia diagnóstica: técnica invasiva indicada
• Ecografía urológica: técnica de gran rentabilidad cuando se sospecha la presencia de tumor de vías,
diagnóstica con ausencia de efectos secundarios. pero no se logra el diagnóstico con métodos
Nos dará información sobre la presencia de litia- menos agresivos.
sis, tumores, obstrucción, etc. La ecografía-doppler
puede ser muy útil para el diagnóstico de patolo- Otras exploraciones
gía vascular renal como causa de hematuria.
• Biopsia renal: en casos de sospecha de afectación
• Urografía intravenosa: fundamental en el estudio del parénquima renal.
de las hematurias, permite el estudio morfofun-
cional del aparato urinario. Podremos analizar la
función y morfología renal bilateral, existencia de ALGORITMO DIAGNÓSTICO
masas renales, presencia y localización de litiasis,
defectos de replección en las vías urinarias, dilata- Figura 1.
ción de la vía excretora, presencia de divertículos
vesicales, impronta prostática vesical, etc.
TRATAMIENTO
• TAC con contraste: nos aporta gran información
tanto del aspecto morfológico como funcional de El tratamiento de la hematuria dependerá de la
la vía urinaria. causa que la ha provocado. Es importante valorar la
intensidad del sangrado.
• Pielografía anterógrada y retrógrada: son métodos
invasivos que precisan del abordaje percutáneo Ante una hematuria fluida, sin coágulos y sin reper-
en el caso de la pielografía anterógrada y del cusión hemodinámica no es necesaria la realización de
abordaje endourológico en el caso de la pielogra- instrumentaciones especiales ni de cuidados específicos
fía retrógrada. Nos aporta información de la vía en su tratamiento. Debe aconsejarse al paciente forzar
excretora en caso de sospecha de litiasis radiolú- la diuresis mediante una ingesta abundante de líquidos.
cidas, tumores, etc.
Si la hematuria es intensa, franca y con coágulos es
• RMN: indicada en el estudio de masas renales. precisa una valoración y actuación urológica urgente.

116 sección II. Grandes síndromes


6. Hematuria

Figura 1. Algoritmo diagnóstico.

SEDIMENTO

<3 hematíes x campo >3 hematíes x campo

Microhematuria Macrohematuria
SEUDOHEMATURIA
3-100 hematíes x campo + 100 hematíes x campo

BACTERIURIA + DISMORFIA > 80% NO ECO +/- UIV +/-


LEUCOCITURIA + PROTEINURIA > 100 mg
CISTOSCOPIA
HEMATURIA CILINDROS HEMÁTICOS

UROCULTIVO SÍ DIAGNÓSTICO

NO
DIAGNÓSTICO
TRATAMIENTO
ESPECÍFICO
TAC, RMN, UPR,
ARTERIO...

PROTOCOLO HEMATURIA HEMATURIA


DE ITU NEFROLÓGICA ESENCIAL

En casos de hematuria anemizante y con repercusión ga para conocer la causa del sangrado. Posteriormente
hemodinámica es preciso una correcta reposición de se colocará un lavado endovesical continuo con suero
la volemia y corrección de los trastornos de la coagu- fisiológico frío. Con estas medidas se logra el control
lación que puedan existir. en la mayoría de las hematurias. Si no se controla y
persiste la inestabilidad hemodinámica, tendremos que
La retención de grandes coágulos en la vejiga ori- plantearnos otras medidas más radicales como RTU
ginan una “vejiga coagulada”, con distensión de las hemostática (en la hematuria de origen vesical), instila-
paredes vesicales que impiden la retracción de los ción vesical de sustancias (aluminio al 1%, nitrato de
vasos sangrantes, alterando los mecanismos de la plata al 1-2%, prostaglandina E2 o F2 alfa, formalina al
hemostasia y condicionando la persistencia de la 1-4%), embolización o ligadura de las arterias hipogás-
hemorragia. Esto obliga a realizar una evacuación vesi- tricas, y la derivación urinaria con o sin cistectomía aso-
cal completa, que en principio se puede realizar con ciada. Si la hematuria anemizante procede del aparato
una sonda uretrovesical semirrígida de 3 vías de grue- urinario superior habrá que plantearse un tratamiento
so calibre (números 22-24 French), aunque a veces es agresivo como embolización de la arteria renal, o inclu-
preciso utilizar el cistoscopio y los evacuadores. En este so la nefrectomía total si la hematuria no se logra con-
caso realizaremos una revisión endoscópica de la veji- trolar con métodos menos invasivos.

sección II. Grandes síndromes 117


Libro del Residente de Urología

Figura 2. Algoritmo terapéutico.

HEMOGRAMA
PRESIÓN ARTERIAL

ANEMIZANTE NO ANEMIZANTE
HEMODINÁMICAMENTE INESTABLE HEMODINÁMICAMENTE ESTABLE

INGRESO SÍ OBSTRUCTIVA
HOSPITALARIO

TRATAMIENTO HOSPITALARIO NO

• CONTROL HEMODINÁMICO
• SONDA TRES VÍAS
• LAVADO MANUAL TRATAMIENTO
• LAVADO CONTINUO CONSERVADOR

ALTA

ALGORITMO DIAGNÓSTICO

118 sección II. Grandes síndromes


6. Hematuria

BIBLIOGRAFÍA Urología. 8.ª ed. Tomo 4. Buenos Aires: Editorial


Médica Panamericana; 2004. pp. 2981-3043
1. Segura Martín M, Lorenzo Romero JG, Salinas 5. Samblás García RJ, de Cabo Ripoll M, Salinas Casado J.
Sánchez A. Hematuria. En: Resel Estévez L., editor. Hematuria. En: Resel Estévez L, Esteban Fuertes M,
Libro del residente. 1.ª ed. Madrid: Smithkline editores. Urgencias en Urología, manual para residentes.
Beechman; 1998. pp. 45-50. 1.ª ed. Madrid: Jarpyo Editores; 1995. pp. 96-108.
2. Sánchez-Carrera Aladrín F, Leal Hernández F, 6. Conde JM, Rico J, Espinosa J. Hematuria. En: García
Moncada Irribarren F, Rodríguez Fernández E, Díez Pérez M, Camacho Martínez E, editores. Patología
Cordero JM. Hematuria. En: Urgencias urológicas. urogenital, pautas de actuación y guías de orientación
Tema monográfico LXI Congreso Nacional de diagnósticoterapeúticas. 1.ª ed. Barcelona: Ediciones
Urología. Madrid: Ene; 1996. pp. 73-83. Mayo; 2003. pp. 9-18.
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urológico. En: Walsh, Retik, Vaughan, Wein, editores. En: Julián Jiménez A, editor. Manual de protocolos y
Campbell Urología. 8.ª ed. Tomo 1. Buenos Aires: actuación en urgencias. 2.ª ed. Fiscam; 2004. pp.
Editorial Médica Panamericana; 2004. pp. 87-117. 747-752.
4. Messing EM. Tumores uroteliales del tracto urinario.
En: Walsh, Retik, Vaughan, Wein, editores. Campbell

sección II. Grandes síndromes 119


capítulo 7

Dolor urológico

Victoria Gonzalo Rodríguez


José Ramón Cortiñas González
Ernesto Fernández del Busto

Hospital Clínico Universitario.Valladolid

Palabras clave: Dolor urológico. Cólico nefrítico. Dolor postoperatorio.Tratamiento del dolor.
Analgésicos.
Índice capítulo 7

Dolor urológico

Introducción ..................................................................................................................................................................... 125


Tipos de dolor ................................................................................................................................................................ 125
Valoración clínica del dolor............................................................................................................................... 126
Dolor urológico ............................................................................................................................................................. 126
Cuadros clínicos............................................................................................................................................................ 127
Tratamiento...................................................................................................................................................................... 129
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 132
7. Dolor urológico

capítulo 7

Dolor urológico

INTRODUCCIÓN • Expectativa de vida:


- Maligno: producido por el cáncer.
El dolor es consustancial con la vida del hombre. - Benigno: mal denominado ya que ningún dolor
A lo largo de la historia ha sido definido de muy diver- puede ser considerado benigno. Es debido a pro-
sas formas, lo cual refleja la enorme dificultad para cesos que no comprometen la vida del individuo.
encontrar una definición exacta. En medicina la defini-
ción más aceptada es la aportada por la Asociación • Región corporal afectada.
Mundial para el Estudio del Dolor (IASP)1: “Es una
experiencia sensorial y emocional desagradable asociada • Características temporales: agudo y crónico.
con un daño tisular, real o potencial, o descrita en térmi-
nos de dicho daño”.
TIPOS DE DOLOR
Melzack y Cassey2 describen el dolor como una
experiencia perceptiva tridimensional con tres ver- El dolor asociado a la patología urogenital puede
tientes: presentarse bajo cualquiera de las formas generales
del dolor1:
• Sensorial-Discriminativa: hace referencia a su loca-
lización, calidad, intensidad y a sus características Agudo
témporo-espaciales.
Alerta al paciente de una lesión o agresión. Es de
• Cognitivo-Evaluativa: interpreta el dolor en fun- corta duración (días, semanas) y se acompaña de
ción de lo que siente y de lo que puede suceder. efectos autonómicos (taquicardia, taquipnea, vómitos,
sudoración profusa, etc.). Puede ser superficial, pro-
• Afectivo-Emocional: el dolor provoca ansiedad, fundo o visceral.
miedo, angustia y esto depende de las experien-
cias dolorosas previas, la personalidad del indivi- Crónico benigno
duo, etc.
Es aquel dolor que dura más de 3 a 6 meses a
El dolor se genera cuando a distintas áreas corti- pesar de haber establecido un tratamiento correcto y
cales del SNC llegan estímulos a través de un sistema que no es debido a un cáncer. No se acompaña de
aferente que habitualmente se encuentra inactivo, fenómenos autonómicos, pero sí de depresión y cam-
dando lugar a una “respuesta emocional”. bios en la personalidad convirtiéndose no en simple
síntoma, sino en una enfermedad.
El dolor puede ser clasificado atendiendo a distin-
tos criterios2: Crónico maligno
• Etiología: postraumático, postquirúrgico, infeccio- Es el que acontece en un paciente oncológico y
so, inflamatorio, tóxico, metabólico, etc. debe tratarse de forma inmediata. Puede ser debido a

sección II. Grandes síndromes 125


Libro del Residente de Urología

la invasión ósea, a la compresión medular, dolor visce- • Escala Analógica Visual: consta de una línea verti-
ral. Además se acompaña de otros síntomas (anore- cal u horizontal continua de 10 cm, un extremo se
xia, insomnio, fatiga, miedo a la muerte, aislamiento). corresponde con ausencia de dolor y el opuesto
con el dolor máximo. El paciente debe marcar el
Nociveptivo punto de la línea donde cree que esta situado su
dolor.
Es el más frecuente. El agente lesional produce
una estimulación física o química de las fibras nervio-
sas somáticas (dolor somático) o vegetativas (dolor DOLOR UROLÓGICO
visceral). Mientras que el dolor somático está bien
localizado el visceral es sordo, difuso, cólico, mal loca- Anatomía
lizado y muchas veces se manifiesta referido a un área
corporal. El dolor de origen urogenital es frecuente en
cualquier grupo de edad. Puede ser de carácter
Neuropático agudo o crónico, localizado o referido, se acompaña
de síntomas miccionales (urgencia, polaquiuria, disu-
Es menos frecuente. Se debe a una disfunción del ria, tenesmo) y en ocasionas de disfunción sexual.
sistema nervioso central y/o periférico por invasión Comprende: la localización y la irradiación del dolor
tumoral de los nervios. a nivel del aparato urogenital exige conocer su sus-
trato anatómico.

La inervación es compleja ya que participan los


VALORACIÓN CLÍNICA sistemas nerviosos somático y vegetativo1:
DEL DOLOR
Riñón
Debemos tener en cuenta que el dolor es algo Está inervado por el sistema nervioso simpático
subjetivo, y por tanto difícil de medir. Realizamos una procedente de DVIII-LI, a través de los ganglios aórti-
primera valoración a partir de la información que co-renales, celíacos y esplénicos. Además recibe fibras
el paciente nos da cuando simplemente le pregunta- parasimpáticas a través del nervio vago.
mos si tiene dolor o no. Dado que el dolor no es una
simple respuesta refleja sino algo mucho más com- Pelvis renal y uréter
plejo, también debemos tener en cuenta su compo- Reciben inervación simpática DX-LII por medio
nente emocional, es decir, la vivencia que cada uno de los ganglios aórtico-renales y de los plexos hipo-
tenemos del dolor. Por último, como datos más obje- gástrico y parasimpático sacra SII-IV. Los nociceptores
tivos empleamos las modificaciones que se producen son activados por la distensión de la cápsula renal, sis-
en las constantes vitales (tensión arterial, frecuen- tema colector o del uréter o por activación directa de
cia cardiaca, etc.). la mucosa urotelial.

En un intento de medir la intensidad del dolor y la Vejiga y uretra


disminución o desaparición del mismo tras pautar un Las fibras simpáticas proceden de los segmen-
tratamiento analgésico, se han desarrollado escalas3 tos DXII-LII y las parasimpáticas de los segmentos
que a lo largo de los años han sufrido modificaciones: sacros SII-IV. La sensación de distensión vesical viaja
por las fibras parasimpáticas, mientras que la sen-
• Escala de Valoración Verbal: es la descripción del sación dolorosa, térmica y táctil lo hace por las
dolor tal y como el paciente lo siente. simpáticas.

• Escala de Valoración Numérica: el paciente asigna Testículo y cordón espermático


a su dolor un número del 0 al 10, donde 0 es Poseen inervación simpática de los segmentos
ausencia de dolor y 10 el máximo dolor. DX-LI.

126 sección II. Grandes síndromes


7. Dolor urológico

Pene y escroto Como pruebas diagnósticas contamos con la bio-


El escroto recibe inervación somática sacra. Por su química sanguínea (urea, creatinina e iones) y analítica
parte, el nervio dorsal rama del nervio pudendo, cons- de orina, siendo característica la aparición de una
tituye la inervación sensitiva del pene. hematuria microscópica. Dentro de las pruebas de
imagen empleamos la radiografía simple de vías urina-
rias, la primera prueba a realizar que nos permite
CUADROS CLÍNICOS 4,5,6
valorar las siluetas renales, la línea del psoas, la pre-
sencia de litiasis (el 90% son radiodensas). La ecogra-
Dolor agudo fía nos informa de la existencia de una dilatación de la
vía urinaria, presencia de una masa renal, patología
Cólico nefrítico vesical y alteraciones de otras vísceras abdominales.
Supone el 3,5% de todas las urgencias hospitala- En un segundo escalón contamos con la urografía si la
rias y es la causa más frecuente de dolor urológico. función renal lo permite, TAC, la gammagrafía renal y
Se produce por diversos mecanismos: distensión, las pielografías retrógrada y anterógrada.
extravasación, inflamación, impactación del cálculo. El
mecanismo más aceptado es la hiperpresión en el Las causas que pueden producir dolor renal son:
tracto urinario debido a una obstrucción en el paso
de la orina (en condiciones normales la presión es de • Uropatía obstructiva: litiasis, coágulo, tumor,
15 mmHg, pero en el cólico renal puede alcanzar la Síndrome de la unión pielouretral, patología retro-
cifra de 100 mmHg). Sin embargo debemos tener en peritoneal (fibrosis, linfoma).
cuenta que la obstrucción lenta y progresiva puede
ocasionar escaso dolor o incluso pasar desapercibida. • Pielonefritis, tumores renales avanzados, trauma-
tismo renal.
Se da en personas de mediana edad (35-50
años) y se trata de un dolor brusco, intenso, cólico, sin Pielonefritis aguda
alivio, sea cual sea la postura que adopte el paciente. Es la infección de la porción superior del sistema
En cuanto a su localización, comienza en la región urinario. La clínica se caracteriza por fiebre elevada,
lumbar y se irradia de forma típica hacia la fosa iliaca, escalofríos, temblores, náuseas, taquicardia, pudiendo
región inguinal y genitales, dependiendo del nivel de asociar cistitis. El paciente presenta dolor intenso a
la obstrucción. Cuando la causa, sea o no por litiasis, nivel abdominal y costovertebral cuando se realiza la
se encuentra a nivel del uréter distal se asocia sín- palpación profunda y a la puñopercusión. En ocasiones
drome miccional con polaquiuria, escozor y urgencia el cuadro evoluciona a un cuadro séptico por bacilos
miccional. gram negativos. En las pruebas diagnósticas se obser-
va leucocitosis, piuria con bacteriuria y hematuria.
El cuadro se acompaña de náuseas y vómitos (ya
que el ganglio celíaco es compartido por riñón, estó- Cistitis aguda
mago y otros órganos), sudoración profusa, ansiedad, Es la presencia de bacteriuria acompañada de
intranquilidad y fiebre si existe una infección conco- disuria, polaquiuria, urgencia miccional y dolor a nivel
mitante. suprapúbico. A la exploración solo detectamos una
uretra enrojecida y dolorosa y molestias suprapúbi-
La primera actuación ante un cólico renal es tra- cas. La orina es turbia, maloliente con piuria y en la
tar el dolor; para ello debemos hacer un diagnóstico mitad de los casos hemática. La existencia de exuda-
diferencial con otros cuadros clínicos tales como: do uretral nos hará pensar en enfermedades de
dolor osteomuscular, aneurisma disecante de aorta, transmisión sexual.
apendicitis, diverticulitis aguda, dolor ginecológico, etc.
Uretritis
Por ello es fundamental una buena historia clínica Se caracteriza por la existencia de dolor continuo
y exploración física del paciente que nos permiten a nivel de la uretra que se describe como quemazón
calificarlo de cólico renal simple o complicado. y que se acentúa con la micción.

sección II. Grandes síndromes 127


Libro del Residente de Urología

Prostatitis aguda La ecografía testicular es diagnóstica para el tumor


Es más frecuente en adultos jóvenes, cursa con testicular. Por su parte, el eco-doppler muestra una
fiebre, malestar general, escalofríos, síndrome miccio- ausencia de flujo sanguíneo en el testículo cuando se
nal y hematuria. El dolor se localiza a nivel perineal y trata de una torsión del cordón, mientras que en la
se irradia hacia el pene y a las extremidades inferiores. orquiepididimitis vemos un aumento del mismo.
El punto clave en el diagnóstico lo constituye el tacto
rectal que muestra una próstata tensa y dolorosa o de Dolor peneano
consistencia fluctuante lo que nos debe hacer sospe- Parafimosis, dolor motivado por el atrapamiento
char de la existencia de un absceso prostático que se del prepucio por estrechez del mismo en una posi-
confirma mediante la ecografía transrectal. Debe evi- ción retraída por detrás del glande, dando lugar a la
tarse la realización de un masaje prostático por el peli- aparición de edema progresivo.
gro de bacteriemia.
Priapismo, es una erección mantenida y dolorosa
Dolor testicular y que no se acompaña del estímulo sexual. Dentro de
En varones de menos de 20 años con dolor tes- las causas destacamos el empleo de fármacos vasoac-
ticular lo primero que debemos descartar es una tivos intracavernosos, linfoma, anestésicos, anticoagu-
torsión de testículo. Entre los 20 y los 35 años, lantes, alcohol, marihuana, etc.
cuando el dolor se acompaña de una hemorragia
intratesticular, debemos sospechar un tumor de Dolor crónico
testículo. Por encima de los 35 años la causa más
frecuente de dolor testicular es la orquiepididi- Englobamos varios cuadros clínicos crónicos, la
mitis, que es una infección por gérmenes gram mayoría de ellos idiopáticos, en los que la explora-
negativos, acompañada de fiebre, escalofríos y sín- ción física y las pruebas diagnósticas no demuestran
drome miccional. una lesión objetivable, siendo su diagnóstico de
exclusión.
Otro proceso a destacar a nivel testicular es la
gangrena de Fournier. Se da en pacientes inmu- Vulvodinia
nodeprimidos, diabéticos, siendo poco frecuente pero Molestia vulvar crónica en la que se deben des-
muy grave. Se caracteriza por su mal olor y por la apa- cartar procesos dermatológicos, ginecológicos, cam-
rición de una escara necrótica que sólo afecta a la piel bios en los hábitos sexuales, etc.
y al tejido celular subcutáneo pero que evoluciona
rápidamente sino no se trata con antibioterapia y Cistitis intersticial
resección quirúrgica de las zonas necróticas. Suele ser Sensación dolorosa continúa a nivel suprapúbico
secundario a un proceso perineal. que aumenta con el llenado vesical. Se acompaña de
nicturia y polaquiuria afectando a la calidad de vida del
En la exploración debemos valorar el tamaño, paciente. Deben ser descartadas todas las causas de
la posición y la consistencia de los testículos. A dolor vesical antes de llegar a este diagnóstico. En su
veces el diagnóstico es difícil debido a la gran infla- tratamiento se emplean antidepresivos tricíclicos, rela-
mación de las cubiertas escrotales. El punto clave jantes musculares, e incluso opiáceos.
es el diagnóstico diferencial entre la torsión de tes-
tículo y la orquiepididimitis, ya que el primero Cistitis rádica
requiere un tratamiento quirúrgico precoz para Cursa con un dolor suprapúbico de intensidad
conservar la viabilidad testicular frente al trata- fluctuante causada por la radiación vesical.
miento antibiótico de la orquiepididimitis. En ésta
el testículo no está ascendido, si lo elevamos las Orquialgia crónica
molestias disminuyen, no se palpa un bucle a nivel Dolor testicular crónico que puede deberse a un
del cordón y el reflejo cremastérico está conser- varicocele, hidrocele, intervenciones quirúrgicas pre-
vado, al contrario de lo que ocurre en la torsión vias, patología muscular y de la cadera. La exploración
testicular. física es anodina.

128 sección II. Grandes síndromes


7. Dolor urológico

Prostatitis crónica más dolorosa la lumbotomía que el abordaje subcos-


Molestias difusas a nivel perineal mantenidas en el tal anterior. Además de la propia incisión, el dolor es
tiempo e influidas por factores psicosociales. Se acom- también debido a la distensión vesical y/o intestinal,
paña de síntomas miccionales. espasmos vesicales, obstrucción de la sonda vesical
por coágulos, etc.Y en tercer lugar va a depender de
Prostatodinia la preparación psicológica del paciente.
Los síntomas son semejantes a los de la prostati-
tis crónica. Aparece disuria, urgencia urinaria. El dolor El dolor postoperatorio tiene dos fases: una inme-
se localiza a nivel suprapúbico, perineal, ingles y puede diata (las primeras 4-8 horas), que es la más intensa, y
ocurrir con la eyaculación. otra tardía (pasadas las 8 horas tras la cirugía y que
puede durar varios días).
Dolor crónico neoplásico
Es el dolor más frecuente a nivel hospitalario y
El 80% de los pacientes que padecen un cáncer a debería ser el más fácil de tratar al ser predecible, ya
nivel genitourinario presentan dolor en algún momen- que conocemos de antemano cuándo va a comenzar
to de su enfermedad, siendo más intenso y frecuente y cuál va a ser su duración e intensidad. Para ello es
en los tumores de vejiga y de próstata. Este dolor de importante tener un conocimiento de los fármacos
tipo maligno es en la mayoría de los casos nocicepti- analgésicos de los que disponemos en la actualidad, así
vo y menos frecuentemente neuropático. como la forma de emplearlos.

El dolor motivado por un tumor renal es debi- Aparte del sufrimiento que conlleva el dolor post-
do a la distensión de la cápsula renal o bien a la obs- operatorio, motiva una serie de complicaciones sobre-
trucción de la vía urinaria, y suele ocurrir en las fases añadidas que con su tratamiento podemos evitar:
avanzadas cuando ha alcanzado un tamaño considera-
ble. Puede ser también debido a la afectación ósea • Respiratorias: neumonía, atelectasia.
por metástasis.
• Cardiacas: taquicardia, hipertensión, trombosis
El carcinoma urotelial es multicéntrico, siendo venosa (por el encamamiento y el aumento de la
la localización más frecuente la vesical. Produce sinto- viscosidad sanguínea y de la agregación plaquetaria).
matología miccional que aumenta con el llenado de la
vejiga. Cuando se localiza a nivel de la pelvis renal o • Gastrointestinales: íleo paralítico, náuseas y
del uréter producen obstrucción, dando lugar a un vómitos.
cuadro doloroso semejante a un cólico renal. Igual-
mente en dolor pude deberse a la afectación ganglio- • Metabólicas: hiperglucemia, oliguria.
nar y/o a metástasis óseas.
• Psicológicas: ansiedad, insomnio, depresión.
El cáncer de próstata es la tercera causa de
muerte por cáncer en varones de más de 55 años. En
el momento del diagnóstico muchos pacientes se TRATAMIENTO 7,8

encuentran asintomáticos siendo diagnosticados por


elevaciones séricas del PSA y a través de la realización Cada persona percibimos el dolor de una mane-
de una biopsia prostática. Pero en otras ocasiones el ra específica. Para realizar un tratamiento adecuado
dolor por metástasis óseas es el debut de este tumor. debemos conocer la causa y la intensidad del dolor, las
medidas farmacoterapeúticas de las que disponemos,
Dolor postoperatorio y además tener en cuenta las circunstancias concretas
de cada paciente.
Está desencadenado por la estimulación nocicep-
tiva en relación, en primer lugar, con la herida y la Los fármacos analgésicos se clasifican en los si-
intervención realizada. Así pues, en la cirugía renal es guientes tres grupos:

sección II. Grandes síndromes 129


Libro del Residente de Urología

• Antiinflamatorios no esteroideos (AINES) y otros - Metamizol (Nolotil(R)) 2 g im o iv (infusión lenta


analgésicos no opioides. en 2 min), cada 8 horas.
- Ketorolaco (Tonum(R), Droal(R)) 30 mg im o iv
La aspirina (ác. acetilsalicílico) es el prototipo de lenta, cada 8 horas.
los AINES, actúa inhibiendo la síntesis de prostaglandi- - Diclofenaco (Voltaren(R)) 75 mg im, cada 12 de
nas. Como efectos secundarios destacamos las altera- horas.
ciones gastrointestinales (úlcera, hemorragia digestiva).
• Dolor intenso: asociamos uno de los siguientes
El paracetamol es eficaz en dolores leves, pero opiáceos
carece de efecto antiinflamatorio. En sobredosis pro- - Tramadol (Adolonta(R)) 50-100 mg vo / sc / iv /
duce hepatotoxicidad. im, cada 6 horas.
- Buprenorfina (Buprex(R)) 0.1-0.3 mg sc / sublin-
El ibuprofeno, el naproxeno y el ketoprofe- gual.
no son AINES más potentes y el efecto es más dura- - Meperidina (Dolantina(R)) 1/2 ampolla de 50 mg
dero y la toxicidad gastrointestinal es menor. iv / im / sc, se puede repetir a los 30 min y luego
cada 6-8 horas.
El metamizol es eficaz, y como efectos adversos
destacamos hipotensión a dosis altas y raramente
Para los vómitos: metoclopropamida (Primperan(R))
agranulocitosis.
10 mg iv intervalo de 8 horas.
• Opioides débiles.
En las primeras horas se debe evitar la hiperhi-
En este grupo se incluyen la codeína, la dihi- dratación ya que produce un aumento de la presión
drocodeina, la pentazocina, el tramadol, sus renal y también del dolor; posteriormente es aconse-
principales efectos secundarios son náuseas, vómitos y jable una ingesta de 2-3 litros al día. Pasado el episo-
estreñimiento. El efecto de los opioides débiles es dio agudo podemos pautar la analgesia por vía oral.
potenciado por los AINES.
Dolor prostático
• Opioides potentes.
La prostatitis aguda se trata con antibióticos y
No presentan “techo terapéutico” a más dosis más para el dolor se emplean el paracetamol y los AINES.
efecto, pero producen adicción, tolerancia y depresión Las molestias de la prostatitis crónica se tratan con
respiratoria. Como efectos adversos destacamos náu- AINES y medidas locales como los baños de asiento.
seas y estreñimiento. El prototipo es la morfina, su En ocasiones el empleo de antagonistas alfa adrenér-
efecto es muy variable de unos individuos a otros, por gicos como la terazosina, doxazosina y relajantes
eso la dosis debe ser ajustada a cada paciente. Si la como el diacepam mejora la sintomatología de la
analgesia no es suficiente es preferible disminuir el prostatodinia.
intervalo de administración que aumentar la dosis,
consiguiendo así concentraciones plasmáticas más Dolor testicular
estables. La buprenorfina se puede administrar por
vía sublingual. No se deben asociar los opioides débi- En el tratamiento de la orquiepididimitis aguda se
les con los potentes porque disminuyen su eficacia. emplea los AINES, el paracetamol y en ocasiones
anestésicos locales para infiltrar el cordón espermáti-
1
Cólico nefrítico co (bupivacaina al 5% 5-10 ml).

La vía de administración dependerá de la intensi- En los casos de orquialgia crónica se pueden admi-
dad del dolor y de la tolerancia oral. nistrar AINES, antidepresivos a dosis bajas, infiltración
anestésica del cordón, técnicas de neuroestimulación
• Dolor moderado: empleamos uno de los siguien- eléctrica transcutánea. Sin embargo, algunos pacientes
tes fármacos tienen que ser remitidos a la Unidad de Dolor.

130 sección II. Grandes síndromes


7. Dolor urológico

Dolor postoperatorio de suero fisiológico a un ritmo de 10 ml/h. (Se


puede sustituir el metamizol por Paracetamol o
Debe ser tratado siempre de una forma precoz, Ketorolaco).
pautada y con analgesia de rescate. De esta forma evi- - De rescate Cloruro Mórfico 5 mg iv / sc hasta
tamos un sufrimiento innecesario, disminuimos las controlar el dolor.
complicaciones postoperatorias y el tiempo de recu-
peración. En una primera fase se emplea la vía paren- Dolor oncológico 10

teral, para pasar en una segunda fase a la vía oral. La


mejor asociación la constituyen los AINES + opiáceos. De los tumores urológicos es el cáncer de prós-
tata el que con más frecuencia asocia dolor, hasta un
Otras opciones analgésicas son las infiltraciones 70%. El tratamiento del dolor oncológico se consigue
de la herida quirúrgica con anestésicos locales, anal- mediante la asociación de AINES, opiodes y otros fár-
gesia con anestésicos locales mediante catéteres epi- macos coadyuvantes, siguiendo la Escalera Analgésica
durales, sistemas de “analgesia controlada por el de la OMS:
paciente”.
• 1.er Escalón (dolor leve): AINES o analgésicos no
• Dolor leve: opioides.
- Paracetamol 2 g iv cada 4-6 horas. • 2.º Escalón (dolor moderado): AINES + opioides
- Metamizol 2 g iv en 5-10 min cada 6-8 horas. débiles.
- Ketorolaco 30 mg iv / im cada 6-8 horas. • 3.er Escalón (dolor intenso): opioides potentes +/-
- De rescate Tramadol 50-100 mg iv / im cada 6 AINES.
horas.
Existen además otras pautas específicas como la
• Dolor moderado: anestesia regional, opiodes por vía epidural, bloqueos
- Perfusión iv con 3 ampollas de Metamizol + 2 neurolíticos, corticoides, la radioterapia para el dolor
ampollas de Tramadol en 250 ml de suero fisio- por metástasis óseas.
lógico a un ritmo de 10 ml/h. (Se puede sustituir
el metamizol por Paracetamol o Ketorolaco). La medicación se administra por vía oral ya que es
- De rescate Cloruro Mórfico 5 mg iv / sc cada 4 menos molesta y las dosis deben ser individualizadas
horas. dependiendo del tipo del dolor y de las características
del paciente. Lo que siempre tenemos que tener en
• Dolor intenso: cuenta es que el objetivo final del tratamiento del
- Perfusión iv con 3 ampollas de Metamizol + 2 dolor oncológico es mejorar la “calidad” de vida del
ampollas (20 mg) de Cloruro Mórfico en 250 ml paciente.

sección II. Grandes síndromes 131


Libro del Residente de Urología

BIBLIOGRAFÍA 6. García Paños JM, Buendía González J, Olle Carreras


J. Dolor Urológico. Urología: Libro del Residente.
1. González de Zárate J, Álvarez López JC. El dolor en ENE Publicidad S.A. Madrid 1998; 51-57.
Urología. Manual de Urología General. Fernández 7. Gálvez R, Calleja MA. Guía Práctica clínica: manejo
del Busto E. Secretariado de Publicaciones e intrahospitalario del dolor. Granada, Grunenetal Ed.
Intercambio Editorial, Universidad de Valladolid, 1999; 33-63.
2004; 537-546. (**)
8. Abad Santos F, García García A. Guía Práctica para
2. López Timoneda F. Definición y clasificación del tratar el dolor de origen urológico. Clínicas Urológicas
dolor. Clínicas Urológicas de la Complutense, 1996; de la Complutense, 1996; 4, 293-310 Servicio de
4, 49-55 Servicio de Publicaciones, UCM, Madrid. Publicaciones, UCM, Madrid. (**)
3. Miralles Pardo FS, Robles García E.Valoración clínica 9. Moreno Sierra J, Chicharro Almarza J, Corral Rosillo
y métodos diagnósticos del dolor. Clínicas Urológicas J, Delgado Martín JA, Silmi Moyano A, Resel Estévez
de la Complutense, 1996; 4, 73-91 Servicio de L. Manejo del dolor postoperatorio en urología.
Publicaciones, UCM, Madrid. Clínicas Urológicas de la Complutense, 1996; 4, 155-
4. Medina López R, García Matilla F. Dolor Urológico. 173 Servicio de Publicaciones, UCM, Madrid. (**)
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Virgen del Rocío, Sevilla. García Matilla F. ENE con cáncer urológico. Tratado de Oncología
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5. Wesselman U, Magora F, Ratner V. Dolor de origen y Ediciones, S.L. Madrid 2003; 207-210. (**)
urogenital. Rev Soc Esp del Dolor 2001; 428-431. (**): Lecturas recomendadas.

132 sección II. Grandes síndromes


capítulo 8

Oliguria y anuria
de origen urológico

Sergio Fumero Arteaga


David M. Castro-Díaz
Pedro Rodríguez Hernández

H. U. de Canarias La Laguna.Tenerife

Palabras clave: Oliguria. Anuria. Uropatía obstructiva. Insuficiencia renal obstructiva.


Índice capítulo 8

Oliguria y anuria
de origen urológico
Introducción ..................................................................................................................................................................... 137
Clínica..................................................................................................................................................................................... 139
Diagnóstico........................................................................................................................................................................ 140
Tratamiento...................................................................................................................................................................... 141
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 143
8. Oliguria y anuria de origen urológico

capítulo 8

Oliguria y anuria
de origen urológico
INTRODUCCIÓN • Insuficiencia renal aguda parenquimatosa renal. Se
produce una alteración en la función renal por
La oliguria y anuria de origen urológico consiste lesión parenquimatosa en dicho órgano. Se
en la disminución en la eliminación de la orina debido suele llegar a este diagnóstico tras descartar
a un impedimento estructural al flujo urinario en cual- alteraciones pre y postrenales. Generalmente se
quier sitio a lo largo de las vías, que ocasiona acumu- conserva de algún modo la diuresis pero ineficaz
lación de orina de forma retrógrada y lesión secunda- para el mantenimiento de la homeostasis. Las
ria de uno o ambos riñones si no se corrige la causa. causas pueden ser varias pero las podemos
Es lo que se denomina uropatía obstructiva. El con- resumir en:
cepto de anuria significa ausencia de diuresis. Cuando - Isquémicas.
la diuresis es inferior a 400 cc en 24 horas se deno- - Tóxicas.
mina oliguria. - Infecciosas.
- Hipersensibilidad.
Es importante diferenciar estos casos de aquellos
en los que realmente no hay producción renal de • Insuficiencia renal aguda obstructiva o postrenal. Es
orina que es lo que se denominaría anuria secretora la ausencia de eliminación urinaria debida a un
o verdadera. impedimento estructural en cualquier sitio a lo
largo de la vía urinaria que secundariamente
Teniendo en cuenta lo anterior es de vital impor- puede producir daño en el parénquima renal, la
tancia, en aquellas situaciones que se presenten de denominada nefropatía obstructiva. La mayor parte
forma aguda, diferenciar el mecanismo que ha produ- de causas urológicas de oliguria y anuria se inclu-
cido la oliguria o, en su caso, la anuria, ya que de la yen en este grupo.
identificación y tratamiento precoz de estas situacio-
nes depende la recuperación de la función renal. Por Las causas que producen la obstrucción al flujo
tanto podríamos diferenciar 3 tipos de insuficiencia urinario pueden clasificarse atendiendo a diferentes
renal aguda: características. Podemos hacer una clasificación en
función de la localización dentro de la vía urinaria en
• Insuficiencia renal aguda prerrenal. Es aquella que intraluminal, extraluminal o intramural (Figura 1).
se produce por un descenso de la perfusión san-
guínea renal secundaria a una disminución grave También podemos clasificar la causas de obstruc-
de la presión arterial y/o disminución del volumen ción según el nivel dentro de la vía urinaria y de la
circulante (hipovolemia, shock cardiogénico). La naturaleza de la misma:
evolución suele ser favorable una vez se reponga
el flujo plasmático renal de forma precoz median- • Renales:
te la corrección de la hipotensión arterial y/o de - Congénitas:
la repleción de volumen. Si el tratamiento se Poliquistosis renal.
demora puede instaurarse una necrosis tubular Quiste renal.
isquémica. Estenosis unión pieloureteral (UPU).

sección II. Grandes síndromes 137


Libro del Residente de Urología

Figura 1.

Causas intraluminales:
Litiasis Necrosis papilar
Tumores Micosis
Coagulos Otros

Causas extramurales:
HBP Causas instrumentales:
Tumores Tumores
Masas Inflamaciones
Retroperitonales Estenosis
Fibrosis retroperit Causas funcionales
Vasculares Traumatismos
Yatrogénicas Malformaciones

Quiste peripiélico. Uréter retrocavo.


Vaso aberrante en UPU. Síndrome de abdomen en ciruela pasa.
- Neoplásicas: - Neoplásicas:
Tumor de Wilms. Carcinoma primario de uréter.
Carcinoma de células renales. Carcinoma metastásico.
Carcinoma urotelial de pelvis renal. - Inflamatorias:
Mieloma múltiple. Tuberculosis.
- Inflamatorias: Esquistosomiasis.
Tuberculosis. Absceso.
Infección por Echinococcus. Ureteritis quística.
- Metabólicas: Endometriosis.
Cálculos. - Varias:
- Varias: Fibrosis retroperitoneal.
Papilas esfaceladas. Lipomatosis pelviana.
Traumatismo. Aneurisma aórtico.
Aneurisma de arteria renal. Radioterapia.
Litiasis.
• Ureterales: Traumatismo.
- Congénitas: Urinoma.
Estenosis. Prolaxo uterino severo.
Ureterocele.
Reflujo vesicoureteral. • Vejiga y uretra:
Válvula ureteral. - Congénitas:
Riñón ectópico. Válvula uretral posterior.

138 sección II. Grandes síndromes


8. Oliguria y anuria de origen urológico

Fimosis. La obstrucción al flujo urinario determina una


Estenosis de uretra. dilatación progresiva de la vía urinaria por encima del
Hipo y epispadias. obstáculo. Hidronefrosis es el término que describe la
Hidrocolpos. dilatación de la pelvis y cálices renales acompañada de
- Neoplásicas: atrofia progresiva del parénquima renal y que es con-
Carcinoma de vejiga. secuencia de dicha obstrucción. La filtración glomeru-
Carcinoma de próstata. lar se mantiene aun en obstrucción completa, porque
Carcinoma uretral. el filtrado pasa retrógradamente al intersticio y espa-
Carcinoma de pene. cio perirrenal debido al aumento de la presión intra-
- Inflamatorias: pélvica, siendo drenado por vía linfática al sistema
Prostatitis. venoso. En consecuencia, durante la obstrucción tiene
Absceso parauretral. lugar un movimiento de orina y bacterias hacia el
- Varias: árbol vascular, lo que conduce a un trastorno poten-
Hiperplasia benigna de próstata cialmente peligroso. Esta filtración sostenida dilata la
Vejiga neurógena. pelvis y los cálices, a veces intensamente. Con ello
aumenta la presión en la pelvis renal transmitiéndose
Las principales causas de anuria obstructiva son hacia la corteza produciendo atrofia. La presión tam-
los tumores malignos y la litiasis. Cuando la obstruc- bién comprime los vasos medulares, dando lugar a
ción se produce en el tracto urinario inferior se trata una reducción del flujo plasmático en la parte interna
de una retención de orina y la etiología prostática es de la médula. Este efecto vascular medular es reversi-
la más probable (HBP, ca. prostático) además de las ble, pero existe un punto en el que la prolongación de
estenosis de uretra. la obstrucción provoca trastornos funcionales. En con-
sonancia con lo anterior, las primeras alteraciones son
En el área supravesical el cáncer es la principal tubulares, y se expresan en reducción de la capacidad
causa de anuria obstructiva ya que es responsable de de concentrar la orina. Posteriormente disminuye la
aproximadamente la mitad de los casos. Puede tratar- filtración glomerular. La obstrucción también desenca-
se de un tumor propio de las vías urinarias o por atra- dena una reacción inflamatoria intersticial mediada
pamiento ureteral secundario a extensión tumoral por leucocitos y células tubulares activadas, que luego
(p.e. próstata, vejiga, útero) en aquellos tumores inva- da lugar a fibrosis intersticial.
sivos generalmente de mal pronóstico.

La litiasis es la causante de anuria obstructiva CLÍNICA


supravesical en aproximadamente el 40% de los casos.
Se trata de un proceso grave ya que puede coexistir La obstrucción de las vías urinarias puede produ-
o complicarse con una infección constituyendo una cir una amplia gama de síntomas, desde un cuadro
verdadera emergencia urológica. asintomático hasta el cuadro clásico del cólico renal. El
complejo sintomático varía de acuerdo con:
Hay que tener en cuenta que para que cual-
quiera de las causas de uropatía obstructiva del a) Aguda o crónica.
tracto urinario superior sea causa de anuria deben b) Unilateral o bilateral.
producirse de forma bilateral o en paciente mono- c) Intrínseca o extrínseca.
rreno. d) Completa o parcial.

La patología prostática es la principal causa de En general, la obstrucción aguda se asocia con


uropatía obstructiva infravesical, seguido de las este- dolor lumbar que puede irradiar a ingle o muslo ipsi-
nosis uretrales. Este tipo de retención urinaria puede lateral. Generalmente el cuadro se acompaña de náu-
suceder de forma aguda o crónica. Si dicha obstruc- seas, vómitos y escalofríos. Si existe infección se puede
ción se prolonga en el tiempo puede llegar a instau- asociar al cuadro fiebre alta. Lo habitual es que la obs-
rarse una insuficiencia renal secundaria. trucción ureteral aguda se produzca de forma unilate-

sección II. Grandes síndromes 139


Libro del Residente de Urología

ral; en cambio, si se produce una obstrucción ureteral vesical para descartar que se trate de una obstrucción
aguda bilateral el paciente experimenta anuria de ini- del tracto urinario inferior. En caso de que dicho son-
cio súbito. Si este cuadro se produce de forma cróni- daje no se pueda llevar a cabo por la presencia de
ca el paciente habitualmente se encuentra asintomáti- estenosis se colocará un catéter de cistostomía supra-
co dificultando así el diagnóstico y, muchas veces, lle- púbica siempre y cuando se demuestre la presencia
gando al mismo de forma incidental. La obstrucción de globo vesical.
bilateral y crónica puede producir sintomatología debi-
da a la retención hidrosalina (edemas, aumento de la Debe realizarse una analítica sanguínea donde se
circunferencia abdominal, malestar general, anorexia, deben determinar los parámetros básico hematológi-
cefaleas, aumento de peso, fatiga y disnea) y también cos, bioquímicos y gasometría: si la anuria no es total,
manifestaciones relacionadas con la uremia. también es posible determinar parámetros urinarios.
En estos últimos puede demostrarse la existencia de
La obstrucción crónica unilateral a menudo se hematuria, proteinuria, cristaluria, piuria y cilindros.
presenta en forma de dolores lumbares intermitentes
durante los periodos de diuresis forzada (por ejemplo Los datos analíticos más frecuentemente encon-
por la ingesta de alcohol). Por lo general las causas trados en la anuria de origen obstructivo son por un
extrínsecas de obstrucción se presentan más insidio- lado los derivados de la retención de los productos
samente y por lo tanto la ausencia de síntomas es la del metabolismo nitrogenado: aumento de nive-
nota dominante aunque sean bilaterales. Este tipo de les de urea y creatinina. Hay que tener en cuen-
obstrucción suele hallarse de forma incidental. ta que los niveles de urea pueden también incre-
mentarse en situaciones de exceso de catabolismo
Es importante conocer los hábitos miccionales del proteico o estados de deshidratación, pero el
paciente que pueden variar desde chorro urinario aumento de los niveles de creatinina sólo dependen
débil, urgencia miccional con o sin incontinencia, del grado de deterioro de la función renal (se incre-
incontinencia por rebosamiento hasta retención uri- mentará de forma constante a un ritmo de 1-2
naria completa. mg/dl/día). Por otro lado en la analítica también se
observarán datos relacionados con trastornos hidro-
electrolíticos y del equilibrio ácido-básico: hiperpo-
DIAGNÓSTICO tasemia y acidosis metabólica.

La presencia de oliguria o anuria obliga a una rápi- Cuando la obstrucción crónica es el cuadro clínico
da evaluación urológica a fin de descartar obstrucción predominante, los índices diagnósticos urinarios son
del tracto urinario. más a menudo similares a los observados en una
necrosis tubular aguda: alta concentración de sodio
Es fundamental una anamnesis pormenorizada en orina, osmolalidad urinaria disminuida y disminu-
seguida de un examen físico en busca de algún signo ción del cociente entre creatinina en orina y creatini-
clínico que nos oriente al diagnóstico, aunque en oca- na en plasma.
siones son muy inespecíficos. Es importante valorar el
hipogastrio para valorar la presencia de globo vesical Si la obstrucción es más aguda y no se acompaña
(que en ocasiones puede ser visible), puñopercusión de insuficiencia renal los índices urinarios son similares
lumbar, palpación abdominal en busca de masas, tacto los de uremia prerrenal: baja concentración de sodio
rectal, vaginal y bimanual. en orina y aumento de osmolalidad urinaria.

También es posible la presencia de signos de El estudio de la vía urinaria mediante pruebas de


sobrecarga volumétrica como edema en miembros imagen debe iniciarse con una radiografía simple de
inferiores, congestión pulmonar e hipertensión. aparato urinario, prueba básica que puede poner de
manifiesto la presencia de imágenes litiásicas, valorar
Como medida inicial en el manejo de este cuadro las siluetas renales o vesicales o signos que sugieran
clínico es fundamental la colocación de una sonda la presencia de masa abdominal. Sin embargo, la

140 sección II. Grandes síndromes


8. Oliguria y anuria de origen urológico

prueba inicial que nos dará más información y nos será la derivación urinaria para restablecer lo antes
orientará hacia una actitud terapéutica es la ecografía posible una dinámica urinaria normal. Las indicaciones
abdominal. Con ella podremos descartar o confirmar para la derivación urinaria urgente cuando la uropatía
la uropatía obstructiva, se puede demostrar o aproxi- es unilateral son fundamentalmente:
mar la etiología, localización y gravedad de la obs-
trucción. Los ecos en el interior del sistema colector • Dolor refractario.
pueden indicar pionefrosis, hemorragia o lesión de la • Fiebre.
mucosa transicional. • Náuseas y vómitos persistentes.
• Obstrucción de alto grado.
Un paciente que se nos presente con anuria y en • Aumento de BUN y creatinina.
la ecografía se objetive que existe dilatación del trac- • Signos y síntomas de uremia.
to urinario superior prácticamente confirma la etiolo- • Hiperpotasemia.
gía obstructiva.
Las técnicas usadas para la derivación urinaria son
Una prueba muy importante que ha sido des- variables ya que dependen del tipo y nivel de la obs-
plazada en las situaciones urgentes por la ecografía trucción:
es la urografía intravenosa. Hay que tener en cuen-
ta que debe usarse en pacientes con función renal
• Obstrucción infravesical:
normal, sin alergia a los medios de contraste y que,
- Sondaje vesical: Es la medida principal en la
siendo mujeres, esté descartado el embarazo. Esta
obstrucción infravesical. Deben tomarse
exploración radiológica, aparte de detalles anatómi-
todas las medidas de asepsia posibles a fin de
cos, también aporta detalles funcionales de la obs-
minimizar el riesgo de infección, que es el
trucción. La obstrucción urinaria aguda se visualiza
principal problema que presentan todas las
en la UIV mediante un nefrograma obstructivo, una
maniobras retrógradas. La colocación de la
demora del llenado del sistema colector con el
sonda debe ser atraumática, recomendando
medio de contraste, la dilatación del sistema colec-
empezar con sondas de mediano calibre (16-
tor y una posible rotura del fórnix con extravasa-
ción urinaria. 18 Ch). La evacuación de la orina debe ser
progresiva, descomprimiendo lentamente la
Otras pruebas de imagen a veces son requeridas vejiga, en varios tiempos para prevenir la
fundamentalmente en la búsqueda de la etiología de hematuria ex vacuo.
la obstrucción, entre ellas:
Si existe una estenosis uretral o cervical que
TC: La tomografía helicoidal sin contraste se con- impida el cateterismo vesical se procederá a
sidera actualmente el gold-standard para la detección realizar una cistostomía suprapúbica, siempre y
de cálculos ureterales. Asimismo se pueden detectar cuando tengamos la absoluta certeza de que
anomalías, tumores, masas y fibrosis retroperitoneal. existe un globo vesical.
La uroresonancia magnética no ha mostrado ventajas
frente a la TC. - Catéter suprapúbico: Deben respetarse las
condiciones de asepsia como en el caso ante-
Pielografía ascendente y descendente: nos ayuda- rior. Si existe duda de la presencia de globo
rá a localizar el punto exacto de la obstrucción, y si vesical, la punción debe guiarse mediante eco-
fuera necesario, incluso ayudar a desbloquearla. grafía. Se realiza bajo anestesia local infiltran-
do los diferentes planos de la pared abdomi-
nal hasta la vejiga. La introducción del trócar
TRATAMIENTO debe ser perpendicular a los planos tegumen-
tales siguiendo una dirección un poco oblicua
La anuria obstructiva constituye una urgencia, por hacia arriba para así evitar perdernos por el
lo que una vez diagnosticada, la actuación prioritaria espacio de Retzius.

sección II. Grandes síndromes 141


Libro del Residente de Urología

• Obstrucción supravesical: el drenaje de orina infectada o pionefrosis por


- Cateterismo uretral: encima del obstáculo.
Catéter ureteral simple
Catéter ureteral tipo doble J - Nefrostomía percutánea: La manipulación
endourológica que no consigue un drenaje
En general se prefieren las derivaciones apropiado de la vía urinaria comporta serios
endoureterales con catéteres ureterales tipo riesgos de infección y de sepsis, por lo que hay
doble J, al ser el método más simple y menos escuelas que prefieren de elección la nefrosto-
agresivo. Si la derivación es provisional, pode- mía percutánea, siempre y cuando la vía urina-
mos usar un catéter ureteral simple exteriori- ria esté suficientemente dilatada.También, como
zado por uretra. dijimos anteriormente, se recurrirá a ella sin no
es posible la vía endourológica. Aparte de ser
Un catéter doble J es una sonda fina multiper- un método simple y eficaz para el drenaje
forada que comunica la pelvis renal con la veji- externo de las vías urinarias superiores, consti-
ga y permite la evacuación de la orina por las tuye la primera etapa de técnicas intraductales
vías naturales. Si existe alguna dificultad para más complejas. La técnica para su colocación
acceder al meato ureteral, imposibilidad para precisa que el paciente se sitúe decúbito prono
sobrepasar el obstáculo, perforación ureteral u o ligeramente oblicuo.Todo debe ser realizado
obstrucción uretral que impida el paso del ins- bajo control radiológico. El catéter se coloca
trumental, se preferirá la vía percutánea. según el principio de Seldinguer, o sea, por
También será de elección la vía percutánea para medio de una guía metálica introducida en las

Figura 2.

OLIGURIA o ANURIA

Cateterización vesical

Retención urinaria Vejiga vacía

Ecografía de vía
urinaria superior

Hidronefrosis No hidronefrosis

Derivación urinaria
Tratamiento de soporte IRA Descartar causa
Tratamiento etiológico Parenquimatosa prerrenal

142 sección II. Grandes síndromes


8. Oliguria y anuria de origen urológico

vías excretoras a través de la aguja de punción. BIBLIOGRAFÍA


Las complicaciones de la colocación de una
nefrostomía percutánea son infrecuentes si la 1. Sánchez J, Martínez R, García Pérez M. Anuria
técnica se realiza correctamente y son funda- Obstructiva. En: García Pérez M, Camacho Martínez
mentalmente de tres clases: complicaciones E. Patología Urogenital: Pautas de Actuación y Guías
hemorrágicas, fugas de orina y complicaciones de Orientación Diagnóstico Terapéuticas. Barcelona.
infecciosas. Ediciones Mayo. 2002. pp. 19-25.

Tratamiento complementario: Una vez dre- 2. Gulmi FA, Felsen D, Darracott, Vaughan E.
nada la vía urinaria el paciente será sometido a un tra- Fisiopatología de la Obstrucción del Tracto Urinario.
tamiento complementario de apoyo para intentar En: Walsh, Retik, Vaughan, Wein. Campbell Urología.
corregir los desórdenes hidroelectolíticos que la obs- 8.ª Edición. Buenos Aires. Editorial Médica
trucción haya producido. Asimismo se tomarán medi- Panamericana. 2004. pp. 447-502.
das encaminadas a disminuir o minimizar las compli- 3. Streem SB, Frakee JJ, Smith JA. Manejo de la
caciones infecciosas y sépticas derivadas del cuadro. Obstrucción de la Vías Urinarias Superiores. En:
Se debe hacer un seguimiento analítico seriado con el Walsh, Retik, Vaughan, Wein. Campbell Urología. 8.ª
que valoraremos función renal y equilibrio ácido-bási- Edición. Buenos Aires. Editorial Médica Panamericana.
co. Como norma general, la base del tratamiento se 2004. pp. 503-55.
fundamenta en:
4. Le Normand L, Buzelin J-M, Bouchot O et al. Vía
• Antibioterapia de amplio espectro, no nefrotóxica Excretora Superior: fisiología, fisiopatología de las
y ajustada a la función renal. obstrucciones y exploraciones funcionales. EMC
(Elsevier SAS, Paris), Urología, 18-068-C-10. 2005.
• Corrección de la acidosis metabólica: se trata 5. Otal P, Chabbert V, Millan MI et al. Radiologie inter-
mediante sueros bicarbonatados calculando el ventionnelle en urologie et néphrologie. Encycl Méd
déficit de bicarbonato. Chir. Ediciones Científicas y Médicas Elsevier SAS.
Paris. Néphrologie-Urologie, 18-031-A-10.
• Tratamiento de la hiperpotasemia: se trata según
la urgencia (alteración del ECG, demora de 6. Resnick MI. Oliguria o Anuria. En: Resnick MI,
desobstrucción, etc.) de diferentes formas: Caldamone AA, Spirnak JP. Toma de decisiones en
- Efecto inmediato: gluconato cálcico + bicarbo- Urología. 2.ª ed. Barcelona. Edika-Med. 1992. pp. 12-13.
nato. 7. Grise P, Sibert L. Retenciones urinarias agudas comple-
- Efecto en 1 hora: suero glucosado al 20% + insu- tas. Encycl Méd Chir. Ediciones Científicas y Médicas
lina rápida. Elsevier SAS. Paris. Néphrologie-Urologie, 18-207-D-
- Tratamiento lento: restricción dietética + suero 10.
bicarbonatado + resinas de intercambio iónico
+ furosemida. 8. Broseta E, Budía A, Burgués JP, Jiménez Cruz. Uro-
- Si es necesario, se recurrirá a la diálisis. logía Práctica.Valencia.Tirant lo Blanch. 2004.
9. Reynard J, Brewster S, Biers S. Upper tract obstruc-
• También es importante la restitución hídrica para
tion, loin pain, hydronephrosis. En: Oxford Handbook
compensar la poliuria desobstructiva que se pro-
of Urology. New York. Oxford University Press. 2006.
duce tras la derivación urinaria. Debe suponer
pp. 401-14.
aproximadamente el 70% de la diuresis horaria
del paciente. 10. Reynard J, Brewster S, Biers S. Bladder outlet obs-
truction. En: Oxford Handbook of Urology. New
En la Figura 2 se muestra un algoritmo diagnósti- York. Oxford University Press. 2006. pp. 69-111.
co con el que puede ser enfocado un cuadro en el
que sospechemos anuria o oliguria de origen obs-
tructivo.

sección II. Grandes síndromes 143


capítulo 9

Retención urinaria

Daniel A. Pérez Fentes


Miguel A. Blanco Parra
Manuel Villar Núñez

Complejo Hospitalario Universitario


Santiago de Compostela

Palabras clave: Retención urinaria. Hiperplasia prostática benigna. Cateterismo uretral.


Cistostomía suprapúbica. Alfuzosina.
Índice capítulo 9

Retención urinaria

Introducción ..................................................................................................................................................................... 149


Cuadro clínico................................................................................................................................................................. 151
Diagnóstico y diagnóstico diferencial ...................................................................................................... 152
Tratamiento...................................................................................................................................................................... 153
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 154
9. Retención urinaria

capítulo 9

Retención urinaria

INTRODUCCIÓN forma menos florida, pasa, sobre todo en estadios ini-


ciales, desapercibida, provocando un infradiagnóstico
La retención urinaria se define como la imposibi- que dificulta su análisis epidemiológico. Por ello, en
lidad para vaciar, de forma total o parcial, aguda o cró- este apartado nos referiremos únicamente a la epide-
nica, el contenido vesical. Según su modo de presen- miología de la retención urinaria aguda.
tación y su intensidad podemos clasificarla en:
Se estima que un 10% de los varones entre 70 y
• Aguda y total: retención aguda de orina (RAO). El 80 años y un tercio de los mayores de 80 presentarán
paciente presenta, de forma brusca, una imposibi- RAO en los siguientes 5 años. Las series más antiguas
lidad total para vaciar el contenido vesical. Se trata indican que en alrededor de un tercio de los pacien-
de una urgencia urológica que provoca un dolor tes sometidos a resección transuretral de próstata, la
intenso y agitante debido a la distensión vesical. A RAO fue la indicación principal para la cirugía. Supone,
su vez, desde una perspectiva clínica y pronóstica por tanto, una complicación frecuente y temida, tanto
la RAO podemos clasificarla en: desde el punto de vista del paciente como desde una
- Espontánea: la que aparece sin ningún episodio perspectiva económica.1
desencadenante, formando parte de la historia
natural de la hiperplasia benigna de próstata. Las estimaciones antiguas de presentación de
- Provocada: la precedida por un factor desenca- RAO varían entre 4,5 y 130/1.000 personas-año. En
denante (intervención quirúrgica no relaciona- un estudio transversal realizado por Hunter et al.
da con la próstata, fármacos, sobrecarga hídrica, sobre 2.002 varones mayores de 50 años en la
dolor, anestesia general o locorregional, etc.). Comunidad de Madrid2, el porcentaje anual de RAO
fue del 5,1%, lo que supone una tasa de incidencia de
• Crónica y parcial: retención crónica de orina 50,9/1.000 personas-año. McConnell et al., utilizando
(RCO). El paciente presenta dificultad para conse- como cohorte el grupo placebo del estudio PLESS,
guir un vaciamiento completo del contenido vesi- publican una incidencia estimada de 18/1.000 perso-
cal, de tiempo variable de evolución. Se trata de nas-año. Por su parte, Andersen et al., tras realizar un
un cuadro menos florido, que puede llegar a pro- metaanálisis de los grupos placebo de estudios de
ducir gran deterioro de la función renal y de la hiperplasia benigna de próstata (HBP) de 2 años de
estructura de las vías urinarias, debido a que per- duración, publican una tasa de incidencia de 14/1.000
manentemente queda una cantidad remanente de personas-año.3
orina en la vejiga (residuo postmiccional).
Etiología
Epidemiología
La causa más frecuente de retención urinaria en
La retención urinaria aguda es una de las urgen- ambos sexos es obstructiva, destacando en el varón la
cias urológicas más frecuentes y es fácilmente reco- hiperplasia benigna de próstata y en la mujer los pro-
nocible. Debido a ello, existe abundante información cesos tumorales ginecológicos. Las causas de reten-
acerca de su epidemiología. Esto no sucede con la ción aguda y crónica son básicamente las mismas, des-
retención crónica de orina, que, al presentarse de tacando en la retención crónica de orina la HBP. 4

sección II. Grandes síndromes 149


Libro del Residente de Urología

Desde un punto de vista didáctico, podemos dividir las venciones que más a menudo dan lugar a una
causas de retención urinaria5 (aguda o crónica) en: retención urinaria son la cirugía pélvica urogine-
cológica, la anorrectal, la cirugía aórtica y la artro-
• Causas prostáticas: hiperplasia benigna de prósta- plastia de cadera.
ta (HBP), prostatitis aguda, abscesos prostáticos,
adenocarcinoma prostático, hipertrofia del verum • Causas neurológicas: lesiones suprasacras en la
montanum, etc. fase de choque espinal, lesiones traumáticas en el
cono medular terminal, las raíces de la cola de
• Causas vesicales: tumor vesical, hematuria con caballo o en la emergencia de los agujeros sacros,
coágulos, litiasis vesical, esclerosis cervical, uretero- compresión medular metastásica, compresión
cele, uréter ectópico, etc. radicular por hernia discal, espina bífida, absceso
epidural, hematoma medular, esclerosis múltiple,
• Causas uretrales y prepuciales: atresia, estenosis, mielorradiculitis vírica, síndrome de Guillain-
rotura uretral, válvulas y pólipos uretrales, tumor Barré, mielitis transversa, neuropatía diabética
uretral, litiasis uretral, divertículo uretral, cuerpos periférica, etc.
extraños, estenosis meato uretral, hipospadias,
epispadias, fimosis, picaduras de insecto en prepu- • Causas psicógenas: puede tratarse no sólo de
cio, parafimosis no reducida, estrangulación anular fenómenos emocionales y conflictivos, sino tam-
del pene, invasión obstructiva uretral por metás- bién de casos de histeria o esquizofrenia. Son más
tasis cavernosa, etc. frecuentes en mujeres.

• Causas ginecológicas: hematocolpos, tumor cuello • Causas medicamentosas: fármacos α-adrenérgi-


uterino, quiste parauretral, estenosis por coales- cos, β-bloqueantes, anticolinérgicos, antidepresi-
cencia de los labios menores, traumatismo vulvar, vos, neurolépticos, antiparkinsonianos, miorrela-
fibroma uterino-pediculado con compresión ure- jantes y analgésicos opiáceos.
tral, mixoma vaginal, quiste mülleriano, retrover-
sión del útero en la mujer embarazada, etc. • Otras causas: síndrome de Hinman-Allen, síndro-
me de Prune-Belly, etc.
• Causas anorrectales: tumor rectal, cirugía de lesio-
nes benignas anorrectales (hemorroides, trombo- En 2005, Desgrandchamps et al.6 publican un
sis hemorroidal, fisura anorrectal), estreñimiento estudio a partir de 2.618 pacientes franceses con
grave con fecaloma, relaciones anales, absceso hiperplasia benigna de próstata, en el que se detalla la
perirrectal, etc. etiología de la RAO. La propia HBP, sin otro factor
desencadenante, fue la causa de la retención en el
• Causas postoperatorias: puede aparecer después 71,6% de los pacientes, lo que hemos definido al ini-
de cualquier intervención, particularmente cuan- cio como RAO espontánea. Los resultados se pre-
do se ha utilizado anestesia peridural. Las inter- sentan en la Tabla 1.

Tabla 1. Causas de RAO en 2.618 varones franceses con HBP.

Causa % de pacientes
HBP (RAO espontánea) 71,6
Post quirúrgica 13,7
Estreñimiento con fecaloma 3,9
Fármacos 3,2
Dolor agudo anorrectal 2,4
Enfermedad médica aguda 1,6
Otros (excesiva ingesta hídrica, infección urinaria, litiasis, traumatismo…) 3,6

150 sección II. Grandes síndromes


9. Retención urinaria

Se desconoce actualmente el mecanismo por el do parte de la historia natural de la hiperplasia


cual el paciente con HBP presenta retención urinaria benigna de próstata. Después de una RAO espon-
aguda, pues ésta puede ser la manifestación inicial o tánea, un 15% de los pacientes padecen otro epi-
producirse tras un periodo de síntomas del tracto uri- sodio y un 75% de todos éstos serán intervenidos
nario inferior (STUI) crecientes. Es posible que en quirúrgicamente.
algunos casos un aumento agudo en la resistencia al
vaciado vesical sea el factor principal; de hecho, se ha • Retención urinaria aguda provocada: la precedida
descrito a la inflamación prostática secundaria a infar- por un factor desencadenante (intervención qui-
to prostático como una causa potencial de ese rúrgica no relacionada con la próstata, fármacos,
aumento de resistencia. Sin embargo esta teoría no ha sobrecarga hídrica, dolor, anestesia general o
sido corroborada en estudios recientes.7 regional, etc.). Después de una RAO provocada,
sólo el 9% de los pacientes padecen un episodio
Algunos autores han analizado los posibles facto- posterior de RAO espontánea y el 26% requiere
res de riesgo para RAO espontánea. Así, para Jacobsen operación.
et al.8 la presencia de STUI con puntuación superior a
7 (según la AUA Symptom Index), velocidad de flujo Retención crónica de orina
urinario < 12 ml/s y volumen prostático > 30 ml con-
fieren tres veces más riesgo de desarrollar RAO. Meigs La retención urinaria crónica es el resultado de un
et al.9, en el Physicians Health Study relacionaron las vaciamiento vesical incompleto, de manera que per-
tasas de incidencia de RAO de forma directamente manentemente queda un volumen remanente de
proporcional a la edad del paciente y a la severidad de orina en vejiga (residuo postmiccional).10
sus síntomas iniciales. En el estudio del condado de
Olmsted se encontró que un residuo postmiccional
Suele ser debida a HBP, que provoca una obstruc-
mayor de 50 ml se asociaba con tres veces más ries-
ción del tracto urinario inferior. Inicialmente, se pro-
go de RAO a los 3-4 años de seguimiento. Roehrborn
duce una hipertrofia del músculo detrusor que hace
et al. demostraron que la concentración del antígeno
posible el vaciamiento vesical. En una segunda fase
específico prostático (PSA) podría predecir la apari-
(fase de descompensación), el detrusor hipertrofiado
ción de RAO.7
es incapaz de vaciar totalmente la orina almacenada
en vejiga, persistiendo un residuo postmiccional que
CUADRO CLÍNICO se incrementa de forma progresiva causando la reten-
ción crónica. Finalmente, al producirse la claudicación
Retención urinaria aguda del músculo detrusor, las paredes vesicales se distien-
den, lo que se transmite al tracto urinario superior
Se trata de una urgencia urológica en la que el originando ureterohidronefrosis bilateral y deterioro
paciente presenta, de forma brusca, un deseo miccio- progresivo de la función renal.
nal intenso con imposibilidad total para orinar, provo-
cándole dolor hipogástrico intenso y agitante, debido Dado que la principal causa de la RCO es la HBP,
a la distensión vesical (globo vesical). Puede, en oca- sus síntomas iniciales son los del tracto urinario infe-
siones, producir daño al tracto urinario superior pro- rior (STUI): frecuencia diurna aumentada, nocturia,
vocando ureterohidronefrosis bilateral e insuficiencia chorro débil/lento, micción en regadera, dispersa o en
renal aguda.10 sifón, chorro intermitente, retardo, esfuerzo miccional,
goteo terminal, sensación de vaciado incompleto y
La retención urinaria aguda podemos dividirla en goteo postmiccional.11 Posteriormente, a medida que
2 formas clínicas2, con implicación pronóstica dife- aumenta el residuo postmiccional, se puede añadir al
rente: cuadro incontinencia paradójica o por rebosamiento.
En fases avanzadas, en las que se ha producido daño
• Retención urinaria aguda espontánea: la que apa- renal, puede asociarse clínica de insuficiencia renal:
rece sin ningún episodio desencadenante, forman- astenia, anorexia, adelgazamiento, anemia4…

sección II. Grandes síndromes 151


Libro del Residente de Urología

DIAGNÓSTICO Y DIAGNÓSTICO El examen neurológico del periné forma parte del


estudio de una retención urinaria, sobre todo en
DIFERENCIAL determinados contextos (paciente joven, aparición
súbita de la retención, signos infecciosos generales). La
Retención urinaria aguda exploración debe incluir la evaluación de la motricidad
voluntaria (esfínter anal y músculos elevadores)
El diagnóstico de retención urinaria aguda se mediante el tacto rectal, evaluación de la sensibilidad
establece en los casos habituales, de forma simple y perineal superficial y la búsqueda de los reflejos peri-
rápida, a partir de la anamnesis y exploración física neales bulbocavernoso o clitorideoanal.
del paciente. Habitualmente no es preciso realizar
otras pruebas complementarias, sino instaurar trata- Pruebas complementarias
miento urgente, y una vez resuelto el proceso Habitualmente no son necesarias en el contexto de
agudo, solicitar las pruebas oportunas para su estu- la urgencia, salvo que se tengan dudas diagnósticas, el
dio etiológico4,5,10. paciente tenga fiebre, deterioro del estado general, signos
clínicos de insuficiencia renal o sospecha de deterioro del
Anamnesis aparato urinario alto en la exploración física.
El paciente presenta un intenso deseo miccional,
agitante y doloroso, con imposibilidad para hacerlo. • Análisis de sangre. El estudio bioquímico puede
La anamnesis permite orientarnos sobre la etiología ser normal o mostrar deterioro de la función
de la RAO: STUI preexistentes (patología prostática), renal, con elevación de las cifras de urea y creati-
cirugía prostática o uretral previa (estenosis uretral, nina. En casos de infección parenquimatosa aso-
patología del cuello vesical, etc.), antecedentes qui- ciada, el hemograma mostrará leucocitosis con
rúrgicos recientes no-urológicos, estreñimiento, medi- desviación hacia la izquierda.
caciones, antecedentes de enfermedad vascular, neu-
ropatía, diabetes, etc. • Análisis de orina y sedimento. Suele estar altera-
do. Ante la sospecha de infección urinaria, se
Exploración física deberá confirmar con urocultivo.
El examen físico del paciente revela una masa
hipogástrica, intensamente dolorosa de forma • Radiografía simple de abdomen. En ella puede
espontánea y a la palpación (que exacerba el deseo observarse una imagen redondeada, grande, de
miccional), con matidez a la percusión, que se define mayor densidad a nivel de la pelvis que correspon-
como globo vesical. La exploración de ambas fosas de con la vejiga llena de orina. En ocasiones se des-
lumbares puede evaluar la repercusión de la reten- cubre una litiasis vesical causante del cuadro.
ción sobre el tracto urinario alto. Es obligado explo-
rar los genitales externos mediante la palpación de la • Ecografía abdominal. Demuestra la existencia del
uretra peneana y el examen del glande, meato ure- globo vesical y nos permite cuantificarlo de forma
tral y prepucio. Esto puede permitirnos detectar pre- aproximada mediante fórmulas matemáticas.
cozmente algunas causas de retención, como este- Además puede permitirnos evaluar el estado del
nosis uretral, fimosis o tumores de pene, etc. tracto urinario superior.

Una vez derivada la orina, debe completarse la Retención urinaria crónica


exploración física realizando un tacto rectal y una ade-
cuada exploración ginecológica en mujeres. Además El diagnóstico clínico de retención urinaria cróni-
de valorar el tamaño y consistencia prostática, el tacto ca es, en ocasiones, complejo, pues el paciente no pre-
rectal permite examinar la vacuidad de la ampolla rec- senta ese estado agitante y doloroso con gran deseo
tal y descartar la existencia de un fecaloma. Conviene miccional de la RAO, pese a tener también la vejiga
realizarlo siempre después del vaciado vesical ya que distendida, por lo que en ocasiones la anamnesis y
el volumen del globo puede causar la subestimación exploración física no son suficientes y son precisas
del tamaño prostático. otras pruebas.

152 sección II. Grandes síndromes


9. Retención urinaria

La sintomatología previa (STUI, incontinencia TRATAMIENTO


paradójica o por rebosamiento), los pacientes ancia-
nos con deterioro del estado general e insuficiencia Tratamiento inicial: drenaje vesical
renal y los que presentan antecedentes de trastornos
neurológicos o de cirugía pélvica oncológica pueden La actitud inicial ante un paciente con retención
orientar hacia el diagnóstico de RCO. urinaria consiste en la evacuación del contenido vesi-
cal lo antes posible, pero sin confundir urgencia con
La exploración física seguirá la misma sistemática pérdida de asepsia. Este drenaje vesical puede reali-
que la RAO. Ésta puede ser normal o presentar globo zarse mediante cateterismo uretro-vesical o cistosto-
vesical, aunque no tan sintomático como en la reten- mía suprapúbica.4,5
ción aguda.
Cateterismo uretro-vesical
Dado que la anamnesis y exploración física no
La colocación de una sonda uretral es el méto-
son, en ocasiones, concluyentes, la ecografía abdomi-
do de drenaje vesical más frecuente. En una encues-
nal confirmará el diagnóstico, mostrando una vejiga
ta realizada en el Reino Unido a 264 urólogos fue el
urinaria con residuo postmiccional de mayor o menor
método de elección en el 98% de los casos y en otra
cuantía, de paredes engrosadas. Dado que la ecografía
similar realizada en Francia incluyendo a 2.618
es un medio de exploración rápido, simple, incruento
pacientes lo fue en el 83%. Sus principales contrain-
y fiable, ante la duda nunca deberá utilizarse el sonda-
dicaciones son la infección uretral aguda, la infección
je vesical como maniobra diagnóstica. Además, la eco-
prostática aguda y la sospecha de rotura uretral
grafía nos permite valorar el grado de ectasia de la vía
urinaria, el de adelgazamiento cortical y la diferencia- post-traumática.
ción córtico-medular.
Material necesario: solución antiséptica (clorhexi-
El estudio debe completarse realizando un aná- dina, povidona yodada…), lubricante anestésico (lido-
lisis de sangre que mostrará, distinto grado de dete- caína, xilocaína), pinza peneana, guantes, paños y gasas
rioro de la función renal y anemia, en función del estériles, sonda vesical, jeringa de 10 cc y una bolsa
tiempo de evolución y el daño al tracto urinario colectora de orina.
superior.
Técnica: comenzaremos explicando al paciente en
Diagnóstico diferencial qué consiste la técnica que vamos a realizar y preser-
vando su intimidad. Una vez comprobado el material
Anuria excretora (incluyendo el buen funcionamiento de las sondas
El paciente no orina, pero tampoco tiene deseo autorretentivas), posicionaremos al paciente varón en
miccional. En la exploración física, el hipogastrio está decúbito supino con piernas separadas y a la mujer en
vacío. El diagnóstico de anuria excretora se confirma posición ginecológica. Tras la limpieza de los genitales
mediante ecografía abdominal, en la que se demues- externos con solución antiséptica, procederemos a
tra que la vejiga se encuentra vacía. En los casos utilizar guantes y paños estériles. En el paciente varón
secundarios a uropatía obstructiva supravesical, se la lubricación uretral es preferible a la lubricación
observará ectasia del tracto urinario superior.10 directa de la sonda. Introduciremos la sonda con la
mano dominante mientras que con la no dominante
Incontinencia paradójica sujetaremos el pene en posición horizontal o separa-
o por rebosamiento remos los labios vulvares. Una vez comprobado que la
Se produce en los pacientes con retención cróni- sonda está en vejiga, procederemos al inflado del
ca de orina, que presentan escapes de orina de forma balón en las sondas autorretentivas con 10 cc de
involuntaria, por rebosamiento, al completarse una suero y a conectar su pabellón a bolsa colectora de
retención incompleta. El paciente pierde orina, pero orina. En varones, al finalizar es obligado recolocar el
no experimenta la sensación de necesidad. Existe prepucio en su posición inicial para evitar el desarro-
globo vesical, indoloro o poco doloroso. llo de parafimosis.11

sección II. Grandes síndromes 153


Libro del Residente de Urología

Cistostomía suprapúbica rápido y completo de la vejiga. Como medida


La principal indicación de cateterismo suprapúbi- preventiva se proponía el vaciado intermitente
co en los pacientes con retención urinaria es el fraca- de 200 cc de orina cada 15 minutos. Sin embar-
so del cateterismo uretro-vesical. No obstante, es la go, no existe ningún ensayo clínico controlado
técnica de elección ante infección prostática o uretral que compare la incidencia de complicaciones
aguda y ante sospecha de rotura uretral. Está con- entre el vaciado vesical rápido y el gradual, por lo
traindicada ante la sospecha de tumor vesical o de que el nivel de evidencia de esta medida preven-
alteraciones severas de la coagulación. Las interven- tiva es bajo.
ciones abdominales previas y las anomalías anatomo- Además, se han realizado trabajos con vaciado
topográficas vesicales son contraindicaciones relativas, vesical rápido y completo en los que la inciden-
que requerirán punción eco-dirigida. cia de hematuria fue de entre 2-16%, en ninguno
de los casos necesitando lavado vesical o trans-
Material necesario: solución antiséptica, guantes, fusión sanguínea. En ellos se demuestra también
gasas y paños estériles, jeringa y aguja, anestésico local, que, si el objetivo es una reducción gradual de la
hoja de bisturí, trocar de punción vesical, catéter presión intravesical, deberían evacuarse menos
suprapúbico y bolsa colectora. de 50 cc de orina de forma intermitente, por lo
que la descompresión gradual es una medida
Técnica: el catéter suprapúbico sólo debe colocar- difícil de conseguir.13
se si se tiene la absoluta certeza de que existe un
globo vesical. En caso de duda, debe confirmarse • Hipotensión. El vaciado vesical provoca una
mediante ecografía. Con el paciente en decúbito supi- vasodilatación refleja que se traduce en un des-
no y ligero Trendelemburg, una vez explicada la técni- censo de las cifras de tensión arterial. Este des-
ca al paciente y preservada su intimidad, procedere- censo no tiene trascendencia clínica en perso-
mos al rasurado, limpieza del área hipogástrica con nas sanas, pero puede tenerlo en personas con
solución antiséptica y colocación de guantes y paños enfermedad cardiovascular previa, del sistema
estériles. Tras anestesiar el trayecto unos 2-3 cm por nervioso, en ancianos y ante situaciones de
encima de la sínfisis púbica en la línea media, realizare- hipovolemia.
mos una pequeña incisión con hoja de bisturí en el
sitio de punción. A continuación se introduce el trocar • Poliuria postobstructiva. Acontece tras suprimir el
perpendicularmente, siguiendo una dirección un poco obstáculo en procesos obstructivos de larga evo-
oblicua hacia arriba con el fin de evitar su extravío en lución, en los que la diuresis se mantiene en torno
el espacio de Retzius. Una vez comprobada la salida de a los 125-200 ml/h. En su etiología están implica-
orina, se procede a introducir el catéter suprapúbico a dos varios mecanismos: diuresis osmótica debida
través del trocar y a la retirada del mismo. El catéter a la urea, factores natriuréticos, alteraciones de la
debe introducirse al máximo para asegurar que todos permeabilidad de los túbulos renales, etc. La repo-
los orificios de drenaje se sitúan en el interior de la sición excesiva de líquidos puede perpetuar su
vejiga y no en el espacio prevesical. Finalmente se infla mecanismo, por lo que se recomienda no repo-
el globo del catéter (si se trata de un catéter autorre- ner más de dos tercios de las pérdidas diarias de
tentivo), se fija a piel y se conecta a bolsa colectora. volumen y la vigilancia de los niveles séricos de
electrolitos.
Complicaciones
Además de las inherentes a las técnicas de deri- Criterios de ingreso
vación urinaria vesical (creación de falsas vías, infec-
ción urinaria, incrustación…), existen otras complica- Una vez establecido el drenaje vesical, los pacien-
ciones asociadas al drenaje vesical en pacientes en tes pueden quedar hospitalizados o ser enviados a
retención urinaria: domicilio. Existe una amplia diferencia entre países en
cuanto a los criterios de ingreso. Así, la RAO supone
• Hematuria ex vacuo. Clásicamente se ha descrito el ingreso en el 80% de los pacientes en Rusia y en el
como la hematuria que aparece tras el vaciado 69% en Francia, mientras sólo ingresan el 22% en

154 sección II. Grandes síndromes


9. Retención urinaria

México y el 25% en Dinamarca.1 En nuestro medio, los del intento de retirada de catéter en hombres con RAO
criterios de ingreso10 son habitualmente: relacionada con HBP, que se resumen en la Tabla 2.

- Hematuria asociada intensa e incoercible. De estos ensayos se concluye que la terazosina y


- Deterioro de la función renal. la alfuzosina son los fármacos con mayor éxito en el
- Fiebre e importante alteración del estado general. intento de retirada del catéter post-RAO. El trabajo
realizado con terazosina presenta como limitaciones
Intento de retirada del catéter el bajo número de pacientes incluidos y el no haber
sido publicado en su totalidad, pues solamente se
Sabemos que la permanencia de un catéter en la vía refiere en forma de resumen. Por el contrario, del
urinaria durante largo tiempo presenta un elevado ries- estudio ALFAUR, aleatorio y controlado con placebo,
go de colonización bacteriana e infección. Como medio liderado por McNeill15, se concluye que existe sufi-
para evitar las complicaciones derivadas de un cateteris- ciente evidencia científica sobre el efecto beneficioso
mo prolongado se ha descrito el intento de retirada de alfuzosina 10 mg diaria en el éxito del intento de
precoz del catéter (trial without catheter-TWOC).1,7 Se ha retirada del catéter tras retención urinaria como para
publicado una tasa de éxito del 23-40% tras la retirada justificar su uso en la práctica urológica habitual. La
de la sonda a los 1-3 días. Existen varios factores que mayor controversia está en la duración del tratamien-
influyen en el éxito de un intento de retirada de sonda: to previo a la retirada del catéter. En el estudio
paciente menor de 65 años, presión del detrusor mayor ALFAUR los pacientes recibían un mínimo de 2 dosis
de 35 cmH2O, volumen retenido menor de 1 litro y la de alfuzosina antes de la retirada y una dosis adicional
existencia de un factor precipitante (retención provoca- posterior a la misma. En la encuesta francesa de
da). Djavan et al. añaden que una mayor duración del Desgrandchamps6, la práctica habitual de los 658 uró-
cateterismo se traduce en un mayor éxito del intento logos franceses consultados fue la retirada tras una
de retirada de sonda.14 media de tratamiento de 3 días. De esa amplia
encuesta se extrae también que, el éxito de la retira-
La eficacia del intento de retirada de sonda puede da disminuía con cateterismos prolongados, que ade-
aumentarse asociando un fármaco α-bloqueante tras más aumentaban la morbilidad. En conclusión, parece
el cateterismo. Esta terapia se fundamenta en los tra- razonable recomendar una duración del tratamiento
bajos de Caine, en los que se describe la estimulación de unos 3-5 días antes de la retirada del catéter.
súbita de los receptores α-adrenérgicos como la cau-
sante de la retención. Tratamiento etiológico
Se han realizado varios ensayos investigando el efec- Siempre que sea posible y una vez conocida la
to de los distintos fármacos α-bloqueantes en el éxito causa de la retención urinaria, procederemos a su tra-

Tabla 2. Ensayos clínicos que analizan el efecto de los fármacos α-bloqueantes en el éxito del intento de retirada
de catéter tras RAO relacionada con HBP.

Duración del Micción con éxito (%)


N.º de tratamiento
Ensayo α-bloq pacientes previo a la α-bloq Placebo p
retirada
Chan et al. Terazosina 25 2h 84 15 < 0,01
McNeill et al. Alfuzosina 81 2 días 55 29 0,03
Bowden et al. Tamsulosina 49 2 días 63 37 NS
Shah et al. Alfuzosina 62 36 h 50 57 NS
Lucas et al. Tamsulosina 149 3-8 días 34 24 NS
McNeill Alfuzosina 357 2 días 62 48 0,012
NS: no significativo

sección II. Grandes síndromes 155


Libro del Residente de Urología

tamiento etiológico. Sabemos que tras una retención BIBLIOGRAFÍA


provocada, una vez eliminado el factor desencadenan-
te, el 91% de los pacientes no volverán a presentar 1. Fitzpatrick JM, Kirby RS. Management of acute
otro episodio de retención. En la retención espontá- urinary retention. BJU International 2006; 97 (Suppl
nea, el tratamiento irá dirigido hacia la HBP. 2): 16-20.

Prevención primaria 2. Hunter DJ, Berra-Unamuno A. Prevalence of urinary


symptoms and other urological conditions in spanish
En un ensayo clínico aleatorio, doble ciego y con- men 50 years old or older. J Urol 1996; 155: 1965-
trolado con placebo, realizado en 3.040 varones con 1970.
síntomas moderados-severos y aumento del tamaño 3. Roehrborn CG, McConnell JD. Etiología, fisiopatolo-
prostático16, finasterida 5 mg diaria disminuyó el riesgo gía, epidemiología y evolución natural de la hiperpla-
de desarrollar RAO en un 57% en los 4 años de estu- sia prostática benigna. En Walsh PC, Retik AB,Vaughan
dio, cuando se comparaba con placebo (p<0,001). ED, Wein AJ, editores. Campbell Urología. Buenos
Este hallazgo fue corroborado en estudios presenta- Aires, Médica Panamericana 2004, volumen 2, pp.
dos con el inhibidor dual de la 5-α-reductasa, dutas- 1417-1461.
terida. Otra aportación en el campo de la prevención
primaria proviene del estudio MTOPS, del que se 4. Tato Rodríguez J, Lema Grille J, Cimadevila Covelo A.
deduce que el tratamiento combinado con finasterida Retención e incontinencia. En Resel Estévez L, editor.
y doxazosina reduce el riesgo de RAO de 0,6% a 0,1% Urología: libro del residente. 1.ª edición. Madrid,
pacientes-año17. Sobre la eficacia de los fármacos Smithkline Beecham 1998, pp. 69-80.
α-bloqueantes existen pocos datos, salvo los publica- 5. Grise P, Sibert L. Rétentions aigües d’urine
dos con alfuzosina durante 6 meses.18 complètes. Encyclopédie Médico-Chirurgicale. 18-
207-D-10.
Prevención secundaria
6. Desgrandchamps F, De la Taille A, Doublet JD, for the
De la segunda fase del estudio ALFAUR en el 19, RetenFrance Study Group. The management of
que los pacientes con éxito en la retirada del catéter acute urinary retention in France: a cross-sectional
fueron distribuidos de forma aleatoria a tratamiento survey in 2618 men with benign prostatic hyper-
con alfuzosina o placebo, se deduce que la necesidad plasia. BJU International 2006; 97: 727-733.
de cirugía relacionada con HBP fue significativamen- 7. McNeill SA. The role of alpha-blockers in the
te menor a los 3 meses en el grupo con alfuzosina; management of acute urinary retention caused by
sin embargo, a los 6 meses esta diferencia no alcan- benign prostatic obstruction. Eur Urol 2004; 45: 325-
zó la significación estadística. 332.
8. Jacobsen SJ, Jacobson DJ, Girman CJ et al. Natural
history of prostatism: risk factors for acute urinary
retention. J Urol 1997; 158: 481-487.
9. Meigs JB, Barry MJ, Giovannucci E, Rimm EB,
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sección II. Grandes síndromes 157


capítulo 10

Síndrome
de escroto agudo

José María Arribas Rodríguez


Alberto Pérez-Lanzac de Lorca
Jesús Castiñeiras Fernández

H. U.Virgen Macarena. Sevilla

Palabras clave: Escroto.Torsión testicular. Epididimitis. Diagnóstico diferencial. Medicina de


urgencia.
Índice capítulo 10

Síndrome
de escroto agudo
Introducción ..................................................................................................................................................................... 163
Torsión testicular......................................................................................................................................................... 163
Torsión de los apéndices testiculares y epididimarios ............................................................ 167
Epididimitis........................................................................................................................................................................ 168
Gangrena de Fournier ............................................................................................................................................ 171
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 173
10. Síndrome de escroto agudo

capítulo 10

Síndrome
de escroto agudo
INTRODUCCIÓN La torsión testicular y la orquiepididimitis serán las
dos patologías más frecuentes a descartar.
El escroto es una bolsa anatómica que alberga la
gónada masculina, la cual migra desde la cavidad abdo-
minal hasta dicha bolsa arrastrada por el gubernáculo TORSIÓN TESTICULAR
genital durante el desarrollo embrionario.
La mayoría de los autores coinciden en que “es
El término de “escroto agudo” define una situa- preferible operar una orquiepididimitis que dejar sin
ción clínica de urgencia, de diversa etiología, caracteri- diagnóstico una torsión”. Una torsión evolucionada
zado por dolor agudo e intenso del contenido escro- conduce a la pérdida irremisible del testículo, por lo
tal acompañado a menudo de signos locales y sínto- que requiere un tratamiento quirúrgico de urgencia, y
mas generales. es imperativo descartar su diagnóstico.

Son enfermos difíciles de evaluar, debido a la natu- La incidencia estimada es de 1 por cada 4.000
raleza inespecífica de los síntomas y a la dificultad a la hombres menores de 25 años2. Puede darse a cual-
hora de explorar el escroto doloroso e inflamado. En quier edad pero tiene un pico de aparición de 13 a 17
ocasiones, el clínico no estará seguro de la etiología años y en el primer año de vida. Supone el 25% de
desencadenante únicamente con los datos clínicos y la todas las causas de escroto agudo del grupo, y el 40%
exploración, en esos casos las pruebas de imagen durante la infancia.
serán de gran utilidad.
Menos del 10% de todos los casos de torsión tes-
Su importancia radica en que el escroto agudo ticular suceden a nivel extravaginal. La incidencia de
involucra patologías que pueden poner en riesgo la torsión del cordón espermático contralateral es del
viabilidad del testículo implicado en pocas horas de 4%4.
evolución y requiere una pronta evaluación, diagnósti-
co diferencial y una exploración quirúrgica potencial- Etiología
mente inmediata.
En condiciones normales el testículo no puede
Aclarar, en la medida de lo posible, el diagnós- rotar sobre su pedículo ya que éste no se encuentra
tico diferencial será nuestro objetivo en este capí- libre, sino que anda fijado al dartos por el ligamento
tulo. El residente debe conocer la teoría de las testicular. El mediastino testicular, la parte posterior
patologías relacionadas con el escroto agudo, aun- del cordón espermático y del epidídimo no están
que el manejo de la patología y su algoritmo diag- cubiertos por la túnica serosa.
nóstico le serán más útiles en su apredizaje y prác-
tica médica. Se produce una rotación sobre el eje funiculoes-
permático3, que interrumpe el aporte sanguíneo
En la Tabla 1 mostramos las etiologías implicadas venoso primero y después arterial al testículo. Para
en el diagnóstico diferencial del escroto agudo1. que esto ocurra deben de existir factores anatómicos

sección II. Grandes síndromes 163


Libro del Residente de Urología

Tabla 1. Etiologías implicadas en el diagnóstico diferencial del escroto agudo.

Causas vasculantes Torsión del cordón testicular


Torsión de apéndices testiculares
Infarto testicular
Trombosis venosa espermática
Compresión funicular en el niño
Varicocele
Causas infecciosas Orquitis
Epididimitis
Gangrena de Fournier
Causas traumáticas Penetrante
No penetrante
Por avulsión
Causas sistémicas Vasculitis
Edema escrotal idiopático
Dermatitis medicamentosa
Eritema multiforme
Eccema de contacto
Fiebre mediterránea familiar
Paniculitis
Causas de vecindad Hernia inguinoescrotal (estrangulada)
Persistencia del conducto peritoneovaginal
Vaginalitis meconial
Causa tumoral Tumores testiculares
Tumores paratesticulares
Masas escrotales Hidrocele
no tumorales Hidrocele comunicante
Hidrocele del cordón
Causa quística Quiste de cordón
Quiste de epidídimo
Espermatocele
Otras causas Picaduras de insectos
Edema escrotal idiopático
Patología no urológica (p.j., tendinitis del aductor)
Filariasis
Neumoescroto tras drenaje torácico.

que permitan una movilidad al teste y otros desenca- ticular anormalmente estrecho con una túnica vaginal
denantes para que se produzca la torsión. En una que rodea casi completamente al testículo y el epidí-
mayoría de los casos la torsión será espontánea (en dimo. Esto facilita la rotación del teste sobre su pe-
muchas ocasiones despierta al adolescente).Tabla 2. dículo vascular dentro de la túnica vaginal y le confie-
re el aspecto de “testículo en badajo de campana”
La torsión es el resultado la falta de fijación del (Bell Clapper)4. Este hallazgo a la exploración se ha
testículo y del epidídimo a las cubiertas faciales y mus- descrito en pacientes que han sufrido episodios repe-
culares que rodean el cordón, con un mesenquio tes- tidos de seudotorsión testicular5.

164 sección II. Grandes síndromes


10. Síndrome de escroto agudo

Tabla 2.

Factores anatómicos Factores desencadenantes


Ausencia del ligamento testicular Contracción cremastérica (frío, susto...)
Ausencia de mesorquio posterior Ejercicio físico
Falta de ligamentos escrotales Coito
Pedículo vascular en el polo superior Tos
Erección nocturna (50% de las torsiones
se presentan por la noche)
Defecación
Criptorquidia y su tratamiento con HCG
Testículos retráctiles
Traumatismos

Un traumatismo puede enmascarar una torsión reflejo cremastérico (estimulación de la piel de la


desencadenada por él, por lo que la exploración ha de cara interna del muslo, que provoca una contracción
ser más minuciosa. del músculo cremastérico) es un buen indicador de
torsión del cordón. No hay ningún signo considerado
Existen dos tipos de torsión: patognomónico5.

- Intravaginal: es el tipo más frecuente, constituye el En los testículos ectópicos y mal descendidos,
94% de todas las torsiones, puede ocurrir a cual- también puede ocurrir la torsión. En este caso no se
quier edad pero es más frecuente en adolescentes. palpará teste en la bolsa escrotal y el dolor abdominal
localizado nos hará sospechar este cuadro.
- Extravaginal: ocurre en neonatos y ocasionalmen-
te intraútero, por la fijación incompleta del guber- En ocasiones, los enfermos refieren antecedentes
náculum y las túnicas testiculares a la pared escro- de episodios similares de corta duración resueltos
tal, que deja al testículo libre para rotar sobre sí espontáneamente, seudotorsiones o subtorsión
mismo. intermitente.

Clínica En una torsión prenatal, el testículo en el momen-


to del nacimiento se muestra duro, indoloro y fijado a
Se presenta como un cuadro de dolor intenso de la piel escrotal que presenta cambios de color por la
aparición brusca, irradiado o no a hipogastrio, pubis necrosis hemorrágica subyacente. Esta situación clínica
o región inguinal ipsilateral. Viene acompañado fre- es patognomónica de un infarto en resolución. La
cuentemente de náuseas o vómitos, sin fiebre, ni sín- mayoría de los testículos no son salvables, por ello no
tomas del tracto urinario inferior (STUI) irritativos. A se recomienda la exploración quirúrgica en el
veces pueden verse cuadros vagales y presentarse el momento del nacimiento, a pesar de la naturaleza
paciente agitado. diferida del proceso. Pudiera indicarse para evitar el
daño autoinmune del testículo contralateral, que
Encontraremos el testículo ascendido y doloroso podría afectar a la fertilidad, no obstante ha surgido la
(signo de Governeur), dado que el enrollamiento del controversia de la pronta exploración del testículo
cordón disminuye su longitud. Habrá un aumento del contralateral. La presentación postnatal se caracteriza
tamaño del teste, edema o eritema escrotal y la ele- por una tumefacción y dolor a la palpación del escro-
vación del mismo no alivia el dolor. Será al contrario to, sin fijación a la piel. Si se confirma la torsión testi-
en la epididimitis, a la elevación testicular el dolor cular o firme sospecha se debe hacer una exploración
cede, este es el signo de Prehn. En el testículo con- quirúrgica inmediata con fijación del teste contralate-
tralateral puede observarse a veces la posición ana- ral, siempre que las condiciones del paciente y las con-
tómica anómala predisponente. La ausencia de un sideraciones anestésicas lo permitan.

sección II. Grandes síndromes 165


Libro del Residente de Urología

Diagnóstico La ecografía muestra un aumento del tamaño testi-


cular, cambios en la ecogenicidad, y un aspecto en “capas
Cuando existe una sospecha clara de torsión tes- de cebolla”. Muestra una sensibilidad del 50%; aislada-
ticular está justificada la exploración quirúrgica rápida5. mente tiene una capacidad diagnóstica muy limitada.
Pueden utilizarse pruebas diagnósticas accesorias para
el diagnóstico diferencial del escroto agudo, para con- La ecografía doppler color permite evaluar la ana-
firmar la ausencia de torsión del cordón si se cree que tomía (p.j.: presencia de hidrocele, tumefacción del
la intervención es innecesaria. Si el diagnóstico es epidídimo) y comprobar la presencia o la ausencia de
claro la espera de nuevas pruebas complementarias flujo sanguíneo hacia el testículo.Tiene una sensibilidad
no aportará información necesaria y retrasará la inter- del 88,9% y una especificidad del 98,8%, con una tasa
vención pudiendo comprometerse la viabilidad del de falsos positivos del 1%6. Es la prueba de elección en
testículo. caso de duda diagnóstica.

El hemograma, el estudio bioquímico y el sedi- La gammagrafía con tecnecio-99 es más limitada


mento de orina no revelarán datos de interés. El estu- porque sólo evalúa el flujo testicular. Tiene una sensi-
dio de coagulación se solicitará si se ha decidido la bilidad del 90%, una especificidad del 89% y un valor
intervención quirúrgica. predictivo positivo del 75%7.Véase Figura 1.

Figura 1. Ecografía doppler de un paciente con torsión testicular izquierda. a) b) Parénquima testicular normal,
flujo testicular y del cordón testicular conservados en el estudio doppler (véanse curvas). c) d) Teste torsionado:
no se aprecia flujo en el registro doppler en el parénquima ni en el cordón testicular (véase la comparativa entre
las curvas de ambos testículos).

A B

C D

166 sección II. Grandes síndromes


10. Síndrome de escroto agudo

Pronóstico nal debe colocarse en compresas tibias y ser reexa-


minado después de varios minutos. Un testículo
El pronóstico dependerá del tiempo de evolución necrótico debe ser extirpado, seccionando el cordón
de la torsión antes de la intervención, número de en dos o tres segmentos y realizando ligaduras dobles
vueltas del cordón espermático y grado de compre- con suturas de seda en cada segmento. Si la recupe-
sión arterial3. En general es bueno si la orquidopexia ración del testículo es dudosa puede estar dañado
se hace dentro de las 6 horas siguientes del inicio del para la producción de espermatozoides (función exo-
dolor. Si la torsión es completa puede producirse el crina) pero conservar la función endocrina, y pudiera
infarto en 6 horas. preservarse. Se ha cuestionado la “orquiopatía simpá-
tica”, la supuesta agresión al testículo sano contralate-
Tratamiento ral por los anticuerpos circulantes liberados a causa
del testículo dañado5.
En la torsión clásica del cordón la superficie ante-
rior del teste se voltea hacia la línea media desde una Si el testículo va a ser preservado se ha compro-
perspectiva del paciente. Este sentido de rotación se bado que la fijación testicular con puntos puede
da en el 60% de los casos. Durante la espera para lle- resultar menos favorable que la colocación del
var el paciente a quirófano se puede intentar detor- mismo en la bolsa escrotal, pues las suturas a través
sionar del cordón en sentido opuesto (útil en uno de de la túnica albugínea pueden producir daño testicu-
cada cinco pacientes). Si la maniobra es efectiva el tes- lar local. Deben usarse materiales de sutura irreab-
tículo “da un giro rápido” y cede el dolor casi de inme- sorbibles, no reactivos y finos y los puntos deben ser
diato. Se puede comprobar con ecografía doppler la colocados evitando los vasos sanguíneos, en la super-
reperfusión testicular. La detorsión manual puede no ficie del testículo.
corregir completamente la rotación producida y por
lo general todavía está indicada la rápida exploración Evolución
en quirófano que puede realizarse de forma diferida
o electiva dentro de las siguientes 24 horas. Si este El testículo puede evolucionar a atrofia tras la
gesto no tiene éxito no cambia la indicación quirúrgi- intervención en relación con el tiempo de evolución
ca urgente. del cuadro. En los testículos operados en las prime-
ras horas aparece atrofia en el 8% de los pacientes,
La exploración quirúrgica pretende comprobar la en el 36% en aquellos intervenidos entre las 6 y 12
viabilidad testicular y orquifijación bilateral. La torsión horas y en el 62% de los que se operan tras 12 a 24
contralateral se da en el 5-30% de los casos, debido a horas.
que la anomalía congénita predisponente es bilateral
en la mitad de las veces. Algunos autores aconsejan
fijación contralateral sólo tras valorar la existencia de TORSIÓN DE LOS
episodios previos de subtorsión o de anatomía anó-
mala a la exploración, en “badajo de campana”5. La vía APÉNDICES TESTICULARES
de abordaje puede ser inguinoescrotal; inguinal si hay Y EPIDIDIMARIOS
hernia asociada y escrotal en el lado afecto o rafe
medio. Puede usarse una incisión escrotal en rafe El apéndice testicular, un resto de los conductos
medio para la exploración de los testículos, o incisio- de Müller y el apéndice del epidídimo, un resto de los
nes transversales en ambos hemiescrotos para la conductos de Wolff, son estructuras vestigiales pedi-
disección de unos bolsillos del dartos en los que alo- culadas susceptibles de sufrir crisis de torsión aguda. El
jaremos los testículos. El lado afecto debe ser explo- 95% de las torsiones apendiculares se producen sobre
rado primero. la hidátide de Morgagni5.

Ocurre en ocasiones que se produce detorsión Se presenta más frecuentemente en el niño


espontánea del testículo tras la relajación inducida por pequeño, aunque también en el adolescente y de
la anestesia general. Un testículo con viabilidad margi- forma excepcional en el adulto.

sección II. Grandes síndromes 167


Libro del Residente de Urología

La forma de presentación puede variar desde un o vejiga y el agente se relaciona con la edad, los hábi-
comienzo insidioso con molestia escrotal hasta una tos sexuales del paciente y antecedentes o no, de
presentación aguda semejante a la observada en la manipulación instrumental. Los antecedentes de infec-
torsión del cordón, siendo en ocasiones clínicamente ciones urinarias, uretritis, secreción uretral, actividad
no distinguible. No existe afectación general, ni fiebre. sexual, sondaje uretral o cirugía del tracto urinario,
En una fase temprana se puede palpar en el polo pueden indicar una mayor probabilidad de epididimi-
superior del testículo o en el epidídimo un nódulo tis. La etiología más frecuente de epididimitis en un
blando doloroso. En algunos casos el apéndice infar- determinado grupo es también la causa más frecuen-
tado es visible a través de la piel, signo “del punto te de infección genitourinaria en ese mismo grupo. En
azul”. El reflejo cremastérico debe estar presente y el hombres de menos de 35 años heterosexuales los
testículo es móvil. microorganismos de transmisión sexual que ocasio-
nan uretritis, N. gonorrhoeae y C. Trachomatis, son los
La centellografía con radionúclidos y los estudios gérmenes más frecuentes. La mayoría de los casos de
doppler color pueden mostrar un flujo normal o epididimitis en niños o en hombres mayores se debe
aumentado y las imágenes ecográficas pueden revelar a patógenos urinarios comunes. En hombres mayores
un apéndice inflamado. de 35 años la uretritis transmitida sexualmente es
rara, siendo más frecuente la epididimitis secundaria a
Cuando se confirma el diagnóstico de una torsión bacteriuria por enfermedad urinaria obstructiva. En
apendicular, no es una urgencia quirúrgica. El cuadro homosexuales menores de 35 años la infección por
se resuelve con limitación de la actividad, analgésicos, coliformes o Haemophilus influenzae son los microor-
antiinflamatorios y observación. En los casos dudosos ganismos involucrados.
debe realizarse una exploración quirúrgica testicular y
la extirpación del apéndice afectado. Se ha descrito una causa no infecciosa provoca-
da por la amiodarona, que responde a la retirada del
fármaco.
EPIDIDIMITIS
En el grupo etario pediátrico la epididimitis es un
La epididimitis aguda es un síndrome clínico que diagnóstico raro. Los cuadros de epididimitis se rela-
consiste en dolor, tumefacción e inflamación del epi- cionan directamente con la bacteriuria provocada por
dídimo de menos de 6 semanas de evolución. En la coliformes, como principal agente causal. El 40 al 90%
epididimitis crónica el dolor es más prolongado en de los cultivos de orina son negativos. Un resultado
el epidídimo y en los testículos, generalmente sin negativo en el análisis de orina no descarta la infec-
tumefacción8. ción. Se ha documentado una asociación entre epidi-
dimitis en niños con orina infectada y la presencia de
La epididimitis aguda es la causa más frecuente de pene incircunciso9.
escroto agudo en adultos, resulta raro en niños y ado-
lescentes y es la fuente más común de diagnósticos Clínica
erróneos en casos de torsión que provocan la pérdi-
da de testículos3. En la epididimitis aguda, la inflamación y la tume-
facción suelen comenzar en la cola del epidídimo y
Las complicaciones de la epididimitis aguda consis- difundirse al resto del mismo y al testículo.
ten en formación de abscesos, infarto testicular, desa-
rrollo de dolor crónico e infertilidad. Puede acompa- El dolor puede ser intenso y se instaura de forma
ñarse de orquitis, llamándose orquiepididimitis. gradual, acompañado de fiebre, escalofríos, y a veces
síndrome del tracto urinario inferior (STUI) irritativo
Etiología y secreción uretral. No suele haber afectación impor-
tante del estado general, el dolor y la hipersensibilidad
Generalmente se produce por vía ascendente local pueden impedir la deambulación, el paciente se
tras colonización bacteriana desde la uretra, próstata alivia al sentarse. A la exploración se objetiva un

168 sección II. Grandes síndromes


10. Síndrome de escroto agudo

aumento de tamaño del hemiescroto afecto con sín- El análisis de sangre mostrará leucocitosis con
tomas locales inflamatorios (enrojecimiento, aumento neutrofilia. En el sedimento de orina aparecerá piuria
de la temperatura, dolor intenso a la palpación, etc...). y la bacteriuria será franca en la mayor parte de los
La elevación testicular aliviará el dolor, signo de casos cuando el germen sea un gramnegativo.
Prehn y el reflejo cremastérico debe estar pre- Doehn y cols., consideran que la determinación en
sente. Suele haber hidrocele reaccional. sangre de proteínas de fase aguda, especialmente la
proteína C reactiva, pueden ser útiles a la hora de
Diagnóstico distinguir entre procesos escrotales inflamatorios y
no inflamatorios10.
Habrá que conocer si el paciente ha tenido infec-
ciones previas, contactos sexuales de riesgo, hábitos Se deberán extraer muestras de orina del chorro
higiénicos, patologías urológicas o no asociadas y la medio de la micción para tinción de gram para bacte-
posibilidad de maniobras invasivas genitourinarias. En riuria gramnegativa y un examen de extensión uretral
niños habrá que explorar la existencia de fimosis. con tinción de gram. La presencia de diplococos intra-

Figura 2. Algoritmo diagnóstico de las principales etiologías del síndrome de escroto agudo.

ANAMNESIS + EXPLORACIÓN FÍSICA

Dolor de instauración DUDAS EN EL Dolor de instauración Dolor de inicio insidioso,


brusca. Ver DIAGNÓSTICO progresiva. Signos de edad avanzada. Factor
antecedentes. inflamación local. LUTS predisponente genito-
Ausencia signo de Prehn irritativo. Signo de Prehn urinario/anorrectal. Úlcera
y cremastérico. Si niño y cremastérico. necrótica y maloliente
y “mancha azul”
sospechar T. hidátide.

Sugiere TORSIÓN ECOGRAFÍA- Sugiere Sugiere GANGRENA


DE CORDÓN DOPPLER COLOR EPIDIDIMITIS DE FOURNIER

CIRUGÍA FLUJO AUSENTE/ FLUJO Antibioterapia Estabilización, ATB


URGENTE DUDOSO PRESENTE/ELEVADO empírica+cultivos amplio espectro,
cirugía

TESTE TESTE NO Buena Mala Trauma, vasculitis,


VIABLE VIABLE evolución evolución hernias, tumores,
otros...

Orquifijación Orquiecto- Valorar otra Drenaje +/- Tratamiento


bilateral mía+fijación causa orquiectomía médico y/o
contralateral quirúrgico

sección II. Grandes síndromes 169


Libro del Residente de Urología

celulares se correlaciona con N. gonorrhoeae. Glóbulos El tratamiento antibiótico empírico dependerá


blancos únicamente sugieren uretritis no gonocócica de la edad, hábitos sexuales y antecedentes del
(UNG), de las que unos dos tercios de estos pacien- paciente. Se deben tomar las muestras de orina y
tes son por C. trachomatis. Se deben añadir cultivos de secreción uretral antes del comienzo de la antibio-
la orina extraída y de la muestra de secreción uretral. terapia.

La ecografía mostrará un aumento del volumen En la infancia las epididimitis son raras y suelen
epididimario, áreas hipoecogénicas si existen acúmu- relacionarse con la instrumentación. La E. Coli es el
los purulentos o hidrocele reaccional. La ecografía con germen más frecuentemente involucrado, que se
doppler mostrará un hiperaflujo vascular. puede tratar con amoxicilina 25-50 mg/kg/día duran-
te 7-10 días. Las quinolonas no están indicadas a esta
Los niños y hombres mayores con epididimitis edad.
secundaria a bacteriuria suelen padecer una anoma-
lía urológica estructural, debiéndose efectuar estudio En la juventud y edad adulta, el tratamiento
radiográfico y cistoscópico para evaluar el sistema dependerá de los antecedentes del paciente (contac-
urinario5. tos sexuales sospechosos, uretritis, etc.). El 46-78%
son abacterianas (C. trachomatis), aunque también son
Diagnóstico diferencial con la torsión frecuentes por N. gonorrhoeae. Se podrán utilizar las
del cordón siguientes combinaciones de antibióticos en epididimi-
tis con uretritis: una tetraciclina en dosis de 1,5 g,
El diagnóstico diferencial ha de realizarse lo más seguido de 500 mg/6 h. durante 10 días; ceftriaxona
urgente posible pues su demora puede llevar a la pér- 250 mg intramuscular más tetraciclina 500 mg/6 h. 10
dida del testículo. Generalmente los errores se come- días. En epididimitis sin uretritis, doxiciclina 100 mg/12
ten en pacientes menores de 35 años, en los que h. o tetraciclina 500 mg/6 h.
ambas entidades son frecuentes (veáse Figura 2).
Otros fármacos que también han demostrado su
En general, la instauración del dolor en la torsión eficacia frente a estos patógenos y que se pueden uti-
del cordón es brusca, con un antecedente de esfuer- lizar son el ciprofloxacino 500 mg/12 h.; ofloxacino
zo, o movimiento, aunque puede ser espontánea. En 400 mg/12 h. o levofloxacino 500 mg/12 h. durante 10
la epididimitis el dolor se instaura de una forma gra- días, acompañado o no de aminoglucósidos (tobrami-
dual, se acompaña de fiebre y signos inflamatorios cina 100 mg/12 h.) los 4 primeros días. Se debe tratar
locales. La presencia de uretritis puede indicar epidi- al contacto sexual del último mes, los coitos deben
dimitis y no torsión, pero esto no es absoluto. El signo protegerse con preservativo y deben tomarse mues-
de Prenh y el reflejo cremastérico pueden servirnos tras para VIH y sífilis.
de ayuda.
En mayores de 35 años la E. Coli es el microorga-
El método radiológico más exacto es la gamma- nismo más frecuente, relacionado con la patología
grafía del escroto pero su disponibilidad es limitada. obstructiva y la manipulación instrumental.
Pueden determinarse aumentos o disminuciones del
flujo sanguíneo. La ecografía doppler color ha demos- El tratamiento es el de los gémenes habituales de
trado ser un elemento valioso para el dignóstico dife- la infección urinaria clásica. Se basa en antibióticos que
rencial. La resonancia magnética también es precisa puedan administrarse por boca y difundan a la secre-
para distinguir entre epididimitis y torsión del cordón. ción prostática como fluorquinolonas durante 10 días,
Figura 2. con o sin aminoglucósidos en las mismas dosis que el
grupo anterior o cotrimoxazol.
Tratamiento
El cuadro suele mejorar en 48 horas, si no puede
Las medidas generales incluyen reposo en cama, frío evolucionar a absceso testicular, requiriendo drenaje e
local, elevación escrotal, analgésicos y antiinflamatorios. incluso orquiectomía.

170 sección II. Grandes síndromes


10. Síndrome de escroto agudo

GANGRENA DE FOURNIER Suelen ser causados por agresiones y en la prácti-


ca de deportes, representando entre ambas más del
Es una verdadera emergencia urológica. Se pro- 50% del total.
duce una gangrena genitoperineal necrosante rápida-
mente progresiva. Tiene un rango de edades amplio, Se clasifican en:
pacientes jóvenes y más frecuentemente en la sexta
y séptima década de la vida. Los factores predispo- - Cerrados o no penetrantes: son los más frecuen-
nentes son la diabetes mellitus, alcoholismo, los trau- tes. El prototipo es la contusión testicular.
matismos locales, la parafimosis, la extravasación periu-
retral de orina, las infecciones perirrectales o peria- - Abiertos o penetrantes: son las heridas incisas,
nales y las operaciones como la circuncisión o la her- perforaciones, laceraciones o las avulsiones.
niorrafia.
- Otros como las quemaduras.
Suele ser multibacteriana, lo cual implica una siner-
gia aerobios (E. coli, Klebsiella, enterococos), anaerobios Tienen muchas formas clínicas12,13 :
(bacteroides, Fusobacterium, Clostridium, Estreptococos
microaerófilos) y la puerta de entrada una patología - Contusión simple: es la forma más frecuente de
genitourinaria o anorrectal (traumatismo perineal traumatismo escrotal. Se produce rotura de los
reciente, instrumentación, estenosis uretral asociada o vasos escrotales con hematoma, equimosis y
no con una enfermedad de transmisión sexual, una fís- dolor.
tula uretrocutánea, fisuras anales, hemorroides...)11.
- Hidrocele traumático: colección de líquido en la
Su presentación clínica es de inicio rápido, aun- vaginal, fruto de una reacción inflamatoria pos-
que puede ser menos típica en diabéticos, ancianos o traumática.
alcohólicos. Aparece fiebre, escalofríos, dolor intenso
en pene, escroto y periné, y afectación del estado
- Hematoma escrotal: puede difundir hacia pene,
general. Hay un edema y crepitación del escroto y
periné y pared abdominal. Los más graves se
periné, que aumentan rápidamente, con zonas de
deben a desgarro del ligamento escrotal y sus
color púrpura oscuro que progresan a gangrena y
vasos.
dolor a la palpación. Se extiende hacia abdomen,
tórax y miembros inferiores para evolucionar hacia
un cuadro séptico. - Hematoma intratesticular: se debe al sangrado del
parénquima testicular, por un golpe de fuerza
Puede ser útil la radiografía de abdomen o la eco- moderada.
grafía para ver el aire del enfisema subcutáneo provo-
cado por la infección bacteriana. Se pueden hacer - Hematocele: el golpe rompe la albugínea y origina
biopsias de úlceras cutáneas. una colección de sangre en la cavidad vaginal. Si se
rompiera la vaginal también provocaría una disec-
El tratamiento comienza con la estabilización ción del dartos y la piel por la sangre acumulada
hemodinámica del enfermo, antibioterapia de amplio dando una coloración purpúrea.
espectro y drenaje con desbridamiento quirúrgico
extenso del área gangrenosa3. La reconstrucción se - Rotura testicular: El trauma es tan intenso que el
hará en un segundo o tercer tiempo. testículo se puede dividir en distintas partes o
quedar unidas éstas por algún tracto.
Traumatismos
- Avulsiones: sucede un arrancamiento de los tegu-
Son relativamente infrecuentes al estar protegidos mentos que cubren los genitales, generalmente
por los muslos y marco óseo pubiano, y por su movi- secundario al atrapamiento de ropas por máqui-
lidad y elasticidad. nas giratorias o industriales.

sección II. Grandes síndromes 171


Libro del Residente de Urología

- Luxación testicular: con o sin lesión testicular. VASCULITIS: Puede aparecer en el síndrome de
Ocurre rara vez, el desgarro del ligamento escro- Schönlein-Henoch, en la enfermedad de Buerger o en
tal, provoca que el testículo se sitúe fuera del la enfermedad de Kawasaki. Se produce dolor escro-
escroto, generalmente en anillo inguinal externo. tal junto con las manifestaciones típicas de la enfer-
medad. Su tratamiento es sintomático asociado al de
La ecografía permite una exploración testicular la enfermedad de base.
bastante completa, estudiándose posibles colecciones
intra y extratesticulares o la integridad del testiculo. El TUMORES TESTICULARES: Cerca del 10% de
Doppler color nos dará información del estado de la los pacientes se quejan de dolor agudo. Puede venir
vascularización testicular. El centellograma con pertec- causado por una hemorragia dentro del propio tumor
nectato con Tc-99m es útil para evaluar a estos (sobre todo el coriocarcinoma). Se palpará una masa
pacientes, aunque demanda mucho tiempo, no está testicular cuyo tamaño dependerá de la propia hemo-
disponible en todas las urgencias y no se ha probado rragia. La ecografía muestra áreas no homogéneas o
a gran escala13. de densidad disminuida. El tratamiento es el propio de
los tumores testiculares: orquiectomía.
El tratamiento se basará en una exploración y
reparación quirúrgica en casos de hematocele impor- HERNIA INGUINO-ESCROTAL: El saco hernia-
tante, hematoma intratesticular o ruptura evidente de rio puede extenderse a través del canal inguinal hasta
la túnica albugínea. Habrá que aplicar plastias o injer- el escroto o manifestarse una persistencia del con-
tos en los casos que sean necesarios. En traumatismos ducto peritoneovaginal. Esta hernia del contenido
cerrados leves puede indicarse tratamiento conserva- abdominal puede comprometer la irrigación intestinal
dor y observación. Si empeora la clínica será necesa- y del teste por compresión del cordón. El tratamien-
ria la exploración quirúrgica. to será quirúrgico.

Otras causas de escroto agudo COMPRESIÓN FUNICULAR EN EL NIÑO: En


niños se ha descrito dolor agudo testicular, por estran-
INFARTO TESTICULAR: Entidad rara, más fre- gulación del contenido intestinal herniario14. Es excep-
cuente en adultos. Puede afectar a un segmento del cional en adultos a pesar de la frecuencia de los fenó-
testículo. Cursa con clínica de dolor escrotal brusco, menos de estrangulación herniaria. Muchas veces será
muy intenso, sin fiebre ni síntomas generales. El la exploración quirúrgica la que establezca el diagnós-
paciente se encuentra muy afectado por el dolor, tico y el tratamiento.
resultando difícil la exploración. El tratamiento de
elección es la orquiectomía. CAUSAS INFANTILES: procesos abdominales
como la apendicitis pueden manifestarse como escro-
EDEMA ESCROTAL IDIOPÁTICO: Fenómeno to agudo, estando involucrada una persistencia del
alérgico en niños de 3-9 años, que cursa con edema y conducto peritoneovaginal. Se asocia con frecuencia a
eritema escrotal bilateral y que puede extenderse a una posición retrocecal del apéndice15. En el periodo
pene y periné. Es autolimitado y el tratamiento será neonatal, un escroto agudo puede ser indicador de
de los síntomas. daño visceral abdominal, como la hemorragia adrenal16.

172 sección II. Grandes síndromes


10. Síndrome de escroto agudo

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8. Berger RE, Jay CL. Enfermedades de transmisión


sexual: Las enfermedades clásicas. En: Walsh PC, Lecturas recomendadas 3, 4, 5, 8, 11.

sección II. Grandes síndromes 173


capítulo 11

Uropatía obstructiva

Ángel Elizalde Benito


Alberto Úcar Terrén
José Gabriel Valdivia Uría

Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa. Zaragoza

Palabras clave: Anuria. Cólico nefrítico. Hidronefrosis. Retención urinaria. Uropatía obstructiva.
Índice capítulo 11

Uropatía obstructiva

Introducción ..................................................................................................................................................................... 179


Etiología................................................................................................................................................................................ 179
Fisiopatología .................................................................................................................................................................. 180
Anatomía patológica................................................................................................................................................ 183
Clasificación: clínica, diagnóstico y tratamiento............................................................................ 183
Recuperación de la función renal después de la eliminación
de la obstrucción ......................................................................................................................................................... 194
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 195
11. Uropatía obstructiva

capítulo 11

Uropatía obstructiva

INTRODUCCIÓN Tabla 1. Causas de uropatía obstructiva según


localización.
Se dice que hay uropatía obstructiva cuando exis-
Riñón: Vejiga y uretra
te un obstáculo mecánico o funcional, al flujo de la
• Tumores. posterior:
orina en alguna parte del tracto urinario desde el área
• Papilitis • Tumor vesical.
cribosa papilar del riñón al exterior.
necrotizante. • Litiasis.
La nefropatía obstructiva es la consecuencia de la • Infección crónica • Válvulas uretrales.
granulomatosa. • Divertículos.
obstrucción sobre el parénquima renal, mientras que
• Litiasis. • Cistopatías.
la hidronefrosis generalmente se define como la dila-
tación de la pelvis y los cálices renales como resulta- • Ptosis renal. • Cuerpos extraños.
do de la obstrucción. • Estenosis • Esclerosis de cuello.
infundibulares. • Hipertrofia de
La forma de presentación puede ser: • Estenosis próstata.
pieloureterales. • Prostatitis.
• Según su presentación clínica: aguda o crónica.
• Según el grado de obstrucción: completa o incom- • Compresiones • Cáncer de próstata.
vasculares. • Hipertofia de veru
pleta.
• Según la localización de la obstrucción: infravesical montanum.
o supravesical (que puede ser unilateral o bilateral). Uréter: • Quistes de utrículo
• Anomalías de prostático.
terminación. • Quiste hidatídico
Dado que es causa de insuficiencia renal en prin-
cipio reversible, debemos intentar realizar un diagnós- • Vasos aberrantes. retrovesical.
tico precoz, para llevar a cabo un tratamiento que • Estenosis. • Vejiga neurógena.
permita preservar al máximo la función renal. • Uréter retrocavo. • Hernia
• Uréter retroilíaco. inguinoescrotal
• Tumores. vesical.
ETIOLOGÍA • Litiasis. • Hidrocolpos y
• Compresiones hematocolpos.
Existe gran diversidad de lesiones congénitas o extrínsecas • Prolapso genital.
adquiridas, urológicas o extraurológicas, que pueden (tumores, bridas,
originar una uropatía obstructiva. Las más representa- abscesos, quistes). Uretra anterior:
tivas se exponen en la Tabla 1. En la infancia predomi- • Infección crónica. • Tumores.
nan las congénitas destacando la estenosis de la unión • Embarazo. • Estenosis.
pieloureteral, el reflujo vesicoureteral, la vejiga neuró- • Yatrógena. • Divertículos.
gena y las válvulas uretrales. En la mujer las causas más • Ureterocele. • Cuerpos extraños.
frecuentes son el embarazo, las litiasis y los tumores • Litiasis.
ginecológicos. Mientras que en el varón son la hiper- • Fimosis.
trofia y el cáncer de próstata, las litiasis, la vejiga neu- • Parafimosis.
rógena adquirida y las estenosis uretrales.

sección II. Grandes síndromes 179


Libro del Residente de Urología

FISIOPATOLOGÍA la unión ureterovesical puede dificultarse en presen-


cia de una obstrucción a ese nivel, de una presión
Fisiología del tracto urinario intravesical excesiva o cuando las velocidades del
en la excreción de la orina flujo son tan altas que superan la capacidad de trans-
porte de una unión ureterovesical normal, lo cual
La orina es transportada desde la papila renal al implica que la onda de contracción perderá la capa-
exterior por un sistema tubular, el tracto urinario, en cidad de ocluir completamente la luz ureteral, con
el que existen como constituyentes de su pared abun- flujo retrógrado de orina y el paso de sólo una frac-
dantes haces de fibras musculares lisas, que poseen ción de orina a la vejiga.
una contracción tónica de base y una contracción rít-
mica en el tiempo, que van a dar origen a la produc- Comportamiento del tracto urinario
ción de presiones hidráulicas y el consiguiente movi- en la uropatía obstructiva
miento del flujo urinario.
Cambios patológicos en la pelvis
El conjunto de cálices y pelvis renal constituyen, renal y el uréter
desde el punto de vista hidráulico, un sistema de bajas
presiones que se interpone entre el parénquima renal La presión normal de la pelvis renal oscila entre 6
y el sistema de transporte activo que representa el y 12 mm de Hg, superando levemente a la presión
uréter, con altas presiones, preservando al parénquima intraperitoneal y algo más la vesical; en presencia de
renal de las mismas. una obstrucción ureteral las presiones intrapiélicas
basales ascienden hasta 20-25 mm de Hg, pudiendo
El proceso de vaciamiento de la pelvis renal se alcanzar valores de hasta 50-70 mm de Hg durante
inicia cuando ésta presenta una cierta cantidad de los accesos de dolor.
orina; la presión intrapiélica aumenta, la orina es
expulsada hacia el tercio superior del uréter. La unión La dilatación del tracto urinario por encima de la
pielo-ureteral, aunque anatómicamente no presenta obstrucción constituye uno de los mecanismos de
una formación esfinteriana, funcionalmente se com- defensa que se ponen en marcha para preservar la
porta como tal, impidiendo el paso de la orina a la función renal, evitando así la elevación de las presio-
pelvis una vez ha penetrado en el uréter, a partir del nes intrapiélicas e intracanaliculares que comprome-
cual la onda peristáltica de actividad expulsiva se pro- terían la filtración glomerular al igualarse las presiones.
paga a todo el uréter.
En una fase temprana de la obstrucción se pro-
La función del uréter consiste en transportar la duce hipertrofia e hiperplasia muscular en un nivel
orina desde el riñón hasta la vejiga. La propulsión efi- proximal por encima de la obstrucción para intentar
ciente del bolo urinario depende de la capacidad del vencer la misma, después tiene lugar la formación de
uréter para coaptar completamente sus paredes tejido conectivo (compuesto por colágeno) y de teji-
(Woodburne y Lapides, 1972) y de la propagación del do elástico por parte de las células musculares lisas, lo
impulso peristáltico, siendo las presiones contráctiles que determina una pérdida de la elasticidad que impi-
ureterales mayores que las presiones de la pelvis renal de la distensión adecuada y una alteración de la trans-
y de la unión pieloureteral, (la cual permanece cerra- misión de los impulsos miógenos y trastornos del
da para proteger al riñón de las presiones retrógradas peristaltismo ureteral.
provenientes del uréter).
En la uropatía obstructiva se produce el retorno
Cuando el bolo urinario llega a la unión uretero- fisiológico de líquido por flujo retrógrado pielo-canali-
vesical, la presión en su interior debe ser mayor que cular y pielo-sinusal, y ruptura traumática debido a la
la presión intravesical para que la orina penetre en la elevación de las presiones del fórnix calicial, con paso
vejiga; además la onda de contracción es capaz de del líquido hacia los sistemas linfático y venoso, como
coaptar las paredes del uréter y propulsar la orina mecanismo para la preservación de la función renal.
hacia la vejiga. El paso normal de la orina a través de (Narath, 1940).

180 sección II. Grandes síndromes


11. Uropatía obstructiva

Alteraciones fisiopatológicas en la entre 90 minutos y 5 horas después de la obstrucción,


uropatía obstructiva debido a que se produce una vasoconstricción pre-
glomerular, hay una disminución del flujo sanguíneo
Los efectos de la uropatía obstructiva sobre la renal y un aumento continuado de la presión ureteral.
función renal están determinados por la severidad de Durante la tercera fase o fase crónica, o sea, después
la misma (completa o parcial), la duración, el carácter de pasadas 5 horas la vasoconstricción preglomerular,
unilateral o bilateral, y por la presencia o ausencia de ocasiona una disminución tanto del flujo sanguíneo
infección. renal como de la presión ureteral.

Obstrucción aguda Durante la obstrucción se alteran las funciones


La presión hidráulica aumenta por encima del tubulares; en las primeras horas el tránsito tubular dis-
nivel de la obstrucción (el grado de elevación minuye, lo que permite una mejor reabsorción con
depende de la velocidad del flujo urinario antes de una disminución resultante del volumen urinario, un
la obstrucción y del grado de contracción muscular aumento de la osmolaridad y una reducción de la
ureteral). concentración urinaria de sodio (Abbrecht y Malvin,
1960).
Considerando que la presión de ultrafiltración
glomerular es de 15 a 20 mm de Hg, siendo la misma Obstrucción crónica
la diferencia entre la suma de las presiones hidrostáti- Las presiones ureterales disminuyen en el curso
ca capilar glomerular y oncótica del espacio de de 24 horas hasta aproximadamente un 50% de sus
Bowman (las cuales favorecen la filtración) y la suma niveles máximos y esa declinación continúa gradual-
de las presiones oncótica capilar glomerular e hidros- mente en el curso de la siguientes ocho semanas, a
tática del espacio de Bowman (las cuales tienden a pesar de la persistencia de la obstrucción (Vaughan y
disminuirla). col. 1970). Después de transcurridas de 6 a 8 sema-
nas de obstrucción la presión ureteral es de aproxi-
Puf = [PH cg + PO b] - [PO cg + PH b] madamente 15 mm de Hg.

Cuando se produce un aumento de la presión La presión tubular proximal después de transcu-


tubular proximal debido a una obstrucción, las presio- rridas 24 horas de obstrucción ureteral muestra un
nes hidráulicas tubular y capsular aumentan, lo que retorno hacia los niveles normales o hacia los niveles
conduce a una reducción de la presión de filtración de un 30% de los niveles normales (Jaenike, 1970).
neta; produciéndose una disminución del índice de fil-
tración glomerular a medida que la presión intralumi- Durante la obstrucción crónica se produce una
nal tubular aumenta. disminución progresiva del flujo sanguíneo renal; 70%
del nivel control a las 24 horas, del 50% a las 72 horas,
La presión ureteral aumenta hasta valores de 50 a del 30% a los 6 días, del 20% a las 2 semanas, del 18%
70 mm de Hg en el curso de minutos después de una a las 4 a 6 semanas y del 12% a las 8 semanas (Moody
obstrucción ureteral, pudiendo incluso llegar hasta y col. 1975), la cual es debida a la constricción arte-
valores de 100 mm de Hg si se induce la diuresis (por riolar aferente.
lo cual es conveniente reducir la ingesta de líquidos
durante la fase aguda de una obstrucción, cuando La disminución del flujo sanguíneo renal es menor
existe dolor). en la corteza interna y en la médula externa e inter-
na que en la corteza externa.
Durante la obstrucción se pueden distinguir tres
fases sucesivas, la respuesta inicial consiste en un Los dos sistemas hormonales implicados en el pro-
aumento del flujo sanguíneo renal y de la presión ure- ceso de vasoconstricción renal son el Sistema Renina-
teral debido a una vasodilatación preglomerular. Esta Angiotensina-Aldosterona y los eicosanoides (prosta-
vasodilatación inicial es transitoria y dura hasta 90 glandinas, tromboxanos), los cuales muestran una acti-
minutos. La segunda fase de la respuesta se observa vidad aumentada durante la obstrucción ureteral.

sección II. Grandes síndromes 181


Libro del Residente de Urología

La inhibición de la Angiotensina II durante el Obstrucción ureteral unilateral


periodo de obstrucción se asocia a una preservación Después de la eliminación de una obstrucción
importante de la masa y la función renal. ureteral de más de 5 horas de evolución, las reduc-
ciones del flujo sanguíneo renal y el índice de filtra-
El glomérulo es la última estructura renal que ción se asocian con índices ligeramente disminuidos
muestra lesiones resultantes de una uropatía obstruc- de reabsorción de solutos y con una pronunciada
tiva en el examen histológico. disminución de la capacidad de concentración,
dando como resultado un flujo aproximadamente
El Índice de Filtración Glomerular (IFG) declina normal de orina diluida sin tendencia a la pérdida
progresivamente en la uropatía obstructiva crónica de sal.
(como lo indican los valores elevados de creatinina
sérica), siendo la filtración reemplazada por el flujo Obstrucción ureteral bilateral
retrógrado pielo-venoso, pielo-linfático y pielo-tubular. Después de la eliminación de una obstrucción
ureteral bilateral se observa un flujo urinario de 3 a 10
En periodos prolongados de obstrucción urete- veces mayor, debido al defecto de la capacidad de
ral se observa una pérdida progresiva de la función concentración y de la reabsorción de sodio, lo cual
tubular. provoca natriuresis y diuresis incrementada a pesar
del bajo índice de filtración.
La pérdida de la capacidad de concentración uri-
naria es el primer trastorno, el más severo y el más En la diuresis post-obstructiva la orina es isoste-
constante de la función renal en la uropatía obstructi- núrica debido a la pérdida de sal y agua.
va; la cual se debe a un deterioro funcional de las
ramas gruesas ascendentes del asa de Henle (las cua- Este aumento transitorio del flujo urinario con la
les son incapaces de establecer una médula renal excreción de cantidades excesivas de agua y sodio
hipertónica para atraer agua), y a una resistencia a la retenidas es por lo general leve, autolimitado y fisio-
acción de la hormona antidiurética (ADH) a nivel de lógico. Los mecanismos responsables del mismo son:
los tubos colectores corticales.
a) Alteración de la reabsorción del sodio.
Se produce una alteración de todas las fases de la b) Defecto de la concentración urinaria.
acidificación urinaria (excreción de amoniaco, acidez c) Diuresis osmótica debida al acúmulo de solutos
titulable y absorción de bicarbonato, dando lugar a no reabsorbibles como la urea y productos nitro-
pérdidas del mismo en la orina, que elevan anormal- genados; así pues, cuanto mayor sea la carga
mente el pH urinario); así pues, el riñón obstruido es osmótica inicial resultante de la retención de líqui-
incapaz de reducir el pH urinario a cualquier nivel de dos y solutos mayor será la probabilidad de una
acidosis metabólica. poliuria abundante.

Periodo post-obstructivo La poliuria persistente puede ser el síntoma de


presentación de los pacientes con una obstrucción
Los cambios de la función renal después de la eli- parcial de ambos riñones o de un riñón solitario.
minación de la obstrucción ureteral dependen de la
duración y de la magnitud de las mismas, de la locali- En la práctica clínica se observa un amplio espec-
zación y de la uni o bilateralidad de la obstrucción. tro de respuestas después de la desaparición de una
obstrucción ureteral bilateral, muchos pacientes
Después de una obstrucción ureteral, el riñón desarrollan diuresis y natriuresis leves, las cuales
muestra una reducción: del índice de filtración glome- representan la excreción fisiológica del sodio y el
rular, del flujo sanguíneo renal, de la capacidad de con- agua retenidas; el manejo clínico de estos pacientes
centración urinaria, de la depuración de hidrogenio- consiste en corregir el problema obstructivo, docu-
nes y de la excreción de fosfato, manteniéndose la mentar la presión sanguínea y medir los volúmenes
capacidad de dilución urinaria. urinarios cada hora.

182 sección II. Grandes síndromes


11. Uropatía obstructiva

En el paciente consciente y alerta no es necesario Cambios microscópicos


administrar líquidos por vía parenteral y el volumen
líquido es restaurado a través del mecanismo normal Durante los primeros días de la obstrucción se
de la sed. La pérdida de sodio puede ser evaluado observa un aplanamiento de las papilas con una dila-
mediante la determinación de la presión sanguínea en tación difusa de la nefrona distal. Al séptimo día los
las posiciones supina y erecta para establecer si se ha tubos colectores dilatados muestran un cierto grado
producido una disminución del volumen líquido extra- de atrofia y necrosis. El día 14 se aprecia una dilatación
celular. progresiva de los túbulos distales y colectores y atro-
fia de las células epiteliales de los túbulos proximales.
En el caso raro del paciente con una pérdida de Hacia el día 28 se observa una disminución del espe-
sodio patológica severa puede que se requiera la sor medular del 50% con un grado creciente de atro-
reposición del sodio. fia y dilatación de los túbulos distales y colectores; la
corteza renal es más delgada y la atrofia de los túbu-
Un paciente inconsciente con diuresis post-obs- los proximales es pronunciada.
tructiva debe ser seguido con una atención mayor;
reponiendo un 50 a un 60% del líquido eliminado con Después de 8 semanas de obstrucción sólo se
Solución ClNa al 0,5% o Solución de Ringer Lactato. observa una franja de parénquima de un centímetro
de espesor formada principalmente por tejido conec-
La reposición del líquido en el manejo clínico de tivo y pequeños glomérulos ovalados remanentes.
la poliuria post-obstructiva puede aumentar y pro-
longar la diuresis e impedir la normalización del equi- Los primeros cambios patológicos de los glomé-
librio hidroelectrolítico. El retorno a la normalidad rulos se observan 28 días después de la instalación de
requiere la inducción de un balance negativo de una obstrucción ureteral completa.
sodio y agua.
El hallazgo de la proteína de Tamm-Horsfall en el
interior del espacio de Bowman del glomérulo es un
ANATOMÍA PATOLÓGICA hallazgo patognomónico de obstrucción del tracto
urinario o de reflujo vesico-ureteral; dicha mucopro-
Cambios macroscópicos teína se sintetiza en la rama ascendente del asa de
Henle y en los túbulos contorneados distales. encon-
La obstrucción ureteral completa produce una trándose presente sólo en el tracto urinario; en la
dilatación progresiva de la pelvis renal durante las pri- obstrucción se produce una inversión de la filtración
meras semanas. El tamaño renal aumenta debido al a través de la cápsula de Bowman y ultrafiltración a
edema, aunque el parénquima experimenta atrofia. Se través de la pared capilar glomerular. El hallazgo de
desarrolla edema perirrenal y periureteral. esta proteína contribuye a diferenciar una obstruc-
ción de un cuadro de rechazo en algunos casos de
Después de transcurridas de 4 a 8 semanas se trasplantes renales.
observa una disminución del tamaño renal dado que
la atrofia tisular es de mayor magnitud que el edema
intrarrenal. CLASIFICACIÓN: CLÍNICA,
En la fase inicial de la obstrucción se han obser- DIAGNÓSTICO
vado más precozmente lesiones en las regiones pola- Y TRATAMIENTO
res renales, debido a la desembocadura peculiar de
los conductos de Bellini en las papilas, las cuales están Por su diferente etiopatogenia, cuadro clínico y
más dilatadas en las zonas polares que en las medias repercusión anatomo-funcional sobre el aparato uri-
del riñón, produciéndose una transmisión retrógrada nario, la uropatía obstructiva puede clasificarse en dos
de presión más temprana y de mayor magnitud hacia grupos: del tracto urinario superior (supravesical) o
los túbulos y regiones polares. del tracto urinario inferior (infravesical).

sección II. Grandes síndromes 183


Libro del Residente de Urología

Uropatía obstructiva del tracto Muy frecuentemente aparece hematuria (a veces


urinario superior sólo microscópica) y síntomas de irritación vesical
(polaquiuria, escozor miccional), especialmente cuan-
La obstrucción supravesical puede afectar a cual- do la obstrucción se produce en el último sector del
quier sector del aparato urinario alto: uréter, pelvis o uréter y en su porción intramural.
cálices; siendo la misma unilateral o bilateral y mani-
festarse de forma aguda o crónica. No suele existir fiebre, salvo que coexista una
infección urinaria, lo cual le confiere un carácter grave
Cuanto más cerca esté la obstrucción de la unión por el riesgo de abocar en una sepsis urológica.
uretero-pélvica, los síntomas aparecerán de manera
más aguda y temprana, siendo más rápido el proceso A veces, el cólico nefrítico se presenta de forma
destructivo renal; además, si la pelvis es intrarrenal, el atípica pudiendo confundirse con el dolor producido
daño causado por la presión retrógrada es mayor y por una colelitiasis, apendicitis, anexitis, torsión de
más rápido que en la pelvis extrarrenal, la cual, ajus- quiste ovárico, oclusión intestinal...
tándose a la dilatación, sirve como mecanismo amor-
tiguador para proteger al riñón; además, cuando la Diagnóstico
obstrucción es supravesical, la vejiga no participa en la El cuadro clínico y los antecedentes litiásicos (muy
respuesta inicial amortiguadora de los órganos huecos frecuentes en estos pacientes) resultan muy sugeren-
al aumento de presión; esto hace que los efectos de tes; el paciente se encuentra muy agitado y la palpa-
la obstrucción no tarden en producirse, si bien en las ción general del abdomen demuestra un cierto tim-
formas crónicas las repercusiones anatomofuncionales panismo y defensa voluntaria; la palpación bimanual de
son más tardías. la fosa lumbar dolorosa provoca una exacerbación
intensa del dolor; también presenta dolor con la pre-
Formas agudas sión digital sobre los puntos renoureterales, siendo el
a) Cólico nefrítico punto costolumbar el más característico.
La obstrucción aguda supravesical, cualquiera
que sea el sitio donde se produzca, da lugar a una Sólo en casos de duda diagnóstica realizaremos,
distensión retrógrada aguda del sistema calicial cuya con extrema suavidad una percusión renal, la cual será
traducción clínica es el cólico nefrítico; el cual es un francamente positiva.
síndrome doloroso, agudo y paroxístico, de localiza-
ción en el área reno-ureteral, que traduce un brus- Son tres las exploraciones complementarias que
co aumento de presión dentro del uréter y/o el nos orientarán adecuadamente: radiografía simple
riñón. del aparato urinario, ecografía abdominal y sedi-
mento urinario. Quedando opcionales, según la
La causa más frecuente del mismo es la litiasis uri- situación, la urografía de eliminación y otras técnicas
naria. radiológicas.

Clínica La radiografía simple de aparato urinario (realiza-


El dolor del cólico renal es generalmente unila- da en decúbito supino y abarcando desde encima de
teral, localizado en el ángulo costo-lumbar e irra- los polos superiores de los riñones hasta la sínfisis
diado hacia vejiga, genitales, e incluso hasta cara púbica) puede mostrar los siguientes datos a favor del
interna del muslo, siguiendo un trayecto anterodes- cólico nefrítico: una ligera escoliosis de concavidad
cendente; suele ser de gran intensidad y tener exa- hacia el lado afecto, un discreto aumento de tamaño
cerbaciones, acompañándose de una gran agitación de la silueta del riñón doloroso y posibles imágenes
del enfermo. radiopacas sugestivas de cálculos a nivel renal o ure-
teral. A este nivel debe tenerse cuidado no interpre-
Suele ir acompañado de sintomatología refleja tar como cálculos ureterales a los típicos flebolitos
(estado nauseoso, vómitos y timpanismo abdominal), (perlas de vaso calcificado, redondeadas y muy fre-
por existir íleo reflejo. cuentes en los espacios paravesicales).

184 sección II. Grandes síndromes


11. Uropatía obstructiva

Los cálculos alojados en la pelvis renal suelen Figura 1. Catéter ureteral doble J izquierdo en
tener forma de pico y los que se encuentran en el cólico nefrítico complicado.
uréter suelen tener su diámetro mayor orientado en
la misma dirección que el trayecto ureteral donde
asientan. No visualizaremos imagen radio-opaca cuan-
do el cólico nefrítico esté producido por un cálculo
radiotransparente (ácido úrico, cistina), o cuando se
trate simplemente de la eliminación de arenillas.

La ecografía es la prueba que complementa la


radiografía; en ella podemos visualizar el cálculo (si
éste no es muy pequeño y se encuentra situado en el
riñón), o un proceso tumoral o quístico que compro-
meta el vaciado ureteral, pero lo más importante es
que nos muestra el grado de ectasia pielocalicial del
riñón enfermo, imagen que resulta muy demostrativa
si la comparamos con la del lado contralateral.

El análisis microscópico del sedimento urinario


nos podrá confirmar la presencia de cristaluria y/o
microhematuria.

La urografía de eliminación debe reservarse para


los casos en los que no se vea el cálculo o que éste
se prevea de difícil o imposible expulsión espontánea.
También debe realizarse en los casos de litiasis reci-
divante o que se acompañen de infección urinaria; en
la misma podemos encontrarnos abolición funcional
del riñón obstruido, o más frecuentemente un retra-
so funcional, objetivándose un nítido nefrograma
parenquimatoso. Las placas retardadas tomadas a la
hora, 2 horas, 4 horas y hasta 24 horas de haberse el calor local y los baños con agua caliente contribu-
iniciado la prueba, mostrarán el lento relleno de las yen a relajar al paciente.
cavidades renales, la típica ureteropielocalicoectasia y
la parada de la columna de contraste a nivel del obs- En ningún caso aconsejaremos la ingesta abun-
táculo; imagen de parada que debe confirmarse en dante de líquidos hasta que la crisis de dolor agudo
placas posteriores, ya que el uréter no sólo está dila- haya desaparecido.
tado, sino también elongado, y el contraste salva los
bucles ureterales con cierta dificultad. Si el cólico nefrítico no cede con tratamiento
médico adecuado, reaparece de forma consecutiva, se
En ocasiones es posible ver fugas de orina en el objetiva el cálculo no expulsable o aparece fiebre, se
curso de una urografía, que suelen ocurrir a nivel de procederá a la hospitalización para realizar derivación
los fórnix caliciales. urinaria mediante cateterismo ureteral endoscópico o
colocación de una sonda de nefrostomía percutánea.
Tratamiento
En primer lugar realizaremos una terapia inicial El cateterismo ureteral tiene la ventaja de que en
con la administración de analgésicos y antiinflamato- casos de cálculos ureterales de pequeño tamaño, la
rios, que será vía parenteral si no responde o no permanencia del catéter en el uréter a lo largo de tres
puede usarse la vía oral y la rectal; el reposo en cama, o cuatro días facilita la expulsión espontánea de los

sección II. Grandes síndromes 185


Libro del Residente de Urología

mismos al retirarlo; como contrapartida tiene un Después de realizar un interrogatorio meticuloso,


doble riesgo yatrogénico: la posible perforación urete- seguido de una exploración clínica general y del apa-
ral al intentar sobrepasar el obstáculo y el probable rato urogenital (no omitir nunca el tacto rectal o vagi-
arrastre de gérmenes hacia el tracto urinario superior. nal), realizaremos las exploraciones complementarias
oportunas.
La nefrostomía percutánea, realizada con aneste-
sia local o general, proporciona un drenaje más direc- Con la radiografía simple apreciaremos el volu-
to y alejado de la zona perineal. men de ambos riñones así como la presencia de un
posible cálculo responsable de la obstrucción, no
Los recursos terapéuticos sintomáticos nombra- obstante en algunas ocasiones (litiasis radiotranspa-
dos, a veces, contribuyen a resolver definitivamente el rente, yatrogenia ureteral, tumoración en pelvis
proceso que lo motivó: expulsión de arenillas, peque- menor, fibrosis retroperitonal...), no podremos apre-
ños cálculos, dilatación de estenosis... En el resto de los ciar el obstáculo que nos sugiere la anamnesis y la
casos serán necesarios otros procedimientos endou- exploración clínica, en cuyo caso realizaremos eco-
rológicos (ureterorrenoscopia), de litotricia extracor- grafía abdominal que nos permitirá identificar en
pórea, de cirugía abierta o laparoscópica, para la com- muchas ocasiones (además de la dilatación renou-
pleta resolución del cuadro que devolverán la normal reteral existente a cada lado), la causa que la pro-
permeabilidad a la vía urinaria. voca. Además nos servirá para guiar la aguja de pun-
ción percutánea hacia el cáliz inferior del riñón que
b) Anuria excretora nos interese derivar para restablecer de inmediato
Es la interrupción de la secreción urinaria por la diuresis.
parte de un riñón (único funcionante), o de los dos,
como consecuencia de un bloqueo completo de las En el caso de no poder realizar exploración eco-
vías urinarias excretoras altas. Este cese de produc- gráfica y estar convencidos del origen obstructivo de
ción de orina se debe generalmente a la obstrucción la anuria, si no existe alergia a contrastes yodados y la
del uréter de un riñón único. analítica de urea y creatinina lo permiten, podremos
recurrir a la urografía de eliminación (obteniendo pla-
Clínica cas muy retardadas). El espesor y nitidez de los nefro-
Al haber cesado la producción de orina, ésta no gramas nos dará una idea del valor funcional de
llega a la vejiga y por consiguiente no se produce ambos riñones. El lugar donde se detiene la columna
deseo miccional. La vejiga se encuentra vacía o con- de contraste en los uréteres resulta de gran interés no
tiene muy poca orina (menos de 200 ml en 24 horas). sólo para identificar la altura del obstáculo, sino tam-
Este cuadro suele ir precedido de un cólico nefrítico bién para averiguar la causa que produce la obstruc-
o de un dolor renoureteral más o menos llamativo. ción: afilamiento de la luz ureteral en la estenosis, obs-
táculo brusco e irregular en la litiasis, en forma de
Poco a poco empiezan a aparecer síntomas y sig- copa invertida en los tumores, afilamiento asociado a
nos de insuficiencia renal, comunes a otros tipos de desplazamiento del trayecto ureteral en las compre-
anuria (pre-renal o renal). siones extrínsecas...

En estadios terminales suele ser la parada cardia- Una exploración diagnóstica que a la vez tiene
ca por hiperpotasemia la causa de muerte, si no se una finalidad terapéutica es el cateterismo ureteral.
toman a tiempo las medidas terapéuticas oportunas La cistouretroscopia que la precede nos orientará
para corregir el cuadro. sobre un posible origen tumoral prostático o vesi-
cal. Debe intentarse cateterizar en primer lugar el
Diagnóstico y tratamiento uréter correspondiente al lado en el que el pacien-
Debemos descartar que la anuria sea de causa pre- te notó dolor, inmediatamente antes de entrar en
renal o renal, realizando también el diagnóstico diferen- anuria (este dato hace suponer que dicho riñón
cial con la retención aguda de orina (la ausencia de tiene capacidad funcional). En cuanto el catéter ure-
globo vesical y de deseo miccional hacen fácil la misma). teral consigue remontar el obstáculo (percibiéndo-

186 sección II. Grandes síndromes


11. Uropatía obstructiva

se algunas veces, en el caso de ser una litiasis, el es gravativo, fijo y persistente, pudiendo tener la típica
roce característico de ésta), aparece por su extre- irradiación anterodescendente.
mo distal goteo rápido e ininterrumpido de orina,
que persiste hasta que cede la hiperpresión intra- En algunas ocasiones se presenta de forma distin-
rrenal, momento en el que éste se hace más pausa- ta, localizándose en hipocondrio o fosa ilíaca, dando
do, con intervalos más o menos cortos, en depen- lugar a confusiones con dolores vesiculares o apendi-
dencia de la intensidad de poliuria desobstructiva culares.
que se produzca.
Pueden aparecer síntomas o signos derivados de
La derivación urinaria también se puede realizar las posibles complicaciones: hematuria, piuria, fiebre,
mediante nefrostomía percutánea ecodirigida que en expulsión de cálculos o arenillas, y en estadios más
muchas ocasiones nos permitirá realizar pielouretero- avanzados (hidronefrosis bilateral) síntomas y signos
grafía anterógrada para poder llegar a un diagnóstico de insuficiencia renal crónica.
e incluso tratamiento definitivo: nefrolitotomía percu-
tánea, endopielotomía... Diagnóstico
No suele ser habitual la sospecha de la misma tras
A todo paciente anúrico realizaremos un estudio la simple anamnesis y exploración clínica (aunque los
analítico sanguíneo que incluya determinación de urea puntos dolorosos y la percusión renal suelen ser posi-
y creatinina, ionograma y gasometría con estudio del tivos). El diagnóstico suele realizarse tras un estudio
equilibrio ácido-base. Estos datos orientan sobre el urológico sistemático, o en el curso de un reconoci-
grado de repercusión que a nivel general está provo- miento general.
cando la anuria y ayudar a tomar las decisiones tera-
péuticas más eficaces recordando que los errores más El estudio urológico suele iniciarse con una valo-
frecuentes que se cometen en el tratamiento de la ración analítica de sangre y orina, un urocultivo y una
anuria excretora son: hiperhidratar al paciente para ecografía; en ésta se dibuja con gran nitidez el árbol
que orine, no corregir su desequilibrio electrolítico, pielocalicial pudiendo valorarse asimismo el espesor
dejando pasar el tiempo antes de realizar maniobras del parénquima renal. Si se estima oportuno se reali-
terapéuticas derivativas, y finalmente olvidarse de zará una urografía de eliminación objetivándose un
corregir la deshidratación e hipopotasemia que apa- gran retraso excretor y apareciendo en las primeras
recen una vez reanudada la diuresis a consecuencia de placas las típicas imágenes caliciales en bolas, las cua-
la poliuria compensadora que se produce. les en placas sucesivas van fusionándose entre sí, dibu-
jando finalmente el árbol pielocalicial completo (de ahí
Formas crónicas la importancia de realizar placas retardadas).
a) Hidronefrosis
En el sentido estricto del término entendemos Una prueba de gran valor para diferenciar una
por ésta la dilatación de la cavidad pielocalicial, pro- dilatación residual (sin obstrucción) de una dilatación
ducida por un obstáculo parcial y congénito situado a debida a un proceso obstructivo es el renograma
nivel de la unión pieloureteral. Esta definición corres- isotópico funcional del riñón mediante inyección
ponde a la verdadera hidronefrosis, de causa prima- endovenosa de ácido dietilenetriaminopentaacético
ria. No obstante el término hidronefrosis se ha gene- de tecnecio 99m (99mTc DTPA) añadiendo durante
ralizado para denominar a las dilataciones pielocali- su realización un diurético (furosemida). El riñón
ciales de causa adquirida, cuya verdadera denomina- normal presenta un rápido incremento de radioacti-
ción sería pielocalicoectasias y ureteropielocalicoec- vidad seguido de un rápido descenso después de la
tasias (si la obstrucción se encuentra distal a la unión administración del diurético. Si el riñón presenta una
pieloureteral). dilatación residual las curvas son algo más lentas,
pero si tiene una uropatía obstructiva, además del
La manifestación clínica más habitual es el dolor, retardo en la primera fase, no se registra la respues-
que aunque suele ser paroxístico, nunca alcanza la ta a la furosemida, obteniéndose las curvas en forma
intensidad del cólico renal; la mayor parte de las veces de meseta.

sección II. Grandes síndromes 187


Libro del Residente de Urología

En casos dudosos, una nefrostomía percutánea, al la luz ureteral por detrás del bolo urinario, regurgitan-
tiempo que drena las cavidades renales permite reali- do parte de la orina hacia el uréter pelviano al tiem-
zar una pielografía anterógrada y obtener a través de po que otra parte consigue alcanzar la vejiga. El resul-
la misma un estudio urodinámico del mecanismo de tado es una sobrecarga funcional para el resto del
evacuación pieloureteral. Entre las pruebas urodinámi- uréter, que termina cediendo progresivamente,
cas cabe destacar la de Whitaker (valoración de pre- aumentando su diámetro y también su longitud. La
siones intrapiélicas ante un flujo constante) y la de Vela morfología y función renal quedan preservadas duran-
Navarrete (valoración del vaciado piélico ante una te bastante tiempo, debido al efecto amortiguador del
perfusión a presión constante). resto del uréter.

Tratamiento Clínica
No están indicadas las exploraciones instrumen- La sintomatología del megauréter suele ser anodi-
tales retrógradas por suponer un grave riesgo de na (malestar o ligero dolor renoureteral), predomi-
infección debido al estasis intrarrenal existente. nando las complicaciones que suelen derivarse del
mismo: infección urinaria, litiasis e insuficiencia renal.
Si existe indicación quirúrgica de la hidronefrosis
hay tres medios de llevarla a cabo: endopielotomía Diagnóstico
percutánea o transuretral, plastia desmembrada (por Realizaremos un correcta anamnesis y explora-
cirugía abierta o laparoscópica) o una nefrectomía en ción física (con cierta frecuencia el megauréter se aso-
el caso de que exista lesión renal irreversible. cia a otras anomalías: megavejiga, agenesia renal con-
tralateral, síndrome del abdomen en ciruela pasa...),
b) Megauréter debe realizarse una urografía de eliminación y una cis-
El término megauréter significa simplemente uré- tografía (en pacientes neonatos es preferible el estu-
ter grande. dio isotópico renal).

En este capítulo haremos referencia únicamente al El aspecto radiográfico típico es el de una porción
megauréter obstruido, el cual puede ser primario o superior ureteral dilatada sin una tortuosidad apreciable
secundario a obstrucción uretral, vejiga neurogénica u que se ensancha de forma progresiva distalmente. La
obstrucción ureteral extrínseca. parte más distal tiene una marcada dilatación fusiforme
o bulbosa que bruscamente se convierte en un corto
La forma primaria se asocia más comúnmente segmento ureteral no dilatado, que ingresa en la vejiga.
con un segmento distal adinámico (el megauréter fun- Los cálices en general tienen una forma de copa nor-
cional obstruido), pero con poca frecuencia se rela- mal, y la pelvis renal es normal o está un poco dilatada.
ciona también con una obstrucción anatómica
demostrable. No obstante, este término define una La cistografía nos permite distinguir entre el
anomalía congénita ureteral en la que éste se encuen- megauréter funcional o por reflujo al tiempo que nos
tra muy dilatado, conservando parcialmente su peris- ayuda a descubrir cualquier tipo de uropatía obstruc-
taltismo, excepto en su extremo inferior, donde a tiva del tracto urinario inferior (válvulas uretrales,
pesar de tener un tamaño normal, carece de capaci- hipertrofia de cuello vesical...), responsable del mismo.
dad peristáltica. Para ello se realizarán placas seriadas durante la mic-
ción (CUMS).
El megauréter primario suele ser unilateral, más
frecuente en varones y predomina el lado izquierdo El renograma isotópico con test de furosemida
sobre el derecho. es útil para valorar el grado de obstrucción; en caso
de duda recurriremos a los estudios urodinámicos.
Fisiopatología
En el megauréter por obstrucción funcional (seg- Tratamiento
mento distal adinámico) se produce un defecto del Los megauréteres funcionales muy discretos que
peristaltismo, existiendo una incapacidad de cierre de no se comportan como obstructivos en los estudios

188 sección II. Grandes síndromes


11. Uropatía obstructiva

Figura 2. Uropatía obstructiva secundaria a a nivel de los infundíbulos caliciales, unión pielourete-
ureterocele en duplicidad ureteral izquierda. ral, uréter, vejiga, cuello vesical o uretra.

Clínica
Aunque algunas veces cursen de forma silente,
suelen manifestarse por un ligero dolor localizado en
el área renoureteral, el cual suele exacerbarse con las
bruscas ingestas de líquido, que descompensan transi-
toriamente la capacidad de evacuación del tramo de
la vía excretora obstruida. En estos casos el dolor
puede parecerse al de un cólico nefrítico. Asimismo
pueden sumarse las manifestaciones típicas de la afec-
ción primaria que origina la ectasia.

Diagnóstico
En las caliectasias, el diagnóstico se hace funda-
mentalmente con la urografía de eliminación. El cáliz,
distendido se rellena de contraste, destacando el
infundíbulo afilado (en caso de estenosis) o brusca-
mente interrumpido por un cruce vascular; si la hue-
lla vascular es estrecha es más fácil que corresponda
a una rama de la arteria renal, si es más amplia, es más
probable que se trate de una vena.

Debe hacerse el diagnóstico diferencial con los


divertículos caliciales (cavidades que también se relle-
nan de contraste y que comunican con un cáliz a tra-
vés de un fino trayecto).

urodinámicos y que no provocan repercusión clínica, Las pielocaliectasias plantean el problema de diag-
no deben ser operados (es el caso de los megauréte- nóstico diferencial con la hidronefrosis; en ambas la
res hallados en adultos y que afecten sólo a los seg- repercusión morfofuncional renal es la misma; pero en las
mentos distal o medio del mismo). primeras la causa es adquirida: estenosis, cálculo, tumor,...

Cuando existe indicación quirúrgica, la mayoría de Las ureteropielocalicoectasias se estudiarán median-


los pacientes sólo necesitan reparación del segmento te urografía, y si fuese preciso mediante uretrocistogra-
inferior del uréter, realizando una reimplantación ure- fía retrógrada a máxima repleción para descartar un
terovesical antirreflujo tras haber extirpado el seg- reflujo vesicoureteral (el cual se sospechará cuando la
mento adinámico ureteral. Aunque el uréter alto apa- ureteropielocaliectasia sea bilateral y coexista con una
rezca dilatado y tortuoso, a menudo se endereza solo; vejiga de esfuerzo).
en pocos casos será preciso acortarlo y enderezarlo,
hoy en día es discutida la necesidad de afilar el seg- En los casos de ureteroectasias debidas a cruce
mento más distal del mismo. vascular (uréter retrocavo), el signo de Campbell-
Randall facilita el diagnóstico: el uréter se incurva y se
c) Caliectasias, pielocaliectasias, aproxima hacia la columna a nivel de L3 o L4, en las
ureteropielocaliectasias placas obtenidas en oblicuo, cosa que no ocurre en el
Entendemos por tales a las dilataciones aisladas de uréter normal, que siempre guarda una cierta distan-
los cálices renales, o de la pelvis renal y cálices, o del cia con respecto a la misma. En caso de dudas la TAC
uréter, pelvis renal y cálices, originados por obstáculos aclara el diagnóstico.

sección II. Grandes síndromes 189


Libro del Residente de Urología

Cuando el cruce vascular es producido por una En el hombre predomina la patología cérvico-ure-
vena aberrante puede resultar necesario el recurso tro-prostática, incluyendo la hipertrofia benigna de la
combinado de una histerografía (inyección de contraste próstata, el cáncer prostático, la litiasis de la próstata,
mediante punción transvaginal del fondo uterino, para el prostatitis crónica, cáncer urotelial vesicoprostático o
relleno venoso del aparato genital femenino), con la de cuello vesical, la obstrucción cervical sin hiperplasia
urografía de eliminación para llegar al diagnóstico. prostática, la estrechez uretral y los obstáculos intra-
canaliculares, en especial los cálculos uretrales. La
En el diagnóstico de la fibrosis retroperitoneal es patología obstructiva es casi exclusivamente de etio-
la TAC la que nos sacará de dudas. logía urogenital pero existen procesos extraurinarios
que pueden generar ciertos tipos de uropatía obs-
Tratamiento tructiva baja, tales como el cáncer de recto o recto-
En los casos de ectasia calicial de mínima repercu- sigma propagado a las estructuras cervicouretrales y
sión clínico y morfofuncional, el tratamiento puede ir el quiste hidatídico retrovesical.
desde la simple observación, hasta un tratamiento
endourológico percutáneo de dilatación infundibular En la mujer, la obstrucción infravesical depende de
(dejando tutorizado temporalmente el cáliz con una factores urinarios y genitales (predominando estos
sonda de nefrostomía), o incluso tratamiento quirúrgi- últimos). Los procesos urinarios más frecuentes son: la
co cuando se trata de un síndrome de Fraley en el que esclerosis de cuello vesical, la estrechez uretral (espe-
se realizará una transposición del infundíbulo calicial, cialmente la meática) y los divertículos de uretra. Los
sección y reanastomosis término-terminal del mismo, factores genitales más frecuentes son: el cáncer del
por delante o por detrás del vaso, según proceda. cuello uterino propagado al cuello vesical, los miomas
cervicales, los grandes quistes del ovario o los tumo-
En las ureteropielocaliectasias pueden llevarse a res malignos del mismo y el útero retrovertido.
cabo técnicas como nefrolitotomía percutánea, litotri-
cia por ondas de choque extracorpóreas, resección En los niños de ambos sexos, el factor predomi-
endoscópica percutánea de tumor urotelial, endopie- nante es la obstrucción cervical por hipotrofia congé-
lotomía percutánea o transuretral, plastia pielourete- nita del cuello vesical, en el varón las válvulas de la ure-
ral, ureterocalicostomía, liberación del uréter de pro- tra posterior, y en la niña el ureterocele ectópico.
cesos fibrosantes (ureterolisis), plastias ureterales, ure-
terocistoneostomías... y en general tratamiento de la En el niño fimótico con estenosis meática prepu-
eliminación del obstáculo. cial y en el niño circunciso con estenosis meática ure-
tral se observan diversos grados de obstrucción uri-
En cualquier caso, nuestra actitud debe ser lo más naria infravesical.
conservadora posible, tratando de preservar al máxi-
mo la función renal; recurriendo si fuese necesario a En ambos sexos, y a cualquier edad, la obstrucción
derivaciones urinarias supravesicales con carácter defi- puede estar ligada a factores dinámicos en diversos
nitivo, tales como la nefrostomía o la ureterostomía tipos de vejiga neurogénica (que se estudiarán en el
cutánea, y sólo en casos muy extremos estará indica- capitulo correspondiente).
da la nefrectomía.
Según la modalidad clínica, la obstrucción puede
Uropatía obstructiva del tracto ser aguda o crónica, existiendo en ambas un denomi-
urinario inferior (infravesical) nador común: la imposibilidad de vaciar total o par-
cialmente el contenido vesical durante la micción.
El estasis urinario está provocado por procesos
estenosantes o disfuncionales del tramo urinario a) Obstrucción aguda:
común: vejiga, cuello vesical, próstata o uretra. retención aguda de orina
Como consecuencia de la obstrucción se produ-
Los factores obstructivos son diferentes en el ce una imposibilidad miccional completa o casi total
hombre, la mujer o el niño. que conduce a la distensión vesical de forma brusca.

190 sección II. Grandes síndromes


11. Uropatía obstructiva

La distensión de la vejiga por encima del límite Clínica


fisiológico produce un intenso dolor hipogástrico, La distensión aguda de la vejiga se traduce clínica-
acompañado de una imperiosa necesidad de orinar, mente por dolor espontáneo y provocado a la palpa-
que no puede ser satisfecha. La vejiga repleta de orina ción hipogástrica, así como por deseos imperiosos de
a muy alta presión sufre violentos espasmos que pro- orinar que no pueden ser satisfechos.
vocan una exacerbación intensísima del dolor y gran
agitación del enfermo. Diagnóstico
En el interrogatorio, debe indagarse acerca de los
La sobredistensión vesical determina por vía refle- antecedentes del paciente que pueden orientarnos
ja una disminución del flujo renal y de la secreción de hacia un diagnóstico etiológico, ya que salvo en conta-
orina, como mecanismo de defensa para impedir el das excepciones, como ocurre tras una cirugía, trau-
aumento de la distensión vesical, aunque no se detie- matismos... la retención aguda de orina suele ir prece-
ne totalmente la secreción de orina, de manera que dida de trastornos miccionales, entre los que predo-
ésta sigue fluyendo hacia la vejiga, hasta que la presión mina la disuria y polaquiuria. En el examen físico,
dentro del órgano interfiere la dinámica ureteral, com- muchas veces se descubre con la simple inspección
primiendo su trayecto intramural, por la distensión del abdomen el globo vesical. La presión manual sobre
vesical desmedida, con un aumento notable de la pre- el mismo despierta vivos deseos de orinar y exacerba
sión endocavitaria. Sus paredes, adosadas entre sí, impi- el dolor del paciente, de aquí que la palpación deba
den el reflujo a los sectores altos del tracto urinario. ser cuidadosa.

La hipertensión intra-abdominal originada por el En caso de pacientes muy obesos, puede confir-
esfuerzo de la lucha contra el obstáculo, y donde marnos la presencia del globo vesical, el tacto rectal
intervienen activamente los músculos parietales abdo- combinado con la palpación abdominal; además
minales, determina la posibilidad de aparición de acci- puede confirmarnos en algunos casos la sospecha
dentes agudos a nivel de los orificios herniarios, even- diagnóstica: una hiperplasia prostática, un carcinoma
tualidad frecuente cuando la retención aguda de orina prostático, un tumor genital enclavado en el fondo
se produce en las edades extremas, en el niño y en el pelviano... pero en otras veces no, será entonces el
anciano. cateterismo uretral el que prolongará nuestro senti-
do del tacto a lo largo de la uretra, percibiéndose
La hipertensión venosa regional que se traduce una posible estenosis uretral, una falsa vía, un posible
en el hombre a nivel del aparato genital genera una cálculo enclavado, una esclerosis de cuello vesical...
ingurgitación peneana pasiva, y a nivel del sector ano-
rrectal produce fluxiones hemorroidales. Habitualmente este cuadro agudo no precisa más
exploraciones complementarias y requiere tratamien-
A nivel de la vejiga, la distensión intensa puede to urgente.
afectar la nutrición del órgano por interferencia de la
circulación arterial y del drenaje venoso, cuando se Tratamiento
produce la descompresión brusca de una vejiga dis- La intensidad de los dolores exige una rápida
tendida, la circulación venosa antes parcialmente inter- resolución. El sondaje vesical suele resolver el cua-
ferida es afectada de una vasodilatación paralítica, que dro agudo, no obstante el hecho de que el mismo
puede llegar a producir extravasaciones importantes; sea realizado con carácter urgente, no debe presu-
es la denominada hemorragia ex-vacuo. La anoxia poner que deban descuidarse la asepsia y demás
prolongada de la pared vesical durante una retención cuidados en su realización. Este método no está
aguda de orina trae como consecuencia la pérdida exento de riesgos, como son la infección urogenital
transitoria total o parcial de la función evacuadora; lo (orquiepididimitis, cistoprostatitis, pielonefritis, periu-
cual explica por qué a veces una retención aguda de retritis difusa aguda...) que a veces reviste carácter
orina superada mediante cateterismo no se ve segui- alarmante, o la clásica falsa vía uretral con la consi-
da de la recuperación de la micción, aun cuando no guiente hemorragia y la aún mayor dificultad para
haya obstáculos que se interpongan. completarlo.

sección II. Grandes síndromes 191


Libro del Residente de Urología

Cuando el cateterismo uretral resulta imposible gica. En cualquier caso la retención crónica es mucho
con una sonda de Foley y también con una sonda de más grave e insidiosa que la aguda, ya que puede llegar
Tiemann, existen otros recursos para intentar hacerlo a dañar definitiva y totalmente la función renal.
posible como son: sondaje combinado con tacto rec-
tal (cuando el obstáculo se encuentra a nivel de la Fisiopatología
uretra prostática) o el paso de una sonda de Foley Ante el obstáculo que obstruye parcialmente la
reforzada sobre un fiador de Freudemberg (alambre vía urinaria común, en un primer momento la vejiga
incurvado en forma de Beniqué que facilite el paso de refuerza su tono muscular (vejiga hipertónica), lo que
la sonda por uretra posterior), o el sondaje sobre un hace que poco a poco se produzca el engrosamiento
alambre guía, colocado previamente por vía endoscó- de su pared debido a la hipertrofia de sus fibras mus-
pica (maniobra útil en las estenosis arrosariadas de culares (vejiga de esfuerzo o de lucha). Conforme
uretra anterior). Si con ninguna de estas maniobras, o pasa el tiempo y aumenta el grado de obstrucción, la
por imposibilidad de utilizar estos recursos, se consi- vejiga va siendo sobredistendida, tolerando cada vez
gue cateterismo uretral, se procederá al drenaje vesi- más orina residual después de cada micción.
cal mediante una punción suprapúbica.
Entre los haces hipertróficos del detrusor se inicia
Previamente a la punción suprapúbica, procedere- una progresiva herniación de la mucosa constituyén-
mos a aseptizar la región hipogástrica, para continuar dose las llamadas celdillas (cuando el fondo de éstas
inyectando 10 ml de anestésico local con una aguja no rebasa el espesor de la pared vesical), y divertícu-
muy fina a lo largo del trayecto que posteriormente los (cuando la sobrepasan).
seguirá el trócar del set de cistostomía, el cual será
introducido (previa incisión cutánea con hoja de bis- Llega un momento en el cual el detrusor ya no es
turí) justo por encima de la sínfisis púbica, pero diri- capaz de hacer frente a esta hiperpresión y cede final-
giendo la aguja unos 30° hacia arriba, ya que si la mente, dejándose sobredistender sin resistencia (veji-
orientamos muy perpendicularmente a la piel, corre- ga descompensada), evidenciándose el típico globo
mos el riesgo de puncionar la próstata (especialmen- vesical que a veces puede llegar a sobrepasar el nivel
te si ésta es hipertrófica y eleva la base vesical), del ombligo.
mediante dos cortos y rápidos impulsos: el primero
vence la aponeurosis de los músculos rectos del Por su parte, los uréteres, que en la fase de vejiga
abdomen, y el segundo, la pared vesical. de esfuerzo se veían comprimidos a su paso por la
pared vesical hipertrofiada, mostrando ya una ectasia
Existen diversos procedimientos para fijar la sonda moderada, más adelante sufrirán las consecuencias de
suprapúbica, pero lo más aconsejable es sujetarla fuer- un efecto contrario; la hiperpresión intravesical pro-
temente a la piel, mediante dos puntos de seda. lapsa hacia afuera (extravesiculiza) la desembocadura
de los mismos, anulando su trayecto submucoso y, por
Una vez resuelto el problema urgente que plan- consiguiente la válvula antirreflujo, apareciendo un
tea la retención aguda, se procederá al tratamiento reflujo vesicorrenal pasivo de gravísimas consecuen-
etiológico del mismo. cias sobre la función renal (hasta antes de ocurrir este
hecho la vejiga actúa de amortiguadora de los efectos
b) Obstrucción crónica: que sobre el riñón tiene la obstrucción).
retención crónica de orina
Es el resultado de un vaciamiento incompleto de La aparición de este cuadro es lenta, progresiva e
la vejiga, de larga evolución. insidiosa. La polaquiuria y la disuria son los síntomas
que lo preceden con mucha antelación; a los cuales se
Algunos pacientes que la sufren son conscientes añade posteriormente la sensación de micción incon-
de la misma, pues aquejan desde hace mucho tiempo clusa, que suele reflejar la existencia de un moderado
disuria (dificultad miccional). Otros en cambio (ancia- residuo post-miccional. No obstante, la vejiga no ha
nos generalmente) ignoran por completo estos incrementado aún su capacidad total. Estamos de
hechos, creyendo que su dificultad miccional es fisioló- momento ante una retención crónica sin distensión.

192 sección II. Grandes síndromes


11. Uropatía obstructiva

Algún tiempo después aparece una sensación de peso nario puede permitirnos apreciar la presencia del
en hipogastrio que es una manifestación de un resi- globo vesical, que aparece dibujado como una imagen
duo más abundante, la polaquiuria se exacerba aún de densidad media, de límites no bien definidos, que
más, ya que a consecuencia del residuo existente la ocupa hipogastrio y que desplaza a las asas intestinales.
capacidad funcional de la vejiga queda reducida pro-
porcionalmente. Desde el punto de vista analítico destacan como
patológicas la elevación en sangre de las cifras de urea
Más adelante aparece el globo vesical, que el pro- y creatinina, existirá anemia cuya intensidad está en
pio enfermo percibe aunque no suele interpretarlo relación directa con el grado de insuficiencia.
como tal; aumenta toda la sintomatología anterior y
aparece la incontinencia paradójica (por rebosamien- En la analítica urinaria, la densidad suele estar
to), el enfermo pierde orina cuando no es capaz de reducida, encontrándose también bajas las concentra-
controlar su esfínter voluntario (durante el sueño). ciones de urea y creatinina. El sedimento puede estar
Estamos ya en la fase de retención crónica con dis- alterado (piuria, hematuria, cristaluria) en caso de
tensión, en la cual empiezan de forma paulatina sínto- haber surgido complicaciones (infección o litiasis fun-
mas y signos de insuficiencia renal crónica, la cual damentalmente).
puede ser la causa de la muerte, si no se toman las
medidas oportunas. Salvo en las fases muy avanzadas (cuando se ha
perdido totalmente la función renal) la urografía de
Diagnóstico eliminación resulta muy esclarecedora; se hace evi-
Los antecedentes de dificultad miccional, junto al dente un retardo funcional, una disminución de la cor-
resto de síntomas que integran el cuadro clínico, pue- teza renal, una escasa concentración del contraste y
den orientarnos en el diagnóstico. una dilatación ureteropielocalicial en concordancia
con el grado de la obstrucción y el tiempo de evolu-
La exploración clínica, iniciada por la inspección y ción de la misma; la vejiga aparece sobredistendida,
completada por el tacto rectal (combinado con la pal- depositándose inicialmente el contraste en su zona
pación abdominal), nos aclarará no sólo la existencia central (más declive) para seguidamente irse perfilan-
de la retención, sino también a veces su posible causa; do todo su contorno. Se hacen evidentes los típicos
a pesar de ello, cuando el residuo postmiccional es signos de lucha y la probable elevación de su base
aún escaso y no existe distensión vesical, la retención (por procesos de origen prostático). Después de la
puede pasar desapercibida a la exploración clínica. micción la vejiga sigue casi igual de distendida, con la
única diferencia que se harán más aparentes la trabe-
La exploración complementaria más cómoda e culación vesical, los divertículos y, en algunos casos, la
inocua es la ecografía abdominal. Con ella podremos distensión ureteropielocalicial (si existe un reflujo vesi-
no sólo calcular el volumen de la orina residual, sino correnal). En los estadios iniciales, de retención cróni-
también valorar la repercusión de la ectasia a nivel ca incipiente, estos signos no son tan llamativos.
vesical (divertículos) y tracto urinario superior (urete-
ropielocaliectasia). En algunos casos se puede ver Tratamiento
incluso la causa primaria de este síndrome, como ocu- El paciente con retención crónica es un enfermo
rre por ejemplo cuando se objetiva la impronta vesi- muy frágil, y propenso a complicaciones surgidas
cal de una hiperplasia prostática. muchas veces como consecuencia de maniobras diag-
nósticas o terapéuticas (sondaje vesical, cistoscoure-
El estudio radiográfico del aparato urinario puede trocistografías...); por lo cual deben extremarse las
ponernos de manifiesto la presencia de cálculos, a cual- medidas de asepsia y tomarse las precauciones ade-
quier nivel del aparato urinario. Los cálculos vesicales cuadas para evitar la hemorragia ex-vacuo y los efec-
rara vez son los causantes de este cuadro, sino más tos de la posible poliuria desobstructiva.
bien una consecuencia del mismo. No debe en cambio
pasársenos por alto la posible existencia de cálculos a Tras haber vaciado la vejiga (mediante circuito
nivel de la uretra. La radiografía simple del aparato uri- cerrado) e instaurado profilaxis anti-infecciosa es nece-

sección II. Grandes síndromes 193


Libro del Residente de Urología

sario completar el diagnóstico buscando la causa de la El urólogo necesita saber si un riñón obstruido
retención, la cual, la mayoría de las veces, requerirá de recuperará la función después del tratamiento de la
maniobras quirúrgicas, unas veces endoscópicas y otras obstrucción, para determinar la conveniencia de repa-
a cielo abierto para su tratamiento; algunas de ellas son rar el área de obstrucción o llevar a cabo una nefrec-
(resección transuretral de cuello vesical, de próstata o tomía. El alivio temporal del cuadro obstructivo
de válvulas uretrales, uretrotomía interna endoscópica, mediante tubos de nefrostomía, seguido de pruebas
adenomectomía prostática, uretroplastias, meatotomía para medir la función renal (rastreos renales con dis-
uretral...), además habrá que valorar las repercusiones tintas sustancias, como el 99mTc DTPA -ácido dieti-
que la retención ha provocado sobre el resto del apa- lenetriaminopentaacético de tecnecio 99m -, el cual se
rato urinario, siendo necesario en ocasiones, para pre- elimina por filtración glomerular, se emplea para eva-
servar el remanente de función renal, realizar con carác- luar el índice de la misma y el flujo sanguíneo cortical
ter temporal, o a veces definitivo, derivaciones urinarias renal), permitiendo evaluar la capacidad de recupera-
supravesicales (nefros-tomías, ureterostomías cutáneas ción de la misma.
directas o ureterostomías cutáneas transintestinales).
Inmediatamente después de la liberación de una
obstrucción de una semana de duración, el riñón es
RECUPERACIÓN DE LA incapaz de concentrar la orina hasta una osmolaridad
mayor que la del plasma; con el transcurso del tiem-
FUNCIÓN RENAL DESPUÉS po recuperará dicha función.
DE LA ELIMINACIÓN DE LA
Cuando la obstrucción ha sido de dos semanas de
OBSTRUCCIÓN evolución la recuperación máxima del índice de filtra-
do glomerular llega a un 46%.
El pronóstico de la uropatía obstructiva depende:
Después de cuatro semanas de obstrucción, se
• Del lugar, intensidad y duración de la obstrucción.
observa un compromiso permanente de la capacidad
• Unilateralidad o bilateralidad.
de concentración urinaria; y después de seis semanas
• Ausencia o presencia de infección.
de obstrucción ureteral completa ya no se aprecia
• La rapidez y eficacia con que se establece un dre-
recuperación de la función renal.
naje completo.

194 sección II. Grandes síndromes


capítulo 20

Anomalías genitales

Raúl Vozmediano Chicharro


Emilio García Galisteo
Víctor Baena González

Hospital Regional Universitario Carlos Haya. Málaga

Palabras clave: Anomalías genitales masculinas. Micropene. Anomalías escrotales. Anomalías


genitales.
Índice capítulo 20

Anomalías Genitales

Anomalías genitales.................................................................................................................................................. 357


Anomalías del pene................................................................................................................................................... 357
Agenesia de glande.................................................................................................................................................... 362
Anomalías escrotales............................................................................................................................................... 362
Lesiones vasculares de los genitales ......................................................................................................... 363
Otras anomalías genitales .................................................................................................................................. 364
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 364
20. Anomalías genitales

capítulo 20

Anomalías genitales

Las primeras semanas del desarrollo de los genita- • Anomalías del pene
les externos son similares en ambos sexos. Alrededor - Fimosis
de la 5.ª semana se forman 2 pliegues cloacales a cada - Estenosis de meato
lado de la membrana cloacal. Posteriormente se fusio- - Quistes de pene
nan en la parte anterior para dar lugar al tubérculo - Pene indiscernible
genital. Posteriormente la cloaca se divide en una parte - Pene de tamaño normal: membranoso, ocul-
anterior (seno urogenital) y una posterior (canal ano- to, atrapado
rectal) dividiéndose los pliegues cloacales en pliegues - Pene anormalmente pequeño: micropene
urogenital y anal. Posteriormente surgen a cada lado de - Torsión de pene
los pliegues urogenitales los pliegues labioescrotales. - Curvatura dorsal y lateral de pene
- Megaprepucio
Hasta la 12.ª semana la apariencia es similar en - Afalia
ambos sexos, el tubérculo genital se alarga para formar - Disfalia
el falo y en su cuerpo un surco coronario que limita el - Ausencia de glande
primordio glande en el varón. Los efectos de la dehi- - Linfedema genital
drotestosterona fetal empiezan a ser evidentes hacía la • Anomalías del escroto
14.ª semana, donde se separa el seno urogenital del - Engolfamiento escrotal
canal anorrectal, los pliegues labioescrotales se fusionan - Escroto ectópico
en la línea media para rodear a la uretra peneana y las - Hipoplasia escrotal
protuberancias genitales migran en dirección inferome- • Anomalías vasculares
dial para fusionarse en la línea media y convertirse en
el escroto. En ausencia de dehidrotestosterona el peri-
né no se alarga y los pliegues uretrales y labioescrota-
les no se fusionan en la línea media, el falo se curva ANOMALÍAS DEL PENE
hacia abajo dando lugar al clítoris, y el seno urogenital
se convierte en el vestíbulo de la vagina. Los pliegues Fimosis
uretrales se convierten en los labios menores y los
labioescrotales en los labios mayores (1)(2). Se define como la incapacidad fisiológica para
retraer el prepucio. En el momento del nacimiento
Cualquier alteración en la diferenciación o fusión existe una fimosis fisiológica. Durante los 3-4 prime-
de estas estructuras debido a alteraciones genéticas o ros años de vida, a medida que el pene crece y ayu-
fallos en el estímulo hormonal puede dar lugar a alte- dado por las erecciones intermitentes del mismo, el
raciones en la fusión o correcta diferenciación de los prepucio se vuelva completamente retráctil. Hacia el
genitales externos. Las anomalías congénitas de los tercer año de vida el 90% de los prepucios son
genitales suelen asociarse con anomalías en otros apa- retráctiles.
ratos y sistemas.
La retracción forzada temprana no está indicada
Podemos dividir las alteraciones genitales en alte- debido a que puede crear adherencias que provo-
raciones del pene, escroto y vasculares. quen una fimosis secundaria. En los niños de 4-5 años

sección III. Malformaciones congénitas del aparato urogenital 357


Libro del Residente de Urología

con fimosis y balanitis o balanopostitis está indicada la Otras formas


aplicación de corticoides tópicos 3-4 veces día duran- • Congénita: aparece en recién nacidos con hipos-
te 6 semanas resolviéndose en 2/3 de los casos. padias coronales o subcoronales

En los niños incircuncisos mayores de 7-8 años • Válvulas uretrales anteriores en fosa navicular.
con fimosis resistentes a corticoides o balanitis recu-
rrentes debe indicarse la circuncisión (1). • Balanitis xerótica obliterante, puede evolucionar
hasta producir retención urinaria; la aplicación de
Estenosis de meato cremas corticoideas puede ser efectiva.

Es un trastorno que casi siempre se adquiere des- Quiste de pene


pués de la circuncisión neonatal. Existen varias teorías
acerca de su etiología: Consiste en el acúmulo de restos epiteliales o
esmegma debajo de un prepucio no retráctil. A
• Reacción inflamatoria significativa que causa seve- menos que haya inflamación o infección del prepucio,
ra inflamación del meato y la cicatrización da no debe retraerse porque finalmente se retraerá solo.
como resultado un meato estrecho Ocasionalmente encontramos quistes epidérmicos
congénitos a lo largo del rafe medio del pene, cuerpo
• Resulta de la desvascularización del meato causa- peneano o glande. Estas lesiones deben tratarse con
da por el corte de la arteria frenular durante la la simple extirpación.
circuncisión.
Pene indiscernible
En la mayoría de los casos se hace evidente cuan-
do se entrena al niño a ir al baño. Los signos de sos- Se refiere al pene que parece ser pequeño. Se
pecha clásicos van desde chorro forzado y fino, tiem- incluyen varias entidades pene membranoso, oculto y
po de micción prolongado, desviación del chorro en atrapado (tamaño normal del pene) y micropene
sentido dorsal, disuria, polaquiuria, hematuria terminal (pene anormalmente pequeño).
e incontinencia, aunque generalmente estos últimos
síntomas no son imputables a esta patología. La longitud del pene debe ser medida desde la
base del pubis hasta el extremo del glande estirado.
En todo niño con sospecha de estenosis de meato
debe ser calibrado con una bujía o sondas uretrales. Pene membranoso
Pruebas complementarias La piel escrotal se extiende hacia la región ventral
En todo niño con sospecha de estenosis de del pene. Puede ser:
meato debe realizarse ecografía abdominal, y si tiene
antecedentes de ITU debe realizarse cistouretrogra- • Congénito: los genitales son normales y la defor-
fía miccional. La cistoscopia no está indicada en esta midad representa una anormalidad de la unión
patología. Rara vez causa cambios obstructivos en el entre el pene y el escroto.
tracto urinario, sólo un 5% presenta cambios y alre-
dedor de un 1% anormalidades del tracto urinario • Iatrogénico: después de cirugía peneana, por
superior (1). resección excesiva de la piel ventral del pene.

Tratamiento Tratamiento: Se realiza un corte transversal de


Meatoplastia, programada con anestesia local o la membrana para separar el pene del escroto y se
general. Se realiza un corte ventral en dirección al fre- cierra en forma vertical. En otras ocasiones se realiza
nillo lo suficientemente larga como para lograr un corte circunferencial de aproximadamente 1,5 cm
meato de calibre normal. La mucosa uretral se evier- proximal al surco coronal, se transfieren colgajos de
te y se sutura al glande con puntos reabsorbibles. Byars del prepucio a la superficie ventral del pene (1) y

358 sección III. Malformaciones congénitas del aparato urogenital


20. Anomalías genitales

se extirpa la piel redundante (3). Se puede anclar el Figura 1.


escroto a la base del pene para evitar recidiva.

Pene oculto (escondido o enterrado)


Es un pene normalmente desarrollado pero ente-
rrado por el panículo adiposo suprapúbico. Según la
etiología tenemos:

• Congénito: resultado de la inelasticidad de la fas-


cia del dartos (sin permitir que la piel del pene se
deslice libremente sobre los planos profundos del
cuerpo del órgano).

• Iatrogénico.

Hay que explorar con detenimiento para com-


probar si es un pene de tamaño normal y determinar Figura 2.
si se expone con facilidad mediante la retracción de la
piel que lo cubre.

Tratamiento: Existen numerosas técnicas para la


corrección de esta patología (4). En casos severos deben
eliminarse las bandas disgénicas de tejido, el prepucio
debe ser desplegado y usado para cubrir la piel ventral.
El tejido subcutáneo del escroto debe ser fijado a la
cara ventral de la base del cuerpo del pene, el tejido
subcutáneo ubicado sobre la cara dorsal del pene debe
ser fijado a la fascia púbica. En los casos más severos
debe cortarse incluso el ligamento suspensorio del
pene, la grasa suprapúbica extirpada y el cordón esper- A B
mático protegido. Esta última técnica debe ser reserva-
da para adolescentes debido a que el colchón de grasa
puede perderse con el crecimiento en prepúberes. tamaño. La relación entre el cuerpo del pene y su diá-
metro es típicamente normal (Figura 2).
Pene atrapado
Forma adquirida de pene indiscernible, puede Los cuerpos cavernosos puede ser hipoplásicos en
aparecer con posterioridad a la circuncisión neonatal algunos casos. Los testículos son usualmente peque-
en un niño que presentaba abultamiento escrotal ños y con frecuencia no están descendidos.
importante por hidrocele o hernia o la circuncisión en
un pene membranoso (Figura 1). Las medidas deben de ser comparadas con los
estándares para la longitud del pene.
En su forma más severa puede predisponer al niño
a IU e incluso a retención de orina. El tratamiento es La diferenciación de los genitales masculinos se
similar a la utilizada para el pene oculto. Es preferible la completa alrededor de la duodécima semana por estí-
reparación electiva del pene atrapado a los 6 meses. mulo de la GCh. Durante el segundo y tercer trimes-
tre tiene lugar el crecimiento del pene bajo la direc-
Micropene ción de andrógenos fetales; por lo tanto, el micropene
Es un pene normalmente formado que está 2,5 es el resultado de una anormalidad hormonal después
desviaciones estándar por debajo de la media en de la 14 semana de gestación.

sección III. Malformaciones congénitas del aparato urogenital 359


Libro del Residente de Urología

Etiología de hormona de crecimiento para niños con micrope-


• Hipogonadismo hipogonadotrófico, es la ne y déficit aislado de la misma, obteniendo mejoría
causa más frecuente y puede ser resultado de una del mismo pero con un promedio de 1,73 DE por
disfunción hipotalámica donde existe un déficit de la debajo de la media; sin embargo, en pacientes con
producción de la hormona liberadora de gonado- deficiencias múltiples, el uso de hormona del creci-
tropinas (GnRH), como el síndrome de Kallmann, miento y testosterona lograron un promedio de sólo
Prader-Willi, Síndrome de Lawrence-monn-Bield y 0,56 DE por debajo de la media.
la asociación de CHARGE.
Si la respuesta es satisfactoria en los neonatos,
• Hipogonadismo hipergonadotrófico (falla ¿qué pasará en la pubertad? La respuesta no se cono-
testicular primaria), disgenesia gonadal o sín- ce con certeza; las series más recientes obtuvieron
drome de los testículos rudimentarios y en el sín- penes con un promedio de 10,3 cm, dentro del rango
drome de Robinow. En estos casos no existe pro- normal en todos los casos. Hasta tener estudios a más
ducción de testosterona por parte del testículo a largo plazo, el uso de testosterona en el nacimiento y
pesar de existir estimulación por la hCG. pubertad es la medida más razonable.

• Idiopáticas. En caso que no haya respuesta del órgano diana,


existe una gran controversia sobre recomendar la re-
• Defectos cromosómicos mayores: Klinefelter, asignación de sexo debido a la falta de datos a largo
otras polisemias X, traslocaciones, delecciones y tri- plazo con respecto a riesgos y beneficios del mismo al
somías que comprometen los pares 8, 13, y 18. reasignarlos al sexo femenino. Un importante estudio
retrospectivo sobre 20 pacientes afectos demuestra
Se ha observado correlación con la presencia del que aunque su tamaño peniano final pueda no caer den-
polimorfismo Gly146Ala en el gen del SF-1 (steroi- tro de los rangos normales, la mayoría de estos pacien-
dogenic factor 1), relacionado con la activación y tes pueden tener una función sexual satisfactoria (10).
transformación de los andrógenos. Su presencia dis-
minuye un 20% la actividad de éstos. Se ha encon- Torsión de pene
trado en una frecuencia significativamente mayor en
pacientes con micropene severo que en contro- Se trata de un defecto de rotación del cuerpo del
les(5). Asimismo, se ha encontrado relación similar pene, casi siempre rotado en sentido antihorario
con el polimorfismo Pro185Ala del gen AHRR(6). (hacia el lado izquierdo).

Pruebas complementarias: Se debe realizar un En la mayoría de los casos el pene es normal, y se


cariotipo, para determinar la etiología del mismo y reconoce al realizar la circuncisión o retraer el prepu-
verificar si hay otras anormalidades. La función testi- cio; puede asociarse con hipospadias.
cular se debe evaluar mediante determinaciones de
testosterona antes y después de la estimulación de La importancia del defecto es meramente estéti-
hCG. Se deben realizar pruebas de screening de la ca e incluso es innecesaria la corrección si la rotación
hipófisis y pruebas de función tiroidea. RMN del crá- es menor de 60 a 90º desde la línea media.
neo para determinar la integridad anatómica del hipo-
tálamo y la hipófisis anterior. Tratamiento: En algunos casos leves, la piel penea-
na puede ser separada del cuerpo y dada la vuelta
Tratamiento: Debe administrarse una terapia como un calcetín, siendo suficiente. En las formas
con andrógenos para valorar la respuesta del órgano severas, es preciso movilizar la base del pene para cor-
diana. En general, 25 mg de enantato de testosterona tar las bandas disgenésicas; si incluso con esto no se
intramuscular (también se ha usado transdérmica) por logra la corrección, se pueden colocar puntos no
mes durante 3 meses. El uso crónico puede acelerar reabsorbibles laterales en la base del pene en el lado
la maduración esquelética, pero los tratamientos cor- opuesto a la dirección de la rotación anormal y fijar-
tos no afectan a la altura. También se propuso el uso los a la sínfisis del pubis.

360 sección III. Malformaciones congénitas del aparato urogenital


20. Anomalías genitales

Curvatura lateral o dorsal del pene Megaprepucio


La curvatura lateral se debe a un crecimiento Se debe a piel de prepucio redundante que cubre
excesivo de un cuerpo cavernoso hipoplásico. Esta un glande normal.
anomalía muchas veces pasa desapercibida hasta
muchos años después debido a que sólo se evidencia Se presenta con hinchazón penoescrotal durante
durante la erección. la micción con molestias e incluso ITU. Es importante
un diagnóstico certero para poder realizar un diag-
La curvatura dorsal congénita se aprecia en niños nóstico diferencial correcto con el pene indiscernible
con penes más delgados más de 2 DE (desviaciones y poder tomar una decisión terapéutica correcta (8).
estándar) por encima de la media; alrededor del 50%
tienen hipospadias. Tratamiento: Se debe “desenguantar” el pene y
extirpar la piel redundante.
Tratamiento: Se realiza mediante la opera-
ción de Nesbit modificada. Durante la misma se Afalia
debe tener cuidado en no lesionar los haces neu-
rovasculares del pene. Como alternativa podemos Es el resultado de una falla en el desarrollo del
colocar clamps de Allis en la zona de máxima con- tubérculo genital. Su incidencia es muy baja,
vexidad unos 10 mm o menos, realizar un corte de 1/10.000.000 de nacimientos. No se suelen encon-
forma longitudinal con un escarpelo y cerrar la trar alteraciones en el cariotipo. El ano se encuentra
pérdida de solución con una sutura transversal- desplazado en sentido anterior y la uretra desem-
mente con el fin de realizar la menor injuria en el boca cerca del margen anal o incluso en el recto
tejido en desarrollo (7). (Figura 3).

Linfedema genital Es común encontrar anomalías asociadas como


riñón en herradura, reflujo vesicoureteral, agenesia
Se debe a una anormalidad congénita de los linfá- anal. Cuanto más proximal esté del meato uretral,
ticos genitales que da lugar a un abotargamiento del más probabilidad de anomalías asociada y de muerte
pene, escroto o ambos. Puede aparecer en distintas neonatal.
edades; según éstas, podemos distinguir:
En el diagnóstico es útil el uso de RMN para una
• Linfedema congénito o enfermedad de Milroy. mayor interpretación anatómica del área genital y
poder evaluar otras anormalidades acompañantes a la
• Linfedema de Meige, es el linfedema que aparece
hora de tomar una decisión terapéutica (9).
en una fase más avanzada de la niñez.

• Linfedema precoz, aparece en la pubertad o En la actualidad no es posible construir un falo


inmediatamente antes de ella. estéticamente aceptable que pueda desarrollar las
funciones reproductivas, sexual y miccional. La reasig-
Tratamiento: Inicialmente es observación. Si se nación de sexo implica una orquiectomía y genito-
indica tratamiento quirúrgico se debe resecar todo el
tejido comprometido, a nivel del pene se extirpa todo Figura 3.
el tejido entre piel y fascia de Buck, así como la piel
redundante. A nivel escrotal se extirpa todo el tejido
excepto el testículo, cordón espermático y piel (usual-
mente hay que resecarla excepto la piel posterior). El
defecto se debe cubrir con piel local y el contenido
escrotal con colgajo de piel posterior. Si no hay tejido
suficiente sano, se debe cubrir con colgajos de piel de
espesor parcial.

sección III. Malformaciones congénitas del aparato urogenital 361


Libro del Residente de Urología

plastia femenina, por lo que debe de ser formulada Figura 4.


con mucho cuidado después de una evaluación com-
pleta por un equipo multidisciplinario, debido a que
muchos pacientes con reconstrucción como mujeres
siguen conservando una identidad masculina.

Disfalia
La duplicación peneana es rara y abarca desde un
pequeño pene accesorio hasta una duplicidad com-
pleta. Pueden ser falos normales con 2 cuerpos caver-
nosos y uretra hasta tener sólo un cuerpo y uretra.
Existe un caso en el cual existía un pene normal con
duplicidad de glande, uno de ellos con uretra normal
y el otro con uretra ciega, que se hizo evidente en la
pubertad con el crecimiento y desarrollo; se resolvió
satisfactoriamente con la extirpación del glande
menos desarrollado y reconstrucción posterior (8).

Las anomalías asociadas son comunes, desde


hipospadias hasta agenesia o ectopia renal.También se ples nombres (escroto bífido, en chal, en buñuelo)
asocian anomalías cardiacas y anales. (Figura 4). Es frecuente que coexistan con hipospadias
perineales, escrotales o penoescrotales hasta en un
Pruebas complementarias: La ecografía y la RM 80% de los casos; según Pinke (13), existe alrededor de
peneana han resultado útiles para evaluar la magnitud un 10% de antecedentes familiares. En un caso se des-
del desarrollo peneano (9). Se deben incluir pruebas de cribió una alteración ligada al cromosoma X. Cuando
imágenes que evalúen todo el tracto urinario. la trasposición es completa y un escroto normal, hasta
el 75% de los pacientes presentan anormalidades del
Tratamiento: Debe ser individualizado para un tracto urinario. La presencia de lipoma penoescrotal
mejor resultado funcional y estético. se relaciona con trasposiciones escrotales debido a
una migración o diferenciación anormal temprana de
los labios penoescrotales, pudiendo afectar al desa-
AGENESIA DE GLANDE rrollo normal escrotal (14).
Han sido publicados pocos casos. Consiste en un
Pruebas complementarias: Se debe realizar a
cuerpo oeneano normal que acaba en forma de
todos los pacientes una ecografía abdominal y una cis-
muñón con prepucio pero sin surco balanoprepucial(9).
touretrografia miccional seriada para evaluar el apara-
to urinario.
ANOMALÍAS ESCROTALES
Tratamiento: Si existen hipospadias severos se
Trasposición penoescrotal realiza un colgajo transverso de prepucio asociado
(engolfamiento escrotal) con una tubulización de la uretra proximal según la
técnica de Thiersch-Duplay (13). La escrotoplastia debe
Se presume que se debe a una alteración en la realizarse cuando el niño tenga entre 6 meses y 1 año
migración inferomedial incompleta de los tubérculos de edad.
labioescrotales.
Escrotoplastia: Primero se realiza la disección de
Podemos dividirla en parcial o completa. Las for- la cara superior de cada mitad de la porción vertical
mas menos severas han sido denominadas con múlti- del escroto extendiéndose en sentido lateral hasta

362 sección III. Malformaciones congénitas del aparato urogenital


20. Anomalías genitales

Figura 5. Pruebas complementarias: Se deben realizar


pruebas de imagen de todo el tracto superior para
descartar otras anomalías, como la agenesia o displa-
sia renal y la ectopia ureteral. La RMN ha demostrado
una alta eficacia en esta patología para poder confir-
mar la presencia de testes viables, u otras alteraciones
como duplicidad uretral o alteraciones peneanas
(duplicidad parcial)(9).

Tratamiento: Se debe realizar escrotoplastia y


orquidopexia entre los 6 y 12 meses de edad.

Hipoplasia escrotal
Es la hipoplasia o falta de desarrollo de uno o
ambos lados del escroto, es más frecuente en niños
con testículo no descendido. Es probable que sea falta
de desarrollo de la protuberancia gubernacular de los
pliegues labioescrotales.

incluir al menos la mitad del escroto; en la cara medial


la incisión se une a nivel de la cara ventral de pene y se
LESIONES VASCULARES
continúan hasta el rafe medio escrotal unos 4 ó 5 cm. DE LOS GENITALES
Los colgajos se disecan hasta el plano areolar y se des-
cienden las alas escrotales a la posición inferior del Son lesiones poco comunes, hay desacuerdo con
pene, donde se suturan una con otra en la línea media respecto a su clasificación y etiología. Podemos divi-
en forma evertida. Se deja un drenaje penrose 24-48 dirlas en:
horas (Figura 5).
• Hemangiomas: son lesiones en la piel que están
Otra técnica alternativa consiste en identificar la presentes en el momento del nacimiento y pueden
posición correcta del pene y crear un ojal, posterior- presentar un rápido crecimiento posterior, seguido
mente desenguantar el pene y pasar su cuerpo a tra- de una lenta involución. Podemos dividirlos en:
vés del ojal, la piel del cuerpo del pene se separa de
la parte inferior del vientre y moviliza hacia el cuerpo - Hemangiomas congénitos: son comunes y afec-
del pene; posteriormente, el pene desnudo se reepi- tan a los genitales en el 1%. Los hemangiomas
teliza con su propia piel. en fresa (los más comunes) resulta de la proli-
feración de capilares inmaduros. La involución
Escroto ectópico gradual es la regla y no requieren tratamiento
alguno, salvo que presenten complicaciones
Se llama así a una posición anómala de un hemies- como ulceración, donde la terapia más común
croto a lo largo del canal inguinal. Parece probable es el tratamiento corticoideo oral.
que se deba a un defecto en la formación del guber- - Hemangiomas subcutáneos o cavernosos: sue-
naculum, que impide la migración de las protuberan- len aumentar de tamaño de forma gradual. Al
cias labioescrotales. Es una anomalía rara y común- examen físico revelan sensación de “bolsa de
mente se localiza a nivel suprainguinal. Esta anomalía gusanos” (15). Debe realizarse ecografía doppler
se asocia a otras como criptorquidia, hernia inguinal, e incluso RMN para valorar el verdadero alcan-
así como a alteraciones del tracto urinario superior ce del mismo. El tratamiento es la extirpación
homolateral. en bloque.

sección III. Malformaciones congénitas del aparato urogenital 363


Libro del Residente de Urología

• Malformaciones vasculares: están presentes en el BIBLIOGRAFÍA


momento del nacimiento y no tienden a involu-
cionar, también puede deberse a un traumatismo, 1. Elder J.S. Anormalidades de los genitales en los
sepsis o cambios hormonales. Hay malformacio- varones y su manejo quirúrgico. En: Campbell
nes de flujo-lento (capilares, linfáticas o venosas) y Urología.Walsh, P.C. Retik,A.B.Vaughan, E.D.Wein,A.J.
malformaciones de flujo-rápido (arteriales o arte- Ed: Panamericana 2005:2541-61.
riovenosas). Normalmente se diagnostica en la
adolescencia y se describe como una masa tenue 2. Garat, J.M. Ruiz de Temiño, M. Alteraciones de la
azul. El tratamiento es la extirpación. Si afecta al diferenciación sexual. En: Tratado de Urología.
glande, puede usarse el láser YAG. Jiménez Cruz, J.F. Rioja Sanz L.A. Ed: J.R. Prous
1993:1569-1605.
3. Pinke LA, Rathbun SR, Husmann DA, Kramer SA.
OTRAS ANOMALÍAS Penoscrotal transposition: review of 53 patients.
J Urol. 2001 Nov;166(5):1865-8.
GENITALES
4. Lipszyc E, Pfister C, Liard A, Mitrofanoff P. Surgical
• Quistes del rafe medio: restos epiteliales que pro- treatment of the buried penis. Eur J Pediatr Surg.
bablemente provengan de restos epiteliales sepul- 1997 Oct;7(5):292-5.
tados durante el proceso de desplegamiento ure- 5. Wada Y, Okada M, Hasegawa T, Ogata T. Association
tral. Se recomienda la extirpación. of severe micropenis with Gly146Ala polymorphism
in the gene for steroidogenic factor-1. Endocr J. 2005
• Xantogranulomas juveniles: se describen como Aug;52(4):445-8.
una o varias lesiones de crecimiento rápido de
color anaranjado o pardo de entre 2-20 mm, pue- 6. Soneda S, Fukami M, Fujimoto M, Hasegawa T,
den aparecer en escroto o pene. Frecuentemente Koitabashi Y, Ogata T. Association of micropenis with
son autolimitadas y se recomienda un seguimien- Pro185Ala polymorphism of the gene for aryl
to de 1 año antes de la cirugía ablativa. hydrocarbon receptor repressor involved in dioxin
signaling. Endocr J. 2005 Feb;52(1):83-8.
• Peritonitis meconial: puede causar malformacio- 7. Yachia, D. Congenital Penile curvature in childhood.
nes genitales como ruptura escrotal o escrotoqui- En: Reconstructive surgery of the lower urinary tract
sis, por lo que debe sospecharse ante un cuadro in children. Thüroff, W. Hohenfellner, M. Isis Medical
inusual de inflamación escrotal. Media 1995:156-172.
8. Summerton DJ, McNally J, Denny AJ, Malone PS.
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9. Lapointe SP, Wei DC, Hricak H, Varghese SL, Kogan
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evaluation of congenital anomalies of the external
genitalia. Urology. 2001 Sep;58(3):452-6.
10. Husmann DA. The androgen insensitive micropenis:
long-term follow-up into adulthood. J Pediatr
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11. Gentileschi S, Bracaglia R, Seccia A, Farallo E.
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J Plast Reconstr Aesthet Surg. 2006;59(8):882-4.
Epub 2006 Feb 28.

364 sección III. Malformaciones congénitas del aparato urogenital


capítulo 24

Tumores renales benignos

Carlos Pascual Mateo


Javier Angulo Cuesta
Antonio Berenguer Sánchez

Palabras clave: Neoplasias renales. Nefroma. Mesoblástico.Tumor de Wilms


Índice capítulo 24

Tumores renales benignos

Adenoma renal cortical ........................................................................................................................................ 419


Adenoma metanéfrico........................................................................................................................................... 419
Oncocitoma...................................................................................................................................................................... 420
Angiomiolipoma........................................................................................................................................................... 423
Nefroma quístico multiloculado................................................................................................................... 425
Otros tumores renales benignos.................................................................................................................. 426
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 428
24.Tumores renales benignos

capítulo 24

Tumores renales benignos

Los tumores renales benignos son neoplasias de una incidencia de adenoma muy por debajo del 1% en
comportamiento benigno que pueden originarse a población sana(3).
partir de la corteza renal o a partir de tejidos mesen-
quimatosos, bien del parénquima (tanto del estroma En tres cuartas partes se trata de lesiones únicas
como del componente epitelial renal) o bien de la y en un 25% multicéntricas. Histológicamente se des-
cápsula renal.A pesar de su comportamiento benigno, criben como lesiones pequeñas y bien circunscritas,
estos tumores pueden llegar a constituir masas volu- con células de citoplasma uniformemente eosinófilo o
minosas debido a su crecimiento indolente y generar basófilo, con características citológicas normales y dis-
síntomas como dolor en flanco o sangrado de la puestas en forma papilar o tubulopapilar. La confirma-
lesión. Su diferenciación con las masas renales malig- ción histológica es difícil en una pieza quirúrgica ya
nas por medios clínicos y radiológicos, aunque posible que muchos patólogos creen que no existen hoy por
en algunos casos, es en general difícil y en la mayor hoy medios histopatológicos, ultraestructurales o
parte de las ocasiones se diagnostican por el patólo- inmunohistoquímicos para diferenciar entre neopla-
go tras la nefrectomía(1-2). sias derivadas del epitelio renal benigno y maligno. En
relación con esto, clásicamente se ha postulado que el
tamaño de la lesión podría predecir su comporta-
ADENOMA RENAL CORTICAL miento situándose el límite en 3 cm. En este sentido
destacar los dos trabajos de Bell et al de 1938 y de
Se trata de una masa cortical renal sólida. Como 1950, en los que se evidenciaba la existencia de
entidad, la existencia de una masa renal sólida benig- metástasis en el marco de lesiones corticales renales
na ha sido muy debatida, fundamentalmente a raíz de menores de 3 cm. Para Theones et al, un adenoma
los trabajos de Bell et al, que afirmaba que los tumo- renal sería toda lesión cortical renal menor de 1 cm y
res menores de 2 cm debían ser enmarcados en el grado nuclear 1(4). En cualquier caso, es difícil obtener
grupo de los adenomas renales. Se diagnostican fun- del patólogo un diagnóstico de adenoma renal proce-
damentalmente en el marco de autopsias con una dente de una pieza quirúrgica. Al no existir pruebas
incidencia del 7 al 23%. Hoy en día se definen y reco- diagnósticas que permitan discriminar el adenoma del
nocen como tumores epiteliales tubulopapilares con adenocarcinoma, el manejo de toda lesión sólida del
ausencia de pleomorfismo celular y con una medida parénquima renal debe ser la extirpación quirúrgica.
menor de 5 mm de diámetro máximo. Su incidencia En estos casos, y siempre que técnicamente sea posi-
aumenta con la edad, es más frecuente en varones ble, el pequeño diámetro de la lesión permite una
(relación 3 a 1) y se asocia con la enfermedad de Von cirugía conservadora, en forma de tumorectomía o de
Hippel-Lindau, con la enfermedad quística renal adqui- nefrectomía parcial(5).
rida propia de la insuficiencia renal terminal y con el
tabaco.
ADENOMA METANÉFRICO
Estos tumores son asintomáticos e indetectables
radiológicamente en un alto porcentaje de los casos El adenoma metanéfrico fue descrito por Mostofi
debido a su pequeño tamaño (menores de 1 centí- et al y Davis et al(6-8). Esta lesión se caracteriza por un
metro). Mediante ecografía, Tosaka et al identificaron curso benigno y por imágenes histológicas propias e

sección V. Oncología 419


Libro del Residente de Urología

identificativas. No obstante el papel de esta entidad se raramente quística. Con la tomografía computarizada
esta redefiniendo al haberse descrito recientemente (TC) se observa una masa relativamente hipodensa
por Pins et al y por Renshaw et al dos casos de ade- o isodensa, que capta débilmente el contraste. No es
noma metanéfrico metastásico(9-10). posible establecer un diagnóstico diferencial efectivo
entre esta entidad y el carcinoma de células renales
Suelen ser tumores unilaterales y unifocales y en (al igual que en el caso de los adenomas renales)(13-
14)
ocasiones se intuye una seudocápsula delgada y dis- . La resonancia magnética nuclear (RMN) no apor-
continua. Al corte tienen una coloración gris o ama- ta más información al diagnóstico de esta entidad
rillenta. Histolígicamente están formados por células que aparece como una masa hipodensa en imágenes
epiteliales cuboideas pequeñas e intensamente potenciadas en T1 y ligeramente hiperdensas en T2;
basófilas que se agrupan de manera estrecha en en ocasiones se observa como una lesión isodensa
forma de pequeños acinos o túbulo y, más raramen- tanto en T1 como en T2(15).
te, en forma de estructuras tubulopapilares; presen-
tan escaso pleomorfismo celular y pocas figuras Aunque este tumor se ha enmarcado dentro de
mitóticas. Estas células se engloban en un estroma los tumores renales benignos, realmente la reciente
predominantemente acelular y son comunes la pre- descripción de la enfermedad, su rareza y la falta de
sencia de cuerpos de Psammoma. Asimismo se han elementos definitorios clínicos, radiológicos y citológi-
observado fenómenos de regresión tumoral en cos, hace que esta entidad sea un diagnóstico casual
forma de cicatrización y/o calcificación. Para el diag- por parte del patólogo en el marco de una nefrecto-
nóstico de esta entidad debe predominar la distri- mía ante la sospecha de carcinoma de células renales.
bución tubuloacinar. Por otro lado, la descripción de casos con disemina-
ción de la enfermedad debe hacernos replantear su
Algunos autores como Davis et al proponen una manejo y seguimiento y considerar esta enfermedad
relación entre el adenoma metanéfrico y el tumor de como un carcinoma de células renales(16-18).
Wilms basada en la similitud histológica (elementos
hamartomatosos de la nefroblastomatosis); no obs-
tante estudios genéticos recientes no han encontrado ONCOCITOMA
las mismas alteraciones genéticas identificadas clásica-
mente en el tumor de Wilms (alteraciones en el cro- Fue descrito por Klein y Valesi en 1976 y repre-
mosoma 11p13). Frente a éstos, otros autores (como senta entre el 3 y 7% de todas las masas renales sóli-
Brown et al, 1997) proponen que el adenoma meta- das. Se forman a partir de las células intercaladas de
néfrico estaría relacionado con el carcinoma de célu- los conductos colectores. Macroscópicamente, estos
las renales papilar, al identificar alteraciones genéticas tumores son ligeramente marrones, homogéneos y
clonales idénticas (alteraciones en los cromosonas 7 y bien circunscritos; presentan una seudocápsula
17 y pérdidas del cromosoma Y). No obstante estas (Figura 1). Es común encontrar una cicatriz central
características genéticas no han podido ser reproduci- (33 a 80%) aunque es raro observar necrosis promi-
das en todos los casos(11). nente, hipervascularidad marcada o pequeñas hemo-
rragias. Microscópicamente predominan las células
Aparece en todas las edades, aunque es más eosinófilas, poligonales o redondas, uniformes, con un
común en la quinta y sexta década de la vida y se han citoplasma granular abundante y fino. Desde el punto
descrito varias formas de presentación, como dolor de vista ultraestructural el carácter eosinofílico celu-
en flanco, hematuria macroscópica o masa palpable; lar se corresponde con una riqueza desmedida de
en el momento del diagnóstico el tamaño medio mitocondrias en el citoplasma celular. Desde el punto
descrito se sitúa en torno a los 5 cm (3 a 6 cm), de vista morfológico se han descrito tres tipos de
habiéndose descrito casos de hasta 20 cm. Otros sín- patrones:
tomas menos frecuentes son la policitemia (12%) y la
hipercalcemia(12). Desde el punto de vista diagnóstico, • Patrón organoide: nidos de células rodeadas por
el adenoma metanéfrico es identificado ecográfica- una trama de reticulina, finos vasos sanguíneos y
mente como una masa hiper o hipoecoica y más bandas de delicado estroma fibroso. Los nidos

420 sección V. Oncología


24.Tumores renales benignos

Figura 1. Oncocitoma renal: A. Imagen macroscópica de tumor parenquimatoso de color marrón, homogéneos
y bien circunscrito, con cicatriz central; B. Imagen microscópica de células eosinófilas, poligonales con citoplasma
granular; C. Imagen ultraestructural con abundantes mitocondrias en el citoplasma celular.

pueden estar unidos débilmente o estrechamente a 30% de los casos muestran pleomorfismo o atipia
apretados con apariencia de hoja. celular. Otras características histológicas observadas han
sido: hemorragia tumoral (20 a 30%) y extensión a la
• Patrón tubuloquístico o alveolar: células agrupadas grasa perinéfrica (11 a 20%). Hoy en día, algunos pató-
formando estructuras tubuloquísticas separadas logos sólo informan el diagnóstico de oncocitoma renal
por un estroma débil y edematoso. en los casos de tumores puramente de bajo grado. Al
resto de las lesiones las denominan carcinomas oncocí-
• Patrón mixto: con características propias de los ticos, aunque parecen tener mejor pronóstico que el
dos patrones previos. carcinoma de células renales. Las anomalías citogenéti-
cas identificadas en esta enfermedad se han agrupado
En casos excepcionales se ha observado invasión en 4 niveles: pérdida de los cromosomas 1 e Y, traslo-
linfovascular, extensión perinéfrica y necrosis; en los cación equilibrada (balanceada) del cromosoma 11q13,
casos en los que aparecen estas características se habla cambios esporádicos mal definidos o cambios cromo-
de oncocitomas atípicos. La mayor parte de los onco- sómicos no detectables. En más del 96% de los casos
citomas son citológicamente de bajo grado, aunque no estos tumores muestran diploidia celular y, en un alto
es raro identificar oncocitomas con nucleolos promi- porcentaje de los casos, también alteraciones del DNA
nentes en un cierto porcentaje de casos y en un 12% mitocondrial. Estas anomalías son características de esta

sección V. Oncología 421


Libro del Residente de Urología

entidad y distintas de las observadas en los carcino- Los oncocitomas renales son en general asinto-
mas de células renales. A pesar de todo lo descrito, las máticos, y al igual que los carcinomas de células rena-
alteraciones genéticas propias de los oncocitomas les, suelen mostrar un diagnóstico incidental. En el
están poco descritas. momento del diagnóstico el tamaño del tumor suele
oscilar entre 4 y 6 centímetros. Cuando crecen pue-
Se ha descrito un subgrupo de pacientes con den generar síntomas por su tamaño en forma de
oncocitomas renales en el marco de oncocitosis fami- hematuria, dolor en flanco o masa palpable. El patrón
liar o en el síndrome de Birt-Hobb-Dube. Este sín- de centro estrellado permite sospechar el diagnóstico
drome se caracteriza por varios desórdenes derma- de oncocitoma renal en imágenes de TC, pero no es
tológicos y el desarrollo de tumores epiteliales rena- ni mucho menos un elemento definitorio (Figura 2).
les como oncocitomas y carcinomas renales de célu- En cuanto al diagnóstico por imagen, en la tomogra-
las claras. fía axial computerizada, el oncocitoma se identifica
como una lesión sólida, homogénea, que en ocasio-
El principal diagnóstico diferencial del oncocitoma nes muestra una zona central estrellada hipodensa
renal se plantea con el carcinoma renal de células cro- compatible con una cicatriz central; los oncocitomas,
mófobas; ambas entidades derivan de las células de los en contraste con el parénquima renal, son hipoden-
túbulos distales y por ello presentan similitudes histo- sos tanto con contraste como sin él. Ahora bien, los
lógicas (en especial la variante eosinofílica). El diagnós- trabajos de Davidson et al han demostrado que la TC
tico diferencial es relativamente fácil mediante inmu- por sí sola es incapaz de diferenciar fehacientemente
nohistoquímica y análisis citogenético. Se ha descrito un oncocitoma de un carcinoma renal(19-20). La RMN
la posibilidad de coexistencia en la misma lesión de un muestra al oncocitoma como una masa renal rodea-
oncocitoma y un carcinoma de células renales hasta da de una cápsula bien definida, con un centro cica-
en un 32% de los casos (7 a 32%). Asimismo, Weirich tricial estrellado en forma de una señal de baja inten-
et al describieron la existencia de oncocitosis renal sidad en las imágenes potenciadas en T1, aunque
familiar en 5 familias que mostraban una marcada ten- también es frecuente encontrar señales isointensas.
dencia a desarrollar oncocitomas renales múltiples, En T2 dan señales hiperintensas, aunque se han
bilaterales y de comienzo precoz. encontrado señales iso e hipointensas. Aunque exis-

Figura 2. Oncocitoma renal: A.TC abdominal con lesión sólida renal con zona central estrellada hipodensa;
B. Arteriografía con aspecto en rueda de carro debido a la disposición de los vasos que irradian hacia el centro
de la lesión.

422 sección V. Oncología


24.Tumores renales benignos

ten por tanto elementos que permiten orientar el Figura 3. Angiomiolipoma: A. Neoplasia clonal
diagnóstico, realmente la RMN no aporta una ayuda benigna con tejido adiposo maduro, músculo liso
franca al diagnóstico diferencial. La angiografía se ha y estructuras vasculares; B. Ecográficamente el
descrito como una técnicamente potencialmente útil angiomiolipoma es una masa hiperecogénica
y la imagen característica es la apariencia en rueda- de densidad grasa.
estrellada (Figura 2), derivada de la disposición de
vasos radiando hacia el centro de la lesión, un relle-
no capilar homogéneo durante la fase de nefrograma
y un anillo hipervascularizado alrededor del períme-
tro de la lesión. Desgraciadamente, estas característi-
cas tan definitorias no son constantes y se han des-
crito en un 4 a 76% de los casos(21). La PAAF no apor-
ta ventajas debido a la dificultad para distinguir entre
el oncocitoma renal y las formas granulares del car-
cinoma de células renales o la variante eosinofílica
del carcinoma de células cromófobas, así como la
mencionada posibilidad de coexistencia de oncocito-
ma con carcinoma renal.

Al igual que el resto de las masas renales benignas


el diagnóstico del oncocitoma renal es muchas veces
casual durante una nefrectomía por la sospecha de
carcinoma de células renales. No existen medios clíni-
cos ni radiológicos que permitan discriminar fiable-
mente entre este tumor y un carcinoma de células
renales. Se ha descrito un solo caso en literatura ingle-
sa de oncocitoma metastásico a hígado, y a pesar de
su carácter diseminado se comportó de manera indo-
lente con una alta supervivencia. En definitiva, el abor-
daje de estas masas sólidas debe ser la extirpación
radical, bien mediante una nefrectomía radical o
mediante una cirugía con preservación de la función
renal. En este caso está especialmente indicada la neoplasia. Este tipo tumoral se encuentra en un 0,3%
nefrectomía parcial, dada la tendencia a la multicentri- de las autopsias practicadas y en el 0,13% de toda la
cidad (2 a 12%), a la bilateralidad (4 a 12%) y a la recu- población cribada mediante ecografía. El AML más
rrencia metacrónica (4 a 13% de los casos). En este probablemente deriva de células epitelioides perivas-
sentido, el excelente pronóstico asociado con esta culares y su crecimiento puede ser hormono-depen-
enfermedad también lo hace susceptible de manejo diente, debido a su predominio en mujeres y su esca-
con técnicas mínimamente invasivas como crioterapia so diagnóstico antes de la pubertad. Un 20% de los
o radiofrecuencia(22-25). AML se encuentran en pacientes con síndrome de
esclerosis tuberosa, una enfermedad autosómica-
dominante caracterizada por retraso mental, epilepsia
ANGIOMIOLIPOMA y adenoma sebáceo, una lesión cutánea distintiva
(Figura 4). La penetrancia de cada uno de estos ras-
El angiomiolipoma (AML) es una neoplasia clonal gos está lejos de ser completa debido a que hasta un
benigna que consiste en variables cantidades de tejido 50% de los sujetos con esclerosis tuberosa desarrollan
adiposo maduro, músculo liso y vasos de pared grue- AML. En este síndrome la edad media de presenta-
sa (Figura 3). Se trata desde el punto de vista histoge- ción está en torno a los 30 años y la proporción
nético de un hamartoma más que de una verdadera mujer, varón es de 2 a 1; además, hay una tendencia a

sección V. Oncología 423


Libro del Residente de Urología

Figura 4. Esclerosis tuberosa o enfermedad de Bourneville: A. Angiomiolipoma renal bilateral de gran tamaño
en un paciente afecto de esclerosis tuberosa; B. Adenoma sebáceo cutáneo (tumor de Pringle).

la bilateralidad, a la multicentricidad y hacia un creci- comportamiento maligno y difiere del AML clásico.
miento acelerado (lo que repercute en una mayor Esta lesión puede confundirse fácilmente desde el
tasa de presentación sintomática)(26) (Figura 4). Fuera punto de vista de la imagen con el carcinoma renal y
de este síndrome, la enfermedad muestra un claro desde el punto de vista histopatológico con el heman-
predomio en mujeres y el pico de incidencia se sitúa giopericitoma.
en torno a los 50-60 años.
En la era previa a las pruebas de imagen, la mayor
Histologicamente muchos AML muestran zonas parte de los AML eran diagnosticados cuando se
de atipia celular y el diagnóstico diferencial patológico hacían sintomáticos. Una de las manifestaciones clíni-
incluye distintos tipos de sarcoma (fibrosarcoma, leio- cas más temidas de estos tumores es la hemorragia
miosarcoma, liposarcoma) según las proporciones de retroperitoneal masiva o síndrome de Wünderlich,
tejido adiposo, vascular y muscular. El diagnóstico dife- que se ha observado en el 10% de los casos y se
rencial se simplifica con el empleo de la inmunotinción caracteriza por dolor en flanco, hematuria, masa pal-
con HMB-45 (anticuerpo monoclonal formado contra pable en flanco y shock hipovolémico. Si esta entidad
el antígeno del melanoma), que es característico de no se identifica y trata de manera adecuada, no es
los AML y permite fielmente el diagnóstico diferencial raro que cause la muerte del enfermo. El embarazo
con los sarcomas. Al margen de esto se han descrito favorece el crecimiento del AML y su tendencia al
dos casos de leiomiosarcoma de alto grado (mortales sangrado, lo que puede inducir un cambio en la toma
a la postre) generados en el seno de un AML, así de decisiones. Otras formas clínicas de presentación
como un caso de AML altamente pleomórfico que son anemia e hipertensión. A pesar de todo, la forma
desarrolló metástasis pulmonares (tanto el AML de presentación más frecuente es la incidental (>50%
como sus metástasis tenían tinción positiva para de los casos) debido al empleo cada día más fre-
HMB-45). Hay que tener en cuenta que estos casos cuente de las pruebas de imagen.
son una verdadera excepción(27). Recientemente se ha
descrito una nueva variedad de angiomiolipoma atípi- Al contrario de las lesiones descritas hasta ahora
co, el angiomiolipoma epitelioide o pecoma. Se trata (adenoma renal, adenoma metanéfrico y oncocito-
de una lesión de comportamiento biológico incierto, ma), el AML muestra criterios radiológicos específicos
derivada de células pericíticas, que muestra cierto que permite un diagnóstico diferencial sólido con

424 sección V. Oncología


24.Tumores renales benignos

otras masas renales. En este sentido, la ecografía y la y sintomáticos se recomienda su extirpación quirúrgi-
TC son las técnicas de imagen más útiles. ca teniendo en cuenta la edad del paciente, la comor-
Ecográficamente se trata de una masa intrarrenal bilidad y otros factores relacionados. En este caso se
hiperecogénica, de la misma densidad que la grasa recomienda un manejo lo más conservador posible
perirrenal (Figura 3). La TC de abdomen muestra la en forma de nefrectomía parcial o embolización selec-
presencia de grasa en una lesión renal (<10 unidades tiva, sobre todo en el caso de AML de pequeño tama-
Hounsfield) y, por pequeña que sea, excluye el diag- ño y sintomáticos, en pacientes con esclerosis tubero-
nóstico de carcinoma renal de células claras y aporta sa, en los AML multicéntricos y en aquellos en los que
el diagnóstico de AML. En los casos excepcionales en la función renal se vea deteriorada.
los que se ha descrito grasa en el marco de un carci-
noma de células renales existían invariablemente cal- La mayoría de los pacientes con hemorragia grave
cificaciones, hallazgo nunca descrito en un AML. Existe aguda o potencial requieren nefrectomía total. En los
un porcentaje de casos en los que el componente casos con esclerosis tuberosa, enfermedad bilateral,
graso es bajo y no identificado por la TC abdomen y insuficiencia renal crónica o comorbilidad que pueda
que son inicialmente diagnosticados de carcinoma, conducir a insuficiencia renal significativa debe orien-
confirmándose posteriormente el hallazgo de AML tarse hacia la embolización selectiva como tratamien-
por el patólogo. La ecografía identifica una lesión bien to provisional o definitivo(29-30).
circunscrita, altamente ecogénica y que frecuente-
mente deja sombra posterior, siendo esta última
característica muy orientativa de AML y muy rara de
carcinoma renal. Aunque el AML es una entidad
NEFROMA QUÍSTICO
benigna, se han observado ocurrencias extrarrenales MULTILOCULADO
en ganglios linfáticos del hilio renal, retroperitoneo e
hígado, así como extensión por el sistema venoso Es una lesión renal benigna, cuyo pico de inciden-
(vena renal o vena cava). cia es bimodal (un pico a los 2-3 años de vida y otro
en la cuarta-quinta década). En el primer pico hay un
El manejo del AML debe tener en cuenta su his- predominio en varones y en el segundo en mujeres.
toria natural (entidad benigna y ritmo de crecimiento) Macroscópicamente, estas lesiones están bien circuns-
y el riesgo de sangrado. Los trabajos publicados tradi- critas y encapsuladas y consisten en múltiples espacios
cionalmente han puesto como punto de corte los 4 no comunicados y rellenos de líquido divididos por
centímetros. El trabajo de Oesterling et al estableció septos. La mayoría se sitúan centralmente.
que el 82% de los tumores mayores de 4 cm fueron Histológicamente, los quistes están recubiertos por
sintomáticos y el riesgo de shock hemorrágico del 9%, células epiteliales cuboideas dispuestas en un patrón
mientras que sólo un 23% de los menores de 4 cm en panel de abeja y destaca su pronunciada celulari-
fueron sintomáticos(28). En la literatura publicada se ha dad. En los niños se identifica como una masa abdo-
observado en general que los AML de tamaño peque- minal asintomática detectada en el examen físico ruti-
ño (menor de 4-5 cm) tienen poca o nula capacidad nario, mientras que en los adultos, las formas más fre-
de crecimiento a lo largo del tiempo y raramente se cuentes de presentación sintomática son el dolor
hacen sintomáticos. Frente a la normalidad, los AML abdominal, la hematuria, la infección del tracto urina-
multicéntricos y los AML en el seno de una esclerosis rio o la hipertensión. Los casos familiares son raros y
tuberosa muestran una gran capacidad de crecimien- en general son tumores unilaterales y unifocales.
to, en torno al 20% por año (frente al 5% descrito
para los AML normales). Todos los nefromas quísticos son por definición
multiloculados y casi todos se clasificarían como quis-
Los AML pequeños y asintomáticos (menores de tes renales complejos sospechosos de malignidad,
4 cm) pueden ser manejados de manera expectante dentro del grupo III o IV de Bosniak (Figura 5). Datos
con controles mediante pruebas de imagen cada 6 a inconstantes pero que sugieren un nefroma multiquís-
12 meses para definir la tasa de crecimiento y el sig- tico son la calcificación curvilínea y la herniación en la
nificado clínico. En el caso de AML de mayor tamaño pelvis renal (10 a 20% de los casos). Son lesiones avas-

sección V. Oncología 425


Libro del Residente de Urología

Figura 5. El nefroma multilocular quístico en el escasas mitosis y sin pleomorfismo. Si se observa una
adulto se presenta como una masa multiquística tasa mitótica elevada o pleomorfismo relevante, la
compleja sospechosa de malignidad (Bosniak III o IV). lesión se debe enmarcar dentro del grupo de leio-
miosarcoma. En cuanto a la presentación clínica, la
sintomatología depende directamente de su tamaño.
En el pasado, la mayoría de los tumores eran sinto-
máticos (dolor, hematuria o síntomas gastrointestina-
les), fundamentalmente debido a su gran tamaño. De
hecho, a finales de los años 90, según Steiner et al(33),
el tamaño medio era de 12,3 cm y el mayor tamaño
descrito fue de 57 cm. Hoy en día su diagnóstico es
fundamentalmente casual en el marco de una explo-
ración de imagen abdominal, por lo que mayoritaria-
mente son lesiones pequeñas y asintomáticas. Su apa-
riencia radiográfica es muy variable y oscila entre
lesiones puramente quísticas y lesiones sólidas.
Algunos leiomiomas renales son lesiones hiperinten-
sas en RNM, aunque en general no es posible un
diagnóstico claro entre leiomioma y carcinoma renal
culares o hipovasculares desde el punto de vista con los medios actuales. En principio el abordaje es
angiográfico (aunque existen lesiones hipervascula- superponible al del carcinoma renal: nefrectomía radi-
res), con los septos en ocasiones son hipercaptantes cal y si es posible, nefrectomía parcial preservadora
con la infusión de contraste. de parénquima(34). Puede crecer hasta alcanzar un
gran tamaño y presentarse con dolor lumbar o
Dada la incapacidad de las técnicas diagnósticas hematuria. Histológicamente debe diferenciarse del
actuales para distinguir entre esta lesión y un carcino- liposarcoma y puede confundirse con un AML en
ma, hoy en día se maneja esta lesión con nefrectomía base a sus características clínicas y radiográficas. En su
parcial, siempre y cuando el tamaño de la lesión y la mayor parte es una lesión confinada a la cápsula
localización permitan un manejo conservador. La renal(35).
mayor parte de los niños son manejados mediante
nefrectomía radical debido a la duda con un tumor de El reninoma o tumor yuxtaglomerular secretor de
Wilms. Esta entidad sigue un curso clínico benigno, renina fue descrito en 1967. Hoy en día se le consi-
pero se han descrito nefromas quísticos con elemen- dera una variante de un hemangiopericitoma deriva-
tos de malignidad (en adultos en forma de elementos do de las células yuxtaglomerulares. Es característica
estromales sarcomatosos y en niños con focos de una fuerte inmunotinción positiva para el factor VIII y
nefroblastoma). El potencial de diseminación de estos antígenos relacionados con este factor VIII; esta tinción
elementos conlleva la necesidad de una inspección confirma además su origen de línea celular endotelial.
cuidadosa en busca de estos elementos(31-32). En su mayor parte son tumores pequeños, solitarios e
hipovasculares, que se visualizan bien mediante eco-
grafía o CT en forma de una masa sólida parenqui-
matosa. Su pico de incidencia se sitúa entre la tercera
OTROS TUMORES RENALES y la cuarta década de la vida y muestra un predomi-
BENIGNOS nio femenino. Clínicamente se caracteriza por hiper-
tensión e hipopotasemia asociadas a síntomas como
Los leiomiomas renales son neoplasias benignas y polidipsia, poliuria, mialgia y dolores de cabeza, sínto-
de crecimiento lento que pueden originarse a partir mas secundarios a una hiperproducción de renina. Su
de la cápsula, de los tejidos peripiélicos o de la vena manejo es la extirpación quirúrgica, que habitualmen-
renal. Microscópicamente, los leiomiomas están for- te permite una nefrectomía parcial, más aún si existe
mados por células musculares en forma de huso, con la sospecha clínica.

426 sección V. Oncología


24.Tumores renales benignos

Figura 6. Malacoplakia renal con imagen Existen otras tumoraciones renales benignas, de
ultraestructural de cuerpos de Michaelis-Gutman que origen no tumoral, sino inflamatorio y metaplásico.
corresponden a cuerpos de inclusión derivados Entre ellas destacan dos procesos: la malacoplakia
de membranas celulares. renal y el colesteatoma renal. La primera de ellas se
trata de un proceso inflamatorio crónico seudotumo-
ral, que debe diferenciarse de la pionefrosis litiásica.
Desde el punto de vista de la imagen destaca la pre-
sencia de inflamación crónica con abundancia fibrohis-
tiocítica. Ultraestructuralmente los histiocitos apare-
cen cargados de cuerpos de inclusión por digestión
de membranas, conocidos como cuerpos de
Michaelis-Gutman (Figura 6). El colesteatoma renal es
un proceso metaplásico en el que el urotelio de la
pelvis y/o cálices renales sufre una transformación epi-
dermoide queratinizante. Esta metaplasia produce un
material descamativo que se acumula en el interior de
la vía urinaria y distorsiona el parénquima renal. En
ocasiones se asocia también a la expulsión de un
material córneo en la orina.
Existen otros tumores benignos de mayor rareza
en su mayor parte derivados primariamente de ele- Finalmente, existen tumoraciones benignas, aun-
mentos mesenquimatosos del riñón y su entorno que de naturaleza incierta desde el punto de vista de
(fibromas, lipomas, linfangiomas, hemangiomas, etc…). la imagen, de origen infeccioso. Básicamente son las
En general se trata de tumores raros, pero entre ellos infecciones por hongos, la hidatidosis renal (especial-
destacan por su frecuencia los fibromas medulares. Se mente los casos de diagnóstico por imagen atípico) y
trata de tumoraciones de pequeño tamaño, por lo la tuberculosis renal.
general entre 1 y 7 mm de diámetro, encontrados en
autopsias, por lo que habitualmente escapan a la
detección radiológica, aunque también se han descri-
to algunos casos clínicamente patentes(36-43).

sección V. Oncología 427


Libro del Residente de Urología

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sección V. Oncología 429


capítulo 25

Tumores malignos
del parénquima renal

Fco. Javier González García


José Manuel Hontoria Briso-Montiano
Manuel Sánchez Chapado

H. U. Príncipe de Asturias. Madrid

Palabras clave: Tumores malignos. Cáncer de células renales. Histopatología.


Síndromes paraneoplásicos.
Índice capítulo 25

Tumores malignos
del parénquima renal
Introducción histórica............................................................................................................................................. 435
Clasificación...................................................................................................................................................................... 435
Cáncer de células renales.................................................................................................................................... 437
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 448
25.Tumores malignos del parénquima renal

capítulo 25

Tumores malignos
del parénquima renal
INTRODUCCIÓN HISTÓRICA yuxtacapsular, debía proceder de restos adrenales.
Esta idea fue apoyada por diferentes investigadores y
La historia reciente de la cirugía renal comienza patólogos de la época hasta que Lubarch, en 1894,
en 1861, año en que Wolcott publicaba la primera introdujo el término tumores hipernefroides para desig-
nefrectomía documentada sobre una masa renal que nar el origen adrenal de los tumores renales, que pos-
erróneamente había calificado de hepatoma. Poste- teriormente condujo al erróneo término hipernefro-
riormente, en 1867, Spiegelberg realizaba incidental- ma que ha predominado en la literatura para descri-
mente una nefrectomía en el curso de la excisión de bir a los tumores renales parenquimatosos prima-
un quiste equinocócico. rios(1). En 1903, Albarrán e Imbert corrigieron ese
desafortunado error de concepto y junto a los traba-
Hubo que esperar hasta 1869 para asistir a la pri- jos de Wolff, escritos entre 1883 y 1928, comenzó el
mera nefrectomía planificada, realizada por Simon, desarrollo de la conformación conceptual actual acer-
como consecuencia de una fístula ureteral permanen- ca de los tumores renales.
te, intervención a la que el paciente sobrevivió con la
subsiguiente cura de la fístula. Al año siguiente
Gilmore realizaba la primera nefrectomía planificada CLASIFICACIÓN
en Mobile, Alabama (EE.UU.) como tratamiento en
una paciente afecta de pielonefritis crónica atrófica e La aproximación más práctica a la clasificación de
infección urinaria persistente. los tumores renales fue la realizada por Deming y
Harvard en 1970. Establecían, en ella, once categorías
Fue Harris, en 1882, quien publicó una serie de tumorales, con subdivisiones múltiples, que incluían
más de cien casos de extirpación renal por diversas prácticamente todas las enfermedades tanto renales
patologías, que permitió el análisis clínico, quirúrgico e propiamente dichas, como perirrenales que pudieran
histopatológico de todas las alteraciones renales que comprometer el riñón secundariamente. En 1980,
precisaban cirugía de exéresis. Glenn realizó una simplificación de dicha clasificación
mejorando la complejidad de la misma y añadiendo
Con el advenimiento de las intervenciones qui- todas aquellas lesiones de nueva descripción. A la for-
rúrgicas para el tratamiento de las enfermedades mulación original de Glenn se añadió el epígrafe onco-
renales, se dispuso del tejido necesario para la inter- citoma incluyéndolo en el subgrupo de tumoraciones
pretación histopatológica, y así, en el año 1826, König, de carácter benigno(2).
describió por primera vez la anatomía de los tumores
renales. Pero no fue hasta 1855 el momento en que Recientemente, la descripción de Barbaric (1994)
Robin demostró el origen de los tumores renales a categoriza las masas renales desde el punto de vista
partir de las células epiteliales del túbulo proximal, patológico (malignas, benignas o inflamatorias) y
hecho que fue confirmado por Waldeyer en 1867. desde el punto de vista de su imagen radiográfica
Desafortunadamente, Grawitz, en 1883, introdujo cier- (quistes simples, quistes complejos, tumores grasos y
ta confusión, interpretando que el color amarillo otros), generando una clasificación práctica(3) que
característico de la estirpe de células claras del cáncer ayuda al diagnóstico diferencial de las masas renales
renal, debido a su alto contenido graso, y su ubicación (Tabla 1).

sección V. Oncología 435


Libro del Residente de Urología

Tabla 1. Clasificación de Barbaric (patológico-radiológica) de las masas renales.

Masas renales según su anatomía patológica

Malignas Benignas Inflamatorias


Carcinoma renal Quiste simple Absceso
Linfoma Angiomiolipoma Pielonefritis
Leiomiosarcoma Oncocitoma Pielonefritis
Hemangiopericitoma Seudotumor xantogranulomatosa
Liposarcoma Reninoma Quiste renal infectado
Rabdomiosarcoma Feocromocitoma Tuberculosis
Schwanoma Leiomioma Granuloma reumático
Osteosarcoma Hemangioma
Histiocitoma fibroso Nefroma quístico
Neurofibrosarcoma Fibroma
Metástasis Malformación arterio-venosa
Infiltación por neoplasia Hemangiopericitoma
Carcinoide Hibernoma
Tumor de Wilms Aneurisma de la arteria renal
Nefroma mesoblástico
Leucemia

Masas renales según su aspecto radiológico

Quiste simple Quiste complejo Tumores grasos Otros

Quiste Nefroma quístico Angiomiolipoma Carcinoma renal


Quiste múltiple Carcinoma renal Lipoma Metástasis
Quiste parapiélico Quiste hemorrágico Hibernoma Linfoma
Divertículo calicial Metástasis Liposarcoma Sarcomas
Tumor de Wilms Nefronía lobar
Quiste infectado Absceso
Linfoma Tuberculosis
Tuberculosis Oncocitoma
Quiste septado Fibroma
Aneurisma de la Pielonefritis
arteria renal xantogranulomatosa
Malformación Feocromocitoma
arterio-venosa Tumor de Wilms
Hidrocáliz Granuloma
reumático
Reninoma
Leiomioma
Hemangioma
Nefroblastomatosis
Adenocarcinoma

436 sección V. Oncología


25.Tumores malignos del parénquima renal

Tabla 2. Clasificación WHO/OMS del cáncer de células El cáncer de células renales es más frecuente en
renales. el varón, con una relación hombre:mujer de 2:1, y en
el hábitat urbano. A pesar de que el carcinoma de
Tumores de células renales células renales (CCR) se considera una enfermedad
del adulto, con un pico de prevalencia entre la cuarta
Carcinoma de células renales claras y la sexta décadas de la vida, puede, en algunos casos
Carcinoma de células renales claras multilocular raros, presentarse en pacientes jóvenes.
Carcinoma de células renales papilar
Carcinoma de células renales cromófobo Desde el punto de vista genético se han identifi-
Carcinoma de los conductos colectores de Bellini cado dos cohortes de cáncer renal heredo-familiar:
Carcinoma renal medular aquellos pacientes que presentan síndrome de Von
Carcinoma con translocación Xp11 Hippel-Lindau (VHL) y aquellos con cáncer de células
Carcinoma asociado con neuroblastoma renales papilar familiar.
Carcinoma mucinoso tubular y de células
fusiformes Etiología
Carcinoma inclasificable
Adenoma papilar
La mayoría de los cánceres de células renales deri-
van del túbulo contorneado proximal, pero se han
Oncocitoma
identificado algunos subtipos procedentes de los
túbulos distales o de los colectores corticales.
El adenocarcinoma de células renales supone el
80-85% de todas las neoplasias malignas del riñón en Factores de riesgo
adultos. Tiene su origen en el epitelio de los túbulos
renales, en la corteza o en la médula, dependiendo del En los modelos de experimentación animal se han
subtipo histológico, lo que implica diferentes pronós- identificado un gran número de factores potencial-
ticos e incluso distintas respuestas a tratamientos mente responsables del desarrollo de este tipo de
médicos. Actualmente, la clasificación de la WHO/OMS tumores, pero hasta el momento actual no se ha des-
del carcinoma de células renales (CCR) distingue crito ningún factor relacionado con su aparición en los
cinco subtipos histológicos: carcinoma de células cla- seres humanos. El tabaco, en cualquiera de sus formas,
ras, CCR papilar, CCR cromófobo, CCR de ductos se ha relacionado con un aumento en la incidencia del
colectores y CCR no clasificables (Tabla 2). cáncer de células renales, habiéndose observado una
relación directamente proporcional entre la duración
del hábito tabáquico y la aparición de los tumores, e
CÁNCER DE CÉLULAS inversamente proporcional entre la edad de adquisi-
ción del hábito y su aparición (7).
RENALES
No se ha conseguido demostrar hasta la fecha la
Epidemiología relación de ningún carcinógeno ocupacional o industrial
con la aparición del cáncer de células renales, pero sí se
El cáncer renal constituye el 3% de todas las neo- ha observado un aumento de su incidencia en pacien-
plasias malignas del adulto y se ha constatado un tes con insuficiencia renal terminal y riñón poliquístico
aumento progresivo en la incidencia en los últimos del adulto. En estos casos, la mediación de modulado-
años, con una tasa de aproximadamente el 2.5% res potenciadores, como el TFG-alfa y el TGF-beta,
anual(4,5), como resultado probablemente del mayor parece tener un papel decisivo en su formación.
número de pruebas diagnósticas realizadas en el con-
texto del estudio de otras enfermedades (TC y eco- Citogenética
grafía). Se diagnostican aproximadamente unos
28.000 casos nuevos cada año, y es el responsable de A principios de los años 80, diferentes investiga-
11.000 muertes en ese mismo intervalo de tiempo (6). dores demostraron que las delecciones cromosómi-

sección V. Oncología 437


Libro del Residente de Urología

cas y las traslocaciones que afectan al brazo corto del Figura 1. La fotografía muestra la presencia de una
cromosoma 3 (3p), se encontraban en relación con la tumoración sólida mesorrenal en un riñón con
aparición de cánceres renales de células claras, y que, duplicidad ureteral
la pérdida de un segmento del cromosoma 3 podía
ser un evento relativamente precoz en la aparición de
dichos tumores. La mayoría de los pacientes con cán-
ceres de células renales también mostraban una
sobreexpresión de c-myc, c-Ha-ras, c-fos, c-fms, f-raf-1
y ARNm del receptor del factor de crecimiento epi-
dérmico (c-erb B-1), así como una disminución en la
expresión de ARNm codificado por HER-2 (erb B-2).

Actualmente, también existe evidencia de que la


activación de la cascada de las MAP (mitogen-activa-
ted protein) kinasas podría jugar un papel importante
en la carcinogénesis y la malignización potencial de los
cánceres de células renales (8).
(3 codones diferentes) presenta tres variedades sin-
Formas hereditarias del carcinoma drómicas distintas: afectación reno-óculo-cerebral,
de células renales reno-cerebral asociada a feocromocitoma y feocro-
mocitoma aislado (9) (Tabla 3).
Carcinoma de células renales
y enfermedad de Von Hippel-Lindau Carcinoma de células renales papilar
El síndrome de Von Hippel-Lindau es un raro sín- heredo-familiar
drome heredo-familiar cuya incidencia se estima en 1 El carcinoma papilar de células renales hereditario,
de cada 36.000 nacidos vivos/año. Los individuos con como la enfermedad de Von Hippel-Lindau, se asocia en
estigmas de esta enfermedad tienden a desarrollar su presentación a tumores renales bilaterales (Figura 1).
tumores renales bilterales y multifocales, así como Se considera un trastorno autonómico dominante y la
quistes, hemangioblastomas cerebelosos y medulares, alteración genética parece radicar en una mutación del
hemangiomas retinianos, tumores derivados de los proto-oncogén MET. Este proto-oncogén es el encar-
islotes pancreáticos y cistoadenomas epididimarios. En gado de la regulación de la cascada de activación de las
estos casos, el carcinoma de células renales es casi proteínas tirosina-kinasa (9) (Tabla 3).
siempre de estirpe celular clara, y cuando no se diag-
nostican y se tratan son los responsables de aproxi- Resistencia multifarmacológica
madamente el 45% de los fallecimientos en esta
enfermedad. Los estudios familiares realizados en el El carcinoma de células renales posee cierta capa-
contexto del cáncer de células renales no sólo cidad de resistencia a los agentes quimioterapeúticos
demostraron alteraciones genéticas similares en los de uso habitual. La base de esta capacidad se centra
pacientes afectos de carcinoma renal y de Von Hippel- en la existencia a nivel transmembrana de la glicopro-
Lindau, sino que, además se observó que el gen VHL teína P170, así como su asociación al mecanismo de
tenía propiedades supresoras en los pacientes con óxido-reducción mediado por glutation, cuyo papel se
cáncer renal. Los genes VHL mutados producían la ha relacionado con la adquisición y detoxificación de
expresión y codificación de cantidades aumentadas de los fármacos empleados en quimioterapia.
factor de crecimiento derivado del endotelio, cuyo
papel favorecería el desarrollo de estos tumores. Histopatología
La enfermedad de Von Hippel-Lindau se presen- Aspectos macroscópicos
ta con la misma frecuencia tanto en hombres como El cáncer de células renales es típicamente redon-
en mujeres y dependiendo de las secuencias mutadas deado y de tamaño variable. Generalmente se encuen-

438 sección V. Oncología


25.Tumores malignos del parénquima renal

Tabla 3. Cáncer renal familiar.

Patología
Síndrome Gen/proteína Cromosoma Tumor renal asociada
Von Hippel- VHL 3p25 Carcinoma renal de Hemangiomas, CNS
Lindau pVHL células claras y retiniano, tumores
múltiple/bilateral pancreáticos
Cáncer papilar c-MET 7q31 Ca. papilar tipo 1 Ca. mama, pulmón,
hereditario HGF-R páncreas, tracto
biliar y melanoma
Esclerosis TSC-1 9q34 Angiomiolipomas Angiofibromas
tuberosa Hamartina 16p13 múltiples, bilaterales. cutáneos, fibromas
TSC-2 Linfangioleiomioma- subungueales
Tuberina tosis
Ca. renal de células
claras
Leiomiomatosis FH 1q42-43 Ca. papilar renal tipo 2 Leiomiomas
hereditaria y FH uterinos y cutáneos.
carcinoma renal Leiomiosarcomas
Síndrome de BHD 17p11.2 Ca. cromófobo Foliculomas faciales,
Birt-Hogg-Dubé Foliculina múltiple, Ca. de células quistes pulmonares,
claras, mixtos y lipomas múltiples,
oncocitomas neumotórax
espontáneo
Cáncer familiar TRC8? Desconocido Ca. renal de células
no VHL sin claras múltiple,
traslocación del bilateral
cromosoma 3
Cáncer familiar FIHT? 3p14 Ca. renal de células Ca. tiroides, vejiga,
con traslocación TRC8? 3q13.3 claras múltiple, páncreas y
constitucional del (desconocido) 3q21 bilateral estómago
cromosoma 3

tra envuelto por una seudocápsula compuesta por bilaterales tanto sincrónica como asincrónicamente en
parénquima renal comprimido y tejido fibroso. Habi- el 2% de los casos (10).
tualmente, el aspecto macroscópico es el de un entra-
mado de áreas tumorales blandas amarillentas o par- Aspectos microscópicos
duzcas separadas por zonas de necrosis o hemorragia
intratumoral. La presencia de quistes es frecuente, • Variedad de células claras
probablemente secundarios a mecanismos de necro- Se encuentra presente en más del 80% de los
sis y reabsorción, siendo las calcificaciones de las pare- casos. Su aspecto microscópico presenta células
des de estos quistes un hallazgo frecuente. General- grandes de abundante citoplasma y forma poligo-
mente, el sistema excretor se encuentra desplazado y nal. Las células granulares poseen citoplasma eosi-
muchas veces infiltrado. La fascia de Gerota parece nofílico y abundante presencia de mitocondrias.
proporcionar una barrera contra la diseminación local En aproximadamente el 50% de los casos se obje-
de la enfermedad, pero, también ésta puede ser com- tiva positividad para vimentina y la mayoría de
primida e infiltrada. El cáncer de células renales es típi- ellos muestra expresión de citokeratinas 8 y 18
camente unilateral, pero pueden aparecer lesiones (Figura 2).

sección V. Oncología 439


Libro del Residente de Urología

Figura 2. Imagen de TC que muestra un carcinoma retícula y de eosinofilia moderadamente intensa.


renal bilateral sincrónico en paciente con enfermedad Al microscopio electrónico se objetivan estructu-
papilar heredofamiliar. ras reticulares abundantes (microvesículas) pobres
en glucógeno en el citoplasma.

• Variedad oncocítica
Supone el 2% de los casos de carcinoma de células rena-
les. La tendencia de estos tumores es hacia las formas
benignas salvo presencia de imágenes de atipia. En estos
últimos casos el curso es de mejor pronóstico que en el
resto de las variedades.

• Variedad de los conductos colectores


Su prevalencia es inferior al 1%. Su curso es de
mal pronóstico, siendo la mayoría de estos tumo-
res ciertamente agresivos en su presentación.

Grado histológico
El grado histológico(10), basado en la morfología
nuclear, posee significado pronóstico por sí mismo y se
considera un factor de supervivencia independiente
del estadio tumoral. Los tumores que muestran patro-
nes espinocelulares, en general, se relacionan con peor
pronóstico.

A pesar de que la medida de la ploidía del DNA


puede reflejar la heterogeneidad del tumor e indicar
• Variedad papilar su potencial maligno, aún es preciso determinar el
Representa el 14% de los casos de carcinoma de valor clínico de esta técnica en el carcinoma de célu-
células renales. Su aspecto es el de pequeños las renales.
tumores casi completamente encapsulados y con-
finados al córtex renal. La anaplasia nuclear es Estadio tumoral
poco común y son indistinguibles de los adeno- Recientemente se han incorporado ciertos cam-
carcinomas renales. En estos tumores es caracte- bios al sistema de clasificación TNM para el cáncer de
rística la pérdida del cromosoma Y, así como las células renales (Tabla 4). Dicha clasificación se ha con-
trisomías 7 y 17. vertido en la herramienta de estadiaje más amplia-
mente utilizada por la mayoría de los grupos. Este
• Variedad sarcomatoide cambio afecta al estadio T1, que ahora incluye todos
Se caracterizan por poseer mayor agresividad y aquellos tumores confinados al órgano de hasta 7 cm
peor pronóstico que el resto de las variedades de diámetro.
histológicas del cáncer renal, así como por la pre-
sentación microscópica de un patrón espinoso Los lugares de presentación habitual de metásta-
celular que recuerda a las células pleomórficas sis en el cáncer renal son el hígado, el pulmón, el teji-
mesenquimales. do celular subcutáneo y el sistema nervioso central.

• Variedad cromófoba El estadiaje requiere una anamnesis cuidadosa


Representa el 4% del total de los tumores. Las junto a una exploración física exhaustiva que se com-
células que lo conforman poseen citoplasma claro pleta con la realización de una analítica que incluya
de aspecto transparente, surcado por una fina parámetros de función renal, hepática y niveles de

440 sección V. Oncología


25.Tumores malignos del parénquima renal

Tabla 4. Estadiaje TNM del cáncer de células renales. Los síndromes paraneoplásicos relacionados con
la enfermedad son los responsables de una pléyade
Tumor de síntomas en relación con el aumento de los nive-
Descripción
primario les plasmáticos de prostaglandinas, glucagón, eritropo-
yetina, 1,25-dihidroxi-colecalciferol, factores relaciona-
Tx No puede ser estadiado
dos con la hormona paratiroidea, gonadotropina corió-
T0 No evidencia de tumor primario nica, renina e insulina.
T1 ≤ de 7 cm limitado al riñón
T2 > de 7 cm limitado al riñón Síndromes paraneoplásicos
T3 Confinado por la fasciade Gerota relacionados con el cáncer
T3a Infiltra adrenal o tejido adyacente de células renales
T3b Infiltra v. renal/cava infradiafragmat.
T3c Infiltra v. renal/cava supradiafragmat. Síndrome de Staufer
T4 Infiltra tejidos más allá de Gerota Es el síndrome caracterizado por la disfunción no
metastásica del hígado en pacientes con cáncer renal.
Nx No estadiaje de ganglios afectos Entre sus rasgos más destacados incluye la alteración
N0 No evidencia de ganglios afectos de los parámetros de función hepática, la disminución
N1 Un solo ganglio ipsilateral afecto del recuento de las células de la serie blanca, la fiebre
N2 Ganglios múltiples bilaterales y las áreas de necrosis hepática sin evidencia de infil-
N3 Ganglios regionales fijos tración tumoral metastásica. Habitualmente el pacien-
te mejora y los parámetros de función hepática se
Mx No estadiaje de metástasis normalizan una vez se ha llevado a cabo la nefrecto-
M0 No evidencia de metástasis mía. La supervivencia al año supera el 85%, y la per-
M1 Metástasis a distancia sistencia o recurrencia de este síndrome debe hacer
sospechar la presencia de una recidiva tumoral(13).

calcio sérico, así como una radiografía de tórax y los Hipercalcemia


estudios de imagen (ecografía, TC o RNM) precisa- La hipercalcemia se objetiva en el 10% de los
dos para la caracterización tumoral de cara a su pacientes afectos de cáncer de células renales. A pesar
intervención(10). de que la causa es todavía desconocida, parece que
podría encontrarse en relación con la liberación por
Signos y síntomas clínicos parte del tumor de péptidos con secuencias análogas
a la hormona paratiroidea. La hipocalcemia secundaria
La triada clásica de dolor, hematuria y masa palpa- a la exéresis del tumor es un hallazgo relativamente
ble en el flanco es un hallazgo relativamente infre- infrecuente. La hipercalcemia persistente, incluso des-
cuente y suele representar enfermedad avanzada. El pués de la exéresis quirúrgica del tumor, obliga a pen-
dolor generalmente se encuentra en relación con la sar en afectación ósea a distancia como signo de
invasión vascular y de otros órganos de vecindad o enfermedad metastásica(13).
bien con la obstrucción al flujo de orina.
Hipertensión y aumento de los niveles
La pérdida de peso, la fiebre, la sudoración noctur- séricos de renina
na y el desarrollo de varicocele izquierdo de aparición La hipertensión y la elevación de los niveles plas-
súbita son otros estigmas clínicos que deben hacer máticos de renina se ha asociado a enfermedades de
sospechar la presencia de un cáncer de células renales. alto estadio tumoral. Los niveles de renina tienden a
estabilizarse después de practicada la nefrectomía(13).
Puede desarrollarse hipertensión como resultado
de la oclusión segmentaria de la arteria renal o secun- Policitemia y fiebre de origen desconocido
daria a la liberación por parte del tumor de renina o En algunos pacientes afectos de cáncer de células
sustancias relacionadas(10-12). renales puede observarse un aumento del recuento

sección V. Oncología 441


Libro del Residente de Urología

plaquetario en relación con los niveles aumentados de les complejas. Los criterios ecográficos para el diag-
eritropoyetina en respuesta al tratamiento de las nóstico de un quiste simple renal incluyen: la ausencia
enfermedades avanzadas con IL-2 e IFN-alfa. La fiebre, de ecos en el interior de la cavidad quística, la forma
parte integrante del síndrome constitucional que pre- oval o redondeada, una pared fina y bien diferenciada,
sentan algunos pacientes con enfermedad avanzada se la sombra acústica posterior y por último la buena
considera relacionado con la liberación tumoral de transmisión del sonido en su interior.
factores de necrosis(13).
Las masas sólidas muestran una ecogenicidad
Estudios de imagen aumentada o disminuida, poca o nula transmisión del
sonido a su través y paredes pobremente diferencia-
El cáncer de células renales actualmente se diag- das o de formas irregulares (Figura 3). Los seudotu-
nostica en estadios precoces de la enfermedad de mores clínicamente significativos, entre los que se
forma incidental, debido, en gran medida, a la intro- encuentran las columnas de Bertin hipertrofiadas o las
ducción de la ecografía y otras pruebas de imagen lobulaciones fetales, pueden causar problemas en el
(TC o RNM) a los protocolos de rutina diagnóstica(14). diagnóstico diferencial. Cuando persistan las dudas
acerca de una masa diagnosticada mediante ecografía,
Urografía intravenosa deben realizarse estudios complementarios de forma
La urografía intravenosa constituye un pilar básico obligada tales como una gammagrafía renal o mejor
en la aproximación diagnóstica de la hematuria. una TC, para ayudar a la diferenciación entre quistes y
Cuando se identifica una masa renal en un estudio de lesiones malignas.
este tipo, se requieren, por lo general, pruebas com-
plementarias de imagen para el estudio de la lesión. La RNM, la cacografía inferior y la ecografía dop-
Los estudios de coste-efectividad han hecho posible el pler pueden en casos seleccionados ayudar al estadia-
desplazamiento de esta técnica a favor de técnicas de je de la lesión y son de particular importancia a la
mayor resolución como la ecografía o la TC. hora de determinar la presencia de trombos tumora-
les y su extensión.
Ecografía
La ecografía es una herramienta sensible a la hora Tomografía computerizada (TC)
de diferenciar lesiones quísticas, sólidas o masas rena- Las mejorías técnicas en los materiales de con-
traste intravenoso, unido al desarrollo tecnológico en
los aparatos de tomografía, ha hecho de la TC el
Figura 3. Imagen ecográfica de un tumor renal de
método de elección en la detección y estadiaje de
polo superior izquierdo.
los tumores renales. Gracias a este método diagnós-
tico puede precisarse con gran exactitud la densidad
de las lesiones quísticas de forma ambulatoria y no
invasiva.

Dependiendo de sus características radiológicas


Bosniak realizó una clasificación para determinar el
potencial maligno de las lesiones quísticas renales,
cuyos principales aspectos pueden observarse en la
Tabla 5.

Cuando se correlaciona con los hallazgos angio-


gráficos, la TC diagnostica correctamente los casos de
infiltración de la vena renal, su extensión a la vena
cava, la extensión perirrenal, las metástasis gangliona-
res y la infiltración de órganos adyacentes en el 91, 97,
79, 87 y 96% de los casos respectivamente. La TC es

442 sección V. Oncología


25.Tumores malignos del parénquima renal

Tabla 5. Clasificación de Bosniak.

I (Benigno) Quiste simple.

Septado, mínimamente calcificado, de alta densidad, no capta


II (Probablemente benigno) contraste.

Multiloculado, hemorrágico, calcificaciones pleomorfas o grandes,


III (Sospechoso) componentes sólidos que no captan contraste.

Irregularidades en el borde, capta contraste en el componente


V (Probablemente maligno) sólido.

Figura 4. Imagen de TC de un cáncer de células Resonancia nuclear magnética (RNM)


renales izquierdo. La RNM puede ser de ayuda en la evaluación de
la invasión neoplásica de la vena renal o de la vena cava
inferior sin necesidad explícita de contraste (Figura 5).
Otra utilidad sería la determinación de la masa renal
de modo multidimensional demostrando los lugares
de infiltración por contigüidad de la misma(14).

La RNM es menos sensible que la TC en la eva-


luación de las lesiones sólidas inferiores a 3 cm de diá-
metro mayor.

Arteriografía renal selectiva


Actualmente las indicaciones para la realización
de una arteriografía selectiva en el diagnóstico o el
estadiaje de una masa renal han quedado reducidas a
las siguientes:

- la evaluación de una lesión en paciente monorre-


no de cara a la realización de un procedimiento
exerético conservador,

la prueba diagnóstica con mejor relación coste-efecti- - como resultado de la asociación a procedimientos
vidad en la evaluación ante la sospecha de una masa de embolización de tumores renales de gran
renal y debe ser la primera línea diagnóstica en este tamaño y/o presencia de trombo intravenoso
supuesto. Los puntos desfavorables de la TC se encuen- considerable, y
tran en la existencia de falsos-positivos en la deter-
minación de metástasis ganglionares o la posibilidad - como planificación terapeútica en las metástasis
de error diagnóstico ante la infiltración de la cápsula aisladas procedentes de otros tumores primarios
renal (Figura 4). Por este motivo, es preciso ser cauto sobre el riñón, las cuales son frecuentemente
a la hora de realizar aseveraciones en cuanto al pro- hipovasculares.
nóstico y la curación potencial de la enfermedad
basándose únicamente en los datos de la imagen Los hallazgos clásicamente encontrados en la
ofrecida por la TC(14). arteriografía incluyen la presencia de neovasos, fístulas

sección V. Oncología 443


Libro del Residente de Urología

Figura 5. Imágenes seriadas de RM de un cáncer de células renales izquierdo.

Figura 6. La arteriografía puede ayudar en ocasiones avanzadas de la enfermedad, o por el contrario se tie-
a plantear la estrategia quirúrgica más conveniente. nen en cuenta las formas avanzadas de la misma.

Aunque el grado histológico es el factor pronósti-


co más importante desde el punto de vista microscó-
pico correlacionándose con la supervivencia en todos
los estadios tumorales, parece que el factor pronóstico
aislado de mayor importancia es el estadio patológico.
De acuerdo a los trabajos de Guinan et al. la supervi-
vencia a cinco años teniendo en cuenta el estadio de
Robson es del 75, 63, 38 y 11% respectivamente(15).

Los pacientes con tumores de tamaño inferior a


5 cm poseen mejores tasas de supervivencia que los
pacientes afectos de tumores de tamaño intermedio
(5-10 cm), mientras que en los casos donde la masa
tumoral es superior a 10 cm el pronóstico es sensi-
blemente inferior.
arterio-venosas, sinusoides vasculares cargados de
contraste y la acentuación de los vasos capsulares. En La ploidía nuclear parece también estar relacio-
ocasiones la adición de epinefrina (adrenalina) cuyo nada con el pronóstico en estos tumores, habiendo
efecto es constrictivo sobre los vasos normales, puede observado que a los 10 años de seguimiento la
no tener efecto sobre los vasos tumorales orientando supervivencia se encontraba en torno al 92% en los
el diagnóstico (Figura 6). tumores diploides y, sin embargo, era del 63% en
aquellos pacientes que no presentaban esta caracte-
Pronóstico rística. Además, en los casos de enfermedad metastá-
sica la supervivencia también es superior a favor de
Los factores pronósticos de importancia en el los diploides frente a los aneuploides. El empleo ruti-
cáncer de células renales son diferentes dependiendo nario de esta determinación no se encuentra aún
de si se examinan las formas locales o localmente bien establecido(15).

444 sección V. Oncología


25.Tumores malignos del parénquima renal

A pesar de la controversia establecida acerca de lesiones de gran tamaño, si la glándula muestra una
si la invasión de la vena renal imprime peor pronósti- disposición normal en los estudios de imagen preo-
co o no, parece que la infiltración ganglionar local, la peratorios. La linfadenectomía regional también se
extensión más allá de la fascia de Gerota, la infiltración practica en algunas ocasiones, habiéndose atribuido el
de órganos vecinos y la presencia de metástasis a dis- aumento de supervivencia a la escisión de ganglios
tancia aporta claramente peor pronóstico a esta afectos durante el procedimiento. A pesar de esto,
enfermedad. En los tumores órgano-confinados la todavía hoy sigue habiendo gran controversia al res-
invasión aislada de la vena renal o de la vena cava infe- pecto, ya que los datos actuales disponibles sugieren
rior (excepto la infiltración de la pared vascular) tiene que sólo se beneficiarían de la linfadenectomía los
un impacto mínimo sobre la supervivencia. Es por ello pacientes con enfermedad micrometastásica estable-
que en los tumores de células renales localmente cida en el momento de la intervención.
avanzados que presentan trombo tumoral, las tasas de
supervivencia a los cinco años después de la resección Algunos argumentos en contra de la realización
completa del trombo en el interior de la vena cava de la linfadenectomía son:
inferior oscila entre el 47 y el 69%, mientras que para
las enfermedades avanzadas estas cifras se encuentran - La diseminación hematógena y linfática en el cán-
entre el 0 y el 20%. Por el contrario, si se evidencia cer renal tienen la misma frecuencia y la mayoría
una disminución de la supervivencia en aquellos casos de los pacientes con ganglios linfáticos positivos
en los que se demuestra infiltración de los ganglios pueden haber presentado eventualmente disemi-
locales o de la grasa perirrenal. Los pacientes que nación hematógena al mismo tiempo. Más aún, la
muestran infiltración más allá de fascia de Gerota des- mayoría de los pacientes que presentan metásta-
pués de una resección tumoral incompleta poseen sis a distancia no presentan ganglios positivos en
peor pronóstico que aquellos que presentan metásta- la disección.
sis a distancia sin evidencia de recurrencia local de la
enfermedad. - El drenaje linfático del cáncer de células renales es
variable y puede ocurrir a cualquier nivel en el
Tratamiento retroperitoneo.

Nefrectomía radical En resumen, a pesar de que el valor terapéutico


La nefrectomía radical se mantiene aún como un de la linfadenectomía es cuestionable, puede ser rea-
método eficaz en el tratamiento del cáncer de células lizada con suficiente seguridad y, puede en pacientes
renales primario. Por definición, este procedimiento seleccionados (habitualmente en pacientes con
incluye la escisión de la fascia de Gerota, el riñón pro- enfermedad de alto grado) puede contribuir a mejo-
piamente dicho y la grasa perirrenal. El objetivo de rar la información sobre el estadio y mejorar poten-
esta intervención consiste en la escisión tumoral com- cialmente el pronóstico. El abordaje para la realiza-
pleta con un adecuado margen de seguridad oncoló- ción de la nefrectomía depende de la preferencia del
gica y mínima manipulación del tejido escindido para cirujano, más que de la necesidad de realizarla bajo
evitar la diseminación tumoral. A pesar de que se des- una técnica determinada; sin embargo, es imprescin-
conoce si existe un aumento en la supervivencia entre dible la realización de la ligadura precoz, tanto de la
la realización de nefrectomía simple y la realización de arteria como de la vena renal, para evitar la disemi-
nefrectomía radical en las condiciones antes expues- nación tumoral(17).
tas, esta última ha permanecido como la indicación
estándar en el tratamiento de esta entidad(16,17). Para los tumores de pequeño tamaño o los tumo-
res de polo inferior, la escisión de la glándula supra-
La adrenalectomía ipsilateral se realiza frecuente- rrenal ipsilateral es probablemente innecesaria, dada la
mente durante el procedimiento, pero los estudios extremada rareza de las metástasis a nivel de dicha
más recientes han revelado que, probablemente, sólo glándula. La incisión toracoabdominal es de particular
sea necesaria en el tratamiento de las lesiones que interés para la escisión de tumores de gran tamaño
comprometen el polo renal superior, o en aquellas que comprometen el polo superior renal.

sección V. Oncología 445


Libro del Residente de Urología

La embolización angiográfica de la arteria renal permite la realización de este procedimiento de una


previa a la intervención puede disminuir el sangrado forma segura, permitiendo la preservación del parén-
intraoperatorio, especialmente en los tumores de quima renal suficiente para evitar la diálisis. Las técni-
mayor tamaño. Las complicaciones incluyen íleo adi- cas de cirugía conservadora renal incluyen la resección
námico, sepsis o dislocación del coil, lo que puede segmentaria, la enucleación y la heminefrectomía(18,19).
comprometer la tolerancia de la cirugía por parte del
paciente. La propensión del cáncer de células renales La mayor desventaja de la cirugía conservadora es
a infiltrar las venas renales alcanzando el sistema cava el riesgo de recurrencia local, que se sitúa entre el 2 y
es bien conocida, por lo que la delineación preopera- el 10%. Algunos de estas recurrencias son crecimien-
toria de los márgenes de la escisión, mediante TC o tos de tumores multicéntricos previamente no detec-
RNM, es de capital importancia. tados. Algunos autores han descrito que el empleo de
ecografía intraoperatoria con una sonda de 7.5 MHz
Actualmente, la exéresis de la totalidad del tumor con doppler, puede ser útil en la descripción de tumo-
y la de sus prolongaciones en el interior de la vena res multifocales, detección de quistes asociados, así
cava puede realizarse con seguridad, incluso cuando el como determinar la extensión de la lesión (Figura 6).
trombo alcanza la aurícula derecha. La extensión infra-
diafragmática del trombo requiere control vascular Radioterapia
local, mientras que su extensión supradiafragmática Aunque parece que la radioterapia puede tener
precisa circulación extracorpórea durante la interven- cierto papel en el manejo de las metástasis óseas, no
ción. Las tasas de supervivencia se cifran entre el 64 y existen estudios que hayan demostrado la utilidad de
el 57% a los 5 y 10 años respectivamente, aunque la la misma en neoadyuvancia o coadyuvancia en el tra-
aurícula derecha se encuentre comprometida(16,17). tamiento de cáncer de células renales o en el trata-
miento de la enfermedad ganglionar residual secunda-
Cirugía renal conservadora ria a este tipo de tumores. Ya que, a pesar de que la
El carcinoma de células renales puede aparecer radioterapia parece enlentecer la progresión tumoral
tanto en un riñón único, como bilateralmente de recidivada en la fosa renal, no existen datos a favor de
forma anacrónica o sincrónica. Dichas presentaciones la mejora en las tasas de supervivencia específicas.
constituían las indicaciones de la cirugía renal conser-
vadora, pero, en la actualidad, dichas indicaciones se Carcinoma renal metastático
han ampliado a pacientes con riñones contralaterales
sanos (Tabla 6). La comprensión de la anatomía renal Quimioterapia
Un gran número de agentes quimioterapéuticos
se han probado sin éxito hasta la actualidad en el tra-
Tabla 6. Indicaciones de nefrectomía parcial en el tamiento del cáncer de células renales. Sin embargo,
cáncer de células renales.
los estudios prelimimares del empleo en combinación
de 5-fluorouracilo con interleukina-2 e interferón-alfa
Indicaciones de nefrectomía parcial en han mostrado unas tasas de respuestas del 46% con
el cáncer de células renales
un 15% de remisiones completas y toxicidad sistémi-
Cáncer renal en riñón único ca moderada a las dosis empleadas(20).
Cáncer renal bilateral
Riñón contralateral de función disminuida Inmunoterapia
Lesión periférica pequeña La base de la inmunoterapia en el cáncer renal
Tumor detectado incidentalmente es la inusual historia natural de esta enfermedad,
Sospecha de no malignidad preoperatoria
que incluye la regresión espontánea, el crecimiento
tardío de las lesiones metastásicas y los tiempos de
Carcinoma de células renales en la enfermedad
de Von Hipple-Lindau duplicación tumoral variables.Todo ello hace pensar
Desconocimiento del estado del riñón en que los factores de inmunidad del huésped pue-
contralateral den tener un papel importante en el control de la
enfermedad(20).

446 sección V. Oncología


25.Tumores malignos del parénquima renal

Históricamente, algunos estimuladores inmnológi- paraneoplásicos o dolor intratable. Estos pacientes tie-
cos inespecíficos han demostrado mínimos beneficios nen una media de supervivencia de alrededor de
(BCG, Corynebacterium parvum y levimasol). 4 meses, y sólo el 10% sobrevive al primer año tras el
diagnóstico. Actualmente, la embolización renal pro-
Interferón alfa porciona un método más seguro y menos invasivo
Los interferones, y en particular el interferón alfa, que la cirugía para el tratamiento para el tratamiento
han mostrado eficacia (en torno al 15% de remisiones de la hematuria y los síntomas antes mencionados.
parciales) contra el cáncer de células renales, pero las
remisiones completas son anecdóticas (1% de los Cánceres renales inhabituales
casos). Los pacientes con mejores tasas de respuestas
son aquellos que presentaban metástasis circunscritas Sarcomas renales
y bien delimitadas, especialmente pulmonares. Los Los sarcomas constituyen sólo del 1-3% de los
efectos del interferón alfa son los derivados de la acti- tumores renales, pero aumentan su incidencia con la
vación de células NK, la expresión incrementada de edad. La diferenciación con la variedad sarcomatoide
antígenos asociados al tumor y la modulación de los del cáncer de células renales es habitualmente difícil o
antígenos HLA de clases I y II(20). imposible.

Interleukina-2 La clínica que producen estos tumores es super-


Los estudios llevados a cabo con la interleukina-2 ponible a la del cáncer de células renales: hematuria,
derivada de los linfocitos T muestran remisiones com- dolor y masa palpable en el flanco. Los datos de ima-
pletas hasta en el 5% de los casos y remisiones par- gen procedentes del estudio mediante TC que más
ciales entre el 10 y el 15% de los mismos. Algunos de orientan al diagnóstico de un sarcoma renal incluyen
los pacientes incluidos en los estudios iniciales, y en los el origen tumoral en el seno o la cápsula, presencia de
que se observaron respuestas completas, llevan más una masa con grasa o hueso y la observación de una
de 7 años de supervivencia libre de enfermedad en la gran tumoración retroperitoneal sin linfadenopatías.
actualidad, lo que sugiere respuestas mantenidas en el Angiográficamente son hipovasculares, salvo por la
tiempo en un pequeño grupo de pacientes. presencia de fístulas arterio-venosas. El 60% son leio-
miosarcomas, que proceden en su desarrollo de las
Los efectos colaterales de la terapia con interleu- células musculares lisas. Son más frecuentes en la
kina-2 incluyen fiebre, escalofríos, malestar general, mujer y entre la tercera y la quinta década de la vida.
náuseas, vómitos y diarrea. Algunos pacientes pueden Habitualmente tienden más a comprimir y desplazar
desarrollar azotemia prerrenal con hipotensión, reten- el riñón que a invadirlo. Los leiomiosarcomas son
ción de fluidos, síndrome de distrés respiratorio, oligu- habitualmente de gran tamaño, bien encapsulados, fir-
ria y excreción fraccional de sodio baja, pero la sus- mes, multinodulares y pueden metastatizar precoz-
pensión del tratamiento conduce al restablecimiento mente. A pesar de que los sarcomas tienden a recu-
total y rápido de las condiciones previas al mismo. La rrir localmente después de la exéresis, la nefrectomía
mortalidad relacionada con el tratamiento se inferior radical es el tratamiento de elección. La escisión radi-
al 2%. Las líneas de investigación actuales se centran cal completa del tumor puede aumentar la supervi-
en la combinación de diferentes modificadores de la vencia en estos casos, y además, el análisis histológico
respuesta biológica (interferón alfa e interleukina-2) de estos tumores puede ayudar a diferenciarlos de los
para mejorar las tasas de supervivencia específica(20). adenocarcinomas renales.

Nefrectomía paliativa El pronóstico en la enfermedad de alto grado y/o


Aproximadamente el 30% de los tumores renales avanzada es pobre a pesar del tratamiento con ciru-
se encuentran diseminados al diagnóstico. La nefrec- gía, quimioterapia o radioterapia.
tomía paliativa está indicada en el control de la sinto-
matología derivada del tumor, cuando ésta es severa e Rabdomiosarcoma
incapacitante, como en el caso de hematuria incoerci- Es una de las neoplasias renales del adulto más
ble, síntomas compresivos por contigüidad, síndromes raras y malignas. Procede del músculo estriado y son

sección V. Oncología 447


Libro del Residente de Urología

habitualmente de gran tamaño, multinodulares y bien BIBLIOGRAFÍA


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el espacio retroperitoneal. Su aspecto histológico es 4. A. Jemal, T. Murray and E. Ward et al., Cancer
similar al de otros histiocitomas. Su tratamiento con- statistics, 2005, CA Cancer J Clin , 2005 (55):10-30.
siste en la nefrectomía radical, pero la recurrencia
5. S. Lam, J.T. Leppert and R.A. Figlin et al., Surveillance
local es frecuente y la radioterapia puede ser eficaz en
following radical or partial nephrectomy for renal
este sentido.
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448 sección V. Oncología


capítulo 27

Tumores de vía urinaria


superior

José María Arribas Rodríguez


Manuel A. Gutiérrez González
Jesús Castiñeiras Fernández

H. U.Virgen Macarena. Sevilla

Palabras clave: Neoplasias urológicas. Carcinoma. Rracto urinario. Célula transicional.


Tratamiento endourológico.
Índice capítulo 27

Tumores de vía urinaria


superior
Introducción ..................................................................................................................................................................... 473
Cuadro clínico................................................................................................................................................................. 475
Historia natural............................................................................................................................................................. 475
Diagnóstico y diagnóstico diferencial ...................................................................................................... 475
Tratamiento...................................................................................................................................................................... 478
Pronóstico .......................................................................................................................................................................... 479
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 480
27.Tumores de vía urinaria superior

capítulo 27

Tumores de vía urinaria


superior
INTRODUCCIÓN aumento del riesgo relativo para estos tumores del
2,6-3,8 en los pacientes fumadores. Parece que influye
El concepto “tumor de vía urinaria superior” hace más en el desarrollo de tumores ureterales.
referencia a aquellas neoplasias que afectan a la vía
excretora comprendida entre el meato ureteral y la Es conocida la implicación de los analgésicos que
papila renal. La mayoría son neoplasias desarrolladas a contienen fenacetina en el desarrollo de nefropatías y
partir de las células epiteliales transicionales que con- neoplasias uroteliales, ya que se asocia un consumo
forman el urotelio en este tramo de la vía urinaria. importante del mismo con el 22% de los tumores pié-
Son infrecuentes, representan menos del 5% de los licos y con el 11% de los ureterales. Actualmente se
encuentra retirada del mercado.
tumores uroteliales(1) y menos del 1% de los tumores
genitourinarios.
La acroleína, compuesto derivado del metabolis-
mo de la ciclofosfamida, se ha relacionado con la apa-
Albarrán fue el primer urólogo en describir un
rición de estas neoplasias debido a la descamación y
tumor ureteral mediante cistoscopia por la protrusión
regeneración que produce en este epitelio.
que ocasionaba en el meato ureteral.
Otras asociaciones suelen estar en relación con
Etiología exposiciones de carácter profesional a determinadas
sustancias, como ocurre en industrias químicas, petro-
Diversos factores hereditarios y ambientales han
químicas o las relacionadas con pinturas, asfaltos, alqui-
sido implicados en el desarrollo de los mismos.
trán y carbón, entre otras. Las sustancias implicadas
habitualmente son aminas aromáticas, como las anili-
Se han estudiado diversos casos de agregación
nas o bencidinas.
familiar en la aparición de estos tumores para varios
síndromes ocasionados por alteraciones cromosómi- La obstrucción crónica al flujo de orina, las litiasis
cas, lo cual hace pensar en un origen genético de las y las infecciones e inflamaciones crónicas se han rela-
mismas. En el síndrome de Lynch se asocian tumores cionado con el desarrollo de carcinomas escamosos y
de colon con los de vía excretora superior, entre adenocarcinomas. La parasitación por Schistosoma
otros. En el síndrome de Muir-Torre se asocian a ade- haematobium se relaciona con el desarrollo de carci-
nocarcinomas y a tumores de glándulas sebáceas. En noma epidermoide de vejiga y uréter.
la nefropatía de los Balcanes, para la que se sospecha
un origen viral y posee carácter familiar, el riesgo para Epidemiología
la aparición de estos tumores se multiplica por 200.
Tienen una incidencia baja, de 1-2 casos/100.000
Pero son algunos factores ambientales los que habitantes/año(2). Suponen el 2-5% de los tumores
mejor se han correlacionado con el desarrollo de uroteliales y el 5-10 % de los tumores renales.
estas neoplasias. El tabaco es el principal factor de
riesgo, principalmente por eliminación urinaria de sus- La mayoría se diagnostican entre los 50 y 70 años.
tancias carcinogénicas como las nitrosaminas, con un Afectan con mayor frecuencia al hombre que a la

sección V. Oncología 473


Libro del Residente de Urología

mujer; de hecho, la proporción de tumores de pelvis Aquellos pacientes que desarrollan un carcinoma
renal es de 2-3:1 y los ureterales de 2-4:1. urotelial de células transicionales en la vía excretora
superior tienen un 30-50% de probabilidad de pre-
Su incidencia se incrementa progresivamente con sentar otro vesical. Por el contrario, aquellos pacien-
la edad para ambos sexos, y en la raza blanca es dos tes con carcinomas uroteliales vesicales sólo poseen
veces superior a la raza negra. un 2-3% de probabilidad de desarrollar otro en la vía
urinaria superior, y puede influir en su pronóstico(3-4). Es
La localización donde se desarrollan con mayor fre- posible que el reflujo vesicoureteral presente durante
cuencia es la pielocalicial (75%), seguido del uréter, en el la RTU vesical favorezca de manera iatrogénica los
que en un 60-70% asentarán en uréter distal, el 15-25% implantes tumorales en la vía urinaria superior.
en uréter medio y el 5-10% en uréter proximal.
En el momento del diagnóstico, en torno al 50%
Una característica de los tumores uroteliales es la de los pacientes lo hacen en estadios avanzados, con
multifocalidad, tanto sincrónica como anacrónica, que una supervivencia de 2-3 años.
puede llegar al 30%. Entre un 2 y un 4% de los casos
se presentará como enfermedad bilateral.
Tabla 2. Clasificación TNM (1997).
Tabla 1. Lesiones neoplásicas de la vía urinaria superior.
T (Tumor primario)
Neoplasias de origen epitelial
Tx Afectación mural no objetivable.
Papiloma de células transicionales T0 Ausencia de neoplasia.
Benignas
Papiloma invertido
Ta Carcinoma limitado al epitelio.
Carcinoma de células transicionales TisCarcinoma in situ.
Papilar T1 Carcinoma que afecta a la membrana basal
Plano epitelial.
Malignas In situ T2 Carcinoma que afecta a la capa muscular.
Carcinoma de células escamosas T3 Pelvis renal: carcinoma que infiltra grasa
Adenocarcinoma peripiélica o parénquima renal.
Carcinoma de células pequeñas Uréter: carcinoma que infiltra la grasa
periureteral.
Neoplasias no epiteliales T4 Carcinoma que infiltra órganos de vecindad
Leiomioma o grasa perirrenal
Fibromioma
N (Afectación ganglionar)
Hemangioma
Benignas Mixoma Nx Afectación ganglionar no objetivable.
Lipoma N0 Ausencia de afectación ganglionar.
Schwannomas N1 Metástasis de 1 solo ganglio, de tamaño
Linfangiomas < 2 cm.
Leiomiosarcoma N2 Metástasis de 1 solo ganglio, de tamaño
> 2 cm y < 5 cm.
Malignas Rabdomiosarcoma
Metástasis de varios ganglios, todos de
Teratoma tamaño < 5 cm.
Lesiones secundarias metastásicas N3 Metástasis ganglionar de tamaño > 5 cm.
Linfomas M (Afectación metastásica)
Tumores metastáticos de colon,
mama, gástrico, páncreas, útero, riñón, M0 Ausencia de enfermedad metastásica.
próstata M1 Presencia de enfermedad metastásica.

474 sección V. Oncología


27.Tumores de vía urinaria superior

Anatomía patológica torácico, mediastino y ganglios supraclaviculares. Las


metástasis hematógenas son preferentemente hacia
En la Tabla 1 se recogen las diferentes lesiones hueso, pulmón e hígado.
neoplásicas que pueden aparecer el la vía urinaria
superior, y en la Tabla 2 la clasificación TNM de 1997.
DIAGNÓSTICO Y DIAGNÓSTICO
Mayoritariamente corresponden a carcinomas
primarios uroteliales de células transicionales (90- DIFERENCIAL
95%), aunque pueden presentarse también adenocar-
cinomas (1%), carcinomas escamosos (0,7-7%) o neu- Metodología diagnóstica (Figura 1)
roendocrinos.
Una vez valorado el cuadro clínico descrito ante-
riormente, y ante la sospecha de un tumor de vía
CUADRO CLÍNICO urinaria superior, debe realizarse una anamnesis
detallada, una exploración física general, una analítica
Signos y síntomas de sangre y orina y una radiografía simple de apara-
to urinario.
En las fases iniciales de la enfermedad, su diagnós-
tico en ocasiones es casual, ya que suelen ser asinto- La ecografía de aparato urinario, debido a su acce-
máticos. De hecho, en un 10% de los casos se diag- sibilidad e inocuidad, suele ser practicada de manera
nostica de manera incidental en estudios de imagen rutinaria ante este tipo de cuadro. Puede poner de
de la vía urinaria. manifiesto tumores renales o vesicales como posible
origen de la hematuria. Permite apreciar si existe dila-
Al evolucionar, en el 70-80 % de los casos, la forma tación de la vía, su grado y el nivel de inicio, si la causa
clínica de presentación posee como denominador es debida a material hiperecogénico o anecogénico, y
común la hematuria, tanto macro como microscópica, la repercusión sobre el grosor cortical renal, entre
acompañada en el 20-25% de los pacientes con dolor otros. A pesar de ello, posee muy baja sensibilidad
en flanco. Este dolor puede ser sordo, por obstrucción para el diagnóstico de estos tumores.
tumoral del sistema colector, o de tipo cólico, por la
obstrucción intermitente de la vía urinaria por coágu- La urografía intravenosa (UIV) sigue siendo el
los o esfacelos tumorales. En etapas evolucionadas de examen primordial para el diagnóstico; de hecho,
la enfermedad es posible explorar masas palpables pone de manifiesto la presencia de neoplasias de la
renales por tumores pielocaliciales o hidronefrosis, así vía urinaria superior en el 50-75% de los casos. Los
como un deterioro del estado general. defectos de repleción se correlacionan muy débil-
mente con el grado y la extensión tumoral. Esta prue-
ba no es de utilidad si existe anulación funcional renal,
HISTORIA NATURAL hecho que se produce en el 30% de los casos y debi-
do principalmente a la uropatía obstructiva ocasiona-
Como el resto de tumores uroteliales, tiende a la da por el tumor.
multifocalidad, que se da en el 30% de los casos, espe-
cialmente en los papilares. Los defectos de repleción en los tumores de tipo
papilar suelen ser lacunares, persistentes y de contor-
La extensión locorregional depende de la locali- no irregular (Figura 2). Cuando afectan a la vía intra-
zación. Los caliciales se extenderán hacia el parénqui- rrenal es posible apreciar defectos caliciales (Figura 3),
ma renal de manera rápida, mientras que los piélicos infundibulares (Figura 4), o amputación de grupos cali-
lo harán hacia la grasa y vasos linfáticos peripiélicos en ciales. En el uréter, pueden ocasionar estenosis a ese
primera instancia. Los tumores ureterales sobrepasan nivel y ureterohidronefrosis retrógrada, con atrofia
la grasa periureteral hacia retroperitoneo y órganos renal en casos evolucionados. El signo de la copa ure-
adyacentes. La diseminación linfática es hacia el canal teral es típico de los tumores a este nivel.

sección V. Oncología 475


Libro del Residente de Urología

Figura 1. Algoritmo diagnóstico.

Hematuria y/o
dolor en fosa renal

Anamnesis
Exploración física general
Análisis sangre y orina
Rx simple aparato urinario

ECO

UIV

DEFECTO REPLECIÓN DEFECTO REPLECIÓN ANULACIÓN


URETERAL PIELOCALICIAL FUNCIONAL

URETEROSCOPIA URETERORRENOSCOPIA UPR


TAC TAC
CITOLOGÍA CITOLOGÍA
CISTOSCOPIA CISTOSCOPIA

Figura 2. Imagen urográfica de tumor en pelvis renal La ureteropielografía retrógrada (UPR) es la prue-
y tercio proximal ureteral. Se aprecia en el extremo ba más sensible para el diagnóstico de estos tumo-
distal de la lesión el signo de la copa ureteral. res(5), ya que ofrece imágenes de mejor calidad. Su uso
resulta esencial en los casos de anulación funcional
renal. Durante la realización de la misma es posible la
recogida selectiva de orina de la vía en estudio para
su valoración citológica. Un valor añadido es la com-
binación con la cistoscopia en el mismo acto.

La pielografía anterógrada mediante nefrostogra-


ma sólo debe realizarse cuando la nefrostomía se ha
indicado de manera terapéutica como derivación uri-
naria urgente ante casos de sepsis con este origen, o
anuria obstructiva que pongan en riesgo la vida del
paciente. No debe ser indicada de modo diagnóstico
exclusivamente por el elevado riesgo de siembra
tumoral en el trayecto de la punción.

476 sección V. Oncología


27.Tumores de vía urinaria superior

Figura 3. Imagen urográfica de tumor en cáliz Figura 4. Imagen urográfica de tumores caliciales
superior. e infundibulares.

Otras pruebas de imagen que contribuyen al diag- Figura 5. TAC con contraste de tumor de vía urinaria
nóstico son el TAC (Figura 5) y la RNM, aunque su superior bilateral.
principal aportación consiste en la valoración locorre-
gional, el estadiaje de las lesiones y la identificación de
metástasis a distancia.También contribuyen en el diag-
nóstico diferencial, ya que pueden identificar coágulos
en la vía, cálculos radiolúcidos o adenocarcinomas
renales entre otros.

Cuando no ha sido posible establecer el diagnós-


tico es posible realizar una ureterorrenoscopia, aso-
ciada a la uretrocistoscopia. Dicha prueba permite,
además, la toma de biopsias de la vía y el tratamiento
en el mismo acto de algunas lesiones. Con fines diag-
nósticos y terapéuticos se pueden realizar nefrosco-
pias o ureteropieloscopias de manera percutánea.

La citología urinaria es un procedimiento de diag- repleción encontrados mediante los métodos de ima-
nóstico y seguimiento que, cuando resulta positiva, gen. Posee una sensibilidad del 60-70% y una especifi-
refuerza la orientación neoplásica de los defectos de cidad del 99%.

sección V. Oncología 477


Libro del Residente de Urología

Para los carcinomas de alto grado y para el carci- Figura 6. Detalle de pieza de nefroureterectomía
noma in situ, su exactitud diagnóstica es del 80%. Su radical.
validez se afecta mucho por la experiencia del citólo-
go, aumentando la dificultad en tumores de bajo
grado, en el que puede haber falsos negativos de hasta
un 80%. El hallazgo citológico indicativo de carcinoma
urotelial junto a un estudio urográfico normal, obliga a
continuar el estudio y seguimiento de la vía urinaria. Es
posible obtener orina de cada vía urinaria superior
mediante cateterismo y lavado, en cuyo caso la tasa de
falso negativo desciende a un 20-35%. Si, además, se
procede al cepillado de la vía urinaria con control
radiológico y sobre los defectos de repleción encon-
trados, la sensibilidad de la citología será del 90% y la
especificidad del 80%.

Diagnóstico diferencial
Son muchas las opciones que se presentan como Con idea de preservar la función renal y lograr
posibles diagnósticos diferenciales de los tumores del una supervivencia sin diferencias significativas frente a
tracto urinario superior, aunque en la actualidad las la nefroureterectomía radical(6), se diseñaron diferen-
exploraciones radiológicas y las técnicas endoscópicas tes técnicas quirúrgicas conservadoras. Se indican en
suelen esclarecerlos. Pueden ser confundidos con gas casos muy seleccionados, como pacientes monorre-
intestinal como imagen superpuesta, compresiones nos o con insuficiencia renal, enfermedad bilateral o
extrínsecas, litiasis, coágulos, papilas renales necrosa- alto riesgo quirúrgico para procedimientos conven-
das, bolas fúngicas, pielonefritis xantogranulomatosas, cionales. También se aplica esta cirugía en pacientes
pieloureteritis quística y glandular, burbujas de aire en birrenos con tumores únicos unilaterales, de bajo
la vía, pólipos inflamatorios, granulomas, malacopla- grado y estadio, que sean accesibles a las técnicas
quia, angiomas, colesteatomas, TBC, esquistosomiasis endourológicas.
urinaria, endometriosis, amiloidosis, etc.
Existen técnicas conservadoras para cada locali-
zación tumoral, que se pueden llevar a cabo de
TRATAMIENTO manera abierta, endoscópica, percutánea o por vía
laparoscópica(7).
Es posible tratar estas neoplasias mediante cirugía,
inmunoterapia y quimioterapia. Las dos opciones de Los tumores de uréter pelviano se pueden rese-
tratamiento quirúrgico son el radical y el conservador. car mediante ureterectomía distal y escisión del man-
guito vesical, junto a ureteroneocistostomía. Esta téc-
El tratamiento radical incluye la nefroureterecto- nica puede requerir también conformar una vejiga
mía con resección del rodete vesical perimeatal ipsila- psoica. Los tumores de uréter medio o alto se abor-
teral (Figura 6), ya que existe una alta incidencia de darían mediante ureterectomía parcial y anastomosis
recidivas en meato y en muñón ureteral residual. término-terminal o transureteroureterostomía. En
los casos en los que se requiera la resección prácti-
Los tumores localizados por encima del uréter camente completa del uréter, es posible realizar ileo-
sacro se abordan mediante lumbotomía retroperito- neoureteroplastia o autotrasplante renal sobre vasos
neal o por vía anterior, realizando la desinserción ure- ilíacos. En los casos de tumores en pelvis renal se
teral de manera endoscópica. Aquellos tumores situa- puede llevar a cabo una pielectomía parcial y urete-
dos por debajo de este nivel suelen intervenirse ropielostomía o pielectomía total y anastomosis ure-
mediante vía combinada lumbar y pelviana. terocalicial.

478 sección V. Oncología


27.Tumores de vía urinaria superior

El abordaje endoscópico mediante ureteroscopia teral 4 Ch, con una pauta de una instilación por sema-
se indica en tumores de bajo grado(8), únicos, menores na durante seis semanas(11). Cuando se asocia a tumor
de 1 cm y de características papilares. macroscópico, se requiere la nefroureterectomía.

Algunos autores desestiman este tipo de cirugía Actualmente, la única indicación de las instilacio-
ante citología de orina positiva o biopsia intraoperato- nes para este tipo de tumores es el tratamiento del
ria con tumor de alto grado, pasando a cirugía radical. carcinoma in situ.

Es posible resecarlos o fotocoagularlos con láser de El seguimiento recomendado en los casos de ciru-
Nd-YAG u Ho-YAG. Las complicaciones más frecuentes gía conservadora es mediante urografía intravenosa,
son la perforación y la estenosis de la vía, que pueden que se realizará a los seis meses y luego con carácter
ser solventadas igualmente de manera endourológica. anual, y citología urinaria cada seis meses. En la cirugía
radical se aconseja urografía y citología a los seis
Para los tumores pielocaliciales se aconseja el meses y luego con carácter anual.
abordaje anterógrado mediante nefroscopio, pudién-
dose realizar resección, biopsia de la base y mapa pié- Cuando la enfermedad se encuentra localmente
lico o fotocoagulación con láser. En este tipo de abor- avanzada o diseminada es posible hacer tratamiento
daje se recomienda revisar la base tumoral y biopsiar- paliativo con quimioterapia o radioterapia, con bajo
la en un segundo tiempo(9), así como realizar biopsias índice de respuesta completa a largo plazo.
del trayecto de nefrostomía.

Una vez completada la cirugía y cesada la hema-


turia, puede utilizarse la quimioterapia in situ. Ésta PRONÓSTICO
puede ser administrada mediante el catéter de nefros-
tomía en los casos de tumores pielocaliciales o El pronóstico de estas neoplasias se relaciona con
mediante un catéter ureteral 4 Ch de manera retró- el estadio tumoral y el grado histológico(12), indepen-
grada en los tumores ureterales. dientemente del tipo de cirugía elegida. La supervi-
vencia global a 5 años oscila entre el 31 y el 67%.
La Mitomicina C suele administrarse en perfusión
de 40 microgramos en 400 cc de suero fisiológico a Las neoplasias de bajo grado y estadio evolucio-
pasar en 8 horas durante 5 días. nan favorablemente tras cirugía radical o conservado-
ra, con una supervivencia a 5 años del 90%. Se acon-
En caso de carcinoma in situ de la vía urinaria supe- seja el tratamiento quirúrgico radical para las de grado
rior, es posible su tratamiento inmunoterápico median- intermedio, con un 43% de supervivencia, y para los
te instilaciones locales de BCG, con dosis variables entre de alto grado, con un 0% de supervivencia a los 5
50-150 mg (10). Se administra a través de un catéter ure- años.

sección V. Oncología 479


Libro del Residente de Urología

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480 sección V. Oncología


capítulo 28

Tumores vesicales
superficiales

Claudio Martínez-Ballesteros
Joaquín Carballido Rodríguez

H. U. Puerta de Hierro. Madrid

Palabras clave: Tumores vesicales. Epidemiología. Anatomía Patológica. Diagnóstico.


Factores pronóstico.
Índice capítulo 28

Tumores vesicales
superficiales
Introducción ..................................................................................................................................................................... 485
Epidemiología ................................................................................................................................................................. 486
Anatomía patológica................................................................................................................................................ 488
Diagnóstico........................................................................................................................................................................ 491
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 501
28.Tumores vesicales superficiales

capítulo 28

Tumores vesicales
superficiales
INTRODUCCIÓN vías urinarias y la insuficiencia renal. En las fases avan-
zadas de la enfermedad, la diseminación tumoral en
El carcinoma de células transicionales de localiza- los ganglios linfáticos o en los tejidos de la pelvis y del
ción vesical y particularmente, las formas de presenta- retroperitoneo provocarán con frecuencia los síndro-
ción no infiltrantes del estrato muscular, suponen en la mes de dolor pélvico y retroperitoneal.
actualidad un modelo muy representativo de desarro-
llo en investigacion básica, patogénica y terapéutica en Basándose en la gran heterogeneidad que expre-
el marco de la oncología clínica moderna. Los avances san en su historia natural y evolución, clásicamente se
en el conocimiento de las bases genéticas y molecula- caracterizan dos tipos de tumores uroteliales:
res involucradas en la etiología y desarrollo de esta
enfermedad, así como el relevante papel que en su a) Tumores superficiales: invaden más allá de la
historia natural desempeñan los nuevos agentes qui- mucosa y de la submucosa, de lento crecimiento
mioterápicos e inmunomoduladores, así como su e indolentes durante muchos años, pero caracte-
empleo combinado con las técnicas quirúrgicas clási- rizados por una gran tendencia a la recidiva y mul-
cas son los ejemplos más representativos. tifocalidad en cualquier lugar del urotelio.

Los tumores malignos localizados en el urotelio se b) Tumores infiltrantes: invaden la capa muscular o
originan de células transformadas de la mucosa de más allá, de curso clínico mas rápido, con gran
revestimiento de los conductos del tracto urinario y capacidad de diseminación ganglionar y hemató-
de acuerdo a su localización anatómica se denominan gena, siendo causa de gran morbilidad debido a
tumores uroteliales de caliciales o piélicos, ureterales, fenómenos obstructivos y a la extensión tumoral
vesicales y uretrales. Estos tumores comparten simila- fuera del árbol urinario, provocando la muerte
res características en lo que se refiere a su epidemio- por la afectación neoplásica regional y a distancia
logía, biología e historia natural y patrones morfológi- en más del 50% de pacientes.
cos. Se trata en general de tumores multifocales,
detectados bien en el momento del diagnóstico o En términos generales, más del 90% de los tumo-
bien en el transcurso de la enfermedad (tumores múl- res uroteliales se originan en la vejiga urinaria, el 8% en
tiples sincrónicos y metacrónicos), en la misma o en la pelvis renal y el 2% restante está constituido por
distintas localizaciones anatómicas y que hipotética- tumores del uréter y de la uretra. Aproximadamente,
mente podrían llegar a ocupar todo el aparato urina- entre el 75-85% de los pacientes afectos de carcino-
rio excretor. ma vesical se presentan en formas confinadas a la
mucosa o a la submucosa. Estos tumores son los con-
Sus manifestaciones clínicas derivan de la destruc- siderados carcinomas superficiales de vejiga y se esti-
ción de la mucosa y de los elementos constitutivos de ma que entre el 10-20% de ellos su evolución es hacia
las estructuras de los órganos genitourinarios, favore- formas clínicas invasoras músculo-infiltrantes.
ciendo la aparición de hematuria, que constituye el
síntoma más frecuente, tanto en el diagnóstico inicial En este capítulo se actualizan los conceptos clíni-
como en la evolución de la enfermedad. Otros signos cos, diagnósticos y terapéuticos de los carcinomas de
comunes son el dolor, la obstrucción e irritación de las células transicionales no músculo-infiltrantes.

sección V. Oncología 485


Libro del Residente de Urología

EPIDEMIOLOGÍA recientes no avalan esta tendencia global al descenso


en las tasas de mortalidad; así, recientemente se han
Bajo el término carcinoma superficial de vejiga se presentado los resultados de un análisis de correlación
engloban a los tumores en estadios Ta,T1 y Tis de cual- entre la tasa de mortalidad ajustada por cáncer vesical
quier grado de diferenciación y que en el momento del y el consumo de tabaco en diferentes comunidades
diagnóstico inicial se distribuyen aproximadamente en españolas, tras un seguimiento de 14 años, se ha docu-
el 70% de los casos como Ta, el 20% T1 y el 10% Tis (4). mentado un incremento de la mortalidad anual aso-
ciada a cáncer vesical del 2,05% , sin que parezca estar
Desde el punto de vista epidemiológico, el cáncer correlacionado con el consumo de tabaco, ya que éste
de vejiga supone, aproximadamente, el 2% de todos ha experimentado una disminución en el mismo perio-
los tumores malignos y el segundo tumor en frecuen- do de un 1,3% al año (4). Por tanto, a falta de nuevas
cia del tracto genitourinario. En el varón, este tumor hipótesis confirmadas, aún no es posible detallar las
se sitúa en el cuarto lugar después del cáncer de pul- razones que justifiquen este incremento de mortali-
món, de la próstata y del intestino grueso, mientras dad apreciado en nuestro país. El descenso de morta-
que en la mujer ocupa el décimo lugar en frecuencia lidad observado en varios países descansa sobre
y la relación estimada entre ambos sexos se sitúa varios factores, que se podrían agrupar en tres: los
entre 2,7-3,2 varones por cada mujer afecta (2). La inci- avances en el diagnóstico precoz, la consolidación del
dencia del cáncer vesical aumenta con la edad, siendo empleo de agentes quimioterápicos e inmunomodula-
más frecuente en la población de más de 65 años de dores en las estrategias de tratamiento combinadas
edad. Las tasas máximas de incidencia ocurren en la con los recursos quirúrgicos tradicionales y las mejo-
población de raza blanca en Norteamérica y en el ras técnicas llevadas a cabo en éstas, así como la intro-
norte y este de Europa, mientras que las tasas más ducción de nuevas opciones quirúrgicas.
bajas se presentan en la población de raza negra,
China y Japón. España presenta una de las tasas de Etiopatagenia
incidencia más elevadas entre los países europeos, con
unos 10.000 casos nuevos anuales (en EE.UU., unos Los factores relacionados con el inicio y desarro-
53.000 anuales) (3). llo de los tumores superficiales de vejiga son comunes
a los relacionados con los tumores infiltrantes.
Datos recientes en nuestro medio para el año
2002 permiten afirmar que ocupan el quinto lugar en Se ha descrito una asociación estrecha entre el
incidencia con 12.200 casos nuevos y el sexto en desarrollo del carcinoma vesical urotelial y el consu-
mortalidad con 4076 casos; además, como problema mo de tabaco. Los estudios describen generalmente
añadido en esta localización, el consumo de recursos un incremento relativo del riesgo de 2 a 4 entre los
sanitarios justificado por el curso clínico de la enfer- fumadores, respecto a la población que nunca ha
medad con frecuentes recidivas e incluso progresión fumado. La relación dosis-efecto para la cantidad de
de la enfermedad y por la necesidad de establecer tabaco consumida no es lineal. El riesgo aumenta a
seguimientos a muy largo plazo es muy alto y sitúa al partir de 10 cigarrillos/día y permanece más o menos
cáncer de vejiga como el quinto de coste más eleva- estable hasta los 40 cigarrillos diarios, y también se ha
do en base a sus características biológicas (8,9). apreciado un riesgo hasta 2 ó 3 veces mayor en los
fumadores de tabaco negro que en los de tabaco
La incidencia de esta patología neoplásica está rubio. Este posible incremento de riesgo asociado al
aumentando en casi todos los países; sin embargo, este tabaco negro se puede explicar por las elevadas con-
incremento en la mayoría de ellos no se corresponde centraciones que contiene de aminas aromáticas,
con un aumento de la mortalidad. Así, en los Registros como factor específico de riesgo (3). El tabaco es el fac-
de Población de EE.UU. (programa SEER) se ha obser- tor que contribuye con mayor frecuencia a provocar
vado entre 1973 y 1997 un aumento espectacular de la transformación neoplásica de las células de la
la supervivencia (SV) a cinco años, desde 53% a 77% mucosa urotelial y se ha comunicado la presencia de
en la población blanca y desde 24% a 53% en la pobla- atipias celulares en el 50% de los fumadores, compa-
ción negra (3). En España, resultados de estudios más rado con sólo el 4% en los no fumadores (4). El agen-

486 sección V. Oncología


28.Tumores vesicales superficiales

te carcinógeno específico presente en el humo de La parasitosis producida por el Schistosoma hae-


cigarrillo responsable del cáncer de vejiga aún no ha matobium se asocia a elevado riesgo de carcinoma
sido identificado, si bien es conocido que el humo de escamoso de vejiga. Este tipo de tumor posee una alta
combustión del tabaco contiene nitrosaminas, 2-nafti- incidencia en las áreas en las que la esquistosomiasis
lamina y 4-aminobifenilo, sustancias todas ellas cono- es endémica (por ejemplo Egipto) y se presenta con
cidas carcinógenas. Además, se ha demostrado la pre- frecuencia en edades más jóvenes. Suele ser un tumor
sencia de metabolitos del triptófano, concretamente bien diferenciado en el que el desarrollo de metásta-
ortofenoles, en la orina de sujetos fumadores en con- sis regionales o a distancia es infrecuente.
centraciones significativamente más elevadas que en
no fumadores (4). Una historia prolongada de infección de tracto
urinario inferior se ha relacionado con el desarrollo de
El riesgo de padecer cáncer vesical también carcinoma escamoso vesical, especialmente en pacien-
aumenta tras la exposición ocupacional a determina- tes con catéteres, litiasis y en parapléjicos.
dos compuestos, como disolventes y colorantes. La
mayoría de estas sustancias o sus metabolitos son La administración de RT en pelvis y el tratamien-
excretadas por la orina, de tal manera que existe un to con ciclofosfamida aumentan significativamente el
contacto directo con la mucosa del tracto urinario riesgo de padecer carcinoma vesical.
que actúa como mecanismo lesional. Los compuestos
mejor conocidos son las aminas aromáticas, entre las Desde el punto de vista patogénico, se considera
que se encuentran las citadas con anterioridad. El que los tumores uroteliales se originan a partir de una
empleo industrial de las dos primeras ha sido prohi- única célula, que después de acumular diversas altera-
bido en varios países. Se estima que el periodo de ciones genéticas experimenta una transformación y
latencia puede encontrarse alrededor de los 18 años proliferación tumoral, desarrollándose otros tumores
desde la exposición inicial. Se ha observado un ries- a distancia del primario con las mismas características
go elevado en varias actividades profesionales, a fenotípicas (origen monoclonal).
saber: trabajadores con tintes y aceites industriales,
industria textil, cuero, caucho, pintores, industrias quí- Los mecanismos carcinogénicos implicados son
micas, camioneros y trabajadores del aluminio. Se ha múltiples e incorporan:
estimado que la exposición ocupacional contribuiría
al desarrollo de la cuarta parte de los tumores de - La activación de oncogenes que modifican los
vejiga (5). Una de las tasas de incidencia de carcinoma mecanismos normales de crecimiento, madura-
vesical más elevada de la Unión Europea se encuen- ción y multiplicación celular, representados en los
tra en nuestro país, concretamente en la región cata- tumores uroteliales por el oncogén H-Ras. Así, Se
lana. Esta elevada tasa de incidencia podría ser debi- han observando mutaciones en el codón 12 del
da al efecto de los carcinógenos ambientales de gen hasta en el 40% de los tumores vesicales, así
carácter ocupacional, con fuerte exposición en la como sobre expresión del oncogén MDM2 que
población entre 1940 y 1960 (industrias de coloran- actúa como un regulador negativo del gen p53.
tes y disolventes industriales, etc.) combinado con el
hábito de fumar. - La sobreexpresión y amplificación de factores de
crecimiento, como expresión incrementada de los
También se han relacionado con el desarrollo de receptores del factor de crecimiento epidérmico
cáncer de vejiga otros agentes etiológicos cuyo papel (EGF), sobre todo en los tumores invasivos y
como carcinógenos finalmente quedó menos estable- amplificaciones del gen c-erb-B-2.
cido. Así, los edulcorantes artificiales se han estudiado
extensamente, sin que haya podido demostrarse cla- - Las mutaciones, delecciones o inactivación de los
ramente un aumento del riesgo asociado a carcinoma genes supresores de tumores, del gen de la proteí-
vesical y el consumo de fenacetina se ha asociado a na p53 en el brazo corto del cromosoma 17, del
una incidencia aumentada de tumores del tracto uri- gen Rb en el brazo largo del cromosoma 13 y otras
nario superior. delecciones y pérdidas alélicas (3p,5q, 6q,11p y 18q).

sección V. Oncología 487


Libro del Residente de Urología

Entre los mecanismos implicados mencionados el a carcinomas de células transicionales. Otros tipos his-
fenómeno que adquiere mayor relevancia es el efecto tológicos que se desarrollan con menor frecuencia en
de acumulación de los eventos moleculares más que el urotelio vesical son los carcinomas escamosos (3%),
la propia cronología de las alteraciones genéticas los adenocarcinomas (2%) y los carcinomas de células
implicadas, de tal manera que la actividad sinérgica de pequeñas (<1%). Existen, con cierta frecuencia, tumo-
todos los acontecimientos biológicos es la verdadera- res mixtos, con áreas de carcinoma transicional y car-
mente determinante en la transformación maligna de cinoma escamoso o de carcinoma transicional y ade-
ciertos clones de células neoplásicas (2). nocarcinoma e incluso mezclas de los tres tipos, indi-
cando la pluripontencialidad histológica del urotelio
Lo cierto es que en el caso concreto de las pato- en general. Estos tumores mixtos, aunque se conside-
logías tumorales de la vejiga los avances obtenidos en ran variantes del carcinoma transicional, resultan tener
los últimos años tanto en la carcinogénesis como en la un comportamiento clínico más agresivo y en térmi-
identificación de marcadores potencialmente útiles nos generales son ya infiltrantes en el momento del
sobre todo en el estadiaje y pronóstico han sido rele- diagnóstico inicial. Mucho menos frecuentes son los
vantes y la experiencia acumulada permite definir un linfomas, melanomas o sarcomas.
modelo de patogenia molecular para estos tumores (10).
En concreto, los carcinomas vesicales de carácter
Asimismo, los avances alcanzados progresivamen- no músculo-infiltrantes presentan diferentes grados
te en la carcinogénesis de los tumores vesicales, han de diferenciación, según su mayor o menor parecido
posibilitado la identificación de diversas rutas patogé- con la mucosa sana del epitelio transicional del urote-
nicas, relacionadas con en la aparición y desarrollo de lio. Se reconocen tres grados de diferenciación: grado
la enfermedad, que discriminan entre la evolución de I, bien diferenciado; grado II, moderadamente diferen-
los tumores superficiales papilares de bajo grado y bajo ciado y grado III, mal diferenciado. Un cuarto grado o
estadio y la de los tumores planos (carcinoma in situ) (11). carcinoma anaplásico se reconoce cuando se han per-
Así, se ha comprobado que las delecciones del cro- dido totalmente las características del epitelio transi-
mosoma 9 se correlacionan con los tumores superfi- cional normal. Los grados de diferenciación guardan
ciales papilares de bajo grado y no se encuentran pér- una estrecha correlación con la infiltración del tumor
didas alélicas de dicho cromosoma en el CIS. Sin en la pared vesical. Así, los tumores superficiales, cuya
embargo, son frecuentes las delecciones en regiones histología corresponde casi siempre a carcinomas
correspondientes a 3p,5q y 17p en tumores con inva- transicionales de grados I y II, presentan generalmen-
sión de la lámina propia (T1). Otro tipo de pérdidas te un aspecto papilar con pedículo más o menos
alélicas distintas se han observado en los tumores infil- ancho y no infiltran la capa muscular de la vejiga,
pudiendo afectar sólo a la mucosa (Ta) o a la submu-
trantes (T2-T4), por ejemplo, delecciones del gen p53
cosa (T1). Estos tumores son muy friables y tienen
(17p), del gen Rb (retinoblastoma) (13q) o del 18q.
tendencia a sangrar, por lo que la hematuria puede ser
un signo revelador. En contraste, los tumores infil-
En cualquier caso debe quedar establecido que en
trantes o invasivos corresponden generalmente a
patología tumoral de localización vesical la posibilidad de
carcinomas transicionales grado III, indiferenciados,
predicción de su potencial biológico y del curso evoluti-
anaplásicos o tumores mixtos, los cuales tienen un
vo es limitada y que la realidad clínica es que lesiones con
aspecto cerebroide y/o ulcerado, con bordes mal
similar apariencia endoscópica, estadio clínico y grado
definidos, e infiltran la capa muscular, pudiendo estar
histológico adoptan patrones de comportamiento bioló-
exteriorizados en la pared vesical o invadir órganos
gico muy variables y en gran medida impredecibles.
vecinos, como la próstata, recto, útero, vagina o
excepcionalmente incluso la pared anterior del abdo-
men (T2,T3,T4) (6).
ANATOMÍA PATOLÓGICA
A los tumores superficiales raramente se les reco-
Los tumores uroteliales de localización vesical noce capacidad para la diseminación linfática ganglio-
corresponden en la mayoría de los casos (90%-95%) nar o hematógena, pero tienen una gran tendencia a

488 sección V. Oncología


28.Tumores vesicales superficiales

Tabla 1. Clasificaciones del grado histológico aceptadas por la Organización Mundial de la Salud en 1973 y 2004.

CLASIFICACIÓN 1973 CLASIFICACIÓN 2004


1. Papiloma urotelial 1. Papiloma urotelial
2. Carcinoma Grado 1: bien diferenciado 2. Neoplasia urotelial papilar de bajo
3. Carcinoma Grado 2: moderadamente potencial de malignidad (NUPBPM)
diferenciado 3. Carcinoma urotelial papilar bajo grado
4. Carcinoma Grado 3: pobremente 4. Carcinoma urotelial papilar de alto grado
diferenciado

la recidiva local (50-70%) bien en el mismo lugar o en patológicas protagonizan debates científicos de interés
distintos lugares en la mucosa vesical y además duran- en la actualidad a la espera de alcanzar un consenso
te muchos años. Durante la evolución de estas neo- generalizado que evitaría sobretratamientos En la cla-
plasias, se observa la progresión a estadios más avan- sificación de los tumores no músculo-infiltrantes de
zados, a tumores infiltrantes, en el 5-30% de los casos vejiga se han producido modificaciones recientes pro-
en los cinco primeros años en función de la presencia puestas por la Organización Mundial de la Salud
o no de determinados factores pronósticos. (OMS) y por la Sociedad Internacional de Patología
Urológica (SIPU) (Tabla 1). Esta nueva clasificación,
El carcinoma in situ (Tis), que representa el 1-2% publicada en 2004 incluye como novedad la descrip-
de los tumores vesicales es de localización intraepite- ción combinada de los grados de diferenciación
lial de manera que su diagnóstico inicial sólo es posi- mediante el empleo de criterios citológicos y arqui-
ble tras la sospecha clínica por la presencia de sinto- tecturales específicos. De este modo, se distingue
matología miccional de carácter irritativo y la citolo- entre neoplasia papilar urotelial de bajo potencial de
gías urinarias positivas habitualmente de alto grado En malignidad (NUPBM) y carcinomas de bajo grado y
la mayoría de los casos, el Tis se asocia a tumores papi- alto grado. Las NUPBM son lesiones que no presen-
lares múltiples de grado alto y también a tumores infil- tan características citológicas de malignidad pero
trantes, y se puede localizar en la mucosa adyacente muestran células uroteliales normales dispuestas en
perilesional o en lugares alejados. Son tumores agresi- formaciones papilares. Aunque el riesgo de progresión
vos, por definición de alto grado (GIII) y están implica- es mínimo, no se pueden considerar como totalmen-
dos en la ruta patogénica de los tumores infiltrantes. El te benignas ya que mantienen una cierta tendencia a
carcinoma in situ de vejiga se caracteriza por carecer la recurrencia. A diferencia de la clasificación previa, en
de cohesión intercelular y por presentar, sus células, un esta última desaparece el concepto de grado inter-
aspecto pagetoide en el que células neoplásicas se medio, considerando a los tumores uroteliales papila-
encuentran dispersas dentro de un urotelio aparente- res como de bajo o alto grado.
mente normal o ligeramente atípico. Estas células se
suelen mostrar en el estudio citológico como elemen- La clásica clasificación de la IUCC (TNM), amplia-
tos individuales de tamaño variable pero con núcleos mente utilizada en nuestro medio también ha sido
de diámetro comparable al de las células basales y con revisada en los últimos años. La principal novedad y
una proporción núcleo-citoplasma muy alta (5). diferencia de la anterior de 1997 es la definición de
tumor superficial o infiltrante. Los tumores papilares
Recientemente se han descrito otras lesiones pla- confinados a la mucosa se consideran Ta, los tumores
nas que forman parte de la propuesta para una nueva que han invadido la lámina propia se clasifican como
clasificación de las neoplasias uroteliales y en este sen- T1 y los tumores de crecimiento plano y alto grado
tido a la atipia reactiva, a la atipia de significado des- como Tis. Debido al elevado potencial invasor que han
conocido y a la neoplasia intraurotelial de bajo grado mostrado los Ta G3, los T1 y los Tis en la experiencia
se las reconocen como entidades anatomopatológicas clínica y en los estudios moleculares, el considerar
difícilmente distinguibles del carcinoma. Estas formas como superficiales a estos tipos de neoplasia puede

sección V. Oncología 489


Libro del Residente de Urología

Tabla 2. Clasificación TNM (UICC) de 2002. considerarse como una definición subóptima (Tabla 2)
y por esta circunstancia al referirse a estas lesiones se
debe enfatizar el carácter no infiltrante del estrato
T. Tumor primario
muscular.
Tx: No es posible evaluar el tumor
primario Manifestaciones clínicas
T0: No existen signos de tumor primario
Ta: Carcinoma papilar no invasivo Los carcinomas de células transicionales de locali-
Tis: Carcinoma in situ (tumor plano)
T1: Tumor que invade el tejido conectivo
zación vesical, habitualmente, producen sintomatolo-
subepitelial gía desde fases muy tempranas de su evolución y la
T2: Tumor que invade el músculo hematuria, su forma más frecuente de presentación,
T2a: Tumor que invade la capa aparece en más del 80% de los pacientes, aunque
muscular superficial (mitad prácticamente todos ellos presentan como mínimo, al
interna) menos, hematuria microscópica en el sedimento. A
T2b: Tumor que invade la capa pesar de ello, y debido a que la hematuria se presen-
muscular profunda (mitad ta de forma intermitente, es importante subrayar que
externa) una muestra de orina normal, en ningún caso puede
T3: Tumor que invade la grasa perivesical
excluir el diagnóstico.
T3a: Microscópicamente
T3b: Microscópicamente (masa
extravesical) Lo más común es que la hematuria sea de carác-
T4: Tumor que invade cualquiera de las ter macroscópico, asintomático total y frecuentemen-
siguientes estructuras: próstata, te se asocia la presencia de coágulos; desde el punto
útero, vagina, pared pélvica o pared de vista semiológico se le denomina “hematuria
abdominal caprichosa” y en la mayoría de las ocasiones incluso
T4a: invade próstata, útero o vagina llama la atención al propio enfermo. Cuando los
T4b: invade las paredes pélvica o tumores están localizados en el área cervicotrigonal
abdominal
la hematuria puede ser exclusivamente terminal.
N. Ganglios linfáticos regionales Asimismo, la presencia de coágulos puede condicio-
nar problemas miccionales e incluso retención urina-
Nx: No es posible evaluar los ganglios ria aguda.
linfáticos regionales
N0: No se demuestran metástasis
ganglionares regionales
Por todo ello, en cualquier paciente con indepen-
N1: Metástasis en un único ganglio dencia de su sexo o edad, que presente al menos un
linfático, de diámetro máximo menor episodio de hematuria macroscópica, es de obligado
de 2 cm cumplimiento descartar la presencia de un tumor de
N2: Metástasis en un único ganglio origen urotelial, muchas veces, incluso cuando existan
linfático de diámetro máximo mayor otros diagnósticos que la justifiquen. Por el contrario,
de 2 cm, pero menor o igual a 5 cm la hematuria microscópica está presente en el 13% de
o en varios ganglios linfáticos, ninguno la población general, y tan sólo en un 0,4% su presen-
de ellos mayor de 5 cm de diámetro cia corresponde al diagnóstico de un carcinoma uro-
máximo
telial. En este caso, el inicio de un estudio depende del
N3: Metástasis en un ganglio linfático de
diámetro máximo mayor de 5 cm resto de circunstancias que rodeen el caso.

M. Metástasis a distancia La presencia de sintomatología irritativa miccional


insidiosa simulando un auténtico síndrome cístico con
Mx: No es posible evaluar las metástasis
a distancia polaquiuria, urgencia y escozor miccional no es excep-
M0: No hay metástasis a distancia cional, ocurre en el 25% de los pacientes y por este
M1: Metástasis a distancia motivo también es imprescindible considerar la even-
tual etiología tumoral en los pacientes que son eva-

490 sección V. Oncología


28.Tumores vesicales superficiales

luados por supuestas infecciones urinarias o síndro- La urografía intravenosa (UIV) mantiene su tradi-
mes prostáticos de instauración brusca y con mala cional valor diagnóstico en pacientes con historia de
evolución clínica. El carcinoma in situ es el tumor que hematuria, si bien sólo detecta aproximadamente la
más habitualmente asocia este cuadro. mitad de los tumores de localización vesical. Uno de
los valores de la UIV es su contribución al diagnóstico
Otros síntomas que pueden derivar de los tumo- de los tumores de localización en el aparato urinario
res vesicales superficiales son la anemia y menos fre- superior y a la indicación con mayor criterio de otro
cuente el dolor cólico o las lumbalgias inespecíficas tipo de exploraciones complementarias en el diagnós-
secundarias a la presencia de uropatía obstructiva por tico y estadiaje de la enfermedad como por ejemplo
crecimiento del tumor sobre el meato ureteral la pielografía ascendente, la obtención selectiva de
correspondiente a su localización. orina por punción percutánea en riñones con com-
promiso funcional o la ureterorrenoscopia. La necesi-
dad de realizar una UIV de modo rutinario en el segui-
miento de la enfermedad es controvertida para algu-
DIAGNÓSTICO nos autores ya que, consideran la incidencia de hallaz-
gos significativos con este método como baja. Se cal-
La primera aproximación diagnóstica a los tumo-
cula que la posibilidad de detectar un tumor urotelial
res superficiales de vejiga se debe realizar desde la en el tracto urinario superior mediante UIV en tumo-
semiología, y en este sentido cabe resaltar sus aspec- res T1G3 es aproximadamente de un 7%, un valor no
tos clínicos más importantes. Así, la hematuria es el despreciable para otros muchos autores que siguen
síntoma más frecuente de presentación de los tumo- considerando la vigencia de la indicación de la UIV (1).
res vesicales y en las lesiones superficiales, en particu-
lar Ta y T1, no es común el dolor vesical, la disuria o la La ecografía posee una indicación creciente en el
urgencia miccional. Cuando estos síntomas están pre- estudio inicial del aparato urinario ya que permite, con
sentes, se debe sospechar la presencia de un “carci- carácter no invasivo, dibujar todo el árbol urológico
noma in situ”, de una localización cervical de tumores con gran precisión obviando la utilización de contras-
exofíticos o de tumores infiltrantes. La exploración tes y la exposición a radiación. Combinada con la
física es inespecífica en la mayor parte de los tumores radiografía simple de abdomen puede ser tan exacta
superficiales vesicales. como la UIV en el estudio de una hematuria (1). La eco-
grafía realizada por vía abdominal es el estudio inicial-
Los pilares diagnósticos de los tumores vesicales mente recomendado en los pacientes que presentan
superficiales son las pruebas de imagen (ecografía y hematuria macroscópica monosintomática. La poten-
urografía intravenosa), los estudios citológicos urina- cia diagnóstica se encuentra directamente relacionada
rios y análisis de muestras de tejido obtenidas median- con el tamaño de la lesión: 38% de tumores menores
te resección endoscópica transuretral (RTU). La ade- de 5 mm, 82% de tumores entre 5 y 10 mm y 100%
cuada combinación de todas estas posibilidades diag- para tumores superiores al centímetro. A pesar de las
nósticas, ampliamente difundidas en nuestro medio, limitaciones a que está sujeta (obesidad, cicatrices qui-
permite realizar el diagnóstico y tratamiento de estos rúrgicas, replección vesical inadecuada, presencia de
tumores con garantías de éxito. No obstante, se van coágulos, localización tumoral en cúpula y cara ante-
incorporando a la práctica clínica habitual nuevos rior, crecimiento hipertrófico del lóbulo mediano
métodos diagnósticos entre los que destacan las téc- prostático, hipertrofia del detrusor, etc.) el porcentaje
nicas de proteo mica e hibridación in situ encaminadas de falsos positivos y de falsos negativos se sitúa en
al diagnóstico de lesiones tumorales en muestras de torno al 20%. La ecografía vesical abdominal permite
orina con mayor sensibilidad y especificidad que la conocer con exactitud el número, la localización, el
citología convencional y en el caso de la exploración tamaño y el aspecto morfológico del tumor y su base
endoscópica la incorporación de la fluorescencia para de implantación, y si se tiene en cuenta la disponibili-
incrementar el rendimiento diagnóstico en tumores dad casi universal de esta técnica en nuestro medio,
de escasa expresividad en la mucosa y el carcinoma in debe ser considerada como la prueba inicial ante una
situ con claras implicaciones pronósticas. hematuria macroscópica.

sección V. Oncología 491


Libro del Residente de Urología

Figura 1. Defecto de replección vesical en UIV Figura 2. Hallazgo de formaciones papilares


correspondiente a un tumor superficial de vejiga (pT1). intravesicales mediante ecografía abdominal.

de posible tumor infiltrante se recomienda realizar la


exploración radiológica previa a la RTU diagnóstica, ya
que el procedimiento endoscópico introduce modifi-
caciones anatómicas que disminuyen su rendimiento
diagnóstico. La aplicación más rentable de la RMN en
el diagnóstico y estadiaje de los tumores vesicales se
alcanza en las formas infiltrantes, mostrándose como
una técnica diagnóstica superior a la ecografía trans-
Aunque el empleo de otras vías de aplicación de uretral. Para los tumores superficiales, en caso de rea-
ultrasonidos diferente a la transuretral mejora los por- lizar una RMN con gadolinio y dispositivo endorrectal,
centajes de sensibilidad y especificidad, éstas no están es posible definir con un 87% de sensibilidad y especi-
disponibles en la totalidad de centros sanitarios de ficidad si existe o no infiltración de la capa muscular (2).
nuestro ámbito. La ecografía transuretral empleada Los estudios que comparan la rentabilidad diagnóstica
para el estadiaje de tumores superficiales de vejiga de la tomografía por emisión de positrones (PET) con
muestra una correlación con el estudio anatomopato- metionina frente a la TAC y la RMN demuestran que
lógico de las muestras obtenidas por RTU próxima al aquélla no es superior a éstas en el diagnóstico de
90% y supone una opción diagnóstica superior a la tumores superficiales de vejiga.
RMN para los tumores superficiales (2). La ecografía
transrectal empleada para el estadiaje de tumores Es absolutamente necesario el estudio citológico
superficiales de vejiga puede resultar similar o superior urinario en cualquier paciente adulto que presente
en términos de sensibilidad y especificidad que la TAC hematuria microscópica asintomática y, por supuesto,
para tumores localizados en las caras laterales y en la hematuria macroscópica. En torno al 20% de los suje-
cúpula (2). La aplicación del doppler color no ha tos que padecen una hematuria macroscópica sufren
demostrado mejorar la aproximación diagnóstica a los un proceso neoplásico urotelial potencialmente letal,
tumores superficicales de vejiga, ya que ni el grado his- mientras que si la hematuria es microscópica des-
tológico ni el estadio ni el tamaño se relacionan con la ciende a casi el 4% (2). Parece que si la hematuria
vascularización (2). microscópica es además microcítica, cosa que ocurre
en el 96% de las ocasiones, no se adquiere más ries-
En el diagnóstico inicial de los tumores superficia- go para padecer un carcinoma vesical. Sin embargo, sí
les de vejiga no se considera imprescindible la realiza- se deben estudiar los casos de hematuria normocíti-
ción de una TAC; no obstante, ante la sospecha clínica ca y mixta.

492 sección V. Oncología


28.Tumores vesicales superficiales

Se acepta que la sensibilidad para detectar un car- renciar entre lesiones Ta,T1 y T2. Del mismo modo, se
cinoma vesical varía entre el 10% para los tumores G1 recomienda tomar muestras representativas de las
y el 90% para los G3, así como entre el 80-90% para áreas perilesionales para documentar la eventual pre-
los Tis. Las limitaciones fundamentales son la baja sen- sencia de carcinoma in situ. El obstáculo más impor-
sibilidad en los tumores de bajo grado y su escasa tante y origen de fuertes discrepancias para los ana-
reproducibilidad, ya que la orina no es un medio pro- tomopatólogos es la presencia de músculo liso en la
picio para la conservación celular. La citología de orina lámina propia de la pared vesical y que dificulta su dis-
cuenta con un 20% de falsos negativos (tumores en tinción del detrusor.
divertículo, tumores calcificados, tumores irradiados,
escasa cantidad de orina, infección crónica y escasa Respecto a la oportunidad de obtener biopsias
severidad al aplicar los criterios citológicos) y un 10% de urotelio ópticamente normal se recomienda abs-
de falsos positivos (litiasis, insuficiencia renal crónica e tenerse en casos de tumores papilares de pequeño
infección crónica). Estos valores pueden ser mejora- tamaño con el resto de la mucosa de aspecto nor-
dos, especialmente la sensibilidad, con el análisis seria- mal y citologías negativas, ya que la posibilidad de
do de diversas muestras de orina. detectar un Tis es extremadamente baja y porque la
decisión de incluir al paciente en un protocolo de
La cistoscopia es la técnica de referencia para tratamiento endovesical adyuvante no se va a ver
visualizar y describir detalladamente los distintos tipos modificada por el resultado de la biopsia (1). Sin
de tumores vesicales. Una vez realizada es obligatorio embargo, cuando el análisis citológico de la orina es
describir con exactitud, como mínimo, la morfología positivo o se aprecian áreas de mucosa sospechosas,
del tumor, su localización, el número de lesiones es necesario tomar biopsias frías dirigidas (biopsias
visualizadas, la presencia de divertículos y el aspecto dirigidas). Si el tumor resecado se localiza en el trí-
de los meatos ureterales. Se considera de obligada gono, en el cuello de la vejiga o se sospecha la pre-
realización en pacientes adultos con hematuria sencia de Tis, se recomienda tomar muestras de la
macroscópica y, especialmente, en las estrategias de uretra prostática (1).
seguimiento de pacientes de bajo riesgo ya que, en
éstos, el empleo combinado de ecografía abdominal En la actualidad, asistimos al desarrollo e incorpo-
y citologías de orina se ha mostrado insuficiente (2). La ración de la detección en orina de determinadas sus-
inclusión de la cistoscopia en los procesos de segui- tancias como herramienta diagnóstica de precisión en
miento de pacientes ya diagnosticados de tumores los tumores de vejiga. La determinación de antígenos
vesicales ha sufrido un empuje con la incorporación asociados al tumor, proteína 22 de la matriz nuclear
y el desarrollo de la fibra óptica a la instrumentación (NMP22), telomerasa, citoqueratinas y productos de
médico-quirúrgica. La disponibilidad de cistoscopios degradación del fibrinógeno en orina son algunos de
flexibles en la mayoría de los servicios de urología ha los ejemplos de tests disponibles cuyo factor denomi-
permitido optimizar el seguimiento de los pacientes nador común es poseer una alta sensibilidad pero baja
con cáncer de vejiga. En la actualidad el rendimiento especificidad, con lo que el porcentaje de falsos posi-
diagnóstico de la cistoscopia convencional se puede tivos es considerable. Aún es necesario esperar a los
incrementar en determinadas lesiones utilizando téc- resultados de nuevos estudios prospectivos aleatori-
nicas de fluorescencia con ácido 5-aminolevulínico zados para lograr que el empleo de estas técnicas se
(5-ALA). optimice y mejore su eficiencia.

El diagnóstico definitivo en los tumores vesicales Diagnóstico diferencial


se alcanza mediante la resección transuretral de todas
las lesiones visibles, esta técnica de carácter invasivo La mencionada capacidad de diferenciación del
permite definir tanto el grado citológico como la pro- urotelio explica su tendencia desde el punto de vista
fundidad de la lesión y en consecuencia el diagnóstico de la histogénesis del desarrollo de lesiones que
y estadiaje del tumor. En su ejecución es imprescindi- adoptan similar arquitectura papilar que los carcino-
ble obtener muestra representativa de músculo-vesi- mas de células transicionales; entre ellas merece des-
cal, única fórmula para que el patólogo pueda dife- tacar por su difícil diagnóstico diferencial las siguientes:

sección V. Oncología 493


Libro del Residente de Urología

Hiperplasia urotelial papilar, entidad considerada Papiloma: Se trata de una lesión urotelial de evo-
por algunos autores como lesión precursora de neo- lución y crecimiento lentos, con posibilidad de recidi-
plasias de bajo grado, suele detectarse en el segui- var y cuya existencia es puesta en duda por varios
miento cistoscópico de pacientes con este tipo de autores. Ha sido objeto de profunda revisión en la
tumores y, con menos frecuencia, en sujetos con sín- reciente clasificación de la OMS/ISUP de 2003. Para la
tomas obstructivos o microhematuria. El aspecto cis- mayoría, el concepto de papiloma implica la presencia
toscópico es de lesión focal sobreelevada (papilar o de lesión macroscópica sin atipia celular que aparece,
sésil). Histológicamente, existe un epitelio ondulante generalmente, en sujetos de edad no avanzada y no
que adopta forma de papilas de varias alturas, con un va precedida de un tumor papilar y actualmente se
engrosamiento del urotelio de la hiperplasia y de la puede establecer que existe consenso para conside-
mucosa adyacente. Las características citológicas le rar que en un papiloma necesariamente deben existir
confieren un aspecto similar al del urotelio normal, sin formaciones papilares revestidas por urotelio de apa-
existencia de atipias. A diferencia de la neoplasia, en la riencia normal (OMS/ISUP 2003). Suele tratarse de
hiperplasia no se observa fenómeno de arborización lesiones únicas y pequeñas, la posibilidad de recidiva
ni deflecamiento papilar. En pacientes con historia de se sitúa en torno al 9% y el tratamiento es la RTU.
neoplasia urotelial es necesario mantener un segui- Ocasionalmente se extienden por gran parte de la
miento estrecho si se descubre la presencia de hiper- mucosa vesical y en este caso la lesión se denomina
plasia urotelial papilar ya que plantea la duda razona- papilomatosis difusa.
ble de que pudiese tratarse de una recidiva (Tabla 3).
La citoarquitectura del papiloma se caracteriza
por la presencia de papilas sin ramificaciones y de
Tabla 3. Diagnóstico diferencial de los tumores
superficiales de vejiga. patrón exofítico. El grosor del urotelio es variable,
aunque no puede exceder en número las capas del
Lesiones uroteliales papilares urotelio normal, con buena cohesión intercelular y fre-
cuentes células en paraguas. Si se aprecian atipias celu-
Hiperplasia urotelial papilar lares en otras células distintas a las células en paraguas
Papiloma el diagnóstico de papiloma queda excluido. Las mito-
Papiloma invertido sis son raras y el índice de proliferación celular es bajo.
Neoplasia urotelial papilar de bajo grado de Recientemente, se han descrito mutaciones en un fac-
malignidad (NUPBM) tor de crecimiento endotelial en el papiloma en por-
Seudotumores centajes similares a las neoplasias papilares de bajo
potencial de malignidad (NUBPM) y el carcinoma uro-
Cistitis incrustante telial de bajo grado.
Malacoplaquia
Cistitis papilar polipoide Papiloma invertido:Tumor urotelial benigno de cre-
Granuloma post-RTU cimiento endofítico de células en empalizada que
Otros seudotumores proliferativos no
carecen de atipias, presentando habitualmente epite-
neoplásicos
Cistitis quística lio transicional, aunque se ha descrito la presencia de
Nódulos de Von Brunn metaplasia escamosa y glandular. Se suele presentar en
Cistitis glandular forma de lesiones solitarias, sobreelevadas o pedicula-
Adenosis o adenoma nefrogénico das y la localización más frecuente es el trígono.
Pólipo epitelial prostático Histológicamente se aprecian cordones celulares que
Endometriosis se invaginan desde la superficie, que es lisa, los límites
Endocervicosis son precisos y carece de atipia celular o ésta es muy
Endosalpingosis leve. En algunas ocasiones se han descrito papilomas
Amiloidosis invertidos asociados a carcinoma urotelial concurren-
Malformaciones vasculares
Fístulas enterovesicales te, si bien se ha demostrado que la mayoría de ellos
Xantomas representan, realmente, un carcinoma urotelial no infil-
trante de patrón invertido (5).

494 sección V. Oncología


28.Tumores vesicales superficiales

Neoplasia urotelial papilar de bajo potencial de edema se transforma en fibrosis. Suelen localizarse en
malignidad (NUBPM), ya citada con anterioridad, se el fondo vesical y pueden llegar a persistir hasta seis
trata de un tumor urotelial papilar similar al papiloma meses después de retirar el catéter.
aunque, a diferencia de éste, se caracteriza por pre-
sentar un incremento de la proliferación celular que Granuloma post-RTU, verdadero granuloma a cuer-
supera el grosor del urotelio normal sin que se apre- po extraño o en empalizada localizado en un área
cien rasgos citológicos de malignidad ni pérdida de la previamente resecada. Se estima que puede presen-
polaridad celular. El curso clínico de este enfermedad tarse en torno a un 6-7% de las resecciones. Su inci-
tiende a ser recidivante, aproximadamente el 35% de dencia aumenta con el número de resecciones y en
los sujetos afectados pueden presentar recurrencia a ocasiones puede llegar a afectar al músculo liso, con-
los 5 años. La probabilidad de progresión es bastante fundiéndose con un tumor infiltrante. La cistitis quísti-
inferior se estima inferior al 5% a los 5 años de segui- ca y los nódulos de Von Brunn son formas evolutivas de
miento. Por tanto, esta entidad no es considerada la misma lesión que están formados por proliferación
como benigna y por ello es preciso un seguimiento del epitelio sin metaplasma, consecuencia de una inva-
estrecho de los pacientes que la padecen (5). ginación del urotelio que arrastra la membrana basal.
La cistitis glandular es la misma lesión que la cistitis
Existen también un grupo de lesiones uroteliales quística pero con cambios metaplásicos de células
no tumorales que se deben incorporar al diagnóstico glandulares que pueden llegar a sustituir todo el epi-
diferencial de los tumores de células transicionales, telio, asemejándose a una glándula colónica. La adeno-
bien porque por su patrón de crecimiento seudotu- sis o adenoma nefrogénico es una forma de metaplasia
moral se manifiesten como masas exofíticas que indu- urotelial de aspecto excrecente asociada a fenómenos
cen a errores de diagnóstico macroscópico, o bien irritiativos. Es una lesión benigna, aunque en un 5% de
porque la pérdida de integridad macroscópica del las ocasiones se presenta junto a un carcinoma transi-
urotelio es tan inespecífica que no se distingue de la cional. El pólipo del epitelio prostático se localiza en la
patología inflamatoria. En este grupo de lesiones vesi- uretra prostática o en el trígono. Está formado por
cales es preciso referirse a las cistitis incrustantes, enti- epitelio prostático que expresa PSA y epitelio transi-
dad caracterizada por la necrosis de la mucosa y la cional. Cursa con hemospermia o hematuria, aunque
presencia de calcificaciones en el área necrótica que en la mayoría de las ocasiones es asintomático. Otras
suele localizarse en el trígono. Su aspecto cistoscópi- entidades de carácter proliferativo son la presencia de
co es de una masa algodonosa y frecuentemente se tejidos ectópicos (endometriosis, endocervicosis o endo-
asocia a infecciones de la orina por Proteus mirabilis. salpingosis), la afectación vesical de enfermedades sis-
témicas como la amiloidosis, las malformaciones vascu-
La malacoplaquia es un proceso sistémico que lares, las fístulas enterovesicales y los xantomas.
tiene, entre otros, como órgano diana a la mucosa uro-
telial (35-40%). Se trata de un déficit de concentración Factores pronósticos
de un mediador de la respuesta inmune, el GMPc, que
ocasiona la insuficiente destrucción y eliminación de Como ya quedó establecido al desarrollar los
patógenos habituales. La formación de acúmulos de aspectos patogénicos de la enfermedad tumoral del
linfocitos, células plasmáticas, histiocitos y cuerpos eosi- urotelio, la contribución de los estudios cromosómi-
nófilos dan lugar a los llamados cuerpos de Michaelis- cos y moleculares no permiten establecer una predic-
Gutman. Microscópicamente se aprecian placas con ción pronóstica de la enfermedad que sustente poder
algunas áreas ulceradas y consistencia blanda. tomar decisiones clínicas con carácter generalizado.
Por esta circunstancia, en práctica clínica habitual la
Cistitis papilar polipoide es una lesión de origen predicción del comportamiento evolutivo de estas
yatrógeno ocasionada por la manipulación intravesical. neoplasias se basa en la utilización de factores clínicos
Se trata de una reacción papilar o polipoide de super- tales como el tamaño tumoral, el estadio clínico, el
ficie afelpada que es consecuencia del edema de la grado citológico, la presencia o no de Cis asociado, el
lámina propia y la submucosa. En casos muy evolucio- índice previo de recidivas, la multiplicidad en las lesio-
nados (portadores crónicos de catéter vesical) este nes tumorales y la presencia o no de afectación gan-

sección V. Oncología 495


Libro del Residente de Urología

glionar.Todos ellos, accesibles en la práctica clínica dia- que no revelan diferencias significativas frente a la
ria, han contribuido significativamente a la decisión resección clásica respecto al número de recidivas.
terapéutica en la asistencia a estos pacientes, pero, sin Uno de los principales argumentos que esgrimen los
embargo, su aplicación con criterios de individualiza- detractores del empleo de láser en los tumores de
ción terapéutica no se ha alcanzado todavía. vejiga es la falta de aporte de material útil para diag-
nóstico anatomopatológico. Por otra parte, los
La utilización de estos parámetros con finalidad defensores de esta técnica cuentan con datos obje-
pronóstica ha posibilitado la categorización de los tivos que revelan la superioridad del láser frente a la
pacientes con enfermedad tumoral urotelial no infil- RTU en cuanto a no provocar la contracción de los
trante en grupos de riesgo bajo, intermedio y alto aductores, asociarse con menor incidencia o ausen-
para la progresión. La probabilidad de progresión a cia de hemorragia y reducir el número de estenosis
cáncer invasor de los tumores superficiales es del 12% uretrales (5).
a 5 años por término medio, pero oscila entre 4-6%
para los tumores Ta, 29% para T1, 40% para T1G III y La hipertermia y la difusión eléctrica asociadas a
60%-80% para los tumores asociados a Cis. Aproxi- quimioterapia y la piroterapia (necrosis tumoral con
madamente la mitad de los pacientes se incluyen en el ultrasonidos de alta densidad) son otras opciones de
grupo de bajo riesgo de recaída, el 35% en el grupo tratamiento, la última de ellas extracorpórea con
de riesgo intermedio y el 15% en el de alto riesgo. Un menor difusión y en vías de desarrollo.
paciente se incluye en el grupo de bajo riesgo cuando
presenta un tumor único, estadio Ta, grado citológico La RTU-V cumple con una doble finalidad, diag-
1 ó 2, de tamaño inferior a 3 cm, con citologías de nóstica y terapeútica. La RTU-V permite la correcta
orina negativas, con margen de mucosa sana alejada estadificación y gradación del tumor y con ello, condi-
del lecho primario y presenta buena respuesta a tra- cionar el tratamiento posterior. Si esta técnica se rea-
tamiento endovesical a los 3 y 6 meses. Cuando el liza de modo correcto puede lograr la curación de
patrón de localización es múltiple,T1, de grado histo- muchos pacientes, ya que conseguirá extirpar por
lógico 3, asocia displasia o Cis, presenta citologías de completo la neoplasia. Como norma fundamental
orina positivas y recurre a pesar del tratamiento en para certificar el valor de una RTU-V se acepta que el
los 3 primeros meses, se considera dentro del grupo patólogo debe contar con muestras de capa muscular
de alto riesgo. Los pacientes de riesgo intermedio no en la pieza operatoria. De hecho, si no existe repre-
cumplen estrictamente todos los requisitos de cada sentación muscular, el tumor debe ser catalogado
uno de estos dos grupos. Actualmente, se dispone de como Tx y la realización de una nueva RTU debe con-
nomogramas para el cálculo de la probabilidad de siderarse. La realización de una perfecta RTU-V pasa
recaída, como el de la EORTC, elaborado a partir del por la sistematización del acto quirúrgico, siendo pre-
análisis de 2596 pacientes (17). ciso llevar a cabo los siguientes pasos. tacto bimanual
pre y postprocedimiento, uretrocistoscopia, toma de
Tratamiento biopsias, RTU propiamente dicha. El tacto bimanual
nos proporciona datos sobre el volumen tumoral, la
La resección endoscópica transuretral (RTU-V) afectación parietal, la posibilidad de resecabilidad y la
es el tratamiento de elección de los tumores super- fijación a estructuras vecinas maniobras imprescindi-
ficiales de vejiga. Existen otras alternativas quirúrgicas bles cuando se considera la eventual indicación de una
endoscópicas a la RTU como la electrocoagulación, cirugía radical. La uretrocistoscopia se trató en el apar-
técnica que tuvo un auge importante a mitad de tado de técnicas diagnósticas y debe considerarse
siglo XX, pero que demostró ser poco eficaz en tér- como el paso previo fundamental a una correcta RTU.
minos oncológicos debido a que los porcentajes de La toma de biopsias puede ser aleatorizada en áreas
recidiva tumoral resultaban inaceptables y la fotoco- de mucosa sana o dirigida a zonas sospechosas no
agulación con láser, como resultado de la aplicación exofíticas como mucosa hiperémica, granulosa o afel-
de las propiedades coagulativas y de vaporización pada. La elevada sensibilidad del estudio citológico de
del láser a los tumores de vejiga con resultados en la orina para los tumores de alto grado o carcinoma
los estudios comparativos conocidos hasta la fecha, in situ y el escaso número de alteraciones mucosas

496 sección V. Oncología


28.Tumores vesicales superficiales

detectadas en las biopsias son los principales factores mática, distensión abdominal o escasa recuperación
en que se apoyan los detractores de la toma de biop- de líquido de irrigación deben hacernos interrumpir la
sias aleatorizadas. Sobre áreas sospechosas no existe resección. En ocasiones es preciso la colocación de un
controversia alguna, pues se acepta universalmente la drenaje peritoneal, generalmente en fosa ilíaca izquier-
obligatoriedad de su estudio patológico. En cualquier da, así como el sondaje vesical prolongado durante 2
caso, si se decide realizar toma de biopsias aleatoriza- ó 3 semanas. La posibilidad de implantes peritoneales
das, ésta debe hacerse sobre lugares preestablecidos de células tumorales está bastante discutida y no jus-
y en número igual o superior a cuatro. tifica la necesidad de laparotomía exploradora con
lavados peritonales con suero hipertónico. El síndro-
La RTU-V es un procedimiento quirúrgico bastan- me de reabsorción post-RTU se suele producir en
te seguro. El porcentaje de complicaciones global osci- resecciones prolongadas, con sangrado importante o
la entre el 4,7% y el 16% y está directamente relacio- con el empleo de agua destilada en lugar de glicina
nado con el número y el tamaño de los tumores, así para la irrigación. Este síndrome se caracteriza por una
como con el grado de preparación técnica del ciruja- hiponatremia severa (Na < 120 mEq/l) y clínicamen-
no (5,36). La mortalidad intraoperatoria o en el post- te cursa con agitación mental o somnolencia, náuseas
operatorio inmediato es muy baja (0-1,3%) y casi y vómitos, hipertensión, bradicardia y puede desenca-
siempre relacionada con el estado clínico del pacien- denar un edema pulmonar e incluso un infarto de
te. Los procesos infecciosos asociados como prosta- miocardio. Ante la presencia de alguno de estos sín-
toepididimitis o pielonefritis, la trombosis venosa pro- tomas la resección debe suspenderse de modo inme-
funda, el tromboembolismo pulmonar y el infarto de diato, el paciente debe posicionarse en posición de
miocardio aparecen en menos del 1% de los sujetos Trendelemburg invertido y la reposición salina intra-
sometidos a RTU. La complicación inmediata más fre- venosa no debe demorarse. La reabsorción del líqui-
cuente es la hemorragia (2-13%) suele ocurrir en las do perivesical extravasado por una perforación es una
24 o 48 horas siguientes a la cirugía y es causada complicación distinta al síndrome post-RTU, es menos
generalmente por una técnica inadecuada. Es más frecuente y consiste en un fracaso de la función renal
probable en tumores de más de 3 cm, múltiples e infil- transitorio la mayoría de las ocasiones, desencadena-
trantes. Generalmente no es preciso transfundir con- do por el depósito de productos de degradación de
centrados de hematíes, si bien, es la primera causa de la hemoglobina en los túbulos renales tras hemólisis
reintervención tras RTU. Si la hemorragia no cede con secundaria a la absorción de líquido de irrigación. A
la realización de lavados maunales no debe demorar- largo plazo, la complicación más frecuente de la RTU-
se la revisión endoscópica. La perforación vesical es V es la estenosis uretral. La incidencia llega hasta el
otra complicación seria de la RTU-V y puede ser acci- 15% de los procedimientos y la causas pueden ser la
dental (casi siempre) o controlada, cuando se realizan mala lubricación del instrumental, la dispersión eléctri-
resecciones hasta la grasa perivesical para estadiaje. La ca producida durante la cirugía y el número de resec-
incidencia de perforación vesical asociada a RTU está ciones previas. El reflujo vesicoureteral es otra com-
entre el 1,3% y el 5% y es más frecuente en mujeres, plicación tardía de la RTU-V y se produce cuando es
por el menor grosor de la pared vesical. Existen dos preciso resecar el meato ureteral o su trayecto intra-
tipos distintos de perforación vesical: extraperitoneal mural; clínicamente se sospecha cuando la frecuencia
e intraperitoneal; la primera, es la más frecuente de infecciones urinarias es elevada o el paciente pre-
(85%) y se produce en las paredes laterales o en la senta episodios de dolor lumbar. La hidronefrosis por
pared posterior. La estimulación del nervio obturador electrocoagulación del meato y la cicatrización secun-
durante el corte es el mecanismo de producción más daria de éste hacen necesario el control ecográfico
frecuente. El tratamiento consiste en el drenaje de la renal de los pacientes afectados, ya que es posible
vejiga con sonda y sólo el 10% de ellas requieren que el proceso hidronefrótico pase inadvertido y cul-
reparación quirúrgica. La perforación intraperitoneal mine con la anulación funcional de la unidad renal.
es menos frecuente (17%) pero más grave, se produ- Por último, la presencia de una vejiga retráctil suele
ce casi siempre durante la resección de tumores de ser consecuencia de múltiples resecciones o de la
cúpula y cara posterior. Un cuadro de dolor abdomi- instilación adyuvante de agentes quimio o inmuno-
nal de aparición brusca, síntomas de irritación diafrag- terápicos (5).

sección V. Oncología 497


Libro del Residente de Urología

La RTU-V es el primer escalón de tratamiento del tratamiento adyuvante. Otros argumentos igualmente
tumor vesical superficial, en los pacientes de bajo ries- a favor de la cirugía radical son los excelentes resulta-
go (TaG1 o T1 G1 únicos), la RTU-V es un tratamien- dos de la cistectomía comparados con los pobres
to útil por sí solo. En pacientes de riesgo intermedio resultados de la RTU sin asociarse a tratamiento adyu-
(T1G1 múltiples, Ta G2 y T1 G2 único) y en los de vante y el infraestadiaje de los T1G3, ya que se asocian
riesgo elevado, la utilización de quimioterapia o inmu- a metástasis regionales en un porcentaje no despre-
noterapia intravesical adyuvante han demostrado su ciable (1). El primer problema para esclarecer esta cues-
efectividad en la reducción del riesgo de recidiva y de tión pasa por definir correctamente, en cada caso, si se
progresión (5). Sin embargo estos resultados han sido trata de recurrencia o de tumor residual. Klan et al.
cuestionados parcialmente por otros estudios. detectan tumor residual tras la resección de tumores
T1 en el 43% de los pacientes y hasta en el 30% de
La EORTC publicó un metaanálisis en el que se los tumores Ta. Dos grandes series de cistectomía en
incluye un número extenso de pacientes tratados con tumores superficiales Ta y T1 procedentes de centros
RTU sola o RTU y quimioterapia adyuvante en el que de referencia sitúan la proporción de estadios más
se demuestra la ganancia en intervalo libre de enfer- avanzados en el momento de la cirugía radical entre
medad en el grupo tratado con quimioterapia adyu- el 30%-35%.
vante frente al grupo de RTU sola sin haber podido
evidenciar diferencias significativas en cuanto a pro- La re-RTU constituye una opción de re-resección
gresión de enfermedad (5). Como ya se ha menciona- de los tumores superficiales totalmente válida, permi-
do, la posibilidad de recurrencia de los tumores super- te conseguir márgenes libres de tumor y reducir masa
ficiales de vejiga es de aproximadamente del 60%- tumoral, permite la toma de biopsias sistematizadas
70%, alcanzando los mayores porcentajes los tumores en vejiga y uretra, no impide el re-estadiaje de los
de alto grado. El carácter policronotópico de los tumores, se puede asociar a tratamiento endovesical y
tumores de urotelio, es decir, la tendencia que tienen conserva el órgano funcionante. Es cierto que en un
estos tumores a localizarse en diferentes momentos y elevado porcentaje de tumores, sobre todo T1G3,
lugares del urotelio, hace que toda la superficie urote- existe tumor residual y quizás en estos pacientes
lial se encuentre en peligro de transformación neo- pueda estar justificada la realización de cistectomía
plásica, característica que se conoce como “enferme- radical, aunque aún no exista evidencia suficiente, pero
dad de cambio de campo”. El diagnóstico de nuevos en la actualidad la R-RTU constituye el paso siguiente
tumores puede ser debido al implante de células neo- a la RTU en los casos en que sea preciso (TaG3 y
plásicas que permanecen en el lecho del tumor rese- T1G3 sobre todo) y antesala del tratamiento endove-
cado (auténtica recurrencia) o a la transformación sical con quimio o inmunoterapia.
maligna que ocurre en nuevas áreas de urotelio pre-
viamente displásico y no resecado (nuevo tumor). Por todo lo expuesto, es necesario concluir que la
R-RTU debe realizarse cuando la RTU previa ha sido
Algunos autores abogan por la realización de cis- incompleta (tumores múltiples o de gran tamaño),
tectomía radical precoz cuando se diagnostica un cuando se diagnostica un Ta o T1 G3 y cuando el pató-
T1G3, basándose en la alta tasa de curación que se logo informa de la ausencia de capa muscular en el
alcanza con este procedimiento y la para algunos espécimen enviado. Respecto al momento de realiza-
escasa morbimortalidad de la cistectomía radical, la ción de la R-RTU, no existe consenso actualmente,
posibilidad de reconstrucción ortotópica y, sobre todo, aunque lo más adecuado parece ser llevarla a cabo
en el porcentaje de tumor residual tras RTU-V en los entre la segunda y la sexta semana tras la RTU inicial.
tumores TaG3 y T1G3 y la tendencia a la invasividad de
estos últimos. El 10% de los T1G3 son infraestadiados El empleo de quimioterapia intravesical, tras RTU,
y realmente son tumores músculoinvasivos (1). Del está justificado en los tumores superficiales de alto
mismo modo, los Tis (neoplasia de alto grado por defi- grado (Ta, T1 y Tis) debido a que la RTU por sí sola
nición) suponen otro ejemplo de tendencia a la recu- resulta insuficiente para erradicarlos, como se ha argu-
rrencia y la invasividad, ya que la mitad de ellos se mentado en el apartado anterior. Los tumores super-
harán infiltrantes en un plazo de 5 años si no reciben ficiales solitarios de bajo grado tienen bajo riesgo de

498 sección V. Oncología


28.Tumores vesicales superficiales

recurrencia y progresión, por lo que no precisan este procedimiento efectivo. Sin embargo, tras la mejora de
tratamiento adyuvante. Para elegir correctamente un los estudios iniciales sobre QT intravesical, se sabe que
agente intravesical es necesario tener en cuenta el la instilación única post-RTU beneficia claramente a un
pronóstico del paciente, la farmacocinética de la sus- subgrupo de pacientes, los pacientes de bajo riesgo. En
tancia, su toxicidad y la eficacia conocida del agente. La este subgrupo de sujetos debe considerarse este tra-
quimioterapia intravesical tiene un triple objetivo: tamiento adyuvante como estándar (1). La EORTC y el
erradicar los restos de enfermedad, prevenir o retra- Medical Research Council (MRC) publicaron en 1996
sar su recurrencia y prevenir la progresión tumoral. los resultados de un metaanálisis comparando RTU
sola versus RTU más QT intravesical, demostrando que
Recientemente se han presentado los resultados la QT intravesical previene la recurrencia, pero no la
del estudio de la EORTC sobre 7 ensayos clínicos progresión de los tumores vesicales en pacientes de
acerca de los factores pronósticos de los pacientes alto riesgo (1). Por tanto, es este grupo de pacientes de
afectos de tumores Ta/T1. Se incluyeron 2.596 sujetos alto riesgo el que precisa de mayor número de instila-
incluidos en 7 estudios que comparan diferentes trata- ciones de quimioterapia o bien de otro tipo de trata-
mientos post-RTU. Los factores pronóstico de recu- miento. La estrategia óptima que define la duración y
rrencia resultaron ser el número de tumores, el tama- la frecuencia de las instilaciones de QT intravesical no
ño y la tasa de recidiva anterior. Respecto a marcado- está bien definida. La EORTC compara la administra-
res de progresión destacan el estadio, el grado histoló- ción mensual de mitomicina C durante 1 año frente a
gico y la presencia de Cis. Por tanto, es correcto con- la administración mensual durante 6 meses y no
siderar que la quimioterapia intravesical está indicada encuentra mejoría significativa respecto a la recurren-
para los pacientes con tumores múltiples, frecuentes cia si la primera instilación se realiza de modo inme-
recurrencias, enfermedad de alto grado (sobre todo diato, luego parece lógico no prolongar el tiempo de
T1 G3), citología positiva post-RTU y carcinoma in situ instilación hasta el año (1). Respecto a la epirrubicina, sí
(5,33). Un metaanálisis que incluye 7 ensayos clínicos que parecen existir diferencias en cuanto a la recu-
randomizados (1.476 pacientes), con una mediana de rrencia si se realiza durante 3 meses o 1 año, a favor
seguimiento de 3,4 años ha demostrado que una ins- de este último periodo (1). Respecto a las sustancias uti-
tilación de quimioterapia inmediata tras la RTU redu- lizadas, las más utilizadas son la mitomicina C (MMC) y
ce el riesgo relativo de recurrencia en un 40% (1). El las antraciclinas epirrubicina y doxorrubicina, presen-
efecto que produce la instilación de un agente quimio- tando similar toxicidad. La presentación de síntomas
terápico intravesical se explica por un doble mecanis- asociados al tracto urinario inferior es bastante común
mo: la destrucción de las células tumorales circulantes y refleja un sustrato de cistitis química asociado a la ins-
tras la RTU y la citolisis de las células tumorales resi- tilación. La mielosupresión es el más temido de los
duales en el lecho resecado. El momento de la instila- efectos adversos, tanto por su peligrosidad como por
ción en todos los estudios se produce en las primeras la dificultad de tratamiento si se presenta en un grado
24 horas tras la RTU. Este esquema de administración, importante. Su posibilidad de aparición está directa-
ya empleado desde hace años para los tumores de mente relacionada con la dosis, siendo más frecuente
alto grado, es reproducible en todos los pacientes. El con dosis de MMC entre 60-120 mg administradas
principal obstáculo para la instilación inmediata es la cada 1-4 días. Se recomienda emplear dosis más bajas,
sospecha de perforación intra o extravesical, ya que en de 40 mg, con lo que reduce notablemente el riesgo
tal caso debe abandonarse la idea de exponer al de aplasia medular, así como realizar controles analíti-
paciente a los efectos adversos sistémicos de un agen- cos habitualmente. Otro efecto adverso frecuente tras
te quimioterápico. En la última edición de las guidelines instilación de MMC es la dermatitis palmar y genital,
de la European Association of Urology (EAU), en evitable con recomendaciones higiénicas. Respecto al
2006, se estima que el número necesario de pacientes esquema de instilaciones múltiples con MMC, una ins-
a tratar (NNT) mediante instilación intravesical con tilación inmediata tras RTU y otras 4 a intervalos de 3
quimiterapia es de 8,5 y, debido a que el coste de una meses durante 1 año demostró disminución en la tasa
instilación es más de 8,5 veces inferior a los costes de de recurrencia e incremento del intervalo libre de
una resección (RTU, anestesia y hospitalización), la rea- enfermedad tanto en sujetos de bajo como de alto
lización de una instilación inmediata tras RTU es un riesgo en un estudio del MRC (5).

sección V. Oncología 499


Libro del Residente de Urología

Otros agentes empleados con menor frecuencia En el caso concreto de la BCG el régimen de tra-
son cisplatino (CDDP), mitoxantrona y arabinósido tamiento con mayor aceptación contempla el manteni-
de citosina (ARA-C). El uso del CDDP está práctica- miento a largo plazo en un esquema terapéutico con-
mente abandonado por la tasa de reacciones anafilác- creto 6.3.3 durante tres años, evidencia que proviene
ticas que provocó, la mitoxantrona demostró efectivi- fundamentalmente de dos grupos cooperativos, el
dad en un ensayo con escaso número de pacientes ya SWOG americano y la EORTC (13).
previamente tratados y el ARA-C parece tener un
efecto beneficioso si se usa combinado con MMC y Los mecanismos de acción intrínsecos de la BCG
adriamicina. Finalmente, la incorporación de nuevos intravesical se caracterizan por desempeñar un papel
agentes es constante hoy día, así como la mejora de modulador del sistema inmune y, más concretamente,
los esquemas ya conocidos. Cabe destacar, entre los de sus mecanismos efectores antitumorales. Estos
nuevos agentes, la utilización del docetaxel por vía mecanismos incluyen tanto elementos moleculares
intravesical, mostrando en estudios fase I buena tasa como celulares. A nivel molecular es conocida la par-
de respuesta y escasa toxicidad. ticipación de IL2, IL12 e INF gamma, aunque parece
que pueden considerarse más que como el inicio del
En el contexto del tratamiento inmunomodulador proceso inmunológico antitumoral, como la conse-
de la enfermedad neoplásica se encuentra, como uno cuencia, es decir, el reflejo de los eventos celulares
de los máximos exponentes, el tratamiento del carci- que, en último término, realizan la verdadera acción
noma vesical con bacillus de Calmette-Guerin (BCG) antitumoral. A nivel celular, se han descrito incremen-
y se basa en la instilación periódica, mediante un caté- tos en el número total de células Natural Killer (NK),
ter uretral, de preparaciones de BCG obtenidas a par- linfocitos y monolitos (15,16).
tir de la cepa original obtenida del Micobacterium
bovis. Junto al tratamiento con BCG, pero sin alcanzar Aunque es cierto que aún se desconocen bastan-
similares resultados o desarrollo, se han utilizado otros tes aspectos relativos a la naturaleza de la reacción
agentes inmunomoduladores, igualmente aplicados que provoca la BCG, pero sí que se puede afirmar hoy
por vía intravesical, por ejemplo, Interferón alfa (INFa), día que se trata de una secuencia de hechos, algunos
Keyhole Limpet Haemocyanin (KLH), interleucina 2 de los cuales se han descrito con bastante exactitud.
recombinante (IL2r) y Rubratín. El punto de partida de la reacción inmune antitumo-
ral se establece a partir del número de unidades for-
En la actualidad la indicación de tratamiento con madoras de colonias (UFC) de cada una de las cepas
BCG se realiza en el carcinoma transicional in situ, en actualmente disponibles en el mercado y de su con-
los tumores residuales post RTU y en la profilaxis de tacto y fijación, una vez instiladas, al urotelio. Esta fase
las recidivas y, ocasionalmente, de la progresión de de contacto es un requisito indispensable para que la
los tumores superficiales en pacientes de alto riesgo. preparación desencadene la respuesta inmunológica
Una vez establecida una correcta indicación, se debe ulterior. Los bacillus se fijan al urotelio uniéndose a la
iniciar el tratamiento en un plazo aproximado de fibronectina presente en la pared vesical, tanto en la
7-14 días tras la RTU, con el fin de disminuir el por- zona de cicatrización como en el resto del urotelio.
centaje de absorción sistémica y con ello los efectos Esto es posible ya que participa tanto la forma soluble
indeseados. (plasmática) como insoluble (membrana basal) de la
fibronectina. Un dato que muestra la importancia de
Las evidencias actuales permiten establecer que la esta unión fibronectina-BCG es el hecho de que se ha
inmunoprofilaxis es superior a la quimioprofilaxis en comprobado una disminución de la eficacia antitumo-
términos de eficacia terapéutica referida a la disminu- ral en pacientes tratados con fármacos que modifican
ción del número de progresiones con disminución los mecanismos fisiológicos de la coagulación. Una vez
estimada del riesgo del 27% más/menos 9 en los producida la unión, la internalización del complejo
esquemas que contemplan su mantenimiento prolon- fibronectina-BCG en la pared vesical es conocida con
gado, si bien con mayor toxicidad respecto a la qui- menos detalle, aunque se conocen varios mecanismos
mioprofilaxis, lo que en la práctica se traduce por la implicados: paso a través de soluciones de continuidad
coexistencia de ambos regímenes de tratamiento (12). de la pared vesical, transporte activo y fagocitosis.

500 sección V. Oncología


28.Tumores vesicales superficiales

Finalmente, se desencadenan varios eventos de acti- BIBLIOGRAFÍA


vación celular. La activación directa de los macrófagos
por el complejo fibronectina-BCG, una reacción de 1. Oosterlink W. et al. Guidelines on TaT1 (non-muscle
hipersensibilidad retardada mediada por linfocitos T4 invasive) bladder cancer. European Association of
y citocinas y la activación y estimulación directa de Urology, 2006.
células NK son los tres eventos mejor conocidos. Una
vez desencadenada la respuesta inmune, es preciso 2. Resel L. y Moreno J.Tratado de Oncología Urológica.
que se amplifique. Las células con capacidad lítica anti- Sanidad y Ediciones S.L., Madrid. 2003.
tumoral proliferan, tanto a nivel local como sistémico,
3. Solsona E. “Manejo conservador del cáncer vesical
mediadas por citocinas y moléculas de adhesión. La
infiltrante con RTU exclusivamente”. En: “Cáncer de
expansión celular principal descansa sobre los linfoci-
vejiga: historia natural, biología y terapéutica”. Angulo
tos T8 y las células NK. Respecto a estas últimas, se
J. y Berenguer A. Ed. Luzán, Madrid 2004.
sabe que la eficacia antitumoral de la BCG se ve seria-
mente afectada si las células NK no están presentes. 4. Walsh P.C., Retik A.B., Stamey T.A. y Vaughan E.D.
Recientemente se han publicado los resultados de un Campbell’s Urology 8th edition. Saunders Company,
estudio multicéntrico y prospectivo que demuestra Philadelphia. 2005.
que la expansión celular más significativa ocasionada
por la BCG afecta a un subtipo de células NK, las NK 5. Martínez-Piñeiro J.A. y Martínez-Piñeiro L.:“Inmunotera-
CD3-CD56+, con capacidad para producir y secretar pia con BCG y cáncer vesical superficial”. En:“Cancer de
INF gamma, con alta actividad antitumoral. Además, vejiga: historia natural, biología y terapéutica”.Angulo J. y
este efecto de activación NK y su acción antitumoral Berenguer A. Ed. Luzán, Madrid. 2004.
se prolonga en el tiempo, con lo que la prolongación 6. Carballido Rodríguez J.A. et al. Neoplasias uroteliales.
del régimen de mantenimiento se ve reforzada (14). Medicine; 8(115): 6135-6147, 2003.

La interrogante planteada en la actualidad respec- 7. Reuter H.J. Técnica de la endoscopia urológia. Ed.
to a la utilización de la inmunoterapia con BCG se Franz W. Wesel, Baden-Baden. 1979.
desprende de los propios resultados alcanzados, ya
8. http://cne.isiiii.es/htdocs/cancer/mort2004.bxt
que parece haberse alcanzado un “techo terapéutico”
al reconocer que el porcentaje de pacientes no-res- 9. Botteman J. “Economical aspects of bladder cancer”.
pondedores alcanza el 25%, que existen limitaciones Pharmacoeconomics 2003; 21:1315-1330.
en su utilización (vejigas de capacidad disminuida, toxi-
10. Hanahan D.; Weinberg R. ”The hallmarks of cancer”.
cidad…) y que todavía no disponemos del régimen
Cell 2000; 100:57-70.
estándar de tratamiento a pesar de haberse utilizado
muchos, a saber: dosis alta vs. baja, inducción con o sin 11. Knowles M. A.”Molecular biology of bladder cancer”
mantenimiento durante un año vs. tres años, etc. asu- En Urological Cancers, Waxman J. (ed.).2005
miendo que durante muchos años la investigación clí- Springer-Verlag Ch. 12:115-130.
nica no pudo responder a estas interrogantes.
12. Neuhaus M; Wagner U.; Schmid U et al. “Polysomies
but not Y chromosome losses have prognosis
significance in pTa/pT1 urinary bladder cancer”.
Hum. Pathol 1999 ; 30: 81- 89.
13. Brandau S.; Reimensberger J.; Jacobsen M. y col. «N.K.
cells are essential for effective BCG immunotherapy»
Int. J. Cancer 2001; 92: 697-702.
14. Carballido J.; Álvarez-Mon M.; Solovera F.J.; Ondina
L.; Durantez A. “Clinical significance of natural killer
activity in patients with transitional cell carcinoma of
the bladder”. J. Urol. 143(1): 29-3. 1990.

sección V. Oncología 501


Libro del Residente de Urología

15. Silvester R.J.; van der Meijden A.; Lamm D.M. isoniacid for intermediate and high risk Ta and T1
“Intravesical bacillus Calmette-Guerin reduces the papillary carcinoma of the bladder: a European
risk of progresión in patients with superficial bladder Organization for Research and treatment of cancer
cancer: a metaanalysis of the published results of genito-urinary group randomized phase III trial”.
randomized clinical trials”. J. Urol 2002;168:1964- J. Urol 2001;166: 476-481.
1970.
17. Millan-Rodríguez F. et al. “Multivariate análisis of the
16. Van der Meijden A.; Brausi M.; Zambon V. y col. prognostic factors of primary superficial bladder cancer”.
”Intravesical instillation of epirubicin, bacillus J Urol 2000; 167:73-78. http://www. eortc.be/tools/
Calmette-Guerin and bacillus Calmette-Guerin plus bladdercalculator/

502 sección V. Oncología


capítulo 29

Cáncer vesical infiltrante

Felipe Cáceres Jiménez


Carlos Sánchez Rodríguez
Luis Martínez-Piñeiro
J. Javier de la Peña Barthel

Hospital La Paz. Madrid

Palabras clave: Cáncer vesical infiltrante. Factores pronóstico. Diagnóstico-Estadificación.


Índice capítulo 29

Cáncer vesical infiltrante

Introducción ..................................................................................................................................................................... 507


Epidemiología ................................................................................................................................................................. 507
Etiología................................................................................................................................................................................ 508
Factores pronósticos................................................................................................................................................ 508
Anatomía patológica................................................................................................................................................ 509
Diagnóstico........................................................................................................................................................................ 510
Pruebas de laboratorio.......................................................................................................................................... 510
Pruebas de imagen .................................................................................................................................................... 512
Métodos endoscópicos ........................................................................................................................................... 513
Evaluación bajo anestesia.................................................................................................................................... 513
Estadificación................................................................................................................................................................... 513
Tratamiento...................................................................................................................................................................... 515
Tratamiento quirúrgico......................................................................................................................................... 515
Radioterapia ..................................................................................................................................................................... 517
Tratamiento adyuvante......................................................................................................................................... 517
Manejo del cáncer vesical metastásico .................................................................................................. 517
Tratamiento de rescate local y paliativo.............................................................................................. 518
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 519
29. Cáncer vesical infiltrante

capítulo 29

Cáncer vesical infiltrante

INTRODUCCIÓN La incidencia y la tasa de mortalidad del cáncer de


vejiga aumenta con la edad. Existen diferencias en
El tejido que recubre la vejiga recibe el nombre de cuanto a la incidencia en diferentes razas de un país.
urotelio, que consta de 7 o menos capas de células epi- En Estados Unidos es más frecuente en la raza blanca.
teliales transicionales, que se apoyan sobre la membra- La diferencia de incidencia entre blancos y negros se
na basal; en profundidad se extiende una capa de tejido observa en la enfermedad localizada, siendo el riesgo
conectivo que recibe el nombre de lámina propia, en el de mortalidad y de tumores agresivos el mismo.
interior de la cual se encuentran haces musculares dis-
continuos, que reciben el nombre de muscularis muco- La incidencia es mayor en Europa occidental y en
sae. Más externamente se encuentra la pared muscular Norteamérica, siendo baja en Europa del Este y en
vesical, que recibe el nombre de muscularis propia y está algunos países asiáticos. No se han objetivado diferen-
formada por tres capas musculares con distinta disposi- cias en relación al estatus social. Las diferencias encon-
ción. Se define el carcinoma vesical infiltrante como tradas en relación a la edad y al sexo sugieren la exis-
aquel que afecta a la capa muscularis propia. tencia de cierta susceptibilidad genética.

Los tumores vesicales constituyen la segunda La tasa de supervivencia a los cinco años es más
patología tumoral urológica detrás del cáncer de prós- alta en hombres que en mujeres. Las tasas de super-
tata y la cuarta neoplasia sólida en los adultos. Un por- vivencia por estadio en el momento de presentación
centaje variable de ellos (según determinados factores es más favorable entre los blancos.
que posteriormente se tratarán) serán infiltrantes,
confiriéndole a la enfermedad peor pronóstico, lo que El carcinoma del epitelio de transición es el más
hace indispensable un buen enfoque diagnóstico y frecuente; sin embargo, las mujeres y las personas de
terapéutico. raza negra muestran un porcentaje más alto de otros
tipos, respecto al resto de la población (Ca. espino-
celulares, adenocarcinomas), lo que empobrece el
EPIDEMIOLOGÍA pronóstico.

El cáncer vesical representa el 2% de todos los Debido a la clínica y a la evolución natural de la


tumores malignos y es el segundo en frecuencia del enfermedad, el cáncer de vejiga no se suele detectar
sistema urinario. La vejiga es la localización más fre- como un hallazgo incidental en la autopsia, diagnosti-
cuente de los tumores del tracto urinario. cándose durante algún momento de la vida (a dife-
rencia del cáncer de próstata).
El cáncer de vejiga es 2,5 veces más frecuente en
hombres que en mujeres. Es el cuarto cáncer más fre- En cuanto a localización, lo más frecuente es en la
cuente entre los hombres y representa el 6,2% de zona posterior y caras laterales, seguido de los orifi-
todos los cánceres. En las mujeres es el octavo en fre- cios ureterales, trígono, cuello y cúpula (atribuyéndo-
cuencia y representa el 2,5% de todos los cánceres. se peor pronóstico en estos últimos).

sección V. Oncología 507


Libro del Residente de Urología

ETIOLOGÍA cuentemente infiltrante que en el resto de la


población. El periodo de latencia es de 6 a 13
Se han descrito numerosos agentes carcinógenos años.
relacionados con el cáncer de vejiga, que inducirán
lesiones en el DNA de las células, conduciendo a la • IRRADIACIÓN PELVIANA: Aumenta el riesgo de
transformación maligna. Es posible que sean necesa- cáncer de vejiga entre 2 y 4 veces, siendo éste de
rias varias lesiones para que se produzca la enferme- peor pronóstico.
dad. Entre esos factores podemos destacar los
siguientes: • CONSUMO DE ANALGÉSICOS: El uso excesivo
de analgésicos que contengan fenacetina se relacio-
• TABACO: el riesgo de sufrir cáncer de vejiga es 4 na con un aumento del riesgo entre 2 y 6,5 veces,
veces superior en los fumadores que en los no viéndose incrementado con la dosis consumida.
fumadores. Asimismo, el riesgo aumenta con el
número de cigarrillos consumido, la inhalación del • ONCOGENES: Se ha encontrado relación con la
humo, así como el tiempo que dura la adicción. familia ras (concretamente, ras p21), lo que le
Deben pasar cerca de 20 años sin fumar para que confiere peor pronóstico a la enfermedad.
el riesgo vuelva a su basal. No se sabe con exacti-
tud que sustancia se relaciona con la enfermedad. • ALTERACIÓN DE GENES SUPRESORES: La alte-
ración de determinados genes se ha visto relacio-
• EXPOSICIÓN PROFESIONAL: La mayoría de nada con el desarrollo del cáncer de vejiga como
estas sustancias son aminas aromáticas: tinturas de son: p 53, gen del retinoblastoma y determinados
anilina, 2-naftilamina, 4-aminobifenilo, 4-nitrobifeni- genes localizados en el cromosoma 9.
lo, 4-4-diaminobifenilo, 2-amino-1-naftol. Se han
relacionado otras sustancias como el hollín del • OTROS: Extrofia vesical, relacionándose con el
carbón, la acroleína, gases derivados de la com- adenocarcinoma, la enfermedad de los pies
bustión... Cole y cols.,1972, estimaron que la quin- negros, relacionada con el consumo de arsénico,
ta parte de los cánceres de vejiga tienen como el antecedente de trasplante renal, la ingesta esca-
causa la exposición profesional. sa de líquido crónica. Existen otros factores que
actualmente no pueden relacionarse con la enfer-
• INFECCIONES: La cistitis crónica asociada a cálcu- medad como son el café, el té, los edulcorantes
los o sondas vesicales permanentes se relaciona artificiales y los metabolitos del triptófano.
con una mayor prevalencia de cáncer de vejiga que
el resto de la población, siendo éste con más fre-
cuencia de estirpe espinocelular. Por otra parte, el
Schistosoma haematobium se relaciona con el desa- FACTORES PRONÓSTICOS
rrollo de carcinoma de este tipo celular, lo que
explica que en Egipto, donde el patógeno es endó- Existen factores pronósticos de diversos tipos,
geno, el 60-75 % de los cánceres de vejiga son de destacando:
células escamosas. Se ha descrito una asociación
entre la tuberculosis genitourinaria y el cáncer de Parámetros clínicos y biológicos
vejiga. No se ha podido relacionar directamente el
Papilomavirus con el cáncer de vejiga. Las infeccio- Los de mayor utilidad para predecir recurrencia y
nes que se relacionan con esta enfermedad habi- progresión en el cáncer superficial son: el grado tumo-
tualmente son duraderas e intensas. Se desconoce ral, la profundidad (estadio), la invasión de ganglios lin-
el mecanismo por el que se da esta asociación. fáticos, el tamaño tumoral, la presencia de displasia
urotelial o carcinoma in situ, así como la frecuencia de
• CITOTÓXICOS: Se observa una relación entre el las recurrencias tumorales previas. De todos estos, los
uso de CICLOFOSFAMIDA y el desarrollo de más importantes son el grado tumoral, el estadio y la
cáncer de vejiga, que es de mayor grado y más fre- presencia de carcinoma in situ.

508 sección V. Oncología


29. Cáncer vesical infiltrante

Otros parámetros de laboratorio El aumento de la población aneuploide y el por-


no adaptados a la práctica clínica centaje de células S se correlaciona con el grado, esta-
dio tumoral, probabilidad mayor de recurrencia y pro-
Antígenos A,B,H y otros antígenos gresión, así como menor tasa de supervivencia. El
sanguíneos aumento de PCNA, Ki67 también se ha relacionado
Abolición de la expresión de antígenos de grupo con factores desfavorables.
sanguíneo A, B y H. Aumento de la expresión del antí-
geno del grupo sanguíneo de Lewis. Otros antígenos: Combinación de marcadores
M344,T138, 19A211, EMA (de membrana epitelial). Este tipo de análisis es complicado por el hecho de
que es difícil establecer con certeza si estas expresio-
Matiz extracelular y moléculas nes anormales múltiples se producen en una misma
de adherencia celular célula.
Los niveles elevados de fibronectina, interrupción
de la. El fenotipo del cáncer infiltrante se asocia con
alteración de otras dos moléculas de adherencia: la
integrina α6-β4 y la cadherina E.
ANATOMÍA PATOLÓGICA
La característica común de los tumores vesicales
Factores de crecimiento y sus receptores infiltrantes es la afectación de la capa muscular propia
Las alteraciones de la expresión de receptores
de la vejiga. Según el origen de las células cancerosas,
factor de crecimiento epitelial en el urotelio maligno se
podremos diferenciar entre tumores uroteliales, sien-
relacionan con tumores más agresivos. Los factores de
do éstos los que, como su nombre indica, se derivan
crecimiento transformadores beta (TGF-β) producen
del epitelio de transición, y tumores con un origen dis-
una proliferación tumoral más lenta e indolora, aun-
que también ejercen un efecto angiogénico potente. tinto del urotelio.
La amplificación del oncogén c-erb-B2 es rara, pero se
relaciona claramente con la progresión tumoral. Sin Tumores uroteliales
embargo la sobreexpresión de c-erb-B2 no se rela-
ciona con recurrencia o progresión tumoral. El factor • CARCINOMA DE CÉLULAS TRANSICIONA-
de crecimiento de las células endoteliales derivadas de LES: Es el tipo histológico más frecuentemente
las plaquetas (PDECGF) es una timidina que tiene un encontrado, representando más del 90% de los car-
potente efecto angiogénico y su concentración en los cinomas vesicales. Puede adquirir distintos patro-
tejidos tumorales se correlaciona con el estadio y nes de crecimiento, teniendo distinta morfología:
grado tumoral. polipoide, sesil, papilar, nodular, ulcerado o difuso,
caracterizándose por afectar a la capa muscular
Anomalías genéticas y cromosómicas propia de la vejiga, ya sea a la muscular superficial
El aumento o disminución de la cantidad de cro- (T2a) o llegar a la muscular profunda (T2b) (clasi-
mosomas y las alteraciones de tamaño o configura- ficación UICC 2002). Las características citológicas
ción se asocian a recurrencia y progresión: aumento consistirán en un aumento del número de capas
de cantidad del cromosoma 7, delección del cromo- epiteliales, con pérdida de la polaridad celular,
soma 9 y 17p. El aumento de la expresión nuclear de encontrando anomalías de la maduración nuclear,
p53 en pacientes cistectomizados conlleva la disminu- con aumento de la relación núcleo-citoplasma,
ción de la tasa de supervivencia y la progresión de la destacando grandes nucleolos y pudiéndose
enfermedad. El p53 también puede predecir la res- observar mayor número de mitosis que en el uro-
puesta a quimioterapia. telio normal.

Marcadores de proliferación Este tipo de tumor presenta metástasis gangliona-


Una gran cantidad de células proliferativas se aso- res locorregionales en un 40-50% de los casos y
cia con la agresividad tumoral (medido en figuras cerca del 65% de ellos presenta metástasis a dis-
mitóticas por campo). tancia en el momento del diagnóstico, siendo

sección V. Oncología 509


Libro del Residente de Urología

éstas más frecuentes en hígado, pulmón, hueso y DIAGNÓSTICO


suprarrenal.
El síntoma más frecuente que aparece en el cáncer
• CARCINOMA ESPINOCELULAR: Habitualmente de vejiga es la hematuria (85% pacientes), que general-
asociado a irritación crónica de la mucosa vesical, mente es asintomática. El segundo más frecuente es la
representa el 1% del total de los cánceres de veji- clínica miccional, debiendo hacer diagnóstico diferencial
ga, aumentando su frecuencia hasta un 80% en con la patología infecciosa. Esta sintomatología irritati-
zonas donde el Schistosoma haematobium es endé- va es típica del carcinoma in situ, de los tumores que
mico. Contiene acúmulos de queratina, en cuyo afectan trígono y cuello vesical y de los tumores infil-
interior se encuentran grupos celulares que reciben trantes. Otro síntoma es el dolor en flanco producido
el nombre de perlas escamosas. El grado de dife- por una uropatía obstructiva debida a invasión del ori-
renciación puede ser variable, pareciendo tener el ficio ureteral por el tumor. En casos avanzados se
mismo pronóstico que el carcinoma de células
puede ver una masa pélvica o linfedema en miembros
transicionales para cada grado, si bien globalmente
inferiores, así como síndrome constitucional.
el pronóstico es desfavorable ya que suele detec-
tarse habitualmente en una fase avanzada.

• ADENOCARCINOMA: Conforman menos del PRUEBAS DE LABORATORIO


2% del total de los cánceres vesicales, pudiendo
ser: dependientes del uraco, siendo éstos extre- Citología de orina
madamente infrecuentes, primarios o metastási-
cos. Los primarios se asocian con mucha frecuen- En la actualidad es el método más utilizado. Nunca
cia a la extrofia vesical (85%), pudiendo adoptar se utiliza la primera orina de la mañana, ya que no es
todas las características histopatológicas de los adecuada para la conservación celular por su acidez,
adenocarcinomas entéricos, siendo frecuentemen- riesgo de contaminación bacteriana y baja osmolari-
te productores de mucina. Generalmente son dad. Es más sensible en pacientes con tumores de alto
tumores indiferenciados, teniendo mal pronóstico grado o CIS (80-90% de CIS, 90% de G3, 50% de G2
fundamentalmente por lo avanzado de la enfer- y 10% de G1). Puede asociarse con falsos negativos en
medad al diagnóstico, siendo peor aún en aquellos el 20% de los pacientes con tumores de alto grado,
que presentan células en anillo de sello, que oca- teniendo alta especificidad y valor predictivo positivo.
sionarán una linitis plástica vesical. Serán frecuentes
los focos de necrosis y hemorragia intratumoral. Los falsos positivos (1-12%) son debidos a litiasis,
insuficiencia renal crónica o infección urinaria crónica
• FORMAS MIXTAS: En un porcentaje variable pode-
(es decir, por enfermedades no malignas).
mos encontrar carcinomas de células transiciona-
les con áreas de carcinoma escamoso o de ade-
Los falsos negativos (20%) son debidos a: cantidad
nocarcinoma, que habitualmente le confiere peor
insuficiente de orina, tumores calcificados o alojados
pronóstico.
en divertículos, infección de orina crónica y aplicación
Tumores no uroteliales de criterios con menor severidad.

Entre éstos podemos mencionar los siguientes: Otras pruebas en orina


SARCOMAS, poco frecuentes, de mal pronóstico por
lo general y con gran capacidad de afectación local, BTA
encontrándose con más frecuencia el rabdomiosarco- Detecta antígenos de la membrana basal que han
ma en la edad pediátrica y el leiomiosarcoma en adul- sido aislados en la orina de pacientes con cáncer vesi-
tos. FEOCROMOCITOMAS vesicales, siendo ésta una cal. Tiene falsos positivos en pacientes con otros
rara localización del tumor, que requiere las mismas tumores genitourinarios y enfermedades inflamato-
consideraciones a la hora de ser manipulado que en rias de vejiga. El test BTA se ha comercializado de dos
cualquier otra localización. LINFOMAS... formas:

510 sección V. Oncología


29. Cáncer vesical infiltrante

1. BTA stat: es un método cualitativo simple que Ácido hialurónico y hialuronidasa


posee alta sensibilidad para detectar tumores de El ácido hialurónico promueve las metástasis y la
alto grado y avanzado estadio. Detecta complejos hialuronidasa la angiogénesis. Ambas moléculas están
de membrana basal. Producen efecto colorimétri- aumentados en los pacientes con carcinoma vesical.
co positivo. Tiene una sensibilidad del 66-72% y Combinando ambos estudios se obtiene una sensibi-
una especificidad del 33-95%. lidad del 91,2%, una especificidad del 84,4% con una
seguridad del 88,3%.
2. BTA TRAK: es un método cuantitativo que detec-
ta una proteína relacionada con el factor H del Estudio de citoqueratinas
complemento (hCFHrp) que producen algún cán- Existen 20 citoqueratinas. La citoqueratina 20 se
cer vesical. Tiene una sensibilidad del 72% y una expresa en el carcinoma urotelial y no en células
especificidad del 73% en el diagnóstico de recu- normales. También pueden utilizarse la citoqueratina
rrencia de cáncer vesical. 8 y 18.

Actividad de la telomerasa La pérdida del alelo del cromosoma 9


Se mide la cuantificación de la actividad de la Es el evento genético más temprano y frecuente
telomerasa en la muestra de orina. No se correla- en la carcinogénesis vesical.
ciona ni con el estadio ni el grado. Se puede medir
con técnicas de electroforesis o ELISA y con el Tinción inmunológica del antígeno
método TRAP. de Lewis X
Es más sensible que la citología para detección
El antígeno epitelial de membrana (EMA) tanto de tumores de bajo grado como de alto grado.
Es superior a la citología especialmente en tumo-
res de bajo grado. Tinción inmunohistoquímica del p53
Es un factor de mal pronóstico en los pacientes
Inmunoensayo NMP22 con cáncer vesical, pero no contribuye al diagnóstico,
Detecta los niveles de una proteína de matriz (de seguridad) ya que tiene una sensibilidad del 23,5%
nuclear. Esta proteína está elevada en el cáncer urote- y una especificidad del 75%.
lial.Tiene una sensibilidad del 69% y una especificidad
del 72%. Determinación de niveles urinarios
de Ca 19-9
Accu-Dx test Se encuentra en plasma en el cáncer pancreático
Detecta productos de degradación de la fibrina y y en orina en tumores vesicales de bajo grado, siendo
del fibrinógeno. Tiene una sensibilidad del 88-91% y más sensible que la citología.
una especificidad del 70-76%.
Cyclin D1
Fetoproteína básica En un protooncogen esencial en el ciclo celular. Su
Su detección en orina aisladamente no se puede detección inmunohistoquímica suele estar asociada a
utilizar como screening, sino que debe ser utilizada tumores no infiltrantes (pta 100%,T1 47%,T2 37%,T3
junto a la citología de orina. 31%,T4 0%).

Cathepsina β Citometría de flujo


Existe una excreción urinaria aumentada de este Determina el contenido de DNA de las células y
compuesto en los pacientes con carcinoma de células cuantifica las células aneuploides y la actividad prolife-
transicionales. rativa (células en fase S) en un tumor. Tiene una sen-
sibilidad del 75% y una especificidad de aproximada-
Variantes de uniones de CD44 mente 100% (la sensibilidad en tumores de grado 1 es
Existe sobreexpresión en la orina de pacientes del 70,4%). Tiene importantes correlaciones clínicas
con cáncer vesical (sensibilidad del 90%). en el cáncer vesical. Los tumores diploides suelen ser

sección V. Oncología 511


Libro del Residente de Urología

de bajo grado y estadio (buen pronóstico). Los tumo- ga; la correlación con la categoría T es del 88,2%
res triploides y tetraploides tienen peor pronóstico. para TA-T1, 70% para T2, 88,8% para T3 y 100%
También tienen correlación con la progresión del para T4. Posee limitaciones en la evaluación en
tumor (mayor incidencia de afectación linfática en profundidad de tumores mayores de 2 cm con
aneuploides y tumores con más del 10% de células en amplia base de implantación.
fase S).
3. Ecografía transvaginal
Citomorfometría Ofrece buenas imágenes de tumoraciones del
Evalúa alteraciones de las células al microscopio y suelo pelviano.
mide el contenido de DNA de cada célula. Es más
sensible que la citología en el diagnóstico de tumores 4. Ecografía transrectal
de bajo grado. Alta sensibilidad y especificidad en el diagnóstico y
estadificación de tumores vesicales.Tiene una sen-
Análisis de microsatélites sibilidad del 55,5% en diagnóstico de tumores en
Evalúa el DNA en orina y resulta útil para la cara lateral y cúpula y una especificidad cercana al
detección de cáncer vesical y para la detección de la 100% en tumores en cara lateral y 77,7% en
recurrencia. La PCR con fluorescencia que detecta cúpula.
alteraciones del microsatélite del DNA tiene una sen-
sibilidad del 80%. 5. Ecografía submucosa
Se utiliza para la estadificación de tumores. Se
inyecta contraste submucoso con el cistoscopio y
a los 30 minutos se realiza la ecografía.
PRUEBAS DE IMAGEN
Urografía intravenosa
Ecografía
Permite evaluación del tracto urinario superior y
Existen distintos tipos que permiten visualización de la vejiga a la vez. Está indicada en caso de hematu-
de la vejiga desde distintas vías. ria o evidencia cistoscópica de neoformación vesical
(ya que pueden existir también otras neoformaciones
1. Ecografía abdominal en el TUS simultáneamente entre el 5 y el 35% de los
La neoformación se ve como una masa ecogéni- casos). El tumor vesical se ve como un defecto de
ca y exofítica. Esta vía tiene limitaciones como repleción en la fase cistográfica. La presencia de uro-
son: constitución del paciente (obesidad, cicatri- patía obstructiva o rectificación de la pared vesical se
ces...), ausencia de repleción vesical, tumor en relaciona frecuentemente con la existencia de tumo-
cúpula o cara anterior, lóbulo medio prostático, res infiltrantes.
coágulos, hipertrofia del detrusor... Estos factores
suponen un 20% de falsos positivos/negativos. La Tomografía axial computerizada (TAC)
capacidad diagnóstica se relaciona con el tamaño
de la lesión, identificando el 38% de los tumores Se utiliza para detección de crecimiento local,
menores de 5 mm y el 95-100% de los mayores existencia de adenopatías y de metástasis a distancia.
de 10 mm. No obstante existe un 40% de falsos negativos para la
detección de adenopatías. La TAC con contraste
Permite valorar la localización, tamaño y aspecto mejora la estadificación, siendo una prueba para estu-
morfológico del tumor, así como el número de dio de extensión tumoral
neoformaciones.
Gammagrafía osea
2. Ecografía transuretral
Buena técnica para la estadificación de los tumo- Útil en el diagnóstico de metástasis óseas en
res. Se pueden visualizar todas las capas de la veji- pacientes diagnosticados de tumor vesical infiltrante.

512 sección V. Oncología


29. Cáncer vesical infiltrante

Resonancia magnética nuclear EVALUACIÓN BAJO


Es la mejor técnica no invasiva para la estadifica-
ANESTESIA
ción clínica. Tiene limitación para identificar focos
Consta de tacto bimanual, biopsias vesicales alea-
pequeños que infiltran la capa muscular y distinguir
torizadas y resección transuretral de las neoformacio-
entre el edema que aparece después de la RTU-V y el
nes vesicales. Las biopsias vesicales realizan un estudio
tumor residual. Posee alta sensibilidad para distinguir de la mucosa vesical, permitiendo detectar la presen-
T1-T2 de los T3a. La RMN con gadolinio es muy buena cia de lesiones preneoplásicas (displasia) o lesiones
para diagnosticar tumores infiltrantes. La RMN es planas malignas microscópicas (Ca in situ) que son
mejor que la gammagrafía ósea y la TAC para diagnos- trascendentales en la evolución del tumor. La resec-
ticar metástasis óseas. No obstante, en la práctica clíni- ción transuretral es el test más importante para eva-
ca suele ser suficiente con la realización de TAC y gan- luar el grado citológico de la lesión y la profundidad
magrafía ósea, reservando la RMN para aquellos casos de la infiltración.
en los que haya dudas respecto a la afectación ósea.

Tomografía de emisión de positrones


(PET) ESTADIFICACIÓN
Con inyección de L-metil-1 1C-metionina permi- Es de vital importancia hacer una correcta estadifi-
te ver tumores mayores de 1 cm. No es una técnica cación del proceso ya que el enfoque terapéutico será
más efectiva que la TAC o la RMN. distinto según cada caso. En primer lugar, y tras descar-
tar la presencia de tumor urotelial en otra localización
del tracto urinario con una urografía intravenosa, se
debe realizar una resección transuretral de la neofor-
MÉTODOS ENDOSCÓPICOS mación, en la que se debe incluir la base de la misma.
Con este procedimiento obtendremos información de
La cistoscopia es la técnica de referencia para el la estirpe tumoral, del grado de diferenciación celular,
diagnóstico del cáncer vesical. Nos permite visualizar así como de la profundidad de la infiltración tumoral. Es
toda la cavidad vesical, así como el número de tumo- el método más fiable para identificar un cáncer vesical
res, localización y morfología de los mismos (papilar, infiltrante. Otros métodos empleados (ecografía tran-
sólido…). suretral, TAC, RMN...) poseen menor sensibilidad y
especificidad, con el inconveniente añadido de carecer
Permite explorar el interior de los divertículos de estudio anatomopatológico.
buscando neoformaciones, ver el eyaculado a través
de los orificios ureterales (orina clara versus hematú- En el momento en que un tumor vesical es infil-
rica). La cistoscopia flexible es mejor tolerada por el trante, debe realizarse un estudio de la enfermedad
paciente, aunque presenta el inconveniente de tener tanto a nivel local como a distancia, debido a la alta
menor calibre de flujo, menor canal de trabajo y difi- tasa de metástasis que presenta, lo cual nos haría
cultad de visualización en caso de hematuria activa. variar la estrategia terapéutica. Para ello se debe rea-
Existen sustancias como los derivados de la hemato- lizar una TAC toracoabdominopélvica, con la que
porfirina que facilitan la detección de tumores con obtendremos información del tumor vesical, así como
fluorescencia, aunque tienen efectos secundarios de la presencia de adenopatías pelvianas o metástasis
incluso a dosis baja. Existen nuevos cistoscopios con a distancia. Si bien la sensibilidad de esta prueba está
lámpara de mercurio que detectan tumores vesicales lejos del 100%, la agresividad de un tratamiento qui-
sin necesidad de agentes fotosensibilizantes. El 5-ami- rúrgico radical justifica el empleo de la misma a falta
nolevulínico instilado dos horas antes produce que el de la existencia de métodos más sensibles.
tejido patológico sea fluorescente al iluminarlo con
longitud de onda de 375-400 mm (aunque una terce- La resonancia magnética nuclear no aporta claras
ra parte son lesiones benignas). ventajas respecto a la TAC, salvo en el estudio de

sección V. Oncología 513


Libro del Residente de Urología

metástasis óseas; no obstante éstas pueden ser estu- T2b: capa muscular profunda (mitad externa)
diadas realizando una GAMMAGRAFÍA ÓSEA, T3: invasión de grasa perivesical
reservando el uso de la RMN para aquellos casos en T3a: microscópicamente
los que el estudio anterior no fuera concluyente. La T3b: macroscópicamente
presencia de lesiones óseas suele acompañarse de T4 : invasión de otras estructuras:
una elevación de la fosfatasa alcalina. Como alterna- T4a: próstata, útero o vagina
tiva a la TAC torácica se puede realizar una radiogra- T4b: pared pélvica o abdominal
fía de tórax, aunque debe tenerse en cuenta que las
lesiones menores de 1 cm no serán visibles con esta • CATEGORÍA N: (Los ganglios regionales son los
técnica. de la pelvis menor, fundamentalmente los locali-
zados por debajo de la bifurcación de las arterias
La ECOGRAFÍA no ofrece ventajas respecto a las comunes. La bilateralidad no afecta a esta clasifi-
pruebas de imagen anteriormente citadas, por lo que cación.)
su uso para la estadificación en el cáncer vesical infil-
trante tiene un papel muy limitado. Nx: Los ganglios regionales no son evaluables
N0: No hay metástasis en los ganglios regionales
El estudio anatomopatológico de los ganglios lin- N1: Afectación de un solo ganglio regional, de diá-
fáticos requiere la realización de una metro máximo menor o igual a 2 cm
LINFADENECTOMÍA, que debe incluir la extirpación N2: Afectación de un ganglio entre 2 y 5 cm, o de
de los ganglios linfáticos desde la bifurcación aórtica varios, todos menores o igual a 5 cm
hasta los vasos femorales y desde los nervios genito- N3: Afectación de un ganglio mayor de 5 cm
femorales hasta los pedículos vesicales.
• CATEGORÍA M:
En función de los resultados obtenidos con los
estudios anteriores, podremos estadificar al paciente Mx: Las metástasis no se pueden evaluar
según varios sistemas empleados: M0: No hay metástasis a distancia
M1: Metástasis a distancia
Para la clasificación histológica se puede usar la
clasificación de la Organización Mundial de la Salud, La categoría TNM se determina mediante estu-
donde Gx corresponderá a un grado que no podrá dios de imágenes y biopsias de los tumores (conside-
ser determinado; G1 será una neoplasia bien diferen- rando a la resección transuretral como una biopsia).
ciada; G2 moderadamente diferenciada y G3-4 pobre- La categoría pTNM debe utilizarse únicamente tras
mente diferenciada/indiferenciada. haberse realizado una cistectomía radical o parcial.

El sistema para la estadificación del cáncer de veji- Tabla 1. Agrupación por estadios.
ga más utilizado en el mundo es el propuesto por la
International Union Against Cancer (UICC), también Agrupación por estadios:
llamado TNM (tumor-ganglios-metástasis), siendo la
E 0a Ta N0 M0
última revisión del año 2002. Este sistema sólo es apli-
cable a los carcinomas. En éste tendremos: E 0is Tis N0 M0
EI T1 N0 M0
• CATEGORÍA T: EII T2a, b N0 M0
EIII T3a, b N0 M0
Tx: tumor primario no evaluable
T0: no hay signos de tumor primario T4a N0 M0
Ta: carcinoma papilar no invasivo EIV T4b N0 M0
T1: invasión del tejido conectivo subepitelial Cualquier T N1, N2, N3 M0
T2: invasión de muscular propia Cualquier T Cualquier N M1
T2a: capa muscular superficial (mitad interna)

514 sección V. Oncología


29. Cáncer vesical infiltrante

TRATAMIENTO so franco del cuello vesical y de la uretra, carcinoma in


situ difuso o borde uretral positivo durante la cirugía
El tratamiento de los tumores vesicales infiltrantes no son buenas candidatas para la reconstrucción
sin afectación ganglionar ni a distancia tiene varias ortotópica y se deben tratar con uretrectomía en blo-
opciones: que como parte de la cistectomía. Entre 2-12% de las
mujeres tratadas con cistectomía tienen compromiso
- Cistectomía parcial tumoral de la uretra.
- Cistectomía radical
- Resección transuretral de vejiga como monoterapia El análisis de cortes congelados de los uréteres en
- Radioterapia el momento de la cistectomía y antes de la recons-
- Tratamientos combinados con quimioterapia sis- trucción del tracto urinario se debe realizar para des-
témica cartar la infiltración ureteral por tumor o la presencia
de carcinoma in situ.

Eficacia de la cistectomía
TRATAMIENTO QUIRÚRGICO Las tasas de supervivencia a los cinco años de la
intervención según la categoría pT son:
Cistectomía radical
- pT2: 70%
La cistoprostatectomía radical en el hombre y la - pT3: 40%
exenteración anterior en la mujer más linfadenecto- - pT4: 25%
mía pelviana es el tratamiento de elección para el cán-
cer vesical infiltrante sin metástasis. Influyen diferentes factores en la supervivencia,
como son el estadio patológico del tumor primario, la
En el hombre la cistectomía radical incluye la afectación linfática y la presencia de metástasis.
extirpación de la próstata en bloque con la vejiga. En También influyen el tamaño tumoral, la edad y el sexo.
la mujer la exenteración anterior incluye la extirpación Así tendrán mejor pronóstico el paciente joven, la
del útero, trompas de Falopio, ovarios, uretra y una mujer y los tumores menores de 4 cm.
porción de pared anterior de la vagina junto con la
vejiga. El procedimiento puede realizarse a cielo abier- La linfadenectomía pelviana ofrece información
to o vía laparoscópica, ofreciendo ésta varias ventajas sobre la extensión tumoral. Por otra parte, en caso de
como son menor sangrado intraoperatorio con subsi- afectación limitada de los ganglios, permite tasas de
guiente disminución en la tasa de transfusión y menor supervivencia altas a largo plazo. El riesgo de metásta-
tiempo de exposición del tracto digestivo, disminu- sis en ganglios linfáticos pelvianos aumenta con el
yendo el íleo postoperatorio; uno de los principales estadio tumoral.
problemas que presenta es la mala tolerancia de algu-
nos pacientes a una posición de Trendelemburg forza- - Del 10-30% para pT2
da durante varias horas, provocando problemas respi- - Del 30-65% para estadío mayor de pT3
ratorios agravados por el exceso de presión intraab-
dominal. Por otra parte, la dificultad técnica que entra- La afectación linfática afecta más frecuentemente
ña requiere un buen entrenamiento del cirujano para los ganglios de obturador y los vasos ilíacos externos y
que el procedimiento sea seguro. con menos frecuencia los ilíacos comunes y presacros.

La uretrectomía en el hombre no se realiza de Complicaciones de la cistectomía radical


manera rutinaria. Se debería realizar si la uretra protá- La tasa de mortalidad varía entre el 1-2%. La mor-
tica se encuentra afectada por un carcinoma in situ o bilidad asociada puede clasificarse en tres categorías:
tumor macroscópico. En la mujer se realiza de mane-
ra rutinaria, a no ser que se quiera realizar una susti- 1. Relacionadas con trastornos preexistentes
tución ortotópica vesical. Las mujeres con compromi- 2. Secundaria a la extirpación

sección V. Oncología 515


Libro del Residente de Urología

3. Consecuencia del uso de segmentos del tracto La tasa de supervivencia a 5 años es del 15-60%.
gastrointestinal para la derivación urinaria. La mortalidad perioperatoria es del 0-5%.

Las complicaciones aparecen en el 25-35% de los Ventajas:


pacientes, siendo las más frecuentes:
- Preservación vesical
- Fístula urinaria (3-25%) - Preservación de la función eréctil
- Fístula entérica (6%) - Menor morbimortalidad
- Obstrucción intestinal e íleo prolongado (6-23%)
- Infección y dehiscencia de la herida operatoria Desventajas:
(10-20%) - Alta tasa de recidivas (30-75%), siendo más fre-
- Embolismo pulmonar (1-6%) cuentes en los G3
- Estenosis de la anastomosis ureterointestinal (3%).
Son más frecuentes en las anastomosis sin reflujo. Existen terapias combinadas con radioterapia y
- Los trastornos metabólicos, deficiencias vitamíni- quimioterapia con distintos resultados.
cas, infección crónica del tracto urinario y litiasis,
se observan con frecuencia variable dependiendo Derivaciones urinarias
del tipo de derivación urinaria utilizada.
Posterior a la realización de una cistectomía radi-
Cistectomía parcial cal es precisa la realización de una derivación urinaria,
pudiendo ser ésta de distintos tipos:
Tan sólo entre un 5,8-18,9% de los carcinomas
vesicales infiltrantes son susceptibles de cistectomía 1) externa, en la que la orina se conduce al exte-
parcial. Las tasas de supervivencia disminuyen cuando rior a través de la piel directamente (ureterosto-
se trata de tumores de alto grado. mía, transureteroureterostomía, pielostomía) o
usando un asa de intestino desfuncionalizada para
Indicaciones: realizar un estoma (ureteroileostomía cutánea
tipo Bricker, conducto yeyunal, colónico...). Pueden
- Tumores T2-T3a ser a su vez continentes o incontinentes.
- Menores de 5 cm
- Primarios 2) interna, en la que se realiza una sustitución vesical
- Solitarios ortotópica con diferentes segmentos del tracto
- Tumor en el interior de un divertículo digestivo (vejiga ileal tipo Hautmann, Camey I,
- Situados en partes móviles de vejiga Camey II, Studer, bolsa de Mainz..., dependiendo del
- Lejos del trígono y cuello vesical tramo digestivo empleado y de la morfología del
- No carcinoma in situ asociado ni tumores multifo- reservorio) o se anastomosan los uréteres al colon.
cales
- Vejiga normofuncionante y con suficiente capaci- En caso de haber realizado un cistectomía parcial,
dad vesical podría ser necesaria la realización de una enterocisto-
- Presencia de adenocarcinoma de uraco que se plastia de ampliación si la capacidad vesical se redujera
origine en cúpula y se extienda hacia el ombligo a en exceso utilizando para dicho fin un asa de intestino
través del uraco. desfuncionalizada. En tal supuesto debería plantearse la
cistectomía radical como mejor opción quirúrgica.
Técnica
Se realiza extirpación en bloque de la pared RTU-V como monoterapia
vesical afectada con 2 cm de margen y con la grasa
perivesical y peritoneo si lo está recubriendo más Algunos grupos han comunicado resultados equi-
linfadenectomía ipsilateral o bilateral si el tumor es parables a los de la cirugía radical en algunos casos
central. concretos.

516 sección V. Oncología


29. Cáncer vesical infiltrante

Los pacientes candidatos a este tratamiento Las complicaciones de la radioterapia incluyen la


deben cumplir las siguientes condiciones: curación retardada de la herida, fístulas, hematuria y
cistitis crónica. Los efectos locales agudos se observan
- Estadios T2 en el 25%.
- Tumor único
- Tumor invasor en el primer diagnóstico
- Tumor menor de 3 cm TRATAMIENTO ADYUVANTE
- No afectación ureteral
- No carcinoma in situ El tratamiento adyuvante del cáncer vesical infiltran-
- Estudio de extensión negativo te se puede realizar con radioterapia y/o quimioterapia.
- Posibilidad de realizar RTU-V completa
Radioterapia preoperatoria
Se debe realizar una nueva RTU-V de la cicatriz a
los tres meses. Si se evidencia tumor estaría indicada Se utilizó de manera sistemática hasta 1980.Actual-
la cirugía radical, y si no, debería realizarse un segui- mente los estudios aleatorizados indican que en
miento exhaustivo. pacientes con enfermedad locorregional avanzada
puede mejorar el control local, sin demostrarse con
certeza que aumente la supervivencia postoperatoria.
RADIOTERAPIA
Quimioterapia neoadyuvante
La radioterapia externa con megavoltaje puede
ser curativa en tumores infiltrantes con tasas de Permite reducir el estadio de lesiones de otro
supervivencia a los 5 años del 30-50% teniendo como modo inoperables. Además permite tratar microme-
ventaja la preservación de la vejiga y de la función tástasis en un momento en el que el paciente no está
sexual. debilitado por la cirugía. En numerosos ensayos alea-
torizados con cisplatino no se observó una respuesta
La asociación RTU-V radical (resección de la terapéutica definitiva, aunque sí prolongación de la
pared vesical hasta pericistio en la zona del tumor) supervivencia específica en individuos jóvenes y en
pacientes con estadios superiores a T3. Natale y cols.
más radioterapia mejora el control local en algunas
comunicaron un aumento significativo de la tasa de
series hasta el 70% en T2 y T3 menores de 4 cm.
supervivencia en pacientes tratados con metotrexate,
cisplatino y vinblastina (MCV) preoperatoriamente.
Se necesitan dosis de 6.200-6.800 centigrays
administrados con aceleradores lineales de alto volta-
je para evitar efectos secundarios en piel y órganos
Quimioterapia coadyuvante
vecinos. Es una opción en pacientes con alto riesgo
Reduce la recurrencia local o las metástasis a dis-
quirúrgico. El campo a tratar debe incluir: vejiga, grasa
tancia. En pacientes con enfermedad locorregional y
perivesical y ganglios linfáticos regionales con una
afectación linfática pelviana el tratamiento con cispla-
dosis de 5.000 rad. Posteriormente se debe dar una tino postoperatorio podría prolongar la supervivencia.
dosis complementaria de hasta 6.800 rad.

La radioterapia controla localmente la enferme-


dad en el 50% y la cirugía radical en el 90%. MANEJO DEL CÁNCER
VESICAL METASTÁSICO
La radioterapia intersticial tiene tasas de supervi-
vencia global del 60 al 80% en T1-T2. Winjmaalen y Quimioterapia sistémica
col. comunicaron tasas de supervivencia libres de reci-
diva del 88% con probabilidad de preservación vesical El uso de quimioterapia sistémica está indicado en
del 98% en los pacientes supervivientes. tumores inoperables y en enfermedad metastásica

sección V. Oncología 517


Libro del Residente de Urología

como monoterapia. Se pueden utilizar regímenes con posibles complicaciones que puedan aparecer, así
varios fármacos, siendo los agentes que más se usan como las recurrencias locales o la aparición de metás-
el metrotexate, la vinblastina, la doxorrubicina y el cis- tasis a distancia que nos permitan establecer un trata-
platino. Estos regímenes producen respuesta comple- miento sin demora. El régimen de seguimiento debe
ta en el 20%, aunque la supervivencia libre de enfer- ajustarse al caso según el tratamiento empleado (ciru-
medad prolongada es rara. gía o radioterapia) y los factores pronósticos anato-
mopatológicos (pT, pTis, pN). Existen varias pautas
Debe tenerse en cuenta que son tratamientos propuestas; a continuación se detallará la propuesta
con alta toxicidad. por la Asociación Europea de Urología (Guidelines
2006):
Nuevos agentes
Posterior a la realización de una cistectomía radical:
Gencitabina (respuesta completa mayor del 25%),
paclitaxel (taxol) y docetaxel (taxotere) (respuesta A los 3 meses se debe realizar: exploración física,
entre 25 y 83% en regímenes combinados), nitrato de para descartar complicaciones, análisis de sangre, estu-
galio (toxicidad significativa) y el trimetrexato (en suje- diando la función renal, análisis de orina, ecografía
tos resistentes a metotrexato). renal, hepática y del retroperitoneo y radiografía de
tórax. Si no se encuentran alteraciones en los estu-
dios, se continuará el seguimiento con una periodici-
TRATAMIENTO DE RESCATE dad de 4 meses.
LOCAL Y PALIATIVO
Si en la anatomía patológica de la intervención
Cistectomía de rescate nos encontramos ante pN+, debe realizarse son regu-
laridad una TAC y una gammagrafía ósea. En el caso de
Puede realizarse en pacientes en los que el trata- tener antecedentes de Cis, debe estudiarse de forma
miento conservador indujo una respuesta parcial y el periódica el tracto urinario superior, así como la ure-
tumor residual permanece confinado en la vejiga. tra restante.
Revisando series de pacientes con cáncer vesical loco-
rregional tratados con quimioterapia sistémica y ciru- Posterior a radioterapia:
gía de rescate posterior se vio una tasa de supervi-
vencia del 22% entre los pacientes con respuesta A los 3 meses debe revisarse al paciente, reali-
completa o casi completa al tratamiento sistémico. zando un examen físico, análisis de sangre incluyendo
Bochner y cols. observaron que la neovejiga intestinal función renal, análisis de orina, ecografía renal, hepáti-
era segura y eficaz en estos pacientes. La cirugía de ca y retroperitoneal, TAC pelviano, radiografía de
erradicación de la enfermedad extravesical residual sin tórax, citología y cistoscopia, debiendo hacer hincapié
embargo no produce prolongación de la superviven- en el estudio de la vejiga, debido al alto porcentaje de
cia a largo plazo y generalmente no es recomendable. recaída local.

Seguimiento Una posible pauta de seguimiento a realizar con-


sistiría en revisión cuatrimestral tras la primera visita
El seguimiento posterior a recibir tratamiento durante el primer año, semestral los cuatro siguientes
debe estar encaminado a identificar precozmente las y anual a partir de entonces.

518 sección V. Oncología


capítulo 31

Cáncer de próstata

Javier Feltes Ochoa


Ovidio Blanco Carballo
Alfredo Rodríguez Antolín

H. U. Doce de Octubre. Madrid

Palabras clave: Cáncer de próstata. Factores de riesgo. Grados de Gleason. PSA. Prostectomía.
Índice capítulo 31

Cáncer de próstata

Introducción y epidemiología.......................................................................................................................... 545


Etiología y factores de riesgo .......................................................................................................................... 545
Anatomía patológica................................................................................................................................................ 546
Diagnóstico y estadificación del cáncer de próstata................................................................. 547
Tratamiento del cáncer de próstata......................................................................................................... 552
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 560
31. Cáncer de próstata

capítulo 31

Cáncer de próstata

INTRODUCCIÓN Y cer de próstata está íntimamente ligada a la edad, a la


raza y a la historia familiar. Un número importante de
EPIDEMIOLOGÍA factores como hábitos de vida, ingesta, tóxicos, etc.,
han sido estudiados con desiguales resultados sobre la
El cáncer de próstata supone un problema de salud real influencia sobre esta neoplasia.
pública de primerísima línea, con cerca de 700.000
varones diagnosticados al año en el mundo y una tasa Factores de riesgo principales
estandarizada mundial de 104 /100.000 varones. La dis-
tribución geográfica es variable encontrándose la mayor Los andrógenos desempeñan un papel clave en el
incidencia en Europa y Norteamérica, y la menor entre mantenimiento y desarrollo del cáncer de la glándula
la población china. En Estados Unidos se diagnosticaron prostática. Las células prostáticas son muy sensibles a
232.090 varones en el año 2005, constituyendo el cán- los andrógenos (fundamentalmente dihidrotestoste-
cer más frecuente alcanzando el 33% de todos los rona) y regresan con la castración. Hay estudios inclu-
tumores sólidos (1). Se trata, de manera añadida, de la so, que demuestran una mayor incidencia de cáncer
segunda neoplasia en mortalidad después del carcino- con niveles elevados de testosterona sérica. Para
ma broncopulmonar, con más de treinta mil falleci- otros autores serían unos bajos niveles de testostero-
mientos al año en Estados Unidos. Cifras del Instituto na, junto con la edad los desencadenantes de la enfer-
Nacional de Estadística de 2003 en nuestro país reco- medad. En definitiva, se desconoce el papel exacto de
gen 5.606 defunciones debido al cáncer de próstata los andrógenos, aunque su presencia, al menos como
siendo la edad media de 79 años (2). factor permisivo, parece ineludible.

Existe un hecho diferencial que hace característi- La influencia de la edad es primordial en una neo-
co al cáncer de próstata respecto a otras neoplasias plasia asociada a las edades más avanzadas en mayor
sólidas. Los estudios autópsicos demuestran una inci- grado que cualquier otro tumor. El 75% de los cánce-
dencia de células cancerosas en el 30-40% de los res son diagnosticados en pacientes con más de 65
varones de 60 años, alcanzando el 60-70% a los 80 años. En España la tasa de incidencia en varones meno-
años. Esta prevalencia de enfermedad histológica no res de 65 años es del 13,3/100.000 varones, mientras
se acompaña afortunadamente con las cifras de pre- que en edades superiores pasa a ser del 386/100.000.
valencia clínica que se estima alcance a uno de cada 6
varones en países occidentales. En cuanto a la distribución étnica y geográ-
fica se puede afirmar que los varones afroamericanos
mantienen la mayor incidencia de cáncer de próstata
clínico del mundo, mientras que la menor incidencia
ETIOLOGÍA Y FACTORES se da en China y Japón. Estas diferencias parecen
DE RIESGO deberse a la suma de factores genéticos junto con fac-
tores ambientales y estilos de vida.
El cáncer de próstata tiene un origen multifacto-
rial cuyas potenciales causas incluyen factores endo- El impacto de la historia familiar en la proba-
crinos, genéticos y ambientales. La incidencia del cán- bilidad de sufrir un cáncer de próstata supone un

sección V. Oncología 545


Libro del Residente de Urología

incremento del riesgo relativo entre 1.5 y 5 veces en el incremento de cáncer, fundamentalmente más agre-
función del grado de parentesco o del número de sivos, y el de la inflamación crónica. Otros hábitos
familiares afectos. Esta agregación familiar del cáncer como el alcohol, diabetes, hiperplasia benigna, vasec-
de próstata es observada en el 20% de los casos. En tomía, actividad profesional o actividad física no pue-
otro 5% de los casos esta neoplasia adquiere una den establecerse como factores de riesgo.
forma hereditaria asociada generalmente a anomalías
en el brazo largo del cromosoma 1 (3).

Otros factores de riesgo


ANATOMÍA PATOLÓGICA
El epitelio normal de la próstata está formado por
La dieta y los suplementos nutricionales parecen
tejido conjuntivo fibroelástico que constituye el estro-
ser los factores secundarios más importantes en la eva-
ma y glándulas que generalmente se encuentran loca-
luación del riesgo de cáncer de próstata. La dieta grasa
lizadas en la periferia.
y el consumo excesivo de carne ha sido asociado con
un modesto aumento del riesgo cancerígeno en nume-
Aunque cuando nos referimos al cáncer de prós-
rosos estudios y recientes revisiones apuntan a que su
tata en la mayoría de los casos nos referimos al ade-
disminución en la dieta puede disminuir la incidencia de
cáncer. Existe abundante evidencia de que el consumo nocarcinoma acinar existen otros tipos histológicos
de vegetales, especialmente los vegetales crucíferos que representan en conjunto un 8% del global.
(col, brócoli, repollo) y el tomate (licopenos) pueden
estar asociados a una disminución de la incidencia de Dentro de los subtipos menos frecuentes cabe
cáncer (4). El consumo de pescado también ha demos- destacar el adenocarcinoma ductal derivado de los
trado un efecto protector en dos estudios prospecti- ductos prostáticos que presenta peor pronóstico dada
vos, probablemente ligado a la presencia de un ácido su mala respuesta al tratamiento hormonal. El carcino-
graso de cadena larga en el pescado, el ácido omega- ma neuroendocrino representa un subtipo minoritario
3. Estos hábitos dietéticos explicarían, al menos en radio y quimioresistente cuya única opción terapéutica
parte, por qué la población japonesa (consumo vege- es la cirugía.
tal, de pescado y mínimo de carnes rojas) emigrada a
Occidente incrementa la incidencia de cáncer de prós- Neoplasia intraepitelial próstatica
tata al modificar sus hábitos dietéticos.
La neoplasia intraepitelial próstatica (PIN) es un
Existe una razonable certeza de la relación inversa proceso en el que se ven afectados ductos y acinos,
entre polifenoles (frutas, té verde y vino tinto) y el ries- dividiéndose en PIN de bajo grado y PIN de alto
go de cáncer de próstata, si bien se requieren más grado según la severidad de los cambios en los patro-
estudios. Una relación también contrastada es el efec- nes de: estratificación celular, aumento de tamaño
to protector del consumo de soja e isoflavonas, proba- nuclear, patrón cromátínico, pleomorfismo y aparición
blemente debido a su componente estrogénico débil. de nucleolo.

Existen pruebas de que el consumo de vitamina E El valor clínico que se le debe dar al PIN se
(alfa-tocoferol), vitamina D y selenio pueden tener un encuentra en discusion. En un estudio de Borboruglu
efecto antiproliferativo tumoral probablemente por et al, la aparición de PIN en la primera biopsia lleva
disminución del estrés oxidativo y la genotoxicidad. Al aparejado una mayor incidencia de cáncer de prósta-
igual que con los otros nutrientes mencionados se ta tras repetir la biopsia.
requieren estudios más determinantes.
Es difícil estimar el porcentaje de pacientes que
Los resultados de otros factores y hábitos de vida desarrollará un adenocarcarcinoma tras la aparición
analizados no permiten determinar asociaciones de PIN en la biopsia, por lo que se puede establecer
directas con el riesgo de cáncer de próstata. Las aso- que la biopsia debe ser repetida tras la aparición de
ciaciones más firmes parecen ser las del tabaquismo y un PIN de alto grado.

546 sección V. Oncología


31. Cáncer de próstata

Adenocarcinoma Figura 1. Esquema de gradación de Gleason.

La mayoría de estos tumores se localizan en la


zona periférica. Macroscópicamente presenta un color
amarillo o gris blanquecino.

Aunque existen numerosos sistemas de clasifica-


ción para evaluar el adenocarcinoma prostático el más
utilizado es el descrito por Gleason (5).

El sistema de Gleason se basa en el patrón de


diferenciación glandular y en el patrón de crecimiento
del tumor a pequeño aumento. Se valoran los dos
patrones de crecimiento más frecuentes por separa-
do definiendo un patrón primario (predominante) y
un patrón secundario (segundo más prevalente). Se
valora cada patrón de 1 a 5, desde el más diferencia-
do al menos diferenciado.

Gleason, en sus estudios, demostró que tanto el


patrón primario como el secundario influían en el
pronóstico, por lo que se obtuvo la suma mediante la
adición entre grado primario y secundario. La suma de
Gleason varía, pues, desde 2 hasta 10.

Grados de Gleason
Grado 1: Glándulas uniformes, únicas con escaso
estroma entre ellas. No se observa infil-
tración.

Grado 2: Similar a grado 1 las glándulas presentan


algo más de variabilidad de tamaño y
forma, presentando más estroma entre
las células.
Como resumen, recordar que este sistema de
Grado 3: El tumor infiltra por dentro y entre las gradación arquitectónica nos permite predecir el
glándulas prostáticas no neoplásicas, sien- curso clínico y pronóstico del paciente presentando
do de tamaño más pequeño las glándulas una buena correlación con la supervivencia esperada.
que en los grados anteriores.

Grado 4: Infiltración del estroma que se extiende DIAGNÓSTICO


entre las glándulas normales. Existe una
fusión de las glándulas (características Y ESTADIFICACIÓN
diferenciadora con respecto al grado DEL CÁNCER DE PRÓSTATA
III).
El cáncer de próstata es asintomático en los esta-
Grado 5: El tumor se infiltra forma etapas difusas, dios localizados de la enfermedad. Cuando el tumor da
no se aprecia formación de glándulas. síntomas como hematuria, hemospermia, uropatía obs-

sección V. Oncología 547


Libro del Residente de Urología

Tabla 1. Estadificación del cáncer de próstata. tructiva o dolor óseo suele ser sinónimo de un estadio
Clasificación de la TNM. avanzado de la enfermedad. Actualmente en nuestro
país solamente el 10-15% de los pacientes se diagnos-
T. Tumor primario tican en fase metastática (6). La gran mayoría de los cán-
ceres diagnosticados son totalmente asintomáticos; la
clínica miccional que relatan algunos de los enfermos
Tx. El tumor primario no puede ser evaluado
con frecuencia es atribuible a la hiperplasia benigna de
T0. No evidencia de tumor primario próstata que suele coexistir con el cáncer.
T1. Tumor no palpable ni visible por imagen
T1a. Tumor incidental histológico en La Tabla 1 recoge la estadificación actual del cáncer
<5% material resecado de próstata según la clasificación de la TNM de 2002.
T1b. Tumor incidental histológico en
>5% material de resección El diagnóstico precoz del cáncer de próstata se
T1c. Tumor identificado mediante sustenta en un trípode constituido por el tacto rectal,
biopsia por aguja por elevación de el antígeno prostático específico (PSA) y la ecografía
PSA transrectal (ETR). El diagnóstico definitivo es lógica-
T2. Tumor confinado dentro de la próstata mente anatomopatológico obtenido tras la realización
T2a. Confinado a un lóbulo y <50% del de una biopsia prostática generalmente dirigida a tra-
mismo vés de la ecografía endorectal. El PSA y tacto son
T2b. Confinado a un lóbulo y >50% del complementarios y deben realizarse siempre como
mismo pruebas de primera línea (7). La alteración de uno de
T2c. Tumor que afecta a ambos lóbulos
ellos (o de los dos) obliga a realizar la ecografía y la
biopsia (Figura 1).
T3. Tumor que se extiende más allá de la
cápsula prostática
Tacto rectal
T3a. Invasión extracapsular uni o
bilateral
La presencia de un nódulo, induración o asimetría
T3b. Invasión de vesículas seminales de la próstata a través de la exploración rectal debe
T4. Invasión de estructuras adyacentes: cuello ser valorada como sospechosa en un principio. El
vesical, recto, músculos o pared pélvica valor predictivo positivo del tacto oscila, sin embargo,
entre el 11% y el 63% según las series, lo que implica
Afectación ganglionar regional que áreas de infarto, litiasis o nódulos de hiperplasia
puedan ser erróneamente atribuidos a cáncer.
Nx. La afectación ganglionar no puede
ser evaluada PSA
N0. No afectación ganglionar
La determinación del antígeno prostático específico
N1. Afectación ganglionar regional (PSA) ha revolucionado en las dos últimas décadas el
diagnóstico y seguimiento del cáncer de próstata. El
Metástasis a distancia PSA es una glicoproteína de la familia de las kalikreínas
producida casi exclusivamente por las células del epite-
Mx. Las metástasis no pueden ser evaluadas lio prostático. A efectos prácticos se trata de un marca-
M0. No hay metástasis a distancia
dor órgano-específico, y no cáncer-específico, lo que
hace de él un marcador relativamente inespecífico ya
M1. Metástasis a distancia
que aumenta en casos de hiperplasia benigna de prós-
M1a. Afectación ganglionar a distancia tata o en prostatitis. El punto de corte tradicional, por
M1b. Afectación ósea encima del cual se considera elevado ha sido desde los
M1c. Otra localización trabajos de Cooner en 1990 de 4 ng/ml. El valor pre-
dictivo positivo del marcador entre 4-10 ng/ml es sola-

548 sección V. Oncología


31. Cáncer de próstata

Figura 2. Algoritmo diagnóstico básico de diagnóstico de cáncer precoz de próstata.

Tacto rectal

Normal Sospechoso

PSA < 4 PSA 4-10 PSA > 10

ETR y
BIOPSIA
CONTROL ETR y ETR y
ANUAL valoración BIOPSIA
Protocolos:
• PSA libre
• Densidad

Tabla 2. Estrategias diagnóstica para incrementar la rán una biopsia innecesaria, se han propuesto
especificidad del PSA. diversas estrategias para incrementar la especifici-
dad del marcador. De entre todas, probablemente
Densidad de PSA sea la determinación de la fracción libre del PSA
Densidad de PSA de la zona de transición (un mayor porcentaje de PSA libre en suero se
Velocidad de PSA relaciona con menor riesgo de cáncer) la más utili-
Tiempo de doblaje de PSA (doubling time) zada, aunque no está estandarizado el punto de
PSA ajustado a rangos de edad corte bajo el cual sea aconsejable la biopsia (8)
(Tabla 2).
Nomogramas ajustando edad y volumen
(Viena)
Isoformas del PSA Otra debilidad del marcador la constituye su
• PSA libre modesta sensibilidad. En este sentido hay que señalar
como determinante el trabajo de Thompson (9) que
• PSA complejo
encuentra un 26,9% de cánceres con valores de PSA
(unido a alfa-1-quimiotripsina)
entre 3-4 ng/ml. Basándose en estos datos algunos
• Isoformas del PSA libre grupos sugieren disminuir el punto de corte a 3 ó 2,5
Pro-PSA ng/ml con el fin de incrementar la detección de tumo-
PSA benigno res organoconfinados.
PSA intacto
El PSA, por el contrario, se muestra como un
excelente marcador en la monitorización terapéutica
mente del 25%-35% y del 50%-80% con PSA por enci- de los pacientes, siendo su cinética tras prostatecto-
ma de 10 ng/ml en función del tacto rectal. mía radical, radioterapia u hormonoterapia determi-
nante en el manejo de la enfermedad. Recientes apor-
Partiendo de la base que entre el 60% y el 75% taciones valoran la cinética antes del tratamiento
de los pacientes con PSA entre 4 y 10 ng/ml sufri- como factor de pronóstico.

sección V. Oncología 549


Libro del Residente de Urología

Ecografía transrectal (ETR) la (Figura 2). Tumores de gran volumen o más indife-
y biopsia de próstata renciados pueden tomar un aspecto de nódulo mixto
(Figura 3). El problema surge en que entre el 24%-
La ETR como herramienta diagnóstica aislada 40% de los tumores son isoecoicos, indistinguibles en
tiene un valor muy limitado en el diagnóstico precoz la imagen y sólo detectables con biopsias aleatoriza-
del cáncer de próstata localizado. El valor predictivo das de la glándula (10).
positivo de la ecografía transrectal es en el mejor de
los casos del 50%. Es decir sólo será cáncer 1 de cada La ecografía transrectal más que una técnica diag-
2 áreas ecográficas sospechosas; el resto corresponde nóstica en sí misma tiene valor como vehículo para la
a áreas de inflamación, atrofia o hiperplasia. El patrón realización de biopsias de la próstata. La biopsia se
de imagen del cáncer de próstata es muy variado. La realiza utilizando una pistola automática con agujas de
imagen más típica de un tumor prostático es la de un calibre 18 G (Figura 4). El procedimiento se realiza
nódulo hipoecoico en la zona periférica de la glándu- con profilaxis antibiótica, mejorando la tolerancia el
empleo de un anestésico local en el plano entre prós-
Figura 3. Nódulo hipoecoico en zona periférica tata y recto.
basal correspondiente a adenocarcinoma de
próstata Gleason 6. Como se ha comentado, la toma de biopsias no
debe circunscribirse solamente a las áreas sospechosas
(generalmente hipoecoicas), sino que debe integrar un
muestreo aleatorizado de toda la zona periférica.
Numerosos esquemas de biopsia han sido propuestos
desde el tradicional de Hodge de 6 biopsias (sextan-
tes). Parece, sin embargo, que al menos 8 ó 10 biopsias
se requieren para conseguir una razonable sensibilidad.

Combinación de las pruebas


diagnósticas
Como se ha comentado, es imprescindible la aso-
ciación de las tres modalidades diagnósticas mencio-
nadas para el diagnóstico del cáncer de próstata. El

Figura 4. Gran nódulo mixto que ocupa la totalidad Figura 5. Esquema tradicional de biopsias
del lóbulo prostático derecho correspondiente a un sextantes (Hodge) en base, zona media y apex
adenocarcinoma prostático Gleason 8. prostático.

550 sección V. Oncología


31. Cáncer de próstata

valor predictivo positivo se incrementa del 6-25% con La determinación de la afectación ganglionar en
una prueba anormal hasta el 18-60% con dos anor- el cáncer de próstata sólo es relevante si una tera-
males y alcanza el 72% cuando tacto, ecografía trans- pia radical va a ser planificada. El patrón oro del
rectal y PSA están alterados (7). diagnóstico ganglionar es la linfadenectomía (lapa-
roscópica o abierta). CT y resonancia magnética han
Nuevos marcadores moleculares demostrado muy bajas tasas de sensibilidad diag-
nóstica (10-70%), por lo que no se recomienda su
Se han identificado múltiples marcadores de realización en los pacientes con baja probabilidad de
cáncer de próstata en suero, orina, semen y mues- afectación ganglionar (<10%) incluyen los que tie-
tras histológicas. Se han descrito más de 24 catego- nen un PSA < 20 ng/ml, un Gleason < 7 y un esta-
rías de marcadores biomarcadores moleculares que dio local < T2b (7).
incluyen factores de crecimiento, marcadores de
proliferación celular, de apoptosis y angiogénesis. El esqueleto axial se encuentra afecto en el 85%
Los principales marcadores moleculares de interés de los pacientes que fallecen a causa de un cáncer de
diagnóstico son el GSTP1, la alfa-metil-acil-CoA próstata. La gammagrafía ósea es la prueba con mayor
racemasa, la telomerasa, el antígeno específico de sensiblidad diagnóstica, superior a la determinación de
membrana y el DD3PCA3. En cuanto a los marca-
dores de interés pronóstico los datos más contras-
tados son los del Ki-67, p53, p21, p27, bcl-2, c-Myc, Figura 6. Afectación ósea difusa en una
VEGF, y la E-cadherina (8). gammagrafía ósea en un paciente con cáncer de
próstata.
Diagnóstico de extensión del cáncer
de próstata
La extensión locorregional del cáncer de próstata
incluye la extensión extracapsular con afectación de la
grasa periprostática (estadio T3a), la invasión de las
vesículas seminales (T3b) y la afectación ganglionar
(N+), siendo frecuentemente los ganglios de las cade-
nas obturadoras los primeramente afectados.

La ecografía transrectal junto a la resonancia mag-


nética son las dos mejores técnicas para determinar la
extensión extracapsular del cáncer, por encima del CT.
Aun así, la asociación de tacto y ecografía transrectal
en un metaanálisis con más de 12.000 casos de tumo-
res clínicamente localizados sólo demostraron una efi-
cacia del 52% al analizar las piezas de prostatectomía
radical (11).

La invasion de las vesículas seminales es con fre-


cuencia difícil de diagnosticar preoperatoriamente. La
eficacia de la ecografía transrectal (la mejor prueba)
demuestra que se trata de una exploración poco sen-
sible (14%-62% según series), haciendo referencia al
elevado porcentaje de pacientes con ecografía normal
e invasión microscópica de las vesículas. Sin embargo,
la sospecha ecográfica de afectación de las mismas
(como el signo de la convexidad posterior) muestra
un alto valor predictivo positivo.

sección V. Oncología 551


Libro del Residente de Urología

fosfatasas alcalinas séricas y series radiográficas óseas. ción TNM expuesta en Tabla 1) establece en líneas
Se ha determinado que la realización de una gamma- generales la categorización terapéutica. Los tumores, a
grafía ósea puede evitarse en los pacientes asintomá- este efecto, son divididos en tumores localizados,
ticos, con PSA < 10 ng/ml y tumores bien o modera- localmente avanzados y alto riesgo y cánceres disemi-
damente diferenciados. Para otros autores el valor nados, cuyas estrategias terapéuticas son, como vere-
predictivo negativo de un PSA < 20 ng/ml en la deter- mos, muy diferentes.
minación de afectación ósea es próximo al 99%.
Tratamiento del cáncer de próstata
Aparte de en los huesos, el cáncer de próstata localizado
puede metastatizar en cualquier órgano, más frecuen-
temente en ganglios distales, pulmón, hígado, cerebro La selección de tratamiento para el cáncer de
y piel. Examen clínico, Rx de tórax, CT y RMN son próstata localizado debe estar basada en la expectati-
adecuadas si existe sospecha de afectación de estos va de vida del paciente (edad y comorbilidad), la natu-
órganos blandos. En este sentido el PSA se muestra raleza del cáncer (grado, estadio, PSA y datos de las
cómo un excelente marcador de enfermedad metas- biopsias), los datos de efectividad y efectos secunda-
tásica. Con valores superiores a 100 ng/ml su valor rios de los tratamientos y, por supuesto, las preferen-
predictivo es del 100%. Igualmente, con valores bajos, cias del paciente en cada caso.
es excepcional la afectación a distancia.
Los urólogos nos apoyamos en dos herramientas
objetivas para ayudar al paciente en la toma de deci-
sión. La primera consiste en la estratificación del
TRATAMIENTO DEL CÁNCER tumor en riesgos de progresión según las característi-
DE PRÓSTATA cas clínicas e histológicas. Las guías clínicas publicadas
en 2005 por la National Cancer Comprehensive
Las decisiones de tratamiento del cáncer de prós- Network (12) clasifican, con una categoría mínima de
tata están influidas por la peculiar historia natural de certeza 2A a los tumores en bajo riesgo, moderado y
este tumor que en unos pacientes es inequívocamen- alto riesgo (Tabla 3) en función del riesgo de recidiva
te letal, mientras que en otros casos aparece como un del mismo. Ésta u otras clasificaciones de riesgo simi-
hallazgo histológico en el 40% de las autopsias de lares, son de gran ayuda a la hora de plantear una
varones mayores de 75 años fallecidos por otras cau- estrategia que en caso de bajo riesgo puede oscilar
sas. Se sabe además que mientras el 16% de varones entre la abstención y la cirugía o radioterapia, pero
americanos tendrán la enfermedad clínicamente, sola- que un tumor de alto riesgo, de entrada, elimina las
mente el 3,6% de los mismos fallecerán a causa de la dos primeras. La segunda herramienta de ayuda con-
misma (3). Así pues, el manejo de esta enfermedad siste en los nomogramas, que son algoritmos mate-
requiere un adecuado establecimiento del riesgo de máticos, derivados de modelos estadísticos que sirven
progresión y muerte por la misma. La estadificación para predecir el resultado para un caso concreto.
local, regional y de enfermedad a distancia (clasifica- Existen dos tipos de normogramas. El nomograma de

Tabla 3. Clasificación por grupos de riesgo de la Nacional Cancer Comprehensive Network.

Cáncer
Riesgo
Riesgo bajo Riesgo alto localmente
intermedio avanzado
Estadio T1-T2a T2b-T2c T3a T3b-T4
Gleason <6 7 8 - 10 _
PSA < 10 10 - 20 < 20 _

552 sección V. Oncología


31. Cáncer de próstata

Partin utilizando el PSA, el Gleason y el estadio clínico Figura 7. Pieza de prostatectomía radical.
predice el estadio patológico final. Otro tipo de algo-
ritmo predice la probabilidad de estar libre de recu-
rrencia a 5 años después de cirugía o radioterapia,
como es el caso del nomograma de Kattan.

La estrategia óptima de tratamiento debe intentar


conseguir la mayor supervivencia libre de enfermedad
con la menor morbilidad e impacto en la calidad de
vida. Las opciones que valoraremos son la actitud
expectante, la prostatectomía radical, la radioterapia
externa y la braquiterapia. Existen nuevas alternativas
de tratamiento radical como son la crioterapia y los
ultrasonidos que requieren tiempo para una mejor
valoración de resultados a largo plazo.

Abstención terapéutica
Como abstención terapéutica, espera vigilada o
watchful waiting se entiende la modalidad terapéutica
consistente en la vigilancia estrecha del paciente hasta
la aparición de progresión (local o sistémica), momen-
to en el que se instaura un tratamiento, generalmente tes diagnosticados se someten a una intervención qui-
paliativo, como la hormonoterapia. rúrgica. La técnica consiste en la extirpación total de
la próstata entre el cuello vesical y la uretra, así como
Las indicaciones de esta actitud incluyen a los de las vesículas seminales, acompañándose el procedi-
pacientes con tumores de bajo grado y escaso volu- miento de manera regular por una linfadenectomía
men, asintomáticos, con expectativa de vida inferior a económica en la mayoría de los casos limitada a las
los 10 años. Indicaciones opcionales son tumores de fosas obturadoras primera estación de diseminación
bajo grado (Gleason < 4) con mayor expectativa vital linfática en el cáncer de próstata.
que no acepten los efectos secundarios del tratamien-
to. Es preciso decir en este punto que salvo precisas La prostatectomía radical puede ser realizada a tra-
indicaciones como las descritas, la abstención terapéu- vés de tres vías de abordaje: vía retropúbica extraperi-
tica ha demostrado una menor supervivencia cáncer- toneal, por vía perineal y más recientemente mediante
específica que la prostatectomía radical según se ha abordaje laparoscópico a través de 4 ó 5 trócares
demostrado en una reciente publicación de un grupo abdominales. Una modificación de la técnica laparos-
escandinavo con más de 700 pacientes cuya expecta- cópica es la cirugía robótica. La cirugía abierta retro-
tiva de vida era superior a 10 años (13). púbica fue descrita hace más de un siglo, aunque las
importantes complicaciones que conllevaba, funda-
Una modificación de esta actitud de tratamiento mentalmente el sangrado profuso, hizo que la técnica
diferido recientemente es aplicada a tumores localiza- no se popularizase. La correcta descripción anatómica
dos a los que se pospone el tratamiento curativo del complejo venoso dorsal, del esfínter externo y de
hasta que el tumor muestre signos de actividad (ele- las bandeletas neurovasculares laterales a la próstata,
vación de PSA). efectuada por P. Walsh en 1983, son el punto de par-
tida de la moderna técnica de prostatectomía abierta
tal como es ejecutada actualmente en todo el mundo.
Prostatectomía radical La cirugía laparoscópica se ha incorporado con fuerza
La prostatectomía radical sigue siendo el método en los últimos 5 años en el tratamiento del cáncer de
más utilizado para el tratamiento del cáncer de prósta- próstata, generalmente realizada por vía intraperitoneal
ta localizado. Aproximadamente el 50% de los pacien- aunque puede ser ejecutada vía extraperitoneal. Las

sección V. Oncología 553


Libro del Residente de Urología

ventajas sobre la cirugía convencional abierta incluyen servar la potencia sexual desciende mucho en varo-
un menor sangrado, menor estancia hospitalaria y nes mayores con frecuencia afectos previamente de
requerimientos analgésicos postoperatorios. Por el algún grado de disfunción.
contrario, exige un mayor consumo de recursos, tiem-
po quirúrgico y precisa una curva de aprendizaje pro- La incontinencia es debida principalmente a la
longada. La cirugía robótica es la alternativa más recien- pérdida del esfínter interno y afecta de forma severa
te, y por sus características técnicas, con mejor ergo- al 10-15 % de los pacientes operados a los 12 meses
nomía, visualización (x 10-12) en 3D, abolición del de la cirugía. Otras complicaciones de la cirugía inclu-
temblor y mejora de los movimientos permite un fácil yen las fístulas urinarias (1,5-4%), lesiones rectales
aprendizaje. Desafortunadamente el precio del robot (1%) y la obstrucción del cuello vesical (1-2%).
frena de momento la difusión del mismo.
Radioterapia externa
Las recomendaciones de la European Association La radioterapia externa (RT) es una eficaz arma
of Urology (7) a través de sus guías clínicas publicadas para el tratamiento del cáncer de próstata localizado
en 2005 establece la indicación de la prostatectomía y localmente avanzado. No existen estudios rando-
radical para los pacientes con estadios tumorales T1-2 mizados comparativos de RT frente a cirugía radical,
y expectativa de vida superior a los 10 años. Los pero los resultados de series no comparativas demues-
pacientes en estadios T3 sólo serán candidatos a esta tran una eficacia similar de ambas modalidades en el
opción siempre que la extensión extraprostática del control oncológico de la enfermedad (16). Los desa-
tumor sea limitada, el PSA < de 20 ng/ml y el Gleason rrollos técnicos en los últimos 15 años han permiti-
< de 8. Para las guías americanas de la National do el desarrollo de nuevas técnicas de planificación
Cancer Comprehensive Network (NCCN) de 2005, como son la RT Conformacional 3D (3D CRT) y la
que realizan una clasificación por grupos de riesgo de Intensidad Modulada (IMRT) que permiten un
(Tabla 2), la cirugía radical está indicada en los pacien- aumento de la dosis administrada con menor irra-
tes de bajo e intermedio riesgo con expectativa vital diación de los órganos vecinos (vejiga y recto) lo
superior a los 10 años. En caso de bajo riesgo la linfa- que ha permitido una significativa disminución de
denectomía puede obviarse. morbilidad. La dosis total de RT a administrar es
fraccionada en dosis diarias aproximadas de 200
Los resultados oncológicos de la cirugía son bue- cGy, con una duración del tratamiento de 2 meses
nos, superponibles en los estadios de bajo riesgo a los aproximadamente.
conseguidos con RT. La supervivencia libre de enfer-
medad bioquímica (PSA < de 0,2 ó 0,4 ng/ml según Múltiples series han demostrado que la dosis de
los trabajos) del 70-87% a los 5 años y del 60-77% a radioterapia es un factor determinante para el control
los 10 años. Datos de series de excelencia como la de bioquímico del cáncer de próstata. Estudios retros-
John Hopkins con más de 3.000 cirugías realizadas tie- pectivos han reportado tasas de control local del 62%
nen una supervivencia libre de recidiva bioquímica del con dosis <60 Gy, que se incrementan a 74-80% para
78% y 68% a 15 y 20 años, respectivamente (14). dosis de 60-70 Gy y del 81-88% cuando la dosis admi-
nistrada supera los 70 Gy. En un estudio de más de
Las complicaciones más importantes de la prosta- 300 hombres con CP T1-3 que recibieron aleatoria-
tectomía radical son la disfunción eréctil y la inconti- mente 70 ó 78 Gy tras seguimiento de 60 meses el
nencia urinaria. La impotencia, por lesión de los ner- control bioquímico fue del 64% y del 70% respectiva-
vios erectores que transcurren en las porciones pos- mente (p=0,03) (15).
terolaterales de la próstata (bandeletas), es muy varia-
ble según las series (20-99%). La conservación uni o Con las dosis administradas de manera habitual
bilateral de las bandeletas neurovasculares en pacien- hoy día (nunca inferiores a 70 Gy y habitualmente
tes potentes y menores de 60 años permite conser- sobre 76 Gy) la supervivencia libre de enfermedad en
var la función eréctil en más del 75% de los casos, con estadios T1-2 a 10-15 años alcanza el 70-90%. Las
frecuencia ayudados por medicación oral tipo inhibi- cifras de supervivencia cáncer-específica están entre el
dores de la 5-fosfodiesterasa. La probabilidad de con- 83-90% a 10 años.

554 sección V. Oncología


31. Cáncer de próstata

Figura 8. Planificación en tratamiento de RT. Figura 9. Semillas de I125 implantadas en próstata.

realizable con anestesia regional, y estancia posopera-


toria de unas horas. Las semillas utilizadas son de I125,
cuya vida media es de 60 días y más raramente las de
Pd103, con una vida media de 17 días.
La escalada de dosis, a pesar de la mejor delimita-
ción de los órganos, conlleva el inconveniente de aca- El candidato ideal para braquiterapia de baja tasa
bar afectando a la toxicidad. Los efectos secundarios incluye al paciente con cáncer de próstata de bajo
pueden ser agudos, acaecidos durante el tratamiento riesgo (PSA < 10, Gleason ≥ 6 y estadio < T2c), y que
o los 3 primeros meses, y crónicos que ocurren gene- no presenten una clínica miccional severa. Los resulta-
ralmente meses o años después del tratamiento. La dos oncológicos en estos pacientes son buenos,
toxicidad aguda incluye síntomas rectales como san- superponibles a otras modalidades terapéuticas con
grado, proctitis, diarrea y síntomas miccionales como un control bioquímico de la enfermedad a 10 años
polaquiuria, disuria o hematuria. La mayoría de estos variable entre el 85%-94% según series (17).
síntomas se resuelven dentro de las 2-6 semanas pos-
teriores a la finalización del tratamiento. Las complica- Los efectos secundarios de la braquiterapia de
ciones tardías, más temibles, incluyen la proctitis cróni- baja tasa incluyen fundamentalmente toxicidad rectal
ca, ulceraciones vesicales, hematurias repetidas o este- y genitourinaria. Aproximadamente dos tercios de los
nosis de uretra. La incidencia de disfunción eréctil pacientes sufren tras el implante, durante un periodo
alcanza al 30-40% de los pacientes radiados. de 2 a 6 semanas clínica de polaquiuria, urgencia y
disminución del calibre miccional. Suele responder
Braquiterapia de baja tasa esta sintomatología al tratamiento con antiinflamato-
La braquiterapia de baja tasa consiste en la colo- rios y alfabloqueantes. Retención urinaria tras el
cación de semillas de material radiactivo en el interior implante está referida entre el 2%-15% de los casos.
del parénquima prostático a través del periné y guia- Algunos pacientes refieren también alteraciones del
dos mediante ecografía transrectal. Esto permite la hábito intestinal, incluso rectorragias hasta en el 15%
administración de una gran dosis de irradiación en el de los pacientes, que suelen desaparecer al poco
tejido (dosis habituales de 145 Gy), con muy escasa tiempo. Disfunción eréctil puede aparecer en el 20-
radiación de los tejidos circundantes (vejiga, recto e 30% de las ocasiones. Otro de los problemas de la
intestino). El procedimiento es realizado por un equi- técnica supone que el seguimiento bioquímico es
po multidisciplinar formado por urólogos, radiotera- más complejo que en los sometidos a cirugía. El nadir
peutas y radiofísicos. Entre las ventajas de la técnica se (valor más bajo de PSA) puede tardar 2 años en
incluye que es un procedimiento semiambulatorio, lograrse, y un 25-40% de los pacientes experimentan

sección V. Oncología 555


Libro del Residente de Urología

un pico de PSA (rebote) entre 1 y 5 años después de presentación del cáncer de próstata (CP) ha varia-
del tratamiento. do ostensiblemente de forma que actualmente sólo el
10-15% de los pacientes son diagnosticados en fase
Tratamiento del cáncer de próstata metastática en nuestro medio. En caso de documen-
de alto riesgo tarse afectación ganglionar, diseminada o simplemente
tumores cuyos parámetros impliquen una muy baja
Se considera enfermedad de alto riesgo al cáncer posibilidad de cura, el tratamiento de elección del CP
de próstata cuyo tratamiento locorregional resulta es la hormonoterapia. Actualmente el concepto de
insuficiente para erradicar la enfermedad. El riesgo CP avanzado incluye también a los pacientes con reci-
debe ser entendido como la probabilidad de progre- diva biológica, o con altas probabilidades de recidiva
sión, enfermedad sintomática o muerte por cáncer. La tras terapia radical de intención curativa.
mayoría de autores incluyen en este grupo de alto
riesgo los tumores T3, la existencia de un Gleason Las bases del tratamiento hormonal en el CP pro-
mayor de 7 o un PSA superior a 20 ng/ml. Dados los ceden de los trabajos de Huggins y Hodges publicados
discretos resultados de la cirugía en estos pacientes, en 1941, en los cuales se documentaba la mejoría clí-
la radioterapia (RT) se ha establecido comúnmente nica y descensos de fosfatasas ácida tras la castración.
como la primera estrategia de tratamiento. En casos Sesenta años después es admitida la supresión hor-
de tumores avanzados importantes, en pacientes con monal, efectuada mediante diversas manipulaciones,
comorbilidad importante o escasa expectativa de vida como estándar del tratamiento del CP diseminado.
el tratamiento hormonal puede convertirse en la
opción más recomendable. El fundamento del bloqueo hormonal descansa
en la dependencia del epitelio prostático de los
El buen control oncológico con radioterapia en andrógenos intracelulares (dihidrotestosterona-DHT-)
este tipo de tumores viene de la mano de dos hechos para la homeostasis y la regulación del equilibrio entre
que han demostrado una eficacia incuestionable. Por proliferación y muerte celular. La hormonoterapia
un lado la escalada de dosis que permiten los aparatos debe considerarse como un tratamiento paliativo en
de de planificación conformacional tridimensional (3D sí mismo ya que la respuesta al mismo es temporal,
CRT) y la intensidad modulada (IMRT) alcanzando variable en los tumores metastáticos entre 18 y 36
dosis > 80 Gy que han demostrado una mayor super- meses, debido a la pérdida de respuesta celular que
vivencia libre de enfermedad. Por otro lado, la adición suele acompañarse con la entrada en la fase terminal
a la radioterapia de un tratamiento hormonal adyu- de la enfermedad.
vante en ciclos largos (2 ó 3 años) con el fin de con-
trolar las micrometástasis frecuentes en estos estadios. Modalidades de tratamiento hormonal
Un estudio de la EORTC (18) en una reciente reevalua- La consecución del descenso de testosterona (T)
ción demuestra una supervivencia total a 5 años del plasmática puede lograrse bien mediante la inhibición
78% en el brazo de tratamiento hormonal administra- de la producción a través de actuaciones sobre el eje
do durante 3 años frente al 62% en el brazo de RT ais- hipotálamo-hipófisis-testículo, o bien mediante el blo-
lada. Otro (estudio RTOG 92-02) con 1.500 pacientes queo periférico con inhibidores competitivos de la
con tumores T3 o grandes T2, y 2 años de tratamien- unión andrógeno-receptor (20) (Tabla 4). El tratamien-
to hormonal tras RT demuestra un significativo aumen- to inicial recomendado en la práctica clínica se reali-
to de la supervivencia en los pacientes con grado de za a través de la inhibición de la producción hormo-
Gleason 8-10 (19). nal mediante castración quirúrgica (orquiectomía
subalbugénea) o lo que es mucho más frecuente me-
Tratamiento del cáncer de próstata diante el empleo de agonistas de la hormona LHRH
avanzado (aLHRH).

Aspectos generales La orquiectomía subalbugínea debe conside-


Desde la introducción del antígeno prostático rarse el patrón de referencia en el tratamiento hor-
específico (PSA) a principios de los años 90 el patrón monal del cáncer de próstata. Mediante un sencillo

556 sección V. Oncología


31. Cáncer de próstata

Tabla 4. Modalidades terapéuticas de bloqueo hormonal Originariamente bajo investigación para el trata-
en el cáncer de próstata. miento de la fertilidad demostraron una disminución
paradójica de la testosterona cuando su administra-
Inhibición de la producción ción era continua lo que llevó a su uso en el CP
metastático. Su administración produce un aumento
A. Orquiectomía de la producción de LH y FSH durante 1 ó 2 sema-
B. Análogos LHRH
nas. Pasado ese periodo se produce una desensibili-
zación de los receptores de la glándula pituitaria
1. Leuprorelina
consiguiéndose unos niveles de T en rango de cas-
2. Goserelina
tración en 3-4 semanas. Se dispone actualmente de
3. Triptorelina cuatro formulaciones de análogos en el mercado
4. Buserelina (leuprorelina, goserelina, triptorelina y buserelina)
C. Estrógenos con preparaciones de liberación retardada que
D. Progestágenos requiere la administración subcutánea o intramuscu-
E. Inhibición adrenal lar en un rango de frecuencia de 1 a 3 meses. La efi-
1. Ketoconzazol cacia de estas moléculas ha sido ampliamente
2. Aminoglutetimida demostrada en la literatura, siendo comparable a la
de la castración quirúrgica en un metaanálisis que
Inhibición de la acción periférica recoge más de 10 ensayos clínicos controlados que
han incluído cerca de 2.000 pacientes (21).
A. Antiandrógenos esteroideos
1. Acetato de ciproterona Las ventajas de los análogos LHRH incluyen su efi-
2. Acetato de megestrol cacia, su excelente perfil de tolerancia, su comodidad
3. Acetato de medroxiprogesterona (un vial trimestral), el menor impacto psicológico que
B. Antiandrógenos no esteroideos producen al paciente frente a la cirugía de castración
1. Flutamida y la posibilidad de reversibilidad del bloqueo. Al fren-
2. Bicalutamida te de sus desventajas están su elevado precio y la esti-
3. Nilutamida (no en España)
mulación de T durante las 3-4 primeras semanas
(fenómeno flare) lo que puede provocar una exacer-
bación de lo síntomas o la aparición de complicacio-
nes como la compresión medular en caso de metás-
procedimiento quirúrgico se consigue un rápido des- tasis óseas lumbares. Para evitar este fenómeno es
censo de la T plasmática por debajo de 20 ng/ml. La obligada la adición de un antiandrógeno periférico
orquiectomía ha gozado de una gran aceptación durante las primeras semanas con el fin de bloquear
desde los años 40 y son numerosos los estudios que el exceso de T circulante.
avalan su efectividad. Entre las ventajas figuran su efi-
cacia, su bajo coste económico, la rapidez de conse- La castración es generalmente bien tolerada por
cución de los objetivos perseguidos y el hecho de que los pacientes. Los efectos secundarios derivados de la
evita incumplimientos terapéuticos. Sus desventajas pérdida de hormonas sexuales incluyen la impotencia
vienen derivadas del impacto emocional que supone y la pérdida de libido, los sofocos o golpes de calor,
la orquiectomía para el paciente, las complicaciones cambios físicos como la ginecomastia o el aumento de
derivadas del acto quirúrgico y la irreversibilidad del peso, cambios metabólicos y alteraciones mentales y
procedimiento. emocionales (Tabla 5).

Los análogos sintéticos de la hormona Los antiandrógenos periféricos son inhibido-


hipotalámica liberadora de LH (aLHRH) son res competitivos de la T circulante en su unión con el
actualmente el tratamiento de supresión hormonal receptor celular. Los antiandrógenos son clasificados
más utilizado en nuestro medio (70% de mercado), según su estructura química en esteroideos (acetato
siendo aprobado su uso por primera vez en 1985. de ciproterona y acetato de medroxiprogesterona) y

sección V. Oncología 557


Libro del Residente de Urología

Tabla 5. Efectos secundarios de la castración prolongada. evaluada como monoterapia en CP avanzado. Dos
grandes ensayos randomizados no han demostrado
Esfera sexual diferencias significativas en la supervivencia global
con respecto a castración en tumores localmente
• Disminución de libido
avanzados, si bien la supervivencia es inferior en los
• Impotencia
pacientes metastáticos (22).
Sofocos
Cambios físicos Efectos secundarios del tratamiento
hormonal
• Ginecomastia
El principal efecto secundario de cualquier trata-
• Aumento de peso miento que elimine la testosterona es la impotencia y
• Pérdida de masa muscular la pérdida de libido como regla general. La presencia
• Pérdida de pelo y vello de sofocos o golpes de calor (hot flushes), ginecomas-
Cambios metabólicos tia, pérdida del vello corporal y aumento de peso son
hechos muy frecuentes con el tratamiento. Otros
• Osteopenia
efectos secundarios a largo plazo incluyen la atrofia
• Anemia
muscular, anemia, alteraciones del perfil lipídico, hiper-
• Cambios del perfil lipídico
glucemias y cierto estado subdepresivo y de déficit
• Hiperglucemia cognitivo (Tabla 5). Otro efecto derivado de la pérdi-
• Hipertensión da de la testosterona lo constituye la osteoporosis
Cambios emocionales y mentales que conlleva en estos pacientes un incremento de
• Pérdida de vigor fracturas y de la mortalidad asociada. Diversos estu-
dios estiman que el tratamiento supresor androgéni-
• Cambio de carácter
co tiende a reducir la densidad mineral ósea entre el
• Depresión y ansiedad
3% y el 10% anual. Un estudio español (23) observa una
incidencia de osteoporosis del 36% con terapias entre
12 y 36 meses, alcanzando el 50% cuando la supresión
antiandrógenos no esteroideos (flutamida y bicaluta- fue de 60 meses.
mida). Ambos tipos son inhibidores competitivos de
los andrógenos en su unión al receptor, si bien los este- El tratamiento con bicalutamida está asociado con
roideos tienen una acción central progestágena que ventajas en la calidad de vida en términos de conser-
inhibe la producción central de LH y por ende de tes- vación de la función sexual, de la capacidad física y del
tosterona, mientras que los antiandrógenos no este- mantenimiento de la masa ósea con respecto a la cas-
roideos mantienen la T normal o ligeramente elevada. tración derivados de la presencia de niveles normales
de testosterona en plasma, aunque la ginecomastia y
El acetato de ciproterona (disponible en Europa y mastodinia clínicamente relevantes alcanzan al 70% de
Canadá, no así en Estados Unidos), y de larga tradición los pacientes (8).
terapéutica en nuestro país, ha demostrado menor
eficacia que los análogos LHRH en cuanto al tiempo Bloqueo completo frente
de progresión de los tumores metastáticos. Si bien la a castración simple
tolerancia del acetato de ciproterona es buena está El bloqueo androgénico completo, combinado o
reseñada la toxicidad hepática en los tratamientos máximo, pretende la eliminación del 5% de testoste-
prolongados. rona circulante proveniente de la suprarrenal que
dentro de la célula prostática es convertida en el
Los antiandrógenos no esteroideos no andrógeno efectivo, la DHT. Combina la orquiectomía
están aprobados en nuestro país como monoterapia médica (aLHRH) o quirúrgica con un antiandrógeno
en el CP metastático limitándose su uso a la suma- periférico como la flutamida o la bicalutamida.
ción a castración o a un análogo LHRH. La bicaluta- Concepto introducido por Labrie en 1983 sigue sus-
mida a altas dosis (150 mg/día) ha sido ampliamente citando controversia dada la falta de consenso en

558 sección V. Oncología


31. Cáncer de próstata

cuanto a su empleo.Tres metaanálisis, un largo ensayo drógeno, el empleo de glucocorticoides o de ketoco-


randomizado y un modelo de decisión clínica han sido nazol. Los esquemas de quimioterapia tradicionalmen-
publicados para tratar de contestar esta pregunta. te han tenido una repercusión marginal en el trata-
Estos estudios concluyen que el bloqueo androgénico miento de esta fase de la enfermedad. La combinación
máximo confiere un cuestionable pero significativo de una antraciclina (mitroxantone) con prednisona ha
aumento de la supervivencia con respecto a la castra- sido hasta hace 2 años el esquema de referencia, con
ción aislada (24) (reducción del riesgo absoluto de mejoría de los síntomas y disminución de PSA, pero
muerte del 3%). Este beneficio está limitado exclusi- sin modificar las cifras de supervivencia de estos
vamente a los antiandrógenos no esteroideos y sólo pacientes.
aparece tras 5 años de tratamiento. Este beneficio
debe ser puesto en la balanza junto con un evidente En 2004 se publicaron dos estudios fase III que
aumento de la toxicidad (gastrointestinal fundamen- pusieron de manifiesto, por primera vez, una repercu-
talmente) y con un aumento del coste económico. sión en la supervivencia con regímenes basados en
docetaxel, frente al esquema clásico de mitoxantrone
Tratamiento del cáncer de próstata y prednisona. El estudio SWOG 99-16 utilizando
resistente al tratamiento hormonal docetaxel con fosfato de estramustina (25) y el estudio
TAX 327 (26) con docetaxel y prednisona demostraron
El resultado del tratamiento hormonal en estadios un aumento de la supervivencia media entre 2 y 3
metastáticos debe considerarse como excelente en meses respecto al esquema clásico.
cuanto al control de la enfermedad, si bien esta res-
puesta suele ser temporal con una duración variable El futuro próximo nos depara nuevas estrategias
entre 24 y 36 meses.Tras este periodo de tiempo se basadas en moléculas dirigidas a la angiogénesis, a la
produce una progresiva independencia del tejido acción de factores de crecimiento, a la apoptosis o a
tumoral al clima de ausencia de dihidrotestosterona la modificación de las señales de transducción, así
cuya traducción clínica es la elevación continuada del como al desarrollo de vacunas, aún en fase de desa-
PSA que antecede en unos meses al deterioro clínico rrollo clínico pero con resultados esperanzadores.
y a una muerte irreversible. Alcanzada esta fase de la
enfermedad, los regímenes de quimioterapia se han Desafortunadamente en estas fases más crepus-
mostrado ineficaces quedando limitados los plantea- culares de la enfermedad, sigue siendo de vital impor-
mientos al tratamiento del dolor y soporte. tancia el tratamiento de soporte del paciente que
incluye analgésicos narcóticos, radioterapia profiláctica
Los primeros pasos terapéuticos en esta fase de o terapéutica de compresión medular, radiofármacos
la enfermedad suelen ser manipulaciones hormonales (Sr99), o maniobras urológicas para el control de la
secundarias. Incluyen la retirada o adición del antian- hematuria o la uropatía obstructiva.

sección V. Oncología 559


Libro del Residente de Urología

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560 sección V. Oncología


31. Cáncer de próstata

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sección V. Oncología 561


capítulo 32

Tumores de testículo

Javier Feltes Ochoa


Ovidio Blanco Carballo
Óscar Leiva Galvis

H. U. Doce de Octubre. Madrid

Palabras clave: Seminoma. Germinales. Retroperitoneal.


Índice capítulo 32

Tumores de testículo

Tumores de testículo............................................................................................................................................... 567


Tumores de células germinales (TTCG) ............................................................................................ 568
Estadificación de los tumores de células germinales ............................................................... 576
Tratamiento de los tumores de células germinales ................................................................ 577
Tumores extragonadales de células germinales............................................................................ 587
Tumores de células no germinales............................................................................................................. 588
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 589
32.Tumores de testículo

capítulo 32

Tumores de testículo

TUMORES DE TESTÍCULO En lo referente al tratamiento, los éxitos obtenidos


también radican en un tratamiento multimodal que
El cáncer de testículo es un tumor poco frecuen- combina la cirugía, la radioterapia (RT) y la quimiote-
te, representando el 1 a 2% de todas las neoplasias en rapia (QT), utilizando uno o varios de ellos depen-
varones, pero es el más común entre hombres de 15 diendo del tipo histológico y del estadio tumoral.
a 35 años. Se ha observado un aumento en su inci-
dencia en los últimos 40 años(1). Dejado a su evolución Clasificación histológica
natural lleva a la muerte al 85% de los enfermos en el
curso de 2 a 5 años. Sin embargo, en la actualidad es Desde la aparición de la primera clasificación his-
uno de los tumores malignos con menos mortalidad tológica a mediados del pasado siglo han ido apare-
(5%) y ello es debido a la mejora de los métodos
diagnósticos y a un tratamiento más eficaz. El éxito del Tabla 1. Clasificación histológica de la OMS (Mostofi,
tratamiento está basado en realizar un diagnóstico lo 1998)(2).
más precoz posible del tumor primario y lo más exac-
to del estadio clínico de la enfermedad, ya que ambos 1) Tumores de células germinales
van a ser decisivos en la elección de la pauta terapéu-
tica. Para el diagnóstico de la masa testicular, junto con A. Lesiones precursoras: carcinoma in situ
la exploración física, la ecografía escrotal es el método testicular
por excelencia con una sensibilidad del 90%. Una por- B. Tumores de un solo tipo histológico
(formas puras)
ción importante de tumores de testículo ya en el diag- 1. Seminoma
nóstico presentan marcadores biológicos tumorales Típico (clásico)
positivos como la subunidad beta de la gonadotropi- Anaplásico
na coriónica humana y la α-fetoproteína. Estos marca- Espermatocítico
dores son de gran importancia no sólo desde el 2. Carcinoma embrionario
3. Tumor del Saco Vitelino
punto de vista diagnóstico, sino como marcadores de 4. Coriocarcinoma
efectividad en el tratamiento realizado y en el diag- 5. Teratoma
nóstico precoz de las posibles recidivas tumorales. Por Maduro
ello, previo a la orquiectomía, siempre se debe realizar Inmaduro
Con transformación maligna
una determinación de marcadores que deberá repe- C. Tumores de más de un tipo histológico
tirse 7-10 días después de la misma, sobre todo cuan- (formas mixtas)
do éstos han sido positivos.
2) Tumores de células no germinales
El estadio tumoral es fundamental para el plantea-
miento terapéutico futuro, por lo que debe de ser lo Tumor de células de Leydig
Tumor de células de Sertoli
más exacto posible siendo, en la actualidad, la TAC Tumor del estroma
toracoabdominopélvica la técnica de imagen más Tumores mixtos (gonadoblastoma)
empleada. La RMN deberá ser utilizada cuando tenga-
mos sospecha de participación tumoral de grandes 3) Tumores secundarios
vasos, como la cava o las venas ilíacas.

sección V. Oncología 567


Libro del Residente de Urología

ciendo muchas más y en el momento actual no existe Aparecen a edades 10 años mayor que el resto de
una clasificación universal que utilice todo el mundo, lo los no seminomas. En el momento del diagnóstico
que provoca confusión en algunas ocasiones. Entre el 75% están confinados al testículo y sólo el 10%
todas ellas, la que probablemente cuenta con mayor presentan metástasis demostrables. Pueden poseer
aceptación es la de Mostofi, que ha sido aceptada por áreas de sincitiotrofoblasto (10-15%), asociándose
la Organización Mundial de la Salud (OMS). (Tabla 1). a la producción de β-HCG (fracción β de la hor-
mona gonadotropina coriónica humana).
Dicha clasificación divide estos tumores en tres
grupos con un comportamiento biológico muy dife- En casi todas las clasificaciones se distinguen tres
rente, por lo que lo trataremos por separado(2): tipos de seminoma:

• Tumores de testículo de células germinales. - Típico o clásico: Representa al 85% de los semi-
• Tumores de testículo de células no germinales. nomas. La edad de aparición es a los 30 años,
• Tumores secundarios o metastáticos. en menor frecuencia entre los 40-50 años y es
raro en niños y ancianos. Su lento crecimiento
De este último grupo, y dado que el origen tumo- genera problemas en el seguimiento, ya que las
ral no es primitivamente testicular, no nos ocupare- recidivas se dan de 2 a 10 años tras el trata-
mos en este capítulo. miento inicial (Figura 1A y Figura 2A).
- Anaplásico: Es el segundo en frecuencia (10%) y
la edad de aparición es similar al típico. Se pien-
TUMORES DE CÉLULAS sa que es una variante del típico más agresiva y
GERMINALES (TTCG) letal, debido a su poca diferenciación y elevada
anaplasia. Se asocia en mayor grado con las
Epidemiología metástasis y la producción de β-HCG.
- Espermatocítico: Este último es la variedad
Incidencia menos frecuente (5%), se presenta en varones
La incidencia está sometida a una gran variabilidad mayores de 45 años y sin antecedentes de tes-
geográfica con un máximo que se presenta en los paí- tes criptorquídicos, diferenciándose de los
ses escandinavos, en donde puede alcanzar cifras de demás tipos de seminomas porque surge de la
hasta 9,2/100.000 habitantes como en Dinamarca(1) y célula más diferenciada, la espermatogonia,
un mínimo que al parecer está en los países asiáticos teniendo por lo tanto una potencialidad metas-
(0,8 casos nuevos/100.000 habitantes en Japón). En tásica escasa o nula. La orquiectomía como
España, extrapolando los datos de los registros de único tratamiento suele ser suficiente para con-
tumores de Navarra y Aragón, la incidencia se sitúa trolar este tipo de seminoma.
entre 1,6 y 2/100.000 habitantes.
• Carcinoma embrionario
Frecuencia según tipo histológico Es el siguiente en frecuencia (15-25% según las
Los tumores germinales constituyen el 90-95% series) y se presentan en su mayoría en forma
del total de tumores primarios del testículo. Dentro mixta (40%). Posee un comportamiento más
de este grupo se encuentran varios tipos histológicos maligno que los seminomas, presentándose con
con una frecuencia y comportamiento diferente y que mayor frecuencia en la segunda y tercera década
pueden aparecer de forma pura o mixta, con diversos de la vida. Al diagnóstico, el 30% de los pacientes
tipos histológicos en el mismo tumor(3). presentan metástasis. Con frecuencia se diagnosti-
ca como un nódulo pequeño e irregular, que en la
• Seminoma histología está compuesto por células epitelioides
Aparecen en un 30-40% de los casos, siendo el tipo formando glándulas y túbulos. Es muy invasivo,
más frecuente de los tumores testiculares. Son más observándose con frecuencia afectación de la
frecuentes en los pacientes de áreas rurales, en los túnica vaginal o estructuras del cordón en la pieza
que presentan antecedentes de criptorquidia. extraída (Figura 1B y Figura 2B).

568 sección V. Oncología


32.Tumores de testículo

Figura 1. El aspecto de la pieza quirúrgica nos puede orientar hacia qué tipo de tumor que se espera encontrar
en el análisis microscópico. A: El seminoma suele ser nodular y relativamente homogéneo, alcanzando tamaños
superiores a los demás tipos histológicos. B: El carcinoma embrionario presenta bordes irregulares y con aspecto
infiltrativo. C: El coriocarcinoma se caracteriza por zonas de hemorragia e infarto. D: El teratoma está comprendido
por cartílago, pelos u otras estructuras de distinto origen embrionario.

• Coriocarcinoma mientras que cuando lo hace en el adulto suele


De presentación única (1%), es muy raro afortuna- ser en forma combinada o mixta con otros tipos
damente, ya que es la variedad más maligna metas- tumorales. Se acompaña de la elevación de los
tatizando precozmente por vía sanguínea. Está pre- niveles séricos de α-fetoproteína.
sente en el 8% de los TTCG. Suelen presentarse
como una masa pequeña. El tamaño depende de la • Poliembrioma
presencia de hemorragia intratumoral (Figura 1C y El poliembrioma es una forma distintiva de tumor
Figura 2C). En las formas puras suele debutar con mixto de células germinales que es clasificado
metástasis y paradójicamente asociadas a una como un tipo independiente debido a sus rasgos
pequeña lesión intratesticular que no distorsiona la histológicos únicos (4). Consiste en la exposición de
superficie ni el tamaño normal del testículo. múltiples cuerpos embrioides dispersos relativa-
Presenta células del cito y sincitiotrofoblasto (aso- mente de forma uniforme en un estroma mixoi-
ciación con elevaciones séricas de β-HCG). de. Estos cuerpos embrioides son estructuras
ovoides que imitan a embriones de 1 a 2 sema-
• Tumor del saco vitelino nas, y tienen un núcleo de carcinoma embriona-
También denominado tumor del seno endodér- rio, una cavidad dorsal amniótica y un componen-
mico, tumor Yolk Sac, adenocarcinoma testicular te ventral de tumor del saco vitelino.
infantil, carcinoma juvenil embrionario y orquio-
blastoma. Constituyen el 1% de los tumores testi- • Teratoma
culares. Su presentación infantil (más frecuente) lo Están constituidos por células originadas de más
hace generalmente como tipo histológico único, de una capa germinal (Figura 1D y Figura 2D).

sección V. Oncología 569


Libro del Residente de Urología

Figura 2. En estas imágenes observamos las características típicas de los tipos histológicos más frecuentes de tumor
testicular. A: Seminoma, con un infiltrado linfoide entorno a cordones celulares sólidos. B: Ca. embrionario, con formaciones
glandulares. C: Coriocarcinoma, con cito y sincitiotrofoblasto. D:Teratoma, con elementos de varias capas germinales.

Constituye entre un 5-10% de estas neoplasias Edad


pudiendo aparecer en cualquier época de la vida La incidencia máxima de los tumores de testícu-
aunque se observa con mayor frecuencia en las lo se encuentra entre los 20-40 años. Presenta tres
tres primeras décadas. En los niños supone el 40% picos de frecuencia: el mayor es entre los 30 a 34
de los tumores en su forma pura, mientras que en años, luego existen dos menores, a los 5 años y en
los adultos está presente en el 50% de los tumo- pacientes mayores de 60 años. Los seminomas
res mixtos. Histológicamente se presenta en forma (TTCGS) aparecen entre los 30 a 45 años, los no
de teratoma maduro, inmaduro o como teratoma seminomas (TTCGNS) entre los 20 a 35 años y en
con áreas de transformación maligna. mayores de 50 años los linfomas y el seminoma
espermatocítico. La población más afectada es la
• Tumores mixtos comprendida entre los 20 a 40 años; por lo tanto, en
Poseen más de un tipo histológico y son muy fre- un periodo vital de gran actividad que se ve grave-
cuentes, apareciendo hasta en más de la mitad de mente afectado por la enfermedad y aún suponen la
los casos. Dentro de éstos, la asociación más fre- cuarta causa de muerte por cáncer en varones
cuente es el teratocarcinoma que constituye hasta menores de 35 años (después de leucemia, Hodking
un 25% del total de tumores de testículo. En ocasio- y tumores cerebrales). A pesar de esto conviene
nes la asociación de más de un tipo histológico es tener presente que ni los niños ni los ancianos están
difícil de demostrar y se sospecha tan sólo por la ele- exentos de padecerlos. Se puede observar un pre-
vación de un marcador tumoral no esperado como dominio de algunos tipos histológicos según el grupo
es la α-fetoproteína en el carcinoma embrionario o etario considerado; así, el tumor más frecuente en
la β-HCG en el coriocarcinoma (Figura 3A y 3B). niños e infantes (<10 años) es el tumor del seno

570 sección V. Oncología


32.Tumores de testículo

Figura 3. Tumor mixto, con áreas de teratoma y carcinoma embrionario.

endodérmico, entre los 20 a 30 años el coriocarcino- Etiología


ma, de 25 a 35 el carcinoma embrionario y terato-
carcinoma, entre los 35 a 40 el seminoma y en los Se desconoce la etiología exacta del cáncer testi-
mayores de 50 los linfomas. cular, pero se ha relacionado su origen con la presen-
cia de algunos factores congénitos y adquiridos.
Entre un 1-3% de estos tumores son bilaterales,
de forma simultánea o no, y cuando esto sucede el
Factores congénitos
antecedente de criptorquidia uni o bilateral suele
No se ha podido demostrar hasta el momento
estar siempre presente. Los tumores bilaterales suelen
que exista una influencia genética en el desarrollo del
ser del mismo tipo histológico en ambos lados, siendo
el seminoma el más frecuente. cáncer de testículo a pesar de que la incidencia es algo
mayor en gemelos y familiares de enfermos con esta
Raza enfermedad.
Se ha observado un mayor número de casos de
tumores de testículo en la población blanca de clase • La criptorquidia, sin embargo, si ha demostrado
media o elevada y de países desarrollados. La inciden- tener una clara relación de manera que entre un
cia en la población negra americana es una tercera 6-10%, según las series de los tumores de testícu-
parte de la observada en la blanca, pero mayor que la lo, ocurren en pacientes con antecedentes de
negra africana. En los judíos se observa una incidencia criptorquidia. El riesgo relativo de cáncer testicu-
10 veces mayor que en los no judíos(3). lar en los individuos con criptorquidia es de 3 a 14

sección V. Oncología 571


Libro del Residente de Urología

veces más que de en aquellos con testículos nor- manera que existe relación con la atrofia post-
males y descendidos. Los posibles factores que criptorquidia, pero los datos de los estudios publi-
pueden ejercer un papel importante en la rela- cados hasta el momento no son concluyentes.
ción criptorquidia y tumor testicular son: células Podría existir un desequilibrio hormonal local
germinales con alteraciones, temperatura elevada, como posible causa de la transformación maligna.
interferencia con el aporte sanguíneo normal, dis-
función endocrina y disgenesia gonadal. El tipo de • Se han encontrado títulos elevados de anticuerpo
tumor más común continúa siendo el seminoma y antivirus de Epstein-Barr en un 70-80% de los
existe una relación directa de la frecuencia con la pacientes con tumores germinales y también se
altura a la que esté colocado el teste, aparecien- están describiendo con mayor frecuencia en
do en 1 de cada 20 testículos abdominales y en 1 pacientes con síndrome de inmunodeficiencia
de cada 80 inguinales. adquirida(5).

Se ha intentado relacionar esta mayor frecuencia • La exposición a sustancias químicas carcinogénicas


de tumor en testículos criptorquídicos con las ano- podría estar relacionado al mayor número de
malías estructurales que sufre el parénquima testicu- casos de este tumor en ciudades y países desa-
lar cuando está fuera de su sitio natural escrotal. Se rrollados.
observan cambios ultraestructurales en las esperma-
togonias y células de Sertoli de los testículos criptor- Clínica
quídicos a partir del tercer año de vida. Por este
motivo se aboga por realizar la orquidopexia a eda- La forma de presentación más frecuente es como
des tempranas sin que con ello se haya conseguido una masa escrotal asintomática, si bien en ocasiones el
disminuir la frecuencia de desarrollar cánceres testi- paciente puede referir sensación de ocupación o de
culares. Además, dichos cambios tampoco explican peso, y a veces dolor en el hemiescroto afecto. El exa-
que entre un 5-10% de los tumores ocurran en el men clínico de estos pacientes debe incluir una meti-
teste contralateral. culosa exploración de los testículos, las regiones ingui-
nales, el abdomen, las mamas y el cuello. En el 10%
Factores adquiridos: aparece dolor agudo que suele ser causado por un
Se ha relacionado la incidencia de cáncer testicu- infarto o una hemorragia intratumoral.
lar con diversas causas exógenas o ambientales como
la administración de hormonas, el antecedente de El retraso en el diagnóstico de la masa es fre-
traumatismo y la atrofia testicular. cuente, siendo la demora media de 3 a 6 meses. Esta
demora generalmente se debe a un mecanismo de
• La administración exógena de estrógenos (dieti- negación del paciente, que es habitual en estos tipos
lestilbestrol) durante el embarazo es la única de tumores y que llevan al diagnóstico tardío en un
causa externa que ha demostrado aumentar la porcentaje no despreciable de casos, ya que el 10%
incidencia de tumores de testículo hasta un 5% de son diagnosticados al acudir al médico por la sinto-
los hijos de madres tratadas. matología que producen las metástasis.

• El traumatismo y la atrofia testicular postinfección Diagnóstico


también han sido estudiados como posibles facto-
res desencadenantes, sin que hasta el momento Exploración física
se haya podido demostrar ninguna relación causa • El signo principal es la presencia en casi todos los
efecto clara. El aumento de la frecuencia en testes casos de una masa intraescrotal dura, no doloro-
traumatizados podría estar más en relación con sa a la presión y sin alteraciones del epidídimo ni
un incremento del diagnóstico por la exploración el cordón espermático. Puede existir un pequeño
minuciosa que conlleva el traumatismo. La sospe- hidrocele reaccional acompañante cuyo diagnósti-
cha de que exista una relación con la atrofia si co se realizará por medio de la transiluminación
puede tener una base más clara de la misma del escroto o con ecografía.

572 sección V. Oncología


32.Tumores de testículo

Una correcta exploración de los testículos debe de dar en un paciente con un tumor testicular. La pri-
ser realizada con las dos manos y comenzar por el tes- mera se produce por la sustitución del parénqui-
tículo sano. La palpación de la gónada debe valorar el ma testicular normal productor de andrógenos
tamaño, forma y consistencia, así como la movilidad y por el tumor o por la propia orquiectomía. El
separación del epidídimo. Una vez valorado el testícu- exceso de estrógenos se puede deber a una esti-
lo contralateral pasaremos al sospechoso, que se mulación excesiva del propio testículo por la
explorará de la misma manera. Toda masa dura, indo- HCG o a que el mismo tumor produzca estradiol
lora y/o fija debe de considerarse tumoral hasta que no como los tumores trofoblásticos. El tipo histológi-
se demuestre lo contrario. Existen ciertos datos de la co que se asocia con mayor frecuencia a gineco-
exploración que nos pueden orientar sobre el tipo his- mastia es el de células de Leydig.
tológico del tumor; así por ejemplo el seminoma suele
ser una masa ovalada, elástica y con la superficie lisa, el • Cuando la enfermedad metastásica progresa por
carcinoma embrionario o el teratocarcinoma, sin encima del diafragma con invasión del conducto
embargo suelen ser masas irregulares con superficie torácico y afectación de la cadena ganglionar
rugosa. No debemos de olvidar, una vez evaluada la supraclavicular pueden ser palpados en la región
masa, la exploración del epidídimo, cordón, cubiertas cervical.
escrotales y piel para descartar su posible afectación.
Diagnóstico diferencial
• Las regiones inguinales deben ser objeto de aten- El diagnóstico diferencial fundamental debe hacer-
ción, sobre todo en los pacientes que refieran se con la torsión testicular evolucionada y con los
antecedentes de criptorquidia y hernias. procesos inflamatorios como la epididimitis y la
orquiepididimitis; para ello nos van a ayudar muchos
• En los casos de enfermos con metástasis puede datos clínicos y de la exploración como la instauración
existir una masa abdominal que puede palparse y brusca del cuadro y la sintomatología muy dolorosa.
en algunas ocasiones hasta visualizarse con la sim-
ple inspección (Figura 4). Otras patologías que nos puede plantear dudas a
la hora del diagnóstico son: el hidrocele, que se pre-
• La ginecomastia aparece en el 5% de los casos de senta como una masa de contenido líquido, indolora
tumores de células germinales y se debe a un dis- y lisa, siendo el dato fundamental para el diagnóstico
balance de las hormonas sexuales, es decir, a una la transiluminación positiva, lo mismo que el esperma-
disminución de los andrógenos o a un aumento tocele, que es una cavidad quística indolora que
de los estrógenos, ambas situaciones se pueden depende de la cabeza del epidídimo y con esperma-
tozoides en su interior. El varicocele, fácil de diagnos-
Figura 4. Se puede observar en estadios avanzados ticar, es difícil que cause problemas a la hora del diag-
del tumor testicular una o varias masas que abomban nóstico diferencial.
en el abdomen.
De todos modos y a pesar de que la exploración
física, es un método diagnóstico de una gran sensibili-
dad y especificidad en general se aconseja la realiza-
ción de forma reglada de ecografía transescrotal dada
la inocuidad y rapidez de la prueba y con la intención
de eliminar hasta un 25% de errores diagnósticos y el
posible retardo en el diagnóstico del tumor que con-
llevan. Estos errores se deben fundamentalmente a
confusiones con epididimitis y en segundo lugar a
tumores asociados a hidrocele, que aparecen en un
5-10% de los casos y en los que la transiluminación
positiva sola no descarta la existencia de una masa.
No debe de realizarse nunca la punción de dicho

sección V. Oncología 573


Libro del Residente de Urología

hidrocele por la posibilidad de diseminación tumoral ción (3 mg/ml), tras el nacimiento comienza a dismi-
en el trayecto de la aguja pues se han demostrado nuir y es raro encontrar indicios de ella tras el primer
citologías positivas en el líquido peritesticular. año de vida (<40 ng/ml). La vida media de esta pro-
teína es de 5-7 días.
Ecografía escrotal
Aparece elevada en el 70% de los tumores no
La ecografía nos va a aportar numerosos datos seminomatosos, especialmente en los tumores como
sobre la masa y las relaciones de ésta con el resto de el carcinoma embrionario puro o mixto y el tumor
las estructuras del escroto.Va a informar si se trata de del saco vitelino. No se eleva en el seminoma puro ni
una masa intra o extratesticular, de la naturaleza de la en el coriocarcinoma puro.
misma (quística, sólida o mixta) y de su ecogenicidad
(hipo o hiperecoica). En ocasiones hasta nos puede Gonadotropina coriónica humana (HCG)
orientar sobre el tipo histológico como en el semino- Se trata de una glucoproteína de 38.000 daltons
ma, en que la lesión aparece como una masa hipoe- compuesta por dos cadenas, la subunidad alfa y la
coica, homogénea de bordes bien delimitados, mien- subunidad beta. La primera es muy similar a la subuni-
tras que los tumores no seminomatosos suelen pre- dad alfa de la hormona luteinizante (LH), foliculoesti-
sentar áreas quísticas con una ecogenicidad heterogé- mulante (FSH) y tiroestimulante (TSH). La segunda es
nea y bordes irregulares que penetran en el parén- diferente a la cadena beta de dichas hormonas, per-
quima testicular normal. Cabe destacar la utilidad de mitiendo la producción de anticuerpos específicos
la ecografía para diagnosticar tumores no palpables y para su detección mediante RIA.
que debutan con metástasis.
Es secretada por las células placentarias durante el
Marcadores tumorales embarazo para el mantenimiento del cuerpo lúteo y no
debe detectarse en el varón adulto normal. Se encuen-
Los tumores de testículo pertenecen al grupo de tra elevada fundamentalmente en los tumores con
neoplasias capaces de producir los llamados “marca- componente de coriocarcinoma (100%), aunque
dores tumorales”; éstos marcadores son proteínas puede estarlo en cualquier tumor no seminomatoso
fácilmente medibles por radioinmunoensayo (RIA) y (40-60% del carcinoma embrionario) e incluso hasta en
que presentan una elevada sensibilidad y una relativa un 5-10% de los seminomas puros. Esta diferencia en la
especificidad. En la teoría, estos marcadores serían frecuencia de elevación parece estar más en relación
capaces de detectar pequeñas cargas tumorales, que con la sensibilidad del método de detección utilizado
no serían detectables por métodos convencionales de que con diferencias reales. La excreción de β-HCG por
imagen. En el caso de los tumores de testículo son los tumores seminomatosos se ha relacionado tradicio-
proteínas de dos tipos: sustancias oncofetales que se nalmente con la presencia de células gigantes sincitio-
producen tan sólo durante el desarrollo embrionario trofoblásticas pero, al parecer, según los últimos estu-
(α-fetoproteína y gonadotropina coriónica humana), y dios, también puede ser secretada por las células
enzimas celulares (lactatodeshidrogenasa, fosfatasa mononucleares que se encuentran en estos tumores.
alcalina placentaria y gammaglutamil transpeptidasa).
Este último grupo no ha contribuido de forma signifi- Al igual que la AFP, tampoco es exclusiva de los
cativa al manejo de los pacientes con tumor testicular tumores testiculares, sino que también se eleva en
por lo que sólo los mencionamos. otros tumores (pulmón, hígado, estómago, páncreas,
mama y riñón), quizás también en fumadores de
α-fetoproteína (AFP) marihuana.
Se trata de una glucoproteína de una sola cade-
na y un peso molecular de 70.000 daltons. Durante La vida media de esta proteína es tan sólo de 24
el desarrollo embrionario es producida por el saco a 36 horas, por lo que el plazo para la repetición de
vitelino y tracto gastrointestinal del feto, encontrán- los análisis tras la orquiectomía u otros tratamientos
dose en el suero fetal en concentraciones elevadas viene dado por los 7 días de vida media de la α-feto-
que alcanzan el máximo en la semana 12 de gesta- proteína.

574 sección V. Oncología


32.Tumores de testículo

Aplicación clínica cuanto a la β-HCG, en un seminoma puro pueden


Estos dos marcadores son los más útiles en el alcanzar cifras de hasta 500 ng/ml, por lo que se
manejo de los tumores de testículo ya que son los ha alcanzado acuerdo en considerar que, cuando
que se encuentran elevados con mayor frecuencia, la β-HCG alcanza niveles superiores a 200 ng/ml,
pueden ser positivos hasta en el 90% de los casos si debemos de recomendar al patólogo que revise
se miden ambos de forma simultánea. Por este moti- la pieza más cuidadosamente y en caso de que
vo presentan una gran utilidad clínica que abarca: confirme su diagnóstico de seminoma puro tra-
tarlo como a un tumor no seminomatoso porque
• Estadio clínico y valor pronóstico: Las cifras casi con toda seguridad existen células tumorales
de marcador están en relación directa con la de este tipo que le han pasado desapercibidas, el
carga tumoral, de manera que cifras elevadas tratamiento también debe ser el de un tumor no
hacen pensar en estadios avanzados y presencia seminomatoso si los niveles no se normalizan tras
de abundantes metástasis, de la misma manera se la orquiectomía.
ha comprobado que la coexistencia de marcador
elevado y múltiples masas adenopáticas en la TAC Métodos de imagen
suponen un mal pronóstico y escasa respuesta a
los distintos regímenes de quimioterapia. Radiografía de tórax
Se debe realizar en anteroposterior y lateral.
• Monitorización de la respuesta terapéuti- Durante mucho tiempo ha sido la prueba base para
ca y seguimiento: La velocidad de normaliza- el diagnóstico de enfermedades pulmonar asociada;
ción de la cifra del marcador tras el tratamiento sin embargo, en la actualidad ha sido prácticamente
es considerado por muchos como un factor pro- desbancada por la TAC de tórax ya que presenta un
nóstico ya que dicha velocidad está en relación 20% de falsos positivos y hasta un 30-50% de falsos
directa con la carga tumoral previa y con la viabi- negativos.
lidad del tumor. Cuanto más rápida sea la dismi-
nución mayor posibilidad de que el paciente se TAC de tórax y abdominopélvico
encuentre libre de enfermedad. La persistencia de La TAC de tórax ha demostrado ser el método
un marcador elevado tras el tratamiento implica más sensible de detección de metástasis pulmonares
respuesta incompleta. De la misma manera la reci- diagnosticando hasta un 10% más que la radiografías
diva bioquímica o elevación de los marcadores de tórax convencionales cuando éstas han sido infor-
puede preceder a la recidiva clínica o radiológica madas de normalidad. No obstante hay que ser pre-
con lo que se puede instaurar el tratamiento cavidos en su interpretación ya que puede detectar
antes de que la recidiva sea sintomática, cuando la lesiones de hasta 2 mm que en un 70% son benignas
carga tumoral es mínima. y no tienen nada que ver con la enfermedad neo-
plásica.
• Diagnóstico histológico: Como ya vimos los
tumores de testículo presentan frecuentemente En cuanto a la TAC abdominopélvica ha demos-
varios tipos histológicos y conocerlos puede ser trado ser el mejor método de rastreo del retroperi-
determinante a la hora de tomar una decisión toneo llegando a detectar metástasis de tan sólo 2 cm
terapéutica u otra. La elevación de uno u otro y aportando datos importantes sobre la localización
marcador puede ser útil para sospechar la exis- de las masas. Por este motivo ha desplazado a otras
tencia de un tipo tumoral que se encuentra en pruebas que habían sido utilizadas tradicionalmente
una cantidad muy pequeña y que al patólogo le como la UIV o la linfografía podálica, esta última debi-
pudo haber pasado desapercibido. El seminoma do especialmente a su carácter invasivo.
no presenta nunca niveles elevados de AFP; por
ello, cuando está elevada se debe de considerar el La RMN es similar a la TAC en el diagnóstico de
tumor como no seminomatoso aunque el análisis adenopatías retroperitoneales, pero su mayor costo lo
histológico sea de seminoma puro, siendo el tra- relega a un método de segunda elección(6). Sin embar-
tamiento, por lo tanto, el de ese tipo de tumor. En go, puede ser de mucha ayuda cuando la TAC no es

sección V. Oncología 575


Libro del Residente de Urología

concluyente, si existen adenopatías que comprimen da izquierda en los que el cruce metastático en esta-
vasos como la cava y aorta cuando se piensa actuar dios no muy avanzados de la enfermedad retroperi-
quirúrgicamente sobre estas estructuras, o en casos toneal es difícil que acontezca.
de alergia a contrastes iodados.
En la actualidad existen verdaderos mapas de fre-
No existen evidencias suficientes que fundamen- cuencia de metástasis que se deben fundamentalmen-
ten el uso de la tomografía por emisión de positrones te al trabajo de Donohue y cols. y que permiten esta-
(PET) en los estadios precoces del tumor testicular. blecer unos márgenes lógicos y precisos a la hora de
Sin embargo, se recomienda en el seguimiento de las realizar cirugías profilácticas.
masas residuales mayores a 3 cm después de la qui-
mioterapia en los seminomas, para decidir la conduc- Fuera de estas localizaciones es infrecuente
ta a seguir(7). encontrar metástasis ganglionares, aunque debemos
sospecharlas ante ciertos datos de la historia clínica
La TAC craneal se recomienda sólo en los casos como la cirugía o toma de biopsias transescrotales y
de la existencia de síntomas o en los no seminoma- la cirugía inguinal (orquidopexia o herniorrafia), ya que
tosos con múltiples metástasis pulmonares. provocan alteraciones en las vías de drenaje habitual.
Éste es el caso de las metástasis inguinales, que son
excepcionales, salvo con estos antecedentes o cuando
ESTADIFICACIÓN DE LOS el tumor está localmente muy avanzado con afecta-
ción de la túnica albugínea.
TUMORES DE CÉLULAS
GERMINALES La vía hematógena suele ocurrir cuando ya existe
diseminación ganglionar y se dirige fundamentalmente
Una vez establecido el diagnóstico definitivo de a los pulmones (30%), seguida de hígado, cerebro,
tumor testicular y conocida la variedad histológica del huesos, y aún más excepcionales son las metástasis de
mismo hay que proceder a la estadificación clínica del riñón, suprarrenales, gastrointestinal y bazo. El corio-
paciente ya que el tratamiento y seguimiento ulteriores carcinoma es el tipo histológico que con mayor fre-
van a estar en función del estadio en que se encuentre. cuencia y de forma mas temprana metastatiza por
esta vía.
Una estadificación clínica precisa es fundamental
para tomar una decisión terapéutica adecuada y esta- En cuanto a los sistemas de estadificación, la
blecer el pronóstico del paciente. mayoría se basan en el de Boden y Gibb del año 1951,
que dividía los tumores en tres estadios, A, B y C,
Tan imprescindible para la estadificación es con- según la afectación fuera sólo testicular, ganglionar
tar con unos métodos diagnósticos adecuados como infradiafragmática o ganglionar supradiafragmática y/o
conocer la historia natural del tumor y sus vías de hematógena. Posteriormente han aparecido numero-
diseminación habituales. Existen tres vías de disemi- sas modificaciones y ampliaciones de la misma.
nación posibles: vía linfática, hematógena y por
extensión directa. La aparición de numerosos sistemas de estadifica-
ción generó dificultades para la realización de compa-
La vía linfática es la vía sistemática de diseminación ración de datos a nivel interinstitucional, hasta que en
del los tumores testiculares, siendo excepcional la el American Joint Committee on Cancer (AJCC) se
diseminación hematógena temprana, salvo en los generó el primer consenso internacional que estable-
casos del coriocarcinoma. La diseminación del teste ció un sistema que utiliza el TNM y los marcadores
derecho e izquierdo es distinta. Los tumores derechos tumorales como método de estadificación del cáncer
drenan en los ganglios intercavoaórticos, precavos y testicular. Este sistema, en la actualidad, y en acuerdo
paracavos con gran predisposición a invadir también con la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC),
los ganglios contralaterales izquierdos a diferencia de constituye probablemente el sistema de estadificación
la diseminación de los tumores que afectan a la góna- más utilizado en el mundo(8, 9).

576 sección V. Oncología


32.Tumores de testículo

Tabla 2. Sistema de clasificación TNMS para los tumores testiculares (UICC, 2002, 6a edición).

pT (tumor primario)
Tx: estadio desconocido
T0: sin evidencia de tumor primario
Tis:neoplasia intratubular de células germinales (carcinoma in situ)
T1: tumor limitado al testículo y el epidídimo sin invasión vascular o linfática: puede invadir la albugínea
sin afectar la vaginal
T2: tumor limitado al testículo y el epidídimo con invasión vascular o linfática: con afectación de la albugínea
y la vaginal
T3: tumor que invade el cordón espermático con o sin invasión vascular o linfática
T4: tumor que invade escroto con o sin invasión vascular o linfática
N (ganglios linfáticos regionales, clasificación clínica)
Nx: afectación ganglionar desconocida
N0: ausencia de metástasis ganglionares
N1: ganglio de tamaño ≤ 2 cm o múltiples adenopatías de dimensiones < 2 cm
N2: ganglio entre 2 a 5 cm o múltiples adenopatías de dimensiones < 5 cm
N3: metástasis ganglionares que tengan una dimensión > 5 cm
M (metástasis a distancia)
Mx: metástasis desconocida
M0: ausencia de metástasis a distancia
M1: metástasis a distancia
M1a: ganglios linfáticos no regionales o pulmón
M1b: otros sitios
S (marcadores tumorales)
Sx: marcadores no disponibles o no obtenidos
S0: marcadores dentro de los límites normales

LDH (U/L) βHCG (mlU/ml) AFP (ng/ml)


S1: < 1,5 x n < 5.000 < 1.000
S2: 1,5 a 10 x n 5.000 a 50.000 1.000 a 10.000
S3: > 10 x n > 50.000 > 10.000

n = límite superior normal de LDH

TRATAMIENTO DE LOS varios de ellos dependiendo del tipo histológico y del


estadio tumoral(10).
TUMORES DE CÉLULAS
GERMINALES El papel de la cirugía ha variado mucho y ha sido
sometido a grandes controversias desde el comienzo
Referente al tratamiento los éxitos obtenidos de la utilización de la QT en 1960, tendiéndose hacia
también radican en un tratamiento multimodal que posturas más conservadoras basadas en el seguimien-
combina la cirugía, la RT y la QT utilizando uno o to exhaustivo del paciente y al abandono de técnicas

sección V. Oncología 577


Libro del Residente de Urología

Tabla 3. Estadios del tumor testicular.

Estadio I
Tumor confinado al testículo. Se dividen en Ia y Ib según el T; y en IS según los niveles séricos de los
marcadores tumorales.
Ia: pT1 N0 M0 S0
Ib: pT2, pT3 o pT4 N0 M0 S0
IS: cualquier pT/Tx N0 M0 S1 – S3
Estadio II
Tumor con metástasis ganglionares retroperitoneales. Se subdivide en IIa, IIb y IIc según el tamaño de las
adenopatías.
IIa: cualquier pT N1 M0 S0 – S1
IIb: cualquier pT N2 M0 S0 – S1
IIc: cualquier pT N3 M0 S0 – S1

Estadio III
Tumor con metástasis supradiafragmáticas. Se divide en IIIa, IIIb y IIIc en función del grado de metástasis
y los niveles séricos de marcadores tumorales.
IIIa: cualquier pT cualquier pN M1 S0 – S1
IIIb: cualquier pT cualquier pN M0 - M1 S2
IIIc: cualquier pT cualquier pN M0 – M1 S3, cualquier S

quirúrgicas más agresivas. El concepto de cirugía cito- naje linfático y venoso (Jamieson y Dobson, 1910;
rreductora como base del tratamiento ha sido susti- Hasumi, 1930; Rouviere, 1938) y en la publicación de
tuido por el de cirugía de masas residuales que se rea- diversas series de casos de orquiectomía transescro-
liza tras diferentes esquemas de quimioterapia. A tal y biopsias inadecuadas (Dean, 1925), con mala evo-
pesar de todo ello, la cirugía continúa siendo funda- lución de los pacientes y aparición de metástasis en
mental en el tratamiento de estos tumores comen- territorios no habituales como el pelviano o inguinal.
zando por la orquiectomía radical que, además de ser La explicación a ello se encuentra en la creación de
el tratamiento inicial, consigue la curación de un por- comunicaciones anómalas entre el drenaje inguinal del
centaje no despreciable de casos. escroto y el retroperitoneal del testículo.

En la actualidad, la actitud quirúrgica ante un Desde finales del siglo XIX ya se reconocía la
tumor de células germinales presenta tres variantes en orquiectomía radical por vía inguinal como la técnica
función del momento evolutivo de la enfermedad y estándar para el tratamiento local del cáncer testicu-
del estadio de afectación tumoral. Estas tres variantes lar. Actualmente se ha abandonado la realización de
son la orquiectomía radical, la linfadenectomía retro- PAAF y biopsia como métodos diagnósticos (reem-
peritoneal y la cirugía de la masa residual. plazados por la ecografía), u orquiectomía transescro-
tal como tratamiento. Estos tratamientos erróneos
Orquiectomía radical inguinal pueden llevar a la siembra de células tumorales y a la
aparición de un mayor número de metástasis en terri-
La elección de la vía inguinal frente a la transes- torios linfáticos no habituales, como el inguinal y el
crotal se basa en el conocimiento de las vías de dre- pelviano.

578 sección V. Oncología


32.Tumores de testículo

La orquiectomía debe ser el primer paso en el en el diagnóstico un 30% y no son radiosensibles, pre-
tratamiento del enfermo con cáncer testicular; sin cisando un tratamiento a base de quimioterapia y
embargo, ocasionalmente es diagnosticado en esta- cirugía reductora cuando está en fases avanzadas.
dios de la enfermedad muy avanzados y el paciente se
encuentra muy sintomático, lo que hace primordial el En cuanto a la técnica, realizamos una incisión de
tratamiento de la enfermedad sistémica con quimio- unos 5 cm de longitud por encima y en paralelo al
terapia, quedando relegada la orquiectomía a un ligamento inguinal, abriendo la aponeurosis del obli-
segundo tiempo. Existe cierta controversia sobre si se cuo mayor, siguiendo la dirección de las fibras, para
debe realizar, o no, la orquiectomía radical cuando acceder al canal inguinal. Una vez abierto el canal, libe-
existe una remisión completa de las metástasis y los ramos el cordón espermático hacia el anillo inguinal
marcadores se han negativizado. Tras la QT se interno, ocluyéndolo con una cinta de goma, para evi-
demuestra tumor residual en la pieza de orquiectomía tar la posible diseminación de células tumorales
en las mismas proporciones que aparecen en las durante la maniobra de disección del testículo. Esta
masas residuales (hasta un 25% de carcinoma). En una disección se realiza de forma roma generalmente digi-
serie de 250 casos de tumores germinales testiculares tal y haciendo tracción del testículo hacia la herida
hemos realizado 4 orquiectomías postquimioterapia que, en ocasiones, cuando el tumor es muy grande, se
sin que en ninguna de ellas se hayan encontrado célu- deberá ampliar. Una vez extraído el testículo se pro-
las tumorales; a pesar de ello consideramos que se cede a la disección del cordón, identificando los vasos
debe de realizar la orquiectomía en cualquier caso, espermáticos y el conducto deferente, que se ligan
realizando la intervención aprovechando la cirugía de por separado.
masa residual si ésta es necesaria, o aisladamente si
hubo remisión completa. Tratamiento de los seminomas
en estadio I
Otra situación en la cual nos podemos plantear la
radicalidad de la orquiectomía es en aquellos pacien- Como ya vimos, un porcentaje elevado de estos
tes que, por una u otra circunstancia, tienen un solo pacientes se curan tan sólo con la orquiectomía y en
testículo. En los últimos años se han publicado algunas caso de que aparezcan metástasis éstas son muy
series en las que se ha realizado tan sólo la exéresis radiosensibles y desaparecen con dosis bajas de RT
del tumor, dejando el testículo restante; según sus retroperitoneal alcanzando una supervivencia del 90-
autores no se han producido recurrencias locales y el 95% a los 5 años. Por este motivo, aunque el plantea-
índice de progresión retroperitoneal o inguinopelvia- miento actual continúa siendo la realización de RT
na ha sido bajo. profiláctica tras la orquiectomía. Algunos centros con
experiencia en el manejo de tumores germinales
Sobre la realización o no de manera sistemática optan por el seguimiento, especialmente en aquellos
de biopsia de testículo contralateral en busca de con buen pronóstico: tumor ≤ 4 cm, ausencia de inva-
tumor sincrónico (1-3%) existe controversia. Algunos sión de la rete-testis y niveles normales de marcado-
grupos la realizan mientras otros prefieren confiar en res (Figura 5).
la eficacia de la exploración física y la ecografía para el
diagnóstico precoz. La RT profiláctica se realiza en los territorios
paraaórticos e ilíacos ipsilaterales (en palo de
La orquiectomía nos va a proporcionar además Jockey), a una dosis de 20 a 24 Gy, con reducción de
dos datos fundamentales para el planteamiento tera- las recidivas en 1-3%. Esta dosis es bien tolerada por
péutico posterior, el estadio local y el tipo histológico. los enfermos con aparición tan sólo de mínimos
Este último es fundamental ya que los tumores semi- efectos adversos gastrointestinales. En los casos con
nomatosos en un 85-90% de los casos se encuentran cirugía previa en que pueda existir alteración del
localizados y además son extraordinariamente sensi- drenaje linfático de la zona el área de radiación debe
bles a radioterapia, por lo que ésta debe de ser el pri- ser más amplio e incluir la región inguinal contralate-
mer tratamiento tras la orquiectomía, mientras que ral teniendo mucho cuidado en la protección del
los tumores no seminomatosos están diseminados ya testículo.

sección V. Oncología 579


Libro del Residente de Urología

Figura 5. Esquema de tratamiento en el estadio I del seminoma. En caso de existir factores de riesgo
se recomienda la RT o QT. La observación se deja sólo para algunos con muy buen pronóstico.

ORQUIECTOMÍA
Marcadores
Rx tórax
CT abdominopélvico
Estudio fertilidad
SEMINOMA I
20% micrometástasis locorregionales

FR +: >4 cm o rete testis +

OBSERVACIÓN RT 20 Gy Carboplatino x2

Tasa de
20% <5% <5%
recidiva

No está indicado el tratamiento profiláctico del Figura 6. En los estadios IIa - b de los seminomas se
mediastino ni del área supraclavicular debido a la afec- puede dar tanto QT como RT, pero con dosis mayores
tación con escasa frecuencia y la gravedad de los efec- que las del estadio I.
tos adversos que conlleva.
SEMINOMA IIA / IIB
La QT profiláctica con carboplatino en dos ciclos
Adenopatías retroperitoneales en TAC
reduce también la recidiva en 1-3%, pero se necesita
más experiencia y seguimiento para recomendar este
tratamiento como de rutina.

La linfadenectomía retroperitoneal (LRP) no ha <2cm 2 - 5cm


demostrado beneficios en este estadio del Seminoma. RT 30 - 40 Gy BEP x 3 = EP x 4

Tratamiento del seminoma RT y QT distintas a la adyuvante


estadios IIa y IIb
BEP= Bleomicima + Etopósito + Cisplatino.
Éste es probablemente el estadio tumoral que EP= Etopósito + Cisplatino
más controversia levanta ya que existen dos corrien-
tes en la actualidad. Por un lado, se mantiene el trata-
miento con RT a dosis algo más elevadas que las pre- aquellos pacientes con adenopatías menores a 2 cm
vias, de 30 a 40 Gy, y, por otro lado, se incluye a estos tienen buena respuesta al tratamiento con RT, pero
pacientes dentro del grupo de seminoma avanzado y los que poseen adenopatías entre 2 y 5 cm se bene-
por consiguiente se realiza QT. Se considera que ficiarían tanto con RT o con QT (Figura 6).

580 sección V. Oncología


32.Tumores de testículo

Tratamiento del seminoma Desde el año 1970 han aparecido diversos estudios
en estadios avanzados IIc y III en los que se han comparado las tasas de recidivas y
la supervivencia entre enfermos tratados según el
A diferencia de lo que ocurre con los estadios IIa método tradicional y pacientes sometidos tan sólo a
y IIb (ganglios < 5 cm), en los que se obtienen una seguimiento estricto y posterior tratamiento de las
tasa de curación del 90%, la RT es insuficiente en los recidivas, si ocurrían, mediante QT y LRP. De esta
estadios mas avanzados (elevada tasa de recurrencia manera se pretendía evitar un sobretratamiento y una
superior al 50%). El seminoma, al igual que los tumo- yatrogenia innecesaria al menos a un 80% de los
res no seminomatosos, presenta una sensibilidad ele- enfermos en estadio I, en los que la tasa de recidiva
vada a la QT, especialmente a los regímenes con pla- es del 15-20%.
tino, por lo que cuando se encuentra en fase avanza-
da se utilizarán los mismos regímenes que en los no De todos estos estudios se han podido sacar
seminomatosos y que veremos más adelante. La tasa varias conclusiones que han llevado a sentar indica-
de curación en estos casos es del 85-90%. ciones, más o menos precisas y compartidas por
todos, para la LRP en el tratamiento del estadio I de
Tumor no seminomatoso los tumores no seminomatosos. Estas conclusiones se
en estadio inicial I pueden resumir en las siguientes:

Linfadenectomía retroperitoneal (LRP) • Entre un 25-35% se los pacientes con tumor de


testículo presentarán metástasis en el plazo de
El abordaje del retroperitoneo en el tratamiento 2-4 años, de los cuales la mayoría lo harán en los
de los tumores data de más de un siglo (Stinson, primeros 6 meses.
1897; Roberts, 1902; Howard, 1907; Chevassu, 1910;
Himan, 1914) y comenzó a realizarse coincidiendo • El 50 al 75% de las metástasis aparecen en los
con los primeros estudios de la red de distribución ganglios del retroperitoneo y según un patrón
linfática de los testículos (Most, 1898; Cuneo, 1901; conocido. El resto lo harán en el pulmón u otras
Ajmieson y Dobson, 1910). Inicialmente no consiguió localizaciones.
muchos adeptos debido a la elevada morbimortali-
dad que producía y la escasa tasa de curaciones. Sin • Al realizar la linfadenectomía retroperitoneal
embargo, debido a la falta de tratamientos alternati- se ha encontrado que aproximadamente un
vos y tras la publicación de Lewis en 1948 con 250 25-30% de los tumores están infraestadiados,
casos y un elevado número de curaciones, fue siendo en realidad estadios II.
cobrando protagonismo.
• En contrapartida, aproximadamente el 70% de los
Durante mucho tiempo se consideró fundamen- pacientes que son sometidos a la LRP presentan
tal en el tratamiento de los tumores de testículo no un estadio pT1-pT3 pN0 M0 (tumor confinado al
seminomatosos estadio I dada la propensión de éstos testículo); por lo tanto, no reciben un beneficio
a recidivar en los ganglios del retroperitoneo y ade- terapéutico. Además, puede haber recidivas pos-
más proporcionaba un estadio más correcto. teriores en un 5-10% y en zonas distintas a la
sometida a LRP.
Sin embargo, en las últimas décadas del siglo pasa-
do, con la mejoría de la eficacia de la quimioterapia, • Existen una serie de factores que suponen un alto
sobre todo desde el comienzo del uso del cisplatino, riesgo de recidiva y que cuando están presentes
algunos autores intentaron buscar alternativas a ésta, deben de hacernos pensar en un tratamiento
sobre todo para evitar la morbilidad que producía y adyuvante a la orquiectomía radical, ya sea LRP o
la falta de eyaculación que provocaba debido a la QT, y abandonar la posibilidad de seguimiento.
denervación que requería dicha cirugía y que afortu-
nadamente desde hace unos pocos años se ha obvia- Los factores de riesgo mayoritariamente acepta-
do al preservar los troncos simpáticos lumbares. dos son:

sección V. Oncología 581


Libro del Residente de Urología

1 Lesiones a partir de T2, que invaden la túnica peticiones de conservación de semen antes de los
albugínea, rete-testis, el epidídimo o el cordón. tratamientos. Otro problema es la eyaculación retró-
grada que se produce al lesionar los fascículos simpá-
2 Tumores con invasión microscópica linfática o ticos L1 a L4 como consecuencia de cirugías o radio-
vascular, factor predictivo pronóstico más con- terapia. Esta complicación quirúrgica ha descendido
sistente con una tasa de recidiva de hasta un numéricamente y casi es posible decir que si se res-
35% a los 5 años. petan dichos fascículos la totalidad de los pacientes
sometidos a cirugía retroperitoneal van a conservar la
3. Presencia de carcinoma embrionario. eyaculación; por otra parte, se están realizando pro-
gresos en la consecución de eyaculación mediante el
Algunos autores incluyen otros como la ausencia uso de simpaticomiméticos y electroeyaculación.
de tumor del seno endodérmico, ausencia de negati- Entonces, la ausencia de eyaculación no debe de con-
vización de marcadores tras la orquiectomía y la ele- siderarse como un factor en contra de la LRP.
vación de la α-fetoproteína a valores superiores de
80 ng/ml. En cuanto a la técnica empleada y sobre todo a la
amplitud de la resección se han ido modificando con el
Con todo esto se llega a la conclusión de que paso de los años. En la década de los 60 y tras los estu-
tanto la LRP como el seguimiento son muy efectivos dios con linfografías podálicas, testicular y funicular
en el estadio I de los tumores no seminomatosos con (Busch y Sayegh, 1963; Chiappa, 1966; Walqvist, 1966),
tasas de supervivencia muy similares. Se recomienda se recomendó la mayor radicalidad posible en la inter-
el seguimiento en aquellos pacientes en los que no vención ya que se consideraba como la única posibili-
exista ningún factor de riesgo o mal pronóstico (50- dad de curación y para ello se diseñaron verdaderos
70%) y estén convencidos de cumplir estrictamente el mapas de diseminación metastásica (Ray, 1974;
seguimiento, acudiendo a revisión tan frecuentemente Donohue, 1982; Weissbach, 1987)(11). Sin embargo, la
como se requiere en este tipo de tumores, dada la mejoría en la eficacia de la QT y la disminución de los
elevada velocidad de replicación de sus células. Por el efectos secundarios producidos por esta permitió un
contrario, la LRP se indica en los pacientes que no planteamiento quirúrgico menos agresivo, con lo que la
reúnan estos requisitos previamente expuestos. LRP clásica bilateral fue reduciendo sus límites basán-
dose en los mapas de frecuencia metastásica de
También es importante la opinión del paciente en Donohue para los estadios IIa y IIb(12). En primer lugar
su tratamiento, una vez que ha recibido la información se desestimó la disección suprahiliar sistemática y pos-
sobre la enfermedad. teriormente, aparecieron las formas modificadas unila-
terales y económicas para los estadios I, con lo que se
El seguimiento (cuando no se ha realizado LRP) preservaba la eyaculación(13).
debe de ser muy estricto, especialmente durante los
dos primeros años, en que se producen la mayoría de La vía de abordaje al espacio retroperitoneal para
las recidivas. En el primer año se realizan revisiones esta cirugía es la toracoabdominal simple con sus
mensuales (exploración física, radiografía de tórax y variantes de laparotomías medias o transversales.
marcadores séricos tumorales) y TAC toracoabdomi-
nal trimestrales; en el segundo, revisiones bimensuales La noche anterior a la cirugía se realiza una hidra-
y TAC cada 4-6 meses y a partir del tercero revisiones tación por vía IV, con el fin de evitar los problemas que
cada 4-6 meses con TAC anual. pudieran surgir como consecuencia de la manipulación
de los vasos renales y por las pérdidas de fluidos
La fertilidad de los pacientes con tumores testicu- durante la intervención. Intraoperatoriamente se admi-
lares es un capítulo que merece una consideración nistra también manitol para prevenir la oliguria que
más amplia que la asignada en este trabajo, pero es podría producirse por el espasmo de los vasos renales.
importante señalar que un 40% aproximadamente de
estos pacientes ya son infértiles al diagnóstico de su La incisión se realiza en la línea media desde el xifoi-
neoplasia. Por lo tanto, hay que ser muy cautos con las des a la sínfisis pubiana, se realiza la apertura por planos

582 sección V. Oncología


32.Tumores de testículo

Figura 7. Linfadenectomía retroperitoneal modificada. Estableciéndose como límite inferior la arteria mesentérica
inferior, se conserva la eyaculación en un elevado porcentaje de los casos.

hasta acceder a la cavidad peritoneal. Posteriormente se Cuando el tumor asienta en el lado derecho, la lin-
abre el peritoneo parietal posterior siguiendo la raíz del fadenectomía modificada derecha tendrá como límite
mesenterio del intestino delgado. superior el hilio renal derecho y la cara anterior de la
cava y aorta por encima de los vasos renales. A nivel
Existen distintas variantes en función de la exten- lateral, la disección se prolongará hasta el uréter en su
sión de tejidos que se quiera extirpar y del lado del límite externo y hasta la cara lateral de la aorta en su
tumor primitivo. La linfadenectomía modificada izquier- zona medial. Caudalmente la disección se ampliará
da se realiza cuando el teste afecto por el tumor asien- hasta el conducto inguinal, a lo largo de la arteria ilía-
ta en el lado izquierdo. Los límites vendrán dados de la ca externa derecha y hasta la arteria mesentérica infe-
siguiente manera: en la zona craneal por el límite infe- rior del lado izquierdo (Figura 7).
rior de la arteria mesentérica superior, cara anterior de
la aorta y cava por encima de los vasos renales: el lími- Utilizando esta técnica hemos conseguido que el
te lateral externo estará situado en la cara externa del 85% de los pacientes a los que se les realizó la linfa-
uréter izquierdo y por la cara anterior de la vena cava denectomía unilateral conserven la eyaculación, mien-
inferior en su zona medial. A nivel caudal la disección tras el 100% de los que fueron sometidos a la bilate-
se prolongará a lo largo de los vasos ilíacos hasta el ral la perdieron.
conducto inguinal interno del lado izquierdo y hasta el
origen de la mesentérica inferior en el lado derecho, Se obtienen estos resultados a raíz de que la
respetando el tejido linfático por debajo de la arteria disección ganglionar se realiza cuidadosamente pre-
mesentérica inferior (Figura 7). servando los nervios simpáticos. Para ello es necesa-

sección V. Oncología 583


Libro del Residente de Urología

ria la identificación y conservación de nervios lumba- platino (BEP). Estableciéndose un régimen de 2 ciclos
res de L1 a L4 y del plexo hipogástrico, resultado de cuando es adyuvante (ganglios positivos > 2 cm en
la fusión de estos nervios sobre la aorta y el pro- LRP) y de 3 ciclos cuando es un tratamiento de pri-
montorio sacro; posteriormente, se realizará la disec- mera línea o en el estadio IS.
ción ganglionar amplia, como se ha explicado previa-
mente, y fundamentalmente evitando continuar con En conclusión, en este estadio se puede conside-
dicha disección por debajo de la arteria mesentérica rar como primera opción la quimioterapia de prime-
inferior. ra línea, optando por el seguimiento cuando el riesgo
tumoral es bajo y el paciente reúne las características
Hay una variante económica o reducida de la LRP para ello. La LRP queda relegada sólo a pacientes que
antes descrita para ambos lados. Cuando el tumor no reúnen las condiciones para las otras dos alterna-
testicular es izquierdo, se realiza la extirpación del teji- tivas (Figura 8).
do linfático existente a nivel del hilio renal, sobre aorta
y en la zona intercavoaórtica, teniendo como límite Tratamiento de los tumores
superior la arteria mesentérica superior y como infe- no seminomatosos en los estadios
rior unos centímetros por debajo de los vasos rena- avanzados IIa y IIb
les. Cuando el tumor es derecho, los límites son simi-
lares a la izquierda pero con los ganglios perihiliares En el estadio II, en algunos centros, especialmente
derechos. de Estados Unidos, consideran la LRP bilateral como
primera opción terapéutica, asociándola a QT adyu-
Quimioterapia vante con dos ciclos de BEP en los estadios IIb. Sin
Se ha demostrado beneficios con la QT en los embargo, por haberse demostrado en los últimos
tumores no seminomatosos en este estadio y se reco- años el importante rol de la quimioterapia como pri-
mienda la combinación de bleomicina, etopósido y cis- mera opción, optamos en este estadio por la QT de

Figura 8. En el caso de los tumores no seminomatosos, si existen factores de riesgo se opta por la QT;
a diferencia de los seminomatosos, en los cuales se opta por la RT.

ORQUIECTOMÍA

NO SEMINOMA I

OBSERVACIÓN BEP x 2 NS RPLND

SI invasión vascular: TR 50%

Tasa de
recidivsa 20% 3% 10%

584 sección V. Oncología


32.Tumores de testículo

Figura 9. En el caso de los tumores no seminomatosos, si existen factores de riesgo se opta por la QT;
a diferencia de los seminomatosos, en los cuales se opta por la RT.

NO SEMINOMA IIA / IIB

Adenopatías retroperitoneales en TAC

II a < 2cm II b 2 - 5 cm

Marcadores

Negativos Positivos

Observación LRP
BEP x 3

Estadio I Estadio II

BEP x 2

primera línea con tres ciclos de BEP, realizando la LRP • CISPLATINO: 20 mg/m2 IV días 1-5.
en los casos con evidencia radiológica de enfermedad • ETOPOSIDO: 120 mg/m2 IV días 1, 3 y 5.
residual tras la QT (Figura 9). • BLEOMICINA: 30 mg días 2, 9 y 16.

El esquema más utilizado es el de BEP, que ha Este esquema se repite cada 3 semanas con un
demostrado ser superior al PVB (cisplatino, vinblastina total de 3 ciclos.
y bleomicina), en los casos de enfermedad avanzada(14).
- Quimioterapia adyuvante: se realiza en los pacien-
- Quimioterapia estándar o de primera línea: es el tes que hayan sido sometidos a la LRP y se haya
primer tratamiento y se utiliza en todo tumor tes- encontrado ganglios positivos de entre 2 y 5 cm
ticular diseminado. (estadio IIb). Consiste en el esquema BEP con las
mismas dosis que la terapia estándar, pero sólo
Esquema BEP: dos ciclos.

sección V. Oncología 585


Libro del Residente de Urología

En la QT tanto primaria como la adyuvante, los recen asociadas a recidiva sistémica (2-5%). Se consi-
ciclos se retrasarán sólo en los casos que existiera fie- dera la QT como primera opción, y si hay una buena
bre con granulocitopenia <1.000/mm3 o trombopenia respuesta se puede asociar a RT de consolidación. La
<100.000/uL. Cuando existieran complicaciones infec- cirugía debería considerarse en los casos de metásta-
ciosas de la QT, la administración de factores de cre- sis únicas, dependiendo de la localización, la histología
cimiento como el G-CSF se llevará a cabo en los del tumor primario y el estado del paciente.
siguientes ciclos pendientes.
Cirugía de la masa residual
Tratamiento de los tumores
no seminomatosos en los estadios Para los estadios avanzados de los tumores no
avanzados IIc y III. seminomatosos se ha abandonado en las últimas
décadas el concepto de cirugía reductora, pasando a
Estos estadios pueden ser divididos en grupos de ser un tratamiento adyuvante que se realiza tras la
buen y mal pronóstico, en función a la existencia de quimioterapia en el caso de que queden masas resi-
metástasis no pulmonares y niveles de marcadores duales en el retroperitoneo (Figura 10).
tumorales (S2-S3).
La indicación quirúrgica para nosotros será sólo
El tratamiento de elección es la quimioterapia con para aquel enfermo en el que los marcadores se hayan
cuatro ciclos de BEP o EP, con ausencia de progresión negativizado tras la cirugía y sin embargo en el CT
del 45-50% a los 5 años en varias series. continuamos encontrando tumor. Generalmente esta
masa será de menor tamaño a las previas ya que la QT
Se han realizado estudios comparativos entre BEP reduce el tamaño y la convierte en una masa quística
y el esquema VIP (vinblastina, ifosfamida y cisplatino), con fibrosis importante a su alrededor. La indicación
sin encontrarse una diferencia significativa en el resul- quirúrgica se basa en el hecho de que no existe nin-
tado terapéutico, pero observándose mayor toxicidad guna forma de saber, salvo con un análisis microscópi-
con el VIP(15). co, si en dicha masa existe tumor residual o por el con-
trario se trata sólo de fibrosis. Anteriormente se
Quimioterapia de rescate encontraba en el análisis de las masas residuales fibro-
en pacientes con recidiva sis en un tercio de los casos, teratoma en el otro ter-
o enfermedad refractaria cio y tumor viable en el tercio restante. Actualmente,
en las diferentes series se encuentran fibrosis en un
La QT de rescate o de segunda línea se realiza 50% de los casos, teratoma maduro o inmaduro en un
cuando los marcadores tumorales no se han negativi- 35-40% y carcinoma latente en un 10-15%. La existen-
zado tras la quimioterapia estándar o cuando tras un cia de tumor viable en menor porcentaje es debido a
periodo de negativización vuelven a elevarse. la mayor eficacia de los agentes quimioterápicos.

Tanto para los seminomatosos como los no semi- En los casos de tumor viable se recomienda dar
nomatosos, se puede utilizar el BEP en cuatro ciclos o un nuevo ciclo de QT como adyuvancia, puesto que
utilizar otros esquemas basados en el cisplatino en el riesgo de recidiva supera el 50%.
asociación con otros fármacos como la vinblastina, la
ifosfamida, entre otros. El riesgo de recidiva cuando se encuentra terato-
ma también parece ser algo más elevado, pero opta-
Tratamiento de las metástasis mos por el seguimiento, aunque algo más estricto, que
cerebrales cuando encontramos fibrosis.

Las metástasis cerebrales aparecen asociadas a las El manejo de la masa residual seminomatosa que
recidivas sistémicas y raramente de forma aislada. La persiste tras la quimioterapia continúa siendo muy
supervivencia a largo plazo en los pacientes con estas controvertido. Hasta el momento no se ha demostra-
metástasis es muy pobre, especialmente cuando apa- do que la cirugía de las masas residuales en estos

586 sección V. Oncología


32.Tumores de testículo

Figura 10. Se observa arriba y a la izquierda una masa que, a pesar de haberse completado la QT, persistía en el
retroperitoneo y en íntimo contacto con los grandes vasos.Tras la resección de dicha masa, vemos arriba y a la
derecha la cava y la aorta con conservación de los nervios simpáticos que transcurre entre estos vasos (flecha).

tumores se traduzca en una mayor supervivencia y quimioterápico (negativización de marcadores) las


por otro lado han desaparecido masas hasta 1-3 años masas retroperitoneales seguían creciendo y lo hacían
después de haber concluido la quimioterapia. La pre- como grandes formaciones quísticas, las cuales se pro-
sencia de células tumorales viables es muy variable pagaban por todo el retroperitoneo con participación
según las series y parece tener relación con el tama- torácica a través del espacio retrocrural. Estas forma-
ño tumoral. Como consecuencia, la postura expectan- ciones son resistentes a toda quimioterapia y la ciru-
te en las masas menores de 3 cm está justificada, no gía debe ser fundamental para el control de la enfer-
así en aquellas que tienen un tamaño superior en las medad. En estos casos la vía de abordaje abdominal
cuales se recomienda cirugía. conlleva casi siempre la toracotomía para tener un
buen control de la enfermedad de la crura y del
La cirugía se debe realizar a las 4-6 semanas de mediastino.
haber terminado la quimioterapia y haber negativiza-
do los marcadores. La técnica quirúrgica y la vía de
abordaje empleadas van a depender del tamaño y de
la posición de la masa, pudiendo ser abdominal, torá-
TUMORES EXTRAGONADALES
cica o toracoabdominal(16). DE CÉLULAS GERMINALES
Cirugía de “growing teratoma Son tumores poco frecuentes cuya incidencia real
syndrome” es difícil de conocer pues es posible que el origen real
sea un tumor testicular microscópico o que ha desa-
Logothetis describió este síndrome(17) al observar parecido espontáneamente. La frecuencia parece
enfermos que, a pesar de la eficacia del tratamiento estar entre un 3-5%.

sección V. Oncología 587


Libro del Residente de Urología

Existen dos teorías sobre el origen de estos grupo son el tumor de células de Leydig, tumor de
tumores: producido a partir de células que se células de Sertoli y el gonadoblastoma. El pronóstico
separaron durante la migración de células germi- en estos tumores se reduce a la mitad de lo espera-
nales en el feto, o bien por el desarrollo de células do que en los de origen testicular.
pluripotenciales que han permanecido secuestra-
das en diferentes partes del cuerpo. Al igual que Tumor de células de Leydig
los tumores de testículo, pueden ser de cualquier
tipo histológico, aunque el seminoma es el tipo Se trata de un tumor que se presenta en forma
más frecuente, especialmente en los de mediastino de nódulos circunscritos, únicos o múltiples, rodeados
y sacrococígeo. de tejido normal de límites netos y con una colora-
ción que varía desde el amarillo al parduzco. No se
La localización por orden de frecuencia decre- asocia con hemorragia ni necrosis.
ciente es el mediastino, el retroperitoneo, la región
sacrococcígea y la glándula pineal, dependiendo de la Microscópicamente los tumores están constitui-
sintomatología de la situación y del volumen del dos por células grandes poligonales o fusiformes que
tumor. La propagación metastásica es a ganglios regio- encajan entre sí y que presentan un citoplasma eosi-
nales, pulmón, hígado, hueso y cerebro. nófilo con vacuolas lipídicas y unas inclusiones pig-
mentarias denominadas cristales de Reinke, que son
El diagnóstico se basa en los mismos métodos de patognomónicas de este tumor.
imagen que en los tumores de testículo y siempre
debe de realizarse una exploración minuciosa y eco- Epidemiología
grafía de ambas gónadas en busca de un origen en un Dentro de su escasa frecuencia, es el más
tumor testicular que ha pasado desapercibido; se común de los tumores de células no germinales.
debe de realizar un seguimiento exhaustivo de los Suponen entre un 1-3% del total de los tumores de
mismos durante todas las visitas. Algunos autores, testículo. Presenta dos picos de frecuencia a los 5-
cuando las masas retroperitoneales son unilaterales, 9 años y a los 25-35 años. La bilateralidad es algo
proponen la orquiectomía profiláctica, ya que, en algu- más frecuente que en los tumores de células ger-
nos casos, se han encontrado focos microscópicos de minales y se produce en el 5-10%. Se desconoce la
tumor en la pieza. etiología y no se ha encontrado relación con la
criptorquidia.
El tratamiento es similar al de los tumores de tes-
tículo. Si es un seminoma de escaso volumen se trata- Clínica
rá con radioterapia, y si no, con quimioterapia. Los Estos tumores son productores de andrógenos y
tumores no seminomatosos se tratarán con quimio- por este motivo se presentan siempre bajo un sín-
terapia primaria y si la masa es asequible a cirugía. Los drome endocrino. Cuando afecta a un niño se produ-
resultados en general no son buenos, salvo en el caso ce virilización, en los adultos suele ser asintomático,
de las masas sacrococcígeas, que suelen ser benignas
salvo la aparición de ginecomastia que se produce en
y bien delimitadas, con lo que la cirugía suele ser cura-
el 20-25% de los casos. En el niño son siempre tumo-
tiva. Los tumores situados en la glándula pineal se tra-
res benignos, en el adulto hasta un 10% pueden ser
tan con radioterapia primaria pues los resultados con
malignos.
cirugía no han sido satisfactorios.
Por la elevación de la producción de andrógenos
se produce una elevación de los 17 cetoesteroides y
TUMORES DE CÉLULAS estrógenos en suero y orina.
NO GERMINALES
Tratamiento
Constituyen entre un 5-10% del total de tumores El tratamiento en la gran mayoría de los casos
de testículo. Los tres tumores fundamentales de este consiste solamente en la orquiectomía radical.

588 sección V. Oncología


32.Tumores de testículo

Tumor de células de Sertoli BIBLIOGRAFÍA


Se trata de un tumor de color amarillento y que 1. Huyghe E, Matsuda T,Thonneau P. Increasing incidence
puede tener bordes bien definidos cuando son benig- of testicular cancer worldwide: a review. J Urol July
nos o mal definidos si son malignos. Está constituido 2003; 170: 5-11.
por elementos del estroma y epiteliales entremezcla-
dos; las células de Sertoli son columnares con un 2. Mostofi FK, Sesterhenn IA, Sobin LH: Histological
núcleo grande y vacuolas en su interior. El 10% de los typing of testes tumors. In World Health Organization:
tumores son malignos. International Histological Typing of Tumors, 2nd ed.
Berlin, Springer-Verlag, 1998.
Desde el punto de vista de la epidemiología es un 3. Richie JP, Steele GS. Neoplasms of the testis. In:Walsh
tumor raro, representando menos del 1% del total de P, Retik A, Vaughan E, Wein A (eds). Campbell’s
los tumores de testículo. También presenta dos picos Urology. 8.a ed. Philadelphia: Saunders Ed.; 2002.
de frecuencia según edad: menores de 1 año y a los 2876-2919.
20-45 años.
4. Ulbright TM. Germ cell tumors of the gonads: a
Generalmente son asintomáticos y tan sólo apa- selective review emphasizing problems in differential
rece una masa testicular o en ocasiones ginecomastia; diagnosis, newly appreciated, and controversial
en niños es frecuente virilización. issues. Mod Pathol. 2005 Feb; 18 Suppl 2:S61-79.
5. Akre O, Lipworth L, Tretli S, Linde A, et al. Epstein-
El tratamiento es la orquiectomía, y si de trata de Barr virus and cytomegalovirus in relation to
un tumor maligno, la LRP. La quimioterapia y la radiote- testicular-cancer risk: a nested case-control study. Int
rapia aún no han demostrado su eficacia, dada la rare- J Cancer. 1999 Jul 2; 82(1):1-5.
za del tumor y los escasos datos de que se disponen.
6. Ellis JH, Blies JR, Kopecky KK, Klatte EC, Rowland RG,
Donohue JP. Comparison of NMR and CT imaging in
Gonadoblastoma
the evaluation of metastatic retroperitoneal lympha-
Representa el 0,5% de todos los tumores testicu- denopathy from testicular carcinoma. J Comput
lares. Es excepcional en pacientes que no padezcan Assist Tomogr 1984; 8:709-719.
una disgenesia gonadal. Generalmente se produce en 7. De Santis M, Bokemeyer C, Becherer A, Stoiber F,
menores de 30 años, aunque puede aparecer a cual- Oechsle K, Kletter K, Dohmen BM, Dittrich C, Point
quier edad. J. Predictive impact of 2-18fluoro-2-deoxy-D-glucose
positron emission tomography for residual
Las manifestaciones clínicas se asocian a las de la postchemotherapy masses in patients with bulky
disgenesia gonadal de base y en un porcentaje muy seminoma. J Clin Oncol 2001; 19:3740-3744.
elevado se asocia a un fenotipo femenino; si, por el
8. Sobin LH,Wittekind Ch (eds). UICC:TNM Classification
contrario, es masculino, suele asociarse a criptorquidia.
of malignant tumours. Sixth edition, 2002.Wiley-Liss, Inc.
El tratamiento debe ser la orquiectomía, que debe www.wiley.com/go/tnm.
realizarse también en el lado contralateral, puesto que 9. Vogelzang NJ, Scardino PT, Shipley WU, Coffey DS
estos tumores son bilaterales hasta en un 50% de los (eds): Genitourinary Oncology. Philadelphia, Lippincontt,
casos. Williams & Wilkins, 1999.
10. Laguna MP, Pizzocaro G, Klepp O,Algaba F, Kisbenedek
L, Leiva O, and the EAU Working Group on
Oncological Urology. Eur Urol 2001; 40:102–110.
11. Donohue JP, Zachary JM, Maynard BR. Distribution of
nodal metastases in nonseminomatous testis cancer.
J Urol. 1982 Aug; 128(2):315-20.

sección V. Oncología 589


capítulo 34

Infecciones del
tracto urinario

Pablo Garrido Abad


Mariano Rabadán Ruiz
Ignacio Pereira Sanz

H. U. La Princesa. Madrid

Palabras clave: Infección del tracto urinario. Cistitis. Pielonefritis. Uretritis. Prostatitis.
Índice capítulo 34

Infecciones del
tracto urinario
Definición ............................................................................................................................................................................ 615
Clasificación...................................................................................................................................................................... 616
Incidencia y factores de riesgo....................................................................................................................... 616
Etiología................................................................................................................................................................................ 616
Clínica..................................................................................................................................................................................... 616
Diagnóstico........................................................................................................................................................................ 617
Tratamiento...................................................................................................................................................................... 618
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 620
34. Infecciones del tracto urinario

capítulo 34

Infecciones del
tracto urinario

DEFINICIÓN • Bacteriuria no valorable: Recuento de colonias infe-


rior a 100.000 por ml de orina recogida tras mic-
Los procesos que se incluyen dentro del térmi- ción espontánea o sondaje vesical.
no “infecciones del tracto urinario” comprenden
una serie de entidades patológicas que afectan dife- • Bacteriuria sintomática: Bactriuria significativa con
rentes partes del sistema urinario, con característi- presencia de síntomas más o menos propios del
cas y un enfoque terapéutico muy diverso. Por ello proceso (fiebre, síntomas urinarios).
la terminología utilizada debe ser lo más precisa
posible. • Bacteriuria asintomática: Ausencia de síntomas en
el enfermo portador.
Piuria: Presencia de leucocitos en la orina (indi-
cativa en general de una respuesta inflamatoria del • Bacteriuria complicada: Bacteriuria sintomática
epitelio urinario a la invasión bacteriana). provocada por la existencia de alteraciones orgá-
nicas o funcionales del aparato urinario, o cuando
Bacteriuria: Presencia de bacterias en orina. se presenta en pacientes importantes factores
Puede deberse a una verdadera infección o a una de riesgo (edad avanzada, diabéticos, hepatópatas,
contaminación de la muestra. Por eso es necesario Ids, etc.) (3).
precisar mejor la terminología.
Infección urinaria: Es una respuesta inflamato-
• Bacteriuria significativa: Clásicamente se admitía ria del epitelio urinario a la invasión urinaria, que se
cuando el cultivo de 1 ml de orina producía 105 asocia con bacteriuria y piuria. Engloba diversas enti-
o más unidades formadoras de colonias (UFC). En dades clínicas caracterizadas por la colonización e
la actualidad, los criterios se han ampliado en invasión del tracto urinario por microorganismos
busca de una mayor sensibilidad (1). patógenos (4).

Tabla 1. Criterios de bacteriuria significativa.

>102 UFC de bacterias coliformes/ml o 105 de bacterias no-coliformes/ml. en mujeres sintomáticas.

>103 UFC de bacterias/ml en varones asintomáticos.

>105 UFC de bacterias/ml en pacientes asintomáticos en dos muestras consecutivas. Cualquier


crecimiento de bacterias en orina obtenida por aspiración suprapúbica en pacientes
sintomáticos.

>102 UFC de bacterias/ml en pacientes cateterizados.

sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario 615


Libro del Residente de Urología

CLASIFICACIÓN ETIOLOGÍA
Las infecciones del tracto urinario se pueden divi- La orina es un excelente medio de crecimiento
dir en dos grandes grupos: para muchos microorganismos. Sin embargo la mayo-
ría de las ITU están producidas por un grupo limitado
1) Infecciones urinarias bajas: de patógenos y el 95% está producido por una única
• Cistitis especie bacteriana. Los microorganismos más fre-
• Prostatitis cuentes en las infecciones urinarias son los bacilos
• Uretritis gram (-), y de ellos los pertenecientes a la familia
Enterobacteriaceae, siendo E. coli el más aislado, hasta
2) Infecciones urinarias altas: en el 80% de las ITU no complicadas. El resto están
• Pielonefritis producidas por otras enterobacterias (Proteus mirabi-
lis, Klebsiella sp) y S. saprophyticus, siendo este último
el segundo agente en orden de frecuencia (5,6,7).
INCIDENCIA
Y FACTORES DE RIESGO Las infecciones urinarias son diferentes en los
pacientes que contraen la infección de manera extra-
Las infecciones del tracto urinario (ITU) represen- hospitalaria que en aquellos con infección durante
tan una de las entidades clínicas más prevalentes. Puede ingreso hospitalario. En estas últimas es más frecuente
afectar a individuos de cualquier edad y condición, con la infección por dos o más bacterias (Proteus, Klebsiella,
una incidencia especial en mujeres de cualquier edad, Enterobacter spp, Pseudomona aeruginosa, estafilococos
hombres de edades extremas de la vida, inmunodepri- y enterococos), cepas resistentes, nuevas especies pató-
midos y en pacientes con cualquier anomalía. genas, infecciones cruzadas entre enfermos portado-
res de catéteres o drenajes de heridas, y alrededor de
La ITU constituye la principal causa de sepsis en un 5% de infecciones por hongos oportunistas, siendo
pacientes hospitalizados y hasta un 50% de las infeccio- la Candida sp la más frecuente (5,8).
nes nosocomiales tienen su origen en el tracto urinario,
en relación su mayoría con catéteres urinarios. Llegan a Los estreptococos del grupo B causan ITU en
representar un 10% de las bajas laborales, estimándose recién nacidos y en embarazadas. Los gérmenes anae-
que de un 20% a un 35% de las mujeres presentan al robios rara vez producen ITU y su aislamiento en cul-
menos un episodio de ITU a lo largo de su vida (5). tivo puede representar una contaminación (5).
En la infancia su incidencia supone el 2% de los
En el caso específico de la uretritis hay que dife-
neonatos, 1% en lactantes, 4,5% en edad preescolar,
renciar claramente dos orígenes infecciosos: así en
2% en edad escolar femenina. En los niños las infec-
parte de los casos se trata de una uretritis gonocó-
ciones más frecuentes son las pielonefritis y la bacte-
cica por Neisseria gonorrhoae, en el resto el origen es
riuria asintomática . Durante el primer año de vida son
no gonocócico, apareciendo entonces gérmenes
más frecuentes en el varón, probablemente en rela-
como Chlamidia trachomatis, Ureaplasma urealyticum,
ción con anomalías congénitas de la uretra. En adultos
Tricomonas vaginalis, Mycoplasma genitalium y bacilos
son más escasas en el varón, con una incidencia menor
gram (-) (9).
del 0,5% (excepto en homosexuales y heterosexuales
a partir de 5.ª y 6.ª década, donde aumenta hasta un
10% debido a la obstrucción provocada por HBP y el
aumento de instrumentaciones urológicas) y habitua- CLÍNICA
les en mujeres, especialmente durante periodos de
actividad sexual y en el embarazo, así como si se aso- Las manifestaciones clínicas de la ITU son varia-
cian la utilización de DIU y/o espermicidas (5,6). En el bles y dependen de la edad del paciente y localización
hombre el tipo de infección más frecuente es la ure- de la infección. Puede ser asintomática y manifestarse
tritis y la prostatitis. En la mujer es la cistitis aguda (6). únicamente por bacteriuria en el urocultivo.

616 sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario


34. Infecciones del tracto urinario

La cistitis se caracteriza por aparición de disuria, hospitalario. En la historia clínica se estudiarán con
polaquiuria y micción urgente (síndrome cistítico). especial detalle episodios previos de ITU, enfermedad
Algunos pacientes pueden manifestar tenesmo, dolor renal preexistente, historia de cirugía o manipulación
suprapúbico que aumenta con la micción (estrangu- urológica reciente, presencia de catéter urinario,
ria), y hematuria. La fiebre y otras manifestaciones sis- embarazo, enfermedades o condiciones que predis-
témicas son raras (3,5). pongan a un aumento de frecuencia o gravedad de
una ITU (diabetes, inmunosupresión, enfermedad neu-
La prostatitis aguda se presenta clínicamente con rológica, trasplante renal) y, en el caso de varones,
fiebre, escalofríos, dolor lumbosacro y perineal, males- patología prostática asociada. Importante es también
tar general e intensas molestias miccionales (disuria, recoger información sobre exposición previa a antimi-
polaquiuria e incluso obstrucción parcial o total de la crobianos, dado que pueden alterar la flora endógena
micción), siendo todos ellos más difusos en el caso de e influenciar la selección empírica del antibiótico (5,9).
la prostatitis crónica, pudiendo añadirse en este caso
alteraciones en el ámbito sexual (eyaculación doloro- Diagnóstico de laboratorio:
sa, hemospermia, disfunción eréctil, etc.) (3,5).
Análisis de sangre:
La uretritis cursa con molestias uretrales en forma En la evaluación inicial de una pielonefritis aguda
de dolor, escozor o prurito, a lo que puede añadirse está indicada la realización de una analítica general
síndrome miccional (polaquiuria, sensación de micción básica que incluya un hemograma con determinación
imperiosa y tenesmo). Suele acompañarse de secre- de la fórmula leucocitaria, glucemia, ionograma y prue-
ción supurativa por el meato de diferente aspecto bas de función renal y hepática.
según el germen causante (3,5).
Análisis de orina:
La pielonefritis aguda se manifiesta clínicamente Previa higiene se desechará la primera parte de la
por escalofríos, fiebre, dolor lumbar, náuseas, vómitos, micción, así como la última. Analizándose entonces
disuria y polaquiuria. A pesar de que la bacteriemia la fracción media de la misma.
puede estar presente, la aparición de shock séptico es
poco habitual. Los abscesos renales y perinéfricos • Sedimento de orina: detección de piuria, hematuria,
representan dos formas infrecuentes de infección pH urinario y nitritos (+).
parenquimatosa que, a diferencia de pielonefritis
aguda, es más insidiosa, con fiebre prolongada y sínto- • Urocultivo:
mas constitucionales asociados o no a dolor lumbar y
- Estudio cuantitativo:
en flanco (7). La pielonefritis crónica no representa a una
infección urinaria como tal, sino las secuelas renales de
Puede considerarse positivo si > 1.000 UFC/ml
ITU que han ocurrido previamente (7). En estos pacien-
en cistitis aguda y si es >10.000 UFC/ml en el
tes se observan grados variables de atrofia, adelgaza-
caso de la pielonefritis femenina. Para el resto
miento cortical, aplanamiento de los cálices y fibrosis.
de casos se considerará positivo un recuento >
100.000 UFC/ml.

DIAGNÓSTICO En el caso específico de la prostatitis se puede


realizar un urocultivo fraccionado, que se basa
El diagnóstico de una ITU descansa fundamental- en obtención por separado de cultivos proce-
mente en tres pilares: dentes de fracción inicial de la orina, fracción
media de la orina, secrección procedente de la
Anamnesis y examen clínico glándula tras masaje prostático, fracción de
orina postmasaje y cultivo del semen (9).
La mayoría de los pacientes con sospecha de ITU
pueden ser evaluados y tratados en el medio extra- - Estudio cualitativo:

sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario 617


Libro del Residente de Urología

Para identificar la bacteria causante del cuadro CISTITIS


y su sensibilidad mediante antibiograma.
Aguda:
• Tinción de gram de orina: Para determinar si la flora Las fluorquinolonas (norfloxacino, ciprofloxacino u
implicada es grampositiva. ofloxacino) son el tratamiento de elección debido a
su alta concentración en orina y secreciones vaginales
- Del exudado: en el caso de sospecha de uretritis. y su baja tasa de reinfección. La duración del trata-
miento es controvertida, pero se cree que tratamien-
Pruebas de imagen tos en pauta corta (3 días) son eficaces.

Pueden ser de utilidad en algunos casos. Otros tratamientos eficaces son fosfomicina tro-
metamol en dosis única o pauta corta, trimetoprim-
• Radiografía simple: Sospecha de urolitiasis o en caso sulfametoxazol o amoxicilina en dosis única oral, aun-
de PN aguda en diabéticos pues permite descartar que se han observado mayores porcentajes de recu-
la existencia de gas (pielonefritis enfisematosa) (10). rrencia precoz con estas pautas monodosis (5).

• Ecografía abdominal: En caso de shock séptico, Recurrente:


IRA, dolor cólico, hematuria franca o persistencia El antibiótico seleccionado se basará en la suscep-
de fiebre al tercer día de tratamiento antibiótico tibilidad del patógeno aislado en el último episodio. Son
activo frente al microorganismo aislado. ejemplos de pautas usualmente indicadas: Norfloxacino
(200 mg/día), Ciprofloxacino (250 mg/día) o Nitrofu-
• UIV: Esta prueba, junto a la cistografía retrógrada, rantoína (50 mg/día) (5).
permite descartar anomalías urológicas responsa-
bles de la infección, especialmente las que cursan La ITU recurrente puede ser problema de la
con retención postmiccional o reflujo vesicoure- mujer menopáusica, debido al hipostrogenismo, por
teral. lo que en ocasiones se benefician de aplicación tópi-
ca vaginal de 0,5 mg/día de estriol durante dos
• TAC abdominal: Útil en casos de pielonefritis para semanas (5).
descartar presencia de complicaciones como abs-
cesos perinéfricos y áreas de nefritis focal aguda (10). El tratamiento antimicrobiano profiláctico está indi-
cado en estos casos de ITU recurrente. Pueden admi-
• Ecografia transrectal: En sospecha de prostatitis, nistrarse de forma crónica (diariamente o tres veces
para objetivar dilataciones seminales, litiasis y/o por semana) o de forma intermitente (cuando apa-
abscesos intraprostáticos. rezcan los síntomas).

• Cistoscopia: sólo en el caso de cistitis febriles de


Pacientes embarazadas:
Se debe tratar no sólo la cistitis aguda, sino tam-
repetición.
bién la bacteriuria asintomática. La amoxicilina, ampici-
lina, nitrofurantoína o la cefalexina se muestran segu-
ras durante la gestación, estando contraindicadas las
TRATAMIENTO fluorquinolonas. El tratamiento se instaurará por vía
oral durante 3-7 días (11).
De modo empírico tras recoger orina para cultivo
y constatar piuria en el sedimento. El tratamiento de la URETRITIS
ITU debe basarse en factores dependientes del hués-
ped, del microorganismo y en factores farmacológicos. Gonocócica:
En caso de tratamiento antimicrobiano previo se acon- (v. oral): Amoxicilina 3 comp. de 1g. dosis única
seja esperar al resultado del cultivo por la posibilidad (du). Cefixima 400 mg (du). Ciprofloxacino 500 mg
de infección por microorganismos resistentes. (du).

618 sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario


34. Infecciones del tracto urinario

(v. parenteral): Cefotaxima 1 g i.m. (du) o Ceftria- nas de tercera generación (Ceftriaxona 1-2 g/d,
xona 1g. i.m. (du). Cefotaxima 1-2 g/12 h), Aztreonam (1-2 g/8 h),
aminoglucósido (Amikacina 1g/d) o en algunos
Se aconseja prevenir la infección por Clamydia casos específicos carbapenemes (Imipenem 500
trachomatis (25%) mediante Azitromicina 2 caps. de mg/6-8 h).
500 mg (du) o Doxiciclina 1 cap. 100 mg/12 h duran-
te 7 días (9,12). • Ante la presencia de pielonefritis complica-
das o severas (varones, inmunodeprimidos,
No gonocócica: secundaria a obstrucción) el paciente debe ser
(v. oral): Doxiciclina 1 cap. 100 mg/12 h durante 7 hospitalizado para instaurarse un tratamiento
días o Ofloxacino 1 comp. de 200 mg (du). (v. paren- antibiótico intravenoso prolongado (se recomien-
teral) Ceftriaxona 1 g i.m. (du) (7). dan 20 días), no pudiendo descartarse en algunos
casos el tratamiento quirúrgico.
PROSTATITIS
• Durante el embarazo se limita considerable-
• Aguda: Medidas generales (reposo en cama, mente la elección de antibióticos. Amino, carbos y
baños de asiento e ingesta abundante de líquidos) penicilinas solos o asociados al ácido clavulánico,
además de paracetamol 500 mg/8 h v.o y/o diclo- ureidopenicilinas, cefalosporinas y aztreonam pue-
fenaco sódico 50 mg/8 h para tratar la fiebre, den administrarse sin riesgo. Los aminoglucósidos
dolor e inflamación existentes (3). deben restringirse solo a aquellos casos de grave-
dad y durante cortos espacios de tiempo. Contrain-
Existen gran cantidad de pautas posibles. dicadas las fluorquinolonas y sulfamidas.
Ampicilina 2 g/6 h (i.v.) + Gentamicina 240 mg/24
h. Ciprofloxacino 400 mg/12 h. (i.v.) hasta apirexia • En pacientes pediátricos también están con-
+ Ciprofloxacino 500-750 mg/12 h. hasta 10 días traindicadas las fluorquinolonas. En pacientes
(v.o). Ofloxacino 200 mg/12 h (v.o.) o levofloxaci- menores de 18 meses se recomienda ingreso
no 500 mg/24 h durante 4 semanas. Ceftriaxona hospitalario. El tratamiento consiste en un régi-
1 g/24 h (i.v.) o Cefotaxima 1g/6-8 h (i.v.). duran- men de aminoglucósido asociado a una cefalos-
te 2 semanas (12,13). porina de tercera generación por vía parenteral
durante 10-15 días. En aquellos mayores de 18
• Crónica: En caso de prostatitis crónica bacteriana meses el tratamiento es similar al de un adulto (3,5,6).
está indicado tratamiento antimicrobiano en
diversas pautas. Fluorquinolonas 4-12 semanas: INFECCIÓN URINARIA
Ciprofloxacino 500 mg/12 h v. oral. Trimetropim ASOCIADA A CATÉTER
160 mg/12 h v. oral durante 6 semanas. Doxici-
clina 100 mg/12 h durante 6 semanas (9). Además • Existen algunos aspectos muy distintivos muy
se puede asociar un alfa-bloqueante (9). notables en la microbiología de las ITU en pacien-
tes con sonda. Con frecuencia son infecciones
PIELONEFRITIS polimicrobianas, donde el E. coli abandona el pro-
tagonismo, siendo frecuente el aislamiento de
• En ausencia de afectación general se puede bacterias gram negativas como P. aeruginosa y K.
administrar una dosis de 1 g de Ceftriaxona i.v. pneumoniae, gram positivas como E. faecalis y leva-
para continuar con tratamiento oral empleando duras del tipo de las cándidas, mostrando además
una cefalosporina de tercera generación durante elevadas tasas de resistencia a los antibióticos (9).
10-14 días.
• La prevención es sin duda la mejor medida para
• Cuando se compruebe afectación general se reducir la morbimortalidad en infecciones relacio-
procederá al ingreso hospitalario e instauración de nadas con catéteres urinarios. Una inserción esté-
tratamiento intenso intravenoso con cefalospori- ril, el uso de sistemas cerrados y la retirada pre-

sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario 619


Libro del Residente de Urología

coz de catéter representan medidas eficaces para BIBLIOGRAFÍA


disminuir la incidencia de estas infecciones (14,15).
1. Sobel JD, Kaye D. Urinary tract infections. In: Mandell
La bacteriuria asintomática en el portador de GL, Bennett JE, Dolin R, eds. Mandell, Douglas and
catéter no precisa tratamiento, con excepción de Bennett´s Principles and Practice of Infectious
aislamiento de gérmenes productores de urerasa. Diseases. Philadelphia: Churchill Livingstone 2000;
En estos casos se recomienda tratamiento anti- 773-805.
biótico durante 3-5 días.
2. Mensa J, Gatell JM, Jiménez de Anta MT, Prats G. Guía
de Terapéutica Antimicrobiana. Décima edición. Barce-
lona 2000, Editorial Masson.
3. Walsh PC et al. Campbell: Urología. Octava edición.
Tomo 1. Buenos Aires: Médica Panamericana, 2004.
4. Medical Research. Council. Committee. Recommen-
ded. Terminology of Urinary-tract infection. Br. Med.
J.; 2, 717. 1979.
5. Gobernador M, Jiménez Cruz F, Santos M. Etiología y
Diagnóstico de la Infección Urinaria. Infecciones bacte-
rianas extrahospitalarias. Actualizaciones y comen-
tarios. Madrid. Edición Elba. 1990.
6. Broseta E, Budía A, Burgués JP, Jiménez Cruz JF.
Urología Práctica. Hospital Universitario de La Fe.
Valencia. 2004.
7. García Gil D, Rubio Quiñones J, Pastorín Rodríguez J,
Querol Canteras A. Infecciones del Tracto Urinario.
En: Principios de Urgencias, Emergencias y Cuidados
Críticos. Edición electrónica. SAMIUC.
8. Wessells H, McAninch JW. Urolgical Emergencies. A
Practical Guide. Ed. Humana Press. New Jersey. 2005.
9. Resel Estévez L, Esteban Fuentes M. Urgencias en
Urología. Manual para Residentes. Hospital Universi-
tario San Carlos. Madrid. 1996.

620 sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario


capítulo 35

Infecciones urinarias
no complicadas

Eduardo Laguna Álvarez


Antonio Ramírez Zambrana
Simón Asuar Aydillo

H. U. Infanta Cristina. Badajoz

Palabras clave: Infección urinaria. Cistitis aguda. Pielonefritis aguda. Prostatitis aguda
bacteriana. Bacteriuria asintomática.
Índice capítulo 35

Infecciones urinarias
no complicadas
Introducción ..................................................................................................................................................................... 625
Conceptos generales................................................................................................................................................ 625
Epidemiología ................................................................................................................................................................. 625
Etiología................................................................................................................................................................................ 626
Patogenia............................................................................................................................................................................. 626
Formas clínicas .............................................................................................................................................................. 628
Terapéutica de las infecciones urinarias no complicadas..................................................... 632
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 635
35. Infecciones urinarias no complicadas

capítulo 35

Infecciones urinarias
no complicadas
INTRODUCCIÓN EPIDEMIOLOGÍA
La infección del tracto urinario comprende una Las infecciones del tracto urinario son las más fre-
amplia variedad de patologías cuyo denominador común cuentes en la práctica clínica diaria, después de las
es la colonización bacteriana progresiva de los tejidos y enfermedades del aparato respiratorio, con una inci-
vías que se extienden desde el meato uretral hasta la dencia que varía con la edad y el sexo del paciente.
corteza renal y que son, después de las del aparato Aproximadamente un 1% de los niños y un 3% de las
respiratorio, las infecciones más frecuentes en nuestro niñas tienen una ITU sintomática en los primeros 10
medio. Este carácter universal hace que otras especia- años de vida. En el varón, la mayor incidencia se da en
lidades médicas se interesen por ellas y las traten, el primer mes de vida en una proporción 2,5:1 res-
pero no por ello debe prestársele poca atención, pues pecto a las niñas. Progresivamente se va invirtiendo y
aunque se tienda a restarles importancia, el conoci- a partir del primer año es más frecuente en el sexo
miento adecuado de lo que se entiende como senci- femenino; a los 10 años de edad la proporción es de
llo, lleva a comprender y tratar de manera satisfacto- 1:20. La presencia de bacteriuria en la niñez condicio-
ria lo más complejo. na un mayor riesgo para el desarrollo de infección uri-
naria sintomática en la vida adulta. A partir de los 5
años la prevalencia de bacteriuria aumenta con la
edad alrededor de un 1% por cada década de vida;
CONCEPTOS GENERALES entre el 1 y el 3% de mujeres jóvenes padecen al
menos un episodio de ITU al año. A estas edades, las
Las infecciones del tracto urinario (ITU) se clasifi- ITU son 30 veces más frecuentes en mujeres que en
can en función de su gravedad en: complicadas y no hombres, siendo la mayor parte de ellas cistitis no
complicadas y, según su localización, en: superiores e complicadas. Diversos estudios han comprobado que
inferiores. la prevalencia de bacteriuria entre mujeres embaraza-
das y no embarazadas, no difiere, en contra de lo que
Se habla de infección urinaria no complica- se creía. Aproximadamente, un 6% de embarazadas
da cuando afecta a individuos con un tracto urinario presenta bacteriuria. Aunque la prevalencia de bacte-
estructuralmente normal y cuyos mecanismos de riuria sea similar entre ambos grupos, lo que sí aumen-
defensa se encuentran intactos. Interesa principalmen- ta significativamente son los casos de infecciones sin-
te a mujeres jóvenes y la mayoría responden bien a tomáticas en las embarazadas; existiendo un mayor
tratamiento antibiótico adecuado. riesgo para el desarrollo de pielonefritis, con una inci-
dencia durante la gestación de 1-4%. Las ITU son
Se considera infección urinaria complicada raras en varones por debajo de los 50 años, salvo en
aquella que afecta a individuos de ambos sexos que los primeros meses de vida. Su aparición se ha consi-
presentan alguna anormalidad estructural o funcional derado indicativa de anomalía en la vía urinaria y, por
en su tracto urinario; también se incluyen en este tanto, se han venido tratando como infección compli-
grupo las que ocurren en personas con una enferme- cada. Sin embargo, excepcionalmente se han descrito
dad de base que predisponga a sufrir este tipo de ITU no complicadas en varones entre 20-50 años.Tras
infecciones (diabetes, inmunosupresión, etc.). la menopausia la mujer está más predispuesta a la ITU,

sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario 625


Libro del Residente de Urología

ya sea por pérdida de estrógenos que aumenta el pH Vías de acceso de los gérmenes
vaginal y altera la flora endógena, o vaciado incomple- al aparato urinario
to de la vejiga. Más del 20% de mujeres mayores de
65 años presentan bacteriuria. En los hombres tam- Tradicionalmente son tres las vías por las que los
bién se observa un aumento de la prevalencia de ITU gérmenes llegan al aparato urinario: ascendente, la
con la edad, fundamentalmente por causa prostática. más frecuente; hematógena y linfática, siendo esta últi-
A partir de los 80 años la proporción hombre/mujer ma apenas trascendente.
en estas edades es de aproximadamente 1:2.
La vía ascendente es el mecanismo más impor-
tante en la producción de las ITU, representando el
ETIOLOGÍA 80% de los casos. La flora intestinal, uretral, vaginal y en
general la localizada en la región perineal, llega a la vía
La inmensa mayoría de las ITU son causadas por urinaria de manera ascendente, esto explica la altísima
bacterias gramnegativas, generalmente intestinales, incidencia de las infecciones urinarias en la mujer, pro-
siendo la Escherichia coli el microorganismo implicado piciada por su configuración anatómica. Los gérmenes
en el 65-80% de los casos, tanto en ambiente hospi- colonizan en primer lugar la región perineal y la uretra
talario como en la comunidad, seguido de Proteus distal, introduciéndose y ascendiendo hasta la vejiga y
mirabilis y con menos frecuencia Enterococcus faecalis, posteriormente al uréter, pelvis y parénquima renal.
Staphylococcus saprophyticus, Streptococcus agalactiae, Entre un 60-90% son producidas por E. coli.
Klebsiella pneumoniae y otros bacilos gramnegativos.
Existen ciertos microorganismos que aparecen más La vía hematógena supone un porcentaje
frecuentemente en un determinado grupo de pobla- menor que la ascendente, siendo los gérmenes más
ción, como por ejemplo Staphylococcus saprophyticus frecuentes Salmonella spp, Mycobacterium tuberculosis
en mujeres jóvenes y Proteus en los varones menores y Histoplasma dubossii, que previamente han ocasio-
de 14 años y en los mayores de 60. Los gérmenes nado una infección en otra parte del organismo.
implicados en las ITU de mujeres embarazadas son los
Los riñones sanos presentan especial resistencia a la
mismos que para las no embarazadas de su misma
infección hematógena por E. coli, no sucediendo así con
edad. En los pacientes portadores de catéteres o con
otros bacilos gramnegativos como proteus o pseudomo-
alteraciones del tracto urinario, la Pseudomona aerugi-
na. Sin embargo los riñones patológicos son fácilmente
nosa, juega un papel principal, sobretodo a nivel hos-
colonizados por E. coli a través de esta vía. Cuando se
pitalario. Las ITU por anaerobios son muy raras. La
produce una infección urinaria por gramnegativos, ésta
presencia de otros microorganismos como protoplas-
va precedida por una septicemia, la cual ocurre con
tos, Micobacterias, hongos (Candida albicans), virus
mayor frecuencia en el recién nacido y es en este perio-
(Herpes zoster y simple), Trichomonas vaginalis,
do cuando la vía hematógena es más frecuente, siendo
Ureaplasma urealyticum y Chlamydia trachomatis, parti-
el Staphylococcus aureus su mayor exponente.
cipan con diferente incidencia como agente etiológico
de las ITU.
Factores que influyen en la infección
urinaria
PATOGENIA Existe una serie de factores intrínsecos y extrínse-
cos que predisponen a la infección y factores propios
Las infecciones urinarias se producen como con- de los gérmenes, como virulencia y resistencia bacteria-
secuencia de la llegada y colonización del patógeno na, a los cuales se oponen los mecanismos de defensa.
a la vía urinaria. Esta colonización es debida en parte
al fracaso de los mecanismos de defensa del indivi- Los factores de virulencia son fundamentales
duo y a una serie de factores propios del germen y en la producción de las infecciones urinarias, sobre
a otros que predisponen a que la infección se defina todo en los enfermos con los mecanismos de defen-
como tal. sa intactos.

626 sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario


35. Infecciones urinarias no complicadas

Tabla 1. Factores intrínsecos y extrínsecos de riesgo.

FACTORES INTRÍNSECOS DE RIESGO FACTORES EXTRÍNSECOS DE RIESGO

• Configuración anatómica femenina


• Micción anormal
• Actividad sexual/limpieza genital defectuosa
• Embarazo
• Métodos anticonceptivos • Hospitalización
• Diabetes mellitus • Instrumentación del tracto urinario
• Alteraciones orgánicas y funcionales del tracto • Uso de colectores
urinario (reflujo vesicoureteral)
• Alcoholismo/malnutrición
• Edad/menopausia
• Inmunodeficiencias
• Trasplante renal/inmunosupresores

El más importante es la adherencia bacteria- A estos factores de virulencia se añade actual-


na, considerada como la propiedad que poseen la mente el de resistencia bacteriana a los antimicrobia-
mayoría de los gérmenes causantes de ITU, debida a nos. Se trata de un serio problema debido al uso indis-
la presencia de prolongaciones de material proteiná- criminado de dichos fármacos. Los procesos responsa-
ceo que asemejan pelos, llamados fimbriae o pili, que bles de los mecanismos de resistencia son las mutacio-
reconocen receptores específicos localizados en la nes cromosómicas y los llamados plásmidos (ADN
membrana de las células epiteliales. Existen diferentes transmisible), de gran interés epidemiológico por ser
tipos de receptores epiteliales, para fimbriae tipo 1, muy estables y conferir resistencias a la vez contra múl-
presentes en células vesicales y vagina; para fimbriae tiples antimicrobianos. Para evitar resistencias se debe
tipo P, presentes en todo el tracto urinario y sobre reducir el uso de los antibióticos a lo indispensable,
todo en el riñón. aplicarlos adecuadamente al paciente y a su entorno y
seguir las reglas de higiene que prevengan infecciones
Otros factores como el antígeno tipo K, presente cruzadas, y así, la transmisión de resistencias de unos
sobre todo en E. coli y Klebsiella, les confieren mayor bacilos a otros por plásmidos. Hay que estar atentos a
resistencia a la fagocitosis y mayor capacidad de pro- la aparición de resistencias frente a estos fármacos
ducir pielonefritis. El antígeno tipo O proporciona tanto a nivel hospitalario como en la comunidad.
mayor resistencia frente a las secreciones vaginales
con pH bajo. Además de los factores de riesgo expuestos, exis-
ten otros factores extrínsecos e intrínsecos que
Algunos gérmenes como el Proteus producen urea- dependen de alguna peculiaridad o anormalidad de
sa, enzima que degrada la urea formando amoniaco los mecanismos de defensa (Tabla 1).
que se transforma en amonio e iones hidroxilo tras su
hidratación; la alcalinidad resultante hace que aumen- Contra estos factores de riesgo existe una serie
te la disociación de fosfatos, dando lugar a iones tri- de mecanismos de defensa del huésped que le
fosfatos que reducen la solubilidad de la estruvita (fos- confieren una resistencia natural a la colonización y a
fato amónico-magnésico) que cristaliza ocasionando la infección.
la formación de litiasis de estruvita que perpetúan la
presencia de los gérmenes.También la ureasa es capaz La integridad normofuncional del aparato urinario
de lesionar directamente el epitelio tubular, contribu- se considera como el mejor mecanismo defensivo. El
yendo así a la producción de pielonefritis. tracto urinario normal es resistente a la colonización

sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario 627


Libro del Residente de Urología

bacteriana y elimina de forma eficaz los microorganis- de cepas resistentes a los antibióticos, sus efectos
mos que acceden a la vejiga. La micción normal es un adversos y el costo elevado, hacen que no esté justi-
mecanismo clave para evitar la infección urinaria ya ficada la realización de pruebas de screening, ni el tra-
que impide la multiplicación bacteriana. tamiento de la bacteriuria asintomática en esta
población.
El pH ácido de la orina, la osmolaridad extrema, la
concentración elevada de urea y ácidos orgánicos, Por el contrario, es esencial detectar la presencia
interfieren en el metabolismo bacteriano. El efecto de de bacteriuria asintomática en la mujer embarazada
dilución y la presencia de lisozimas y de inmunoglo- y tratarla lo antes posible. La ITU es la complicación
bulinas dificultan la colonización. La propia mucosa infecciosa más común del embarazo, siendo la pri-
vesical posee capacidad bactericida y antiadherente. mera causa de fiebre durante el mismo. Existe una
La pared vesical secreta inmunoglobulinas (IgA e IgG) gran morbilidad para el feto (infección fetal, bajo
que aglutinan a las bacterias y dificultan su adherencia. peso al nacer, prematuridad, mortalidad...) y para la
madre (anemia, pielonefritis), por lo que es altamen-
De igual manera, el pH ácido de las secreciones te recomendable realizar un urocultivo a toda mujer
vaginal y prostática posee propiedades bactericidas, en el primer trimestre del embarazo. Ante un uro-
que unidas a factores antiadherencia y a la secreción cultivo inicial negativo, no está justificado repetirlos
de inmunoglobulinas locales proporcionan mecanis- más que una vez al trimestre, ya que la mayoría de
mos defensivos eficaces. infecciones que se adquieren en fases tardías del
embarazo serán sintomáticas y por tanto fácilmente
A nivel renal se constata que la médula es mucho detectadas.
más sensible que el córtex a la colonización bacteria-
na ya que la hipertonicidad y la alta concentración de Los pacientes portadores de sonda urinaria son
amonio, reducen la llegada de los leucocitos e inacti- candidatos, de manera irremediable, a presentar bac-
van el complemento; mecanismos que son funda- teriuria. El motivo es la existencia de un biofilm que
mentales a nivel cortical para mantener una fagocito- explica la patogenia de la mayoría de las ITU en
sis activa. La proteína de Tamm-Horsfall, secretada pacientes sondados. Este biofilm consiste en una pelí-
por el túbulo renal, se une a las fimbrias tipo 1, impi- cula que recubre la parte interna y externa del caté-
diendo así que éstas lo hagan a las células del urote- ter, formada por gérmenes que se adhieren entre sí y
lio vesical. por una matriz compuesta por sustancias extracelula-
res del huésped y de secreciones bacterianas. Esto
conduce de manera inevitable a la presencia de gér-
menes altamente resistentes. La bacteriuria es prácti-
FORMAS CLÍNICAS camente imposible de evitar y si es asintomática no se
recomienda su tratamiento. Si existe clínica de infec-
La expresión clínica de la infección no complicada ción, además del tratamiento adecuado, procede cam-
del tracto urinario abarca, teóricamente, todas las biar la sonda y con ella las características del biofilm
estructuras que lo conforman. que es el caldo de cultivo para nuevas reinfecciones.
No existen estrategias efectivas de cara a evitar la
Bacteriuria asintomática bacteriuria en los sondajes crónicos.

Se define como la presencia de bacterias en la Cistitis aguda


orina (urocultivo con 105 o más colonias/ml) con o sin
piuria y sin clínica de infección urinaria acompañante. Es la inflamación aguda de la vejiga urinaria, pro-
ducida generalmente por gérmenes de la flora intesti-
Es muy frecuente en ancianos de ambos sexos, nal, E. coli en un 80% de casos, que alcanzan la vejiga
aproximadamente en un 40%, y aunque tienen mayor por vía ascendente. Su frecuencia es muy elevada,
probabilidad de desarrollar una infección sintomática, sobre todo en el sexo femenino, fundamentalmente
la posibilidad de complicaciones es baja. La aparición en el comienzo de la actividad sexual.

628 sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario


35. Infecciones urinarias no complicadas

Tabla 2. Factores de riesgo de colonización renal. factores de riesgo, se les debe solicitar un urocultivo
antes y después del tratamiento con antibióticos.
FACTORES DE RIESGO DE
COLONIZACIÓN RENAL Ante la ausencia de respuesta clínica, está indica-
da la realización de un urocultivo con su antibiograma,
• Síntomas de más de 7 días de evolución ya que el germen puede ser resistente y se debe soli-
• Sospecha de ITU superior (dolor lumbar, fiebre, citar también un cultivo de exudado vaginal (Figura 1).
escalofríos) Se recomienda estudiar a todos los hombres jóvenes
• Diabetes mellitus después de su primer episodio y a los ancianos tras las
• Embarazo recaídas.
• Tratamiento y/o enfermedad inmunosupresor/a
• Litiasis renal o insuficiencia renal Pielonefritis aguda
• Anomalías urológicas funcionales o estructurales
conocidas Es la inflamación infecciosa del parénquima y pel-
• Cateterización del tracto urinario, vis renal, de inicio brusco, que aparece en todas las
instrumentación en las últimas 2 semanas edades y en ambos sexos, aunque con predominio del
• Alta hospitalaria en las últimas 2 semanas sexo femenino. En los casos no complicados el germen
• Edad < 18 años o > 65 años causante es E. coli en el 80% de los casos, pero cuan-
• Episodios de pielonefritis aguda en los 3 últimos do existe un proceso obstructivo asociado, Proteus,
meses Pseudomona o Klebsiella, son los más frecuentes.

Clínica
Clínica Debe sospecharse en pacientes con fiebre, escalo-
Se caracteriza por dolor miccional, manifestado fríos, sudoración profusa y dolor en fosa renal, general-
como tal o como una sensación urente (escozor) al ori- mente unilateral, precedido en la mayoría de los casos
nar; polaquiuria y tenesmo miccional, que pueden de disuria, polaquiuria, tenesmo y/o escozor miccional.
acompañarse de urgencia/incontinencia miccional, dolor El dolor a veces puede irradiarse a epigastrio o seguir
suprapúbico y hematuria. La orina puede ser de el trayecto ureteral pudiendo ser confundido con un
aspecto turbio y/o maloliente. El paciente no muestra cuadro de cólico nefrítico. Puede observarse una pos-
deterioro del estado general ni fiebre. La presencia de tura antiálgica (escoliosis lumbar con la concavidad
un síndrome miccional, acompañado de afectación gene- mirando al lado afecto). La palpación bimanual, habi-
ral con fiebre, tiene que hacer sospechar que exista una tualmente dolorosa (sobre todo a nivel del punto cos-
pielonefritis aguda, y en el varón, además, descartar una tolumbar de Guyón), puede poner de manifiesto un
prostatitis aguda. aumento del tamaño renal. No es infrecuente que se
asocie timpanismo con disminución o ausencia de rui-
Diagnóstico dos hidroaéreos. La orina suele ser maloliente y acom-
Se basa en una correcta historia clínica con una pañada o no de hematuria.Además pueden existir náu-
precisa anamnesis y exploración, que orientará hacia seas, vómitos, mialgias, etc. En definitiva, un compromi-
el diagnóstico. La sospecha se confirmará por la pre- so del estado general, pudiendo llegar a ocasionar, en
sencia de leucocitos en el sedimento de orina, que no casos muy graves y complicados, un cuadro de shock
suele ser muy intensa y con frecuencia asociada a séptico.También pueden observarse pielonefritis agudas
hematuria. En el sistemático de orina se puede encon- subclínicas, en las que sólo se aprecia sintomatología de
trar, nitritos y/o esterasa leucocitaria. tracto urinario bajo sin afectación del estado general
con escaso dolor en zona lumbar y febrícula.
Una buena historia clínica y un análisis de orina, resul-
tan suficientes para diagnosticar un episodio de cistitis Diagnóstico
aguda no complicada, sin necesidad de realizar uroculti- El diagnóstico se efectúa mediante la clínica junto
vo, en tanto en cuanto no existan factores de riesgo de con la realización de un urocultivo y una analítica de
colonización renal (Tabla 2). A los pacientes con estos rutina (orina, hemograma, bioquímica y coagulación).

sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario 629


Libro del Residente de Urología

Figura 1. Algoritmo de cistitis aguda.

Mujer con síntomas


urinarios bajos

Factores de riesgo con


SÍ colonización renal NO

Diagnóstico clínico de cistitis


Urocultivo aguda

+ - Tratamiento antibiótico
pauta corta (3 días)

Exudado vaginal + Respuesta


Tratamiento antibiótico tratamiento antibiótico
10 días según urocultivo 14 días

Nuevo estudio
Urocultivo - +
control Curación

Curación
+ -

Tabla 3. Criterios de ecografía renal. citarios, micro/macrohematuria y a veces discreta pro-


teinuria. La VSG estará elevada a diferencia de lo que
CRITERIOS DE sucede en los casos de cistitis. Ante un paciente con
ECOGRAFÍA RENAL sospecha de pielonefritis aguda, el tratamiento debe ir
precedido de un urocultivo con antibiograma y analíti-
• Fiebre persistente de más de 72 horas de ca de rutina, así como pruebas de imagen si reúne los
evolución con tratamiento antibiótico adecuado
criterios de realización de las mismas (Tabla 3).
• Historia de ITU recurrentes
• Clínica atípica por hematuria persistente Su manejo puede ser ambulatorio u hospitalario,
o dolor cólico
en función de la existencia o no de factores asociados
• Embarazo
que así lo aconsejen: dolor lumbar intenso, mal estado
• Anomalías estructurales y/o antecedentes
de litiasis renal general, enfermedad asociada, infección recurrente,
mal medio (Figura 2).

Analítica: en sangre, leucocitosis con desviación a Prostatitis bacteriana aguda


la izquierda; la bioquímica no suele experimentar cam-
bios patológicos; la coagulación se alterará en casos Es la infección de la glándula prostática producida
graves, con un descenso del tiempo de protrombina; en por bacterias; Se presenta habitualmente en varones
el sedimento de orina, leucocituria más cilindros leuco- de entre 20 a 40 años.

630 sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario


35. Infecciones urinarias no complicadas

Figura 2. Algoritmo de pielonefritis aguda.

Síntomas urinarios
altos
SÍ NO

Urocultivo
Ecogrfía
Laboratorio Manejo
Hospit alización
antibiótico IV ambulatorio
reevaluar a las Antibiótico
48 horas Factores y reevaluación
asociados 48 horas

Malas Buenas Buenas Malas


respuestas respuestas respuestas respuestas

Urocultivo contol
Cambiar 48 h Afebril las 2 semanas después Síntomas Empeoramiento
antibiótico Tratamiento v.o. leves general
según durante 14 días
antibiograma Valorar alta
+ -
Cambiar Hospitalización
antibiótico y
tratamiento
Nuevo estudio Curación 14 días

Etiología: Los microorganismos causantes de la pues la próstata inflamada es adecuada para cualquier
mayoría de estos procesos son los bacilos gramnegati- antibiótico, en la fase inicial.
vos entéricos, destacando entre ellos la E. coli. Pueden
existir abscesos prostáticos causados por Staphylococcus Exploración: Cuando se sospecha una prostati-
aureus llegados por vía hematógena. tis aguda, el tacto rectal debe realizarse con suma deli-
cadeza, poniendo de manifiesto una próstata caliente,
Patogenia: La llegada de los gérmenes a la glán- hinchada, sensible, dolorosa a la palpación. El masaje
dula prostática es generalmente retrógrada, a partir prostático está contraindicado por el peligro de pro-
del tracto urinario inferior o bien a través de la vía lin- vocar o incrementar una bacteriemia.
fática desde la zona rectal. Pocas veces existe como
factor causal el antecedente de instrumentación ure- Laboratorio: En el análisis de orina se aprecia la
tral o de cirugía prostática. presencia de bacteriuria casi por norma, por lo que el
germen causante podrá aislarse en el urocultivo y con
Clínica: Se inicia de forma brusca, con fiebre alta, frecuencia en el hemocultivo. El antígeno prostático
escalofríos, dolor perineal y en la zona baja de la espal- específico (PSA) puede encontrarse elevado, aunque
da, también puede acompañarse de síntomas urina- se normaliza tras administración de tratamiento anti-
rios como polaquiuria y disuria, pudiendo llegar a pro- biótico adecuado. En el líquido prostático se pueden
ducir un cuadro de retención urinaria por obstruc- observar leucocitos polimorfonucleares y bacterias en
ción. Generalmente responden bien al tratamiento, la tinción de gram.

sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario 631


Libro del Residente de Urología

Diagnóstico diferencial: Ha de establecerse lita la llegada y acción de los antibióticos. A su vez,


con otros procesos prostáticos como la prostatitis produce una hipotonicidad a nivel de la médula
bacteriana crónica, el síndrome de dolor pélvico cró- renal que permite una mayor eficacia de los meca-
nico ya sea de origen inflamatorio o no inflamatorio y nismos de defensa locales.
con la prostatitis inflamatoria asintomática que cursa
con una clínica poco florida. 2. Higiene adecuada, evitando el contacto de los gér-
menes del periné y región anal con el aparato uri-
nario. Es importante evitar el estreñimiento y rea-
TERAPÉUTICA DE LAS lizar lavado perineal tras la defecación. Si existe
presencia de leucorrea se recomienda la realiza-
INFECCIONES URINARIAS ción de duchas vaginales con antisépticos locales.
NO COMPLICADAS El vaciamiento vesical tras las relaciones sexuales
tiene un carácter protector frente a las ITU.
El objetivo fundamental del tratamiento de las
ITU es eliminar la clínica, erradicar del tracto urinario 3. Es necesario tener en cuenta que las modificaciones
el germen causante y prevenir las recurrencias. No del pH urinario pueden alterar la actividad de deter-
basta con la mejoría sintomatológica del paciente, minados antimicrobianos (pH ácido favorece a la
sino que es necesario comprobar la eficacia de la nitrofurantoína y tetraciclinas; pH alcalino favorece a
terapéutica mediante la realización de un urocultivo. los aminoglucósidos, eritromicina y sulfamidas).
Controles periódicos posteriores permitirán detec-
tar la presencia de recidivas o de reinfecciones. En el 4. Es clave el tratamiento del dolor asociado, recu-
caso de las ITU complicadas, no sólo es necesario rriendo al uso de analgésicos, según la escala del
recurrir a la eliminación del microorganismo, sino dolor.
que hay que solucionar la alteración que facilita la
persistencia y proliferación del germen. A veces, la Bacteriuria asintomática
existencia de resistencias bacterianas a los antibióti-
cos en pacientes tratados de una ITU no complica- Las únicas indicaciones claras de tratar la bacte-
da, pensar en la existencia de una patología urológi- riuria asintomática son el embarazo con amoxi-clavu-
ca subyacente. El tratamiento antibiótico se inicia lánico 500 mg/8 h o Cefuroxima 500 mg/12 h durante
generalmente de manera empírica. La elección del 7 días v.o. pues han demostrado ser muy eficaces en
fármaco y la duración del tratamiento dependerán la prevención de la pielonefritis aguda y en el riesgo
en gran medida de la susceptibilidad del germen en de prematuridad que la acompaña, y previa a cirugía
esa zona geográfica y de la localización de la infec- urológica, con Cefazolina 1g i.v.
ción, aunque también pueden influir otros factores
como edad, sexo, embarazo, ITU previa, enfermedad Bacteriuria en la mujer embarazada
subyacente, etc.
Se empleará un régimen de 7 días con amoxicili-
Medidas generales de tratamiento na-clavulánico o cefalosporinas de 1.ª generación; tam-
bién pueden emplearse fosfomicina y nitrofurantoína.
Aunque el pilar principal del tratamiento de las Hay que evitar el uso de cloramfenicol, tetraciclinas,
ITU son los antimicrobianos (Tabla 4), la asociación de estreptomicina y fluorquinolonas, por los riesgos que
medidas generales coadyuvan de manera muy impor- tienen sobre el feto. En caso de recurrencia cabe valo-
tante a la eliminación de la sintomatología del pacien- rar la realización de un tratamiento continuo que
te, favoreciendo su curación y previniendo posteriores puede llegar a prolongarse hasta el día del parto.
recaídas.
Bacteriuria en la infancia
1. Ingesta abundante de líquidos para aumentar el
volumen miccional, que contribuye a disminuir la Debido a las grandes repercusiones que la bacte-
concentración de los gérmenes en la orina y faci- riuria tiene en el desarrollo de los riñones, es necesa-

632 sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario


35. Infecciones urinarias no complicadas

Tabla 4. Agentes terapéuticos.

AGENTE DOSIS DURACIÓN

Amoxicilina + ác. clavulánico 500/125 mg/8 h 3 días

Norfloxacino 400 mg/12 h 3 días


Ofloxacino 200 ó 400 mg/12 h 3 días
Ciprofloxacino 250 ó 500 mg/12 h 3 días

Cotrimoxazol 160/800 mg/12 h 3 días

Fosfomicina 3g Dosis única

Cefuroxima-axetil 250 ó 500 mg/12 h 5 días


Cefixima 400 mg/24 h 5 días

rio la realización de estudios diagnósticos profundos que los agentes causales son unos pocos tipos de
en niños y niñas menores de 3 años con primoinfec- microorganismos cuya susceptibilidad a los antimicro-
ción urinaria, así como en niñas menores de 3 años bianos es predecible. Independientemente del anti-
con un segundo episodio de ITU o cuando existan biótico que se utilice, se recomienda como más apro-
síntomas de pielonefritis o ITU complicada. piada una duración corta de tratamiento, pauta de 3
días. Varios estudios demuestran que pautas de 7 días
Hay situaciones que precisan de pautas profilácti- o más no ofrecen un beneficio terapéutico añadido
cas prologadas como ocurre en los niños con reflujo que justifique sus inconvenientes (resistencias, efectos
vesicoureteral no quirúrgico con infección sintomática secundarios, alto coste). La pauta de dosis única tam-
o no, y en casos de recurrencias frecuentes (3-4/año) bién puede ser usada en estas ocasiones pero, en
o los que tienen una anomalía urológica sin posibilidad general, se obtienen tasas de curación más bajas y es
quirúrgica (algunas vejigas neurógenas). más frecuente la aparición de recurrencias que con la
pauta de 3 días.
Para el tratamiento supresivo se puede emplear
nitrofurantoína, cefalexina, cotrimoxazol, durante un La fosfomicina es un fármaco usado frecuente-
periodo no inferior a 6 meses, reanudando el trata- mente en dosis única, pero no es eficaz frente al
miento durante otros 12 meses si recurriera la infec- Staphylococcus saprophyticus, segundo agente etioló-
ción antes de los 3 meses de la supresión. La dosis anti- gico más frecuente en este grupo. Los mejores resul-
biótica debe ser entre un tercio o la mitad de la dosis tados obtenidos con dosis única han sido con cotri-
total diaria en una toma, al acostarse. La única duda moxazol (trimetroprim+sulfametoxazol) y los peo-
respecto al tratamiento son las bacteriurias no compli- res con beta-lactámicos del tipo ampicilina y cefalos-
cadas que asientan en niñas mayores; muchos autores porina. Entre ambos extremos, y siempre frente a
prefieren controlarlas sin terapia farmacológica. cepas sensibles, figuran los resultados obtenidos con
las fluorquinolonas y con fosfomicina-trometamol. En
Mujer joven con cistitis aguda cualquiera de los regímenes de dosis única la eficacia
es menor que en la pauta de 3 días. A su vez, debi-
Además de las medidas generales citadas, que do a que los síntomas pueden persistir uno o dos
cobran especial importancia en este caso, el trata- días tras una monodosis eficaz, el tratamiento con
miento se basa en el uso de antibioticoterapia empí- dosis única puede dar falsa sensación de fracaso
rica de inicio (Tabla 4), sin necesidad de urocultivo, ya terapéutico.

sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario 633


Libro del Residente de Urología

Cuando se produce un fallo terapéutico de la Mujer joven con pielonefritis aguda


pauta corta, es necesario el urocultivo y antibiogra- no complicada
ma. Este fallo puede ser debido a la resistencia del
germen al antibiótico empleado, o bien a la existen- Ante la sospecha de pielonefritis en una mujer
cia de una ITU complicada, en cuyo caso la terapéu- joven, se solicitará urocultivo previo al tratamiento
tica varía; de hecho, el dato más útil que nos hace empírico con antibióticos de amplio espectro (modi-
sospechar que nos enfrentamos a una ITU compli- ficándose según antibiograma si fuese necesario). Si la
cada es la falta de respuesta terapéutica al trata- afectación requiere hospitalización se debe realizar,
miento con pauta corta, cuando el germen es sensi- además, hemocultivo. Posteriormente seguimiento
ble a dicho fármaco. con urocultivo a las 2 semanas después de concluir el
tratamiento. El tratamiento en estas circunstancias
Mujer joven con infección recurrente debe durar de 10 a 14 días; pautas más largas no
aportan beneficios. Pautas más cortas, de 5 a 7 días,
Ante toda infección recurrente debe realizarse suelen ser eficaces pero aún no han sido debidamen-
urocultivo ya que la tasa de resistencia antibiótica en te contrastadas. La gravedad del cuadro, determina la
estas pacientes es mayor. Un 20-30% de mujeres hospitalización y la administración parenteral del anti-
jóvenes con un episodio inicial de cistitis tienen infec- biótico (ceftriaxona 2 g/24 h, ciprofloxacino 400 mg/12
ciones recurrentes; ocasionalmente es debido a una h...). La terapia oral en pacientes que puedan seguir el
recidiva, es decir, a una recaída por la persistencia de tratamiento de manera ambulatoria ha demostrado
un foco de infección, sin embargo un 90% es por ser comparable a la terapia parenteral convencional
reinfecciones, esto es, nuevas infecciones producidas de los pacientes hospitalizados. Es indicativo de buena
en un corto periodo de tiempo y generalmente por respuesta al tratamiento cuando el cuadro mejora en
la misma bacteria, E. coli. el transcurso de las primeras 24-48 horas de iniciada
la terapéutica.
Las causas de estas recurrencias se relacionan
con una predisposición biológica y se ven favorecidas ITU no complicada en hombres
por ciertas conductas sexuales. Mujeres con 3 o más jóvenes
episodios de ITU al año deben someterse a profilaxis
continua (pequeñas dosis de antibiótico por la noche Ante un varón con clínica de ITU sin aparentes
antes de acostarse) y así disminuir la frecuencia de complicaciones debe de realizarse urocultivo pre y
recurrencias. Los fármacos más frecuentemente postratamiento. La duración del tratamiento debe ser
empleados son: cotrimoxazol 1/comp/noche, nitrofu- entre 7 a 14 días, vía oral (las pautas cortas deben ser
rantoína 50 mg/noche, cefalexina 125 mg/noche, evitadas).
durante un periodo de tiempo variable que oscila
entre los 6 y los 12 meses. En las mujeres con ITU Prostatitis bacteriana aguda
relacionadas con el coito, la profilaxis debe ser peri-
coital y es tan efectiva como la profilaxis continua. El La terapéutica consiste en la administración de
éxito de estas medidas viene dado por la aparición antibióticos de manera empírica, analgésicos/antiinfla-
relativamente baja de resistencias. La nitrofurantoína matorios, reposo, hidratación suficiente y uso de
puede usarse en periodos prolongados sin aparición laxantes. Los antibióticos de elección son: cefalospori-
de resistencias. En mujeres postmenopáusicas las nas (cefotaxima 1-2 g/8 h, ceftriaxona 1-2 g/día o en
reinfecciones sintomáticas son frecuentes y además caso de Pseudomona, ceftazidima 1-2 g/8 h), aminoglu-
de la terapéutica profiláctica, la aplicación tópica de cósidos (gentamicina o tobramicina 5 mg/kg/día) y
cremas vaginales hidratantes y cremas con estrógeno fluorquinolonas (ciprofloxacino 400 mg/12 h). Tras la
pueden prevenir la bacteriuria y reducir las recurren- fase aguda, si se inició tratamiento parenteral, se conti-
cias. La ingestión de jugo de arándanos es una muy núa tratamiento por vía oral con fluorquinolonas: cipro-
buena medida para reducir y prevenir la incidencia de floxacino 500 mg/12 h o levofloxacino 500 mg/24 h. El
ITU ya que contiene una sustancia que disminuye la cotrimoxazol es una alternativa, en tanto en cuanto el
adhesividad bacteriana al urotelio. germen sea sensible. Es suficiente con 2 semanas de

634 sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario


35. Infecciones urinarias no complicadas

tratamiento, aunque si se trata de una recidiva o la BIBLIOGRAFÍA


respuesta clínica no es rápida, se prolongaría el trata-
miento hasta 1 mes. La elección de fluorquinolonas o 1. Gomáriz M.,Vicente D., Pérez Trallero E., Infecciones
cotrimoxazol viene determinada por su farmacociné- urinarias no complicadas, Información Terapéutica
tica, ya que difunden bien en el tejido prostático inclu- del Sistema Nacional de Salud Vol. 22-n.º 6 - 1998.
so en ausencia de inflamación, mientras que el resto 2. Romero R., Caralps A.,Infección Urinaria, Ed. Doyma,
de antibióticos activos frente a los gérmenes que pro- S. A., Barcelona, 1985.
vocan esta patología (betalactámicos, nitrofurantoína y 3. Silmi Moyano A., Blázquez Izquierdo J., Urología
aminoglucósidos) difunden pobremente a medida que práctica: Infecciones del tracto urinario, Ed. Idepsa,
se reduce la inflamación prostática. Si la causa de la Madrid, 1991.
prostatitis es la N. gonorrhoeae, se empleará ceftriaxo-
4. Murillo Mirat J., Cuervo Pinna C., Rodríguez Rincón J.,
na 250 mg i.m. o i.v. seguido de ciprofloxacino 500
Urología: Libro del Residente, Infecciones urinarias
mg/12 h vía oral. Si el agente causal es Chl. trachoma-
no complicadas, Ed. ENE Publicidad S. A., Madrid,
tis, se tratará con doxiciclina 100 mg/12 h. En ambos
1998, pp. 377-385.
casos se mantendrá el tratamiento por un periodo de
10 días. 5. García-Arenzana Anguera JM., Tratamiento de las
prostatitis, Información terapéutica del Sistema
Nacional de Salud. Vol 29-n.º 6-2005.
6. Schaeffer A. J., Infecciones urinarias, Campbell Urología
Ed. Panamericana,Walsh P. C., Retik a. B.,Vaughan E. D.,
Wein A. J., 8.ª ed, 2004,Vol. 1, pp. 559-654.
7. Curtis Nickel J., Prostatitis y trastornos relacionados,
Campbell Urología Ed. Panamericana, Walsh P. C.,
Retik a. B.,Vaughan E. D., Wein A. J., 8.ª ed, 2004,Vol.
1, pp. 655-684.
8. Martín Martínez JC., Infecciones urinarias Complica-
das: Revisión y tratamiento, Información terapéutica
del Sistema Nacional de Salud. Vol 28-n.º 6-2004.
9. Infección urinaria y embarazo. Información terapéutica
del Sistema Nacional de Salud Vol 29-n.º 2-2005.
10. Blanch J. J., Protocolos manejo de la infección
urinaria, Área Médica. Servicio de Medicina Interna
del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete,
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PROTOCOLOS/infecurinari.htm, 27/07/2006.
11. Dalet F., Del Río G., Infecciones urinarias, Ed. ENE
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de Smith Ed. Manual Moderno, Tanagho E. A.,
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13. Silvana M., Rotela A., Protocolo para el manejo
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http://www.famg.org.ar/web/modules/subidos/listos/
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14. Trautner B., Darouiche R., Role of biofilm in catheter-
asociated urinary tract infection. Am J Control 2004;
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sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario 635


capítulo 36

Infecciones urinarias
complicadas

Ainara Villafruela Mateos


J. Padilla Nieva
C. Pertusa Peña

Hospital de Cruces.Vizcaya

Palabras clave: Infección urinaria complicada. Antibioticoterapia.


Índice capítulo 36

Infecciones urinarias
complicadas
Introducción ..................................................................................................................................................................... 641
Etiología................................................................................................................................................................................ 641
Patogenia............................................................................................................................................................................. 642
Cuadro clínico................................................................................................................................................................. 642
Diagnóstico........................................................................................................................................................................ 643
Tratamiento...................................................................................................................................................................... 643
Situaciones específicas ........................................................................................................................................... 644
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 648
36. Infecciones urinarias complicadas

capítulo 36

Infecciones urinarias
complicadas
INTRODUCCIÓN - RVU (reflujo vésico-ureteral).
- Instrumentación urológica.
Las infecciones del tracto urinario complicadas - Obstrucción: litiasis, neoplasias, HBP, esteno-
(ITUC) son definidas por las “Guías de la Asociación sis uretral, compresión extrínseca.
Europea de Urología” como aquellas infecciones uri-
narias asociadas bien a anormalidades (estructurales - Estructurales:
y/o funcionales) del tracto genitourinario (TGU) bien - Malformaciones: valvas uretrales, síndrome
a enfermedades subyacentes aumentando de este unión pielo-ureteral, patología ureteral (megau-
modo el riesgo de infección o fallo terapéutico. réter, uréter ectópico).
- Complicaciones quirúrgicas.
Estas guías también clasifican las ITUC según el - Neovejigas.
pronóstico:
2. Enfermedades subyacentes que predisponen o
1. Aquellas en las que los factores que “complican” aumentan el riesgo de la ITU.
la infección urinaria (ITU) pueden ser eliminados
(litiasis, catéter). - Disminución de la inmunidad: trasplante renal,
VIH, inmunosupresión yatrogénica, enferme-
2. Aquellas en las que el factor no puede ser elimi- dades de inmunodeficiencia.
nado (vejiga neurógena). - Diabetes mellitus (DM).
- Insuficiencia renal crónica (IRC).
Las Medical Research Council Board, Infectious - Edad avanzada.
Diseases Society of America y European Society of - Neoplasias.
Clinical Microbiology definen las ITUC como aquellas - Hospitalización, institucionalización.
que padecen pacientes cuyo punto en común es la
presencia de bacterias en la orina y algún factor de 3. Dispositivos en la vía urinaria.
riesgo que provoca bien que la infección sea más viru-
lenta, bien que el paciente sea más susceptible o pre- - Externos.
sente su capacidad defensiva disminuida frente a la - Internos.
infección. Dichos factores se engloban en:

1. Anomalías del tracto urinario (funcionales, estruc- ETIOLOGÍA


turales u orgánicas).
Las ITUC se caracterizan por ser causadas en
- Funcionales: general por una mayor diversidad de microorganismos
- Disfunción vesical, sobre todo vejiga neuró- que las no complicadas (ITUNC) y por ser gérmenes
gena. con un mayor índice de resistencias a los antimicrobia-
- Embarazo. nos, lo que condiciona en muchos casos mayores tasas
de fracaso terapéutico especialmente si, aunque el
- Orgánicas: antibiótico sea el adecuado, la patología subyacente no

sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario 641


Libro del Residente de Urología

puede ser corregida. Además, en líneas generales minados elementos bacterianos en células uroepitelia-
podemos decir que la etiología es polimicrobiana en les; por otro, la existencia de gérmenes como E. coli
25-30% de los casos (más aún en infecciones de larga con fimbrias P que aumentan su adhesión a las células.
evolución), que además de los gérmenes habituales
pueden presentarse infecciones por otro tipo de gér- - Obstrucción:
menes, oportunistas e infecciones cruzadas. Constituye uno de los factores más importantes
para la persistencia de la infección, así como para la
Por otra parte, el espectro varía según la zona, alteración de los mecanismos de defensa del huésped.
hospital y momento, existiendo gran variabilidad entre Se puede producir a dos niveles:
la etiología y patrón de resistencia antibiótica de un
hospital a otro. 1. Vía urinaria inferior:
Condiciona residuo postmiccional que favorece
De todos modos en casi todas las áreas las ente- la infección y la persistencia bacteriana a nivel
robacterias constituyen el tipo de microorganismo vesical por un lado y por otro la estasis y la pro-
más frecuente (60-75%), siendo E. coli el más común, liferación bacteriana en la vía urinaria superior
sobre todo si es la 1.ª infección. Destacan asimismo secundariamente.
Proteus, Klebsiellla, Pseudomona, Serratia spp y entero-
bacter. 2. Vía urinaria superior:
La estasis urinaria favorece la proliferación de
Además de estos G–, en las ITUC son relativa- gérmenes y la atrofia renal secundaria. A ello se
mente frecuentes G+ (Staf. aureus, Str. coagulasa), añade que el aumento de la presión retrógrada
Corynebacterium urealyticum, hongos o parásitos como produce también atrofia parenquimatosa por
Schistosoma haematobium (no frecuente en nuestro hidronefrosis y el reflujo intrarrenal si existe
medio pero endémico en algunos países). además alteración a nivel de las papilas renales.
Estos factores condicionan finalmente nefropa-
Además, en abscesos renales, prostáticos, etc... se tía intersticial y alteración de la función renal.
pueden presentar gérmenes anaerobios.
Además, la proliferación bacteriana a nivel renal
provoca la activación del sistema inmune con una
PATOGENIA reacción defensiva a nivel local que puede ocasionar
la destrucción progresiva del tejido renal por activa-
Son varios los factores fundamentales implicados ción del sistema de complemento, fagocitosis, opsoni-
en la etiopatogenia de las ITUC. Además del propio zación, etc...).
germen (virulencia, resistencia a antibióticos, etc...), la
vía de invasión y los mecanismos de defensa, también
juegan un papel fundamental en el desarrollo de las CUADRO CLÍNICO
ITUC los siguientes factores:
Las ITUC no presentan signos o síntomas patog-
- Persistencia bacteriana: nomónicos, siendo la forma de presentación muy varia-
Se produce generalmente por la existencia de un ble, desde la bacteriuria asintomática hasta la sepsis.
foco en el que no se cosigue la CIM de antibiótico
(litiasis, catéteres urinarios, necrosis papilar, etc...). Lo que resulta fundamental es realizar una correc-
ta anamnesis para conocer todos los factores de ries-
- Infecciones urinarias recurrentes: go que pudieran estar implicados (alteraciones uroló-
Aún no está claro si las ITU recurrentes se deben gicas, patología subyacente) y recordar también que
a factores relacionados con el huésped o el propio ciertos síntomas, sobre todo del tracto urinario infe-
microorganismo ya que: por un lado se observa una rior, no están únicamente relacionados con la infec-
distribución y número de receptores sensibles a deter- ción, sino con otras entidades.

642 sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario


36. Infecciones urinarias complicadas

DIAGNÓSTICO - Es necesaria también la valoración de la severi-


dad de la anomalía subyacente incluido el cono-
Existen una serie de criterios que definen las cimiento de la función renal.
ITUC:
- En muchos casos inicialmente el germen es des-
Clínicos: conocido, por lo que es mandatorio urocultivo
Cualquier combinación de los factores 1 y 2 o y hemocultivo previo a la instauración del trata-
uno o más factores asociados a ITUC: miento y, una vez el resultado del mismo, ree-
1. disuria urgencia, frecuencia, dolor suprapúbico, valuar si el tratamiento instaurado empírica-
no sintomatología urinaria las 4 semanas pre- mente es el adecuado. (El uso intenso de cual-
vias. quier antibiótico, sobre todo utilizado de forma
2. fiebre, dolor en flanco,… empírica y en este tipo de pacientes que pre-
sentan una alta tasa de recurrencia, provoca
Laboratorio: que aumente aún más la tasa de resistencias).
≥ l10 leucocitos/mm cúbico.
≥ 100.000 UFC/ml en mujer. El Sistema Nacional de Salud publicó en 2004 las
≥ 100.00UFC/ml en varones. siguientes líneas de tratamiento antibiótico en las dife-
rentes ITUC:

- Cistitis en:
TRATAMIENTO - Pacientes con patología sistémica que predispo-
ne a la infección:
Es difícil establecer protocolos terapéuticos ya que: Mujer: cefalosporina de 2.ª o 3.ª generación, 7-
10 días, vía oral.
- El espectro de microorganismos causantes de Varón: fluoroquinolonas o cotrimoxazol, 7-14
ITUC y su sensibilidad a los antimicrobianos varía días, vía oral.
de unas poblaciones a otras. - Lesión medular: antibioticoterapia frente a pseu-
domona, fluoroquinolona, cefalosporina o ami-
- La evolución de la severidad de la infección varía noglucósido (parenteral).
según casos. - Alteraciones estructurales:
Por Staphylococo: cefalosporina de 3.ª generación.
- En algunas ocasiones las ITUC adquiridas en la Por E. coli o enterococo: fluoroquinolonas, amo-
comunidad versus las hospitalarias no son correc- xicilina + ácido clavulánico o cefalosporina de
tamente diferenciadas. 2.ª generación, hasta 3-5 días después de ceder
el cuadro. Para el enterococo también válidos:
Aun así existe un paradigma del tratamiento que nitrofurantoína o vancomicina.
se basa en: - Nosocomial: aminoglucósido. Si fracasa o empeo-
ra, añadir fluoroquinolona o cefalosporina de ter-
- Tratamiento antibiótico efectivo + manejo ópti- cera generación para cubrir pseudomona.
mo de las anomalías urológicas o patología sub- - Edad avanzada: cotrimoxazol, fluoroquinolonas,
yacente + medidas de soporte (valorando en cefadroxilo o fosfomicina cálcica durante 7-10 días.
todo momento la severidad del cuadro).
- Pielonefritis aguda:
1. A la hora de la elección del antibiótico hemos de - Pacientes con patología sistémica: durante 14
tener en cuenta lo siguiente: días vía oral:
Cefuroxima axetilo: 500 mg/12 horas.
- Es necesario conocer el espectro posible de Amoxicilina + ácido clavulánico: 500 + 125 mg/
patógenos de nuestro medio y los patrones de 8 horas.
resistencia a los antibióticos de los mismos. Ofloxacino: 400 mg/12 horas.

sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario 643


Libro del Residente de Urología

- Alteraciones estructurales: *Sólo si es el 2.º o 3.º trimestre: fosfomicina


Por enterobacterias: fluoroquinolonas, cefalos- cálcica 500-1.000 mg/8 horas.
porinas de 3.ª generación y/o aminoglucósido. - Cistitis: 5-7 días o 14 si no hay respuesta de:
Por pseudomonas: penicilinas de amplio espec- - Amoxicilina + ácido clavulánico.
tro, ceftazidima, aminoglucósido o imipenem. - Cefadroxilo.
Por Cándida: fluconazol, anfotericina B. - Pielonefritis aguda: 14 días, inicialmente paren-
- Edad avanzada: teral.
Penicilinas, cefalosporinas de 3.ª generación (con/sin - Penicilinas de amplio espectro.
aminoglucósido), aztreonam, imipenem o amino- - Cefalosporinas de 3.ª generación.
glucósido y cambio a fluoroquinolona tras anti- - Profilaxis: si ITU recurrente:
biograma. - Cefalexina 125-250 mg/24 horas, v. oral,
- Casos graves: continua hasta el final del embarazo.
Cefalosporina contra pseudomona o aztreo-
nam junto a ampicilina; o imipenem o piperaci- 2. El manejo de las anomalías en el TGU es posible
lina/tazobactam. en algunos casos en el momento agudo, como
puede ser la retirada de la sonda (1.º a realizar en
- Compromiso inmune: ITUC asociadas a catéteres urinarios).
- Neutropénico:
Por enterobacterias: cefalosporina de 2.ª gene- En otros casos, si no es posible (HBP, vejiga neu-
ración. rógena, algunos tipos de litiasis, etc...) y existe
Pseudomona: ceftazidima (idealmente junto a compromiso a nivel renal, más aún si sistémico, es
amikacina hasta resultado de antibiograma). mandatario el drenaje inmediato (nefrostomía,
Si manipulación previa o sospecha de entero- catéter doble J, etc…) dejando para un 2.º tiem-
coco: ampicilina y aminoglucósido. po la resolución de la causa obstructiva.
- Trasplante renal:
β-lactámico o fluoroquinolona 7-14 días y pro- Hay que tener en cuenta en todo momento que
filaxis durante 4-6 meses con cotrimoxazol, que en algunos casos, si las medidas intervencionistas
también previene la infección por P. carinii, se demoran, el cuadro puede evolucionar rápida-
L. monocytogenes y N. asteroides. mente a pionefrosis, absceso renal o shock sépti-
co, pudiendo producirse la muerte del paciente.
- ITUC asociada a catéteres:
- Penicilina de amplio espectro, fluoroquinolonas,
cefalosporinas (cambiando de antibiótico si se
ha realizado tratamiento recientemente) a SITUACIONES ESPECÍFICAS
veces necesario añadir aminoglucósido.
- Si presente gram+, cubrir Enterococo y si exis- Como hemos explicado a lo largo del capítulo,
ten levaduras, fluconazol o anfotericina B, recam- son muchos los procesos en los que se puede pre-
bio de sonda. sentar una ITUC. En las siguientes líneas vamos a
ahondar en las distintas patologías que causan más
- Embarazo: Evitar quinolonas y tetraciclinas. frecuentemente una ITUC, así como los factores de
- Bacteriuria asintomática: 5-7 días, v. oral de: riesgo o patología subyacente que la favorecen:
- Amoxicilina 500 mg/8 horas.
- Amoxicilina + ácido clavulánico: 500 + 125 mg/ Litiasis infecciosa
8 horas.
- Cefadroxilo: 500 mg/12 horas ó 1.000 mg/ Existe una relación “recíproca” entre la litiasis y la
24 horas. infección. Así, la ITU producida por gérmenes ureolíti-
*Sólo si es el 1.º o 2.º trimestre: nitrofuran- cos puede provocar la formación de cálculos de fos-
toína 50-100 mg/6-8 horas o cotrimoxazol fato amónico magnésico y carbohidroxiapatita que
160 + 400 mg/12 horas. perpetúan la infección. Por otra parte, una litiasis del

644 sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario


36. Infecciones urinarias complicadas

tipo que fuere puede inducir la infección al provocar * El RVU es una de las malformaciones congéni-
estasis urinario y con ello favorecer el sobrecreci- tas más frecuentes de la infancia. En la mayoría de
miento bacteriano. casos no requiere tratamiento quirúrgico ya que se
estima el 80% evolucionan a la curación espontánea
Sea cual sea el origen, se puede generar un”círculo por maduración de la musculatura de la unión urete-
vicioso” de forma que actúen de forma conjunta y per- rovesical. Aun así, una vez establecido el diagnóstico
petuándose la infección-litiasis (infección→ cálculo→ está indicada la profilaxis antibiótica para evitar la
obstrucción→ estasis→ gérmenes*→ litiasis, y así su- infección y el desarrollo de cicatrices renales y poste-
cesivamente). rior evolución a la IR.

*Si los gérmenes son además ureolíticos bien Vejiga neurógena


pueden generarse nuevos cálculos, bien favorecer la
epitaxia (fenómeno por el que se conoce el hecho de Los pacientes afectados de vejiga neurógena, al
añadirse capas a cálculo preexistente produciéndose igual que los portadores de catéteres urinarios, pre-
cálculos de composición mixta). sentan alto riesgo de infección por E. coli, Pseudomonas
y P. mirabilis.También es frecuente hallar Candida spp. y
La litiasis en España tiene una prevalencia alrede- otros gérmenes como S. aureus, Klebsiella spp.,
dor del 4%, siendo la incidencia de infección en la litia- Enterococcus spp. o Enterobacter spp.
sis muy variable (14-21%). Aun así, es obligatorio
recordar que la causa más frecuente de ITU recu- En estos pacientes convergen múltiples factores
rrente en la mujer, sobre todo de edad avanzada, son que favorecen la infección:
las litiasis infectivas.
La disinergia vésico-esfinteriana y la alteración del
Actualmente es conocido y aceptado que este
vaciado vesical que provoca favorecen el residuo mic-
tipo de infección si no es tratada evoluciona desde la
cional así como el RVU y la hidronefrosis y, por tanto,
pielonefritis hacia la pionefrosis, perinefritis con posi-
el sobrecrecimiento bacteriano y la infección. Estos
bilidad de abocar en sepsis (situación en la que es
factores están relacionados también con la alta inci-
obligatoria la descompresión de la vía urinaria junto a
dencia de litiasis que presentan estos pacientes. De la
medidas antibióticas y de soporte).
misma manera, los catéteres suprapúbicos, cateteriza-
Reflujo vésico-ureteral (RVU) ción intermitente, a la que se ven sometidos estos
pacientes constituyen también una vía de infección.
En el RVU se produce la inversión del sentido del Además, se cree que estas maniobras y los micro-
flujo urinario de forma que éste retrocede a nivel ure- traumatismos que provocan podrían alterar los
teropielocalicial. mecanismos de defensa estructurales de la vejiga
frente a la infección. Por último, recordar que son
El reflujo genera por un lado hiperpresión y dismi- pacientes con ingresos hospitalarios frecuentes y
nución del peristaltismo ureteral (uno de los mecanis- colonización también frecuente del periné y uretra
mos de defensa frente a la infección) y en los casos más por gérmenes oportunistas.
severos se puede producir el reflujo intrarrenal. Para ello
se postula que la anatomía de la papila renal juega un En cuanto al tratamiento de las infecciones, exis-
papel importante: son las papilas compuestas que tie- ten posiciones encontradas aunque en general se
nen un área cribiforme o cóncavas las que permiten la acepta que:
entrada de la orina y no las normales (simples, en forma
de cono) cuyos orificios en forma de hendidura impiden - La incidencia de bacteriuria asintomática en estos
el paso de orina a nivel de los túbulos colectores. pacientes es aproximadamente del 78%, sintomá-
tica 10-15%, por lo que actualmente el tratamien-
Además de la hiperpresión, el sentido ascendente to antibiótico sólo está indicado en:
del flujo favorece también la ascensión de gérmenes a - Infección sintomática.
la vía urinaria superior. - Inmunosupresión.

sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario 645


Libro del Residente de Urología

- RVU. - La vasculopatía diabética afecta a distintos niveles,


- Infección por gérmenes ureolíticos (añadidos a entre ellos el sistema inmune.
inhibidores de la ureasa).
- La propia glucosuria parece inhibir la fagocitosis y
Junto al tratamiento antibiótico es obvia la impor- la inmunidad celular facilitando la adherencia bac-
tancia de un correcto vaciado vesical y tratamiento de teriana.
la disinergia vesicoesfinteriana en lo posible.
- Las lesiones tisulares favorecen la invasión de gér-
Es importante también el control mediante eco- menes.
grafía y cultivos periódicos dadas las consecuencias
que tiene esta entidad sobre la función renal. Los pacientes diabéticos presentan más frecuen-
temente:
Cateterización urinaria
- Necrosis papilar:
Como hemos comentado en el apartado anterior,
La necrosis papilar es una entidad que además de
los gérmenes más frecuentes en estos casos son E.
en diabéticos también se observa en casos de
coli, Pseudomonas y P. mirabilis.
cirrosis hepática, deshidratación y abuso de anal-
gésicos.
La bacteriuria asintomática es habitual en los
La clínica es variable; desde formas silentes hasta
pacientes sondados, por lo que, en lo posible, el tiem-
cuadros fulminantes con eliminación de papilas
po del mismo ha de ser el menor posible. En el caso
necróticas por la vía urinaria en el contexto de
de presentar sintomatología o expresión clínica es
cólico renal que puede además complicarse con
necesaria la retirada o recambio de la misma.
infección, obstrucción de la vía (por los restos de
tejido en la vía) con el agravamiento sobreañadido.
Diabetes mellitus
El paciente diabético presenta una incidencia de Es fundamental el control metabólico y la correc-
bacteriuria superior a la de la población general y la ta hidratación para prevenirla.
asintomática es más frecuente que la sintomática,
sobre todo en mujeres. Aun así, está indicado el trata- - Nefritis intersticial infecciosa:
miento de la misma ya que existe un alto riesgo de Es un cuadro que se caracteriza por la presencia
complicarse con formas graves como bacteriemias, de infiltrados piógenos a nivel renal, de origen
necrosis papilar, cistitis y/o pielonefritis enfiesematosa, muchas veces hematógeno, que pueden producir
absceso perirrenal, sobreinfecciones fúngicas, etc. microabscesos y provocar el fracaso renal. El abs-
ceso, incluso, puede provocar la rotura renal con
La probabilidad de que se produzcan estas com- la consiguiente colección perinefrítica e incluso
plicaciones es mayor en mujeres gestantes, ancianos, si absceso psoico. Constituye, por tanto, una infec-
existe neuropatía diabética o instrumentación urinaria. ción necrotizante de alta mortalidad.

Los gérmenes relacionados no se diferencian de Compromiso inmune


otras ITUC, aunque parece que los Estreptococos del
grupo B son más frecuentes y el tratamiento se dife- Pacientes neutropénicos: mayor probabilidad a
rencia de otras ITUC, en que es de mayor duración. menor recuento de neutrófilos y gérmenes en su
mayoría de la propia flora y altamente resistentes.
La DM induce una serie de alteraciones que favo-
recen la infección. Así por ejemplo: VIH: en relación sobre todo con la disminución de
CD4, especialmente cuando el número es menor o
- La neuropatía diabética puede afectar a la vejiga igual a 200/ml. Las ITU más frecuentes y graves son las
produciendo vejiga retencionista, y aumentando producidas por E. coli, aunque responden bien a
por tanto el riesgo de ITUC. 2 semanas de tratamiento antibiótico.

646 sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario


36. Infecciones urinarias complicadas

Trasplantados: los pacientes trasplantados en Embarazo


general presentan un riesgo mayor de ITUC y espe-
cialmente los renales (60%, aproximadamente). Las ITU durante el embarazo constituyen una de
las complicaciones más importantes, por su frecuencia
Estas cifras, de todos modos, disminuyendo por la y por la alta morbilidad maternofetal.
menor dosis inmunosupresora empleada, mejor ciru-
gía del donante y profilaxis antibiótica empleada. Los factores que aumentan el riesgo de ITU
durante el embarazo están relacionados con las modi-
Son muchos los factores relacionados con el mayor ficaciones anatomofuncionales que presenta la gestan-
riesgo de ITUC: te, como son:

- Cirugía de la extracción y preservación. - Aumento del pH de la orina.

- Empleo de catéteres ureterales, sondas, etc., que - Glucosuria.


alteran la capa de glicosaminoglicanos del uroepi-
telio y además suponen un cuerpo extraño donde - Aumento de la secreción de estrógenos a nivel
anidar los gérmenes… urinario.

- La infección previa de los riñones propios puede - Médula renal hipertónica.


empeorar con la inmunosupresión (poliquistosis,
etc.). - Aumento del volumen vesical.

- En el caso de los infartos renales segmentarios o - Disminución del tono vesical.


totales, el tejido necrótico puede ser colonizado
por gérmenes cuya eliminación a veces sólo es - Disminución del tono ureteral.
posible mediante la trasplantectomía o sección del
segmento necrótico. - Aumento del reflujo ureterovesical.

- Éstasis urinario.
Las infecciones precoces suelen estar relaciona-
das con la instrumentación del aparato urinario, el
- Hidronefrosis.
fracaso renal, fístulas urinarias... Las tardías, menos
frecuentes, con alteraciones de la vía urinaria funda-
No existen grandes diferencias en la etiología de
mentalmente.
las ITU, los más frecuentes son también gram negati-
vos, destacando E. coli. Como elemento diferencial, el
Existen una serie de recomendaciones de la EUA
Estreptococo del grupo B que ha de incluirse en el
preventivas y terapéuticas que son las siguientes:
despistaje del urocultivo para evitar la enfermedad y
sepsis neonatal por EGB.
- Tratamiento de la infección en el receptor previo
al trasplante. En cuanto al tratamiento, cabe recordar que no han
de utilizarse durante el embarazo, pero especialmente
- Cultivo del líquido de perfusión y de muestras del durante el primer trimestre, las quinolonas y tetracicli-
donante. nas, y durante el tercero, las sulfamidas.

- Profilaxis antibiótica perioperatoria. Existen diferentes formas clínicas:

- Tratamiento a baja dosis de TMP-SMX (trimeto- - Bacteriuria asintomática (BA):


prim-sulfametoxazol) durante los 6 primeros meses La BA es detectable desde las primeras semanas
posttrasplante. de embarazo y es fundamental su cribado ya que

sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario 647


Libro del Residente de Urología

si no es tratada, aproximadamente el 40% evolu- BIBLIOGRAFÍA


ciona a piolonefritis aguda o ITU sintomática en
los 2 trimestres restantes. 1. Campbell´s Urology. P.C. Walsh, A.B. Retik, E.D. V.
La prevalencia es del 2-11%, aumentando en dia- Aughan, et al. Eighth Edition.
béticas, multíparas, etc.
Diagnóstico: ≥100.000 UFC/ml de un único ger- 2. European Urology Association. Guidelines on urolo-
men en paciente asintomática. Si el cultivo es poli- gical infectious diseases. 2006.
microbiano, el contaje varía entre 10.000-100.000; 3. Urología: libro del residente. L. Resel y cols.1998.
ha de repetirse el cultivo.
4. Información terapéutica del Sistema Nacional de
Salud.Vol. 28 - N.º 6-2004. Vol. 29–N.º 2-2005.
- Cistitis y Síndrome Uretral:
Incidencia del 1,5% y la forma de presentación no 5. Infac: información farmacoterapéutica de la comarca.
varía de las ITU en la población general. Vol. 12-N.º 9-Nov.- Dic. Osakidetza-Servicio Vasco
Sin embargo, destaca que hasta el 50% de pacien- de Salud.
tes con clínica presenta urocultivo negativo aun-
6. Etiología de las infecciones del tracto urinario y
que suelen estar asociadas a Chlamydia; se le
sensibilidad de los uropatógenos a los antimicrobia-
denomina síndrome uretral agudo o cistitis abac- nos. C. Ochoa, J.M. Eiros, C. Pérez y cols. Rev. Esp.
teriúrica y son necesarios métodos especiales de Quimioterapia. Junio 2005,Vol. 8 (N.º 2) 124-135.
cultivo para su diagnóstico microbiológico.
7. Infección urinaria: J.F. Jiménez Cruz, E. Broseta, M.
- ITU recurrentes: Gobernado. Actas Urol Esp 26(7): 563-573, 2002.
En ellas está indicada la profilaxis hasta el final del 8. La infección urinaria 2002. M. Gobernado, F. Jiménez
embarazo. Cruz y cols.

- Pielonefritis aguda: 9. Procedimientos en Microbiología Clínica. Recomenda-


Se presenta más comúnmente en el tercer tri- ciones de la Sociedad Española de Enfermedades
mestre y puerperio y es necesario descartar ano- Infecciosas y Microbiología Clínica.
malías urológicas subyacentes y factores de riesgo 10. Current hallenges in the treatment of complicated
asociados a la madre o feto que aumenten la urinary tract infections and prostatitis. F.M.Wagenleh-
severidad del cuadro. ner, K.G. Naber et al.
Su incidencia es del 1-2% de todas las gestantes.
11. Clin Microbiol Infect. 2006 May; 12 Suppl 3: 67-80.
La clínica es similar a la de pacientes no gestantes
Urinary tract infections in pregnancy: http://www.
(fibre, dolor lumbar o costovertebral, leucocitosis,
emedicine.com
etc.).
La respuesta a la antibioticoterapia suele ser gene-
ralmente favorable, aunque un retraso en la mejo-
ría del cuadro, dilatación del tracto urinario supe-
rior, etc., puede obligar a la derivación urinaria. No
existen datos claros de la conveniencia de profila-
xis hasta el parto y puerperio.

648 sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario


capítulo 38

Prostatitis y dolor
pelviano en el varón

Vicente Gimeno Argente


Enrique Broseta Rico
Juan Fernando Jiménez Cruz

H. U. La Fe.Valencia

Palabras clave: Prostatitis. Dolor pélvico. Infección. Inflamación. Disuria.


Índice capítulo 38

Prostatitis y dolor
pelviano en el varón
Introducción ..................................................................................................................................................................... 673
Cuadro clínico................................................................................................................................................................. 675
Diagnóstico y diagnóstico diferencial ...................................................................................................... 675
Tratamiento...................................................................................................................................................................... 679
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 684
38. Prostatitis y dolor pelviano en el varón

capítulo 38

Prostatitis
y dolor pelviano en el varón
INTRODUCCIÓN médico, tendremos servida una problemática urológi-
ca de primera magnitud.
El término prostatitis es utilizado de modo genéri-
co para hacer referencia a una entidad nosológica que Clínicamente existen varios síndromes prostáti-
comprende una gran variedad de alteraciones que cos, por lo que el término genérico de prostatitis
van desde una infección bacteriana aguda o subaguda, requiere una segunda expresión que haga hincapié en
a síntomas inespecíficos del tracto inferior genitouri- el presunto factor etiológico responsable del mismo.
nario caracterizados fundamentalmente por dolor Teniendo en cuenta este hecho el Instituto Nacional
perineal o genital, síntomas miccionales como disuria de Salud de EE.UU. (NIH) propuso, a través de su
y polaquiuria o disfunción sexual en sus diversas mani- panel de expertos, una clasificación que es la vigente
festaciones. Si a esta clínica ambigua le añadimos una en estos momentos dividiendo el síndrome de infla-
prevalencia e incidencia elevadas, mecanismos etiopa- mación prostática en: prostatitis aguda, prostati-
togénicos y fisiopatológicos parcialmente desconoci- tis crónica bacteriana, síndrome de dolor pel-
dos, técnicas diagnósticas complejas y controvertidas viano crónico inflamatorio o no inflamatorio
así como estrategias de tratamiento a menudo frus- y prostatitis inflamatoria asintomática [1]
trantes tanto para el enfermo como para el propio (Tabla 1).

Tabla 1. Clasificación NIH y definición de prostatitis.

Categoría I. Prostatitis bacteriana aguda


Infección aguda de la glándula prostática

Categoría II. Prostatitis bacteriana crónica


Infección urinaria recurrente. Infección crónica prostática

Categoría III. Prostatitis abacteriana crónica / Síndrome de dolor pelviano crónico


Dolor perineal o pelviano (3 meses mínimo) con síntomas variables miccionales
o sexuales sin infección demostrada
Subcategoría III a: Síndrome de dolor pelviano crónico inflamatorio
Leucocitos en semen, secreción prostática postmasaje o micción postmasaje
Subcategoría III b: Síndrome de dolor pelviano crónico no-inflamatorio
No leucocitos en semen, secreción prostática postmasaje o micción postmasaje

Categoría IV. Prostatitis inflamatoria asintomática


Evidencia de inflamación en biopsia, semen, secreción prostática
postmasaje o micción postmasaje en ausencia de síntomas

sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario 673


Libro del Residente de Urología

Epidemiología 2. Teoría del reflujo intraductal:A causa de una micción


turbulenta de alta presión se produciría un reflujo
La prostatitis constituye la infección urinaria paren- de orina al interior de la glándula prostática que
quimatosa más habitual en el varón entre la segunda y sería responsable de los síntomas, aunque actual-
cuarta década de la vida. Tan sólo en EE.UU. genera mente se duda de su veracidad.
alrededor de dos millones de consultas médicas por
año. Su prevalencia resulta difícil de estimar debido a 3. Teoría infecciosa: Es la más aceptada en la actuali-
las propias limitaciones de los métodos diagnósticos y dad.Todo parece apuntar que la prostatitis se pro-
a su confusión con el resto de patología prostática. duce, fundamentalmente, por vía canalicular ascen-
Representaría el diagnóstico urológico más común en dente o retrógrada, salvo algunas formas infre-
menores de 50 años y el tercero más frecuente en cuentes en las que los microorganismos alcanzan
mayores de 50 años tras la hiperplasia benigna de la próstata por vía hematógena (M. tuberculosis,
próstata (HBP) y el cáncer de próstata. Datos epide- Candida, virus, etc.). Una vez las bacterias entran en
miológicos de Norteamérica, Europa y Asia sugieren los conductos y glándulas prostáticas se multipli-
que entre el 2-10% de los adultos presentan síntomas can rápidamente e inducen una respuesta del
compatibles con prostatitis crónica en algún momen- organismo con infiltración de células inflamatorias.
to de su vida, mientras que otros estudios advierten En los casos agudos casi toda la próstata puede
que esta patología podría asociarse o confundirse con estar involucrada en el proceso observándose
HBP o cáncer prostático, por lo que su prevalencia infiltrados con bacterias y células inflamatorias
real resultaría muy difícil de estimar[2]. vivas o muertas, células epiteliales descamadas y
otros restos celulares.
Cuando se estratifica la prevalencia por edad, la
prostatitis se identifica en el 11% en sujetos menores 4. Teoría autoinmune: Los estímulos antigénicos, bien
de 50 años y en el 8,5% de los mayores de esa edad[3], microbianos o por presencia de orina por reflujo,
mientras que si se analiza la prevalencia por separado determinan la producción local de inmunoglobuli-
de los diferentes tipos de prostatitis se aprecia que el nas, tanto IgA como IgG, causantes del proceso
más frecuente es el tipo III con 62%, seguido de los I/II inflamatorio local.
con 19% y el IV con 10%[4].
5. Teoría de la agresión química: Debido a sus diversos
Patogenia componentes químicos o por ser portadora de
sustancias con capacidad antigénica, la orina indu-
La patogenia de la prostatitis aguda difiere del ciría, al alcanzar por reflujo los conductos y glán-
resto de las entidades crónicas. En la primera existe una dulas prostáticas, una respuesta inmunológica que
verdadera infección parenquimatosa aguda de la glán- desencadenaría la consecuente reacción inflama-
dula prostática generalmente por uropatógenos habi- toria y, con ello, una prostatitis abacteriana.
tuales (fundamentalmente E. coli) y que puede provo-
car, si se deja evolucionar sin tratamiento, una disemi- 6. Teoría de la disfunción neuromuscular: La prostatodi-
nación bacteriana que desemboque en una sepsis de nia o síndrome de dolor pelviano crónico, de acuer-
origen urinario o un absceso prostático que pongan en do con la nueva terminología, también ha sido rela-
peligro la vida del paciente. cionada con el estrés y diversas alteraciones psico-
lógicas, especialmente ansiedad y tensión emocio-
Por el contrario, en las prostatitis crónicas se nal. Sería una forma de enfermedad psicosomática
han barajado diferentes hipótesis acerca de su etiopa- que provocaría una alteración funcional neuromus-
togenia: cular pélvica con el consiguiente incremento de la
presión uretral proximal que, además, facilitaría el
1. Teoría obstructiva: El origen del dolor y los síntomas reflujo de orina hacia las glándulas prostáticas[5].
irritativos u obstructivos estaría en una disfunción
miccional por estenosis uretral, disinergia esfinte- El cuadro clínico doloroso, miccional y sexual del
riana u obstrucción del cuello vesical. síndrome de dolor pelviano crónico resulta, además,

674 sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario


38. Prostatitis y dolor pelviano en el varón

extraordinariamente similar al de la cistitis intersticial den dar lugar a diagnósticos erróneos pues la prosta-
en las mujeres, lo que apuntaría a una neurofisiopato- titis crónica/síndrome doloroso pelviano crónico
logía común. Asimismo se ha demostrado la asocia- (PC/SDPC) se confunde con la HBP, dado que los sín-
ción de dolor pelviano o prostático y la disfunción del tomas del tracto urinario inferior que comparten
suelo pélvico, lo que indicaría un mecanismo etiopa- ambas patologías provienen de una fisiopatología simi-
togénico compartido en relación con la inervación lar en el componente dinámico de afectación del sis-
pelviana[6]. Otro hecho que reforzaría esta teoría es la tema nervioso simpático. De todos los signos clínicos
demostración de una alteración de la sensibilidad al señalados, ninguno de ellos es específico de un tipo
calor/dolor a nivel de la zona perineal que originaría determinado de afección prostática excepto la forma
respuestas dolorosas desproporcionadamente altas a aguda de infección de esta glándula en la cual la clíni-
estos estímulos y que explicaría las dificultades que ca presenta unas características muy bien definidas
implica el tratamiento de estos síndromes dolorosos[7]. con fiebre, mal estado general, disuria, dolor perineal
espontáneo o con la micción y, en ocasiones, reten-
Finalmente, una nueva teoría involucra a las pros- ción aguda de orina.
tatitis crónicas con la llamada “enfermedad pélvica
venosa” que englobaría las hemorroides y el varicoce-
le y en donde una disfunción del retorno venoso del DIAGNÓSTICO Y DIAGNÓSTICO
plexo pelviano sería la responsable de las manifesta-
ciones sobre el área prostática. DIFERENCIAL
Se han descrito como factores conocidos de ries-
Exploración física
go de prostatitis: la fimosis, coito anal no protegido,
Destaca la escasa significación del tacto rectal pues
infecciones del tracto urinario, epididimitis aguda, uso
únicamente la infección aguda ofrece características
de catéteres, resección transuretral de próstata y los
específicas que llevan al diagnóstico. La próstata,
patrones disfuncionales de flujo.
aumentada de tamaño, es muy sensible a la palpación;
el dolor y un vivo reflejo miccional están siempre pre-
sentes. El simple tacto puede ocasionar la emisión por
CUADRO CLÍNICO el meato uretral de un exudado purulento. Por el con-
trario, en las restantes situaciones el tacto es anodino
Los distintos procesos infecciosos o inflamatorios y meramente orientador: aumento mínimo o mode-
que afectan al área uretro-próstato-vesicular cursan rado de tamaño o sensibilidad.
con sintomatología similar. En el caso de los síndromes
crónicos de prostatitis nos encontramos que unas Cultivo fraccionado
veces los síntomas son escasos o inexistentes, com-
portando únicamente alteraciones en el semen que Desde su descripción en 1968 por Meares y
condicionan infertilidad. En otras ocasiones, predomi- Stamey[8] es el método más utilizado en el diagnóstico
nan las manifestaciones sexuales como la disminución de las prostatitis y también el más fidedigno. Se basa
de la libido, pérdida total o parcial de la erección, eya- en la obtención por separado de las fracciones inicial
culación dolorosa, eyaculación precoz, hemospermia o y media de la orina.Tras ello se realiza un masaje pros-
infertilidad. Pero lo más habitual es la existencia de tático recogiéndose en otro recipiente estéril la secre-
dolor pelviano y síntomas urinarios. El dolor es referi- ción procedente de la glándula. Por último, se obtiene,
do a áreas dispares: suprapúbico, perineal, lumbosacro, la orina postmasaje que arrastrará los restos de aque-
escrotal, peneano y cara interna de los muslos. lla que permanezca en la uretra.

Los trastornos urinarios más frecuentes están En consecuencia, el cultivo de la secreción prostá-
representados por la disuria, imperiosidad y polaquiu- tica obtenida por masaje y el de la orina emitida tras
ria tanto diurna como nocturna, micción dolorosa e realizar éste constituyen las muestras en que se ha
incluso retención aguda de orina. Estos síntomas pue- fundamentado, a lo largo de los últimos 20 años, el

sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario 675


Libro del Residente de Urología

diagnóstico microbiológico de prostatitis. Recientes semen, de una o más bacterias gram negativas que no
estudios confirman la superior sensibilidad en el diag- crecen en los cultivos de las fracciones inicial o media,
nóstico de prostatitis crónica de las fracciones EPS o que presenta recuentos superiores, al menos, en
(secreción prostática postmasaje) y VB3 (orina post- una fracción logarítmica. Con estas consideraciones
masaje) frente a las VB1 (orina inicial) y VB2 (orina cuantitativas, el papel de las bacterias gram negativas
media). Sin embargo, no cabe duda de que esta prue- es uniformemente aceptado (E. coli, K. pneumoniae,
ba diagnóstica es laboriosa y desanima a muchos uró- Proteus, son las más habituales). No sucede lo mismo
logos que acaban prefiriendo métodos más rápidos con las gram positivas. Del antiguo criterio de otor-
de diagnóstico. Nickel ha demostrado que utilizando garles responsabilidad cuando cumplían aquel condi-
únicamente la primera fracción del chorro de orina y cionante numérico hemos pasado, tras distintos estu-
la orina postmasaje se obtiene el mismo resultado dios[11], a considerarlas excepcionalmente responsa-
microbiológico que empleando el método de los cua- bles de prostatitis crónica, incluyendo E. faecalis. Su
tro vasos en el 91% de los pacientes[9]. presencia se ha interpretado como el resultado de
una colonización bacteriana transitoria, microorganis-
La positividad del cultivo de secreción prostática o mos no patógenos o una siembra intermitente de
de orina postmasaje es definitorio de infección pros- patógenos. Para su consideración es preciso la repeti-
tática bacteriana, mientras que su negatividad puede ción del cultivo fraccionado sin mediar tratamiento y
representar un diagnóstico de prostatitis no bacteria- la obtención de idénticos resultados. Cuando acom-
na o, por el contrario, ser una falacia diagnóstica. pañan a bacterias gram negativas son éstas las que
Obliga esta consideración a ser repetitivos en nuestra orientan la elección del antimicrobiano, sin atribuir en
metodología, o bien a recurrir a otro tipo de deter- principio valor patogénico a las gram positivas. Sin
minaciones que complementen aquélla y cubran sus embargo algunas especies de Staphylococcus coagula-
posibles errores diagnósticos. sa-negativo y Coryneformes han sido aislados en culti-
vos fraccionados y se postula su papel etiológico en
Cultivo de semen prostatitis crónica bacteriana. Por otro lado, emplean-
do técnicas de biología molecular y cultivos especiales
El semen es un conjunto de secreciones en el que se plantea la posibilidad de que tanto aquéllos como
la porción de origen prostático representa alrededor otros patógenos menos conocidos pudieran ser res-
del 30% del volumen total. Ello le convierte en un ponsables de estas infecciones.
medio idóneo para evaluar la capacidad funcionante
de esta glándula, así como las alteraciones de la Cuando ante la sospecha clínica de prostatitis cró-
misma, ya que durante la eyaculación la próstata se nica el cultivo fraccionado es negativo, puede corres-
contrae de forma generalizada vertiendo el contenido ponder a un falso resultado o a una de las formas res-
de sus acinis a la uretra prostática. Sin embargo, la tantes: abacteriana crónica / síndrome doloroso pelvia-
demostración en más del 50% de varones sanos de no crónico o prostatitis inflamatoria asintomática.
microorganismos en el cultivo de semen indica que
esta prueba es ineficaz cuando se utiliza aisladamente. La repetición del estudio con resultado negativo
El cultivo de semen precisa ser incorporado dentro nos lleva al diagnóstico de las otras entidades en fun-
de la metódica de cultivos fraccionados, para evitar así ción de la presencia (prostatitis crónica abacteriana o
los falsos resultados atribuibles a contaminación de la tipo IIIa) o ausencia (síndrome doloroso pelviano o
muestra. En nuestra sistemática diagnóstica así lo tipo IIIb) de leucocitos en semen, secreción prostática
hacemos, recogiéndolo el paciente por masturbación, y orina postmasaje. En la prostatitis abacteriana cróni-
como muestra final tras vaciar la vejiga. Con el cultivo ca se considera la posibilidad de atribuir su etiología a
de la primera orina y del semen se obtiene el mismo la presencia de Mycoplasmas (especialmente U. urealy-
resultado microbiológico que con los cuatro vasos en ticum, U. parvum Mycoplasma hominis, Mycoplasma
el 86,3% de los pacientes[10]. genitalum) y Chlamydias. Sin embargo, los resultados
son dispares, sobre todo en lo referente a Chlamydias,
La prostatitis bacteriana se caracteriza por la pre- ya que no hay ningún test serológico que aisladamen-
sencia en secreción prostática, orina postmasaje o te sea confirmativo. Cuando se buscan estos microor-

676 sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario


38. Prostatitis y dolor pelviano en el varón

ganismos, dado su aislamiento en la uretra normal, es ellas y por ende no atribuibles a cada tipo de prosta-
útil incluir dentro del estudio fraccionado una toma titis e incluso, por sí solos, no son suficientes para esta-
con torunda (introducida hasta la fosa navicular) de la blecer el diagnóstico de la enfermedad. Los cambios
secreción uretral. Posteriormente se recogen las ecográficos observados son: aumento de tamaño de
muestras habituales. En secreciones uretral, prostática y la próstata, asimetría de los lóbulos prostáticos, incre-
en semen se buscan, con medios adecuados, Chlamydias mento del diámetro de los plexos venosos peripros-
y Mycoplasmas, aunque consideramos que todavía no táticos, nódulos hiperecogénicos en la próstata exter-
existe una base científica suficiente que avale la espe- na, evidencia de litiasis intraprostática, presencia de
cificidad de tales determinaciones. halos hipoecoicos periuretrales o calcificaciones entre
la zona transicional y la cápsula.
Si comparamos el rendimiento del nuevo criterio
diagnóstico consistente en la detección de leucocitos El hallazgo de uno o más junto a la sospecha clí-
en las fracciones EPS, orina postmasaje y semen fren- nica plantea la necesidad de un estudio microbiológi-
te al antiguo criterio del estudio de la EPS, encontra- co fraccionado repetitivo. De igual forma, el segui-
mos que el porcentaje de diagnóstico se incrementa miento ecográfico de esos hallazgos puede ser útil
desde el 28% de prostatitis crónica no bacteriana en para evaluar la respuesta al tratamiento.
el modo antiguo al 52% del síndrome de PC/SDPC, lo
que representa casi el doble[12]. Sin embargo comien- Estudio bioquímico
zan a aparecer estudios que cuestionan el papel pre-
dominante de los leucocitos en este diagnóstico habi- La determinación de distintas substancias secreta-
da cuenta de que su presencia se demuestra también das por la próstata es útil en el conocimiento del fun-
en varones sanos. cionamiento de ésta y, por ello, un parámetro válido
en la evaluación de la prostatitis, principalmente la
Citología exfoliativa prostática cuantificación en plasma seminal de fosfatasa ácida,
ácido cítrico y zinc. Sin embargo, esta valoración bio-
La infección intraprostática provoca una reacción química se ve limitada por la dependencia hormonal
inflamatoria intensa, tanto en el interior de las glándu- de la secreción prostática y por el número importan-
las afectas como alrededor de las mismas, detectable te de falsos resultados negativos.
mediante estudios citológicos de la secreción prostá-
tica, orina postmasaje y semen con reconocimiento de El PSA (antígeno prostático específico) total en
polimorfonucleares, histiocitos, macrófagos, linfocitos y sangre aumenta en la prostatitis aguda, normalizándo-
células plasmáticas. Sin embargo esta técnica plantea se con la resolución de ésta. Por el contrario, en las res-
algunos problemas todavía no resueltos. El principal es tantes categorías de prostatitis sólo resulta anormal en
la falta de una estardarización del procedimiento de el 6-15% de casos. De cualquier modo, un PSA sérico
procesado y lectura de la muestra, así como discre- elevado en un varón joven sugiere inflamación prostá-
pancias en el punto de corte. La tendencia actual se tica, aunque, salvo en la forma aguda, su rendimiento
orienta a la utilización de la cámara de recuento, con diagnóstico es pobre, siendo aconsejable su repetición
un volumen homogéneo de muestra, recuento de leu- antes de indicar la realización de una biopsia prostáti-
cocitos por µL y el uso de microscopios de contraste ca. Sin embargo, la presencia de niveles altos manteni-
de fase con aumento de 400X. En cuanto al punto de dos de PSA tras un episodio de prostatitis crónica obli-
corte se ha propuesto recientemente, aunque pen- ga siempre a descartar un cáncer de próstata[14].
diente de consenso internacional, que podría ser de
100, 500 y 1000 leucocitos/µL para VB3, EPS y semen Respuesta inmune
respectivamente[13].
La próstata es una estructura parenquimatosa y
Ecografía como tal responde a la infección, con la formación de
anticuerpos. La cuantificación de inmunoglobulinas en
En las prostatitis aparecen distintos signos ecográ- la secreción prostática demuestra un incremento de
ficos, aunque, desgraciadamente, no son exclusivos de IgA en la forma bacteriana, incluso una IgA específica

sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario 677


Libro del Residente de Urología

Figura 1.

Diagnóstico de
prostatitis

Ausencia de síntomas
Dolor hipogástrico o perineal
Leucocitos en semen,
Alteración del patrón miccional
Secrec. prostática, VB3 o Biopsia
Síndrome obstructivo prostático prostática

Comienzo agudo De larga Prostatitis


Síntomas sistémicos evolución inflamatoria
Náuseas y vómitos asintomática.
Signos de sepsis Tipo 1V

Estudio Tacto rectal


fraccionado Urocultivo
Tacto rectal Sedimento
Urocultivo Hemograma
Sedimento Hemocultivo
Hemograma
Hemocultivo

Cultivo + Cultivo -
Prostatitis
aguda.
Tipo 1

Prostatitis crónica Leucocitos en NO leucocitos


Bacteriana. Tipo 11 semen, en semen,
secreción secreción
prostática prostática
y VB3 y VB3

Síndrome Síndrome
doloroso doloroso
Pelviano Pelviano no
inflamatorio. nflamatorio.
Tipo III A Tipo III B

678 sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario


38. Prostatitis y dolor pelviano en el varón

a E. coli. Aunque precisan de confirmación, estos estu- torunda, urodinámica, cistoscopia, PSA y ecografía. Por
dios sería una gran ayuda en pacientes con cultivos de último, el estudio inmunológico sigue siendo una vía
dudosa interpretación o negativos, y por supuesto, abierta a la investigación y el inmediato futuro nos
para verificar la respuesta al tratamiento y tener cons- definirá exactamente su posición (Figura 1).
tancia de la curación microbiológica.

Biopsia prostática TRATAMIENTO


Teniendo en cuenta la localización de la prostatitis
La prostatitis aguda (categoría I de la clasifica-
crónica, esperar resultados positivos de la biopsia pare-
ción NIH) es un cuadro infectivo grave que exige un
ce residir más en el azar que en la efectividad del méto-
inmediato tratamiento antimicrobiano una vez recogi-
do. Además, en el estudio histológico de próstatas
da para cultivo la orina y, si lo hay, un exudado uretral
biopsiadas o extirpadas se encuentran cambios infla-
(que debe fluir espontáneamente). Optaremos por un
matorios sin que el paciente nunca aquejase síntomas
antibiótico bactericida, adecuado para gram negativos,
de prostatitis, lo que podría atribuirse a cambios ines-
con altas concentraciones en suero, buena difusión
pecíficos de etiología desconocida. A esto se une, ade-
tisular y administrable por vía parenteral. La ausencia
más, que el cultivo del cilindro del tejido es susceptible
de fácil contaminación, por lo que esta técnica, en prin- de mejoría del cuadro de prostatitis aguda debe pre-
cipio, no es utilizada en el diagnóstico de prostatitis. venirnos acerca de la posibilidad de una infección
micótica o un absceso prostático (Figura 2).
Estudio urodinámico
En la prostatitis bacteriana crónica (categoría II
En pacientes con sospecha clínica más cultivos frac- de la clasificación NIH), son complejos tanto el diag-
cionados y citología negativos, el único diagnóstico posi- nóstico como el tratamiento puesto que los antimicro-
ble es el de síndrome de dolor pelviano crónico no bianos deben ser capaces de alcanzar por completo el
inflamatorio. En estos casos, la sintomatología es la interior de la glándula. Por ello requieren cumplir una
resultante de una alteración funcional de la vejiga, ure- serie de condicionantes para difundir a su través como
tra o musculatura del suelo pélvico, ya sea aisladamen- son liposolubilidad, baja unión proteica, elevada pKa o
te o interrelacionada. Sería la traducción masculina de constante de ionización y gradiente ácido de pH. El pH
un cuadro psicosomático similar al del síndrome uretral normal del fluido prostático es 6,5-6,7 pero se incre-
en la mujer. Los hallazgos urodinámicos (cistomanome- menta a 7-8,3 en caso de prostatitis crónica. Es por ello
tría, perfil uretral y electromiografía perineal) son super- que el gradiente ácido de pH favorece la difusión intra-
ponibles: incremento de la presión uretral máxima de prostática. Los beta-lactámicos difunden mal al fluido
cierre, disminución del flujo miccional con aumento del prostático pues tienen un bajo pKa o constante de
tiempo de micción y disinergia detrusor-esfínter[15]. disociación iónica y escasa solubilidad lipídica. Algunas
cefalosporinas alcanzan concentraciones iguales o supe-
De este análisis de los diferentes métodos diag- riores a las inhibitorias. En cambio, difunden adecuada-
nósticos se desprende que el estudio microbiológico mente al líquido prostático: tobramicina, netilmicina, tri-
fraccionado al menos con las determinaciones VB3, metoprim, doxiciclina, minociclina, ácido pipemídico,
semen y EPS, así como la citología, son básicos. La eco- norfloxacino, ciprofloxacino, sulfonamidas, nitrofurantoí-
grafía es complementaria. La urodinámica hay que na, ofloxacino, fosfomicina, aztreonam y ceftriaxona[16,17].
efectuarla ante la negatividad de los dos primeros. En
un medio de atención primaria el diagnóstico requie- Los ciclos de tratamiento son de 6-12 semanas,
re, en caso de prostatitis bacteriana tipo I y II, una his- con control microbiológico fraccionado una semana
toria clínica, exploración y urocultivos de localización. después. Si éste es negativo se repetirá 4 semanas más
En caso de prostatitis crónica se precisa además pun- tarde, y de continuar la negatividad, con curación o
tuación de síntomas, flujometría, citología urinaria y mejoría clínica, cada tres meses hasta completar un
orina residual. Son opcionales e individualizadas en año de seguimiento. Con esta sistemática se logra un
cada caso el análisis de semen, muestra uretral con 50-60% de curaciones. En los casos inicialmente refrac-

sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario 679


Libro del Residente de Urología

Figura 2.

TRATAMIENTO de la PROSTATITIS
AGUDA BACTERIANA o Tipo I

Con obstrucción miccional Sin obstrucción miccional

TRATAMIENTO PARENTERAL con:


Sonda uretral o cistostomía - Cefalosporinas de 2.ª y 3.ª geneneración
suprapúbica + - Fluorquinolonas
- Aminoglucósidos

Mejoría NO mejoría

10 días de TRATAMIENTO ORAL con: ECO transrectal


- Doxiciclina o
- Fluorquinolomas

ABSCESO NO ABSCESO
PROSTÁTICO

Punción / Drenaje o RTU


del absceso + Cambio de
antimicrobianos
Tratamiento antimicrobiano parenterales y orales
parenteral, seguido de oral según sensibilidad
durante 14 días

tarios al tratamiento se utiliza una terapia antimicro- utilizar cualquier antimicrobiano que, teóricamente,
biana supresora durante un lapso de tiempo más pro- alcanzará elevadas concentraciones en el parénquima
longado unido a eyaculaciones frecuentes. Otra opción prostático. Los resultados obtenidos son similares a los
terapéutica, que obviaría los problemas ligados a la del tratamiento oral a largo plazo, por lo que es un
difusión, es la administración intraprostática por pun- método para pacientes seleccionados ante el fracaso
ción de antibióticos, que se facilita mediante el uso de de la terapia oral. En casos especialmente rebeldes al
ecografía para seleccionar el lugar de la próstata exter- tratamiento, la cirugía exerética de la glándula podría
na donde colocar la aguja. De esta forma es posible ser el último paso terapéutico (Figura 3).

680 sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario


38. Prostatitis y dolor pelviano en el varón

Figura 3.

TRATAMIENTO de la PROSTATITIS
CRÓNICA BACTERIANA
o Tipo II

TRATAMIENTO ANTIMICROBIANO
ORAL (6-12 semanas) con:
- Fluorquinolonas
- Trimetoprim
- Doxiciclina

RECAÍDA o
CURACIÓN RECURRENCIA
NO MEJORÍA

Seguimiento Tratamiento Tratamiento


y fraccionados antimicrobiano antimicrobiano
de control supresor a dosis profiláctico a bajas dosis
plena 6 meses 6 meses

Valoración de
cirugía prostática

En las antiguamente catalogadas prostatitis abac- cada mejoría tras un tratamiento de 12 semanas con
terianas crónicas encontramos ahora dos subcatego- ofloxacino, por lo que se considera que estos factores
rías en las que los diferentes tratamientos no se hallan diagnósticos no predicen fehacientemente la respues-
tan unánimemente respaldados por trabajos en la lite- ta antibiótica en este grupo de pacientes. Es por ello
ratura científica. En pacientes diagnosticados de sín- que mientras que algunos autores sostienen la utiliza-
drome doloroso pelviano/prostatitis crónica y median- ción de antimicrobianos en la prostatitis crónica / sín-
te el estudio de los cultivos, recuentos leucocitarios y drome de dolor pelviano crónico, estudios multicén-
niveles de anticuerpos de las fracciones VB3, VB2 y tricos aleatorios utilizando antimicrobianos como
secreciones prostáticas se encuentra que el 48% de levofloxacino vs. placebo 6 semanas no mostraron
ellos queda englobado en la categoría IIIA y el 38% en diferencias significativas entre ambos grupos, por lo
la IIIB con sólo el 14% en la II, y aunque la mayoría pre- que ponen en tela de juicio el valor de estos trata-
sentan anticuerpos negativos, experimentaron una mar- mientos empíricos.

sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario 681


Libro del Residente de Urología

Figura 4.

TRATAMIENTO del SÍNDROME DOLOROSO


PELVIANO INFLAMATORIO o Tipo III A

Posibilidad de infección por:


- Patógenos de difícil cultivo
- Ureaplasmas. Chlamydias
- Staph. coagulasa negativo
- Trichomonas

TRATAMIENTO ANTIMICROBIANO ORAL (6 semanas) con:


- Fluorquinolonas
- Trimetoprim
- Doxiciclina

Mejoría NO mejoría

Tratamiento Otro antimicrobiano


antimicrobiano Anti inflamatorios
6 semanas más Eyaculaciones
regulares

Mejoría NO mejoría NO mejoría Mejoría

α-bloqueantes
Finasteride
Dutasteride
Fitoterapia
Pentosan NO mejoría Mejoría
Polisulfato

En la IIIa o síndrome de dolor pelviano cróni- nes frecuentes.También son aconsejables los α-bloque-
co inflamatorio pautamos tandas de antimicrobianos antes (como fenoxibenzamina, alfuzosina, doxazosina,
de modo empírico con recomendación de eyaculacio- terazosina o tamsulosina) antiinflamatorios (como indo-

682 sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario


38. Prostatitis y dolor pelviano en el varón

Figura 5.

TRATAMIENTO del SÍNDROME DOLOROSO


PELVIANO NO INFLAMATORIO o Tipo III B

Tratamiento 2 semanas simultáneo con:


- Diazepam
- α-bloqueantes
- Analgésicos opiáceos

Mejoría No mejoría

Cambio de opiáceos por AINEs Biorretroalimentación


Diazepam Psicoterapia
Se mantiene el α-bloqueante 3 meses Técnicas de relajación
Cambios en estilo de vida

metacina o los nuevos inhibidores COX-2), inhibidores En la subcategoría IIIb o síndrome de dolor
de la 5-α-reductasa (finasteride y dutasteride), pento- pelviano crónico no-inflamatorio se recomien-
sanpolisulfato e incluso la termoterapia que mediante el da probar, de modo secuencial, con α-bloqueantes,
calor aplicado directamente a la próstata podría contri- analgésicos, relajantes musculares, técnicas de bio-
buir a la cicatrización de la inflamación crónica, mejorar retroalimentación y cambios en el estilo de vida[20]
la sintomatología por lesión de los plexos nerviosos (Figura 5).
prostáticos o ejercer un efecto bactericida in vitro[18,19].
En la categoría IV o prostatitis asintomática
El uso de α-bloqueantes se justifica en el síndrome inflamatoria no se recomienda tratamiento alguno,
de dolor pelviano crónico, pero también en la prostati- excepto en casos de PSA elevado o infertilidad.
tis bacteriana y abacteriana en combinación con antimi-
crobianos puesto que proporcionan una clara mejoría En resumen, además de la utilización de antimi-
clínica, con especial énfasis en el IPSS y en los cuestio- crobianos y aunque la obstrucción del cuello vesical es
narios de calidad de vida, además de disminuir el índice una complicación infrecuente del síndrome prostatitis,
de recidivas controladas mediante el estudio de las EPS. los fármacos que producen una apertura de la región
Aunque con escaso refrendo en la literatura internacio- de salida uretro-vesical pueden contribuir a aliviar la
nal, la fitoterapia con quercetina o polen de abeja ha sintomatología tanto obstructiva como irritativa de
mostrado en algún estudio ser una alternativa en caso estos pacientes y a mejorar la deteriorada calidad de
de fracaso de la terapia convencional. (Figura 4). vida que presentan.

sección VI. Infecciones e inflamaciones del aparato urinario 683


capítulo 42

Etiología y fisiopatología
de la litiasis

Helena Ascaso Til


Lluís Gausa Gascón
Humberto Villavicencio

Fundació Puigvert. Barcelona

Palabras clave: Litiasis. Etiología. Patogenia. Clasificación. Alteraciones metabólicas.


Índice capítulo 42

Etiología y fisiopatología
de la litiasis
Introducción ..................................................................................................................................................................... 757
Patogenia............................................................................................................................................................................. 757
Litiasis de calcio............................................................................................................................................................ 758
Litiasis de ácido úrico.............................................................................................................................................. 760
Litiasis de fosfato amónico magnésico................................................................................................... 762
Litiasis de cistina.......................................................................................................................................................... 763
Litiasis medicamentosas ...................................................................................................................................... 763
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 765
42. Etiología y fisiopatología de la litiasis

capítulo 42

Etiología y fisiopatología
de la litiasis

INTRODUCCIÓN PATOGENIA
La litiasis es la tercera enfermedad más común de - Saturación: para que se dé la formación de un
las vías urinarias, tras las infecciones y las alteraciones cálculo, la orina debe estar sobresaturada por una
prostáticas. Su etiología sigue siendo especulativa, y o varias sales litógenas. Los factores que determi-
hay muchas preguntas aún sin respuesta: ¿por qué la nan el límite de solubilidad de estas sales son el
mayoría de los cálculos son unilaterales?, ¿por qué pH urinario, la temperatura y la concentración de
algunos pacientes forman un gran cálculo, y otros múl- la sal. Cuando la concentración de una sustancia
tiples y de pequeño tamaño?... aumenta, llega un momento en que la orina es
incapaz de mantenerla en solución, por lo que se
Los cálculos renales son estructuras cristalinas inicia la nucleación espontánea del cristal. Este irá
incluidas en una matriz orgánica, que se forman en las aumentando de tamaño, de forma que cuando
papilas renales y crecen hasta que, de forma aleato- haya varios núcleos cristalinos pueden agregarse
ria, se rompen y los fragmentos pasan al sistema entre sí, constituyendo un cálculo renal.
excretor.
- Inhibidores de la cristalización: los inhibido-
El 70% del total de las litiasis están constituidas res de la cristalización son sustancias orgánicas o
por calcio. De éstas, un 26% son de oxalato cálcico inorgánicas presentes en la orina, que se unen con
(OxCa), el 37% son una mezcla de OxCa y fosfato de los distintos iones para formar complejos solubles,
calcio (FCa), el 5-10% contienen ácido úrico y el 7% de forma que inhiben o retardan la cristalización.
son exclusivamente de FCa. Las litiasis de ácido úrico Su déficit favorece la formación de cálculos.
constituyen un 5-10% del total y las de fosfato-amó-
nico-magnésico el 10-15%. Las litiasis de cistina repre- - Alteración del pH urinario: algunas sales urina-
sentan el 2% de las litiasis (1). Existen litiasis de compo- rias se ven influenciadas por la variación del pH uri-
sición diferente, que serán nombradas a lo largo del nario, de forma que los cálculos de ácido úrico se ven
capítulo. favorecidos por un pH ácido, y los de estruvita por
un pH alcalino. Otros cálculos, como los de cistina y
La incidencia es muy variable, según la zona ana- fosfato, se influencian en menor manera, y los de oxa-
lizada, de forma que en Europa Occidental, su inci- lato cálcico, no están influenciados en absoluto.
dencia se estima alrededor del 0,5%, con una preva-
lencia del 5%, y una tendencia a la recidiva del 50- - Disminución del volumen urinario: la reduc-
60% a los 5 y 9 años respectivamente. En los países ción del volumen de orina y la estasis urinaria
occidentales, la litiasis predomina en los hombres favorecen la cristalización, ya que una aumenta la
con una proporción hombre/mujer de 2/1. Se pre- concentración de las sales, y la otra favorece el
senta fundamentalmente en la tercera década de la crecimiento del núcleo primitivo y retiene más
vida, con un máximo de incidencia entre los 30 y 50 tiempo en el sistema urinario los núcleos cristali-
años. nos formados.

sección VII. Litiasis 757


Libro del Residente de Urología

LITIASIS DE CALCIO Hipercalciuria


El calcio es el principal ion presente en los cris- Definición: calciuria superior a 0,1 mmol/kg/día,
tales urinarios. Algo más del 95% del Ca filtrado en con un régimen alimentario libre, sin tener en cuenta
el glomérulo se reabsorbe, y menos del 2% se excre- el sexo de la persona.
ta por la orina. El 70% de los cálculos están consti-
tuidos principalmente por calcio: OxCa y FCa. El Afecta al 50% de los pacientes litiásicos, e influye
OxCa a su vez puede ser monohidratado de manera importante en la sobresaturación de la
(CaC2O4.H2O) o dihidratado (CaC2O4.(2 + x)H2O). orina por OxCa. A pesar de las numerosas investiga-
Estas litiasis también se conocen como whewellita y ciones llevadas a cabo (2) su fisiopatología, sigue siendo
weddellita respectivamente. De las litiasis de FCa desconocida. La hipercalciuria puede tener varias cau-
destacan la apatita [Ca5(PO4)3(OH)], la brushita sas, y puede estar influida por múltiples factores, gené-
(CaHPO4.2H2O), la whitlockita [ß-Ca3(PO4)2] y las de ticos y nutricionales. Se está investigando su posible
fosfato octocálcico [Ca8H2(PO4)6.6H2O]. (Tabla 1). transmisión autosómica dominante, y la ligada al cro-
mosoma X (3, 4). Los factores nutricionales que intervie-
nen, además del aporte de calcio, son la ingesta abun-
Tabla 1. Clasificación fisiopatológica de la litiasis cálcica. dante de proteínas, sal y azúcares de absorción rápida,
ya que aumentan la excreción urinaria de calcio (5).
HIPERCALCIURIA Estos factores generan un aumento de la calciuria por
disfunción de los órganos implicados en la regulación
• Con normocalcemia
- Idiopática (absortiva, renal)
del balance cálcico: hueso, tubo digestivo, riñón. En
- Acidosis tubular renal distal unos dos tercios de los pacientes, la causa sería un
- Otros (espongiosis, diuréticos de asa) aumento de la reabsorción ósea, relacionada con un
• Con hipercalcemia aporte proteico excesivo, y se agrava con la restricción
- Hiperparatiroidismo primario alimentaria de calcio. En un tercio de los pacientes, la
- Otros (metástasis óseas, mieloma, causa sería un aumento primario de la absorción en el
leucemia, linfoma…) tubo digestivo, beneficiándose de una restricción del
• Hipercalciuria idiopática aporte de calcio en algunos de los casos. En raras oca-
siones, la hipercalicuria se explica por una pérdida renal
HIPEROXALURIA
de calcio al disminuir la reabsorción tubular. Sin impor-
• Producción endógena aumentada tar el mecanismo primario que la origina, las tiazidas
- Hiperoxaluria primaria tienen un efecto benéfico al disminuir la eliminación
- Déficit de vitamina B6 urinaria de calcio y favorecer la formación ósea (6).
- Aporte elevado de precursores (vitamina C,
etilenglicol) Podemos encontrar 2 situaciones de hipercalciuria:
• Exceso de aporte o de absorción digestiva
con calcio sérico normal, o que éste esté aumentado.
- Hiperoxaluria entérica
- Dieta rica en oxalatos y proteínas
- Dieta pobre en calcio Hipercalciuria con normocalcemia
• Hiperoxaluria idiopática A su vez, se divide en idiopática (absortiva o
renal), la acidosis tubular renal, y otros procesos, como
HIPERURICOSURIA la espongiosis renal y el uso de diuréticos de asa.
• Ingesta elevada de proteínas y purinas
• Aumento de producción endógena de Idiopática
ácido úrico En los países industrializados es la causa más fre-
cuente de litiasis renal, siendo responsable del 70-80%
HIPOCITRATURIA de los casos de hipercalciuria. Los cálculos se compo-
nen casi exclusivamente de OxCa, si bien el FCa tam-
• Acidosis tubular renal distal, tiazidas,
diarrea crónica bién puede formar parte de su composición. Se
puede dividir en absortiva y en renal:

758 sección VII. Litiasis


42. Etiología y fisiopatología de la litiasis

A. La hipercalciuria absortiva es secundaria a un Hipercalciuria con hipercalcemia


aumento de absorción de calcio desde el intestino El componente más común es el FCa, aunque
delgado, principalmente yeyuno. Como resultado, también puede estar presente el OxCa. La causa más
aumenta el calcio filtrado por el glomérulo, y como frecuente de litiasis renal asociada a hipercalcemia es
consecuencia, se produce una supresión de la hor- el hiperparatiroidismo primario, aunque existen otras
mona paratiroidea, con una reabsorción tubular dis- etiologías.
minuida de calcio, lo que da lugar a la hipercalciuria.
Hiperparatiroidismo primario
A su vez, la hipercalciuria de absorción puede subdi- El 5% de todos los pacientes litiásicos presentan
vidirse en 3 tipos. El tipo I, que es independiente de hiperparatiroidismo primario. Es más frecuente en las
la dieta. El tipo II, que sí depende de la dieta, y no es mujeres, y además de las cifras elevadas de calcio en
tan grave como la primera, y por último, el tipo III, orina y sangre, presentan valores inapropiadamente
que es secundaria a la pérdida renal de fosfato (7). altos de hormona paratiroidea, que condiciona un
aumento del fósforo urinario y una disminución del
B. La hipercalciuria renal es debida a un defecto plasmático, seguido de un incremento en el calcio plas-
tubular renal intrínseco en la excreción de calcio. mático y una disminución del calcio urinario. Finalmente,
Esto da lugar a un ciclo fisiológico vicioso. La el daño renal es secundario a hipercalcemia, que limita
excreción excesiva de calcio urinario produce una la capacidad de concentración del riñón y deteriora la
disminución relativa en el calcio sérico, lo que con- capacidad renal de acidificar la orina.
duce a un aumento del nivel de hormona parati-
roidea de forma secundaria, que moviliza el calcio Otras
desde el hueso e incrementa la absorción de cal- Otros trastornos que pueden causar hipercalce-
cio desde el intestino. Se produce un retorno a mia e hipercalciuria son: metástasis óseas por carcino-
valores aumentados de calcio hacia el riñón, por ma, mieloma múltiple, linfomas, leucemias, intoxicación
lo que los túbulos renales excretan grandes canti- por vitamina D, sarcoidosis, síndrome de la leche y
dades de calcio. Es decir, estos pacientes tienen alcalinos, inmovilización, tirotoxicosis, enfermedad de
concentración elevada de calcio urinario en ayu- Pager, síndrome de Cushing e insuficiencia suprarrenal.
nas, valor normal de calcio sérico y cifra elevada
de hormona paratiroidea(8). Hiperoxaluria
Acidosis tubular renal distal Definición: oxaluria superior a 0,45 mmol/día en
Existen dos formas, la hereditaria y la idiopática. la mujer y a 0,5 mmol/día en el varón. El oxalato no es
Ambas son causa de nefrocalcinosis y litiasis renal. El metabolizado por el organismo humano, por lo que
defecto radica en la incapacidad de los túbulos dista- sólo puede ser eliminado a través de la excreción
les para secretar hidrogeniones, porduciéndose un renal (9). El oxalato urinario proviene de la producción
cuadro de acidosis metabólica secundaria. Esta enfer- endógena, y de la absorción intestinal excesiva a par-
medad cursa con hipocitraturia, aumento de la resor- tir de los alimentos y los líquidos.
ción ósea y disminución de la reabsorción tubular de
calcio con hipercalciuria. La suma de estos factores, Hiperoxaluria por producción excesiva
junto con un pH urinario alcalino (≥6), produce uroli- de oxalatos
tiasis en el 70% de los pacientes. Los cálculos de esta
enfermedad se componen de FCa, y es frecuente la Hiperoxaluria primaria
presencia de insuficiencia renal progresiva. Los pacientes que la padecen presentan un déficit
enzimático que conlleva a un aumento en la excreción
Otros procesos urinaria de oxalato. La tipo I (déficit de 2-oxoglutara-
Espongiosis renal (presencia de dilatación de los to-glioxilatocarboligasa) presenta además excreción
túbulos colectores renales, que afectan total o parcial- urinaria alta de ácido glicólico, y se manifiesta en la
mente las pirámides o papilas de uno o ambos riño- infancia con litiasis oxalocálcica recidivante, progresan-
nes) y el uso de diuréticos de asa. do hacia la nefrocalcinosis, insuficiencia renal y muerte

sección VII. Litiasis 759


Libro del Residente de Urología

en edades tempranas. La tipo II (déficit de de D-glice- ta la excreción urinaria de las proteínas de Tamm
rato deshidrogenada) es más benigna, y se manifiesta Horsfall, inhibidoras naturales de la litogénesis (10). Es
por nefrolitiasis recidivante con presencia de ácido una sustancia que disminuye en múltiples situaciones:
L-glicérico en orina. pH intracelular ácido, hipocaliemia, ayuno, hipomagne-
semia, andrógenos, gluconeogénesis y dieta ácida y
Déficit de vitamina B6 rica en proteínas que produzcan residuos ácidos. Por
el contrario, existen una serie de situaciones que
Aporte excesivo de precursores aumentan el citrato urinario: alcalosis, dieta alcalina y
Como por ejemplo vitamina C o etilenglicol rica en proteínas que produzcan residuos alcalinos,
estrógenos y vitamina D. Las enfermedades más rela-
Exceso de aporte o de absorción digestiva cionadas con litiasis cálcica hipocitratúrica son la aci-
dosis tubular distal, el tratamiento con tiazidas, y la dia-
Hiperoxaluria entérica rrea crónica. Cuando no se encuentra ninguna de las
Los estados diarreicos alteran el metabolismo del causas de disminución del citrato indicadas, se deno-
oxalato, de forma que enfermedades como la diarrea mina hipocitraturia idiopática, aunque ésta es rara. Se
crónica, enfermedad intestinal crónica (p.ej. Crohn), debe tener en cuenta que las bacterias que producen
enfermedad celíaca, proliferación bacteriana o inter- infección urinaria usan el citrato como sustrato ener-
venciones quirúrgicas de derivación intestinal, favore- gético, por lo que la citraturia no puede ser valorada.
cen la mayor absorción de oxalato en el colon.
Litiasis cálcica idiopática
Régimen rico en oxalatos y en proteínas
Existe un grupo de pacientes en los que no se
Régimen pobre en calcio demuestra ninguna anomalía, pero que son formado-
res de cálculos. Este grupo representa aproximada-
Hiperuricosuria mente el 20% de los pacientes con litiasis cálcica.
Definición: uricosuria mayor a 4,5 mmol/día en
la mujer y a 4.8 mmol/día en el hombre.
LITIASIS DE ÁCIDO ÚRICO
El pH ácido favorece la presencia de la forma no
disociada de ácido úrico, siendo éste un factor de ries- El ácido úrico es un ácido débil, con una constan-
go de la litiasis cálcica ya que permite la nucleación te de disociación de 5,35. A un pH urinario menor a
heterogénea con cristales de OxCa, pues la estructura esta cifra, se halla en forma no disociada, siendo alta-
cristalina de ambos es muy similar. El origen de la hipe- mente insoluble por lo que puede cristalizar. Si bien las
ruricosuria es multifactorial: un régimen rico en purinas condiciones necesarias para la formación de los cálcu-
y en proteínas animales, y también la presencia de ano- los de ácido úrico son conocidas (excesiva acidez de
malías mal definidas del metabolismo endógeno de las la orina e hiperuricosuria, definida como la uricosuria
purinas y de la reabsorción tubular del ácido úrico. Los mayor a 4,5 mmol/día en la mujer y a 4,8 mmol/día en
pacientes tienen valores urinarios de ácido úrico eleva- el hombre), los mecanismos fisiopatológicos que con-
dos y presentan un pH urinario > 5,5. El pH urinario ducen a estas anomalías se desconocen.
ayuda a diferenciar la formación de cálculos de calcio
hiperuricosúrico, de los de ácido úrico hiperuricosúrico. Además de estas dos condiciones, se han descrito
una serie de factores de riesgo para el desarrollo de
Hipocitraturia litiasis de ácido úrico: hiperuricemia (el 10-20% de los
pacientes gotosos presentan litiasis de ácido úrico), dis-
Definición: citraturia menor a 1,5 mmol/día. La minución del volumen urinario, edad avanzada y con-
hipocitraturia es un factor de riesgo de litiasis cálcica sumo elevado de proteínas animales y purinas (a la vez
ya que el citrato solubiliza al calcio, inhibe el creci- que está aumentada la excreción de ácido úrico por la
miento y la agregación del FCa y del OxCa, y aumen- orina, el pH de ésta es bajo, como consecuencia de la

760 sección VII. Litiasis


42. Etiología y fisiopatología de la litiasis

Tabla 2. Factores de riesgo asociados a litiasis úrica. ras, se encuentra el síndrome de Lesch-Nyhan, carac-
terizado por un déficit de hipoxantina-guanina-fosfo-
• Hiperuricemia rribosil transferasa, de transmisión ligada al cromoso-
• Hiperacidez urinaria permanente ma X, por lo que sólo la padecen los varones(11). Es una
• Disminución del volumen urinario enfermedad poco frecuente y grave, que además de
• Edad avanzada las manifestaciones gotosas y la litiasis úrica, presenta
• Consumo elevado de proteínas animales trastornos neurológicos importantes, así como insufi-
y purinas
ciencia renal por depósito de urato en los riñones.
Otras anomalías enzimáticas que condicionan hiper-
uricemia son el déficit de glucosa-6-fosfatasa o el aumen-
mayor eliminación de productos ácidos debido al cata- to de la actividad de la fosforribosil-pirofosfato-amido-
bolismo de las proteínas) (Tabla 2). transferasa.

Clasificación fisiopatológica Entre las causas de hiperuricemia adquiridas se


de la litiasis úrica (Tabla 3) encuentran los síndromes mieloproliferativos, leuce-
mias, linfomas y mielomas (12). Existe una sobreproduc-
Litiasis úrica relacionada ción de ácido úrico que puede causar litiasis. Debido
con hiperuricemia a la lisis abrupta celular que se produce durante la qui-
Puede deberse a déficits enzimáticos, o bien mioterapia, se puede dar hiperuricemia e hiperurico-
puede ser debida a causas adquiridas. Entre las prime- suria que pueden producir precipitación de cristales
de ácido úrico en los túbulos renales y la vía excreto-
Tabla 3. Clasificación fisiopatológica de la litiasis úrica. ra y condicionar insuficiencia renal aguda.

LITIASIS ÚRICA POR HIPERURICEMIA Litiasis úrica con hiperuricosuria


• Déficits enzimáticos
sin hiperuricemia
- Síndrome de Lesch-Nyhan También en este apartado podemos diferenciar
- Otras anomalías enzimáticas (déficit entre defectos innatos y adquiridos que conducen a
glucosa-6-fosfatasa) hiperuricosuria sin hiperuricemia.
• Causas adquiridas de hiperuricemia
- Síndromes mieloproliferativos, leucemias, Anomalías innatas de la reabsorción tubular
linfomas, mielomas del ácido úrico
LITIASIS ÚRICA CON Podemos diferenciar la tubulopatía proximal com-
HIPERURICOSURIA pleta, o la parcial (afecta sólo a la reabsorción del
SIN HIPERURICEMIA ácido úrico), también denominada hipouricemia fami-
liar renal (13).
• Anomalías innatas de la reabsorción
- Tubulopatía proximal completa
- Hipouricemia familiar renal (tubulopatía Hiperuricosuria de origen yatrógeno
proximal sólo para ácido úrico) Existen varios grupos de medicamentos que inhi-
• Hiperuricosuria de origen yatrógeno ben la reabsorción del ácido úrico en el túbulo renal,
- Fármacos inhibidores de reabsorción del y por lo tanto, aumentan el riesgo de litiasis úrica.
ácido úrico Algunos de estos medicamentos son: antiinflamatorios
no esteroideos, diuréticos como el manitol, uricosúri-
LITIASIS ÚRICA CON
DESHIDRATACIÓN O ACIDEZ cos como el probenecid, benziodarona, sulfinpirazona
EXCESIVA DE LA ORINA y el contraste yodado usado en radiología.
• Deshidratación de origen cutáneo
• Deshidratación de origen digestivo
Litiasis úrica por deshidratación
- Enterocolitis inflamatorias, cirugías intestinales o hiperacidez urinaria
• Litiasis úrica primitiva La deshidratación produce una disminución del
volumen de la diuresis y del pH urinario, lo que favo-

sección VII. Litiasis 761


Libro del Residente de Urología

rece la formación de litiasis úrica. Puede existir deshi- Factores favorecedores de litiasis
dratación de origen cutáneo, como sucede en los paí- infecciosa
ses cálidos, con incidencia mayor de litiasis de ácido
úrico (14), o bien deshidratación de origen digestivo, en Anomalías anatómicas
aquellos pacientes con diarreas crónicas, como ente- Las alteraciones anatómicas favorecen las infec-
rocolitis inflamatorias o cirugías intestinales. La dismi- ciones urinarias, y por tanto, también las litiasis de
nución de la diuresis y la acidez de la orina se produ- estruvita. En el 30% de las litiasis infecciosas existe una
cen por las pérdidas hidroelectrolíticas, ricas en sal y anomalía de las vías urinarias, como megauréteres,
en bicarbonato. vejigas neurógenas o derivaciones urinarias (conducto
ileal, neovejiga). El riesgo de recidiva tras su extracción
Litiasis úrica primitiva es mucho más alto que si no existe ninguna alteración.
Es la producción de cálculos de ácido úrico en
individuos normouricémicos y normouricosúricos, Anomalías metabólicas
que presentan como única alteración una orina ácida El que exista una litiasis metabólica en la vía uri-
de forma persistente. naria es un factor de riesgo para la aparición de infec-
ción urinaria, y el cálculo infectado por un germen
ureolítico va creciendo a expensas de diferentes capas
LITIASIS DE FOSFATO de estruvita. Son las denominadas litiasis metabólicas
AMÓNICO MAGNÉSICO secundariamente infectadas. Muchos de los pacientes
con litiasis infecciosas presentan alteraciones metabó-
La litiasis de estruvita o de fosfato amónico mag- licas, como hipercalciuria, hiperuricosuria, cistinuria...,
nésico es también denominada litiasis infecciosa, ya con mucha más frecuencia que alteraciones anatómi-
que se da en presencia de una infección urinaria por cas, por lo que es muy importante un buen diagnósti-
gérmenes ureolíticos. Es más frecuente en mujeres, y co, ya que la estrategia terapéutica dependerá de él, y
puede presentar recurrencias tempranas. Suelen si se sospecha una anomalía metabólica, se deberá tra-
alcanzar grandes tamaños, llegando a constituir cálcu- tar tras ser extirpado el cálculo.
los coraliformes, que adoptan la forma de la pelvis y
de los cálices renales. El diagnóstico de litiasis infeccio- Gérmenes ureolíticos
sa se basa en 3 puntos: presencia de un germen ure-
olítico en orina, un pH urinario superior a 7 y la pre- Existen más de 200 especies de bacterias con acti-
sencia de cristales de estruvita en la orina (15). vidad ureolítica (16). Estas bacterias usan la urea como

Tabla 4. Principales microorganismos ureolíticos(15).

Cepas Frecuencia en los cálculos Cepas con actividad ureolítica


infecciosos

-Proteus 76% 90-100%


-Ps. aeruginosa 8% 32%
-Providencia 6% 90-100%
-K. pneumoniae 5% 63%
-Otras 5%
Serratia Liquefaciens: 29%
Staphylococcus Epidermidis: 80%
Corynebacterium D2 100%
Ureaplasma urealiticum 100%

762 sección VII. Litiasis


42. Etiología y fisiopatología de la litiasis

fuente de nitrógeno. Como se puede ver en la tabla, - La tipo III, con absorción de cistina y lisina dismi-
Proteus es el principal responsable de los cálculos nuidas de forma variable, pero la administración
infecciosos (Tabla 4). oral de cistina sí aumenta la concentración en
plasma.
La ureasa en una enzima bacteriana que favorece
la hidrólisis de la urea en amoníaco y en dióxido de La litiasis de cistina es la única manifestación clíni-
carbono (CO2). El amoníaco capta los iones H+, se ca de esta alteración, y suele presentarse en la segun-
transforma en amonio y alcaliniza la orina. La eleva- da década de la vida.
ción del pH urinario por encima de 7,5 favorece:
La herencia es autosómica recesiva, de forma que
- La precipitación de los fosfatos trivalentes con el los homocigotos suelen presentar litiasis de cistina, pues
amonio en forma de fosfato amónico magnésico presentan una cistinuria elevada (más de 250 mg/día,
o estruvita. cuando lo normal son menos de 40 mg/día), a dife-
rencia de los heterocigotos, que habitualmente
- La oxidación del CO2 a carbonato (CO3), y su excretan unos 100-150 mg/día de cistina, por lo que
posterior precipitación en forma de carbonato-
el riesgo de litiasis es menor. Los homocigotos de los
apatita o carboapatita.
3 tipos presentan cistinuria y se complican con litiasis,
mientras que entre los heterocigotos existen diferen-
La proporción de estruvita y carboapatita en una
cias. El heterocigoto tipo I no se asocia a ningún tras-
litiasis infecciosa varía según el pH urinario y según la
torno, y los heterocigotos II y III presentan cistinuria y
concentración de los distintos componentes litógenos
aminoaciduria, que es mucho menor que la de los
(calcio, fosfato y magnesio). Entre el 10 y el 15% de las
homocigotos.
litiasis infecciosas secundarias a un germen ureolítico
contienen carboapatita pero no estruvita (17).
La solubilidad de la cistina depende del pH, de
forma que es importante alcalinizar la orina de estos
pacientes, para mantener un pH por encima de 7,5 (19).
LITIASIS DE CISTINA
Las litiasis de cistina se forman como consecuen-
cia de un error innato del metabolismo de los amino- LITIASIS MEDICAMENTOSAS
ácidos dibásicos cistina, ornitina, lisina y adenosina. Se
ha encontrado una alteración genética en el cromo- Los cálculos inducidos por medicamentos repre-
soma 2p.16 y en el 19q13.1, y la enfermedad, que se sentan el 1-2% de todos los cálculos renales. En la
denomina cistinuria, afecta al transporte en la mem- actualidad, el indinavir, la sulfadiazina y el triamtereno
brana celular del túbulo renal y del epitelio intestinal son las principales causas de los cálculos compuestos
de estos aminoácidos (18). por medicamentos (20).

Dependiendo de la afectación del transporte Las litiasis medicamentosas pueden dividirse en


intestinal podemos distinguir 3 tipos: dos categorías: las que se originan en la cristalización
urinaria de un medicamento o un metabolito poco
- La tipo I, en la que no hay absorción de cistina, lisi- soluble, que se excreta de forma importante por el
na ni arginina por la mucosa del yeyuno, y por lo riñón (Tabla 5) y las resultantes de los efectos meta-
tanto, tras administrar cistina oral no aumenta la bólicos de los medicamentos (fármacos inductores
cistina plasmática. de cálculos metabólicos) (Tabla 6). Estos últimos son
más difíciles de identificar, y tal vez se subestime su
- La tipo II, en la que la cistina se absorbe por la prevalencia. En este grupo tienen un papel impor-
mucosa yeyunal pero en pequeñas cantidades, por tante los complementos vitaminocálcicos y los inhi-
lo que tampoco hay variaciones tras administrar bidores de la anhidrasa carbónica (como la acetazo-
cistina oral. lamida).

sección VII. Litiasis 763


Libro del Residente de Urología

Tabla 5. Algunos medicamentos identificados en el cálculo.

Principio activo Forma identificada en los cálculos


Sulfadiazina N-acetilsulfadiazina, sulfadiazina
Ciprofloxacino Ciprofloxacino, sal de magnesio
Indinavir Indinavir monohidratado
Triamtereno Triamtereno, sulfato de hidroxi-4-triamtereno, metabolitos glucuronoconjudados
Derivados del silicio Sílice amorfa
Alopurinol Oxipurinol

Tabla 6. Algunos medicamentos inductores de cálculos metabólicos y composición más frecuente


de los cálculos.

Medicamento o familia Composición de los cálculos


Complementos de calcio o vit. D Mezclas de OxCa y FCa
Inhibidores de anhidrasa carbónica FCa con o sin OxCa
Furosemida OxCa o mezcla de OxCa y FCa
Corticoides Mezclas de OxCa y FCa
Medicamentos alcalinizantes FCa
Medicamentos uricosúricos Acido úrico
Alopurinol Xantina (+ oxipurinol)
Topiromato FCa

Indinavir excreción urinaria y su baja solubilidad. Si se añaden


una disminución de la diuresis y estasis urinaria, la
Es la principal causa de litiasis inducida por medi- posibilidad de cristalización es mucho mayor. Dentro
camentos. Pertenece al grupo de los inhibidores de la de este grupo, la sulfadiazina es la que se ve más veces
proteasa utilizados en pacientes con VIH, y produce implicada (o su metabolito N-acetilsulfadiazina), ya
litiasis radiotransparentes hasta en un 12-20% de los que se da a altas dosis a pacientes inmunodeprimidos
pacientes tratados (21). Son los únicos cálculos urinarios con encefalitis toxoplasmótica.
radiolúcidos en la TC sin contraste. Sólo serán visibles
mediante esta prueba si se asocian con componentes Triamtereno
de calcio.
Este diurético del grupo de los ahorradores de
Sulfamidas potasio solía usarse para el tratamiento de la hiper-
tensión arterial. Actualmente su uso ha disminuido, al
Las sulfamidas son causantes de litiasis renal o de igual que la incidencia de sus cálculos. Su incidencia se
insuficiencia renal aguda por cristalización de su meta- estima en un 0,4% de todos los cálculos, siendo mayor
bolito N-acetilado en la luz tubular. Los principales fac- el riesgo de desarrollarlos en aquellos pacientes con
tores de riesgo para la cristalización de las sulfamidas antecedentes de historia litiásica. Aquí también consti-
son la administración de dosis elevadas, su rápida ace- tuye un factor de riesgo la dosis administrada y el pH
tilación hepática, el pH urinario bajo, su abundante urinario ácido.

764 sección VII. Litiasis


42. Etiología y fisiopatología de la litiasis

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sección VII. Litiasis 765


capítulo 43

Litiasis urinaria:
clínica y diagnóstico

Antoni Vicens Vicens


Xavier Ruiz Plazas
Juan Pablo Burgués Gasión
Mariano Ozonas Moragues

H. U. Son Dureta. Palma de Mallorca

Palabras clave: Litiasis urinaria. Litogénesis. Cólico nefrítico. Hematuria. Ecografía.TAC.


Urografía intravenosa.
Índice capítulo 43

Litiasis urinaria:
clínica y diagnóstico
Recuerdo histórico..................................................................................................................................................... 771
Epidemiología ................................................................................................................................................................. 771
Principios generales de la litogénesis urinaria................................................................................ 773
Tipos de litiasis .............................................................................................................................................................. 774
Clínica..................................................................................................................................................................................... 776
Diagnóstico........................................................................................................................................................................ 777
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 781
43. Litiasis urinaria: clínica y diagnóstico

capítulo 43

Litiasis urinaria:
clínica y diagnóstico
RECUERDO HISTÓRICO gran paso fue la aparición de la cistoscopia tanto rígi-
da como flexible y, con el afinamiento de los diáme-
La litiasis urinaria ha acompañado y mortificado al tros de los ureteroscopios, poco a poco se fue per-
hombre desde los albores de la humanidad. Hemos feccionado la técnica de la litotricia intracorpórea. Más
pasado de una litiasis en la antigüedad de localización tarde, apareció la gran revolución de la litotricia extra-
preferentemente vesical, formada por urato amónico corpórea.
y fosfato amónico y cuyo origen era infeccioso y nutri-
cional, a una litiasis del mundo industrializado que se
caracteriza por ser oxalocálcica y de localización pre- EPIDEMIOLOGÍA
ferentemente renal.
La litiasis urinaria representa un problema socio-
El primer caso documentado de litiasis urinaria lo sanitario de gran importancia en toda la población
encontramos en Amrah (Alto Egipto), donde E. Smith mundial. Es la tercera causa más frecuente de enfer-
en 1901 halló en una tumba un cálculo vesical entre medad de la vía urinaria. La prevalencia de urolitiasis
los huesos de la pelvis de un adolescente, con unos en Estados Unidos está en torno al 5-12%, mientras
7.000 años de antigüedad (1). El Susruta Samhita
que en la Europa occidental es del 5%. Globalmente,
(manuscrito hindú) aconsejaba la dieta vegetariana
la litiasis urinaria afecta al 1-20% de la población gene-
para prevenir los cálculos; cuando ésta fallaba reco-
ral según las series. Se trata además de una enferme-
mendaba la “cura suprema” (litotomía perineal) segui-
dad con tasas de recurrencia del 50%, pudiendo llegar
da de un ritual para expulsar los malos espíritus. El
al 70% a los 10 años (3). La cifra media de formación de
juramento de Hipócrates (460 a.C.) decía “… No
cortaré, ni aún por el cálculo, sino que dejaré tales nuevos cálculos, en pacientes que previamente han
procedimientos a los practicantes del arte”, denotan- formado uno, es de aproximadamente un cálculo cada
do la gravedad que podía suponer la litiasis.Ammonius 2 ó 3 años. Se calcula que en torno al 75% de los
(273 a.C.) fue el primero en utilizar un instrumento al pacientes que tienen un cálculo urinario, lo expulsarán
que denominó litotomo. Mediante un abordaje peri- de forma espontánea, mientras que el 25% restante
neal, lo utilizaba para romper la piedra en la vejiga y requerirán de algún procedimiento urológico.
extraerla con mayor comodidad (2). Guy de Chauliac
(1350), padre de la cirugía francesa, desarrolló el tra- En el estudio epidemiológico de los factores pre-
tamiento con dieta y determinados medicamentos disponentes de la litiasis, existen dos pilares básicos:
árabes, y si fallaban recurría a la litotomía, pero si la los factores intrínsecos (propios de cada individuo) y
infección aparecía, recomendaba pedir ayuda a Dios los factores extrínsecos (ambientales).
(Figura 1). En el siglo XVI, Cardán de Milán realizó la
primera cirugía renal documentada drenando un abs- Factores intrínsecos:
ceso y extrayendo 18 cálculos renales.
• Edad y sexo: El pico de incidencia de litiasis uri-
Desde la antigüedad hasta nuestros días, el diag- naria varía según las series, pero en general se
nóstico y tratamiento de la litiasis urinaria ha conoci- admite un rango que está entre los 20 y los 50
do grandes avances; la tecnología se ha impuesto. Un años. La incidencia según el sexo es de alrededor

sección VII. Litiasis 771


Libro del Residente de Urología

Figura 1. Litotomía vía perineal. hereditarias monogénicas que se acompañan de la


formación de urolitiasis, como por ejemplo la aci-
dosis tubular renal familiar, que se asocia a nefroli-
tiasis y nefrocalcinosis en casi el 70% de los enfer-
mos, la cistinuria, la xantinuria o la enfermedad de
Dent (nefrolitiasis hipercalciúrica ligada al X) (6).

Factores extrínsecos
• Ingesta hídrica: Es bien conocido por todos la
importancia del aporte hídrico en la prevención
de las litiasis urinarias. A pesar de que la ingesta
importante de agua puede incrementar los coefi-
cientes de actividad iónica de la orina, y por tanto
favorecer la cristalización, una buena diuresis dilu-
ye y arrastra las partículas cristalinas suspendidas
en la orina y, por tanto, la ingesta hídrica abundan-
te ayuda a evitar la formación de litiasis urinarias.
Un incremento de la diuresis de 800-1.200 ml/día
disminuye la frecuencia de urolitiasis en un 86%.
de dos hombres por cada mujer excepto en la Varios estudios sostienen la importancia de la
infancia, donde parece claro que no hay diferencias mineralización del agua, apuntando que las aguas
significativas respecto al sexo. (4). En la mujer las litia- de mineralización dura tienen mayor incidencia de
sis más frecuentes son las relacionadas con altera- urolitiasis (7).
ciones metabólicas como la cistinuria y el hiperpa-
ratiroidismo primario, así como las litiasis de origen • Dieta: Según diversos autores, el tipo de dieta
infeccioso. En el hombre las litiasis más frecuentes influye en la litogénesis, ya sea aumentándola o
son las de oxalato cálcico y ácido úrico. Al parecer, disminuyéndola. Las dietas ricas en proteínas de
los andrógenos aumentan la concentración plas- origen animal favorecen la hipercalciuria, la hipe-
mática de oxalato, lo cual incrementa su excreción ruricosuria y la hiperoxaluria, con precipitación de
urinaria y el depósito de cristales oxalocálcicos a oxalato cálcico (8). Los hidratos de carbono refina-
nivel renal. Según lo anterior, la mujer y el niño, al dos se relacionan con las litiasis cálcicas porque
tener menos andrógenos que el hombre, estarían aumentan los niveles de calcio y oxalato en la
protegidos de padecer litiasis cálcicas. Pero con el orina. La ingesta de cítricos aumenta la eliminación
inicio del declive estrogénico propio de la meno- urinaria de sustancias que inhiben la litogénesis.
pausia, la incidencia de litiasis aumenta (5). Las fibras vegetales disminuyen la absorción intes-
tinal de proteínas animales y sacarosa.
• Raza: Se ha estimado que la litiasis urinaria es 3-4
veces más frecuente en la raza blanca que en la de • Geografía: No hay duda de que la geografía es
color. Las litiasis urinarias son raras en israelitas, un aspecto a tener en cuenta al valorar no sólo la
indios americanos, afroamericanos y negros africa- incidencia sino también el tipo de litiasis. Pero no
nos. En contraposición, hay mayor número de debe obviarse que muchos pacientes, al cambiar
pacientes afectos entre los blancos y asiáticos. de zona geográfica, padecen el tipo de litiasis que
tenían anteriormente. Esto nos hace comprender
• Herencia: Alrededor de un 25% de pacientes la importancia del individuo y sus factores intrín-
litiásicos tienen antecedentes familiares. En la secos, y abordar la geografía sólo como una cir-
mayoría de los casos esta mayor incidencia familiar cunstancia más. Las zonas de mayor frecuencia de
se debe a un defecto poligénico con penetranción litiasis son los países del mar Mediterráneo,
parcial. Menos frecuentes son las enfermedades Europa central, Gran Bretaña, Estados Unidos, paí-

772 sección VII. Litiasis


43. Litiasis urinaria: clínica y diagnóstico

ses escandinavos, norte de Australia, norte de la Fases de la litogénesis


India, Paquistán y China.
La formación de la litiasis consta de tres partes:
• Clima: El clima tiene su influencia en la litogéne- primero se forma el núcleo del cristal, a continuación
sis, hallándose más casos de litiasis en los meses tiene lugar su crecimiento y, posteriormente, se pro-
calurosos, probablemente por el aumento de la duce la fase de agregación de cristales. Todo en con-
transpiración que conlleva mayor concentración junto conllevará la formación del cálculo. Veamos a
de la orina. Durante las estaciones estivales los continuación estas tres fases de la litogénesis:
cálculos de ácido úrico aumentan su incidencia,
los de tipo infectivo disminuyen, y los de oxalato • NUCLEACIÓN: La formación de la partícula
cálcico y fosfato cálcico no varían su incidencia. cristalina sobre la que se producirán el creci-
miento y la agregación debe cumplir unas cons-
tantes físico-químicas, sin las cuales el cristal es
PRINCIPIOS GENERALES DE inestable y se desintegra. Si la formación del
núcleo se produce en soluciones puras, dará lugar
LA LITOGÉNESIS URINARIA a una estructura cristalina de igual composición,
conocida como nucleación homogénea; este
Factores favorecedores tipo de nucleación es poco frecuente, ya que
de la litogénesis requiere valores altos de sobresaturación urina-
ria. La forma más frecuente es la nucleación
La litiasis urinaria aparece cuando los cristales de la heterogénea, en la que el núcleo tiene una
sustancia que lo forman aparecen en la orina, y la orina composición diferente al resto del cristal. Los
está sobresaturada con esta sal (aunque sea de forma principales nucleantes son: ácido úrico, fosfatos,
intermitente). Pero la sobresaturación no explica por sí detritus, etc. (9).
sola la teoría litogénica, sino que intervienen además
otros factores como la alteración del pH urinario o de • CRECIMIENTO CRISTALINO: Es el paso
los inhibidores de la formación, crecimiento y agrega- siguiente a la formación de las partículas cristali-
ción de los cristales, las anomalías anatómicas del siste- nas. El crecimiento de los cristales se ve favoreci-
ma urinario y las alteraciones del urotelio. Entre los fac- do por la disminución de los inhibidores (citrato,
tores favorecedores de la urolitiasis tenemos: fitato, magnesio) y por la sobresaturación de la
orina.
• Sobresaturación de las sales.
• AGREGACIÓN: El crecimiento de los cristales
• Alteración del pH urinario: ácido (cristalización de no puede explicar por sí sólo la formación del
ácido úrico), básico (cristalización de fosfatos). cálculo urinario, es necesario además la agrega-
ción de los cristales para obtener la litiasis. Existen
• Disminución de los inhibidores del crecimiento de dos tipos de agregación:
los cristales: citrato, fitato, magnesio, etc.
- Agregación primaria: sobre cristales ya for-
• Disminución de los inhibidores de la agregación mados se van formando otros nuevos que se
de los cristales: nefrocalcina, proteína de Tamm- adhieren a la superficie de los primeros.
Horsfall, etc.
- Agregación secundaria: los cristales ya
• Obstrucción de la vía urinaría o anomalías anató- formados se unen entre ellos mediante sus-
micas como la enfermedad quística medular (ecta- tancias aglutinantes. Se necesita una concen-
sia túbulos renales). tración elevada de cristales en la orina, por lo
que sólo se observa este tipo de agregación si
• Alteraciones de los transportadores de calcio y la nucleación es homogénea o en residuos
oxalato o de los aminoglicanos del epitelio urinario. postlitotricia.

sección VII. Litiasis 773


Libro del Residente de Urología

TIPOS DE LITIASIS puede hacer el urólogo en primera instancia, pero


siempre remitimos la litiasis al laboratorio para
Es fundamental poder diferenciar los diferentes realizar el resto de pruebas.
tipos de litiasis, ya que condicionarán la evolución, el
pronóstico y el tratamiento a corto y largo plazo. Para • Espectrografía infrarroja: Es el método de elec-
ello, es preciso informar al paciente de la necesidad de ción para el estudio de la litiasis porque la imagen
recoger el cálculo o los fragmentos (postlitotricia) espectrográfica es única para cada tipo de cálculo, y
para su análisis si se produce su expulsión espontánea. porque es una prueba rápida y barata (Figura 3).
Básicamente disponemos de las siguientes pruebas
para la identificación del tipo de litiasis: • Microscopía electrónica: Prueba utilizada sobre
todo en investigación. Coste elevado. Nos permite
• Identificación macroscópica: La inspección estudiar al detalle la superficie del cálculo (Figura 4).
visual de la litiasis, ayudada o no de una lupa,
puede dar una idea del tipo del litiasis. Los profe- • Análisis químico cuantitativo: Se realiza sobre
sionales con experiencia pueden identificar con la todo en investigación. Obtenemos la composición
inspección visual, en la mayoría de casos, el tipo de
litiasis (Figura 2). La identificación macroscópica la
Figura 3. Espectrografía infrarroja. 3A: Litiasis de
oxalato cálcico dihidrato. 3B: Litiasis de fosfato ácido
Figura 2. Imágenes macroscópicas de las litiasis cálcico (brushita). 3C: Litiasis infectiva (estruvita). 3D:
(cortesía de Laboratorio de Investigación en Litiasis Litiasis de ácido úrico.
Renal. Univesitat de les Illes Balears). 2A: Litiasis de
oxalato cálcico monohidrato. 2B: Litiasis de oxalato
cálcico dihidrato. 2C: Litiasis infectiva. 2D: Litiasis de
ácido úrico. 2E: Litiasis de cistina. 2F: Litiasis de oxalato
monohidrato más ácido úrico (papilar).

Figura 4. Microscopía electrónica de cristales de


oxalato cálcico.

774 sección VII. Litiasis


43. Litiasis urinaria: clínica y diagnóstico

química de la muestra y el porcentaje de cada infección urinaria hasta en el 90% de los pacientes,
componente. Además de ser una prueba comple- siendo los microorganismos más frecuentemente
ja y que requiere tiempo, no distingue los cristales relacionados los gérmenes ureolíticos como Proteus
de oxalato cálcico monohidrato del dihidrato, ni las spp, Klebsiella spp, Enterobacter spp, Serratia spp y
mezclas de fosfato amónico magnésico y fosfocar- Pseudomona spp. Estas bacterias al desdoblar la urea
bonato cálcico. producen amonio y alcalinizan la orina, precipitando
los cristales de fosfato amónico magnésico. Los
Se distinguen básicamente 7 tipos de litiasis: litiasis cálculos son típicamente grandes, pudiendo tener
de oxalato cálcico, litiasis de fosfato cálcico, litiasis de forma de coral como molde de la cavidad renal
fosfato amónico magnésico (estruvita o cálculo infec- (cálculos coraliformes), son de color marrón-grisáceo,
tivo), litiasis de ácido úrico, litiasis cistínica, litiasis de no muy duros y de superficie irregular (Figura 2C).
oxalato monohidrato más ácido úrico, y grupo de litia-
sis raras. 3. Litiasis de fosfato cálcico: Puede ser fosfato
cálcico apatítico (hidroxiapatita), fosfato dihidrato
1. Litiasis de oxalato cálcico: Son las más fre- (brushita) o fosfato cálcico magnésico. Pueden lle-
cuentes. Representan el 75-85% de todos los gar a representar el 10% de los cálculos renales,
casos de litiasis urinaria. El 85% de las litiasis oxa- aunque los puros son bastante raros. Son más fre-
locálcicas son de etiología desconocida. Son más cuentes en mujeres. Suelen aparecer asociados a
frecuentes en varones (2-3:1) y existe un pico de defectos de la acidificación tubular.
incidencia entre los 30-40 años. Tienen gran ten-
dencia a la recidiva, con un 40-50% de recurren- 4. Litiasis de ácido úrico: Corresponden al 5-
cias en los siguientes 5 años. Existen dos formas 10% de las litiasis, siendo más frecuentes en varo-
cristalográficas: nes (2:1) de 50 años. Como factores predispo-
nentes tenemos un pH urinario ácido mantenido
- Monohidrato (Figura 2A): Es la forma de pre- (pH < 5), hiperuricosuria, citolisis postquimiotera-
sentación más frecuente. Son cálculos de color pia, enfermedades o resecciones del intestino del-
marrón oscuro, de pequeño tamaño, lisos y de gado, etc. Son de color blanquecino, duros, de
gran dureza. Tienen una pequeña pediculación superficie lisa, y al romperlos presentan un color
que era su punto de anclaje en la papila renal amarillo-rojizo (Figura 2D).
donde se formaron, por eso se les conoce
como cálculos papilares. Aumentan su inciden- 5. Litiasis de cistina: Representan el 1% de las
cia con la edad, debido al aumento con los años litiasis. No hay diferencias entre ambos sexos y su
de la oxaluria y de nucleantes heterogéneos formación se inicia en la infancia y la adolescencia.
que se depositan en las cavidades renales (10). La litiasis cistínica se debe a una enfermedad auto-
sómica dominante, llamada cistinuria, donde exis-
- Dihidrato (Figura 2B): Son cálculos de color te un defecto en el transporte intestinal y en la
ámbar, de mayor tamaño que los anteriores, reabsorción tubular de cistina, ornitina, lisina y argi-
con espiculaciones múltiples y menor dureza nina. Este defecto condiciona la precipitación de la
(mejor respuesta a la LEOC). cistina que es el único de estos aminoácidos no
hidrosoluble. Los cálculos de cistina son de color
2. Litiasis de fosfato amónico magnésico amarillento-marronáceo, de aspecto céreo, con
(estruvita o infectiva): Representan aproxima- superficie lisa y de gran dureza (Figura 2E).
damente el 10-20% de las litiasis. Se observan con
mayor frecuencia en mujeres (3-5:1), portadores de 6. Litiasis de oxalato monohidrato + ácido
catéteres urinarios de forma prolongada y en úrico: Estas litiasis se acompañan siempre de pH
pacientes con derivaciones urinarias, por tener bajo con hipocitraturia. Son muy recidivantes, pero
mayor riesgo de infecciones urinarias. El pico de inci- responden muy bien al citrato potásico, que con-
dencia es alrededor de los 40 años. Las tasas de sigue reducir ostensiblemente el número de reci-
recurrencia son del 35% a los 5 años. Se detecta divas (Figura 2F).

sección VII. Litiasis 775


Libro del Residente de Urología

7. Grupo de litiasis raras: Por alteraciones meta- - Cálculos en uréter superior: Producen dolor tipo
bólicas (déficit de xantinoxidasa, déficit de adenina cólico generalmente de gran intensidad que
fosforribodiltranferasa, etc.), por compuestos puede irradiarse hacia la ingle y hacia el tes-
orgánicos (detritus celulares, colesterol, etc.) o por tículo ipsilateral en el varón o hacia el labio
fármacos (indinavir, triamterene, etc.). mayor ipsilateral en la mujer. La hematuria
suele estar presente.

- Cálculos en uréter medio: El dolor irradia a flan-


CLÍNICA co y región abdominal. En el cruce con los
vasos ilíacos se encuentra la segunda estrechez
El cuadro clínico que puede acompañar a la litia-
anatómica de la vía urinaria, donde por lo
sis dependerá preferentemente de la localización,
general el uréter pasa de tener un calibre de
tamaño y capacidad obstructiva del cálculo. La litiasis
6 mm a 4 mm.
puede ser asintomática, como sucede en el caso de
cálculos caliciales si no obstruyen el infundíbulo.
- Cálculos en la unión ureterovesical: Corresponde
Cuando produce dolor, éste es de intensidad variable,
a la tercera estrechez anatómica de la vía uri-
generalmente de tipo cólico y se le conoce como cóli-
naria, que puede tener a este nivel un diáme-
co nefrítico. Otros síntomas de la litiasis pueden ser la tro de tan sólo un milímetro. Aquí es donde
hematuria o los derivados de la coexistencia de una mayor número de cálculos se impactan.Típica-
infección urinaria. mente darán síntomas de irritación vesical con
urgencia miccional, polaquiuria y tenesmo
1. Cólico nefrítico: Es la forma de presentación vesical.
clínica más frecuente. El dolor se debe a la obs-
trucción de la vía urinaria y se produce por el Según la localización del cálculo, el tipo de dolor
aumento de la presión intraluminal y la irritación puede confundirse con el que producen otras
de las terminaciones nerviosas de la vía urinaria. patologías, con las que es importante establecer el
Típicamente el inicio del dolor es brusco y suele diagnóstico diferencial:
ser de tipo cólico con picos de gran intensidad, se
irradia a ingle y genitales, no hay postura alguna • Litiasis piélica y de uréter proximal: dolores
que lo alivie y se acompaña de agitación psicomo- precordiales atípicos, cólico biliar y colecistitis,
triz, náuseas y a veces vómitos (el estómago y el ulcus gastro-duodenal, etc.
riñón tienen inervación común por fibras nervio-
sas procedentes del plexo celíaco) y distensión • Litiasis de uréter distal: Apendicitis aguda, quis-
abdominal por el íleo reflejo que se produce. te de ovario complicado, rotura de aneurisma
Puede presentarse además un síndrome miccional aórtico, etc.
con disuria, polaquiria y hematuria (11). En función
de la clínica puede deducirse la localización del 2. Hematuria: Puede estar presente en el cólico
cálculo: renal, apareciendo por lo general después de la
presentación del dolor. Se debe a la liberación de
- Cálculos de cálices renales: Son asintomáticos la litiasis de la papila donde estaba anclada. En oca-
salvo que obstruyan el infundíbulo, en cuyo siones se trata de una hematuria monosintomáti-
caso producen dolor lumbar, hematuria persis- ca, sin coágulos, recidivante y de duración variable.
tente e infecciones recurrentes.
3. Infección urinaria: Infecciones urinarias de repe-
- Cálculos de la pelvis renal: Producen dolor en tición persistentes a pesar de un tratamiento anti-
flanco o en el ángulo costovertebral al biótico correcto, deben hacernos descartar como
impactarse el cálculo en la unión ureteropié- causa una litiasis. Una complicación grave de la litia-
lica (primera estrechez anatómica de la vía sis es la pielonefritis obstructiva infectiva, caracteriza-
urinaria). da por fiebre, escalofríos y marcada afectación del

776 sección VII. Litiasis


43. Litiasis urinaria: clínica y diagnóstico

estado general del paciente. Si esta obstrucción no - Leucocituria: será también frecuente la presen-
se resuelve en breve con derivación de la vía uri- cia de leucocitos en orina secundaria a la reac-
naria, puede desembocar en una shock séptico, ción inflamatoria por el paso del cálculo. Sin
comprometiendo seriamente la vida del paciente. embargo, si encontramos abundante piuria hay
que descartar infección urinaria concomitante.

- Cristales: su aparición en el sedimento no nos


DIAGNÓSTICO indica necesariamente enfermedad litiásica, pero
puede orientar hacia el tipo de litiasis en el epi-
Anamnesis y exploración física sodio de dolor agudo.
Cuando el paciente acude al servicio de urgencias
- pH: si es ácido indica más probablemente
en el episodio de dolor agudo, una correcta anamne-
cálculos de acido úrico y cistina, mientras que
sis y exploración física es imprescindible para estable-
si es básico se corresponde con más frecuen-
cer el diagnóstico de cólico renal. La anamnesis tam-
cia a cálculos de fosfato cálcico o fosfato amó-
bién nos permite descubrir posibles factores de ries-
nico magnésico.
go litogénicos.
• Análisis sanguíneo. No parece necesario en el
Análisis de orina y sangre contexto de un cólico renal simple, pero sí tiene
su indicación en el complicado, donde interesan
Según las Guías sobre Urolitiasis de la Asociación parámetros como el recuento leucocitario, la
Europea de Urología de 2005 (12) el estudio analítico desviación a la izquierda de la fórmula leucocita-
básico en todo cuadro de cólico renal agudo, debería ria, la función renal y otros indicadores cuya alte-
incluir: sedimento urinario o dipstick para la demos- ración se relaciona con la presencia de un cuadro
tración de eritrocitos y/o leucocitos en orina, pH uri- séptico (hemoglobina, hematocrito, plaquetas y
nario aproximado y creatinina sérica. El urocultivo no coagulación). Por otra parte, ayudará a hacer el
parece indicado a menos que se sospeche una infec- diagnóstico diferencial con otras patologías. Se
ción urinaria concomitante. recomienda solicitar también electrolitos como
Na+ y K+ para detectar posibles alteraciones meta-
• Análisis urinario. En el análisis de orina y sedi- bólicas secundarias a los vómitos y depleción de
mento, existen una serie de parámetros que nos líquidos.
pueden orientar hacia la presencia de litiasis e
incluso su naturaleza: Técnicas de imagen
- Hematuria: el hallazgo de micro o macrohe- Realizaremos diferentes pruebas de imagen para
maturia apoya fuertemente al diagnóstico, aun- confirmar el diagnóstico, enumerar, localizar y obtener
que no es extraño que esté ausente, como información más precisa del cálculo.
puede ocurrir en un 9-33% de los casos. Así
pues, la no presencia de hematuria en el con- Radiografía simple de abdomen. Es el pri-
texto de un dolor agudo en flanco no puede mer estudio de imagen a realizar por ser rápido, sen-
excluir el diagnóstico de urolitiasis (13). La tira cillo y prácticamente inocuo (salvo en niños y gestan-
reactiva de orina será suficiente en el estudio tes). El 90% de los cálculos son radiopacos y por lo
inicial de un cólico renal, incluso siendo menos tanto visibles, pero la sensibilidad de esta prueba, uti-
sensible que el recuento de hematíes en el lizada de manera aislada, disminuye hasta el 45-59% (14).
sedimento. Aun así, en el medio hospitalario, También disminuye su especificidad. Los principales
preferiremos el uroanálisis ya que nos dará factores limitantes son:
más información (presencia de bacterias en
orina, pH, resultado cuantitativo de hematuria - El tamaño del cálculo: no permite ver litiasis
y leucocituria y presencia de cristales). menores de 2 mm o microlitiasis.

sección VII. Litiasis 777


Libro del Residente de Urología

- La baja tonalidad: el 10% de las litiasis son radio- dilataciones después de aliviar la obstrucción.
transparentes, siendo en gran parte las de ácido Tampoco el grado de ectasia tiene relación directa
úrico, xantina, dihidroxiadenina, indinavir, triamte- con la intensidad del dolor, sino que este último se
reno o las de matriz (6). relaciona más con la velocidad de instauración de
la obstrucción. La mayoría de los cólicos renales
- La superposición del intestino neumatizado secun- presentan un grado mayor o menor de hidrone-
dario al íleo. frosis, por lo tanto su hallazgo no tiene que consi-
derarse como un signo de complicación per se.
- La interposición del hueso: uno de los puntos
donde suelen enclavarse los cálculos es en el - Detección de cálculos. La ecografía sólo detecta
cruce del uréter con los vasos ilíacos, a nivel de la cálculos mayores de 4 mm situados en la unión
articulación sacroilíaca; en este punto se hace difí- pielo-ureteral o la unión urétero-vesical, mientras
cil distinguir un cálculo del resto del hueso. que el uréter lumbar y pelviano es poco accesible
debido a la interposición de las asas intestinales.
- La confusión con calcificaciones extraurinarias: cal- Por ello, la ecografía realizada de manera aislada es
cificaciones costales, colelitiasis y flebolitos pelvia- poco sensible (20-45%) para la detección de
nos (múltiples, redondeados, con un centro claro cálculos (15), pero asociada a la radiografía simple de
o una zona clara excéntrica, intrapélvicos y típica- abdomen aumenta su sensibilidad y especificidad.
mente externos).
La ecografía doppler objetiva la vasoconstricción
- Mala técnica de realización de la placa: fundamen- en respuesta a la obstrucción aguda mediante la ele-
talmente por defecto en la penetración o por no vación del índice de resistencia renaI (IR). La elevación
abarcar en su totalidad el abdomen urológico del IR de la unidad renal presuntamente obstruida en
(desde el diafragma hasta la sínfisis pubiana). comparación con el riñón contralateral orienta hacia
ese supuesto. Estos parámetros son defendidos por
Ecografía abdominal. Es un método rápido, algunos autores (16) para la evaluación funcional con
barato, poco molesto para el paciente e inocuo, ya ecografía del riñón obstruido en pacientes donde la
que no utiliza radiaciones ionizantes ni contraste. administración de contraste está contraindicada, y son
Otras ventajas son la posibilidad de ser realizada en el considerados insuficientes por otros (17), sobre todo si
momento agudo del episodio doloroso y en su segui- el riñón se halla parcialmente obstruido.
miento tantas veces como fuese necesario, la posibili-
dad de valorar órganos extraurinarios (apéndice o Urografía intravenosa (UIV). Considerada
vesícula biliar) o posibles procesos tumorales que durante mucho tiempo la exploración de elección
compriman la vía urinaria y la capacidad para identifi- para el estudio de los pacientes con litiasis renal. Es
car cálculos radiotransparentes. una prueba con sensibilidad y especificidad elevadas
(87-90% y 94-100%, respectivamente), relativamente
La ecografía en grises sólo aporta información inocua, y al alcance de todos los hospitales (15). Nos
morfológica, como la posible dilatación de la vía o la informa del número, tamaño, forma y situación del
detección del cálculo causante: cálculo, así como del estado funcional del riñón afec-
to. En la Figura 5 se muestra un ejemplo de UIV.
- Dilatación de la vía. La importancia de la dilatación
no se correlaciona con el grado de obstrucción (15), Hallazgos clásicos de la obstrucción aguda son:
pudiendo existir cólico sin que se observe dilata- retraso de la aparición del nefrograma, nefromegalia
ción en: obstrucciones distales, ecografías realizadas armoniosa, retraso de la eliminación del contraste por
a las pocas horas de iniciados los síntomas, pacien- la vía urinaria y dilatación pieloureteral proximal a la
tes deshidratados, rupturas de fórnix o en pelvis obstrucción. Como en la ecografía, no existe paralelis-
intrarrenales. En otros casos podemos encontrar mo entre las dimensiones del cálculo y la gravedad de
dilatación sin obstrucción, por ejemplo en ectasias la ectasia; en cambio, el retraso de eliminación se
crónicas residuales, reflujos vesicoureterales o en correlaciona bien con el grado de obstrucción.

778 sección VII. Litiasis


43. Litiasis urinaria: clínica y diagnóstico

Figura 5. Urografía intravenosa. 2 min: Se observa Figura 6. TAC abdominal sin contraste. Corte axial a
una imagen cálcica proyectada sobre el nefrograma nivel del riñón derecho en el que se observa la pelvis
derecho a nivel de la teórica situación de la pelvis renal. renal dilatada debido a un cálculo enclavado en la
7 min: Puede apreciarse el retraso de eliminación del unión pieloureteral, además de otro pequeño cálculo
contraste en el riñón derecho. 30 min: Pelvis renal calicial.
derecha bífida con importante dilatación pielocalicial
proximal al cálculo, todavía sin paso distal de contraste.
40 min: Paso de contraste a uréter lumbar en una fase
más tardía.

detección de cálculo ureteral) y con sus numerosas


ventajas se ha convertido en el examen de referen-
cia (15, 18, 19), por lo que se espera que reemplazará a UIV
y la ecografía en todo el mundo. Realiza un barrido
helicoidal con cortes de 5 mm que permite la detec-
ción de cálculos de hasta 2 mm. Con la administra-
ción de contraste, permite la evaluación de la función
renal. En la Figura 6 se muestra un ejemplo de TAC
sin contraste.

Ventajas:

• No requiere necesariamente contraste, siendo


especialmente atractivo en pacientes con insufi-
ciencia renal o con alergia al mismo.

• Puede visualizar pequeños cálculos, incluso radio-


La urografía intravenosa presenta algunos incon- transparentes, excepto de indinavir y algunos
venientes, como la exposición a radiaciones ionizantes cálculos de matriz (6).
o la utilización de contraste y su conocida morbimor-
talidad, que a pesar de todo se ha visto disminuida por • Si la litiasis es tan pequeña como para no ser iden-
los contrastes de baja osmolaridad. En pacientes con tificada, se observan múltiples signos indirectos:
insuficiencia renal u obstrucción severa, la eliminación dilatación pieloureteral, infiltración y edema de la
del contraste puede tardar horas. Lo mismo ocurre en grasa perirrenal o signo del anillo en las partes
el momento agudo del cólico, por lo que no se reco- blandas (pared edematosa del uréter).
mienda realizarla en ese período.
• El proceso es simple y breve, pudiéndose realizar
TAC helicoidal sin y con contraste. Se ha en unos 5 minutos.
confirmado como una exploración de gran sensibili-
dad y especificidad, superando a las anteriores prue- • Permite hacer el diagnóstico diferencial con otras
bas (94-100% y 92-100%, respectivamente, para la patologías extraureterales.

sección VII. Litiasis 779


Libro del Residente de Urología

• No requiere preparación intestinal (sí en la UIV). separados por largos intervalos) o complicada (recu-
rrencias frecuentes con o sin fragmentos residuales,
• En la mayoría de casos no necesita de más estu- cálculos asociados a factores de riesgo específicos
dios. o pacientes con un primer episodio y fragmentos
residuales).
Inconvenientes:
Enfermedad litiásica renal no complicada
• No disponible aún en todos los centros.
• Análisis del cálculo.
• Exposición a altas dosis de radiación, lo que limita
su uso en niños y embarazadas. • Análisis sanguíneo: calcio y albúmina o calcio ioni-
zado, creatinina, uratos (análisis opcional, útil si se
• Ha de ser informado por un radiólogo. sospecha litiasis úrica).

Resonancia magnética nuclear. No utilizada • Análisis de orina: primera orina de la mañana con
para este propósito en la actualidad. Su única indica- dipstick para pH, leucocitos/bacterias (cultivo de
ción podría ser en embarazadas. orina si bacteriuria) y test de cistina (si la cistinuria
no se ha podido excluir por otros medios).
Ureteropieligrafía retrógrada. En desuso actual-
mente con la aparición del TAC. Sólo útil en pacientes Enfermedad litiásica complicada. A los
con riñón anulado en los que no hay eliminación de parámetros anteriores se recomienda añadir una
contraste. recolección de orina de 24 horas, que debe pospo-
nerse hasta cuatro semanas después de haber elimi-
Ureteropielografía anterógrada por nefros- nado el cálculo. Se determinará calcio, oxalato, citrato,
tomía. En casos en los que se ha necesitado de deri- urato, magnesio (opcional), fosfato (opcional), urea
vación de la vía urinaria, podemos aprovechar la (opcional), sodio (opcional), potasio (opcional), creati-
nefrostomía para inyectar contraste y visualizar así la nina y volumen. Hay que acidificar la muestra (con
posible causa obstructiva. El contraste no es filtrado HCl por ejemplo) para el análisis de calcio, oxalato,
por el riñón, sino que es abocado directamente a la vía.
Figura 7. Kit de detección de riesgo litogénico. En la
fotografía se aprecian tres tipos de reacciones: en el
Estudio metabólico tubo de la izquierda la orina es normal, en el centro
positivo leve y en la derecha positivo severo.
No hay estudios con una adecuada estructura
epidemiológica que aclaren si se debe hacer la bús-
queda de la enfermedad litogénica de fondo después
del primer diagnóstico de litiasis o con las recurren-
cias, aunque parece ser que la primera postura es la
más defendida. Aun así, no está claro tampoco el tipo
ni la extensión del protocolo a realizar.

El estudio metabólico deberá incluir en primer


lugar una precisa anamnesis en busca de factores
litogénicos. Las exploraciones complementarias
recomendadas por las Guías sobre Urolitiasis de la
Asociación Europea de Urología de 2005 (12) depende-
rán de que se trate de una enfermedad litiásica no
complicada (paciente que queda libre de litiasis des-
pués de un primer episodio o episodios recurrentes

780 sección VII. Litiasis


43. Litiasis urinaria: clínica y diagnóstico

citrato y fosfato para mantenerlos en solución duran- BIBLIOGRAFÍA


te y después de la colección, para prevenir el creci-
miento bacteriano y la consiguiente alteración de la 1. Desnos E. Urology in ancient times in the orient. In:
composición urinaria y evitar la oxidación in vitro de Springfield IL, Thomas CC, editors. The History of
ascorbato a oxalato. El resto de parámetros pueden Urology.Thomas Books; 1972. pp. 5-17.
ser obtenidos también a partir de la muestra acidifica-
da, excepto el urato, que precipita, y la creatinina, que 2. Desnos E. Urology in Greece and Rome. In:
puede aparecer alterada. Springfield IL, Thomas CC, editors. The History of
Urology.Thomas Books; 1972. pp. 18-33.
Test de autodiagnóstico 3. Tiselius HG. Stone incidence and prevention. Braz J
de riesgo litogénico Urol. 2000; 26: 452-462.
Se ha desarrollado en el Laboratorio de Litiasis 4. Lancina Martín JA, Rodríguez-Rivera GJ, Novas Castro
Renal de la Universitat de les Illes Balears (UIB) y en el S, Rodríguez Gómez I, Fernández Rosado E, Álvarez
Hospital Universitario de Son Dureta de Palma de Castelo L, y cols. Factores de riesgo metabólico en
Mallorca un kit, patentado internacionalmente, que urolitiasis cálcica según el sexo y edad de los pacientes.
permite establecer el nivel de riesgo litogénico global Actas Urol Esp. 2002; 26: 111-120. (*)
de una orina (Figura 7). Se trata de un dispositivo que
5. Séller HJ, Sakhaee K, Moe OW, Pak CY. Etiologycal
puede usar el mismo paciente, un test de autodiag-
role of estrogen status in renal stone formation.
nóstico. El uso del kit también permite evaluar la efica-
J Urol. 2002 Nov; 168(5): 1923-7.
cia de un tratamiento profiláctico de la litiasis renal (20).
6. Menon M, Resnick MI. Litiasis urinaria: etiología,
diagnóstico y manejo médico. En:Walsh PC, Retik AB,
Vaughan ED, Wein AJ, editors. Campbell: Urología.
Buenos Aires: Médica Panamericana; 2004. pp. 3539-
3626. (*)
7. Coen G, Sardella D, Barbera G. Urinary composition
and lithogenic risk in normal subjects following
oligomineral versus bicarbonate-alkaline high calcium
mineral water intake. Urol int. 2001; 67(1):49-53.
8. Siener R, Schaden N, Nicolay C, von Unruh GE,
Hesse A. The efficacy of dietary intervention on
urinary risk factors for stone formation in recurrent
calcium oxalate stone patients. J Urol. 2005 May; 173
(5): 1601-5.
9. Grases F, Isern B, Perello J, Costa-Bauza A. Role of
the organic matter in calcium oxalate lithiasis. Front
Biosci. 2005 May; 1; 10:1534-8.
10. Conte A, Grases F, Costa-Bauza A, Ramis M, Pieras E,
Piza P, y cols. Variación del tipo de cálculo renal con
la edad. 18 LEL, Reunión Nacional de Urolitiasis
Endóscopica y Laparoscópica. Enero 2006; 19-20.
San Lorenzo de El Escorial.
11. Travaglini F, Bartoletti R, Gacci M, Rizzo M. Patho-
physilogy of reno-ureteral colic. Urol Int. 2004; 72
Suppl 1:20-3. (*)

sección VII. Litiasis 781


Libro del Residente de Urología

12 Tiselius G, Ackermann D, Alken P, Back C, Conort P, 18. Miller OF, Rineer SK, Reichard SR, Buckley RG,
Gallucci M, et al. Guidelines on urolithiasis. European Donovan MS, Graham IR, et al. Prospective
Association of Urology (EAU), 2005. (*) comparison of unenhanced spiral computed
tomography and intravenous urogram in the
13. Bove P, Kaplan D, Dalrymple N, Rosenfield AT,Verga
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52(6):982-7.
hematuria testing in patients with acute flank pain. J
Urol. 1999 Sep; 162(3 Pt 1):685-7. 19. Yilmaz S, Sindel T, Arslan G, Ozkaynak C, Karaali K,
Kabaalioglu A, et al. Renal colic: comparison of spiral
14. Esquena S, Millán Rodríguez F, Sánchez-Martín FM,
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Rousaud Baron F, Marchant F,Villavicencio Mavrich H.
Eur Radiol. 1998; 8(2):212-7.
Renal colic: revision of literature and scientific
evidence. Actas Urol Esp. 2006 Mar;30(3):268-80. (*) 20. De los mecanismos implicados en la litiasis renal al
papel preventivo del fitato en ciertos tipos de cáncer
15. Roy C, Buy X. Urinary obstruction: different radio-
y trastornos cardiovasculares. Palma de Mallorca:
clinical types. J Radiol. 2003 Feb;84(2 Pt 1):109-19. (*)
Universitat de les Illes Balears; [Aprox. 42 p.]. Disponi-
16. Geavlete P, Georgescu D, Cauni V, Nita G. Value of ble en http://www.uib.es/servei/comunicacio/sc/
duplex Doppler ultrasonography in renal colic. Eur projectes/arxiu/nousprojectes/litiasi/litiasicast.pdf
Urol. 2002 Jan;41(1):71-8.
17. Haroun A. Duplex Doppler sonography in patients
with acute renal colic: prospective study and literature
review. Int Urol Nephrol. 2003;35(2):135-40. (*) Referencias recomendadas.

782 sección VII. Litiasis


capítulo 44

Tratamiento conservador
de la litiasis urinaria

Gema Romero Roncel


Carlos Reina Ruiz
Marceliano García Pérez

H. U.Valme. Sevilla

Palabras clave: Litiasis renal. Cólico renal.Tratamiento. Litotricia extracorpórea por ondas de
choque. Complicaciones.
Índice capítulo 44

Tratamiento conservador
de la litiasis urinaria
Introducción ..................................................................................................................................................................... 787
Tratamiento farmacológico .............................................................................................................................. 787
Litotricia extracorpórea por ondas de choque.............................................................................. 790
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 797
44.Tratamiento conservador de la litiasis urinaria

capítulo 44

Tratamiento conservador
de la litiasis urinaria

INTRODUCCIÓN TRATAMIENTO
El manejo de la litiasis urinaria requiere en la
FARMACOLÓGICO
actualidad un abordaje multidisciplinar donde se
El efecto fisiopatológico más constante de la litia-
combina el tratamiento farmacológico con la moder-
sis urinaria es la obstrucción que se manifiesta clínica-
na tecnología (litotricia extracorpórea, endoscopia,
mente por dolor como síntoma básico más frecuen-
sistemas de litotricia endocavitaria) y la cirugía tradi-
te. Si éste aparece de forma súbita e intensa, en caso
cional (en declive). Antes de la llegada de los trata-
de obstrucción aguda, el cuadro se conoce como cóli-
mientos mínimamente invasivos la eliminación de los
cálculos requería una cirugía abierta que obligaba a co nefrítico.
la observación vigilante en gran número de casos, en
los que el quirófano se antojaba como un trata- La obstrucción ureteral aguda constituye un
miento excesivo. Hoy en día se puede intentar el tra- potente estímulo para la síntesis de eicosanoides (prin-
tamiento resolutivo de la mayoría de las litiasis, pero cipalmente prostaglandina E2 y prostaciclina) en la
hay que recordar, por ejemplo, que en la litiasis ure- médula renal, desencadenantes de una potente vasodi-
teral el mejor manejo es la expulsión espontánea del latación capilar preglomerular, lo que se traduce en un
cálculo, a lo que podemos ayudar con la moderna incremento del flujo sanguíneo renal (FSR), y por tanto,
farmacopea. En otras situaciones el tratamiento alca- en un aumento de la presión intraluminal, provocando
linizante nos puede hacer eliminar hasta voluminosas el dolor al paciente. Además, la PGE2 inhibe la secre-
litiasis radiotransparentes. Nos queda por último un ción de hormona antidiurética (ADH), con lo que se
capitulo que aún hoy en día puede suscitar dudas en incrementa más la presión intraluminal. Esta fase inicial
el manejo práctico del paciente y es el caso de la se continúa con otra en la que la situación se estabiliza
litiasis calicial pequeña, sin clínica ni repercusión fun- en valores máximos y posteriormente disminuye el
cional. Hay pocos estudios de historia natural de FSR y la presión intraluminal debido a un mecanismo
estos cálculos que nos aclaren la postura a seguir, de autodefensa mediado por la angiotensina II,TX A2,
pero se ha publicado que hasta un 40% de los ADH y endotelinas. Esto explica la mejoría del dolor de
pacientes requerirán un manejo instrumental por forma espontánea unas horas después de su inicio (1).
complicaciones y solo un 11% permanecerán asinto-
máticos a los 10 años, por lo que salvo en situacio- El cuadro álgico se puede acompañar de sintoma-
nes de edad avanzada o comorbilidad importante tología digestiva en forma de náuseas, vómitos y cons-
asociada, la litotricia extracorpórea (LEOC) tiene tipación por íleo reflejo, debido a las múltiples cone-
una papel fundamental en estos casos considerando xiones existentes entre el plexo renal, celíaco y
las limitaciones por el tamaño. mesentérico.

sección VII. Litiasis 787


Libro del Residente de Urología

Los objetivos del tratamiento médico en la obs- nales y neurológicas son frecuentes, lo que ha dis-
trucción urinaria de causa litiásica son: minuido su utilización.

a) Control de la sintomatología: dolor y sintomatolo- b) Derivados del ácido fenilpropiónico: ibu-


gía vegetativa acompañante (1, 2,3). profeno, naproxeno. Tienen alto poder antiin-
flamatorio y analgésico, con baja incidencia de
b) Favorecer la progresión espontánea del cálculo: efectos adversos. El ibuprofeno es el que menor
tratamiento expulsivo. riesgo gastrointestinal posee.

Tratamiento sintomático c) Derivados del ácido fenilacético: diclo-


fenaco. Propiedades farmacológicas y clínicas
Control del dolor similares al grupo anterior. Se puede utilizar por
vía oral y rectal, con eficacia similar y con menos
Antiinflamatorios no esteroideos (AINE) efectos adversos que la vía parenteral (6).
Aparte de su potente efecto analgésico y antiin-
flamatorio, tienen el beneficio teórico de actuar direc- d) Pirazolonas: dipirona. Con efecto demostrado
tamente sobre la causa fundamental del dolor, inhi- analgésico, antipirético, espasmolítico y cierta
biendo la síntesis de eicosanoides, disminuyendo el acción antiflogística. La eficacia analgésica es similar
FSR, reduciendo la producción urinaria y la presión al AAS; sin embargo, las pirazolonas son menos
intraluminal. agresivas sobre la mucosa gástrica y no producen
complicaciones hemorrágicas. La dipirona es el
Los efectos secundarios más frecuentes están analgésico no opiáceo de primera línea más popu-
bien definidos, hemorragia gastrointestinal e insuficien- lar en muchos países, pero en otros se prohibió
cia renal, aunque con una correcta protección gástri- (p.ej. EE.UU., Reino Unido) debido a su asociación
ca durante el tratamiento, y en pacientes sin insufi- con discrasias sanguíneas, como la agranulocitosis.
ciencia renal previa son poco frecuentes. En estudios En el tratamiento del dolor del cólico renal, estu-
de metaanálisis donde se realizan comparaciones de dios de metaanálisis demuestran que su eficacia es
AINE frente a opiáceos para el tratamiento del cólico similar a otros AINE, aunque la dipirona por vía
renal, se concluye que los primeros consiguen una intramuscular fue menos eficaz que el diclofenaco
mayor reducción en las puntuaciones del dolor, y es en dosis de 75 mg (7). La dipirona por vía intrave-
menos probable que requieran analgesia adicional a nosa fue más eficaz que por vía intramuscular.
corto término, y tienen menos efectos secundarios Frecuentemente se informó sobre sequedad bucal
que los opiáceos. Por tanto, se recomienda que cuan- y somnolencia por vía intravenosa y ninguno de
do se requiera de un bolus único de analgesia en la los estudios informó de agranulocitosis.
fase aguda del cólico renal, un AINE sea el fármaco de
elección en lugar de un opiáceo y también se reco- e) Paraaminofenol: paracetamol. Es un AINE
mienda su uso en el tratamiento posterior de mante- atípico, porque no tiene acción antiinflamatoria
nimiento (4,5). muy importante y sin embargo es muy eficaz para
el tratamiento de dolores y fiebre. El paracetamol
Son necesarios estudios que definan cuales son no origina alergia y carece de efecto gastrolesivo.
los fármacos y las vías de administración idóneas. Su uso en el cólico renal está escasamente defini-
Existe una amplia variedad de fármacos, dosis y vías de do y estaría indicado durante el embarazo o en
administración: casos de contraindicación de los fármacos ante-
riormente descritos.
a) Derivados indólicos: Indometacina. Es de
los más potentes inhibidores de la síntesis de Por último, debemos conocer las diferencias en
prostaglandinas, muy eficaz tanto por vía rectal cuanto a potencia analgésica de los más utilizados; los
como oral, reduciendo los reingresos hospitala- AINE con mayor poder antiinflamatorio son: naproxe-
rios (6). Pero las reacciones adversas gastrointesti- no, indometacina, diclofenaco, aceclofenaco y keto-

788 sección VII. Litiasis


44.Tratamiento conservador de la litiasis urinaria

profeno mientras que los AINE con mayor poder del espasmo ureteral. Sin embargo el mecanismo fisio-
analgésico son ibuprofeno, dipirona, ketorolaco, para- patológico del dolor es la distensión de la cápsula renal
cetamol y dexketoprofeno. por la obstrucción y el espasmo ureteral resultante es
una respuesta que contribuye de forma menor al cua-
Opiáceos dro. Aunque existen estudios que demuestran que el
Los opiáceos proporcionan una franca disminu- uso de antimuscarínicos disminuye el dolor en compa-
ción del dolor en el cólico renal agudo.Tienen la ven- ración con placebo, ningún estudio ha demostrado
taja de su bajo coste, facilidad de ajustar dosis, alta que sean tan eficaces como los opiáceos,AINE u otros
potencia y rapidez de actuación, con el efecto negati- analgésicos cuando son usados como fármaco único.
vo de la dependencia que pueden provocar. Por otro Además, existen estudios que muestran que la adición
lado, a pesar de su potencia analgésica, no actúan de un antimuscarínico a los AINE u opiáceos no apor-
sobre el origen fisiopatológico del dolor. Se han ta beneficios analgésicos, ni disminuye la sintomatolo-
demostrado de eficacia prácticamente similar a los gía vegetativa acompañante (10). A la vista de estos
AINE en el cólico renal agudo, con la desventaja de resultados y disponiendo de fármacos más eficaces y
que presentan mayor frecuencia de efectos adversos. dirigidos al origen fisiopatológico del dolor, no está jus-
Por todo esto podemos establecer que los opiáceos tificado el uso de fármacos antimuscarínicos en el tra-
son fármacos muy eficaces en el tratamiento del cóli- tamiento del cólico renal.
co renal agudo, pero están indicados como tratamien-
to complementario de los AINE o cuando éstos están Control de la sintomatología vegetativa
contraindicados o se requiere de un ajuste de dosis. acompañante
No se recomendaría usar la petidina por la alta tasa
de vómitos asociada. Antiémeticos: metoclopramida
Ayuda al control de la náuseas y vómitos causa-
Otros analgésicos dos por la irritación vecinal de los plexos celiáco y
a) Desmopresina intranasal: En el cólico renal mesentérico, y además es un procinético y evita la dis-
agudo su uso ofrece una buena eficacia analgésica, minución del peristaltismo intestinal.
con efecto muy rápido y ausencia de efectos
adversos, tanto sola como administrada junto con Hipnóticos: benzodiazepinas
diclofenaco, que incrementa su efecto (8). Este fár- Son útiles para el control de la agitación y taqui-
maco actuaría reduciendo intensamente la pre- cardia causadas por el intenso dolor.
sión ureteral por su potente efecto antidiurético.
Por otro lado, parece que favorece la liberación Tratamiento expulsivo
de beta-endorfinas hipotalámicas. de la litiasis ureteral
b) Inhibidores de la COX-2: Los estudios experi- La probabilidad de eliminación espontánea de
mentales demuestran que reducen la contractili- los cálculos ureterales depende fundamentalmente
dad ureteral y poseen un potente efecto antiinfla- de su tamaño y localización, de la estructura anató-
matorio, por lo que actuarían directamente sobre mica interna del uréter y de los antecedentes de
la fisiopatología del dolor. Presentan además esca- expulsión espontánea. Todos éstos se consideran
sos fenómenos adversos, siendo fármacos poten- factores inmodificables. Se eliminan espontánea-
cialmente útiles en el cólico renal, aunque todavía mente hasta el 80% de los cálculos de menos de 4
existen muy pocos estudios sobre el uso de estos mm, el 59% de la litiasis entre 4-6 mm y sólo el 20%
fármacos en esta patología (9). de los mayores de 6 mm. En caso de obstrucción
completa, las lesiones renales aparecen entre las 2 y
Anticolinérgicos 6 semanas, por esta razón el manejo conservador
Los fármacos anticolinérgicos como la N-butilbro- de la litiasis ureteral se puede mantener ese tiem-
muro de hioscina (Buscapina®) se han utilizado clásica- po (11), siempre que no concurran las siguientes cir-
mente como analgésicos en el cólico renal al inducir cunstancias: 1) Complicaciones (infección, anuria,
una relajación de la musculatura lisa con disminución deterioro de función renal). 2) Paciente monorre-

sección VII. Litiasis 789


Libro del Residente de Urología

no. 3) Episodio de dolor rebelde a tratamiento; y LITOTRICIA


4) Alteración de la vía excretora que dificulte la
expulsión espontánea. El espasmo del músculo liso, el EXTRACORPÓREA POR
edema de la mucosa y la infección son situaciones que ONDAS DE CHOQUE (LEOC)
condicionan la retención de los cálculos y se conside-
ran factores modificables. Los objetivos del tratamien-
to médico expulsivo son manipular los factores modi- El uso de ondas de choque para la fragmentación
ficables y controlar los síntomas dolorosos hasta la de cálculos surge a partir de la investigación de
expulsión. Dornier sobre la corrosión de las aeronaves fabrica-
das por esta compañía alemana. En 1982 aparece el
En los últimos años se han realizado múltiples primer litotritor de aplicación clínica HM3 para trata-
estudios que postulan la utilización de un tratamien- mientos en serie, comenzando así la innovación tera-
to combinado de un corticosteroide para el edema, péutica más importante en la historia reciente de la
más un calcio-antagonista o un α-bloqueante para urología.
mejorar la expulsión de la litiasis ureteral. El uso del
α-bloqueante se explicaría porque disminuye la La litotricia extracorpórea por ondas de choque
amplitud y frecuencia del peristaltismo ureteral, ha revolucionado el tratamiento de la litiasis urinaria y
aumentando la capacidad de transporte de líquido, constituye actualmente el método de elección para el
mientras que los calcio-antagonistas provocan relaja- tratamiento de la mayoría de los cálculos renourete-
ción de la musculatura lisa ureteral.Todos los estudios rales no expulsables espontáneamente.
publicados demuestran que tanto calcio- antagonistas
(nifedipino, habitualmente) como los α-bloqueantes La LEOC posibilita la fragmentación de los cálcu-
son eficaces y seguros en el tratamiento expulsivo de los del aparato urinario mediante la aplicación extra-
la litiasis ureteral en pacientes sin complicaciones, corpórea de ondas de choque de alta energía, que
permitiendo aumentar la tasa de expulsión, disminuir son generadas por una fuente extracorpórea y focali-
el tiempo de la misma, los requerimientos analgésicos zadas hacia el punto donde se localiza el cálculo. La
y la necesidad de instrumentación (12). fuerza destructora de la onda de choque se establece
ante una interfase con distinta impedancia acústica,
Los estudios comparativos entre calcio-antagonis- como es el caso de la interfase tejido/cálculo u
tas y tamsulosina muestran una clara ventaja usando orina/cálculo.
tamsulosina para todos los parámetros descritos ante-
riormente y además con menos reacciones adversas Las litiasis, una vez fragmentadas, deben ser expul-
(13)
. También se han realizado estudios comparativos sadas espontáneamente a través de la vía urinaria. Por
entre los diferentes α-bloqueantes, observándose este motivo, es imprescindible un tracto urinario con
efectos similares al usar tamsulosina, terazosina o doxa- una morfología y función adecuadas antes de plantear
zosina, aunque la tamsulosina es la más utilizada (14). el tratamiento con LEOC.

Los corticosteroides por sí solos no modifican la Física de la onda de choque


tasa ni el tiempo de expulsión, pero en todos los estu-
dios aumentan la eficacia de los calcio-antagonistas y En contraste con la onda ultrasónica de caracte-
los α-bloqueantes en la expulsión de las litiasis urete- rísticas sinusoidales y propiedades mecánicas longitu-
rales. El más usado es el Dezacort porque es poten- dinales, las ondas de choque son disarmónicas y tie-
te, bien tolerado y no necesita pauta descendente. La nen características de presión no lineal. La onda de
pauta más recomendada es: choque se caracteriza por una amplitud importante,
una duración considerable del pulso y un abrupto
• Dezacort 30 mg/24 h/10 días + frente de onda, circunstancias que la diferencian de la
onda de ultrasonido (Figura 1). Hay una fase positiva
• α-bloqueantes (tamsulosina 0,4 mg/24 h)/20 días de rápida elevación de la presión (fuerza de compre-
o nifedipino 30 mg/24 h/20 días. sión) seguida de una caída gradual y una fase negativa

790 sección VII. Litiasis


44.Tratamiento conservador de la litiasis urinaria

Figura 1. Diagrama ideal de la onda de choque.

1.0
Presión relativa

p+ t+
Fase de compresión
Fase de tensión
0
t-
t-
p-

Tiempo

(zona tensil) (15). Los parámetros que caracterizan a Se han descrito cuatro mecanismos posibles de
esta onda son: el pico de presión positiva y negativa, fragmentación de los cálculos con LEOC (16):
más el tiempo de alcance del pico de presión positi-
va. Las ondas de choque desarrollan una energía acús- 1) Fractura por compresión: Grandes presiones posi-
tica que se mide por la presión desarrollada en el tivas sobre la cara frontal del cálculo provocan la
punto focal de la máquina y el volumen del foco. fractura por compresión. A medida que el frente
compresivo atraviesa el cálculo de delante hacia
El margen entre la presión positiva efectiva para atrás, se generan campos de tensión locales alre-
fragmentación y la cifra que puede ser dañina para los dedor de las imperfecciones preexistentes en el
tejidos parece corresponder a un rango entre 200 cálculo, como bordes granulares, cavidades... que
(inicio de la rotura del cálculo) y 400 bares (lesión provocan fractura por compresión.
tisular). En estudios de experimentación, la presión
negativa y su amplitud parecen estar más en relación 2) Astillamiento: Grandes presiones negativas (de fase
con la fragmentación litiásica por cavitación desarro- inversa) derivadas de las ondas que se reflejan de
llada por la energía acústica, que la presión positiva y la parte posterior del cálculo (después de haber
el tiempo de pico de presión. La energía desarrollada penetrado por su frente) ponen al cálculo bajo una
sobre un cálculo depende de la capacidad de generar fuerza de tensión, provocando la ruptura por asti-
presión sobre la zona focal del litotritor y ésta depen- llamiento en su superficie posterior. Una vez que la
de del tamaño y profundidad del foco. onda compresiva penetra en el cálculo puede
reflejarse en sitios de impedancia dispareja como
Mecanismo de fragmentación la interfase cálculo-orina, interfase cristal/matriz
de los cálculos orgánica... A medida que se refleja la onda com-
presiva, se invierte su fase a una onda de tensión
La fragmentación del cálculo se produce como negativa, y cuando la onda de tensión excede la
consecuencia del deterioro del material litiásico a fuerza de cohesión del cálculo se produce la frag-
causa de la presión mecánica producida, ya sea de mentación llamada por astillamiento. Este mecanis-
forma directa por la incidencia de la onda de choque, mo es muy importante, ya que los cálculos renales
o de forma indirecta por el colapso de las burbujas de se quiebran con mayor facilidad bajo fuerzas de
cavitación. tensión que bajo fuerzas de compresión.

sección VII. Litiasis 791


Libro del Residente de Urología

3) Cavitación acústica: La cavitación se define como la Figura 2. Generador electrohidráulico.


formación de burbujas y su posterior comporta-
miento dinámico. La presión negativa en la parte de
arrastre del pulso provoca el crecimiento de bur-
bujas en los sitios de nucleación (zona no homogé-
nea en el fluido). Las burbujas se expanden rápida-
mente y posteriormente se colapsan de forma
súbita, con creación de “microjets” de cavitación.

4) Fatiga dinámica: Proceso dinámico de fractura del


cálculo en el cual el daño inducido por la litotricia
con ondas de choque se acumula durante el
curso del tratamiento y a la larga lleva a la des-
trucción del cálculo.

Los cálculos de mayor impedancia acústica se


corresponden con los de más difícil fragmentación
por esta técnica (oxalato cálcico monohidrato y cisti-
na), ya que la energía se refleja en mayor magnitud,
mientras los que dejan pasar mejor la onda se frag-
mentan mejor (fosfato amónico-magnésico y oxalato
cálcico dihidrato).

Equipo de litotricia Figura 3. Generador electromagnético.

Un equipo de litotricia consta de los siguientes


elementos:

• Sistema generador de ondas de choque:


1. Electrohidráulico (chispas).
2. Electromagnético.
3. Piezoeléctrico.

• Sistema de localización del cálculo.


1. Radiológico.
2. Ultrasonográfico.
3. Mixto.

• Sistema de acoplamiento al paciente:


1. Agua.
2. Membrana.

Tipos de generador de ondas de choque


Generador electrohidráulico
En este tipo de generador, una descarga de chis-
pas bajo el agua genera una onda de choque que se
expande de forma esférica. Para focalizar la onda
sobre el cálculo, se coloca el electrodo en un foco

792 sección VII. Litiasis


44.Tratamiento conservador de la litiasis urinaria

(F1) de un elipsoide y el blanco (cálculo renal) en el otro Figura 5. Generador piezocerámico.


foco (F2). Esta disposición permite la proyección de la
mayor parte de la energía original de la onda de choque
desde el extremo del electrodo (F1) hacia el cálculo (16).

La principal ventaja de este generador es su capa-


cidad para romper cálculos con gran efectividad,
alcanzando altas presiones en el punto focal con un
número reducido de ondas por sesión; es el que
mayor energía produce. Las desventajas son las fluc-
tuaciones de presión importante entre choque y cho-
que, la vida útil relativamente breve del electrodo y la
necesidad de utilizar anestesia regional o general
durante el tratamiento. Generador piezoeléctrico (3.ª generación)
La energía piezoeléctrica produce ondas al pasar
La energía electrohidráulica fue la originalmente una corriente eléctrica por unas bandejas semiesféri-
utilizada por la empresa Dornier en el primer aparato cas cubiertas de cristales piezoeléctricos cerámicos,
de aplicación clínica HM3. que son excitados y cambian de tamaño de forma
simultánea. Los elementos piezoeléctricos se suelen
Generador electromagnético colocar en la parte interna de un plato esférico para
La energía electromagnética, que se está volviendo permitir la convergencia del frente de choque. El foco
muy popular actualmente, se basa en el desplazamien- del sistema es el centro geométrico del plato esférico.
to retrógrado de una membrana metálica colocada Las ventajas de este generador son la exactitud del
dentro de un tubo donde una bobina plana genera foco, su larga vida útil y son los menos dolorosos de
una corriente magnética, al ser excitada por una des- los litotritores, debido a su pequeño punto focal. La
carga eléctrica. La membrana metálica, que está carga- principal desventaja de este sistema es que la energía
da eléctricamente del mismo signo que la bobina, al enviada es insuficiente para romper con eficacia los
pasar la corriente magnética, se desplaza con un movi- cálculos, tiene peores resultados, con mucha necesi-
miento brusco de repulsión, lo que genera la presión dad de retratamientos. La energía piezoeléctrica gene-
suficiente para la formación de la onda. La focalización ra mayores picos de presión que cualquier otro lito-
de la onda de choque se realiza por lentes acústicas o tritor, pero la energía efectiva enviada al cálculo es de
por un reflector parabólico metálico (15,17). En ambos sis- magnitud varias veces menor que el generador elec-
temas el pulso de presión tiene un solo punto focal trohidráulico,
que se coloca sobre el blanco. La energía conseguida
en el área focal es menor que en los anteriores, requi- Sistema de localización del cálculo
riendo mayor número de ondas por sesión. Además
presenta un punto focal pequeño, lo que requiere un La zona focal debe ser periódicamente controla-
centraje preciso y constante, pero provocan mucho da durante el tratamiento debido a que la respiración
menos dolor, por lo que se puede utilizar analgesia o o movimientos del paciente pueden desplazar la
sedación superficial para los tratamientos. Los genera- corriente de ondas fuera de su objetivo. Los tres dise-
dores electromagnéticos tienen la ventaja de que son ños básicos son: fluoroscopia sola, ultrasonido solo y
más controlables y repetibles que los generadores ultrasonido combinado con fluoroscopia (16).
electrohidráulicos y además tienen mayor sencillez de
manejo y duración de sus componentes (18). Otra ven- Fluoroscopia
taja añadida es que provoca menos dolor. Sin embar- Es el sistema de localización más comúnmente
go, la pequeña zona focal de alta energía puede pro- usado, con experiencia puede minimizarse su uso,
vocar mayor índice de hematoma subcapsular y el índi- sin perder eficacia en el control del tratamiento. En
ce de retratamientos es considerablemente mayor que un principio se utilizaban dos unidades de RX dis-
el del electrohidráulico. puestas en ángulos oblicuos entre sí para localizar

sección VII. Litiasis 793


Libro del Residente de Urología

el F2. Los modernos litotritores utilizan un brazo en la tecnología que se hayan traducido en una mejoría
C giratorio y un sistema digitalizado de imágenes significativa de los resultados. De hecho, el modelo
de alta calidad. HM3 se sigue considerado el gold-standard con el
que deben seguir comparándose los nuevos prototi-
La ventaja más importante es la posibilidad de pos que salen al mercado (15,18). Los cambios produci-
visualizar cálculos radioopacos en todo el tracto uri- dos en los litotritores, llamados de segunda y después
nario y la posibilidad de utilizar material de contraste de tercera generación, han ido más bien en la direc-
para facilitar la localización de cálculos radiotranspa- ción de conseguir equipos más fácilmente manejables
rentes y de detalles anatómicos. La principal desven- para los médicos y más confortables para los pacien-
taja es la exposición del personal sanitario y del tes, prescindir de la anestesia y costes de adquisi-
paciente a la radiación ionizante. ción/mantenimiento más bajos. Todos estos cambios
han producido mejoras funcionales en las Unidades
Ultrasonido de Litotricia, pero este hecho no ha repercutido nece-
La localización por ultrasonido permite evitar la sariamente en unos mejores resultados en cuanto a
radiación y puede localizar cálculos levemente radio- limpieza de cálculos. De hecho, a pesar de la prolife-
opacos o radiotransparentes. Sin embargo requiere ración de litotritores y de la variedad de soluciones
un operador muy bien entrenado para localizar el cál- diseñadas para alcanzar el cálculo y generar la onda de
culo en una ecografía y es difícil o imposible localizar choque, ningún litotritor ha podido igualar o superar
los cálculos ureterales. Por último, es difícil también el dispositivo HM3. Sin embargo, en la actualidad se
comprobar la fragmentación del cálculo. Debido a carece de estudios comparativos que abarquen todas
todas estas desventajas su uso exclusivo en los litotri- las características de las distintas máquinas y en la que
tores es minoritario. se evalúen la eficacia y los aspectos colaterales (pre-
cio, posibilidad de endourología, otras indicaciones
Mixtos terapéuticas…), por lo que cada centro debe conocer
Tienen la posibilidad de ambos sistemas de loca- sus prioridades de tratamiento y elegir entre las dis-
lización en el mismo aparato. tintas opciones del mercado.

Sistemas de acoplamiento Indicaciones actuales de la LEOC


La fragmentación exitosa necesita un acoplamien- En general serán subsidiarios de tratamiento con
to efectivo, además los sistemas óptimos previenen el LEOC todos aquellos cálculos situados en riñón y uré-
dolor, equimosis, hematomas o soluciones de conti- ter no expulsables espontáneamente y con un ade-
nuidad de la piel. Las ondas de choque se transmiten cuado drenaje de la vía urinaria. Existen una serie de
desde el punto de origen hasta el cuerpo por un factores a tener en cuenta antes de indicar tratamien-
medio líquido o semilíquido de débil impedancia acús- to con LEOC y que pueden limitar su eficacia, como
tica para que la pérdida de energía sea la menor posi- son: tamaño de cálculo, dureza, grado de impactación
ble. En un principio este medio era un baño o reci- y morfofuncionalidad de la vía excretora.
piente con agua donde se sumergía al paciente
(HM3). En las nuevas máquinas se ha sustituido por Litiasis renal
cabezales rellenos de agua y cubiertos por gel trans- La LEOC es el tratamiento de elección para la
misor acústico que se sitúa en la zona a tratar. litiasis renal y supone aproximadamente el 80-85% de
las indicaciones iniciales. Es el tratamiento indicado
Comparación entre litotritores para cálculos de los grupos caliciales superior y medio
menores de 2 cm y en los cálculos de cáliz inferior
Desde que en el año de 1983 se introdujo el lito- menores de 1 cm. En el caso de litiasis de cáliz inferior
tritor extracorpóreo Dornier HM3 (conocido popu- de tamaño comprendido entre 1-2 cm, se puede indi-
larmente como la bañera por la necesidad de tener car LEOC, si los factores anatómicos son favorables
que sumergir al paciente en un contenedor lleno de (ángulo infundibulopélvico amplio, infundíbulo ancho y
agua) realmente pocos cambios se han producido en corto) o en caso contrario la nefrolitectomía percutá-

794 sección VII. Litiasis


44.Tratamiento conservador de la litiasis urinaria

nea (NLP), que en centros con experiencia obtiene Efectos indeseables de la LEOC
mejores resultados (15,19). Los cálculos de mayor tama-
ño, en particular los coraliformes y aquellos que por La LEOC produce poca morbilidad, pero no es
razones anatómicas tienen dificultad de eliminación de inocua. Se han hecho abundantes estudios para docu-
los fragmentos, deben ser tratados con NLP. Asi mentar los posibles efectos perniciosos de este trata-
mismo en aquellos pacientes que se prevea una litia- miento, que empezaron con Chaussy en los ensayos
sis residual superior al 30% y en aquellos que precisen preclínicos en ratas, donde se resaltó el poco daño
de más de 3 sesiones para su resolución se debería producido por las ondas sobre órganos focalizados
cuestionar la indicación de LEOC como tratamiento directamente con el litotritor (15,16), aunque se ha visto
único (15). con el tiempo que pecaron de cierto optimismo.

Litiasis ureteral Complicaciones derivadas de la


La litiasis ureteral lumbar se trata con LEOC aplicación de las ondas de choque
como primera opción; en el caso de fallo del trata-
miento o cálculo grande (>1,5 cm.), múltiple y/o obs- • Hematuria macroscópica. Es un efecto
tructivo, la ureteroscopia (URS) es una alternativa inmediato y casi constante, reflejo directo del
razonable. En el uréter medio o sacroilíaco se ha daño parenquimatoso renal producido por las
comunicado una eficacia de la LEOC en esta zona del ondas de choque (traumatismo renal).
65-100%. Éste es un territorio híbrido, donde las 2 El traumatismo por litotricia va desde las rupturas
técnicas predominantes LEOC y URS presentan una capilares focales hasta pequeña hemorragia intra-
eficacia más que aceptable con mayor tasa libre de parenquimatosa (sobre todo a nivel córtico-
cálculos para la URS (80-100%), pero mayor morbili- medular) y de forma excepcional hematoma
dad y necesidades anestésicas. En general los cálculos renal. El hematoma subcapsular y perirrenal post-
simples se pueden tratar con LEOC, recomendándo- LEOC tiene una incidencia baja (1%), aunque la
se la URS en cálculos grandes (tamaño > 1,5 cm), realidad sea algo distinta, ya que cursa general-
múltiples, impactados y/o en aquellos que se prevea mente de forma asintomática en los casos leves y
una difícil localización (radiotransparentes, alérgicos al se resuelven en la mayoría de los casos con medi-
contraste, etc...) sobre todo en mujeres (15). das conservadoras y control hemodinámico.

El uréter distal es el terreno de la mayor contro- • Alteraciones funcionales transitorias. Se


versia pues es donde la URS consigue sus mejores han realizado determinaciones enzimáticas pre y
resultados. La tasa de éxitos difundida en la literatura post-LEOC como índice de lesión tubular y glo-
varía desde el 77% al 100%. La LEOC es una técnica merular, comprobándose su elevación inmediata
poco invasiva, no precisa anestesia, es ambulatoria y como reflejo de alteraciones funcionales transito-
tiene escasas complicaciones pero necesita retrata- rias y con normalización generalmente en los días
mientos y no está disponible en cada centro; por el siguientes.
contrario, la URS tiene mayor efectividad (90-100%),
habitualmente no precisa retratamientos, resuelve el • Lesiones cutáneas en forma de equimosis, eri-
problema en menos tiempo y puede estar disponible tema y edema en el lugar de la entrada de la
en cada hospital, pero presenta mayor morbilidad y onda, producido por la penetración de la misma a
precisa anestesia o sedoanalgesia controlada. Se han través de la piel y el músculo.
realizado estudios comparativos prospectivos (20) entre
los dos métodos con resultados contradictorios, por • Hipertensión arterial post-LEOC. Éste es
lo que en la literatura no hay una opinión unánime al un tema largamente debatido y todavía sigue
respecto. En general se usa la LEOC en cálculos dista- abierto, y aunque en un principio tras una revisión
les entre 5-10 mm, únicos y no impactados; la URS se exhaustiva, comparando estudios retrospectivos
reservaría para cálculos de aspecto duro (alta radio- con la incidencia publicada de hipertensión arte-
densidad), litiasis múltiples o mayores de 1 cm, cálcu- rial, se afirmaba que podía ocurrir un ligero incre-
los muy obstructivos o mujeres en edad fértil. mento en la presión diastólica en un porcentaje

sección VII. Litiasis 795


Libro del Residente de Urología

significativo de pacientes, un estudio prospectivo y de difícil expulsión se puede plantear una sesión de
controlado reciente no encuentra diferencias sig- LEOC o bien ureteroscopia con litofragmentación
nificativas entre la tensión arterial de pacientes endoscópica.
litiásicos tratados con LEOC u otro método y por
el contrario sí hay diferencias entre pacientes litiá- Litotricia en situaciones especiales
sicos y la población normal.
• Divertículos caliciales: En estos casos la LEOC
• Por otro lado, no se ha observado deterioro de la disminuye claramente su efectividad con tasas
función renal achacable a la LEOC en monorre- libre de cálculos del 30%, debido normalmente a
nos o en pacientes con insuficiencia renal crónica, que la existencia de litiasis se asocia a estenosis
ni tampoco en riñones infantiles en crecimiento infundibular por reacción inflamatoria y fibrosis
en estudios a largo plazo. secundaria. Los mejores resultados se consiguen
en cálculos pequeños y únicos (< 1 cm) con cue-
• Los posibles efectos dañinos de las ondas de cho- llos visibles en la urografía, y éstas son las indica-
que en el ovario en tratamientos de litiasis urete- ciones de manejo con LEOC más extendidas. No
rales pelvianas, aunque no se han confirmado en parece que la variedad anatómica (comunicación
diversos estudios, han provocado que se propug- con un cáliz, infundíbulo o pelvis) intervenga en
ne la ureteroscopia como tratamiento inicial en los resultados del tratamiento.
mujeres en edad de reproducción.
• Riñón en herradura: Los cálculos se asocian a
Complicaciones derivadas de la esta anomalía en un 20%, y a pesar de las fre-
eliminación de los fragmentos cuentes inserciones altas de la unión pieloureteral
Las complicaciones mayores asociadas a la elimi- y de la morfología calicial alterada, la LEOC tiene
nación de los fragmentos litiásicos son las derivadas una eficacia media en la literatura del 50- 70%. En
de la impactación ureteral de éstos (10%): general, la LEOC puede estar indicada en cálculos
menores de 2 cm con vía urinaria intrarrenal no
• Cólico nefrítico durante la expulsión de los frag- dilatada. Las mismas consideraciones pueden apli-
mentos. carse al riñón malrotado.

• Obstrucción ureteral asociada o no a infección • Riñón único y pelviano: En el caso de riñón


urinaria. único la LEOC tiene las mismas indicaciones que en
birrenos con la particularidad de que el uso de
La obstrucción ureteral puede estar provocada catéter doble-J previo es más liberal para evitar el
por acúmulos de pequeños fragmentos, lo que se riesgo de anurias. En los riñones pelvianos la capa-
denomina “steinsstrase” o “calle litiásica” (16). Esta cidad de expulsión de fragmentos es similar al riñón
complicación se presenta en el 2-10% de los casos y ortotópico, por lo que las indicaciones son las mis-
en el 70% ocurre en el uréter distal. El mejor trata- mas. Se recomienda la posición de decúbito prono.
miento es su prevención, por lo que se indica catete-
rismo ureteral previo en aquellos casos en los que • Litiasis infantil: Los cálculos en los niños son
preveamos su aparición por cálculos grandes (> 2 cm) infrecuentes en los países desarrollados. La géne-
o algo menores pero de alta radiodensidad con pro- sis más habitual es la hipercalciuria y las infeccio-
bable fragmentación grosera. El manejo inicial de una nes urinarias. En la mayoría de las ocasiones el
calle litiásica con fragmentos que nos hagan sospechar manejo indicado es la LEOC. Los niños expulsan
la buena expulsabilidad de los mismos, pero que ésta fragmentos con gran facilidad tras el tratamiento,
no se haya producido tras un periodo de observación por lo que en esta población las indicaciones de
o en caso de obstrucción y/o infección añadidas, es la esta técnica se amplían. Asimismo, el uso de caté-
derivación urinaria, sin que se haya demostrado la teres previos a la sesión se reduce; por el contra-
superioridad del cateterismo ureteral sobre la nefros- rio, la necesidad de anestesia general es común,
tomía, y viceversa. En caso de fragmentos ureterales sobre todo en niños pequeños.

796 sección VII. Litiasis


44.Tratamiento conservador de la litiasis urinaria

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798 sección VII. Litiasis


capítulo 45

Tratamiento endoscópico
de la Litiasis

Lore Agirreazaldegi García


Juan Antonio López García
Juan Pablo Sanz Jaka

Complejo Hospitalario Donostia.


Universidad del País Vasco. San Sebastián. Guipúzcoa.

Palabras clave: Historia Clínica, Anamnesis, Exploración Física.


Índice capítulo 45

Tratamiento endoscópico
de la Litiasis
Nefrolitotomía Percutánea................................................................................................................................ 803
Ureterorrenoscopia .................................................................................................................................................. 809
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 812
45.Tratamiento endoscópico de la Litiasis

capítulo 45

Tratamiento endoscópico
de la Litiasis
La coincidencia en su aparición y desarrollo de las Los riñones se sitúan en el retroperitoneo entre
técnicas endoscópicas nefrolitotomía percutánea y los niveles T12 y L2 o L3, apoyados sobre el músculo
ureterorrenoscopia, junto a la litotricia extracorpórea psoas y su eje longitudinal sigue la dirección del mismo.
por ondas de choque, ha permitido a lo largo de estos Los polos superiores son más mediales y posteriores
últimos años que convivan y se asienten sus indica- que los polos inferiores. El riñón derecho se sitúa 2-3
ciones buscando más su complementariedad que la cm más abajo que el izquierdo y ambos forman un
competencia. El desarrollo y avance tecnológico de ángulo posterior con el plano frontal de 30-50º.
cada una de ellas hace que se desplace hacia aquellas
indicaciones más resolutivas y con menor morbilidad. Sistema Pieloclicial
En 1901, Brödel (4) demostró que en la mayoría de
los riñones, los cálices anteriores se encuentran en
posición más medial, mientras que los cálices
NEFROLITOTOMÍA posteriores son más laterales (Figura 1).
PERCUTÁNEA Figura 1. Esquema definido por Brödel.

Introducción
Esta técnica consiste en el abordaje de la litiasis renal su
litofragmentación endoscópica y extracción por vía percu-
tánea. De este modo se consiguen eliminar los cálculos con
menor morbilidad, menos tiempo de estancia hospitalaria y
bajo coste en comparación con las técnicas de cirugía abier-
ta.
Goodwin (1) describe en 1955 por primera vez la
nefrostomía percutánea y en 1976 Fernström (2) logra extra-
er un cálculo por vía percutánea. Alken (1981) (3),Wickham
(1981), Segura (1982) y Clayman (1984) en sus diferentes Sin embargo Hodson (5), describió la anatomía calicial
países, contribuyeron al desarrollo de esta técnica. justo a la inversa, con los cálices anteriores más
Desde entonces, gracias a los avances tecnológicos y el laterales que los posteriores (Figura 2). Para resolver
extraordinario desarrollo de los instrumentos flexibles, así estos resultados contradictorios en 1984, Kaye y
como las diferentes formas de energía han permitido la modi- Reinke (6) utilizaron la TAC para estudiar las relaciones
ficación del algoritmo terapéutico en la litiasis renoureteral. caliciales y observaron que los riñones de tipo
Hodson se presentaban en el 74% de los pacientes.
Consideraciones anátomicas Existen tres grupos caliciales, superior, medio e
inferior, estos se subdividen en anterior y posterior
El conocimiento de la anatomía renal y sus relacio- con proyecciones y ángulos diferentes. El abordaje
nes con órganos vecinos resulta imprescindible para, de percutáneo debe buscar, por su seguridad, el acceso
esta forma, disminuir o minimizar el riesgo de lesiones. por el cáliz posterior.

sección VII. Litiasis 803


Libro del Residente de Urología

Figura 2. Esquema definido por Hodson. Indicaciones de NLP


Las indicaciones deben limitarse a aquellos casos
en los que se esperaría un mal resultado con la LEOC
y estarían determinadas por los siguientes paráme-
tros: cálculo, vía excretora y paciente.
El tamaño del cálculo es un factor determinan-
te a la hora de elegir entre diferentes opciones tera-
péuticas. Hay una correlación clara y demostrada en la
literatura entre el volumen litiásico y el éxito de la
LEOC y el índice de complicaciones. Por tanto en el
momento actual la tendencia es a incrementar las indi-
caciones de técnicas endoscópicas en aquellos casos en
los que el volumen o la dureza del cálculo presupongan
Vascularización Renal un mayor índice de complicaciones. El grado de reco-
Gracias a las descripciones sobre la vascularización mendación según las Guidelines de la EAU (8) dejan
intrarrenal realizadas por Sampaio (7) nos han permitido como indicaciones con nivel de evidencia tipo I b a
planificar el acceso percutáneo evitando una de las com- aquellos cálculos mayores de 20 mm y en cálculos de
plicaciones más importantes que es la lesión vascular. cistina 2 a. Lam et al. desarrollaron un método para cal-
La arteria renal principal se divide en 2 ramas: cular el tamaño de la litiasis coraliforme, sostienen que
anterior y posterior, estas a su vez en cuatro ramas en los cálculos menores o iguales a un área de 500
segmentarias y progresivamente en interlobares, al mm2 la tasa de éxitos de la LEOC es del 62%. En los
cruzar el seno renal, y arcuatas en la unión cortico cálculos de mayor área que 500 mm2 que correspon-
medular. La línea de Brödel demarca un plano avascu- de a una litiasis de 2,5 cm la eficacia de la LEOC dismi-
lar entre el riego sanguíneo anterior y posterior. Una nuye e incluso si se logra la fragmentación del cálculo,
aguja dirigida directamente a un cáliz posterior pasa la eliminación es aleatoria. Estas litiasis mayores de 2´5
en forma transparenquimatosa y la posibilidad de san- cm por lo tanto se deben tratar mediante la NLP.
grado significativo se minimiza. En el caso de las litiasis coraliformes la recomen-
dación actual es el tratamiento endoscópico como
Relaciones con otros órganos primera opción terapéutica asociando litotricia extra-
corpórea a los restos litiásicos. (9). (Figuras 3, 4 5 y 6)
Quizás la relación anatómica que más puede influir a la
hora de establecer la punción, es la situación del colon, si se
realiza más medial. Igualmente el acceso intercostal puede
provocar la lesión pleural. El polo superior del riñón derecho Figura 3. Gran masa litiásica de predominio central
se encuentra en contacto con la glándula suprarrenal. La cara con acceso calicial amplio.
anterior del riñón se relaciona con el hígado en su zona más
lateral y con la 2ª porción del duodeno en su zona medial, el
polo inferior esta próximo al ángulo cólico derecho.
El riñón izquierdo también se relaciona con la glán-
dula suprarrenal en su polo superior y borde interno.
Además de la glándula suprarrenal, el bazo también se
encuentra en contacto con el polo superior del riñón,
pero más lateralmente. Entre estas dos zonas se encuen-
tra un triángulo en el que se apoya la cara posterior del
estómago. Más abajo entran en contacto con el riñón la
cola del páncreas y los vasos esplénicos. Debajo de esta
zona se localizan las asas intestinales y más lateralmente
se relaciona con el colon descendente.

804 sección VII. Litiasis


45.Tratamiento endoscópico de la Litiasis

Figura 4. Litiasis residual tras el tratamiento Figura 6. Litiasis residual tras el tratamiento percutáneo.
percutáneo.

Figura 5. Tras el tratamiento con LEOC se


comprueba la existencia de múltiples fragmentos
manteniéndose el tubo de nefrostomía.

Vía Urinaria
Las alteraciones en la vía urinaria condicionan la
eliminación de los restos litiásicos una vez fragmenta-
La dureza del cálculo también es determi- dos. En aquellos pacientes que han sido sometidos a
nante a la hora de decidir el tratamiento a seguir. La intervenciones de reimplantación ureteral, derivacio-
LEOC ha demostrado una peor respuesta en deter- nes urinarias, transplante renal, malformaciones con-
minados cálculos, precisando de un mayor número génitas (riñón en herradura, divertículo calicial), en
de sesiones y de maniobras auxiliares (cateterismos, general todas aquellas circunstancias urológicas que
nefrostomías y URS). En la actualidad, el TAC helicoi- puedan condicionar o dificultar la expulsión de los
dal en el estudio de la litiasis permite realizar una fragmentos tras la LEOC.
reconstrucción tridimensional y calcular el volumen Uno de los aspectos más estudiados en los últi-
real así como predecir su composición según su coe- mos años ha sido la litiasis del grupo calicial inferior.
ficiente de atenuación (10), facilitando la elección del Los cálculos situados en los cálices del polo inferior
abordaje y estrategia terapéutica. La NLP es la téc- deben vencer una serie de dificultades anatómicas,
nica más adecuada para fragmentar cálculos duros factores dinámicos, para ser eliminados tras una sesión
que suelen estar compuestos de cistina, brushita y de LEOC. El ángulo infundibulopiélico, menor de 70º
oxalato cálcico monohidratado. En el otro extremo a 90º, la longitud ,mayor de 3 cm y su anchura, menor
cálculos muy blandos de materia orgánica tienen de 0,5 cm, son factores que pueden condicionar el
mala respuesta a la LEOC y buena resolución por vía resultado de la LEOC, desde un 39% a un 94%, por
percutánea. lo que la alternativa endoscópica debe valorarse.

sección VII. Litiasis 805


Libro del Residente de Urología

Paciente pierna homolateral debe permanecer estirada y el


Las características del paciente son otro de los brazo de dicho lado reposa sobre el tórax. El lugar
parámetros a tener en cuenta en las indicaciones de de punción se sitúa en la línea axilar a 2-3 cm de la
la NLP. La obesidad, grandes deformidades óseas, cresta iliaca. En esta posición los cálices anteriores
existencia de prótesis o tallos metálicos tras cirugía se encuentran más lateralmente.
ortopédica de columna, pueden condicionar la colo-
cación del paciente y por tanto el tratamiento con Las ventajas de esta técnica son la mayor comodidad
LEOC. En algunas de estas situaciones es preciso tanto para el paciente como para el cirujano.Además esta
modificar el posicionamiento del paciente intentando posición facilita la salida de fragmentos, permite una mejor
corregir en la medida de lo posible dichas alteraciones ventilación del paciente y es más difícil la punción acci-
anatómicas. dental de la vena cava. Igualmente permite en situaciones
En general podemos señalar que la experiencia especiales realizar un tratamiento combinado con URS
acumulada en los últimos años, así como un uso razo- sin modificar la posición del enfermo. Como inconve-
nable de la tecnología de que disponemos, nos debe niente se ha señalado una mayor dificultad de la punción.
permitir establecer un algoritmo terapéutico basado A pesar de las bondades de esta técnica, hay que
en las particularidades de cada Servicio y apoyados en reconocer que su implantación está siendo más lenta de
el nivel de evidencia y las recomendaciones de las lo que cabria esperar sobre todo dado las grandes ven-
guías clínicas. tajas que proporciona tanto al paciente como para el
cirujano.

Punción Calicial
Técnica Antes de realizar la punción del riñón, es necesa-
Para la realización de la NLP es necesaria una rio colocar un catéter ureteral e introducir contraste
mesa radiotransparente con tablero deslizable que radiológico con azul de metileno para la visualización
permita introducir el arco en C y movilizarlo durante de la vía y facilitarnos la recuperación de la misma en
la intervención. caso de pérdida accidental. La punción del riñón
puede realizarse con control ecográfico o radiológico.
Posición del paciente Después de un estudio detenido de la urografía y/o
Existen dos posiciones diferentes para colocar al TAC y de la localización de los cálculos se debe esco-
paciente, en prono y supino: ger el cáliz de entrada, planificándose la estrategia de
abordaje y fragmentación.
a) Decúbito Prono es la descripción clásica, colo- El acceso percutáneo debe cumplir una serie de
cando unos rodillos a nivel de los hombros y de la requisitos: que sea un cáliz fácilmente abordable, un
cresta iliaca que facilitan la adecuada ventilación del cáliz posterior, una entrada yuxtapapilar y un buen
paciente. Además hay que proteger los brazos, las punto de partida para completar la litotricia.
rodillas, los tobillos y los pies. El lado del cálculo
debe estar elevado con una almohadilla a 30º. Las Figura 7. Decúbito supino (posición de Valdivia).
principales desventajas, debido a la posición del
paciente y la colocación de un rodillo abdominal,
son que provocan una elevación diafragmática con
la consiguiente disminución de la ventilación respi-
ratoria así como una disminución del retorno
venoso por compresión de la cava. Los cambios y
posicionamientos en quirófano son laboriosos y el
mantenimiento y control anestésico es peor.

b) Decúbito Supino (descrita por Valdivia) (11)


(Figura 7) precisa de la elevación del flanco corres-
pondiente con una bolsa de suero fisiológico, La

806 sección VII. Litiasis


45.Tratamiento endoscópico de la Litiasis

Se localiza sobre la línea axilar posterior entre la (incrementos graduales de 2 Fr). La vaina externa (dis-
12ª costilla y la cresta ilíaca, excepcionalmente es posi- ponible de 28 a 30 Fr) mantiene el acceso al riñón y
ble pasar entre la 11ª y la 12ª, siendo peligroso pun- permite la introducción de la instrumentación a través
cionar por encima de la 11ª costilla por riesgo de de ella.
lesión pleural. Las complicaciones que pueden ocurrir con este
La localización del cálculo y el volumen litiásico método son la perforación de la pelvis renal con la
son las principales consideraciones a tener en cuenta consiguiente extravasación del líquido de irrigación, o
al elegir el punto de acceso adecuado para extraer el el traumatismo de la cápsula renal y posterior hema-
cálculo. toma perirrenal.
El cirujano debe realizar un acceso que permita
la máxima eliminación de cálculos, una entrada calicial Dilatación con balón de alta presión tipo Olbert
por la papila o justo al lado es la más adecuada. Debe El objetivo de este sistema es la de realizar el tra-
evitarse la punción directa de la pelvis renal porque yecto en un solo paso y evitar la dilatación seriada. De
existe un riesgo elevado de lesión de la rama poste- esta manera, la dilatación es menos traumática.
rior de la arteria renal. Aunque no son tan eficaces cuando existe tejido
En primer lugar se inspecciona el sistema colec- fibroso retroperitoneal. Son fáciles de usar pero pre-
tor con el arco en C colocado verticalmente hasta cisan un control fluoroscópico para evitar realizar la
localizar el cáliz de entrada. Una vez localizado, se rota dilatación sin estar correctamente colocados. El mayor
el arco hasta colocarlo a 30º, así estará paralelo al inconveniente es su elevado coste.
cáliz elegido y podremos ir avanzando con una aguja La punta del balón debe introducirse hasta el cáliz,
de 18 G dirigiéndola mediante controles de fluoros- una vez allí se realiza el llenado del balón y sobre él se
copia. Para verificar la correcta colocación de la aguja desliza la camisa de Amplatz hasta llegar a la cavidad
en el sistema colector, se aspira con una jeringa y se renal. La retirada del catéter de balón manteniendo la
observa la salida de orina con azul de metileno y tras guía nos permite acceder con el nefroscopio.
comprobar, mediante contraste radiológico, la correc- Se ha demostrado un menor riesgo de hemorra-
ta ubicación y la ausencia de extravasado , se pasa una gia, menor tiempo quirúrgico y menor incidencia de
guía a través de la vaina de la aguja procurando intro- perforaciones con el catéter de balón que con las
ducir una longitud suficiente para evitar que la misma otras técnicas de dilatación. (12)
se salga durante las maniobras sucesivas. Una de las nuevas tendencias en el campo de la ins-
trumentación para realizar la nefrolitotomía percutánea
Dilatación es la de realizar en un solo paso el acceso percutáneo
La dilatación persigue ser coaxial respecto a la y la dilatación. Con esta novedosa técnica se reduce el
guía, lograr un calibre adecuado 26-30 Fr y mantener- tiempo operativo y el trauma producido es menor. (13)
lo estabilizado mediante la camisa o vaina de Amplatz. Con el fin de disminuir la morbilidad Jackman des-
Existen tres tipos de dilatación. cribe la miniperc (14) logrando un tracto de 13 a 22 Fr,
inicialmente descrita en litiasis infantil, puede tener cla-
Dilatadores telescópicos metálicos de Alken ras indicaciones en litiasis residual o en litiasis en diver-
Estos dilatadores son de acero inoxidable y se tículo calicial.
desplazan de forma secuencial telescópica uno sobre
otro. La varilla del interior es hueca y se desliza sobre Líquido de irrigación
el alambre guía. Este sistema es muy eficaz y dado su Se deben utilizar soluciones isotónicas para la irri-
rigidez, es el ideal para pacientes con cirugías previas gación durante la NLP para minimizar el riesgo de
y tejido perirrenal fibroso. El mayor inconveniente es hiponatremia por dilución en caso de extravasación
que se puede lesionar con facilidad la pelvis renal. de grandes volúmenes. El suero fisiológico es una
buena opción.
Dilatadores semirrígidos Ampaltz (Creado por El líquido debe estar a una altura no mayor de 80
Amplatz en 1982) cm por encima del paciente, para evitar la hiperpre-
El equipo esta formado por un catéter de 8 Fr y sión intrarrenal y la absorción de gran cantidad de flui-
la dilatación progresiva con catéteres del 12 a 30 Fr do por reflujo pielovenoso.

sección VII. Litiasis 807


Libro del Residente de Urología

Extracción de los cálculos Perforación del sistema colector: se diag-


Los cálculos menores o iguales a 1 cm pueden nostica inmediatamente por observar la fuga del con-
extraerse mediante pinzas o cestas. Si son de mayor traste. Si la extravasación del líquido es retroperitone-
tamaño necesitan ser fragmentados antes de su al se puede continuar con la intervención, ya que esta
extracción, para ello precisamos de fuentes de ener- perforación se cerrará con la colocación de una
gía de litotricia de contacto intracorpórea que más nefrostomía en el postoperatorio. En cambio si es
adelante describiremos. intraperitoneal puede dificultar la ventilación del
Para poder acceder a los diferentes grupos cali- paciente por la distensión abdominal. Siendo preciso
ciales es necesaria la utilización de instrumental flexi- tratamiento diurético y drenaje peritoneal.
ble, nefroscopio, ureterorrenoscopio, así como mate- Si pasa inadvertida la perforación puede ponerse
rial de instrumentación con nitinol que nos permite de manifiesto por un urinoma o colección retroperi-
una mayor movilidad. toneal que necesite posteriormente su drenaje de
forma percutánea.
Drenajes Lesión de órganos vecinos: se producen en la
Una vez finalizada la intervención es aconsejable mayoría de las veces durante la punción y dilatación.
dejar un drenaje percutáneo mediante una nefrostomía. La punción y tunelización transpleural ocurre
Esta nos permite sellar el trayecto, con fines hemostáti- generalmente cuando la punción se realiza por enci-
cos, facilitar la salida de restos litiásicos, drenar la orina ma de la duodécima costilla para acceder a un cáliz
y disponer del acceso nuevamente al riñón en caso de superior. El riesgo que tiene es la de difundir el líqui-
realizar una segunda revisión endoscópica. do de irrigación en la cavidad torácica, para resolver
El calibre de la nefrostomía tiende a ser menor ya esta complicación es necesario colocar un tubo de
que se ha demostrado una mejor tolerancia, incluso drenaje pleural.
en aquellos casos en los que no ha habido ninguna La lesión de colón es poco común, esta complica-
complicación y existe la certeza de que se haya extra- ción es más frecuente en pacientes con cirugías previas,
ído toda la carga litiásica, cabe la posibilidad de no en riñones móviles o en herradura. Suele ser difícil diag-
colocar ningún tipo de drenaje (tubeless) y sellar el nosticarla, ya que al ser una perforación retroperitone-
trayecto con soluciones de fibrina dejando un catéter al no da cínica de peritonitis, por lo que su diagnostico
puede no ser inmediato. El tratamiento es la retirada
ureteral durante 24-48 h. (15)
progresiva del tubo de nefrostomía, bajo control radio-
lógico hasta dejarlo localizado en el colon, a modo de
colostomía. Siendo imprescindible el drenaje urinario
Complicaciones mediante catéter ureteral aislando los dos órganos.

Podríamos clasificarlas en inmediatas y tardías, Postoperatorias


siendo la hematuria prácticamente constante en Fiebre: Teniendo en cuenta que la mayoría de
mayor o menor grado, cediendo habitualmente en las estos cálculos son de origen infeccioso (estruvita o
primeras horas. fosfato amonico magnesico) y en gran medida hay
cavidades excluidas por los cálculos en el trayecto
Intraoperatorias infundibular. Es imprescindible el disponer de uroculti-
Hemorragia inmediata: suele producirse vo previo tratándose la infección urinaria así como
durante la dilatación y generalmente se debe a una lesión realizar una profilaxis antibiótica y mantener dicho tra-
venosa. La colocación de una nefrostomía suele resolver tamiento en el postoperatorio. Es frecuente la apari-
el problema y su pinzamiento durante unos minutos ción de fiebre (25%) y bacteriemia en el postopera-
facilita la formación de un coagulo que ayuda a la torio, aunque es rara la progresión a sepsis (0,3-2,5%),
hemostasia. Si con ello no se controla la hemorragia, se la mortalidad tiene una incidencia de 0,05-0,1%.
debe colocar un catéter con balón de Kaye. Si a pesar de Hemorragía tardía: puede aparecer tras la
ello persiste el sangrado debemos realizar una retirada de la nefrostomía y si con la compresión no
arteriografía para identificar y tratar las lesiones vasculares, se resuelve, es preciso realizar una arteriografía y
mediante la embolización selectiva de las mismas. embolización selectiva del vaso sangrante.

808 sección VII. Litiasis


45.Tratamiento endoscópico de la Litiasis

Estenosis de la unión pieloureteral: están un cartucho de gas dióxido de carbono de alta


relacionadas generalmente con litiasis de gran tamaño presión (31 bar). La descarga mecánica generada
por retracción piélica tras la exéresis de dicho cálculo se trasforma en energía cinética a lo largo de la
o por lesiones intracavitarias durante la fragmenta- sonda hasta la punta.
ción. Son de diagnóstico tardío y su resolución puede
ser en un primer intento mediante técnicas endoscó- b) Litotricia Electrocinética: el principio de
picas de dilatación. acción es la misma que la balística su origen es
electromagnético y precisa conectarse a la red.
En general la energía mecánica es, debido a su bajo
Tipos de Energía coste y su fácil manejo una buena alternativa como
procedimiento de fragmentación. Su aplicación en
El litotriptor ideal debe ser fácilmente manejable, la litiasis ureteral tiene como inconveniente la faci-
multifuncional, efectivo con tipos diferentes de cálcu- lidad de ascenso de fragmentos litiásicos a las cavi-
los, reutilizable, seguro y económico. Existen diferentes dades renales debido a la dificultad de control de
tipos de litotriptores intracorpóreos: dicha energía.

Litotricia electrohidráulica Láser de Holmium


Es considerada hoy como el estándar por su fiabi-
Mediante esta energía el cálculo es fragmentado
lidad, seguridad, y eficacia de fragmentación para la
con ondas de choque generadas por medio de una
litiasis ureteral lográndose tasas próximas al 100%. La
descarga eléctrica bajo el agua. Su principal desventa-
existencia de diferentes tamaños de fibras, de 200 a
ja es la dispersión de fragmentos, escaso control de la
500 micras nos permite utilizarlas según el calibre del
energía y las posibilidades de provocar lesión urotelial
instrumento de trabajo. El ser flexibles le hace ser la
con perforación. Debido a la falta de seguridad su uso
única alternativa posible en el tratamiento de litiasis
se ha restringido. Dispone de sondas de 1,4 a 5 Fr y
residual calicilar.
de material flexible.

Litotricia Ultrasónica
Una vibración de alta frecuencia se trasmite a tra- URETERORRENOSCOPIA
vés de una sonda que en contacto con el cálculo logra
su fragmentación permitiendo la aspiración por el Introducción
interior hueco de la sonda. La ventaja principal es la
combinación de fragmentación y eliminación simultá- La cirugía endoscópica se ha convertido en
nea de los fragmentos litiásicos. Es muy útil para cál- muchos casos en el tratamiento de elección de la litia-
culos friables. Su principal desventaja es el efecto tér- sis ureteral. El desarrollo de la técnica por E. Pérez
mico por lo que su uso en el ureter se ha abandona- Castro (16) prácticamente coincidiendo con Chaussy al
do debido a la posibilidad de lesiones isquemias y su describir el primer tratamiento de litotricia extracór-
estenosis posterior. porea en la Universidad de Munich ha hecho que a lo
largo de estos años que ambas modalidades terapéu-
Litotricia Mecánica ticas hayan compartido las indicaciones manteniendo
a) Balística: en este sistema, el aire presurizado un debate que ha dado lugar a numerosas controver-
actúa como energía para disparar un proyectil sias.
hacia una varilla metálica en contacto con el cálcu- Los grandes avances en la endoscopia ureteral,
lo. La ventajas de este sistema son el bajo coste, miniaturización, el desarrollo de la ureterorrenoscopia
que precisa poco mantenimiento y que puede flexible y la utilización de energías de contacto como
fragmentar cálculos de gran dureza. Puede ser uti- el laser holmium han permitido modificar el algoritmo
lizado con diferentes sondas de 0,8 a 3 mm. terapéutico de la litiasis ureteral, presentándose como
Recientemente se ha comercializado un sistema, primera opción en litiasis ureteral mayores de 10 mm
basado en el mismo principio, que se alimenta con o en cálculos impactados.

sección VII. Litiasis 809


Libro del Residente de Urología

Tipos de Ureteroscopio contacto mecánica o con laser de holmium.


A pesar de los buenos resultados de fragmenta-
Rígidos ción (90%) que se obtienen con la energía mecánica
De un calibre (9- 11 Ch), su principal ventaja es la el número de ascensos es un factor limitante sin
excelente visión gracias a su óptica de lentes y prismas embargo el laser de homium proporciona una frag-
y a su mayor canal de trabajo, que nos permite utilizar mentación homogénea, con muy escasa propulsión, lo
pinzas sin perder gran parte de la visión. La punta del que evita su ascenso y logra pulverizar el cálculo.
ureteroscopio es biselada para evitar problemas de
lesión de la mucosa ureteral.
Técnica
Semirrígidos
Son de menor calibre (7´2-9 Ch), gracias a ello es Colocamos al paciente en posición de litotomía,
fácil la introducción del endoscopio en el uréter y su con la pierna contralateral al cálculo en extensión
relativa flexibilidad de la vaina hace más fácil la supe- para facilitar el acceso, la homolateral en flexión for-
ración de los obstáculos. El canal de instrumentación zada y el periné lo situaremos al borde de la mesa.
es menor y disminuye el flujo con el paso de pinzas. El paso de una guía facilita la entrada y progresión
Su mayor desventaja es que al tener una óptica mixta dentro del uréter, si existe dificultad a nivel del trayec-
(constituido por lentes o prismas y fibra óptica) su to submucoso es aconsejable realizar dilatación con
calidad de visión es peor. catéter de balón.
Una vez que hemos accedido al uréter es acon-
Flexibles sejable disminuir la presión de flujo de irrigación para
Poseen el menor calibre de los tres tipos (6´5 Ch). no ascender el cálculo. Siempre debemos tener una
lo que hace fácil su introducción y progresión en el calidad de visión que nos permita ver la luz ureteral,
uréter. Cuanto más pequeño sea el ureteroscopio, sin imágenes en media luna, en el caso de perderla es
menor es también el canal de trabajo que se utiliza necesario retirar lentamente hasta situarnos y recupe-
para la irrigación, paso de catéteres, guías pinzas y rar la visión.
sondas de aplicación de diferentes tipos de energía. El cálculo puede ser extraído con pinzas o si es
Tienen una punta dirigible que permite la visión de necesario iniciar la litofragmentación utilizando una de
los cálices renales. Como inconveniente principal está las diferentes fuentes de energía que hemos descrito
la peor calidad de imagen gracias a la fibra óptica y con anterioridad.
su elevado coste, ya que son muy frágiles. Una vez extraídos los fragmentos y si no hay sig-
nos de edema ni lesiones ureterales puede no ser
necesario mantener un catéter ureteral. Si por el con-
Instrumentación trario se presupone que han quedado restos litiásicos,
ha habido una manipulación importante o algún tipo
Para la realización de una ureteroscopia es nece- de complicación es imprescindible la colocación de un
sario disponer de una mesa radiotransparente que drenaje ureteral.
nos permita en momentos de dificultad visualizar
mediante fluoroscopia la posibilidad de lesiones ure-
terales así como poder garantizar la adecuada colo- Complicaciones
cación de guías y catéteres dentro del sistema excre- Se han publicado tasas de complicaciones del 11%
tor. y 9%en el uréter proximal y distal respectivamente.
En caso de dificultad de paso por el meato oca-
sionalmente se necesita un catéter de dilatación con Intraoperatorias
balón. Una vez obtenido el acceso, se requiere instru- Podemos distinguir entre complicaciones meno-
mentación adicional, pinzas y cestas de nitinol para la res y mayores, entre las primeras se encuentran la
extracción de cálculos y en los casos que por su volu- lesión de la mucosa, las perforaciones ureterales míni-
men no pueda ser extraído el mismo necesitaremos mas, generalmente son producidas por la guía o el
proceder a su fragmentación mediante energía de catéter en su progresión. Cualquier tipo de lesión ure-

810 sección VII. Litiasis


45.Tratamiento endoscópico de la Litiasis

teral debe obligarnos a extraer la totalidad de los frag- Indicaciones


mentos dejar un tutor ureteral para evitar la fuga de
orina por enclavamiento de algún pequeño fragmen- El tratamiento para la extracción de la litiasis ure-
to litiásisco. No suelen tener repercusión clínica y su teral sigue siendo un tema muy controvertido en la
incidencia es de 2-10%. actualidad, la miniaturización, la disponibilidad de laser
La perforación completa y la avulsión ureteral son de holmium, su alto poder de resolución han hecho
complicaciones mayores. La primera se produce que en algunos Servicios se inviertan las recomenda-
durante la progresión del ureteroscopio, la guía o el ciones del ureteral stones Guidelines de la AUA (17).
catéter, sobretodo cuando existe una obstrucción o Dichas recomendaciones aconsejan en cálculos
tortuosidad del uréter. También se puede producir menores de 10 mm la litotricia como primera opción
durante la fragmentación del cálculo o por la excesiva terapéutica. En uréter medio y distal se pueden consi-
sobredistensión del sistema colector con el líquido de derar ambas modalidades como primera recomenda-
irrigación. La avulsión ureteral es poco común (0´6%), ción. La litiasis de mayor tamaño o con impactación,
pero es la complicación más grave. Generalmente por el tiempo transcurrido, es aconsejable su resolu-
ocurre en el uréter distal al intentar extraer un cálcu- ción por procedimientos endoscópicos. Una reco-
lo de gran tamaño con una cesta de Dormia. Su tra- mendación de las Guidelines de la EAU (8) es en
tamiento consiste en la reimplantación ureteral. pacientes obesos debido a la dificultad de visualizar el
Valorándose el autotransplante o la ureteroileoplastia cálculo para tratarlo mediante LEOC.
en el caso de grandes lesiones ureterales. A favor de la LEOC podemos mencionar que se
trata de una técnica no invasiva y que no precisa
Postoperatorias anestesia. Incluso siendo necesario la utilización de
Precoces tratamientos auxiliares, como la colocación de catéte-
Pueden ser complicaciones menores, como la res ureterales para la eliminación segura de los resi-
hematuria transitoria, la fiebre o el reflujo vesicoure- duos litiásicos, sigue siendo una técnica mínimamente
teral, o mayores como el urinoma, hematoma renal, invasiva.
necrosis avascular del uréter, fístula arteriovenosa En defensa de la URS destacamos que se trata de
post-ureteroscopia o estenosis inflamatorias transi- una técnica que se realiza en un solo procedimiento,
torias. aunque con anestesia, presentando cifras de libres de
La hematuria transitoria es relativamente fre- cálculos superiores a la LEOC.
cuente, está relacionada con el paso del endoscopio Existen infinidad de estudios comparativos entre
de mayor calibre o por la hiperpresión, y la mayoría la LEOC y la URS en la literatura, aunque la mayoría
de las veces se resuelve espontáneamente. La hiper- de ellos dirigidos a la litiasis localizada en el uréter dis-
presión se puede evitar colocando un catéter urete- tal. La mayoría de estos estudios concluyen que la
ral durante el procedimiento para que haga las veces LEOC es la técnica preferible por su baja invasividad.
de drenaje. Aun así, la introducción de los ureteroscopios flexibles
La fiebre secundaria a la bacteriemia es relativa- y la utilización del láser Holmio para la fragmentación
mente frecuente, siendo necesaria una adecuada pro- de la litiasis, hacen que la URS sea una técnica atracti-
filaxis antibiótica y trabajar a bajas presiones. va para las litiasis situadas en el uréter medio y uréter
El reflujo vesicoureteral suele ocurrir por manio- distal.
bras forzadas durante la introducción del ureterosco- También es importante la disponibilidad de equi-
pio en el meato ureteral. pamiento y los costes del procedimiento. En cuanto a
los factores relativos al cálculo debemos tener en
Tardías cuenta la localización, el tamaño, su composición, el
Debemos destacar la estenosis ureteral que persiste tiempo transcurrido, que nos informará del grado de
tras los 6 meses posteriores a la intervención. El impactación.
primer intento de resolución debe ser mediante En resumen creemos que en los próximos años el
tratamiento endoscópico por vía anterógrada. En caso debate continuará ya que la decisión del paciente
de fracaso es necesario recurrir a la cirugía abierta. puede ser decisiva.

sección VII. Litiasis 811


capítulo 48

Patología vascular
del testículo y del pene

Nerea Senarriaga Ruiz de la Illa


Carmen Zubiaur Líbano
Miguel Unda Urzaiz

Hospital Basurto. Bilbao

Palabras clave: Patología vascular.Varicocele. Escroto agudo.


Índice capítulo 48

Patología vascular
del testículo y del pene
Introducción ..................................................................................................................................................................... 861
Circulación arterial del pene y escroto ................................................................................................. 861
Circulación venosa del pene y escroto................................................................................................... 862
Varicocele ........................................................................................................................................................................... 862
Escroto agudo................................................................................................................................................................. 865
Flebitis de Mondor..................................................................................................................................................... 868
Hemangiomas................................................................................................................................................................. 869
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 870
48. Patología vascular del testículo y del pene

capítulo 48

Patología vascular
del testículo y del pene
INTRODUCCIÓN arteria ilíaca externa o de la arteria obturatriz.
Durante la cirugía radical por cáncer de próstata,
La patología vascular testicular y peneana abarca estas arterias accesorias pueden lesionarse fácilmen-
diferentes entidades nosológicas independientes entre te, y ello explica las frecuentes disfunciones eréctiles
sí. Inicialmente nos referiremos a un recuerdo anató- de causa vascular que aparecen tras la prostatecto-
mico sobre la circulación arterial y venosa del pene y mía radical.
escroto. En lo que respecta a la patología vascular tes-
ticular vamos a tratar el varicocele, cuadro que afecta La arteria pudenda interna se divide en cuatro
al número y calidad de los espermatozoides del eya- ramas principales:
culado. Haremos también un análisis acerca del diag-
nóstico diferencial del escroto agudo, incluyendo la - Arteria perineal superficial.
torsión testicular, situación urgente que requiere una
exploración quirúrgica, bien inmediata o tras resolu- - Arteria bulbouretral que irriga el bulbo uretral y
ción manual, la torsión de los apéndices testiculares y el cuerpo esponjoso.
epididimarios y la epididimitis.
- Arteria cavernosa responsable del llenado sanguí-
Por último, mencionaremos brevemente dos enti- neo de los cuerpos cavernosos.
dades menos frecuentes, la flebitis de Mondor y el
hemangioma escrotal y de pene. - Arteria dorsal del pene que aporta sangre a la piel
y al glande, además de ser la responsable de la tur-
gencia del glande durante la erección.
CIRCULACIÓN ARTERIAL Arterias del escroto
DEL PENE Y ESCROTO
Las arterias que irrigan todos los planos de la
Arterias del pene bolsa escrotal tienen dos orígenes diferentes:

Las arterias del pene pueden dividirse en dos - Arterias pudendas externas inferiores, ramas de la
grandes grupos: arteria femoral, que irrigan la parte anterolateral
del escroto.
- Las arterias que nutren las cubiertas del pene.
- Arterias perineales superficiales, ramas de la arte-
- Las arterias de los cuerpos cavernosos. ria pudenda interna, que irrigan la parte posterior
del escroto y el septo medio1.
El pene recibe su principal aporte sanguíneo a
través de las dos arterias pudendas internas, ramas Arterias del testículo
terminales de la arteria hipogástrica. En muchos
casos también recibe aporte sanguíneo a través de El área mediolateral del testículo posee menos
las arterias pudendas accesorias que proceden de la vasos en comparación con las áreas anterior o inferior.

sección VIII. Andrología 861


Libro del Residente de Urología

El parénquima del testículo humano recibe apro- Venas del escroto


ximadamente 9 ml de sangre por cada 100 mg de teji-
do por minuto. En el ser humano el flujo sanguíneo Forman una rica red que establece anastomosis
que recibe el testículo izquierdo oscila entre 1,6 y 12,4 con las venas del pene, con las de la pared abdominal
ml/100 mg/min, mientras que el testículo derecho anterior y con las venas superficiales del periné. Se
recibe de 3,2 a 38,5 ml/100 mg/min. Aún se ignora el establecen dos grupos diferentes en base al sitio
significado de esta variación en el flujo. donde desembocan:

La irrigación arterial del testículo y el epidídimo - El grupo venoso escrotal externo que va a drenar
proviene de tres fuentes: la arteria espermática a la vena safena interna.
interna, la arteria deferencial y la arteria espermáti-
ca externa o arteria cremastérica. La arteria esper- - El grupo venoso escrotal posterior que desembo-
mática es una rama de la aorta abdominal que se ca en la vena pudenda interna1.
origina por debajo de la arteria renal, se convierte
en un componente del cordón espermático por Venas del testículo
encima del anillo inguinal interno y se encuentra
íntimamente asociada con una red de venas anas- El testículo dispone de tres grupos venosos:
tomóticas que acaban por conformar el plexo pam- espermática interna, que drena normalmente en la
piniforme. renal, la izquierda, y en la cava inferior la derecha;
espermática externa o funicular, rama de la epigástri-
Una vez que abandona dicho plexo y se extiende ca; y la deferencial, que aboca a la vesical inferior o a
hacia el área mediastínica del testículo, la arteria la ilíaca2.
espermática se enrolla y ramifica antes de entrar en el
testículo. Dentro de éste la arteria se divide en diver-
sas arterias centrífugas que penetran en el parénqui-
ma testicular2. VARICOCELE
Se define como una anormal tortuosidad y dila-
tación de las venas del plexo pampiniforme del cor-
CIRCULACIÓN VENOSA dón espermático. Aparece hasta en el 90% en el
DEL PENE Y ESCROTO testículo izquierdo, debido a las diferencias en la
configuración de las venas espermáticas internas
Venas del pene izquierda y derecha y sus orígenes embriológicos.
Como resultado, la vena espermática interna izquier-
El drenaje venoso del pene esta constituido por da tiene una columna de presión de 8 a 10 cm
dos sistemas diferentes: mayor y sus efluentes afrontan un flujo de sangre
relativamente más lento2. Se aprecia bilateralidad
- Sistema venoso superficial: Constituido por nume- en el 5-20%. Generalmente es asintomático y se
rosas venas que se originan en las cubiertas del percibe como una asimetría en el tamaño del
pene y el prepucio. Cerca de la base del pene escroto acompañado de pesadez y raramente de
estas venas se reúnen en un tronco único para dolor testicular3.
formar la vena dorsal superficial del pene.
La prevalencia del varicocele en la adolescencia,
- Sistema venoso profundo: Formado por numero- su asociación con la infertilidad masculina y la mejo-
sas venas emisarias y circunflejas que emanan de ría de la calidad del semen que puede verse des-
los órganos eréctiles. Estas venas confluyen para pués de la ligadura del varicocele han generado un
formar la vena dorsal profunda del pene que aumento de interés por su estudio en los adoles-
desemboca en el plexo periprostático de San- centes y su asociación con la disfunción esperma-
torini. togénica2.

862 sección VIII. Andrología


48. Patología vascular del testículo y del pene

Epidemiología - Hipertermia: La presencia de varicocele se asocia


con una elevada temperatura escrotal y testicular.
Se estima que la incidencia de varicocele en la Estudios experimentales han demostrado que la
población general es del 10-15%. Aproximadamente espermatogénesis ocurre de forma óptima a una
el 30-50% de los varones con infertilidad primaria temperatura inferior a la corporal.
tiene varicocele. Suele aparecer en los primeros años
de la pubertad, pero ocasionalmente puede ser - Flujo sanguíneo anormal: Existe un incremento
encontrado en la preadolescencia, donde una vez pre- anormal del flujo microvascular sobre el testículo.
sente no se produce la resolución espontánea3.
- Desequilibrio endocrino: Algunos estudios han
Etiología demostrado que los niveles de testosterona en
suero pueden verse afectados. En modelos expe-
Existen varias teorías para explicar la etiología del rimentales animales, el varicocele puede ocasionar
varicocele: una disminución del nivel de testosterona intra-
testicular estando la respuesta de las células de
- Válvulas incompetentes en la vena espermática Sertoli a la FSH disminuida. Su resolución quirúr-
interna: La presencia de válvulas en las venas se ha gica puede normalizar los niveles de FSH3.
interpretado como un mecanismo de defensa
para la aparición de varicocele. Sin embargo se ha Patología
demostrado la existencia de varones sin varicoce-
le que tienen un sistema valvular venoso incom- La función testicular afectada por el varicocele es
petente y varones con varicocele con un sistema la espermatogénesis. El hallazgo más común en los
valvular competente. análisis de semen es el aumento de las formas pato-
lógicas de espermatozoides, la disminución de la moti-
- Diferencias en la presión hidrostática podrían ser lidad y la disminución en la densidad del semen. Sin
el factor causante del varicocele izquierdo. embargo, en los adolescentes no está establecido cuál
es la fórmula de un espermiograma normal. La deten-
- Más recientemente se ha postulado que el incre- ción en el desarrollo testicular puede ser considerada
mento del flujo arterial en el testículo en la puber- como el signo fundamental de daño en el varicocele
tad excede la capacidad del sistema venoso resul- del adolescente.
tando en una dilatación del mismo.
En éstos, el rápido crecimiento de los testículos
- El hallazgo de niveles elevados de óxido nítrico, un entre los 11 y 16 años se ve afectado y el resultado
potente vasodilatador en el plexo pampiniforme de es una diferencia en el tamaño entre ambos testículos.
los hombres con varicocele, es otra posible causa.
La biopsia de testículo en hombres con varicoce-
- Efecto cascanueces o incremento de la presión le muestra diferentes anormalidades. El hallazgo más
venosa en vena renal izquierda junto con la común es la disfunción de las células de Leydig, el des-
desembocadura directa de la vena espermática en censo del número de espermatogonias y una edema-
ella3. tización del epitelio germinal2,3.

- Alteración o ausencia de fibras musculares lisas Diagnóstico


que se observan en la adventicia de las venas nor-
males4. El adolescente con varicocele es habitualmente
asintomático y muchas veces se detecta en una explo-
Fisiopatología ración física rutinaria5. El examen físico debe ser reali-
zado en una habitación cálida con el paciente tanto en
Las siguientes teorías intentan explicar el efecto decúbito dorsal como de pie, con la maniobra de
nocivo del varicocele en la función testicular: Valsalva y sin ella. Un varicocele se presenta como una

sección VIII. Andrología 863


Libro del Residente de Urología

masa compresible indolora localizada por encima y a también mejora el espermiograma en adolescentes
veces alrededor del testículo. y adultos jóvenes6. En 2/3 de pacientes mejorará el
espermiograma después de la resolución del varico-
En la descripción clásica de las varices se habla de cele y se conseguirán embarazos en un porcentaje
la consistencia de una “bolsa de gusanos” que se des- que varía entre el 20-60%. En la actualidad, la cirugía
comprime cuando el paciente esta en decúbito dorsal. del varicocele en todos los adolescentes que lo
Un varicocele visible es considerado como grado 3 presentan no está indicada y además supondría tra-
(grande). El varicocele no visible pero fácilmente pal- tar al 15% de los varones7. El tratamiento está indi-
pable sin la maniobra de Valsalva es considerado cado en:
como moderado, grado 2.
- Adolescentes con detención en el crecimiento del
Si el varicocele sólo es palpable con la maniobra testículo.
de Valsalva es de grado 1 (pequeño).
- Adolescentes con alteraciones en el espermiogra-
El varicocele secundario especialmente en el lado ma con varicocele de grado 3.
derecho puede ser causado por una patología retro-
peritoneal, un tumor renal o adenopatías. Una parte - Adolescentes con clínica de dolor, pesadez y
crucial del examen físico de todos los adolescentes edema testicular.
es la evaluación precisa del volumen y la consistencia
testiculares para ver si el varicocele está afectando - Adolescentes con varicocele bilateral8.
negativamente el crecimiento testicular. Se recomien-
da un control anual con ultrasonidos del volumen La reparación de grandes varicoceles lleva a una
testicular, ya que es el método más preciso y repro- mejoría de la calidad del semen significativamente
ducible para medir las variaciones en el tamaño del mayor que la obtenida con el tratamiento de varico-
testículo. Variaciones de más de 2 ml o del 20% del celes pequeños. Además, los varicoceles grandes se
volumen por ecografía es actualmente el mejor indi- asocian con un deterioro mayor en la calidad del
cador de daño testicular y parece un criterio razona- semen que los pequeños. Cuanto más temprana es la
ble para ser usado como indicador para la resolución edad en la que se repara el varicocele, más posibilida-
del varicocele. des de recuperación de la función espermatogénica
tiene9.
La evaluación del varicocele subclínico mediante
examen doppler no desempeña papel alguno en la Tratamiento
evaluación del varicocele de los adolescentes, porque
se ignora la importancia del varicocele subclínico en Consiste en la ligadura u oclusión de todas las
estos pacientes2,3. venas del cordón espermático. Se puede realizar por
cirugía abierta, laparoscópica o percutánea. Para el
Diagnóstico diferencial abordaje en cirugía convencional están descritas tres
técnicas quirúrgicas, aunque la pregunta sobre cuál es
La hernia inguinal, el hidrocele con y sin comuni- la mejor continúa en debate10:
cación intraperitoneal, la hernia epiploica, el quiste del
cordón y el quiste epididimario son diagnósticos dife- - Subinguinal (Mamar): Con este abordaje, justo
renciales comunes, y a la vez sencillos de diferenciar, debajo del anillo inguinal externo, se encuentran
para esas masas escrotales generalmente indoloras una mayor cantidad de venas, la arteria testicular
que aparecen en los adolescentes2. está con más frecuencia rodeada por una red de
venas muy pequeñas que deben ligarse y suele
Indicaciones para el tratamiento hallarse dividida en dos o tres ramas, lo que difi-
culta la identificación y su preservación. Es mejor
La intervención del varicocele no sólo revierte usar un abordaje subinguinal en hombres con una
la detención del crecimiento del testículo sino que historia de cirugía inguinal previa.

864 sección VIII. Andrología


48. Patología vascular del testículo y del pene

- Inguinal (Ivanissevich): Se efectúa a través de una la recuperación postoperatoria son similares a las
pequeña incisión sobre el conducto inguinal, el asociadas con la reparación subinguinal. La repara-
cual se abre desde el anillo inguinal externo para ción laparoscópica lleva al menos dos veces más
obtener acceso al cordón justo por debajo del tiempo y tiene un costo superior. Sólo en manos
anillo interno. Las venas espermáticas internas se de un laparoscopista experimentado se puede
ligan y se seccionan. El conducto deferente y sus considerar una alternativa razonable para la repa-
vasos se preservan. Para algunos autores ésta es la ración bilateral de los varicoceles.
técnica quirúrgica de elección8.
Las técnicas de embolización pueden ser clasifica-
- Retroperitoneal (Palomo): La ligadura retroperito- das como anterógradas (a través del escroto en el
neal de la vena espermática interna sigue siendo de plexo pampiniforme) y retrógrada (catéter colocado a
uso habitual para la ablación del varicocele en los través de punción en la vena femoral)10. Las técnicas de
adolescentes. Se efectúa un incisión de 4 cm a nivel radiología intervencionista implican el acceso trans-
de la espina ilíaca anterosuperior y el peritoneo se femoral a la vena espermática para venografía y
desplaza hacia una posición medial para identificar embolización, con el uso de balones espirales (coils)
los vasos espermáticos internos. A este nivel pue- de acero para producir la oclusión venosa. La veno-
den estar la arteria testicular y una única vena o un grafía intraoperatoria reduce la incidencia de recu-
pequeño número de venas. Se efectúa la ligadura rrencia del varicocele.
retroperitoneal que puede ser efectuada mediante
una ligadura en masa de los vasos espermáticos o Las complicaciones más comunes tras la repara-
con una técnica en la que se preserva la arteria. ción del varicocele son:

Una desventaja de este abordaje es la incidencia - La recurrencia: El abordaje microquirúrgico dismi-


elevada de recurrencia (del orden del 15%) del nuye la incidencia de recurrencia a un 1 ó 2%,
varicocele, en especial en niños y adolescentes, comparado con el 9 al 16% con las técnicas ingui-
cuando se preserva la arteria testicular. Además, la nales sin microscopio aumentando la mejoría en la
dificultad de identificar y preservar los linfáticos calidad del semen sobre todo si el varicocele es
mediante este abordaje provoca la formación de bilateral12. La mayoría de los autores atribuye la
un linfocele postoperatorio en el 5 al 30% de las alta tasa de persistencia a la existencia de venas
operaciones. colaterales paralelas a la vena testicular principal y
que son difíciles de identificar y ligar separada-
- Ligadura y suspensión (Buntz): Consiste en el mente de la arteria testicular.
abordaje del cordón a lo largo del conducto ingui-
nal, exponiendo de este modo la totalidad de los
- La aparición de linfocele: La introducción de la téc-
vasos testiculares. Las venas dilatadas son ligadas y
nica microquirúrgica llevó a una sustancial reduc-
seccionadas, suspendiendo su cabo distal al plano
ción en la incidencia de linfocele, porque los linfá-
músculo-aponeurótico. La incisión se realiza en la
ticos pueden identificarse y preservarse con mayor
unión del tercio medio y el externo de una línea
facilidad.
que une la espina ilíaca anterosuperior con la espi-
na del pubis, penetrando en el conducto inguinal
- La lesión de la arteria testicular: Lleva consigo el
a nivel del orificio inguinal profundo. El cordón se
riesgo de atrofia testicular o empeoramiento de la
libera y exterioriza disecando y ligando todas las
espermatogénesis2.
venas que se encuentran en él, espermática, funi-
cular y deferencial.

La ligadura laparoscópica del varicocele es usada ESCROTO AGUDO


más en pacientes adultos. Se espera que la inci-
dencia de recurrencia sea igual a la de las opera- La consulta de un niño o un adolescente con
ciones retroperitoneales a cielo abierto. El dolor y dolor escrotal agudo, dolor a la palpación o tumefac-

sección VIII. Andrología 865


Libro del Residente de Urología

ción debe ser considerada una situación de urgencia sodio puede ser más gradual, e incluso en algunos
que requiere una pronta evaluación, diagnóstico dife- niños el grado de dolor se reduce al mínimo. Muchos
rencial y una posible exploración quirúrgica inmediata. de los niños que acuden con dolor escrotal agudo
Aunque la torsión de un testículo no descendido es informan una historia de episodios previos de dolor
rara, debe ser considerada en todo niño que se pre- severo y autolimitado y de turgencia escrotal que se
sente con dolor abdominal o inguinal y un hemiescro- piensa que representen episodios previos de torsión
to homolateral vacío2. intermitente del cordón con detorsión espontánea. La
torsión aguda puede asociarse con náuseas y vómitos
Torsión testicular y algunos presentan dolor referido al cuadrante infe-
rior homolateral del abdomen. La disuria suele hallar-
Se diferencian dos tipos13: se ausente.

- Extravaginal: Casi exclusiva de neonatos. Es la tor- La anamnesis es un factor importante en el diag-


sión del cordón y sus túnicas. nóstico diferencial del escroto agudo pero el examen
físico es aún más crucial. La inspección de los genita-
- Intravaginal: Ocurre en la pubertad. Es una ver- les puede resultar útil si el testículo afectado está
dadera emergencia quirúrgica. El daño isquémi- asentado muy alto en el escroto, lo que indica un
co irreversible del parénquima testicular puede acortamiento del cordón espermático como resulta-
comenzar tan pronto como a las 4 horas de la do de su torsión. En algunos casos el testículo afecta-
oclusión del cordón. El pronóstico del testículo do tiene una orientación anormalmente transversa.
es bueno si la detorsión y orquidopexia tienen La ausencia del reflejo cremastérico es un buen indi-
lugar dentro de las 4 a 6 horas del inicio de los cador de torsión del cordón. Si dicha torsión parece
síntomas; a medida que aumentan las horas probable, debe intentarse la detorsión manual como
transcurridas, el porcentaje de atrofia testicular parte del examen inicial. En la torsión clásica del cor-
se eleva, de forma que más allá de las 24 horas dón la superficie anterior de cada testículo se voltea
el 100% de las gónadas sufren atrofia. El grado hacia la línea media vista desde la perspectiva del
de torsión que se produce puede tener una paciente. Para la detorsión el esfuerzo rotacional
influencia significativa sobre el potencial de via- debe ser realizado en la dirección opuesta. Cuando la
bilidad del testículo a través del tiempo, depen- detorsión es exitosa el testículo da un giro rápido y
diendo si existe o no una oclusión total de los el alivio del dolor puede ser casi instantáneo, el cor-
vasos2. dón parece alargarse y el testículo desciende hasta su
posición original.
Etiología
La torsión intravaginal, o torsión del cordón den- Diagnóstico
tro del espacio de la túnica vaginal puede ser resulta- La ecografía doppler color se ha convertido en
do de la falta de fijación de una porción apropiada del el método de diagnóstico de elección para la eva-
testículo y del epidídimo a las cubiertas fasciales y luación de cuadros escrotales tanto agudos como
musculares que rodean al cordón dentro del escroto. crónicos. Los estudios con doppler color permiten
La torsión puede asociarse con un traumatismo o con evaluar la anatomía mientras se determina la pre-
la actividad deportiva, pero en la mayoría de los casos sencia o ausencia de flujo sanguíneo hacia el tes-
se informa la torsión espontánea del cordón. Se cree tículo13,14,15.
que en la mayor parte de los casos el evento que
desencadena el cuadro es una contracción repentina Los estudios por imágen con radionúclidos, origi-
del músculo cremáster. nalmente los estudios de elección para la evaluación
del escroto agudo, no son inocuos y además son más
Clínica limitados porque sólo permiten evaluar el flujo de
La presentación clásica de la torsión aguda del sangre testicular. La hiperemia de la pared escrotal
cordón espermático consiste en un episodio de dolor puede dar una falsa impresión de flujo sanguíneo
escrotal, aunque en algunos casos el comienzo del epi- escrotal.

866 sección VIII. Andrología


48. Patología vascular del testículo y del pene

Diagnóstico diferencial aumentado. El estudio por imágenes del tracto urina-


rio habitualmente se efectúa durante el seguimiento
Epididimitis de los niños con diagnóstico de epididimitis e infec-
Es una patología poco frecuente en edad pediá- ciones urinarias de repetición.
trica. Los síntomas clínicos más comunes son turgen-
cia escrotal, eritema y dolor de severidad variable. Es Dado que la mayoría de los niños con epididimi-
común la presencia de disuria y fiebre. Los antece- tis tienen un tracto urinario normal, lo más apropiado
dentes de infecciones urinarias, uretritis, secreción sería estudiar con ecografía renal y vesical a todos los
uretral, actividad sexual en la adolescencia, sondaje niños y efectuar una cistouretrografía miccional en los
uretral o cirugía del tracto urinario pueden indicar una casos con sospecha de reflujo.
mayor probabilidad de epididimitis. El reflejo cremas-
térico debe estar presente. La presencia de piuria, Este proceso debe ser tratado con limitación de
bacteriuria o un cultivo de orina positivo es una evi- la actividad, elevación del escroto, uso de suspensorios
dencia de tratarse de una epididimitis. Aun así, el cul- anatómicos y AINE. Debe instaurarse una antibiotico-
tivo de orina puede ser estéril en el 40 al 90% de los terapia parenteral rápida cuando se documenta o se
pacientes y, por tanto, un análisis de orina normal no sospecha infección urinaria. Después de la remisión
descarta la epididimitis. del episodio agudo debe continuarse con tratamiento
antibiótico con administración oral2.
El signo de Prehn13 es un dato clave para el diag-
nóstico diferencial a la hora de realizar la exploración Tratamiento
física entre esta entidad y la torsión. Consiste en la Cuando se sospecha el diagnóstico de torsión se
elevación testicular por encima de la sínfisis del pubis, justifica una exploración quirúrgica inmediata. Puede
el dolor escrotal normalmente disminuye si estamos usarse una incisión en el rafe medio escrotal para
ante una epididimitis; sin embargo, cuando está causa- explorar ambos lados, o pueden hacerse incisiones
do por una torsión, el dolor no cederá con esta transversas siguiendo los pliegues de la piel en cada
maniobra. hemiescroto. El lado afectado debe ser examinado
primero. Después de incidir la piel puede crearse un
El estudio por imágenes del escroto puede ser espacio en el dartos para colocar posteriormente el
importante para establecer el diagnóstico y evitar una testículo dentro de él; luego se penetra en la túnica
cirugía innecesaria. La ecografía doppler color y los vaginal y se examina el testículo. El cordón debe ser
estudios con radionúclidos revelan un flujo de sangre detorsionado para restablecer el flujo sanguíneo. Un

Figura 1. Protocolo para diagnóstico y tratamiento del escroto agudo(14).

Historia, exploración física y análisis de orina

Ecografía doppler color

Flujo sanguíneo disminuido Flujo sanguíneo normal


o ausente o resultados inciertos o aumentado

Exploración quirúrgica Observación o tratamiento conservador

sección VIII. Andrología 867


Libro del Residente de Urología

Tabla 1. Diagnóstico de procesos responsables de escroto agudo(14,17).

Con- Inicio de Edad Localización Análisis Reflejo Trata-


dición síntomas orina cremastérico miento

Torsión Agudo Neonatal Difusa Negativo Negativo Exploración


testicular pubertad quirúrgica

Torsión Agudo/
apéndice subagudo Prepuberal Polo superior Negativo Positivo Reposo
Elevación cama
escrotal

Epididimitis Insidioso Adolescencia Epidídimo Positivo/ Positivo Antibióticos


negativo + AINE

testículo necrótico debe ser extirpado. Los testículos pueden mostrar un flujo normal o aumentado y las
aún con viabilidad marginal pueden ser conservados. imágenes ecográficas pueden revelar el apéndice infla-
mado. Cuando el diagnóstico de torsión de un apén-
Si el testículo va a ser preservado debe realizarse dice es confirmado clínicamente o por estudio por
orquidopexia bien con suturas a los tejidos circun- imágenes el manejo no quirúrgico permite que la
dantes o según la técnica descrita anteriormente para mayoría de los casos se resuelvan espontáneamente.
ser colocado dentro del espacio creado entre el dar- Con la limitación de la actividad, la elevación escrotal
tos y la piel sin que se necesite fijación con puntos2,16. y la administración de AINE casi todos los síntomas
van desapareciendo. En caso de duda diagnóstica o
Cuando se encuentra una torsión del cordón persistencia de los síntomas, se recurriría a la extirpa-
espermático debe efectuarse la exploración del tes- ción simple del apéndice afectado2.
tículo contralateral, el cual debe ser fijado para preve-
nir su torsión ulterior.

Torsión de los apéndices testiculares FLEBITIS DE MONDOR


y epididimarios (TROMBOSIS DE LA VENA
DORSAL SUPERFICIAL
La torsión de los apéndices testiculares son el
resultado de la estimulación hormonal que incremen- DEL PENE)
ta sus masas y los hace más proclives a torsionarse
sobre el pequeño pedículo vascular en el que se sus- Es un proceso raro, benigno y autolimitado de
tentan. La forma de presentación de la torsión de un patogenia desconocida.
apéndice puede variar desde un comienzo insidioso
de molestia escrotal hasta una presentación aguda Se denomina flebitis de Mondor por similitud con
idéntica a la observada con la torsión del cordón. la flebitis aislada de las venas de la pared del tórax
Puede presentarse con dolor a la palpación en el polo descrita por este autor.
superior del testículo o en el epidídimo, donde puede
palparse un nódulo blando. En algunos casos el apén- La forma aguda suele presentarse en varones
dice infartado es visible a través de la piel como el jóvenes, entre los 20 y 40 años, y suele aparecer en las
signo “del punto azul”. 24 horas siguientes a una actividad sexual prolongada,
posiblemente debido a una lesión traumática del
El reflejo cremastérico debe estar presente y el endotelio vascular. Menos frecuentemente puede pre-
testículo debe ser móvil. Los estudios doppler color sentarse de forma subaguda y poco sintomática, sien-

868 sección VIII. Andrología


48. Patología vascular del testículo y del pene

do la única manifestación la induración de la vena dor- HEMANGIOMAS


sal superficial del pene. En la forma aguda, la lesión se
manifiesta por dolor intenso, fiebre y se palpa un cor- Son acúmulos de vasos sanguíneos visibles desde
dón duro, lineal y con signos inflamatorios locales que el nacimiento, aunque pueden desarrollarse en los pri-
sigue la vena dorsal del pene desde el glande hasta el meros días de vida. Al ser un trastorno cutáneo, su
pubis. En la literatura francesa se ha descrito este cor- localización más frecuente es el pene, glande, meato
dón como si se palpase un “alambre de hierro”. uretral y escroto.

Para un correcto diagnóstico se precisa de una Debido a su aparición en el neonato o primeros


anamnesis detallada, exploración y una ecografía meses de vida, algunos autores lo consideran una mal-
doppler. formación congénita.

El diagnóstico diferencial se realiza principalmente Se distinguen dos tipos de hemangiomas: capilar y


con la linfangitis esclerosante no venérea, de la que es cavernoso.
fácilmente distinguible por ser ésta una lesión de menor
tamaño, serpenteada, menos indurada, poco sintomáti- El hemangioma capilar tiene un aspecto de man-
ca y circunscrita a la parte distal del pene. cha roja, blanda y plana y en la mayoría de los casos
desaparece antes de la adolescencia.
Además de una actividad sexual prolongada, se
han descrito otras posibles causas: traumas genitales, El hemangioma cavernoso se puede manifestar
procesos infecciosos locales o a distancia, ingesta de más tardíamente. Son más oscuros, a veces azulados,
fármacos y adicción a drogas por vía parenteral, absti- y pueden simular tumores por su apariencia nodular o
nencia sexual prolongada, compresión venosa intra- verrucosa. Si alcanzan un tamaño considerable, pue-
pélvica por vejiga distendida, colocación de objetos den ser pulsátiles. El paciente puede referir sangrado
compresivos en el pene con fines sexuales o por dis- por roce o traumatismo.
positivos externos para incontinencia urinaria. Más
raramente puede presentarse la flebitis de la vena El diagnóstico con doppler nos confirma su natu-
dorsal del pene como parte de un cuadro de trom- raleza vascular en lesiones grandes en las que incluso
boflebitis generalizado, o como un síndrome para- se pueden ver las comunicaciones entre los vasos san-
neoplásico asociado a neoplasias urológicas (vejiga y guíneos, y si se sitúan en la zona del glande, se puede
próstata) o a neoplasias de otros órganos. ver su relación con el cuerpo esponjoso.

La flebitis de Mondor evoluciona hacia la cura- Tanto los angiomas capilares como los cavernosos,
ción espontánea en 4 a 8 semanas sin dejar secue- si son de un tamaño reducido, no precisan ningún tipo
las. Las medidas más recomendables inicialmente de tratamiento por no dar clínica. Únicamente por esté-
son conservadoras: reposo sexual, tratamiento sin- tica pueden ser tratados con láser de Neodinium-Yag.
tomático con AINE, antibióticos en casos de infec-
ción y pomadas locales a base de heparinoides. La Los casos grandes o con clínica de sangrado repe-
flebectomía o la trombectomía quirúrgica están indi- tido pueden ser tratados con cirugía, con peores
cadas para casos persistentes disminuyendo la indu- resultados estéticos sobre todo a nivel de glande,
ración y produciendo resultados estéticamente Láser, electrocoagulación, crioterapia o mediante la
satisfactorios18,19,20,21. inyección de sustancias esclerosantes22.

sección VIII. Andrología 869


capítulo 51

Patología intraescrotal
benigna

Almudena Rodríguez Tardido


Pablo Luis Guzmán Martínez-Valls
Bernardino Miñana López

Hospital General Universitario Morales Meseguer. Murcia

Palabras clave: Hidrocele. Espermatocele. Quistes testiculares. Lesiones paratesticulares.


Índice capítulo 51

Patología intraescrotal
benigna
Hidrocele............................................................................................................................................................................. 915
Hidrocele congénito ................................................................................................................................................. 916
Lesiones líquidas........................................................................................................................................................... 918
Lesiones sólidas............................................................................................................................................................. 921
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 925
51. Patología intraescrotal benigna

capítulo 51

Patología intraescrotal
benigna
Dentro de la patología intraescrotal benigna debe- tismo agudo o repetido, infecciones, filariasis, postva-
mos distinguir distintos apartados: ricocelectomía, obstructivo... Suele presentarse en
adultos y se cree que su mecanismo de producción
1. Hidrocele se debe a un desequilibrio entre la capacidad de
2. Lesiones quísticas: secreción y absorción de las capas parietal y visceral
2.1. Paratesticulares: de la túnica vaginal. Se trata de un hidrocele simple.
2.1.1. Epididimarias
2.1.2. Cubiertas testiculares Clínica: tumefacción de instauración progresiva
2.1.3. Escrotales asociada o no a molestias de diversa intensidad en el
2.2. Intratesticulares lado afecto.
3. Lesiones sólidas:
3.1. Paratesticulares: Complicaciones: el hidrocele puede provocar
3.1.1. Epidídimo muy raramente complicaciones como:
3.1.2. Cordón espermático
3.1.3. Cubiertas testiculares • Atrofia testicular: por compresión de la circulación
3.1.4.Tejidos escrotales sanguínea del testículo.
3.2. Intratesticulares
• Hemorragia: del saco del hidrocele después de un
traumatismo o espontáneamente.
HIDROCELE • Infección del contenido: suele ser iatrogénica por
punción del mismo.
Se define como el acúmulo de líquido intraescro-
tal, originado entre las capas visceral y parietal de la Diagnóstico:
túnica vaginal.
- Historia clínica detallada.
Clasificación: Lo podemos clasificar según su
etiología en: - Exploración física: es lo más importante. La palpa-
ción nos revela un aumento de tamaño regular y
• Idiopático: sin causa aparente (lo más frecuente). simétrico del hemiescroto afecto y donde suele
ser difícil palpar el testículo ya que con frecuencia
• Congénito: es el que se da en los lactantes y en los se encuentra rodeado en su totalidad por el
niños y se debe a la persistencia o el retraso en el hidrocele. En algunos casos nos encontramos con
cierre del conducto peritoneovaginal (por sus una bolsa escrotal "a tensión" que nos dificulta más
características particulares hablaremos de él al aún la palpación.También es importante descartar
final de este apartado). hernias asociadas.

• Adquirido: es el que se puede producir por diferen- - Transiluminación escrotal: consiste en colocar una
tes injurias sobre el testículo, ya sea tras un trauma- luz fuerte contra la parte posterior de la bolsa

sección VIII. Andrología 915


Libro del Residente de Urología

Figura 1. Cabeza de epidídimo y teste normal suele realizar como cirugía mayor ambulatoria
envuelto en un hidrocele. (Tomado del Atlas de bajo anestesia raquídea o local. Las complicaciones
Ecografía Abdominal de la AED.) de la cirugía suelen ser inmediatas y pueden ser
hematoma o infección, ya sea del contenido escro-
tal (epididimoorquitis) o de la herida quirúrgica.

• Punción y aspiración: No se recomienda debido al


alto riesgo de infección y recidiva, pero en casos
seleccionados como pacientes con deterioro del
estado general se puede considerar de forma palia-
tiva. Además se utiliza la perfusión de sustancias
esclerosantes como el yodo y las cininas clásica-
mente, o más recientemente el polidocanol o el
tetradecildisulfato de sodio (STDC). Estudios recien-
tes sobre la escleroterapia en comparación con la
hidrocelectomía abierta ponen de manifiesto que
escrotal, encontrándonos con que la luz traspasa la esta técnica tiene como ventajas la menor invasivi-
piel y se propaga por el líquido del hidrocele; se dad, morbilidad y coste del proceso pero presenta
observa una colección intraescrotal roja. Las masas una tasa de fracasos y recurrencia mucho mayor
sólidas no propagarán la luz. que la cirugía abierta requiriéndose de segundas e
incluso terceras aspiraciones (lo cual a su vez incre-
- Ecografía: en un 10% de los casos, los tumores tes- menta el coste).
ticulares se asocian a un hidrocele reactivo, por lo
que en caso de que con las exploraciones ante-
riores nos haya quedado alguna duda, debemos
completar el estudio con una ecografía escrotal. HIDROCELE CONGÉNITO
En jóvenes entre 18 y 35 años con aparición
espontánea del hidrocele, tenemos que tener esto Como ya hemos dicho antes, es el que se produ-
muy en cuenta y solicitar siempre en estos casos ce por la persistencia o retraso en el cierre del pro-
una ecografía testicular. ceso vaginal durante el descenso testicular desde su
localización abdominal primitiva hasta el escroto. El
Diagnóstico diferencial proceso vaginal persiste en el 80-94% de los recién
nacidos y en el 20% de los adultos.
Tumor testicular, hernia inguinoescrotal, orquitis-
epididimitis, espermatocele. Según sus características lo podemos clasificar a su
vez en:
Tratamiento
- Simple o quístico (cuando sólo encontramos líqui-
• Expectante: si el hidrocele no provoca molestias al do dentro de la cavidad vaginal),
paciente y éste así lo quiere, se puede evitar o
posponer su corrección. - Funículo vaginal (cuando sólo la parte inferior del
conducto inguinal es permeable),
• Quirúrgico: Por vía escrotal se accede hasta la túni-
ca vaginal y se realiza la disección y resección de la - Comunicante (cuando además el líquido perito-
misma (técnica de Andrews). También se puede neal se comunica con el escroto libremente por
realizar la plicatura de la vaginal (técnica de Lord) no obliteración del proceso vaginal).
previa eversión parcial, y la técnica de Jaboulay, que
consiste en la disección y posterior eversión de la - Hidrocele o quiste de cordón: (quiste de Nuck en
vaginal. Se trata de un proceso sencillo que se mujeres) corresponde a una persistencia del canal

916 sección VIII. Andrología


51. Patología intraescrotal benigna

Figura 2. Distintos tipos de hidroceles.Tomada de Urología general de Smith. Ed. El Manual Moderno.

peritoneo-vaginal a nivel del cordón con cierre Diagnóstico diferencial


proximal y distal de éste.
- Neonatos: hernia inguinoescrotal, vaginitis meco-
Clínica: En el caso del hidrocele simple, se pueden nial, hidrocele reaccional por torsión o ascitis neo-
ver con frecuencia al nacimiento y suele ser de tama- natal.
ño moderado y bilateral. La mayoría se resuelven en los
2 primeros años de vida de forma espontánea. Con - Periodo postneonatal: hernia, torsión, inflamación o
respecto al hidrocele comunicante, nos encontramos tumor.
con que fluctúa de tamaño en relación sobre todo con
la actividad diaria (son más pequeños por la mañana y Las hernias inguinales indirectas presentan el mismo
aumentan de tamaño durante el resto del día sobre defecto anatómico y suponen el 98% de las hernias en
todo con la posición vertical y las maniobras que los niños. Se presentan como un aumento del volu-
aumentan la presión intraabdominal). En cuanto a los men inguinal o inguinoescrotal que puede aparecer
hidroceles del cordón, en general son asintomáticos y con el aumento de la presión intraabdominal. En la
sólo se ve un aumento de volumen de consistencia palpación del saco escrotal podremos hallar epiplon,
blanda a nivel del trayecto del cordón espermático. intestino o vejiga o el saco herniario tan sólo (“signo
de la seda”) deslizando los dedos desde el anillo ingui-
Diagnóstico nal superficial hacia el escroto. Además, un hidrocele
de aparición brusca nos debe hacer pensar en un her-
El diagnóstico de estos hidroceles suele ser con la nia complicada. Una anamnesis y exploración física
exploración física y la transiluminación, donde encon- exhaustiva (consistencia, presencia o ausencia de
traremos los hallazgos antes descritos. Además, en dolor y signos inflamatorios), la transiluminación y la
algunos casos, la expresión del líquido escrotal hacia la ecografía en caso de duda, nos ayudarán a hacer el
cavidad abdominal es posible, vaciándose la bolsa diagnóstico diferencial.
escrotal; en otros, el proceso vaginal es pequeño y no
lo permite. Para diferenciar un hidrocele escrotal sim- Tratamiento
ple de uno comunicante suele ser suficiente con la
observación y la historia clínica. Es importante que • Hidrocele simple: Está indicado para una actitud
durante la exploración física no se pase por alto la expectante con observación a largo plazo ya que
posibilidad de una criptorquidia asociada. se suelen resolver antes de 2 años. Si esto no ocu-

sección VIII. Andrología 917


Libro del Residente de Urología

rre se realiza su corrección (aunque no hay evi- en la cabeza del epidídimo o globus mayor. Su con-
dencia de que el hidrocele cause daño al testícu- tenido por definición consiste en espermatozoides
lo), pero siempre por vía inguinal por la posibilidad además de linfocitos, células descamadas y grasa. La
de tener un proceso vaginal abierto que si no se gran mayoría son pequeños, pero a veces pueden
corrige supondría la recidiva del hidrocele. alcanzar un volumen importante. Generalmente
con el examen físico (donde podemos usar la
• Hidrocele comunicante: En este caso se realiza su transiluminación) es suficiente para diferenciarlos
corrección quirúrgica de forma electiva pero sin de otras masas intraescrotales pero en caso de
demora y, por supuesto, por vía inguinal. Se corri- duda la ecografía nos servirá de gran ayuda. En
ge el problema con una ligadura alta de la túnica cuanto a su tratamiento la gran mayoría no
vaginal permeable a nivel del anillo inguinal inter- requiere ninguna actuación quirúrgica; tan sólo
no, seguida de la extirpación del saco distal. está indicada su resección mediante exterioriza-
ción del teste, en el caso de complicaciones como:
[En ambos tipos de hidrocele la inyección de sus-
tancias esclerosantes está totalmente contraindi- - dolor;
cada por la posible irritación peritoneal en el caso - aumento de tamaño exagerado que cause
de un proceso vaginal abierto.] incomodidad al paciente;
- dudas sobre su naturaleza benigna; espermato-
celes complicados o calcificados pueden simu-
lar masas sólidas;
LESIONES LÍQUIDAS - anticuerpos antiespermáticos: se creen forma-
dos a causa del esperma estancado y son cau-
Quedan recogidas en la Tabla 1. santes de infertilidad. Se han publicado casos
en los que tras la exéresis del espermatocele,
Paratesticulares éstos han desaparecido.

Epididimarias: La cirugía consiste en la extirpación cuidadosa del


• Espermatocele o quiste de retención: Suele ser una quiste para no dañar el epidídimo, ya que aunque es
lesión asintomática y muy común, aumentando su muy raro se ha descrito la obstrucción de éste tras la
frecuencia con la edad. Son de consistencia suave escisión de espermatoceles y otros quistes de epidídi-
y esférica y en la mayoría de los casos se localizan mo, lo que puede condicionar infertilidad.

Tabla 1. Lesiones líquidas.

Espermatocele
Epididimarias Quistes simples
Quistes de vestigios embrionarios
Paratesticulares Quiste vaginal
Cubiertas testiculares
Quiste de albugínea
Quiste de inclusión
Escrotales
Quiste sebáceo

Quistes simples
Ectasia tubular o transformación quística de la rete testis
Intratesticulares
Displasia quística
Quiste epidermoide

918 sección VIII. Andrología


51. Patología intraescrotal benigna

• Quistes simples: Estos quistes son pequeñas colec- la 5.ª-6.ª década y tienden a crecer con la edad.
ciones cuyo contenido no es esperma, sino líqui- Generalmente son asintomáticos y se presentan
do. Además pueden presentar tabiques y septos. como hallazgos incidentales en una ecografía que se
Tienen preferencia por la cabeza del epidídimo. realiza por otro motivo. Distinguirlos de los quistes
Son típicos de varones de mediana edad y asinto- testiculares o de la vaginal puede ser difícil ya que se
máticos. En los pacientes con enfermedad de Von observan con las mismas características de un quis-
Hippel-Lindau vemos un aumento de la incidencia te simple, uni o multilocular, y que además puede
de estos quistes. Es raro que crezcan tanto como calcificarse. Otras veces pueden diagnosticarse por
para ocasionar molestias y tampoco es frecuente una masa firme e indolora, o con edema y dolor.
que obstruyan el trayecto epididimario, siendo
causa de infertilidad. En el caso de que sean múl- • Quistes de la túnica vaginal: Muy raros, pueden ser
tiples, podemos hablar de “enfermedad poliquísti- de origen inflamatorio.
ca” que suele aparecer a partir de los 40 años y
produce el agrandamiento y deformidad del epi- Escrotales:
dídimo, por numerosísimos quistes. En la explora- • Quiste de inclusión epidérmicos (el más frecuente)
ción física nos encontramos con un epidídimo y quiste sebáceo: Generalmente el único problema
abollonado, muy aumentado de tamaño y sensible. que suponen es el estético, a menos que se com-
A veces se acompaña de hidrocele por lo que la pliquen. La principal complicación que pueden
exploración es más dificultosa. En cuanto al diag- ocasionar es primordialmente la infección y pos-
nóstico, con la exploración física suele ser suficien- terior abscesificación.
te para evidenciar su naturaleza quística y su loca-
lización, pero son indistinguibles de los esperma- Intratesticulares
toceles; incluso por ecografía, ya que los dos se
ven como masas anecoicas con refuerzo posterior. • Quistes simples: Se hallan en el 8-10% de la pobla-
ción masculina de forma incidental. Son más fre-
• Quistes de vestigios embrionarios: Surgen de restos cuentes a partir de los 40 años. Generalmente no
del conducto mesonéfrico de Wolf y se encuen- son palpables y se hallan por otro motivo en una
tran en el polo anterosuperior del epidídimo en el ecografía. Suelen ser únicos, aunque también múl-
caso de la hidátide pediculada de Morgagni y en la tiples. Son idiopáticos, aunque en algunas ocasio-
parte superior de la cabeza del epidídimo en el nes se pueden producir a causa de traumatismos,
caso del paradídimo u órgano de Giraldés caudal a inflamación y cirugía. Se suelen localizar cerca del
los conductillos eferentes. También encontramos
el conducto aberrante del epidídimo o Vas aberrans. Figura 3. Quistes en cabeza y cola de epidídimo
La hidátide sésil de Morgagni o apéndice testicular e intratesticular. (Tomado de Radiographics 2002:22:
derivado del conducto paramesonéfrico y locali- 189-216.)
zado en el polo anterosuperior del testículo, tam-
bién puede presentarse de forma quística. La
forma de aparición, exploración física y actitud
terapéutica es la misma que con los espermato-
celes y quistes simples.

Cubiertas testiculares:
• Quistes de la túnica albugínea: Se trata de quistes de
2-5 mm, están localizados en la cara lateral y supe-
rior del testículo. Pueden ser uni o multiloculados.
Se cree que su origen es mesodérmico. Histoló-
gicamente son quistes simples revestidos por célu-
las cuboides o columnares bajas y llenos de líqui-
do seroso. Su edad media de presentación es en

sección VIII. Andrología 919


Libro del Residente de Urología

mediastino testicular. Es importante hacer el diag- para su producción es un defecto embriológico


nóstico diferencial por eco con otras lesiones que evita la conexión de los túbulos de la rete tes-
quísticas malignas como el teratoma, la cual tendrá tis (que se originan del blastema gonadal) y los
múltiples septos en su interior, imágenes ecogéni- conductos deferentes (derivados del conducto
cas compatibles con hemorragia o calcificaciones, mesonéfrico). En el estudio ecográfico se encuen-
pared gruesa o vascularización en el doppler color. tra que la lesión consta de múltiples quistes de
diferentes formas y tamaños que se comunican y
• Quistes de la rete testis: Resultan de una obstruc- que además están separados por tabiques fibro-
ción parcial o total de los conductos eferentes que sos. Como se origina en la rete testis, al crecer se
causan ectasia y eventualmente transformación extiende dentro del parénquima adyacente pre-
quística. Se presentan con mayor frecuencia en sionándolo y produciendo atrofia testicular. La dis-
mayores de 55 años, generalmente bilaterales plasia quística del testículo se ha asociado a age-
pero asimétricos y asociados a espermatoceles y nesia y displasia renal u otras malformaciones,
cirugía escrotal previa. El aspecto ecográfico carac- como doble sistema colector.
terístico consiste en pequeñas y numerosas
estructuras quísticas tubulares dentro de la rete • Quistes epidermoides: se corresponden con el 1%
testis, sin componente sólido en su interior. El de todos los tumores testiculares. La edad de pre-
doppler color no muestra vascularización. El diag- sentación es variable pero es más frecuente entre
nóstico diferencial incluye cistoadenoma del epidí- los 20 y 40 años de edad, el tamaño generalmen-
dimo, adenocarcinoma de la rete testis, linfoma no te es de 1 a 3 cm. Se presentan como una peque-
Hodgkin y dilatación de los túbulos seminíferos ña masa no dolorosa y firme, una pequeña pro-
secundario a tumor testicular y en general es posi- porción de pacientes pueden referir dolor o inco-
ble realizarlo con los hallazgos ecográficos. modidad leve y aumento de tamaño escrotal.

• Displasia quística: Es una malformación congénita Histológicamente está compuesto por queratina
rara que se presenta en lactantes y niños peque- estratificada, epitelio escamoso y una pared fibrosa
ños, aunque existe una comunicación de un caso bien definida. En 1969, Price determinó los siguien-
de un paciente de 30 años. La teoría propuesta tes criterios diagnósticos después de una revisión

Figura 4. Quiste epidermoide visto por ecografía como una masa hipoecoica bien definida con aros concéntricos
prominentes. Muestra anatomopatológica donde se puede observar su composición rica en láminas de queratina.
(Tomado de Radiographics 2002:22:189-216.)

920 sección VIII. Andrología


51. Patología intraescrotal benigna

de 69 casos: (a) la lesión quística se localiza dentro controles ecográficos periódicos y según la situación
del parénquima testicular, (b) la luz está ocupado concreta de cada paciente. En el caso de los quistes
por queratina, (c) la pared del quiste está com- epidermoides y a pesar de los hallazgos ecográficos
puesta por tejido fibroso con un anillo completo o característicos, no podemos asegurar su benignidad
incompleto de epitelio escamoso, (d) no hay ele- tan sólo con la ecografía, por lo que usualmente se
mentos teratomatosos dentro del quiste, en la realiza la orquiectomía radical. En los últimos tiempos,
pared o en el tejido testicular adyacente, (e) sin ciertos autores defienden que ante una fuerte sospe-
cicatrices en el parénquima testicular remanente, cha ecográfica de quiste epidermoide se puede reali-
(f) cambios inflamatorios leves y calcificaciones en zar una exploración quirúrgica con exéresis de la
la pared pueden ser vistas, (g) el parénquima testi- lesión para su análisis anatomopatológico.
cular puede estar comprimido pero la pared del
quiste es discreta y separada de la túnica albugínea.
LESIONES SÓLIDAS
Los hallazgos en la ecografía dependen de la
maduración y la cantidad de la queratina dentro Siguiendo el formato de la anterior tabla, las
del quiste. Se identifica una lesión redonda u ova- podemos agrupar en:
lada con ecogenicidad variable que aparece como
una masa bien delimitada que puede tener la típi- Paratesticulares
ca apariencia en “bulbo de cebolla” debido a los
acúmulos de queratina alternando con las células Estos tumores se presentan como masas escrota-
escamosas descamadas (halos hiper e hipoecogé- les o inguinoescrotales, dolorosas o no, de crecimien-
nicos concéntricos alternantes). to lento, que cursan de forma insidiosa sin síntomas
locales ni generales específicos y que se diagnostican
Manejo de las lesiones quísticas como hallazgos casuales o por sus procesos asociados
intratesticulares (como hidroceles y torsiones testiculares) o molestias
tipo pesadez. Suponen tan sólo un 7-10% de todas las
En principio, en aquellos casos en los que no haya tumoraciones intraescrotales y tan sólo un 3% van a
duda sobre su benignidad, puede ser conservador con ser malignas. Se pueden localizar en:

Tabla 2. Lesiones sólidas.

Tumores adenomatoides
Epididimarias Leiomioma
Cistoadenoma papilar
Lipoma
Paratesticulares Cordón espermático
(linfangiomas, neurofibromas…)
Proliferación nodular difusa
Cubiertas testiculares
(Tumor adenomatoide, leiomiomas…)
Tejidos escrotales

Varicocele intratesticular
Quiste epidermoide
Tumores de restos adrenales
Intratesticulares Fusión esplenogonadal
Sarcoidosis
Microlitiasis

sección VIII. Andrología 921


Libro del Residente de Urología

Epidídimo 1) componente papilar, con un fino eje conectivo-vas-


Los tumores benignos de epidídimo son un 80% cular central, revestido por un epitelio cuboidal o
frente a un 20% que suponen los malignos. Los más columnar bajo que puede crecer hacia dentro y ocu-
frecuentes son los tumores adenomatoides (que son la par por completo el interior de los quistes; 2) ductos
segunda tumoración paratesticular en frecuencia des- ectásicos y microquistes revestidos por un epitelio
pués de los lipomas). Se presentan en el 3.er y 4.º similar al descrito anteriormente, y 3) un estroma
decenio de la vida como lesiones asintomáticas, de fibroso en el que pueden observarse cambios infla-
crecimiento lento, que surgen del epidídimo (aunque matorios o degenerativos. Aunque el origen de la
también se pueden dar en la túnica vaginal y en el cor- lesión ha sido debatido, los estudios histoquímicos y
dón espermático). En ocasiones se puede asociar a un los hallazgos ultraestructurales confirman un origen
hidrocele. Suelen medir entre 2-5 cm, redondo, de epitelial y demuestran un origen a partir de los duc-
consistencia elástica, y afectan en orden decreciente a tos eferentes del epidídimo.
cabeza, cola y cuerpo del epidídimo.
Complicaciones:
Microscópicamente está constituido por células Los tumores bilaterales pueden ocasionar oligo-
epiteliales que derivan de estructuras glandulares, y azoospermia, disminución del volumen de eyaculado,
estroma fibroso que puede variar de contenido celu- obstrucción de los conductos seminíferos, y conse-
lar. Debido a esta variabilidad, el origen del tumor es cuentemente problemas de fertilidad.
discutido, pero se cree que deriva del tejido mesote-
lial. Su comportamiento es siempre benigno, incluso Diagnóstico de los tumores
cuando infiltra la rete testis y el parénquima testicular, de epidídimo
lo cual ocurre en un 40% de los que se presentan en
la cabeza del epidídimo, no habiéndose descrito dise- - Historia clínica detallada.
minación metastásica ni recidiva tras su exéresis.
- Exploración física: con el paciente de pie y en
Le siguen en frecuencia los leiomiomas. Su máxima decúbito, palpando minuciosamente ambas bolsas
incidencia se da en la quinta década, de crecimiento escrotales y su contenido y comparándolas entre
lento, siendo bilateral en el 15% de los casos y asocia- sí. Además se deben explorar las cadenas linfáticas
dos con hidrocele en el 5%.También suelen ser dolo- inguinales y las mamilas por la posibilidad de un
rosos. Macroscópicamente es parecido al adenoma- tumor maligno.
toide, e histológicamente está compuesto de células
musculares lisas sin atipias entrelazadas. - Transiluminación (como ya se ha explicado ante-
riormente).
Los cistoadenomas papilares (CP) representan del
4-9% de los tumores benignos del epidídimo. Son bila- - Ecografía escrotal: es de gran precisión diagnóstica
terales en un 30%-50% y pueden formar parte de la y seguridad, informando sobre la naturaleza sólida
enfermedad de Von Hippel-Lindau, siendo típicos de o líquida de la masa, su localización y exacta rela-
ella. De hecho, los pacientes con CP bilaterales tienen ción con las estructuras vecinas.
propensión a desarrolllar otros componentes del sín-
drome de Lindau, y es considerado por algunos auto- Diagnóstico diferencial
res indicativo del mismo, mientras que en los casos
unilaterales, la lesión probablemente representa una Hay que diferenciar estos tumores entre sí y de
aislada manifestación de la enfermedad de Lindau. Se otras lesiones que condicionen masa intraescrotal,
presentan en la 2.ª-3.ª década de la vida. Macroscópica- tanto benignas como malignas.
mente, es encapsulado, de entre 1,5-5 cm. Hay que
destacar de su histología que su patrón es similar al Tratamiento
carcinoma de células renales del tipo célula clara y
que a veces es difícil de diferenciar de metástasis de Si sospechamos que se trata de una tumoración
dicho carcinoma. Están formados por 3 componentes: benigna, deberemos realizar exploración quirúrgica y

922 sección VIII. Andrología


51. Patología intraescrotal benigna

exéresis (cirugía parcial conservadora) para confirmar igual que en el epidídimo y con las mismas caracterís-
histológicamente su benignidad. Si el resultado fuera ticas), leiomiomas, neurofibromas, hemangiomas, gra-
de malignidad, se realizaría entonces la orquiectomía nulomas de colesterol, etc.
radical por vía inguinal.
Tejidos escrotales:
Cordón espermático: Están formados por tejidos adiposo, muscular,
Son los tumores paratesticulares benignos más fre- fibroconectivo, linfático y nervioso. Los más frecuentes
cuentes. Pueden ser: mesenquimatosos (lipoma, leio- son los lipomas, seguidos de fibromas y leiomiomas.
mioma y linfangioma), epiteliales y disembrioplásicos. Aquí, la actitud puede ser observación (en caso de los
lipomas) o exéresis quirúrgica (en caso de duda sobre
Los más frecuentes con diferencia son los prime- su benignidad).
ros, y sobre todo el lipoma; éste representa el 45% de
todos los tumores del cordón. Su mayor frecuencia se Intratesticulares
da en la 4.ª-5.ª década de la vida y generalmente se
localiza en el canal inguinal. Su consistencia a la explo- - Varicocele intratesticular: Es una rara presentación
ración es blanda y seudofluctuante y la gran mayoría de varicocele que ocurre en menos del 2% de la
son asintomáticos. población masculina. La patogénesis y las implica-
ciones clínicas de este cuadro no están todavía
El diagnóstico clínico de los tumores benignos del bien establecidas. Estos varicoceles pueden ocurrir
cordón suele ser difícil, es posible distinguirlos con la en asociación a los extratesticulares, pero es más
exploración física de una hernia inguinal pero no esta- frecuente su independencia. Son más frecuentes
blecer su carácter de benignidad. Su tratamiento será en el lado izquierdo, lo que se correlaciona con el
siempre también su exéresis quirúrgica por vía inguinal. extratesticular y en un 39% de los casos son bila-
terales. Clínicamente se pueden manifestar por
Cubiertas testiculares: dolor con la congestión pasiva del testículo, lo cual
La túnica vaginal y la túnica albugínea son las dos comprime la túnica albugínea o masa testicular. El
cubiertas testiculares donde con más frecuencia se diagnóstico generalmente es por ecografía, encon-
asientan proliferaciones tumorales o seudotumorales. trándonos con múltiples estructuras tubulares ser-
Lo más frecuente es encontrarnos con una proliferación pinginosas y anecoicas, al igual que en un varico-
nodular difusa y fibrosa también denominada fibrosis cele extratesticular. Asimismo, la ecografía doppler
peritesticular, seudotumor fibroso o fibroma (cuarta color nos mostrará un flujo con características
tumoración paratesticular en frecuencia después de los venosas que aumenta con la maniobra de Valsalva.
lipomas, tumores adenomatoides y el leiomioma). El principal diagnóstico diferencial es con el seu-
Suele originarse generalmente de la túnica albugínea y doaneurisma intratesticular, que presenta un flujo
se presenta en el adulto como una tumoración sólida, ecográfico en el dúplex doppler característico en
lisa, dura, encapsulada, irregular e indolora. Esta lesión ying y yang y distinguible del venoso del varicoce-
se considera como una reacción fibroinflamatoria le y con ectasia tubular de la rete testis. Otros
benigna, por lo cual con su resección quirúrgica previa diagnósticos diferenciales incluyen los quistes
biopsia intraoperatoria sería suficiente como trata- intratesticulares, hematoma, infección focal y neo-
miento; algunos autores han señalado un límite de 3 cm plasia quística intratesticular.
a partir de los cuales sería conveniente realizar la
orquiectomía radical. Es importante tratar de realizar - Tumores de los restos adrenales: La cortical adrenal
un diagnóstico histológico que los diferencie de otros y las células intersticiales de las gónadas se origi-
tipos de tumores verdaderos localizados en estas zonas nan en el mesonefros, esto nos explica que encon-
ya que por su ubicación simulan tumores malignos y tremos tejido adrenal ectópico intratesticular (y
condicionan tratamientos radicales innecesarios. también en el cordón y epidídimo), que es poco
trascendente, salvo en aquellos casos de postadre-
Otros tumores benignos que nos podemos nalectomía por síndrome de Cushing, de Addison
encontrar en las cubiertas son los adenomatoides (al e hiperplasia adrenal congénita ya que después de

sección VIII. Andrología 923


Libro del Residente de Urología

la cirugía se pueden hiperplasiar. Su incidencia Figura 5. Sarcoidosis intratesticular. (Tomado de


oscila entre el 1,5% y el 3,8%. Generalmente cons- Radiographics 2002:22:189-216.)
tituyen hallazgos incidentales.

En algunos casos de hiperplasia adrenogenital


como en el déficit de 21 hidroxilasa (enfermedad
autonómica recesiva rara) nos podemos encontrar
una manifestación clínica infrecuente que es el agran-
damiento testicular bilateral a expensas de la hiper-
plasia de restos adrenales y que puede condicionar
infertilidad debido a la sustitución del parénquima tes-
ticular. En otras ocasiones pasa desapercibida y sólo
son diagnosticadas en estudios ecográficos.

- Diagnóstico diferencial: Con el tumor de células de


Leydig, histológicamente es casi imposible distin- presenta como una epididimitis aguda o recu-
guirlos y es necesario disponer de la clínica para rrente, o también como un agrandamiento testi-
no llegar a un dignóstico erróneo. cular indoloro. En la ecografía las lesiones sarcoi-
deas corresponden a pequeñas masas sólidas irre-
- Fusión esplenogonadal: Esta anomalía está descrita gulares e hipoecógenas, también pueden verse
en el 0,4% en los varones. Se produce la fusión focos calcificados hiperecógenos con sombra
entre el bazo y el testículo entre la 5.ª y la 8.ª acústica posterior o pueden presentarse como
semana de vida embrionaria, pudiéndose asociar una lesión solitaria. Debido a estos hallazgos, el
otras anomalías del desarrollo. Encontramos dos diagnóstico diferencial con tumores testiculares o
formas: continua, donde existe una cuerda de teji- inflamaciones muchas veces es complicado y se
do fibroso o esplénico entre el bazo y la gónada recurre a la cirugía para realizar el diagnóstico
(o donde encontramos una formación arrosaria- definitivo.
da de tejido esplénico sobre esta banda fibrosa);
y otra discontinua, en que un resto del bazo se - Microlitiasis testicular: Condición generalmente
adosa al polo superior del teste sin conexión con diagnosticada por ecografía de manera incidental
el bazo eutópico. Generalmente la clínica se pre- y cuya incidencia real se desconoce. Se cree que
senta antes de los 20 años como hernia inguinal, es el resultado de la calcificación de cuerpos ami-
hidrocele o criptorquidia, haciéndose habitual- láceos que se encuentran en la luz de los túbulos
mente el diagnóstico en el acto quirúrgico. Se seminíferos, cada una compuesta de un centro
puede resecar el tejido esplénico y fijar el testícu- calcificado rodeado de varias capas que contie-
lo o dejar el remanente esplénico si éste es difícil nen organelas, vesículas y fibras de colágeno. Estas
de resecar. calcificaciones pueden encontrarse en personas
normales o criptorquídicas, también como parte
- Sarcoidosis: Es una enfermedad granulomatosa sis- del síndrome de Klinefelter, en el seudohermafro-
témica de patogénesis desconocida que también ditismo masculino, la microlitiasis pulmonar y en
puede involucrar al testículo. Se ha estimado una las neoplasias testiculares, aunque en la mayoría
prevalencia de 1 a 6 casos por 100.000, y los hom- de los casos no se encuentra ningún factor aso-
bres de raza negra están afectados de 10 a 20 ciado. La microlitiasis testicular “clásica” se define
veces más que los de raza blanca. La mayor inci- como cinco o más calcificaciones vistas por eco-
dencia está dada entre los 20 y 40 años, lo cual es grafía en por lo menos una imagen del testículo;
similar a la edad de presentación de las neoplasias cuando hay menos de cinco en todas las imáge-
testiculares. De los pacientes con sarcoidosis, un nes se denomina microlitiasis testicular “limitada”.
15 a 45% tienen afectación extratorácica, y de éstos También se las clasifica en tres grados dependien-
el 1% o menos será en el testículo. Clínicamente se do del número:

924 sección VIII. Andrología


51. Patología intraescrotal benigna

Figura 6. Microlitiasis testicular clásica. (Tomado de BIBLIOGRAFÍA


Radiographics 2002:22:189-216.)
1. ***Wals Patrick C, Retik Alan B,Vaughan E. Darracot,
Wein Alan J: Campbell. Urología. 8.ª edición.
2. Resel Estévez L. editor. Urología: Libro Del Residente.
Madrid, 1998.
3. Jiménez Cruz JF, Rioja Sanz LA.Tratado de Urología.
J.R. Prous Editores. 1995.
4. ***Pomerol Monsey JM, Arrondo Arrond JL, Práctica
andrológica. Editorial Masson-Salvat. 1995.
5. Lubinus Badillo Fg, Buitrago Aguilar C, MD**.
Lesiones testiculares benignas: hallazgos ecográficos.
MedUNAB 2006; 9:120-127].
6. Beiko DT, Kim D,Morales A. Aspiración y esclero-
- Grado 1: Algunas microlitiasis dispersas, entre una terapia versus hidrocelectomía en el tratamiento del
y diez. hidrocele. Urology 61:708-712 2003.
- Grado 2: Muchas microlitiasis, entre 10 y 20.
7. Medina P, Sánchez G, Valero P, Valpuesta F.
- Grado 3: Da el aspecto de siembra, apareciendo
Espermatocele calcificado simulando una neoplasia.
más de 20.
Arch Esp Urol. 1998 Sep;51(7):725-6.
Ecográficamente se ven múltiples focos hipere- 8. Cozcolluela C, Martínez-Berganza A, Ripa S, Monzon
cógenos, sin sombra acústica posterior, de menos de M. Sanz S, Fernández R. Espermatocele complicado
2 mm de diámetro, que comprometen el parénqui- como causa de masa escrotal de aspecto sólido.
ma testicular y ocasionalmente muestran un aspecto Hallazgos ecográficos. Actas Urol Esp. 1996 Sep;
en cola de cometa (Figura 6). 20(8):750-2.
9. Guzmán Martínez-Valls PL, Hita Villaplana G,
Se ha intentado establecer una relación entre las
Aparicio Fernández T, Miñana López B, Martínez
microlitiasis y el desarrollo de neoplasias testiculares.
Díaz F, Sánchez Gascón F. Significado y manejo de la
Por el momento, el único punto claro es que las dos
microlitiasis testicular. Arch Esp Urol.2003 Jun;56(5):
entidades están relacionadas, pero preguntas tan
472-7.
importantes como cuál es la probabilidad de que un
paciente con microlitiasis testicular desarrolle un 10. Ruiz Liso JM, Ruiz García J, del Agua Arias C, Vaillo
tumor y cuál debería ser el seguimiento adecuado, Vinagre A, Gutiérrez Martín A, García Pérez MªA.
siguen todavía sin resolverse. Como recomendaciones Proliferación nodular y difusa fibrosa de la túnica
se debería realizar un seguimiento con exploración vaginal del testículo. Presentación de un nuevo caso
física, ecográfico semestral/anual y marcadores tumo- y revisión de la literatura. Rev esp patol 2004;Vol 37,
rales. En aquellos pacientes de alto riesgo (microlitia- n.º 1: 91-98.
sis unilaterales focales sin masa, criptorquidia, infertili-
11. *** Woodward, MD, Roya Sohaey, MD, O’Donoghue
dad, atrofia testicular o antecedentes de tumor testi-
MJ, LCDR, MC USNR and Douglas E. Green, MD.
cular contralateral), llevar a cabo una biopsia testicular
Tumores y lesiones tumor-like el testículo: correlación
es un procedimiento razonable.
clínico-radiológica Radiographics. 2002; 22:189-216.
12. Shergill IS,Thwaini A, Kapasi F, Potluri BS, Barber C.
Manejo de los quistes simples intratesticulares: 11 años
de experiencia en una institución. Urology. 2006
Jun;67(6):1266-8.

sección VIII. Andrología 925


capítulo 55

Hiperplasia benigna
de próstata

Miguel Ángel Alonso Prieto


Natalia Pérez Romero
Ángel Silmi Moyano

Hospital Clínico San Carlos, Universidad Complutense


Madrid

Palabras clave: Adenoma prostático. Prostatismo. RTU prostática. Adenomectomía.


Miocapsulotomía.
Índice capítulo 55

Hiperplasia benigna
de próstata
Introducción ..................................................................................................................................................................... 997
Cuadro clínico................................................................................................................................................................. 1000
Diagnóstico y diagnóstico diferencial ...................................................................................................... 1002
Tratamiento de la HBP ......................................................................................................................................... 1003
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 1010
55. Hiperplasia benigna de próstata

capítulo 55

Hiperplasia benigna
de próstata
INTRODUCCIÓN nivel de la zona de transición (Figura 3). Esto se debe
fundamentalmente a un desequilibrio entre prolifera-
Definición ción celular y apoptosis. Para que esto ocurra, se pre-
cisan dos factores principales: la edad y la presencia de
La hiperplasia benigna de próstata (HBP) es una andrógenos. Paradójicamente el crecimiento prostáti-
entidad que aún hoy en día carece de una definición co ocurre en la edad avanzada, cuando declinan los
clara; la acepción comúnmente utilizada, (HBP), está niveles periféricos de andrógenos (los cuales se pos-
basada en el desarrollo quirúrgico de esta patología, tula que son fundamentales, durante la formación de
en la identificación macroscópica de un crecimiento la próstata a nivel embrionario)3; no obstante, en la
del adenoma de próstata, que da lugar a una sintoma- edad avanzada, la próstata preserva un nivel elevado
tología obstructiva y en el argumento de que una de dihidrotestosterona (DTH), que es el andrógeno
extirpación de este adenoma conduce a una mejoría activo a nivel prostático, proviene de la testosterona,
y curación del paciente1. la cual es metabolizada por la enzima esteroidea 5α-
Reductasa; de la que hay dos subtipos; la tipo 1, que
Una expresión sintética de la concepción actual predomina en tejidos extraprostáticos (aunque tam-
de la HB, ha sido propuesta gráficamente por Hald bién está presente en la próstata), y la tipo 2, que pre-
et al2. (Figura 1). domina a nivel prostático. Además, en la edad avanza-
da se preserva un nivel elevado de receptores andro-
Hald expone que sólo los pacientes con las tres génicos, lo cual indica que, como mínimo, los andró-
condiciones: prostatismo (síntomas obstructivos), genos desempeñan un papel permisivo en el desarro-
hiperplasia con aumento de volumen (adenoma) y llo de la HBP. 4
obstrucción del tracto urinario inferior demostrable,
tienen HBP (C). Hay pacientes con prostatismo (sin- La DTH ejerce una función de primer orden en la
tomatología obstructiva) y obstrucción objetivable regulación genética de los distintos factores de creci-
que pueden corresponder a estenosis cervicales y miento involucrados en el crecimiento prostático y
uretrales (B). Otros sufren prostatismo y aumento de probablemente los estrógenos también ejerzan una
volumen sin poder demostrar la obstrucción(!) y influencia importante en este sentido. Además de
otros aumento de volumen y obstrucción sin sínto- esto, el crecimiento prostático depende también de la
mas, (prostatismo silente) (S). La dificultad en definir secreción paracrina de sustancias polipeptídicas sinte-
correctamente esta entidad se debe a su carácter mul- tizadas por las propias células prostáticas5.
tifactorial etiológico donde la edad y las hormonas
desempeñan un papel fundamental en el desarrollo Este crecimiento volumétrico prostático, determi-
“benigno” del epitelio y estroma de la zona transicional. nado por los factores antes mencionados, da lugar al
llamado “factor estático o mecánico”. (Figura 2).
Etiología y fisiopatología
Pero existe el llamado “factor dinámico”, ya que la
La fisiopatología de la HBP es heterogénea. Por un próstata no es un tejido inerte y posee una rica iner-
lado se produce una proliferación, tanto del estroma vación simpática y parasimpática, a través de fibras
fibroso como de las células epiteliales glandulares a provenientes del plexo hipogástrico; se sabe que es

sección X. Trastornos obstructivos y funcionales del tracto urinario 997


Libro del Residente de Urología

Figura 1. Fundamentos nosológicos de la HBP.

HIPERPLASIA ! PROSTATISMO

C
S B

OBSTRUCCIÓN

Figura 2. Fisiopatología de la HBP.

ANDRÓGENOS Y ESTRÓGENOS

Factores de crecimiento
Sustancias polipeptídicas paracrinas
Antiandrógenos
Antiestrógenos

Próstata envejecida

Hiperplasia celular:
Obstrucción Epitelio y estroma FACTOR MECÁNICO
mecánica
Zona de transición

HBP SINTOMÁTICA

Obstrucción dinámica

Simpaticolíticos FACTOR DINÁMICO

Tono simpático elevado

FIBRAS MÚSCULO LISO EN


PRÓSTATA Y CÁPSULA

998 sección X. Trastornos obstructivos y funcionales del tracto urinario


55. Hiperplasia benigna de próstata

Tabla 1. Prevalencia HBP en distintos países.

Prevalencia de los síntomas moderados a intensos (IPSS > 8)

50-59 años 60-69 años 70-79 años


Asia 29 40 56
China 24 33 49
Australia 36 33 37
Estados Unidos 31 36 44
Canadá 15 27 31
Países Bajos 26 30 36
Francia 8 14 27

Figura 3. Zonas anatomopatológicas de McNeal. rica en receptores α-adrenérgicos (α1 y α2), cuya
activación provoca una estimulación de las células
musculares lisas prostáticas y, por lo tanto, su bloqueo
da lugar a una relajación de las mismas, facilitando de
esa forma la salida de la orina5.

Por otro lado, además, se ha visto que los pacien-


tes con adenoma sintomático tienen una mayor den-
sidad de receptores α-adrenérgicos.6

Los factores dinámicos y estáticos, a su vez, están


relacionados, ya que se ha objetivado que los recep-
tores α-adrenérgicos, participan en la síntesis y libera-
ción de la FGF-β (fibroblast growth factor), el cual
también está involucrado en el crecimiento prostático.

Aparte de los factores estático y dinámico, los


cuales dependen exclusivamente de la próstata, en el
desarrollo de la fisiopatología de la HBP, se debe tener
en cuenta a la vejiga, ya que las fibras del detrusor, ante
la presencia de una obstrucción mantenida, desarro-
llan hiperplasia, hipertrofia y finalmente fracasan los
mecanismos compensadores produciéndose numero-
sos depósitos de colágeno, lo cual explica la aparición
de síntomas irritativos y con esta descompensación se
favorece la aparición de episodios de retención aguda
de orina.

Epidemiología
Se sabe que la HBP tiene una alta prevalencia,
pero a pesar de ello, como se ha comentado ante-
riormente, al no disponer de una definición adecuada

sección X. Trastornos obstructivos y funcionales del tracto urinario 999


Libro del Residente de Urología

de HBP, no existen unos criterios diagnósticos reco- rodea casi totalmente la uretra distal, supone el 70%
nocidos de forma unánime, la definición histológica, no del peso total de la próstata, también supone el
se puede aplicar a los estudios epidemiológicos y los componente principal de la cápsula prostática y es
síntomas urinarios de la HBP son inespecíficos, hasta donde se desarrollan la mayoría de los cánceres
el punto que esa misma sintomatología urinaria puede prostáticos. Zona central, que supone el 25% de la
darse en una población femenina. glándula, tiene forma triangular, está atravesada por
los conductos eyaculadores y en ella se produce el
En 1993, en una reunión de consenso se definie- 10% de los cánceres de próstata. Zona de transi-
ron cuáles debían ser los criterios cualitativos que ción, que supone el 5% del tejido prostático restan-
debía tener un sistema de puntación sintomática de te y está formada por dos lóbulos que rodean la ure-
HBP: que el paciente pueda realizarlo él mismo, que tra por encima del veru montanum, esta zona es la
sea comprensible y de uso sencillo, que sea reprodu- única que constituye la HBP, comienza creciendo en
cible, que abarque los aspectos tanto irritativos como forma de lóbulos pero finalmente este crecimiento
obstructivos de la clínica de la HBP y que evalúen las es global; esta zona está separada de la zona central
molestias provocadas por los síntomas y su repercu- y periférica por una barrera fibrosa, que constituye el
sión en la calidad de vida. llamado “plano de disección” que sirve para la enu-
cleación quirúrgica de la HBP. La zona de transición
Uno de los sistemas más usado: el International es igualmente importante porque en ella se localizan
Prostate Symtome Score (IPSS) no cumple todos los el 25% de los cánceres, por lo que es necesario exa-
criterios anteriormente definidos y provoca infra o minar los fragmentos cuando se realiza una resec-
sobrevaloraciones de hasta un 40%, pero los estudios ción endoscópica5.
basados en este sistema muestran una prevalencia de
HBP del 40% de los hombres de más de 50 años. Histológicamente, la HBP es un proceso hiperplá-
Aunque hay trabajos que han encontrado diferencias sico verdadero, es decir, aumenta el número de célu-
de prevalencia en distintos países (Tabla 1). las; por ello el término hipertrofia benigna de próstata
es incorrecto desde una perspectiva puramente ana-
En España, Chicharro et al. asociaron tres paráme- tomopatológica5.
tros para realizar un estudio epidemiológico: una pun-
tuación IPSS > 7, flujo máximo <15 ml/s, y un volu-
men prostático >30 cm3, encontrando un 4,5% de
prevalencia clínica de HBP en los españoles de 41 a CUADRO CLÍNICO
50 años y del 8,7% a partir de los 70 años5.
Síntomas
Características anatomopatológicas
El diagnóstico y el tratamiento se basan princi-
La próstata es una glándula con forma semejante palmente en la anamnesis, pero es importante saber
a la de una castaña, que en un adulto joven pesa unos que el cuadro clínico no es uniforme entre unos
15 gramos, que se sitúa en la profundidad de la pelvis, pacientes y otros; la historia natural de la HBP no
fija entre el pubis por delante, la vejiga por arriba, el siempre se asocia a un curso progresivo, y también
recto por detrás y el piso pélvico por debajo. es importante saber que el desarrollo del cuadro clí-
nico no siempre se correlaciona con el tamaño de la
Actualmente se admite la descripción zonal que próstata.
de ella hizo McNeal. En la que la referencia más
importante es el veru montanum, montículo situado De forma didáctica, a pesar de esta complejidad,
en la cara posterior de la uretra, que da salida a los se pueden establecer una serie de escalones clínicos
conductos eyaculadores. Éste determina el límite para su estudio.
entre lo que es la uretra anterior y la uretra posterior.
Las 4 zonas de McNeal son (Figura 3): Zona anterior - En una fase inicial el aumento en el tamaño de la
fibromuscular, sin glándulas. Zona periférica que próstata puede ocasionar escasos síntomas, ya

1000 sección X. Trastornos obstructivos y funcionales del tracto urinario


55. Hiperplasia benigna de próstata

que el detrusor puede compensar la obstrucción Exploración física (signos)


leve al flujo urinario.
El signo principal de la HBP es un tacto rectal (TR)
- Ocasionalmente, el proceso de hiperplasia pros- sugerente de ésta. El tacto rectal se debe practicar tras
tática continúa de forma inexplicablemente silen- haber vaciado la vejiga y existen varias técnicas para la
te, “prostatismo silente”, con escasos síntomas realización del mismo:
manifiestos, pero se va produciendo una des-
compensación progresiva del tracto urinario infe- - El paciente en posición de litotomía con la espal-
rior, dando lugar en un momento dado a una da sobre la mesa de examen.
incontinencia urinaria por rebosamiento, insufi-
ciencia renal y masa hipogástrica correspondien- - Paciente de pie inclinado hacia camilla.
te a globo vesical; en algunas ocasiones estos
- Paciente en decúbito lateral, en posición fetal.
pacientes son evaluados por primera vez con
este cuadro como debut, en la sala de urgencias. Se introduce el dedo índice a través del ano con
Estos pacientes pueden corresponder a un grupo guante, previa lubricación del mismo. Es importante
de mal pronóstico, ya que en ocasiones pueden describir una serie de características propias del la
alcanzar situaciones irreversibles desde el punto próstata que se palpa: tamaño, morfología (simetría) y
de vista terapéutico. consistencia.
- Lo más frecuente es que a medida que progresa La determinación del tamaño es explorador-
la obstrucción, ésta manifieste una traducción clí- dependiente y por lo tanto es subjetiva, pero el uró-
nica que generalmente se caracteriza inicialmen- logo experimentado puede evaluar el tamaño glandu-
te por los llamados síntomas obstructivos: dificul- lar en cuatro grados.
tad miccional de inicio, incapacidad para inte-
rrumpir la micción, disminución del calibre y fuer- La morfología prostática suele ser agrandada,
za del chorro urinario, sensación de vaciamiento simétrica y lisa. No obstante puede no ser infrecuen-
incompleto, y finalmente retención urinaria, que te el crecimiento glandular más a expensas de un
es la máxima expresión de la obstrucción. Estos lóbulo lateral que el otro y el surco medio puede
episodios de retención aguda de orina pueden a encontrarse borrado.
su vez, estar precipitados por la ingesta de algu-
nos fármacos (antidepresivos, anticolinérgicos, La consistencia se define como firme y elástica,
alcohol…), sobredistensión vesical, o por infartos pudiendo ser fibroelástica o nodular fibrosa, pero no
prostáticos. pétrea, ya que en este caso estaríamos en una sospe-
cha típica de carcinoma.
- En una fase posterior, la obstrucción progresa
afectando a la función del detrusor, desarrollándo- Una causa de error en el TR para la HBP es la pre-
se un cuadro de inestabilidad vesical, que se carac- sencia de un globo vesical, que desplaza los lóbulos
teriza clínicamente por la presencia de un síndro- hacia abajo, y al presentar una consistencia idéntica, no
me irritativo con el cual aumenta la frecuencia mic- permite apreciar sus límites.
cional diurna y nocturna, urgencia miccional y
urgencia-incontinencia. Además, el TR puede evaluar el tono anal, su laxi-
tud puede poner en evidencia una alteración neuro-
- No es infrecuente el hecho de que aparezcan otros génica a nivel del sacro, cuyas manifestaciones clínicas
síntomas orgánicos, como puede ser la hematuria, pueden ser muy similares a las de las HBP.
por la rotura de vasos sanguíneos submucosos a
nivel del cuello vesical. El hecho de que se produz- El resto del examen físico consta de una palpación
ca un residuo urinario postmiccional, a su vez favo- abdominal, para buscar un globo vesical, valoración de
rece la aparición de infecciones del tracto urinario signos clínicos de anemia (asociada a insuficiencia
inferior y la formación de litiasis vesical. renal crónica), así como un examen neurológico.

sección X. Trastornos obstructivos y funcionales del tracto urinario 1001


Libro del Residente de Urología

DIAGNÓSTICO Y DIAGNÓSTICO - Bioquímica sanguínea, una elevación en las


cifras de creatinina puede sugerir una uropatía
DIFERENCIAL obstructiva con repercusión en la función renal,
secundaria a la obstrucción del tracto urinario
Exámenes complementarios inferior. En este sentido, otra prueba que debería
realizarse sería una ecografía, la cual es inocua y
En las diversas reuniones de consenso, se ha dis-
puede informarnos de la existencia de una dilata-
cutido cuáles son las pruebas diagnósticas que deben
ción en la vía urinaria, además de dar información
solicitarse para evaluar la HBP, y la evidencia apoya,
sobre las características de la vejiga, e información
que además de una historia clínica completa y un exa-
morfométrica prostática.
men físico con tacto rectal y exploración neurológica
básica, se recomiendan los siguientes exámenes com- - Análisis urinario: Permite excluir otras causas
plementarios, especialmente en la primera visita: de síntomas del tracto urinario inferior, así como
complicaciones derivadas de la HBP (ej.: infección
- Evaluación de síntomas: el sistema IPSS
del tracto urinario).
(Internacional Prostate Sympton Score), es el sis-
tema más usado a nivel mundial para la evaluación - Flujometria: Es una técnica, no invasiva, que
de los síntomas de la HBP. Ayuda a decidir el tipo refleja la velocidad de salida de la orina durante la
de tratamiento inicial, así como para monitorizar micción. Esta velocidad es resultado de la interac-
la respuesta al mismo. Éste se basa en la respues- ción entre la fuerza impulsora del músculo detru-
ta a 7 preguntas relacionadas con los síntomas uri- sor de la vejiga y la resistencia del tracto de salida.
narios, cada pregunta permite decidir al paciente Puede poner de manifiesto objetivamente la obs-
entre cinco respuestas, que indican el grado de trucción, aunque no sólo se correlaciona con ésta,
incremento de los síntomas asignándoles puntua- ya que la flujometría también se ve alterada en caso
ciones entre 0 y 5. Así, la valoración total puede de disfunción del detrusor. Se recomienda obtener
variar entre 0 y 35, habiéndose estratificado los al menos dos flujos con un volumen miccionado ≥
resultados en leves (0-13), moderados (14-25) y 150 ml, para que éste sea representativo.
severos (26-35), aunque esta división en tres gra-
dos no está universalmente aceptada. - Evaluación del residuo postmiccional: Gene-
ralmente se evalúa con ecografía. Grandes volú-
- Antígeno prostático específico (PSA). menes residuales (> 200 ml) suponen un menor
Generalmente éste se usa como marcador para la beneficio con el tratamiento, e indica una disfun-
detección y seguimiento en el cáncer de próstata, ción vesical, no obstrucción, es decir, puede exis-
pero se sabe que las células de la zona de transi- tir HBP sin residuo (si la hipertrofia del detrusor
ción (donde se origina la HBP) son grandes pro- es compensadora) y residuo sin HBP (cuando
ductoras de PSA, esta zona expresa unas 2,7 existe una debilidad del detrusor de otro origen).
veces más PSA que el resto de la próstata, esto El residuo postmiccional sólo se considera signifi-
puede explicar el aumento que se da del PSA con cativo si es mayor de un 10-20% del volumen
la edad y con el volumen prostático (dos variables miccional.
que por otro lado muestran una correlación
estrecha entre sí). En un paciente con HBP, todos Existen otro tipo de pruebas que no se requieren
los procedimientos diagnóstico-terapéuticos para el diagnostico o evaluación inicial pero que pue-
cruentos (biopsia, resección prostática) pueden den ser útiles en el proceso de toma de decisiones y
aumentar considerablemente los niveles de PSA. que por lo tanto son opcionales:
El uso de inhibidores de la 5α-reductasa disminu-
ye su concentración sanguínea en torno al 50%; - Estudio de presión-flujo. Es el único test que
en cambio, el tacto rectal no modifica el PSA. puede distinguir entre una obstrucción a la salida
Salvo cuando existe una retención aguda de orina, de la orina y una afectación contráctil del detru-
es excepcional que la HBP de concentraciones de sor, y debería realizarse antes de decidir cirugía en
PSA superiores a 20 ng/ml. determinadas circunstancias como:

1002 sección X. Trastornos obstructivos y funcionales del tracto urinario


55. Hiperplasia benigna de próstata

1. Volumen urinario < 150 ml en varias medidas HBP; por ejemplo, una estenosis de uretra, litiasis vesical,
de flujometría. carcinoma prostático. Es importante conocer en la his-
2. Flujometría con flujo máximo > 15 ml/s. toria clínica si el paciente ha sido sometido a instru-
3. Síntomas del tracto urinario inferior (LUTS) mentación uretral previa o ha tenido uretritis, para sos-
en pacientes > 80 años. pechar la posibilidad de estenosis de uretra. Los cálculos
4. Sospecha de afectación vesical neurógena. vesicales generalmente se asocian a hematuria y dolor,
5. Tras cirugía pélvica radical. el Ca de próstata se debe tener en cuenta, con un tacto
6. Después de un tratamiento invasivo no satis- rectal sospechoso y una elevación significativa del PSA.
factorio de la HBP.
La infección del tracto urinario (ITU) puede seme-
- Uretrocistoscopia. Se recomienda cuando exis- jar los síntomas irritativos de la HBP, pero ésta se iden-
ten dudas en cuanto al tamaño real de la próstata, tifica con rapidez realizando un análisis completo de
podría ayudar a tomar una decisión en cuanto a la orina y un urocultivo. El urotelioma vesical (especial-
modalidad quirúrgica: adenomectomía abierta vs mente el carcinoma in situ) también se asocia a sinto-
RTU.También se recomienda para descartar otras matogía irritativa, pero éste se asocia con una mayor
patologías que causan síntomas del tracto urinario presencia de macro o microhematuria; ante esta sospe-
inferior en hombres con historia de hematuria, cha, se debe solicitar la realización de una citología uri-
estenosis de uretra, cáncer vesical o cirugía del naria. Otro grupo de pacientes que debe tenerse en
tracto urinario inferior. cuenta son aquellos que tienen una vejiga neurógena, los
cuales pueden tener muchos síntomas sugerentes de
- Estudios de imagen del tracto urinario. HBP, pero generalmente éstos tienen historia de enfer-
(Preferiblemente ecografía), deben realizarse en medad neurológica, Diabetes mellitus o lesión medular;
aquellos hombres a los cuales no se les ha medi- además, en la exploración física se puede poner de
do la creatininemia. Además de evaluar una dilata- manifiesto una sensibilidad perineal disminuida, altera-
ción del tracto urinario superior, la ecografía ciones en el tono anal y en el reflejo bulbo-cavernoso.
puede también identificar tumores renales, evaluar
la vejiga y medir el residuo postmiccional, así
como el volumen prostático. Para medir el volu-
men prostático y así decidir dentro del tratamien- TRATAMIENTO DE LA HBP
to quirúrgico entre un abordaje endoscópico o
abierto es preferible la realización de una ecogra- El objetivo del tratamiento de la HBP es el de ali-
fía transrectal frente a la abdominal. viar los síntomas, mejorar la calidad de vida y evitar la
aparición de complicaciones.
- Diarios miccionales, también pueden ser útiles
a la hora de recibir información objetiva sobre la Las opciones terapéuticas para la HBP son amplias
frecuencia y el volumen miccional, la anotación de e incluyen desde la abstención terapéutica, las terapias
estos parámetros en un diario durante 24 horas farmacológicas y múltiples y variadas técnicas quirúrgi-
es generalmente suficiente. cas (Tabla 2).

No se recomienda, ya que no hay un suficiente nivel La elección de un tipo u otro de tratamiento


de evidencia la realización de los siguientes estudios, depende fundamentalmente de las características del
para el abordaje de la HBP: urografía intravenosa, cisto- paciente (edad, estado general, preferencias persona-
manometría, uretrocistografía retrógrada,TAC o RMN7. les), la severidad de los síntomas y el impacto en su
calidad de vida y el tamaño del adenoma8.
Diagnóstico diferencial
Manejo expectante
Tal y como ha sido referido con anterioridad, se
deben considerar otros trastornos que den lugar a una Esta opción terapéutica es aplicable cuando los
sintomatología obstructiva e irritativa al igual que la síntomas son leves o moderados, con poca repercu-

sección X. Trastornos obstructivos y funcionales del tracto urinario 1003


Libro del Residente de Urología

Tabla 2. Tratamiento de la HBP. No debe ofertarse este tipo de tratamiento a


pacientes que presentan indicaciones absolutas para
Manejo expectante una intervención quirúrgica.

Tratamiento médico Los grupos farmacológicos utilizados para la HBP


• Alfa-bloqueantes son: los bloqueantes de los receptores α-adrenérgi-
• Inhibidores de la 5-α-reductasa cos, los inhibidores de la 5-α-reductasa, las terapias
• Terapia combinada combinadas y la fitoterapia.
• Fitoterapia
Tratamiento quirúrgico Bloqueantes de los receptores
• Cirugía abierta α-adrenérgicos
• RTU próstata Actúan disminuyendo el componente dinámico de
• Miocapsulotomía la obstrucción prostática ya que antagonizan los recep-
Terapias mínimamente invasivas tores adrenérgicos responsables de la contracción del
• Ablación con láser músculo liso de la próstata y del cuello vesical.
• HIFU
• TUNA La obstrucción del tracto de salida vesical en la
• Termoterapia
HBP está condicionada por dos tipos de factores:
• Prótesis
estático y dinámico. El factor mecánico o estático
está provocado por la presencia de un sobredesa-
rrollo del estroma fibromuscular; por tanto, es per-
sión en la calidad de vida del paciente y no existen manente e independiente de estimulaciones exóge-
complicaciones derivadas de la HBP. nas o endógenas. El componente dinámico depende
de la contracción muscular en función de la intensi-
Consiste en realizar un cambio en el estilo de vida dad del estímulo simpático. Los receptores α-adre-
y una modificación de los factores de riesgo, lo cual nérgicos predominan en la base vesical (trígono y
incluye: evitar el sedentarismo y realizar ejercicio físi- cuello), en la uretra prostática y en la próstata (cáp-
co, restricción de líquidos por la noche, restricción del sula y estroma).
consumo de café, alcohol y determinados medica-
mentos, como los neurolépticos y anticolinérgicos, y En 1978 se inicia el uso de α-bloqueantes para el
modificar los hábitos miccionales. tratamiento de los STUI, desde entonces se han desa-
rrollado multitud de estudios encaminados a mejorar
El control debe ser anual, vigilando la aparición de su eficacia y disminuir sus efectos adversos10.
cambios en la sintomatología, la calidad de vida o la
aparición de complicaciones. 9 Actualmente están disponibles bloqueantes α-1
que al ser uroselectivos conllevan una mejoría impor-
Tratamiento médico tante en la tolerancia. Disponemos de: alfuzosina,
doxazosina, prazosina, terazosina y tamsulosina. No
A pesar de que el tratamiento resolutivo para la hay evidencia de diferencias entre ellos en cuanto a la
HBP es la cirugía, actualmente existen diversos grupos eficacia; sí existen estudios que apuntan una mejor
farmacológicos que permiten un control de los sínto- tolerancia con la alfuzosina y la tamsulosina. Este últi-
mas con mínimos efectos adversos. mo es el α-bloqueante que menor hipotensión ortos-
tática produce pero mayor probabilidad de eyacula-
La indicación para iniciar un tratamiento conser- ción retrógrada11.
vador con medicamentos la sostiene la existencia de
unos síntomas que sean lo suficientemente molestos La administración es la vía oral y la dosificación
para el paciente como para aceptar un tratamiento depende de la vida media. Tamsulosina, doxazosina y
médico crónico, conociendo que su finalidad es tem- terazosina tienen una vida media larga, por lo que
poral y no curativa. pueden ser administrados en una sola dosis diaria.

1004 sección X. Trastornos obstructivos y funcionales del tracto urinario


55. Hiperplasia benigna de próstata

La sintomatología puede mejorar a las 48 horas Los diferentes estudios realizados ponen de mani-
del inicio del tratamiento. La mejoría en los tests de fiesto los siguientes efectos relacionados con la acción
síntomas (IPSS) requiere al menos un mes de terapia. de los inhibidores de la 5α-reductasa:
Aproximadamente una tercera parte de los pacientes
no experimenten mejoría sintomática. Si esta mejoría - Disminución de los niveles de DHT a niveles de
no se produce tras 8 semanas de tratamiento, no castración sin afectar a la testosterona plasmática.
estaría indicado continuar con la medicación12. Esta disminución es mayor con el dutasteride14.

Los efectos adversos más comunes con la terapia - Disminución de los niveles séricos de PSA total,
con α-bloqueantes incluyen la cefalea, mareos, hipo- un 50% en el primer año de tratamiento.
tensión ortostática, astenia, disminución de la agudeza
visual, sequedad de boca, congestión nasal, eyaculación - Reducción del volumen prostático, con mejores
retrógrada y náuseas11. resultados en próstatas mayores de 40 gramos.

La doxazosina se ha asociado con una mayor inci- - Aumento de la velocidad máxima de flujo urinario.
dencia de insuficiencia cardíaca congestiva comparada
con otros agentes hipotensores, en pacientes con - Disminución del riesgo de retención aguda de
hipertensión y factores de riesgo cardiovascular. Por orina (RAO).
ello, pacientes con STUI e HTA concomitante debe-
rían ser tratados de forma independiente de su hiper- - Disminución de la necesidad de cirugía.
tensión13.
- Mejoría sobre la calidad de vida.
Inhibidores de la 5α-reductasa
La enzima 5α-reductasa es la encargada de trans- Los estudios clínicos con el finasteride demues-
formar la testosterona en su metabolito activo, la dihi- tran que el fármaco se tolera bien con una incidencia
drotestosterona (DHT). La concentración de DHT se baja de suspensiones del tratamiento por efectos
encuentra aumentada en la HBP debido a un aumen- adversos. En los ensayos clínicos en fase III controla-
to de la actividad de la 5-α-reductasa. Éste es el dos con placebo realizados con dutasteride las reac-
andrógeno fundamental para el desarrollo de la prós- ciones adversas son igualmente leves. El inicio de las
tata. Así, varones con un déficit congénito de esta reacciones adversas tiene lugar en el primer año de
enzima no desarrollan próstata ni otras estructuras tratamiento con una tendencia a la disminución de las
que derivan del seno urogenital, mientras que sí lo mismas con el tiempo.
hacen las que proceden del conducto de Wolf, que
son testosterona-dependientes (pene, epidídimos, Los efectos adversos se centran fundamental-
vello corporal, sexualidad). mente en la esfera sexual. Se ha descrito la aparición
de disfunción eréctil, alteraciones de la eyaculación y
Existen dos isoenzimas de la 5α-reductasa: tipo I disminución de la libido.
y tipo II. El tipo I está presente en la mayoría de los
tejidos del organismo y es la forma dominante en las Tratamiento combinado
glándulas sebáceas. El tipo II aparece fundamental-
mente en los órganos genitales. El tratamiento con un α-bloqueante junto con un
inhibidor de la 5α-reductasa se ha demostrado efec-
Se han sintetizado dos grupos de inhibidores tivo en pacientes con síntomas del tracto urinario
reversibles de la 5α-reductasa: los esteroideos (finas- inferior y agrandamiento prostático demostrable.
teride y dutasteride) y los no esteroideos. Los únicos
comercializados son el finasteride y el dutasteride. El Fitoterapia
primero es un inhibidor competitivo de la isoenzima
tipo II, mientras que el dutasteride es un inhibidor de La fitoterapia es la utilización terapéutica de extrac-
ambas isoenzimas. tos o productos de plantas. Estos productos han sido

sección X. Trastornos obstructivos y funcionales del tracto urinario 1005


Libro del Residente de Urología

utilizados en el tratamiento de la HBP desde hace res. Así, según las conclusiones de la Conferencia
siglos sin conocerse aún en día su mecanismo de Internacional sobre Hiperplasia Prostática Benigna, la
acción. Algunos de estos productos son la Serenoa cirugía es la única opción terapéutica que supera al
repens, Pygeum africanum o la Cucubita pepo. La mayo- placebo en todos los parámetros, tanto objetivos
ría de ellos contienen fitosteroles y citosteroles, simi- como subjetivos, antes y después del tratamiento.
lares al colesterol. Los resultados de su utilización en
la HBP son contradictorios, siendo necesarios estu- Las indicaciones tanto absolutas como relativas se
dios más controlados para establecer su utilidad de recogen en la Tabla 3.
forma científica.
Las técnicas quirúrgicas convencionales en el tra-
Tratamiento quirúrgico tamiento de la HBP son la resección transuretral de
próstata (RTUP), la miocapsulotomía endoscópica
Actualmente el tratamiento quirúrgico es consi- (MC) o incisión transuretral (ITUP) y la cirugía abier-
derado como definitivo para la mayoría de los auto- ta o adenomectomía. La elección de una u otra
depende fundamentalmente del tamaño, forma y tipo
Tabla 3. Indicaciones de cirugía prostática. de crecimiento prostático (Tabla 4).

Indicaciones absolutas Adenomectomía


• Insuficiencia renal La adenomectomía abierta consiste en la extirpa-
• Ureterohidronefrosis ción o enucleación del adenoma prostático. Se puede
• Hematuria recurrente refractaria al realizar mediante una incisión sobre la cápsula prostá-
tratamiento médico
tica anterior, es la técnica retropúbica o de Terence-
• Litiasis vesical
• Retención aguda de orina Millin, mediante una incisión transcapsular posterior,
• Incontinencia por rebosamiento técnica perineal o a través de una incisión sobre la
• Infección urinaria recurrente vejiga, técnica suprapúbica o de Freyer (Figuras 4 y 5).

Indicaciones relativas Las principales indicaciones se exponen en la Ta-


bla 5.
• Fracaso del tratamiento médico para
el control de los síntomas
• Síntomas invalidantes para el paciente La adenomectomía es una técnica cruenta no
• Retención aguda de orina resuelta exenta de morbimortalidad. La complicación precoz
más frecuente de la cirugía abierta de la próstata es la

Tabla 4. Elección de técnica quirúrgica en función de la próstata.

Tamaño Forma Tipo crecimiento


Técnica prostático prostática prostático
Adenomectomía Volumen en IV > 60 g Bilobulada Lateral
Trilobulada Endorrectal
RTUP de inicio Volumen en I-II 35-60 g Bilobulada Endouretral
anterior Endovesical
(NESBIT)
RTUP de inicio Volumen en I-III 40-60 g Trilobulada Lóbulo medio
posterior Central
(BARNES)
Miocapsulotomía Volumen en I-II 30-35 g Bilobulada Cervical

1006 sección X. Trastornos obstructivos y funcionales del tracto urinario


55. Hiperplasia benigna de próstata

Figura 4. Adenomectomía. que acontece, bien por edema perimeático bien, por
atrapamiento o excesiva tracción de los meatos con
los puntos hemostáticos. La infección urinaria es fre-
cuente a pesar de la profilaxis antibiótica. En cuanto a
complicaciones tardías son variadas, la más frecuente
es la eyaculación retrógrada. Otras posibles complica-
ciones son la estenosis de uretra, la disfunción eréctil
y la incontinencia urinaria, que se produce por lesión
del esfínter estriado.

Resección transuretral de próstata


Según las guías de actuación en urología, actual-
mente la RTUP es la terapia de elección en la HBP16.

La técnica consiste en una extirpación del tejido


Figura 5. Adenomectomía suprapúbica. adenomatoso mediante su resección endouretral. En la
RTU convencional se utiliza un generador de corriente
monopolar, corrientes de alta frecuencia que emiten
corrientes de corte puro y otras de electrocoagulación.
La energía térmica que se genera en el tejido prostáti-
co se transmite en forma de cono hacia la placa neutra,
generándose calor en zonas profundas y existiendo la
posibilidad de estimulación neuromuscular indeseable,
como el caso del nervio obturador. Por otra parte, este
tipo de corriente precisa de un medio no electrolítico
como medio irrigante, con el riesgo que supone de
hemodilución y de síndrome de resección transuretral,
que será visto posteriormente. En la corriente bipolar
los dos polos del circuito se encuentran separados
unos milímetros de modo que la corriente eléctrica
sólo pasa por el tejido seleccionado. Por otra parte, la
solución de irrigación puede ser solución salina.
Tabla 5. Indicaciones de cirugía abierta.
Las técnicas quirúrgicas de resección son muchas,
• Próstatas mayores de 60 g o que no se puedan todas deben seguir la máxima de resecar ordenada-
resecar en 60 minutos mente. Existen dos puntos fundamentales a la hora de
• Presencia de grandes divertículos vesicales realizar la resección, por una parte es imprescindible
• Presencia de múltiples cálculos vesicales conocer los límites prostáticos y por otra cómo reali-
• Presencia de estenosis uretral que impida el zar la hemostasia. El límite superior lo constituye la
acceso transuretral deformidad prostática a nivel cervical. El límite inferior
• Presencia de trastornos ortopédicos que lo marca el veru montanum que debe ser respetado al
impidan la posición de litotomía resecar con el fin de no lesionar el esfínter uretral
externo. En cuanto a la hemostasia, debe realizarse
coagulación de los vasos arteriales, normalmente son
hematuria, que obliga con frecuencia a la transfusión fácilmente identificables por su sangrado intermitente.
de hemoderivados, siendo menos frecuente la necesi- El sangrado de los senos venosos, continuo, empeora
dad de reintervención. La insuficiencia renal obstructi- con la electrocoagulación y suele requerir compresión
va, aunque grave, es una complicación poco frecuente con el balón de la sonda.

sección X. Trastornos obstructivos y funcionales del tracto urinario 1007


Libro del Residente de Urología

Las dos técnicas más utilizadas son la descrita por Figura 6. Miocapsulotomía.
Nesbit en 1943 y la ideada por Barnes. En la RTUP de
inicio anterior o de Nesbit se reproducen los pasos
de la adenomectomía abierta y consta de 3 tiempos:
en el primero se reseca el adenoma de las 12 del
horario endoscópico hasta las 3 y hasta las 9, de
modo que los lóbulos laterales sin anclaje superior
caen, se apoyan en el suelo cervicouretral inferior. En
un segundo tiempo se resecan los lóbulos de forma
secuencial y ordenada para finalmente en un tercer
tiempo resecar las masas apicales. En la técnica de
Barnes o de inicio posterior se añade un primer paso
previo a los realizados en la técnica anterior y que
consiste en la resección en primer lugar del lóbulo
medio en el hemicontorno inferior cervicouretral.

La morbilidad y complicaciones son similares a las El sangrado y el tiempo quirúrgico son menores
acontecidas con la adenomectomía. Existe una com- que con la adenomectomía y la RTUP, así como la inci-
plicación específica de la resección transuretral llama- dencia de eyaculación retrógrada (Resel L. Blázquez J.)18.
da síndrome post-RTU, que se produce por la
absorción del líquido de irrigación (glicina) que pro- Terapias mínimamente invasivas
duce una hiponatremia dilucional e hipervolemia. Los
síntomas iniciales incluyen inquietud, confusión e irri- Bajo el epígrafe de tratamientos mínimamente
tabilidad junto con taquicardia, hipertensión y dismi- invasivos para la HBP se incluyen diversas técnicas que
nución de la saturación de oxígeno. A medida que intentan disminuir los riesgos asociados a las técnicas
descienden los niveles de sodio van apareciendo otras quirúrgicas ya descritas. Muchas de estas técnicas no
manifestaciones: por debajo de 115 mEq/l se produce precisan anestesia y el tiempo quirúrgico se encuentra
estupor, bradicardia, QRS ancho y extrasístoles; por disminuido. No existen datos en la literatura actual
debajo de 100 mEq/l de sodio convulsiones, coma y que permitan no obstante aconsejarlas como prime-
paro cardiaco. Este síndrome se encuentra en relación ra opción terapéutica, quedando su indicación supedi-
con el tiempo de resección, el peso del tejido reseca- tada fundamentalmente a pacientes con riesgo quirúr-
do y el sangrado abundante. gico elevado.

Miocapsulotomía endoscópica Ablación con láser


Esta técnica consiste en la realización de una inci- La energía láser aplicada sobre la próstata genera
sión prostática. Las indicaciones fundamentales, sin dos tipos de efectos en función de la temperatura
existir criterios absolutos, incluyen pacientes jóvenes, generada: por encima de 100 ºC produce vaporiza-
para preservar la eyaculación anterógrada, con adeno- ción de la próstata y entre 60 ºC y 100 ºC una coagu-
mas de pequeño tamaño y sin prominencia del lóbulo lación de la misma. Se han utilizado cuatro tipos de
medio, aunque si existiera un pequeño lóbulo medio, láser: Nd:YAG, Holmium:YAG, KTP:YAG y diodo.Actual-
éste podría resecarse y posteriomente realizar la mio- mente son necesarios estudios a largo plazo para
capsulotomia. La incisión se puede realizar de forma poder valorar la eficacia y seguridad de estos trata-
unilateral, bilateral o a las 12 horas (Figura 6). Se reali- mientos. Los estudios publicados exponen como prin-
za una incisión con el cuchillete de Collins desde cipales ventajas de la laserterapia frente a la RTUP:
1 mm por debajo del meato hasta la hendidura pros- facilidad de la técnica, ausencia de sangrado, hospitali-
tática lateral al veru montanum. La profundidad la marca zación mínima. El principal inconveniente es el prolon-
la sección de las fibras musculares, debiendo quedar gado tiempo de sondaje debido a las dificultades mic-
visible la grasa tanto subtrigonal como extracapsular. cionales ocasionadas por la inflamación uretral.

1008 sección X. Trastornos obstructivos y funcionales del tracto urinario


55. Hiperplasia benigna de próstata

HIFU Termoterapia
Ultrasonidos de alta frecuencia que se emiten a la Este tratamiento consiste en aplicar calor en forma
próstata desde un transductor transrectal generándo- de microondas, por vía transrectal o transuretral, a la
se temperaturas entre 60 ºC y 100 ºC que causan glándula prostática para inducir una necrosis de la
necrosis del tejido prostático. El procedimiento requie- misma a medio plazo. La morbilidad es baja y no pre-
re anestesia general. Los principales efectos secunda- cisa anestesia, por lo cual es una alternativa en pacien-
rios incluyen retención aguda de orina, hematosper- tes con elevado riesgo anestésico-quirúrgico.
mia, hematuria e infección urinaria. Según los datos
publicados, la mejoría sintomática tiene lugar en un Prótesis expandibles
50-60%, con un aumento del flujo máximo de 40- Dispositivos que se colocan intrauretrales para
50%. La eficacia a largo plazo es limitada17. mantener permeable la luz de la uretra y permitir la
micción espontánea. Pueden ser temporales o per-
TUNA manentes y únicamente están justificadas en pacientes
Este método consiste en la ablación prostática con contraindicación para la cirugía.
por medio de radiofrecuencia de bajo nivel que se
administra a través de dos agujas que se introducen
por vía transuretral. La radiofrecuencia produce una
necrosis de coagulación. Se realiza bajo anestesia local.

sección X. Trastornos obstructivos y funcionales del tracto urinario 1009

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