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Compilado:
Cap. 6: Hematuria.
capítulo 2
INTRODUCCIÓN ANAMNESIS
Cuando el médico residente contacta por prime- Recibir al paciente y síntoma principal
ra vez con su especialidad, lo ignora prácticamente
todo en relación con la misma, el vocabulario para
Recibir con atención al paciente y definir en la his-
describir las lesiones, el modo de interrogar o explo-
toria clínica el síntoma fundamental o el motivo por el
rar al paciente, los síntomas y los signos de las princi-
que el paciente acude a la consulta, es un aspecto
pales afecciones que le rodean. Penetra en un mundo
importante de la Historia Clínica. La pregunta es: ¿cuál
nuevo, desconocido, que le vuelve inseguro, retraído y
es el motivo por el que acude usted a la consulta? Hay
poco útil para el equipo.
que dejar que el paciente explique el problema con
sus propias palabras. Esta primera impresión es la que
En este apartado pretendemos hacer un esquema
de lo que tiene que saber desde el principio el resi- marcará la orientación de las pruebas futuras y llevará
dente de urología en relación con la anamnesis y hacia el diagnóstico correcto y a la eficacia.
exploración física de su especialidad. Esquema, que sin
duda tiene que ir ampliando y modificando a medida Edad, sexo y profesión
que aumenten sus conocimientos y adecuándolo a los
avances científicos. Antiguamente, los datos obtenidos La edad, sexo y profesión son datos a tener en
por la anamnesis y la exploración física eran más rele- cuenta en la historia clínica urológica(1). Una misma pato-
vantes de lo que son ahora. La tecnología actual es tan logía puede relacionarse con distintas afectaciones
abundante, cómoda, económica, poco invasiva, sensi- según la edad. Una patología infecciosa repetitiva en un
ble y específica, que dejó obsoletos muchos de los niño orienta generalmente hacia malformaciones con-
datos que se obtenían a través de la anamnesis y la génitas del tracto urinario, mientas que en un adulto de
exploración física. más de 50 años orienta hacia enfermedades adquiridas.
Una sintomatología de tipo obstructivo es característica
Para delimitar el campo del capítulo, partimos de del varón de más de 50 años, mientras que la patología
la definición que la Comisión Nacional hace de la relacionada con pérdida de orina es más frecuente en
especialidad. La Urología es la especialidad que se la mujer. En cuanto a la profesión, son clásicos los ejem-
ocupa del estudio, diagnóstico y tratamiento de las plos de cáncer escrotal en relación con deshollinadores
afecciones médicas y quirúrgicas del aparato urinario o el cáncer vesical en personas que trabajan en la indus-
y retroperitoneo, en ambos sexos, y del aparato tria de los colorantes, que emplean anilinas y derivados.
genital masculino, sin límite de edad. Por lo tanto, el
contenido de la anamnesis y la exploración es Antecedentes familiares y personales
amplio, heterogéneo y requiere un bagaje importan-
te de conocimientos en medicina, para programar Los antecedentes familiares y personales también
con eficiencia las exploraciones complementarias son importantes en la historia clínica. La poliquistosis
posteriores. renal, esclerosis tuberosa, acidosis tubulorrenal,
enfermedad de Von-Hippel-Lindau son enfermedades macos que producen alteraciones urológicas o con-
hereditarias. Un porcentaje de cánceres de próstata dicionan la actividad quirúrgica sobre el aparato uri-
tienen componente hereditario(2). Por otra parte, nario (Tabla 1).
también hay una serie de enfermedades que se rela-
cionan con alteraciones urológicas: pacientes con dia-
betes mellitus, HTA, o pacientes con patología neu-
rológica. El conocimiento de cirugías previas también SINTOMATOLOGÍA CLÍNICA
es de utilidad a la hora de programar o abordar una
cirugía urológica. El interrogatorio para obtener una Los motivos por los que los pacientes acuden con
lista de los medicamentos que está tomando el mayor frecuencia actualmente al urólogo están rela-
paciente es importante, ya que hay una serie de fár- cionados con el color de la orina, con sintomatología
dolorosa, con síntomas del tracto urinario inferior, con Figura 1. El paciente presenta una alteración en el
trastornos de la erección, con trastornos de la eyacu- color de la orina. La orina era de color blanco
lación o simplemente para evaluaciones de PSA solici- lechoso por la presencia de linfa en la orina. Con el
tadas por el médico de atención primaria en pacientes cateterismo ureteral de los dos riñones, se demostró
asintomáticos o para diagnóstico precoz de cáncer. que la quiluria proviene del riñón izquierdo. La orina
del riñón derecho es normal.
Alteraciones del color de la orina
Las alteraciones más frecuentes del color de la orina
son: 1) Hematuria. 2) Piuria. 3) Quiluria. 4) Fecaluria.
como un cuadro de dolor más o menos agudo en ciones uretrales o debilidad contráctil del detrusor.
fosa renal que irradia a flanco y región genital, y aso- Micciones interrumpidas o en dos tiempos son
cia de sintomatología miccional y síntomas vegetati- dos micciones seguidas aparentemente normales.
vos, con náuseas y vómitos. La intensidad del dolor, Goteo postmiccional es el escape terminal de
cuando se debe a una obstrucción, está más relacio- gotas de orina una vez finalizada la micción que se
nada con la rapidez con la que se instaura la obstruc- debe a una pequeña cantidad de orina residual en
ción que con el grado de distensión. la uretra que normalmente debería de ser expri-
mida de forma retrógrada hacia la vejiga al final de
Sintomatología del tracto urinario la micción(4). Retención urinaria es la incapacidad
inferior de emitir por la uretra toda o parte de la orina
contenida en la vejiga. La retención urinaria se cla-
Los síntomas del tracto urinario inferior se mani- sifica en aguda, cuando cursa con dolor, y disten-
fiestan como: 1) Síntomas irritativos. 2) Síntomas obs- sión, o crónica, cuando los síntomas son más lar-
tructivos. 3) Síntomas relacionados con la incontinen- vados y cursa hacia la insuficiencia renal.
cia de orina. Actualmente, el IPSS no es una forma
genérica de evaluación de síntomas del tracto urina- 3) La incontinencia de orina se define como la pér-
rio inferior, por ejemplo no es aplicable a mujeres, sólo dida involuntaria e incontrolada de orina por la
se aplica a varones para evaluar obstrucciones del uretra. Cuando se relaciona con imperiosidad o
tracto urinario. urgencia miccional se denomina incontinencia de
urgencia. En la mujer, suele relacionarse con los
1) Los síntomas irritativos más frecuentes son: pola- esfuerzos y se denomina incontinencia de orina
quiuria, disuria, micción imperiosa y tenesmo. La de esfuerzo. En el varón adulto, generalmente se
polaquiuria es uno de los síntomas urológicos más asocia con el goteo postmiccional o con pérdidas
frecuentes. En un adulto normal la vejiga se dis- incontroladas durante el sueño como consecuen-
tiende hasta una capacidad de 250 a 300 cc y se cia de una retención crónica. En el niño, se mani-
produce una micción cada 3 ó 4 horas a lo largo fiesta durante el sueño y se denomina enuresis.
del día. Se denomina polaquiuria a las micciones
frecuentes y de poca capacidad. Si la polaquiuria Trastornos de la erección
se presenta por el día, se denomina polaquiuria
diurna y si se presenta por la noche polaquiuria Hay trastornos por defecto o disfunción eréctil y
nocturna. La disuria es la dificultad para iniciar la por exceso o priapismo. La disfunción eréctil se ha
micción (síntoma obstructivo), que puede presen- definido como la incapacidad persistente y/o recu-
tar diferentes intensidades y relacionarse con el rrente para conseguir y/o mantener una erección ade-
inicio, con el final o con toda la micción. Micción cuada que permita una relación sexual satisfactoria.
imperiosa es la micción apremiante por deseo Para orientar las pruebas diagnósticas hay que tener
urgente de orinar que no puede detenerse. en cuenta factores psicológicos, neurológicos, hormo-
Tenesmo es la sensación de ganas de orinar des- nales, vasculares, y hábitos tóxicos e ingesta de medi-
pués de haber vaciado la vejiga, con poca o nin- camentos. El priapismo es una erección prolongada,
guna orina en la vejiga. dolorosa y sin deseo sexual.
Tabla 2. IPSS (International Prostate Symptom Score), Q.L.Q. (Quality of life questions). Sistema internacional
de valoración de los síntomas y calidad de vida producida por los síntomas urinarios.
2. Polaquiuria
En el último mes, ¿con qué
frecuencia ha tenido que orinar de 0 1 2 3 4 5
nuevo menos de dos horas después
de hacerlo o justo al haber acabado?
3. Intermitencia
En el último mes, ¿con qué
frecuencia ha interrumpido 0 1 2 3 4 5
y reanudado el chorro mientras
orinaba?
4. Urgencia miccional
En el último mes, ¿con qué frecuencia 0 1 2 3 4 5
ha tenido dificultad para retrasar o
aguantar las ganas de orinar?
5. Chorro débil
En el último mes, ¿con qué 0 1 2 3 4 5
frecuencia tuvo un chorro con
menos fuerza de lo habitual?
6. Esfuerzo
En el último mes, ¿con qué 0 1 2 3 4 5
frecuencia ha tenido que esforzarse
o apretar para comenzar a orinar?
7. Nicturia
En el último mes, ¿cuántas veces ha
tenido que levantarse para orinar 0 1 2 3 4 5
desde que se acuesta hasta que se
levanta por la mañana?
Entre
Encan- Agra- Acep- Incapaci- Terriblemente
aceptable e
tado dable table tante mal
incapacitante
yaculación es la falta de eyaculación durante el coito. fosa lumbar y flanco, la exploración de la vejiga, la
La eyaculación retrógrada es la eyaculación interna exploración de los genitales externos y el examen de
hacia la vejiga que se produce en personas con altera- la próstata.
ciones en el esfínter interno de la uretra, como conse-
cuencia de intervenciones quirúrgicas sobre la prósta- Observación general del paciente
ta o tratamiento con medicaciones anti α-adrenérgica.
Hemospermia es la presencia de sangre en el semen. Simplemente la observación del rostro del pacien-
te puede ya revelar importantes datos al médico. Una
PSA y pacientes asintomáticos facies pálida y angustiada, en un paciente inquieto es
típica del dolor vegetativo como el del cólico nefrítico.
La evaluación de análisis de PSA solicitados por el La cara de luna llena sugiere un síndrome de Cushing.
médico de atención primaria o el diagnóstico precoz También debe de inspeccionarse la piel, buscando
del cáncer de próstata son actualmente los motivos manchas cutáneas pigmentadas, adenomas sebáceos o
más frecuentes de consulta urológica. Como norma neurofibromas subcutáneos que hacen pensar en faco-
general, los datos que tiene que manejar el residente en matosis o síndromes neurocutáneos, como la enfer-
este sentido son los siguientes: 1) El punto de corte del medad de Von Recklinghausen,Von Hippel-Lindau o la
PSA es de 4 ng/ml en la población normal y de 3 ng/ml esclerosis tuberosa, que se relacionan con alteraciones
en personas con antecedentes familiares de cáncer de vasculorrenales, tumores de riñón y de otras glándulas
próstata. 2) Para la detección precoz del cáncer de endocrinas. La piel rugosa, seca, sin elasticidad y de
próstata en la población normal se solicita el PSA a par-
tir de los 50 años y a partir de los 40 años en perso- Figura 2. Neonato con el aíndrome del ”abdomen
nas con antecedentes familiares de cáncer de próstata. en pasa de ciruela”.
3) El PSA tiene una sensibilidad del 80% y una especifi-
cidad del 50% para el diagnóstico de cáncer de prósta-
ta. 4) La densidad del PSA (PSAD) es el resultado de
dividir la cifra de PSA en sangre por el peso de la prós-
tata expresado en gramos y aumenta la especificidad
del PSA. Pacientes con cifras de PSAD > 0,15 tienen
más posibilidades de cáncer de próstata y con PSAD <
0,15 menos posibilidades de cáncer de próstata .5) La
velocidad del PSA (PSAV) indica la velocidad con la que
se va elevando la cifra de PSA al año. Para que pueda
ser valorable ha de estimarse con un mínimo de 3 de-
terminaciones de PSA y un tiempo de seguimiento
mínimo de 18 meses. Cifras de PSAV > 0,75 ng/ml al
año son más sugestivas de cáncer de próstata y PSAV
< 0,75 ng/ml menos sugestivas. 6) La Relación PSA
libre/PSA total (PSAL/PSAT) también aumenta la espe-
cificidad del PSA para sospechar cáncer de próstata.
A medida que va descendiendo la relación de
PSAL/PSAT desde el 18% se van incrementando las posi-
bilidades del PSA para sospechar cáncer de próstata.
EXPLORACIÓN FÍSICA
La exploración física urológica comprende la
observación general del paciente, la exploración de la
color cobrizo es típica de la insuficiencia renal. Las 1) Fosa lumbar y flanco normales a la palpación. Este
estrías cutáneas de color rojo vinoso en el abdomen y hecho no excluye la posibilidad de una patología
el cuello de búfalo sugieren una hiperfunción de la renal importante.
glándula suprarrenal. La ginecomastia puede ser secun-
daria a un tumor adrenal o a un tumor de testículo. La 2) Fosa lumbar o flanco dolorosos a la palpación, sin
distribución anómala del vello pubiano en el varón, con tumoraciones palpables. El dolor a la presión con
una distribución feminoide o escasa, apuntan hacia la maniobra de Guyón es muy sugestivo de pato-
algún tipo de disgenesia o endocrinopatía. El edema en logía renal, siempre que la maniobra se practique
extremidades inferiores, principalmente si es unilateral, correctamente, con suavidad y sin percusiones
es sugestivo de obstrucción linfática por un carcinoma violentas. Existen patologías no urológicas que
genitourinario. En los neonatos con el síndrome del pueden producir dolor en la fosa lumbar derecha,
“abdomen en pasa de ciruela”, a la simple inspección con las que hay que contar a la hora de valorar
del abdomen ya aparecen los signos característicos, este dato clínico, como son las apendicitis retro-
por ausencia o hipoplasia de la musculatura abdominal. cecales o ciertas afecciones de la vesícula, duode-
La pared abdominal es delgada y laxa, debido a la esca- no y cabeza de páncreas. El aparato genitourina-
sez de tejido subcutáneo tiende a arrugarse en forma rio no tiene situado ningún órgano dentro de la
similar a una pasa de ciruela. A medida que van cre- cavidad abdominal y esto es muy importante a la
ciendo, van desapareciendo las arrugas y el abdomen hora de orientar los diagnósticos diferenciales. Un
tiende a tomar un aspecto globuloso o en forma dolor lumbar o en flanco renal que se asocie con
“obús”. (Figura 2). reacción peritoneal no tiene origen urológico
hasta que no se demuestre lo contrario con otras
Exploración de la fosa lumbar y flanco pruebas complementarias.
El procedimiento de elección en la exploración Otros puntos hacia los que el riñón puede pro-
física del riñón es la palpación bimanual según la vocar o irradiar dolor son los siguientes: a) Punto
maniobra de Guyón, que se ejecuta de la siguiente costovertebral de Legueu, situado en la unión de
forma: paciente acostado en decúbito supino, con las la última costilla y la columna vertebral. b) Punto
piernas semiflexionadas; explorador situado a la dere- subcostal de Surraco, situado en el cruce del
cha del paciente, con la palma de una mano en la borde externo del dorsal ancho con el 11.º espa-
región lumbar, con la yema de los dedos sobre el ángu- cio intercostal. c) Punto piélico, situado en el borde
lo costo lumbar a la altura de la última costilla, que externo del recto del abdomen justo por debajo
empuja la celda renal hacia adelante. La otra mano está de la última costilla. d) Punto suprailíaco lateral,
colocada sobre la pared abdominal anterior, a la altura situado encima de la porción media de la cresta ilí-
del reborde costal, deprimiendo la pared abdominal. El aca. e) Punto supraintraespinoso de Pasteau, situa-
explorador invita a inspirar profundamente al paciente do por encima y por dentro de la espina ilíaca
y, aprovechando la relajación del comienzo de una anterosuperior. f) Punto inguinal, situado a nivel del
espiración, intenta atrapar al riñón entre ambas manos. orificio externo del conducto inguinal.
Se interpreta que la celda renal y el flanco lumbar son
normales a la exploración física cuando no se palpan 3) Fosa renal o flanco en los que se palpa una masa.
los riñones, ni tumoraciones a ese nivel, y no se pro- Podemos imaginar aquí distintas posibilidades diag-
duce dolor a la presión. Solamente se admite la posi- nósticas: a) Fosa renal o flanco en los que se palpa
bilidad de palpar riñones normales, en lactantes y niños una masa que impresiona como un riñón de carac-
menores de 3 años. terísticas físicas normales, en cuanto a la superficie,
consistencia y sensibilidad. Esta situación permite
Las situaciones más frecuentes con las que el pensar en tres posibilidades diagnósticas: ptosis
médico residente se puede encontrar durante la renal, ectopia renal y traslación o desplazamiento
exploración física del área renal son las siguientes: renal por una tumoración situada cranealmente al
1) Fosa lumbar y flanco normal. 2) Fosa lumbar y riñón. b) Tumoración, no dolorosa, que se mueve
flanco dolorosas. 3) Fosa lumbar y flanco con tumor. con los movimientos respiratorios y tiene peloteo
lumbar positivo, es decir, que viene al contacto y área, con dolor intenso a la palpación y dificultad para
choca con la mano situada en la parte anterior andar. En el caso de los tumores de Uraco y paravesi-
cuando es empujada con la mano que se sitúa por cales, el diagnóstico diferencial con el globo vesical se
detrás. Estos datos pueden sugerir la posibilidad de puede hacer fácilmente con un simple cateterismo, que
un quiste renal, tumor maligno localizado, hidrone- lo haría desaparecer si fuera una retención urinaria.
frosis o riñón multiquístico. Si la alteración explo-
ratoria es bilateral hay que pensar en una poliquis- En la mujer, es muy fácil explorar la vejiga a través
tosis renal. c) Tumoración fija y no dolorosa, sugie- de la vagina, fundamentalmente en relación con la
re el diagnóstico de un tumor renal avanzado o un incontinencia de orina. Los principales objetivos de la
tumor del retroperitoneo. Si a los signos anterio- exploración vesical por esa vía son: a) Confirmar la
res se añade fiebre y dolor hay que pensar en incontinencia de orina y su relación con el esfuerzo. Si
algún problema infeccioso, como por ejemplo pio- al toser la paciente hay pérdida de orina, se confirma
nefrosis, pielonefritis xantogranulomatosa, ántrax la incontinencia. Si no se observa pérdida en decúbi-
renal y abscesos per o paranefríticos. Si la tumora- to, se repite la maniobra, con la mujer adoptando una
ción se asocia a shock y anemia podemos estar posición de semisentada, con una inclinación de 45º.
ante un síndrome de Wünderlich. Una tumoración b) Diagnosticar, si es posible, el tipo de incontinencia,
pulsátil en flanco izquierdo hará pensar en un mediante el test de Boney o Marshal-Marchetti, que
aneurisma de aorta abdominal. consiste en introducir en la vagina los dedos 2.º y 3.º,
separados en forma de V, con la palma de la mano
Exploración de la vejiga hacia arriba y elevar la cúpula vaginal. Si desaparece la
incontinencia de esfuerzo durante la maniobra, el test
La cavidad vesical solo puede ser vista y palpada es positivo y es patognomónico de una verdadera
cuando en su interior se encuentran acumulados al incontinencia de esfuerzo. c) Descubrir la presencia de
menos 500 cc de orina. La palpación simple de la veji- patología asociada: colpocistocele, rectocele, divertícu-
ga se lleva a cabo con las dos manos colocadas sobre los uretrales, estenosis de meato uretral o tumores
ambas fosas ilíacas y moviéndose hacia la línea media uretrales y parauretrales.
para intentar palpar los bordes. La vejiga en retención,
también denominada globo vesical, se presenta como En la exploración física de la vejiga merece especial
una tumoración suprapúbica, bien delimitada en su mención la palpación bimanual para clasificar a los tumo-
borde superior, dolorosa si es una retención aguda o res de vejiga, ya que sigue manteniéndose como uno de
indolora si el paciente es un retencionista crónico. La los criterios mínimos admitidos por la UICC en la clasi-
palpación del globo vesical casi siempre despierta el ficación TNM. La palpación bimanual debe efectuarse
deseo miccional. Existen algunas situaciones que pue- bajo anestesia, inmediatamente antes y después de la
den ser problemáticas a la hora del diagnóstico dife- resección transuretral del tumor, con la vejiga vacía y el
rencial, las colecciones de orina en el espacio de Retzius paciente en posición ginecológica. Se introduce el dedo
por extravasación en las roturas extraperitoneales de la índice en el recto y con la yema de los dedos de la otra
vejiga o los hematomas por traumatismos. En estos mano se presiona el hipogastrio, intentando desplazar la
casos la palpación del globo es difusa y difícil de delimi- vejiga hacia atrás. Es un criterio de clasificación muy poco
tar.También es posible que ambos procesos coexistan, fiable, porque no todos los tumores se sitúan en un lugar
ya que no es infrecuente que en los traumatismos con fácilmente accesible a la palpación y está sujeta a la obje-
fractura de las ramas isquiopubianas se produzca una tividad del explorador. En teoría nos podemos encon-
sección de la uretra posterior con la consiguiente trar con las siguientes situaciones: a) Pared vesical blan-
retención urinaria. Otras situaciones que obligan a da antes y después de la resección transuretral, indica
hacer el diagnóstico diferencial con un globo vesical son tumor superficial TIS,Ta,T1. b) Pared vesical con nódulo
los procesos inflamatorios o tumorales del hipogastrio. duro y móvil que desaparece después de la resección
La osteítis del pubis es un proceso inflamatorio de la transuretral, tumor T2. c) Pared vesical con nódulo duro
sínfisis del pubis, en relación con la cirugía de la prósta- y móvil que no desaparece después de la resección
ta y de la vejiga cuando se abordan por vía hipogástri- transuretral, tumor T3. d) Pared vesical fija y adherida a
ca, y se manifiesta como una tumoración difusa en el la pelvis u órganos vecinos, tumor T4.
cuanto a que todos los esbozos embrionarios han cum- En la exploración física de los genitales externos,
plido todas las etapas del desarrollo, pero los elementos las situaciones más frecuentes con las que el médico
eréctiles son extremadamente pequeños. c) Pene ocul- residente se puede encontrar son: 1) Escroto agudo.
to. Simula un pene hipoplásico pero en este caso los ele- 2) Escroto crónico.
mentos eréctiles que configuran el pene están desarro-
llados de forma normal. Hay que hacer presión con los 1) Escroto agudo. Alteración en el escroto y su con-
dedos pulgar e índice de las dos manos sobre la grasa tenido que aparece de forma aguda. En esta situa-
del pubis y bolsa escrotal para poner en evidencia su ción es fundamental distinguir entre el escroto
verdadero tamaño. d) Pene doble o bífido. e) Pene tor- agudo del niño o adolescente y el escroto agudo
sionado. Se caracteriza por una configuración en espiral, del adulto. En el escroto agudo del niño o adoles-
variable, que puede alcanzar los 180º. f) Pene curvo con cente, el diagnóstico que se plantea de entrada es
meato normal, que puede ser secundario a frenillo la torsión del testículo. Se inicia con un dolor brus-
corto, sínfisis de la piel penoescrotal, o uretra hipoplási- co en el testículo, que los padres o el niño atribu-
ca. g) Megalouretra, escafoidea o fusiforme. h) Meato yen con frecuencia a un golpe mientras jugaba o
hipospádico (5). Puede estar situado en cualquier punto hacía deporte. A la exploración física el testículo
de la cara ventral del pene y periné, clasificándose por está ascendido en relación con el contralateral, y
su localización en hipospadias balánico, peneano, peno- aumentado de tamaño. Se pierden las relaciones
escrotal, escrotal o perineal. i) Meato epispádico. Puede anatómicas normales entre testículo y epidídimo,
estar situado en cualquier parte de la cara dorsal del palpándose este último en situación anterior o
pene, clasificándose según su localización en epispadias con la cabeza en el polo inferior. Si la torsión es
balánicos-glandulares, peneanos y penopubianos. extravaginal, se palpa una tumoración supratesti-
cular en el cordón espermático correspondiente
Exploración del escroto al anillo de torsión, de consistencia tensa, límites
claros, y dolorosa. Al elevar el escroto y el testícu-
La exploración física de los genitales externos se lo con la mano no se alivia el dolor, a este dato se
continúa con la inspección y palpación de la piel del denomina signo de Prehn. A medida que el cua-
escroto, de los testículos, del epidídimo y del cordón dro evoluciona, el componente inflamatorio va
espermático. Se describen las características del escro- predominando sobre el resto de los síntomas y
to, tamaño, color, presencia de componente inflamato- signos. Es una situación que requiere una explora-
rio, crepitaciones, dermatitis o tumoraciones cutáneas ción quirúrgica rápida, sin perder demasiado tiem-
superficiales. También se comprueba si la piel está po en diagnósticos diferenciales. Se dice que des-
adherida a los testículos o si se encuentra libre de pués de una torsión completa, a las 6 primeras
adherencias. Los testículos se palpan con suavidad, horas de evolución se pierde la función exocrina
cogiéndolos entre el pulgar y los dedos índice y medio, del testículo y a las 10 horas la función endocrina
evaluando su tamaño, consistencia y movilidad. Los tes- y la estética por atrofia testicular subsiguiente. En
tículos normales presentan una consistencia firme, casi la práctica, esto no siempre es así, y se pueden
dura, y se movilizan libremente. Se continúa la explo- encontrar testículos con 48 horas o más de evo-
ración, cogiendo el epidídimo entre los dedos pulgar e lución que adquieren una coloración normal des-
índice, siguiendo todo su trayecto desde la cabeza a la pués del tratamiento quirúrgico, bien porque la
cola. El epidídimo normal es blando, sin nódulos, con la torsión haya sido incompleta o intermitente. La
cabeza de mayor calibre que la cola y está situado en exploración quirúrgica siempre está indicada.
la parte posterior del testículo.A continuación se palpa Otro cuadro de origen vascular en pacientes jóve-
el cordón espermático entre los dos dedos y se explo- nes es el que aparece después de la necrosis de
ra el conducto deferente y el plexo venoso, para la hidátide de Morgagni. Si el cuadro es reciente,
detectar la presencia de nódulos o tumoraciones. La se palpa un nódulo doloroso, situado en el polo
exploración física se completa con una maniobra de superior del testículo, por delante de la cabeza del
Valsalva, para descartar la presencia de un varicocele. epidídimo. Si se hace contactar la tumoración con
En caso de diagnosticar tumoraciones intraescrotales la piel, al presionar el testículo con la mano, se
es recomendable la transiluminación de las mismas. puede ver por transparencia el color violáceo de
la hidátide necrosada. En situaciones más evolu- ta como tumoración escrotal de tamaño varia-
cionadas el componente inflamatorio es tan ble, no dolorosa, con planos cutáneos sin adhe-
importante que impide hacer el diagnóstico por la rencias. No se consigue palpar el testículo ni el
exploración física. En el escroto agudo del adulto deferente. La transiluminación es positiva. c.2)
el primer diagnóstico que se plantea es el de un Espermatocele o quiste epididimario que se pre-
proceso infeccioso. A la inspección el hemiescro- senta como una tumoración que se sitúa en el
to afectado se encuentra aumentado de volumen, polo superior del testículo y no es dolorosa. El
con la piel inflamada que puede estar adherida al testículo aparece de características normales a la
testículo. La palpación muestra un testículo aumen- exploración física. La transiluminación es positiva.
tado de tamaño, tenso y doloroso. El epidídimo Una masa sólida que no permita la transilumina-
también está aumentado de tamaño, con el surco ción probablemente represente un tumor adeno-
que hace la separación entre el testículo y el epi- matoide. c.3) Tumor testicular maligno. El testículo
dídimo semiborrado. El cordón espermático está está aumentado de tamaño, la piel del escroto
engrosado y rígido, al igual que el deferente, y son presenta un aspecto normal. La superficie del tes-
dolorosos. Excepcionalmente puede observarse tículo es irregular y dura. La transiluminación es
un tumor de testículo con una forma de presen- negativa. c.4) Varicocele. La tumoración asienta en
tación clínica de escroto agudo. Si han pasado el cordón espermático como una masa informe
varios días desde el comienzo del cuadro, el testí- de consistencia blanda, indolora al tacto, que tien-
culo afectado se transforma en una masa inflama- de a desaparecer en decúbito e incrementar con
toria heterogénea, dolorosa, que puede presentar la maniobra de Valsalva. d) Escroto vacío. Está en
alguna zona de fluctuación, que indica la presencia relación con agenesia de testículo, criptorquidia,
de un absceso. Si la piel del escroto está necrosa- ectopia, hipoplasia o atrofia secundaria.
da y crepita a la palpación, con afectación del peri-
né, pene, hipogastrio o flancos, el cuadro es típico Exploración de la próstata
de gangrena de Fournier.
El tacto rectal es el acto más importante y espe-
2) Patología crónica del escroto. Alteración en el cífico en la exploración física del aparato urinario.
escroto y su contenido que aparece de forma Para su ejecución, habitualmente se sitúa al paciente
crónica. Se distinguen tres situaciones diferentes: en posición de plegaria mahometana o en decúbito
a) Bolsa fistulosa. El orificio fistuloso correspon- supino, con los miembros inferiores flexionados
de a la terminación en la piel de un trayecto sobre el abdomen. Con la mano cubierta por un
indurado que se inicia habitualmente en el polo guante, se introduce el dedo índice en el recto, con
inferior del testículo y la cola del epidídimo. El suavidad y bien lubricado. Es una técnica de difícil
resto de la exploración puede ser normal. El cua- interpretación por el riesgo de subjetividad a la que
dro es sugestivo de tuberculosis genitourinaria. b) está sometida, al tratarse de una exploración perso-
Bolsa nodular. Si el nódulo no es doloroso, se nal que se hace a ciegas. Requiere un tiempo largo de
encuentra situado en el polo superior del testí- aprendizaje, asesoramiento y experiencia. Se conside-
culo, separado claramente de la glándula por un ra fundamental que cada médico siga siempre la
surco y la transiluminación es positiva, el diag- misma sistemática a la hora de evaluar y describir las
nóstico más probable es el de quiste de epidídi- sensaciones que la yema de su dedo le va transmi-
mo. Por el contrario, si el nódulo está situado en tiendo. La exploración física de la próstata a través del
la cola del epidídimo y es molesto a la explora- recto comprende la investigación de los siguientes
ción, hay que sospechar algún proceso granulo- puntos: 1) límites de la glándula. 2) Características de
matoso. Cuando se palpa un nódulo duro que la superficie. 3) Consistencia. 4) Tamaño. 5) Movilidad.
resalta sobre la superficie lisa del testículo, en 6) Síntomas.
ausencia de otros datos, el único diagnóstico que
debe plantearse es el de tumor testicular. c) Bolsa 1) Límites de la glándula. La glándula normal, al tacto
tumoral, en la que a su vez se pueden distinguir se palpa como la superficie convexa de una
varias situaciones: c.1) Hidrocele que se presen- estructura en forma de castaña, con la base en
situación craneal y el ápex situado caudalmente, Volumen grado IV es una próstata muy grande,
bien delimitada en los bordes externos por dos muy prominente en ampolla rectal, sin surco
surcos laterales discretos, que presenta un surco medio y surcos laterales profundos; el peso esti-
medio longitudinal. En la HPB el surco medio mado es superior a 80 gramos.
desaparece y los surcos laterales son más nítidos,
como consecuencia del crecimiento de la glándu- 5) Movilidad. La movilidad de la próstata varía dentro
la hacia la ampolla rectal. En el cáncer de próstata de un intervalo de normalidad bastante amplio. Para
infiltrante, los bordes no son nítidos y la glándula estudiarla se sitúa el extremo del dedo índice en la
está mal delimitada. base, desplazando la glándula en sentido craneocau-
dal y en sentido anteroposterior. Las próstatas nor-
2) Características de la superficie. La próstata normal males, infecciosas e hiperplásicas son móviles, y en el
presenta al tacto una superficie lisa, ligeramente cáncer de próstata infiltrante pierden la movilidad.
convexa, con un surco medio longitudinal. En la
prostatitis y en la HPB la superficie también es lisa. 6) Síntomas. La próstata normal, hiperplásica o
En el cáncer de próstata, cuando hay alteraciones, la tumoral no duele al tacto y es dolorosa en los
superficie presenta algún nódulo o es multinodular. cuadros infecciosos o inflamatorios, provocando
deseo miccional. En este punto hay que poner
3) Consistencia. La consistencia de la próstata normal especial interés para diferenciar las molestias
es blanda y firme, evocando a la sensación que se secundarias a la dilatación del esfínter por el dedo
obtiene al tocar con el pulpejo del dedo índice en de las producidas por la presión sobre cada uno
nuestros labios cerrados o en la eminencia tenar de los lóbulos prostáticos.
con aposición del pulgar. En la prostatitis aguda la
consistencia es blanda, poco firme y sin tono, con Las patologías más significativas de la glándula
la misma sensación que se produce al tocar con el prostática están perfectamente caracterizadas por el
dedo los labios abiertos. En la HPB, la consistencia tacto rectal. La próstata normal es una próstata bien
es elástica, similar a la del cartílago de la punta de delimitada, lisa, blanda/firme, desplazable, no incre-
la nariz. En el cáncer de próstata, cuando hay alte- mentada de tamaño y no dolorosa. La próstata de la
raciones, la consistencia es dura, similar a la que se prostatitis aguda es una próstata bien delimitada, lisa,
produce al tactar la arcada supraciliar. blanda/poco firme, desplazable, aumentada de tamaño
y dolorosa. La próstata de la HPB, es una próstata bien
4) Tamaño. La apreciación del volumen a través del delimitada, lisa, elástica, desplazable, aumentada de
tacto rectal es un dato que requiere una gran tamaño y no dolorosa.
experiencia. La glándula normal no sobrepasa los
4.5 cm, que se estima al considerar 2 cm el gro- La próstata del cáncer T2 es una próstata bien deli-
sor de un través de dedo. La glándula aumentada mitada, nodular, dura, desplazable, aumentada o no de
de tamaño, se divide de forma rutinaria en cuatro tamaño y no dolorosa. La próstata del cáncer T3, es una
grados, grado I, II. III, IV. Volumen grado I es una próstata mal delimitada, nodular, dura, desplazable,
próstata de tamaño prácticamente normal, con la aumentada de tamaño y no dolorosa. La próstata del
convexidad de los lóbulos discretamente aumen- cáncer T4 es una próstata mal delimitada, nodular, dura,
tada y surco medio mantenido; el peso estimado, no desplazable, aumentada de tamaño y no dolorosa.
según la experiencia del explorador, sería inferior
a 30 gramos. Volumen grado II es una próstata El tacto rectal también es imprescindible para el
aumentada de tamaño, con la convexidad de los estudio bacteriológico y citológico de la próstata,
lóbulos y los surcos laterales bien definidos, y practicando un masaje, y recogiendo la orina y la
surco medio mantenido; el peso estimado está secreción uretral para su análisis, según la técnica de
entre 30 y 50 gramos. Volumen grado III es una Meares y Stamey. La técnica del masaje prostático se
próstata grande, cara posterior totalmente conve- efectúa presionando la glándula firmemente con el
xa, sin surco medio y surcos laterales profundos; dedo índice, comenzando por los lados y arriba, des-
el peso estimado está entre 50 y 80 gramos. plazándose hacia la línea media y abajo.
Diagnóstico de
laboratorio en urología
Palabras clave: Antígeno prostático específico.Tumor testicular. Infección del tracto urinario.
Índice capítulo 3
Diagnóstico de
laboratorio en urología
Antígeno Prostático Específico (PSA) .................................................................................................... 45
Diagnóstico de laboratorio en los tumores testiculares....................................................... 47
Diagnóstico microbiológico de la infección del tracto urinario .................................... 49
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 53
3. Diagnóstico de laboratorio en urología
capítulo 3
Diagnóstico de
laboratorio en urología
ANTÍGENO PROSTÁTICO ligado, eliminado probablemente por su metabolismo
en el hígado.
ESPECÍFICO (PSA)
El test del PSA ha supuesto un considerable
El cáncer de próstata es el tumor maligno más fre- impacto en la detección del cáncer de próstata, tenien-
cuente del aparato genitourinario del varón, y para su do una gran sensibilidad; de hecho ha evitado el uso
detección precoz se desarrolló el test de medición en de la fosfatasa ácida prostática. Se han desarrollado
suero del antígeno prostático especifico (PSA). tests que miden la tasa de PSA libre con respecto al
total (que es menor en hombres con cáncer) y la
El PSA fue aislado del tejido prostático por Wang forma ligada de PSA de forma aislada (que es más
en 1979; es una proteasa natural, una glucoproteína abundante en hombres con cáncer).
con un peso molecular de 34 kilodalton con 240 AA,
cuyo gen ha sido localizado en el cromosoma 19 y A pesar de la importancia del screening con PSA en
que posee al menos cinco epitopos que sirven como la detección del cáncer de próstata, adolece de una baja
antígenos a los anticuerpos utilizados en los tests séri- especificidad, ya que no es específico del cáncer. Los
cos actuales. Se elabora en las células columnares del niveles séricos de PSA pueden reflejar cambios en otras
epitelio benigno prostático y en la mayoría de las célu- enfermedades, como en enfermedades inflamatorias,
las del cáncer de próstata, y su concentración en el traumas o en hipertrofia benigna prostática; se ha
fluido prostático es de alrededor de 3 g/l. demostrado que un número de tejidos extraprostáticos
humanos puede elaborar proteínas similares al PSA.
El papel fisiológico del PSA es dar consistencia
líquida al esperma por hidrólisis de dos proteínas Se ha observado que casi un 25% a un 30% de los
secretadas por las vesículas seminales que tienen una hombres tendrán una biopsia positiva con un nivel de
función importante en la gelificación de la eyaculación: PSA elevado (mayor de 4 ng/ml), mientras que la
la seminogenila y la fibronectina. mayoría de los hombres no tendrán cáncer. Hay una
coincidencia considerable de niveles de PSA entre
La secreción de PSA parece ser cuantitativamen- hombres con cáncer de próstata y hombres con
te equivalente en todas las zonas glandulares, recono- enfermedad benigna. Esta coincidencia de los niveles
ciéndose tres formas actuales de PSA en la circulación de PSA es más evidente en el rango de 4 a 10 ng/ml,
sistémica: la menor proporción de PSA sérico se siendo estos límites la zona gris del diagnóstico.
encuentra en forma libre; la mayoría del PSA sérico
está unido a la alfa-1-antiquimiotripsina; la tercera Existen varias situaciones que pueden provocar
forma de PSA sérico está unida a la alfa-2-macroglo- un aumento transitorio del nivel sérico de PSA ade-
bulina, no pudiéndose identificar este complejo en los más de las enfermedades prostáticas; por ejemplo, dis-
tests comerciales de PSA disponibles. minuye tras un largo período de reposo en cama y
aumenta con la cistoscopia, biopsia prostática, masaje
La vida media del PSA es de 2,6 días, siendo prostático vigoroso y con la ecografía transrectal. El
menor en el PSA libre por su rápida aclaración, pro- tacto rectal aislado no parece tener ningún efecto sig-
bablemente por filtración glomerular, que en el PSA nificativo en el nivel de PSA.
La aplicación del PSA con mayor potencial está en - La velocidad de PSA reconoce el hecho de que la
el screening y la detección temprana del cáncer de variación del PSA a lo largo del tiempo puede ser
próstata. El uso del PSA para la detección temprana mayor en hombres con cáncer de próstata que en
no sólo identifica un número significativo de cánceres aquellos sin cáncer.
de próstata, sino que los cánceres tienden a encon-
trarse en un estadio en el que son curables, es decir, - Las isoformas del PSA se pueden utilizar para
una alta proporción están confinados a la próstata. establecer la razón de PSA libre: total, que puede
distinguir a los hombres con cáncer de próstata de
El rendimiento del PSA en la detección temprana aquellos con histología benigna.
en cohortes de screening ha conducido a las reco-
mendaciones propuestas por la American Cancer Puntos de corte específicos por edad
Society y la American Urological Association, que reco-
miendan llevar a cabo el tacto rectal y la determina- Se basan en el aumento de los niveles de PSA con
ción de PSA sérico de forma anual en hombres mayo- la edad, así como en el aumento de la incidencia de
res de 50 años; en los grupos de alto riesgo se debe- cáncer de próstata con la edad. Un punto más bajo de
ría empezar a los 40 años. Sin embargo estos progra- PSA en hombres más jóvenes aumentará la sensibili-
mas de screening no parecen tener repercusión en la dad, mientras que seleccionar un punto de corte más
mortalidad por cáncer de próstata, lo que pone en alto en hombres mayores aumentará la especificidad.
controversia la realización o no del screening. Al elevar el punto de PSA en hombres mayores, se
aumentaría la especificidad, pero tendrá un efecto
En Europa, no se realiza ni se recomienda el negativo en la tasa de detección global (1, 2, 3).
screening, sino el diagnóstico precoz, asi, se realizan
los análisis de PSA séricos en pacientes que comien- Densidad de PSA
zan con síntomas de obstrucción del flujo urinario.
El uso de la densidad de PSA se justifica porque se
A pesar del buen rendimiento del PSA, continúan sugiere que el nivel sérico de PSA es aproximadamen-
los intentos de mejorar aún más su rendimiento te proporcional al volumen de la hipertrofia benigna
como marcador tumoral. Existen dos motivos para prostática. Por la tanto, la normalización del nivel sérico
explicar esto: de PSA al volumen de la próstata puede ajustar el efec-
to de esta enfermedad benigna. La densidad de PSA es
- Aproximadamente el 25% de los pacientes diag- el cociente que resulta de dividir el nivel sérico de PSA
nosticados de cáncer de próstata tienen un nivel entre el volumen prostático, que generalmente se esti-
de PSA normal (menor de 4 ng/ml). ma bajo ecografía transrectal. Se consideran niveles de
densidad elevados por encima de 0.15 (4, 5, 6).
- Se demostrará una histología benigna mediante
biopsia guiada por ecografía en aproximadamente Velocidad de PSA
el 66% de los hombres con un nivel de PSA anor-
mal (mayor de 4 ng/ml). El nivel de PSA debería aumentar con un ritmo
mayor en los hombres con cáncer de próstata que en
Se han usado ampliamente varios abordajes para los hombres sin cáncer (7). Se considera una velocidad
mejorar el rendimiento del PSA: alta cuando es >1ng/año. Existen problemas potencia-
les en el uso de la velocidad del PSA para mejorar el
- Los puntos de corte de PSA específicos de edad, rendimiento:
que se usan para tener en cuenta que los niveles
de PSA aumentan gradualmente con la edad. - El intervalo óptimo entre las mediciones de PSA
no se ha definido.
- La densidad de PSA ajusta el PSA sérico al volu-
men prostático, dado que una próstata más gran- - La variación biológica es una preocupación impor-
de se puede asociar con un nivel de PSA más alto. tante, dado que el nivel de PSA puede cambiar
por varios motivos además del desarrollo del cán- El desarrollo de los tests de PSA libre/total fue
cer de próstata. una aproximación a lo que se deseaba; La cuantifica-
ción del PSA ligado a antiquimiotripsina, que se da en
Isoformas del PSA mayor proporción en hombres con cáncer.
Otra posibilidad interesante es el uso del PSA b) La beta-gonadotropina coriónica humana (β-HCG)
libre/total en hombres con un nivel de PSA menor de
4 ng/ml, dado que se están detectando cánceres en un c) La lactato-deshidrogenasa (LDH)
número creciente de hombres en este rango. Aunque
la mayoría de hombres con un PSA menor de 4 ng/ml La alfa-fetoproteína
no tendrá carcinoma clínicamente detectable, la eva-
luación de pacientes con una indicación de biopsia, La AFP es una glicoproteína de origen fetal, sinte-
quizás una anomalía en el tacto rectal o una velocidad tizada por el saco vitelino, el hígado y el intestino del
de PSA elevada, puede verse ayudada por la medición feto, hallándose en alta concentración en el líquido
del porcentaje de PSA libre (10). amniótico y el suero fetal. Tras el primer año de vida
sus niveles se hacen indetectables en suero. El límite
Las discrepancias significativas entre los diferentes superior de la normalidad en adultos es de 10 ug/L. En
tests y la ausencia de un standard internacional de el adulto existen algunos procesos benignos en los
PSA libre y total, significan que es altamente probable que se elevan la AFP sérica como son durante el
que cada fabricante tenga que determinar la razón de embarazo, hepatopatías en las que se producen rege-
corte óptima para su test individual. neración hepática (hepatitis, cirrosis, absceso hepáti-
co) existiendo también una conocida persistencia indetectables para hablar de la misma, y por el con-
familiar de AFP y algunas enfermedades congénitas del trario la elevación sérica de AFP será sinónimo de
neonato en las que la AFP sigue elevada. Dentro de la progresión tumoral o de recidiva si previamente se
patología oncológica, el hepatocarcinoma y los tumo- había negativizado (12).
res germinales no seminomatosos son los que produ-
cen una mayor elevación de la AFP. Como excepción hemos de recordar que algunas
enfermedades hepáticas pueden cursar con cifras
La vida media sérica es de 5-7 días. La presencia moderadamente elevadas de AFP y que pueden
de AFP en el paciente con un tumor testicular se aso- deberse a diferentes etiologías como toxicidad hepá-
cia con diferenciación del seno endodérmico, funda- tica por la anestesia, por antiepilépticos, por alcoholis-
mentalmente con la variedad del endodermo visceral, mo y por infección viral, descendiendo la AFP lenta-
por lo que es incompatible con el diagnóstico de mente cuando desaparece el agente causante de la
seminoma puro, y aunque la histología muestre en el hepatotoxicidad.
testículo un seminoma el paciente debe considerarse
portador de un tumor germinal no seminomatoso (11). La beta-gonadotropina coriónica
humana (β-HCG)
En los tumores germinales no seminomatosos, en
el 80-90% de los casos puede estar elevado uno o los La β-HCG es una hormona glicoproteica de
dos marcadores oncofetales (AFP y b-HCG), siendo estructura cuaternaria con dos subunidades diferen-
su cuantificación importante pues tendrá significación tes: las cadenas alfa y beta. La subunidad alfa es prác-
pronóstica. ticamente igual que la subunidad alfa de las hormonas
pituitarias LH, FSH y TSH con lo que pueden interfe-
Su determinación precirugía es obligatoria, siendo rir en las determinaciones analíticas, mientras que la
su detección compatible con tumor germinal no semi- subunidad beta es totalmente diferentes entre ellas
nomatoso, siendo negativo en el seminoma puro y por lo que es ésta la que se determina para conocer
otras tumoraciones testiculares no germinales como los niveles séricos de esta hormona.
el tumor de Leydig, el tumor de células de Sertoli, el
linfoma, etc… La β-HCG es producida por la placenta, por lo
que está elevada durante el embarazo, siendo su vida
El papel como marcador de extensión tumoral se media en suero de 18-36 horas. El límite superior de
ha ido reduciendo conforme han mejorado las técni- la normalidad para la HCG es de 2 UI/L.
cas de diagnóstico por imagen, si bien sigue siendo útil
en el grupo de pacientes que tras la orquiectomía A diferencia de la AFP, son escasos los procesos
siguen con la AFP elevada y con el resto de explora- benignos productores de β-HCG, como son la cirro-
ciones negativas; esto, que suele suceder en el 10-15% sis hepática, el ulcus gastroduodenal, la enfermedad
de los casos, nos indica la presencia de enfermedad inflamatoria gastrointestinal y en los sujetos con adic-
subclínica. ción a la marihuana.
Por tanto, la determinación de AFP tras la También puede estar elevada en procesos onco-
orquiectomía es obligatoria ya que pasados 7 días de lógicos como el carcinoma indiferenciado de vejiga,
ésta, su nivel sérico debe ser indetectable, de lo con- páncreas, pulmón, mama y gástrico (13).
trario se considerará que el paciente tiene un tumor
residual. La β-HCG está producida por el sincitiotrofoblas-
to gigante multinucleado, presente en el coriocarcino-
Su utilidad para la monitorización de la respuesta ma. Ninguna de las variedades del tumor del seno
terapéutica es igualmente muy fidedigna, de forma endodérmico puede producir β-HCG.
que el descenso del mismo supone reducción tumo-
ral, su desaparición puede suponer la curación aunque La β-HCG también es producida por los tumores
se precise un seguimiento prolongado con niveles germinales seminomatosos; se ha observado que alre-
dedor del 15% de los seminomas puros pueden pro- muy elevados de LDH se asocian con mal pronósti-
ducir b-HCG debido a la presencia ocasional de sinci- co en los pacientes con un tumor germinal no semi-
tiotrofoblasto en éstos, sin que ello implique la pre- nomatoso (15, 16). Sin embargo, su negatividad no exclu-
sencia de componente no seminomatoso ni suponga ye la presencia de tumor germinal, y que tras la
una variación en el pronóstico del seminoma que lo orquiectomía u otros tratamientos posteriores, su
produce (14). normalización no significa necesariamente la ausencia
de tumor.
Los tumores germinales no seminomatosos tie-
nen elevación de la β-HCG en el 80-90% de los casos. Los valores de referencia son de 240-480UI/L.
Es útil como marcador pronóstico, pues su con- La cifra de leucocitos en orina sugestiva de ITU no
centración es proporcional al volumen tumoral. Niveles está bien definida. En la mayoría de los pacientes con
ITU la piuria es superior a 100 leucocitos/ mmc, lo 2) La presencia de cilindros leucocitarios indica infec-
que equivale a 10 leucocitos por campo. ción que afecta al tejido renal (pielonefritis).
En el hombre joven la relación entre piuria e ITU 3) La presencia de células epiteliales, pelos, elemen-
es pobre siendo en general en el varón asintomático tos fecales e incluso huevos de oxiuros indican
la piuria un mal indicador de ITU. contaminación de la muestra en el proceso de
recogida.
En el recién nacido y en niño es difícil valorar el
significado de la piuria con relación a una posible ITU. El urocultivo
Muchos recién nacidos sin ITU tienen mas de 10 leu-
cocitos/mm3, mientras que el 30% de los con ITU no En el cultivo de orina se cuantifica el número de
presentan piuria y sólo un 57 % de niños con bacte- bacterias presentes, que suele expresarse como uni-
riuria presentan piuria. dades formadoras de colonias (UFC) por ml, una UFC
representa una bacteria. El termino UFC proviene de
Actualmente se dispone de tiras reactivas que que el urocultivo suele hacerse sembrando una canti-
detectan la presencia en orina de esterasa leucocita- dad de orina (1 ó 10 microlitros) en una placa de cul-
ria, una enzima presente en los leucocitos (17). Un resul- tivo y observando la aparición de colonias bacterianas
tado positivo indica presencia de 10 o más leucocitos/ visibles a simple vista. Cada una de estas colonias se
mmc. Esta técnica es capaz de detectar leucocitos lisa- considera que procede de una bacteria viva.
dos (p.ej. por defectuosa conservación de la orina)
pero puede dar falsos negativos en presencia de altas El urocultivo debe permitir cuantificar el número
cantidades de vitamina C. de bacterias entre 1.000 y más de 100.000 UFC/ml y
obtener colonias aisladas para comprobar si el cultivo
A veces la piuria no se acompaña de bacteriuria es polimicrobiano y realizar antibiograma si es nece-
(piuria estéril) y puede ser debida a ITU causadas sario. La técnica más habitual es la siembra con asa
por microorganismos no detectados por la técnicas calibrada. Esta técnica es fácil y rápida y permite depo-
habituales de urocultivo (micobacterias, hongos, sitar sobre la superficie del medio de cultivo un volu-
Chlamydia, etc.) o a inflamación del TU de causa no men determinado de orina (0,001 ml o 0,01 ml), de
infecciosa (tumores, tóxicos, etc.). En las ITU puede forma que cada colonia en el medio (después de incu-
mantenerse piuria unos días, después de iniciar el bar) equivale a 1000 (asa de 0,001 ml) o a 100
tratamiento antibiótico, sin que ello signifique fraca- UFC/ml (asa de 0,01 ml).
so terapéutico. Aunque en algunas ITU existe pre-
sencia de hematíes en la orina (cistitis hemorrágica) Para el urocultivo se recomienda el empleo de
la presencia de hematuria suele ser indicativa de dos medios (18), uno selectivo (p.ej. MacConkey) que
otras patologías como cálculos, tumores, glomerulo- permita el crecimiento de Enterobacteriaceae, bacilos
nefritis, etc… gram negativos no fermentadores y Enterococos y
otro enriquecido (agar sangre). En muchos laborato-
En el estudio microscópico de la orina pueden rios se utiliza el CLED (cistina lactosa electrolito defi-
observarse otros elementos de interés:
Figura 1. Desarrollo de colonias de Escherichia coli y
1) La observación de bacterias en una orina adecua- Enterococcus fecales en el medio cromogénico MPO.
damente obtenida y conservada (en fresco o pre-
via tinción) denota la presencia de bacteriuria, más
de 100.000 UFC/ml. Pero se debe ser cauto en su
interpretación pues muchas veces el examen de la
orina se realiza sobre muestras no obtenidas con
garantía y que se han conservado horas a tempe-
ratura ambiente, lo que asegura un resultado
erróneo.
Orina obtenida por Más de 10.000 Tres o más uropatógenos Repetir el cultivo si
cateterización 1 ó 2 uropatógenos o mayor cantidad de resultados no
Paciente bacterias contaminantes demostrativos
asintomático que del uropatógeno
ciente) que es un medio no selectivo que permite el Se han desarrollado medios de cultivo cromogé-
crecimiento de casi todos los uropatógenos y permi- nicos que permiten la identificación directa de uropa-
te distinguir aquellos que fermentan la lactosa tógenos sin necesidad de pruebas adicionales usando
(Escherichia coli, Klebsiella) de los que no la fermentan cromógenos que colorean específicamente las colo-
(Proteus) y de los enterococos. nias (19) (Figura 1).
Los cultivos deben incubarse durante 18-24 h en interpretación de los resultados del urocultivo en fun-
aerobiosis a 37 ºC y aunque los negativos pueden ción del número del resultado del cultivo cuantitativo,
desecharse tras la primera lectura, ante diagnósticos tipo de muestra y situación clínica (18).
específicos (microorganismos de lento crecimiento,
sospecha de patógenos inusuales) la incubación debe Para evitar interpretaciones erróneas, el informe
prolongarse 24-48 h más. de un urocultivo debe indicar el límite de detección
de la técnica empleada, y el resultado “Cultivo negati-
Interpretación del urocultivo vo” ha de completarse señalando a continuación,
La interpretación del cultivo de orina debe reali- menos de 1.000 UFC/ml o menos de 100 UFC/ml.
zarse de forma individualiza y en relación con la clíni-
ca. Un criterio numérico único no puede aplicarse por Diagnóstico de localización
igual a todos los casos. Cuando se evalúa el resultado Aunque el pronóstico depende más de la presencia
de un urocultivo ha de tenerse en cuenta, tipo de de factores de riesgo (ITU complicada o no complica-
muestra (micción media, cateterización, etc.), edad y da) que de su localización (alta o baja) se han desarro-
sexo del paciente, número y tipo de microorganismos llado procedimientos para intentar delimitar la localiza-
presentes, si existen varios tipos de microorganismos ción vesical (cistitis) o renal (pielonefritis) de las ITU (17):
y si existe piuria (18).
1) Cuadro clínico y respuesta a la terapéutica. Las
La mayoría de las ITU son causadas por un solo ITU altas (pielonefritis) suelen presentar fiebre y
microorganismo y el aislamiento de dos o más micro- dolor lumbar y suelen recidivar al cabo de unos
organismos puede representar contaminación o rara- días de administrar una pauta de tratamiento cor-
mente infección polimicrobiana (más frecuente en ta (1 a 3 días).
pacientes con ITU complicadas, asociadas con obs-
trucción, abscesos renales o catéteres permanentes 2) Detección de anticuerpos unidos a bacterias. Se
de larga duración). basa en que en la orina de pacientes con pielone-
fritis se encuentran bacterias recubiertas de anti-
También es posible que al laboratorio lleguen cuerpos, que no aparecen en la cistitis. Para la obser-
muestras procedentes de pacientes con ITU pero ade- vación de estas bacterias se recurre a una técnica de
más contaminadas, donde existan junto con el/los uro- inmunofluorescencia indirecta a partir de las bacte-
patógenos más de 100.000 colonias de varios tipos de rias obtenidas del sedimento de la orina del pacien-
bacterias. En este caso la interpretación es casi imposi- te. Hoy se considera que esta prueba carece de
ble y sobre todo en presencia de piuria o sospecha de sensibilidad y especificidad para su utilización clínica.
bacteriuria asintomática se debe repetir el urocultivo.
Figura 2. Examen microscópico del sedimento en
En caso de muestras con recuentos entre 10.000
fresco. Pielonefritis aguda. Abundantes leucocitos y
y 100.000 UFC/ml o ante cultivos polimicrobianos
cilindro leucocitario.
debe realizarse un segundo cultivo extremando las
precauciones de toma correcta de la muestra y envío
al laboratorio. La presencia de más de una especie de
bacteria, así como la presencia de bacterias que nor-
malmente no causan ITU (difteroides, lactobacilos etc.)
en general, indica contaminación.
12. Germá JR, García X, Galán MC. Utilidad de los mar- 17. Kunin CM. Urinary Tract Infections. Detection
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Técnicas de imagen
en Urología
Técnicas de imagen
en Urología
Introducción ..................................................................................................................................................................... 59
Radiología ........................................................................................................................................................................... 59
Ecografía .............................................................................................................................................................................. 63
Tomografía axial computerizada ................................................................................................................. 69
Resonancia magnética............................................................................................................................................ 71
Imágenes por radionúclidos en Urología............................................................................................. 71
Tomografía por emisión de positrones (PET)................................................................................. 73
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 73
4.Técnicas de imagen en Urología
capítulo 4
Técnicas de imagen
en Urología
INTRODUCCIÓN Indicaciones
Se puede utilizar como primera exploración o
Las técnicas de imágenes en Urología, como en formando parte del urograma intravenoso.
otras especialidades, son de gran importancia a la
hora de llegar a un diagnóstico y decidir un trata- Como estudio primario se usa en el estudio de
miento para una determinada patología. los cólicos nefríticos para identificar imágenes radio-
pacas en el tracto urinario; para evaluar anomalías
No debemos olvidar, sin embargo, que aunque sir- espinales o de la pelvis ósea que nos pongan en evi-
ven de apoyo, en ningún caso sustituyen a una exhaus- dencia enfermedades neurológicas como una espina
tiva anamnesis, piedra angular del diagnóstico en bífida; y también para visualizar el aire en el tubo
Medicina, ni a la exploración física del paciente, sino digestivo, proporcionándonos información sobre la
que las complementa. correcta preparación intestinal preoperatoria o radio-
lógica, y para diagnosticar posibles íleos paralíticos u
En este capítulo intentaremos revisar las principa- obstrucciones intestinales.
les técnicas de imagen utilizadas en Urología. Nuestro
objetivo será que los médicos residentes comprendan Interpretación
la utilidad de dichas imágenes, sus indicaciones y su Es muy importante ser sistemático en la lectura
interpretación. de cualquier prueba de imagen, ya que esto evitará
que se nos pasen por alto anomalías que deberíamos
identificar.
RADIOLOGÍA Será necesario fijarse en el esqueleto de la región,
ver el contorno de los últimos arcos costales, vérte-
Radiografía simple de abdomen bras y pelvis ósea. Se pueden identificar fracturas,
metástasis, lesiones degenerativas, deformidades o
La radiografía simple del aparato urinario es la
enfermedades neurológicas.
prueba más sencilla en Radiología, habiendo sido reba-
sada por otras técnicas que pueden aportar más datos, Hay que observar el aire intestinal, mirar su distri-
pero sigue teniendo sus indicaciones y su utilidad. bución, su presencia en la ampolla rectal y la aparición
de niveles hidroaéreos. El rechazo de las asas intesti-
Debe abarcar desde los últimos arcos costales nales hacia un hipocondrio puede indicar la existencia
hasta el borde inferior de la sínfisis del pubis. de procesos expansivos retroperitoneales.
En ella se pueden visualizar el contorno del múscu- La presencia de gas en el tejido renal o perirrenal
lo psoas, hígado, riñones y vejiga. Del mismo modo nos orienta hacia una infección por anaerobios.
nos permite identificar masas, calcificaciones y seccio-
nes o desplazamientos de las estructuras normales. Partes blandas: Hay que mirar el contorno de los
También la existencia y disposición del aire en estó- órganos regionales y del músculo psoas, ya que la pér-
mago e intestino, la estructura ósea de las últimas cos- dida de su visión nos debe hacer sospechar de la exis-
tillas, las vértebras regionales y la pelvis ósea. tencia de procesos expansivos o infecciosos.
El urograma intravenoso (Figura 1), hasta hace También es útil para la planificación de tratamien-
pocos años la prueba radiológica más importante y tos quirúrgicos, elección de técnica quirúrgica, vía de
de uso más frecuente en Urología, ha sido desplazada abordaje y para decidir la derivación urinaria que sea
por otras técnicas aunque sigue conservando su utili- necesaria.
dad en múltiples procesos, sola o asociada a otras
En la hematuria, nos enseña la anatomía del siste-
exploraciones.
ma excretor, así como los defectos de repleción, que
pueden ser sugerentes de litiasis o tumores.
Figura 1.
En traumatismos puede ser útil para obtener infor-
mación sobre la continuidad y la funcionalidad del sis-
tema urinario.
Interpretación
La urografía intravenosa nos proporciona tanto
datos anatómicos como funcionales del aparato urinario.
Efectos adversos
Su incidencia es baja, aunque a veces con resulta-
dos fatales. Pueden ser:
Anafilactoides o idiosincrásicos: Simulan una reac- de llenado en cálices pelvis y uréteres. (Figura 1),
ción anafiláctica pero no están mediados por inmuno- radiografía oblicua para clarificar imágenes dudosas, y
globulinas. No son dosis-dependientes. una placa tardía a los 20 minutos para identificar
mejor y evaluar las obstrucciones urinarias y los retra-
Como efecto quimiotóxico típico nos encontra- sos en la captación de contraste por defectos funcio-
mos con la insuficiencia renal aguda por sustancias de nales. Incluso se pueden realizar, si fuera preciso, pla-
contraste. Se define como un aumento sérico de crea- cas muy retardadas a los 60 y 120 minutos.
tinina de 0,5 a 1 mg/dl, o una disminución del 25% al
50% de IFG(3). Mayoritariamente son no oligúricas, El cistograma permite estudiar la vejiga, su con-
alcanzando su pico máximo en 3-5 días. Si se acom- torno, sus defectos de repleción y su contenido.
paña de oliguria, existe mayor riesgo de que evolucio-
ne a insuficiencia renal crónica. Por último, una placa postmiccional nos permite
evaluar el tracto de salida y el posible residuo vesical.
Los factores de riesgo para la nefrotoxicidad son
la insuficiencia renal previa, nefropatía diabética, insufi- Pielografía retrógrada
ciencia cardiaca congestiva, hiperuricemia, proteinuria,
mieloma múltiple, diabetes tratada con metformina (4) Consiste en opacificar los uréteres y el sistema
o la repetición en la administración de sustancias de pielocalicial con un medio de contraste.
contraste con un intervalo menor a 24-48 horas. Es
muy importante, por tanto, la correcta hidratación del Para esto es necesario, a través del cistoscopio,
paciente antes de realizar la prueba(5). cateterizar el uréter correspondiente e introducir el
contraste de forma retrógrada, efectuando las tomas
Las reacciones idiosincrásicas pueden ser: radiológicas de forma seriada, realizando previamente
una radiografía simple de control que nos permitirá
Leves: sabor metálico, acaloramiento, tos, urticaria
ver la buena colocación del catéter ureteral.También,
limitada. No requieren tratamiento.
en algunos casos, será necesario realizar una radiogra-
Moderadas: vómitos, urticaria, taquicardia, cefalea, fía tardía, tras retirar el catéter.
edema facial. Son efectos autolimitados que sólo requie-
ren tratamiento en algunas ocasiones. Siempre debe hacerse en condiciones de esterili-
dad, estando contraindicada en pacientes con orinas
Graves: hipotensión, broncoespasmo, edema pul- infectadas por el riesgo de provocar pielonefritis y
monar, edema laríngeo, pérdida de conciencia. bacteriemias.
Requieren tratamiento inmediato con sustancias vaso-
activas, broncodilatadores, corticoides, antihistamíni- Indicaciones
cos y aumento de la volemia. Estaría indicada en aquellos casos en los que con
la urografía intravenosa no se visualiza adecuadamen-
Preparación te el tracto urinario inferior; para visualizar mejor un
Exhaustiva historia clínica para identificar factores defecto hallado con la UIV y como prueba de imagen
de riesgo (insuficiencia renal previa, embarazo...), correc- a la hora de colocar catéteres y en la realización de
ta hidratación del paciente y preparación intestinal. litotricias o biopsias.También si la UIV está contraindi-
cada por reacciones adversas al contraste intravenoso.
Secuencia de realización
La radiografía simple de abdomen nos sirve de Complicaciones
reconocimiento previo a la inyección del contraste. Perforaciones ureterales al colocar el catéter. Se
A continuación se inyecta el contraste iodado por vía soluciona colocando un catéter doble jota o con
intravenosa. observación, dependiendo de la extensión del defecto.
Se realizan radiografías seriadas entre 5-15 minutos Infecciones. Siempre debe hacerse profilaxis anti-
para identificar distorsiones e irregularidades o defectos biótica previa.
Figura 2. Figura 3.
Reacciones a las sustancias de contraste usadas. te mediante un catéter suprapúbico que tuviera el
paciente colocado previamente.
Pielografía descendente
o anterógrada (Figura 2) Existen variantes:
La pionefrosis es la presencia de pus en un sistema anecoico, forma redondeada y refuerzo acústico pos-
excretor dilatado, el patrón anecoico de la hidrone- terior; se origina en la corteza y dependiendo de su
frosis se convierte en un patrón complejo con la pre- tamaño podrá improntar en el seno renal. Todo quis-
sencia de detritus. te debe examinarse cuidadosamente con el fin de
detectar un aspecto atípico, en cuyo caso debemos
La necrosis tubular aguda (NTA) y la afectación pre- plantearnos la punción aspirativa o TC (10).
rrenal representan el 75% de todas las causas de insufi-
ciencia renal aguda. En la insuficiencia renal aguda pre- Los quistes parapiélicos son formaciones quísticas
rrenal los signos ecográficos no son demostrativos. En la benignas localizadas en el seno renal, en ocasiones difí-
insuficiencia renal por necrosis tubular aguda el patrón cilmente distinguibles de una pelvis dilatada, pero, a
ecográfico dependerá de la causa que lo origine. Los diferencia de ésta, los cálices no están dilatados.
túbulos pueden dañarse por isquemia o por tóxicos.
Cuando el origen es isquémico (hipotensión) el riñón En el diagnóstico diferencial de masas renales eco-
podrá tener una apariencia normal, pero si la causa es génicas debemos incluir entre otros: neoplasias, tumo-
nefrotóxica podemos observar riñones hiperecogéni- res benignos como el angiomiolipoma, hematomas,
cos aumentados de tamaño. En la insuficiencia renal cró- cicatriz de infarto, lipomatosis del seno renal y quiste
nica el tamaño renal suele estar disminuido y la corteza complicado.
tiene un aumento en su intensidad ecogénica. En esta-
dios finales existe escasa diferenciación corticomedular. Cuando la masa es hipoecoica debemos pensar
en metástasis, neoplasia, nefritis aguda focal, fase inicial
En la pielonefritis aguda, la ecografía es normal en de un absceso, infarto, y excepcionalmente tumores
la mayoría de las ocasiones. Entre las anomalías que benignos.
pueden encontrarse están:
El angiomiolipoma es un tumor benigno con alto
- Aumento del tamaño renal. contenido en grasa. Puede ser único o múltiple en la
esclerosis tuberosa. Se presenta como una masa hipe-
- Compresión del seno renal.
recogénica generalmente menor de 4 cm.
- Disminución de la ecogenicidad con pérdida de la
diferenciación corticomedular. El carcinoma de células renales es el tumor paren-
quimatoso renal maligno más frecuente (80-90%). El
- Cuando se trata de una pielonefritis focal puede patrón ecográfico de estas lesiones es variable y depen-
presentarse como una masa hipoecogénica por de del grado de vascularización que tengan. Los que
edema o hiperecogénica por hemorragia. son poco vascularizados se observan como masas
hipoecoicas sin refuerzo. Los muy vascularizados se
La ecografía es menos sensible que el TAC para presentan como una masa hiperecoica sin refuerzo. La
demostrar las alteraciones de la pielonefritis aguda, presencia de un halo anecoico periférico debido a la
pero es más accesible y menos costosa. seudocápsula y/o de áreas anecoicas en el interior de
una masa hiperecogénica sugiere el diagnóstico de car-
La mayoría de los abscesos renales tienen su ori- cinoma. A menudo los angiomiolipomas y los carcino-
gen en una pielonefritis o nefritis que evoluciona hacia mas renales de menos de 3 cm son indistinguibles.
la necrosis del parénquima. En el estudio ultrasono-
gráfico, el absceso renal se presenta como una masa El carcinoma de células transicionales representa el
anecoica de bordes bien delimitados que puede pre- 7-8% de los carcinomas renales. Cuando se localiza a
sentar ecos de mediana intensidad por detritus o nivel intrapélvico en la ecografía se aprecia una masa
hiperintensos por gas. pequeña hipoecogénica ocupando el sistema pieloca-
licial. La ecografía ayuda a distinguir entre litiasis (hiper-
El quiste renal es la masa renal más frecuente en ecogénica con sombra posterior), coágulo (hipereco-
los adultos. Un quiste renal simple es aquel que cum- génico sin sombra posterior) y tumor (masa sólida
ple los siguientes criterios: pared lisa y bien delimitada, hipoecogénica).
Figura 4.
glándula interna que permanece hipoecogénica res- El carcinoma de próstata se desarrolla en el tejido
pecto a la zona periférica. Otras características eco- glandular (80% en glándula periférica y 20% en la zona
gráficas de la HBP incluyen las calcificaciones y los de transición). Puede tener distinta morfología depen-
nódulos redondeados hipoecogénicos. Estos nódulos diendo del tamaño y del aspecto del resto de la prós-
hipoecogénicos pueden simular carcinoma. tata. La mayoría son hipoecogénicos. Un número sig-
nificativo de casos son difíciles de diagnosticar debido
En la prostatitis aguda el papel de la ecografía a que son isoecogénicos y sólo pueden detectarse si
transrectal es limitado debido al intenso dolor. En se aprecian signos secundarios como la asimetría glan-
general, la glándula es hipoecogénicas, el doppler mos- dular, una protuberancia de la cápsula y áreas de ate-
trará áreas muy vascularizadas y la presencia de una nuación. Se han descrito casos en que aparece hiper-
masa anecogénica con o sin ecos sugiere la presencia ecogénico, pero esto es infrecuente. Cuando el cáncer
de un absceso. es difuso, la glándula no es homogénea, con pérdida
de definición de la anatomía zonal.
Los hallazgos que se pueden ver en la prostatitis
crónica incluyen masas focales de diferentes grados de Escrotal
ecogenicidad, calcificaciones en los conductos eyacula-
dores, engrosamiento capsular e irregularidad glandu- El paciente se examina en decúbito supino. Se uti-
lar periuretral. liza un transductor de 7,5 ó 10 MHz y se obtienen
imágenes en cortes sagitales y transversales de ambos testículo se une directamente a la pared escrotal. En
testículos. caso de que se observen tabiques y loculaciones
debemos sospechar un piocele o un hematocele(11).
Ecográficamente el epidídimo es isoecogénico o
ligeramente más ecogénico respecto al testículo. La La dilatación de las venas que drenan el testículo
cabeza se sitúa en el polo superior del testículo y mide o varicocele se manifiesta como estructuras anecogé-
entre 10 y 12 mm. El cuerpo normal mide menos de nicas serpinginosas de más de 2 mm de diámetro,
4 mm de diámetro. El apéndice testicular es un rema- adyacentes al polo superior del testículo y cabeza del
nente del conducto mülleriano y se localiza debajo de epidídimo, y debe diferenciarse del espermatocele tabi-
la cabeza del epidídimo, pudiéndose identificar como cado mediante ecografía doppler. El varicocele aumen-
una estructura separada cuando hay hidrocele. ta de tamaño después de la maniobra de valsalva y
mediante el eco-doppler podemos poner de mani-
El testículo normal tiene una ecoestructura homo- fiesto la incompetencia valvular venosa.
génea. El mediastino testicular (que constituye el so-
porte de los vasos y conductos testiculares) se puede El espermatocele y los quistes epididimarios pare-
ver en ocasiones como una banda lineal ecogénica cen idénticos en la ecografía, masas anecogénicas bien
que se extiende craneocaudalmente dentro del testí- circunscritas. El quiste contiene líquido seroso, mien-
culo. La rete testis se puede visualizar a veces como tras que los espermatoceles están llenos de esperma-
un área quística tabicada o hipoecogénica adyacente tozoides y sedimento. Su diferenciación no tiene reper-
a la cabeza del epidídimo. Se ha descrito también en cusión clínica.
un 10% de testículos normales una banda intratesti-
cular hipoecogénica en el tercio medio que puede La ecografía del escroto puede detectar masas
medir hasta 3 cm de longitud y que es de naturaleza intraescrotales con una sensibilidad cercana al 100% y
vascular. permite diferenciar entre patología intra y extratesti-
cular. Casi todas las masas intratesticulares deberían ser
Las indicaciones actuales de la ecografía testicular consideradas como malignas hasta que se demuestre
son: el escroto agudo incluyendo el traumatismo es- lo contrario. La mayoría de las neoplasias testiculares
crotal, la evaluación de masas escrotales y búsqueda son más hipoecogénicas que el parénquima testicular
de un tumor primario en pacientes con enfermedad normal; sin embargo, la hemorragia, los cambios gra-
metastásica, seguimiento de pacientes con leucemia o sos... pueden producir áreas de ecogenicidad aumen-
linfoma, sospecha y seguimiento de varicocele y la tada dentro del tumor.
localización de testículos no descendidos.
En la microlitiasis testicular debido a su asociación
Los testículos están rodeados por una cápsula con neoplasia está indicado el seguimiento por eco-
fibrosa, la túnica albugínea, que normalmente no se ve grafía y marcadores tumorales.
como una estructura separada. La túnica vaginal se
divide en dos capas, la interna o visceral, que recubre La epididimitis es la causa más frecuente de escro-
al testículo, epidídimo y parte inferior del cordón esper- to agudo en varones postpúberes. La ecografía mues-
mático, y la externa o parietal, que contornea las pare- tra un engrosamiento del epidídimo afectando sobre
des de la bolsa escrotal. Normalmente existe una todo a la cabeza, la ecogenicidad está disminuida y su
pequeña cantidad de líquido entre estas dos capas, en ecoestructura es grosera. Hasta en un 20% de los
la región entre el testículo y la cabeza del epidídimo. casos la inflamación se extiende al testículo, la afecta-
ción de éste puede ser focal o difusa. La orquitis focal
El hidrocele es una acumulación anormal de líqui- produce un área hipoecogénica intratesticular adya-
do seroso entre las capas de la túnica vaginal. Puede cente al epidídimo. Si afecta todo el testículo, éste apa-
ser congénito o adquirido, secundario a tumores, trau- rece agrandado e hipoecogénico. La ecografía doppler
matismos, orquiepididimitis o torsión testicular. Se iden- mostrará un marcado aumento de la vascularización
tifican como colecciones anecogénicas rodeando el en el epidídimo y/o testículo, pero en casos muy seve-
testículo excepto en su porción posterior, donde el ros el marcado edema asociado puede impedir el
aporte sanguíneo del testículo, lo que da lugar a isque- En el espacio pararrenal anterior se encuentran el
mia y a infarto testicular difícil de distinguir de una tor- páncreas, la segunda porción del duodeno y los seg-
sión testicular. mentos ascendente y descendente del colon. Este
espacio se extiende desde el peritoneo parietal pos-
En la fase aguda de la torsión el testículo aumenta terior hasta la fascia renal anterior y está limitado late-
de tamaño, se hace heterogéneo e hipoecogénico. El ralmente por la fascia lateroconal, que es la continua-
epidídimo también se agranda y puede haber hidroce- ción de la lámina posterior de la fascia renal posterior.
le. La perfusión del testículo comprometido se encuen-
tra significativamente disminuida o ausente. Se requie- El espacio pararrenal posterior es un espacio virtual
re una exploración meticulosa. que sólo contiene grasa. Se extiende desde la fascia
renal posterior hasta la fascia transversalis y medial-
En el caso de traumatismo el diagnóstico de tes- mente está limitado por el músculo psoas.
tículo roto es de gran importancia debido a la posibi-
lidad de salvar el testículo si la cirugía es precoz. En la La fascia renal anterior y posterior delimitan el espa-
ecografía, sólo en un 17% se localiza una banda lineal cio perirrenal que contiene los riñones, las glándulas
de fractura, pero sí se observa un testículo heterogé- suprarrenales y grasa perirrenal que se extiende hacia
neo con áreas de ecogenicidad alterada que corres- el seno renal. La fascia renal posterior tiene dos láminas,
ponden a hemorragia o infartos. la lámina anterior se continúa con la fascia renal ante-
rior y la lámina posterior con la fascia lateroconal. Estas
dos láminas de la fascia renal posterior pueden obser-
varse separadas en algunos procesos inflamatorios.
TOMOGRAFÍA AXIAL
COMPUTERIZADA Las arterias y venas renales pueden identificarse
fácilmente a lo largo de todo su trayecto desde los
Es un método de obtención de imágenes median- grandes vasos hasta los riñones.
te rayos X. El conocimiento de la anatomía radiológi-
ca es un requisito previo para la adecuada interpreta- La pelvis está dividida en tres espacios anatómicos
ción y comprensión del TC. Por ello, describiremos los principales. La cavidad peritoneal se extiende en las
espacios y fascias más importantes. mujeres hasta la vagina para formar el fondo de saco
de Douglas (Figura 6) y en los varones hasta el nivel de
El espacio retroperitoneal (Figura 5), que va desde la tercera vértebra sacra y forma el saco rectovesical
el diafragma a la cintura pelviana, está dividido por las (Figura 7). El espacio extraperitoneal de la pelvis se
fascias renales anterior y posterior en los comparti- continúa con el espacio retroperitoneal del abdomen.
mentos pararrenal anterior, perirrenal y pararrenal Los procesos patológicos de la pelvis se difunden prin-
posterior. cipalmente hacia los compartimentos retroperitonea-
les del abdomen. El espacio retropúbico (de Retzius) se
Figura 5. continúa con el espacio pararrenal posterior y la grasa
extraperitoneal de la pared abdominal.
Figura 6.
Figura 8. Figura 9.
Su principal indicación es el diagnóstico de tumo- *12. Thomsen HS, Morcos SK. Esur guidlines on con-
res por el aumento de metabolismo de la glucosa. trast media. Abdominal imaging 2006. 31:131-140.
(*) Lecturas recomendadas.
En la actualidad, la indicación más aceptada que
tiene en Urología es la valoración de masas residuales
en el cáncer de testículo después del tratamiento qui-
mioterápico.
Hematuria
Hematuria
capítulo 6
Hematuria
La emisión de coágulos acompañando a la hema- polaquiuria habrá que pensar en patología prostática.
turia es típico de una causa urológica. La morfología Cuando aparece dolor cólico renoureteral será orienta-
de los mismos podrá orientarnos sobre su origen. Así tivo de la presencia de litiasis urinaria. La asociación con
pues, los coágulos alargados y finos suelen ser de ori- síndrome miccional, fiebre, etc., será sugestivo de ITU.
gen renal o ureteral. En cambio, la presencia de gran-
des coágulos, que incluso pueden provocar retención Si la hematuria es asintomática, intensa, capricho-
aguda de orina, indicará patología vesical o prostática. sa y con coágulos será sugestivo de la existencia de un
proceso tumoral.
La clínica acompañante a una hematuria debe ser
tenida en cuenta. En casos de dificultad miccional y Exploración física
Tabla 4. Anamnesis del paciente con hematuria. Debe ser completa, a nivel urológico, como gene-
ral. Se incluirá inspección de genitales externos para
descartar cuerpos extraños o litiasis en la uretra, con-
1. Características de la hematuria dilomas, sangrado vaginal o carúncula. Palpación del
• Color y presencia de coágulos escroto y su contenido, descartar edemas, petequias o
• Posibilidad de micción angiomas. Búsqueda de masas abdominales (hidrone-
• Dolor, localización, características frosis, poliquistosis, pionefrosis, carcinoma renal) e
hipogástricas (globo vesical).
2. Sintomatología sistémica acompañante
• Fiebre
Se deberá medir la tensión arterial y la frecuencia
• Artralgias cardiaca, así como realizar una auscultación cardiopul-
• Dolor abdominal monar para detectar irregularidades del ritmo cardiaco
• Pérdida de peso, síndrome constitucional (sospecha de procesos embolígenos renales) y valorar
3. Diatesis hemorrágica el estado hemodinámico del enfermo.
• Equimosis
El tacto rectal es una exploración obligada en
• Hematomas
todo paciente con hematuria para descartar procesos
4. Factores de riesgo de cáncer urológico inflamatorios o neoplásicos prostáticos.
• Edad mayor de 40 años
• Tabaco Estudios analíticos
• Abuso de analgésicos
• Análisis elemental de orina: la presencia de cilindros
• Irradiación pélvica, ciclofosfamidas
hemáticos, proteinuria intensa y hematíes dismór-
• Exposición a colorantes o tintes
ficos indican un origen parenquimatoso renal de la
5. Relación con el ejercicio hematuria. Una eosinofilia (más del 5% de los leu-
cocitos de la orina) nos orienta hacia nefropatía
6. Relación con la menstruación tubulointersticial. La piuria y la bacteriuria son indi-
7. Sintomatología genitourinaria cativos de infección urinaria. Cuando aparece piu-
• Dolor flanco ria sin bacteriuria (piuria estéril) y hematuria el
• Frecuencia, urgencia, disuria diagnóstico más probable es de tuberculosis renal.
• Disconfort vaginal o peneano
• Hemograma y coagulación: una hematuria anemi-
• Actividad sexual
zante o que provoca inestabilidad hemodinámica
• Catéteres urinarios
requiere ingreso hospitalario. La existencia de
8. Medicación policitemia a veces está relacionada con el hiper-
nefroma. También debemos descartar trombope-
9. Historia familiar nias o trastornos de la coagulación que expliquen
la causa de la hematuria.
• Bioquímica general: para evaluar la función renal. • Arteriografía renal: aporta información en el estu-
dio de tumores, infartos renales o fístulas arterio-
• Cultivo de orina: valora la existencia de infección venosas.
urinaria, el agente causal y su sensibilidad a anti-
bióticos mediante el antibiograma. Procedimientos endourológicos
• Citología de orina: indicada cuando sospechamos • Cistoscopia: no es un método inicial de explora-
tumor de urotelio. Las muestras de orina para ción. Nos aporta el diagnóstico de tumor vesical
citología del tracto urinario superior se pueden o uretral, cistitis, cuerpos extraños, litiasis vesical,
obtener mediante cateterismo ureteral selectivo. alteraciones vasculares y en ocasiones nos infor-
ma del meato ureteral del que procede la hema-
Pruebas radiológicas turia (hematuria unilateral). Se realizará cistosco-
pia diagnóstica cuando queden dudas diagnósticas
• Radiografia de tórax y simple de aparato urinario: después de realizar exploraciones radiológicas no
permite valorar la presencia de masas pulmonares invasivas. En caso de sospecha de tumor de vías,
(TBC o metástasis), masas abdominales, ocupa- puede realizarse cateterismo ureteral selectivo
ción de retroperitoneo, aumento de tamaño de para recogida de orina y análisis citológico y/o
las siluetas renales e imágenes radiopacas en el realización de ureteropielografía retrógrada.
trayecto renoureteral o vesical.
• Ureteroscopia diagnóstica: técnica invasiva indicada
• Ecografía urológica: técnica de gran rentabilidad cuando se sospecha la presencia de tumor de vías,
diagnóstica con ausencia de efectos secundarios. pero no se logra el diagnóstico con métodos
Nos dará información sobre la presencia de litia- menos agresivos.
sis, tumores, obstrucción, etc. La ecografía-doppler
puede ser muy útil para el diagnóstico de patolo- Otras exploraciones
gía vascular renal como causa de hematuria.
• Biopsia renal: en casos de sospecha de afectación
• Urografía intravenosa: fundamental en el estudio del parénquima renal.
de las hematurias, permite el estudio morfofun-
cional del aparato urinario. Podremos analizar la
función y morfología renal bilateral, existencia de ALGORITMO DIAGNÓSTICO
masas renales, presencia y localización de litiasis,
defectos de replección en las vías urinarias, dilata- Figura 1.
ción de la vía excretora, presencia de divertículos
vesicales, impronta prostática vesical, etc.
TRATAMIENTO
• TAC con contraste: nos aporta gran información
tanto del aspecto morfológico como funcional de El tratamiento de la hematuria dependerá de la
la vía urinaria. causa que la ha provocado. Es importante valorar la
intensidad del sangrado.
• Pielografía anterógrada y retrógrada: son métodos
invasivos que precisan del abordaje percutáneo Ante una hematuria fluida, sin coágulos y sin reper-
en el caso de la pielografía anterógrada y del cusión hemodinámica no es necesaria la realización de
abordaje endourológico en el caso de la pielogra- instrumentaciones especiales ni de cuidados específicos
fía retrógrada. Nos aporta información de la vía en su tratamiento. Debe aconsejarse al paciente forzar
excretora en caso de sospecha de litiasis radiolú- la diuresis mediante una ingesta abundante de líquidos.
cidas, tumores, etc.
Si la hematuria es intensa, franca y con coágulos es
• RMN: indicada en el estudio de masas renales. precisa una valoración y actuación urológica urgente.
SEDIMENTO
Microhematuria Macrohematuria
SEUDOHEMATURIA
3-100 hematíes x campo + 100 hematíes x campo
UROCULTIVO SÍ DIAGNÓSTICO
NO
DIAGNÓSTICO
TRATAMIENTO
ESPECÍFICO
TAC, RMN, UPR,
ARTERIO...
En casos de hematuria anemizante y con repercusión ga para conocer la causa del sangrado. Posteriormente
hemodinámica es preciso una correcta reposición de se colocará un lavado endovesical continuo con suero
la volemia y corrección de los trastornos de la coagu- fisiológico frío. Con estas medidas se logra el control
lación que puedan existir. en la mayoría de las hematurias. Si no se controla y
persiste la inestabilidad hemodinámica, tendremos que
La retención de grandes coágulos en la vejiga ori- plantearnos otras medidas más radicales como RTU
ginan una “vejiga coagulada”, con distensión de las hemostática (en la hematuria de origen vesical), instila-
paredes vesicales que impiden la retracción de los ción vesical de sustancias (aluminio al 1%, nitrato de
vasos sangrantes, alterando los mecanismos de la plata al 1-2%, prostaglandina E2 o F2 alfa, formalina al
hemostasia y condicionando la persistencia de la 1-4%), embolización o ligadura de las arterias hipogás-
hemorragia. Esto obliga a realizar una evacuación vesi- tricas, y la derivación urinaria con o sin cistectomía aso-
cal completa, que en principio se puede realizar con ciada. Si la hematuria anemizante procede del aparato
una sonda uretrovesical semirrígida de 3 vías de grue- urinario superior habrá que plantearse un tratamiento
so calibre (números 22-24 French), aunque a veces es agresivo como embolización de la arteria renal, o inclu-
preciso utilizar el cistoscopio y los evacuadores. En este so la nefrectomía total si la hematuria no se logra con-
caso realizaremos una revisión endoscópica de la veji- trolar con métodos menos invasivos.
HEMOGRAMA
PRESIÓN ARTERIAL
ANEMIZANTE NO ANEMIZANTE
HEMODINÁMICAMENTE INESTABLE HEMODINÁMICAMENTE ESTABLE
INGRESO SÍ OBSTRUCTIVA
HOSPITALARIO
TRATAMIENTO HOSPITALARIO NO
• CONTROL HEMODINÁMICO
• SONDA TRES VÍAS
• LAVADO MANUAL TRATAMIENTO
• LAVADO CONTINUO CONSERVADOR
ALTA
ALGORITMO DIAGNÓSTICO
Dolor urológico
Palabras clave: Dolor urológico. Cólico nefrítico. Dolor postoperatorio.Tratamiento del dolor.
Analgésicos.
Índice capítulo 7
Dolor urológico
capítulo 7
Dolor urológico
la invasión ósea, a la compresión medular, dolor visce- • Escala Analógica Visual: consta de una línea verti-
ral. Además se acompaña de otros síntomas (anore- cal u horizontal continua de 10 cm, un extremo se
xia, insomnio, fatiga, miedo a la muerte, aislamiento). corresponde con ausencia de dolor y el opuesto
con el dolor máximo. El paciente debe marcar el
Nociveptivo punto de la línea donde cree que esta situado su
dolor.
Es el más frecuente. El agente lesional produce
una estimulación física o química de las fibras nervio-
sas somáticas (dolor somático) o vegetativas (dolor DOLOR UROLÓGICO
visceral). Mientras que el dolor somático está bien
localizado el visceral es sordo, difuso, cólico, mal loca- Anatomía
lizado y muchas veces se manifiesta referido a un área
corporal. El dolor de origen urogenital es frecuente en
cualquier grupo de edad. Puede ser de carácter
Neuropático agudo o crónico, localizado o referido, se acompaña
de síntomas miccionales (urgencia, polaquiuria, disu-
Es menos frecuente. Se debe a una disfunción del ria, tenesmo) y en ocasionas de disfunción sexual.
sistema nervioso central y/o periférico por invasión Comprende: la localización y la irradiación del dolor
tumoral de los nervios. a nivel del aparato urogenital exige conocer su sus-
trato anatómico.
El dolor motivado por un tumor renal es debi- Aparte del sufrimiento que conlleva el dolor post-
do a la distensión de la cápsula renal o bien a la obs- operatorio, motiva una serie de complicaciones sobre-
trucción de la vía urinaria, y suele ocurrir en las fases añadidas que con su tratamiento podemos evitar:
avanzadas cuando ha alcanzado un tamaño considera-
ble. Puede ser también debido a la afectación ósea • Respiratorias: neumonía, atelectasia.
por metástasis.
• Cardiacas: taquicardia, hipertensión, trombosis
El carcinoma urotelial es multicéntrico, siendo venosa (por el encamamiento y el aumento de la
la localización más frecuente la vesical. Produce sinto- viscosidad sanguínea y de la agregación plaquetaria).
matología miccional que aumenta con el llenado de la
vejiga. Cuando se localiza a nivel de la pelvis renal o • Gastrointestinales: íleo paralítico, náuseas y
del uréter producen obstrucción, dando lugar a un vómitos.
cuadro doloroso semejante a un cólico renal. Igual-
mente en dolor pude deberse a la afectación ganglio- • Metabólicas: hiperglucemia, oliguria.
nar y/o a metástasis óseas.
• Psicológicas: ansiedad, insomnio, depresión.
El cáncer de próstata es la tercera causa de
muerte por cáncer en varones de más de 55 años. En
el momento del diagnóstico muchos pacientes se TRATAMIENTO 7,8
La vía de administración dependerá de la intensi- En los casos de orquialgia crónica se pueden admi-
dad del dolor y de la tolerancia oral. nistrar AINES, antidepresivos a dosis bajas, infiltración
anestésica del cordón, técnicas de neuroestimulación
• Dolor moderado: empleamos uno de los siguien- eléctrica transcutánea. Sin embargo, algunos pacientes
tes fármacos tienen que ser remitidos a la Unidad de Dolor.
Oliguria y anuria
de origen urológico
H. U. de Canarias La Laguna.Tenerife
Oliguria y anuria
de origen urológico
Introducción ..................................................................................................................................................................... 137
Clínica..................................................................................................................................................................................... 139
Diagnóstico........................................................................................................................................................................ 140
Tratamiento...................................................................................................................................................................... 141
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 143
8. Oliguria y anuria de origen urológico
capítulo 8
Oliguria y anuria
de origen urológico
INTRODUCCIÓN • Insuficiencia renal aguda parenquimatosa renal. Se
produce una alteración en la función renal por
La oliguria y anuria de origen urológico consiste lesión parenquimatosa en dicho órgano. Se
en la disminución en la eliminación de la orina debido suele llegar a este diagnóstico tras descartar
a un impedimento estructural al flujo urinario en cual- alteraciones pre y postrenales. Generalmente se
quier sitio a lo largo de las vías, que ocasiona acumu- conserva de algún modo la diuresis pero ineficaz
lación de orina de forma retrógrada y lesión secunda- para el mantenimiento de la homeostasis. Las
ria de uno o ambos riñones si no se corrige la causa. causas pueden ser varias pero las podemos
Es lo que se denomina uropatía obstructiva. El con- resumir en:
cepto de anuria significa ausencia de diuresis. Cuando - Isquémicas.
la diuresis es inferior a 400 cc en 24 horas se deno- - Tóxicas.
mina oliguria. - Infecciosas.
- Hipersensibilidad.
Es importante diferenciar estos casos de aquellos
en los que realmente no hay producción renal de • Insuficiencia renal aguda obstructiva o postrenal. Es
orina que es lo que se denominaría anuria secretora la ausencia de eliminación urinaria debida a un
o verdadera. impedimento estructural en cualquier sitio a lo
largo de la vía urinaria que secundariamente
Teniendo en cuenta lo anterior es de vital impor- puede producir daño en el parénquima renal, la
tancia, en aquellas situaciones que se presenten de denominada nefropatía obstructiva. La mayor parte
forma aguda, diferenciar el mecanismo que ha produ- de causas urológicas de oliguria y anuria se inclu-
cido la oliguria o, en su caso, la anuria, ya que de la yen en este grupo.
identificación y tratamiento precoz de estas situacio-
nes depende la recuperación de la función renal. Por Las causas que producen la obstrucción al flujo
tanto podríamos diferenciar 3 tipos de insuficiencia urinario pueden clasificarse atendiendo a diferentes
renal aguda: características. Podemos hacer una clasificación en
función de la localización dentro de la vía urinaria en
• Insuficiencia renal aguda prerrenal. Es aquella que intraluminal, extraluminal o intramural (Figura 1).
se produce por un descenso de la perfusión san-
guínea renal secundaria a una disminución grave También podemos clasificar la causas de obstruc-
de la presión arterial y/o disminución del volumen ción según el nivel dentro de la vía urinaria y de la
circulante (hipovolemia, shock cardiogénico). La naturaleza de la misma:
evolución suele ser favorable una vez se reponga
el flujo plasmático renal de forma precoz median- • Renales:
te la corrección de la hipotensión arterial y/o de - Congénitas:
la repleción de volumen. Si el tratamiento se Poliquistosis renal.
demora puede instaurarse una necrosis tubular Quiste renal.
isquémica. Estenosis unión pieloureteral (UPU).
Figura 1.
Causas intraluminales:
Litiasis Necrosis papilar
Tumores Micosis
Coagulos Otros
Causas extramurales:
HBP Causas instrumentales:
Tumores Tumores
Masas Inflamaciones
Retroperitonales Estenosis
Fibrosis retroperit Causas funcionales
Vasculares Traumatismos
Yatrogénicas Malformaciones
ral; en cambio, si se produce una obstrucción ureteral vesical para descartar que se trate de una obstrucción
aguda bilateral el paciente experimenta anuria de ini- del tracto urinario inferior. En caso de que dicho son-
cio súbito. Si este cuadro se produce de forma cróni- daje no se pueda llevar a cabo por la presencia de
ca el paciente habitualmente se encuentra asintomáti- estenosis se colocará un catéter de cistostomía supra-
co dificultando así el diagnóstico y, muchas veces, lle- púbica siempre y cuando se demuestre la presencia
gando al mismo de forma incidental. La obstrucción de globo vesical.
bilateral y crónica puede producir sintomatología debi-
da a la retención hidrosalina (edemas, aumento de la Debe realizarse una analítica sanguínea donde se
circunferencia abdominal, malestar general, anorexia, deben determinar los parámetros básico hematológi-
cefaleas, aumento de peso, fatiga y disnea) y también cos, bioquímicos y gasometría: si la anuria no es total,
manifestaciones relacionadas con la uremia. también es posible determinar parámetros urinarios.
En estos últimos puede demostrarse la existencia de
La obstrucción crónica unilateral a menudo se hematuria, proteinuria, cristaluria, piuria y cilindros.
presenta en forma de dolores lumbares intermitentes
durante los periodos de diuresis forzada (por ejemplo Los datos analíticos más frecuentemente encon-
por la ingesta de alcohol). Por lo general las causas trados en la anuria de origen obstructivo son por un
extrínsecas de obstrucción se presentan más insidio- lado los derivados de la retención de los productos
samente y por lo tanto la ausencia de síntomas es la del metabolismo nitrogenado: aumento de nive-
nota dominante aunque sean bilaterales. Este tipo de les de urea y creatinina. Hay que tener en cuen-
obstrucción suele hallarse de forma incidental. ta que los niveles de urea pueden también incre-
mentarse en situaciones de exceso de catabolismo
Es importante conocer los hábitos miccionales del proteico o estados de deshidratación, pero el
paciente que pueden variar desde chorro urinario aumento de los niveles de creatinina sólo dependen
débil, urgencia miccional con o sin incontinencia, del grado de deterioro de la función renal (se incre-
incontinencia por rebosamiento hasta retención uri- mentará de forma constante a un ritmo de 1-2
naria completa. mg/dl/día). Por otro lado en la analítica también se
observarán datos relacionados con trastornos hidro-
electrolíticos y del equilibrio ácido-básico: hiperpo-
DIAGNÓSTICO tasemia y acidosis metabólica.
La presencia de oliguria o anuria obliga a una rápi- Cuando la obstrucción crónica es el cuadro clínico
da evaluación urológica a fin de descartar obstrucción predominante, los índices diagnósticos urinarios son
del tracto urinario. más a menudo similares a los observados en una
necrosis tubular aguda: alta concentración de sodio
Es fundamental una anamnesis pormenorizada en orina, osmolalidad urinaria disminuida y disminu-
seguida de un examen físico en busca de algún signo ción del cociente entre creatinina en orina y creatini-
clínico que nos oriente al diagnóstico, aunque en oca- na en plasma.
siones son muy inespecíficos. Es importante valorar el
hipogastrio para valorar la presencia de globo vesical Si la obstrucción es más aguda y no se acompaña
(que en ocasiones puede ser visible), puñopercusión de insuficiencia renal los índices urinarios son similares
lumbar, palpación abdominal en busca de masas, tacto los de uremia prerrenal: baja concentración de sodio
rectal, vaginal y bimanual. en orina y aumento de osmolalidad urinaria.
prueba inicial que nos dará más información y nos será la derivación urinaria para restablecer lo antes
orientará hacia una actitud terapéutica es la ecografía posible una dinámica urinaria normal. Las indicaciones
abdominal. Con ella podremos descartar o confirmar para la derivación urinaria urgente cuando la uropatía
la uropatía obstructiva, se puede demostrar o aproxi- es unilateral son fundamentalmente:
mar la etiología, localización y gravedad de la obs-
trucción. Los ecos en el interior del sistema colector • Dolor refractario.
pueden indicar pionefrosis, hemorragia o lesión de la • Fiebre.
mucosa transicional. • Náuseas y vómitos persistentes.
• Obstrucción de alto grado.
Un paciente que se nos presente con anuria y en • Aumento de BUN y creatinina.
la ecografía se objetive que existe dilatación del trac- • Signos y síntomas de uremia.
to urinario superior prácticamente confirma la etiolo- • Hiperpotasemia.
gía obstructiva.
Las técnicas usadas para la derivación urinaria son
Una prueba muy importante que ha sido des- variables ya que dependen del tipo y nivel de la obs-
plazada en las situaciones urgentes por la ecografía trucción:
es la urografía intravenosa. Hay que tener en cuen-
ta que debe usarse en pacientes con función renal
• Obstrucción infravesical:
normal, sin alergia a los medios de contraste y que,
- Sondaje vesical: Es la medida principal en la
siendo mujeres, esté descartado el embarazo. Esta
obstrucción infravesical. Deben tomarse
exploración radiológica, aparte de detalles anatómi-
todas las medidas de asepsia posibles a fin de
cos, también aporta detalles funcionales de la obs-
minimizar el riesgo de infección, que es el
trucción. La obstrucción urinaria aguda se visualiza
principal problema que presentan todas las
en la UIV mediante un nefrograma obstructivo, una
maniobras retrógradas. La colocación de la
demora del llenado del sistema colector con el
sonda debe ser atraumática, recomendando
medio de contraste, la dilatación del sistema colec-
empezar con sondas de mediano calibre (16-
tor y una posible rotura del fórnix con extravasa-
ción urinaria. 18 Ch). La evacuación de la orina debe ser
progresiva, descomprimiendo lentamente la
Otras pruebas de imagen a veces son requeridas vejiga, en varios tiempos para prevenir la
fundamentalmente en la búsqueda de la etiología de hematuria ex vacuo.
la obstrucción, entre ellas:
Si existe una estenosis uretral o cervical que
TC: La tomografía helicoidal sin contraste se con- impida el cateterismo vesical se procederá a
sidera actualmente el gold-standard para la detección realizar una cistostomía suprapúbica, siempre y
de cálculos ureterales. Asimismo se pueden detectar cuando tengamos la absoluta certeza de que
anomalías, tumores, masas y fibrosis retroperitoneal. existe un globo vesical.
La uroresonancia magnética no ha mostrado ventajas
frente a la TC. - Catéter suprapúbico: Deben respetarse las
condiciones de asepsia como en el caso ante-
Pielografía ascendente y descendente: nos ayuda- rior. Si existe duda de la presencia de globo
rá a localizar el punto exacto de la obstrucción, y si vesical, la punción debe guiarse mediante eco-
fuera necesario, incluso ayudar a desbloquearla. grafía. Se realiza bajo anestesia local infiltran-
do los diferentes planos de la pared abdomi-
nal hasta la vejiga. La introducción del trócar
TRATAMIENTO debe ser perpendicular a los planos tegumen-
tales siguiendo una dirección un poco oblicua
La anuria obstructiva constituye una urgencia, por hacia arriba para así evitar perdernos por el
lo que una vez diagnosticada, la actuación prioritaria espacio de Retzius.
Figura 2.
OLIGURIA o ANURIA
Cateterización vesical
Ecografía de vía
urinaria superior
Hidronefrosis No hidronefrosis
Derivación urinaria
Tratamiento de soporte IRA Descartar causa
Tratamiento etiológico Parenquimatosa prerrenal
Tratamiento complementario: Una vez dre- 2. Gulmi FA, Felsen D, Darracott, Vaughan E.
nada la vía urinaria el paciente será sometido a un tra- Fisiopatología de la Obstrucción del Tracto Urinario.
tamiento complementario de apoyo para intentar En: Walsh, Retik, Vaughan, Wein. Campbell Urología.
corregir los desórdenes hidroelectolíticos que la obs- 8.ª Edición. Buenos Aires. Editorial Médica
trucción haya producido. Asimismo se tomarán medi- Panamericana. 2004. pp. 447-502.
das encaminadas a disminuir o minimizar las compli- 3. Streem SB, Frakee JJ, Smith JA. Manejo de la
caciones infecciosas y sépticas derivadas del cuadro. Obstrucción de la Vías Urinarias Superiores. En:
Se debe hacer un seguimiento analítico seriado con el Walsh, Retik, Vaughan, Wein. Campbell Urología. 8.ª
que valoraremos función renal y equilibrio ácido-bási- Edición. Buenos Aires. Editorial Médica Panamericana.
co. Como norma general, la base del tratamiento se 2004. pp. 503-55.
fundamenta en:
4. Le Normand L, Buzelin J-M, Bouchot O et al. Vía
• Antibioterapia de amplio espectro, no nefrotóxica Excretora Superior: fisiología, fisiopatología de las
y ajustada a la función renal. obstrucciones y exploraciones funcionales. EMC
(Elsevier SAS, Paris), Urología, 18-068-C-10. 2005.
• Corrección de la acidosis metabólica: se trata 5. Otal P, Chabbert V, Millan MI et al. Radiologie inter-
mediante sueros bicarbonatados calculando el ventionnelle en urologie et néphrologie. Encycl Méd
déficit de bicarbonato. Chir. Ediciones Científicas y Médicas Elsevier SAS.
Paris. Néphrologie-Urologie, 18-031-A-10.
• Tratamiento de la hiperpotasemia: se trata según
la urgencia (alteración del ECG, demora de 6. Resnick MI. Oliguria o Anuria. En: Resnick MI,
desobstrucción, etc.) de diferentes formas: Caldamone AA, Spirnak JP. Toma de decisiones en
- Efecto inmediato: gluconato cálcico + bicarbo- Urología. 2.ª ed. Barcelona. Edika-Med. 1992. pp. 12-13.
nato. 7. Grise P, Sibert L. Retenciones urinarias agudas comple-
- Efecto en 1 hora: suero glucosado al 20% + insu- tas. Encycl Méd Chir. Ediciones Científicas y Médicas
lina rápida. Elsevier SAS. Paris. Néphrologie-Urologie, 18-207-D-
- Tratamiento lento: restricción dietética + suero 10.
bicarbonatado + resinas de intercambio iónico
+ furosemida. 8. Broseta E, Budía A, Burgués JP, Jiménez Cruz. Uro-
- Si es necesario, se recurrirá a la diálisis. logía Práctica.Valencia.Tirant lo Blanch. 2004.
9. Reynard J, Brewster S, Biers S. Upper tract obstruc-
• También es importante la restitución hídrica para
tion, loin pain, hydronephrosis. En: Oxford Handbook
compensar la poliuria desobstructiva que se pro-
of Urology. New York. Oxford University Press. 2006.
duce tras la derivación urinaria. Debe suponer
pp. 401-14.
aproximadamente el 70% de la diuresis horaria
del paciente. 10. Reynard J, Brewster S, Biers S. Bladder outlet obs-
truction. En: Oxford Handbook of Urology. New
En la Figura 2 se muestra un algoritmo diagnósti- York. Oxford University Press. 2006. pp. 69-111.
co con el que puede ser enfocado un cuadro en el
que sospechemos anuria o oliguria de origen obs-
tructivo.
Retención urinaria
Retención urinaria
capítulo 9
Retención urinaria
Desde un punto de vista didáctico, podemos dividir las venciones que más a menudo dan lugar a una
causas de retención urinaria5 (aguda o crónica) en: retención urinaria son la cirugía pélvica urogine-
cológica, la anorrectal, la cirugía aórtica y la artro-
• Causas prostáticas: hiperplasia benigna de prósta- plastia de cadera.
ta (HBP), prostatitis aguda, abscesos prostáticos,
adenocarcinoma prostático, hipertrofia del verum • Causas neurológicas: lesiones suprasacras en la
montanum, etc. fase de choque espinal, lesiones traumáticas en el
cono medular terminal, las raíces de la cola de
• Causas vesicales: tumor vesical, hematuria con caballo o en la emergencia de los agujeros sacros,
coágulos, litiasis vesical, esclerosis cervical, uretero- compresión medular metastásica, compresión
cele, uréter ectópico, etc. radicular por hernia discal, espina bífida, absceso
epidural, hematoma medular, esclerosis múltiple,
• Causas uretrales y prepuciales: atresia, estenosis, mielorradiculitis vírica, síndrome de Guillain-
rotura uretral, válvulas y pólipos uretrales, tumor Barré, mielitis transversa, neuropatía diabética
uretral, litiasis uretral, divertículo uretral, cuerpos periférica, etc.
extraños, estenosis meato uretral, hipospadias,
epispadias, fimosis, picaduras de insecto en prepu- • Causas psicógenas: puede tratarse no sólo de
cio, parafimosis no reducida, estrangulación anular fenómenos emocionales y conflictivos, sino tam-
del pene, invasión obstructiva uretral por metás- bién de casos de histeria o esquizofrenia. Son más
tasis cavernosa, etc. frecuentes en mujeres.
Causa % de pacientes
HBP (RAO espontánea) 71,6
Post quirúrgica 13,7
Estreñimiento con fecaloma 3,9
Fármacos 3,2
Dolor agudo anorrectal 2,4
Enfermedad médica aguda 1,6
Otros (excesiva ingesta hídrica, infección urinaria, litiasis, traumatismo…) 3,6
México y el 25% en Dinamarca.1 En nuestro medio, los del intento de retirada de catéter en hombres con RAO
criterios de ingreso10 son habitualmente: relacionada con HBP, que se resumen en la Tabla 2.
Tabla 2. Ensayos clínicos que analizan el efecto de los fármacos α-bloqueantes en el éxito del intento de retirada
de catéter tras RAO relacionada con HBP.
11. Martínez Agulló E, Gómez Pérez L, Delgado Oliva FJ, voiding in patients in acute urinary retention. J Urol
Ramírez Backhaus M. Concepto y terminología. En 2004; 171: 2316-2320.
Castro Díaz D y Espuña Pons M, editores.Tratado de
16. McConnell JD, Bruskewitz R, Walsh P et al., for the
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Síndrome
de escroto agudo
Síndrome
de escroto agudo
Introducción ..................................................................................................................................................................... 163
Torsión testicular......................................................................................................................................................... 163
Torsión de los apéndices testiculares y epididimarios ............................................................ 167
Epididimitis........................................................................................................................................................................ 168
Gangrena de Fournier ............................................................................................................................................ 171
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 173
10. Síndrome de escroto agudo
capítulo 10
Síndrome
de escroto agudo
INTRODUCCIÓN La torsión testicular y la orquiepididimitis serán las
dos patologías más frecuentes a descartar.
El escroto es una bolsa anatómica que alberga la
gónada masculina, la cual migra desde la cavidad abdo-
minal hasta dicha bolsa arrastrada por el gubernáculo TORSIÓN TESTICULAR
genital durante el desarrollo embrionario.
La mayoría de los autores coinciden en que “es
El término de “escroto agudo” define una situa- preferible operar una orquiepididimitis que dejar sin
ción clínica de urgencia, de diversa etiología, caracteri- diagnóstico una torsión”. Una torsión evolucionada
zado por dolor agudo e intenso del contenido escro- conduce a la pérdida irremisible del testículo, por lo
tal acompañado a menudo de signos locales y sínto- que requiere un tratamiento quirúrgico de urgencia, y
mas generales. es imperativo descartar su diagnóstico.
Son enfermos difíciles de evaluar, debido a la natu- La incidencia estimada es de 1 por cada 4.000
raleza inespecífica de los síntomas y a la dificultad a la hombres menores de 25 años2. Puede darse a cual-
hora de explorar el escroto doloroso e inflamado. En quier edad pero tiene un pico de aparición de 13 a 17
ocasiones, el clínico no estará seguro de la etiología años y en el primer año de vida. Supone el 25% de
desencadenante únicamente con los datos clínicos y la todas las causas de escroto agudo del grupo, y el 40%
exploración, en esos casos las pruebas de imagen durante la infancia.
serán de gran utilidad.
Menos del 10% de todos los casos de torsión tes-
Su importancia radica en que el escroto agudo ticular suceden a nivel extravaginal. La incidencia de
involucra patologías que pueden poner en riesgo la torsión del cordón espermático contralateral es del
viabilidad del testículo implicado en pocas horas de 4%4.
evolución y requiere una pronta evaluación, diagnósti-
co diferencial y una exploración quirúrgica potencial- Etiología
mente inmediata.
En condiciones normales el testículo no puede
Aclarar, en la medida de lo posible, el diagnós- rotar sobre su pedículo ya que éste no se encuentra
tico diferencial será nuestro objetivo en este capí- libre, sino que anda fijado al dartos por el ligamento
tulo. El residente debe conocer la teoría de las testicular. El mediastino testicular, la parte posterior
patologías relacionadas con el escroto agudo, aun- del cordón espermático y del epidídimo no están
que el manejo de la patología y su algoritmo diag- cubiertos por la túnica serosa.
nóstico le serán más útiles en su apredizaje y prác-
tica médica. Se produce una rotación sobre el eje funiculoes-
permático3, que interrumpe el aporte sanguíneo
En la Tabla 1 mostramos las etiologías implicadas venoso primero y después arterial al testículo. Para
en el diagnóstico diferencial del escroto agudo1. que esto ocurra deben de existir factores anatómicos
que permitan una movilidad al teste y otros desenca- ticular anormalmente estrecho con una túnica vaginal
denantes para que se produzca la torsión. En una que rodea casi completamente al testículo y el epidí-
mayoría de los casos la torsión será espontánea (en dimo. Esto facilita la rotación del teste sobre su pe-
muchas ocasiones despierta al adolescente).Tabla 2. dículo vascular dentro de la túnica vaginal y le confie-
re el aspecto de “testículo en badajo de campana”
La torsión es el resultado la falta de fijación del (Bell Clapper)4. Este hallazgo a la exploración se ha
testículo y del epidídimo a las cubiertas faciales y mus- descrito en pacientes que han sufrido episodios repe-
culares que rodean el cordón, con un mesenquio tes- tidos de seudotorsión testicular5.
Tabla 2.
- Intravaginal: es el tipo más frecuente, constituye el En los testículos ectópicos y mal descendidos,
94% de todas las torsiones, puede ocurrir a cual- también puede ocurrir la torsión. En este caso no se
quier edad pero es más frecuente en adolescentes. palpará teste en la bolsa escrotal y el dolor abdominal
localizado nos hará sospechar este cuadro.
- Extravaginal: ocurre en neonatos y ocasionalmen-
te intraútero, por la fijación incompleta del guber- En ocasiones, los enfermos refieren antecedentes
náculum y las túnicas testiculares a la pared escro- de episodios similares de corta duración resueltos
tal, que deja al testículo libre para rotar sobre sí espontáneamente, seudotorsiones o subtorsión
mismo. intermitente.
Figura 1. Ecografía doppler de un paciente con torsión testicular izquierda. a) b) Parénquima testicular normal,
flujo testicular y del cordón testicular conservados en el estudio doppler (véanse curvas). c) d) Teste torsionado:
no se aprecia flujo en el registro doppler en el parénquima ni en el cordón testicular (véase la comparativa entre
las curvas de ambos testículos).
A B
C D
La forma de presentación puede variar desde un o vejiga y el agente se relaciona con la edad, los hábi-
comienzo insidioso con molestia escrotal hasta una tos sexuales del paciente y antecedentes o no, de
presentación aguda semejante a la observada en la manipulación instrumental. Los antecedentes de infec-
torsión del cordón, siendo en ocasiones clínicamente ciones urinarias, uretritis, secreción uretral, actividad
no distinguible. No existe afectación general, ni fiebre. sexual, sondaje uretral o cirugía del tracto urinario,
En una fase temprana se puede palpar en el polo pueden indicar una mayor probabilidad de epididimi-
superior del testículo o en el epidídimo un nódulo tis. La etiología más frecuente de epididimitis en un
blando doloroso. En algunos casos el apéndice infar- determinado grupo es también la causa más frecuen-
tado es visible a través de la piel, signo “del punto te de infección genitourinaria en ese mismo grupo. En
azul”. El reflejo cremastérico debe estar presente y el hombres de menos de 35 años heterosexuales los
testículo es móvil. microorganismos de transmisión sexual que ocasio-
nan uretritis, N. gonorrhoeae y C. Trachomatis, son los
La centellografía con radionúclidos y los estudios gérmenes más frecuentes. La mayoría de los casos de
doppler color pueden mostrar un flujo normal o epididimitis en niños o en hombres mayores se debe
aumentado y las imágenes ecográficas pueden revelar a patógenos urinarios comunes. En hombres mayores
un apéndice inflamado. de 35 años la uretritis transmitida sexualmente es
rara, siendo más frecuente la epididimitis secundaria a
Cuando se confirma el diagnóstico de una torsión bacteriuria por enfermedad urinaria obstructiva. En
apendicular, no es una urgencia quirúrgica. El cuadro homosexuales menores de 35 años la infección por
se resuelve con limitación de la actividad, analgésicos, coliformes o Haemophilus influenzae son los microor-
antiinflamatorios y observación. En los casos dudosos ganismos involucrados.
debe realizarse una exploración quirúrgica testicular y
la extirpación del apéndice afectado. Se ha descrito una causa no infecciosa provoca-
da por la amiodarona, que responde a la retirada del
fármaco.
EPIDIDIMITIS
En el grupo etario pediátrico la epididimitis es un
La epididimitis aguda es un síndrome clínico que diagnóstico raro. Los cuadros de epididimitis se rela-
consiste en dolor, tumefacción e inflamación del epi- cionan directamente con la bacteriuria provocada por
dídimo de menos de 6 semanas de evolución. En la coliformes, como principal agente causal. El 40 al 90%
epididimitis crónica el dolor es más prolongado en de los cultivos de orina son negativos. Un resultado
el epidídimo y en los testículos, generalmente sin negativo en el análisis de orina no descarta la infec-
tumefacción8. ción. Se ha documentado una asociación entre epidi-
dimitis en niños con orina infectada y la presencia de
La epididimitis aguda es la causa más frecuente de pene incircunciso9.
escroto agudo en adultos, resulta raro en niños y ado-
lescentes y es la fuente más común de diagnósticos Clínica
erróneos en casos de torsión que provocan la pérdi-
da de testículos3. En la epididimitis aguda, la inflamación y la tume-
facción suelen comenzar en la cola del epidídimo y
Las complicaciones de la epididimitis aguda consis- difundirse al resto del mismo y al testículo.
ten en formación de abscesos, infarto testicular, desa-
rrollo de dolor crónico e infertilidad. Puede acompa- El dolor puede ser intenso y se instaura de forma
ñarse de orquitis, llamándose orquiepididimitis. gradual, acompañado de fiebre, escalofríos, y a veces
síndrome del tracto urinario inferior (STUI) irritativo
Etiología y secreción uretral. No suele haber afectación impor-
tante del estado general, el dolor y la hipersensibilidad
Generalmente se produce por vía ascendente local pueden impedir la deambulación, el paciente se
tras colonización bacteriana desde la uretra, próstata alivia al sentarse. A la exploración se objetiva un
aumento de tamaño del hemiescroto afecto con sín- El análisis de sangre mostrará leucocitosis con
tomas locales inflamatorios (enrojecimiento, aumento neutrofilia. En el sedimento de orina aparecerá piuria
de la temperatura, dolor intenso a la palpación, etc...). y la bacteriuria será franca en la mayor parte de los
La elevación testicular aliviará el dolor, signo de casos cuando el germen sea un gramnegativo.
Prehn y el reflejo cremastérico debe estar pre- Doehn y cols., consideran que la determinación en
sente. Suele haber hidrocele reaccional. sangre de proteínas de fase aguda, especialmente la
proteína C reactiva, pueden ser útiles a la hora de
Diagnóstico distinguir entre procesos escrotales inflamatorios y
no inflamatorios10.
Habrá que conocer si el paciente ha tenido infec-
ciones previas, contactos sexuales de riesgo, hábitos Se deberán extraer muestras de orina del chorro
higiénicos, patologías urológicas o no asociadas y la medio de la micción para tinción de gram para bacte-
posibilidad de maniobras invasivas genitourinarias. En riuria gramnegativa y un examen de extensión uretral
niños habrá que explorar la existencia de fimosis. con tinción de gram. La presencia de diplococos intra-
Figura 2. Algoritmo diagnóstico de las principales etiologías del síndrome de escroto agudo.
La ecografía mostrará un aumento del volumen En la infancia las epididimitis son raras y suelen
epididimario, áreas hipoecogénicas si existen acúmu- relacionarse con la instrumentación. La E. Coli es el
los purulentos o hidrocele reaccional. La ecografía con germen más frecuentemente involucrado, que se
doppler mostrará un hiperaflujo vascular. puede tratar con amoxicilina 25-50 mg/kg/día duran-
te 7-10 días. Las quinolonas no están indicadas a esta
Los niños y hombres mayores con epididimitis edad.
secundaria a bacteriuria suelen padecer una anoma-
lía urológica estructural, debiéndose efectuar estudio En la juventud y edad adulta, el tratamiento
radiográfico y cistoscópico para evaluar el sistema dependerá de los antecedentes del paciente (contac-
urinario5. tos sexuales sospechosos, uretritis, etc.). El 46-78%
son abacterianas (C. trachomatis), aunque también son
Diagnóstico diferencial con la torsión frecuentes por N. gonorrhoeae. Se podrán utilizar las
del cordón siguientes combinaciones de antibióticos en epididimi-
tis con uretritis: una tetraciclina en dosis de 1,5 g,
El diagnóstico diferencial ha de realizarse lo más seguido de 500 mg/6 h. durante 10 días; ceftriaxona
urgente posible pues su demora puede llevar a la pér- 250 mg intramuscular más tetraciclina 500 mg/6 h. 10
dida del testículo. Generalmente los errores se come- días. En epididimitis sin uretritis, doxiciclina 100 mg/12
ten en pacientes menores de 35 años, en los que h. o tetraciclina 500 mg/6 h.
ambas entidades son frecuentes (veáse Figura 2).
Otros fármacos que también han demostrado su
En general, la instauración del dolor en la torsión eficacia frente a estos patógenos y que se pueden uti-
del cordón es brusca, con un antecedente de esfuer- lizar son el ciprofloxacino 500 mg/12 h.; ofloxacino
zo, o movimiento, aunque puede ser espontánea. En 400 mg/12 h. o levofloxacino 500 mg/12 h. durante 10
la epididimitis el dolor se instaura de una forma gra- días, acompañado o no de aminoglucósidos (tobrami-
dual, se acompaña de fiebre y signos inflamatorios cina 100 mg/12 h.) los 4 primeros días. Se debe tratar
locales. La presencia de uretritis puede indicar epidi- al contacto sexual del último mes, los coitos deben
dimitis y no torsión, pero esto no es absoluto. El signo protegerse con preservativo y deben tomarse mues-
de Prenh y el reflejo cremastérico pueden servirnos tras para VIH y sífilis.
de ayuda.
En mayores de 35 años la E. Coli es el microorga-
El método radiológico más exacto es la gamma- nismo más frecuente, relacionado con la patología
grafía del escroto pero su disponibilidad es limitada. obstructiva y la manipulación instrumental.
Pueden determinarse aumentos o disminuciones del
flujo sanguíneo. La ecografía doppler color ha demos- El tratamiento es el de los gémenes habituales de
trado ser un elemento valioso para el dignóstico dife- la infección urinaria clásica. Se basa en antibióticos que
rencial. La resonancia magnética también es precisa puedan administrarse por boca y difundan a la secre-
para distinguir entre epididimitis y torsión del cordón. ción prostática como fluorquinolonas durante 10 días,
Figura 2. con o sin aminoglucósidos en las mismas dosis que el
grupo anterior o cotrimoxazol.
Tratamiento
El cuadro suele mejorar en 48 horas, si no puede
Las medidas generales incluyen reposo en cama, frío evolucionar a absceso testicular, requiriendo drenaje e
local, elevación escrotal, analgésicos y antiinflamatorios. incluso orquiectomía.
- Luxación testicular: con o sin lesión testicular. VASCULITIS: Puede aparecer en el síndrome de
Ocurre rara vez, el desgarro del ligamento escro- Schönlein-Henoch, en la enfermedad de Buerger o en
tal, provoca que el testículo se sitúe fuera del la enfermedad de Kawasaki. Se produce dolor escro-
escroto, generalmente en anillo inguinal externo. tal junto con las manifestaciones típicas de la enfer-
medad. Su tratamiento es sintomático asociado al de
La ecografía permite una exploración testicular la enfermedad de base.
bastante completa, estudiándose posibles colecciones
intra y extratesticulares o la integridad del testiculo. El TUMORES TESTICULARES: Cerca del 10% de
Doppler color nos dará información del estado de la los pacientes se quejan de dolor agudo. Puede venir
vascularización testicular. El centellograma con pertec- causado por una hemorragia dentro del propio tumor
nectato con Tc-99m es útil para evaluar a estos (sobre todo el coriocarcinoma). Se palpará una masa
pacientes, aunque demanda mucho tiempo, no está testicular cuyo tamaño dependerá de la propia hemo-
disponible en todas las urgencias y no se ha probado rragia. La ecografía muestra áreas no homogéneas o
a gran escala13. de densidad disminuida. El tratamiento es el propio de
los tumores testiculares: orquiectomía.
El tratamiento se basará en una exploración y
reparación quirúrgica en casos de hematocele impor- HERNIA INGUINO-ESCROTAL: El saco hernia-
tante, hematoma intratesticular o ruptura evidente de rio puede extenderse a través del canal inguinal hasta
la túnica albugínea. Habrá que aplicar plastias o injer- el escroto o manifestarse una persistencia del con-
tos en los casos que sean necesarios. En traumatismos ducto peritoneovaginal. Esta hernia del contenido
cerrados leves puede indicarse tratamiento conserva- abdominal puede comprometer la irrigación intestinal
dor y observación. Si empeora la clínica será necesa- y del teste por compresión del cordón. El tratamien-
ria la exploración quirúrgica. to será quirúrgico.
6. Baker LA, Sigman D, Matthews RI et al. Analysis of 15. Singh S, Adivarekar P, Karmarkar SJ. Acute scrotum in
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Uropatía obstructiva
Palabras clave: Anuria. Cólico nefrítico. Hidronefrosis. Retención urinaria. Uropatía obstructiva.
Índice capítulo 11
Uropatía obstructiva
capítulo 11
Uropatía obstructiva
Los cálculos alojados en la pelvis renal suelen Figura 1. Catéter ureteral doble J izquierdo en
tener forma de pico y los que se encuentran en el cólico nefrítico complicado.
uréter suelen tener su diámetro mayor orientado en
la misma dirección que el trayecto ureteral donde
asientan. No visualizaremos imagen radio-opaca cuan-
do el cólico nefrítico esté producido por un cálculo
radiotransparente (ácido úrico, cistina), o cuando se
trate simplemente de la eliminación de arenillas.
En estadios terminales suele ser la parada cardia- Una exploración diagnóstica que a la vez tiene
ca por hiperpotasemia la causa de muerte, si no se una finalidad terapéutica es el cateterismo ureteral.
toman a tiempo las medidas terapéuticas oportunas La cistouretroscopia que la precede nos orientará
para corregir el cuadro. sobre un posible origen tumoral prostático o vesi-
cal. Debe intentarse cateterizar en primer lugar el
Diagnóstico y tratamiento uréter correspondiente al lado en el que el pacien-
Debemos descartar que la anuria sea de causa pre- te notó dolor, inmediatamente antes de entrar en
renal o renal, realizando también el diagnóstico diferen- anuria (este dato hace suponer que dicho riñón
cial con la retención aguda de orina (la ausencia de tiene capacidad funcional). En cuanto el catéter ure-
globo vesical y de deseo miccional hacen fácil la misma). teral consigue remontar el obstáculo (percibiéndo-
se algunas veces, en el caso de ser una litiasis, el es gravativo, fijo y persistente, pudiendo tener la típica
roce característico de ésta), aparece por su extre- irradiación anterodescendente.
mo distal goteo rápido e ininterrumpido de orina,
que persiste hasta que cede la hiperpresión intra- En algunas ocasiones se presenta de forma distin-
rrenal, momento en el que éste se hace más pausa- ta, localizándose en hipocondrio o fosa ilíaca, dando
do, con intervalos más o menos cortos, en depen- lugar a confusiones con dolores vesiculares o apendi-
dencia de la intensidad de poliuria desobstructiva culares.
que se produzca.
Pueden aparecer síntomas o signos derivados de
La derivación urinaria también se puede realizar las posibles complicaciones: hematuria, piuria, fiebre,
mediante nefrostomía percutánea ecodirigida que en expulsión de cálculos o arenillas, y en estadios más
muchas ocasiones nos permitirá realizar pielouretero- avanzados (hidronefrosis bilateral) síntomas y signos
grafía anterógrada para poder llegar a un diagnóstico de insuficiencia renal crónica.
e incluso tratamiento definitivo: nefrolitotomía percu-
tánea, endopielotomía... Diagnóstico
No suele ser habitual la sospecha de la misma tras
A todo paciente anúrico realizaremos un estudio la simple anamnesis y exploración clínica (aunque los
analítico sanguíneo que incluya determinación de urea puntos dolorosos y la percusión renal suelen ser posi-
y creatinina, ionograma y gasometría con estudio del tivos). El diagnóstico suele realizarse tras un estudio
equilibrio ácido-base. Estos datos orientan sobre el urológico sistemático, o en el curso de un reconoci-
grado de repercusión que a nivel general está provo- miento general.
cando la anuria y ayudar a tomar las decisiones tera-
péuticas más eficaces recordando que los errores más El estudio urológico suele iniciarse con una valo-
frecuentes que se cometen en el tratamiento de la ración analítica de sangre y orina, un urocultivo y una
anuria excretora son: hiperhidratar al paciente para ecografía; en ésta se dibuja con gran nitidez el árbol
que orine, no corregir su desequilibrio electrolítico, pielocalicial pudiendo valorarse asimismo el espesor
dejando pasar el tiempo antes de realizar maniobras del parénquima renal. Si se estima oportuno se reali-
terapéuticas derivativas, y finalmente olvidarse de zará una urografía de eliminación objetivándose un
corregir la deshidratación e hipopotasemia que apa- gran retraso excretor y apareciendo en las primeras
recen una vez reanudada la diuresis a consecuencia de placas las típicas imágenes caliciales en bolas, las cua-
la poliuria compensadora que se produce. les en placas sucesivas van fusionándose entre sí, dibu-
jando finalmente el árbol pielocalicial completo (de ahí
Formas crónicas la importancia de realizar placas retardadas).
a) Hidronefrosis
En el sentido estricto del término entendemos Una prueba de gran valor para diferenciar una
por ésta la dilatación de la cavidad pielocalicial, pro- dilatación residual (sin obstrucción) de una dilatación
ducida por un obstáculo parcial y congénito situado a debida a un proceso obstructivo es el renograma
nivel de la unión pieloureteral. Esta definición corres- isotópico funcional del riñón mediante inyección
ponde a la verdadera hidronefrosis, de causa prima- endovenosa de ácido dietilenetriaminopentaacético
ria. No obstante el término hidronefrosis se ha gene- de tecnecio 99m (99mTc DTPA) añadiendo durante
ralizado para denominar a las dilataciones pielocali- su realización un diurético (furosemida). El riñón
ciales de causa adquirida, cuya verdadera denomina- normal presenta un rápido incremento de radioacti-
ción sería pielocalicoectasias y ureteropielocalicoec- vidad seguido de un rápido descenso después de la
tasias (si la obstrucción se encuentra distal a la unión administración del diurético. Si el riñón presenta una
pieloureteral). dilatación residual las curvas son algo más lentas,
pero si tiene una uropatía obstructiva, además del
La manifestación clínica más habitual es el dolor, retardo en la primera fase, no se registra la respues-
que aunque suele ser paroxístico, nunca alcanza la ta a la furosemida, obteniéndose las curvas en forma
intensidad del cólico renal; la mayor parte de las veces de meseta.
En casos dudosos, una nefrostomía percutánea, al la luz ureteral por detrás del bolo urinario, regurgitan-
tiempo que drena las cavidades renales permite reali- do parte de la orina hacia el uréter pelviano al tiem-
zar una pielografía anterógrada y obtener a través de po que otra parte consigue alcanzar la vejiga. El resul-
la misma un estudio urodinámico del mecanismo de tado es una sobrecarga funcional para el resto del
evacuación pieloureteral. Entre las pruebas urodinámi- uréter, que termina cediendo progresivamente,
cas cabe destacar la de Whitaker (valoración de pre- aumentando su diámetro y también su longitud. La
siones intrapiélicas ante un flujo constante) y la de Vela morfología y función renal quedan preservadas duran-
Navarrete (valoración del vaciado piélico ante una te bastante tiempo, debido al efecto amortiguador del
perfusión a presión constante). resto del uréter.
Tratamiento Clínica
No están indicadas las exploraciones instrumen- La sintomatología del megauréter suele ser anodi-
tales retrógradas por suponer un grave riesgo de na (malestar o ligero dolor renoureteral), predomi-
infección debido al estasis intrarrenal existente. nando las complicaciones que suelen derivarse del
mismo: infección urinaria, litiasis e insuficiencia renal.
Si existe indicación quirúrgica de la hidronefrosis
hay tres medios de llevarla a cabo: endopielotomía Diagnóstico
percutánea o transuretral, plastia desmembrada (por Realizaremos un correcta anamnesis y explora-
cirugía abierta o laparoscópica) o una nefrectomía en ción física (con cierta frecuencia el megauréter se aso-
el caso de que exista lesión renal irreversible. cia a otras anomalías: megavejiga, agenesia renal con-
tralateral, síndrome del abdomen en ciruela pasa...),
b) Megauréter debe realizarse una urografía de eliminación y una cis-
El término megauréter significa simplemente uré- tografía (en pacientes neonatos es preferible el estu-
ter grande. dio isotópico renal).
En este capítulo haremos referencia únicamente al El aspecto radiográfico típico es el de una porción
megauréter obstruido, el cual puede ser primario o superior ureteral dilatada sin una tortuosidad apreciable
secundario a obstrucción uretral, vejiga neurogénica u que se ensancha de forma progresiva distalmente. La
obstrucción ureteral extrínseca. parte más distal tiene una marcada dilatación fusiforme
o bulbosa que bruscamente se convierte en un corto
La forma primaria se asocia más comúnmente segmento ureteral no dilatado, que ingresa en la vejiga.
con un segmento distal adinámico (el megauréter fun- Los cálices en general tienen una forma de copa nor-
cional obstruido), pero con poca frecuencia se rela- mal, y la pelvis renal es normal o está un poco dilatada.
ciona también con una obstrucción anatómica
demostrable. No obstante, este término define una La cistografía nos permite distinguir entre el
anomalía congénita ureteral en la que éste se encuen- megauréter funcional o por reflujo al tiempo que nos
tra muy dilatado, conservando parcialmente su peris- ayuda a descubrir cualquier tipo de uropatía obstruc-
taltismo, excepto en su extremo inferior, donde a tiva del tracto urinario inferior (válvulas uretrales,
pesar de tener un tamaño normal, carece de capaci- hipertrofia de cuello vesical...), responsable del mismo.
dad peristáltica. Para ello se realizarán placas seriadas durante la mic-
ción (CUMS).
El megauréter primario suele ser unilateral, más
frecuente en varones y predomina el lado izquierdo El renograma isotópico con test de furosemida
sobre el derecho. es útil para valorar el grado de obstrucción; en caso
de duda recurriremos a los estudios urodinámicos.
Fisiopatología
En el megauréter por obstrucción funcional (seg- Tratamiento
mento distal adinámico) se produce un defecto del Los megauréteres funcionales muy discretos que
peristaltismo, existiendo una incapacidad de cierre de no se comportan como obstructivos en los estudios
Figura 2. Uropatía obstructiva secundaria a a nivel de los infundíbulos caliciales, unión pielourete-
ureterocele en duplicidad ureteral izquierda. ral, uréter, vejiga, cuello vesical o uretra.
Clínica
Aunque algunas veces cursen de forma silente,
suelen manifestarse por un ligero dolor localizado en
el área renoureteral, el cual suele exacerbarse con las
bruscas ingestas de líquido, que descompensan transi-
toriamente la capacidad de evacuación del tramo de
la vía excretora obstruida. En estos casos el dolor
puede parecerse al de un cólico nefrítico. Asimismo
pueden sumarse las manifestaciones típicas de la afec-
ción primaria que origina la ectasia.
Diagnóstico
En las caliectasias, el diagnóstico se hace funda-
mentalmente con la urografía de eliminación. El cáliz,
distendido se rellena de contraste, destacando el
infundíbulo afilado (en caso de estenosis) o brusca-
mente interrumpido por un cruce vascular; si la hue-
lla vascular es estrecha es más fácil que corresponda
a una rama de la arteria renal, si es más amplia, es más
probable que se trate de una vena.
urodinámicos y que no provocan repercusión clínica, Las pielocaliectasias plantean el problema de diag-
no deben ser operados (es el caso de los megauréte- nóstico diferencial con la hidronefrosis; en ambas la
res hallados en adultos y que afecten sólo a los seg- repercusión morfofuncional renal es la misma; pero en las
mentos distal o medio del mismo). primeras la causa es adquirida: estenosis, cálculo, tumor,...
Cuando el cruce vascular es producido por una En el hombre predomina la patología cérvico-ure-
vena aberrante puede resultar necesario el recurso tro-prostática, incluyendo la hipertrofia benigna de la
combinado de una histerografía (inyección de contraste próstata, el cáncer prostático, la litiasis de la próstata,
mediante punción transvaginal del fondo uterino, para el prostatitis crónica, cáncer urotelial vesicoprostático o
relleno venoso del aparato genital femenino), con la de cuello vesical, la obstrucción cervical sin hiperplasia
urografía de eliminación para llegar al diagnóstico. prostática, la estrechez uretral y los obstáculos intra-
canaliculares, en especial los cálculos uretrales. La
En el diagnóstico de la fibrosis retroperitoneal es patología obstructiva es casi exclusivamente de etio-
la TAC la que nos sacará de dudas. logía urogenital pero existen procesos extraurinarios
que pueden generar ciertos tipos de uropatía obs-
Tratamiento tructiva baja, tales como el cáncer de recto o recto-
En los casos de ectasia calicial de mínima repercu- sigma propagado a las estructuras cervicouretrales y
sión clínico y morfofuncional, el tratamiento puede ir el quiste hidatídico retrovesical.
desde la simple observación, hasta un tratamiento
endourológico percutáneo de dilatación infundibular En la mujer, la obstrucción infravesical depende de
(dejando tutorizado temporalmente el cáliz con una factores urinarios y genitales (predominando estos
sonda de nefrostomía), o incluso tratamiento quirúrgi- últimos). Los procesos urinarios más frecuentes son: la
co cuando se trata de un síndrome de Fraley en el que esclerosis de cuello vesical, la estrechez uretral (espe-
se realizará una transposición del infundíbulo calicial, cialmente la meática) y los divertículos de uretra. Los
sección y reanastomosis término-terminal del mismo, factores genitales más frecuentes son: el cáncer del
por delante o por detrás del vaso, según proceda. cuello uterino propagado al cuello vesical, los miomas
cervicales, los grandes quistes del ovario o los tumo-
En las ureteropielocaliectasias pueden llevarse a res malignos del mismo y el útero retrovertido.
cabo técnicas como nefrolitotomía percutánea, litotri-
cia por ondas de choque extracorpóreas, resección En los niños de ambos sexos, el factor predomi-
endoscópica percutánea de tumor urotelial, endopie- nante es la obstrucción cervical por hipotrofia congé-
lotomía percutánea o transuretral, plastia pielourete- nita del cuello vesical, en el varón las válvulas de la ure-
ral, ureterocalicostomía, liberación del uréter de pro- tra posterior, y en la niña el ureterocele ectópico.
cesos fibrosantes (ureterolisis), plastias ureterales, ure-
terocistoneostomías... y en general tratamiento de la En el niño fimótico con estenosis meática prepu-
eliminación del obstáculo. cial y en el niño circunciso con estenosis meática ure-
tral se observan diversos grados de obstrucción uri-
En cualquier caso, nuestra actitud debe ser lo más naria infravesical.
conservadora posible, tratando de preservar al máxi-
mo la función renal; recurriendo si fuese necesario a En ambos sexos, y a cualquier edad, la obstrucción
derivaciones urinarias supravesicales con carácter defi- puede estar ligada a factores dinámicos en diversos
nitivo, tales como la nefrostomía o la ureterostomía tipos de vejiga neurogénica (que se estudiarán en el
cutánea, y sólo en casos muy extremos estará indica- capitulo correspondiente).
da la nefrectomía.
Según la modalidad clínica, la obstrucción puede
Uropatía obstructiva del tracto ser aguda o crónica, existiendo en ambas un denomi-
urinario inferior (infravesical) nador común: la imposibilidad de vaciar total o par-
cialmente el contenido vesical durante la micción.
El estasis urinario está provocado por procesos
estenosantes o disfuncionales del tramo urinario a) Obstrucción aguda:
común: vejiga, cuello vesical, próstata o uretra. retención aguda de orina
Como consecuencia de la obstrucción se produ-
Los factores obstructivos son diferentes en el ce una imposibilidad miccional completa o casi total
hombre, la mujer o el niño. que conduce a la distensión vesical de forma brusca.
La hipertensión intra-abdominal originada por el En caso de pacientes muy obesos, puede confir-
esfuerzo de la lucha contra el obstáculo, y donde marnos la presencia del globo vesical, el tacto rectal
intervienen activamente los músculos parietales abdo- combinado con la palpación abdominal; además
minales, determina la posibilidad de aparición de acci- puede confirmarnos en algunos casos la sospecha
dentes agudos a nivel de los orificios herniarios, even- diagnóstica: una hiperplasia prostática, un carcinoma
tualidad frecuente cuando la retención aguda de orina prostático, un tumor genital enclavado en el fondo
se produce en las edades extremas, en el niño y en el pelviano... pero en otras veces no, será entonces el
anciano. cateterismo uretral el que prolongará nuestro senti-
do del tacto a lo largo de la uretra, percibiéndose
La hipertensión venosa regional que se traduce una posible estenosis uretral, una falsa vía, un posible
en el hombre a nivel del aparato genital genera una cálculo enclavado, una esclerosis de cuello vesical...
ingurgitación peneana pasiva, y a nivel del sector ano-
rrectal produce fluxiones hemorroidales. Habitualmente este cuadro agudo no precisa más
exploraciones complementarias y requiere tratamien-
A nivel de la vejiga, la distensión intensa puede to urgente.
afectar la nutrición del órgano por interferencia de la
circulación arterial y del drenaje venoso, cuando se Tratamiento
produce la descompresión brusca de una vejiga dis- La intensidad de los dolores exige una rápida
tendida, la circulación venosa antes parcialmente inter- resolución. El sondaje vesical suele resolver el cua-
ferida es afectada de una vasodilatación paralítica, que dro agudo, no obstante el hecho de que el mismo
puede llegar a producir extravasaciones importantes; sea realizado con carácter urgente, no debe presu-
es la denominada hemorragia ex-vacuo. La anoxia poner que deban descuidarse la asepsia y demás
prolongada de la pared vesical durante una retención cuidados en su realización. Este método no está
aguda de orina trae como consecuencia la pérdida exento de riesgos, como son la infección urogenital
transitoria total o parcial de la función evacuadora; lo (orquiepididimitis, cistoprostatitis, pielonefritis, periu-
cual explica por qué a veces una retención aguda de retritis difusa aguda...) que a veces reviste carácter
orina superada mediante cateterismo no se ve segui- alarmante, o la clásica falsa vía uretral con la consi-
da de la recuperación de la micción, aun cuando no guiente hemorragia y la aún mayor dificultad para
haya obstáculos que se interpongan. completarlo.
Cuando el cateterismo uretral resulta imposible gica. En cualquier caso la retención crónica es mucho
con una sonda de Foley y también con una sonda de más grave e insidiosa que la aguda, ya que puede llegar
Tiemann, existen otros recursos para intentar hacerlo a dañar definitiva y totalmente la función renal.
posible como son: sondaje combinado con tacto rec-
tal (cuando el obstáculo se encuentra a nivel de la Fisiopatología
uretra prostática) o el paso de una sonda de Foley Ante el obstáculo que obstruye parcialmente la
reforzada sobre un fiador de Freudemberg (alambre vía urinaria común, en un primer momento la vejiga
incurvado en forma de Beniqué que facilite el paso de refuerza su tono muscular (vejiga hipertónica), lo que
la sonda por uretra posterior), o el sondaje sobre un hace que poco a poco se produzca el engrosamiento
alambre guía, colocado previamente por vía endoscó- de su pared debido a la hipertrofia de sus fibras mus-
pica (maniobra útil en las estenosis arrosariadas de culares (vejiga de esfuerzo o de lucha). Conforme
uretra anterior). Si con ninguna de estas maniobras, o pasa el tiempo y aumenta el grado de obstrucción, la
por imposibilidad de utilizar estos recursos, se consi- vejiga va siendo sobredistendida, tolerando cada vez
gue cateterismo uretral, se procederá al drenaje vesi- más orina residual después de cada micción.
cal mediante una punción suprapúbica.
Entre los haces hipertróficos del detrusor se inicia
Previamente a la punción suprapúbica, procedere- una progresiva herniación de la mucosa constituyén-
mos a aseptizar la región hipogástrica, para continuar dose las llamadas celdillas (cuando el fondo de éstas
inyectando 10 ml de anestésico local con una aguja no rebasa el espesor de la pared vesical), y divertícu-
muy fina a lo largo del trayecto que posteriormente los (cuando la sobrepasan).
seguirá el trócar del set de cistostomía, el cual será
introducido (previa incisión cutánea con hoja de bis- Llega un momento en el cual el detrusor ya no es
turí) justo por encima de la sínfisis púbica, pero diri- capaz de hacer frente a esta hiperpresión y cede final-
giendo la aguja unos 30° hacia arriba, ya que si la mente, dejándose sobredistender sin resistencia (veji-
orientamos muy perpendicularmente a la piel, corre- ga descompensada), evidenciándose el típico globo
mos el riesgo de puncionar la próstata (especialmen- vesical que a veces puede llegar a sobrepasar el nivel
te si ésta es hipertrófica y eleva la base vesical), del ombligo.
mediante dos cortos y rápidos impulsos: el primero
vence la aponeurosis de los músculos rectos del Por su parte, los uréteres, que en la fase de vejiga
abdomen, y el segundo, la pared vesical. de esfuerzo se veían comprimidos a su paso por la
pared vesical hipertrofiada, mostrando ya una ectasia
Existen diversos procedimientos para fijar la sonda moderada, más adelante sufrirán las consecuencias de
suprapúbica, pero lo más aconsejable es sujetarla fuer- un efecto contrario; la hiperpresión intravesical pro-
temente a la piel, mediante dos puntos de seda. lapsa hacia afuera (extravesiculiza) la desembocadura
de los mismos, anulando su trayecto submucoso y, por
Una vez resuelto el problema urgente que plan- consiguiente la válvula antirreflujo, apareciendo un
tea la retención aguda, se procederá al tratamiento reflujo vesicorrenal pasivo de gravísimas consecuen-
etiológico del mismo. cias sobre la función renal (hasta antes de ocurrir este
hecho la vejiga actúa de amortiguadora de los efectos
b) Obstrucción crónica: que sobre el riñón tiene la obstrucción).
retención crónica de orina
Es el resultado de un vaciamiento incompleto de La aparición de este cuadro es lenta, progresiva e
la vejiga, de larga evolución. insidiosa. La polaquiuria y la disuria son los síntomas
que lo preceden con mucha antelación; a los cuales se
Algunos pacientes que la sufren son conscientes añade posteriormente la sensación de micción incon-
de la misma, pues aquejan desde hace mucho tiempo clusa, que suele reflejar la existencia de un moderado
disuria (dificultad miccional). Otros en cambio (ancia- residuo post-miccional. No obstante, la vejiga no ha
nos generalmente) ignoran por completo estos incrementado aún su capacidad total. Estamos de
hechos, creyendo que su dificultad miccional es fisioló- momento ante una retención crónica sin distensión.
Algún tiempo después aparece una sensación de peso nario puede permitirnos apreciar la presencia del
en hipogastrio que es una manifestación de un resi- globo vesical, que aparece dibujado como una imagen
duo más abundante, la polaquiuria se exacerba aún de densidad media, de límites no bien definidos, que
más, ya que a consecuencia del residuo existente la ocupa hipogastrio y que desplaza a las asas intestinales.
capacidad funcional de la vejiga queda reducida pro-
porcionalmente. Desde el punto de vista analítico destacan como
patológicas la elevación en sangre de las cifras de urea
Más adelante aparece el globo vesical, que el pro- y creatinina, existirá anemia cuya intensidad está en
pio enfermo percibe aunque no suele interpretarlo relación directa con el grado de insuficiencia.
como tal; aumenta toda la sintomatología anterior y
aparece la incontinencia paradójica (por rebosamien- En la analítica urinaria, la densidad suele estar
to), el enfermo pierde orina cuando no es capaz de reducida, encontrándose también bajas las concentra-
controlar su esfínter voluntario (durante el sueño). ciones de urea y creatinina. El sedimento puede estar
Estamos ya en la fase de retención crónica con dis- alterado (piuria, hematuria, cristaluria) en caso de
tensión, en la cual empiezan de forma paulatina sínto- haber surgido complicaciones (infección o litiasis fun-
mas y signos de insuficiencia renal crónica, la cual damentalmente).
puede ser la causa de la muerte, si no se toman las
medidas oportunas. Salvo en las fases muy avanzadas (cuando se ha
perdido totalmente la función renal) la urografía de
Diagnóstico eliminación resulta muy esclarecedora; se hace evi-
Los antecedentes de dificultad miccional, junto al dente un retardo funcional, una disminución de la cor-
resto de síntomas que integran el cuadro clínico, pue- teza renal, una escasa concentración del contraste y
den orientarnos en el diagnóstico. una dilatación ureteropielocalicial en concordancia
con el grado de la obstrucción y el tiempo de evolu-
La exploración clínica, iniciada por la inspección y ción de la misma; la vejiga aparece sobredistendida,
completada por el tacto rectal (combinado con la pal- depositándose inicialmente el contraste en su zona
pación abdominal), nos aclarará no sólo la existencia central (más declive) para seguidamente irse perfilan-
de la retención, sino también a veces su posible causa; do todo su contorno. Se hacen evidentes los típicos
a pesar de ello, cuando el residuo postmiccional es signos de lucha y la probable elevación de su base
aún escaso y no existe distensión vesical, la retención (por procesos de origen prostático). Después de la
puede pasar desapercibida a la exploración clínica. micción la vejiga sigue casi igual de distendida, con la
única diferencia que se harán más aparentes la trabe-
La exploración complementaria más cómoda e culación vesical, los divertículos y, en algunos casos, la
inocua es la ecografía abdominal. Con ella podremos distensión ureteropielocalicial (si existe un reflujo vesi-
no sólo calcular el volumen de la orina residual, sino correnal). En los estadios iniciales, de retención cróni-
también valorar la repercusión de la ectasia a nivel ca incipiente, estos signos no son tan llamativos.
vesical (divertículos) y tracto urinario superior (urete-
ropielocaliectasia). En algunos casos se puede ver Tratamiento
incluso la causa primaria de este síndrome, como ocu- El paciente con retención crónica es un enfermo
rre por ejemplo cuando se objetiva la impronta vesi- muy frágil, y propenso a complicaciones surgidas
cal de una hiperplasia prostática. muchas veces como consecuencia de maniobras diag-
nósticas o terapéuticas (sondaje vesical, cistoscoure-
El estudio radiográfico del aparato urinario puede trocistografías...); por lo cual deben extremarse las
ponernos de manifiesto la presencia de cálculos, a cual- medidas de asepsia y tomarse las precauciones ade-
quier nivel del aparato urinario. Los cálculos vesicales cuadas para evitar la hemorragia ex-vacuo y los efec-
rara vez son los causantes de este cuadro, sino más tos de la posible poliuria desobstructiva.
bien una consecuencia del mismo. No debe en cambio
pasársenos por alto la posible existencia de cálculos a Tras haber vaciado la vejiga (mediante circuito
nivel de la uretra. La radiografía simple del aparato uri- cerrado) e instaurado profilaxis anti-infecciosa es nece-
sario completar el diagnóstico buscando la causa de la El urólogo necesita saber si un riñón obstruido
retención, la cual, la mayoría de las veces, requerirá de recuperará la función después del tratamiento de la
maniobras quirúrgicas, unas veces endoscópicas y otras obstrucción, para determinar la conveniencia de repa-
a cielo abierto para su tratamiento; algunas de ellas son rar el área de obstrucción o llevar a cabo una nefrec-
(resección transuretral de cuello vesical, de próstata o tomía. El alivio temporal del cuadro obstructivo
de válvulas uretrales, uretrotomía interna endoscópica, mediante tubos de nefrostomía, seguido de pruebas
adenomectomía prostática, uretroplastias, meatotomía para medir la función renal (rastreos renales con dis-
uretral...), además habrá que valorar las repercusiones tintas sustancias, como el 99mTc DTPA -ácido dieti-
que la retención ha provocado sobre el resto del apa- lenetriaminopentaacético de tecnecio 99m -, el cual se
rato urinario, siendo necesario en ocasiones, para pre- elimina por filtración glomerular, se emplea para eva-
servar el remanente de función renal, realizar con carác- luar el índice de la misma y el flujo sanguíneo cortical
ter temporal, o a veces definitivo, derivaciones urinarias renal), permitiendo evaluar la capacidad de recupera-
supravesicales (nefros-tomías, ureterostomías cutáneas ción de la misma.
directas o ureterostomías cutáneas transintestinales).
Inmediatamente después de la liberación de una
obstrucción de una semana de duración, el riñón es
RECUPERACIÓN DE LA incapaz de concentrar la orina hasta una osmolaridad
mayor que la del plasma; con el transcurso del tiem-
FUNCIÓN RENAL DESPUÉS po recuperará dicha función.
DE LA ELIMINACIÓN DE LA
Cuando la obstrucción ha sido de dos semanas de
OBSTRUCCIÓN evolución la recuperación máxima del índice de filtra-
do glomerular llega a un 46%.
El pronóstico de la uropatía obstructiva depende:
Después de cuatro semanas de obstrucción, se
• Del lugar, intensidad y duración de la obstrucción.
observa un compromiso permanente de la capacidad
• Unilateralidad o bilateralidad.
de concentración urinaria; y después de seis semanas
• Ausencia o presencia de infección.
de obstrucción ureteral completa ya no se aprecia
• La rapidez y eficacia con que se establece un dre-
recuperación de la función renal.
naje completo.
Anomalías genitales
Anomalías Genitales
capítulo 20
Anomalías genitales
Las primeras semanas del desarrollo de los genita- • Anomalías del pene
les externos son similares en ambos sexos. Alrededor - Fimosis
de la 5.ª semana se forman 2 pliegues cloacales a cada - Estenosis de meato
lado de la membrana cloacal. Posteriormente se fusio- - Quistes de pene
nan en la parte anterior para dar lugar al tubérculo - Pene indiscernible
genital. Posteriormente la cloaca se divide en una parte - Pene de tamaño normal: membranoso, ocul-
anterior (seno urogenital) y una posterior (canal ano- to, atrapado
rectal) dividiéndose los pliegues cloacales en pliegues - Pene anormalmente pequeño: micropene
urogenital y anal. Posteriormente surgen a cada lado de - Torsión de pene
los pliegues urogenitales los pliegues labioescrotales. - Curvatura dorsal y lateral de pene
- Megaprepucio
Hasta la 12.ª semana la apariencia es similar en - Afalia
ambos sexos, el tubérculo genital se alarga para formar - Disfalia
el falo y en su cuerpo un surco coronario que limita el - Ausencia de glande
primordio glande en el varón. Los efectos de la dehi- - Linfedema genital
drotestosterona fetal empiezan a ser evidentes hacía la • Anomalías del escroto
14.ª semana, donde se separa el seno urogenital del - Engolfamiento escrotal
canal anorrectal, los pliegues labioescrotales se fusionan - Escroto ectópico
en la línea media para rodear a la uretra peneana y las - Hipoplasia escrotal
protuberancias genitales migran en dirección inferome- • Anomalías vasculares
dial para fusionarse en la línea media y convertirse en
el escroto. En ausencia de dehidrotestosterona el peri-
né no se alarga y los pliegues uretrales y labioescrota-
les no se fusionan en la línea media, el falo se curva ANOMALÍAS DEL PENE
hacia abajo dando lugar al clítoris, y el seno urogenital
se convierte en el vestíbulo de la vagina. Los pliegues Fimosis
uretrales se convierten en los labios menores y los
labioescrotales en los labios mayores (1)(2). Se define como la incapacidad fisiológica para
retraer el prepucio. En el momento del nacimiento
Cualquier alteración en la diferenciación o fusión existe una fimosis fisiológica. Durante los 3-4 prime-
de estas estructuras debido a alteraciones genéticas o ros años de vida, a medida que el pene crece y ayu-
fallos en el estímulo hormonal puede dar lugar a alte- dado por las erecciones intermitentes del mismo, el
raciones en la fusión o correcta diferenciación de los prepucio se vuelva completamente retráctil. Hacia el
genitales externos. Las anomalías congénitas de los tercer año de vida el 90% de los prepucios son
genitales suelen asociarse con anomalías en otros apa- retráctiles.
ratos y sistemas.
La retracción forzada temprana no está indicada
Podemos dividir las alteraciones genitales en alte- debido a que puede crear adherencias que provo-
raciones del pene, escroto y vasculares. quen una fimosis secundaria. En los niños de 4-5 años
En los niños incircuncisos mayores de 7-8 años • Válvulas uretrales anteriores en fosa navicular.
con fimosis resistentes a corticoides o balanitis recu-
rrentes debe indicarse la circuncisión (1). • Balanitis xerótica obliterante, puede evolucionar
hasta producir retención urinaria; la aplicación de
Estenosis de meato cremas corticoideas puede ser efectiva.
• Iatrogénico.
Disfalia
La duplicación peneana es rara y abarca desde un
pequeño pene accesorio hasta una duplicidad com-
pleta. Pueden ser falos normales con 2 cuerpos caver-
nosos y uretra hasta tener sólo un cuerpo y uretra.
Existe un caso en el cual existía un pene normal con
duplicidad de glande, uno de ellos con uretra normal
y el otro con uretra ciega, que se hizo evidente en la
pubertad con el crecimiento y desarrollo; se resolvió
satisfactoriamente con la extirpación del glande
menos desarrollado y reconstrucción posterior (8).
Hipoplasia escrotal
Es la hipoplasia o falta de desarrollo de uno o
ambos lados del escroto, es más frecuente en niños
con testículo no descendido. Es probable que sea falta
de desarrollo de la protuberancia gubernacular de los
pliegues labioescrotales.
capítulo 24
Los tumores renales benignos son neoplasias de una incidencia de adenoma muy por debajo del 1% en
comportamiento benigno que pueden originarse a población sana(3).
partir de la corteza renal o a partir de tejidos mesen-
quimatosos, bien del parénquima (tanto del estroma En tres cuartas partes se trata de lesiones únicas
como del componente epitelial renal) o bien de la y en un 25% multicéntricas. Histológicamente se des-
cápsula renal.A pesar de su comportamiento benigno, criben como lesiones pequeñas y bien circunscritas,
estos tumores pueden llegar a constituir masas volu- con células de citoplasma uniformemente eosinófilo o
minosas debido a su crecimiento indolente y generar basófilo, con características citológicas normales y dis-
síntomas como dolor en flanco o sangrado de la puestas en forma papilar o tubulopapilar. La confirma-
lesión. Su diferenciación con las masas renales malig- ción histológica es difícil en una pieza quirúrgica ya
nas por medios clínicos y radiológicos, aunque posible que muchos patólogos creen que no existen hoy por
en algunos casos, es en general difícil y en la mayor hoy medios histopatológicos, ultraestructurales o
parte de las ocasiones se diagnostican por el patólo- inmunohistoquímicos para diferenciar entre neopla-
go tras la nefrectomía(1-2). sias derivadas del epitelio renal benigno y maligno. En
relación con esto, clásicamente se ha postulado que el
tamaño de la lesión podría predecir su comporta-
ADENOMA RENAL CORTICAL miento situándose el límite en 3 cm. En este sentido
destacar los dos trabajos de Bell et al de 1938 y de
Se trata de una masa cortical renal sólida. Como 1950, en los que se evidenciaba la existencia de
entidad, la existencia de una masa renal sólida benig- metástasis en el marco de lesiones corticales renales
na ha sido muy debatida, fundamentalmente a raíz de menores de 3 cm. Para Theones et al, un adenoma
los trabajos de Bell et al, que afirmaba que los tumo- renal sería toda lesión cortical renal menor de 1 cm y
res menores de 2 cm debían ser enmarcados en el grado nuclear 1(4). En cualquier caso, es difícil obtener
grupo de los adenomas renales. Se diagnostican fun- del patólogo un diagnóstico de adenoma renal proce-
damentalmente en el marco de autopsias con una dente de una pieza quirúrgica. Al no existir pruebas
incidencia del 7 al 23%. Hoy en día se definen y reco- diagnósticas que permitan discriminar el adenoma del
nocen como tumores epiteliales tubulopapilares con adenocarcinoma, el manejo de toda lesión sólida del
ausencia de pleomorfismo celular y con una medida parénquima renal debe ser la extirpación quirúrgica.
menor de 5 mm de diámetro máximo. Su incidencia En estos casos, y siempre que técnicamente sea posi-
aumenta con la edad, es más frecuente en varones ble, el pequeño diámetro de la lesión permite una
(relación 3 a 1) y se asocia con la enfermedad de Von cirugía conservadora, en forma de tumorectomía o de
Hippel-Lindau, con la enfermedad quística renal adqui- nefrectomía parcial(5).
rida propia de la insuficiencia renal terminal y con el
tabaco.
ADENOMA METANÉFRICO
Estos tumores son asintomáticos e indetectables
radiológicamente en un alto porcentaje de los casos El adenoma metanéfrico fue descrito por Mostofi
debido a su pequeño tamaño (menores de 1 centí- et al y Davis et al(6-8). Esta lesión se caracteriza por un
metro). Mediante ecografía, Tosaka et al identificaron curso benigno y por imágenes histológicas propias e
identificativas. No obstante el papel de esta entidad se raramente quística. Con la tomografía computarizada
esta redefiniendo al haberse descrito recientemente (TC) se observa una masa relativamente hipodensa
por Pins et al y por Renshaw et al dos casos de ade- o isodensa, que capta débilmente el contraste. No es
noma metanéfrico metastásico(9-10). posible establecer un diagnóstico diferencial efectivo
entre esta entidad y el carcinoma de células renales
Suelen ser tumores unilaterales y unifocales y en (al igual que en el caso de los adenomas renales)(13-
14)
ocasiones se intuye una seudocápsula delgada y dis- . La resonancia magnética nuclear (RMN) no apor-
continua. Al corte tienen una coloración gris o ama- ta más información al diagnóstico de esta entidad
rillenta. Histolígicamente están formados por células que aparece como una masa hipodensa en imágenes
epiteliales cuboideas pequeñas e intensamente potenciadas en T1 y ligeramente hiperdensas en T2;
basófilas que se agrupan de manera estrecha en en ocasiones se observa como una lesión isodensa
forma de pequeños acinos o túbulo y, más raramen- tanto en T1 como en T2(15).
te, en forma de estructuras tubulopapilares; presen-
tan escaso pleomorfismo celular y pocas figuras Aunque este tumor se ha enmarcado dentro de
mitóticas. Estas células se engloban en un estroma los tumores renales benignos, realmente la reciente
predominantemente acelular y son comunes la pre- descripción de la enfermedad, su rareza y la falta de
sencia de cuerpos de Psammoma. Asimismo se han elementos definitorios clínicos, radiológicos y citológi-
observado fenómenos de regresión tumoral en cos, hace que esta entidad sea un diagnóstico casual
forma de cicatrización y/o calcificación. Para el diag- por parte del patólogo en el marco de una nefrecto-
nóstico de esta entidad debe predominar la distri- mía ante la sospecha de carcinoma de células renales.
bución tubuloacinar. Por otro lado, la descripción de casos con disemina-
ción de la enfermedad debe hacernos replantear su
Algunos autores como Davis et al proponen una manejo y seguimiento y considerar esta enfermedad
relación entre el adenoma metanéfrico y el tumor de como un carcinoma de células renales(16-18).
Wilms basada en la similitud histológica (elementos
hamartomatosos de la nefroblastomatosis); no obs-
tante estudios genéticos recientes no han encontrado ONCOCITOMA
las mismas alteraciones genéticas identificadas clásica-
mente en el tumor de Wilms (alteraciones en el cro- Fue descrito por Klein y Valesi en 1976 y repre-
mosoma 11p13). Frente a éstos, otros autores (como senta entre el 3 y 7% de todas las masas renales sóli-
Brown et al, 1997) proponen que el adenoma meta- das. Se forman a partir de las células intercaladas de
néfrico estaría relacionado con el carcinoma de célu- los conductos colectores. Macroscópicamente, estos
las renales papilar, al identificar alteraciones genéticas tumores son ligeramente marrones, homogéneos y
clonales idénticas (alteraciones en los cromosonas 7 y bien circunscritos; presentan una seudocápsula
17 y pérdidas del cromosoma Y). No obstante estas (Figura 1). Es común encontrar una cicatriz central
características genéticas no han podido ser reproduci- (33 a 80%) aunque es raro observar necrosis promi-
das en todos los casos(11). nente, hipervascularidad marcada o pequeñas hemo-
rragias. Microscópicamente predominan las células
Aparece en todas las edades, aunque es más eosinófilas, poligonales o redondas, uniformes, con un
común en la quinta y sexta década de la vida y se han citoplasma granular abundante y fino. Desde el punto
descrito varias formas de presentación, como dolor de vista ultraestructural el carácter eosinofílico celu-
en flanco, hematuria macroscópica o masa palpable; lar se corresponde con una riqueza desmedida de
en el momento del diagnóstico el tamaño medio mitocondrias en el citoplasma celular. Desde el punto
descrito se sitúa en torno a los 5 cm (3 a 6 cm), de vista morfológico se han descrito tres tipos de
habiéndose descrito casos de hasta 20 cm. Otros sín- patrones:
tomas menos frecuentes son la policitemia (12%) y la
hipercalcemia(12). Desde el punto de vista diagnóstico, • Patrón organoide: nidos de células rodeadas por
el adenoma metanéfrico es identificado ecográfica- una trama de reticulina, finos vasos sanguíneos y
mente como una masa hiper o hipoecoica y más bandas de delicado estroma fibroso. Los nidos
Figura 1. Oncocitoma renal: A. Imagen macroscópica de tumor parenquimatoso de color marrón, homogéneos
y bien circunscrito, con cicatriz central; B. Imagen microscópica de células eosinófilas, poligonales con citoplasma
granular; C. Imagen ultraestructural con abundantes mitocondrias en el citoplasma celular.
pueden estar unidos débilmente o estrechamente a 30% de los casos muestran pleomorfismo o atipia
apretados con apariencia de hoja. celular. Otras características histológicas observadas han
sido: hemorragia tumoral (20 a 30%) y extensión a la
• Patrón tubuloquístico o alveolar: células agrupadas grasa perinéfrica (11 a 20%). Hoy en día, algunos pató-
formando estructuras tubuloquísticas separadas logos sólo informan el diagnóstico de oncocitoma renal
por un estroma débil y edematoso. en los casos de tumores puramente de bajo grado. Al
resto de las lesiones las denominan carcinomas oncocí-
• Patrón mixto: con características propias de los ticos, aunque parecen tener mejor pronóstico que el
dos patrones previos. carcinoma de células renales. Las anomalías citogenéti-
cas identificadas en esta enfermedad se han agrupado
En casos excepcionales se ha observado invasión en 4 niveles: pérdida de los cromosomas 1 e Y, traslo-
linfovascular, extensión perinéfrica y necrosis; en los cación equilibrada (balanceada) del cromosoma 11q13,
casos en los que aparecen estas características se habla cambios esporádicos mal definidos o cambios cromo-
de oncocitomas atípicos. La mayor parte de los onco- sómicos no detectables. En más del 96% de los casos
citomas son citológicamente de bajo grado, aunque no estos tumores muestran diploidia celular y, en un alto
es raro identificar oncocitomas con nucleolos promi- porcentaje de los casos, también alteraciones del DNA
nentes en un cierto porcentaje de casos y en un 12% mitocondrial. Estas anomalías son características de esta
entidad y distintas de las observadas en los carcino- Los oncocitomas renales son en general asinto-
mas de células renales. A pesar de todo lo descrito, las máticos, y al igual que los carcinomas de células rena-
alteraciones genéticas propias de los oncocitomas les, suelen mostrar un diagnóstico incidental. En el
están poco descritas. momento del diagnóstico el tamaño del tumor suele
oscilar entre 4 y 6 centímetros. Cuando crecen pue-
Se ha descrito un subgrupo de pacientes con den generar síntomas por su tamaño en forma de
oncocitomas renales en el marco de oncocitosis fami- hematuria, dolor en flanco o masa palpable. El patrón
liar o en el síndrome de Birt-Hobb-Dube. Este sín- de centro estrellado permite sospechar el diagnóstico
drome se caracteriza por varios desórdenes derma- de oncocitoma renal en imágenes de TC, pero no es
tológicos y el desarrollo de tumores epiteliales rena- ni mucho menos un elemento definitorio (Figura 2).
les como oncocitomas y carcinomas renales de célu- En cuanto al diagnóstico por imagen, en la tomogra-
las claras. fía axial computerizada, el oncocitoma se identifica
como una lesión sólida, homogénea, que en ocasio-
El principal diagnóstico diferencial del oncocitoma nes muestra una zona central estrellada hipodensa
renal se plantea con el carcinoma renal de células cro- compatible con una cicatriz central; los oncocitomas,
mófobas; ambas entidades derivan de las células de los en contraste con el parénquima renal, son hipoden-
túbulos distales y por ello presentan similitudes histo- sos tanto con contraste como sin él. Ahora bien, los
lógicas (en especial la variante eosinofílica). El diagnós- trabajos de Davidson et al han demostrado que la TC
tico diferencial es relativamente fácil mediante inmu- por sí sola es incapaz de diferenciar fehacientemente
nohistoquímica y análisis citogenético. Se ha descrito un oncocitoma de un carcinoma renal(19-20). La RMN
la posibilidad de coexistencia en la misma lesión de un muestra al oncocitoma como una masa renal rodea-
oncocitoma y un carcinoma de células renales hasta da de una cápsula bien definida, con un centro cica-
en un 32% de los casos (7 a 32%). Asimismo, Weirich tricial estrellado en forma de una señal de baja inten-
et al describieron la existencia de oncocitosis renal sidad en las imágenes potenciadas en T1, aunque
familiar en 5 familias que mostraban una marcada ten- también es frecuente encontrar señales isointensas.
dencia a desarrollar oncocitomas renales múltiples, En T2 dan señales hiperintensas, aunque se han
bilaterales y de comienzo precoz. encontrado señales iso e hipointensas. Aunque exis-
Figura 2. Oncocitoma renal: A.TC abdominal con lesión sólida renal con zona central estrellada hipodensa;
B. Arteriografía con aspecto en rueda de carro debido a la disposición de los vasos que irradian hacia el centro
de la lesión.
ten por tanto elementos que permiten orientar el Figura 3. Angiomiolipoma: A. Neoplasia clonal
diagnóstico, realmente la RMN no aporta una ayuda benigna con tejido adiposo maduro, músculo liso
franca al diagnóstico diferencial. La angiografía se ha y estructuras vasculares; B. Ecográficamente el
descrito como una técnicamente potencialmente útil angiomiolipoma es una masa hiperecogénica
y la imagen característica es la apariencia en rueda- de densidad grasa.
estrellada (Figura 2), derivada de la disposición de
vasos radiando hacia el centro de la lesión, un relle-
no capilar homogéneo durante la fase de nefrograma
y un anillo hipervascularizado alrededor del períme-
tro de la lesión. Desgraciadamente, estas característi-
cas tan definitorias no son constantes y se han des-
crito en un 4 a 76% de los casos(21). La PAAF no apor-
ta ventajas debido a la dificultad para distinguir entre
el oncocitoma renal y las formas granulares del car-
cinoma de células renales o la variante eosinofílica
del carcinoma de células cromófobas, así como la
mencionada posibilidad de coexistencia de oncocito-
ma con carcinoma renal.
Figura 4. Esclerosis tuberosa o enfermedad de Bourneville: A. Angiomiolipoma renal bilateral de gran tamaño
en un paciente afecto de esclerosis tuberosa; B. Adenoma sebáceo cutáneo (tumor de Pringle).
la bilateralidad, a la multicentricidad y hacia un creci- comportamiento maligno y difiere del AML clásico.
miento acelerado (lo que repercute en una mayor Esta lesión puede confundirse fácilmente desde el
tasa de presentación sintomática)(26) (Figura 4). Fuera punto de vista de la imagen con el carcinoma renal y
de este síndrome, la enfermedad muestra un claro desde el punto de vista histopatológico con el heman-
predomio en mujeres y el pico de incidencia se sitúa giopericitoma.
en torno a los 50-60 años.
En la era previa a las pruebas de imagen, la mayor
Histologicamente muchos AML muestran zonas parte de los AML eran diagnosticados cuando se
de atipia celular y el diagnóstico diferencial patológico hacían sintomáticos. Una de las manifestaciones clíni-
incluye distintos tipos de sarcoma (fibrosarcoma, leio- cas más temidas de estos tumores es la hemorragia
miosarcoma, liposarcoma) según las proporciones de retroperitoneal masiva o síndrome de Wünderlich,
tejido adiposo, vascular y muscular. El diagnóstico dife- que se ha observado en el 10% de los casos y se
rencial se simplifica con el empleo de la inmunotinción caracteriza por dolor en flanco, hematuria, masa pal-
con HMB-45 (anticuerpo monoclonal formado contra pable en flanco y shock hipovolémico. Si esta entidad
el antígeno del melanoma), que es característico de no se identifica y trata de manera adecuada, no es
los AML y permite fielmente el diagnóstico diferencial raro que cause la muerte del enfermo. El embarazo
con los sarcomas. Al margen de esto se han descrito favorece el crecimiento del AML y su tendencia al
dos casos de leiomiosarcoma de alto grado (mortales sangrado, lo que puede inducir un cambio en la toma
a la postre) generados en el seno de un AML, así de decisiones. Otras formas clínicas de presentación
como un caso de AML altamente pleomórfico que son anemia e hipertensión. A pesar de todo, la forma
desarrolló metástasis pulmonares (tanto el AML de presentación más frecuente es la incidental (>50%
como sus metástasis tenían tinción positiva para de los casos) debido al empleo cada día más fre-
HMB-45). Hay que tener en cuenta que estos casos cuente de las pruebas de imagen.
son una verdadera excepción(27). Recientemente se ha
descrito una nueva variedad de angiomiolipoma atípi- Al contrario de las lesiones descritas hasta ahora
co, el angiomiolipoma epitelioide o pecoma. Se trata (adenoma renal, adenoma metanéfrico y oncocito-
de una lesión de comportamiento biológico incierto, ma), el AML muestra criterios radiológicos específicos
derivada de células pericíticas, que muestra cierto que permite un diagnóstico diferencial sólido con
otras masas renales. En este sentido, la ecografía y la y sintomáticos se recomienda su extirpación quirúrgi-
TC son las técnicas de imagen más útiles. ca teniendo en cuenta la edad del paciente, la comor-
Ecográficamente se trata de una masa intrarrenal bilidad y otros factores relacionados. En este caso se
hiperecogénica, de la misma densidad que la grasa recomienda un manejo lo más conservador posible
perirrenal (Figura 3). La TC de abdomen muestra la en forma de nefrectomía parcial o embolización selec-
presencia de grasa en una lesión renal (<10 unidades tiva, sobre todo en el caso de AML de pequeño tama-
Hounsfield) y, por pequeña que sea, excluye el diag- ño y sintomáticos, en pacientes con esclerosis tubero-
nóstico de carcinoma renal de células claras y aporta sa, en los AML multicéntricos y en aquellos en los que
el diagnóstico de AML. En los casos excepcionales en la función renal se vea deteriorada.
los que se ha descrito grasa en el marco de un carci-
noma de células renales existían invariablemente cal- La mayoría de los pacientes con hemorragia grave
cificaciones, hallazgo nunca descrito en un AML. Existe aguda o potencial requieren nefrectomía total. En los
un porcentaje de casos en los que el componente casos con esclerosis tuberosa, enfermedad bilateral,
graso es bajo y no identificado por la TC abdomen y insuficiencia renal crónica o comorbilidad que pueda
que son inicialmente diagnosticados de carcinoma, conducir a insuficiencia renal significativa debe orien-
confirmándose posteriormente el hallazgo de AML tarse hacia la embolización selectiva como tratamien-
por el patólogo. La ecografía identifica una lesión bien to provisional o definitivo(29-30).
circunscrita, altamente ecogénica y que frecuente-
mente deja sombra posterior, siendo esta última
característica muy orientativa de AML y muy rara de
carcinoma renal. Aunque el AML es una entidad
NEFROMA QUÍSTICO
benigna, se han observado ocurrencias extrarrenales MULTILOCULADO
en ganglios linfáticos del hilio renal, retroperitoneo e
hígado, así como extensión por el sistema venoso Es una lesión renal benigna, cuyo pico de inciden-
(vena renal o vena cava). cia es bimodal (un pico a los 2-3 años de vida y otro
en la cuarta-quinta década). En el primer pico hay un
El manejo del AML debe tener en cuenta su his- predominio en varones y en el segundo en mujeres.
toria natural (entidad benigna y ritmo de crecimiento) Macroscópicamente, estas lesiones están bien circuns-
y el riesgo de sangrado. Los trabajos publicados tradi- critas y encapsuladas y consisten en múltiples espacios
cionalmente han puesto como punto de corte los 4 no comunicados y rellenos de líquido divididos por
centímetros. El trabajo de Oesterling et al estableció septos. La mayoría se sitúan centralmente.
que el 82% de los tumores mayores de 4 cm fueron Histológicamente, los quistes están recubiertos por
sintomáticos y el riesgo de shock hemorrágico del 9%, células epiteliales cuboideas dispuestas en un patrón
mientras que sólo un 23% de los menores de 4 cm en panel de abeja y destaca su pronunciada celulari-
fueron sintomáticos(28). En la literatura publicada se ha dad. En los niños se identifica como una masa abdo-
observado en general que los AML de tamaño peque- minal asintomática detectada en el examen físico ruti-
ño (menor de 4-5 cm) tienen poca o nula capacidad nario, mientras que en los adultos, las formas más fre-
de crecimiento a lo largo del tiempo y raramente se cuentes de presentación sintomática son el dolor
hacen sintomáticos. Frente a la normalidad, los AML abdominal, la hematuria, la infección del tracto urina-
multicéntricos y los AML en el seno de una esclerosis rio o la hipertensión. Los casos familiares son raros y
tuberosa muestran una gran capacidad de crecimien- en general son tumores unilaterales y unifocales.
to, en torno al 20% por año (frente al 5% descrito
para los AML normales). Todos los nefromas quísticos son por definición
multiloculados y casi todos se clasificarían como quis-
Los AML pequeños y asintomáticos (menores de tes renales complejos sospechosos de malignidad,
4 cm) pueden ser manejados de manera expectante dentro del grupo III o IV de Bosniak (Figura 5). Datos
con controles mediante pruebas de imagen cada 6 a inconstantes pero que sugieren un nefroma multiquís-
12 meses para definir la tasa de crecimiento y el sig- tico son la calcificación curvilínea y la herniación en la
nificado clínico. En el caso de AML de mayor tamaño pelvis renal (10 a 20% de los casos). Son lesiones avas-
Figura 5. El nefroma multilocular quístico en el escasas mitosis y sin pleomorfismo. Si se observa una
adulto se presenta como una masa multiquística tasa mitótica elevada o pleomorfismo relevante, la
compleja sospechosa de malignidad (Bosniak III o IV). lesión se debe enmarcar dentro del grupo de leio-
miosarcoma. En cuanto a la presentación clínica, la
sintomatología depende directamente de su tamaño.
En el pasado, la mayoría de los tumores eran sinto-
máticos (dolor, hematuria o síntomas gastrointestina-
les), fundamentalmente debido a su gran tamaño. De
hecho, a finales de los años 90, según Steiner et al(33),
el tamaño medio era de 12,3 cm y el mayor tamaño
descrito fue de 57 cm. Hoy en día su diagnóstico es
fundamentalmente casual en el marco de una explo-
ración de imagen abdominal, por lo que mayoritaria-
mente son lesiones pequeñas y asintomáticas. Su apa-
riencia radiográfica es muy variable y oscila entre
lesiones puramente quísticas y lesiones sólidas.
Algunos leiomiomas renales son lesiones hiperinten-
sas en RNM, aunque en general no es posible un
diagnóstico claro entre leiomioma y carcinoma renal
culares o hipovasculares desde el punto de vista con los medios actuales. En principio el abordaje es
angiográfico (aunque existen lesiones hipervascula- superponible al del carcinoma renal: nefrectomía radi-
res), con los septos en ocasiones son hipercaptantes cal y si es posible, nefrectomía parcial preservadora
con la infusión de contraste. de parénquima(34). Puede crecer hasta alcanzar un
gran tamaño y presentarse con dolor lumbar o
Dada la incapacidad de las técnicas diagnósticas hematuria. Histológicamente debe diferenciarse del
actuales para distinguir entre esta lesión y un carcino- liposarcoma y puede confundirse con un AML en
ma, hoy en día se maneja esta lesión con nefrectomía base a sus características clínicas y radiográficas. En su
parcial, siempre y cuando el tamaño de la lesión y la mayor parte es una lesión confinada a la cápsula
localización permitan un manejo conservador. La renal(35).
mayor parte de los niños son manejados mediante
nefrectomía radical debido a la duda con un tumor de El reninoma o tumor yuxtaglomerular secretor de
Wilms. Esta entidad sigue un curso clínico benigno, renina fue descrito en 1967. Hoy en día se le consi-
pero se han descrito nefromas quísticos con elemen- dera una variante de un hemangiopericitoma deriva-
tos de malignidad (en adultos en forma de elementos do de las células yuxtaglomerulares. Es característica
estromales sarcomatosos y en niños con focos de una fuerte inmunotinción positiva para el factor VIII y
nefroblastoma). El potencial de diseminación de estos antígenos relacionados con este factor VIII; esta tinción
elementos conlleva la necesidad de una inspección confirma además su origen de línea celular endotelial.
cuidadosa en busca de estos elementos(31-32). En su mayor parte son tumores pequeños, solitarios e
hipovasculares, que se visualizan bien mediante eco-
grafía o CT en forma de una masa sólida parenqui-
matosa. Su pico de incidencia se sitúa entre la tercera
OTROS TUMORES RENALES y la cuarta década de la vida y muestra un predomi-
BENIGNOS nio femenino. Clínicamente se caracteriza por hiper-
tensión e hipopotasemia asociadas a síntomas como
Los leiomiomas renales son neoplasias benignas y polidipsia, poliuria, mialgia y dolores de cabeza, sínto-
de crecimiento lento que pueden originarse a partir mas secundarios a una hiperproducción de renina. Su
de la cápsula, de los tejidos peripiélicos o de la vena manejo es la extirpación quirúrgica, que habitualmen-
renal. Microscópicamente, los leiomiomas están for- te permite una nefrectomía parcial, más aún si existe
mados por células musculares en forma de huso, con la sospecha clínica.
Figura 6. Malacoplakia renal con imagen Existen otras tumoraciones renales benignas, de
ultraestructural de cuerpos de Michaelis-Gutman que origen no tumoral, sino inflamatorio y metaplásico.
corresponden a cuerpos de inclusión derivados Entre ellas destacan dos procesos: la malacoplakia
de membranas celulares. renal y el colesteatoma renal. La primera de ellas se
trata de un proceso inflamatorio crónico seudotumo-
ral, que debe diferenciarse de la pionefrosis litiásica.
Desde el punto de vista de la imagen destaca la pre-
sencia de inflamación crónica con abundancia fibrohis-
tiocítica. Ultraestructuralmente los histiocitos apare-
cen cargados de cuerpos de inclusión por digestión
de membranas, conocidos como cuerpos de
Michaelis-Gutman (Figura 6). El colesteatoma renal es
un proceso metaplásico en el que el urotelio de la
pelvis y/o cálices renales sufre una transformación epi-
dermoide queratinizante. Esta metaplasia produce un
material descamativo que se acumula en el interior de
la vía urinaria y distorsiona el parénquima renal. En
ocasiones se asocia también a la expulsión de un
material córneo en la orina.
Existen otros tumores benignos de mayor rareza
en su mayor parte derivados primariamente de ele- Finalmente, existen tumoraciones benignas, aun-
mentos mesenquimatosos del riñón y su entorno que de naturaleza incierta desde el punto de vista de
(fibromas, lipomas, linfangiomas, hemangiomas, etc…). la imagen, de origen infeccioso. Básicamente son las
En general se trata de tumores raros, pero entre ellos infecciones por hongos, la hidatidosis renal (especial-
destacan por su frecuencia los fibromas medulares. Se mente los casos de diagnóstico por imagen atípico) y
trata de tumoraciones de pequeño tamaño, por lo la tuberculosis renal.
general entre 1 y 7 mm de diámetro, encontrados en
autopsias, por lo que habitualmente escapan a la
detección radiológica, aunque también se han descri-
to algunos casos clínicamente patentes(36-43).
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Tumores malignos
del parénquima renal
Tumores malignos
del parénquima renal
Introducción histórica............................................................................................................................................. 435
Clasificación...................................................................................................................................................................... 435
Cáncer de células renales.................................................................................................................................... 437
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 448
25.Tumores malignos del parénquima renal
capítulo 25
Tumores malignos
del parénquima renal
INTRODUCCIÓN HISTÓRICA yuxtacapsular, debía proceder de restos adrenales.
Esta idea fue apoyada por diferentes investigadores y
La historia reciente de la cirugía renal comienza patólogos de la época hasta que Lubarch, en 1894,
en 1861, año en que Wolcott publicaba la primera introdujo el término tumores hipernefroides para desig-
nefrectomía documentada sobre una masa renal que nar el origen adrenal de los tumores renales, que pos-
erróneamente había calificado de hepatoma. Poste- teriormente condujo al erróneo término hipernefro-
riormente, en 1867, Spiegelberg realizaba incidental- ma que ha predominado en la literatura para descri-
mente una nefrectomía en el curso de la excisión de bir a los tumores renales parenquimatosos prima-
un quiste equinocócico. rios(1). En 1903, Albarrán e Imbert corrigieron ese
desafortunado error de concepto y junto a los traba-
Hubo que esperar hasta 1869 para asistir a la pri- jos de Wolff, escritos entre 1883 y 1928, comenzó el
mera nefrectomía planificada, realizada por Simon, desarrollo de la conformación conceptual actual acer-
como consecuencia de una fístula ureteral permanen- ca de los tumores renales.
te, intervención a la que el paciente sobrevivió con la
subsiguiente cura de la fístula. Al año siguiente
Gilmore realizaba la primera nefrectomía planificada CLASIFICACIÓN
en Mobile, Alabama (EE.UU.) como tratamiento en
una paciente afecta de pielonefritis crónica atrófica e La aproximación más práctica a la clasificación de
infección urinaria persistente. los tumores renales fue la realizada por Deming y
Harvard en 1970. Establecían, en ella, once categorías
Fue Harris, en 1882, quien publicó una serie de tumorales, con subdivisiones múltiples, que incluían
más de cien casos de extirpación renal por diversas prácticamente todas las enfermedades tanto renales
patologías, que permitió el análisis clínico, quirúrgico e propiamente dichas, como perirrenales que pudieran
histopatológico de todas las alteraciones renales que comprometer el riñón secundariamente. En 1980,
precisaban cirugía de exéresis. Glenn realizó una simplificación de dicha clasificación
mejorando la complejidad de la misma y añadiendo
Con el advenimiento de las intervenciones qui- todas aquellas lesiones de nueva descripción. A la for-
rúrgicas para el tratamiento de las enfermedades mulación original de Glenn se añadió el epígrafe onco-
renales, se dispuso del tejido necesario para la inter- citoma incluyéndolo en el subgrupo de tumoraciones
pretación histopatológica, y así, en el año 1826, König, de carácter benigno(2).
describió por primera vez la anatomía de los tumores
renales. Pero no fue hasta 1855 el momento en que Recientemente, la descripción de Barbaric (1994)
Robin demostró el origen de los tumores renales a categoriza las masas renales desde el punto de vista
partir de las células epiteliales del túbulo proximal, patológico (malignas, benignas o inflamatorias) y
hecho que fue confirmado por Waldeyer en 1867. desde el punto de vista de su imagen radiográfica
Desafortunadamente, Grawitz, en 1883, introdujo cier- (quistes simples, quistes complejos, tumores grasos y
ta confusión, interpretando que el color amarillo otros), generando una clasificación práctica(3) que
característico de la estirpe de células claras del cáncer ayuda al diagnóstico diferencial de las masas renales
renal, debido a su alto contenido graso, y su ubicación (Tabla 1).
Tabla 2. Clasificación WHO/OMS del cáncer de células El cáncer de células renales es más frecuente en
renales. el varón, con una relación hombre:mujer de 2:1, y en
el hábitat urbano. A pesar de que el carcinoma de
Tumores de células renales células renales (CCR) se considera una enfermedad
del adulto, con un pico de prevalencia entre la cuarta
Carcinoma de células renales claras y la sexta décadas de la vida, puede, en algunos casos
Carcinoma de células renales claras multilocular raros, presentarse en pacientes jóvenes.
Carcinoma de células renales papilar
Carcinoma de células renales cromófobo Desde el punto de vista genético se han identifi-
Carcinoma de los conductos colectores de Bellini cado dos cohortes de cáncer renal heredo-familiar:
Carcinoma renal medular aquellos pacientes que presentan síndrome de Von
Carcinoma con translocación Xp11 Hippel-Lindau (VHL) y aquellos con cáncer de células
Carcinoma asociado con neuroblastoma renales papilar familiar.
Carcinoma mucinoso tubular y de células
fusiformes Etiología
Carcinoma inclasificable
Adenoma papilar
La mayoría de los cánceres de células renales deri-
van del túbulo contorneado proximal, pero se han
Oncocitoma
identificado algunos subtipos procedentes de los
túbulos distales o de los colectores corticales.
El adenocarcinoma de células renales supone el
80-85% de todas las neoplasias malignas del riñón en Factores de riesgo
adultos. Tiene su origen en el epitelio de los túbulos
renales, en la corteza o en la médula, dependiendo del En los modelos de experimentación animal se han
subtipo histológico, lo que implica diferentes pronós- identificado un gran número de factores potencial-
ticos e incluso distintas respuestas a tratamientos mente responsables del desarrollo de este tipo de
médicos. Actualmente, la clasificación de la WHO/OMS tumores, pero hasta el momento actual no se ha des-
del carcinoma de células renales (CCR) distingue crito ningún factor relacionado con su aparición en los
cinco subtipos histológicos: carcinoma de células cla- seres humanos. El tabaco, en cualquiera de sus formas,
ras, CCR papilar, CCR cromófobo, CCR de ductos se ha relacionado con un aumento en la incidencia del
colectores y CCR no clasificables (Tabla 2). cáncer de células renales, habiéndose observado una
relación directamente proporcional entre la duración
del hábito tabáquico y la aparición de los tumores, e
CÁNCER DE CÉLULAS inversamente proporcional entre la edad de adquisi-
ción del hábito y su aparición (7).
RENALES
No se ha conseguido demostrar hasta la fecha la
Epidemiología relación de ningún carcinógeno ocupacional o industrial
con la aparición del cáncer de células renales, pero sí se
El cáncer renal constituye el 3% de todas las neo- ha observado un aumento de su incidencia en pacien-
plasias malignas del adulto y se ha constatado un tes con insuficiencia renal terminal y riñón poliquístico
aumento progresivo en la incidencia en los últimos del adulto. En estos casos, la mediación de modulado-
años, con una tasa de aproximadamente el 2.5% res potenciadores, como el TFG-alfa y el TGF-beta,
anual(4,5), como resultado probablemente del mayor parece tener un papel decisivo en su formación.
número de pruebas diagnósticas realizadas en el con-
texto del estudio de otras enfermedades (TC y eco- Citogenética
grafía). Se diagnostican aproximadamente unos
28.000 casos nuevos cada año, y es el responsable de A principios de los años 80, diferentes investiga-
11.000 muertes en ese mismo intervalo de tiempo (6). dores demostraron que las delecciones cromosómi-
cas y las traslocaciones que afectan al brazo corto del Figura 1. La fotografía muestra la presencia de una
cromosoma 3 (3p), se encontraban en relación con la tumoración sólida mesorrenal en un riñón con
aparición de cánceres renales de células claras, y que, duplicidad ureteral
la pérdida de un segmento del cromosoma 3 podía
ser un evento relativamente precoz en la aparición de
dichos tumores. La mayoría de los pacientes con cán-
ceres de células renales también mostraban una
sobreexpresión de c-myc, c-Ha-ras, c-fos, c-fms, f-raf-1
y ARNm del receptor del factor de crecimiento epi-
dérmico (c-erb B-1), así como una disminución en la
expresión de ARNm codificado por HER-2 (erb B-2).
Patología
Síndrome Gen/proteína Cromosoma Tumor renal asociada
Von Hippel- VHL 3p25 Carcinoma renal de Hemangiomas, CNS
Lindau pVHL células claras y retiniano, tumores
múltiple/bilateral pancreáticos
Cáncer papilar c-MET 7q31 Ca. papilar tipo 1 Ca. mama, pulmón,
hereditario HGF-R páncreas, tracto
biliar y melanoma
Esclerosis TSC-1 9q34 Angiomiolipomas Angiofibromas
tuberosa Hamartina 16p13 múltiples, bilaterales. cutáneos, fibromas
TSC-2 Linfangioleiomioma- subungueales
Tuberina tosis
Ca. renal de células
claras
Leiomiomatosis FH 1q42-43 Ca. papilar renal tipo 2 Leiomiomas
hereditaria y FH uterinos y cutáneos.
carcinoma renal Leiomiosarcomas
Síndrome de BHD 17p11.2 Ca. cromófobo Foliculomas faciales,
Birt-Hogg-Dubé Foliculina múltiple, Ca. de células quistes pulmonares,
claras, mixtos y lipomas múltiples,
oncocitomas neumotórax
espontáneo
Cáncer familiar TRC8? Desconocido Ca. renal de células
no VHL sin claras múltiple,
traslocación del bilateral
cromosoma 3
Cáncer familiar FIHT? 3p14 Ca. renal de células Ca. tiroides, vejiga,
con traslocación TRC8? 3q13.3 claras múltiple, páncreas y
constitucional del (desconocido) 3q21 bilateral estómago
cromosoma 3
tra envuelto por una seudocápsula compuesta por bilaterales tanto sincrónica como asincrónicamente en
parénquima renal comprimido y tejido fibroso. Habi- el 2% de los casos (10).
tualmente, el aspecto macroscópico es el de un entra-
mado de áreas tumorales blandas amarillentas o par- Aspectos microscópicos
duzcas separadas por zonas de necrosis o hemorragia
intratumoral. La presencia de quistes es frecuente, • Variedad de células claras
probablemente secundarios a mecanismos de necro- Se encuentra presente en más del 80% de los
sis y reabsorción, siendo las calcificaciones de las pare- casos. Su aspecto microscópico presenta células
des de estos quistes un hallazgo frecuente. General- grandes de abundante citoplasma y forma poligo-
mente, el sistema excretor se encuentra desplazado y nal. Las células granulares poseen citoplasma eosi-
muchas veces infiltrado. La fascia de Gerota parece nofílico y abundante presencia de mitocondrias.
proporcionar una barrera contra la diseminación local En aproximadamente el 50% de los casos se obje-
de la enfermedad, pero, también ésta puede ser com- tiva positividad para vimentina y la mayoría de
primida e infiltrada. El cáncer de células renales es típi- ellos muestra expresión de citokeratinas 8 y 18
camente unilateral, pero pueden aparecer lesiones (Figura 2).
• Variedad oncocítica
Supone el 2% de los casos de carcinoma de células rena-
les. La tendencia de estos tumores es hacia las formas
benignas salvo presencia de imágenes de atipia. En estos
últimos casos el curso es de mejor pronóstico que en el
resto de las variedades.
Grado histológico
El grado histológico(10), basado en la morfología
nuclear, posee significado pronóstico por sí mismo y se
considera un factor de supervivencia independiente
del estadio tumoral. Los tumores que muestran patro-
nes espinocelulares, en general, se relacionan con peor
pronóstico.
Tabla 4. Estadiaje TNM del cáncer de células renales. Los síndromes paraneoplásicos relacionados con
la enfermedad son los responsables de una pléyade
Tumor de síntomas en relación con el aumento de los nive-
Descripción
primario les plasmáticos de prostaglandinas, glucagón, eritropo-
yetina, 1,25-dihidroxi-colecalciferol, factores relaciona-
Tx No puede ser estadiado
dos con la hormona paratiroidea, gonadotropina corió-
T0 No evidencia de tumor primario nica, renina e insulina.
T1 ≤ de 7 cm limitado al riñón
T2 > de 7 cm limitado al riñón Síndromes paraneoplásicos
T3 Confinado por la fasciade Gerota relacionados con el cáncer
T3a Infiltra adrenal o tejido adyacente de células renales
T3b Infiltra v. renal/cava infradiafragmat.
T3c Infiltra v. renal/cava supradiafragmat. Síndrome de Staufer
T4 Infiltra tejidos más allá de Gerota Es el síndrome caracterizado por la disfunción no
metastásica del hígado en pacientes con cáncer renal.
Nx No estadiaje de ganglios afectos Entre sus rasgos más destacados incluye la alteración
N0 No evidencia de ganglios afectos de los parámetros de función hepática, la disminución
N1 Un solo ganglio ipsilateral afecto del recuento de las células de la serie blanca, la fiebre
N2 Ganglios múltiples bilaterales y las áreas de necrosis hepática sin evidencia de infil-
N3 Ganglios regionales fijos tración tumoral metastásica. Habitualmente el pacien-
te mejora y los parámetros de función hepática se
Mx No estadiaje de metástasis normalizan una vez se ha llevado a cabo la nefrecto-
M0 No evidencia de metástasis mía. La supervivencia al año supera el 85%, y la per-
M1 Metástasis a distancia sistencia o recurrencia de este síndrome debe hacer
sospechar la presencia de una recidiva tumoral(13).
plaquetario en relación con los niveles aumentados de les complejas. Los criterios ecográficos para el diag-
eritropoyetina en respuesta al tratamiento de las nóstico de un quiste simple renal incluyen: la ausencia
enfermedades avanzadas con IL-2 e IFN-alfa. La fiebre, de ecos en el interior de la cavidad quística, la forma
parte integrante del síndrome constitucional que pre- oval o redondeada, una pared fina y bien diferenciada,
sentan algunos pacientes con enfermedad avanzada se la sombra acústica posterior y por último la buena
considera relacionado con la liberación tumoral de transmisión del sonido en su interior.
factores de necrosis(13).
Las masas sólidas muestran una ecogenicidad
Estudios de imagen aumentada o disminuida, poca o nula transmisión del
sonido a su través y paredes pobremente diferencia-
El cáncer de células renales actualmente se diag- das o de formas irregulares (Figura 3). Los seudotu-
nostica en estadios precoces de la enfermedad de mores clínicamente significativos, entre los que se
forma incidental, debido, en gran medida, a la intro- encuentran las columnas de Bertin hipertrofiadas o las
ducción de la ecografía y otras pruebas de imagen lobulaciones fetales, pueden causar problemas en el
(TC o RNM) a los protocolos de rutina diagnóstica(14). diagnóstico diferencial. Cuando persistan las dudas
acerca de una masa diagnosticada mediante ecografía,
Urografía intravenosa deben realizarse estudios complementarios de forma
La urografía intravenosa constituye un pilar básico obligada tales como una gammagrafía renal o mejor
en la aproximación diagnóstica de la hematuria. una TC, para ayudar a la diferenciación entre quistes y
Cuando se identifica una masa renal en un estudio de lesiones malignas.
este tipo, se requieren, por lo general, pruebas com-
plementarias de imagen para el estudio de la lesión. La RNM, la cacografía inferior y la ecografía dop-
Los estudios de coste-efectividad han hecho posible el pler pueden en casos seleccionados ayudar al estadia-
desplazamiento de esta técnica a favor de técnicas de je de la lesión y son de particular importancia a la
mayor resolución como la ecografía o la TC. hora de determinar la presencia de trombos tumora-
les y su extensión.
Ecografía
La ecografía es una herramienta sensible a la hora Tomografía computerizada (TC)
de diferenciar lesiones quísticas, sólidas o masas rena- Las mejorías técnicas en los materiales de con-
traste intravenoso, unido al desarrollo tecnológico en
los aparatos de tomografía, ha hecho de la TC el
Figura 3. Imagen ecográfica de un tumor renal de
método de elección en la detección y estadiaje de
polo superior izquierdo.
los tumores renales. Gracias a este método diagnós-
tico puede precisarse con gran exactitud la densidad
de las lesiones quísticas de forma ambulatoria y no
invasiva.
la prueba diagnóstica con mejor relación coste-efecti- - como resultado de la asociación a procedimientos
vidad en la evaluación ante la sospecha de una masa de embolización de tumores renales de gran
renal y debe ser la primera línea diagnóstica en este tamaño y/o presencia de trombo intravenoso
supuesto. Los puntos desfavorables de la TC se encuen- considerable, y
tran en la existencia de falsos-positivos en la deter-
minación de metástasis ganglionares o la posibilidad - como planificación terapeútica en las metástasis
de error diagnóstico ante la infiltración de la cápsula aisladas procedentes de otros tumores primarios
renal (Figura 4). Por este motivo, es preciso ser cauto sobre el riñón, las cuales son frecuentemente
a la hora de realizar aseveraciones en cuanto al pro- hipovasculares.
nóstico y la curación potencial de la enfermedad
basándose únicamente en los datos de la imagen Los hallazgos clásicamente encontrados en la
ofrecida por la TC(14). arteriografía incluyen la presencia de neovasos, fístulas
Figura 6. La arteriografía puede ayudar en ocasiones avanzadas de la enfermedad, o por el contrario se tie-
a plantear la estrategia quirúrgica más conveniente. nen en cuenta las formas avanzadas de la misma.
A pesar de la controversia establecida acerca de lesiones de gran tamaño, si la glándula muestra una
si la invasión de la vena renal imprime peor pronósti- disposición normal en los estudios de imagen preo-
co o no, parece que la infiltración ganglionar local, la peratorios. La linfadenectomía regional también se
extensión más allá de la fascia de Gerota, la infiltración practica en algunas ocasiones, habiéndose atribuido el
de órganos vecinos y la presencia de metástasis a dis- aumento de supervivencia a la escisión de ganglios
tancia aporta claramente peor pronóstico a esta afectos durante el procedimiento. A pesar de esto,
enfermedad. En los tumores órgano-confinados la todavía hoy sigue habiendo gran controversia al res-
invasión aislada de la vena renal o de la vena cava infe- pecto, ya que los datos actuales disponibles sugieren
rior (excepto la infiltración de la pared vascular) tiene que sólo se beneficiarían de la linfadenectomía los
un impacto mínimo sobre la supervivencia. Es por ello pacientes con enfermedad micrometastásica estable-
que en los tumores de células renales localmente cida en el momento de la intervención.
avanzados que presentan trombo tumoral, las tasas de
supervivencia a los cinco años después de la resección Algunos argumentos en contra de la realización
completa del trombo en el interior de la vena cava de la linfadenectomía son:
inferior oscila entre el 47 y el 69%, mientras que para
las enfermedades avanzadas estas cifras se encuentran - La diseminación hematógena y linfática en el cán-
entre el 0 y el 20%. Por el contrario, si se evidencia cer renal tienen la misma frecuencia y la mayoría
una disminución de la supervivencia en aquellos casos de los pacientes con ganglios linfáticos positivos
en los que se demuestra infiltración de los ganglios pueden haber presentado eventualmente disemi-
locales o de la grasa perirrenal. Los pacientes que nación hematógena al mismo tiempo. Más aún, la
muestran infiltración más allá de fascia de Gerota des- mayoría de los pacientes que presentan metásta-
pués de una resección tumoral incompleta poseen sis a distancia no presentan ganglios positivos en
peor pronóstico que aquellos que presentan metásta- la disección.
sis a distancia sin evidencia de recurrencia local de la
enfermedad. - El drenaje linfático del cáncer de células renales es
variable y puede ocurrir a cualquier nivel en el
Tratamiento retroperitoneo.
Históricamente, algunos estimuladores inmnológi- paraneoplásicos o dolor intratable. Estos pacientes tie-
cos inespecíficos han demostrado mínimos beneficios nen una media de supervivencia de alrededor de
(BCG, Corynebacterium parvum y levimasol). 4 meses, y sólo el 10% sobrevive al primer año tras el
diagnóstico. Actualmente, la embolización renal pro-
Interferón alfa porciona un método más seguro y menos invasivo
Los interferones, y en particular el interferón alfa, que la cirugía para el tratamiento para el tratamiento
han mostrado eficacia (en torno al 15% de remisiones de la hematuria y los síntomas antes mencionados.
parciales) contra el cáncer de células renales, pero las
remisiones completas son anecdóticas (1% de los Cánceres renales inhabituales
casos). Los pacientes con mejores tasas de respuestas
son aquellos que presentaban metástasis circunscritas Sarcomas renales
y bien delimitadas, especialmente pulmonares. Los Los sarcomas constituyen sólo del 1-3% de los
efectos del interferón alfa son los derivados de la acti- tumores renales, pero aumentan su incidencia con la
vación de células NK, la expresión incrementada de edad. La diferenciación con la variedad sarcomatoide
antígenos asociados al tumor y la modulación de los del cáncer de células renales es habitualmente difícil o
antígenos HLA de clases I y II(20). imposible.
capítulo 27
mujer; de hecho, la proporción de tumores de pelvis Aquellos pacientes que desarrollan un carcinoma
renal es de 2-3:1 y los ureterales de 2-4:1. urotelial de células transicionales en la vía excretora
superior tienen un 30-50% de probabilidad de pre-
Su incidencia se incrementa progresivamente con sentar otro vesical. Por el contrario, aquellos pacien-
la edad para ambos sexos, y en la raza blanca es dos tes con carcinomas uroteliales vesicales sólo poseen
veces superior a la raza negra. un 2-3% de probabilidad de desarrollar otro en la vía
urinaria superior, y puede influir en su pronóstico(3-4). Es
La localización donde se desarrollan con mayor fre- posible que el reflujo vesicoureteral presente durante
cuencia es la pielocalicial (75%), seguido del uréter, en el la RTU vesical favorezca de manera iatrogénica los
que en un 60-70% asentarán en uréter distal, el 15-25% implantes tumorales en la vía urinaria superior.
en uréter medio y el 5-10% en uréter proximal.
En el momento del diagnóstico, en torno al 50%
Una característica de los tumores uroteliales es la de los pacientes lo hacen en estadios avanzados, con
multifocalidad, tanto sincrónica como anacrónica, que una supervivencia de 2-3 años.
puede llegar al 30%. Entre un 2 y un 4% de los casos
se presentará como enfermedad bilateral.
Tabla 2. Clasificación TNM (1997).
Tabla 1. Lesiones neoplásicas de la vía urinaria superior.
T (Tumor primario)
Neoplasias de origen epitelial
Tx Afectación mural no objetivable.
Papiloma de células transicionales T0 Ausencia de neoplasia.
Benignas
Papiloma invertido
Ta Carcinoma limitado al epitelio.
Carcinoma de células transicionales TisCarcinoma in situ.
Papilar T1 Carcinoma que afecta a la membrana basal
Plano epitelial.
Malignas In situ T2 Carcinoma que afecta a la capa muscular.
Carcinoma de células escamosas T3 Pelvis renal: carcinoma que infiltra grasa
Adenocarcinoma peripiélica o parénquima renal.
Carcinoma de células pequeñas Uréter: carcinoma que infiltra la grasa
periureteral.
Neoplasias no epiteliales T4 Carcinoma que infiltra órganos de vecindad
Leiomioma o grasa perirrenal
Fibromioma
N (Afectación ganglionar)
Hemangioma
Benignas Mixoma Nx Afectación ganglionar no objetivable.
Lipoma N0 Ausencia de afectación ganglionar.
Schwannomas N1 Metástasis de 1 solo ganglio, de tamaño
Linfangiomas < 2 cm.
Leiomiosarcoma N2 Metástasis de 1 solo ganglio, de tamaño
> 2 cm y < 5 cm.
Malignas Rabdomiosarcoma
Metástasis de varios ganglios, todos de
Teratoma tamaño < 5 cm.
Lesiones secundarias metastásicas N3 Metástasis ganglionar de tamaño > 5 cm.
Linfomas M (Afectación metastásica)
Tumores metastáticos de colon,
mama, gástrico, páncreas, útero, riñón, M0 Ausencia de enfermedad metastásica.
próstata M1 Presencia de enfermedad metastásica.
Hematuria y/o
dolor en fosa renal
Anamnesis
Exploración física general
Análisis sangre y orina
Rx simple aparato urinario
ECO
UIV
Figura 2. Imagen urográfica de tumor en pelvis renal La ureteropielografía retrógrada (UPR) es la prue-
y tercio proximal ureteral. Se aprecia en el extremo ba más sensible para el diagnóstico de estos tumo-
distal de la lesión el signo de la copa ureteral. res(5), ya que ofrece imágenes de mejor calidad. Su uso
resulta esencial en los casos de anulación funcional
renal. Durante la realización de la misma es posible la
recogida selectiva de orina de la vía en estudio para
su valoración citológica. Un valor añadido es la com-
binación con la cistoscopia en el mismo acto.
Figura 3. Imagen urográfica de tumor en cáliz Figura 4. Imagen urográfica de tumores caliciales
superior. e infundibulares.
Otras pruebas de imagen que contribuyen al diag- Figura 5. TAC con contraste de tumor de vía urinaria
nóstico son el TAC (Figura 5) y la RNM, aunque su superior bilateral.
principal aportación consiste en la valoración locorre-
gional, el estadiaje de las lesiones y la identificación de
metástasis a distancia.También contribuyen en el diag-
nóstico diferencial, ya que pueden identificar coágulos
en la vía, cálculos radiolúcidos o adenocarcinomas
renales entre otros.
La citología urinaria es un procedimiento de diag- repleción encontrados mediante los métodos de ima-
nóstico y seguimiento que, cuando resulta positiva, gen. Posee una sensibilidad del 60-70% y una especifi-
refuerza la orientación neoplásica de los defectos de cidad del 99%.
Para los carcinomas de alto grado y para el carci- Figura 6. Detalle de pieza de nefroureterectomía
noma in situ, su exactitud diagnóstica es del 80%. Su radical.
validez se afecta mucho por la experiencia del citólo-
go, aumentando la dificultad en tumores de bajo
grado, en el que puede haber falsos negativos de hasta
un 80%. El hallazgo citológico indicativo de carcinoma
urotelial junto a un estudio urográfico normal, obliga a
continuar el estudio y seguimiento de la vía urinaria. Es
posible obtener orina de cada vía urinaria superior
mediante cateterismo y lavado, en cuyo caso la tasa de
falso negativo desciende a un 20-35%. Si, además, se
procede al cepillado de la vía urinaria con control
radiológico y sobre los defectos de repleción encon-
trados, la sensibilidad de la citología será del 90% y la
especificidad del 80%.
Diagnóstico diferencial
Son muchas las opciones que se presentan como Con idea de preservar la función renal y lograr
posibles diagnósticos diferenciales de los tumores del una supervivencia sin diferencias significativas frente a
tracto urinario superior, aunque en la actualidad las la nefroureterectomía radical(6), se diseñaron diferen-
exploraciones radiológicas y las técnicas endoscópicas tes técnicas quirúrgicas conservadoras. Se indican en
suelen esclarecerlos. Pueden ser confundidos con gas casos muy seleccionados, como pacientes monorre-
intestinal como imagen superpuesta, compresiones nos o con insuficiencia renal, enfermedad bilateral o
extrínsecas, litiasis, coágulos, papilas renales necrosa- alto riesgo quirúrgico para procedimientos conven-
das, bolas fúngicas, pielonefritis xantogranulomatosas, cionales. También se aplica esta cirugía en pacientes
pieloureteritis quística y glandular, burbujas de aire en birrenos con tumores únicos unilaterales, de bajo
la vía, pólipos inflamatorios, granulomas, malacopla- grado y estadio, que sean accesibles a las técnicas
quia, angiomas, colesteatomas, TBC, esquistosomiasis endourológicas.
urinaria, endometriosis, amiloidosis, etc.
Existen técnicas conservadoras para cada locali-
zación tumoral, que se pueden llevar a cabo de
TRATAMIENTO manera abierta, endoscópica, percutánea o por vía
laparoscópica(7).
Es posible tratar estas neoplasias mediante cirugía,
inmunoterapia y quimioterapia. Las dos opciones de Los tumores de uréter pelviano se pueden rese-
tratamiento quirúrgico son el radical y el conservador. car mediante ureterectomía distal y escisión del man-
guito vesical, junto a ureteroneocistostomía. Esta téc-
El tratamiento radical incluye la nefroureterecto- nica puede requerir también conformar una vejiga
mía con resección del rodete vesical perimeatal ipsila- psoica. Los tumores de uréter medio o alto se abor-
teral (Figura 6), ya que existe una alta incidencia de darían mediante ureterectomía parcial y anastomosis
recidivas en meato y en muñón ureteral residual. término-terminal o transureteroureterostomía. En
los casos en los que se requiera la resección prácti-
Los tumores localizados por encima del uréter camente completa del uréter, es posible realizar ileo-
sacro se abordan mediante lumbotomía retroperito- neoureteroplastia o autotrasplante renal sobre vasos
neal o por vía anterior, realizando la desinserción ure- ilíacos. En los casos de tumores en pelvis renal se
teral de manera endoscópica. Aquellos tumores situa- puede llevar a cabo una pielectomía parcial y urete-
dos por debajo de este nivel suelen intervenirse ropielostomía o pielectomía total y anastomosis ure-
mediante vía combinada lumbar y pelviana. terocalicial.
El abordaje endoscópico mediante ureteroscopia teral 4 Ch, con una pauta de una instilación por sema-
se indica en tumores de bajo grado(8), únicos, menores na durante seis semanas(11). Cuando se asocia a tumor
de 1 cm y de características papilares. macroscópico, se requiere la nefroureterectomía.
Algunos autores desestiman este tipo de cirugía Actualmente, la única indicación de las instilacio-
ante citología de orina positiva o biopsia intraoperato- nes para este tipo de tumores es el tratamiento del
ria con tumor de alto grado, pasando a cirugía radical. carcinoma in situ.
Es posible resecarlos o fotocoagularlos con láser de El seguimiento recomendado en los casos de ciru-
Nd-YAG u Ho-YAG. Las complicaciones más frecuentes gía conservadora es mediante urografía intravenosa,
son la perforación y la estenosis de la vía, que pueden que se realizará a los seis meses y luego con carácter
ser solventadas igualmente de manera endourológica. anual, y citología urinaria cada seis meses. En la cirugía
radical se aconseja urografía y citología a los seis
Para los tumores pielocaliciales se aconseja el meses y luego con carácter anual.
abordaje anterógrado mediante nefroscopio, pudién-
dose realizar resección, biopsia de la base y mapa pié- Cuando la enfermedad se encuentra localmente
lico o fotocoagulación con láser. En este tipo de abor- avanzada o diseminada es posible hacer tratamiento
daje se recomienda revisar la base tumoral y biopsiar- paliativo con quimioterapia o radioterapia, con bajo
la en un segundo tiempo(9), así como realizar biopsias índice de respuesta completa a largo plazo.
del trayecto de nefrostomía.
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Tumores vesicales
superficiales
Claudio Martínez-Ballesteros
Joaquín Carballido Rodríguez
Tumores vesicales
superficiales
Introducción ..................................................................................................................................................................... 485
Epidemiología ................................................................................................................................................................. 486
Anatomía patológica................................................................................................................................................ 488
Diagnóstico........................................................................................................................................................................ 491
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 501
28.Tumores vesicales superficiales
capítulo 28
Tumores vesicales
superficiales
INTRODUCCIÓN vías urinarias y la insuficiencia renal. En las fases avan-
zadas de la enfermedad, la diseminación tumoral en
El carcinoma de células transicionales de localiza- los ganglios linfáticos o en los tejidos de la pelvis y del
ción vesical y particularmente, las formas de presenta- retroperitoneo provocarán con frecuencia los síndro-
ción no infiltrantes del estrato muscular, suponen en la mes de dolor pélvico y retroperitoneal.
actualidad un modelo muy representativo de desarro-
llo en investigacion básica, patogénica y terapéutica en Basándose en la gran heterogeneidad que expre-
el marco de la oncología clínica moderna. Los avances san en su historia natural y evolución, clásicamente se
en el conocimiento de las bases genéticas y molecula- caracterizan dos tipos de tumores uroteliales:
res involucradas en la etiología y desarrollo de esta
enfermedad, así como el relevante papel que en su a) Tumores superficiales: invaden más allá de la
historia natural desempeñan los nuevos agentes qui- mucosa y de la submucosa, de lento crecimiento
mioterápicos e inmunomoduladores, así como su e indolentes durante muchos años, pero caracte-
empleo combinado con las técnicas quirúrgicas clási- rizados por una gran tendencia a la recidiva y mul-
cas son los ejemplos más representativos. tifocalidad en cualquier lugar del urotelio.
Los tumores malignos localizados en el urotelio se b) Tumores infiltrantes: invaden la capa muscular o
originan de células transformadas de la mucosa de más allá, de curso clínico mas rápido, con gran
revestimiento de los conductos del tracto urinario y capacidad de diseminación ganglionar y hemató-
de acuerdo a su localización anatómica se denominan gena, siendo causa de gran morbilidad debido a
tumores uroteliales de caliciales o piélicos, ureterales, fenómenos obstructivos y a la extensión tumoral
vesicales y uretrales. Estos tumores comparten simila- fuera del árbol urinario, provocando la muerte
res características en lo que se refiere a su epidemio- por la afectación neoplásica regional y a distancia
logía, biología e historia natural y patrones morfológi- en más del 50% de pacientes.
cos. Se trata en general de tumores multifocales,
detectados bien en el momento del diagnóstico o En términos generales, más del 90% de los tumo-
bien en el transcurso de la enfermedad (tumores múl- res uroteliales se originan en la vejiga urinaria, el 8% en
tiples sincrónicos y metacrónicos), en la misma o en la pelvis renal y el 2% restante está constituido por
distintas localizaciones anatómicas y que hipotética- tumores del uréter y de la uretra. Aproximadamente,
mente podrían llegar a ocupar todo el aparato urina- entre el 75-85% de los pacientes afectos de carcino-
rio excretor. ma vesical se presentan en formas confinadas a la
mucosa o a la submucosa. Estos tumores son los con-
Sus manifestaciones clínicas derivan de la destruc- siderados carcinomas superficiales de vejiga y se esti-
ción de la mucosa y de los elementos constitutivos de ma que entre el 10-20% de ellos su evolución es hacia
las estructuras de los órganos genitourinarios, favore- formas clínicas invasoras músculo-infiltrantes.
ciendo la aparición de hematuria, que constituye el
síntoma más frecuente, tanto en el diagnóstico inicial En este capítulo se actualizan los conceptos clíni-
como en la evolución de la enfermedad. Otros signos cos, diagnósticos y terapéuticos de los carcinomas de
comunes son el dolor, la obstrucción e irritación de las células transicionales no músculo-infiltrantes.
Entre los mecanismos implicados mencionados el a carcinomas de células transicionales. Otros tipos his-
fenómeno que adquiere mayor relevancia es el efecto tológicos que se desarrollan con menor frecuencia en
de acumulación de los eventos moleculares más que el urotelio vesical son los carcinomas escamosos (3%),
la propia cronología de las alteraciones genéticas los adenocarcinomas (2%) y los carcinomas de células
implicadas, de tal manera que la actividad sinérgica de pequeñas (<1%). Existen, con cierta frecuencia, tumo-
todos los acontecimientos biológicos es la verdadera- res mixtos, con áreas de carcinoma transicional y car-
mente determinante en la transformación maligna de cinoma escamoso o de carcinoma transicional y ade-
ciertos clones de células neoplásicas (2). nocarcinoma e incluso mezclas de los tres tipos, indi-
cando la pluripontencialidad histológica del urotelio
Lo cierto es que en el caso concreto de las pato- en general. Estos tumores mixtos, aunque se conside-
logías tumorales de la vejiga los avances obtenidos en ran variantes del carcinoma transicional, resultan tener
los últimos años tanto en la carcinogénesis como en la un comportamiento clínico más agresivo y en térmi-
identificación de marcadores potencialmente útiles nos generales son ya infiltrantes en el momento del
sobre todo en el estadiaje y pronóstico han sido rele- diagnóstico inicial. Mucho menos frecuentes son los
vantes y la experiencia acumulada permite definir un linfomas, melanomas o sarcomas.
modelo de patogenia molecular para estos tumores (10).
En concreto, los carcinomas vesicales de carácter
Asimismo, los avances alcanzados progresivamen- no músculo-infiltrantes presentan diferentes grados
te en la carcinogénesis de los tumores vesicales, han de diferenciación, según su mayor o menor parecido
posibilitado la identificación de diversas rutas patogé- con la mucosa sana del epitelio transicional del urote-
nicas, relacionadas con en la aparición y desarrollo de lio. Se reconocen tres grados de diferenciación: grado
la enfermedad, que discriminan entre la evolución de I, bien diferenciado; grado II, moderadamente diferen-
los tumores superficiales papilares de bajo grado y bajo ciado y grado III, mal diferenciado. Un cuarto grado o
estadio y la de los tumores planos (carcinoma in situ) (11). carcinoma anaplásico se reconoce cuando se han per-
Así, se ha comprobado que las delecciones del cro- dido totalmente las características del epitelio transi-
mosoma 9 se correlacionan con los tumores superfi- cional normal. Los grados de diferenciación guardan
ciales papilares de bajo grado y no se encuentran pér- una estrecha correlación con la infiltración del tumor
didas alélicas de dicho cromosoma en el CIS. Sin en la pared vesical. Así, los tumores superficiales, cuya
embargo, son frecuentes las delecciones en regiones histología corresponde casi siempre a carcinomas
correspondientes a 3p,5q y 17p en tumores con inva- transicionales de grados I y II, presentan generalmen-
sión de la lámina propia (T1). Otro tipo de pérdidas te un aspecto papilar con pedículo más o menos
alélicas distintas se han observado en los tumores infil- ancho y no infiltran la capa muscular de la vejiga,
pudiendo afectar sólo a la mucosa (Ta) o a la submu-
trantes (T2-T4), por ejemplo, delecciones del gen p53
cosa (T1). Estos tumores son muy friables y tienen
(17p), del gen Rb (retinoblastoma) (13q) o del 18q.
tendencia a sangrar, por lo que la hematuria puede ser
un signo revelador. En contraste, los tumores infil-
En cualquier caso debe quedar establecido que en
trantes o invasivos corresponden generalmente a
patología tumoral de localización vesical la posibilidad de
carcinomas transicionales grado III, indiferenciados,
predicción de su potencial biológico y del curso evoluti-
anaplásicos o tumores mixtos, los cuales tienen un
vo es limitada y que la realidad clínica es que lesiones con
aspecto cerebroide y/o ulcerado, con bordes mal
similar apariencia endoscópica, estadio clínico y grado
definidos, e infiltran la capa muscular, pudiendo estar
histológico adoptan patrones de comportamiento bioló-
exteriorizados en la pared vesical o invadir órganos
gico muy variables y en gran medida impredecibles.
vecinos, como la próstata, recto, útero, vagina o
excepcionalmente incluso la pared anterior del abdo-
men (T2,T3,T4) (6).
ANATOMÍA PATOLÓGICA
A los tumores superficiales raramente se les reco-
Los tumores uroteliales de localización vesical noce capacidad para la diseminación linfática ganglio-
corresponden en la mayoría de los casos (90%-95%) nar o hematógena, pero tienen una gran tendencia a
Tabla 1. Clasificaciones del grado histológico aceptadas por la Organización Mundial de la Salud en 1973 y 2004.
la recidiva local (50-70%) bien en el mismo lugar o en patológicas protagonizan debates científicos de interés
distintos lugares en la mucosa vesical y además duran- en la actualidad a la espera de alcanzar un consenso
te muchos años. Durante la evolución de estas neo- generalizado que evitaría sobretratamientos En la cla-
plasias, se observa la progresión a estadios más avan- sificación de los tumores no músculo-infiltrantes de
zados, a tumores infiltrantes, en el 5-30% de los casos vejiga se han producido modificaciones recientes pro-
en los cinco primeros años en función de la presencia puestas por la Organización Mundial de la Salud
o no de determinados factores pronósticos. (OMS) y por la Sociedad Internacional de Patología
Urológica (SIPU) (Tabla 1). Esta nueva clasificación,
El carcinoma in situ (Tis), que representa el 1-2% publicada en 2004 incluye como novedad la descrip-
de los tumores vesicales es de localización intraepite- ción combinada de los grados de diferenciación
lial de manera que su diagnóstico inicial sólo es posi- mediante el empleo de criterios citológicos y arqui-
ble tras la sospecha clínica por la presencia de sinto- tecturales específicos. De este modo, se distingue
matología miccional de carácter irritativo y la citolo- entre neoplasia papilar urotelial de bajo potencial de
gías urinarias positivas habitualmente de alto grado En malignidad (NUPBM) y carcinomas de bajo grado y
la mayoría de los casos, el Tis se asocia a tumores papi- alto grado. Las NUPBM son lesiones que no presen-
lares múltiples de grado alto y también a tumores infil- tan características citológicas de malignidad pero
trantes, y se puede localizar en la mucosa adyacente muestran células uroteliales normales dispuestas en
perilesional o en lugares alejados. Son tumores agresi- formaciones papilares. Aunque el riesgo de progresión
vos, por definición de alto grado (GIII) y están implica- es mínimo, no se pueden considerar como totalmen-
dos en la ruta patogénica de los tumores infiltrantes. El te benignas ya que mantienen una cierta tendencia a
carcinoma in situ de vejiga se caracteriza por carecer la recurrencia. A diferencia de la clasificación previa, en
de cohesión intercelular y por presentar, sus células, un esta última desaparece el concepto de grado inter-
aspecto pagetoide en el que células neoplásicas se medio, considerando a los tumores uroteliales papila-
encuentran dispersas dentro de un urotelio aparente- res como de bajo o alto grado.
mente normal o ligeramente atípico. Estas células se
suelen mostrar en el estudio citológico como elemen- La clásica clasificación de la IUCC (TNM), amplia-
tos individuales de tamaño variable pero con núcleos mente utilizada en nuestro medio también ha sido
de diámetro comparable al de las células basales y con revisada en los últimos años. La principal novedad y
una proporción núcleo-citoplasma muy alta (5). diferencia de la anterior de 1997 es la definición de
tumor superficial o infiltrante. Los tumores papilares
Recientemente se han descrito otras lesiones pla- confinados a la mucosa se consideran Ta, los tumores
nas que forman parte de la propuesta para una nueva que han invadido la lámina propia se clasifican como
clasificación de las neoplasias uroteliales y en este sen- T1 y los tumores de crecimiento plano y alto grado
tido a la atipia reactiva, a la atipia de significado des- como Tis. Debido al elevado potencial invasor que han
conocido y a la neoplasia intraurotelial de bajo grado mostrado los Ta G3, los T1 y los Tis en la experiencia
se las reconocen como entidades anatomopatológicas clínica y en los estudios moleculares, el considerar
difícilmente distinguibles del carcinoma. Estas formas como superficiales a estos tipos de neoplasia puede
Tabla 2. Clasificación TNM (UICC) de 2002. considerarse como una definición subóptima (Tabla 2)
y por esta circunstancia al referirse a estas lesiones se
debe enfatizar el carácter no infiltrante del estrato
T. Tumor primario
muscular.
Tx: No es posible evaluar el tumor
primario Manifestaciones clínicas
T0: No existen signos de tumor primario
Ta: Carcinoma papilar no invasivo Los carcinomas de células transicionales de locali-
Tis: Carcinoma in situ (tumor plano)
T1: Tumor que invade el tejido conectivo
zación vesical, habitualmente, producen sintomatolo-
subepitelial gía desde fases muy tempranas de su evolución y la
T2: Tumor que invade el músculo hematuria, su forma más frecuente de presentación,
T2a: Tumor que invade la capa aparece en más del 80% de los pacientes, aunque
muscular superficial (mitad prácticamente todos ellos presentan como mínimo, al
interna) menos, hematuria microscópica en el sedimento. A
T2b: Tumor que invade la capa pesar de ello, y debido a que la hematuria se presen-
muscular profunda (mitad ta de forma intermitente, es importante subrayar que
externa) una muestra de orina normal, en ningún caso puede
T3: Tumor que invade la grasa perivesical
excluir el diagnóstico.
T3a: Microscópicamente
T3b: Microscópicamente (masa
extravesical) Lo más común es que la hematuria sea de carác-
T4: Tumor que invade cualquiera de las ter macroscópico, asintomático total y frecuentemen-
siguientes estructuras: próstata, te se asocia la presencia de coágulos; desde el punto
útero, vagina, pared pélvica o pared de vista semiológico se le denomina “hematuria
abdominal caprichosa” y en la mayoría de las ocasiones incluso
T4a: invade próstata, útero o vagina llama la atención al propio enfermo. Cuando los
T4b: invade las paredes pélvica o tumores están localizados en el área cervicotrigonal
abdominal
la hematuria puede ser exclusivamente terminal.
N. Ganglios linfáticos regionales Asimismo, la presencia de coágulos puede condicio-
nar problemas miccionales e incluso retención urina-
Nx: No es posible evaluar los ganglios ria aguda.
linfáticos regionales
N0: No se demuestran metástasis
ganglionares regionales
Por todo ello, en cualquier paciente con indepen-
N1: Metástasis en un único ganglio dencia de su sexo o edad, que presente al menos un
linfático, de diámetro máximo menor episodio de hematuria macroscópica, es de obligado
de 2 cm cumplimiento descartar la presencia de un tumor de
N2: Metástasis en un único ganglio origen urotelial, muchas veces, incluso cuando existan
linfático de diámetro máximo mayor otros diagnósticos que la justifiquen. Por el contrario,
de 2 cm, pero menor o igual a 5 cm la hematuria microscópica está presente en el 13% de
o en varios ganglios linfáticos, ninguno la población general, y tan sólo en un 0,4% su presen-
de ellos mayor de 5 cm de diámetro cia corresponde al diagnóstico de un carcinoma uro-
máximo
telial. En este caso, el inicio de un estudio depende del
N3: Metástasis en un ganglio linfático de
diámetro máximo mayor de 5 cm resto de circunstancias que rodeen el caso.
luados por supuestas infecciones urinarias o síndro- La urografía intravenosa (UIV) mantiene su tradi-
mes prostáticos de instauración brusca y con mala cional valor diagnóstico en pacientes con historia de
evolución clínica. El carcinoma in situ es el tumor que hematuria, si bien sólo detecta aproximadamente la
más habitualmente asocia este cuadro. mitad de los tumores de localización vesical. Uno de
los valores de la UIV es su contribución al diagnóstico
Otros síntomas que pueden derivar de los tumo- de los tumores de localización en el aparato urinario
res vesicales superficiales son la anemia y menos fre- superior y a la indicación con mayor criterio de otro
cuente el dolor cólico o las lumbalgias inespecíficas tipo de exploraciones complementarias en el diagnós-
secundarias a la presencia de uropatía obstructiva por tico y estadiaje de la enfermedad como por ejemplo
crecimiento del tumor sobre el meato ureteral la pielografía ascendente, la obtención selectiva de
correspondiente a su localización. orina por punción percutánea en riñones con com-
promiso funcional o la ureterorrenoscopia. La necesi-
dad de realizar una UIV de modo rutinario en el segui-
miento de la enfermedad es controvertida para algu-
DIAGNÓSTICO nos autores ya que, consideran la incidencia de hallaz-
gos significativos con este método como baja. Se cal-
La primera aproximación diagnóstica a los tumo-
cula que la posibilidad de detectar un tumor urotelial
res superficiales de vejiga se debe realizar desde la en el tracto urinario superior mediante UIV en tumo-
semiología, y en este sentido cabe resaltar sus aspec- res T1G3 es aproximadamente de un 7%, un valor no
tos clínicos más importantes. Así, la hematuria es el despreciable para otros muchos autores que siguen
síntoma más frecuente de presentación de los tumo- considerando la vigencia de la indicación de la UIV (1).
res vesicales y en las lesiones superficiales, en particu-
lar Ta y T1, no es común el dolor vesical, la disuria o la La ecografía posee una indicación creciente en el
urgencia miccional. Cuando estos síntomas están pre- estudio inicial del aparato urinario ya que permite, con
sentes, se debe sospechar la presencia de un “carci- carácter no invasivo, dibujar todo el árbol urológico
noma in situ”, de una localización cervical de tumores con gran precisión obviando la utilización de contras-
exofíticos o de tumores infiltrantes. La exploración tes y la exposición a radiación. Combinada con la
física es inespecífica en la mayor parte de los tumores radiografía simple de abdomen puede ser tan exacta
superficiales vesicales. como la UIV en el estudio de una hematuria (1). La eco-
grafía realizada por vía abdominal es el estudio inicial-
Los pilares diagnósticos de los tumores vesicales mente recomendado en los pacientes que presentan
superficiales son las pruebas de imagen (ecografía y hematuria macroscópica monosintomática. La poten-
urografía intravenosa), los estudios citológicos urina- cia diagnóstica se encuentra directamente relacionada
rios y análisis de muestras de tejido obtenidas median- con el tamaño de la lesión: 38% de tumores menores
te resección endoscópica transuretral (RTU). La ade- de 5 mm, 82% de tumores entre 5 y 10 mm y 100%
cuada combinación de todas estas posibilidades diag- para tumores superiores al centímetro. A pesar de las
nósticas, ampliamente difundidas en nuestro medio, limitaciones a que está sujeta (obesidad, cicatrices qui-
permite realizar el diagnóstico y tratamiento de estos rúrgicas, replección vesical inadecuada, presencia de
tumores con garantías de éxito. No obstante, se van coágulos, localización tumoral en cúpula y cara ante-
incorporando a la práctica clínica habitual nuevos rior, crecimiento hipertrófico del lóbulo mediano
métodos diagnósticos entre los que destacan las téc- prostático, hipertrofia del detrusor, etc.) el porcentaje
nicas de proteo mica e hibridación in situ encaminadas de falsos positivos y de falsos negativos se sitúa en
al diagnóstico de lesiones tumorales en muestras de torno al 20%. La ecografía vesical abdominal permite
orina con mayor sensibilidad y especificidad que la conocer con exactitud el número, la localización, el
citología convencional y en el caso de la exploración tamaño y el aspecto morfológico del tumor y su base
endoscópica la incorporación de la fluorescencia para de implantación, y si se tiene en cuenta la disponibili-
incrementar el rendimiento diagnóstico en tumores dad casi universal de esta técnica en nuestro medio,
de escasa expresividad en la mucosa y el carcinoma in debe ser considerada como la prueba inicial ante una
situ con claras implicaciones pronósticas. hematuria macroscópica.
Se acepta que la sensibilidad para detectar un car- renciar entre lesiones Ta,T1 y T2. Del mismo modo, se
cinoma vesical varía entre el 10% para los tumores G1 recomienda tomar muestras representativas de las
y el 90% para los G3, así como entre el 80-90% para áreas perilesionales para documentar la eventual pre-
los Tis. Las limitaciones fundamentales son la baja sen- sencia de carcinoma in situ. El obstáculo más impor-
sibilidad en los tumores de bajo grado y su escasa tante y origen de fuertes discrepancias para los ana-
reproducibilidad, ya que la orina no es un medio pro- tomopatólogos es la presencia de músculo liso en la
picio para la conservación celular. La citología de orina lámina propia de la pared vesical y que dificulta su dis-
cuenta con un 20% de falsos negativos (tumores en tinción del detrusor.
divertículo, tumores calcificados, tumores irradiados,
escasa cantidad de orina, infección crónica y escasa Respecto a la oportunidad de obtener biopsias
severidad al aplicar los criterios citológicos) y un 10% de urotelio ópticamente normal se recomienda abs-
de falsos positivos (litiasis, insuficiencia renal crónica e tenerse en casos de tumores papilares de pequeño
infección crónica). Estos valores pueden ser mejora- tamaño con el resto de la mucosa de aspecto nor-
dos, especialmente la sensibilidad, con el análisis seria- mal y citologías negativas, ya que la posibilidad de
do de diversas muestras de orina. detectar un Tis es extremadamente baja y porque la
decisión de incluir al paciente en un protocolo de
La cistoscopia es la técnica de referencia para tratamiento endovesical adyuvante no se va a ver
visualizar y describir detalladamente los distintos tipos modificada por el resultado de la biopsia (1). Sin
de tumores vesicales. Una vez realizada es obligatorio embargo, cuando el análisis citológico de la orina es
describir con exactitud, como mínimo, la morfología positivo o se aprecian áreas de mucosa sospechosas,
del tumor, su localización, el número de lesiones es necesario tomar biopsias frías dirigidas (biopsias
visualizadas, la presencia de divertículos y el aspecto dirigidas). Si el tumor resecado se localiza en el trí-
de los meatos ureterales. Se considera de obligada gono, en el cuello de la vejiga o se sospecha la pre-
realización en pacientes adultos con hematuria sencia de Tis, se recomienda tomar muestras de la
macroscópica y, especialmente, en las estrategias de uretra prostática (1).
seguimiento de pacientes de bajo riesgo ya que, en
éstos, el empleo combinado de ecografía abdominal En la actualidad, asistimos al desarrollo e incorpo-
y citologías de orina se ha mostrado insuficiente (2). La ración de la detección en orina de determinadas sus-
inclusión de la cistoscopia en los procesos de segui- tancias como herramienta diagnóstica de precisión en
miento de pacientes ya diagnosticados de tumores los tumores de vejiga. La determinación de antígenos
vesicales ha sufrido un empuje con la incorporación asociados al tumor, proteína 22 de la matriz nuclear
y el desarrollo de la fibra óptica a la instrumentación (NMP22), telomerasa, citoqueratinas y productos de
médico-quirúrgica. La disponibilidad de cistoscopios degradación del fibrinógeno en orina son algunos de
flexibles en la mayoría de los servicios de urología ha los ejemplos de tests disponibles cuyo factor denomi-
permitido optimizar el seguimiento de los pacientes nador común es poseer una alta sensibilidad pero baja
con cáncer de vejiga. En la actualidad el rendimiento especificidad, con lo que el porcentaje de falsos posi-
diagnóstico de la cistoscopia convencional se puede tivos es considerable. Aún es necesario esperar a los
incrementar en determinadas lesiones utilizando téc- resultados de nuevos estudios prospectivos aleatori-
nicas de fluorescencia con ácido 5-aminolevulínico zados para lograr que el empleo de estas técnicas se
(5-ALA). optimice y mejore su eficiencia.
Hiperplasia urotelial papilar, entidad considerada Papiloma: Se trata de una lesión urotelial de evo-
por algunos autores como lesión precursora de neo- lución y crecimiento lentos, con posibilidad de recidi-
plasias de bajo grado, suele detectarse en el segui- var y cuya existencia es puesta en duda por varios
miento cistoscópico de pacientes con este tipo de autores. Ha sido objeto de profunda revisión en la
tumores y, con menos frecuencia, en sujetos con sín- reciente clasificación de la OMS/ISUP de 2003. Para la
tomas obstructivos o microhematuria. El aspecto cis- mayoría, el concepto de papiloma implica la presencia
toscópico es de lesión focal sobreelevada (papilar o de lesión macroscópica sin atipia celular que aparece,
sésil). Histológicamente, existe un epitelio ondulante generalmente, en sujetos de edad no avanzada y no
que adopta forma de papilas de varias alturas, con un va precedida de un tumor papilar y actualmente se
engrosamiento del urotelio de la hiperplasia y de la puede establecer que existe consenso para conside-
mucosa adyacente. Las características citológicas le rar que en un papiloma necesariamente deben existir
confieren un aspecto similar al del urotelio normal, sin formaciones papilares revestidas por urotelio de apa-
existencia de atipias. A diferencia de la neoplasia, en la riencia normal (OMS/ISUP 2003). Suele tratarse de
hiperplasia no se observa fenómeno de arborización lesiones únicas y pequeñas, la posibilidad de recidiva
ni deflecamiento papilar. En pacientes con historia de se sitúa en torno al 9% y el tratamiento es la RTU.
neoplasia urotelial es necesario mantener un segui- Ocasionalmente se extienden por gran parte de la
miento estrecho si se descubre la presencia de hiper- mucosa vesical y en este caso la lesión se denomina
plasia urotelial papilar ya que plantea la duda razona- papilomatosis difusa.
ble de que pudiese tratarse de una recidiva (Tabla 3).
La citoarquitectura del papiloma se caracteriza
por la presencia de papilas sin ramificaciones y de
Tabla 3. Diagnóstico diferencial de los tumores
superficiales de vejiga. patrón exofítico. El grosor del urotelio es variable,
aunque no puede exceder en número las capas del
Lesiones uroteliales papilares urotelio normal, con buena cohesión intercelular y fre-
cuentes células en paraguas. Si se aprecian atipias celu-
Hiperplasia urotelial papilar lares en otras células distintas a las células en paraguas
Papiloma el diagnóstico de papiloma queda excluido. Las mito-
Papiloma invertido sis son raras y el índice de proliferación celular es bajo.
Neoplasia urotelial papilar de bajo grado de Recientemente, se han descrito mutaciones en un fac-
malignidad (NUPBM) tor de crecimiento endotelial en el papiloma en por-
Seudotumores centajes similares a las neoplasias papilares de bajo
potencial de malignidad (NUBPM) y el carcinoma uro-
Cistitis incrustante telial de bajo grado.
Malacoplaquia
Cistitis papilar polipoide Papiloma invertido:Tumor urotelial benigno de cre-
Granuloma post-RTU cimiento endofítico de células en empalizada que
Otros seudotumores proliferativos no
carecen de atipias, presentando habitualmente epite-
neoplásicos
Cistitis quística lio transicional, aunque se ha descrito la presencia de
Nódulos de Von Brunn metaplasia escamosa y glandular. Se suele presentar en
Cistitis glandular forma de lesiones solitarias, sobreelevadas o pedicula-
Adenosis o adenoma nefrogénico das y la localización más frecuente es el trígono.
Pólipo epitelial prostático Histológicamente se aprecian cordones celulares que
Endometriosis se invaginan desde la superficie, que es lisa, los límites
Endocervicosis son precisos y carece de atipia celular o ésta es muy
Endosalpingosis leve. En algunas ocasiones se han descrito papilomas
Amiloidosis invertidos asociados a carcinoma urotelial concurren-
Malformaciones vasculares
Fístulas enterovesicales te, si bien se ha demostrado que la mayoría de ellos
Xantomas representan, realmente, un carcinoma urotelial no infil-
trante de patrón invertido (5).
Neoplasia urotelial papilar de bajo potencial de edema se transforma en fibrosis. Suelen localizarse en
malignidad (NUBPM), ya citada con anterioridad, se el fondo vesical y pueden llegar a persistir hasta seis
trata de un tumor urotelial papilar similar al papiloma meses después de retirar el catéter.
aunque, a diferencia de éste, se caracteriza por pre-
sentar un incremento de la proliferación celular que Granuloma post-RTU, verdadero granuloma a cuer-
supera el grosor del urotelio normal sin que se apre- po extraño o en empalizada localizado en un área
cien rasgos citológicos de malignidad ni pérdida de la previamente resecada. Se estima que puede presen-
polaridad celular. El curso clínico de este enfermedad tarse en torno a un 6-7% de las resecciones. Su inci-
tiende a ser recidivante, aproximadamente el 35% de dencia aumenta con el número de resecciones y en
los sujetos afectados pueden presentar recurrencia a ocasiones puede llegar a afectar al músculo liso, con-
los 5 años. La probabilidad de progresión es bastante fundiéndose con un tumor infiltrante. La cistitis quísti-
inferior se estima inferior al 5% a los 5 años de segui- ca y los nódulos de Von Brunn son formas evolutivas de
miento. Por tanto, esta entidad no es considerada la misma lesión que están formados por proliferación
como benigna y por ello es preciso un seguimiento del epitelio sin metaplasma, consecuencia de una inva-
estrecho de los pacientes que la padecen (5). ginación del urotelio que arrastra la membrana basal.
La cistitis glandular es la misma lesión que la cistitis
Existen también un grupo de lesiones uroteliales quística pero con cambios metaplásicos de células
no tumorales que se deben incorporar al diagnóstico glandulares que pueden llegar a sustituir todo el epi-
diferencial de los tumores de células transicionales, telio, asemejándose a una glándula colónica. La adeno-
bien porque por su patrón de crecimiento seudotu- sis o adenoma nefrogénico es una forma de metaplasia
moral se manifiesten como masas exofíticas que indu- urotelial de aspecto excrecente asociada a fenómenos
cen a errores de diagnóstico macroscópico, o bien irritiativos. Es una lesión benigna, aunque en un 5% de
porque la pérdida de integridad macroscópica del las ocasiones se presenta junto a un carcinoma transi-
urotelio es tan inespecífica que no se distingue de la cional. El pólipo del epitelio prostático se localiza en la
patología inflamatoria. En este grupo de lesiones vesi- uretra prostática o en el trígono. Está formado por
cales es preciso referirse a las cistitis incrustantes, enti- epitelio prostático que expresa PSA y epitelio transi-
dad caracterizada por la necrosis de la mucosa y la cional. Cursa con hemospermia o hematuria, aunque
presencia de calcificaciones en el área necrótica que en la mayoría de las ocasiones es asintomático. Otras
suele localizarse en el trígono. Su aspecto cistoscópi- entidades de carácter proliferativo son la presencia de
co es de una masa algodonosa y frecuentemente se tejidos ectópicos (endometriosis, endocervicosis o endo-
asocia a infecciones de la orina por Proteus mirabilis. salpingosis), la afectación vesical de enfermedades sis-
témicas como la amiloidosis, las malformaciones vascu-
La malacoplaquia es un proceso sistémico que lares, las fístulas enterovesicales y los xantomas.
tiene, entre otros, como órgano diana a la mucosa uro-
telial (35-40%). Se trata de un déficit de concentración Factores pronósticos
de un mediador de la respuesta inmune, el GMPc, que
ocasiona la insuficiente destrucción y eliminación de Como ya quedó establecido al desarrollar los
patógenos habituales. La formación de acúmulos de aspectos patogénicos de la enfermedad tumoral del
linfocitos, células plasmáticas, histiocitos y cuerpos eosi- urotelio, la contribución de los estudios cromosómi-
nófilos dan lugar a los llamados cuerpos de Michaelis- cos y moleculares no permiten establecer una predic-
Gutman. Microscópicamente se aprecian placas con ción pronóstica de la enfermedad que sustente poder
algunas áreas ulceradas y consistencia blanda. tomar decisiones clínicas con carácter generalizado.
Por esta circunstancia, en práctica clínica habitual la
Cistitis papilar polipoide es una lesión de origen predicción del comportamiento evolutivo de estas
yatrógeno ocasionada por la manipulación intravesical. neoplasias se basa en la utilización de factores clínicos
Se trata de una reacción papilar o polipoide de super- tales como el tamaño tumoral, el estadio clínico, el
ficie afelpada que es consecuencia del edema de la grado citológico, la presencia o no de Cis asociado, el
lámina propia y la submucosa. En casos muy evolucio- índice previo de recidivas, la multiplicidad en las lesio-
nados (portadores crónicos de catéter vesical) este nes tumorales y la presencia o no de afectación gan-
glionar.Todos ellos, accesibles en la práctica clínica dia- que no revelan diferencias significativas frente a la
ria, han contribuido significativamente a la decisión resección clásica respecto al número de recidivas.
terapéutica en la asistencia a estos pacientes, pero, sin Uno de los principales argumentos que esgrimen los
embargo, su aplicación con criterios de individualiza- detractores del empleo de láser en los tumores de
ción terapéutica no se ha alcanzado todavía. vejiga es la falta de aporte de material útil para diag-
nóstico anatomopatológico. Por otra parte, los
La utilización de estos parámetros con finalidad defensores de esta técnica cuentan con datos obje-
pronóstica ha posibilitado la categorización de los tivos que revelan la superioridad del láser frente a la
pacientes con enfermedad tumoral urotelial no infil- RTU en cuanto a no provocar la contracción de los
trante en grupos de riesgo bajo, intermedio y alto aductores, asociarse con menor incidencia o ausen-
para la progresión. La probabilidad de progresión a cia de hemorragia y reducir el número de estenosis
cáncer invasor de los tumores superficiales es del 12% uretrales (5).
a 5 años por término medio, pero oscila entre 4-6%
para los tumores Ta, 29% para T1, 40% para T1G III y La hipertermia y la difusión eléctrica asociadas a
60%-80% para los tumores asociados a Cis. Aproxi- quimioterapia y la piroterapia (necrosis tumoral con
madamente la mitad de los pacientes se incluyen en el ultrasonidos de alta densidad) son otras opciones de
grupo de bajo riesgo de recaída, el 35% en el grupo tratamiento, la última de ellas extracorpórea con
de riesgo intermedio y el 15% en el de alto riesgo. Un menor difusión y en vías de desarrollo.
paciente se incluye en el grupo de bajo riesgo cuando
presenta un tumor único, estadio Ta, grado citológico La RTU-V cumple con una doble finalidad, diag-
1 ó 2, de tamaño inferior a 3 cm, con citologías de nóstica y terapeútica. La RTU-V permite la correcta
orina negativas, con margen de mucosa sana alejada estadificación y gradación del tumor y con ello, condi-
del lecho primario y presenta buena respuesta a tra- cionar el tratamiento posterior. Si esta técnica se rea-
tamiento endovesical a los 3 y 6 meses. Cuando el liza de modo correcto puede lograr la curación de
patrón de localización es múltiple,T1, de grado histo- muchos pacientes, ya que conseguirá extirpar por
lógico 3, asocia displasia o Cis, presenta citologías de completo la neoplasia. Como norma fundamental
orina positivas y recurre a pesar del tratamiento en para certificar el valor de una RTU-V se acepta que el
los 3 primeros meses, se considera dentro del grupo patólogo debe contar con muestras de capa muscular
de alto riesgo. Los pacientes de riesgo intermedio no en la pieza operatoria. De hecho, si no existe repre-
cumplen estrictamente todos los requisitos de cada sentación muscular, el tumor debe ser catalogado
uno de estos dos grupos. Actualmente, se dispone de como Tx y la realización de una nueva RTU debe con-
nomogramas para el cálculo de la probabilidad de siderarse. La realización de una perfecta RTU-V pasa
recaída, como el de la EORTC, elaborado a partir del por la sistematización del acto quirúrgico, siendo pre-
análisis de 2596 pacientes (17). ciso llevar a cabo los siguientes pasos. tacto bimanual
pre y postprocedimiento, uretrocistoscopia, toma de
Tratamiento biopsias, RTU propiamente dicha. El tacto bimanual
nos proporciona datos sobre el volumen tumoral, la
La resección endoscópica transuretral (RTU-V) afectación parietal, la posibilidad de resecabilidad y la
es el tratamiento de elección de los tumores super- fijación a estructuras vecinas maniobras imprescindi-
ficiales de vejiga. Existen otras alternativas quirúrgicas bles cuando se considera la eventual indicación de una
endoscópicas a la RTU como la electrocoagulación, cirugía radical. La uretrocistoscopia se trató en el apar-
técnica que tuvo un auge importante a mitad de tado de técnicas diagnósticas y debe considerarse
siglo XX, pero que demostró ser poco eficaz en tér- como el paso previo fundamental a una correcta RTU.
minos oncológicos debido a que los porcentajes de La toma de biopsias puede ser aleatorizada en áreas
recidiva tumoral resultaban inaceptables y la fotoco- de mucosa sana o dirigida a zonas sospechosas no
agulación con láser, como resultado de la aplicación exofíticas como mucosa hiperémica, granulosa o afel-
de las propiedades coagulativas y de vaporización pada. La elevada sensibilidad del estudio citológico de
del láser a los tumores de vejiga con resultados en la orina para los tumores de alto grado o carcinoma
los estudios comparativos conocidos hasta la fecha, in situ y el escaso número de alteraciones mucosas
detectadas en las biopsias son los principales factores mática, distensión abdominal o escasa recuperación
en que se apoyan los detractores de la toma de biop- de líquido de irrigación deben hacernos interrumpir la
sias aleatorizadas. Sobre áreas sospechosas no existe resección. En ocasiones es preciso la colocación de un
controversia alguna, pues se acepta universalmente la drenaje peritoneal, generalmente en fosa ilíaca izquier-
obligatoriedad de su estudio patológico. En cualquier da, así como el sondaje vesical prolongado durante 2
caso, si se decide realizar toma de biopsias aleatoriza- ó 3 semanas. La posibilidad de implantes peritoneales
das, ésta debe hacerse sobre lugares preestablecidos de células tumorales está bastante discutida y no jus-
y en número igual o superior a cuatro. tifica la necesidad de laparotomía exploradora con
lavados peritonales con suero hipertónico. El síndro-
La RTU-V es un procedimiento quirúrgico bastan- me de reabsorción post-RTU se suele producir en
te seguro. El porcentaje de complicaciones global osci- resecciones prolongadas, con sangrado importante o
la entre el 4,7% y el 16% y está directamente relacio- con el empleo de agua destilada en lugar de glicina
nado con el número y el tamaño de los tumores, así para la irrigación. Este síndrome se caracteriza por una
como con el grado de preparación técnica del ciruja- hiponatremia severa (Na < 120 mEq/l) y clínicamen-
no (5,36). La mortalidad intraoperatoria o en el post- te cursa con agitación mental o somnolencia, náuseas
operatorio inmediato es muy baja (0-1,3%) y casi y vómitos, hipertensión, bradicardia y puede desenca-
siempre relacionada con el estado clínico del pacien- denar un edema pulmonar e incluso un infarto de
te. Los procesos infecciosos asociados como prosta- miocardio. Ante la presencia de alguno de estos sín-
toepididimitis o pielonefritis, la trombosis venosa pro- tomas la resección debe suspenderse de modo inme-
funda, el tromboembolismo pulmonar y el infarto de diato, el paciente debe posicionarse en posición de
miocardio aparecen en menos del 1% de los sujetos Trendelemburg invertido y la reposición salina intra-
sometidos a RTU. La complicación inmediata más fre- venosa no debe demorarse. La reabsorción del líqui-
cuente es la hemorragia (2-13%) suele ocurrir en las do perivesical extravasado por una perforación es una
24 o 48 horas siguientes a la cirugía y es causada complicación distinta al síndrome post-RTU, es menos
generalmente por una técnica inadecuada. Es más frecuente y consiste en un fracaso de la función renal
probable en tumores de más de 3 cm, múltiples e infil- transitorio la mayoría de las ocasiones, desencadena-
trantes. Generalmente no es preciso transfundir con- do por el depósito de productos de degradación de
centrados de hematíes, si bien, es la primera causa de la hemoglobina en los túbulos renales tras hemólisis
reintervención tras RTU. Si la hemorragia no cede con secundaria a la absorción de líquido de irrigación. A
la realización de lavados maunales no debe demorar- largo plazo, la complicación más frecuente de la RTU-
se la revisión endoscópica. La perforación vesical es V es la estenosis uretral. La incidencia llega hasta el
otra complicación seria de la RTU-V y puede ser acci- 15% de los procedimientos y la causas pueden ser la
dental (casi siempre) o controlada, cuando se realizan mala lubricación del instrumental, la dispersión eléctri-
resecciones hasta la grasa perivesical para estadiaje. La ca producida durante la cirugía y el número de resec-
incidencia de perforación vesical asociada a RTU está ciones previas. El reflujo vesicoureteral es otra com-
entre el 1,3% y el 5% y es más frecuente en mujeres, plicación tardía de la RTU-V y se produce cuando es
por el menor grosor de la pared vesical. Existen dos preciso resecar el meato ureteral o su trayecto intra-
tipos distintos de perforación vesical: extraperitoneal mural; clínicamente se sospecha cuando la frecuencia
e intraperitoneal; la primera, es la más frecuente de infecciones urinarias es elevada o el paciente pre-
(85%) y se produce en las paredes laterales o en la senta episodios de dolor lumbar. La hidronefrosis por
pared posterior. La estimulación del nervio obturador electrocoagulación del meato y la cicatrización secun-
durante el corte es el mecanismo de producción más daria de éste hacen necesario el control ecográfico
frecuente. El tratamiento consiste en el drenaje de la renal de los pacientes afectados, ya que es posible
vejiga con sonda y sólo el 10% de ellas requieren que el proceso hidronefrótico pase inadvertido y cul-
reparación quirúrgica. La perforación intraperitoneal mine con la anulación funcional de la unidad renal.
es menos frecuente (17%) pero más grave, se produ- Por último, la presencia de una vejiga retráctil suele
ce casi siempre durante la resección de tumores de ser consecuencia de múltiples resecciones o de la
cúpula y cara posterior. Un cuadro de dolor abdomi- instilación adyuvante de agentes quimio o inmuno-
nal de aparición brusca, síntomas de irritación diafrag- terápicos (5).
La RTU-V es el primer escalón de tratamiento del tratamiento adyuvante. Otros argumentos igualmente
tumor vesical superficial, en los pacientes de bajo ries- a favor de la cirugía radical son los excelentes resulta-
go (TaG1 o T1 G1 únicos), la RTU-V es un tratamien- dos de la cistectomía comparados con los pobres
to útil por sí solo. En pacientes de riesgo intermedio resultados de la RTU sin asociarse a tratamiento adyu-
(T1G1 múltiples, Ta G2 y T1 G2 único) y en los de vante y el infraestadiaje de los T1G3, ya que se asocian
riesgo elevado, la utilización de quimioterapia o inmu- a metástasis regionales en un porcentaje no despre-
noterapia intravesical adyuvante han demostrado su ciable (1). El primer problema para esclarecer esta cues-
efectividad en la reducción del riesgo de recidiva y de tión pasa por definir correctamente, en cada caso, si se
progresión (5). Sin embargo estos resultados han sido trata de recurrencia o de tumor residual. Klan et al.
cuestionados parcialmente por otros estudios. detectan tumor residual tras la resección de tumores
T1 en el 43% de los pacientes y hasta en el 30% de
La EORTC publicó un metaanálisis en el que se los tumores Ta. Dos grandes series de cistectomía en
incluye un número extenso de pacientes tratados con tumores superficiales Ta y T1 procedentes de centros
RTU sola o RTU y quimioterapia adyuvante en el que de referencia sitúan la proporción de estadios más
se demuestra la ganancia en intervalo libre de enfer- avanzados en el momento de la cirugía radical entre
medad en el grupo tratado con quimioterapia adyu- el 30%-35%.
vante frente al grupo de RTU sola sin haber podido
evidenciar diferencias significativas en cuanto a pro- La re-RTU constituye una opción de re-resección
gresión de enfermedad (5). Como ya se ha menciona- de los tumores superficiales totalmente válida, permi-
do, la posibilidad de recurrencia de los tumores super- te conseguir márgenes libres de tumor y reducir masa
ficiales de vejiga es de aproximadamente del 60%- tumoral, permite la toma de biopsias sistematizadas
70%, alcanzando los mayores porcentajes los tumores en vejiga y uretra, no impide el re-estadiaje de los
de alto grado. El carácter policronotópico de los tumores, se puede asociar a tratamiento endovesical y
tumores de urotelio, es decir, la tendencia que tienen conserva el órgano funcionante. Es cierto que en un
estos tumores a localizarse en diferentes momentos y elevado porcentaje de tumores, sobre todo T1G3,
lugares del urotelio, hace que toda la superficie urote- existe tumor residual y quizás en estos pacientes
lial se encuentre en peligro de transformación neo- pueda estar justificada la realización de cistectomía
plásica, característica que se conoce como “enferme- radical, aunque aún no exista evidencia suficiente, pero
dad de cambio de campo”. El diagnóstico de nuevos en la actualidad la R-RTU constituye el paso siguiente
tumores puede ser debido al implante de células neo- a la RTU en los casos en que sea preciso (TaG3 y
plásicas que permanecen en el lecho del tumor rese- T1G3 sobre todo) y antesala del tratamiento endove-
cado (auténtica recurrencia) o a la transformación sical con quimio o inmunoterapia.
maligna que ocurre en nuevas áreas de urotelio pre-
viamente displásico y no resecado (nuevo tumor). Por todo lo expuesto, es necesario concluir que la
R-RTU debe realizarse cuando la RTU previa ha sido
Algunos autores abogan por la realización de cis- incompleta (tumores múltiples o de gran tamaño),
tectomía radical precoz cuando se diagnostica un cuando se diagnostica un Ta o T1 G3 y cuando el pató-
T1G3, basándose en la alta tasa de curación que se logo informa de la ausencia de capa muscular en el
alcanza con este procedimiento y la para algunos espécimen enviado. Respecto al momento de realiza-
escasa morbimortalidad de la cistectomía radical, la ción de la R-RTU, no existe consenso actualmente,
posibilidad de reconstrucción ortotópica y, sobre todo, aunque lo más adecuado parece ser llevarla a cabo
en el porcentaje de tumor residual tras RTU-V en los entre la segunda y la sexta semana tras la RTU inicial.
tumores TaG3 y T1G3 y la tendencia a la invasividad de
estos últimos. El 10% de los T1G3 son infraestadiados El empleo de quimioterapia intravesical, tras RTU,
y realmente son tumores músculoinvasivos (1). Del está justificado en los tumores superficiales de alto
mismo modo, los Tis (neoplasia de alto grado por defi- grado (Ta, T1 y Tis) debido a que la RTU por sí sola
nición) suponen otro ejemplo de tendencia a la recu- resulta insuficiente para erradicarlos, como se ha argu-
rrencia y la invasividad, ya que la mitad de ellos se mentado en el apartado anterior. Los tumores super-
harán infiltrantes en un plazo de 5 años si no reciben ficiales solitarios de bajo grado tienen bajo riesgo de
recurrencia y progresión, por lo que no precisan este procedimiento efectivo. Sin embargo, tras la mejora de
tratamiento adyuvante. Para elegir correctamente un los estudios iniciales sobre QT intravesical, se sabe que
agente intravesical es necesario tener en cuenta el la instilación única post-RTU beneficia claramente a un
pronóstico del paciente, la farmacocinética de la sus- subgrupo de pacientes, los pacientes de bajo riesgo. En
tancia, su toxicidad y la eficacia conocida del agente. La este subgrupo de sujetos debe considerarse este tra-
quimioterapia intravesical tiene un triple objetivo: tamiento adyuvante como estándar (1). La EORTC y el
erradicar los restos de enfermedad, prevenir o retra- Medical Research Council (MRC) publicaron en 1996
sar su recurrencia y prevenir la progresión tumoral. los resultados de un metaanálisis comparando RTU
sola versus RTU más QT intravesical, demostrando que
Recientemente se han presentado los resultados la QT intravesical previene la recurrencia, pero no la
del estudio de la EORTC sobre 7 ensayos clínicos progresión de los tumores vesicales en pacientes de
acerca de los factores pronósticos de los pacientes alto riesgo (1). Por tanto, es este grupo de pacientes de
afectos de tumores Ta/T1. Se incluyeron 2.596 sujetos alto riesgo el que precisa de mayor número de instila-
incluidos en 7 estudios que comparan diferentes trata- ciones de quimioterapia o bien de otro tipo de trata-
mientos post-RTU. Los factores pronóstico de recu- miento. La estrategia óptima que define la duración y
rrencia resultaron ser el número de tumores, el tama- la frecuencia de las instilaciones de QT intravesical no
ño y la tasa de recidiva anterior. Respecto a marcado- está bien definida. La EORTC compara la administra-
res de progresión destacan el estadio, el grado histoló- ción mensual de mitomicina C durante 1 año frente a
gico y la presencia de Cis. Por tanto, es correcto con- la administración mensual durante 6 meses y no
siderar que la quimioterapia intravesical está indicada encuentra mejoría significativa respecto a la recurren-
para los pacientes con tumores múltiples, frecuentes cia si la primera instilación se realiza de modo inme-
recurrencias, enfermedad de alto grado (sobre todo diato, luego parece lógico no prolongar el tiempo de
T1 G3), citología positiva post-RTU y carcinoma in situ instilación hasta el año (1). Respecto a la epirrubicina, sí
(5,33). Un metaanálisis que incluye 7 ensayos clínicos que parecen existir diferencias en cuanto a la recu-
randomizados (1.476 pacientes), con una mediana de rrencia si se realiza durante 3 meses o 1 año, a favor
seguimiento de 3,4 años ha demostrado que una ins- de este último periodo (1). Respecto a las sustancias uti-
tilación de quimioterapia inmediata tras la RTU redu- lizadas, las más utilizadas son la mitomicina C (MMC) y
ce el riesgo relativo de recurrencia en un 40% (1). El las antraciclinas epirrubicina y doxorrubicina, presen-
efecto que produce la instilación de un agente quimio- tando similar toxicidad. La presentación de síntomas
terápico intravesical se explica por un doble mecanis- asociados al tracto urinario inferior es bastante común
mo: la destrucción de las células tumorales circulantes y refleja un sustrato de cistitis química asociado a la ins-
tras la RTU y la citolisis de las células tumorales resi- tilación. La mielosupresión es el más temido de los
duales en el lecho resecado. El momento de la instila- efectos adversos, tanto por su peligrosidad como por
ción en todos los estudios se produce en las primeras la dificultad de tratamiento si se presenta en un grado
24 horas tras la RTU. Este esquema de administración, importante. Su posibilidad de aparición está directa-
ya empleado desde hace años para los tumores de mente relacionada con la dosis, siendo más frecuente
alto grado, es reproducible en todos los pacientes. El con dosis de MMC entre 60-120 mg administradas
principal obstáculo para la instilación inmediata es la cada 1-4 días. Se recomienda emplear dosis más bajas,
sospecha de perforación intra o extravesical, ya que en de 40 mg, con lo que reduce notablemente el riesgo
tal caso debe abandonarse la idea de exponer al de aplasia medular, así como realizar controles analíti-
paciente a los efectos adversos sistémicos de un agen- cos habitualmente. Otro efecto adverso frecuente tras
te quimioterápico. En la última edición de las guidelines instilación de MMC es la dermatitis palmar y genital,
de la European Association of Urology (EAU), en evitable con recomendaciones higiénicas. Respecto al
2006, se estima que el número necesario de pacientes esquema de instilaciones múltiples con MMC, una ins-
a tratar (NNT) mediante instilación intravesical con tilación inmediata tras RTU y otras 4 a intervalos de 3
quimiterapia es de 8,5 y, debido a que el coste de una meses durante 1 año demostró disminución en la tasa
instilación es más de 8,5 veces inferior a los costes de de recurrencia e incremento del intervalo libre de
una resección (RTU, anestesia y hospitalización), la rea- enfermedad tanto en sujetos de bajo como de alto
lización de una instilación inmediata tras RTU es un riesgo en un estudio del MRC (5).
Otros agentes empleados con menor frecuencia En el caso concreto de la BCG el régimen de tra-
son cisplatino (CDDP), mitoxantrona y arabinósido tamiento con mayor aceptación contempla el manteni-
de citosina (ARA-C). El uso del CDDP está práctica- miento a largo plazo en un esquema terapéutico con-
mente abandonado por la tasa de reacciones anafilác- creto 6.3.3 durante tres años, evidencia que proviene
ticas que provocó, la mitoxantrona demostró efectivi- fundamentalmente de dos grupos cooperativos, el
dad en un ensayo con escaso número de pacientes ya SWOG americano y la EORTC (13).
previamente tratados y el ARA-C parece tener un
efecto beneficioso si se usa combinado con MMC y Los mecanismos de acción intrínsecos de la BCG
adriamicina. Finalmente, la incorporación de nuevos intravesical se caracterizan por desempeñar un papel
agentes es constante hoy día, así como la mejora de modulador del sistema inmune y, más concretamente,
los esquemas ya conocidos. Cabe destacar, entre los de sus mecanismos efectores antitumorales. Estos
nuevos agentes, la utilización del docetaxel por vía mecanismos incluyen tanto elementos moleculares
intravesical, mostrando en estudios fase I buena tasa como celulares. A nivel molecular es conocida la par-
de respuesta y escasa toxicidad. ticipación de IL2, IL12 e INF gamma, aunque parece
que pueden considerarse más que como el inicio del
En el contexto del tratamiento inmunomodulador proceso inmunológico antitumoral, como la conse-
de la enfermedad neoplásica se encuentra, como uno cuencia, es decir, el reflejo de los eventos celulares
de los máximos exponentes, el tratamiento del carci- que, en último término, realizan la verdadera acción
noma vesical con bacillus de Calmette-Guerin (BCG) antitumoral. A nivel celular, se han descrito incremen-
y se basa en la instilación periódica, mediante un caté- tos en el número total de células Natural Killer (NK),
ter uretral, de preparaciones de BCG obtenidas a par- linfocitos y monolitos (15,16).
tir de la cepa original obtenida del Micobacterium
bovis. Junto al tratamiento con BCG, pero sin alcanzar Aunque es cierto que aún se desconocen bastan-
similares resultados o desarrollo, se han utilizado otros tes aspectos relativos a la naturaleza de la reacción
agentes inmunomoduladores, igualmente aplicados que provoca la BCG, pero sí que se puede afirmar hoy
por vía intravesical, por ejemplo, Interferón alfa (INFa), día que se trata de una secuencia de hechos, algunos
Keyhole Limpet Haemocyanin (KLH), interleucina 2 de los cuales se han descrito con bastante exactitud.
recombinante (IL2r) y Rubratín. El punto de partida de la reacción inmune antitumo-
ral se establece a partir del número de unidades for-
En la actualidad la indicación de tratamiento con madoras de colonias (UFC) de cada una de las cepas
BCG se realiza en el carcinoma transicional in situ, en actualmente disponibles en el mercado y de su con-
los tumores residuales post RTU y en la profilaxis de tacto y fijación, una vez instiladas, al urotelio. Esta fase
las recidivas y, ocasionalmente, de la progresión de de contacto es un requisito indispensable para que la
los tumores superficiales en pacientes de alto riesgo. preparación desencadene la respuesta inmunológica
Una vez establecida una correcta indicación, se debe ulterior. Los bacillus se fijan al urotelio uniéndose a la
iniciar el tratamiento en un plazo aproximado de fibronectina presente en la pared vesical, tanto en la
7-14 días tras la RTU, con el fin de disminuir el por- zona de cicatrización como en el resto del urotelio.
centaje de absorción sistémica y con ello los efectos Esto es posible ya que participa tanto la forma soluble
indeseados. (plasmática) como insoluble (membrana basal) de la
fibronectina. Un dato que muestra la importancia de
Las evidencias actuales permiten establecer que la esta unión fibronectina-BCG es el hecho de que se ha
inmunoprofilaxis es superior a la quimioprofilaxis en comprobado una disminución de la eficacia antitumo-
términos de eficacia terapéutica referida a la disminu- ral en pacientes tratados con fármacos que modifican
ción del número de progresiones con disminución los mecanismos fisiológicos de la coagulación. Una vez
estimada del riesgo del 27% más/menos 9 en los producida la unión, la internalización del complejo
esquemas que contemplan su mantenimiento prolon- fibronectina-BCG en la pared vesical es conocida con
gado, si bien con mayor toxicidad respecto a la qui- menos detalle, aunque se conocen varios mecanismos
mioprofilaxis, lo que en la práctica se traduce por la implicados: paso a través de soluciones de continuidad
coexistencia de ambos regímenes de tratamiento (12). de la pared vesical, transporte activo y fagocitosis.
La interrogante planteada en la actualidad respec- 7. Reuter H.J. Técnica de la endoscopia urológia. Ed.
to a la utilización de la inmunoterapia con BCG se Franz W. Wesel, Baden-Baden. 1979.
desprende de los propios resultados alcanzados, ya
8. http://cne.isiiii.es/htdocs/cancer/mort2004.bxt
que parece haberse alcanzado un “techo terapéutico”
al reconocer que el porcentaje de pacientes no-res- 9. Botteman J. “Economical aspects of bladder cancer”.
pondedores alcanza el 25%, que existen limitaciones Pharmacoeconomics 2003; 21:1315-1330.
en su utilización (vejigas de capacidad disminuida, toxi-
10. Hanahan D.; Weinberg R. ”The hallmarks of cancer”.
cidad…) y que todavía no disponemos del régimen
Cell 2000; 100:57-70.
estándar de tratamiento a pesar de haberse utilizado
muchos, a saber: dosis alta vs. baja, inducción con o sin 11. Knowles M. A.”Molecular biology of bladder cancer”
mantenimiento durante un año vs. tres años, etc. asu- En Urological Cancers, Waxman J. (ed.).2005
miendo que durante muchos años la investigación clí- Springer-Verlag Ch. 12:115-130.
nica no pudo responder a estas interrogantes.
12. Neuhaus M; Wagner U.; Schmid U et al. “Polysomies
but not Y chromosome losses have prognosis
significance in pTa/pT1 urinary bladder cancer”.
Hum. Pathol 1999 ; 30: 81- 89.
13. Brandau S.; Reimensberger J.; Jacobsen M. y col. «N.K.
cells are essential for effective BCG immunotherapy»
Int. J. Cancer 2001; 92: 697-702.
14. Carballido J.; Álvarez-Mon M.; Solovera F.J.; Ondina
L.; Durantez A. “Clinical significance of natural killer
activity in patients with transitional cell carcinoma of
the bladder”. J. Urol. 143(1): 29-3. 1990.
15. Silvester R.J.; van der Meijden A.; Lamm D.M. isoniacid for intermediate and high risk Ta and T1
“Intravesical bacillus Calmette-Guerin reduces the papillary carcinoma of the bladder: a European
risk of progresión in patients with superficial bladder Organization for Research and treatment of cancer
cancer: a metaanalysis of the published results of genito-urinary group randomized phase III trial”.
randomized clinical trials”. J. Urol 2002;168:1964- J. Urol 2001;166: 476-481.
1970.
17. Millan-Rodríguez F. et al. “Multivariate análisis of the
16. Van der Meijden A.; Brausi M.; Zambon V. y col. prognostic factors of primary superficial bladder cancer”.
”Intravesical instillation of epirubicin, bacillus J Urol 2000; 167:73-78. http://www. eortc.be/tools/
Calmette-Guerin and bacillus Calmette-Guerin plus bladdercalculator/
capítulo 29
Los tumores vesicales constituyen la segunda La tasa de supervivencia a los cinco años es más
patología tumoral urológica detrás del cáncer de prós- alta en hombres que en mujeres. Las tasas de super-
tata y la cuarta neoplasia sólida en los adultos. Un por- vivencia por estadio en el momento de presentación
centaje variable de ellos (según determinados factores es más favorable entre los blancos.
que posteriormente se tratarán) serán infiltrantes,
confiriéndole a la enfermedad peor pronóstico, lo que El carcinoma del epitelio de transición es el más
hace indispensable un buen enfoque diagnóstico y frecuente; sin embargo, las mujeres y las personas de
terapéutico. raza negra muestran un porcentaje más alto de otros
tipos, respecto al resto de la población (Ca. espino-
celulares, adenocarcinomas), lo que empobrece el
EPIDEMIOLOGÍA pronóstico.
de bajo grado y estadio (buen pronóstico). Los tumo- ga; la correlación con la categoría T es del 88,2%
res triploides y tetraploides tienen peor pronóstico. para TA-T1, 70% para T2, 88,8% para T3 y 100%
También tienen correlación con la progresión del para T4. Posee limitaciones en la evaluación en
tumor (mayor incidencia de afectación linfática en profundidad de tumores mayores de 2 cm con
aneuploides y tumores con más del 10% de células en amplia base de implantación.
fase S).
3. Ecografía transvaginal
Citomorfometría Ofrece buenas imágenes de tumoraciones del
Evalúa alteraciones de las células al microscopio y suelo pelviano.
mide el contenido de DNA de cada célula. Es más
sensible que la citología en el diagnóstico de tumores 4. Ecografía transrectal
de bajo grado. Alta sensibilidad y especificidad en el diagnóstico y
estadificación de tumores vesicales.Tiene una sen-
Análisis de microsatélites sibilidad del 55,5% en diagnóstico de tumores en
Evalúa el DNA en orina y resulta útil para la cara lateral y cúpula y una especificidad cercana al
detección de cáncer vesical y para la detección de la 100% en tumores en cara lateral y 77,7% en
recurrencia. La PCR con fluorescencia que detecta cúpula.
alteraciones del microsatélite del DNA tiene una sen-
sibilidad del 80%. 5. Ecografía submucosa
Se utiliza para la estadificación de tumores. Se
inyecta contraste submucoso con el cistoscopio y
a los 30 minutos se realiza la ecografía.
PRUEBAS DE IMAGEN
Urografía intravenosa
Ecografía
Permite evaluación del tracto urinario superior y
Existen distintos tipos que permiten visualización de la vejiga a la vez. Está indicada en caso de hematu-
de la vejiga desde distintas vías. ria o evidencia cistoscópica de neoformación vesical
(ya que pueden existir también otras neoformaciones
1. Ecografía abdominal en el TUS simultáneamente entre el 5 y el 35% de los
La neoformación se ve como una masa ecogéni- casos). El tumor vesical se ve como un defecto de
ca y exofítica. Esta vía tiene limitaciones como repleción en la fase cistográfica. La presencia de uro-
son: constitución del paciente (obesidad, cicatri- patía obstructiva o rectificación de la pared vesical se
ces...), ausencia de repleción vesical, tumor en relaciona frecuentemente con la existencia de tumo-
cúpula o cara anterior, lóbulo medio prostático, res infiltrantes.
coágulos, hipertrofia del detrusor... Estos factores
suponen un 20% de falsos positivos/negativos. La Tomografía axial computerizada (TAC)
capacidad diagnóstica se relaciona con el tamaño
de la lesión, identificando el 38% de los tumores Se utiliza para detección de crecimiento local,
menores de 5 mm y el 95-100% de los mayores existencia de adenopatías y de metástasis a distancia.
de 10 mm. No obstante existe un 40% de falsos negativos para la
detección de adenopatías. La TAC con contraste
Permite valorar la localización, tamaño y aspecto mejora la estadificación, siendo una prueba para estu-
morfológico del tumor, así como el número de dio de extensión tumoral
neoformaciones.
Gammagrafía osea
2. Ecografía transuretral
Buena técnica para la estadificación de los tumo- Útil en el diagnóstico de metástasis óseas en
res. Se pueden visualizar todas las capas de la veji- pacientes diagnosticados de tumor vesical infiltrante.
metástasis óseas; no obstante éstas pueden ser estu- T2b: capa muscular profunda (mitad externa)
diadas realizando una GAMMAGRAFÍA ÓSEA, T3: invasión de grasa perivesical
reservando el uso de la RMN para aquellos casos en T3a: microscópicamente
los que el estudio anterior no fuera concluyente. La T3b: macroscópicamente
presencia de lesiones óseas suele acompañarse de T4 : invasión de otras estructuras:
una elevación de la fosfatasa alcalina. Como alterna- T4a: próstata, útero o vagina
tiva a la TAC torácica se puede realizar una radiogra- T4b: pared pélvica o abdominal
fía de tórax, aunque debe tenerse en cuenta que las
lesiones menores de 1 cm no serán visibles con esta • CATEGORÍA N: (Los ganglios regionales son los
técnica. de la pelvis menor, fundamentalmente los locali-
zados por debajo de la bifurcación de las arterias
La ECOGRAFÍA no ofrece ventajas respecto a las comunes. La bilateralidad no afecta a esta clasifi-
pruebas de imagen anteriormente citadas, por lo que cación.)
su uso para la estadificación en el cáncer vesical infil-
trante tiene un papel muy limitado. Nx: Los ganglios regionales no son evaluables
N0: No hay metástasis en los ganglios regionales
El estudio anatomopatológico de los ganglios lin- N1: Afectación de un solo ganglio regional, de diá-
fáticos requiere la realización de una metro máximo menor o igual a 2 cm
LINFADENECTOMÍA, que debe incluir la extirpación N2: Afectación de un ganglio entre 2 y 5 cm, o de
de los ganglios linfáticos desde la bifurcación aórtica varios, todos menores o igual a 5 cm
hasta los vasos femorales y desde los nervios genito- N3: Afectación de un ganglio mayor de 5 cm
femorales hasta los pedículos vesicales.
• CATEGORÍA M:
En función de los resultados obtenidos con los
estudios anteriores, podremos estadificar al paciente Mx: Las metástasis no se pueden evaluar
según varios sistemas empleados: M0: No hay metástasis a distancia
M1: Metástasis a distancia
Para la clasificación histológica se puede usar la
clasificación de la Organización Mundial de la Salud, La categoría TNM se determina mediante estu-
donde Gx corresponderá a un grado que no podrá dios de imágenes y biopsias de los tumores (conside-
ser determinado; G1 será una neoplasia bien diferen- rando a la resección transuretral como una biopsia).
ciada; G2 moderadamente diferenciada y G3-4 pobre- La categoría pTNM debe utilizarse únicamente tras
mente diferenciada/indiferenciada. haberse realizado una cistectomía radical o parcial.
El sistema para la estadificación del cáncer de veji- Tabla 1. Agrupación por estadios.
ga más utilizado en el mundo es el propuesto por la
International Union Against Cancer (UICC), también Agrupación por estadios:
llamado TNM (tumor-ganglios-metástasis), siendo la
E 0a Ta N0 M0
última revisión del año 2002. Este sistema sólo es apli-
cable a los carcinomas. En éste tendremos: E 0is Tis N0 M0
EI T1 N0 M0
• CATEGORÍA T: EII T2a, b N0 M0
EIII T3a, b N0 M0
Tx: tumor primario no evaluable
T0: no hay signos de tumor primario T4a N0 M0
Ta: carcinoma papilar no invasivo EIV T4b N0 M0
T1: invasión del tejido conectivo subepitelial Cualquier T N1, N2, N3 M0
T2: invasión de muscular propia Cualquier T Cualquier N M1
T2a: capa muscular superficial (mitad interna)
Eficacia de la cistectomía
TRATAMIENTO QUIRÚRGICO Las tasas de supervivencia a los cinco años de la
intervención según la categoría pT son:
Cistectomía radical
- pT2: 70%
La cistoprostatectomía radical en el hombre y la - pT3: 40%
exenteración anterior en la mujer más linfadenecto- - pT4: 25%
mía pelviana es el tratamiento de elección para el cán-
cer vesical infiltrante sin metástasis. Influyen diferentes factores en la supervivencia,
como son el estadio patológico del tumor primario, la
En el hombre la cistectomía radical incluye la afectación linfática y la presencia de metástasis.
extirpación de la próstata en bloque con la vejiga. En También influyen el tamaño tumoral, la edad y el sexo.
la mujer la exenteración anterior incluye la extirpación Así tendrán mejor pronóstico el paciente joven, la
del útero, trompas de Falopio, ovarios, uretra y una mujer y los tumores menores de 4 cm.
porción de pared anterior de la vagina junto con la
vejiga. El procedimiento puede realizarse a cielo abier- La linfadenectomía pelviana ofrece información
to o vía laparoscópica, ofreciendo ésta varias ventajas sobre la extensión tumoral. Por otra parte, en caso de
como son menor sangrado intraoperatorio con subsi- afectación limitada de los ganglios, permite tasas de
guiente disminución en la tasa de transfusión y menor supervivencia altas a largo plazo. El riesgo de metásta-
tiempo de exposición del tracto digestivo, disminu- sis en ganglios linfáticos pelvianos aumenta con el
yendo el íleo postoperatorio; uno de los principales estadio tumoral.
problemas que presenta es la mala tolerancia de algu-
nos pacientes a una posición de Trendelemburg forza- - Del 10-30% para pT2
da durante varias horas, provocando problemas respi- - Del 30-65% para estadío mayor de pT3
ratorios agravados por el exceso de presión intraab-
dominal. Por otra parte, la dificultad técnica que entra- La afectación linfática afecta más frecuentemente
ña requiere un buen entrenamiento del cirujano para los ganglios de obturador y los vasos ilíacos externos y
que el procedimiento sea seguro. con menos frecuencia los ilíacos comunes y presacros.
3. Consecuencia del uso de segmentos del tracto La tasa de supervivencia a 5 años es del 15-60%.
gastrointestinal para la derivación urinaria. La mortalidad perioperatoria es del 0-5%.
como monoterapia. Se pueden utilizar regímenes con posibles complicaciones que puedan aparecer, así
varios fármacos, siendo los agentes que más se usan como las recurrencias locales o la aparición de metás-
el metrotexate, la vinblastina, la doxorrubicina y el cis- tasis a distancia que nos permitan establecer un trata-
platino. Estos regímenes producen respuesta comple- miento sin demora. El régimen de seguimiento debe
ta en el 20%, aunque la supervivencia libre de enfer- ajustarse al caso según el tratamiento empleado (ciru-
medad prolongada es rara. gía o radioterapia) y los factores pronósticos anato-
mopatológicos (pT, pTis, pN). Existen varias pautas
Debe tenerse en cuenta que son tratamientos propuestas; a continuación se detallará la propuesta
con alta toxicidad. por la Asociación Europea de Urología (Guidelines
2006):
Nuevos agentes
Posterior a la realización de una cistectomía radical:
Gencitabina (respuesta completa mayor del 25%),
paclitaxel (taxol) y docetaxel (taxotere) (respuesta A los 3 meses se debe realizar: exploración física,
entre 25 y 83% en regímenes combinados), nitrato de para descartar complicaciones, análisis de sangre, estu-
galio (toxicidad significativa) y el trimetrexato (en suje- diando la función renal, análisis de orina, ecografía
tos resistentes a metotrexato). renal, hepática y del retroperitoneo y radiografía de
tórax. Si no se encuentran alteraciones en los estu-
dios, se continuará el seguimiento con una periodici-
TRATAMIENTO DE RESCATE dad de 4 meses.
LOCAL Y PALIATIVO
Si en la anatomía patológica de la intervención
Cistectomía de rescate nos encontramos ante pN+, debe realizarse son regu-
laridad una TAC y una gammagrafía ósea. En el caso de
Puede realizarse en pacientes en los que el trata- tener antecedentes de Cis, debe estudiarse de forma
miento conservador indujo una respuesta parcial y el periódica el tracto urinario superior, así como la ure-
tumor residual permanece confinado en la vejiga. tra restante.
Revisando series de pacientes con cáncer vesical loco-
rregional tratados con quimioterapia sistémica y ciru- Posterior a radioterapia:
gía de rescate posterior se vio una tasa de supervi-
vencia del 22% entre los pacientes con respuesta A los 3 meses debe revisarse al paciente, reali-
completa o casi completa al tratamiento sistémico. zando un examen físico, análisis de sangre incluyendo
Bochner y cols. observaron que la neovejiga intestinal función renal, análisis de orina, ecografía renal, hepáti-
era segura y eficaz en estos pacientes. La cirugía de ca y retroperitoneal, TAC pelviano, radiografía de
erradicación de la enfermedad extravesical residual sin tórax, citología y cistoscopia, debiendo hacer hincapié
embargo no produce prolongación de la superviven- en el estudio de la vejiga, debido al alto porcentaje de
cia a largo plazo y generalmente no es recomendable. recaída local.
Cáncer de próstata
Palabras clave: Cáncer de próstata. Factores de riesgo. Grados de Gleason. PSA. Prostectomía.
Índice capítulo 31
Cáncer de próstata
capítulo 31
Cáncer de próstata
Existe un hecho diferencial que hace característi- La influencia de la edad es primordial en una neo-
co al cáncer de próstata respecto a otras neoplasias plasia asociada a las edades más avanzadas en mayor
sólidas. Los estudios autópsicos demuestran una inci- grado que cualquier otro tumor. El 75% de los cánce-
dencia de células cancerosas en el 30-40% de los res son diagnosticados en pacientes con más de 65
varones de 60 años, alcanzando el 60-70% a los 80 años. En España la tasa de incidencia en varones meno-
años. Esta prevalencia de enfermedad histológica no res de 65 años es del 13,3/100.000 varones, mientras
se acompaña afortunadamente con las cifras de pre- que en edades superiores pasa a ser del 386/100.000.
valencia clínica que se estima alcance a uno de cada 6
varones en países occidentales. En cuanto a la distribución étnica y geográ-
fica se puede afirmar que los varones afroamericanos
mantienen la mayor incidencia de cáncer de próstata
clínico del mundo, mientras que la menor incidencia
ETIOLOGÍA Y FACTORES se da en China y Japón. Estas diferencias parecen
DE RIESGO deberse a la suma de factores genéticos junto con fac-
tores ambientales y estilos de vida.
El cáncer de próstata tiene un origen multifacto-
rial cuyas potenciales causas incluyen factores endo- El impacto de la historia familiar en la proba-
crinos, genéticos y ambientales. La incidencia del cán- bilidad de sufrir un cáncer de próstata supone un
incremento del riesgo relativo entre 1.5 y 5 veces en el incremento de cáncer, fundamentalmente más agre-
función del grado de parentesco o del número de sivos, y el de la inflamación crónica. Otros hábitos
familiares afectos. Esta agregación familiar del cáncer como el alcohol, diabetes, hiperplasia benigna, vasec-
de próstata es observada en el 20% de los casos. En tomía, actividad profesional o actividad física no pue-
otro 5% de los casos esta neoplasia adquiere una den establecerse como factores de riesgo.
forma hereditaria asociada generalmente a anomalías
en el brazo largo del cromosoma 1 (3).
Existen pruebas de que el consumo de vitamina E El valor clínico que se le debe dar al PIN se
(alfa-tocoferol), vitamina D y selenio pueden tener un encuentra en discusion. En un estudio de Borboruglu
efecto antiproliferativo tumoral probablemente por et al, la aparición de PIN en la primera biopsia lleva
disminución del estrés oxidativo y la genotoxicidad. Al aparejado una mayor incidencia de cáncer de prósta-
igual que con los otros nutrientes mencionados se ta tras repetir la biopsia.
requieren estudios más determinantes.
Es difícil estimar el porcentaje de pacientes que
Los resultados de otros factores y hábitos de vida desarrollará un adenocarcarcinoma tras la aparición
analizados no permiten determinar asociaciones de PIN en la biopsia, por lo que se puede establecer
directas con el riesgo de cáncer de próstata. Las aso- que la biopsia debe ser repetida tras la aparición de
ciaciones más firmes parecen ser las del tabaquismo y un PIN de alto grado.
Grados de Gleason
Grado 1: Glándulas uniformes, únicas con escaso
estroma entre ellas. No se observa infil-
tración.
Tabla 1. Estadificación del cáncer de próstata. tructiva o dolor óseo suele ser sinónimo de un estadio
Clasificación de la TNM. avanzado de la enfermedad. Actualmente en nuestro
país solamente el 10-15% de los pacientes se diagnos-
T. Tumor primario tican en fase metastática (6). La gran mayoría de los cán-
ceres diagnosticados son totalmente asintomáticos; la
clínica miccional que relatan algunos de los enfermos
Tx. El tumor primario no puede ser evaluado
con frecuencia es atribuible a la hiperplasia benigna de
T0. No evidencia de tumor primario próstata que suele coexistir con el cáncer.
T1. Tumor no palpable ni visible por imagen
T1a. Tumor incidental histológico en La Tabla 1 recoge la estadificación actual del cáncer
<5% material resecado de próstata según la clasificación de la TNM de 2002.
T1b. Tumor incidental histológico en
>5% material de resección El diagnóstico precoz del cáncer de próstata se
T1c. Tumor identificado mediante sustenta en un trípode constituido por el tacto rectal,
biopsia por aguja por elevación de el antígeno prostático específico (PSA) y la ecografía
PSA transrectal (ETR). El diagnóstico definitivo es lógica-
T2. Tumor confinado dentro de la próstata mente anatomopatológico obtenido tras la realización
T2a. Confinado a un lóbulo y <50% del de una biopsia prostática generalmente dirigida a tra-
mismo vés de la ecografía endorectal. El PSA y tacto son
T2b. Confinado a un lóbulo y >50% del complementarios y deben realizarse siempre como
mismo pruebas de primera línea (7). La alteración de uno de
T2c. Tumor que afecta a ambos lóbulos
ellos (o de los dos) obliga a realizar la ecografía y la
biopsia (Figura 1).
T3. Tumor que se extiende más allá de la
cápsula prostática
Tacto rectal
T3a. Invasión extracapsular uni o
bilateral
La presencia de un nódulo, induración o asimetría
T3b. Invasión de vesículas seminales de la próstata a través de la exploración rectal debe
T4. Invasión de estructuras adyacentes: cuello ser valorada como sospechosa en un principio. El
vesical, recto, músculos o pared pélvica valor predictivo positivo del tacto oscila, sin embargo,
entre el 11% y el 63% según las series, lo que implica
Afectación ganglionar regional que áreas de infarto, litiasis o nódulos de hiperplasia
puedan ser erróneamente atribuidos a cáncer.
Nx. La afectación ganglionar no puede
ser evaluada PSA
N0. No afectación ganglionar
La determinación del antígeno prostático específico
N1. Afectación ganglionar regional (PSA) ha revolucionado en las dos últimas décadas el
diagnóstico y seguimiento del cáncer de próstata. El
Metástasis a distancia PSA es una glicoproteína de la familia de las kalikreínas
producida casi exclusivamente por las células del epite-
Mx. Las metástasis no pueden ser evaluadas lio prostático. A efectos prácticos se trata de un marca-
M0. No hay metástasis a distancia
dor órgano-específico, y no cáncer-específico, lo que
hace de él un marcador relativamente inespecífico ya
M1. Metástasis a distancia
que aumenta en casos de hiperplasia benigna de prós-
M1a. Afectación ganglionar a distancia tata o en prostatitis. El punto de corte tradicional, por
M1b. Afectación ósea encima del cual se considera elevado ha sido desde los
M1c. Otra localización trabajos de Cooner en 1990 de 4 ng/ml. El valor pre-
dictivo positivo del marcador entre 4-10 ng/ml es sola-
Tacto rectal
Normal Sospechoso
ETR y
BIOPSIA
CONTROL ETR y ETR y
ANUAL valoración BIOPSIA
Protocolos:
• PSA libre
• Densidad
Tabla 2. Estrategias diagnóstica para incrementar la rán una biopsia innecesaria, se han propuesto
especificidad del PSA. diversas estrategias para incrementar la especifici-
dad del marcador. De entre todas, probablemente
Densidad de PSA sea la determinación de la fracción libre del PSA
Densidad de PSA de la zona de transición (un mayor porcentaje de PSA libre en suero se
Velocidad de PSA relaciona con menor riesgo de cáncer) la más utili-
Tiempo de doblaje de PSA (doubling time) zada, aunque no está estandarizado el punto de
PSA ajustado a rangos de edad corte bajo el cual sea aconsejable la biopsia (8)
(Tabla 2).
Nomogramas ajustando edad y volumen
(Viena)
Isoformas del PSA Otra debilidad del marcador la constituye su
• PSA libre modesta sensibilidad. En este sentido hay que señalar
como determinante el trabajo de Thompson (9) que
• PSA complejo
encuentra un 26,9% de cánceres con valores de PSA
(unido a alfa-1-quimiotripsina)
entre 3-4 ng/ml. Basándose en estos datos algunos
• Isoformas del PSA libre grupos sugieren disminuir el punto de corte a 3 ó 2,5
Pro-PSA ng/ml con el fin de incrementar la detección de tumo-
PSA benigno res organoconfinados.
PSA intacto
El PSA, por el contrario, se muestra como un
excelente marcador en la monitorización terapéutica
mente del 25%-35% y del 50%-80% con PSA por enci- de los pacientes, siendo su cinética tras prostatecto-
ma de 10 ng/ml en función del tacto rectal. mía radical, radioterapia u hormonoterapia determi-
nante en el manejo de la enfermedad. Recientes apor-
Partiendo de la base que entre el 60% y el 75% taciones valoran la cinética antes del tratamiento
de los pacientes con PSA entre 4 y 10 ng/ml sufri- como factor de pronóstico.
Ecografía transrectal (ETR) la (Figura 2). Tumores de gran volumen o más indife-
y biopsia de próstata renciados pueden tomar un aspecto de nódulo mixto
(Figura 3). El problema surge en que entre el 24%-
La ETR como herramienta diagnóstica aislada 40% de los tumores son isoecoicos, indistinguibles en
tiene un valor muy limitado en el diagnóstico precoz la imagen y sólo detectables con biopsias aleatoriza-
del cáncer de próstata localizado. El valor predictivo das de la glándula (10).
positivo de la ecografía transrectal es en el mejor de
los casos del 50%. Es decir sólo será cáncer 1 de cada La ecografía transrectal más que una técnica diag-
2 áreas ecográficas sospechosas; el resto corresponde nóstica en sí misma tiene valor como vehículo para la
a áreas de inflamación, atrofia o hiperplasia. El patrón realización de biopsias de la próstata. La biopsia se
de imagen del cáncer de próstata es muy variado. La realiza utilizando una pistola automática con agujas de
imagen más típica de un tumor prostático es la de un calibre 18 G (Figura 4). El procedimiento se realiza
nódulo hipoecoico en la zona periférica de la glándu- con profilaxis antibiótica, mejorando la tolerancia el
empleo de un anestésico local en el plano entre prós-
Figura 3. Nódulo hipoecoico en zona periférica tata y recto.
basal correspondiente a adenocarcinoma de
próstata Gleason 6. Como se ha comentado, la toma de biopsias no
debe circunscribirse solamente a las áreas sospechosas
(generalmente hipoecoicas), sino que debe integrar un
muestreo aleatorizado de toda la zona periférica.
Numerosos esquemas de biopsia han sido propuestos
desde el tradicional de Hodge de 6 biopsias (sextan-
tes). Parece, sin embargo, que al menos 8 ó 10 biopsias
se requieren para conseguir una razonable sensibilidad.
Figura 4. Gran nódulo mixto que ocupa la totalidad Figura 5. Esquema tradicional de biopsias
del lóbulo prostático derecho correspondiente a un sextantes (Hodge) en base, zona media y apex
adenocarcinoma prostático Gleason 8. prostático.
valor predictivo positivo se incrementa del 6-25% con La determinación de la afectación ganglionar en
una prueba anormal hasta el 18-60% con dos anor- el cáncer de próstata sólo es relevante si una tera-
males y alcanza el 72% cuando tacto, ecografía trans- pia radical va a ser planificada. El patrón oro del
rectal y PSA están alterados (7). diagnóstico ganglionar es la linfadenectomía (lapa-
roscópica o abierta). CT y resonancia magnética han
Nuevos marcadores moleculares demostrado muy bajas tasas de sensibilidad diag-
nóstica (10-70%), por lo que no se recomienda su
Se han identificado múltiples marcadores de realización en los pacientes con baja probabilidad de
cáncer de próstata en suero, orina, semen y mues- afectación ganglionar (<10%) incluyen los que tie-
tras histológicas. Se han descrito más de 24 catego- nen un PSA < 20 ng/ml, un Gleason < 7 y un esta-
rías de marcadores biomarcadores moleculares que dio local < T2b (7).
incluyen factores de crecimiento, marcadores de
proliferación celular, de apoptosis y angiogénesis. El esqueleto axial se encuentra afecto en el 85%
Los principales marcadores moleculares de interés de los pacientes que fallecen a causa de un cáncer de
diagnóstico son el GSTP1, la alfa-metil-acil-CoA próstata. La gammagrafía ósea es la prueba con mayor
racemasa, la telomerasa, el antígeno específico de sensiblidad diagnóstica, superior a la determinación de
membrana y el DD3PCA3. En cuanto a los marca-
dores de interés pronóstico los datos más contras-
tados son los del Ki-67, p53, p21, p27, bcl-2, c-Myc, Figura 6. Afectación ósea difusa en una
VEGF, y la E-cadherina (8). gammagrafía ósea en un paciente con cáncer de
próstata.
Diagnóstico de extensión del cáncer
de próstata
La extensión locorregional del cáncer de próstata
incluye la extensión extracapsular con afectación de la
grasa periprostática (estadio T3a), la invasión de las
vesículas seminales (T3b) y la afectación ganglionar
(N+), siendo frecuentemente los ganglios de las cade-
nas obturadoras los primeramente afectados.
fosfatasas alcalinas séricas y series radiográficas óseas. ción TNM expuesta en Tabla 1) establece en líneas
Se ha determinado que la realización de una gamma- generales la categorización terapéutica. Los tumores, a
grafía ósea puede evitarse en los pacientes asintomá- este efecto, son divididos en tumores localizados,
ticos, con PSA < 10 ng/ml y tumores bien o modera- localmente avanzados y alto riesgo y cánceres disemi-
damente diferenciados. Para otros autores el valor nados, cuyas estrategias terapéuticas son, como vere-
predictivo negativo de un PSA < 20 ng/ml en la deter- mos, muy diferentes.
minación de afectación ósea es próximo al 99%.
Tratamiento del cáncer de próstata
Aparte de en los huesos, el cáncer de próstata localizado
puede metastatizar en cualquier órgano, más frecuen-
temente en ganglios distales, pulmón, hígado, cerebro La selección de tratamiento para el cáncer de
y piel. Examen clínico, Rx de tórax, CT y RMN son próstata localizado debe estar basada en la expectati-
adecuadas si existe sospecha de afectación de estos va de vida del paciente (edad y comorbilidad), la natu-
órganos blandos. En este sentido el PSA se muestra raleza del cáncer (grado, estadio, PSA y datos de las
cómo un excelente marcador de enfermedad metas- biopsias), los datos de efectividad y efectos secunda-
tásica. Con valores superiores a 100 ng/ml su valor rios de los tratamientos y, por supuesto, las preferen-
predictivo es del 100%. Igualmente, con valores bajos, cias del paciente en cada caso.
es excepcional la afectación a distancia.
Los urólogos nos apoyamos en dos herramientas
objetivas para ayudar al paciente en la toma de deci-
sión. La primera consiste en la estratificación del
TRATAMIENTO DEL CÁNCER tumor en riesgos de progresión según las característi-
DE PRÓSTATA cas clínicas e histológicas. Las guías clínicas publicadas
en 2005 por la National Cancer Comprehensive
Las decisiones de tratamiento del cáncer de prós- Network (12) clasifican, con una categoría mínima de
tata están influidas por la peculiar historia natural de certeza 2A a los tumores en bajo riesgo, moderado y
este tumor que en unos pacientes es inequívocamen- alto riesgo (Tabla 3) en función del riesgo de recidiva
te letal, mientras que en otros casos aparece como un del mismo. Ésta u otras clasificaciones de riesgo simi-
hallazgo histológico en el 40% de las autopsias de lares, son de gran ayuda a la hora de plantear una
varones mayores de 75 años fallecidos por otras cau- estrategia que en caso de bajo riesgo puede oscilar
sas. Se sabe además que mientras el 16% de varones entre la abstención y la cirugía o radioterapia, pero
americanos tendrán la enfermedad clínicamente, sola- que un tumor de alto riesgo, de entrada, elimina las
mente el 3,6% de los mismos fallecerán a causa de la dos primeras. La segunda herramienta de ayuda con-
misma (3). Así pues, el manejo de esta enfermedad siste en los nomogramas, que son algoritmos mate-
requiere un adecuado establecimiento del riesgo de máticos, derivados de modelos estadísticos que sirven
progresión y muerte por la misma. La estadificación para predecir el resultado para un caso concreto.
local, regional y de enfermedad a distancia (clasifica- Existen dos tipos de normogramas. El nomograma de
Cáncer
Riesgo
Riesgo bajo Riesgo alto localmente
intermedio avanzado
Estadio T1-T2a T2b-T2c T3a T3b-T4
Gleason <6 7 8 - 10 _
PSA < 10 10 - 20 < 20 _
Partin utilizando el PSA, el Gleason y el estadio clínico Figura 7. Pieza de prostatectomía radical.
predice el estadio patológico final. Otro tipo de algo-
ritmo predice la probabilidad de estar libre de recu-
rrencia a 5 años después de cirugía o radioterapia,
como es el caso del nomograma de Kattan.
Abstención terapéutica
Como abstención terapéutica, espera vigilada o
watchful waiting se entiende la modalidad terapéutica
consistente en la vigilancia estrecha del paciente hasta
la aparición de progresión (local o sistémica), momen-
to en el que se instaura un tratamiento, generalmente tes diagnosticados se someten a una intervención qui-
paliativo, como la hormonoterapia. rúrgica. La técnica consiste en la extirpación total de
la próstata entre el cuello vesical y la uretra, así como
Las indicaciones de esta actitud incluyen a los de las vesículas seminales, acompañándose el procedi-
pacientes con tumores de bajo grado y escaso volu- miento de manera regular por una linfadenectomía
men, asintomáticos, con expectativa de vida inferior a económica en la mayoría de los casos limitada a las
los 10 años. Indicaciones opcionales son tumores de fosas obturadoras primera estación de diseminación
bajo grado (Gleason < 4) con mayor expectativa vital linfática en el cáncer de próstata.
que no acepten los efectos secundarios del tratamien-
to. Es preciso decir en este punto que salvo precisas La prostatectomía radical puede ser realizada a tra-
indicaciones como las descritas, la abstención terapéu- vés de tres vías de abordaje: vía retropúbica extraperi-
tica ha demostrado una menor supervivencia cáncer- toneal, por vía perineal y más recientemente mediante
específica que la prostatectomía radical según se ha abordaje laparoscópico a través de 4 ó 5 trócares
demostrado en una reciente publicación de un grupo abdominales. Una modificación de la técnica laparos-
escandinavo con más de 700 pacientes cuya expecta- cópica es la cirugía robótica. La cirugía abierta retro-
tiva de vida era superior a 10 años (13). púbica fue descrita hace más de un siglo, aunque las
importantes complicaciones que conllevaba, funda-
Una modificación de esta actitud de tratamiento mentalmente el sangrado profuso, hizo que la técnica
diferido recientemente es aplicada a tumores localiza- no se popularizase. La correcta descripción anatómica
dos a los que se pospone el tratamiento curativo del complejo venoso dorsal, del esfínter externo y de
hasta que el tumor muestre signos de actividad (ele- las bandeletas neurovasculares laterales a la próstata,
vación de PSA). efectuada por P. Walsh en 1983, son el punto de par-
tida de la moderna técnica de prostatectomía abierta
tal como es ejecutada actualmente en todo el mundo.
Prostatectomía radical La cirugía laparoscópica se ha incorporado con fuerza
La prostatectomía radical sigue siendo el método en los últimos 5 años en el tratamiento del cáncer de
más utilizado para el tratamiento del cáncer de prósta- próstata, generalmente realizada por vía intraperitoneal
ta localizado. Aproximadamente el 50% de los pacien- aunque puede ser ejecutada vía extraperitoneal. Las
ventajas sobre la cirugía convencional abierta incluyen servar la potencia sexual desciende mucho en varo-
un menor sangrado, menor estancia hospitalaria y nes mayores con frecuencia afectos previamente de
requerimientos analgésicos postoperatorios. Por el algún grado de disfunción.
contrario, exige un mayor consumo de recursos, tiem-
po quirúrgico y precisa una curva de aprendizaje pro- La incontinencia es debida principalmente a la
longada. La cirugía robótica es la alternativa más recien- pérdida del esfínter interno y afecta de forma severa
te, y por sus características técnicas, con mejor ergo- al 10-15 % de los pacientes operados a los 12 meses
nomía, visualización (x 10-12) en 3D, abolición del de la cirugía. Otras complicaciones de la cirugía inclu-
temblor y mejora de los movimientos permite un fácil yen las fístulas urinarias (1,5-4%), lesiones rectales
aprendizaje. Desafortunadamente el precio del robot (1%) y la obstrucción del cuello vesical (1-2%).
frena de momento la difusión del mismo.
Radioterapia externa
Las recomendaciones de la European Association La radioterapia externa (RT) es una eficaz arma
of Urology (7) a través de sus guías clínicas publicadas para el tratamiento del cáncer de próstata localizado
en 2005 establece la indicación de la prostatectomía y localmente avanzado. No existen estudios rando-
radical para los pacientes con estadios tumorales T1-2 mizados comparativos de RT frente a cirugía radical,
y expectativa de vida superior a los 10 años. Los pero los resultados de series no comparativas demues-
pacientes en estadios T3 sólo serán candidatos a esta tran una eficacia similar de ambas modalidades en el
opción siempre que la extensión extraprostática del control oncológico de la enfermedad (16). Los desa-
tumor sea limitada, el PSA < de 20 ng/ml y el Gleason rrollos técnicos en los últimos 15 años han permiti-
< de 8. Para las guías americanas de la National do el desarrollo de nuevas técnicas de planificación
Cancer Comprehensive Network (NCCN) de 2005, como son la RT Conformacional 3D (3D CRT) y la
que realizan una clasificación por grupos de riesgo de Intensidad Modulada (IMRT) que permiten un
(Tabla 2), la cirugía radical está indicada en los pacien- aumento de la dosis administrada con menor irra-
tes de bajo e intermedio riesgo con expectativa vital diación de los órganos vecinos (vejiga y recto) lo
superior a los 10 años. En caso de bajo riesgo la linfa- que ha permitido una significativa disminución de
denectomía puede obviarse. morbilidad. La dosis total de RT a administrar es
fraccionada en dosis diarias aproximadas de 200
Los resultados oncológicos de la cirugía son bue- cGy, con una duración del tratamiento de 2 meses
nos, superponibles en los estadios de bajo riesgo a los aproximadamente.
conseguidos con RT. La supervivencia libre de enfer-
medad bioquímica (PSA < de 0,2 ó 0,4 ng/ml según Múltiples series han demostrado que la dosis de
los trabajos) del 70-87% a los 5 años y del 60-77% a radioterapia es un factor determinante para el control
los 10 años. Datos de series de excelencia como la de bioquímico del cáncer de próstata. Estudios retros-
John Hopkins con más de 3.000 cirugías realizadas tie- pectivos han reportado tasas de control local del 62%
nen una supervivencia libre de recidiva bioquímica del con dosis <60 Gy, que se incrementan a 74-80% para
78% y 68% a 15 y 20 años, respectivamente (14). dosis de 60-70 Gy y del 81-88% cuando la dosis admi-
nistrada supera los 70 Gy. En un estudio de más de
Las complicaciones más importantes de la prosta- 300 hombres con CP T1-3 que recibieron aleatoria-
tectomía radical son la disfunción eréctil y la inconti- mente 70 ó 78 Gy tras seguimiento de 60 meses el
nencia urinaria. La impotencia, por lesión de los ner- control bioquímico fue del 64% y del 70% respectiva-
vios erectores que transcurren en las porciones pos- mente (p=0,03) (15).
terolaterales de la próstata (bandeletas), es muy varia-
ble según las series (20-99%). La conservación uni o Con las dosis administradas de manera habitual
bilateral de las bandeletas neurovasculares en pacien- hoy día (nunca inferiores a 70 Gy y habitualmente
tes potentes y menores de 60 años permite conser- sobre 76 Gy) la supervivencia libre de enfermedad en
var la función eréctil en más del 75% de los casos, con estadios T1-2 a 10-15 años alcanza el 70-90%. Las
frecuencia ayudados por medicación oral tipo inhibi- cifras de supervivencia cáncer-específica están entre el
dores de la 5-fosfodiesterasa. La probabilidad de con- 83-90% a 10 años.
un pico de PSA (rebote) entre 1 y 5 años después de presentación del cáncer de próstata (CP) ha varia-
del tratamiento. do ostensiblemente de forma que actualmente sólo el
10-15% de los pacientes son diagnosticados en fase
Tratamiento del cáncer de próstata metastática en nuestro medio. En caso de documen-
de alto riesgo tarse afectación ganglionar, diseminada o simplemente
tumores cuyos parámetros impliquen una muy baja
Se considera enfermedad de alto riesgo al cáncer posibilidad de cura, el tratamiento de elección del CP
de próstata cuyo tratamiento locorregional resulta es la hormonoterapia. Actualmente el concepto de
insuficiente para erradicar la enfermedad. El riesgo CP avanzado incluye también a los pacientes con reci-
debe ser entendido como la probabilidad de progre- diva biológica, o con altas probabilidades de recidiva
sión, enfermedad sintomática o muerte por cáncer. La tras terapia radical de intención curativa.
mayoría de autores incluyen en este grupo de alto
riesgo los tumores T3, la existencia de un Gleason Las bases del tratamiento hormonal en el CP pro-
mayor de 7 o un PSA superior a 20 ng/ml. Dados los ceden de los trabajos de Huggins y Hodges publicados
discretos resultados de la cirugía en estos pacientes, en 1941, en los cuales se documentaba la mejoría clí-
la radioterapia (RT) se ha establecido comúnmente nica y descensos de fosfatasas ácida tras la castración.
como la primera estrategia de tratamiento. En casos Sesenta años después es admitida la supresión hor-
de tumores avanzados importantes, en pacientes con monal, efectuada mediante diversas manipulaciones,
comorbilidad importante o escasa expectativa de vida como estándar del tratamiento del CP diseminado.
el tratamiento hormonal puede convertirse en la
opción más recomendable. El fundamento del bloqueo hormonal descansa
en la dependencia del epitelio prostático de los
El buen control oncológico con radioterapia en andrógenos intracelulares (dihidrotestosterona-DHT-)
este tipo de tumores viene de la mano de dos hechos para la homeostasis y la regulación del equilibrio entre
que han demostrado una eficacia incuestionable. Por proliferación y muerte celular. La hormonoterapia
un lado la escalada de dosis que permiten los aparatos debe considerarse como un tratamiento paliativo en
de de planificación conformacional tridimensional (3D sí mismo ya que la respuesta al mismo es temporal,
CRT) y la intensidad modulada (IMRT) alcanzando variable en los tumores metastáticos entre 18 y 36
dosis > 80 Gy que han demostrado una mayor super- meses, debido a la pérdida de respuesta celular que
vivencia libre de enfermedad. Por otro lado, la adición suele acompañarse con la entrada en la fase terminal
a la radioterapia de un tratamiento hormonal adyu- de la enfermedad.
vante en ciclos largos (2 ó 3 años) con el fin de con-
trolar las micrometástasis frecuentes en estos estadios. Modalidades de tratamiento hormonal
Un estudio de la EORTC (18) en una reciente reevalua- La consecución del descenso de testosterona (T)
ción demuestra una supervivencia total a 5 años del plasmática puede lograrse bien mediante la inhibición
78% en el brazo de tratamiento hormonal administra- de la producción a través de actuaciones sobre el eje
do durante 3 años frente al 62% en el brazo de RT ais- hipotálamo-hipófisis-testículo, o bien mediante el blo-
lada. Otro (estudio RTOG 92-02) con 1.500 pacientes queo periférico con inhibidores competitivos de la
con tumores T3 o grandes T2, y 2 años de tratamien- unión andrógeno-receptor (20) (Tabla 4). El tratamien-
to hormonal tras RT demuestra un significativo aumen- to inicial recomendado en la práctica clínica se reali-
to de la supervivencia en los pacientes con grado de za a través de la inhibición de la producción hormo-
Gleason 8-10 (19). nal mediante castración quirúrgica (orquiectomía
subalbugénea) o lo que es mucho más frecuente me-
Tratamiento del cáncer de próstata diante el empleo de agonistas de la hormona LHRH
avanzado (aLHRH).
Tabla 4. Modalidades terapéuticas de bloqueo hormonal Originariamente bajo investigación para el trata-
en el cáncer de próstata. miento de la fertilidad demostraron una disminución
paradójica de la testosterona cuando su administra-
Inhibición de la producción ción era continua lo que llevó a su uso en el CP
metastático. Su administración produce un aumento
A. Orquiectomía de la producción de LH y FSH durante 1 ó 2 sema-
B. Análogos LHRH
nas. Pasado ese periodo se produce una desensibili-
zación de los receptores de la glándula pituitaria
1. Leuprorelina
consiguiéndose unos niveles de T en rango de cas-
2. Goserelina
tración en 3-4 semanas. Se dispone actualmente de
3. Triptorelina cuatro formulaciones de análogos en el mercado
4. Buserelina (leuprorelina, goserelina, triptorelina y buserelina)
C. Estrógenos con preparaciones de liberación retardada que
D. Progestágenos requiere la administración subcutánea o intramuscu-
E. Inhibición adrenal lar en un rango de frecuencia de 1 a 3 meses. La efi-
1. Ketoconzazol cacia de estas moléculas ha sido ampliamente
2. Aminoglutetimida demostrada en la literatura, siendo comparable a la
de la castración quirúrgica en un metaanálisis que
Inhibición de la acción periférica recoge más de 10 ensayos clínicos controlados que
han incluído cerca de 2.000 pacientes (21).
A. Antiandrógenos esteroideos
1. Acetato de ciproterona Las ventajas de los análogos LHRH incluyen su efi-
2. Acetato de megestrol cacia, su excelente perfil de tolerancia, su comodidad
3. Acetato de medroxiprogesterona (un vial trimestral), el menor impacto psicológico que
B. Antiandrógenos no esteroideos producen al paciente frente a la cirugía de castración
1. Flutamida y la posibilidad de reversibilidad del bloqueo. Al fren-
2. Bicalutamida te de sus desventajas están su elevado precio y la esti-
3. Nilutamida (no en España)
mulación de T durante las 3-4 primeras semanas
(fenómeno flare) lo que puede provocar una exacer-
bación de lo síntomas o la aparición de complicacio-
nes como la compresión medular en caso de metás-
procedimiento quirúrgico se consigue un rápido des- tasis óseas lumbares. Para evitar este fenómeno es
censo de la T plasmática por debajo de 20 ng/ml. La obligada la adición de un antiandrógeno periférico
orquiectomía ha gozado de una gran aceptación durante las primeras semanas con el fin de bloquear
desde los años 40 y son numerosos los estudios que el exceso de T circulante.
avalan su efectividad. Entre las ventajas figuran su efi-
cacia, su bajo coste económico, la rapidez de conse- La castración es generalmente bien tolerada por
cución de los objetivos perseguidos y el hecho de que los pacientes. Los efectos secundarios derivados de la
evita incumplimientos terapéuticos. Sus desventajas pérdida de hormonas sexuales incluyen la impotencia
vienen derivadas del impacto emocional que supone y la pérdida de libido, los sofocos o golpes de calor,
la orquiectomía para el paciente, las complicaciones cambios físicos como la ginecomastia o el aumento de
derivadas del acto quirúrgico y la irreversibilidad del peso, cambios metabólicos y alteraciones mentales y
procedimiento. emocionales (Tabla 5).
Tabla 5. Efectos secundarios de la castración prolongada. evaluada como monoterapia en CP avanzado. Dos
grandes ensayos randomizados no han demostrado
Esfera sexual diferencias significativas en la supervivencia global
con respecto a castración en tumores localmente
• Disminución de libido
avanzados, si bien la supervivencia es inferior en los
• Impotencia
pacientes metastáticos (22).
Sofocos
Cambios físicos Efectos secundarios del tratamiento
hormonal
• Ginecomastia
El principal efecto secundario de cualquier trata-
• Aumento de peso miento que elimine la testosterona es la impotencia y
• Pérdida de masa muscular la pérdida de libido como regla general. La presencia
• Pérdida de pelo y vello de sofocos o golpes de calor (hot flushes), ginecomas-
Cambios metabólicos tia, pérdida del vello corporal y aumento de peso son
hechos muy frecuentes con el tratamiento. Otros
• Osteopenia
efectos secundarios a largo plazo incluyen la atrofia
• Anemia
muscular, anemia, alteraciones del perfil lipídico, hiper-
• Cambios del perfil lipídico
glucemias y cierto estado subdepresivo y de déficit
• Hiperglucemia cognitivo (Tabla 5). Otro efecto derivado de la pérdi-
• Hipertensión da de la testosterona lo constituye la osteoporosis
Cambios emocionales y mentales que conlleva en estos pacientes un incremento de
• Pérdida de vigor fracturas y de la mortalidad asociada. Diversos estu-
dios estiman que el tratamiento supresor androgéni-
• Cambio de carácter
co tiende a reducir la densidad mineral ósea entre el
• Depresión y ansiedad
3% y el 10% anual. Un estudio español (23) observa una
incidencia de osteoporosis del 36% con terapias entre
12 y 36 meses, alcanzando el 50% cuando la supresión
antiandrógenos no esteroideos (flutamida y bicaluta- fue de 60 meses.
mida). Ambos tipos son inhibidores competitivos de
los andrógenos en su unión al receptor, si bien los este- El tratamiento con bicalutamida está asociado con
roideos tienen una acción central progestágena que ventajas en la calidad de vida en términos de conser-
inhibe la producción central de LH y por ende de tes- vación de la función sexual, de la capacidad física y del
tosterona, mientras que los antiandrógenos no este- mantenimiento de la masa ósea con respecto a la cas-
roideos mantienen la T normal o ligeramente elevada. tración derivados de la presencia de niveles normales
de testosterona en plasma, aunque la ginecomastia y
El acetato de ciproterona (disponible en Europa y mastodinia clínicamente relevantes alcanzan al 70% de
Canadá, no así en Estados Unidos), y de larga tradición los pacientes (8).
terapéutica en nuestro país, ha demostrado menor
eficacia que los análogos LHRH en cuanto al tiempo Bloqueo completo frente
de progresión de los tumores metastáticos. Si bien la a castración simple
tolerancia del acetato de ciproterona es buena está El bloqueo androgénico completo, combinado o
reseñada la toxicidad hepática en los tratamientos máximo, pretende la eliminación del 5% de testoste-
prolongados. rona circulante proveniente de la suprarrenal que
dentro de la célula prostática es convertida en el
Los antiandrógenos no esteroideos no andrógeno efectivo, la DHT. Combina la orquiectomía
están aprobados en nuestro país como monoterapia médica (aLHRH) o quirúrgica con un antiandrógeno
en el CP metastático limitándose su uso a la suma- periférico como la flutamida o la bicalutamida.
ción a castración o a un análogo LHRH. La bicaluta- Concepto introducido por Labrie en 1983 sigue sus-
mida a altas dosis (150 mg/día) ha sido ampliamente citando controversia dada la falta de consenso en
during the first 2 years of androgen suppression. J 25. Petrylak DP, Tangen CM, Hussain MH et al. Docetaxel
Urol 2006;174. and estramustine compared with mitoxantrone and
prednisone for advanced refractory prostate cancer.
24. Samson DJ, Seidenfeld J, Schmitt B et al: Systematic
N Engl J Med 2004;351:1513.
review and meta-analysis of monotherapy compared
with combined androgen blockade for patients with 26. Tannock IF, De Witt R, Berry WB et al. Docetaxel
advanced prostate carcinoma. Cancer 2002;95:361- plus prednisone or mitoxantrone plus prednisone
376. for advanced prostate cancer. N Engl J Med 2004;
351:1502.
Tumores de testículo
Tumores de testículo
capítulo 32
Tumores de testículo
ciendo muchas más y en el momento actual no existe Aparecen a edades 10 años mayor que el resto de
una clasificación universal que utilice todo el mundo, lo los no seminomas. En el momento del diagnóstico
que provoca confusión en algunas ocasiones. Entre el 75% están confinados al testículo y sólo el 10%
todas ellas, la que probablemente cuenta con mayor presentan metástasis demostrables. Pueden poseer
aceptación es la de Mostofi, que ha sido aceptada por áreas de sincitiotrofoblasto (10-15%), asociándose
la Organización Mundial de la Salud (OMS). (Tabla 1). a la producción de β-HCG (fracción β de la hor-
mona gonadotropina coriónica humana).
Dicha clasificación divide estos tumores en tres
grupos con un comportamiento biológico muy dife- En casi todas las clasificaciones se distinguen tres
rente, por lo que lo trataremos por separado(2): tipos de seminoma:
• Tumores de testículo de células germinales. - Típico o clásico: Representa al 85% de los semi-
• Tumores de testículo de células no germinales. nomas. La edad de aparición es a los 30 años,
• Tumores secundarios o metastáticos. en menor frecuencia entre los 40-50 años y es
raro en niños y ancianos. Su lento crecimiento
De este último grupo, y dado que el origen tumo- genera problemas en el seguimiento, ya que las
ral no es primitivamente testicular, no nos ocupare- recidivas se dan de 2 a 10 años tras el trata-
mos en este capítulo. miento inicial (Figura 1A y Figura 2A).
- Anaplásico: Es el segundo en frecuencia (10%) y
la edad de aparición es similar al típico. Se pien-
TUMORES DE CÉLULAS sa que es una variante del típico más agresiva y
GERMINALES (TTCG) letal, debido a su poca diferenciación y elevada
anaplasia. Se asocia en mayor grado con las
Epidemiología metástasis y la producción de β-HCG.
- Espermatocítico: Este último es la variedad
Incidencia menos frecuente (5%), se presenta en varones
La incidencia está sometida a una gran variabilidad mayores de 45 años y sin antecedentes de tes-
geográfica con un máximo que se presenta en los paí- tes criptorquídicos, diferenciándose de los
ses escandinavos, en donde puede alcanzar cifras de demás tipos de seminomas porque surge de la
hasta 9,2/100.000 habitantes como en Dinamarca(1) y célula más diferenciada, la espermatogonia,
un mínimo que al parecer está en los países asiáticos teniendo por lo tanto una potencialidad metas-
(0,8 casos nuevos/100.000 habitantes en Japón). En tásica escasa o nula. La orquiectomía como
España, extrapolando los datos de los registros de único tratamiento suele ser suficiente para con-
tumores de Navarra y Aragón, la incidencia se sitúa trolar este tipo de seminoma.
entre 1,6 y 2/100.000 habitantes.
• Carcinoma embrionario
Frecuencia según tipo histológico Es el siguiente en frecuencia (15-25% según las
Los tumores germinales constituyen el 90-95% series) y se presentan en su mayoría en forma
del total de tumores primarios del testículo. Dentro mixta (40%). Posee un comportamiento más
de este grupo se encuentran varios tipos histológicos maligno que los seminomas, presentándose con
con una frecuencia y comportamiento diferente y que mayor frecuencia en la segunda y tercera década
pueden aparecer de forma pura o mixta, con diversos de la vida. Al diagnóstico, el 30% de los pacientes
tipos histológicos en el mismo tumor(3). presentan metástasis. Con frecuencia se diagnosti-
ca como un nódulo pequeño e irregular, que en la
• Seminoma histología está compuesto por células epitelioides
Aparecen en un 30-40% de los casos, siendo el tipo formando glándulas y túbulos. Es muy invasivo,
más frecuente de los tumores testiculares. Son más observándose con frecuencia afectación de la
frecuentes en los pacientes de áreas rurales, en los túnica vaginal o estructuras del cordón en la pieza
que presentan antecedentes de criptorquidia. extraída (Figura 1B y Figura 2B).
Figura 1. El aspecto de la pieza quirúrgica nos puede orientar hacia qué tipo de tumor que se espera encontrar
en el análisis microscópico. A: El seminoma suele ser nodular y relativamente homogéneo, alcanzando tamaños
superiores a los demás tipos histológicos. B: El carcinoma embrionario presenta bordes irregulares y con aspecto
infiltrativo. C: El coriocarcinoma se caracteriza por zonas de hemorragia e infarto. D: El teratoma está comprendido
por cartílago, pelos u otras estructuras de distinto origen embrionario.
Figura 2. En estas imágenes observamos las características típicas de los tipos histológicos más frecuentes de tumor
testicular. A: Seminoma, con un infiltrado linfoide entorno a cordones celulares sólidos. B: Ca. embrionario, con formaciones
glandulares. C: Coriocarcinoma, con cito y sincitiotrofoblasto. D:Teratoma, con elementos de varias capas germinales.
veces más que de en aquellos con testículos nor- manera que existe relación con la atrofia post-
males y descendidos. Los posibles factores que criptorquidia, pero los datos de los estudios publi-
pueden ejercer un papel importante en la rela- cados hasta el momento no son concluyentes.
ción criptorquidia y tumor testicular son: células Podría existir un desequilibrio hormonal local
germinales con alteraciones, temperatura elevada, como posible causa de la transformación maligna.
interferencia con el aporte sanguíneo normal, dis-
función endocrina y disgenesia gonadal. El tipo de • Se han encontrado títulos elevados de anticuerpo
tumor más común continúa siendo el seminoma y antivirus de Epstein-Barr en un 70-80% de los
existe una relación directa de la frecuencia con la pacientes con tumores germinales y también se
altura a la que esté colocado el teste, aparecien- están describiendo con mayor frecuencia en
do en 1 de cada 20 testículos abdominales y en 1 pacientes con síndrome de inmunodeficiencia
de cada 80 inguinales. adquirida(5).
Una correcta exploración de los testículos debe de dar en un paciente con un tumor testicular. La pri-
ser realizada con las dos manos y comenzar por el tes- mera se produce por la sustitución del parénqui-
tículo sano. La palpación de la gónada debe valorar el ma testicular normal productor de andrógenos
tamaño, forma y consistencia, así como la movilidad y por el tumor o por la propia orquiectomía. El
separación del epidídimo. Una vez valorado el testícu- exceso de estrógenos se puede deber a una esti-
lo contralateral pasaremos al sospechoso, que se mulación excesiva del propio testículo por la
explorará de la misma manera. Toda masa dura, indo- HCG o a que el mismo tumor produzca estradiol
lora y/o fija debe de considerarse tumoral hasta que no como los tumores trofoblásticos. El tipo histológi-
se demuestre lo contrario. Existen ciertos datos de la co que se asocia con mayor frecuencia a gineco-
exploración que nos pueden orientar sobre el tipo his- mastia es el de células de Leydig.
tológico del tumor; así por ejemplo el seminoma suele
ser una masa ovalada, elástica y con la superficie lisa, el • Cuando la enfermedad metastásica progresa por
carcinoma embrionario o el teratocarcinoma, sin encima del diafragma con invasión del conducto
embargo suelen ser masas irregulares con superficie torácico y afectación de la cadena ganglionar
rugosa. No debemos de olvidar, una vez evaluada la supraclavicular pueden ser palpados en la región
masa, la exploración del epidídimo, cordón, cubiertas cervical.
escrotales y piel para descartar su posible afectación.
Diagnóstico diferencial
• Las regiones inguinales deben ser objeto de aten- El diagnóstico diferencial fundamental debe hacer-
ción, sobre todo en los pacientes que refieran se con la torsión testicular evolucionada y con los
antecedentes de criptorquidia y hernias. procesos inflamatorios como la epididimitis y la
orquiepididimitis; para ello nos van a ayudar muchos
• En los casos de enfermos con metástasis puede datos clínicos y de la exploración como la instauración
existir una masa abdominal que puede palparse y brusca del cuadro y la sintomatología muy dolorosa.
en algunas ocasiones hasta visualizarse con la sim-
ple inspección (Figura 4). Otras patologías que nos puede plantear dudas a
la hora del diagnóstico son: el hidrocele, que se pre-
• La ginecomastia aparece en el 5% de los casos de senta como una masa de contenido líquido, indolora
tumores de células germinales y se debe a un dis- y lisa, siendo el dato fundamental para el diagnóstico
balance de las hormonas sexuales, es decir, a una la transiluminación positiva, lo mismo que el esperma-
disminución de los andrógenos o a un aumento tocele, que es una cavidad quística indolora que
de los estrógenos, ambas situaciones se pueden depende de la cabeza del epidídimo y con esperma-
tozoides en su interior. El varicocele, fácil de diagnos-
Figura 4. Se puede observar en estadios avanzados ticar, es difícil que cause problemas a la hora del diag-
del tumor testicular una o varias masas que abomban nóstico diferencial.
en el abdomen.
De todos modos y a pesar de que la exploración
física, es un método diagnóstico de una gran sensibili-
dad y especificidad en general se aconseja la realiza-
ción de forma reglada de ecografía transescrotal dada
la inocuidad y rapidez de la prueba y con la intención
de eliminar hasta un 25% de errores diagnósticos y el
posible retardo en el diagnóstico del tumor que con-
llevan. Estos errores se deben fundamentalmente a
confusiones con epididimitis y en segundo lugar a
tumores asociados a hidrocele, que aparecen en un
5-10% de los casos y en los que la transiluminación
positiva sola no descarta la existencia de una masa.
No debe de realizarse nunca la punción de dicho
hidrocele por la posibilidad de diseminación tumoral ción (3 mg/ml), tras el nacimiento comienza a dismi-
en el trayecto de la aguja pues se han demostrado nuir y es raro encontrar indicios de ella tras el primer
citologías positivas en el líquido peritesticular. año de vida (<40 ng/ml). La vida media de esta pro-
teína es de 5-7 días.
Ecografía escrotal
Aparece elevada en el 70% de los tumores no
La ecografía nos va a aportar numerosos datos seminomatosos, especialmente en los tumores como
sobre la masa y las relaciones de ésta con el resto de el carcinoma embrionario puro o mixto y el tumor
las estructuras del escroto.Va a informar si se trata de del saco vitelino. No se eleva en el seminoma puro ni
una masa intra o extratesticular, de la naturaleza de la en el coriocarcinoma puro.
misma (quística, sólida o mixta) y de su ecogenicidad
(hipo o hiperecoica). En ocasiones hasta nos puede Gonadotropina coriónica humana (HCG)
orientar sobre el tipo histológico como en el semino- Se trata de una glucoproteína de 38.000 daltons
ma, en que la lesión aparece como una masa hipoe- compuesta por dos cadenas, la subunidad alfa y la
coica, homogénea de bordes bien delimitados, mien- subunidad beta. La primera es muy similar a la subuni-
tras que los tumores no seminomatosos suelen pre- dad alfa de la hormona luteinizante (LH), foliculoesti-
sentar áreas quísticas con una ecogenicidad heterogé- mulante (FSH) y tiroestimulante (TSH). La segunda es
nea y bordes irregulares que penetran en el parén- diferente a la cadena beta de dichas hormonas, per-
quima testicular normal. Cabe destacar la utilidad de mitiendo la producción de anticuerpos específicos
la ecografía para diagnosticar tumores no palpables y para su detección mediante RIA.
que debutan con metástasis.
Es secretada por las células placentarias durante el
Marcadores tumorales embarazo para el mantenimiento del cuerpo lúteo y no
debe detectarse en el varón adulto normal. Se encuen-
Los tumores de testículo pertenecen al grupo de tra elevada fundamentalmente en los tumores con
neoplasias capaces de producir los llamados “marca- componente de coriocarcinoma (100%), aunque
dores tumorales”; éstos marcadores son proteínas puede estarlo en cualquier tumor no seminomatoso
fácilmente medibles por radioinmunoensayo (RIA) y (40-60% del carcinoma embrionario) e incluso hasta en
que presentan una elevada sensibilidad y una relativa un 5-10% de los seminomas puros. Esta diferencia en la
especificidad. En la teoría, estos marcadores serían frecuencia de elevación parece estar más en relación
capaces de detectar pequeñas cargas tumorales, que con la sensibilidad del método de detección utilizado
no serían detectables por métodos convencionales de que con diferencias reales. La excreción de β-HCG por
imagen. En el caso de los tumores de testículo son los tumores seminomatosos se ha relacionado tradicio-
proteínas de dos tipos: sustancias oncofetales que se nalmente con la presencia de células gigantes sincitio-
producen tan sólo durante el desarrollo embrionario trofoblásticas pero, al parecer, según los últimos estu-
(α-fetoproteína y gonadotropina coriónica humana), y dios, también puede ser secretada por las células
enzimas celulares (lactatodeshidrogenasa, fosfatasa mononucleares que se encuentran en estos tumores.
alcalina placentaria y gammaglutamil transpeptidasa).
Este último grupo no ha contribuido de forma signifi- Al igual que la AFP, tampoco es exclusiva de los
cativa al manejo de los pacientes con tumor testicular tumores testiculares, sino que también se eleva en
por lo que sólo los mencionamos. otros tumores (pulmón, hígado, estómago, páncreas,
mama y riñón), quizás también en fumadores de
α-fetoproteína (AFP) marihuana.
Se trata de una glucoproteína de una sola cade-
na y un peso molecular de 70.000 daltons. Durante La vida media de esta proteína es tan sólo de 24
el desarrollo embrionario es producida por el saco a 36 horas, por lo que el plazo para la repetición de
vitelino y tracto gastrointestinal del feto, encontrán- los análisis tras la orquiectomía u otros tratamientos
dose en el suero fetal en concentraciones elevadas viene dado por los 7 días de vida media de la α-feto-
que alcanzan el máximo en la semana 12 de gesta- proteína.
concluyente, si existen adenopatías que comprimen da izquierda en los que el cruce metastático en esta-
vasos como la cava y aorta cuando se piensa actuar dios no muy avanzados de la enfermedad retroperi-
quirúrgicamente sobre estas estructuras, o en casos toneal es difícil que acontezca.
de alergia a contrastes iodados.
En la actualidad existen verdaderos mapas de fre-
No existen evidencias suficientes que fundamen- cuencia de metástasis que se deben fundamentalmen-
ten el uso de la tomografía por emisión de positrones te al trabajo de Donohue y cols. y que permiten esta-
(PET) en los estadios precoces del tumor testicular. blecer unos márgenes lógicos y precisos a la hora de
Sin embargo, se recomienda en el seguimiento de las realizar cirugías profilácticas.
masas residuales mayores a 3 cm después de la qui-
mioterapia en los seminomas, para decidir la conduc- Fuera de estas localizaciones es infrecuente
ta a seguir(7). encontrar metástasis ganglionares, aunque debemos
sospecharlas ante ciertos datos de la historia clínica
La TAC craneal se recomienda sólo en los casos como la cirugía o toma de biopsias transescrotales y
de la existencia de síntomas o en los no seminoma- la cirugía inguinal (orquidopexia o herniorrafia), ya que
tosos con múltiples metástasis pulmonares. provocan alteraciones en las vías de drenaje habitual.
Éste es el caso de las metástasis inguinales, que son
excepcionales, salvo con estos antecedentes o cuando
ESTADIFICACIÓN DE LOS el tumor está localmente muy avanzado con afecta-
ción de la túnica albugínea.
TUMORES DE CÉLULAS
GERMINALES La vía hematógena suele ocurrir cuando ya existe
diseminación ganglionar y se dirige fundamentalmente
Una vez establecido el diagnóstico definitivo de a los pulmones (30%), seguida de hígado, cerebro,
tumor testicular y conocida la variedad histológica del huesos, y aún más excepcionales son las metástasis de
mismo hay que proceder a la estadificación clínica del riñón, suprarrenales, gastrointestinal y bazo. El corio-
paciente ya que el tratamiento y seguimiento ulteriores carcinoma es el tipo histológico que con mayor fre-
van a estar en función del estadio en que se encuentre. cuencia y de forma mas temprana metastatiza por
esta vía.
Una estadificación clínica precisa es fundamental
para tomar una decisión terapéutica adecuada y esta- En cuanto a los sistemas de estadificación, la
blecer el pronóstico del paciente. mayoría se basan en el de Boden y Gibb del año 1951,
que dividía los tumores en tres estadios, A, B y C,
Tan imprescindible para la estadificación es con- según la afectación fuera sólo testicular, ganglionar
tar con unos métodos diagnósticos adecuados como infradiafragmática o ganglionar supradiafragmática y/o
conocer la historia natural del tumor y sus vías de hematógena. Posteriormente han aparecido numero-
diseminación habituales. Existen tres vías de disemi- sas modificaciones y ampliaciones de la misma.
nación posibles: vía linfática, hematógena y por
extensión directa. La aparición de numerosos sistemas de estadifica-
ción generó dificultades para la realización de compa-
La vía linfática es la vía sistemática de diseminación ración de datos a nivel interinstitucional, hasta que en
del los tumores testiculares, siendo excepcional la el American Joint Committee on Cancer (AJCC) se
diseminación hematógena temprana, salvo en los generó el primer consenso internacional que estable-
casos del coriocarcinoma. La diseminación del teste ció un sistema que utiliza el TNM y los marcadores
derecho e izquierdo es distinta. Los tumores derechos tumorales como método de estadificación del cáncer
drenan en los ganglios intercavoaórticos, precavos y testicular. Este sistema, en la actualidad, y en acuerdo
paracavos con gran predisposición a invadir también con la Unión Internacional Contra el Cáncer (UICC),
los ganglios contralaterales izquierdos a diferencia de constituye probablemente el sistema de estadificación
la diseminación de los tumores que afectan a la góna- más utilizado en el mundo(8, 9).
Tabla 2. Sistema de clasificación TNMS para los tumores testiculares (UICC, 2002, 6a edición).
pT (tumor primario)
Tx: estadio desconocido
T0: sin evidencia de tumor primario
Tis:neoplasia intratubular de células germinales (carcinoma in situ)
T1: tumor limitado al testículo y el epidídimo sin invasión vascular o linfática: puede invadir la albugínea
sin afectar la vaginal
T2: tumor limitado al testículo y el epidídimo con invasión vascular o linfática: con afectación de la albugínea
y la vaginal
T3: tumor que invade el cordón espermático con o sin invasión vascular o linfática
T4: tumor que invade escroto con o sin invasión vascular o linfática
N (ganglios linfáticos regionales, clasificación clínica)
Nx: afectación ganglionar desconocida
N0: ausencia de metástasis ganglionares
N1: ganglio de tamaño ≤ 2 cm o múltiples adenopatías de dimensiones < 2 cm
N2: ganglio entre 2 a 5 cm o múltiples adenopatías de dimensiones < 5 cm
N3: metástasis ganglionares que tengan una dimensión > 5 cm
M (metástasis a distancia)
Mx: metástasis desconocida
M0: ausencia de metástasis a distancia
M1: metástasis a distancia
M1a: ganglios linfáticos no regionales o pulmón
M1b: otros sitios
S (marcadores tumorales)
Sx: marcadores no disponibles o no obtenidos
S0: marcadores dentro de los límites normales
Estadio I
Tumor confinado al testículo. Se dividen en Ia y Ib según el T; y en IS según los niveles séricos de los
marcadores tumorales.
Ia: pT1 N0 M0 S0
Ib: pT2, pT3 o pT4 N0 M0 S0
IS: cualquier pT/Tx N0 M0 S1 – S3
Estadio II
Tumor con metástasis ganglionares retroperitoneales. Se subdivide en IIa, IIb y IIc según el tamaño de las
adenopatías.
IIa: cualquier pT N1 M0 S0 – S1
IIb: cualquier pT N2 M0 S0 – S1
IIc: cualquier pT N3 M0 S0 – S1
Estadio III
Tumor con metástasis supradiafragmáticas. Se divide en IIIa, IIIb y IIIc en función del grado de metástasis
y los niveles séricos de marcadores tumorales.
IIIa: cualquier pT cualquier pN M1 S0 – S1
IIIb: cualquier pT cualquier pN M0 - M1 S2
IIIc: cualquier pT cualquier pN M0 – M1 S3, cualquier S
quirúrgicas más agresivas. El concepto de cirugía cito- naje linfático y venoso (Jamieson y Dobson, 1910;
rreductora como base del tratamiento ha sido susti- Hasumi, 1930; Rouviere, 1938) y en la publicación de
tuido por el de cirugía de masas residuales que se rea- diversas series de casos de orquiectomía transescro-
liza tras diferentes esquemas de quimioterapia. A tal y biopsias inadecuadas (Dean, 1925), con mala evo-
pesar de todo ello, la cirugía continúa siendo funda- lución de los pacientes y aparición de metástasis en
mental en el tratamiento de estos tumores comen- territorios no habituales como el pelviano o inguinal.
zando por la orquiectomía radical que, además de ser La explicación a ello se encuentra en la creación de
el tratamiento inicial, consigue la curación de un por- comunicaciones anómalas entre el drenaje inguinal del
centaje no despreciable de casos. escroto y el retroperitoneal del testículo.
En la actualidad, la actitud quirúrgica ante un Desde finales del siglo XIX ya se reconocía la
tumor de células germinales presenta tres variantes en orquiectomía radical por vía inguinal como la técnica
función del momento evolutivo de la enfermedad y estándar para el tratamiento local del cáncer testicu-
del estadio de afectación tumoral. Estas tres variantes lar. Actualmente se ha abandonado la realización de
son la orquiectomía radical, la linfadenectomía retro- PAAF y biopsia como métodos diagnósticos (reem-
peritoneal y la cirugía de la masa residual. plazados por la ecografía), u orquiectomía transescro-
tal como tratamiento. Estos tratamientos erróneos
Orquiectomía radical inguinal pueden llevar a la siembra de células tumorales y a la
aparición de un mayor número de metástasis en terri-
La elección de la vía inguinal frente a la transes- torios linfáticos no habituales, como el inguinal y el
crotal se basa en el conocimiento de las vías de dre- pelviano.
La orquiectomía debe ser el primer paso en el en el diagnóstico un 30% y no son radiosensibles, pre-
tratamiento del enfermo con cáncer testicular; sin cisando un tratamiento a base de quimioterapia y
embargo, ocasionalmente es diagnosticado en esta- cirugía reductora cuando está en fases avanzadas.
dios de la enfermedad muy avanzados y el paciente se
encuentra muy sintomático, lo que hace primordial el En cuanto a la técnica, realizamos una incisión de
tratamiento de la enfermedad sistémica con quimio- unos 5 cm de longitud por encima y en paralelo al
terapia, quedando relegada la orquiectomía a un ligamento inguinal, abriendo la aponeurosis del obli-
segundo tiempo. Existe cierta controversia sobre si se cuo mayor, siguiendo la dirección de las fibras, para
debe realizar, o no, la orquiectomía radical cuando acceder al canal inguinal. Una vez abierto el canal, libe-
existe una remisión completa de las metástasis y los ramos el cordón espermático hacia el anillo inguinal
marcadores se han negativizado. Tras la QT se interno, ocluyéndolo con una cinta de goma, para evi-
demuestra tumor residual en la pieza de orquiectomía tar la posible diseminación de células tumorales
en las mismas proporciones que aparecen en las durante la maniobra de disección del testículo. Esta
masas residuales (hasta un 25% de carcinoma). En una disección se realiza de forma roma generalmente digi-
serie de 250 casos de tumores germinales testiculares tal y haciendo tracción del testículo hacia la herida
hemos realizado 4 orquiectomías postquimioterapia que, en ocasiones, cuando el tumor es muy grande, se
sin que en ninguna de ellas se hayan encontrado célu- deberá ampliar. Una vez extraído el testículo se pro-
las tumorales; a pesar de ello consideramos que se cede a la disección del cordón, identificando los vasos
debe de realizar la orquiectomía en cualquier caso, espermáticos y el conducto deferente, que se ligan
realizando la intervención aprovechando la cirugía de por separado.
masa residual si ésta es necesaria, o aisladamente si
hubo remisión completa. Tratamiento de los seminomas
en estadio I
Otra situación en la cual nos podemos plantear la
radicalidad de la orquiectomía es en aquellos pacien- Como ya vimos, un porcentaje elevado de estos
tes que, por una u otra circunstancia, tienen un solo pacientes se curan tan sólo con la orquiectomía y en
testículo. En los últimos años se han publicado algunas caso de que aparezcan metástasis éstas son muy
series en las que se ha realizado tan sólo la exéresis radiosensibles y desaparecen con dosis bajas de RT
del tumor, dejando el testículo restante; según sus retroperitoneal alcanzando una supervivencia del 90-
autores no se han producido recurrencias locales y el 95% a los 5 años. Por este motivo, aunque el plantea-
índice de progresión retroperitoneal o inguinopelvia- miento actual continúa siendo la realización de RT
na ha sido bajo. profiláctica tras la orquiectomía. Algunos centros con
experiencia en el manejo de tumores germinales
Sobre la realización o no de manera sistemática optan por el seguimiento, especialmente en aquellos
de biopsia de testículo contralateral en busca de con buen pronóstico: tumor ≤ 4 cm, ausencia de inva-
tumor sincrónico (1-3%) existe controversia. Algunos sión de la rete-testis y niveles normales de marcado-
grupos la realizan mientras otros prefieren confiar en res (Figura 5).
la eficacia de la exploración física y la ecografía para el
diagnóstico precoz. La RT profiláctica se realiza en los territorios
paraaórticos e ilíacos ipsilaterales (en palo de
La orquiectomía nos va a proporcionar además Jockey), a una dosis de 20 a 24 Gy, con reducción de
dos datos fundamentales para el planteamiento tera- las recidivas en 1-3%. Esta dosis es bien tolerada por
péutico posterior, el estadio local y el tipo histológico. los enfermos con aparición tan sólo de mínimos
Este último es fundamental ya que los tumores semi- efectos adversos gastrointestinales. En los casos con
nomatosos en un 85-90% de los casos se encuentran cirugía previa en que pueda existir alteración del
localizados y además son extraordinariamente sensi- drenaje linfático de la zona el área de radiación debe
bles a radioterapia, por lo que ésta debe de ser el pri- ser más amplio e incluir la región inguinal contralate-
mer tratamiento tras la orquiectomía, mientras que ral teniendo mucho cuidado en la protección del
los tumores no seminomatosos están diseminados ya testículo.
Figura 5. Esquema de tratamiento en el estadio I del seminoma. En caso de existir factores de riesgo
se recomienda la RT o QT. La observación se deja sólo para algunos con muy buen pronóstico.
ORQUIECTOMÍA
Marcadores
Rx tórax
CT abdominopélvico
Estudio fertilidad
SEMINOMA I
20% micrometástasis locorregionales
OBSERVACIÓN RT 20 Gy Carboplatino x2
Tasa de
20% <5% <5%
recidiva
No está indicado el tratamiento profiláctico del Figura 6. En los estadios IIa - b de los seminomas se
mediastino ni del área supraclavicular debido a la afec- puede dar tanto QT como RT, pero con dosis mayores
tación con escasa frecuencia y la gravedad de los efec- que las del estadio I.
tos adversos que conlleva.
SEMINOMA IIA / IIB
La QT profiláctica con carboplatino en dos ciclos
Adenopatías retroperitoneales en TAC
reduce también la recidiva en 1-3%, pero se necesita
más experiencia y seguimiento para recomendar este
tratamiento como de rutina.
Tratamiento del seminoma Desde el año 1970 han aparecido diversos estudios
en estadios avanzados IIc y III en los que se han comparado las tasas de recidivas y
la supervivencia entre enfermos tratados según el
A diferencia de lo que ocurre con los estadios IIa método tradicional y pacientes sometidos tan sólo a
y IIb (ganglios < 5 cm), en los que se obtienen una seguimiento estricto y posterior tratamiento de las
tasa de curación del 90%, la RT es insuficiente en los recidivas, si ocurrían, mediante QT y LRP. De esta
estadios mas avanzados (elevada tasa de recurrencia manera se pretendía evitar un sobretratamiento y una
superior al 50%). El seminoma, al igual que los tumo- yatrogenia innecesaria al menos a un 80% de los
res no seminomatosos, presenta una sensibilidad ele- enfermos en estadio I, en los que la tasa de recidiva
vada a la QT, especialmente a los regímenes con pla- es del 15-20%.
tino, por lo que cuando se encuentra en fase avanza-
da se utilizarán los mismos regímenes que en los no De todos estos estudios se han podido sacar
seminomatosos y que veremos más adelante. La tasa varias conclusiones que han llevado a sentar indica-
de curación en estos casos es del 85-90%. ciones, más o menos precisas y compartidas por
todos, para la LRP en el tratamiento del estadio I de
Tumor no seminomatoso los tumores no seminomatosos. Estas conclusiones se
en estadio inicial I pueden resumir en las siguientes:
1 Lesiones a partir de T2, que invaden la túnica peticiones de conservación de semen antes de los
albugínea, rete-testis, el epidídimo o el cordón. tratamientos. Otro problema es la eyaculación retró-
grada que se produce al lesionar los fascículos simpá-
2 Tumores con invasión microscópica linfática o ticos L1 a L4 como consecuencia de cirugías o radio-
vascular, factor predictivo pronóstico más con- terapia. Esta complicación quirúrgica ha descendido
sistente con una tasa de recidiva de hasta un numéricamente y casi es posible decir que si se res-
35% a los 5 años. petan dichos fascículos la totalidad de los pacientes
sometidos a cirugía retroperitoneal van a conservar la
3. Presencia de carcinoma embrionario. eyaculación; por otra parte, se están realizando pro-
gresos en la consecución de eyaculación mediante el
Algunos autores incluyen otros como la ausencia uso de simpaticomiméticos y electroeyaculación.
de tumor del seno endodérmico, ausencia de negati- Entonces, la ausencia de eyaculación no debe de con-
vización de marcadores tras la orquiectomía y la ele- siderarse como un factor en contra de la LRP.
vación de la α-fetoproteína a valores superiores de
80 ng/ml. En cuanto a la técnica empleada y sobre todo a la
amplitud de la resección se han ido modificando con el
Con todo esto se llega a la conclusión de que paso de los años. En la década de los 60 y tras los estu-
tanto la LRP como el seguimiento son muy efectivos dios con linfografías podálicas, testicular y funicular
en el estadio I de los tumores no seminomatosos con (Busch y Sayegh, 1963; Chiappa, 1966; Walqvist, 1966),
tasas de supervivencia muy similares. Se recomienda se recomendó la mayor radicalidad posible en la inter-
el seguimiento en aquellos pacientes en los que no vención ya que se consideraba como la única posibili-
exista ningún factor de riesgo o mal pronóstico (50- dad de curación y para ello se diseñaron verdaderos
70%) y estén convencidos de cumplir estrictamente el mapas de diseminación metastásica (Ray, 1974;
seguimiento, acudiendo a revisión tan frecuentemente Donohue, 1982; Weissbach, 1987)(11). Sin embargo, la
como se requiere en este tipo de tumores, dada la mejoría en la eficacia de la QT y la disminución de los
elevada velocidad de replicación de sus células. Por el efectos secundarios producidos por esta permitió un
contrario, la LRP se indica en los pacientes que no planteamiento quirúrgico menos agresivo, con lo que la
reúnan estos requisitos previamente expuestos. LRP clásica bilateral fue reduciendo sus límites basán-
dose en los mapas de frecuencia metastásica de
También es importante la opinión del paciente en Donohue para los estadios IIa y IIb(12). En primer lugar
su tratamiento, una vez que ha recibido la información se desestimó la disección suprahiliar sistemática y pos-
sobre la enfermedad. teriormente, aparecieron las formas modificadas unila-
terales y económicas para los estadios I, con lo que se
El seguimiento (cuando no se ha realizado LRP) preservaba la eyaculación(13).
debe de ser muy estricto, especialmente durante los
dos primeros años, en que se producen la mayoría de La vía de abordaje al espacio retroperitoneal para
las recidivas. En el primer año se realizan revisiones esta cirugía es la toracoabdominal simple con sus
mensuales (exploración física, radiografía de tórax y variantes de laparotomías medias o transversales.
marcadores séricos tumorales) y TAC toracoabdomi-
nal trimestrales; en el segundo, revisiones bimensuales La noche anterior a la cirugía se realiza una hidra-
y TAC cada 4-6 meses y a partir del tercero revisiones tación por vía IV, con el fin de evitar los problemas que
cada 4-6 meses con TAC anual. pudieran surgir como consecuencia de la manipulación
de los vasos renales y por las pérdidas de fluidos
La fertilidad de los pacientes con tumores testicu- durante la intervención. Intraoperatoriamente se admi-
lares es un capítulo que merece una consideración nistra también manitol para prevenir la oliguria que
más amplia que la asignada en este trabajo, pero es podría producirse por el espasmo de los vasos renales.
importante señalar que un 40% aproximadamente de
estos pacientes ya son infértiles al diagnóstico de su La incisión se realiza en la línea media desde el xifoi-
neoplasia. Por lo tanto, hay que ser muy cautos con las des a la sínfisis pubiana, se realiza la apertura por planos
Figura 7. Linfadenectomía retroperitoneal modificada. Estableciéndose como límite inferior la arteria mesentérica
inferior, se conserva la eyaculación en un elevado porcentaje de los casos.
hasta acceder a la cavidad peritoneal. Posteriormente se Cuando el tumor asienta en el lado derecho, la lin-
abre el peritoneo parietal posterior siguiendo la raíz del fadenectomía modificada derecha tendrá como límite
mesenterio del intestino delgado. superior el hilio renal derecho y la cara anterior de la
cava y aorta por encima de los vasos renales. A nivel
Existen distintas variantes en función de la exten- lateral, la disección se prolongará hasta el uréter en su
sión de tejidos que se quiera extirpar y del lado del límite externo y hasta la cara lateral de la aorta en su
tumor primitivo. La linfadenectomía modificada izquier- zona medial. Caudalmente la disección se ampliará
da se realiza cuando el teste afecto por el tumor asien- hasta el conducto inguinal, a lo largo de la arteria ilía-
ta en el lado izquierdo. Los límites vendrán dados de la ca externa derecha y hasta la arteria mesentérica infe-
siguiente manera: en la zona craneal por el límite infe- rior del lado izquierdo (Figura 7).
rior de la arteria mesentérica superior, cara anterior de
la aorta y cava por encima de los vasos renales: el lími- Utilizando esta técnica hemos conseguido que el
te lateral externo estará situado en la cara externa del 85% de los pacientes a los que se les realizó la linfa-
uréter izquierdo y por la cara anterior de la vena cava denectomía unilateral conserven la eyaculación, mien-
inferior en su zona medial. A nivel caudal la disección tras el 100% de los que fueron sometidos a la bilate-
se prolongará a lo largo de los vasos ilíacos hasta el ral la perdieron.
conducto inguinal interno del lado izquierdo y hasta el
origen de la mesentérica inferior en el lado derecho, Se obtienen estos resultados a raíz de que la
respetando el tejido linfático por debajo de la arteria disección ganglionar se realiza cuidadosamente pre-
mesentérica inferior (Figura 7). servando los nervios simpáticos. Para ello es necesa-
ria la identificación y conservación de nervios lumba- platino (BEP). Estableciéndose un régimen de 2 ciclos
res de L1 a L4 y del plexo hipogástrico, resultado de cuando es adyuvante (ganglios positivos > 2 cm en
la fusión de estos nervios sobre la aorta y el pro- LRP) y de 3 ciclos cuando es un tratamiento de pri-
montorio sacro; posteriormente, se realizará la disec- mera línea o en el estadio IS.
ción ganglionar amplia, como se ha explicado previa-
mente, y fundamentalmente evitando continuar con En conclusión, en este estadio se puede conside-
dicha disección por debajo de la arteria mesentérica rar como primera opción la quimioterapia de prime-
inferior. ra línea, optando por el seguimiento cuando el riesgo
tumoral es bajo y el paciente reúne las características
Hay una variante económica o reducida de la LRP para ello. La LRP queda relegada sólo a pacientes que
antes descrita para ambos lados. Cuando el tumor no reúnen las condiciones para las otras dos alterna-
testicular es izquierdo, se realiza la extirpación del teji- tivas (Figura 8).
do linfático existente a nivel del hilio renal, sobre aorta
y en la zona intercavoaórtica, teniendo como límite Tratamiento de los tumores
superior la arteria mesentérica superior y como infe- no seminomatosos en los estadios
rior unos centímetros por debajo de los vasos rena- avanzados IIa y IIb
les. Cuando el tumor es derecho, los límites son simi-
lares a la izquierda pero con los ganglios perihiliares En el estadio II, en algunos centros, especialmente
derechos. de Estados Unidos, consideran la LRP bilateral como
primera opción terapéutica, asociándola a QT adyu-
Quimioterapia vante con dos ciclos de BEP en los estadios IIb. Sin
Se ha demostrado beneficios con la QT en los embargo, por haberse demostrado en los últimos
tumores no seminomatosos en este estadio y se reco- años el importante rol de la quimioterapia como pri-
mienda la combinación de bleomicina, etopósido y cis- mera opción, optamos en este estadio por la QT de
Figura 8. En el caso de los tumores no seminomatosos, si existen factores de riesgo se opta por la QT;
a diferencia de los seminomatosos, en los cuales se opta por la RT.
ORQUIECTOMÍA
NO SEMINOMA I
Tasa de
recidivsa 20% 3% 10%
Figura 9. En el caso de los tumores no seminomatosos, si existen factores de riesgo se opta por la QT;
a diferencia de los seminomatosos, en los cuales se opta por la RT.
II a < 2cm II b 2 - 5 cm
Marcadores
Negativos Positivos
Observación LRP
BEP x 3
Estadio I Estadio II
BEP x 2
primera línea con tres ciclos de BEP, realizando la LRP • CISPLATINO: 20 mg/m2 IV días 1-5.
en los casos con evidencia radiológica de enfermedad • ETOPOSIDO: 120 mg/m2 IV días 1, 3 y 5.
residual tras la QT (Figura 9). • BLEOMICINA: 30 mg días 2, 9 y 16.
El esquema más utilizado es el de BEP, que ha Este esquema se repite cada 3 semanas con un
demostrado ser superior al PVB (cisplatino, vinblastina total de 3 ciclos.
y bleomicina), en los casos de enfermedad avanzada(14).
- Quimioterapia adyuvante: se realiza en los pacien-
- Quimioterapia estándar o de primera línea: es el tes que hayan sido sometidos a la LRP y se haya
primer tratamiento y se utiliza en todo tumor tes- encontrado ganglios positivos de entre 2 y 5 cm
ticular diseminado. (estadio IIb). Consiste en el esquema BEP con las
mismas dosis que la terapia estándar, pero sólo
Esquema BEP: dos ciclos.
En la QT tanto primaria como la adyuvante, los recen asociadas a recidiva sistémica (2-5%). Se consi-
ciclos se retrasarán sólo en los casos que existiera fie- dera la QT como primera opción, y si hay una buena
bre con granulocitopenia <1.000/mm3 o trombopenia respuesta se puede asociar a RT de consolidación. La
<100.000/uL. Cuando existieran complicaciones infec- cirugía debería considerarse en los casos de metásta-
ciosas de la QT, la administración de factores de cre- sis únicas, dependiendo de la localización, la histología
cimiento como el G-CSF se llevará a cabo en los del tumor primario y el estado del paciente.
siguientes ciclos pendientes.
Cirugía de la masa residual
Tratamiento de los tumores
no seminomatosos en los estadios Para los estadios avanzados de los tumores no
avanzados IIc y III. seminomatosos se ha abandonado en las últimas
décadas el concepto de cirugía reductora, pasando a
Estos estadios pueden ser divididos en grupos de ser un tratamiento adyuvante que se realiza tras la
buen y mal pronóstico, en función a la existencia de quimioterapia en el caso de que queden masas resi-
metástasis no pulmonares y niveles de marcadores duales en el retroperitoneo (Figura 10).
tumorales (S2-S3).
La indicación quirúrgica para nosotros será sólo
El tratamiento de elección es la quimioterapia con para aquel enfermo en el que los marcadores se hayan
cuatro ciclos de BEP o EP, con ausencia de progresión negativizado tras la cirugía y sin embargo en el CT
del 45-50% a los 5 años en varias series. continuamos encontrando tumor. Generalmente esta
masa será de menor tamaño a las previas ya que la QT
Se han realizado estudios comparativos entre BEP reduce el tamaño y la convierte en una masa quística
y el esquema VIP (vinblastina, ifosfamida y cisplatino), con fibrosis importante a su alrededor. La indicación
sin encontrarse una diferencia significativa en el resul- quirúrgica se basa en el hecho de que no existe nin-
tado terapéutico, pero observándose mayor toxicidad guna forma de saber, salvo con un análisis microscópi-
con el VIP(15). co, si en dicha masa existe tumor residual o por el con-
trario se trata sólo de fibrosis. Anteriormente se
Quimioterapia de rescate encontraba en el análisis de las masas residuales fibro-
en pacientes con recidiva sis en un tercio de los casos, teratoma en el otro ter-
o enfermedad refractaria cio y tumor viable en el tercio restante. Actualmente,
en las diferentes series se encuentran fibrosis en un
La QT de rescate o de segunda línea se realiza 50% de los casos, teratoma maduro o inmaduro en un
cuando los marcadores tumorales no se han negativi- 35-40% y carcinoma latente en un 10-15%. La existen-
zado tras la quimioterapia estándar o cuando tras un cia de tumor viable en menor porcentaje es debido a
periodo de negativización vuelven a elevarse. la mayor eficacia de los agentes quimioterápicos.
Tanto para los seminomatosos como los no semi- En los casos de tumor viable se recomienda dar
nomatosos, se puede utilizar el BEP en cuatro ciclos o un nuevo ciclo de QT como adyuvancia, puesto que
utilizar otros esquemas basados en el cisplatino en el riesgo de recidiva supera el 50%.
asociación con otros fármacos como la vinblastina, la
ifosfamida, entre otros. El riesgo de recidiva cuando se encuentra terato-
ma también parece ser algo más elevado, pero opta-
Tratamiento de las metástasis mos por el seguimiento, aunque algo más estricto, que
cerebrales cuando encontramos fibrosis.
Las metástasis cerebrales aparecen asociadas a las El manejo de la masa residual seminomatosa que
recidivas sistémicas y raramente de forma aislada. La persiste tras la quimioterapia continúa siendo muy
supervivencia a largo plazo en los pacientes con estas controvertido. Hasta el momento no se ha demostra-
metástasis es muy pobre, especialmente cuando apa- do que la cirugía de las masas residuales en estos
Figura 10. Se observa arriba y a la izquierda una masa que, a pesar de haberse completado la QT, persistía en el
retroperitoneo y en íntimo contacto con los grandes vasos.Tras la resección de dicha masa, vemos arriba y a la
derecha la cava y la aorta con conservación de los nervios simpáticos que transcurre entre estos vasos (flecha).
Existen dos teorías sobre el origen de estos grupo son el tumor de células de Leydig, tumor de
tumores: producido a partir de células que se células de Sertoli y el gonadoblastoma. El pronóstico
separaron durante la migración de células germi- en estos tumores se reduce a la mitad de lo espera-
nales en el feto, o bien por el desarrollo de células do que en los de origen testicular.
pluripotenciales que han permanecido secuestra-
das en diferentes partes del cuerpo. Al igual que Tumor de células de Leydig
los tumores de testículo, pueden ser de cualquier
tipo histológico, aunque el seminoma es el tipo Se trata de un tumor que se presenta en forma
más frecuente, especialmente en los de mediastino de nódulos circunscritos, únicos o múltiples, rodeados
y sacrococígeo. de tejido normal de límites netos y con una colora-
ción que varía desde el amarillo al parduzco. No se
La localización por orden de frecuencia decre- asocia con hemorragia ni necrosis.
ciente es el mediastino, el retroperitoneo, la región
sacrococcígea y la glándula pineal, dependiendo de la Microscópicamente los tumores están constitui-
sintomatología de la situación y del volumen del dos por células grandes poligonales o fusiformes que
tumor. La propagación metastásica es a ganglios regio- encajan entre sí y que presentan un citoplasma eosi-
nales, pulmón, hígado, hueso y cerebro. nófilo con vacuolas lipídicas y unas inclusiones pig-
mentarias denominadas cristales de Reinke, que son
El diagnóstico se basa en los mismos métodos de patognomónicas de este tumor.
imagen que en los tumores de testículo y siempre
debe de realizarse una exploración minuciosa y eco- Epidemiología
grafía de ambas gónadas en busca de un origen en un Dentro de su escasa frecuencia, es el más
tumor testicular que ha pasado desapercibido; se común de los tumores de células no germinales.
debe de realizar un seguimiento exhaustivo de los Suponen entre un 1-3% del total de los tumores de
mismos durante todas las visitas. Algunos autores, testículo. Presenta dos picos de frecuencia a los 5-
cuando las masas retroperitoneales son unilaterales, 9 años y a los 25-35 años. La bilateralidad es algo
proponen la orquiectomía profiláctica, ya que, en algu- más frecuente que en los tumores de células ger-
nos casos, se han encontrado focos microscópicos de minales y se produce en el 5-10%. Se desconoce la
tumor en la pieza. etiología y no se ha encontrado relación con la
criptorquidia.
El tratamiento es similar al de los tumores de tes-
tículo. Si es un seminoma de escaso volumen se trata- Clínica
rá con radioterapia, y si no, con quimioterapia. Los Estos tumores son productores de andrógenos y
tumores no seminomatosos se tratarán con quimio- por este motivo se presentan siempre bajo un sín-
terapia primaria y si la masa es asequible a cirugía. Los drome endocrino. Cuando afecta a un niño se produ-
resultados en general no son buenos, salvo en el caso ce virilización, en los adultos suele ser asintomático,
de las masas sacrococcígeas, que suelen ser benignas
salvo la aparición de ginecomastia que se produce en
y bien delimitadas, con lo que la cirugía suele ser cura-
el 20-25% de los casos. En el niño son siempre tumo-
tiva. Los tumores situados en la glándula pineal se tra-
res benignos, en el adulto hasta un 10% pueden ser
tan con radioterapia primaria pues los resultados con
malignos.
cirugía no han sido satisfactorios.
Por la elevación de la producción de andrógenos
se produce una elevación de los 17 cetoesteroides y
TUMORES DE CÉLULAS estrógenos en suero y orina.
NO GERMINALES
Tratamiento
Constituyen entre un 5-10% del total de tumores El tratamiento en la gran mayoría de los casos
de testículo. Los tres tumores fundamentales de este consiste solamente en la orquiectomía radical.
Infecciones del
tracto urinario
H. U. La Princesa. Madrid
Palabras clave: Infección del tracto urinario. Cistitis. Pielonefritis. Uretritis. Prostatitis.
Índice capítulo 34
Infecciones del
tracto urinario
Definición ............................................................................................................................................................................ 615
Clasificación...................................................................................................................................................................... 616
Incidencia y factores de riesgo....................................................................................................................... 616
Etiología................................................................................................................................................................................ 616
Clínica..................................................................................................................................................................................... 616
Diagnóstico........................................................................................................................................................................ 617
Tratamiento...................................................................................................................................................................... 618
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 620
34. Infecciones del tracto urinario
capítulo 34
Infecciones del
tracto urinario
CLASIFICACIÓN ETIOLOGÍA
Las infecciones del tracto urinario se pueden divi- La orina es un excelente medio de crecimiento
dir en dos grandes grupos: para muchos microorganismos. Sin embargo la mayo-
ría de las ITU están producidas por un grupo limitado
1) Infecciones urinarias bajas: de patógenos y el 95% está producido por una única
• Cistitis especie bacteriana. Los microorganismos más fre-
• Prostatitis cuentes en las infecciones urinarias son los bacilos
• Uretritis gram (-), y de ellos los pertenecientes a la familia
Enterobacteriaceae, siendo E. coli el más aislado, hasta
2) Infecciones urinarias altas: en el 80% de las ITU no complicadas. El resto están
• Pielonefritis producidas por otras enterobacterias (Proteus mirabi-
lis, Klebsiella sp) y S. saprophyticus, siendo este último
el segundo agente en orden de frecuencia (5,6,7).
INCIDENCIA
Y FACTORES DE RIESGO Las infecciones urinarias son diferentes en los
pacientes que contraen la infección de manera extra-
Las infecciones del tracto urinario (ITU) represen- hospitalaria que en aquellos con infección durante
tan una de las entidades clínicas más prevalentes. Puede ingreso hospitalario. En estas últimas es más frecuente
afectar a individuos de cualquier edad y condición, con la infección por dos o más bacterias (Proteus, Klebsiella,
una incidencia especial en mujeres de cualquier edad, Enterobacter spp, Pseudomona aeruginosa, estafilococos
hombres de edades extremas de la vida, inmunodepri- y enterococos), cepas resistentes, nuevas especies pató-
midos y en pacientes con cualquier anomalía. genas, infecciones cruzadas entre enfermos portado-
res de catéteres o drenajes de heridas, y alrededor de
La ITU constituye la principal causa de sepsis en un 5% de infecciones por hongos oportunistas, siendo
pacientes hospitalizados y hasta un 50% de las infeccio- la Candida sp la más frecuente (5,8).
nes nosocomiales tienen su origen en el tracto urinario,
en relación su mayoría con catéteres urinarios. Llegan a Los estreptococos del grupo B causan ITU en
representar un 10% de las bajas laborales, estimándose recién nacidos y en embarazadas. Los gérmenes anae-
que de un 20% a un 35% de las mujeres presentan al robios rara vez producen ITU y su aislamiento en cul-
menos un episodio de ITU a lo largo de su vida (5). tivo puede representar una contaminación (5).
En la infancia su incidencia supone el 2% de los
En el caso específico de la uretritis hay que dife-
neonatos, 1% en lactantes, 4,5% en edad preescolar,
renciar claramente dos orígenes infecciosos: así en
2% en edad escolar femenina. En los niños las infec-
parte de los casos se trata de una uretritis gonocó-
ciones más frecuentes son las pielonefritis y la bacte-
cica por Neisseria gonorrhoae, en el resto el origen es
riuria asintomática . Durante el primer año de vida son
no gonocócico, apareciendo entonces gérmenes
más frecuentes en el varón, probablemente en rela-
como Chlamidia trachomatis, Ureaplasma urealyticum,
ción con anomalías congénitas de la uretra. En adultos
Tricomonas vaginalis, Mycoplasma genitalium y bacilos
son más escasas en el varón, con una incidencia menor
gram (-) (9).
del 0,5% (excepto en homosexuales y heterosexuales
a partir de 5.ª y 6.ª década, donde aumenta hasta un
10% debido a la obstrucción provocada por HBP y el
aumento de instrumentaciones urológicas) y habitua- CLÍNICA
les en mujeres, especialmente durante periodos de
actividad sexual y en el embarazo, así como si se aso- Las manifestaciones clínicas de la ITU son varia-
cian la utilización de DIU y/o espermicidas (5,6). En el bles y dependen de la edad del paciente y localización
hombre el tipo de infección más frecuente es la ure- de la infección. Puede ser asintomática y manifestarse
tritis y la prostatitis. En la mujer es la cistitis aguda (6). únicamente por bacteriuria en el urocultivo.
La cistitis se caracteriza por aparición de disuria, hospitalario. En la historia clínica se estudiarán con
polaquiuria y micción urgente (síndrome cistítico). especial detalle episodios previos de ITU, enfermedad
Algunos pacientes pueden manifestar tenesmo, dolor renal preexistente, historia de cirugía o manipulación
suprapúbico que aumenta con la micción (estrangu- urológica reciente, presencia de catéter urinario,
ria), y hematuria. La fiebre y otras manifestaciones sis- embarazo, enfermedades o condiciones que predis-
témicas son raras (3,5). pongan a un aumento de frecuencia o gravedad de
una ITU (diabetes, inmunosupresión, enfermedad neu-
La prostatitis aguda se presenta clínicamente con rológica, trasplante renal) y, en el caso de varones,
fiebre, escalofríos, dolor lumbosacro y perineal, males- patología prostática asociada. Importante es también
tar general e intensas molestias miccionales (disuria, recoger información sobre exposición previa a antimi-
polaquiuria e incluso obstrucción parcial o total de la crobianos, dado que pueden alterar la flora endógena
micción), siendo todos ellos más difusos en el caso de e influenciar la selección empírica del antibiótico (5,9).
la prostatitis crónica, pudiendo añadirse en este caso
alteraciones en el ámbito sexual (eyaculación doloro- Diagnóstico de laboratorio:
sa, hemospermia, disfunción eréctil, etc.) (3,5).
Análisis de sangre:
La uretritis cursa con molestias uretrales en forma En la evaluación inicial de una pielonefritis aguda
de dolor, escozor o prurito, a lo que puede añadirse está indicada la realización de una analítica general
síndrome miccional (polaquiuria, sensación de micción básica que incluya un hemograma con determinación
imperiosa y tenesmo). Suele acompañarse de secre- de la fórmula leucocitaria, glucemia, ionograma y prue-
ción supurativa por el meato de diferente aspecto bas de función renal y hepática.
según el germen causante (3,5).
Análisis de orina:
La pielonefritis aguda se manifiesta clínicamente Previa higiene se desechará la primera parte de la
por escalofríos, fiebre, dolor lumbar, náuseas, vómitos, micción, así como la última. Analizándose entonces
disuria y polaquiuria. A pesar de que la bacteriemia la fracción media de la misma.
puede estar presente, la aparición de shock séptico es
poco habitual. Los abscesos renales y perinéfricos • Sedimento de orina: detección de piuria, hematuria,
representan dos formas infrecuentes de infección pH urinario y nitritos (+).
parenquimatosa que, a diferencia de pielonefritis
aguda, es más insidiosa, con fiebre prolongada y sínto- • Urocultivo:
mas constitucionales asociados o no a dolor lumbar y
- Estudio cuantitativo:
en flanco (7). La pielonefritis crónica no representa a una
infección urinaria como tal, sino las secuelas renales de
Puede considerarse positivo si > 1.000 UFC/ml
ITU que han ocurrido previamente (7). En estos pacien-
en cistitis aguda y si es >10.000 UFC/ml en el
tes se observan grados variables de atrofia, adelgaza-
caso de la pielonefritis femenina. Para el resto
miento cortical, aplanamiento de los cálices y fibrosis.
de casos se considerará positivo un recuento >
100.000 UFC/ml.
Pueden ser de utilidad en algunos casos. Otros tratamientos eficaces son fosfomicina tro-
metamol en dosis única o pauta corta, trimetoprim-
• Radiografía simple: Sospecha de urolitiasis o en caso sulfametoxazol o amoxicilina en dosis única oral, aun-
de PN aguda en diabéticos pues permite descartar que se han observado mayores porcentajes de recu-
la existencia de gas (pielonefritis enfisematosa) (10). rrencia precoz con estas pautas monodosis (5).
(v. parenteral): Cefotaxima 1 g i.m. (du) o Ceftria- nas de tercera generación (Ceftriaxona 1-2 g/d,
xona 1g. i.m. (du). Cefotaxima 1-2 g/12 h), Aztreonam (1-2 g/8 h),
aminoglucósido (Amikacina 1g/d) o en algunos
Se aconseja prevenir la infección por Clamydia casos específicos carbapenemes (Imipenem 500
trachomatis (25%) mediante Azitromicina 2 caps. de mg/6-8 h).
500 mg (du) o Doxiciclina 1 cap. 100 mg/12 h duran-
te 7 días (9,12). • Ante la presencia de pielonefritis complica-
das o severas (varones, inmunodeprimidos,
No gonocócica: secundaria a obstrucción) el paciente debe ser
(v. oral): Doxiciclina 1 cap. 100 mg/12 h durante 7 hospitalizado para instaurarse un tratamiento
días o Ofloxacino 1 comp. de 200 mg (du). (v. paren- antibiótico intravenoso prolongado (se recomien-
teral) Ceftriaxona 1 g i.m. (du) (7). dan 20 días), no pudiendo descartarse en algunos
casos el tratamiento quirúrgico.
PROSTATITIS
• Durante el embarazo se limita considerable-
• Aguda: Medidas generales (reposo en cama, mente la elección de antibióticos. Amino, carbos y
baños de asiento e ingesta abundante de líquidos) penicilinas solos o asociados al ácido clavulánico,
además de paracetamol 500 mg/8 h v.o y/o diclo- ureidopenicilinas, cefalosporinas y aztreonam pue-
fenaco sódico 50 mg/8 h para tratar la fiebre, den administrarse sin riesgo. Los aminoglucósidos
dolor e inflamación existentes (3). deben restringirse solo a aquellos casos de grave-
dad y durante cortos espacios de tiempo. Contrain-
Existen gran cantidad de pautas posibles. dicadas las fluorquinolonas y sulfamidas.
Ampicilina 2 g/6 h (i.v.) + Gentamicina 240 mg/24
h. Ciprofloxacino 400 mg/12 h. (i.v.) hasta apirexia • En pacientes pediátricos también están con-
+ Ciprofloxacino 500-750 mg/12 h. hasta 10 días traindicadas las fluorquinolonas. En pacientes
(v.o). Ofloxacino 200 mg/12 h (v.o.) o levofloxaci- menores de 18 meses se recomienda ingreso
no 500 mg/24 h durante 4 semanas. Ceftriaxona hospitalario. El tratamiento consiste en un régi-
1 g/24 h (i.v.) o Cefotaxima 1g/6-8 h (i.v.). duran- men de aminoglucósido asociado a una cefalos-
te 2 semanas (12,13). porina de tercera generación por vía parenteral
durante 10-15 días. En aquellos mayores de 18
• Crónica: En caso de prostatitis crónica bacteriana meses el tratamiento es similar al de un adulto (3,5,6).
está indicado tratamiento antimicrobiano en
diversas pautas. Fluorquinolonas 4-12 semanas: INFECCIÓN URINARIA
Ciprofloxacino 500 mg/12 h v. oral. Trimetropim ASOCIADA A CATÉTER
160 mg/12 h v. oral durante 6 semanas. Doxici-
clina 100 mg/12 h durante 6 semanas (9). Además • Existen algunos aspectos muy distintivos muy
se puede asociar un alfa-bloqueante (9). notables en la microbiología de las ITU en pacien-
tes con sonda. Con frecuencia son infecciones
PIELONEFRITIS polimicrobianas, donde el E. coli abandona el pro-
tagonismo, siendo frecuente el aislamiento de
• En ausencia de afectación general se puede bacterias gram negativas como P. aeruginosa y K.
administrar una dosis de 1 g de Ceftriaxona i.v. pneumoniae, gram positivas como E. faecalis y leva-
para continuar con tratamiento oral empleando duras del tipo de las cándidas, mostrando además
una cefalosporina de tercera generación durante elevadas tasas de resistencia a los antibióticos (9).
10-14 días.
• La prevención es sin duda la mejor medida para
• Cuando se compruebe afectación general se reducir la morbimortalidad en infecciones relacio-
procederá al ingreso hospitalario e instauración de nadas con catéteres urinarios. Una inserción esté-
tratamiento intenso intravenoso con cefalospori- ril, el uso de sistemas cerrados y la retirada pre-
Infecciones urinarias
no complicadas
Palabras clave: Infección urinaria. Cistitis aguda. Pielonefritis aguda. Prostatitis aguda
bacteriana. Bacteriuria asintomática.
Índice capítulo 35
Infecciones urinarias
no complicadas
Introducción ..................................................................................................................................................................... 625
Conceptos generales................................................................................................................................................ 625
Epidemiología ................................................................................................................................................................. 625
Etiología................................................................................................................................................................................ 626
Patogenia............................................................................................................................................................................. 626
Formas clínicas .............................................................................................................................................................. 628
Terapéutica de las infecciones urinarias no complicadas..................................................... 632
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 635
35. Infecciones urinarias no complicadas
capítulo 35
Infecciones urinarias
no complicadas
INTRODUCCIÓN EPIDEMIOLOGÍA
La infección del tracto urinario comprende una Las infecciones del tracto urinario son las más fre-
amplia variedad de patologías cuyo denominador común cuentes en la práctica clínica diaria, después de las
es la colonización bacteriana progresiva de los tejidos y enfermedades del aparato respiratorio, con una inci-
vías que se extienden desde el meato uretral hasta la dencia que varía con la edad y el sexo del paciente.
corteza renal y que son, después de las del aparato Aproximadamente un 1% de los niños y un 3% de las
respiratorio, las infecciones más frecuentes en nuestro niñas tienen una ITU sintomática en los primeros 10
medio. Este carácter universal hace que otras especia- años de vida. En el varón, la mayor incidencia se da en
lidades médicas se interesen por ellas y las traten, el primer mes de vida en una proporción 2,5:1 res-
pero no por ello debe prestársele poca atención, pues pecto a las niñas. Progresivamente se va invirtiendo y
aunque se tienda a restarles importancia, el conoci- a partir del primer año es más frecuente en el sexo
miento adecuado de lo que se entiende como senci- femenino; a los 10 años de edad la proporción es de
llo, lleva a comprender y tratar de manera satisfacto- 1:20. La presencia de bacteriuria en la niñez condicio-
ria lo más complejo. na un mayor riesgo para el desarrollo de infección uri-
naria sintomática en la vida adulta. A partir de los 5
años la prevalencia de bacteriuria aumenta con la
edad alrededor de un 1% por cada década de vida;
CONCEPTOS GENERALES entre el 1 y el 3% de mujeres jóvenes padecen al
menos un episodio de ITU al año. A estas edades, las
Las infecciones del tracto urinario (ITU) se clasifi- ITU son 30 veces más frecuentes en mujeres que en
can en función de su gravedad en: complicadas y no hombres, siendo la mayor parte de ellas cistitis no
complicadas y, según su localización, en: superiores e complicadas. Diversos estudios han comprobado que
inferiores. la prevalencia de bacteriuria entre mujeres embaraza-
das y no embarazadas, no difiere, en contra de lo que
Se habla de infección urinaria no complica- se creía. Aproximadamente, un 6% de embarazadas
da cuando afecta a individuos con un tracto urinario presenta bacteriuria. Aunque la prevalencia de bacte-
estructuralmente normal y cuyos mecanismos de riuria sea similar entre ambos grupos, lo que sí aumen-
defensa se encuentran intactos. Interesa principalmen- ta significativamente son los casos de infecciones sin-
te a mujeres jóvenes y la mayoría responden bien a tomáticas en las embarazadas; existiendo un mayor
tratamiento antibiótico adecuado. riesgo para el desarrollo de pielonefritis, con una inci-
dencia durante la gestación de 1-4%. Las ITU son
Se considera infección urinaria complicada raras en varones por debajo de los 50 años, salvo en
aquella que afecta a individuos de ambos sexos que los primeros meses de vida. Su aparición se ha consi-
presentan alguna anormalidad estructural o funcional derado indicativa de anomalía en la vía urinaria y, por
en su tracto urinario; también se incluyen en este tanto, se han venido tratando como infección compli-
grupo las que ocurren en personas con una enferme- cada. Sin embargo, excepcionalmente se han descrito
dad de base que predisponga a sufrir este tipo de ITU no complicadas en varones entre 20-50 años.Tras
infecciones (diabetes, inmunosupresión, etc.). la menopausia la mujer está más predispuesta a la ITU,
ya sea por pérdida de estrógenos que aumenta el pH Vías de acceso de los gérmenes
vaginal y altera la flora endógena, o vaciado incomple- al aparato urinario
to de la vejiga. Más del 20% de mujeres mayores de
65 años presentan bacteriuria. En los hombres tam- Tradicionalmente son tres las vías por las que los
bién se observa un aumento de la prevalencia de ITU gérmenes llegan al aparato urinario: ascendente, la
con la edad, fundamentalmente por causa prostática. más frecuente; hematógena y linfática, siendo esta últi-
A partir de los 80 años la proporción hombre/mujer ma apenas trascendente.
en estas edades es de aproximadamente 1:2.
La vía ascendente es el mecanismo más impor-
tante en la producción de las ITU, representando el
ETIOLOGÍA 80% de los casos. La flora intestinal, uretral, vaginal y en
general la localizada en la región perineal, llega a la vía
La inmensa mayoría de las ITU son causadas por urinaria de manera ascendente, esto explica la altísima
bacterias gramnegativas, generalmente intestinales, incidencia de las infecciones urinarias en la mujer, pro-
siendo la Escherichia coli el microorganismo implicado piciada por su configuración anatómica. Los gérmenes
en el 65-80% de los casos, tanto en ambiente hospi- colonizan en primer lugar la región perineal y la uretra
talario como en la comunidad, seguido de Proteus distal, introduciéndose y ascendiendo hasta la vejiga y
mirabilis y con menos frecuencia Enterococcus faecalis, posteriormente al uréter, pelvis y parénquima renal.
Staphylococcus saprophyticus, Streptococcus agalactiae, Entre un 60-90% son producidas por E. coli.
Klebsiella pneumoniae y otros bacilos gramnegativos.
Existen ciertos microorganismos que aparecen más La vía hematógena supone un porcentaje
frecuentemente en un determinado grupo de pobla- menor que la ascendente, siendo los gérmenes más
ción, como por ejemplo Staphylococcus saprophyticus frecuentes Salmonella spp, Mycobacterium tuberculosis
en mujeres jóvenes y Proteus en los varones menores y Histoplasma dubossii, que previamente han ocasio-
de 14 años y en los mayores de 60. Los gérmenes nado una infección en otra parte del organismo.
implicados en las ITU de mujeres embarazadas son los
Los riñones sanos presentan especial resistencia a la
mismos que para las no embarazadas de su misma
infección hematógena por E. coli, no sucediendo así con
edad. En los pacientes portadores de catéteres o con
otros bacilos gramnegativos como proteus o pseudomo-
alteraciones del tracto urinario, la Pseudomona aerugi-
na. Sin embargo los riñones patológicos son fácilmente
nosa, juega un papel principal, sobretodo a nivel hos-
colonizados por E. coli a través de esta vía. Cuando se
pitalario. Las ITU por anaerobios son muy raras. La
produce una infección urinaria por gramnegativos, ésta
presencia de otros microorganismos como protoplas-
va precedida por una septicemia, la cual ocurre con
tos, Micobacterias, hongos (Candida albicans), virus
mayor frecuencia en el recién nacido y es en este perio-
(Herpes zoster y simple), Trichomonas vaginalis,
do cuando la vía hematógena es más frecuente, siendo
Ureaplasma urealyticum y Chlamydia trachomatis, parti-
el Staphylococcus aureus su mayor exponente.
cipan con diferente incidencia como agente etiológico
de las ITU.
Factores que influyen en la infección
urinaria
PATOGENIA Existe una serie de factores intrínsecos y extrínse-
cos que predisponen a la infección y factores propios
Las infecciones urinarias se producen como con- de los gérmenes, como virulencia y resistencia bacteria-
secuencia de la llegada y colonización del patógeno na, a los cuales se oponen los mecanismos de defensa.
a la vía urinaria. Esta colonización es debida en parte
al fracaso de los mecanismos de defensa del indivi- Los factores de virulencia son fundamentales
duo y a una serie de factores propios del germen y en la producción de las infecciones urinarias, sobre
a otros que predisponen a que la infección se defina todo en los enfermos con los mecanismos de defen-
como tal. sa intactos.
bacteriana y elimina de forma eficaz los microorganis- de cepas resistentes a los antibióticos, sus efectos
mos que acceden a la vejiga. La micción normal es un adversos y el costo elevado, hacen que no esté justi-
mecanismo clave para evitar la infección urinaria ya ficada la realización de pruebas de screening, ni el tra-
que impide la multiplicación bacteriana. tamiento de la bacteriuria asintomática en esta
población.
El pH ácido de la orina, la osmolaridad extrema, la
concentración elevada de urea y ácidos orgánicos, Por el contrario, es esencial detectar la presencia
interfieren en el metabolismo bacteriano. El efecto de de bacteriuria asintomática en la mujer embarazada
dilución y la presencia de lisozimas y de inmunoglo- y tratarla lo antes posible. La ITU es la complicación
bulinas dificultan la colonización. La propia mucosa infecciosa más común del embarazo, siendo la pri-
vesical posee capacidad bactericida y antiadherente. mera causa de fiebre durante el mismo. Existe una
La pared vesical secreta inmunoglobulinas (IgA e IgG) gran morbilidad para el feto (infección fetal, bajo
que aglutinan a las bacterias y dificultan su adherencia. peso al nacer, prematuridad, mortalidad...) y para la
madre (anemia, pielonefritis), por lo que es altamen-
De igual manera, el pH ácido de las secreciones te recomendable realizar un urocultivo a toda mujer
vaginal y prostática posee propiedades bactericidas, en el primer trimestre del embarazo. Ante un uro-
que unidas a factores antiadherencia y a la secreción cultivo inicial negativo, no está justificado repetirlos
de inmunoglobulinas locales proporcionan mecanis- más que una vez al trimestre, ya que la mayoría de
mos defensivos eficaces. infecciones que se adquieren en fases tardías del
embarazo serán sintomáticas y por tanto fácilmente
A nivel renal se constata que la médula es mucho detectadas.
más sensible que el córtex a la colonización bacteria-
na ya que la hipertonicidad y la alta concentración de Los pacientes portadores de sonda urinaria son
amonio, reducen la llegada de los leucocitos e inacti- candidatos, de manera irremediable, a presentar bac-
van el complemento; mecanismos que son funda- teriuria. El motivo es la existencia de un biofilm que
mentales a nivel cortical para mantener una fagocito- explica la patogenia de la mayoría de las ITU en
sis activa. La proteína de Tamm-Horsfall, secretada pacientes sondados. Este biofilm consiste en una pelí-
por el túbulo renal, se une a las fimbrias tipo 1, impi- cula que recubre la parte interna y externa del caté-
diendo así que éstas lo hagan a las células del urote- ter, formada por gérmenes que se adhieren entre sí y
lio vesical. por una matriz compuesta por sustancias extracelula-
res del huésped y de secreciones bacterianas. Esto
conduce de manera inevitable a la presencia de gér-
menes altamente resistentes. La bacteriuria es prácti-
FORMAS CLÍNICAS camente imposible de evitar y si es asintomática no se
recomienda su tratamiento. Si existe clínica de infec-
La expresión clínica de la infección no complicada ción, además del tratamiento adecuado, procede cam-
del tracto urinario abarca, teóricamente, todas las biar la sonda y con ella las características del biofilm
estructuras que lo conforman. que es el caldo de cultivo para nuevas reinfecciones.
No existen estrategias efectivas de cara a evitar la
Bacteriuria asintomática bacteriuria en los sondajes crónicos.
Tabla 2. Factores de riesgo de colonización renal. factores de riesgo, se les debe solicitar un urocultivo
antes y después del tratamiento con antibióticos.
FACTORES DE RIESGO DE
COLONIZACIÓN RENAL Ante la ausencia de respuesta clínica, está indica-
da la realización de un urocultivo con su antibiograma,
• Síntomas de más de 7 días de evolución ya que el germen puede ser resistente y se debe soli-
• Sospecha de ITU superior (dolor lumbar, fiebre, citar también un cultivo de exudado vaginal (Figura 1).
escalofríos) Se recomienda estudiar a todos los hombres jóvenes
• Diabetes mellitus después de su primer episodio y a los ancianos tras las
• Embarazo recaídas.
• Tratamiento y/o enfermedad inmunosupresor/a
• Litiasis renal o insuficiencia renal Pielonefritis aguda
• Anomalías urológicas funcionales o estructurales
conocidas Es la inflamación infecciosa del parénquima y pel-
• Cateterización del tracto urinario, vis renal, de inicio brusco, que aparece en todas las
instrumentación en las últimas 2 semanas edades y en ambos sexos, aunque con predominio del
• Alta hospitalaria en las últimas 2 semanas sexo femenino. En los casos no complicados el germen
• Edad < 18 años o > 65 años causante es E. coli en el 80% de los casos, pero cuan-
• Episodios de pielonefritis aguda en los 3 últimos do existe un proceso obstructivo asociado, Proteus,
meses Pseudomona o Klebsiella, son los más frecuentes.
Clínica
Clínica Debe sospecharse en pacientes con fiebre, escalo-
Se caracteriza por dolor miccional, manifestado fríos, sudoración profusa y dolor en fosa renal, general-
como tal o como una sensación urente (escozor) al ori- mente unilateral, precedido en la mayoría de los casos
nar; polaquiuria y tenesmo miccional, que pueden de disuria, polaquiuria, tenesmo y/o escozor miccional.
acompañarse de urgencia/incontinencia miccional, dolor El dolor a veces puede irradiarse a epigastrio o seguir
suprapúbico y hematuria. La orina puede ser de el trayecto ureteral pudiendo ser confundido con un
aspecto turbio y/o maloliente. El paciente no muestra cuadro de cólico nefrítico. Puede observarse una pos-
deterioro del estado general ni fiebre. La presencia de tura antiálgica (escoliosis lumbar con la concavidad
un síndrome miccional, acompañado de afectación gene- mirando al lado afecto). La palpación bimanual, habi-
ral con fiebre, tiene que hacer sospechar que exista una tualmente dolorosa (sobre todo a nivel del punto cos-
pielonefritis aguda, y en el varón, además, descartar una tolumbar de Guyón), puede poner de manifiesto un
prostatitis aguda. aumento del tamaño renal. No es infrecuente que se
asocie timpanismo con disminución o ausencia de rui-
Diagnóstico dos hidroaéreos. La orina suele ser maloliente y acom-
Se basa en una correcta historia clínica con una pañada o no de hematuria.Además pueden existir náu-
precisa anamnesis y exploración, que orientará hacia seas, vómitos, mialgias, etc. En definitiva, un compromi-
el diagnóstico. La sospecha se confirmará por la pre- so del estado general, pudiendo llegar a ocasionar, en
sencia de leucocitos en el sedimento de orina, que no casos muy graves y complicados, un cuadro de shock
suele ser muy intensa y con frecuencia asociada a séptico.También pueden observarse pielonefritis agudas
hematuria. En el sistemático de orina se puede encon- subclínicas, en las que sólo se aprecia sintomatología de
trar, nitritos y/o esterasa leucocitaria. tracto urinario bajo sin afectación del estado general
con escaso dolor en zona lumbar y febrícula.
Una buena historia clínica y un análisis de orina, resul-
tan suficientes para diagnosticar un episodio de cistitis Diagnóstico
aguda no complicada, sin necesidad de realizar uroculti- El diagnóstico se efectúa mediante la clínica junto
vo, en tanto en cuanto no existan factores de riesgo de con la realización de un urocultivo y una analítica de
colonización renal (Tabla 2). A los pacientes con estos rutina (orina, hemograma, bioquímica y coagulación).
+ - Tratamiento antibiótico
pauta corta (3 días)
Nuevo estudio
Urocultivo - +
control Curación
Curación
+ -
Síntomas urinarios
altos
SÍ NO
Urocultivo
Ecogrfía
Laboratorio Manejo
Hospit alización
antibiótico IV ambulatorio
reevaluar a las Antibiótico
48 horas Factores y reevaluación
asociados 48 horas
Urocultivo contol
Cambiar 48 h Afebril las 2 semanas después Síntomas Empeoramiento
antibiótico Tratamiento v.o. leves general
según durante 14 días
antibiograma Valorar alta
+ -
Cambiar Hospitalización
antibiótico y
tratamiento
Nuevo estudio Curación 14 días
Etiología: Los microorganismos causantes de la pues la próstata inflamada es adecuada para cualquier
mayoría de estos procesos son los bacilos gramnegati- antibiótico, en la fase inicial.
vos entéricos, destacando entre ellos la E. coli. Pueden
existir abscesos prostáticos causados por Staphylococcus Exploración: Cuando se sospecha una prostati-
aureus llegados por vía hematógena. tis aguda, el tacto rectal debe realizarse con suma deli-
cadeza, poniendo de manifiesto una próstata caliente,
Patogenia: La llegada de los gérmenes a la glán- hinchada, sensible, dolorosa a la palpación. El masaje
dula prostática es generalmente retrógrada, a partir prostático está contraindicado por el peligro de pro-
del tracto urinario inferior o bien a través de la vía lin- vocar o incrementar una bacteriemia.
fática desde la zona rectal. Pocas veces existe como
factor causal el antecedente de instrumentación ure- Laboratorio: En el análisis de orina se aprecia la
tral o de cirugía prostática. presencia de bacteriuria casi por norma, por lo que el
germen causante podrá aislarse en el urocultivo y con
Clínica: Se inicia de forma brusca, con fiebre alta, frecuencia en el hemocultivo. El antígeno prostático
escalofríos, dolor perineal y en la zona baja de la espal- específico (PSA) puede encontrarse elevado, aunque
da, también puede acompañarse de síntomas urina- se normaliza tras administración de tratamiento anti-
rios como polaquiuria y disuria, pudiendo llegar a pro- biótico adecuado. En el líquido prostático se pueden
ducir un cuadro de retención urinaria por obstruc- observar leucocitos polimorfonucleares y bacterias en
ción. Generalmente responden bien al tratamiento, la tinción de gram.
rio la realización de estudios diagnósticos profundos que los agentes causales son unos pocos tipos de
en niños y niñas menores de 3 años con primoinfec- microorganismos cuya susceptibilidad a los antimicro-
ción urinaria, así como en niñas menores de 3 años bianos es predecible. Independientemente del anti-
con un segundo episodio de ITU o cuando existan biótico que se utilice, se recomienda como más apro-
síntomas de pielonefritis o ITU complicada. piada una duración corta de tratamiento, pauta de 3
días. Varios estudios demuestran que pautas de 7 días
Hay situaciones que precisan de pautas profilácti- o más no ofrecen un beneficio terapéutico añadido
cas prologadas como ocurre en los niños con reflujo que justifique sus inconvenientes (resistencias, efectos
vesicoureteral no quirúrgico con infección sintomática secundarios, alto coste). La pauta de dosis única tam-
o no, y en casos de recurrencias frecuentes (3-4/año) bién puede ser usada en estas ocasiones pero, en
o los que tienen una anomalía urológica sin posibilidad general, se obtienen tasas de curación más bajas y es
quirúrgica (algunas vejigas neurógenas). más frecuente la aparición de recurrencias que con la
pauta de 3 días.
Para el tratamiento supresivo se puede emplear
nitrofurantoína, cefalexina, cotrimoxazol, durante un La fosfomicina es un fármaco usado frecuente-
periodo no inferior a 6 meses, reanudando el trata- mente en dosis única, pero no es eficaz frente al
miento durante otros 12 meses si recurriera la infec- Staphylococcus saprophyticus, segundo agente etioló-
ción antes de los 3 meses de la supresión. La dosis anti- gico más frecuente en este grupo. Los mejores resul-
biótica debe ser entre un tercio o la mitad de la dosis tados obtenidos con dosis única han sido con cotri-
total diaria en una toma, al acostarse. La única duda moxazol (trimetroprim+sulfametoxazol) y los peo-
respecto al tratamiento son las bacteriurias no compli- res con beta-lactámicos del tipo ampicilina y cefalos-
cadas que asientan en niñas mayores; muchos autores porina. Entre ambos extremos, y siempre frente a
prefieren controlarlas sin terapia farmacológica. cepas sensibles, figuran los resultados obtenidos con
las fluorquinolonas y con fosfomicina-trometamol. En
Mujer joven con cistitis aguda cualquiera de los regímenes de dosis única la eficacia
es menor que en la pauta de 3 días. A su vez, debi-
Además de las medidas generales citadas, que do a que los síntomas pueden persistir uno o dos
cobran especial importancia en este caso, el trata- días tras una monodosis eficaz, el tratamiento con
miento se basa en el uso de antibioticoterapia empí- dosis única puede dar falsa sensación de fracaso
rica de inicio (Tabla 4), sin necesidad de urocultivo, ya terapéutico.
Infecciones urinarias
complicadas
Hospital de Cruces.Vizcaya
Infecciones urinarias
complicadas
Introducción ..................................................................................................................................................................... 641
Etiología................................................................................................................................................................................ 641
Patogenia............................................................................................................................................................................. 642
Cuadro clínico................................................................................................................................................................. 642
Diagnóstico........................................................................................................................................................................ 643
Tratamiento...................................................................................................................................................................... 643
Situaciones específicas ........................................................................................................................................... 644
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 648
36. Infecciones urinarias complicadas
capítulo 36
Infecciones urinarias
complicadas
INTRODUCCIÓN - RVU (reflujo vésico-ureteral).
- Instrumentación urológica.
Las infecciones del tracto urinario complicadas - Obstrucción: litiasis, neoplasias, HBP, esteno-
(ITUC) son definidas por las “Guías de la Asociación sis uretral, compresión extrínseca.
Europea de Urología” como aquellas infecciones uri-
narias asociadas bien a anormalidades (estructurales - Estructurales:
y/o funcionales) del tracto genitourinario (TGU) bien - Malformaciones: valvas uretrales, síndrome
a enfermedades subyacentes aumentando de este unión pielo-ureteral, patología ureteral (megau-
modo el riesgo de infección o fallo terapéutico. réter, uréter ectópico).
- Complicaciones quirúrgicas.
Estas guías también clasifican las ITUC según el - Neovejigas.
pronóstico:
2. Enfermedades subyacentes que predisponen o
1. Aquellas en las que los factores que “complican” aumentan el riesgo de la ITU.
la infección urinaria (ITU) pueden ser eliminados
(litiasis, catéter). - Disminución de la inmunidad: trasplante renal,
VIH, inmunosupresión yatrogénica, enferme-
2. Aquellas en las que el factor no puede ser elimi- dades de inmunodeficiencia.
nado (vejiga neurógena). - Diabetes mellitus (DM).
- Insuficiencia renal crónica (IRC).
Las Medical Research Council Board, Infectious - Edad avanzada.
Diseases Society of America y European Society of - Neoplasias.
Clinical Microbiology definen las ITUC como aquellas - Hospitalización, institucionalización.
que padecen pacientes cuyo punto en común es la
presencia de bacterias en la orina y algún factor de 3. Dispositivos en la vía urinaria.
riesgo que provoca bien que la infección sea más viru-
lenta, bien que el paciente sea más susceptible o pre- - Externos.
sente su capacidad defensiva disminuida frente a la - Internos.
infección. Dichos factores se engloban en:
puede ser corregida. Además, en líneas generales minados elementos bacterianos en células uroepitelia-
podemos decir que la etiología es polimicrobiana en les; por otro, la existencia de gérmenes como E. coli
25-30% de los casos (más aún en infecciones de larga con fimbrias P que aumentan su adhesión a las células.
evolución), que además de los gérmenes habituales
pueden presentarse infecciones por otro tipo de gér- - Obstrucción:
menes, oportunistas e infecciones cruzadas. Constituye uno de los factores más importantes
para la persistencia de la infección, así como para la
Por otra parte, el espectro varía según la zona, alteración de los mecanismos de defensa del huésped.
hospital y momento, existiendo gran variabilidad entre Se puede producir a dos niveles:
la etiología y patrón de resistencia antibiótica de un
hospital a otro. 1. Vía urinaria inferior:
Condiciona residuo postmiccional que favorece
De todos modos en casi todas las áreas las ente- la infección y la persistencia bacteriana a nivel
robacterias constituyen el tipo de microorganismo vesical por un lado y por otro la estasis y la pro-
más frecuente (60-75%), siendo E. coli el más común, liferación bacteriana en la vía urinaria superior
sobre todo si es la 1.ª infección. Destacan asimismo secundariamente.
Proteus, Klebsiellla, Pseudomona, Serratia spp y entero-
bacter. 2. Vía urinaria superior:
La estasis urinaria favorece la proliferación de
Además de estos G–, en las ITUC son relativa- gérmenes y la atrofia renal secundaria. A ello se
mente frecuentes G+ (Staf. aureus, Str. coagulasa), añade que el aumento de la presión retrógrada
Corynebacterium urealyticum, hongos o parásitos como produce también atrofia parenquimatosa por
Schistosoma haematobium (no frecuente en nuestro hidronefrosis y el reflujo intrarrenal si existe
medio pero endémico en algunos países). además alteración a nivel de las papilas renales.
Estos factores condicionan finalmente nefropa-
Además, en abscesos renales, prostáticos, etc... se tía intersticial y alteración de la función renal.
pueden presentar gérmenes anaerobios.
Además, la proliferación bacteriana a nivel renal
provoca la activación del sistema inmune con una
PATOGENIA reacción defensiva a nivel local que puede ocasionar
la destrucción progresiva del tejido renal por activa-
Son varios los factores fundamentales implicados ción del sistema de complemento, fagocitosis, opsoni-
en la etiopatogenia de las ITUC. Además del propio zación, etc...).
germen (virulencia, resistencia a antibióticos, etc...), la
vía de invasión y los mecanismos de defensa, también
juegan un papel fundamental en el desarrollo de las CUADRO CLÍNICO
ITUC los siguientes factores:
Las ITUC no presentan signos o síntomas patog-
- Persistencia bacteriana: nomónicos, siendo la forma de presentación muy varia-
Se produce generalmente por la existencia de un ble, desde la bacteriuria asintomática hasta la sepsis.
foco en el que no se cosigue la CIM de antibiótico
(litiasis, catéteres urinarios, necrosis papilar, etc...). Lo que resulta fundamental es realizar una correc-
ta anamnesis para conocer todos los factores de ries-
- Infecciones urinarias recurrentes: go que pudieran estar implicados (alteraciones uroló-
Aún no está claro si las ITU recurrentes se deben gicas, patología subyacente) y recordar también que
a factores relacionados con el huésped o el propio ciertos síntomas, sobre todo del tracto urinario infe-
microorganismo ya que: por un lado se observa una rior, no están únicamente relacionados con la infec-
distribución y número de receptores sensibles a deter- ción, sino con otras entidades.
- Cistitis en:
TRATAMIENTO - Pacientes con patología sistémica que predispo-
ne a la infección:
Es difícil establecer protocolos terapéuticos ya que: Mujer: cefalosporina de 2.ª o 3.ª generación, 7-
10 días, vía oral.
- El espectro de microorganismos causantes de Varón: fluoroquinolonas o cotrimoxazol, 7-14
ITUC y su sensibilidad a los antimicrobianos varía días, vía oral.
de unas poblaciones a otras. - Lesión medular: antibioticoterapia frente a pseu-
domona, fluoroquinolona, cefalosporina o ami-
- La evolución de la severidad de la infección varía noglucósido (parenteral).
según casos. - Alteraciones estructurales:
Por Staphylococo: cefalosporina de 3.ª generación.
- En algunas ocasiones las ITUC adquiridas en la Por E. coli o enterococo: fluoroquinolonas, amo-
comunidad versus las hospitalarias no son correc- xicilina + ácido clavulánico o cefalosporina de
tamente diferenciadas. 2.ª generación, hasta 3-5 días después de ceder
el cuadro. Para el enterococo también válidos:
Aun así existe un paradigma del tratamiento que nitrofurantoína o vancomicina.
se basa en: - Nosocomial: aminoglucósido. Si fracasa o empeo-
ra, añadir fluoroquinolona o cefalosporina de ter-
- Tratamiento antibiótico efectivo + manejo ópti- cera generación para cubrir pseudomona.
mo de las anomalías urológicas o patología sub- - Edad avanzada: cotrimoxazol, fluoroquinolonas,
yacente + medidas de soporte (valorando en cefadroxilo o fosfomicina cálcica durante 7-10 días.
todo momento la severidad del cuadro).
- Pielonefritis aguda:
1. A la hora de la elección del antibiótico hemos de - Pacientes con patología sistémica: durante 14
tener en cuenta lo siguiente: días vía oral:
Cefuroxima axetilo: 500 mg/12 horas.
- Es necesario conocer el espectro posible de Amoxicilina + ácido clavulánico: 500 + 125 mg/
patógenos de nuestro medio y los patrones de 8 horas.
resistencia a los antibióticos de los mismos. Ofloxacino: 400 mg/12 horas.
tipo que fuere puede inducir la infección al provocar * El RVU es una de las malformaciones congéni-
estasis urinario y con ello favorecer el sobrecreci- tas más frecuentes de la infancia. En la mayoría de
miento bacteriano. casos no requiere tratamiento quirúrgico ya que se
estima el 80% evolucionan a la curación espontánea
Sea cual sea el origen, se puede generar un”círculo por maduración de la musculatura de la unión urete-
vicioso” de forma que actúen de forma conjunta y per- rovesical. Aun así, una vez establecido el diagnóstico
petuándose la infección-litiasis (infección→ cálculo→ está indicada la profilaxis antibiótica para evitar la
obstrucción→ estasis→ gérmenes*→ litiasis, y así su- infección y el desarrollo de cicatrices renales y poste-
cesivamente). rior evolución a la IR.
- Éstasis urinario.
Las infecciones precoces suelen estar relaciona-
das con la instrumentación del aparato urinario, el
- Hidronefrosis.
fracaso renal, fístulas urinarias... Las tardías, menos
frecuentes, con alteraciones de la vía urinaria funda-
No existen grandes diferencias en la etiología de
mentalmente.
las ITU, los más frecuentes son también gram negati-
vos, destacando E. coli. Como elemento diferencial, el
Existen una serie de recomendaciones de la EUA
Estreptococo del grupo B que ha de incluirse en el
preventivas y terapéuticas que son las siguientes:
despistaje del urocultivo para evitar la enfermedad y
sepsis neonatal por EGB.
- Tratamiento de la infección en el receptor previo
al trasplante. En cuanto al tratamiento, cabe recordar que no han
de utilizarse durante el embarazo, pero especialmente
- Cultivo del líquido de perfusión y de muestras del durante el primer trimestre, las quinolonas y tetracicli-
donante. nas, y durante el tercero, las sulfamidas.
Prostatitis y dolor
pelviano en el varón
H. U. La Fe.Valencia
Prostatitis y dolor
pelviano en el varón
Introducción ..................................................................................................................................................................... 673
Cuadro clínico................................................................................................................................................................. 675
Diagnóstico y diagnóstico diferencial ...................................................................................................... 675
Tratamiento...................................................................................................................................................................... 679
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 684
38. Prostatitis y dolor pelviano en el varón
capítulo 38
Prostatitis
y dolor pelviano en el varón
INTRODUCCIÓN médico, tendremos servida una problemática urológi-
ca de primera magnitud.
El término prostatitis es utilizado de modo genéri-
co para hacer referencia a una entidad nosológica que Clínicamente existen varios síndromes prostáti-
comprende una gran variedad de alteraciones que cos, por lo que el término genérico de prostatitis
van desde una infección bacteriana aguda o subaguda, requiere una segunda expresión que haga hincapié en
a síntomas inespecíficos del tracto inferior genitouri- el presunto factor etiológico responsable del mismo.
nario caracterizados fundamentalmente por dolor Teniendo en cuenta este hecho el Instituto Nacional
perineal o genital, síntomas miccionales como disuria de Salud de EE.UU. (NIH) propuso, a través de su
y polaquiuria o disfunción sexual en sus diversas mani- panel de expertos, una clasificación que es la vigente
festaciones. Si a esta clínica ambigua le añadimos una en estos momentos dividiendo el síndrome de infla-
prevalencia e incidencia elevadas, mecanismos etiopa- mación prostática en: prostatitis aguda, prostati-
togénicos y fisiopatológicos parcialmente desconoci- tis crónica bacteriana, síndrome de dolor pel-
dos, técnicas diagnósticas complejas y controvertidas viano crónico inflamatorio o no inflamatorio
así como estrategias de tratamiento a menudo frus- y prostatitis inflamatoria asintomática [1]
trantes tanto para el enfermo como para el propio (Tabla 1).
extraordinariamente similar al de la cistitis intersticial den dar lugar a diagnósticos erróneos pues la prosta-
en las mujeres, lo que apuntaría a una neurofisiopato- titis crónica/síndrome doloroso pelviano crónico
logía común. Asimismo se ha demostrado la asocia- (PC/SDPC) se confunde con la HBP, dado que los sín-
ción de dolor pelviano o prostático y la disfunción del tomas del tracto urinario inferior que comparten
suelo pélvico, lo que indicaría un mecanismo etiopa- ambas patologías provienen de una fisiopatología simi-
togénico compartido en relación con la inervación lar en el componente dinámico de afectación del sis-
pelviana[6]. Otro hecho que reforzaría esta teoría es la tema nervioso simpático. De todos los signos clínicos
demostración de una alteración de la sensibilidad al señalados, ninguno de ellos es específico de un tipo
calor/dolor a nivel de la zona perineal que originaría determinado de afección prostática excepto la forma
respuestas dolorosas desproporcionadamente altas a aguda de infección de esta glándula en la cual la clíni-
estos estímulos y que explicaría las dificultades que ca presenta unas características muy bien definidas
implica el tratamiento de estos síndromes dolorosos[7]. con fiebre, mal estado general, disuria, dolor perineal
espontáneo o con la micción y, en ocasiones, reten-
Finalmente, una nueva teoría involucra a las pros- ción aguda de orina.
tatitis crónicas con la llamada “enfermedad pélvica
venosa” que englobaría las hemorroides y el varicoce-
le y en donde una disfunción del retorno venoso del DIAGNÓSTICO Y DIAGNÓSTICO
plexo pelviano sería la responsable de las manifesta-
ciones sobre el área prostática. DIFERENCIAL
Se han descrito como factores conocidos de ries-
Exploración física
go de prostatitis: la fimosis, coito anal no protegido,
Destaca la escasa significación del tacto rectal pues
infecciones del tracto urinario, epididimitis aguda, uso
únicamente la infección aguda ofrece características
de catéteres, resección transuretral de próstata y los
específicas que llevan al diagnóstico. La próstata,
patrones disfuncionales de flujo.
aumentada de tamaño, es muy sensible a la palpación;
el dolor y un vivo reflejo miccional están siempre pre-
sentes. El simple tacto puede ocasionar la emisión por
CUADRO CLÍNICO el meato uretral de un exudado purulento. Por el con-
trario, en las restantes situaciones el tacto es anodino
Los distintos procesos infecciosos o inflamatorios y meramente orientador: aumento mínimo o mode-
que afectan al área uretro-próstato-vesicular cursan rado de tamaño o sensibilidad.
con sintomatología similar. En el caso de los síndromes
crónicos de prostatitis nos encontramos que unas Cultivo fraccionado
veces los síntomas son escasos o inexistentes, com-
portando únicamente alteraciones en el semen que Desde su descripción en 1968 por Meares y
condicionan infertilidad. En otras ocasiones, predomi- Stamey[8] es el método más utilizado en el diagnóstico
nan las manifestaciones sexuales como la disminución de las prostatitis y también el más fidedigno. Se basa
de la libido, pérdida total o parcial de la erección, eya- en la obtención por separado de las fracciones inicial
culación dolorosa, eyaculación precoz, hemospermia o y media de la orina.Tras ello se realiza un masaje pros-
infertilidad. Pero lo más habitual es la existencia de tático recogiéndose en otro recipiente estéril la secre-
dolor pelviano y síntomas urinarios. El dolor es referi- ción procedente de la glándula. Por último, se obtiene,
do a áreas dispares: suprapúbico, perineal, lumbosacro, la orina postmasaje que arrastrará los restos de aque-
escrotal, peneano y cara interna de los muslos. lla que permanezca en la uretra.
Los trastornos urinarios más frecuentes están En consecuencia, el cultivo de la secreción prostá-
representados por la disuria, imperiosidad y polaquiu- tica obtenida por masaje y el de la orina emitida tras
ria tanto diurna como nocturna, micción dolorosa e realizar éste constituyen las muestras en que se ha
incluso retención aguda de orina. Estos síntomas pue- fundamentado, a lo largo de los últimos 20 años, el
diagnóstico microbiológico de prostatitis. Recientes semen, de una o más bacterias gram negativas que no
estudios confirman la superior sensibilidad en el diag- crecen en los cultivos de las fracciones inicial o media,
nóstico de prostatitis crónica de las fracciones EPS o que presenta recuentos superiores, al menos, en
(secreción prostática postmasaje) y VB3 (orina post- una fracción logarítmica. Con estas consideraciones
masaje) frente a las VB1 (orina inicial) y VB2 (orina cuantitativas, el papel de las bacterias gram negativas
media). Sin embargo, no cabe duda de que esta prue- es uniformemente aceptado (E. coli, K. pneumoniae,
ba diagnóstica es laboriosa y desanima a muchos uró- Proteus, son las más habituales). No sucede lo mismo
logos que acaban prefiriendo métodos más rápidos con las gram positivas. Del antiguo criterio de otor-
de diagnóstico. Nickel ha demostrado que utilizando garles responsabilidad cuando cumplían aquel condi-
únicamente la primera fracción del chorro de orina y cionante numérico hemos pasado, tras distintos estu-
la orina postmasaje se obtiene el mismo resultado dios[11], a considerarlas excepcionalmente responsa-
microbiológico que empleando el método de los cua- bles de prostatitis crónica, incluyendo E. faecalis. Su
tro vasos en el 91% de los pacientes[9]. presencia se ha interpretado como el resultado de
una colonización bacteriana transitoria, microorganis-
La positividad del cultivo de secreción prostática o mos no patógenos o una siembra intermitente de
de orina postmasaje es definitorio de infección pros- patógenos. Para su consideración es preciso la repeti-
tática bacteriana, mientras que su negatividad puede ción del cultivo fraccionado sin mediar tratamiento y
representar un diagnóstico de prostatitis no bacteria- la obtención de idénticos resultados. Cuando acom-
na o, por el contrario, ser una falacia diagnóstica. pañan a bacterias gram negativas son éstas las que
Obliga esta consideración a ser repetitivos en nuestra orientan la elección del antimicrobiano, sin atribuir en
metodología, o bien a recurrir a otro tipo de deter- principio valor patogénico a las gram positivas. Sin
minaciones que complementen aquélla y cubran sus embargo algunas especies de Staphylococcus coagula-
posibles errores diagnósticos. sa-negativo y Coryneformes han sido aislados en culti-
vos fraccionados y se postula su papel etiológico en
Cultivo de semen prostatitis crónica bacteriana. Por otro lado, emplean-
do técnicas de biología molecular y cultivos especiales
El semen es un conjunto de secreciones en el que se plantea la posibilidad de que tanto aquéllos como
la porción de origen prostático representa alrededor otros patógenos menos conocidos pudieran ser res-
del 30% del volumen total. Ello le convierte en un ponsables de estas infecciones.
medio idóneo para evaluar la capacidad funcionante
de esta glándula, así como las alteraciones de la Cuando ante la sospecha clínica de prostatitis cró-
misma, ya que durante la eyaculación la próstata se nica el cultivo fraccionado es negativo, puede corres-
contrae de forma generalizada vertiendo el contenido ponder a un falso resultado o a una de las formas res-
de sus acinis a la uretra prostática. Sin embargo, la tantes: abacteriana crónica / síndrome doloroso pelvia-
demostración en más del 50% de varones sanos de no crónico o prostatitis inflamatoria asintomática.
microorganismos en el cultivo de semen indica que
esta prueba es ineficaz cuando se utiliza aisladamente. La repetición del estudio con resultado negativo
El cultivo de semen precisa ser incorporado dentro nos lleva al diagnóstico de las otras entidades en fun-
de la metódica de cultivos fraccionados, para evitar así ción de la presencia (prostatitis crónica abacteriana o
los falsos resultados atribuibles a contaminación de la tipo IIIa) o ausencia (síndrome doloroso pelviano o
muestra. En nuestra sistemática diagnóstica así lo tipo IIIb) de leucocitos en semen, secreción prostática
hacemos, recogiéndolo el paciente por masturbación, y orina postmasaje. En la prostatitis abacteriana cróni-
como muestra final tras vaciar la vejiga. Con el cultivo ca se considera la posibilidad de atribuir su etiología a
de la primera orina y del semen se obtiene el mismo la presencia de Mycoplasmas (especialmente U. urealy-
resultado microbiológico que con los cuatro vasos en ticum, U. parvum Mycoplasma hominis, Mycoplasma
el 86,3% de los pacientes[10]. genitalum) y Chlamydias. Sin embargo, los resultados
son dispares, sobre todo en lo referente a Chlamydias,
La prostatitis bacteriana se caracteriza por la pre- ya que no hay ningún test serológico que aisladamen-
sencia en secreción prostática, orina postmasaje o te sea confirmativo. Cuando se buscan estos microor-
ganismos, dado su aislamiento en la uretra normal, es ellas y por ende no atribuibles a cada tipo de prosta-
útil incluir dentro del estudio fraccionado una toma titis e incluso, por sí solos, no son suficientes para esta-
con torunda (introducida hasta la fosa navicular) de la blecer el diagnóstico de la enfermedad. Los cambios
secreción uretral. Posteriormente se recogen las ecográficos observados son: aumento de tamaño de
muestras habituales. En secreciones uretral, prostática y la próstata, asimetría de los lóbulos prostáticos, incre-
en semen se buscan, con medios adecuados, Chlamydias mento del diámetro de los plexos venosos peripros-
y Mycoplasmas, aunque consideramos que todavía no táticos, nódulos hiperecogénicos en la próstata exter-
existe una base científica suficiente que avale la espe- na, evidencia de litiasis intraprostática, presencia de
cificidad de tales determinaciones. halos hipoecoicos periuretrales o calcificaciones entre
la zona transicional y la cápsula.
Si comparamos el rendimiento del nuevo criterio
diagnóstico consistente en la detección de leucocitos El hallazgo de uno o más junto a la sospecha clí-
en las fracciones EPS, orina postmasaje y semen fren- nica plantea la necesidad de un estudio microbiológi-
te al antiguo criterio del estudio de la EPS, encontra- co fraccionado repetitivo. De igual forma, el segui-
mos que el porcentaje de diagnóstico se incrementa miento ecográfico de esos hallazgos puede ser útil
desde el 28% de prostatitis crónica no bacteriana en para evaluar la respuesta al tratamiento.
el modo antiguo al 52% del síndrome de PC/SDPC, lo
que representa casi el doble[12]. Sin embargo comien- Estudio bioquímico
zan a aparecer estudios que cuestionan el papel pre-
dominante de los leucocitos en este diagnóstico habi- La determinación de distintas substancias secreta-
da cuenta de que su presencia se demuestra también das por la próstata es útil en el conocimiento del fun-
en varones sanos. cionamiento de ésta y, por ello, un parámetro válido
en la evaluación de la prostatitis, principalmente la
Citología exfoliativa prostática cuantificación en plasma seminal de fosfatasa ácida,
ácido cítrico y zinc. Sin embargo, esta valoración bio-
La infección intraprostática provoca una reacción química se ve limitada por la dependencia hormonal
inflamatoria intensa, tanto en el interior de las glándu- de la secreción prostática y por el número importan-
las afectas como alrededor de las mismas, detectable te de falsos resultados negativos.
mediante estudios citológicos de la secreción prostá-
tica, orina postmasaje y semen con reconocimiento de El PSA (antígeno prostático específico) total en
polimorfonucleares, histiocitos, macrófagos, linfocitos y sangre aumenta en la prostatitis aguda, normalizándo-
células plasmáticas. Sin embargo esta técnica plantea se con la resolución de ésta. Por el contrario, en las res-
algunos problemas todavía no resueltos. El principal es tantes categorías de prostatitis sólo resulta anormal en
la falta de una estardarización del procedimiento de el 6-15% de casos. De cualquier modo, un PSA sérico
procesado y lectura de la muestra, así como discre- elevado en un varón joven sugiere inflamación prostá-
pancias en el punto de corte. La tendencia actual se tica, aunque, salvo en la forma aguda, su rendimiento
orienta a la utilización de la cámara de recuento, con diagnóstico es pobre, siendo aconsejable su repetición
un volumen homogéneo de muestra, recuento de leu- antes de indicar la realización de una biopsia prostáti-
cocitos por µL y el uso de microscopios de contraste ca. Sin embargo, la presencia de niveles altos manteni-
de fase con aumento de 400X. En cuanto al punto de dos de PSA tras un episodio de prostatitis crónica obli-
corte se ha propuesto recientemente, aunque pen- ga siempre a descartar un cáncer de próstata[14].
diente de consenso internacional, que podría ser de
100, 500 y 1000 leucocitos/µL para VB3, EPS y semen Respuesta inmune
respectivamente[13].
La próstata es una estructura parenquimatosa y
Ecografía como tal responde a la infección, con la formación de
anticuerpos. La cuantificación de inmunoglobulinas en
En las prostatitis aparecen distintos signos ecográ- la secreción prostática demuestra un incremento de
ficos, aunque, desgraciadamente, no son exclusivos de IgA en la forma bacteriana, incluso una IgA específica
Figura 1.
Diagnóstico de
prostatitis
Ausencia de síntomas
Dolor hipogástrico o perineal
Leucocitos en semen,
Alteración del patrón miccional
Secrec. prostática, VB3 o Biopsia
Síndrome obstructivo prostático prostática
Cultivo + Cultivo -
Prostatitis
aguda.
Tipo 1
Síndrome Síndrome
doloroso doloroso
Pelviano Pelviano no
inflamatorio. nflamatorio.
Tipo III A Tipo III B
a E. coli. Aunque precisan de confirmación, estos estu- torunda, urodinámica, cistoscopia, PSA y ecografía. Por
dios sería una gran ayuda en pacientes con cultivos de último, el estudio inmunológico sigue siendo una vía
dudosa interpretación o negativos, y por supuesto, abierta a la investigación y el inmediato futuro nos
para verificar la respuesta al tratamiento y tener cons- definirá exactamente su posición (Figura 1).
tancia de la curación microbiológica.
Figura 2.
TRATAMIENTO de la PROSTATITIS
AGUDA BACTERIANA o Tipo I
Mejoría NO mejoría
ABSCESO NO ABSCESO
PROSTÁTICO
tarios al tratamiento se utiliza una terapia antimicro- utilizar cualquier antimicrobiano que, teóricamente,
biana supresora durante un lapso de tiempo más pro- alcanzará elevadas concentraciones en el parénquima
longado unido a eyaculaciones frecuentes. Otra opción prostático. Los resultados obtenidos son similares a los
terapéutica, que obviaría los problemas ligados a la del tratamiento oral a largo plazo, por lo que es un
difusión, es la administración intraprostática por pun- método para pacientes seleccionados ante el fracaso
ción de antibióticos, que se facilita mediante el uso de de la terapia oral. En casos especialmente rebeldes al
ecografía para seleccionar el lugar de la próstata exter- tratamiento, la cirugía exerética de la glándula podría
na donde colocar la aguja. De esta forma es posible ser el último paso terapéutico (Figura 3).
Figura 3.
TRATAMIENTO de la PROSTATITIS
CRÓNICA BACTERIANA
o Tipo II
TRATAMIENTO ANTIMICROBIANO
ORAL (6-12 semanas) con:
- Fluorquinolonas
- Trimetoprim
- Doxiciclina
RECAÍDA o
CURACIÓN RECURRENCIA
NO MEJORÍA
Valoración de
cirugía prostática
En las antiguamente catalogadas prostatitis abac- cada mejoría tras un tratamiento de 12 semanas con
terianas crónicas encontramos ahora dos subcatego- ofloxacino, por lo que se considera que estos factores
rías en las que los diferentes tratamientos no se hallan diagnósticos no predicen fehacientemente la respues-
tan unánimemente respaldados por trabajos en la lite- ta antibiótica en este grupo de pacientes. Es por ello
ratura científica. En pacientes diagnosticados de sín- que mientras que algunos autores sostienen la utiliza-
drome doloroso pelviano/prostatitis crónica y median- ción de antimicrobianos en la prostatitis crónica / sín-
te el estudio de los cultivos, recuentos leucocitarios y drome de dolor pelviano crónico, estudios multicén-
niveles de anticuerpos de las fracciones VB3, VB2 y tricos aleatorios utilizando antimicrobianos como
secreciones prostáticas se encuentra que el 48% de levofloxacino vs. placebo 6 semanas no mostraron
ellos queda englobado en la categoría IIIA y el 38% en diferencias significativas entre ambos grupos, por lo
la IIIB con sólo el 14% en la II, y aunque la mayoría pre- que ponen en tela de juicio el valor de estos trata-
sentan anticuerpos negativos, experimentaron una mar- mientos empíricos.
Figura 4.
Mejoría NO mejoría
α-bloqueantes
Finasteride
Dutasteride
Fitoterapia
Pentosan NO mejoría Mejoría
Polisulfato
En la IIIa o síndrome de dolor pelviano cróni- nes frecuentes.También son aconsejables los α-bloque-
co inflamatorio pautamos tandas de antimicrobianos antes (como fenoxibenzamina, alfuzosina, doxazosina,
de modo empírico con recomendación de eyaculacio- terazosina o tamsulosina) antiinflamatorios (como indo-
Figura 5.
Mejoría No mejoría
metacina o los nuevos inhibidores COX-2), inhibidores En la subcategoría IIIb o síndrome de dolor
de la 5-α-reductasa (finasteride y dutasteride), pento- pelviano crónico no-inflamatorio se recomien-
sanpolisulfato e incluso la termoterapia que mediante el da probar, de modo secuencial, con α-bloqueantes,
calor aplicado directamente a la próstata podría contri- analgésicos, relajantes musculares, técnicas de bio-
buir a la cicatrización de la inflamación crónica, mejorar retroalimentación y cambios en el estilo de vida[20]
la sintomatología por lesión de los plexos nerviosos (Figura 5).
prostáticos o ejercer un efecto bactericida in vitro[18,19].
En la categoría IV o prostatitis asintomática
El uso de α-bloqueantes se justifica en el síndrome inflamatoria no se recomienda tratamiento alguno,
de dolor pelviano crónico, pero también en la prostati- excepto en casos de PSA elevado o infertilidad.
tis bacteriana y abacteriana en combinación con antimi-
crobianos puesto que proporcionan una clara mejoría En resumen, además de la utilización de antimi-
clínica, con especial énfasis en el IPSS y en los cuestio- crobianos y aunque la obstrucción del cuello vesical es
narios de calidad de vida, además de disminuir el índice una complicación infrecuente del síndrome prostatitis,
de recidivas controladas mediante el estudio de las EPS. los fármacos que producen una apertura de la región
Aunque con escaso refrendo en la literatura internacio- de salida uretro-vesical pueden contribuir a aliviar la
nal, la fitoterapia con quercetina o polen de abeja ha sintomatología tanto obstructiva como irritativa de
mostrado en algún estudio ser una alternativa en caso estos pacientes y a mejorar la deteriorada calidad de
de fracaso de la terapia convencional. (Figura 4). vida que presentan.
Etiología y fisiopatología
de la litiasis
Etiología y fisiopatología
de la litiasis
Introducción ..................................................................................................................................................................... 757
Patogenia............................................................................................................................................................................. 757
Litiasis de calcio............................................................................................................................................................ 758
Litiasis de ácido úrico.............................................................................................................................................. 760
Litiasis de fosfato amónico magnésico................................................................................................... 762
Litiasis de cistina.......................................................................................................................................................... 763
Litiasis medicamentosas ...................................................................................................................................... 763
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 765
42. Etiología y fisiopatología de la litiasis
capítulo 42
Etiología y fisiopatología
de la litiasis
INTRODUCCIÓN PATOGENIA
La litiasis es la tercera enfermedad más común de - Saturación: para que se dé la formación de un
las vías urinarias, tras las infecciones y las alteraciones cálculo, la orina debe estar sobresaturada por una
prostáticas. Su etiología sigue siendo especulativa, y o varias sales litógenas. Los factores que determi-
hay muchas preguntas aún sin respuesta: ¿por qué la nan el límite de solubilidad de estas sales son el
mayoría de los cálculos son unilaterales?, ¿por qué pH urinario, la temperatura y la concentración de
algunos pacientes forman un gran cálculo, y otros múl- la sal. Cuando la concentración de una sustancia
tiples y de pequeño tamaño?... aumenta, llega un momento en que la orina es
incapaz de mantenerla en solución, por lo que se
Los cálculos renales son estructuras cristalinas inicia la nucleación espontánea del cristal. Este irá
incluidas en una matriz orgánica, que se forman en las aumentando de tamaño, de forma que cuando
papilas renales y crecen hasta que, de forma aleato- haya varios núcleos cristalinos pueden agregarse
ria, se rompen y los fragmentos pasan al sistema entre sí, constituyendo un cálculo renal.
excretor.
- Inhibidores de la cristalización: los inhibido-
El 70% del total de las litiasis están constituidas res de la cristalización son sustancias orgánicas o
por calcio. De éstas, un 26% son de oxalato cálcico inorgánicas presentes en la orina, que se unen con
(OxCa), el 37% son una mezcla de OxCa y fosfato de los distintos iones para formar complejos solubles,
calcio (FCa), el 5-10% contienen ácido úrico y el 7% de forma que inhiben o retardan la cristalización.
son exclusivamente de FCa. Las litiasis de ácido úrico Su déficit favorece la formación de cálculos.
constituyen un 5-10% del total y las de fosfato-amó-
nico-magnésico el 10-15%. Las litiasis de cistina repre- - Alteración del pH urinario: algunas sales urina-
sentan el 2% de las litiasis (1). Existen litiasis de compo- rias se ven influenciadas por la variación del pH uri-
sición diferente, que serán nombradas a lo largo del nario, de forma que los cálculos de ácido úrico se ven
capítulo. favorecidos por un pH ácido, y los de estruvita por
un pH alcalino. Otros cálculos, como los de cistina y
La incidencia es muy variable, según la zona ana- fosfato, se influencian en menor manera, y los de oxa-
lizada, de forma que en Europa Occidental, su inci- lato cálcico, no están influenciados en absoluto.
dencia se estima alrededor del 0,5%, con una preva-
lencia del 5%, y una tendencia a la recidiva del 50- - Disminución del volumen urinario: la reduc-
60% a los 5 y 9 años respectivamente. En los países ción del volumen de orina y la estasis urinaria
occidentales, la litiasis predomina en los hombres favorecen la cristalización, ya que una aumenta la
con una proporción hombre/mujer de 2/1. Se pre- concentración de las sales, y la otra favorece el
senta fundamentalmente en la tercera década de la crecimiento del núcleo primitivo y retiene más
vida, con un máximo de incidencia entre los 30 y 50 tiempo en el sistema urinario los núcleos cristali-
años. nos formados.
en edades tempranas. La tipo II (déficit de de D-glice- ta la excreción urinaria de las proteínas de Tamm
rato deshidrogenada) es más benigna, y se manifiesta Horsfall, inhibidoras naturales de la litogénesis (10). Es
por nefrolitiasis recidivante con presencia de ácido una sustancia que disminuye en múltiples situaciones:
L-glicérico en orina. pH intracelular ácido, hipocaliemia, ayuno, hipomagne-
semia, andrógenos, gluconeogénesis y dieta ácida y
Déficit de vitamina B6 rica en proteínas que produzcan residuos ácidos. Por
el contrario, existen una serie de situaciones que
Aporte excesivo de precursores aumentan el citrato urinario: alcalosis, dieta alcalina y
Como por ejemplo vitamina C o etilenglicol rica en proteínas que produzcan residuos alcalinos,
estrógenos y vitamina D. Las enfermedades más rela-
Exceso de aporte o de absorción digestiva cionadas con litiasis cálcica hipocitratúrica son la aci-
dosis tubular distal, el tratamiento con tiazidas, y la dia-
Hiperoxaluria entérica rrea crónica. Cuando no se encuentra ninguna de las
Los estados diarreicos alteran el metabolismo del causas de disminución del citrato indicadas, se deno-
oxalato, de forma que enfermedades como la diarrea mina hipocitraturia idiopática, aunque ésta es rara. Se
crónica, enfermedad intestinal crónica (p.ej. Crohn), debe tener en cuenta que las bacterias que producen
enfermedad celíaca, proliferación bacteriana o inter- infección urinaria usan el citrato como sustrato ener-
venciones quirúrgicas de derivación intestinal, favore- gético, por lo que la citraturia no puede ser valorada.
cen la mayor absorción de oxalato en el colon.
Litiasis cálcica idiopática
Régimen rico en oxalatos y en proteínas
Existe un grupo de pacientes en los que no se
Régimen pobre en calcio demuestra ninguna anomalía, pero que son formado-
res de cálculos. Este grupo representa aproximada-
Hiperuricosuria mente el 20% de los pacientes con litiasis cálcica.
Definición: uricosuria mayor a 4,5 mmol/día en
la mujer y a 4.8 mmol/día en el hombre.
LITIASIS DE ÁCIDO ÚRICO
El pH ácido favorece la presencia de la forma no
disociada de ácido úrico, siendo éste un factor de ries- El ácido úrico es un ácido débil, con una constan-
go de la litiasis cálcica ya que permite la nucleación te de disociación de 5,35. A un pH urinario menor a
heterogénea con cristales de OxCa, pues la estructura esta cifra, se halla en forma no disociada, siendo alta-
cristalina de ambos es muy similar. El origen de la hipe- mente insoluble por lo que puede cristalizar. Si bien las
ruricosuria es multifactorial: un régimen rico en purinas condiciones necesarias para la formación de los cálcu-
y en proteínas animales, y también la presencia de ano- los de ácido úrico son conocidas (excesiva acidez de
malías mal definidas del metabolismo endógeno de las la orina e hiperuricosuria, definida como la uricosuria
purinas y de la reabsorción tubular del ácido úrico. Los mayor a 4,5 mmol/día en la mujer y a 4,8 mmol/día en
pacientes tienen valores urinarios de ácido úrico eleva- el hombre), los mecanismos fisiopatológicos que con-
dos y presentan un pH urinario > 5,5. El pH urinario ducen a estas anomalías se desconocen.
ayuda a diferenciar la formación de cálculos de calcio
hiperuricosúrico, de los de ácido úrico hiperuricosúrico. Además de estas dos condiciones, se han descrito
una serie de factores de riesgo para el desarrollo de
Hipocitraturia litiasis de ácido úrico: hiperuricemia (el 10-20% de los
pacientes gotosos presentan litiasis de ácido úrico), dis-
Definición: citraturia menor a 1,5 mmol/día. La minución del volumen urinario, edad avanzada y con-
hipocitraturia es un factor de riesgo de litiasis cálcica sumo elevado de proteínas animales y purinas (a la vez
ya que el citrato solubiliza al calcio, inhibe el creci- que está aumentada la excreción de ácido úrico por la
miento y la agregación del FCa y del OxCa, y aumen- orina, el pH de ésta es bajo, como consecuencia de la
Tabla 2. Factores de riesgo asociados a litiasis úrica. ras, se encuentra el síndrome de Lesch-Nyhan, carac-
terizado por un déficit de hipoxantina-guanina-fosfo-
• Hiperuricemia rribosil transferasa, de transmisión ligada al cromoso-
• Hiperacidez urinaria permanente ma X, por lo que sólo la padecen los varones(11). Es una
• Disminución del volumen urinario enfermedad poco frecuente y grave, que además de
• Edad avanzada las manifestaciones gotosas y la litiasis úrica, presenta
• Consumo elevado de proteínas animales trastornos neurológicos importantes, así como insufi-
y purinas
ciencia renal por depósito de urato en los riñones.
Otras anomalías enzimáticas que condicionan hiper-
uricemia son el déficit de glucosa-6-fosfatasa o el aumen-
mayor eliminación de productos ácidos debido al cata- to de la actividad de la fosforribosil-pirofosfato-amido-
bolismo de las proteínas) (Tabla 2). transferasa.
rece la formación de litiasis úrica. Puede existir deshi- Factores favorecedores de litiasis
dratación de origen cutáneo, como sucede en los paí- infecciosa
ses cálidos, con incidencia mayor de litiasis de ácido
úrico (14), o bien deshidratación de origen digestivo, en Anomalías anatómicas
aquellos pacientes con diarreas crónicas, como ente- Las alteraciones anatómicas favorecen las infec-
rocolitis inflamatorias o cirugías intestinales. La dismi- ciones urinarias, y por tanto, también las litiasis de
nución de la diuresis y la acidez de la orina se produ- estruvita. En el 30% de las litiasis infecciosas existe una
cen por las pérdidas hidroelectrolíticas, ricas en sal y anomalía de las vías urinarias, como megauréteres,
en bicarbonato. vejigas neurógenas o derivaciones urinarias (conducto
ileal, neovejiga). El riesgo de recidiva tras su extracción
Litiasis úrica primitiva es mucho más alto que si no existe ninguna alteración.
Es la producción de cálculos de ácido úrico en
individuos normouricémicos y normouricosúricos, Anomalías metabólicas
que presentan como única alteración una orina ácida El que exista una litiasis metabólica en la vía uri-
de forma persistente. naria es un factor de riesgo para la aparición de infec-
ción urinaria, y el cálculo infectado por un germen
ureolítico va creciendo a expensas de diferentes capas
LITIASIS DE FOSFATO de estruvita. Son las denominadas litiasis metabólicas
AMÓNICO MAGNÉSICO secundariamente infectadas. Muchos de los pacientes
con litiasis infecciosas presentan alteraciones metabó-
La litiasis de estruvita o de fosfato amónico mag- licas, como hipercalciuria, hiperuricosuria, cistinuria...,
nésico es también denominada litiasis infecciosa, ya con mucha más frecuencia que alteraciones anatómi-
que se da en presencia de una infección urinaria por cas, por lo que es muy importante un buen diagnósti-
gérmenes ureolíticos. Es más frecuente en mujeres, y co, ya que la estrategia terapéutica dependerá de él, y
puede presentar recurrencias tempranas. Suelen si se sospecha una anomalía metabólica, se deberá tra-
alcanzar grandes tamaños, llegando a constituir cálcu- tar tras ser extirpado el cálculo.
los coraliformes, que adoptan la forma de la pelvis y
de los cálices renales. El diagnóstico de litiasis infeccio- Gérmenes ureolíticos
sa se basa en 3 puntos: presencia de un germen ure-
olítico en orina, un pH urinario superior a 7 y la pre- Existen más de 200 especies de bacterias con acti-
sencia de cristales de estruvita en la orina (15). vidad ureolítica (16). Estas bacterias usan la urea como
fuente de nitrógeno. Como se puede ver en la tabla, - La tipo III, con absorción de cistina y lisina dismi-
Proteus es el principal responsable de los cálculos nuidas de forma variable, pero la administración
infecciosos (Tabla 4). oral de cistina sí aumenta la concentración en
plasma.
La ureasa en una enzima bacteriana que favorece
la hidrólisis de la urea en amoníaco y en dióxido de La litiasis de cistina es la única manifestación clíni-
carbono (CO2). El amoníaco capta los iones H+, se ca de esta alteración, y suele presentarse en la segun-
transforma en amonio y alcaliniza la orina. La eleva- da década de la vida.
ción del pH urinario por encima de 7,5 favorece:
La herencia es autosómica recesiva, de forma que
- La precipitación de los fosfatos trivalentes con el los homocigotos suelen presentar litiasis de cistina, pues
amonio en forma de fosfato amónico magnésico presentan una cistinuria elevada (más de 250 mg/día,
o estruvita. cuando lo normal son menos de 40 mg/día), a dife-
rencia de los heterocigotos, que habitualmente
- La oxidación del CO2 a carbonato (CO3), y su excretan unos 100-150 mg/día de cistina, por lo que
posterior precipitación en forma de carbonato-
el riesgo de litiasis es menor. Los homocigotos de los
apatita o carboapatita.
3 tipos presentan cistinuria y se complican con litiasis,
mientras que entre los heterocigotos existen diferen-
La proporción de estruvita y carboapatita en una
cias. El heterocigoto tipo I no se asocia a ningún tras-
litiasis infecciosa varía según el pH urinario y según la
torno, y los heterocigotos II y III presentan cistinuria y
concentración de los distintos componentes litógenos
aminoaciduria, que es mucho menor que la de los
(calcio, fosfato y magnesio). Entre el 10 y el 15% de las
homocigotos.
litiasis infecciosas secundarias a un germen ureolítico
contienen carboapatita pero no estruvita (17).
La solubilidad de la cistina depende del pH, de
forma que es importante alcalinizar la orina de estos
pacientes, para mantener un pH por encima de 7,5 (19).
LITIASIS DE CISTINA
Las litiasis de cistina se forman como consecuen-
cia de un error innato del metabolismo de los amino- LITIASIS MEDICAMENTOSAS
ácidos dibásicos cistina, ornitina, lisina y adenosina. Se
ha encontrado una alteración genética en el cromo- Los cálculos inducidos por medicamentos repre-
soma 2p.16 y en el 19q13.1, y la enfermedad, que se sentan el 1-2% de todos los cálculos renales. En la
denomina cistinuria, afecta al transporte en la mem- actualidad, el indinavir, la sulfadiazina y el triamtereno
brana celular del túbulo renal y del epitelio intestinal son las principales causas de los cálculos compuestos
de estos aminoácidos (18). por medicamentos (20).
Litiasis urinaria:
clínica y diagnóstico
Litiasis urinaria:
clínica y diagnóstico
Recuerdo histórico..................................................................................................................................................... 771
Epidemiología ................................................................................................................................................................. 771
Principios generales de la litogénesis urinaria................................................................................ 773
Tipos de litiasis .............................................................................................................................................................. 774
Clínica..................................................................................................................................................................................... 776
Diagnóstico........................................................................................................................................................................ 777
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 781
43. Litiasis urinaria: clínica y diagnóstico
capítulo 43
Litiasis urinaria:
clínica y diagnóstico
RECUERDO HISTÓRICO gran paso fue la aparición de la cistoscopia tanto rígi-
da como flexible y, con el afinamiento de los diáme-
La litiasis urinaria ha acompañado y mortificado al tros de los ureteroscopios, poco a poco se fue per-
hombre desde los albores de la humanidad. Hemos feccionado la técnica de la litotricia intracorpórea. Más
pasado de una litiasis en la antigüedad de localización tarde, apareció la gran revolución de la litotricia extra-
preferentemente vesical, formada por urato amónico corpórea.
y fosfato amónico y cuyo origen era infeccioso y nutri-
cional, a una litiasis del mundo industrializado que se
caracteriza por ser oxalocálcica y de localización pre- EPIDEMIOLOGÍA
ferentemente renal.
La litiasis urinaria representa un problema socio-
El primer caso documentado de litiasis urinaria lo sanitario de gran importancia en toda la población
encontramos en Amrah (Alto Egipto), donde E. Smith mundial. Es la tercera causa más frecuente de enfer-
en 1901 halló en una tumba un cálculo vesical entre medad de la vía urinaria. La prevalencia de urolitiasis
los huesos de la pelvis de un adolescente, con unos en Estados Unidos está en torno al 5-12%, mientras
7.000 años de antigüedad (1). El Susruta Samhita
que en la Europa occidental es del 5%. Globalmente,
(manuscrito hindú) aconsejaba la dieta vegetariana
la litiasis urinaria afecta al 1-20% de la población gene-
para prevenir los cálculos; cuando ésta fallaba reco-
ral según las series. Se trata además de una enferme-
mendaba la “cura suprema” (litotomía perineal) segui-
dad con tasas de recurrencia del 50%, pudiendo llegar
da de un ritual para expulsar los malos espíritus. El
al 70% a los 10 años (3). La cifra media de formación de
juramento de Hipócrates (460 a.C.) decía “… No
cortaré, ni aún por el cálculo, sino que dejaré tales nuevos cálculos, en pacientes que previamente han
procedimientos a los practicantes del arte”, denotan- formado uno, es de aproximadamente un cálculo cada
do la gravedad que podía suponer la litiasis.Ammonius 2 ó 3 años. Se calcula que en torno al 75% de los
(273 a.C.) fue el primero en utilizar un instrumento al pacientes que tienen un cálculo urinario, lo expulsarán
que denominó litotomo. Mediante un abordaje peri- de forma espontánea, mientras que el 25% restante
neal, lo utilizaba para romper la piedra en la vejiga y requerirán de algún procedimiento urológico.
extraerla con mayor comodidad (2). Guy de Chauliac
(1350), padre de la cirugía francesa, desarrolló el tra- En el estudio epidemiológico de los factores pre-
tamiento con dieta y determinados medicamentos disponentes de la litiasis, existen dos pilares básicos:
árabes, y si fallaban recurría a la litotomía, pero si la los factores intrínsecos (propios de cada individuo) y
infección aparecía, recomendaba pedir ayuda a Dios los factores extrínsecos (ambientales).
(Figura 1). En el siglo XVI, Cardán de Milán realizó la
primera cirugía renal documentada drenando un abs- Factores intrínsecos:
ceso y extrayendo 18 cálculos renales.
• Edad y sexo: El pico de incidencia de litiasis uri-
Desde la antigüedad hasta nuestros días, el diag- naria varía según las series, pero en general se
nóstico y tratamiento de la litiasis urinaria ha conoci- admite un rango que está entre los 20 y los 50
do grandes avances; la tecnología se ha impuesto. Un años. La incidencia según el sexo es de alrededor
Factores extrínsecos
• Ingesta hídrica: Es bien conocido por todos la
importancia del aporte hídrico en la prevención
de las litiasis urinarias. A pesar de que la ingesta
importante de agua puede incrementar los coefi-
cientes de actividad iónica de la orina, y por tanto
favorecer la cristalización, una buena diuresis dilu-
ye y arrastra las partículas cristalinas suspendidas
en la orina y, por tanto, la ingesta hídrica abundan-
te ayuda a evitar la formación de litiasis urinarias.
Un incremento de la diuresis de 800-1.200 ml/día
disminuye la frecuencia de urolitiasis en un 86%.
de dos hombres por cada mujer excepto en la Varios estudios sostienen la importancia de la
infancia, donde parece claro que no hay diferencias mineralización del agua, apuntando que las aguas
significativas respecto al sexo. (4). En la mujer las litia- de mineralización dura tienen mayor incidencia de
sis más frecuentes son las relacionadas con altera- urolitiasis (7).
ciones metabólicas como la cistinuria y el hiperpa-
ratiroidismo primario, así como las litiasis de origen • Dieta: Según diversos autores, el tipo de dieta
infeccioso. En el hombre las litiasis más frecuentes influye en la litogénesis, ya sea aumentándola o
son las de oxalato cálcico y ácido úrico. Al parecer, disminuyéndola. Las dietas ricas en proteínas de
los andrógenos aumentan la concentración plas- origen animal favorecen la hipercalciuria, la hipe-
mática de oxalato, lo cual incrementa su excreción ruricosuria y la hiperoxaluria, con precipitación de
urinaria y el depósito de cristales oxalocálcicos a oxalato cálcico (8). Los hidratos de carbono refina-
nivel renal. Según lo anterior, la mujer y el niño, al dos se relacionan con las litiasis cálcicas porque
tener menos andrógenos que el hombre, estarían aumentan los niveles de calcio y oxalato en la
protegidos de padecer litiasis cálcicas. Pero con el orina. La ingesta de cítricos aumenta la eliminación
inicio del declive estrogénico propio de la meno- urinaria de sustancias que inhiben la litogénesis.
pausia, la incidencia de litiasis aumenta (5). Las fibras vegetales disminuyen la absorción intes-
tinal de proteínas animales y sacarosa.
• Raza: Se ha estimado que la litiasis urinaria es 3-4
veces más frecuente en la raza blanca que en la de • Geografía: No hay duda de que la geografía es
color. Las litiasis urinarias son raras en israelitas, un aspecto a tener en cuenta al valorar no sólo la
indios americanos, afroamericanos y negros africa- incidencia sino también el tipo de litiasis. Pero no
nos. En contraposición, hay mayor número de debe obviarse que muchos pacientes, al cambiar
pacientes afectos entre los blancos y asiáticos. de zona geográfica, padecen el tipo de litiasis que
tenían anteriormente. Esto nos hace comprender
• Herencia: Alrededor de un 25% de pacientes la importancia del individuo y sus factores intrín-
litiásicos tienen antecedentes familiares. En la secos, y abordar la geografía sólo como una cir-
mayoría de los casos esta mayor incidencia familiar cunstancia más. Las zonas de mayor frecuencia de
se debe a un defecto poligénico con penetranción litiasis son los países del mar Mediterráneo,
parcial. Menos frecuentes son las enfermedades Europa central, Gran Bretaña, Estados Unidos, paí-
química de la muestra y el porcentaje de cada infección urinaria hasta en el 90% de los pacientes,
componente. Además de ser una prueba comple- siendo los microorganismos más frecuentemente
ja y que requiere tiempo, no distingue los cristales relacionados los gérmenes ureolíticos como Proteus
de oxalato cálcico monohidrato del dihidrato, ni las spp, Klebsiella spp, Enterobacter spp, Serratia spp y
mezclas de fosfato amónico magnésico y fosfocar- Pseudomona spp. Estas bacterias al desdoblar la urea
bonato cálcico. producen amonio y alcalinizan la orina, precipitando
los cristales de fosfato amónico magnésico. Los
Se distinguen básicamente 7 tipos de litiasis: litiasis cálculos son típicamente grandes, pudiendo tener
de oxalato cálcico, litiasis de fosfato cálcico, litiasis de forma de coral como molde de la cavidad renal
fosfato amónico magnésico (estruvita o cálculo infec- (cálculos coraliformes), son de color marrón-grisáceo,
tivo), litiasis de ácido úrico, litiasis cistínica, litiasis de no muy duros y de superficie irregular (Figura 2C).
oxalato monohidrato más ácido úrico, y grupo de litia-
sis raras. 3. Litiasis de fosfato cálcico: Puede ser fosfato
cálcico apatítico (hidroxiapatita), fosfato dihidrato
1. Litiasis de oxalato cálcico: Son las más fre- (brushita) o fosfato cálcico magnésico. Pueden lle-
cuentes. Representan el 75-85% de todos los gar a representar el 10% de los cálculos renales,
casos de litiasis urinaria. El 85% de las litiasis oxa- aunque los puros son bastante raros. Son más fre-
locálcicas son de etiología desconocida. Son más cuentes en mujeres. Suelen aparecer asociados a
frecuentes en varones (2-3:1) y existe un pico de defectos de la acidificación tubular.
incidencia entre los 30-40 años. Tienen gran ten-
dencia a la recidiva, con un 40-50% de recurren- 4. Litiasis de ácido úrico: Corresponden al 5-
cias en los siguientes 5 años. Existen dos formas 10% de las litiasis, siendo más frecuentes en varo-
cristalográficas: nes (2:1) de 50 años. Como factores predispo-
nentes tenemos un pH urinario ácido mantenido
- Monohidrato (Figura 2A): Es la forma de pre- (pH < 5), hiperuricosuria, citolisis postquimiotera-
sentación más frecuente. Son cálculos de color pia, enfermedades o resecciones del intestino del-
marrón oscuro, de pequeño tamaño, lisos y de gado, etc. Son de color blanquecino, duros, de
gran dureza. Tienen una pequeña pediculación superficie lisa, y al romperlos presentan un color
que era su punto de anclaje en la papila renal amarillo-rojizo (Figura 2D).
donde se formaron, por eso se les conoce
como cálculos papilares. Aumentan su inciden- 5. Litiasis de cistina: Representan el 1% de las
cia con la edad, debido al aumento con los años litiasis. No hay diferencias entre ambos sexos y su
de la oxaluria y de nucleantes heterogéneos formación se inicia en la infancia y la adolescencia.
que se depositan en las cavidades renales (10). La litiasis cistínica se debe a una enfermedad auto-
sómica dominante, llamada cistinuria, donde exis-
- Dihidrato (Figura 2B): Son cálculos de color te un defecto en el transporte intestinal y en la
ámbar, de mayor tamaño que los anteriores, reabsorción tubular de cistina, ornitina, lisina y argi-
con espiculaciones múltiples y menor dureza nina. Este defecto condiciona la precipitación de la
(mejor respuesta a la LEOC). cistina que es el único de estos aminoácidos no
hidrosoluble. Los cálculos de cistina son de color
2. Litiasis de fosfato amónico magnésico amarillento-marronáceo, de aspecto céreo, con
(estruvita o infectiva): Representan aproxima- superficie lisa y de gran dureza (Figura 2E).
damente el 10-20% de las litiasis. Se observan con
mayor frecuencia en mujeres (3-5:1), portadores de 6. Litiasis de oxalato monohidrato + ácido
catéteres urinarios de forma prolongada y en úrico: Estas litiasis se acompañan siempre de pH
pacientes con derivaciones urinarias, por tener bajo con hipocitraturia. Son muy recidivantes, pero
mayor riesgo de infecciones urinarias. El pico de inci- responden muy bien al citrato potásico, que con-
dencia es alrededor de los 40 años. Las tasas de sigue reducir ostensiblemente el número de reci-
recurrencia son del 35% a los 5 años. Se detecta divas (Figura 2F).
7. Grupo de litiasis raras: Por alteraciones meta- - Cálculos en uréter superior: Producen dolor tipo
bólicas (déficit de xantinoxidasa, déficit de adenina cólico generalmente de gran intensidad que
fosforribodiltranferasa, etc.), por compuestos puede irradiarse hacia la ingle y hacia el tes-
orgánicos (detritus celulares, colesterol, etc.) o por tículo ipsilateral en el varón o hacia el labio
fármacos (indinavir, triamterene, etc.). mayor ipsilateral en la mujer. La hematuria
suele estar presente.
estado general del paciente. Si esta obstrucción no - Leucocituria: será también frecuente la presen-
se resuelve en breve con derivación de la vía uri- cia de leucocitos en orina secundaria a la reac-
naria, puede desembocar en una shock séptico, ción inflamatoria por el paso del cálculo. Sin
comprometiendo seriamente la vida del paciente. embargo, si encontramos abundante piuria hay
que descartar infección urinaria concomitante.
- La baja tonalidad: el 10% de las litiasis son radio- dilataciones después de aliviar la obstrucción.
transparentes, siendo en gran parte las de ácido Tampoco el grado de ectasia tiene relación directa
úrico, xantina, dihidroxiadenina, indinavir, triamte- con la intensidad del dolor, sino que este último se
reno o las de matriz (6). relaciona más con la velocidad de instauración de
la obstrucción. La mayoría de los cólicos renales
- La superposición del intestino neumatizado secun- presentan un grado mayor o menor de hidrone-
dario al íleo. frosis, por lo tanto su hallazgo no tiene que consi-
derarse como un signo de complicación per se.
- La interposición del hueso: uno de los puntos
donde suelen enclavarse los cálculos es en el - Detección de cálculos. La ecografía sólo detecta
cruce del uréter con los vasos ilíacos, a nivel de la cálculos mayores de 4 mm situados en la unión
articulación sacroilíaca; en este punto se hace difí- pielo-ureteral o la unión urétero-vesical, mientras
cil distinguir un cálculo del resto del hueso. que el uréter lumbar y pelviano es poco accesible
debido a la interposición de las asas intestinales.
- La confusión con calcificaciones extraurinarias: cal- Por ello, la ecografía realizada de manera aislada es
cificaciones costales, colelitiasis y flebolitos pelvia- poco sensible (20-45%) para la detección de
nos (múltiples, redondeados, con un centro claro cálculos (15), pero asociada a la radiografía simple de
o una zona clara excéntrica, intrapélvicos y típica- abdomen aumenta su sensibilidad y especificidad.
mente externos).
La ecografía doppler objetiva la vasoconstricción
- Mala técnica de realización de la placa: fundamen- en respuesta a la obstrucción aguda mediante la ele-
talmente por defecto en la penetración o por no vación del índice de resistencia renaI (IR). La elevación
abarcar en su totalidad el abdomen urológico del IR de la unidad renal presuntamente obstruida en
(desde el diafragma hasta la sínfisis pubiana). comparación con el riñón contralateral orienta hacia
ese supuesto. Estos parámetros son defendidos por
Ecografía abdominal. Es un método rápido, algunos autores (16) para la evaluación funcional con
barato, poco molesto para el paciente e inocuo, ya ecografía del riñón obstruido en pacientes donde la
que no utiliza radiaciones ionizantes ni contraste. administración de contraste está contraindicada, y son
Otras ventajas son la posibilidad de ser realizada en el considerados insuficientes por otros (17), sobre todo si
momento agudo del episodio doloroso y en su segui- el riñón se halla parcialmente obstruido.
miento tantas veces como fuese necesario, la posibili-
dad de valorar órganos extraurinarios (apéndice o Urografía intravenosa (UIV). Considerada
vesícula biliar) o posibles procesos tumorales que durante mucho tiempo la exploración de elección
compriman la vía urinaria y la capacidad para identifi- para el estudio de los pacientes con litiasis renal. Es
car cálculos radiotransparentes. una prueba con sensibilidad y especificidad elevadas
(87-90% y 94-100%, respectivamente), relativamente
La ecografía en grises sólo aporta información inocua, y al alcance de todos los hospitales (15). Nos
morfológica, como la posible dilatación de la vía o la informa del número, tamaño, forma y situación del
detección del cálculo causante: cálculo, así como del estado funcional del riñón afec-
to. En la Figura 5 se muestra un ejemplo de UIV.
- Dilatación de la vía. La importancia de la dilatación
no se correlaciona con el grado de obstrucción (15), Hallazgos clásicos de la obstrucción aguda son:
pudiendo existir cólico sin que se observe dilata- retraso de la aparición del nefrograma, nefromegalia
ción en: obstrucciones distales, ecografías realizadas armoniosa, retraso de la eliminación del contraste por
a las pocas horas de iniciados los síntomas, pacien- la vía urinaria y dilatación pieloureteral proximal a la
tes deshidratados, rupturas de fórnix o en pelvis obstrucción. Como en la ecografía, no existe paralelis-
intrarrenales. En otros casos podemos encontrar mo entre las dimensiones del cálculo y la gravedad de
dilatación sin obstrucción, por ejemplo en ectasias la ectasia; en cambio, el retraso de eliminación se
crónicas residuales, reflujos vesicoureterales o en correlaciona bien con el grado de obstrucción.
Figura 5. Urografía intravenosa. 2 min: Se observa Figura 6. TAC abdominal sin contraste. Corte axial a
una imagen cálcica proyectada sobre el nefrograma nivel del riñón derecho en el que se observa la pelvis
derecho a nivel de la teórica situación de la pelvis renal. renal dilatada debido a un cálculo enclavado en la
7 min: Puede apreciarse el retraso de eliminación del unión pieloureteral, además de otro pequeño cálculo
contraste en el riñón derecho. 30 min: Pelvis renal calicial.
derecha bífida con importante dilatación pielocalicial
proximal al cálculo, todavía sin paso distal de contraste.
40 min: Paso de contraste a uréter lumbar en una fase
más tardía.
Ventajas:
• No requiere preparación intestinal (sí en la UIV). separados por largos intervalos) o complicada (recu-
rrencias frecuentes con o sin fragmentos residuales,
• En la mayoría de casos no necesita de más estu- cálculos asociados a factores de riesgo específicos
dios. o pacientes con un primer episodio y fragmentos
residuales).
Inconvenientes:
Enfermedad litiásica renal no complicada
• No disponible aún en todos los centros.
• Análisis del cálculo.
• Exposición a altas dosis de radiación, lo que limita
su uso en niños y embarazadas. • Análisis sanguíneo: calcio y albúmina o calcio ioni-
zado, creatinina, uratos (análisis opcional, útil si se
• Ha de ser informado por un radiólogo. sospecha litiasis úrica).
Resonancia magnética nuclear. No utilizada • Análisis de orina: primera orina de la mañana con
para este propósito en la actualidad. Su única indica- dipstick para pH, leucocitos/bacterias (cultivo de
ción podría ser en embarazadas. orina si bacteriuria) y test de cistina (si la cistinuria
no se ha podido excluir por otros medios).
Ureteropieligrafía retrógrada. En desuso actual-
mente con la aparición del TAC. Sólo útil en pacientes Enfermedad litiásica complicada. A los
con riñón anulado en los que no hay eliminación de parámetros anteriores se recomienda añadir una
contraste. recolección de orina de 24 horas, que debe pospo-
nerse hasta cuatro semanas después de haber elimi-
Ureteropielografía anterógrada por nefros- nado el cálculo. Se determinará calcio, oxalato, citrato,
tomía. En casos en los que se ha necesitado de deri- urato, magnesio (opcional), fosfato (opcional), urea
vación de la vía urinaria, podemos aprovechar la (opcional), sodio (opcional), potasio (opcional), creati-
nefrostomía para inyectar contraste y visualizar así la nina y volumen. Hay que acidificar la muestra (con
posible causa obstructiva. El contraste no es filtrado HCl por ejemplo) para el análisis de calcio, oxalato,
por el riñón, sino que es abocado directamente a la vía.
Figura 7. Kit de detección de riesgo litogénico. En la
fotografía se aprecian tres tipos de reacciones: en el
Estudio metabólico tubo de la izquierda la orina es normal, en el centro
positivo leve y en la derecha positivo severo.
No hay estudios con una adecuada estructura
epidemiológica que aclaren si se debe hacer la bús-
queda de la enfermedad litogénica de fondo después
del primer diagnóstico de litiasis o con las recurren-
cias, aunque parece ser que la primera postura es la
más defendida. Aun así, no está claro tampoco el tipo
ni la extensión del protocolo a realizar.
12 Tiselius G, Ackermann D, Alken P, Back C, Conort P, 18. Miller OF, Rineer SK, Reichard SR, Buckley RG,
Gallucci M, et al. Guidelines on urolithiasis. European Donovan MS, Graham IR, et al. Prospective
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Tratamiento conservador
de la litiasis urinaria
H. U.Valme. Sevilla
Palabras clave: Litiasis renal. Cólico renal.Tratamiento. Litotricia extracorpórea por ondas de
choque. Complicaciones.
Índice capítulo 44
Tratamiento conservador
de la litiasis urinaria
Introducción ..................................................................................................................................................................... 787
Tratamiento farmacológico .............................................................................................................................. 787
Litotricia extracorpórea por ondas de choque.............................................................................. 790
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 797
44.Tratamiento conservador de la litiasis urinaria
capítulo 44
Tratamiento conservador
de la litiasis urinaria
INTRODUCCIÓN TRATAMIENTO
El manejo de la litiasis urinaria requiere en la
FARMACOLÓGICO
actualidad un abordaje multidisciplinar donde se
El efecto fisiopatológico más constante de la litia-
combina el tratamiento farmacológico con la moder-
sis urinaria es la obstrucción que se manifiesta clínica-
na tecnología (litotricia extracorpórea, endoscopia,
mente por dolor como síntoma básico más frecuen-
sistemas de litotricia endocavitaria) y la cirugía tradi-
te. Si éste aparece de forma súbita e intensa, en caso
cional (en declive). Antes de la llegada de los trata-
de obstrucción aguda, el cuadro se conoce como cóli-
mientos mínimamente invasivos la eliminación de los
cálculos requería una cirugía abierta que obligaba a co nefrítico.
la observación vigilante en gran número de casos, en
los que el quirófano se antojaba como un trata- La obstrucción ureteral aguda constituye un
miento excesivo. Hoy en día se puede intentar el tra- potente estímulo para la síntesis de eicosanoides (prin-
tamiento resolutivo de la mayoría de las litiasis, pero cipalmente prostaglandina E2 y prostaciclina) en la
hay que recordar, por ejemplo, que en la litiasis ure- médula renal, desencadenantes de una potente vasodi-
teral el mejor manejo es la expulsión espontánea del latación capilar preglomerular, lo que se traduce en un
cálculo, a lo que podemos ayudar con la moderna incremento del flujo sanguíneo renal (FSR), y por tanto,
farmacopea. En otras situaciones el tratamiento alca- en un aumento de la presión intraluminal, provocando
linizante nos puede hacer eliminar hasta voluminosas el dolor al paciente. Además, la PGE2 inhibe la secre-
litiasis radiotransparentes. Nos queda por último un ción de hormona antidiurética (ADH), con lo que se
capitulo que aún hoy en día puede suscitar dudas en incrementa más la presión intraluminal. Esta fase inicial
el manejo práctico del paciente y es el caso de la se continúa con otra en la que la situación se estabiliza
litiasis calicial pequeña, sin clínica ni repercusión fun- en valores máximos y posteriormente disminuye el
cional. Hay pocos estudios de historia natural de FSR y la presión intraluminal debido a un mecanismo
estos cálculos que nos aclaren la postura a seguir, de autodefensa mediado por la angiotensina II,TX A2,
pero se ha publicado que hasta un 40% de los ADH y endotelinas. Esto explica la mejoría del dolor de
pacientes requerirán un manejo instrumental por forma espontánea unas horas después de su inicio (1).
complicaciones y solo un 11% permanecerán asinto-
máticos a los 10 años, por lo que salvo en situacio- El cuadro álgico se puede acompañar de sintoma-
nes de edad avanzada o comorbilidad importante tología digestiva en forma de náuseas, vómitos y cons-
asociada, la litotricia extracorpórea (LEOC) tiene tipación por íleo reflejo, debido a las múltiples cone-
una papel fundamental en estos casos considerando xiones existentes entre el plexo renal, celíaco y
las limitaciones por el tamaño. mesentérico.
Los objetivos del tratamiento médico en la obs- nales y neurológicas son frecuentes, lo que ha dis-
trucción urinaria de causa litiásica son: minuido su utilización.
profeno mientras que los AINE con mayor poder del espasmo ureteral. Sin embargo el mecanismo fisio-
analgésico son ibuprofeno, dipirona, ketorolaco, para- patológico del dolor es la distensión de la cápsula renal
cetamol y dexketoprofeno. por la obstrucción y el espasmo ureteral resultante es
una respuesta que contribuye de forma menor al cua-
Opiáceos dro. Aunque existen estudios que demuestran que el
Los opiáceos proporcionan una franca disminu- uso de antimuscarínicos disminuye el dolor en compa-
ción del dolor en el cólico renal agudo.Tienen la ven- ración con placebo, ningún estudio ha demostrado
taja de su bajo coste, facilidad de ajustar dosis, alta que sean tan eficaces como los opiáceos,AINE u otros
potencia y rapidez de actuación, con el efecto negati- analgésicos cuando son usados como fármaco único.
vo de la dependencia que pueden provocar. Por otro Además, existen estudios que muestran que la adición
lado, a pesar de su potencia analgésica, no actúan de un antimuscarínico a los AINE u opiáceos no apor-
sobre el origen fisiopatológico del dolor. Se han ta beneficios analgésicos, ni disminuye la sintomatolo-
demostrado de eficacia prácticamente similar a los gía vegetativa acompañante (10). A la vista de estos
AINE en el cólico renal agudo, con la desventaja de resultados y disponiendo de fármacos más eficaces y
que presentan mayor frecuencia de efectos adversos. dirigidos al origen fisiopatológico del dolor, no está jus-
Por todo esto podemos establecer que los opiáceos tificado el uso de fármacos antimuscarínicos en el tra-
son fármacos muy eficaces en el tratamiento del cóli- tamiento del cólico renal.
co renal agudo, pero están indicados como tratamien-
to complementario de los AINE o cuando éstos están Control de la sintomatología vegetativa
contraindicados o se requiere de un ajuste de dosis. acompañante
No se recomendaría usar la petidina por la alta tasa
de vómitos asociada. Antiémeticos: metoclopramida
Ayuda al control de la náuseas y vómitos causa-
Otros analgésicos dos por la irritación vecinal de los plexos celiáco y
a) Desmopresina intranasal: En el cólico renal mesentérico, y además es un procinético y evita la dis-
agudo su uso ofrece una buena eficacia analgésica, minución del peristaltismo intestinal.
con efecto muy rápido y ausencia de efectos
adversos, tanto sola como administrada junto con Hipnóticos: benzodiazepinas
diclofenaco, que incrementa su efecto (8). Este fár- Son útiles para el control de la agitación y taqui-
maco actuaría reduciendo intensamente la pre- cardia causadas por el intenso dolor.
sión ureteral por su potente efecto antidiurético.
Por otro lado, parece que favorece la liberación Tratamiento expulsivo
de beta-endorfinas hipotalámicas. de la litiasis ureteral
b) Inhibidores de la COX-2: Los estudios experi- La probabilidad de eliminación espontánea de
mentales demuestran que reducen la contractili- los cálculos ureterales depende fundamentalmente
dad ureteral y poseen un potente efecto antiinfla- de su tamaño y localización, de la estructura anató-
matorio, por lo que actuarían directamente sobre mica interna del uréter y de los antecedentes de
la fisiopatología del dolor. Presentan además esca- expulsión espontánea. Todos éstos se consideran
sos fenómenos adversos, siendo fármacos poten- factores inmodificables. Se eliminan espontánea-
cialmente útiles en el cólico renal, aunque todavía mente hasta el 80% de los cálculos de menos de 4
existen muy pocos estudios sobre el uso de estos mm, el 59% de la litiasis entre 4-6 mm y sólo el 20%
fármacos en esta patología (9). de los mayores de 6 mm. En caso de obstrucción
completa, las lesiones renales aparecen entre las 2 y
Anticolinérgicos 6 semanas, por esta razón el manejo conservador
Los fármacos anticolinérgicos como la N-butilbro- de la litiasis ureteral se puede mantener ese tiem-
muro de hioscina (Buscapina®) se han utilizado clásica- po (11), siempre que no concurran las siguientes cir-
mente como analgésicos en el cólico renal al inducir cunstancias: 1) Complicaciones (infección, anuria,
una relajación de la musculatura lisa con disminución deterioro de función renal). 2) Paciente monorre-
1.0
Presión relativa
p+ t+
Fase de compresión
Fase de tensión
0
t-
t-
p-
Tiempo
(zona tensil) (15). Los parámetros que caracterizan a Se han descrito cuatro mecanismos posibles de
esta onda son: el pico de presión positiva y negativa, fragmentación de los cálculos con LEOC (16):
más el tiempo de alcance del pico de presión positi-
va. Las ondas de choque desarrollan una energía acús- 1) Fractura por compresión: Grandes presiones posi-
tica que se mide por la presión desarrollada en el tivas sobre la cara frontal del cálculo provocan la
punto focal de la máquina y el volumen del foco. fractura por compresión. A medida que el frente
compresivo atraviesa el cálculo de delante hacia
El margen entre la presión positiva efectiva para atrás, se generan campos de tensión locales alre-
fragmentación y la cifra que puede ser dañina para los dedor de las imperfecciones preexistentes en el
tejidos parece corresponder a un rango entre 200 cálculo, como bordes granulares, cavidades... que
(inicio de la rotura del cálculo) y 400 bares (lesión provocan fractura por compresión.
tisular). En estudios de experimentación, la presión
negativa y su amplitud parecen estar más en relación 2) Astillamiento: Grandes presiones negativas (de fase
con la fragmentación litiásica por cavitación desarro- inversa) derivadas de las ondas que se reflejan de
llada por la energía acústica, que la presión positiva y la parte posterior del cálculo (después de haber
el tiempo de pico de presión. La energía desarrollada penetrado por su frente) ponen al cálculo bajo una
sobre un cálculo depende de la capacidad de generar fuerza de tensión, provocando la ruptura por asti-
presión sobre la zona focal del litotritor y ésta depen- llamiento en su superficie posterior. Una vez que la
de del tamaño y profundidad del foco. onda compresiva penetra en el cálculo puede
reflejarse en sitios de impedancia dispareja como
Mecanismo de fragmentación la interfase cálculo-orina, interfase cristal/matriz
de los cálculos orgánica... A medida que se refleja la onda com-
presiva, se invierte su fase a una onda de tensión
La fragmentación del cálculo se produce como negativa, y cuando la onda de tensión excede la
consecuencia del deterioro del material litiásico a fuerza de cohesión del cálculo se produce la frag-
causa de la presión mecánica producida, ya sea de mentación llamada por astillamiento. Este mecanis-
forma directa por la incidencia de la onda de choque, mo es muy importante, ya que los cálculos renales
o de forma indirecta por el colapso de las burbujas de se quiebran con mayor facilidad bajo fuerzas de
cavitación. tensión que bajo fuerzas de compresión.
el F2. Los modernos litotritores utilizan un brazo en la tecnología que se hayan traducido en una mejoría
C giratorio y un sistema digitalizado de imágenes significativa de los resultados. De hecho, el modelo
de alta calidad. HM3 se sigue considerado el gold-standard con el
que deben seguir comparándose los nuevos prototi-
La ventaja más importante es la posibilidad de pos que salen al mercado (15,18). Los cambios produci-
visualizar cálculos radioopacos en todo el tracto uri- dos en los litotritores, llamados de segunda y después
nario y la posibilidad de utilizar material de contraste de tercera generación, han ido más bien en la direc-
para facilitar la localización de cálculos radiotranspa- ción de conseguir equipos más fácilmente manejables
rentes y de detalles anatómicos. La principal desven- para los médicos y más confortables para los pacien-
taja es la exposición del personal sanitario y del tes, prescindir de la anestesia y costes de adquisi-
paciente a la radiación ionizante. ción/mantenimiento más bajos. Todos estos cambios
han producido mejoras funcionales en las Unidades
Ultrasonido de Litotricia, pero este hecho no ha repercutido nece-
La localización por ultrasonido permite evitar la sariamente en unos mejores resultados en cuanto a
radiación y puede localizar cálculos levemente radio- limpieza de cálculos. De hecho, a pesar de la prolife-
opacos o radiotransparentes. Sin embargo requiere ración de litotritores y de la variedad de soluciones
un operador muy bien entrenado para localizar el cál- diseñadas para alcanzar el cálculo y generar la onda de
culo en una ecografía y es difícil o imposible localizar choque, ningún litotritor ha podido igualar o superar
los cálculos ureterales. Por último, es difícil también el dispositivo HM3. Sin embargo, en la actualidad se
comprobar la fragmentación del cálculo. Debido a carece de estudios comparativos que abarquen todas
todas estas desventajas su uso exclusivo en los litotri- las características de las distintas máquinas y en la que
tores es minoritario. se evalúen la eficacia y los aspectos colaterales (pre-
cio, posibilidad de endourología, otras indicaciones
Mixtos terapéuticas…), por lo que cada centro debe conocer
Tienen la posibilidad de ambos sistemas de loca- sus prioridades de tratamiento y elegir entre las dis-
lización en el mismo aparato. tintas opciones del mercado.
nea (NLP), que en centros con experiencia obtiene Efectos indeseables de la LEOC
mejores resultados (15,19). Los cálculos de mayor tama-
ño, en particular los coraliformes y aquellos que por La LEOC produce poca morbilidad, pero no es
razones anatómicas tienen dificultad de eliminación de inocua. Se han hecho abundantes estudios para docu-
los fragmentos, deben ser tratados con NLP. Asi mentar los posibles efectos perniciosos de este trata-
mismo en aquellos pacientes que se prevea una litia- miento, que empezaron con Chaussy en los ensayos
sis residual superior al 30% y en aquellos que precisen preclínicos en ratas, donde se resaltó el poco daño
de más de 3 sesiones para su resolución se debería producido por las ondas sobre órganos focalizados
cuestionar la indicación de LEOC como tratamiento directamente con el litotritor (15,16), aunque se ha visto
único (15). con el tiempo que pecaron de cierto optimismo.
significativo de pacientes, un estudio prospectivo y de difícil expulsión se puede plantear una sesión de
controlado reciente no encuentra diferencias sig- LEOC o bien ureteroscopia con litofragmentación
nificativas entre la tensión arterial de pacientes endoscópica.
litiásicos tratados con LEOC u otro método y por
el contrario sí hay diferencias entre pacientes litiá- Litotricia en situaciones especiales
sicos y la población normal.
• Divertículos caliciales: En estos casos la LEOC
• Por otro lado, no se ha observado deterioro de la disminuye claramente su efectividad con tasas
función renal achacable a la LEOC en monorre- libre de cálculos del 30%, debido normalmente a
nos o en pacientes con insuficiencia renal crónica, que la existencia de litiasis se asocia a estenosis
ni tampoco en riñones infantiles en crecimiento infundibular por reacción inflamatoria y fibrosis
en estudios a largo plazo. secundaria. Los mejores resultados se consiguen
en cálculos pequeños y únicos (< 1 cm) con cue-
• Los posibles efectos dañinos de las ondas de cho- llos visibles en la urografía, y éstas son las indica-
que en el ovario en tratamientos de litiasis urete- ciones de manejo con LEOC más extendidas. No
rales pelvianas, aunque no se han confirmado en parece que la variedad anatómica (comunicación
diversos estudios, han provocado que se propug- con un cáliz, infundíbulo o pelvis) intervenga en
ne la ureteroscopia como tratamiento inicial en los resultados del tratamiento.
mujeres en edad de reproducción.
• Riñón en herradura: Los cálculos se asocian a
Complicaciones derivadas de la esta anomalía en un 20%, y a pesar de las fre-
eliminación de los fragmentos cuentes inserciones altas de la unión pieloureteral
Las complicaciones mayores asociadas a la elimi- y de la morfología calicial alterada, la LEOC tiene
nación de los fragmentos litiásicos son las derivadas una eficacia media en la literatura del 50- 70%. En
de la impactación ureteral de éstos (10%): general, la LEOC puede estar indicada en cálculos
menores de 2 cm con vía urinaria intrarrenal no
• Cólico nefrítico durante la expulsión de los frag- dilatada. Las mismas consideraciones pueden apli-
mentos. carse al riñón malrotado.
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Tratamiento endoscópico
de la Litiasis
Tratamiento endoscópico
de la Litiasis
Nefrolitotomía Percutánea................................................................................................................................ 803
Ureterorrenoscopia .................................................................................................................................................. 809
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 812
45.Tratamiento endoscópico de la Litiasis
capítulo 45
Tratamiento endoscópico
de la Litiasis
La coincidencia en su aparición y desarrollo de las Los riñones se sitúan en el retroperitoneo entre
técnicas endoscópicas nefrolitotomía percutánea y los niveles T12 y L2 o L3, apoyados sobre el músculo
ureterorrenoscopia, junto a la litotricia extracorpórea psoas y su eje longitudinal sigue la dirección del mismo.
por ondas de choque, ha permitido a lo largo de estos Los polos superiores son más mediales y posteriores
últimos años que convivan y se asienten sus indica- que los polos inferiores. El riñón derecho se sitúa 2-3
ciones buscando más su complementariedad que la cm más abajo que el izquierdo y ambos forman un
competencia. El desarrollo y avance tecnológico de ángulo posterior con el plano frontal de 30-50º.
cada una de ellas hace que se desplace hacia aquellas
indicaciones más resolutivas y con menor morbilidad. Sistema Pieloclicial
En 1901, Brödel (4) demostró que en la mayoría de
los riñones, los cálices anteriores se encuentran en
posición más medial, mientras que los cálices
NEFROLITOTOMÍA posteriores son más laterales (Figura 1).
PERCUTÁNEA Figura 1. Esquema definido por Brödel.
Introducción
Esta técnica consiste en el abordaje de la litiasis renal su
litofragmentación endoscópica y extracción por vía percu-
tánea. De este modo se consiguen eliminar los cálculos con
menor morbilidad, menos tiempo de estancia hospitalaria y
bajo coste en comparación con las técnicas de cirugía abier-
ta.
Goodwin (1) describe en 1955 por primera vez la
nefrostomía percutánea y en 1976 Fernström (2) logra extra-
er un cálculo por vía percutánea. Alken (1981) (3),Wickham
(1981), Segura (1982) y Clayman (1984) en sus diferentes Sin embargo Hodson (5), describió la anatomía calicial
países, contribuyeron al desarrollo de esta técnica. justo a la inversa, con los cálices anteriores más
Desde entonces, gracias a los avances tecnológicos y el laterales que los posteriores (Figura 2). Para resolver
extraordinario desarrollo de los instrumentos flexibles, así estos resultados contradictorios en 1984, Kaye y
como las diferentes formas de energía han permitido la modi- Reinke (6) utilizaron la TAC para estudiar las relaciones
ficación del algoritmo terapéutico en la litiasis renoureteral. caliciales y observaron que los riñones de tipo
Hodson se presentaban en el 74% de los pacientes.
Consideraciones anátomicas Existen tres grupos caliciales, superior, medio e
inferior, estos se subdividen en anterior y posterior
El conocimiento de la anatomía renal y sus relacio- con proyecciones y ángulos diferentes. El abordaje
nes con órganos vecinos resulta imprescindible para, de percutáneo debe buscar, por su seguridad, el acceso
esta forma, disminuir o minimizar el riesgo de lesiones. por el cáliz posterior.
Figura 4. Litiasis residual tras el tratamiento Figura 6. Litiasis residual tras el tratamiento percutáneo.
percutáneo.
Vía Urinaria
Las alteraciones en la vía urinaria condicionan la
eliminación de los restos litiásicos una vez fragmenta-
La dureza del cálculo también es determi- dos. En aquellos pacientes que han sido sometidos a
nante a la hora de decidir el tratamiento a seguir. La intervenciones de reimplantación ureteral, derivacio-
LEOC ha demostrado una peor respuesta en deter- nes urinarias, transplante renal, malformaciones con-
minados cálculos, precisando de un mayor número génitas (riñón en herradura, divertículo calicial), en
de sesiones y de maniobras auxiliares (cateterismos, general todas aquellas circunstancias urológicas que
nefrostomías y URS). En la actualidad, el TAC helicoi- puedan condicionar o dificultar la expulsión de los
dal en el estudio de la litiasis permite realizar una fragmentos tras la LEOC.
reconstrucción tridimensional y calcular el volumen Uno de los aspectos más estudiados en los últi-
real así como predecir su composición según su coe- mos años ha sido la litiasis del grupo calicial inferior.
ficiente de atenuación (10), facilitando la elección del Los cálculos situados en los cálices del polo inferior
abordaje y estrategia terapéutica. La NLP es la téc- deben vencer una serie de dificultades anatómicas,
nica más adecuada para fragmentar cálculos duros factores dinámicos, para ser eliminados tras una sesión
que suelen estar compuestos de cistina, brushita y de LEOC. El ángulo infundibulopiélico, menor de 70º
oxalato cálcico monohidratado. En el otro extremo a 90º, la longitud ,mayor de 3 cm y su anchura, menor
cálculos muy blandos de materia orgánica tienen de 0,5 cm, son factores que pueden condicionar el
mala respuesta a la LEOC y buena resolución por vía resultado de la LEOC, desde un 39% a un 94%, por
percutánea. lo que la alternativa endoscópica debe valorarse.
Punción Calicial
Técnica Antes de realizar la punción del riñón, es necesa-
Para la realización de la NLP es necesaria una rio colocar un catéter ureteral e introducir contraste
mesa radiotransparente con tablero deslizable que radiológico con azul de metileno para la visualización
permita introducir el arco en C y movilizarlo durante de la vía y facilitarnos la recuperación de la misma en
la intervención. caso de pérdida accidental. La punción del riñón
puede realizarse con control ecográfico o radiológico.
Posición del paciente Después de un estudio detenido de la urografía y/o
Existen dos posiciones diferentes para colocar al TAC y de la localización de los cálculos se debe esco-
paciente, en prono y supino: ger el cáliz de entrada, planificándose la estrategia de
abordaje y fragmentación.
a) Decúbito Prono es la descripción clásica, colo- El acceso percutáneo debe cumplir una serie de
cando unos rodillos a nivel de los hombros y de la requisitos: que sea un cáliz fácilmente abordable, un
cresta iliaca que facilitan la adecuada ventilación del cáliz posterior, una entrada yuxtapapilar y un buen
paciente. Además hay que proteger los brazos, las punto de partida para completar la litotricia.
rodillas, los tobillos y los pies. El lado del cálculo
debe estar elevado con una almohadilla a 30º. Las Figura 7. Decúbito supino (posición de Valdivia).
principales desventajas, debido a la posición del
paciente y la colocación de un rodillo abdominal,
son que provocan una elevación diafragmática con
la consiguiente disminución de la ventilación respi-
ratoria así como una disminución del retorno
venoso por compresión de la cava. Los cambios y
posicionamientos en quirófano son laboriosos y el
mantenimiento y control anestésico es peor.
Se localiza sobre la línea axilar posterior entre la (incrementos graduales de 2 Fr). La vaina externa (dis-
12ª costilla y la cresta ilíaca, excepcionalmente es posi- ponible de 28 a 30 Fr) mantiene el acceso al riñón y
ble pasar entre la 11ª y la 12ª, siendo peligroso pun- permite la introducción de la instrumentación a través
cionar por encima de la 11ª costilla por riesgo de de ella.
lesión pleural. Las complicaciones que pueden ocurrir con este
La localización del cálculo y el volumen litiásico método son la perforación de la pelvis renal con la
son las principales consideraciones a tener en cuenta consiguiente extravasación del líquido de irrigación, o
al elegir el punto de acceso adecuado para extraer el el traumatismo de la cápsula renal y posterior hema-
cálculo. toma perirrenal.
El cirujano debe realizar un acceso que permita
la máxima eliminación de cálculos, una entrada calicial Dilatación con balón de alta presión tipo Olbert
por la papila o justo al lado es la más adecuada. Debe El objetivo de este sistema es la de realizar el tra-
evitarse la punción directa de la pelvis renal porque yecto en un solo paso y evitar la dilatación seriada. De
existe un riesgo elevado de lesión de la rama poste- esta manera, la dilatación es menos traumática.
rior de la arteria renal. Aunque no son tan eficaces cuando existe tejido
En primer lugar se inspecciona el sistema colec- fibroso retroperitoneal. Son fáciles de usar pero pre-
tor con el arco en C colocado verticalmente hasta cisan un control fluoroscópico para evitar realizar la
localizar el cáliz de entrada. Una vez localizado, se rota dilatación sin estar correctamente colocados. El mayor
el arco hasta colocarlo a 30º, así estará paralelo al inconveniente es su elevado coste.
cáliz elegido y podremos ir avanzando con una aguja La punta del balón debe introducirse hasta el cáliz,
de 18 G dirigiéndola mediante controles de fluoros- una vez allí se realiza el llenado del balón y sobre él se
copia. Para verificar la correcta colocación de la aguja desliza la camisa de Amplatz hasta llegar a la cavidad
en el sistema colector, se aspira con una jeringa y se renal. La retirada del catéter de balón manteniendo la
observa la salida de orina con azul de metileno y tras guía nos permite acceder con el nefroscopio.
comprobar, mediante contraste radiológico, la correc- Se ha demostrado un menor riesgo de hemorra-
ta ubicación y la ausencia de extravasado , se pasa una gia, menor tiempo quirúrgico y menor incidencia de
guía a través de la vaina de la aguja procurando intro- perforaciones con el catéter de balón que con las
ducir una longitud suficiente para evitar que la misma otras técnicas de dilatación. (12)
se salga durante las maniobras sucesivas. Una de las nuevas tendencias en el campo de la ins-
trumentación para realizar la nefrolitotomía percutánea
Dilatación es la de realizar en un solo paso el acceso percutáneo
La dilatación persigue ser coaxial respecto a la y la dilatación. Con esta novedosa técnica se reduce el
guía, lograr un calibre adecuado 26-30 Fr y mantener- tiempo operativo y el trauma producido es menor. (13)
lo estabilizado mediante la camisa o vaina de Amplatz. Con el fin de disminuir la morbilidad Jackman des-
Existen tres tipos de dilatación. cribe la miniperc (14) logrando un tracto de 13 a 22 Fr,
inicialmente descrita en litiasis infantil, puede tener cla-
Dilatadores telescópicos metálicos de Alken ras indicaciones en litiasis residual o en litiasis en diver-
Estos dilatadores son de acero inoxidable y se tículo calicial.
desplazan de forma secuencial telescópica uno sobre
otro. La varilla del interior es hueca y se desliza sobre Líquido de irrigación
el alambre guía. Este sistema es muy eficaz y dado su Se deben utilizar soluciones isotónicas para la irri-
rigidez, es el ideal para pacientes con cirugías previas gación durante la NLP para minimizar el riesgo de
y tejido perirrenal fibroso. El mayor inconveniente es hiponatremia por dilución en caso de extravasación
que se puede lesionar con facilidad la pelvis renal. de grandes volúmenes. El suero fisiológico es una
buena opción.
Dilatadores semirrígidos Ampaltz (Creado por El líquido debe estar a una altura no mayor de 80
Amplatz en 1982) cm por encima del paciente, para evitar la hiperpre-
El equipo esta formado por un catéter de 8 Fr y sión intrarrenal y la absorción de gran cantidad de flui-
la dilatación progresiva con catéteres del 12 a 30 Fr do por reflujo pielovenoso.
Litotricia Ultrasónica
Una vibración de alta frecuencia se trasmite a tra- URETERORRENOSCOPIA
vés de una sonda que en contacto con el cálculo logra
su fragmentación permitiendo la aspiración por el Introducción
interior hueco de la sonda. La ventaja principal es la
combinación de fragmentación y eliminación simultá- La cirugía endoscópica se ha convertido en
nea de los fragmentos litiásicos. Es muy útil para cál- muchos casos en el tratamiento de elección de la litia-
culos friables. Su principal desventaja es el efecto tér- sis ureteral. El desarrollo de la técnica por E. Pérez
mico por lo que su uso en el ureter se ha abandona- Castro (16) prácticamente coincidiendo con Chaussy al
do debido a la posibilidad de lesiones isquemias y su describir el primer tratamiento de litotricia extracór-
estenosis posterior. porea en la Universidad de Munich ha hecho que a lo
largo de estos años que ambas modalidades terapéu-
Litotricia Mecánica ticas hayan compartido las indicaciones manteniendo
a) Balística: en este sistema, el aire presurizado un debate que ha dado lugar a numerosas controver-
actúa como energía para disparar un proyectil sias.
hacia una varilla metálica en contacto con el cálcu- Los grandes avances en la endoscopia ureteral,
lo. La ventajas de este sistema son el bajo coste, miniaturización, el desarrollo de la ureterorrenoscopia
que precisa poco mantenimiento y que puede flexible y la utilización de energías de contacto como
fragmentar cálculos de gran dureza. Puede ser uti- el laser holmium han permitido modificar el algoritmo
lizado con diferentes sondas de 0,8 a 3 mm. terapéutico de la litiasis ureteral, presentándose como
Recientemente se ha comercializado un sistema, primera opción en litiasis ureteral mayores de 10 mm
basado en el mismo principio, que se alimenta con o en cálculos impactados.
Patología vascular
del testículo y del pene
Patología vascular
del testículo y del pene
Introducción ..................................................................................................................................................................... 861
Circulación arterial del pene y escroto ................................................................................................. 861
Circulación venosa del pene y escroto................................................................................................... 862
Varicocele ........................................................................................................................................................................... 862
Escroto agudo................................................................................................................................................................. 865
Flebitis de Mondor..................................................................................................................................................... 868
Hemangiomas................................................................................................................................................................. 869
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 870
48. Patología vascular del testículo y del pene
capítulo 48
Patología vascular
del testículo y del pene
INTRODUCCIÓN arteria ilíaca externa o de la arteria obturatriz.
Durante la cirugía radical por cáncer de próstata,
La patología vascular testicular y peneana abarca estas arterias accesorias pueden lesionarse fácilmen-
diferentes entidades nosológicas independientes entre te, y ello explica las frecuentes disfunciones eréctiles
sí. Inicialmente nos referiremos a un recuerdo anató- de causa vascular que aparecen tras la prostatecto-
mico sobre la circulación arterial y venosa del pene y mía radical.
escroto. En lo que respecta a la patología vascular tes-
ticular vamos a tratar el varicocele, cuadro que afecta La arteria pudenda interna se divide en cuatro
al número y calidad de los espermatozoides del eya- ramas principales:
culado. Haremos también un análisis acerca del diag-
nóstico diferencial del escroto agudo, incluyendo la - Arteria perineal superficial.
torsión testicular, situación urgente que requiere una
exploración quirúrgica, bien inmediata o tras resolu- - Arteria bulbouretral que irriga el bulbo uretral y
ción manual, la torsión de los apéndices testiculares y el cuerpo esponjoso.
epididimarios y la epididimitis.
- Arteria cavernosa responsable del llenado sanguí-
Por último, mencionaremos brevemente dos enti- neo de los cuerpos cavernosos.
dades menos frecuentes, la flebitis de Mondor y el
hemangioma escrotal y de pene. - Arteria dorsal del pene que aporta sangre a la piel
y al glande, además de ser la responsable de la tur-
gencia del glande durante la erección.
CIRCULACIÓN ARTERIAL Arterias del escroto
DEL PENE Y ESCROTO
Las arterias que irrigan todos los planos de la
Arterias del pene bolsa escrotal tienen dos orígenes diferentes:
Las arterias del pene pueden dividirse en dos - Arterias pudendas externas inferiores, ramas de la
grandes grupos: arteria femoral, que irrigan la parte anterolateral
del escroto.
- Las arterias que nutren las cubiertas del pene.
- Arterias perineales superficiales, ramas de la arte-
- Las arterias de los cuerpos cavernosos. ria pudenda interna, que irrigan la parte posterior
del escroto y el septo medio1.
El pene recibe su principal aporte sanguíneo a
través de las dos arterias pudendas internas, ramas Arterias del testículo
terminales de la arteria hipogástrica. En muchos
casos también recibe aporte sanguíneo a través de El área mediolateral del testículo posee menos
las arterias pudendas accesorias que proceden de la vasos en comparación con las áreas anterior o inferior.
La irrigación arterial del testículo y el epidídimo - El grupo venoso escrotal externo que va a drenar
proviene de tres fuentes: la arteria espermática a la vena safena interna.
interna, la arteria deferencial y la arteria espermáti-
ca externa o arteria cremastérica. La arteria esper- - El grupo venoso escrotal posterior que desembo-
mática es una rama de la aorta abdominal que se ca en la vena pudenda interna1.
origina por debajo de la arteria renal, se convierte
en un componente del cordón espermático por Venas del testículo
encima del anillo inguinal interno y se encuentra
íntimamente asociada con una red de venas anas- El testículo dispone de tres grupos venosos:
tomóticas que acaban por conformar el plexo pam- espermática interna, que drena normalmente en la
piniforme. renal, la izquierda, y en la cava inferior la derecha;
espermática externa o funicular, rama de la epigástri-
Una vez que abandona dicho plexo y se extiende ca; y la deferencial, que aboca a la vesical inferior o a
hacia el área mediastínica del testículo, la arteria la ilíaca2.
espermática se enrolla y ramifica antes de entrar en el
testículo. Dentro de éste la arteria se divide en diver-
sas arterias centrífugas que penetran en el parénqui-
ma testicular2. VARICOCELE
Se define como una anormal tortuosidad y dila-
tación de las venas del plexo pampiniforme del cor-
CIRCULACIÓN VENOSA dón espermático. Aparece hasta en el 90% en el
DEL PENE Y ESCROTO testículo izquierdo, debido a las diferencias en la
configuración de las venas espermáticas internas
Venas del pene izquierda y derecha y sus orígenes embriológicos.
Como resultado, la vena espermática interna izquier-
El drenaje venoso del pene esta constituido por da tiene una columna de presión de 8 a 10 cm
dos sistemas diferentes: mayor y sus efluentes afrontan un flujo de sangre
relativamente más lento2. Se aprecia bilateralidad
- Sistema venoso superficial: Constituido por nume- en el 5-20%. Generalmente es asintomático y se
rosas venas que se originan en las cubiertas del percibe como una asimetría en el tamaño del
pene y el prepucio. Cerca de la base del pene escroto acompañado de pesadez y raramente de
estas venas se reúnen en un tronco único para dolor testicular3.
formar la vena dorsal superficial del pene.
La prevalencia del varicocele en la adolescencia,
- Sistema venoso profundo: Formado por numero- su asociación con la infertilidad masculina y la mejo-
sas venas emisarias y circunflejas que emanan de ría de la calidad del semen que puede verse des-
los órganos eréctiles. Estas venas confluyen para pués de la ligadura del varicocele han generado un
formar la vena dorsal profunda del pene que aumento de interés por su estudio en los adoles-
desemboca en el plexo periprostático de San- centes y su asociación con la disfunción esperma-
torini. togénica2.
masa compresible indolora localizada por encima y a también mejora el espermiograma en adolescentes
veces alrededor del testículo. y adultos jóvenes6. En 2/3 de pacientes mejorará el
espermiograma después de la resolución del varico-
En la descripción clásica de las varices se habla de cele y se conseguirán embarazos en un porcentaje
la consistencia de una “bolsa de gusanos” que se des- que varía entre el 20-60%. En la actualidad, la cirugía
comprime cuando el paciente esta en decúbito dorsal. del varicocele en todos los adolescentes que lo
Un varicocele visible es considerado como grado 3 presentan no está indicada y además supondría tra-
(grande). El varicocele no visible pero fácilmente pal- tar al 15% de los varones7. El tratamiento está indi-
pable sin la maniobra de Valsalva es considerado cado en:
como moderado, grado 2.
- Adolescentes con detención en el crecimiento del
Si el varicocele sólo es palpable con la maniobra testículo.
de Valsalva es de grado 1 (pequeño).
- Adolescentes con alteraciones en el espermiogra-
El varicocele secundario especialmente en el lado ma con varicocele de grado 3.
derecho puede ser causado por una patología retro-
peritoneal, un tumor renal o adenopatías. Una parte - Adolescentes con clínica de dolor, pesadez y
crucial del examen físico de todos los adolescentes edema testicular.
es la evaluación precisa del volumen y la consistencia
testiculares para ver si el varicocele está afectando - Adolescentes con varicocele bilateral8.
negativamente el crecimiento testicular. Se recomien-
da un control anual con ultrasonidos del volumen La reparación de grandes varicoceles lleva a una
testicular, ya que es el método más preciso y repro- mejoría de la calidad del semen significativamente
ducible para medir las variaciones en el tamaño del mayor que la obtenida con el tratamiento de varico-
testículo. Variaciones de más de 2 ml o del 20% del celes pequeños. Además, los varicoceles grandes se
volumen por ecografía es actualmente el mejor indi- asocian con un deterioro mayor en la calidad del
cador de daño testicular y parece un criterio razona- semen que los pequeños. Cuanto más temprana es la
ble para ser usado como indicador para la resolución edad en la que se repara el varicocele, más posibilida-
del varicocele. des de recuperación de la función espermatogénica
tiene9.
La evaluación del varicocele subclínico mediante
examen doppler no desempeña papel alguno en la Tratamiento
evaluación del varicocele de los adolescentes, porque
se ignora la importancia del varicocele subclínico en Consiste en la ligadura u oclusión de todas las
estos pacientes2,3. venas del cordón espermático. Se puede realizar por
cirugía abierta, laparoscópica o percutánea. Para el
Diagnóstico diferencial abordaje en cirugía convencional están descritas tres
técnicas quirúrgicas, aunque la pregunta sobre cuál es
La hernia inguinal, el hidrocele con y sin comuni- la mejor continúa en debate10:
cación intraperitoneal, la hernia epiploica, el quiste del
cordón y el quiste epididimario son diagnósticos dife- - Subinguinal (Mamar): Con este abordaje, justo
renciales comunes, y a la vez sencillos de diferenciar, debajo del anillo inguinal externo, se encuentran
para esas masas escrotales generalmente indoloras una mayor cantidad de venas, la arteria testicular
que aparecen en los adolescentes2. está con más frecuencia rodeada por una red de
venas muy pequeñas que deben ligarse y suele
Indicaciones para el tratamiento hallarse dividida en dos o tres ramas, lo que difi-
culta la identificación y su preservación. Es mejor
La intervención del varicocele no sólo revierte usar un abordaje subinguinal en hombres con una
la detención del crecimiento del testículo sino que historia de cirugía inguinal previa.
- Inguinal (Ivanissevich): Se efectúa a través de una la recuperación postoperatoria son similares a las
pequeña incisión sobre el conducto inguinal, el asociadas con la reparación subinguinal. La repara-
cual se abre desde el anillo inguinal externo para ción laparoscópica lleva al menos dos veces más
obtener acceso al cordón justo por debajo del tiempo y tiene un costo superior. Sólo en manos
anillo interno. Las venas espermáticas internas se de un laparoscopista experimentado se puede
ligan y se seccionan. El conducto deferente y sus considerar una alternativa razonable para la repa-
vasos se preservan. Para algunos autores ésta es la ración bilateral de los varicoceles.
técnica quirúrgica de elección8.
Las técnicas de embolización pueden ser clasifica-
- Retroperitoneal (Palomo): La ligadura retroperito- das como anterógradas (a través del escroto en el
neal de la vena espermática interna sigue siendo de plexo pampiniforme) y retrógrada (catéter colocado a
uso habitual para la ablación del varicocele en los través de punción en la vena femoral)10. Las técnicas de
adolescentes. Se efectúa un incisión de 4 cm a nivel radiología intervencionista implican el acceso trans-
de la espina ilíaca anterosuperior y el peritoneo se femoral a la vena espermática para venografía y
desplaza hacia una posición medial para identificar embolización, con el uso de balones espirales (coils)
los vasos espermáticos internos. A este nivel pue- de acero para producir la oclusión venosa. La veno-
den estar la arteria testicular y una única vena o un grafía intraoperatoria reduce la incidencia de recu-
pequeño número de venas. Se efectúa la ligadura rrencia del varicocele.
retroperitoneal que puede ser efectuada mediante
una ligadura en masa de los vasos espermáticos o Las complicaciones más comunes tras la repara-
con una técnica en la que se preserva la arteria. ción del varicocele son:
ción debe ser considerada una situación de urgencia sodio puede ser más gradual, e incluso en algunos
que requiere una pronta evaluación, diagnóstico dife- niños el grado de dolor se reduce al mínimo. Muchos
rencial y una posible exploración quirúrgica inmediata. de los niños que acuden con dolor escrotal agudo
Aunque la torsión de un testículo no descendido es informan una historia de episodios previos de dolor
rara, debe ser considerada en todo niño que se pre- severo y autolimitado y de turgencia escrotal que se
sente con dolor abdominal o inguinal y un hemiescro- piensa que representen episodios previos de torsión
to homolateral vacío2. intermitente del cordón con detorsión espontánea. La
torsión aguda puede asociarse con náuseas y vómitos
Torsión testicular y algunos presentan dolor referido al cuadrante infe-
rior homolateral del abdomen. La disuria suele hallar-
Se diferencian dos tipos13: se ausente.
Torsión Agudo/
apéndice subagudo Prepuberal Polo superior Negativo Positivo Reposo
Elevación cama
escrotal
testículo necrótico debe ser extirpado. Los testículos pueden mostrar un flujo normal o aumentado y las
aún con viabilidad marginal pueden ser conservados. imágenes ecográficas pueden revelar el apéndice infla-
mado. Cuando el diagnóstico de torsión de un apén-
Si el testículo va a ser preservado debe realizarse dice es confirmado clínicamente o por estudio por
orquidopexia bien con suturas a los tejidos circun- imágenes el manejo no quirúrgico permite que la
dantes o según la técnica descrita anteriormente para mayoría de los casos se resuelvan espontáneamente.
ser colocado dentro del espacio creado entre el dar- Con la limitación de la actividad, la elevación escrotal
tos y la piel sin que se necesite fijación con puntos2,16. y la administración de AINE casi todos los síntomas
van desapareciendo. En caso de duda diagnóstica o
Cuando se encuentra una torsión del cordón persistencia de los síntomas, se recurriría a la extirpa-
espermático debe efectuarse la exploración del tes- ción simple del apéndice afectado2.
tículo contralateral, el cual debe ser fijado para preve-
nir su torsión ulterior.
La flebitis de Mondor evoluciona hacia la cura- Tanto los angiomas capilares como los cavernosos,
ción espontánea en 4 a 8 semanas sin dejar secue- si son de un tamaño reducido, no precisan ningún tipo
las. Las medidas más recomendables inicialmente de tratamiento por no dar clínica. Únicamente por esté-
son conservadoras: reposo sexual, tratamiento sin- tica pueden ser tratados con láser de Neodinium-Yag.
tomático con AINE, antibióticos en casos de infec-
ción y pomadas locales a base de heparinoides. La Los casos grandes o con clínica de sangrado repe-
flebectomía o la trombectomía quirúrgica están indi- tido pueden ser tratados con cirugía, con peores
cadas para casos persistentes disminuyendo la indu- resultados estéticos sobre todo a nivel de glande,
ración y produciendo resultados estéticamente Láser, electrocoagulación, crioterapia o mediante la
satisfactorios18,19,20,21. inyección de sustancias esclerosantes22.
Patología intraescrotal
benigna
Patología intraescrotal
benigna
Hidrocele............................................................................................................................................................................. 915
Hidrocele congénito ................................................................................................................................................. 916
Lesiones líquidas........................................................................................................................................................... 918
Lesiones sólidas............................................................................................................................................................. 921
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 925
51. Patología intraescrotal benigna
capítulo 51
Patología intraescrotal
benigna
Dentro de la patología intraescrotal benigna debe- tismo agudo o repetido, infecciones, filariasis, postva-
mos distinguir distintos apartados: ricocelectomía, obstructivo... Suele presentarse en
adultos y se cree que su mecanismo de producción
1. Hidrocele se debe a un desequilibrio entre la capacidad de
2. Lesiones quísticas: secreción y absorción de las capas parietal y visceral
2.1. Paratesticulares: de la túnica vaginal. Se trata de un hidrocele simple.
2.1.1. Epididimarias
2.1.2. Cubiertas testiculares Clínica: tumefacción de instauración progresiva
2.1.3. Escrotales asociada o no a molestias de diversa intensidad en el
2.2. Intratesticulares lado afecto.
3. Lesiones sólidas:
3.1. Paratesticulares: Complicaciones: el hidrocele puede provocar
3.1.1. Epidídimo muy raramente complicaciones como:
3.1.2. Cordón espermático
3.1.3. Cubiertas testiculares • Atrofia testicular: por compresión de la circulación
3.1.4.Tejidos escrotales sanguínea del testículo.
3.2. Intratesticulares
• Hemorragia: del saco del hidrocele después de un
traumatismo o espontáneamente.
HIDROCELE • Infección del contenido: suele ser iatrogénica por
punción del mismo.
Se define como el acúmulo de líquido intraescro-
tal, originado entre las capas visceral y parietal de la Diagnóstico:
túnica vaginal.
- Historia clínica detallada.
Clasificación: Lo podemos clasificar según su
etiología en: - Exploración física: es lo más importante. La palpa-
ción nos revela un aumento de tamaño regular y
• Idiopático: sin causa aparente (lo más frecuente). simétrico del hemiescroto afecto y donde suele
ser difícil palpar el testículo ya que con frecuencia
• Congénito: es el que se da en los lactantes y en los se encuentra rodeado en su totalidad por el
niños y se debe a la persistencia o el retraso en el hidrocele. En algunos casos nos encontramos con
cierre del conducto peritoneovaginal (por sus una bolsa escrotal "a tensión" que nos dificulta más
características particulares hablaremos de él al aún la palpación.También es importante descartar
final de este apartado). hernias asociadas.
• Adquirido: es el que se puede producir por diferen- - Transiluminación escrotal: consiste en colocar una
tes injurias sobre el testículo, ya sea tras un trauma- luz fuerte contra la parte posterior de la bolsa
Figura 1. Cabeza de epidídimo y teste normal suele realizar como cirugía mayor ambulatoria
envuelto en un hidrocele. (Tomado del Atlas de bajo anestesia raquídea o local. Las complicaciones
Ecografía Abdominal de la AED.) de la cirugía suelen ser inmediatas y pueden ser
hematoma o infección, ya sea del contenido escro-
tal (epididimoorquitis) o de la herida quirúrgica.
Figura 2. Distintos tipos de hidroceles.Tomada de Urología general de Smith. Ed. El Manual Moderno.
rre se realiza su corrección (aunque no hay evi- en la cabeza del epidídimo o globus mayor. Su con-
dencia de que el hidrocele cause daño al testícu- tenido por definición consiste en espermatozoides
lo), pero siempre por vía inguinal por la posibilidad además de linfocitos, células descamadas y grasa. La
de tener un proceso vaginal abierto que si no se gran mayoría son pequeños, pero a veces pueden
corrige supondría la recidiva del hidrocele. alcanzar un volumen importante. Generalmente
con el examen físico (donde podemos usar la
• Hidrocele comunicante: En este caso se realiza su transiluminación) es suficiente para diferenciarlos
corrección quirúrgica de forma electiva pero sin de otras masas intraescrotales pero en caso de
demora y, por supuesto, por vía inguinal. Se corri- duda la ecografía nos servirá de gran ayuda. En
ge el problema con una ligadura alta de la túnica cuanto a su tratamiento la gran mayoría no
vaginal permeable a nivel del anillo inguinal inter- requiere ninguna actuación quirúrgica; tan sólo
no, seguida de la extirpación del saco distal. está indicada su resección mediante exterioriza-
ción del teste, en el caso de complicaciones como:
[En ambos tipos de hidrocele la inyección de sus-
tancias esclerosantes está totalmente contraindi- - dolor;
cada por la posible irritación peritoneal en el caso - aumento de tamaño exagerado que cause
de un proceso vaginal abierto.] incomodidad al paciente;
- dudas sobre su naturaleza benigna; espermato-
celes complicados o calcificados pueden simu-
lar masas sólidas;
LESIONES LÍQUIDAS - anticuerpos antiespermáticos: se creen forma-
dos a causa del esperma estancado y son cau-
Quedan recogidas en la Tabla 1. santes de infertilidad. Se han publicado casos
en los que tras la exéresis del espermatocele,
Paratesticulares éstos han desaparecido.
Espermatocele
Epididimarias Quistes simples
Quistes de vestigios embrionarios
Paratesticulares Quiste vaginal
Cubiertas testiculares
Quiste de albugínea
Quiste de inclusión
Escrotales
Quiste sebáceo
Quistes simples
Ectasia tubular o transformación quística de la rete testis
Intratesticulares
Displasia quística
Quiste epidermoide
• Quistes simples: Estos quistes son pequeñas colec- la 5.ª-6.ª década y tienden a crecer con la edad.
ciones cuyo contenido no es esperma, sino líqui- Generalmente son asintomáticos y se presentan
do. Además pueden presentar tabiques y septos. como hallazgos incidentales en una ecografía que se
Tienen preferencia por la cabeza del epidídimo. realiza por otro motivo. Distinguirlos de los quistes
Son típicos de varones de mediana edad y asinto- testiculares o de la vaginal puede ser difícil ya que se
máticos. En los pacientes con enfermedad de Von observan con las mismas características de un quis-
Hippel-Lindau vemos un aumento de la incidencia te simple, uni o multilocular, y que además puede
de estos quistes. Es raro que crezcan tanto como calcificarse. Otras veces pueden diagnosticarse por
para ocasionar molestias y tampoco es frecuente una masa firme e indolora, o con edema y dolor.
que obstruyan el trayecto epididimario, siendo
causa de infertilidad. En el caso de que sean múl- • Quistes de la túnica vaginal: Muy raros, pueden ser
tiples, podemos hablar de “enfermedad poliquísti- de origen inflamatorio.
ca” que suele aparecer a partir de los 40 años y
produce el agrandamiento y deformidad del epi- Escrotales:
dídimo, por numerosísimos quistes. En la explora- • Quiste de inclusión epidérmicos (el más frecuente)
ción física nos encontramos con un epidídimo y quiste sebáceo: Generalmente el único problema
abollonado, muy aumentado de tamaño y sensible. que suponen es el estético, a menos que se com-
A veces se acompaña de hidrocele por lo que la pliquen. La principal complicación que pueden
exploración es más dificultosa. En cuanto al diag- ocasionar es primordialmente la infección y pos-
nóstico, con la exploración física suele ser suficien- terior abscesificación.
te para evidenciar su naturaleza quística y su loca-
lización, pero son indistinguibles de los esperma- Intratesticulares
toceles; incluso por ecografía, ya que los dos se
ven como masas anecoicas con refuerzo posterior. • Quistes simples: Se hallan en el 8-10% de la pobla-
ción masculina de forma incidental. Son más fre-
• Quistes de vestigios embrionarios: Surgen de restos cuentes a partir de los 40 años. Generalmente no
del conducto mesonéfrico de Wolf y se encuen- son palpables y se hallan por otro motivo en una
tran en el polo anterosuperior del epidídimo en el ecografía. Suelen ser únicos, aunque también múl-
caso de la hidátide pediculada de Morgagni y en la tiples. Son idiopáticos, aunque en algunas ocasio-
parte superior de la cabeza del epidídimo en el nes se pueden producir a causa de traumatismos,
caso del paradídimo u órgano de Giraldés caudal a inflamación y cirugía. Se suelen localizar cerca del
los conductillos eferentes. También encontramos
el conducto aberrante del epidídimo o Vas aberrans. Figura 3. Quistes en cabeza y cola de epidídimo
La hidátide sésil de Morgagni o apéndice testicular e intratesticular. (Tomado de Radiographics 2002:22:
derivado del conducto paramesonéfrico y locali- 189-216.)
zado en el polo anterosuperior del testículo, tam-
bién puede presentarse de forma quística. La
forma de aparición, exploración física y actitud
terapéutica es la misma que con los espermato-
celes y quistes simples.
Cubiertas testiculares:
• Quistes de la túnica albugínea: Se trata de quistes de
2-5 mm, están localizados en la cara lateral y supe-
rior del testículo. Pueden ser uni o multiloculados.
Se cree que su origen es mesodérmico. Histoló-
gicamente son quistes simples revestidos por célu-
las cuboides o columnares bajas y llenos de líqui-
do seroso. Su edad media de presentación es en
• Displasia quística: Es una malformación congénita Histológicamente está compuesto por queratina
rara que se presenta en lactantes y niños peque- estratificada, epitelio escamoso y una pared fibrosa
ños, aunque existe una comunicación de un caso bien definida. En 1969, Price determinó los siguien-
de un paciente de 30 años. La teoría propuesta tes criterios diagnósticos después de una revisión
Figura 4. Quiste epidermoide visto por ecografía como una masa hipoecoica bien definida con aros concéntricos
prominentes. Muestra anatomopatológica donde se puede observar su composición rica en láminas de queratina.
(Tomado de Radiographics 2002:22:189-216.)
de 69 casos: (a) la lesión quística se localiza dentro controles ecográficos periódicos y según la situación
del parénquima testicular, (b) la luz está ocupado concreta de cada paciente. En el caso de los quistes
por queratina, (c) la pared del quiste está com- epidermoides y a pesar de los hallazgos ecográficos
puesta por tejido fibroso con un anillo completo o característicos, no podemos asegurar su benignidad
incompleto de epitelio escamoso, (d) no hay ele- tan sólo con la ecografía, por lo que usualmente se
mentos teratomatosos dentro del quiste, en la realiza la orquiectomía radical. En los últimos tiempos,
pared o en el tejido testicular adyacente, (e) sin ciertos autores defienden que ante una fuerte sospe-
cicatrices en el parénquima testicular remanente, cha ecográfica de quiste epidermoide se puede reali-
(f) cambios inflamatorios leves y calcificaciones en zar una exploración quirúrgica con exéresis de la
la pared pueden ser vistas, (g) el parénquima testi- lesión para su análisis anatomopatológico.
cular puede estar comprimido pero la pared del
quiste es discreta y separada de la túnica albugínea.
LESIONES SÓLIDAS
Los hallazgos en la ecografía dependen de la
maduración y la cantidad de la queratina dentro Siguiendo el formato de la anterior tabla, las
del quiste. Se identifica una lesión redonda u ova- podemos agrupar en:
lada con ecogenicidad variable que aparece como
una masa bien delimitada que puede tener la típi- Paratesticulares
ca apariencia en “bulbo de cebolla” debido a los
acúmulos de queratina alternando con las células Estos tumores se presentan como masas escrota-
escamosas descamadas (halos hiper e hipoecogé- les o inguinoescrotales, dolorosas o no, de crecimien-
nicos concéntricos alternantes). to lento, que cursan de forma insidiosa sin síntomas
locales ni generales específicos y que se diagnostican
Manejo de las lesiones quísticas como hallazgos casuales o por sus procesos asociados
intratesticulares (como hidroceles y torsiones testiculares) o molestias
tipo pesadez. Suponen tan sólo un 7-10% de todas las
En principio, en aquellos casos en los que no haya tumoraciones intraescrotales y tan sólo un 3% van a
duda sobre su benignidad, puede ser conservador con ser malignas. Se pueden localizar en:
Tumores adenomatoides
Epididimarias Leiomioma
Cistoadenoma papilar
Lipoma
Paratesticulares Cordón espermático
(linfangiomas, neurofibromas…)
Proliferación nodular difusa
Cubiertas testiculares
(Tumor adenomatoide, leiomiomas…)
Tejidos escrotales
Varicocele intratesticular
Quiste epidermoide
Tumores de restos adrenales
Intratesticulares Fusión esplenogonadal
Sarcoidosis
Microlitiasis
exéresis (cirugía parcial conservadora) para confirmar igual que en el epidídimo y con las mismas caracterís-
histológicamente su benignidad. Si el resultado fuera ticas), leiomiomas, neurofibromas, hemangiomas, gra-
de malignidad, se realizaría entonces la orquiectomía nulomas de colesterol, etc.
radical por vía inguinal.
Tejidos escrotales:
Cordón espermático: Están formados por tejidos adiposo, muscular,
Son los tumores paratesticulares benignos más fre- fibroconectivo, linfático y nervioso. Los más frecuentes
cuentes. Pueden ser: mesenquimatosos (lipoma, leio- son los lipomas, seguidos de fibromas y leiomiomas.
mioma y linfangioma), epiteliales y disembrioplásicos. Aquí, la actitud puede ser observación (en caso de los
lipomas) o exéresis quirúrgica (en caso de duda sobre
Los más frecuentes con diferencia son los prime- su benignidad).
ros, y sobre todo el lipoma; éste representa el 45% de
todos los tumores del cordón. Su mayor frecuencia se Intratesticulares
da en la 4.ª-5.ª década de la vida y generalmente se
localiza en el canal inguinal. Su consistencia a la explo- - Varicocele intratesticular: Es una rara presentación
ración es blanda y seudofluctuante y la gran mayoría de varicocele que ocurre en menos del 2% de la
son asintomáticos. población masculina. La patogénesis y las implica-
ciones clínicas de este cuadro no están todavía
El diagnóstico clínico de los tumores benignos del bien establecidas. Estos varicoceles pueden ocurrir
cordón suele ser difícil, es posible distinguirlos con la en asociación a los extratesticulares, pero es más
exploración física de una hernia inguinal pero no esta- frecuente su independencia. Son más frecuentes
blecer su carácter de benignidad. Su tratamiento será en el lado izquierdo, lo que se correlaciona con el
siempre también su exéresis quirúrgica por vía inguinal. extratesticular y en un 39% de los casos son bila-
terales. Clínicamente se pueden manifestar por
Cubiertas testiculares: dolor con la congestión pasiva del testículo, lo cual
La túnica vaginal y la túnica albugínea son las dos comprime la túnica albugínea o masa testicular. El
cubiertas testiculares donde con más frecuencia se diagnóstico generalmente es por ecografía, encon-
asientan proliferaciones tumorales o seudotumorales. trándonos con múltiples estructuras tubulares ser-
Lo más frecuente es encontrarnos con una proliferación pinginosas y anecoicas, al igual que en un varico-
nodular difusa y fibrosa también denominada fibrosis cele extratesticular. Asimismo, la ecografía doppler
peritesticular, seudotumor fibroso o fibroma (cuarta color nos mostrará un flujo con características
tumoración paratesticular en frecuencia después de los venosas que aumenta con la maniobra de Valsalva.
lipomas, tumores adenomatoides y el leiomioma). El principal diagnóstico diferencial es con el seu-
Suele originarse generalmente de la túnica albugínea y doaneurisma intratesticular, que presenta un flujo
se presenta en el adulto como una tumoración sólida, ecográfico en el dúplex doppler característico en
lisa, dura, encapsulada, irregular e indolora. Esta lesión ying y yang y distinguible del venoso del varicoce-
se considera como una reacción fibroinflamatoria le y con ectasia tubular de la rete testis. Otros
benigna, por lo cual con su resección quirúrgica previa diagnósticos diferenciales incluyen los quistes
biopsia intraoperatoria sería suficiente como trata- intratesticulares, hematoma, infección focal y neo-
miento; algunos autores han señalado un límite de 3 cm plasia quística intratesticular.
a partir de los cuales sería conveniente realizar la
orquiectomía radical. Es importante tratar de realizar - Tumores de los restos adrenales: La cortical adrenal
un diagnóstico histológico que los diferencie de otros y las células intersticiales de las gónadas se origi-
tipos de tumores verdaderos localizados en estas zonas nan en el mesonefros, esto nos explica que encon-
ya que por su ubicación simulan tumores malignos y tremos tejido adrenal ectópico intratesticular (y
condicionan tratamientos radicales innecesarios. también en el cordón y epidídimo), que es poco
trascendente, salvo en aquellos casos de postadre-
Otros tumores benignos que nos podemos nalectomía por síndrome de Cushing, de Addison
encontrar en las cubiertas son los adenomatoides (al e hiperplasia adrenal congénita ya que después de
Hiperplasia benigna
de próstata
Hiperplasia benigna
de próstata
Introducción ..................................................................................................................................................................... 997
Cuadro clínico................................................................................................................................................................. 1000
Diagnóstico y diagnóstico diferencial ...................................................................................................... 1002
Tratamiento de la HBP ......................................................................................................................................... 1003
Bibliografía......................................................................................................................................................................... 1010
55. Hiperplasia benigna de próstata
capítulo 55
Hiperplasia benigna
de próstata
INTRODUCCIÓN nivel de la zona de transición (Figura 3). Esto se debe
fundamentalmente a un desequilibrio entre prolifera-
Definición ción celular y apoptosis. Para que esto ocurra, se pre-
cisan dos factores principales: la edad y la presencia de
La hiperplasia benigna de próstata (HBP) es una andrógenos. Paradójicamente el crecimiento prostáti-
entidad que aún hoy en día carece de una definición co ocurre en la edad avanzada, cuando declinan los
clara; la acepción comúnmente utilizada, (HBP), está niveles periféricos de andrógenos (los cuales se pos-
basada en el desarrollo quirúrgico de esta patología, tula que son fundamentales, durante la formación de
en la identificación macroscópica de un crecimiento la próstata a nivel embrionario)3; no obstante, en la
del adenoma de próstata, que da lugar a una sintoma- edad avanzada, la próstata preserva un nivel elevado
tología obstructiva y en el argumento de que una de dihidrotestosterona (DTH), que es el andrógeno
extirpación de este adenoma conduce a una mejoría activo a nivel prostático, proviene de la testosterona,
y curación del paciente1. la cual es metabolizada por la enzima esteroidea 5α-
Reductasa; de la que hay dos subtipos; la tipo 1, que
Una expresión sintética de la concepción actual predomina en tejidos extraprostáticos (aunque tam-
de la HB, ha sido propuesta gráficamente por Hald bién está presente en la próstata), y la tipo 2, que pre-
et al2. (Figura 1). domina a nivel prostático. Además, en la edad avanza-
da se preserva un nivel elevado de receptores andro-
Hald expone que sólo los pacientes con las tres génicos, lo cual indica que, como mínimo, los andró-
condiciones: prostatismo (síntomas obstructivos), genos desempeñan un papel permisivo en el desarro-
hiperplasia con aumento de volumen (adenoma) y llo de la HBP. 4
obstrucción del tracto urinario inferior demostrable,
tienen HBP (C). Hay pacientes con prostatismo (sin- La DTH ejerce una función de primer orden en la
tomatología obstructiva) y obstrucción objetivable regulación genética de los distintos factores de creci-
que pueden corresponder a estenosis cervicales y miento involucrados en el crecimiento prostático y
uretrales (B). Otros sufren prostatismo y aumento de probablemente los estrógenos también ejerzan una
volumen sin poder demostrar la obstrucción(!) y influencia importante en este sentido. Además de
otros aumento de volumen y obstrucción sin sínto- esto, el crecimiento prostático depende también de la
mas, (prostatismo silente) (S). La dificultad en definir secreción paracrina de sustancias polipeptídicas sinte-
correctamente esta entidad se debe a su carácter mul- tizadas por las propias células prostáticas5.
tifactorial etiológico donde la edad y las hormonas
desempeñan un papel fundamental en el desarrollo Este crecimiento volumétrico prostático, determi-
“benigno” del epitelio y estroma de la zona transicional. nado por los factores antes mencionados, da lugar al
llamado “factor estático o mecánico”. (Figura 2).
Etiología y fisiopatología
Pero existe el llamado “factor dinámico”, ya que la
La fisiopatología de la HBP es heterogénea. Por un próstata no es un tejido inerte y posee una rica iner-
lado se produce una proliferación, tanto del estroma vación simpática y parasimpática, a través de fibras
fibroso como de las células epiteliales glandulares a provenientes del plexo hipogástrico; se sabe que es
HIPERPLASIA ! PROSTATISMO
C
S B
OBSTRUCCIÓN
ANDRÓGENOS Y ESTRÓGENOS
Factores de crecimiento
Sustancias polipeptídicas paracrinas
Antiandrógenos
Antiestrógenos
Próstata envejecida
Hiperplasia celular:
Obstrucción Epitelio y estroma FACTOR MECÁNICO
mecánica
Zona de transición
HBP SINTOMÁTICA
Obstrucción dinámica
Figura 3. Zonas anatomopatológicas de McNeal. rica en receptores α-adrenérgicos (α1 y α2), cuya
activación provoca una estimulación de las células
musculares lisas prostáticas y, por lo tanto, su bloqueo
da lugar a una relajación de las mismas, facilitando de
esa forma la salida de la orina5.
Epidemiología
Se sabe que la HBP tiene una alta prevalencia,
pero a pesar de ello, como se ha comentado ante-
riormente, al no disponer de una definición adecuada
de HBP, no existen unos criterios diagnósticos reco- rodea casi totalmente la uretra distal, supone el 70%
nocidos de forma unánime, la definición histológica, no del peso total de la próstata, también supone el
se puede aplicar a los estudios epidemiológicos y los componente principal de la cápsula prostática y es
síntomas urinarios de la HBP son inespecíficos, hasta donde se desarrollan la mayoría de los cánceres
el punto que esa misma sintomatología urinaria puede prostáticos. Zona central, que supone el 25% de la
darse en una población femenina. glándula, tiene forma triangular, está atravesada por
los conductos eyaculadores y en ella se produce el
En 1993, en una reunión de consenso se definie- 10% de los cánceres de próstata. Zona de transi-
ron cuáles debían ser los criterios cualitativos que ción, que supone el 5% del tejido prostático restan-
debía tener un sistema de puntación sintomática de te y está formada por dos lóbulos que rodean la ure-
HBP: que el paciente pueda realizarlo él mismo, que tra por encima del veru montanum, esta zona es la
sea comprensible y de uso sencillo, que sea reprodu- única que constituye la HBP, comienza creciendo en
cible, que abarque los aspectos tanto irritativos como forma de lóbulos pero finalmente este crecimiento
obstructivos de la clínica de la HBP y que evalúen las es global; esta zona está separada de la zona central
molestias provocadas por los síntomas y su repercu- y periférica por una barrera fibrosa, que constituye el
sión en la calidad de vida. llamado “plano de disección” que sirve para la enu-
cleación quirúrgica de la HBP. La zona de transición
Uno de los sistemas más usado: el International es igualmente importante porque en ella se localizan
Prostate Symtome Score (IPSS) no cumple todos los el 25% de los cánceres, por lo que es necesario exa-
criterios anteriormente definidos y provoca infra o minar los fragmentos cuando se realiza una resec-
sobrevaloraciones de hasta un 40%, pero los estudios ción endoscópica5.
basados en este sistema muestran una prevalencia de
HBP del 40% de los hombres de más de 50 años. Histológicamente, la HBP es un proceso hiperplá-
Aunque hay trabajos que han encontrado diferencias sico verdadero, es decir, aumenta el número de célu-
de prevalencia en distintos países (Tabla 1). las; por ello el término hipertrofia benigna de próstata
es incorrecto desde una perspectiva puramente ana-
En España, Chicharro et al. asociaron tres paráme- tomopatológica5.
tros para realizar un estudio epidemiológico: una pun-
tuación IPSS > 7, flujo máximo <15 ml/s, y un volu-
men prostático >30 cm3, encontrando un 4,5% de
prevalencia clínica de HBP en los españoles de 41 a CUADRO CLÍNICO
50 años y del 8,7% a partir de los 70 años5.
Síntomas
Características anatomopatológicas
El diagnóstico y el tratamiento se basan princi-
La próstata es una glándula con forma semejante palmente en la anamnesis, pero es importante saber
a la de una castaña, que en un adulto joven pesa unos que el cuadro clínico no es uniforme entre unos
15 gramos, que se sitúa en la profundidad de la pelvis, pacientes y otros; la historia natural de la HBP no
fija entre el pubis por delante, la vejiga por arriba, el siempre se asocia a un curso progresivo, y también
recto por detrás y el piso pélvico por debajo. es importante saber que el desarrollo del cuadro clí-
nico no siempre se correlaciona con el tamaño de la
Actualmente se admite la descripción zonal que próstata.
de ella hizo McNeal. En la que la referencia más
importante es el veru montanum, montículo situado De forma didáctica, a pesar de esta complejidad,
en la cara posterior de la uretra, que da salida a los se pueden establecer una serie de escalones clínicos
conductos eyaculadores. Éste determina el límite para su estudio.
entre lo que es la uretra anterior y la uretra posterior.
Las 4 zonas de McNeal son (Figura 3): Zona anterior - En una fase inicial el aumento en el tamaño de la
fibromuscular, sin glándulas. Zona periférica que próstata puede ocasionar escasos síntomas, ya
1. Volumen urinario < 150 ml en varias medidas HBP; por ejemplo, una estenosis de uretra, litiasis vesical,
de flujometría. carcinoma prostático. Es importante conocer en la his-
2. Flujometría con flujo máximo > 15 ml/s. toria clínica si el paciente ha sido sometido a instru-
3. Síntomas del tracto urinario inferior (LUTS) mentación uretral previa o ha tenido uretritis, para sos-
en pacientes > 80 años. pechar la posibilidad de estenosis de uretra. Los cálculos
4. Sospecha de afectación vesical neurógena. vesicales generalmente se asocian a hematuria y dolor,
5. Tras cirugía pélvica radical. el Ca de próstata se debe tener en cuenta, con un tacto
6. Después de un tratamiento invasivo no satis- rectal sospechoso y una elevación significativa del PSA.
factorio de la HBP.
La infección del tracto urinario (ITU) puede seme-
- Uretrocistoscopia. Se recomienda cuando exis- jar los síntomas irritativos de la HBP, pero ésta se iden-
ten dudas en cuanto al tamaño real de la próstata, tifica con rapidez realizando un análisis completo de
podría ayudar a tomar una decisión en cuanto a la orina y un urocultivo. El urotelioma vesical (especial-
modalidad quirúrgica: adenomectomía abierta vs mente el carcinoma in situ) también se asocia a sinto-
RTU.También se recomienda para descartar otras matogía irritativa, pero éste se asocia con una mayor
patologías que causan síntomas del tracto urinario presencia de macro o microhematuria; ante esta sospe-
inferior en hombres con historia de hematuria, cha, se debe solicitar la realización de una citología uri-
estenosis de uretra, cáncer vesical o cirugía del naria. Otro grupo de pacientes que debe tenerse en
tracto urinario inferior. cuenta son aquellos que tienen una vejiga neurógena, los
cuales pueden tener muchos síntomas sugerentes de
- Estudios de imagen del tracto urinario. HBP, pero generalmente éstos tienen historia de enfer-
(Preferiblemente ecografía), deben realizarse en medad neurológica, Diabetes mellitus o lesión medular;
aquellos hombres a los cuales no se les ha medi- además, en la exploración física se puede poner de
do la creatininemia. Además de evaluar una dilata- manifiesto una sensibilidad perineal disminuida, altera-
ción del tracto urinario superior, la ecografía ciones en el tono anal y en el reflejo bulbo-cavernoso.
puede también identificar tumores renales, evaluar
la vejiga y medir el residuo postmiccional, así
como el volumen prostático. Para medir el volu-
men prostático y así decidir dentro del tratamien- TRATAMIENTO DE LA HBP
to quirúrgico entre un abordaje endoscópico o
abierto es preferible la realización de una ecogra- El objetivo del tratamiento de la HBP es el de ali-
fía transrectal frente a la abdominal. viar los síntomas, mejorar la calidad de vida y evitar la
aparición de complicaciones.
- Diarios miccionales, también pueden ser útiles
a la hora de recibir información objetiva sobre la Las opciones terapéuticas para la HBP son amplias
frecuencia y el volumen miccional, la anotación de e incluyen desde la abstención terapéutica, las terapias
estos parámetros en un diario durante 24 horas farmacológicas y múltiples y variadas técnicas quirúrgi-
es generalmente suficiente. cas (Tabla 2).
La sintomatología puede mejorar a las 48 horas Los diferentes estudios realizados ponen de mani-
del inicio del tratamiento. La mejoría en los tests de fiesto los siguientes efectos relacionados con la acción
síntomas (IPSS) requiere al menos un mes de terapia. de los inhibidores de la 5α-reductasa:
Aproximadamente una tercera parte de los pacientes
no experimenten mejoría sintomática. Si esta mejoría - Disminución de los niveles de DHT a niveles de
no se produce tras 8 semanas de tratamiento, no castración sin afectar a la testosterona plasmática.
estaría indicado continuar con la medicación12. Esta disminución es mayor con el dutasteride14.
Los efectos adversos más comunes con la terapia - Disminución de los niveles séricos de PSA total,
con α-bloqueantes incluyen la cefalea, mareos, hipo- un 50% en el primer año de tratamiento.
tensión ortostática, astenia, disminución de la agudeza
visual, sequedad de boca, congestión nasal, eyaculación - Reducción del volumen prostático, con mejores
retrógrada y náuseas11. resultados en próstatas mayores de 40 gramos.
La doxazosina se ha asociado con una mayor inci- - Aumento de la velocidad máxima de flujo urinario.
dencia de insuficiencia cardíaca congestiva comparada
con otros agentes hipotensores, en pacientes con - Disminución del riesgo de retención aguda de
hipertensión y factores de riesgo cardiovascular. Por orina (RAO).
ello, pacientes con STUI e HTA concomitante debe-
rían ser tratados de forma independiente de su hiper- - Disminución de la necesidad de cirugía.
tensión13.
- Mejoría sobre la calidad de vida.
Inhibidores de la 5α-reductasa
La enzima 5α-reductasa es la encargada de trans- Los estudios clínicos con el finasteride demues-
formar la testosterona en su metabolito activo, la dihi- tran que el fármaco se tolera bien con una incidencia
drotestosterona (DHT). La concentración de DHT se baja de suspensiones del tratamiento por efectos
encuentra aumentada en la HBP debido a un aumen- adversos. En los ensayos clínicos en fase III controla-
to de la actividad de la 5-α-reductasa. Éste es el dos con placebo realizados con dutasteride las reac-
andrógeno fundamental para el desarrollo de la prós- ciones adversas son igualmente leves. El inicio de las
tata. Así, varones con un déficit congénito de esta reacciones adversas tiene lugar en el primer año de
enzima no desarrollan próstata ni otras estructuras tratamiento con una tendencia a la disminución de las
que derivan del seno urogenital, mientras que sí lo mismas con el tiempo.
hacen las que proceden del conducto de Wolf, que
son testosterona-dependientes (pene, epidídimos, Los efectos adversos se centran fundamental-
vello corporal, sexualidad). mente en la esfera sexual. Se ha descrito la aparición
de disfunción eréctil, alteraciones de la eyaculación y
Existen dos isoenzimas de la 5α-reductasa: tipo I disminución de la libido.
y tipo II. El tipo I está presente en la mayoría de los
tejidos del organismo y es la forma dominante en las Tratamiento combinado
glándulas sebáceas. El tipo II aparece fundamental-
mente en los órganos genitales. El tratamiento con un α-bloqueante junto con un
inhibidor de la 5α-reductasa se ha demostrado efec-
Se han sintetizado dos grupos de inhibidores tivo en pacientes con síntomas del tracto urinario
reversibles de la 5α-reductasa: los esteroideos (finas- inferior y agrandamiento prostático demostrable.
teride y dutasteride) y los no esteroideos. Los únicos
comercializados son el finasteride y el dutasteride. El Fitoterapia
primero es un inhibidor competitivo de la isoenzima
tipo II, mientras que el dutasteride es un inhibidor de La fitoterapia es la utilización terapéutica de extrac-
ambas isoenzimas. tos o productos de plantas. Estos productos han sido
utilizados en el tratamiento de la HBP desde hace res. Así, según las conclusiones de la Conferencia
siglos sin conocerse aún en día su mecanismo de Internacional sobre Hiperplasia Prostática Benigna, la
acción. Algunos de estos productos son la Serenoa cirugía es la única opción terapéutica que supera al
repens, Pygeum africanum o la Cucubita pepo. La mayo- placebo en todos los parámetros, tanto objetivos
ría de ellos contienen fitosteroles y citosteroles, simi- como subjetivos, antes y después del tratamiento.
lares al colesterol. Los resultados de su utilización en
la HBP son contradictorios, siendo necesarios estu- Las indicaciones tanto absolutas como relativas se
dios más controlados para establecer su utilidad de recogen en la Tabla 3.
forma científica.
Las técnicas quirúrgicas convencionales en el tra-
Tratamiento quirúrgico tamiento de la HBP son la resección transuretral de
próstata (RTUP), la miocapsulotomía endoscópica
Actualmente el tratamiento quirúrgico es consi- (MC) o incisión transuretral (ITUP) y la cirugía abier-
derado como definitivo para la mayoría de los auto- ta o adenomectomía. La elección de una u otra
depende fundamentalmente del tamaño, forma y tipo
Tabla 3. Indicaciones de cirugía prostática. de crecimiento prostático (Tabla 4).
Figura 4. Adenomectomía. que acontece, bien por edema perimeático bien, por
atrapamiento o excesiva tracción de los meatos con
los puntos hemostáticos. La infección urinaria es fre-
cuente a pesar de la profilaxis antibiótica. En cuanto a
complicaciones tardías son variadas, la más frecuente
es la eyaculación retrógrada. Otras posibles complica-
ciones son la estenosis de uretra, la disfunción eréctil
y la incontinencia urinaria, que se produce por lesión
del esfínter estriado.
Las dos técnicas más utilizadas son la descrita por Figura 6. Miocapsulotomía.
Nesbit en 1943 y la ideada por Barnes. En la RTUP de
inicio anterior o de Nesbit se reproducen los pasos
de la adenomectomía abierta y consta de 3 tiempos:
en el primero se reseca el adenoma de las 12 del
horario endoscópico hasta las 3 y hasta las 9, de
modo que los lóbulos laterales sin anclaje superior
caen, se apoyan en el suelo cervicouretral inferior. En
un segundo tiempo se resecan los lóbulos de forma
secuencial y ordenada para finalmente en un tercer
tiempo resecar las masas apicales. En la técnica de
Barnes o de inicio posterior se añade un primer paso
previo a los realizados en la técnica anterior y que
consiste en la resección en primer lugar del lóbulo
medio en el hemicontorno inferior cervicouretral.
La morbilidad y complicaciones son similares a las El sangrado y el tiempo quirúrgico son menores
acontecidas con la adenomectomía. Existe una com- que con la adenomectomía y la RTUP, así como la inci-
plicación específica de la resección transuretral llama- dencia de eyaculación retrógrada (Resel L. Blázquez J.)18.
da síndrome post-RTU, que se produce por la
absorción del líquido de irrigación (glicina) que pro- Terapias mínimamente invasivas
duce una hiponatremia dilucional e hipervolemia. Los
síntomas iniciales incluyen inquietud, confusión e irri- Bajo el epígrafe de tratamientos mínimamente
tabilidad junto con taquicardia, hipertensión y dismi- invasivos para la HBP se incluyen diversas técnicas que
nución de la saturación de oxígeno. A medida que intentan disminuir los riesgos asociados a las técnicas
descienden los niveles de sodio van apareciendo otras quirúrgicas ya descritas. Muchas de estas técnicas no
manifestaciones: por debajo de 115 mEq/l se produce precisan anestesia y el tiempo quirúrgico se encuentra
estupor, bradicardia, QRS ancho y extrasístoles; por disminuido. No existen datos en la literatura actual
debajo de 100 mEq/l de sodio convulsiones, coma y que permitan no obstante aconsejarlas como prime-
paro cardiaco. Este síndrome se encuentra en relación ra opción terapéutica, quedando su indicación supedi-
con el tiempo de resección, el peso del tejido reseca- tada fundamentalmente a pacientes con riesgo quirúr-
do y el sangrado abundante. gico elevado.
HIFU Termoterapia
Ultrasonidos de alta frecuencia que se emiten a la Este tratamiento consiste en aplicar calor en forma
próstata desde un transductor transrectal generándo- de microondas, por vía transrectal o transuretral, a la
se temperaturas entre 60 ºC y 100 ºC que causan glándula prostática para inducir una necrosis de la
necrosis del tejido prostático. El procedimiento requie- misma a medio plazo. La morbilidad es baja y no pre-
re anestesia general. Los principales efectos secunda- cisa anestesia, por lo cual es una alternativa en pacien-
rios incluyen retención aguda de orina, hematosper- tes con elevado riesgo anestésico-quirúrgico.
mia, hematuria e infección urinaria. Según los datos
publicados, la mejoría sintomática tiene lugar en un Prótesis expandibles
50-60%, con un aumento del flujo máximo de 40- Dispositivos que se colocan intrauretrales para
50%. La eficacia a largo plazo es limitada17. mantener permeable la luz de la uretra y permitir la
micción espontánea. Pueden ser temporales o per-
TUNA manentes y únicamente están justificadas en pacientes
Este método consiste en la ablación prostática con contraindicación para la cirugía.
por medio de radiofrecuencia de bajo nivel que se
administra a través de dos agujas que se introducen
por vía transuretral. La radiofrecuencia produce una
necrosis de coagulación. Se realiza bajo anestesia local.