HACIA LA INSTITUCIONALIZACIÓN DE LAS EMPRESAS FAMILIARES MEXICANAS

Por María Fernanda Rojas Carreón y María Guadalupe Muñoz Ornelas

Los emprendimientos mexicanos se caracterizan por iniciar como proyectos familiares: una buena
idea, apoyo de todos los integrantes de la familia y división sencilla de tareas, voluntad para
comenzar y los ahorros para echar a andar el negocio ¿qué podría salir mal?

En realidad, muchas cosas. Los emprendedores y empresarios no son ajenos a lo que acabo de
escribir y sabrán por experiencia propia que tener un negocio no es una experiencia siempre grata
y llena de éxitos. Tiene sus altibajos y sus matices grises cuando de tomar decisiones y generar
acuerdos se trata.

Esta situación se complica cuando el tema queda entre familia. Una discusión, falta de
comunicación, malas decisiones o apropiación del negocio o empresa por parte de una persona o
un grupo resultan en punto de quiebre no sólo en el emprendimiento, también en los lazos
familiares.

A medida que nuestro negocio crece y se consolida resulta conveniente comenzar a tomar el
gobierno corporativo como un tema más serio. El gobierno corporativo se refiere a una serie de
normas, procedimientos y prácticas de índole administrativo que impactan en los socios, en la
dirección y en la alta administración de una empresa para regular su diseño, integración,
funcionamiento, organización y responsabilidades. Esto permite una mejor comunicación,
transparencia, equidad y contribuye a la rendición de cuentas dentro de la empresa.

Para establecer un gobierno corporativo, hay que partir de una serie de preguntas que nos
permitirán determinar cómo está en términos administrativos y de control nuestra empresa, tales
como:

¿Quién toma decisiones dentro de la empresa? ¿Las decisiones se toman considerando una visión
a corto, mediano y largo plazo de los objetivos que tiene la empresa?, ¿Hay un programa de
administración de riesgos conforme al giro en que se opera?, ¿Existe un organigrama que refleje
las cadenas de mando y facultades que desempeña cada puesto?, ¿Quién se ocupa del
seguimiento de la innovación, evaluación y mejora continua?, ¿Hay mecanismos de control
interno?, ¿Quién está a cargo del cumplimiento de obligaciones fiscales, de rendición de cuentas,
jurídicas y de cumplimiento de la empresa?, ¿Existe una planeación estratégica que se aplique a
las operaciones de la empresa?, ¿Hay procesos definidos para la sucesión familiar dentro de la
empresa?, ¿Hay un plan de capacitación para los sucesores? Entre otras.

Y conforme a las respuestas, características y necesidades de la empresa, se comienzan a diseñar

normas, programas, procedimientos y formas de operación que resulten convenientes,
procurando que además permitan equilibrar las fuerzas internas y establecer de forma escrita la
mayor parte posible de temas relevantes para que no existan ambigüedades o vacíos que pudieran
resultar en conflictos entre socios y/o administradores.

Además de su diseño, es importante llevar a cabo un proceso de implementación y de seguimiento

de manera que no queden en letra muerta y que no sean tomados a la ligera por creerse
innecesarios o partiendo de que “cada quién sabe lo que tiene que hacer” porque -aunque puede
ser así-, lo ideal es que esté perfectamente plasmado.

De esta manera se evitarán problemas de comunicación deficiente, de rivalidades, de desacuerdo

en la toma de decisiones relevantes para la subsistencia de la empresa, sobre todo de carácter
financiero, falta de flexibilidad por imposición de opiniones, delegación de facultades desdibujada,
responsabilidades confusas, problemas de sucesión (de carácter patrimonial y empresarial),
superposición de familias y falta de profesionalización de empresas.

En FARIA BUSINESS consideramos que la institucionalización de empresas familiares en México es

uno de los retos actuales más importantes en el sector del emprendimiento de las PYMES y sin
duda, sería un mecanismo de mejora en las prácticas corporativas que contribuiría a crear
empresas más sólidas, mejor organizadas y con mayor potencial de crecimiento.

Contamos con asesoría en institucionalización de empresas familiares y diseño e implementación

de prácticas de gobierno corporativo que además incluyen capacitación y profesionalización de
miembros de empresas y administradores de ellas.