Capítulo 7, Esquizofrenia y otros trastornos psicóticos del libro
psicopatología clínica, basada en DSM V, paginas 66-76. Afecto inapropiado: Manifestaciones afectivas incongruentes, en las que la emoción que se expresa no está relacionada con la situación en la que se encuentra. Alteraciones de la afectividad: Falta de motivación y carencia de energía para iniciar, mantener o terminar una conducta. Tienen poca iniciativa o interés por cualquier tipo de actividad e invierte menos en actividades personales, implicándose más en actividades pasivas Alteraciones del pensamiento y del lenguaje: Alteración del pensamiento que se manifestaría en ciertos trastornos del lenguaje, como la falta de fluidez o la producción insuficiente del lenguaje. Alucinaciones o experiencias sensoriales: Se producen en ausencia de estímulo real externo. Anhedonia: disminución de la capacidad para experimentar placer en las actividades que se realizan y pérdida de interés por cosas que antes sí lo tenían y aislamiento. Aplanamiento afectivo o embotamiento: Ausencia o disminución de la reacción emocional a los estímulos (déficit para expresar emociones), se observaría en la inmovilidad y la falta de respuesta en la expresión facial del individuo y la reducción del lenguaje corporal. Catatónico: Conocido como flexibilidad cérea, el rasgo principal marcado es la función motora, como los manierismos, estereotipias, negativismo donde los pacientes pueden adoptar posturas incómodas durante mucho tiempo. Deterioro cognitivo: Interferir en la capacidad para afrontar algunas de las demandas más cotidianas de la vida. Esquizofrenia: Es un trastorno mental grave y complejo, que está caracterizado mayormente por la pérdida del contacto con la realidad, acompañada por alteraciones cognitivas, emocionales, de la percepción del pensamiento y de la conducta. Factor desorganizado: síntomas que representarían una dimensión diferente, también llamada “factor del trastorno del pensamiento”. Factor negativo: síntomas que reflejan una disminución, deterioro o pérdida de las funciones normales; tienen peor respuesta al tratamiento farmacológico y mayormente con un cuadro clínico con un peor pronóstico. Factor positivo: síntomas que se encuentran en exceso o que se expresan como una exageración de las funciones normales; son más alarmantes, evidentes o espectaculares que los negativos, mostrando mejor respuesta al tratamiento farmacológico y un mejor pronóstico. Fase prodrómica: Representan los síntomas iniciales que preceden al desarrollo de una enfermedad. Fase residual: Es la referencia subjetiva que reconoce como anómalo, o causado por un estado patológico o enfermedad. Ideas delirantes (delusiones) o creencias fijas y erróneas: Implica un deterioro de la capacidad para hacer inferencias lógicas. Este tipo de creencias puede afectar emocionalmente al paciente y, además, éste puede dedicar mucho tiempo a pensar en ellas. Paranoide: Ideas delirantes de persecución o de grandeza y las alucinaciones que generalmente se relacionan con ellas. Psicosis orgánica: asociada directamente a una enfermedad médica (trastorno psicótico debido a una enfermedad médica, por ejemplo, neoplasia o enfermedad de Alzheimer), no siendo expresión de un trastorno psicopatológico. Aparece exclusivamente en el transcurso de un delirium o desencadenada por consumo de sustancias. Psicótico: Persona que tiene ideas delirantes o alucinaciones manifiestas, en ausencia de conciencia de su naturaleza patológica. En una definición más amplia incluiría las alucinaciones que el sujeto reconoce como irreales. Trastorno psicótico breve: Alteración psicótica con duración mayor de un día y menor de un mes, y retomo completo al nivel de actividad anterior. Los síntomas que predominan son la conducta extraña o grotesca, confusión. Suele aparecer entre los 20 y los 35 años, y la incidencia es ligeramente mayor entre las mujeres. Trastorno psicótico compartido: El sistema delirante es compartido por dos o más personas (se denominaba folie á deux, locura compartida) en el contexto de una relación estrecha con otra persona. Aunque la causa es fundamentalmente psicológica, puede haber una influencia genética. Los síntomas son desencadenados por factores psicosociales desencadenantes sin una situación de aislamiento social en la que una persona se muestra sumisa y dependiente, y la otra, la dominante. Trastornos delirantes: Delirios sistematizados y no grotescos que duran, como mínimo, seis meses dentro del contexto de una personalidad intacta y con una función bastante bien conservada, sin alucinaciones llamativas ni otros síntomas esquizofrénicos. Trastornos médicos y neurológicos: Estos trastornos se manifiestan por alteraciones de la memoria, orientación y cognición; alucinaciones visuales, y signos de lesión del SNC.