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ISTLYR
PRÁCTICAS I: OBSERVACIÓN
INSTITUCIONAL
CLUB DE CHICOS BARRACAS
CARACTERIZACIÓN DE LA INSTITUCIÓN
Nuestras prácticas tuvieron lugar durante el segundo semestre del año 2019. En
esta oportunidad pudimos realizar dos visitas al Club de Chicos de Barracas. El
mismo, es una política pública del GCBA que depende de la Dirección de Escuela
Abierta, que se encarga de la organización de los programos socio educativos de la
Ciudad.
Club de chicos, nació en el año 2003, en el periodo que Aníbal Ibarra fue jefe de
gobierno, principalmente nace como contención de social, para empezar a
garantizar derechos de tiempo libre a los jóvenes, se fue reforzando y construyendo
posteriormente, en 2003/2004 se deriva y toma otra figura. Roberto, el coordinador
del espacio, nos mencionó que históricamente la sede funcionaba en otra escuela
en la calle Feijoo. Aclara “La escuela era más chica, era en una cortada”. En el año
2016 se trasladan a la escuela Primaria Común N°20 Nieves Escalada de Oromi,
sede donde permanecen en la actualidad, acompañados por el mandato de
Rodríguez Larreta.
Cuando ingresamos al Club, pudimos observar que los profesores allí presentes
preparan espacios lúdicos para que los chicos puedan integrarse. Hay sectores de
lectura, juegos de mesa, con elementos para dibujar y colorear, y otro con juguetes
en general. El patio cumple un rol fundamental para realizar las actividades; en éste
se colocan metegoles, red de voley y se comparten pelotas para jugar al tenis o
fútbol.
Podemos observar que los intereses de los chicos están muy presentes y son
tomados en cuenta. Sin embargo Roberto no deja de mencionar a los educadores; y
en este sentido entendemos que los intereses de los chicos tienen lugar, pero que
los educadores también planifican de acuerdo a sus propias herramientas y
saberes, y sobre cuestiones que, según sus evaluaciones, es propicio intervenir.
Podríamos decir que, en este sentido, los niños son reconocidos como sujetos,
plenamente sujetos, diría Meirieu, y que los educadores no abandonan su función
de mediación entre los sujetos y los contenidos con los que se proponen trabajar, ni
la responsabilidad de una transmisión. Esto mismo sostiene Kantor en “Persistir en
educar” cuando sostiene que la consideración de los intereses de los sujetos de la
educación y su participación “no implican zonas liberadas de adultos, sino todo lo
contrario” Y advierte acerca de la posibilidad de que se borre la asimetría en la que,
entendemos, se funda la autoridad educadora y el acto educativo; cuando
desaparece la intervención del educador y la propuesta educativa. Meirieu también
menciona esto último como una ausencia o vacío, que tiene como efecto posible, la
muerte simbólica del sujeto de la educación.
En una reunión del equipo de los educadores Roberto hizo mención de “las frases
que ustedes lograron de los chicos”, dirigiéndose a los educadores que coordinan el
grupo de consejeros de “Ciudad Amiga”. En esta oración no solo podemos destacar
la presencia de una intervención de los educadores sino también esta atribución,
que menciona Alliud en “Los artesanos de la enseñanza”, al menos en parte, de los
logros en el proceso de aprendizaje de los niños, reconociéndose como productores
y transformadores de los sujetos de la educación.
“En esta sede(...) somos de poder construir con ellos y de que tengan fundamentos
para defender lo que quieran” comenta Roberto en la entrevista y relata sobre una
construcción conjunta. Esta forma de trabajo tiene un sentido y una intención; el
desarrollo, más que de la construcción de una autonomía, de la transmisión de
herramientas y saberes de participación. Esta transmisión y este espacio de
construcción conjunta, se puede ver de forma transversal en las actividades y
discursos. En el segundo día de observación los chicos más grandes querían
almorzar en el patio del colegio, Roberto no descartó la posibilidad de prepararlo un
día, pero explicó que ese día no se podía realizar, que debían organizarlo. A lo largo
de la jornada observamos situaciones como estas; que exponen la apertura y
atención que ponen los educadores, en los intereses y la participación de los chicos
en la construcción de los momentos y actividades.
Esta manera de trabajar está en consonancia con lo que podemos nombrar como
dispositivo pedagógico, tomando el concepto de Meirieu; el grupo de consejeros que
forma parte del programa “Ciudad Amiga”. En este grupo se trabaja específicamente
el derecho a ser escuchado, a participar en la vida democrática y en la
transformación de la ciudad. Estos valores y/o contenidos se extienden y están
presentes en todo el programa “Club de chicos”. Podríamos decir que es un
dispositivo de pedagógico porque ofrece a los chicos la posibilidad de pensar por
ellos mismos, “encontrando puntos de atracción para su deseo, puntos de apoyo
para su voluntad y recursos para su propio trabajo de elaboración.” (Meirieu, 1989)
Por otra parte los límites y las prohibiciones dentro de “Club de chicos” son muy
claros/as para los chicos. Los llamados de atención ante las faltas de respeto, ante
las situaciones que ponen en riesgo la integridad física de alguno de los chicos, etc
forman parte de los valores y contenidos que se proponen transmitir los educadores,
además de propiciar las condiciones necesarias para eldesarrollo de la propuesta
educativa y las actividades. Podemos ver cómo el derecho a opinar y el de ser
escuchado se ponen en juego, en una ronda donde los consejeros comparten
acerca de su experiencia en la legislatura porteña, momento en el cual una
profesora llamó la atención de unos pocos/as chicos y chicas que no estaban
escuchando a sus compañeros/as. En otra situación, una de las niñas que asiste a
“Club de chicos” explica “a mí me gusta venir acá porque podés hacer lo que
quieras...” aunque ante la pregunta por la existencia de prohibiciones, admite que
“no se puede empujar ni pintar las paredes”.
Sobre los contenidos Roberto comenta que “son diferentes de la escuela, pero son
(...) contenidos de convivencia, de ciudadanía, de valores de lo colectivo, de pensar
de otra manera o tener empatía por el otro”.
LA PROPUESTA PEDAGÓGICA.
Esto se logra en simultáneo con el programa “Ciudad Amiga” donde los consejeros
debaten sobre las problemáticas que encuentran dentro de la escuela y en la
comunidad. A partir de estos debates, los chicos arman propuestas para luego
presentarlas en la Legislatura porteña. Por ejemplo, pidieron que se haga algo para
garantizar el derecho al recreo ya que muchos docentes utilizan como castigo
quitarles el recreo. Acá aparece nuevamente la cuestión de pensar el tiempo libre y
de ocio como un derecho de los niños y no como una decisión en manos del adulto
sobre si le corresponde o no tenerlo y de qué manera. Esto se vincula con algo que
expresa Kantor (2010) Todos los “chicos y adolescentes deben contar (...) con
espacios valiosos de encuentro y de referencia, por que tienen derecho a ello.”
(Kantor, 2010: 48). Lo que se genera en el espacio de los consejeros aunque esté
reservado para chicos de cierta edad se traslada al resto del “Club de Chicos.”
Todos los días después del desayuno todos los chicos forman una ronda en la cual
se les cuenta las actividades del dia pero tambien se abre un espacio para el
diálogo. Por un lado para escuchar lo que trabajaron los consejeros en sus
encuentros y para que los mismo puedan escuchar a sus otros compañeros y así
intercambiar ideas y miradas. Este es uno de los momentos en donde se ve con
más claridad la intención de los educadores y del programa de que niños de
diferentes edades se comuniquen y hagan un trueque de pensamientos, sentimiento
e ideas. Con respecto a esto, Roberto, coordinador de la sede, nos cuenta que este
año se propusieron trabajar aún más con las emociones para que los chicos puedan
identificar y nombrar eso que les pasa. Poder frenar, identificar qué les pasa y saber
cómo nombrar aquello abre las puertas al diálogo y a su vez genera que puedan
apropiarse de esos sentimiento para luego hacer una reflexión. Esto contribuye a la
construcción de la subjetividad ya que lo que le pasa a uno no es lo mismo que le
pasa al otro, estamos atravesados por distintos sucesos y experiencias. En relación
a esto Violeta Núñez (2007), plantea la importancia de albergar la subjetividad, de
darle lugara a los deseos y a la dimensión de sujeto, “sujeto en el sentido capaz de
pensar y pensarse y, en palabras de Alain Touraine como “capacidad y derecho de
cada individuo a armar una síntesis, análoga y a la vez diferente de la que el otro
individuo está tratando de realizar en otra parte de la ciudad.” (Núñez, 2007:15).
Consideramos que esta última cita de Núñez define la propuesta principal que lleva
a cabo el programa “Ciudad Amiga”.
En uno de nuestros registros aparece un diálogo que muestra en voz de una de las
chicas mas chiquitas cuales son los sentidos y propósitos que se ponen en juego en
esta política pública. A la pregunta ¿porque venís acá?, la nena dice “porque acá
podés hacer lo que quieras”. Como sabemos que eso no es exactamente así se le
hizo una segunda pregunta para saber si había cosas que no se podían hacer, a lo
que respondió: “no se puede empujar… no se puede pintar las paredes...”
Para Club de chicos es importante que los chicos tengan un espacio y tiempo donde
el juego, sus voces y su participación tome el protagonismo para el desarrollo de su
autonomía y subjetividad.
CONCLUSIÓN.
Luego de nuestras salidas a campo nos quedaron algunas preguntas como por
ejemplo: ¿Hay articulación entre Ciudad Amiga y la escuela, o simplemente
funciona en Club de Chicos? ¿Por qué el desarrollo de la autonomía debe ser
pensado simplemente en un espacio socioeducativo y no se trabaja en la escuela
formal también?¿Por qué el derecho al tiempo libre, las políticas públicas y
educadores que se encargan de ellos no son lo suficientemente valorados?
BIBLIOGRAFÍA.