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DIPLOMADO
UNIDAD 7
José Perich
ÍNDICE
TEMA 1 Procesos de regulación emocional en Espectro del Autismo
Sistema límbico
El término límbico (del latín Limbus que significa “borde”) fue utilizado por primera vez por
Paul Broca en 1878 para describir una serie de estructuras que quedaban en el “borde” de la epífisis
cerebral o glándula pineal. En un comienzo se le vínculo solamente con el procesamiento de
estímulos olfativos, pero ya durante la segunda mitad del siglo XX se le empieza a relacionar
íntimamente con el instinto y las emociones.
Amígdala cerebral
Corteza Prefrontal
Localizada en la parte anterior de los lóbulos frontales ha sido relacionada con la expresión
de la personalidad, la toma de decisiones y como modulador del comportamiento social aceptado.
Asimismo, se ha descrito que la corteza prefrontal dorsal tiene estrecha relación con los procesos
de atención, cognición y acción, mientras que la corteza prefrontal está enfocada principalmente al
control amigdalino, por lo tanto, a los factores de regulación emocional.
Una de las primeras evidencias de las funciones de la corteza frontal en general fue el caso
de Phineas Gage, un obrero de la construcción estadounidense que producto de un accidente sufrió
daños en esta área cerebral y tuvo profundos cambios de personalidad, en la emoción y en la
interacción social.
Giro Fusiforme
Ínsula cerebral
Estructura parte de los lóbulos frontal, parietal y temporal. Esta región está en relación a la
racionalización de emociones viscerales a partir de la experiencia de vida, dando lugar a emociones
más complejas y a la generación de sentimiento (experiencia subjetiva emocional).
Neuronas espejo
Identificadas en 1996 por Giacomo Rizzolatti, este tipo de neuronas han sido halladas en
áreas como circunvolución frontal anterior y lóbulo parietal. Se le vincula a la capacidad de ponerse
en el lugar del otro (empatía) y a la imitación, ambas capacidades cognitivas que se han descrito con
dificultades en las personas dentro del Espectro del Autismo, por lo tanto, es un foco de
investigación constante.
Mayer y Salovey 1997 definen la IE como la habilidad para percibir, valorar y expresar
emociones con exactitud, la habilidad para acceder y/o generar sentimientos que faciliten el
pensamiento; la habilidad para comprender emociones y el conocimiento emocional y la habilidad
para regular las emociones promoviendo un crecimiento emocional e intelectual.
Percepción emocional
Habilidad para reconocer emociones tanto en otros como en uno mismo a través del
reconocimiento de expresiones faciales, movimientos corporales y voz, además de ser capaces de
extraer información emocional desde otros medios de comunicación como el lenguaje escrito y la
música.
Habilidad para utilizar la información extraída desde la percepción emocional y generar procesos
cognitivos propios que vayan en relación con la toma de decisiones. Esta habilidad ayuda a priorizar
los procesos atencionales y llevarnos a lo que es emocionalmente significativo.
Comprensión emocional
Esta habilidad permite la capacidad de no solo identificar y asimilar las emociones, sino que también
distinguir una variabilidad de emociones, e incluso, distintos matices dentro de una misma emoción.
Esta habilidad es fundamental para poder describir y comunicar efectivamente lo que sentimos
emocionalmente.
Regulación emocional
El siguiente cuadro describe fases y sus respectivas habilidades (Mayer y Salovey, 1997) lo que nos
permitirá revisar el modelo utilizado para comprender el desarrollo y la intervención con las
personas que presentan un desarrollo evolutivo diverso dentro del Espectro del Autismo.
Ante estas dificultades el entorno social puede hacer dos tipos de interpretaciones
ante la conducta y la manifestación emocional de la persona que presenta la condición. Por
un lado, podemos hacer una interpretación negativa de la conducta y de las necesidades de
apoyo o, contrariamente, podemos hacer una interpretación sensible y respetuosa de sus
dificultades y necesidades. La primera perspectiva, aquella de significación negativa, desde
donde veladamente se responsabiliza a la persona de sus dificultades, genera una respuesta
poco respetuosa e insensible ante los requerimientos de la persona mientras que una
interpretación sensible y respetuosa promueve la generación natural de una respuesta
positiva pues se orienta a comprender las necesidades de apoyo desde el entorno
Respecto del aporte de los modelos cognitivos y conductuales podemos señalar que
el modelo cognitivo, por una parte, aborda los apoyos y la intervención desde el trabajo
sobre las funciones psicológicas directamente vinculadas con el desarrollo emocional, entre
ellas la cognición social, la comunicación efectiva, intersubjetividad y mentalismo, las
funciones ejecutivas, la referencia conjunta, el sentido de la actividad y el procesamiento
sensorial, mientras que el modelo conductual, por otro, no lo había considerado de manera
explícita hasta el desarrollo de la filosofía o marco teórico práctico denominado Apoyo
Conductual Positivo el cual de manera explícita desarrolla una herramienta de actuación y
enfrentamiento de las conductas desafiantes, considerando que en su comprensión y
abordaje no solo se debe actuar sobre la conducta y las habilidades de la persona sino sobre
convivencia. La siguiente gráfica resume los elementos críticos a la hora de diseñar espacios
educativos y terapéuticos para la persona, considerando que cada plan preventivo y
reactivo debe responder a su individualidad y etapa evolutiva dentro del ciclo vital.
Vínculo /
Interacción
didáctica
Colaboración Estructura y
docente Anticipación
Participación Educación
de la familia Emocional
Compañeros Soportes
sociales visuales
Apoyo
Adulto de
Conductual
referencia
Positivo
DUA /
Ajustes al
Currículum