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Dra. Alicia Fagliano

LA PÉRDIDA DE REALIDAD EN LA NEUROSIS Y LA PSICOSIS

Sigmund Freud (1924)

Este artículo está precedido por uno anterior de 1923, Neurosis y psicosis. En este momento
teórico, Freud está cambiando las concepciones de la psicopatología como consecuencia del cambio del
modelo de aparato mental del El yo y el ello ((1923). Hasta entonces el aparato psíquico constaba de tres
instancias. Inconsciente, Preconsciente y Consciente. A partir del cambio, esos términos pasan a
denominar cualidades psíquicas de los procesos mentales y la nueva estructura del aparato psíquico será
Yo, Ello y Superyó. Freud está trayendo una nueva concepción psicopatológica basada en el yo y sus
vasallajes. La patología aparece cuando fracasa la relación del yo con el ello, el superyó o la realidad.

El yo se define como ello modificado por la percepción. La percepción es una función tan
importante para el yo como la pulsión lo es para el ello y no sólo ejerce su poder sobre el aparato mental,
no sólo por el efecto presente sino por la conservación de las huellas mnémicas.

En Neurosis y psicosis Freud establece que “La neurosis es el resultado de un conflicto entre el yo
y su ello, en tanto la psicosis es el desenlace análogo de una similar perturbación en los vínculos entre el
yo y la realidad.”

Las neurosis de transferencia (histeria, fobia y neurosis obsesiva) se generan porque el yo rechaza
por medio de la represión la moción pulsional o le impugna el objeto. Lo reprimido persiste en ejercer su
fuerza y se procura una satisfacción sustitutiva en el síntoma.

Cuando el yo reprímelo hace a instancias del superyó que a su vez se ha formado bajo el influjo
del mundo exterior. En la neurosis, el yo entra en conflicto con el ello y reprime la pulsión al servicio del
superyó y la realidad externa.

Para describir qué ocurre en la psicosis Freud toma un cuadro de confusión alucinatoria aguda,
conocida como amentia y descripta inicialmente por Meynert. En este cuadro psicopatológico, el mundo
exterior no es percibido o su percepción no es eficaz. Normalmente el mundo exterior influye en el ello
por dos caminos: las percepciones actuales y el acervo de huellas mnémicas provenientes de experiencias
pasadas. Estas constituyen el mundo interior (o interno), patrimonio del yo.

En la amentia se rechazan las nuevas percepciones y se resta valor al mundo interno. El yo crea
nuevos mundos, exterior e interior, basados en los deseos del ello, debido a una grave frustración externa.
El delirio se presenta como un parche destinado a salvar la ruptura del yo con la realidad y la pérdida
parte del mismo yo ligada a ella.

Tanto en la psicosis como en la neurosis la patología es desencadenada por una frustración actual
(sucesos que impiden una satisfacción) Por vía de la regresión a puntos de fijación preexistentes de la
historia de las organizaciones de la sexualidad infantil, se reactivan antiguas formas de satisfacción libidinal.
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Esta frustración de un deseo infantil, comandado filogenéticamente proviene del mundo externo o del
superyó en tanto es su representante.

Freud aún no había logrado descifrar en esta época cómo se enlaza el papel del superyó en este
modelo, ya que reúne influjos tanto del ello como de la realidad. Afirma que el paradigma de afección
cuya base es el conflicto del yo con el superyó es la melancolía., perturbación que incluye entre las
neurosis narcisísticas.

Las posibilidades que tiene el yo para no enfermar y enfrentar las tensiones de las demandas de las
otras instancias y la realidad externa, dependen de factores económicos (intensidad de las mociones en
conflicto) y de la propia plasticidad del yo en el despliegue de sus funciones. Aunque también, para evitar
rupturas irreparables, el yo puede escindirse. Esto explicaría algunas “llocuras” o extravagancias e
inconsecuencias de algunas personas, quienes aceptándolas se ahorran el trabajo de la represión.

¿Cuál sería el mecanismo análogo a una represión por el cual el yo se desase del mundo exterior?

Freud planteará en este artículo que ese mecanismo en la desmentida. Este término viene apareciendo
desde mucho antes en sus artículos pero con el significado de quitar importancia a algo. A partir de ahora
tiene el status de mecanismo de defensa y en tanto tal, escapa al dominio consciente, pero es una
operación comandada desde el yo. La desmentida suprime determinado campo de la percepción que
resulta doloroso o conflictivo.

En La pérdida de realidad en la neurosis y la psicosis, Freud se va a dedicar a describir las

diferencias y coincidencias entre ambos cuadros, según las defensas implementadas por el yo y la relación
su con la realidad.

DIFERENCIAS.

Neurosis Psicosis

1.- El yo sofoca la moción del ello sometiéndose a 1.- El yo, al servicio del ello, se retira de un
la realidad fragmento doloroso o conflictivo de la realidad

2.- Hiperpotencia del influjo de la realidad 2.- Hiperpotencia de la moción del ello

3.- Evitación de la realidad 3.- Pérdida de la realidad.

4.- Primer momento. La desmentida del fragmento

4.- Primer momento. La represión de la moción de la realidad ya es patológica en sí misma. Se
pulsional no constituye aún la neurosis arranca al yo de la realidad.
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Neurosis Psicosis

5.- Segundo momento: si fracasa la represión 5.- Segundo momento. Tiene el carácter de
aparece la neurosis con los síntomas. El nexo con reparación de una pérdida con un nueva realidad, a
la realidad se resiente, especialmente en el sector través de alucinaciones, delirios, espejismos del
ligado a la frustración que movilizó la represión. recuerdo.

6.- El fragmento conflictivo de la realidad se evita. 6.- El fragmento de la realidad conflictivo se

rechaza pero luego se reconstruye activamente.

7.- La neurosis no desmiente la realidad, la 7.- La psicosis desmiente y procura sustituir la

deforma o la evita. realidad.

8.- la angustia neurótica se produce por el retorno 8.- La angustia psicótica se produce por retorno de
de lo reprimido. lo desmentido.

Fracaso de la represion
9.- Acento en el segundo paso en la aparición de la 9.- Acento en el primer paso que en sí es
patología: la represión. Si la represión es exitosa no patológico.
aparecen los síntomas, aunque se incrementa el
gasto de energía disponible en el aparato mental.

10.- La neurosis se apuntala en un fragmento de la 10.- La nueva realidad reemplaza a la realidad

realidad, distinto de aquél que lo frustra, exterior.
prestándole un sentido secreto, particular,
simbólico.

COINCIDENCIAS

1.- El nexo con la realidad se peerturba.

2.- Dos pasos en la aparición de la patología: Puesta en marcha de la defensa (represión – desmentida); en
segundo tiempo aparición de los síntomas.

3.- El segundo paso representa un intento de reparación o compensación. En el caso de la neurosis dar
satisfacción (parcial pero satisfacción al fin) a la moción del ellos. En el caso de la psicosis cubrir el vacío
dejado por la desmentida.

4.- El segundo paso sirve a la satisfacción pulsional que no acepta la denegación de la realidad.
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5.- Ambas patologías muestran la rebelión del ello contra el mundo externo. En la neurosis aparece la
incapacidad para tolerar la necesidad (ananké). En la psicosis, la incapacidad para tolerar la realidad.

6.- ambas patologías muestran reacciones autoplásticas. La conducta normal no desmiente la realidad,
teniéndola en cuenta trata de modificarla de acuerdo con sus necesidades (conducta aloplástica)

7.- El mundo de la fantasía cumple un importante papel. El neurótico en su huida se refugia en él y desde
allí transforma la realidad a su gusto. De allí toma el material para la formación de síntomas, víala regresión
a etapas más placenteras. En la psicosis el mundo de la fantasía también es el reservorio de donde surge el
material para construir la nueva realidad (alucinaciones, delirios).

8.- Ambas patologías fallan en el intento de sustituir y reparar. No se puede dar satisfacción completa a la
pulsión en el síntoma y la nueva realidad no se deja amoldar a lo que se desea.

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GLOSARIO

Amentia de Meynert: Psicosis alucinatoria aguda. “Confusión alucinatoria beatífica” dice Freud en El
porvenir de una ilusión. Pág. 43. Está estudiada en Complemento metapsicológico a la doctrina de los
sueños. Pág. 228.

Ejemplos: El caso de la novia abandonada que alucina la presencia de su amado y hace las cosas que
hubiera hecho normalmente. Hay una pérdida de realidad pero no de la conciencia moral. La muchacha
está enamorada de un joven que no le presta atención. Ella lo esperaba al bajar del tren. El tren llegó pero
el muchacho no. A partir de ahí se comporta como si él estuviera presente. Otro caso mencionado por
Freud es el de la mamá que desmiente la muerte de su hijito bebé y acuna un leño. Hay un objeto amado
que la percepción indica que ya no está. Algo hace el yo para desasirse de la percepción dolorosa.

Isabel de R: Cuando aparece el pensamiento “Ahora me puedo casar con mi cuñado” resultó intolerable
para el yo y por la culpa que le ocasionó reprimió el amor por el cuñado. Esto provocó que la realidad
cambiara para Isabel. Como tenía un conflicto entre el amor por el cuñado y el amor por la hermana, la
muerte de ésta no representó un cambio significativo en la realidad, más bien se desvalorizó. Al amor por
el cuñado fue reprimido (parte reprimida del yo) y desde allí siguió pugnando por ser satisfecho. Aparece
entonces a través de la conversión. La conversión de Isabel representa la satisfacción pregenital del amor
por su cuñado.

Mundo interno: Conjunto de huellas mnémicas presentes y pasadas que operan en cualquier lugar del
aparato. Se agrupan de acuerdo a las diferentes funciones. El mundo interno no es estático ni inmutable.
A medida que el tiempo pasa, se van incorporando nuevas huellas mnémicas. Éstas en sí no cambian. Sí
se modifican las relaciones entre ellas.

Aloplástico – autoplástico: Término que califica el tipo de reacción o de adaptación. El primero consiste
en la modificación del organismo. El segundo consiste en la modificación del medio ambiente.
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Aparición de patología: Para que se dé un cuadro tiene que haber ocurrido privación o exceso de
satisfacción interna en alguna de las organizaciones pregenitales. Estas formas de satisfacción que
quedaron pendientes pugnan por lograr la descarga y se constituyen en fijaciones. Estas, junto con los
aspectos constitucionales del sujeto quedan establecidas como la predisposición a la enfermedad. Para que
esta se manifieste tiene que ocurrir una frustración proveniente del mundo externo que provoque la
regresión libidinal hacia satisfacciones que se intentan recuperar del pasado. Pero a esto se opones el yo,
produciéndose entonces el estancamiento libidinal que provoca la aparición del síntoma.

La privación externa per se no provoca la aparición del síntoma, siempre y cuando el yo pueda
soportar la acumulación de la tensión pulsional. Si esto no sucede se inicia el camino regresivo hacia la
pregenitalidad. Pero la pregenitalidad debiera encontrarse bajo represión primaria. Si se ha constituido un
punto de fijación que cobra la intensidad necesaria hace peligrar la represión primaria. Es entonces
cuando el yo moviliza la represión secundaria ante la amenaza del retorno de lo primariamente reprimido.
Si este proceso resulta exitoso no aparece el síntoma y el individuo no enferma. Pero si la defensa
secundaria falla se produce la satisfacción sustitutiva de la pulsión pregenital en el síntoma.

El yo reprime a instancias del superyó. Este no reprime ni sublima. Su poder reside en la amenaza
de retirar la autoestima al yo si este concreta ciertas metas con ciertos objetos (complejo de Edipo).

Psiconeurosis: Término usado por Freud para caracterizar las afecciones psíquicas cuyos síntomas
constituyen expresión simbólica de los conflictos infantiles: neurosis de transferencia u psiconeurosis
narcisistas. Estas se contraponen a las neurosis actuales cuyo origen se encuentra en la disfunción somática
de la sexualidad, no en los conflictos infantiles.

Psiconeurosis
1915 Neurosis actuales
de transferencia | narcisistas

Neurosis actuales Neurosis Neurosis Psicosis

1924 narcisistas

Clasificación Afecciones Neurosis Psicosis

actual psicosomáticas maníaco- paranoia
depresiva | esquizofrenia

Cuadro tomado del Diccionario de psiconálisis de Laplanche y Pontalis. Pág. 238