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Perdida de la realidad en la neurosis y psicosis

La neurosis reprime el yo, obediente a las exigencias de la


realidad, una parte del Ello (de la vida instintiva), mientras
que en la psicosis del mismo yo, dependiente ahora del Ello,
se retrae de una parte de la realidad. Así, pues, en la
neurosis dominaría el influjo de la realidad y en la psicosis el
del Ello. La pérdida de realidad sería un fenómeno característico
de la psicosis y ajeno, en cambio, a la neurosis. Toda neurosis
perturba en algún modo la relación del enfermo con la realidad.
La situación inicial de la neurosis, en la cual el yo lleva a cabo la
represión de una tendencia instintiva obedeciendo a los dictados
de la realidad. Pero esto no es todavía la neurosis misma. Esta
consiste más bien en los procesos que aportan una
compensación a la parte perjudicada del Ello; esto es, en la
reacción contra la represión y en su fracaso. El relajamiento de
la relación con la realidad es luego la consecuencia de este
segundo paso en la producción de la neurosis, y no habríamos de
extrañar que la investigación nos descubriese que la pérdida de
realidad recae precisamente sobre aquella parte de realidad a
cuya demanda fue iniciada la represión.La neurosis anula por
completo la modificación de las circunstancias reales,
reprimiendo el instinto de que se trataba, o sea el amor de la
muchacha a su cuñado. La reacción psicótica hubiera
consistido en negar el hecho real de la muerte de la hermana.
En la psicosis se hiciesen visibles dos avances, el primero de
los cuales arrancaría al yo de la realidad, mientras que el
segundo tendería a enmendar el daño y restablecería, a costa
del Ello, la relación con la realidad. En la psicosis algo
análogo; dos avances, el segundo de los cuales tiene un
carácter de reparación; El segundo avance de la psicosis
tiende también a compensar la pérdida de realidad, pero no
a costa de una limitación del yo, como en la neurosis a costa
de la relación con la realidad, sino por otro camino mucho
más independiente; esto es, mediante la creación de una
nueva realidad exenta de los motivos de disgusto que la
anterior ofrecía. Tanto la neurosis como la psicosis son
expresión de la rebeldía del Ello contra el mundo exterior o,
si se quiere, de su incapacidad para adaptarse a la realidad,
diferenciándose mucho más entre sí en la primera reacción
inicial que en la tentativa de reparación a ella consecutiva.
En la neurosis se evita, como huyendo de él, un trozo de la
realidad, que en la psicosis es elaborado y transformado. En
la psicosis, a la fuga inicial sigue una fase activa de
transformación, y en la neurosis, a la obediencia inicial, una
ulterior tentativa de fuga. La neurosis no niega la realidad; se
limita a no querer saber nada de ella. La psicosis la niega e
intenta sustituirla. Llamamos normal o «sana» una conducta que
no niega la realidad, al igual de la neurosis, pero se esfuerza en
transformarla, como la psicosis. Esta conducta no es
autoplástica, sino aloplástica.Se plantea también a la psicosis la
tarea de procurarse aquellas percepciones que habrían de
corresponder a la nueva realidad, consiguiéndolo por medio de
la alucinación. En las neurosis vemos surgir una reacción de
angustia cada vez que el instinto reprimido trata de llegar a la
conciencia, y observamos que el resultado del conflicto no es, a
pesar de todo, más que una transacción, absolutamente
insuficiente como satisfacción. En la psicosis, el trozo de
realidad rechazado trata probablemente de imponerse de
continuo a la ida anímica, como en la neurosis el instinto
reprimido, por esta razón surgen en ambos casos las mismas
consecuencias. La neurosis y la psicosis ambas fracasen
parcialmente en la labor emprendida en su segundo avance, pues
ni el instinto reprimido puede procurarse una sustitución
completa, neurosis, ni la representación de la realidad se deja
fundir en las formas satisfactorias. Pero el acento carga, en cada
una, en un lugar distinto. En la psicosis, el acento carga
exclusivamente sobre el primer avance, patológico ya de por sí y
que sólo puede conducir a la enfermedad, y en cambio, en la
neurosis, sobre el segundo, sobre el fracaso de la represión,
mientras que el primero puede producirse, y en realidad se ha
producido innumerables veces, dentro de la salud, aunque no sin
dejar tras de sí señales del esfuerzo psíquico exigido. La
neurosis se limita regularmente a evitar el fragmento de realidad
de que se trate y protegerse contra todo encuentro con él.
Tampoco en la neurosis faltan las tentativas de sustituir la
realidad indeseada por otra más conforme a los deseos del
sujeto. Semejante posibilidad es facilitada por la existencia del
mundo de la fantasía. De este mundo de la fantasía extrae la
neurosis el material para sus nuevos productos optativos,
hallándolo en él por medio de la regresión a épocas reales
anteriores más satisfactorias.También en la psicosis desempeña
seguramente el mundo de la fantasía este mismo papel. Pero el
nuevo mundo exterior fantástico de la psicosis quiere sustituirse
a la realidad exterior, mientras Que el de la neurosis gusta de
apoyarse, como los juegos infantiles, en un trozo de realidad _en
un fragmento de la realidad distinto de aquel contra el cual tuvo
que defenderse_ y le presta una significación especial y un
sentido oculto al que calificamos de «simbólico». La neurosis y
la psicosis, se desarrolla no sólo una pérdida de realidad, sino
también una sustitución de realidad.
En la psicosis primero hay perdida de la realidad y luego
una reecontruccion de la realidad. Y en la neurosis, en el
mecanismo de la represión el yo si obedece a la realidad u
suprime la nocion del ello. Pero luego se produce el retorno
de lo reprimido, en donde hay una ruptura pero solo con un
fragmento de la realidad. Hay perdida de la realidad en
ambas porque en las 2 hay reecontruccion de la realidad
pero de diferente forma.
Neurosis y psicosis
La neurosis sería el resultado de un conflicto entre el «yo» y
su «Ello», y, en cambio, la psicosis, el desenlace análogo
de tal perturbación de las relaciones entre el «yo» y el
mundo exterior.Las neurosis de transferencia nacen a
consecuencia de la negativa del yo a acoger una poderosa
tendencia instintiva dominante en el Ello y procurar su
descarga motora, o a dar por bueno el objeto hacia el cual
aparece orientada tal tendencia. El yo se defiende entonces
de la misma por medio del mecanismo de la represión; pero
lo reprimido se rebela contra este destino y se procura, por
caminos sobre los cuales no ejerce el yo poder alguno, una
satisfacción sustitutiva -el síntoma- que se impone al yo
como una transacción; el yo encuentra alterada y
amenazada su unidad por tal intrusión y continúa luchando
contra el síntoma, como antes contra la tendencia instintiva
reprimida, y de todo esto resulta el cuadro patológico de la
neurosis. Así, pues, el yo ha entrado en conflicto con el Ello
en servicio del super-yo y de la realidad. Tal es la situación
en todas las neurosis de transferencia.En las psicosis; la
percepción del mundo exterior cesa por completo o
permanece totalmente ineficaz. Normalmente el mundo
exterior domina al yo por dos caminos.En primer lugar,
mediante las percepciones actuales continuamente posibles,
y en segundo, con el acervo mnémico de percepciones
anteriores, que constituyen, como «mundo interior», un
patrimonio y un elemento del yo. En la amencia no sólo
queda excluida la acogida de nuevas percepciones, sino
también sustraída al mundo interior su significación
(carga). El yo se procura independientemente un nuevo
mundo exterior e interior y surgen dos hechos indubitables:
que este nuevo mundo es construido de acuerdo con las
tendencias optativas del Ello y que la causa de esta
disociación del mundo exterior es una privación impuesta
por la realidad y considerada intolerable. Pero la condición
del fenómeno onírico normal es, precisamente, el estado de
reposo, entre cuyos caracteres hallamos el apartamiento del
mundo real y de toda percepción.Las esquizofrenias,
sabemos que culminan en un embotamiento afectivo; esto
es, en la pérdida de todo interés hacia el mundo exterior.
Con respecto a la génesis de los delirios, algunos análisis
nos han enseñado que el delirio surge precisamente en
aquellos puntos en los que se ha producido una solución de
continuidad en la relación del yo con el mundo exterior. Si
el conflicto con el mundo exterior, en el cual hemos visto la
condición de la enfermedad, no se hace aún más patente,
ello depende de que en el cuadro patológico de la psicosis
quedan a veces encubiertos los fenómenos del proceso
patógeno por los de una tentativa de curación o de
reconstrucción.La etiología común a la explosión de una
psiconeurosis o una psicosis es siempre la privación. Esta
privación tiene siempre en el fondo un origen exterior,
aunque en el caso individual parezca partir de aquella
instancia interior (en el super-yo) que se ha atribuido la
representación de las exigencias de la realidad. El efecto
patógeno depende de que el yo permanezca fiel en este
conflicto a su dependencia del mundo exterior e intente
amordazar al Ello, o que, por el contrario, se deje dominar
por el Ello y arrancar así a la realidad. Pero en esta
situación, aparentemente sencilla, introduce una
complicación la existencia del super-yo, que reúne en sí, en
un enlace aún impenetrado, influencias del Ello y otras del
mundo exterior, constituyendo, en cierto modo, un modesto
ideal hacia el que tienden todas las aspiraciones del yo: la
conciliación de sus múltiples dependencias. La neurosis de
transferencia corresponde al conflicto entre el yo y el super-
yo, y la psicosis, al conflicto entre el yo y el mundo
exterior.La afirmación de que las neurosis y las psicosis
nacen de los conflictos del yo con sus distintas instancias
dominantes, esto es, que corresponden a un fracaso de la
función del yo, el cual se esfuerza, sin embargo, en
conciliar las distintas exigencias.
¿En qué circunstancias y por qué medios consigue el yo escapar,
sin enfermar, a tales conflictos? Por lo pronto, ya podemos
indicar dos. El desenlace de todas estas situaciones habrá de
depender, indudablemente, de circunstancias económicas, de las
magnitudes relativas de las tendencias combatientes entre sí.
Además, el yo podrá evitar un desenlace perjudicial en cualquier
sentido, deformándose espontáneamente, tolerando daños de su
unidad o incluso disociándose en algún caso.
Caso Schreber. Un caso de Paranoia 1911
Prologo: no se plantea una terapéutica de la psicosis, solo se
abocaba a la neurosis.
Schreber: Jesuista de Alemania 1870/8’, cultivo en artes
político, era ateo, no tenia ninguna predilección por la religión.
Nace en 1842, de familia burguesa protestante, padre rígido,
padres religiosos, Madre Nerviosa-Depresiva, tenían un
pensamiento Puritano. Fue doctor en derecho, presidente del
tribunal de apelaciones de Soyano. En 1884 pierde la
candidatura y cae enfermo (dolores somaticos). La misma se
manifestó como un acceso de hipocondría y necesitó una
internación de seis meses en la clínica del Dr. Flechsig ( medico
del saber neurológico), luego de la cual salió aparentemente
recuperado y llevó una vida normal durante ocho años (período
que sólo se vio opacado por la imposibilidad de tener hijos). En
junio de 1893 se lo nombra Presidente del Tribunal de Dresden,
cargo que ocupa en octubre, durante esta etapa comienzan los
signos y síntomas en la vida del Dr Schreber, y vuelve a la
clínica de Flechsig. Su enfermedad era más profunda (sentía que
se comía la laringe, que se le destrozaban los órganos), a partir
del sueño donde piensa que le hubiera gustaría ser mujer en el
momento del coito y se levanta y no hace nada.
Schreber tenia una relación ambivalente con Flechsig (delirio de
persecución, luego que el medico lo quería mujer para
penetrarle, sigue construyendo el delirio, después aparece Dios).
Ser la mujer de Dios que va a engendrar una nueva humanidad
(no lejos de lo que quería el padre). En esta ocasión el Dr
Schreber se inclinó a que lo volvieran a internar en la clínica del
profesor Flechsig en 1896 donde empeoro y fue trasladado a la
clínica de Sonnestein. Luego de iniciado este proceso, el delirio
toma un matiz místico y religioso ya que posterior a estos
síntomas manifestaba que habla directamente con Dios, los
demonios lo hostigan, y ve apariciones milagrosas.
Regresando al caso del Dr. Comienzan a aparecer la figura de
los persecutores a los que insulta y en entre ellos el Dr Flechsig
se ubica en primer lugar. Al mismo lo acusa de ser “ asesino de
almas”. De esta manera comienza a desplegarse un delirio que
luego de varias transformaciones termina subsistiendo junto con
una reconstrucción de su personalidad llegando así a una
estabilización que como lo describe quien fue su último médico
durante este período, el Dr Weber, lo lleva “hasta el punto de
mostrarse capacitado para volver a la vida normal, presentando
solo algunos trastornos aislados”. En ese momento Schreber
inicia gestiones para poder salir de la clínica dirigiendo escritos
a los tribunales pidiendo su libertad sin negar sus perturbaciones
ni ocultar la intención de publicar sus memorias, ya que a las
mismas las considera esenciales por su relación con la vida
religiosa. Aduce también, en los mismos, lo inofensivo de los
actos a los que se ve obligado por el delirio mismo. En 1902 fue
anulada su incapacitación y en 1903 se publican sus memorias
luego de sufrir algunas mutilaciones y censura.
En 1896 se lo deriva a la clínica del doctor Weber donde escribe
sus memorias (orden del testimonio). El no quería ser mujer,
sino que el orden de la naturaleza se lo imponía y por eso se
amiga con eso pero inconciliable con su yo. En 1900 luego del
juicio, sale libre del psiquiátrico y publica sus memorias.
Lectores: Jung, Freud, Klein, Lacan, Elian Conete, etc.

1894: Freud escribe neuropsicosis de defensa (1era clasificación


en relación al concepto de defensa). Considera que existen 3
casos (patologías) que tienen en común para la constitución de
los síntomas, actúa el mecanismo de defensa (mas adelante lo
teoriza como represión).
Estos 3 son: la histeria, neurosis obsesiva y paranoia. La
diferencia esta que en las dos primeras el yo se defiende de la
representación insoportable sustituyéndole la carga de afecto
a la representación. Pero sin embargo esta representación
permanece en la conciencia.
En la paranoia esta defensa es mucho más exitosa porque el yo
desestima la represión y su efecto y se comporta como si nunca
hubiera existido. Freud establece una palabra en alemán:
WERWERFEN.
Cuando la paranoia se elimina, la representación y el efecto se
encuentra en un estado de delirio completo. Freud quiere
establecer el mecanismo de la psicosis.
1896: nuevas puntualaziones sobre la neuropsicosis de defensa.
Y a partir de ahí no habla mas de la psicosis hasta la aparición
del caso Schreber.
Un paranoico no delira todo el tiempo. Delira cuando uno se
topa con su nucleo paranoico.
La psiquiatría plantea:
Un delirio 1rio: delirio de redención
Un delirio 2dario: delirio de emasculación.

Freud niega el planteo y lo plantea al revés

Apartado 3:
Psicosis: causa: un avance de la libido homosexual. Está ligado
a la etapa de fijación libidinal:
Autoerotismo, narcisismo y homosexualidad. Freud plantea que
al principio la libido se encuentra entre las dos últimas etapas. Y
al final plantea que se fija en el narcisismo.
En la paranoia se produce una fijación que generalmente se
produce cuando no se puede satisfacer. Schreber no podía ser
padre y su padre era terrible lo cual después se puede ver en la
paranoia. Un psicótico no se descompensa por cualquier cosa o
cualquier momento, sino que hay algo del mundo externo de su
vida que entra en juego.
¿Cuál es el mecanismo especifico de formación de síntomas?
Freud empieza diciendo que el mecanismo es la proyección.
Pero al final desestima eso y el mecanismo es la represión
especifica. La libido depositada en las cosas del mundo exterior
retorna al yo (en la neurosis retorna a la fantasía).
Desestima la idea de proyección porque en la neurosis también
hay proyección. Dinaliza diciendo que lo cancelado
anteriormente retorna desde el mundo exterior.
Diferencias paranoia/esquizofrenia:
En la paranoia lo que se suprime no es del orden de la
represión. En la psicosis se suprime y deviene de afuera.
Siempre viene del otro.
1.
En la paranoia el punto de fijación es el narcisismo. En la
esquizofrenia el punto de fijación es el autoerotismo.
2.
Está ligado al mecanismo de fijación de síntoma. En la
paranoia prevalece el delirio y en la esquizofrenia prevalece
la alucinación.
3.
En la esquizofrenia el sujeto esta mas aislado, la evolución
no es tan favorable porque prevalece la regresión mientras
que en la paranoia prevalece la restitución con via al delirio.
Regresión libidinal: el sujeto esta aislado del mundo exterior. En
la paranoia el delirio permite cierta reinserción a la vida social al
contrario de la esquizofrenia.

Observaciones psicoanalíticas sobre un caso de paranoia


autobiográficamente descrito
1er apartado: historial clínico
2do apartado: intento de interpretación
3er apartado: sobre los mecanismos paranoicos ( intenta
establecer conceptos para la paranoia)
Freud estudia este caso porque:
- asentar mas solidamente la teoría de las pulsiones
- elaborar la teoría del narcisismo, ya iniciada y que representa
uno de los factores esenciales del psa: “el yo tomado como
objeto libidinal”.
- contruir una teorización de la psicosis.

El cuadro Clínico podría ser descrito de la siguiente manera:


HISTORIAL CLINICO

Primer Recaída Clínica:


Se produce de 1884-1885 cuando tenía 42 años. Estuvo
internado en la clínica psiquiátrica de Leipzig donde el director
era Flechsig. El plantea que la enfermedad no tenia que ver con
algo alusinatorio sino del lado de la hipocondría. Su diagnostico
de ataque hipocondriaco grave. En junio de 1893 es nombrado
presidente superior del tribunal de justicia. Y en octubre del
mismo año asume el puesto. En el momento de asumir el cargo,
comienza con suelos en donde aparece la posibilidad de que su
enfermedad vuelva. Y aparte aparece una representación de que
seria mejor ser mujer lo cual el lo rechaza indignamente.
En ese intervalo aparecen algunos sueños con los siguientes
síntomas:
• sueña con una recaída en la enfermedad anterior
• Se atribuye la idea de que debería ser muy agradable ser una
mujer en el momento del coito- idea que al despertar rechaza
inmediatamente.

Segunda Recaída Clínica:


En octubre de 1893 cuando asume su cargo comienza lo que va
a ser su segunda enfermedad. El dice ser por una sobre carga de
trabajo. Aparecen ideas hipocondriacas, ideas de persecución
aisladas, alusinaciones. Lo llama a Flechsig como “asesino de
almas”, un homicida. Al año siguiente en 1894 lo trasladan al
asilo de Sommestein atendido por Weber. Se comienza a hablar
de un delirio paranoico. Comienza a escribir las memorias y
Weber se opone a esta publicación aunque se termina
publicando en 1903. Y un año antes le dan el alta. Y asi se
mantiene estable hasta la 3era enfermedad. Empieza a aparecer
cierta construcción delirante.
Signos y Síntomas:
• Fuertes insomnios
• Hipocondría (se quejaba de degeneración cerebral y aseguraba
que moriria)
• Misión Redentora (Dios me ha enviado a un mision)
• Transformación a mujer (se atribuye la idea de ser mujer en el
coito)
• Pensamiento mágico Religioso (Dios me habla)
• Ideas de persecución junto con alucinaciones visuales y
auditivas se creía muerto y putrefacto sintiendo que su cuerpo
era sometido a repugnantes manipulaciones y espantosos
tormentos
• Tentativas suicidas
Todos estos fenómenos tienen algo en común que son algo del
exterior, que lo invaden, que no es algo propio, que se le
impone. Pero el punto de certeza es algo que le concierne a el.
El sabe que solo el lo escucha.

Tercera recaída clínica:


En 1907 muere su madre, su mujer sufre un ataque. Schreber car
enfermo y en 1911 muere y un año después fallece su esposa.

La psiquiatría planteaba que primero comenzaba con la misión


redentora y lo que venia después. Freud plantea lo contrario, eso
que le resultaba intolerable al yo, podría lograrse con la misión
redentora. Schreber pasa de un delirio de persecución a un
delirio de grandeza. Según Freud el delirio primario es la
emasculación y el papel para esto es el papel redentor.

Cap. 2 INTENTOS DE INTERPRETACION


Plantea dos caminos:
- desde las exteorizaciones delirantes
- desde los motivos por los cuales contrajo la enfermedad
Tiene que haber algo más que una sensación de simpatía hacia
un medico que pueda estallar en un hombre 8 años después y
convertirse en la ocasión de una perturbación mental tan grave.
Nos es difícil que la sensación de simpatía hacia el medico
procediera de un proceso de transferencia, por lo cual una
investidura de sentimiento es trasladada de una persona para el
sustantiva a la del médico, de modo que este es un sustituto de
alguien mucho más próximo al enfermo. El médico le ha hecho
recordar a la esencia de su hermano o de su padre.
La ocasión de la enfermedad fue entonces la emergencia de una
fantasía de deseo femenina (homosexual pasiva) cuyo objeto era
la persona del medico. La personalidad del enfermo le
contrapuso una intensa resistencia, u la lucha defensiva escogió
la forma de un delirio de persecución. El ansiado devino
entonces perseguidor y el contenido del deseo de la fantasía paso
a ser el de la persecución. Uno de esos cambios consiste en la
sustitución de Fleshig por la persona superior de dios. Ello
prepara el segundo cambio y, así, la solución del conflicto. Si
era insoportable avenirse al papel de la mujerzuela frente al
médico, la tarea de ofrecer al propio Dios la voluptuosidad que
busca no tropieza con igual resistencia del yo. La castración deja
de ser insultante ya que deviene acorde al orden del universo. El
yo es resarcido por la manía de grandeza y la fantasía de deseo
femenina se ha abierto paso, ha sido afectada.
Si el perseguidor Fleshig fue antaño una persona amada,
tampoco Dios es más que el retorno de otra persona amada pero
más sustantiva. Esa otra persona no puede ser más que el padre
con lo cual Fleshig es forzado hacia el papel del hermano.
Era la mas asombrosa critica blasfema y rebeldía con respetuosa
devoción: Dios no era capaz de aprender por experiencia, no
conocía a los hombres vivos porque solo sabia tratar con
cadáveres.
El padre de schreber era un medico muy importante, una padre
así no era por cierto inapropiado para ser transfigurado en Dios
en el recuerdo tierno del hijo, de quien fue arrebatado tan
temprano por la muerte. Conocemos con exactitud la postura del
varón frente a su padre; contiene la misma alianza entre
sumisión respetuosa y rebelión que hemos hallado en la relación
de schreber con Dios. También el caso Schreber nos muestra el
terreno del complejo paterno. Conflicto infantil con el padre
amado.en estas vivencias infantiles el padre aparece como
perturbador de la satisfacción buscada por el niño. En el
desenlace del delirio, la fantasía sexual infantil celebra un
triunfo grandioso; la voluptuosidad misma es dictada por el
temor de Dios, y Dios mismo (padre) no deja de exigírsela al
enfermo. La más temida amenaza del padre, la castración, ha
prestado su material a la fantasía de deseo de la mudanza en
mujer, combatida primero y aceptada después.
La fantasía de deseo se entrama con una frustración, una
privación en la vida real y objetiva. Schreber nos confiesa una
privación así, su matrimonio no le dio hijos, sobre todo un varón
que lo habría compensado por la pérdida del padre y del
hermano y hacia quien pudiera afluir la ternura homosexual
manifiesta.
Acaso el doctor Schreber forjo la fantasía de que si él fuera
mujer seria más apto para tener hijos, y así halo el camino para
resituerse en la postura femenina frente al padre de la primera
infancia. Entonces el posterior delirio según el cual por su
castración el mundo se poblaría de “hombres nuevos de espíritu
Schreberiano”, estaba destinado a remediar su falta de hijos.

Cap 3. ACERCA DEL MECANISMO PARANOICO


El carácter paranoico reside en que para defenderse de una
fantasía de deseo homosexual se reacciona con un delirio de
persecución.
Papel del deseo homosexual en la contracción de la Paranoia:
hay que tener en cuanta un estadio en la historia evolutiva de la
libido, estadio por el que se atraviesa en el camino que va del
autoerotismo al amor de objeto. Se llama narcisismo. Consiste
en que el individuo empeñado en el desarrollo, y que sintetiza en
una unidad sus pulsiones sexuales de actividad autoerótica, para
ganar un objeto de amor se toma primero a si mismo, a su
cuerpo propio, antes de pasar de este a la elección de objeto en
una persona ajena.
Una fase así, mediadora entre autoerotismo y elección de objeto
es normal, parece que hay personas que demoran en ella un
tiempo más largo. Tras alcanzar la elección de objeto
heterosexual, las aspiraciones homosexuales no son canceladas,
sino meramente esforzadas a apartarse de la meta sexual y
conducidas a nuevas metas. Se conjugan con sectores de las
pulsiones yoicas para construir con ellas las pulsiones sociales
(amistad camaradería)
Cada estadio de desarrollo libidinal ofrece una posibilidad de
fijación. La fijación consiste en que la pulsión, o parte de ella,
no siga la evolución prevista y permanezca en un estadio
infantil. Personas que no se han soltado por completo del estadio
narcisista, es decir, que poseen allí una fijación, están expuestas
al peligro de que una marea alta de libido que no encuentra otro
decurso someta sus pulsiones sociales a la sexualizacion, y de
ese modo se deshaga las sublimaciones que había adquirido en
su desarrollo. La fijación en la paranoia es en el narcisismo.
Fantasía Homosexual.
“yo lo amo” (percepción interna)

1) Delirio de Persecución: Cambia el verbo amor por odio.


Yo no lo amo, pues yo lo odio. (ICC)
El mecanismo de la formación de síntoma en la paranoia exige
que la percepción interna, el sentimiento, sea sustituida por una
percepción de afuera. así la frese “yo lo odio” se muda por
“proyección” en esta otra “ el me odia” (me persigue), lo cual
me justifica luego para odiarlo.
El sentimiento ICC que pulsiona aparece como consecuente de
una percepción exterior: /yo no lo amo, yo lo odio porque él me
persigue/
2) Erotomanía: Se cuestiona el objeto lo por la.
“yo no lo amo, yo la amo, porque ella me ama”
Yo la amo----proyección----ella me ama.
Todos estos enamoramientos no se instalan con la percepción
interna del amar, sino con el del ser-amado, que viene de afuera
3) Delirio de Celos: (cambia el sujeto yo por ella)
Yo lo amo---------proyección----------ella lo ama
Aquí no hay proyección ya que el sujeto es arrojado fuera del
yo.
4) Delirio de Grandeza:
“Yo no lo amo en absoluto, no amo a nadie, me amo solo a mí”
Se desautoriza la frase completa.
Características de la paranoia:
Existen dos factores donde se sitúa lo característico de la
Paranoia: 1- el mecanismo de la formación del síntoma y 2- el
de la represión.
1- Mecanismo de la formación del síntoma:
En la formación del síntoma de la Paranoia es llamativo aquel
rasgo que merece el titulo de proyección.
Una percepción interna es sofocada, y como sustituto de ella
adviene a la conciencia su contenido luego de ser desfigurado,
como una percepción de afuera.
En el delirio de persecución la desfiguracion consiste en una
mudanza de afecto; lo que estaba destinado a ser sentido adentro
como amor es percibido como odio de afuera.
Freís en el caso Schreber está a punto de considerar a la
proyección como lo más importante de la Paranoia pero se
encuentra con que dicha proyección plantea una seria de
problemas ya que no desempeña el mismo rol en todas las
paranoias y además está presente de modo regular en nuestra
posición frente al mundo.
2- Mecanismo de la representación en la Paranoia:
-Fijación
-Representación propiamente dicha
-Retorno de lo reprimido.
-Vivencia del fin del mundo: Freud estudia en Schreber esta
vivencia.
El enfermo ha retirado de las personas que lo rodean y del
mundo exterior la investidura libidinal que hasta entonces les
había dirigido, con ello todo se ha vuelto indiferente y sin
envolvimiento para el. El fin del mundo es la proyección de esa
catástrofe interior. Su mundo subjetivo es lo que se ha hundido
desde que el ha retirado del mundo su amor, tal proceso se
desarrollo en silencio. Lo que se advierte ruidosamente es la
reconstrucción a través de la labor de su delirio como un proceso
de curación. Lo cancelado adentro retorna desde afuera.
Esto se logra gracias a la desestimación, la representación y el
afecto se toman como si nunca hubieran existido. Retorna desde
afuera como delirio o alucinación. Por medio del delirio se
intenta una reconexión con el mundo. El mundo ya no es lo que
era, más bien se transforma en un mundo de delirios y
alucinaciones. (por el mecanismo de proyección)
El trabajo del delirio es reestablecer el vínculo con el mundo.
Esto es un intento de curación.
En la paranoia no sol se extrae la libido de los objetos sino
también de las representaciones cosa, esta libido retirada de los
objetos recibe un empleo especial: se acumula en el yo y es
usada para engrandecerlo. (fenómeno megalómano). Esto de
lugar al delirio de grandeza. Con esto se alcanza nuevamente el
estadio de narsicismo. Supondremos que los paranoicos
conllevan una fijación en el narcisismo y un retroceso de la
homosexualidad sublimada (pulsión social) hasta el narcisismo.

Esquizofrenia y paranoia
Paranoia es un concepto más antiguo que el de esquizofrenia,
proviene de la clínica psiquiátrica pura. Esquizofrenia es un
término mucho más nuevo, de principios del siglo xx. Fue un
psiquiatra contemporáneo a Freud quien lo propuso: Bleuler
(escuela suiza) en el año 1911 lo propone al término. Freud
escribe al mismo tiempo psicosis. Proviene de la clínica
psiquiátrica pero ya en entrecruzamiento con el psicoanálisis.
Bleuler intenta aplicar los mecanismos freudianos a la psicosis.
Aquí feud encuentra el primer apoyo en su trabajo. A Freud le
conviene esto políticamente.
Del cruce que se produce entre la psquiatria clínica y el
psicoanálisis nace la esquizofrenia. Termino del cual Freud no
estaba muy de acuerdo el propone el termino parafrenia. Para
Freud el campo de la psicosis había que dividir en 2: por un lado
la paranoia y por otro la parafrenia (esquizofrenia). Triunfa el
término esquizofrenia. Bleuler lo que hizo es como un tipo de
resistencia al psicoanálisis. Lo que toma de Freud termina dando
una versión distorsionada de la cual Freud no esta de acuerdo.
En la psiquiatría siempre se plantea en el término de la psicosis
y la esquizofrenia la cuestión en término de un déficit en el
campo de las funciones psíquicas.
En la paranoia prevalece la reconstrucción (se puede armar un
delirio más consistente) sin evolución al deterioro). En la
esquizofrenia prevalece la alucinación como mecanismo
prevalece la regresión (patología que evolutivamente termina en
el deterioro) déficit de la funciones del yo.
Esquizofrenia: por su propia evolución lleva a un déficit
progresivo de las funciones del yo.
Paranoia: el delirio se sistematiza y no se produce un déficit de
las funciones del yo o no tan marcadamente.

Tratado de Henry ey:


Henry divide la cuestión de las esquizofrenias: plantea 4 formas
de comienzo:
1-
Carácter preesquizofrenico y las formas progresivas de
comienzo. Este tiene diferentes caracteres.
2-
Comienzo por estados psicóticos agudos (brote)
3-
Formas de comienzo cíclicas (arrancan con estado psicomotrices
con estados de represión y esto se va alternando)
4-
Formas monosintematicas (generalmente son actos que
contituyen el único acto que desde la psquiatria es considerado
como esquizofrenia)
Síndrome fundamental del periodo de estado:
1-
La disgregación de la vida psíquica. El síndrome de disociación
(síntomas 1rios o negativos)
a.
Trastornos del curso del pensamiento y del campo de la
conciencia.
b.
Transtornos del lenguaje
c.
Alteraciones del sistema lógico
d.
Desorganización de la vida afectiva
e.
Discordancia psicomotriz. El comportamiento catatónico:
inhibición de los mov.
2-
El delirio paranoide. El autismo (síntomas 2° o positivos) de
menor deterioro:
a.
Vivencias delirantes: síntomas positivos
b.
Vivencia de extrañeza: lo que antes era conocido para el ahora
es extraño
c.
Vivencia de despersonalización: su propia conciencia se
desarma. La función especular del yo aparece comprometida.
d.
Vivencias de influencia: el sujeto percibe que es influenciado
por otras cuestiones del exterior.
Dentro del cuadro de la esquizofrenia va a ver formas con menor
deterioro o con mayor deterioro.
3-
La elaboración delirante secundaria. El delirio autístico. Parte en
que aparece el delirio como el de la paranoia. El delirio
autístico: fracaso del sujeto a la hora de producir un delirio. Va a
ser un delirio desilachante o mas bien ideas delirantes pero no se
pueden constituir en la sistematización de un delirio bien
armado.

Es un delirio que si se constituye es un delirio fracazado.


Fracazo del sujeto de poder constituirse en un cuerpo que lo
sostenga.
Formas terminales: todas son en forma de deterioro
- inercia y regresión
- incoherencia ideoverbal
- delirio (en la esquizofrenia es muy mal logrado)

Para Lacan al igual que Freud tampoco utilizaba el termino


esquizofrenia, el habla de el “llamado esquizofrenia”.
Freud punto de fijación libidinal:

Paranoia: narcisismo: hay una unificación centrada en el yo. Que
se encuentra fuera del cuerpo.

Esquizofrenia: autoerotismo (la satisfacción se encuentra en el
mismo cuerpo): el cuerpo queda recortado en determinadas
zonas erógenas en donde estas zonas no están unificadas. Hay
un cierto recorte del cuerpo. Este corte le va dando formas a ese
cuerpo. Freud plantea que va del autoerotismo y pasa por el
narcisismo. Primero el goce aparece en el cuerpo y luego fuera
del cuerpo.

La categoría que promociona a Lacan es la categoría del


sujeto. En la psicosis como entender la categoría sujeto?
Hay algo que viene a ordenar esa cadena de significantes lo
que produce el llamado efecto sujeto que es comprobable
en las formas del inconsciente. Hay sujeto en la psicosis? Si
hay que hablar de sujeto en la psicosis, ya que son seres
del lenguaje, que están medidos en un mar del lenguaje. El
problema es ver como están metidos. Hay que ver como se
constituye este sujeto. Plantea que la FORCLUCION es el
mecanismo elemental de la psicosis. El sujeto en la psicosis
es un sujeto efecto de que hay un significado elemental que
no esta inscripto. No se puede pensar en la psicosis al
sujeto como un ser dividido. Si hablamos de sujeto en la
psicosis es distinto al de la neurosis. El sujeto en la psicosis
no puede producir el efecto sujeto.
El sujeto lo vamos a incluir dentro del lenguaje pero fuera
del discurso (es la armazón significante mínimo que tiene
que constituirse en algún sujeto para que conserve el
sentimiento de realidad.
La falta a nivel del significante (forclusion) produce en la
esquizofrenia que el sujeto no pueda mantenerse en ningún
discurso. Lacan
El sujeto no puede ser representado por un solo
significante.
Del entrecruzamiento entre el organismo con el lenguaje se
puede armar un cuerpo. El significante del nombre del
padre separa el goce del cuerpo. En ese mov. De separación
es a donde el cuerpo se constituye como tal.
ESQUIZOFRENIA: no tiene un cuerpo en tanto no puede
manejarlo. Miller plantea que eso de separar el goce del
cuerpo no se produjo. El goce sexual se vuelve autoerotico.

Seminario 3 de Lacan capitulo 4 "Vengo del fiambrero"


En esta cuarta clase, cuenta un caso de sus presentaciones
de enfermo. Y habla de un delirio de a dos.
La paciente dice: vengo del fiambrero (chanchería) y el
“grosero” le contesta: marrana.
Lacan toma esto como algo del orden de la alucinación
(marrana)
En la psicosis la estructura del lenguaje parece manifiesta.
El esquema de la comunicación supone esta idea de que el
emisor es alguien que sabe la significación de su mensaje.
El psicoanálisis dice: “el sujeto recibe su propio mensaje
del Otro en forma invertida”.
Es decir que este sujeto de entrada no sabe cual es su
mensaje y que únicamente puede darse cuenta de su
mensaje a partir de la devolución, de la inversión que hace
el otro de su propio mensaje.
En la psicosis habíamos dicho que por efecto de la
forclusion el otro queda excluido de este esquema. Por lo
tanto en este ejemplo marrana, no es que el sujeto recibe su
propio mensaje del otro en forma invertida sino que
encuentra su propio mensaje pero ya no en la instancia del
gran Otro sino en la de los pequeños otros, en la del
semejante, encuentra su mensaje “marrana” en los
pequeños otros en forma de alucinación. Lo que aparece es
algo del orden de la alucinación (hablar de si mismo, hacer
alusión a su mismo mas alla de lo que se dice). El yo
encuentra su propio mensaje marrana en el otro y el
mensaje es sobre el sujeto. El yo habla con su semejante del
sujeto (explicación grafico L).
El sujeto siempre se dirige al otro con un interrogante y
espera recibir. En la psicosis se sustituye con el testimonio.
El psicótico no habla al otro sino que habla del otro,
testimonia, habla de algo que le hablo. El otro habla a
través del sujeto mientras el Otro está excluido. No hay
posibilidad que el yo sé puedas remitir a su propio sujeto.
Siempre habla desde su yo. Lo simbólico no está excluido,
cuando el otro habla no es la realidad la que habla. El
concepto central es el concepto de proyección.

Paranoia:
Para: contra, y Nos: alma
Son locuras con ideación delirante, interpretaciones
delirantes y ausencia de deterioro intelectual desde la
psquiatria y con deterioro intelectual, la diferencia de la
esquizofrenia.
Delirios sistematizados: mantiene una misma tematica a lo
largo del tiempo, no modifica el contenido, es coherente,
cualquiera pueda tomarlo como realidad.
Freud ubica la paranoia dentro de las neuropsicosis de
defensa de un principio ya la plantea desde el concepto de
defensa.
Paranoico: reaccionaba ante algo que no podía soportar. El
sujeto rechaza esa representación insoportable y se
comportaba como si nunca hubiera existido.
1911: esta defensa, es una defensa frente al deseo
homosexual.
Para el psicoanálisis la paranoia es la forma de presentarse
de la psicosis. El mecanismo de la psicosis es paranoico.
Subvierte las teorías de la psiquiatría, le interesa plantear la
estructura (paranoica) y como retorna.

Phillipp Julien, neurosis, perversión y psicosis


Lacan va a decir que el conocimiento es paranoico ya que
se constituye a partir de una bipolaridad (mirada donde
siempre hay un vidente y un visto). El cambio que hace
Lacan es sacar a la paranoia de la psicopatología. Da 5
características de conocimiento paranoico:

Visibilidad: momento en que el niño a partir de la imagen de su
madre constituye su propia imagen.

Unidad y fijeza: tiene que ver con el modo de presentación del
otro. El otro devuelve una unidad y tiene que estar presente. Por
este mismo motivo, el complejo intrusivo es constituyente del
yo.

Olvido de si mismo: tiene que ver con que en el momento lógico
de lo especular no hay diferencia del yo y otro. Transitivismo

Objeto de deseo: siempre es el objeto de deseo del otro. Es
sujeto mismo no sabe que se desea, sino es por el deseo del otro.
Siempre existe la rivalidad, la competencia hace el otro.

Proceso de inclusión y proceso de exclusión: en la psicosis lo
que va a haber es una ausencia de paranoia, falla la exclusión.
Colette Soler inocencia paranoica e indignidad melancólica
Se percibe de inmediato que la culpabilidad es un sentimiento de
alcance epistémico: el "es mi culpa" implica una hipótesis sobre
la causa. La culpabilidad es lo que sucede cuando la causa
adopta la forma de la culpa. La desgracia se impone como real
desde el momento en que el dolor no tiene sentido. Y si se toma
la desgracia como un efecto, adopta el nombre de mal, y la causa
adopta entonces el de culpa. Es una manera de dar sentido a la
desgracia, la manera más corriente, en todo caso la manera que
encontró la religión.
El sentimiento de culpabilidad es una respuesta que consiste en
hacerse cargo de la culpa. No es la única respuesta posible, y la
clínica lo pone en evidencia. Hay otra: la persecución. Esta
plantea un "a causa del Otro", del Otro malvado y hasta
"supremamente malvado", si se trata del Dios de Sade; del Otro
que quiere mi mal. Es decir que la persecución supone un Otro
que existe, ella hace existir al Otro. Introduzco aquí, pues, una
gran oposición, muy simple, entre el culpable por un lado, más
exactamente aquel que tiene el sentimiento de culpabilidad -y se
trata en general del neurótico- y, por el otro, el paranoico, que
no es culpable sino perseguido. Y precisamente porque la
culpabilidad neurótica se opone a la persecución paranoica, los
problemas que planteamos en cuanto a estas dos estructuras se
invierten.
Con el neurótico, el problema son los fenómenos persecutorios,
los accesos paranoides -decimos-Para el paranoico, por el
contrario, la cuestión es exactamente inversa.
Freud atribuye este fenómeno de desfasaje al pensamiento, al
anhelo del sujeto. Punto de encuentro con la tesis cristiana: usted
es culpable no sólo de sus actos sino también de sus
pensamientos secretos.
- La segunda paradoja del sentimiento de culpabilidad es el hiato
patente que la experiencia indica entre los actos culpables y el
sentimiento de culpabilidad. El inocente, en cambio -hay un
doble sentido en la palabra inocente-, el inocente, por lo menos
en el sentido de aquel que no cometió el acto culpable, se siente
culpable y, paradójicamente, se hace reproches injustificados.
Esto sucede especialmente con el obsesivo y también con el
melancólico, en quién éstos reproches llegan incluso al delirio.
- En tercer lugar, la culpabilidad es impotente. No entraña
garantía alguna de que el sujeto hará frente a sus
responsabilidades, de que cumplirá con su deber, como se dice.
- Al fin, cuarta y última paradoja: la culpabilidad empuja al
crimen. Freud lo descubrió muy pronto: hay delitos cuya
finalidad es el castigo efectivo, que procura un alivio en el
sentimiento inmotivado de culpabilidad.
Es el único que Freud consiente en llamar inconsciente. Si la
angustia es para Lacan el único sentimiento que no engaña, la
culpabilidad es el único sentimiento inconsciente, para Freud.
Lo cual -hay que decirlo- es impensable. Tenemos por un lado la
clínica de los autorreproches, de los escrúpulos y, digamos, en
forma más amplia, del malestar culpable del sujeto, en la
neurosis obsesiva y en la melancolía esencialmente. Y luego, del
otro lado, algo diferente que no es una culpabilidad "vivida"
sino una culpabilidad deducida, precisamente de las conductas
de fracaso. Todo se presenta -y Freud lo notó muy pronto- como
si determinado sujeto buscara fracasar; de ahí su noción de una
necesidad de castigo, que él refiere a un sentimiento
inconsciente de culpabilidad. el sujeto no quiere sólo su bien,
sino que hay un goce más allá del principio de placer que lo
cautiva más allá de sus intenciones. En cuanto a la culpabilidad
propiamente dicha, no es tanto un sentimiento como una
posición del sujeto que acepta considerarse responsable de lo
que le sucede. Es la condición misma del psicoanálisis.
La culpa es una culpa de goce, dejándole a la expresión su
ambigüedad. El goce que cargamos en la cuenta de lo real, y el
límite, que cargamos en la cuenta de lo simbólico.
En primer lugar, hay culpa porque hay un defecto de goce:
Lacan dice que hay, al comienzo, falla en gozar. Pero el defecto
de goce es también su inapropiación. El goce que no falta, aquel
que se experimenta a pesar de todo, es inapropiado para la
relación sexual. En este sentido es fallida, no alcanza para
constituir relación, es aquel "que no se debería", dice Lacan.
Este doble defecto, falta e inapropiación del goce, funda el
imperativo del superyó, que ordena ferozmente lo imposible:
"goza". Se lo puede entender ya sea como un imperativo de
gozar un goce total -primer imposible-, ya sea como el
imperativo de gozar del Otro sexo -segundo imposible-, puesto
que en la relación sexual el goce fálico hace que nunca se goce
del Otro, aún abrazando su cuerpo. Por último, hay defecto de
goce por su exceso y por su atopía en el síntoma, sea neurótico o
psicótico.
Vuelvo al culpable. ¿De quién es la culpa? no queda otra cosa -
dice Lacan- que adjudicar la culpa a "yo" [je]. "Yo" designa, del
sujeto, su existencia de ser viviente, tanto como su ser sexuado.
He aquí disociados, pues, la causa -simbólica- y la culpabilidad
que corresponde al ser viviente hecho sujeto, el único que queda
para llevar la "carga" -en el doble sentido del término- del goce.
No extraña entonces que tengamos una clínica diferencial de la
culpabilidad, dado que la culpabilidad se sitúa en la articulación
del sujeto y el goce.
Opongo aquí dos polos extremos: el paranoico inocente y el
melancólico culpable. El paranoico se siente víctima, no se
siente culpable. Perseguido, afirma en todos los tonos su
inocencia, y acusa. No cesa de afirmar, como en una cantilena,
su "natural amante y tierno", y se postula como "el mejor de los
hombres".
el Unglauben del paranoico: Es decir que el paranoico no cree,
en cierto modo, en los reproches que a él apuntarían; no cree en
la cosa que lo habita. En algún otro caso este Unglauben puede
hallarse en la propia base del despliegue de un delirio de
posesión: el sujeto cometía actos delictivos y lo sabía, pero
argumentaba lo siguiente: "yo no puedo ser porque soy bueno,
entonces necesariamente estoy poseído". Ir a Datos de la
IlustraciónLacan relaciona este Unglauben freudiano con la
forclusión. Este rechazo de la culpabilidad es la negativa a
admitir en lo simbólico a los significantes que constituirían la
huella de la implicación del sujeto: negativa a responder de
ellos. Si ponemos cara a cara al sujeto y al Otro, la partición es
clarísima: en el delirio, el Otro acusa al sujeto supuestamente
inocente. La posición real de éste es, por lo tanto, la del
acusador del Otro, supuestamente malo. La inocencia paranoica
es correlativa al hecho de que la paranoia identifica al goce en el
lugar del Otro, según la fórmula que dio Lacan en 1965.
Identificar al goce en el lugar del Otro quiere decir a la vez,
localizarlo en este lugar y nombrarlo, decir lo que ese goce es.
El melancólico es aparentemente todo lo contrario de un
paranoico. A la postulación de inocencia de éste él opone su
postulación de culpabilidad. Mientras que el paranoico arroja la
culpa sobre el Otro, el melancólico se la apropia toda. Ambos
absolutizan un extremo de lo que en la neurosis se dialectiza y se
mixtura: reivindicación y culpabilidad. Pero el postulado de la
culpabilidad, que se traduce en fenómenos de autorreproche -
autodifamación, dice Lacan- no es toda la melancolía. Es su
vertiente de delirio. Si la tristeza neurótica tiene su motivo en el
"no querer saber nada" del inconsciente, podemos entender que
el "rechazo del inconsciente" de la psicosis, que es algo por
completo distinto, tenga efectos así llamados "de humor". Para
sorpresa de Freud, el melancólico es el que se reconoce como
infame. Pero único. Él es excepción, pero en la indignidad. Lo
paradójico, desde luego, es que ésta híperculpabilidad de
principio exime de hecho al melancólico de todos sus deberes.
Así pues, ¿de ese goce cuya falta hace al Otro inconsistente,
tengo yo la carga? Sí, sin duda, dice Lacan en "Subversión del
sujeto y dialéctica del deseo..." Ahora bien, si la forclusión
implica el rechazo de la regulación fálica y de la castración de
goce que se implica, se plantea la cuestión de lo que el sujeto
psicótico hace con el goce así liberado, sobre el cual el Otro no
ha tenido influjo.
El paranoico inocente es el que se niega a responder de él y lo
elabora como persecución por imputación al Otro.
¿Qué sucede con el melancólico? Su posición en cuanto tal es la
opuesta y va más bien a contrario de la elaboración sublimatoria.
El delirio de indignidad en sí mismo, que es todo lo que resta de
elaboración simbólica en la melancolía, se propone en la fijeza
coagulada de la conciencia culpable, cuya inercia contrasta con
el dinamismo interpretativo del delirio paranoico. Si el estupor
petrificado y la inhibición silenciosa identifican al melancólico
con lo inanimado, si el pasaje al acto suicida lo realiza como
desecho del lenguaje, la culpa de existir que lo agobia le
proporciona esa figura ambigua del ajusticiado en la que el dolor
se reúne con el goce. De ahí esa paradoja de una culpabilidad de
tal modo absoluta que sólo causando estragos llega a
confundirse con la culpa misma que ella designa, la del goce.
Ir a Datos de la IlustraciónTerminaré refiriéndome al neurótico.
Este oscila de la culpabilidad a la reivindicación. En la
transferencia apela al Otro, al sujeto supuesto saber cómo
regular el goce, cómo hacer entrar el goce anómalo del síntoma
en el gran vientre del Otro. Sobre esto recae la demanda de
análisis: que la culpa del síntoma, la culpa contra las tres "I" del
Otro, el sujeto supuesto saber la reabsorba en lo simbólico. En
parte lo logra y esto es un progreso para el neurótico, un
progreso que justamente afloja sobre él la tenaza del sentimiento
de culpabilidad. Pero hay un límite: lo simbólico no llega a
hacerse cargo de todo el goce. Queda algo, y de ahí los
fenómenos de reacción terapéutica negativa en los que el sujeto
cede bajo la carga, o de reivindicación furiosa con la que se
quita de encima la culpa, echándola sobre el Otro.

Melancolía, manía y duelo


Muerte a secas: hay una cierta pérdida del lugar que ocupaba el
duelo en relación a los ritos en cuanto a los mismos duelos. Se
está en un tiempo de muerta a secas ya que no hay un especio o
tiempo para marcar este acontecimiento.
Que paso con el duelo es estas épocas? Se pregunta Allouch,
establece una diferencia con la concepción freudiana. Freud y
Allouch escriben estos libros después de la muerte de un ser
querido.
1-
El duelo no se trata de un proceso o trabajo, sino que la
subjetivación de la perdida se da a través de un acto.
Freud=trabajo de duelo=sustitución de objeto que es diferente a
lo que plantea Allouch que habla de un Acto.
El duelo tiene ciertas características según Freud:

Cese en el interés por el mundo exterior

No le interesa nada que no tenga que ver con lo que perdió

La inhibición de amar

Hay una inhibición de la productividad

Estado de ánimo doloroso de la persona
La persona puede decir a quien perdió pero no que perdió. Hay
cierta estructura del objeto que se perdió. Como alguien
atraviesa esta situación? El examen de la realidad muestra que
ese objeto no esta en el mundo exterior. Hay una exigencia del
principio de realidad de que ese objeto perdido sea sustituido.
Como no se olvida tan fácil esto se lleva a cabo a través de un
proceso, con tiempo.
2-
Allouch critica lo de la sustitución de objeto. Dice que no hay
compensación de esa perdida. Dice que cuando se pierde algo es
sujeto va a tener que sacrificar algo de si. A esta primera pérdida
va a tener que sumar otra más, y lo que se perdió se perdió para
siempre.

Que te sirva de vela!


Explica porque habla de acto y no de proceso. Aunque pasa un
tiempo para el acto.
Acto: lo que le sucede al sujeto y a partir de ahí se inscribe lo
que se perdió.
La muerte de ahora es una muerte a secas, toma a Kanzaburo oe
para explicar esto.
Kanzaburo oe, es un escritor de novelas quien tiene un hijo
discapacitado y a través de esto vive una situación de perdida y
esto se ve en todas sus novelas.
Allouch toma su novela llamada AJWII, monstro de las nubes.
AJWII=AJO=Sonido que emite un niño recién nacido.
Toma la novela para explicar lo del acto, en estos tiempo el
duela mas importante es el duelo por el padre según Freud y
Allouch va a decir que no es así, que es mas doloroso la pérdida
de un hijo. Solo un sacrificio puede al deudo permitirle entregar
al muerto. Se trata de un acto de sacrificio gratuito. Lo que se
sacrifica es un pequeño trozo de sí, es fundamental para
concebir el duelo como estructural al sujeto humano. Ese trozo
de sí no es ni mío ni del otro. No es ni de ti ni de mi sino de si.
Es de algo que se daba con ese encuentro con el otro, pero que
sino esta el otro no se puede recuperar. Por eso es insustituible.
Aca esta en juego la erotica. Si en este pequeño trozo de sí uno
no puede leer que es del orden de lo fálico no sigan leyendo
psicoanálisis, no entienden nada dice Allouch.
Objeto amado: no es del orden de la realidad. Es lo que se pierde
por ser hablante. Hay algo que falta y que el falo va a venir a
compensar.
En el duelo lo que se pone en juego es algo de esto. El que está
en duelo, no duela por el otro sino por si. Está de duelo por lo
que perdió al perder ese objeto.
Que te sirva de vela: el objeto que aparece condicionado no
sirve y no le va a servir al otro cuando se esté muriendo.
El duelo se efectúa cuando el que estaba de duelo suplanta esa
pérdida con otra perdida. Y esto que se sacrifica tiene que ver
con un tesoro. El objeto no es sustituible. Eso que se perdió debe
ir acompañado de un sacrificio de si y solo eso puede permitir
dejar ir al muerto.

AJO
Explica la concepción de duelo en la novela de KENZABURO.
Rasgos en cuanto al duelo (en la novela):
1.
Quien está de duelo esta habitado por el ser que ha perdido.
Quien está de duelo está habitado por sus muertos.
2.
La novela muestra la equivalencia que existe entre el duelo y la
enfermedad mental: vivencia de un duelo.
3.
El duelo no es reemplazar al muerto sino modificar la relación
con el muerto.
4.
La modalidad de realizar un duelo no es a través de un trabajo
sino de lo que se trata es de un sacrificio.
5.
El duelo de mayor peso es el duelo de la pérdida de un hijo.
6.
Esta novela refleja bien que cuando alguien se niega a ubicar el
duelo en el individuo que esta de duelo, la pregunta inmediata es
¿Dónde esta el muerto? La respuesta es la idea de que existen a
menudo, la tierra y el cielo y el que esta muerto habita en el
cielo. La pregunta que continua a esta ¿existe el mundo? Del
mundo se habla desde el registro de lo simbólico.
Para que se produzca el duelo es necesario que el sujeto
sacrifique algo de sí. Y este sacrificio es lo que lo vuelve
deseante.

Manía. Manual de Henri Ey


Manía: Se denomina manía a un estado de hiperexcitación de las
funciones psíquicas caracterizado por la exaltación del humor y
el desencadenamiento de las pulgones instintivo afectivo. La
liberación desordenada y excesiva de la energía se manifiesta
por igual en los dominios psíquico, psicomotor y
neurovegetativo.
Circunstancias de aparición: El acceso aparece, por lo general
entre los 20 y 50 años en sujetos que, con frecuencia, presentan
un biotipo pícnico y antecedentes similares en su familia. Puede
encontrarse en los días que precede a su aparición, una causa
desencadenante, por ejemplo, una emoción.
Formas de comienzo: Su inicio puede estar caracterizado por
una fase depresiva o por un estado premonitorio de exaltación
emocional de algunas horas o varios días. Ocurre a veces que el
enfermo pone a los que le rodean en estado de alerta acerca de
su próxima recaída por un síntoma-señal que puede ser un
comportamiento o ideas insólitas que inauguran cada nueva
crisis. Otras veces el inicio es brutal y sin pródromos: la crisis
irrumpe de golpe, súbitamente. Período de estado:
1-
La presentación es característica: El porte del paciente es
extravagante y desaliñado , incluso a veces se desnuda. Su cara
está animada, alegre o furiosa, los ojos brillantes. Habla sin
cesar. En lo más fuerte de su agitación declama, canta, grita,
vocifera y su voz enronquece. No cesa de estar en movimiento.
La agitación puede alcanzar a una excitación extrema y llegar al
estado de furor maníaco.
2-
Excitación psíquica y fuga de ideas: Aceleración de todos los
procesos psíquicos. La fuga de ideas es el síntoma principal de
la manía. Es un aspecto fundamental de la “volatilidad”
maníaca. Se trata de una exaltación del ser psíquico en su
totalidad, y es precisamente esta exaltación la que hace brincar y
saltar al maniaco en una danza frenética, a la que le arrastre la
exuberancia de sus desenfrenadas tendencias instintivo
afectivas.
3-
La exaltación del humor: El estado afectivo del maníaco viene
caracterizado por la expansividad y la hipertimia. Estas se
manifiestan a través de la euforia y del optimismo. El maníaco
se siente admirablemente bien, dichoso de vivir, presto para todo
tipo de empresas y éxitos. Pero su tonalidad afectiva es inestable
y así pasa rápidamente de la alegría a las lágrimas y de las
lamentaciones a la cólera. Esta efervescencia puede descargarse
a través de manifestaciones de irritación, de violencias e incluso
de una furiosa agresividad. Casi siempre existe una excitación
erótica. Esta puede limitarse a gestos de seducción pero puede
también manifestarse a través de actitudes groseras y obscenas,
de exhibicionismo, masturbación y, si el enfermo goza de
libertad, por excesos genésicos o una escandalosa desvergüenza.
4-
La excitación psicomotriz y el juego: El maníaco siente una
necesidad imperiosa de actividad. Los movimientos son
inadaptados, desbordan su finalidad y se suceden dentro de un
gran desorden. En el juego el maníaco representa escenas,
improvisa escenarios, imita a personajes conocidos. Toma sus
elementos del mundo exterior.
5-
Síndrome orgánico: El estado orgánico se halla trastornado. El
acceso maníaco se acompaña de adelgazamiento y la
recuperación del peso no se produce más que cuando se
aproxima la curación. Los trastornos del sueño son muy
importantes. Parece como si la necesidad de dormir
desapareciera casi totalmente sin ocasionar fatiga. El hambre y
la sed están aumentadas. Hay una resistencia al frío y a la fatiga;
el pulso está acelerado.
6-
Exámenes biológicos: La tasa del colesterol sanguíneo está
aumentada. La tasa de creatina en la sangre está descendida.
Evolución:
La duración actual de un acceso maníaco varía entre algunas
semanas y varios meses (en su evolución espontánea,alrededor
de 4 o 5 meses). Habitualmente se resuelve, pero recidiva con
frecuencia. Su terminación se realiza demanera brutal o
progresiva.
Formas clínicas: Se clasifican en formas semiológicas,
evolutivas, etiológicas y mixtas.
-
Formas semiológicas.
1) La hipomanía. Se trata de un estado de agitación que ha sido
llamada forma benigna, forma atenuada, formamenor, de la
excitación maníaca. Este estado puede ser caracterizado de un
modo descriptivo por un humor fundamentalmente jovial,
eufórico, una superabundancia de ideas y de actividad. En el
campo de la actividad está constantemente en actividad, siempre
necesita hacer alguna cosa, no parece descansar nunca y no
parece experimentar cansancio. Toma numerosas iniciativas y se
embarca en empresas múltiples y dispersas que muy raras veces
son terminadas. La mayor parte de las veces se trata de un
estado habitual de exaltación y de movilidad del humor, de
hiperactividad más frecuentemente embrollada que hace muy
difícil la relación con estos sujetos y sobre todo el trabajo en el
senode un grupo o de un equipo.
2) Manía delirante y alucinatoria. En el acceso maníaco franco
no existen ni delirio propiamente dicho ni alucinaciones. Sin
embargo, en ciertas formas con una desestructuración más
profunda de la conciencia se observan “experiencias delirantes”,
carácterizadas por su movilidad, su carácter cambiante y su
mínima organización; los temas vivenciados acostumbran a ser
los de grandeza y poderío, y más raramente los de persecución.
La mayoría de las veces se trata de un “delirio verbal”.
3) Manía sobreaguda o furor maníaco. Se caracteriza por una
agitación con marcado oscurecimiento de la conciencia. Puede
observarse rechazo de alimentos y signos orgánicos graves de
agotamiento: deshidratación, hipertimia, los cuales en su forma
externa, se confunden con el cuadro del “delirio agudo”.
4) Estados mixtos maniacodepresivos. Junto a los síntomas
maníacos se imbrican síntomas de la serie melancólica. Esta
imbricación es comprensible si se tiene en cuenta que la manía y
melancolía son los dos términos antagonistas de una misma
estructura conflictiva de la conciencia.

Melancolía: La melancolía es un estado de depresión intensa


vivenciado con un sentimiento de dolor moral y caracterizado
por el enlentecimiento y la inhibición de las funciones psíquicas
y psicomotoras. Sensación de culpa, tristeza, se siente
indignado, autoreproches, autoindignacion, ánimo triste,
repetitivo. Se queja constantemente. Cuanto más habla peor se
pone.
Circunstancias de aparición: Puede aparecer en todas las edades.
Las mujeres son afectadas más frecuentemente que los hombres.
El acceso se desarrolla con bastante frecuencia después de un
shock emocional (infidelidad de la pareja, sentimiento de
abandono, muerte de un familiar) o una situación de conflicto.
Formas de comienzo: se establece habitualmente con bastante
lentitud. Durante semanas, el enfermo acusa una cierta astenia,
cefaleas, dificultades para al trabajo, falta de interés por todo e
insomnio.
Periodo de estado:
1-
Presentación: el melancólico permanece sentado, inmóvil, el
cuerpo doblegado y la cabeza flexionada hacia delante. El
enfermo abatido no habla, tan solo gime o llora.
2-
Inhibición y abulia: El melancólico se siente incapaz de querer,
no tiene fuerza para moverse. La inhibición psíquica es el
síntoma más frecuente. La ideación es lenta, las asociaciones
dificultosas, la evocación penosa; la atención está centrada sobre
los temas melancólicos sin que pueda desprenderse de ellos.
3-
Sentimientos depresivos: Ocupan el primer plano del cuadro
clínico. Estado de tristeza profunda. La tristeza es vital,
monótona, profunda, resistente a las solicitaciones exteriores. El
sentimiento de menosprecio se dirige al sujeto mismo.
4-
El deseo y la búsqueda de la muerte: Son constantes en la
conciencia melancólica. En todos los casos, el melancólico no
tan solo busca abandonarse a la muerte, sino también inferírsela:
el suicidio llega a hacerse obsesivo. La posibilidad del suicidio
sitúa a todo melancólico en peligro de muerte.
5-
Examen físico: los trastornos digestivos son constantes
(anorexia, nauseas, trastornos diarreicos). La disminución de los
reflejos es habitual.
Formas clínicas:
1.
Depresión melancólica simple: Domina la inhibición, el sujeto
acusa una simple tendencia a la inacción. La intensidad de las
características melancólicas no llegan a gran desarrollo.
2.
Melancolía estuporosa: Alcanza su máximo la inhibición
psicomotora. El enfermo se encuentra inmóvil, no habla, no
come. (Único cuadro que usa Electo shok).
3.
Melancolía ansiosa: Se caracteriza por el predominio de la
agitación ansiosa, por la intensidad del miedo, el cual es
vivenciado como un verdadero pánico.
4.
Melancolía delirante: aparecen ideas delirantes en relación a
cuestiones hipocondriacas.
5.
Estados mixtos maniacodepresivos: (estados mixtos) Se mezclan
síntomas propios de la melancolía con los de la excitación.
6.
Melancolía crónica simple: Acceso agudo que se internaliza o
varios accesos que se van aproximando hasta no quedar
separados.
7.
Delirios crónicos melancólicos: Se encuentran estas formas de
depresión en los estados depresivos sintomáticos de un proceso
psicótico.

Duelo y melancolía. Freud


En este artículo de 1917, Freud establece diferencias entre el
duelo normal y la melancolía, y explica el proceso
psicodinámico que subyace a esta última en términos de una
identificación con el objeto perdido. Ver el texto de Freud.
El duelo o aflicción es un proceso normal, mientras que la
melancolía es patológico. Ambos, duelo y melancolía,
sobrevienen como consecuencia de la pérdida de algún objeto o
situación amada; en ambos casos existe un estado de ánimo
doloroso, una pérdida de interés por el mundo exterior, una
pérdida de la capacidad de amar y una inhibición general de
todas las funciones psíquicas (empobrecimiento anímico). Sin
embargo, existe una diferencia, pues la melancolía incluye otro
síntoma que no está en el duelo: la pérdida de la autoestima, lo
que se traduce como autorreproches.
La resolución del duelo implica que el sujeto va comprendiendo
gradualmente que el objeto amado no existe más. Este trabajo de
duelo culmina cuando el yo queda libre y sin inhibiciones,
depositando la libido sobre un nuevo objeto, es decir, es capaz
de recatectizar el mundo. En la melancolía, en cambio, la libido
libre no fue desplazada sobre otro objeto sino retraída sobre el
yo, es decir, se produjo una identificación del yo con el objeto
perdido, y de esta manera los reproches del yo hacia la persona
perdida se convierten ahora en autorreproches. En el fondo, la
pérdida importante ha tenido lugar en el propio yo. Los
reproches con los cuales el enfermo se abruma corresponden en
realidad a otra persona, a un objeto erótico, y han sido vueltos
contra el propio yo (regresión de la libido del yo),
autorreproches que se dirigen desde la conciencia moral.
En la base de todo este proceso hay una elección de objeto
narcisista, es decir, el sujeto elige como objeto amoroso a uno
que lo representa en algún sentido. El sujeto aquí se retrotrae a
formas primitivas de identificación, que es la identificación oral
(ya que 'incorpora' al objeto perdido).
Algunas veces la melancolía tiende a transformarse en manía,
observándose en otras ocasiones una alternancia cíclica entre
manía y melancolía. Ambas afecciones estarían relacionadas
porque mientras la melancolía lucha por retener al objeto
perdido con el cual el yo se había identificado, la manía lucha
por liberarse de dicha identificación.
Cuando hay una predisposición hacia la neurosis obsesiva,
aparece la ambivalencia, con lo cual se amará y se odiará al
mismo tiempo al objeto perdido. La melancolía tiene un
contenido más amplio que el duelo, ya que en la primera la
relación con el objeto aparece complicada por esta
ambivalencia: en la melancolía el amor y el odio luchan entre sí,
el primero para desligar a la libido del objeto, y el segundo para
evitarlo.
Puede decirse, en suma, que las tres premisas básicas de la
melancolía son: la pérdida de un objeto, la ambivalencia, y la
regresión de la libido del yo.
Unidad V. Neurosis
Cuadro Comparativo de las Nosologías Freudianas
Primera Nosología 1894
Neurosis Actuales:
* Neurastenia
* Neurosis de angustia

Neuropsicosis de Defensa:

* Histeria
* Representaciones obsesivas y fóbicas
* Algunas psicosis alucinatorias (Paranoia)

* Segunda Nosología 1914


Neurosis Actuales:
* Neurastenia
* Neurosis de angustia
* Hipocondría

Psiconeurosis:

* Neurosis de transferencia (Histeria de conversión, histeria de


angustia o fobia, neurosis obsesiva)
* Neurosis narcisistas (esquizofrenia, paranoia, melancolía)

* TerceraNosología 1924
Neurosis Actuales: (ídem 1914)

* Neurosisde Transferencia:(ídem 1914) (conflicto yo-ello)


Neurosis Narcisistas:
Melancolía (conflicto yo-superyo)
Psicosis:
Esquizofrenia, paranoia. (conflicto yo-realidad)

Caso dora
Este caso fue uno de los más importantes en el que aparece con
claridad la producción de síntomas histéricos.
Lacan plantea en el seminario III “La pregunta histérica” que “la
estructura de la neurosis es esencialmente una pregunta”.
Freud se pregunta “que desea Dora”, en vez de “quien desea en
Dora”. En su primera lectura Freud advierte que el Sr. K es su
objeto de amor y termina percatándose de que en ese ballet de a
cuatro: Dora, su padre, el Sr. y la Sra. K, es la Sra. K el objeto
que interesa a Dora, en tanto que ella misma está identificada en
el Sr. K.
Dora coloca en el Sr. K la función que cumple en el espejo la
imagen especular, en la que el sujeto ubica su sentido para
reconocerse. En tanto ella es el Sr. K todos sus síntomas cobran
sentido. Por ejemplo la afonía de Dora se produce durante las
ausencias del Sr. K, Freud lo explica: “ella ya no necesita hablar
si él no está, solo escribir”.
Lacan plantea que la afonía de dora aparece es dejada
directamente en presencia de la Sra. K.
¿Qué dice Dora mediante su neurosis?, ¿qué dice la histérica
mujer? Su pregunta es la siguiente: ¿Qué es ser una mujer?
Cuando dora se pregunta ¿Qué es ser una mujer? Intenta
simbolizar el órgano femenino en cuanto tal. Su identificación al
hombre portador del pene, es en esta ocasión un medio de
aproximarse a esta definición que se le escapa.
Lacan plantea que Dora estaba interesada en el Sr. K, para que
este a su vez le dirija a la Sra. K la pregunta sobre ¿Qué es ser
una mujer? . Era su objeto de interés el Sr. K en tanto le dirija la
pregunta, pero el a su vez le declara su “no “interés en la Sra. K .
La histérica hace pareja a partir de una triangularidad que le
permite la circulación de la pregunta.
La situación es mucho más compleja en la histeria masculina.
En tanto la realización edipica esta mejor estructurada en el
hombre, la pregunta histérica tiene menos posibilidades de
formularse.
El histérico y la histérica se hacen la misma pregunta, la
pregunta del histérico también atañe a la posición femenina.
Lo que define a la histeria es la modalidad de pregunta, no el
género.
MECANISMO: “conversión “. La representación es reprimida y
el afecto se liga a una inervación somática.
SINTOMAS: Dora presenta un polimorfismo asintomático,
síntomas somáticos (migrañas, tos, afonía), psíquicos
(alteraciones del carácter) y síntomas prestados (apendicitis, de
una prima cuyos síntomas lee en una enciclopedia). Un
mecanismo fóbico en Dora es el horror a los hombres en
situación de cortejo.
ESTRUCTURACION DEL DESEO: “insatisfecho” la
estructura del deseo como deseo del otro aparece en la histeria
con más claridad que en cualquier otra estructura clínica.
El histérico se apropia del deseo del otro identificándose con el.
(HISTERIA CONVERSIVA)
OTRAS CONSIDERACIONES:
Freud: beneficio 1° , la enfermedad aparece como la solución
mas cómoda ante un conflicto psíquico porque se ahorra en
primer lugar un esfuerzo. Hay una satisfacción hallada en el
síntoma.
Beneficio 2°, hay un esfuerzo del yo por pactar con una
enfermedad ya instalada.
Identificación histérica: identificación a un tercero, a merced de
un síntoma.
Lacan: identificación histérica, identificación a un tercero,
gracias al síntoma y el rasgo común es el deseo puro. La falta
pura.
Pregunta histérica: ¿Qué es ser una mujer? Su identificación al
hombre, portador de pene, le es un medio de aproximarse
a esa definición que se escapa.Lo característico de la histérica es
la forma en la que hace la pregunta (elípticamente).
NUCLEO DEL CONFLICTO: para Freud: hay dos corrientes
libidinales, una hacia el Sr. K y otra hacia la Sra. K (más fuerte
que la otra).
Para Lacan: la corriente homosexual no tiene que ver con una
elección de objeto sino con una pregunta. Dora se identificaba
con el deseo del Sr. K , por la Sra. K para poder hacer la
pregunta : ¿ qué es ser una mujer? Identificación histérica.

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