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ESCUELA POLITÉCNICA NACIONAL

FACULTAD DE INGENIERÍA MECANÍCA


ECOLOGÍA Y MEDIO AMBIENTE
Deber 1
Nombre: Juan F. Jácome GR1
Tema: Impactos Positivos y Negativos en el Medio Ambiente generados por la Pandemia y
Postpandemia del Coronavirus.
Objetivo
• Describir los efectos positivos y negativos de la pandemia de COVID 19 en el medio
ambiente
• Analizar los índices de emisión de carbono, la tasa de generación de contaminación
y nuevas perspectivas en el desarrollo sostenible generados en consecuencia de la
pandemia.
Desarrollo
Considerándose el origen del COVID 19 en Wuhan, China, el virus se expandió de manera
acelerada a través de todo el globo, llevándose consigo millones de personas a terapia
intensiva, muertes por centenas, colapso de la economía y un reto enorme por enfrentar
para políticos, científicos y población en general. Los efectos de la pandemia no estuvieron
simplemente limitados al cambio de la rutina en la vida de cada individuo sino también se
incidió en la reconfiguración de las actividades industriales y tecnológicas desarrolladas por
el humano. El planeta Tierra y su medio ambiente sintieron un impacto tanto positivo como
negativo dado el repentino asalto del coronavirus que puso al transcurso del mundo en
incertidumbre.
Los efectos positivos de la pandemia son múltiples en el medio ambiente, los países han
experimentado un gran rango de mejora en la calidad del aire y el agua dentro del hábitat de
varias especies salvajes de flora y fauna, además que se ha reducido la polución acústica
[1]. A continuación, se presenta algunos impactos favorables en la naturaleza:
1. La mejora de la calidad del aire debido a la reducción de las emisiones de CO2
asociada a las medidas tomadas por el COVID-19.
Las emisiones de CO2 han decrecido significativamente en la comparativa del ciclo 2019 con
el 2020, durante el periodo de cuarentena debido a menor actividad doméstica e industrial,
así como, restricción vehicular y limitación de libre movilidad. Los sectores de la energía y la
industria fueron los más afectados en términos absolutos, contabilizando un 86%de
reducción total de las emisiones globales, tal como se indica en la figura 1 [2].
Figura 1. Reducción estimada de las emisiones de CO2 debido al COVID-19 en diversos sectores a nivel comparativo entre el año 2019
y 2020 [2].

Se indica en la figura 2 que, a pesar del significativo decrecimiento de las emisiones de


carbono en marzo del 2020, las tasas de emisión promedio empezaron a mermar en varios
países a partir del fin de la primera cuarentena Q1. Esta es la razón por lo que el impacto
positivo de las cuarentenas no perdurará demasiado si no se toma políticas claras y
sostenible para minimizar los efectos del cambio climático [2].

Figura 2. Emisiones de CO2 en 2020 en comparación con 2019 [2].

2. Además del CO2, la reducción de los niveles de emisión del dióxido de nitrógeno
NO2 y el PM2.5 que es el material particulado con diámetro de 2.5 micrómetros
proveniente de la quema de gasolinas, permiten un menor número de casos
médicos ocasionados por la contaminación.
En la figura 3 se describe las tasas de reducción de material particulado que en 9 de cada
10 países a nivel mundial experimentan una reducción de entre el 9% al 60% durante la
cuarentena. Mientras que en la figura 4.a se describe el decrecimiento de un 40% de la
contaminación por dióxido de nitrógeno dentro del ciclo de enero a abril del 2020 gracias
a las medidas de bioseguridad, causante además de la reducción del 37% y 33% de la
producción de carbón y del consumo de petróleo, respectivamente. Por lo tanto, una
menor tasa de contaminación en el aire durante de las cuarentenas tuvieron efectos
positivos e inmediatos en la salud de la población tal como se describe en la gráfica 4.b
[2].

Figura 3. Reducción de los niveles de PM2.5 durante el periodo de cuarentena en 2020 [2].

Figura 4. a) Reducción de las emisiones de dióxido de nitrógeno y b) Problemas de salud evitadas debido a la baja contaminación del
aire en Europa [2].

3. Las restricciones de viajes y la baja actividad económica han mejorado la calidad y


transparencia del agua [2].
4. Con el volumen reducido de tráfico, el nivel de polución acústica ha decaído
sustancialmente durante este tramo. Los beneficios permiten conducir
investigaciones sismológicas, crear menor impacto en la salud de los seres humanos,
en particular, a nivel sanguíneo, molestia y disturbio del sueño. Permite una mejor
comunicación entre los animales dentro de su hábitat [2].
5. El Covid-19 ha permitido conducir un seguimiento cuantitativo y cualitativo de los
ecosistemas naturales mediante un amplio set de datos, además los animales han
sufrido menos conflictos dada la menor interacción con el humano mejorando sus
tasas de reproducción [2].
La pandemia hizo que la humanidad se enfrente a retos que han desbordado la producción
de desechos médicos y sanitarios que han incrementado los riesgos de desastres naturales,
así como, varios efectos adversos en la flora y fauna del planeta. Así, los impactos
negativos de la pandemia son los siguientes:
1. Incremento de la cantidad de desecho médico y doméstico es uno de los negativos
indicadores del COVID-19.
El desecho de coronavirus se ha convertido en una nueva forma de contaminación global.
La cuarentene adoptada, el aislamiento, y el distanciamiento social generan el incremento
de la cantidad de desecho sólido en un 15 a 25% a nivel familiar, por otro lado, a nivel médico
los desechos se han reproducido de 10 a 20 veces más. Para la protección y minimización
de la transmisión del virus se ha solicitado el uso de mascarillas, guantes y otros tipos de
equipos de seguridad, los cuales multiplican la producción de basura. Además, estos
desechos por lo general no son reciclables dado su contaminación con fluido corporal.

Figura 5. Desecho médico a nivel global y la multa por arrojar basura de equipo de protección personal [3].

2. Uso del Triclosan, un elemento constituyente de los antisépticos, cual significa daño
en la naturaleza cuando tiene contacto con agua.
Una gran cantidad de desinfectantes han sido aplicados en áreas residenciales, comerciales
y carreteras para exterminar el virus del Covid 19. Sin embargo, al mismo tiempo, aquellos
desinfectantes podrían ser perjudiciales para ciertas especies y crearía un desbalance
ecológico. La gran mayoría de desinfectantes y antisépticos, tales como los jabones
contienen una gran cantidad del pesticida Triclosan TSC que se puede convertir en dioxina,
un compuesto altamente tóxico cuando está expuesto al sol, que en los desfogues puede
llegar a sumideros de medio ambiente acuático.
Figura 6. a) Comparación de las medidas tomadas entre 2018 a 2020 y b) Impacto de la TSC en la naturaleza [2].

3. Consumo de papel higiénico en el 2020 se incrementó alrededor del 141% comparado


al año previo, acelerando el problema de la deforestación [2].
Como resultado del COVID-19, el trabajo telemático desde casa no ha sido beneficioso para
los bosques. Usualmente, los papeles de oficina suelen ser hechos de fibras recicladas,
mientras los papeles domésticos de baño están hechos de material virgen. Mientras, un
número de compañías han visto un incremento en la producción de papel reciclable, los
fabricantes principales todavía dependen de fibra cien por ciento natural de bosque [4].

Figura 7. a) Círculo vicioso de la producción de papel higiénico y b) mercado global del rollo de papel en euros [2].

4. Uso de energías no convencionales para lograr llegar a las demandas energéticas de


cada país dada la contingencia global [5].
En vistas al desarrollo sostenible de fuente energéticas limpias y renovables para lograr los
objetivos de minimización de la huella de carbono y la lucha con el cambio climático, ha
surgido conflictos para lograr estos objetivos dada la limitación que se tiene actualmente
para generar la suficiente energía con energías alternativas, por ello diversos países han
recurrido al continuo uso de recursos fósiles como el carbón, gas natural y el petróleo como
mecanismos de salvaguardar su demanda energética. La pandemia generó una necesidad
energética mayor a la que los países tenían planteado en sus objetivos estratégicos de
desarrollo, por ello, pese a que en la actualidad el 30% de la generación mundial es con
energías alternativas no se llega a las metas planteadas; así, es imperativo el uso de
energías no convencionales que generan un crecimiento de las emisiones de dióxido de
carbono [6], [7].
Para dimensionar el efecto del COVID-19 en el medio ambiente es prioritario establecer las
proyecciones de los indicadores ambientales previo y post pandemia.

Figura 8. Desviaciones de los indicadores ambientales previo al COVID-19 en proyección según sus componentes e ítems de interés [8]

Figura 9. Tendencias históricas y proyecciones de las emisiones de gases de invernadero [9].


.

Figura 10. Desviaciones de los indicadores ambientales previo al COVID-19 en proyección de un escenario normal y una recuperación
lenta de la pandemia [8].

Conclusiones
El impacto del coronavirus dentro del medio ambiente ha incidido en las políticas
económicas, ambientales y energéticas del mundo, de tal manera las cuarentenas y medidas
de bioseguridad han generado una minimización de problemáticas severas como el control
de las emisiones de gases de invernadero y el cuidado de la calidad del agua. Sin embargo,
estos impactos positivos no son sostenibles con el tiempo si no se desarrollan planes de
acción que mediante políticas gubernamentales e internacionales garanticen resultados
veraces a mediano y largo plaza a nivel energético y ambiental. Así, la reducción significativa
de la emisión de algunos contaminantes como el PM2.5, el CO2, el NO2 y sulfuros se
mantendrá con proyectos bien enfocados que salvaguarden el estado de la capa de ozono,
la calidad del aire controlando la concentración de contaminación en su flujo. Esto debe ser
extrapolable hacia el agua, donde se garantice el control de la turbidez y calidad del líquido
vital y minimizando su uso en corrientes de producción industrial lo cual ocasiona su
contaminación y consecuente desaprovechamiento.
Las aguas residuales, por otro lado, han experimentado una calidad deteriorada debido a la
presencia del virus SARS-CoV-2, que requiere un tratamiento adecuado de las aguas
residuales para controlar la propagación de la infección por COVID-19. Además, se ha
demostrado que el mayor uso de desinfectantes y desinfectantes para manos, así como
algunos medicamentos, aumenta la carga orgánica en las aguas residuales. Los residuos
sólidos son otra área en la que el COVID-19
La pandemia ha afectado negativamente tanto cualitativa como cuantitativamente debido al
mayor consumo de insumos médicos de un solo uso y equipo de protección personal. Por lo
tanto, la gestión adecuada de los residuos sólidos es imprescindible.

Bibliografía
[1] K. Elsaid, V. Olabi, E. T. Sayed, T. Wilberforce, y M. A. Abdelkareem, «Effects of COVID-19 on the
environment: An overview on air, water, wastewater, and solid waste», J. Environ. Manage., vol. 292, p.
112694, ago. 2021, doi: 10.1016/j.jenvman.2021.112694.
[2] G. BDO, «How does COVID-19 impact the environment?», Accedido: 27 de junio de 2022. [En línea].
Disponible en: https://www.bdo.global/en-gb/insights/global-industries/natural-resources/how-does-
covid-19-impact-the-environment
[3] «Coronavirus’s Impact on the Environment [Infographic] - Venngage».
https://venngage.com/blog/coronavirus-impact-on-environment-infographic/ (accedido 27 de junio de
2022).
[4] BP Global, «Statistical Review of World Energy | Energy economics | Home», bp global.
https://www.bp.com/en/global/corporate/energy-economics/statistical-review-of-world-energy.html
(accedido 2 de diciembre de 2021).
[5] Earthzine, «Covid-19 effects on Earth’s environment», Earthzine, 2 de octubre de 2021.
https://earthzine.org/covid-19-effects-on-earths-environment/ (accedido 27 de junio de 2022).
[6] M. McGrath, «Climate change: Carbon “surge” expected in post-Covid energy boom», BBC News, 20 de
abril de 2021. Accedido: 27 de junio de 2022. [En línea]. Disponible en:
https://www.bbc.com/news/science-environment-56805255
[7] IEA, «World Energy Outlook 2021 – Analysis», IEA. https://www.iea.org/reports/world-energy-outlook-
2021 (accedido 2 de diciembre de 2021).
[8] OECD, «The long-term environmental implications of COVID-19», OECD.
https://www.oecd.org/coronavirus/policy-responses/the-long-term-environmental-implications-of-
covid-19-4b7a9937/ (accedido 27 de junio de 2022).
[9] EEA, «COVID-19: lessons for sustainability? — European Environment Agency».
https://www.eea.europa.eu/publications/covid-19-lessons-for-sustainability (accedido 27 de junio de
2022).

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