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Primero ubicándonos en la historia de los derechos humanos en Venezuela, con la llegada de los

españoles significó, al igual que en el resto del continente, un cambio violento que asentó nuevas
prácticas caracterizadas por el ejercicio despótico del poder a través de un uso indiscriminado de
la fuerza. En nuestro país, el proceso de la conquista estuvo marcado por hechos que claramente
atentaban contra la dignidad de la persona y contra uno de los principios fundamentales de los
derechos humanos: la igualdad o no discriminación.

La población que fue objeto de actos violatorios de la dignidad como personas, los indígenas y los
negros (y, en menor medida, los blancos criollos), fueron considerados como seres inferiores, a tal
punto que fueron objeto de terribles vejaciones, instaurándose la práctica de la esclavitud y la
obligada aceptación de la religión católica como la única práctica religiosa.

Pero fueron más tarde las ideas independentistas las que constituyeron la fuerza fundamental
para la conquista de derechos como la libertad, la autodeterminación y la igualdad. Las primeras
rebeliones y movimientos organizados surgen a mediados del año 1700 y buscan no sólo acabar
con la opresión colonial, sino también hacer más justo el reparto de las riquezas e impedir que los
españoles continuaran acumulando y saqueando los bienes del país. Los primeros esfuerzos
organizativos estuvieron motorizados por Gual y España en 1797, movimiento considerado como
el primero basado en raíces populares. En 1811 se produce la Declaración de Independencia.

Después de muchas luchas sociales, políticas y militares, con un gran número de muertes,
Venezuela alcanza su independencia definitiva en 1821. Estas luchas no sólo permitieron obtener
la independencia política de España, sino que estuvieron acompañadas de logros como la abolición
de la esclavitud (1854) y de la pena de muerte (1863). También, en 1870, se implanta la educación
gratuita y generalizada en el país.

Más adelante, con el avance de la República, se consolidaban estructuras políticas que dieron
origen a la democracia representativa y que no estaban exentas de importantes luchas por la
libertad, el respeto a la disidencia y la pluralidad. Durante las dos dictaduras que afectaron a
nuestro país en el siglo XX, importantes movimientos sociales levantaron la bandera de la libertad
y el rechazo a la represión.

La Generación del 28 fue un movimiento estudiantil que se enfrentó al régimen gomecista sin
apelar a la violencia, haciendo uso de recursos muy creativos, como la utilización de los espacios
de recreación colectiva (carnavales) para hacer sus denuncias, o por medio de la solidaridad, al
entregarse masivamente a las autoridades para exigir la libertad de los estudiantes presos, este
movimiento introdujo nuevas formas de lucha política y social (paros, huelgas, acciones pacíficas
de presión) y contribuyó, por su carácter colectivo, a disminuir el liderazgo personal característico
de las luchas políticas venezolanas.

En el proceso de conquista de los derechos económicos, sociales y culturales deben recordarse las
huelgas petroleras de 1925 y 1936, las cuales exigían mejoras reivindicativas y sociales y
movilizaban no sólo a los propios trabajadores petroleros, sino a sus familiares, a la misma
comunidad en la que estaban insertos y a otras organizaciones gremiales. Como ejemplo de la
lucha por los derechos políticos, destaca el establecimiento del voto para las mujeres, en 1947,
durante el gobierno del presidente Gallegos.
El 23 de enero de 1958 una revuelta cívico-militar derroca al régimen del general Marcos Pérez
Jiménez. Se inicia un período provisorio, presidido por una Junta Militar de Gobierno. A los pocos
días de instaladas tanto la Cámara del Senado como la de Diputados, en enero de 1959, acordaron
cada una designar una Comisión con la “…misión de estudiar y redactar un nuevo proyecto de
Constitución…”. Esta comisión amplía el desarrollo de los derechos sociales, y crea todo un sistema
programático de prestaciones del Estado hacia el individuo y los grupos sociales. En materia de
derechos políticos continúa los principios imperantes de sufragio universal, incluido el femenino,
directo, secreto y obligatorio, sin discriminación por analfabetismo.

Para esta misma época se establece el derecho o recurso de amparo como protección a los
derechos individuales y consagra y regula el llamado hábeas corpus, que es el amparo de la
libertad contra detenciones ilegales mientras se dicta la ley general de amparo. Esta constitución
sufrió dos enmiendas, una en 1973 y otra diez años después.

En 1999 se aprobó, en proceso constituyente, una nueva Constitución, contentiva de importantes


disposiciones en materia de protección a los derechos humanos tanto civiles y políticos como
económicos, sociales y culturales. La Constitución de la República Bolivariana de Venezuela fue
modificada y promulgada el 20 de diciembre de 1999, siendo la única en la historia del país cuya
redacción fue aprobada por el pueblo mediante el voto en referéndum, recibiendo el respaldo del
72% de los votos escrutados.

En cuanto a los derechos de niños, niñas y adolescentes, el 1° de junio de 2000 se aprobó la Ley
Orgánica de Protección del Niño y del Adolescente (LOPNA), elaborada con la participación activa
de diversos organismos no gubernamentales y académicos, incluyendo a los propios niños y niñas,
y la cual recoge el espíritu de la Convención Internacional de Derechos del Niño, resultando muy
prometedora para la vigencia de los derechos de la infancia y adolescencia en nuestro país.

El texto Constitucional venezolano responde a criterios de una carta sustantiva moderna,


adecuada a los preceptos de la Declaración Universal de los Derecho Humanos, y su modificación
posee características de avance institucional.

A pesar de todos estos logros, la vigencia plena de los derechos humanos no es, aún, una realidad
en nuestro país ni en América Latina. Por el contrario, existen serias amenazas a la vigencia de
derechos ya conquistados con mucho esfuerzo y al costo de muchas vidas. Por eso el reto, es
doble: evitar retrocesos en los derechos alcanzados y lograr el reconocimiento y disfrute de
nuevos derechos para toda la población, especialmente en lo concerniente a los derechos
económicos, sociales y culturales, donde existen enormes desafíos, entre ellos alcanzar su
justiciabilidad, en momentos cuando las tendencias de la economía mundial impulsan su
desconocimiento.

En Venezuela, la Constitución República Bolivariana de Venezuela establece sobre la protección de


los derechos humanos lo siguiente:

En el artículo 2, entendemos que Venezuela es un país basado en la democracia y los derechos


sociales y la justicia, cuyo ordenamiento jurídico y acciones sustentan los más altos valores de la
vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la democracia, la responsabilidad social. , en
general la prioridad de los derechos humanos, la moral y la política.
Por otro lado, el artículo 3, explica que el objetivo principal del Estado es proteger y desarrollar al
individuo, respetar la dignidad del individuo, implementar democráticamente la voluntad del
pueblo, construir una sociedad justa y pacífica y promover la prosperidad y el bienestar. existencia
humana. Velar por el cumplimiento de los principios, derechos y obligaciones de esta Constitución.
La educación y el empleo son los dos procesos principales para lograr estos objetivos.

En el artículo 19, el estado debe proporcionar a todos de acuerdo con el principio de progreso sin
discriminación, y será feliz, irreversible y comunicado con los derechos humanos. De acuerdo con
la Constitución, los convenios de derechos humanos suscritos y ratificados por la República y las
leyes dictadas por ella, su respeto y garantías son responsabilidad de las autoridades estatales.

Artículo 20, en esta toda persona tiene derecho al libre desarrollo de su personalidad, salvo
aquéllos que estén limitados por los derechos de los demás, el orden público y el orden público.
Artículo 21 Todas las personas son iguales ante la ley, y por tanto la discriminación por motivos de
raza, sexo, credo o condición social, o la discriminación en general, que tenga por objeto o efecto
anular o destruir el reconocimiento, goce o práctica en condiciones de igualdad. derechos y
libertades de todas las personas. Por lo tanto, las condiciones legales y administrativas bajo las
cuales la ley garantiza la igualdad ante la ley son reales y efectivas; emprenderá acciones positivas
a favor de individuos o grupos que puedan ser discriminados, marginados o desfavorecidos.

Artículo 22, se refiere a las declaraciones de derechos y garantías contenidas en esta Constitución
y en los instrumentos internacionales de derechos humanos, por ser inherentes al hombre, no
deben interpretarse como una negación de lo que no esté expresamente contenido en dichos
instrumentos. La ausencia de leyes que regulen este derecho no impide el ejercicio de este
derecho. Mientras el artículo 23 se centra en los tratados, estatutos y convenciones sobre
derechos humanos suscritos y ratificados por Venezuela tienen jerarquía constitucional y dominan
el ordenamiento interno, en cuanto contengan más normas de uso y aplicación que las previstas
en la presente Convención. constitución. y las leyes de la república se hagan cumplir pronta y
directamente por los tribunales y demás autoridades públicas.

Sin embargo, el artículo 25 tiene que ver con anular toda acción que viole o menoscabe los
derechos garantizados por esta Constitución y la ley mediante el uso del poder público, y los
funcionarios públicos que ordenen o realicen esta acción están sujetos a responsabilidad penal,
civil y administrativa. sin prueba de que la legitimidad de su orden general. Artículo 26 Toda
persona, colectiva o dispersa, tiene derecho a presentar una queja ante el poder ejecutivo judicial
a fin de proteger sus derechos e intereses, para que sean tutelados efectivamente y para tomar las
decisiones que correspondan en tiempo y forma. El Estado garantiza procesos judiciales gratuitos,
accesibles, justos, oportunos, transparentes, independientes, responsables, justos y rápidos, sin
dilaciones innecesarias, trámites formales o alternativas vacías.

Indagando más, nos topamos con los mecanismos de protección de derechos venezolanos en los
cuales:

Primero, tenemos la Acción de Tutela, la protección consistirá en una orden para que aquél
respecto de quien se solicita la tutela, actúe o se abstenga de hacerlo. El fallo, que será de
inmediato cumplimiento, podrá impugnarse ante el juez competente y, en todo caso, éste lo
remitirá a la Corte Constitucional para su eventual revisión (artículos 23, 24, 25, 26 y 27 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela).

Luego, las Acciones Populares, protegen los Derechos e intereses colectivos (artículo 31 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela). Sobre la facultad del ciudadano de dirigir
quejas y peticiones a los organismos internacionales signatarios de los pactos y convenciones
sobre derechos humanos.

También encontramos la Acción de cumplimiento y es que todapersona podrá acudir ante la


autoridad judicial para hacer efectivo el cumplimiento de una ley o un acto administrativo. Artículo
29 de la Constitución, el cual comentaremos más adelante por su contradicción con lo estipulado
por el artículo 285, que asigna similares atribuciones al Ministerio Público.

Por otro lado, el Habeas Corpus en donde hace referencia según definición de la academia al
derecho de todo ciudadano, detenido o preso a comparecer en los lapsos inmediatos, ante un juez
o un tribunal para que, oyéndole, resuelva si su arresto fue o no legal, y si debe alzarse o
mantenerse. Hay varios tipos de habeas corpus, establecidos para resguardar el Derecho Humano
violado. Y Derecho Constitucional Particular, es el Derecho Constitucional que se desenvuelve
dentro del plano individual de forma privada, a petición de las partes interesadas para resolver un
conflicto o aclarar dudas constitucionales de los particulares.

Por consiguiente, el Derecho Constitucional General, quien se encarga de velar por el buen
funcionamiento de las normativas dentro del plano constitucional, y que pueden afectar o afecten
al ciudadano desde el Estado. Se puede decir que el Derecho Constitucional Genérico o General es
una sub rama del derecho que se desenvuelve en el Derecho Público.

Y por último el Derecho Constitucional Comparado, este derecho tiene la particularidad de ser
usado en momento donde no se consigue una deliberación definitiva, por carencias de la materia
que se plebiscite en la Constitución. Los abogados usan este derecho, que consiste en comparar la
materia en juicio con otras constituciones derogadas o de países vecinos, o con afinidad jurídica.

En el mismo sentido de todo lo que hemos visto, tenemos los principios orientadores de los
derechos humanos en la constitución y es de suma importancia la comprensión de estos principios
que fundamentan los Derechos Humanos en nuestra Carta Magna para aclarar el teleos de su
consagración y para emprender la tarea de su recta interpretación.

En el caso de los Derechos Humanos, luce evidente el carácter filosófico de su noción por lo que

toda reflexión jurídica sobre el particular debe sostenerse necesariamente sobre las diversas
posturas filosóficas existentes. Por su parte, la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela es una constitución principista, razón que obliga a hacer mención a los más importantes
de estos principios.

Cabe precisar que en el marco de las normas de organización podemos hallar normas
constitucionales y principios constitucionales. Los principios constitucionales son los valores
supremos sobre los que se asienta y orienta el Estado; los mismos sirven de fundamento a otras
normas constitucionales y algunos de ellos han llegado a constituirse incluso en limitaciones del
propio Constituyente (Independencia de la nación, el principio de la separación de poderes, etc.).
Las Normas Constitucionales vienen a ser aquellas establecen la forma de la organización del
Estado, los Derechos Fundamentales pormenorizados y las garantías para su cumplimiento,
pueden ser reformadas por el legislador ordinario según los mecanismos de reforma o por la
Asamblea Nacional Constituyente en ejercicio del Poder Constituyente originario.

En comienzo está el Principio de Progresividad. Es un principio muy importante que la Constitución


consagra en el artículo 19, alude a la idea de transformación de los Derechos Humanos. Es un
concepto que está íntimamente ligado al problema de la positivación de los Derechos Humanos,
en el sentido que la consagración jurídica de tales derechos sufre periódicamente una evolución
en cuanto se incorporan o tutelan nuevas realidades al marco normativo de los mismos.

Cuando los Derechos Fundamentales de la persona humana se incorporaron en las constituciones,


estos sólo abarcaban los llamados derechos individuales por el sabido fundamento individualista
que ponía énfasis en la idea de la libertad del hombre. Luego, a partir del manifiesto comunista de
1848 y con el influjo de la Constitución Mexicana de 1917 y principalmente de la Constitución de
Weimar, se crea una nueva categoría de derechos que vinieron a denominarse Derechos Sociales.

De este modo recordamos que nuestra Constitución de 1961, establece una sistematización de los
derechos agrupándolos en derechos individuales, políticos, sociales y económicos. Es decir,
resume la evolución conceptual en materia de Derechos Fundamentales hasta la fecha, que abarca
dos generaciones, la primera, de los derechos individuales y políticos y, la segunda, de los
derechos sociales.

Hoy día se considera la existencia de una tercera generación de derechos, hecho que ha generado
una ardua contienda teórica, la cual dejaremos de lado por no competer a nuestro objeto. No
obstante, nuestra Constitución consagra algunos de estos derechos, como lo son, los derechos
culturales y los derechos ambientales.

Son corolarios de este principio, las disposiciones de los artículos 22 y 23 C.R.B.V.

Luego, el Principio de Intangibilidad. Constituye más bien una garantía normativa, en el sentido
que los derechos son intocables, inviolables y su existencia no depende de su consagración o el
desarrollo por ley de los mismos. No todos los derechos gozan de la garantía de intangibilidad
como se desprende del artículo 337 constitucional, que regula la suspensión y restricción de las
garantías constitucionales, del cual notamos que los derechos intangibles no pueden ser objeto de
suspensión o restricción en su goce, a diferencia de otras (la libertad de empresa), que si pueden
ser afectadas por un decreto de esta naturaleza.

Este principio garantizador, tiene como corolario la norma del artículo 25 Constitucional, que toda
disposición legislativa o cualquier otro acto del Poder Público contrario a los derechos
constitucionales adolece de nulidad.

Por otro lado, el Principio de Solidaridad. Su consagración la encontramos en el artículo 132


Constitucional, en los siguientes términos: "toda persona tiene el deber de cumplir sus
responsabilidades sociales y participar solidariamente en la vida política, civil y comunitaria del
país, promoviendo y defendiendo los derechos humanos como fundamento de la convivencia
democrática y de la paz social".
Este principio apunta hacia la construcción de una sociedad democrática y plural, en la cual los
individuos "deben" al bien común, pero principalmente hacia la extensión del goce de estos
derechos a aquellos sectores menos privilegiados que han permanecido al margen del ejercicio de
los derechos que la Constitución garantiza.

Es la idea del "Estado Social de Derecho" (SocializerReclitsstaat) que la doctrina alemana


cohesionó, el cual supone el reconocimiento de la abolición fáctica entre Estado y Sociedad en el
sentido de una realización material de la idea democrática de igualdad.

De ahí que el Estado Social de Derecho entrañe la integración de los principios de libertad y
solidaridad, que antes se creían contarios pero que en realidad coexisten en la simbiosis entre el
Estado Liberal de Derecho y el Estado Social, este último donde impera la justicia social.

Finalmente, el Principio de Corresponsabilidad. Este principio está íntimamente ligado al goce de


los derechos políticos y entraña su fundamento en el nuevo paradigma de Democracia
participativa, que consiste esencialmente que el Estado concurre con los particulares en el manejo
de ciertos destinos colectivos (Art. 184 CRBV), que prevé la eventual transferencia de competencia
de los Estados y Municipios a las comunidades organizadas para administrar y gestionar servicios
en materia de salud, vivienda, educación, deporte, ambiente, etc.

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