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I. NOCIONES GENERALES:
La base normativa de este tema se encuentra en los artículos 1691, 1701 y 1702 de
nuestro actual Código Civil. De acuerdo a ello, las partes pueden celebrar el arrendamiento
haciendo la diferencia sobre el carácter de los periodos que pactan. Estos se dividen en
forzosos o voluntarios, estos últimos pueden pactarse a favor de una o ambas partes. Si las
partes no lo señalan, se considerarán forzosos para ambas partes, con el consiguiente deber de
dar aviso previo antes del vencimiento. El profesor Castillo Freyre señala, sobre la duración
del arrendamiento:
La estipulación debe constar expresamente, es decir, convenirse con esa especial modalidad
de duración, que se descompone en dos tramos: uno de duración forzosa, otro de duración voluntaria,
como prolongamiento del anterior. (…) El primer período es uno de carácter forzoso, pues ambas
partes, locador y conductor, han de atenerse a él, de modo que el contrato funcionará
obligatoriamente para ambos contratantes. El segundo período es voluntario, pues depende de la
voluntad ya del locador ya del conductor, que dicho período actúe prolongando el arrendamiento. El
número de años forzosos y el número de años voluntarios es determinable con independencia uno de
otro; quiere decir, que no precisa que haya igualdad en la extensión temporal de unos y otros.
El no aviso por quien tiene derecho a la opción, se reputa como voluntad del mantenimiento del
contrato por el tiempo constituido por los años voluntarios. Sólo mediante un aviso en contrario, el
arrendamiento cesa con los años forzosos. Conforme al art. 1499, la situación de uno y otro
contratante, locador o conductor, es muy distinta. Uno de ellos (indistintamente el locador o el
conductor, según lo convenido) tiene un papel activo, en cuanto le corresponde la opción para decidir
si el contrato termina en el primero o se prolonga para el segundo período. El otro contratante tiene
un papel pasivo: ha de aceptar la decisión adoptada al respecto por el contratante. (…) Resulta, pues,
que para que los años voluntarios se transformen en obligatorios, basta que el contratante a quien
corresponde la decisión optativa no diga nada y no dé ningún aviso, con tanto mayor razón, ello
ocurrirá si avisa que quiere que por los años voluntarios se prolongue el arrendamiento
(Barandarián, 2002).
Así, la regulación actual se refiere a periodos y no años, pues se permite pactar contratos
de arrendamiento por periodos mucho menores a un año.
Cabe precisar que, cualquiera sea el plazo convenido entre las partes para la duración del
contrato de arrendamiento sea por períodos forzosos o voluntarios, éste queda sin efecto, en virtud de
la resolución conforme a las causales previstas (F.J QUINTO – CASACIÓN 831-97-LIMA).
IV. EJEMPLOS:
Bibliografía 1
Barandarián, J. L. (2002). Tratado de Derecho Civil. (W. Gutiérrez Camacho, Ed.) Lima: Gaceta
Jurídica. Recuperado el 16 de mayo de 2021, de
https://www.academia.edu/40034094/TRATADO_DE_DERECHO_CIVIL
Gaceta Jurídica. (2003). Código Civil Comentado (Vol. VIII). Lima, Perú: Gaceta Jurídica.
1
Método de cita: APA.
Ruiz González, M. (2016). La facultad de los árbitros de reducir la cláusula penal por resolución
anticipada del contrato de arrendamiento. En M. Castillo Freyre, H. Lama More , A. Soria
Aguilar, O. Huerta Ayala, J. Aguado López, M. Ruiz González, . . . A. Villanueva Alarcón,
Todo sobre el contrato de arrendamiento. Un enfoque práctico: Identificación de los
problemas más frecuentes y soluciones. (Primera ed., pág. 141). Lima: Gaceta Jurídica S.A.