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A.

 Acción penal: hemos señalado que el punto de partida es que se trata de un proceso humano
susceptible de autocontrol. Quiere decir que la persona posee un mínimo de decisión (volición).
Encontramos un aspecto positivo, en tanto acción viene de la mano de la clase de competencia frente a la
que nos encontremos: o rol general de ciudadano (por ejemplo, un estudiante o un mesero) o un rol
especial (por ejemplo, un padre de familia, un policía). Es posible que se pueda excluir un comportamiento
de la acción: ya sea porque existe una fuerza irresistible, un movimiento reflejo o un estado inconsciencia.
Si se excluye, entonces aquí acaba el análisis. Si no (por ej. Reacciones primarias, automatismos, actos en
corto circuito), se continúa con la siguiente categoría: la tipicidad. 

*Omisión:
- Propia: Situación típica + ausencia de conducta debida + capacidad normal de realizar la acción.
Basta la mera conducta.
- Impropia: Comisión por omisión. Posición de garante (competencias) + C. correspondencia
(tipicidad en delitos de dominio y de infracción del deber).
B. Tipicidad: que puede distinguirse entre una imputación objetiva y subjetiva. La imputación se realiza
atendiendo a las competencias por organización o institucionales.
1. Pero ya sea una como otra, dentro de la imputación objetiva, se analiza la creación del riesgo
prohibido y la realización del riesgo en el resultado.

- Excluye el riesgo: Por ejemplo, es el caso de la existencia de un riesgo permitido, la prohibición de


regreso o también llamada conducta neutral, la competencia de la víctima (autopuesta en peligro o
consentimiento) y el principio de confianza (este se excluye en 3 supuestos: inimputables, deber de
supervisión, incapacidad manifiesta).
- Explicaciones alternativas del resultado:
 Concurrencia de riesgos:
a. Aberratio ictus: Una conducta genera varios riesgos
b. Riesgos separables: Puede que uno quede trunco.
c. Cuando son inseparables: Resultado imputable a ambos y responsabilidad atenuada.
 Riesgos derivados:
a. Estado de indefensión: Se le imputa al que creó el 1° riesgo cuando la víctima no puede
defenderse razonablemente.
b. Riesgo para 3°: Daños por conmoción (no imputable al 1°) o accidentes por alcance (sí
imputable).
c. Riesgos de cursos salvadores: Sí imputable al 1°.
d. Transformación del riesgo: Imputable al 2°.
e. Daños tardíos: Es posible imputarlo, pero se opone la cosa juzgada y la prescripción.

2. En cuanto a la imputación subjetiva se distingue entre dolo y culpa (la grave es sancionable porque
no toma medidas de precaución)
Tipos de dolo:
 Directo de 1° grado
 Directo de 2° grado
 Dolo eventual
 Dolo por indiferencia
3. Excluye el dolo: Error de tipo. Se desconoce la conducta que en verdad se está realizando
 Invencible
 Vencible: Imputación a título de culpa cuando sea sancionable
Si se confirma la imputación objetiva y subjetiva entonces es posible pasar a la siguiente categoría: la
antijuridicidad.

C. Antijuridicidad: como las anteriores categorías, aquí también se encuentra un aspecto positivo: en


tanto confirma el desvalor de la conducta (a través de la creación de un peligro o lesión) al ser contrario a
la norma (aquí estoy incluyendo la definición de la antijuridicidad en un sentido formal y material). La
particularidad de esta categoría, sin embargo, se encuentra en su aspecto negativo, en tanto permite
levantar la imputación de la conducta si se dan determinadas figuras.
- Objetiva: Norma permisiva + conducta idónea
- Subjetiva: Conocimiento (presupuestos fácticos + justificación). Cabe error.

Así, si existe una situación de conflicto, el ordenamiento permite que una lesión no sea considerada
antijurídica si se dan los presupuestos de, entre otras, la legítima defensa, el estado de necesidad
justificante y cumplimiento de un deber. Si no se confirma la antijuridicidad aquí acaba el análisis de la
conducta.

1. Competencia plena: Legítima defensa. Art 20,3. (Normatividad pura). Debido a una agresión (u
omisión) por parte del hombre.
 Real y actual (no espacio-temporal): Inminente.
 Ilegítima: Contraria a la n° penal (desvalor de la acción), dolosa y proveniente de un
imputable.
 Falta de provocación suficiente: No defensa contra conductas permitidas.
 Defensa necesaria: Criterio de necesidad racional – idoneidad (caso concreto).
Si proviene de un 3°: No necesidad de vínculo. Ni consentimiento para BJ indisponibles.
Puede ser imperfecta: Art. 21 CP.

2. Competencia preferente: Estado de necesidad defensivo. (normatividad utilitarista). NO


REGULADO.
3. No competencia del otro: Estado de necesidad agresivo. Art 20,4
 Situación de peligro: Puede provenir de la naturaleza o un riesgo permitido. Bienes
personalísimos propios o ajenos. Actual en el sentido de probable. (ex post).
 Acción de necesidad: capacidad de evitar la afectación + C. de subsidiariedad (ex ante facto).
 Preponderancia del BJ: Priman los personalísimos. Entre 2 vidas no hay ponderación.
 Cláusula de adecuación: No afectación excesiva.
4. Actos permitidos: Art 20,8
 Ejercicio legítimo de un derecho
 Ejercicio legítimo de un oficio o cargo
 Cumplimiento de un deber: Colisión de deberes (depende de las competencias).

Si, por el contrario, no existe ninguna situación de descargo, entonces el análisis continúa con la siguiente
categoría: la culpabilidad. 

D. Culpabilidad: en esta categoría se analiza también un aspecto positivo: que el sujeto sea imputable
penalmente, que conozca el carácter antijurídico de su hecho y que se le pueda exigir un comportamiento
fiel a derecho.
1. Imputabilidad: +18 y salud
- I. restringida: 18-21. Atenuación
- Semi imputables: Sistema vicarial. Mayor de edad con problemas físicos o mentales que afectan su
voluntad.
- Inimputables: Menores de edad, déficit de salud, grave alteración de la conciencia o alteración de
la percepción.
2. Conocimiento: No aplica para delitos naturales. Puede haber error de prohibición:
- Vencible: Atenuación de la pena.
- Invencible: Exculpante.
- Culturalmente condicionado: Para las comunidades campesinas.
3. Exigibilidad: Situación de normalidad que hace exigible la conducta fiel a Derecho.

También es igual de interesante el aspecto negativo, en tanto permite excluir la culpabilidad. Así, entre
otras, el estado de necesidad exculpante (bienes jurídicos como la vida):

- Miedo insuperable
- Exceso en la legitima defensa.
- Objeción de conciencia
- Aborto terapéutico
- Estrecha vinculación en el encubrimiento
- Estado de necesidad estatal.
Si se confirma la culpabilidad, entonces se puede afirmar que la conducta deviene en responsabilidad
penal. Si no, entonces no. 

Al terminar la teoría del delito, emprendimos la revisión de tres estructuras:

A. Intervención delictiva: Donde distinguimos entre autores y cómplices. Y específicamente distinguimos


la autoría y participación en los delitos de dominio (es decir aquellos que infringen un rol general de
ciudadano) y la autoría en los delitos de infracción de deber. Concluimos que nos parece mucho más
determinante la teoría de la competencia preferente sobre la teoría del dominio del hecho, en tanto, entre
otras razones, tanto autores y partícipes (en los delitos de dominio) tienen competencia sobre el hecho
(poder decidir el cómo, cuándo y dónde). La particularidad es que los autores tienen mayor competencia
que los partícipes. Dentro de los delitos de dominio diferenciamos entre autoría directa, mediata (que
supone un hombre de atrás competente y un ejecutor no responsable) y una coautoría (que no se define
en función de la ejecución del hecho, no se facilita el delito, sino que se comete conjuntamente. Para esto
no es necesario ni un acuerdo común ni la intervención esencial en la ejecución. Basta la repartición
objetiva del trabajo). Dentro de la participación (en los delitos de dominio) distinguimos entre
instigadores, cómplices primarios y secundarios. Sobre la posibilidad de que exista participación en los
delitos de infracción de deber, la doctrina plantea dos teorías: la teoría de la unidad del título de
imputación (por ejemplo, el particular que ayuda al juez a prevaricar, sería considerado como cómplice en
ese delito de infracción de deber) y la teoría de la ruptura del título de imputación (por ejemplo, ese
particular no podría ser considerado como cómplice en ese delito de prevaricación y si se le quiere hacer
responsable tendría que derivarse en un delito común. Si no lo hay, entonces la conducta quedaría
impune). 
B. Fases del delito: donde distinguimos aquellas fases que no son punibles de aquellas que sí lo son. Así,
se presentó la fase de la ideación (no punible), actos preparatorios (en principio no punible, salvo que
haya un claro sentido unívoco de lesividad), ejecución (que inicia con la tentativa), la consumación y el
agotamiento del delito. 

C. Concursos de delitos: Donde distinguimos supuestos en los que una conducta formalmente puede
subsumirse en varios tipos penales. Por ejemplo, matar a una mujer, podría subsumirse, al menos en el
recorrido inicial, en delitos contra la vida como homicidio, asesinato o feminicidio. Sin embargo, se trataría
de solo un tipo penal aplicable. Este es lo que se conoce como concurso aparente de delitos o también
llamado como concurso de normas. Para resolver el concurso de normas existen unos criterios
(especialidad, subsidiriedad, consunción y alternatividad). Si, por el contrario, una conducta puede
subsurmirse en varios tipos penales nos encontramos frente a un concurso de delitos que puede ser real
(VC-VD) o ideal (1C-VD). La forma de resolver estos concursos se encuentran regulados en los arts. 50 y 48
del CP respectivamente.

7. Finalmente, la mención de las consecuencias jurídicas del delito. Donde la protagonista es la pena


privativa de libertad. Sin embargo, hay otras clases de penas: restrictivas de libertad, limitativas de
derechos y multas.  Por ahora, resulta importante conocer que además existen otras medidas aplicables:
como las consecuencias accesorias, las medidas de seguridad y la reparación civil. 

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