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R E SU M E N

Al General Vedic Merrick le persiguen. Alguien lo quiere


muerto. Ser secuestrado por la tripulación de la Lady Blue, en
realidad, le salva la vida. Pero una vez a bordo de la nave espacial
fuera de la ley, la vida rígida que Merrick conocía antes, se desvanece
en un segundo plano, sobre todo cuando descubre que su pareja está a
bordo.

Shane Miller está emocionado por estar en el espacio exterior.


Salvado de una muerte segura por su hermano y luego cayendo a
través de un agujero de gusano al futuro, tiene toda la intención de
2
vivir su vida al máximo. Lo que incluye reclamar al sexy general que
lucha tan duro por mantener su distancia. Pero Shane está decidido a
hacer que el General lo vea como alguien especial.

El General Merrick tiene sus razones para no reclamar a su


compañero, al menos mientras la Fuerza de Élite, les siga persiguiendo
a través del espacio. Pero el General tiene un secreto que podría
matarlo no sólo a él, sino también a Shane. Sólo negando a su
compañero tiene una oportunidad de mantener al hombre seguro.

Cuando las circunstancias, más allá de su control, tiene que


contar con la ayuda de la tripulación de la Lady Blue para mantener a
su compañero con vida y arriesgarse al más loco esquema que se le
ocurre no sólo para salvar a Shane, sino a todo el mundo que le
importa.
Capítulo 1
El General Vedic Merrick vio a Mo entrar en el comedor con un
joven. Supuso que era el joven por el que todos habían estado tan
preocupados, el de la enfermería. No se acordaba haberse encontrado con él
antes, lo recordaría. El chico era joven, pero había tanta vida en sus ojos
color avellana que al General le resultaba difícil mirar hacia otro lado.

Pero el mirar hacia otro lado valió. No serviría de nada para el


hombre joven ver cuánto interés el General tenía sobre él. Vedic sabía que
no estaba en posición de tener una relación sexual, y un encuentro era todo
lo que podría ser. No tenía tiempo para nada más.

No importa lo lindo que el chico era o lo mucho que lo quisiera.


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Los ojos de Merrick se clavaron en Remy cuando la alarma de
repente comenzó a sonar. Estaba empezando a odiar la maldita cosa. La
última vez había sido simplemente un accidente en el comedor. ¿Quién
diablos sabía lo que era esta vez?

Cuando el resto de la tripulación se levantó de un salto y salió


corriendo del comedor, Merrick se levantó precipitadamente y corrió tras
ellos. Podría estar a la fuga, la gente podía estar por matarlo, y podría estar
a merced de un hombre con una recompensa sobre su cabeza, pero todavía
era un General. Necesitaba saber lo que estaba pasando.

Merrick atravesó las puertas del comedor y gruñó cuando chocó con
alguien. Cayó hacia atrás, sujetándose a sí mismo, poniendo una mano en la
pared. Utilizó la otra para agarrar a quienquiera que fuera con el que se
había tropezado, entonces al instante deseó no haberlo hecho cuando se dio
cuenta que era el hombre sexy que había estado de pie al lado de Mo.
—Lo siento, —dijo Merrick. Soltó al hombre como si su mano
estuviera en llamas—. No te vi.

—No hay problema, —dijo el chico—. Fue completamente mi culpa.


No debería haber estado parado de pie en la puerta.

—Sí, bueno...

—Pero me alegro de que estuviera. Quería conocerte.— El hombre


extendió su mano—. Mi nombre es Shane, Shane Miller. Soy de la Tierra.

—General Vedic Merrick de la Federación de Planetas Unidos.

—Vedic. —Shane sonrió—. Es un nombre muy inusual.

—No, no lo es.

—Lo es para mí. Me gusta.


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Merrick no podía recordar antes haberse sentido tan perdido en su
vida. Y se había quedado mirando toda la armada de un ejército invasor.
Había estado ante el órgano del Congreso y dado discursos. Había luchado
en tantas batallas sangrientas, todavía no le gustaba pensar en ellas.

Y, sin embargo, un ser humano pequeño y flaco le puso


suficientemente nervioso como para no saber muy bien qué decirle.

—¿Eres un cambia-formas?

—No.

—¿Puedes ponerte azul?

—No.

—¿Cualquier otro color?

—No. —Aunque el rojo de la vergüenza era una clara posibilidad.


—¿Tienes algún tipo de poderes?

—Soy un General.

Shane rodó los ojos. —No, como... ¿puedes disparar rayos láser de
tus ojos o cualquier otra cosa? Ohhh, ¿puedes volar? Mykel puede volar,
pero sólo cuando es un águila. Eso sería genial.

—No puedo volar y no puedo cambiar de forma, ni tampoco


volverme de cualquier color, —espetó Merrick su indignación creciendo—.
Soy un General en la Federación de Planetas Unidos.

La cabeza de Shane se inclinó hacia un lado. —Eso no suena como


que venga con ningún poder.

—Oh, créeme, lo hace.

Los ojos de Shane brillaron con curiosidad. El hombre rle ecordó a 5


Merrick un gato. —Ah, sí? ¿Como qué?

Merrick echaba humo. —Me necesitan en el puente.

Antes de que Merrick pudiera dejar a Shane, el hombre saltó,


atrapando al General contra la pared aplastando sus labios. La única razón
por la que el pequeño humano consiguió la ventaja fue porque Vedic fue
atrapado con la guardia baja.

Por mucho que el beso de Shane sacudiera su mundo, Merrick


empujó al hombre lejos y se apresuró más allá de él. Sabía en su corazón
que esto nunca podría ser.

Aunque Shane fuera su pareja.

Merrick corrió como si los perros del infierno estuvieran pisándole


los talones. Y en la medida que a él concernía, lo estaban. El pequeño
terrícola le asustaba a morir, lo cual le dijo mucho, teniendo en cuenta,
todas las batallas que Merrick había visto durante su período de servicio.
Había habido un montón, ninguna de las cuales envió un escalofrío de
miedo por la espalda de la manera que Shane lo hizo.

Merrick llegó a la cubierta de mando y corrió hacia el puente. Podía


oír la actividad incluso antes de llegar a la puerta. Remy se sentó en su silla
de Capitán, gritando órdenes a los otros en el puente. Las luces brillaban en
el fondo, dando al puente una sombría iluminación. Los miembros de la
tripulación corrían de consola en consola mientras gritaban a su vez
información a su Comandante.

Merrick se detuvo junto a la puerta, tratando de mantenerse fuera del


camino, y tratando de evaluar la caótica situación. No quería llamar la
atención de nadie lejos de lo que estaban haciendo, pero quería saber lo que
estaba pasando. La alarma seguía sonando.

La información destellando a través de la gran video-pantalla en el


otro extremo de la sala llamó la atención de Merrick. Se acercó, 6
deteniéndose al lado de la silla de Remy, y miró. La gran mezcla de nubes
de colores y los desechos espaciales girando en un círculo eran una enorme
pista acerca de lo que estaba pasando.

Agujero de gusano.

—¿Este agujero de gusano ha sido trazado? — preguntó. Rezando.


Esperanzado.

La cabeza de Remy subió hacia él. —¿En serio?

—Perfectamente. No lo habría preguntado si no fuera así.

—No, General, este agujero de gusano no ha sido trazado. No tengo


ni puta idea de dónde vamos a salir, o incluso cuándo. Diablos, yo ni
siquiera sé si vamos a salir. —Remy se frotó el puente de la nariz como si
su cabeza estuviera empezando a doler—.
Es una tirada de dados, pero la Lady Blue parece tener suerte con
ellos, por lo que sólo, diablos, siéntate y abróchate el cinturón.

Merrick parpadeó. Estaba conmocionado y se impresionó


sorprendentemente con lo poco impresionado que Remy parecía estar a la
hora de hablar con él. Merrick era un General. Remy era su subordinado. El
hombre debería haber estado temblando en sus botas ante Merrick.

No lo estaba.

De hecho, a Remy no parecía importarle lo más mínimo acerca del


rango de Merrick en la Fuerza de Élite. Merrick no podía dejar de
preguntarse si esa era una de las razones por las que el hombre había sido
expulsado del servicio. Obviamente tenía un serio problema con la
autoridad.

Sin embargo, Merrick no estaba en posición de discutir con el 7


hombre en ese momento. Estaba en la Lady Blue, una nave tripulada por
hombres que eran obviamente fieles a Remy y no al General. Estaba
también ese completo molesto agujero de gusano al que iban disparados a
la velocidad de la luz. Este podría no ser el momento de hacer valer su
autoridad.

Merrick encontró un asiento a un lado de la habitación y se abrochó


el cinturón de seguridad justo cuando la nave empezó a temblar. No, ahora
no era definitivamente el momento para discutir con el hombre. Si las cosas
salían como Merrick esperaba que lo hicieran, sería devuelto a su posición
en la vida en la Fuerza de Élite, sin alguien ahí fuera para matarlo.

Y luego lanzaría al Comandante Remington Vystal a la cárcel... y tal


vez al resto de la tripulación de la Lady Blue también. Dudaba que fueran
culpables de los crímenes que habían sido acusados, pero podrían necesitar
una pequeña lección de modales.

—Sujetaros bien, —gritó Remy—. Estamos entrando.


Merrick sintió su estómago encogerse y empezar a rodar. Se agarró a
los brazos de su silla tan fuerte como pudo y cerró los ojos. Odiaba los
agujeros de gusano. Siempre había una posibilidad de que una nave
disparándose a través de un agujero de gusano pudiera ser desgarrada.

Ese era el mayor temor de Merrick.

Podría enfrentarse a armadas acorazadas. Tenía los nervios de acero,


cuando estaba en la batalla. Incluso podría enfrentarse al más duro soldado.
Sin embargo, los agujeros de gusano y la posibilidad de que no tuviera
control sobre su vida o muerte enviaron escalofríos por su espina dorsal.
Merrick odiaba perder el control.

Años en el servicio de la Fuerza de Élite habían inculcado en él la


necesidad de tener siempre el control. Su habilidad para mantener la calma
y la serenidad en situaciones de estrés era una de las razones principales de
que Merrick hubiera avanzado en el rango con tanta rapidez. Era uno de los 8
hombres más jóvenes en hacerse General en la historia de la Fuerza de
Élite. Un hecho del que estaba malditamente orgulloso.

Y, sin embargo, aquí estaba sentado, con los ojos cerrados y las
manos apretadas en un agarre de muerte en el apoyabrazos de su silla. Su
estómago rodaba cuando la Lady Blue salió disparada a través del espacio.
Cuanto más se sacudía la nave en todas partes, más apretado su agarre
sobre los reposabrazos se convertía, hasta que pudo sentir sus uñas clavarse
en la tela acolchada, dejando lo que estaba seguro que serían marcas
permanentes.

Merrick chasqueaba sus dientes cuando la nave empezó a vibrar


furiosamente. Juró que podía sentir cada línea de soldadura en el casco
exterior estirarse, tensarse como si se preparara para desgarrarse. Incluso
podría haber oído un tornillo o dos chirriar. Estaba seguro de ello.

En serio.
Apoyó la cabeza contra el reposacabezas cuando empezó a golpear y
girar. Podía sentir su estómago comenzar a revolverse. Saliva se construyó
en la boca y tragó con rapidez para evitar vomitar. Nunca lograría esto.

Justo cuando pensaba que no podía soportarlo más, cuando Merrick


estaba seguro de que sería lanzado, la Lady Blue dio un último gran
estremecimiento y luego todo se detuvo. No hubo ningún movimiento y
ningún sonido a excepción de su propia pesada respiración.

¿Estaba casi... pacífico?

Merrick abrió un ojo, y luego el otro cuando vio que el puente no


sufrió daños. La nave parecía estar de una sola pieza. Dio un rápido
vistazo a la habitación, su mandíbula caía cuando vio que todos los demás
se habían quedado congelados.

Merrick rápidamente se desabrochó y se puso en pie. Corrió hacia 9


Remy en primer lugar. El hombre era el Comandante, después de todo.
Sabía más información sobre el funcionamiento de la Lady Blue que
Merrick. Una rápida revisión del hombre demostró que estaba vivo, sólo
inconsciente. Merrick no sabía si sentirse aliviado o no. El hombre era un
gran dolor en su culo.

Merrick sacudió al Comandante hasta que empezó a gemir, sus ojos


aletearon abriéndose. Luego pasó por encima y comenzó a despertar al
resto de los miembros de la tripulación. Una vez que supo que todo el
mundo estaba consciente, Merrick fue a la consola de navegación y empezó
a tratar de averiguar dónde demonios estaban.

Cuantos más botones presionaba y más información venía a través de


la video-pantalla de navegación, el corazón de Merrick comenzó a
hundirse. Era por lo general bastante rápido en juntar información. Era
fantástico en los rompecabezas. Y si lo que estaba adivinando era cierto,
estaban en un mundo de problemas.
—Comandante. —Merrick tragó el nudo de aprensión
construyéndose en la garganta y volvió a mirar a Remy por encima del
hombro—. ¿Qué malditamente rápido va este cubo oxidado?

Remy estaba sentado con la cabeza hundida entre las manos. Miró
hacia arriba, las cejas juntándose cuando frunció el ceño. —¿Por qué?

Merrick volvió a mirar a la flota de naves de la Fuerza de Élite


acercándose rápidamente a su posición. —Porque creo que la suerte de la
Blue Lady simplemente se acabó.

10
Capítulo 2
Shane negó con la cabeza, rezando como el infierno para que nada se
hubiera roto. La nave había sacudido hasta su cerebro agitado en su cráneo,
y luego había golpeado contra el suelo, duro. Sentado, Shane apoyó la
cabeza en una dirección, y luego en la otra, agradecido de que no sintiera
ningún estallido o chasquido donde se suponía que sintiera. No había dolor,
sólo un latido bajo y un masivo dolor de cabeza.

—¿Estáis todos bien? —preguntó Gigi, mientras se levantaba,


balanceándose ligeramente, y luego rápidamente se agarró a la mesa. El
hombre parecía un poco pálido como el papel, pero no parecía herido—.
Creo que simplemente fuimos a través de otro agujero de gusano. 11
Shane rodó a sus manos y rodillas, tomando una respiración
profunda antes de empujar a sus pies. Se tambaleó, sintiendo como si la
nave aún se estuviera meciendo. O tal vez era él.

—Bien —gritó Pax cuando salió de debajo de una mesa, limpiándose


y todo sonriente. ¿Cómo diablos estaba sonriendo después de un paseo en
montaña rusa como este? El hombre tenía que estar loco.

—Creo que me rompí el pulgar —dijo Adwaka mientras acunaba su


mano contra su pecho—. Voy a ir a ver a Imlay. Esto es, si no está herido
también.

Shane vio a Adwaka salir del comedor, un pequeño gimoteo cayendo


de sus labios al pasar. Tan temible como el caso había sido, Shane estaba
un poco emocionado por todo. No le gustaba que alguien hubiera resultado
herido, pero ¡ese era su primer agujero de gusano! ¿Qué genial era eso?
—Bueno, tengo un gran lío para limpiar en la cocina. Vamos, Pax.
Pareces ser el único en no tener tu cerebro agitado.

Pax rodó los ojos mientras seguía detrás a Gigi. —No es mi culpa
que yo supiera qué hacer. Tú deberías también. ¿Cuántas veces vas a viajar
a través de un agujero de gusano antes de que le cojas el tranquillo?

Shane se apresuró a salir del comedor. El viaje se había sentido como


si la nave se cayera a pedazos, tornillo por tornillo, y quería asegurarse de
que Merrick no hubiese resultado herido. El hombre podría tratar de
apartarlo, pero Shane nunca se daba por vencido tan fácilmente. El General
era caliente como el infierno, y Shane sentía un tirón en el pecho cada vez
que el hombre estaba cerca. No podía explicarlo, pero la necesidad de estar
cerca del hombre era abrumadora.

Los ojos de Shane se abrieron como platos cuando subió al puente.


Era un caos total. Todo el mundo estaba gritando o corriendo para saltar en 12
sus asientos. Su hermano, Mo, golpeaba sus manos en un panel y maldecía
lo suficiente como para hacer que incluso Shane se ruborizara.

Los ojos de Shane se bloquearon en Merrick. Estaba sentado


tranquilamente cuando se quedó mirando la información, desplazándose a
través de la pantalla. Su cuerpo estaba rígido e inmóvil, como si fuera una
estatua, pero sus ojos parpadeaban arriba y abajo a un ritmo rápido. ¿Podría
leer tan rápido? Shane estaba impresionado.

—¿Qué está pasando? —preguntó mientras se acercaba sobre


Merrick, parándose detrás del hombre—. ¿Por qué está todo el mundo
gritando y pareciendo como si Satán nos persiguiera?

—Debido a que lo está —respondió Merrick, con pura confianza


llenando su voz—. Ahora deberías salir del puente y permitir que las
personas cualificadas manejen esta situación.
Shane se quedó desconcertado. Los ojos de Merrick nunca dejaron la
pantalla, su cuerpo todavía como una estatua. Sólo sus labios se habían
movido. El hombre era realmente arrogante. Tal vez de eso trataba ser un
General, pero eso no excusaba los malos modales. Shane tenía ganas de
mandarle a la mierda con el dedo al hombre.

Pero él era mejor que eso... hoy.

—Eres un hombre muy grosero.

—Viene con el cargo. Ahora si no te importa…—Merrick no


terminó la frase, y Shane sintió la consternación invadirle como un jarrón
de agua fría. Shane no estaba seguro de lo lejos que estaba en el futuro,
pero parecía que las personas egoístas todavía existían.

Atracción o no atracción, Shane estaba a cinco segundos de distancia


de rasgar a Merrick. El hombre era atractivo y tenía un aire de autoridad 13
sobre él que ponía a la polla de Shane tan dura como un asteroide lanzando
a través del espacio, pero su actitud apestaba. Lástima que el hombre fuera
mucho más grande que él o golpearía al hombre en su culo.

—No hay problema —dijo Shane cuando pasó un brazo sobre el


respaldo de la silla—. Ningún problema en absoluto.

Merrick, finalmente se volvió hacia él, la tensión entrecerrando los


ojos, cuando miró a Shane. —No vas a marcharte, ¿verdad?

—No, —dijo Shane al levantar la vista de la pantalla, tratando de


repetir como un loro la actitud de Merrick de hacía un segundo, como si
pudiera leer una maldita cosa en la pantalla. Parecía estar codificada y
rodar hacia arriba a una alta tasa de velocidad. Podría fingir, sin embargo.

Merrick suspiró mientras se volvió a dar la vuelta, ignorando a Shane


cuando Shane fingió ignorarlo.
Shane agarró la parte posterior de la silla cuando la nave de repente
se sacudió, la mano de Merrick de forma automática balanceándose para
estabilizar a Shane. Escuchó a su hermano, Mo, gritando alegremente en su
asiento, pero Shane estaba demasiado ocupado sintiendo el calor de la
mano de Merrick en la cadera para atender lo que Mo estaba gritando, hasta
que el General rápidamente se apartó.

—¿Qué fue eso, Mo? —Gritó Remy—. No se supone que estés feliz
cuando nos han disparado.

Mo se volvió, sus ojos brillantes de alegría. —Debido a que esa era


la última explosión que la nave nos dará. Yo simplemente los incapacité.
Se están retirando.

—Pero todavía hay dos naves peligrosas más en nuestro camino —


recordó Merrick a Mo—. No vamos a salir adelante con una prematura
celebración. 14
—Eso es, mata a puñaladas mi pequeña feliz burbuja, ¿por qué no lo
haces tú? —se quejó Mo antes de volverse a mirar alrededor.

—¿Qué diablos les pasa a estos hombres? —Murmuró Merrick bajo


su aliento.

Shane sonrió. Su hermano siempre había sido un tipo tranquilo, un


poco reservado. Le gustaba verlo así. Mo parecía haberse transformado al
estar a bordo de esta nave, y se veía bien en él.

—Déjale disfrutar de su pequeño momento brillante —dijo Shane lo


suficientemente bajo para que sólo Merrick le oyera—. No los tiene muy a
menudo.

—Es mala suerte, —espetó Merrick para que todos le oyeran—. Si


celebras demasiado pronto, te distraes. Concentraos en salir de aquí.
Las manos de Shane se acurrucaron en la parte posterior del asiento,
deteniéndose a sí mismo de alcanzar y estrangular al hombre. Al parecer,
alguien más fue privado, también, de momentos felices. El General estaba
actuando como si fuera un viejo gruñón en lugar de un atractivo de treinta y
algo, si Shane adivinaba su edad correctamente.

—La última vez que lo comprobé, yo era el Comandante de la Lady


Blue —dijo Remy mientras se sentaba más erguido, con los ojos tan fríos
como el acero fijos en la espalda del General—. Puede que seas un
General, pero esta es mi nave y tú estás a la fuga. Yo te supero en rango
ahora mismo.

Los labios de Merrick le temblaron como si quisiera decir algo, pero


continuó leyendo la pantalla, haciendo caso omiso de Remy. Aunque Shane
quería estrangular a Merrick, quería golpear a Remy por hablar al General
de esa manera. Hablaba de confusión. 15
—Debidamente anotado. —Dijo finalmente Merrick y Remy se echó
hacia atrás.

Shane realmente podía sentir el juego de poder en la habitación, el


General contra el Comandante, como si la batalla estuviera dentro de la
Lady Blue en lugar de detrás de ella, persiguiéndoles. No tenía todos los
detalles de lo que estaba pasando con el General, pero sabía que el hombre
necesitaba de su protección, incluso si actuaba como si no lo necesitara.

—Te lo juro, si disparan una vez más con una ráfaga de Phaser voy a
retirar la mía del modo aturdimiento. —Gruñó Mo mientras su puño
golpeó el panel de control—. Estoy tratando de hacer lo mejor para no
hacer daño a esos chicos, pero están tratando de matarnos de la mejor
manera posible.
—Entonces quítala del modo de aturdimiento —ordenó Merrick, lo
cual sorprendió a Shane—. Si quieren una sangrienta batalla, les vamos a
dar una.

—No, General —dijo Remy—. No puedo permitir eso.

—¿Por qué diablos no? —gritó Merrick cuando se dio la vuelta para
mirar al Comandante. Hizo un gesto con su mano hacia la pantalla grande
enfrente de ellos—. Están claramente tratando de matarnos. ¿Por qué no
vais a luchar?

—No voy a permitir que las Phasers sean puestas en el modo para
matar, porque estamos tratando de demostrar nuestra inocencia y eso será
muy difícil hacer si somos buscados por asesinato.

—No es asesinato un tiroteo —insistió Merrick.

—En este caso, lo es. —Remy cruzó los brazos sobre su pecho, una 16
clara señal de que no iba a discutirlo—. Mis órdenes siguen en pie. Los
cañones Phasers permanecerán en aturdimiento. —Shane vio los labios del
General presionarse firmemente juntos y sabía que el hombre quiso
discutir. Esperaba que Merrick mantuviera la boca cerrada. No creía que
Remy estuviera de humor para volver a cualquier conversación.
Probablemente lanzaría a Merrick al calabozo.

Shane se acercó y arrastró el dedo meñique sobre Merrick. Cuando el


hombre lo miró, le dio el más ligero movimiento de cabeza. Un profundo
retumbar rodó por el pecho de Merrick, pero el hombre giró y volvió a
contemplar la pantalla delante de él sin discutir con Remy.

Shane dejó escapar un suspiro de alivio. Odiaría tener que visitar al


sexy General tras las rejas. ¿En las cárceles del futuro incluso permitirían
las visitas conyugales? Si no lo hacían, Shane tendría que hablar con Remy
sobre llevarlas a cabo. No tenía ninguna duda de que el Comandante y el
General discutirían otra vez, y como ésta era de hecho la nave de Remy,
Merrick acabaría en el calabozo.

—Comandante —dijo Merrick sin apartar la vista de su consola—.


He localizado un cinturón de asteroides no demasiado lejos de nosotros.
¿Pueden tus hombres llevarnos con seguridad a través de él?

—¡Diablos, sí! —Un hombre no muy alto se reía—. Puedo pilotar un


cañón por el ojo de una aguja.

La cabeza de Merrick se levantó y se volvió para mirar al hombre


más grande que Shane había visto en su vida. Este debe ser el Tank1 del
que su hermano hablaba. Maldita sea. Mo tenía razón. Tank era enorme.

—Es mejor que sea así porque no es tu aguja.

Shane quedó sin aliento cuando vio la pantalla que Merrick señaló.
No había jodida manera de que pudieran pasar eso. Morirían en cuestión de 17
segundos por intentarlo. Merrick no estaba apuntando a un cinturón de
asteroides. Estaba apuntando a un campo minado de asteroides. Enormes
pedazos de espacio esparcidos con escombros por el área, tantos y tan
juntos que Shane apenas podía ver a través de ellos. Había grandes rocas,
piedras pequeñas, y rocas que flotaban en cada dirección. ¿Cómo demonios
se suponía que fueran a salir de esto? Tenía misión suicida escrito por todas
partes.

—Estás loco —susurró Shane, pero su voz comenzó a aumentar con


cada palabra hasta que estaba casi gritando—. Vamos a morir, y acabo de
volver de entre los muertos. No quiero morir de nuevo.

—No seas ridículo —espetó Merrick cuando se dio la vuelta a Shane


y se acercó a otra consola, dándole la espalda a Shane—. No vas a morir.

1
N de T: aquí también se refiere al significado literal de la palabra que es tanque.
—¡Eso dices tú! —Tal vez no le gustaba el General tanto como
pensaba. Bueno, sí lo hacía, pero aún así... el hombre estaba loco si creía
que debían volar a través de un cinturón de asteroides. Shane había visto lo
que pasaba a las naves espaciales que hacían eso, y nunca salía bien, al
menos en las películas, no.

Shane se dejó caer en el asiento del General, furioso como el


infierno, y cruzó los brazos sobre el pecho. Sus ojos se quedaron pegados a
la pantalla mostrando el cinturón de asteroides. El corazón le latía en el
pecho mientras observaba las grandes rocas cada vez más cerca.

Miró hacia atrás, a Merrick, para ver al hombre absorto en lo que


quiera que estuviera haciendo, lo cual sólo cabreó a Shane más. El tipo no
tenía que actuar como si los temores de Shane fueran triviales. No lo eran.

Shane se acercó más, conteniendo la respiración en sus pulmones,


cuando pasaron la primera gran roca. Sus ojos se dispararon cuando sus 18
nervios terminaron apretados. No podía mirar. Se había escapado ya de la
muerte una vez. Y si ella trataba de volver a reclamarlo, no quería verla
llegando con sus oscuras uñas preparadas para arrancarle de allí.

Sus dedos se cerraron sobre el borde de la consola, los nudillos


poniéndose blancos mientras trataba de equilibrar su respiración. Había
pensado que vivir en una nave espacial sería divertido, estaría lleno de
aventuras, pero algunas de las aventuras estaban resultando ser realmente
muy peligrosas.

—Respira.

Shane levantó la vista para ver a Merrick de pie detrás de él, su voz
tan baja que Shane casi se había perdido lo que había dicho el General. No
estaba mirando a Shane, sus ojos estaban clavados en la pantalla, pero
Shane sabía lo que había oído. Merrick había venido hasta aquí para
calmarlo.
No estaba funcionando. Visiones de la nave siendo maltratada como
si fuera una pelota en un juego de ping-pong se deslizaban en su mente.
Shane tenía claustrofobia, a base de bien, y sentía como si las rocas
estuvieran cerrándose sobre él. Había sido así desde que era un niño. No
era algo que pudiera evitar. Sentarse ahí, mirando las rocas acercarse más y
más hasta que sintió cómo el aire en sus pulmones estaba siendo
estrangulado, no sirvió de nada.

Una mano aterrizó sobre el hombro de Shane mientras trataba


desesperadamente de absorber el aire que le trajera una apariencia de
comodidad. Los dedos se cerraron en torno a su hombro, dándole un ligero
apretón cuando Shane se apagó lentamente. Merrick se movió una pulgada
más cerca, su estómago presionando suavemente en el hombro de Shane,
presionando su espacio y dándole el ancla que necesitaba.

—Ya casi hemos lo hemos pasado, —gritó Tank. 19


Shane sentía el sudor rodando por su espalda mientras levantaba la
vista hacia Merrick. El hombre todavía no le había mirado, pero tampoco
se fue del lado de Shane. Tal vez él no fuera un gran imbécil después de
todo. Estaba allí cuando más importaba a Shane.

Cuando la nave se sacudió un poco, la mano de Shane voló,


agarrando a Merrick. El hombre no trató de alejarse. Shane sabía que no era
una declaración de amor eterno, pero le hizo a Shane ver a Merrick con una
luz completamente nueva.

—Y ya está despejado —gritó Tank.

Merrick abandonó su lado con tanta rapidez, que se llevó la calidez


que Shane había sentido con él. Aclarándose la garganta, Shane rezó para
que nadie hubiera visto cómo había reaccionado al cinturón de asteroides.
Mirando a su alrededor, vio a Mo mirarlo, escudriñando sus movimientos.
Shane hizo un gesto de asentimiento para decir a Mo que estaba bien
y luego se volvió hacia la pantalla para no ver otra cosa que el negro
aterciopelado telón de fondo del espacio exterior y las estrellas.

Lo habían conseguido.

—Muy bien hecho —dijo Merrick.

Shane no estaba seguro de si el General estaba hablando con él o con


Tank.

—Tiene locas habilidades —dijo Zackary cuando lanzó una sonrisa a


Tank. Tank se echó a reír cuando se inclinó y besó un lado de la cara de
Zackary, justo donde una larga cicatriz corría desde la sien hasta la
mandíbula. Shane rápidamente miró hacia otro lado. Podía sentir su cara
acalorarse al presenciar este momento íntimo.

—Bueno, si no perteneces al puente, lárgate —dijo Remy alto 20


cuando se puso de pie—. Necesitamos averiguar dónde estamos y trazar un
nuevo curso.

Shane se levantó y se alejó, sintiendo una opresión en el pecho por


Merrick. El hombre era fuerte, dominante, e hizo que todas las células del
cuerpo de Shane clamaran por estar en los brazos del hombre. Sabía que no
iba a pasar, así que ¿por qué quedarse?

Corriendo desde el puente, Shane oyó la distinguida voz de Merrick


sobre los demás, cuando las puertas se cerraron. Estuvo a punto de gemir
cuando el sonido le invadió.

Maldita sea.
Livewire leía la consola en su mano mientras caminaba por el
pasillo. Necesitaban recargar las pilas pronto, y también necesitaban
comprar más suministros. La tripulación estaba agotando una gran cantidad
de cosas, y alguien iba a lanzar un ataque si se les acababa el papel del
baño.

—¿Qué estás haciendo? —preguntó Pax cuando se apresuró a


alcanzar a Livewire.

—Leyendo pornografía. —Livewire se encogió de hombros—. ¿Y


tu?

Pax quedó asombrado con Livewire y entonces se rió. —No, no es


verdad.

Podría haber sido. El Señor sabía que él e Imlay se habían metido en


algo de sexo salvaje y loco desde que su compañero se aflojó el cinturón de 21
castidad. El médico era muy creativo. A veces Livewire no pensaba que
fuera a ser capaz de mantenerse al día con el hombre. Pero, maldita sea, si
no era divertido intentarlo. —¿Quieres pasar el rato conmigo o solo es que
estás aburrido?

—Ambos —dijo Pax—. Gigi está fuera en alguna parte, y todos los
demás ocupados. No tengo nada que hacer. —Suspiró Pax.

Livewire se rió. —Siempre podemos ir a robar un pedazo de pastel.


—Livewire nunca olvidaría la primera conversación que tuvo con Pax. Fue
la cosa más loca que jamás había hablado. Pero Pax había necesitado que lo
animaran, y ¿qué mejor manera que una conversación loca?

—Acepto la apuesta —dijo Pax cuando dio una palmada con sus
manos y luego las frotó de un lado al otro.
—Primero tengo que ver a Remy, sin embargo. —Livewire se dirigió
al puente, buscando al Comandante. Encontró al shifter de lobo en su silla,
mirando al General. Otro día feliz en la Lady Blue.

—Necesitamos suministros, y las pilas necesitan recargarse, —dijo


Livewire, mientras le entregaba a Remy la consola—. Un poco de tiempo
en un planeta no estaría mal tampoco.

Remy hizo una mueca cuando empezó a ir sobre la lista que Livewire
había hecho. —Tiempo de inactividad no es algo que podamos tener en
este momento, Livewire, pero voy a ver qué puedo hacer al respecto de esta
lista.

—¿Qué tal una fiesta, entonces? —Livewire se encogió de


hombros—. Incluso me conformaría con una película por la noche. Ha
pasado un tiempo.
22
Rémy sonrió. —Esa es realmente una muy buena idea. Creo que
todos podríamos aprovechar una noche de cine. ¿Por qué no metes a Gigi y
a Pax en eso? Estoy seguro de que podría preparar algo adecuado.

—Lo haré —dijo Livewire, cuando se dirigía hacia la puerta. Hizo


una pausa para señalar con el dedo la consola en las manos de Remy—.
Pero hablo en serio acerca de los suministros, Remy. Si no recargamos las
pilas, tal vez no podremos hacerlo en nuestro próximo lío. Y no voy a tener
a nuestra señora yendo a una fiesta sin un vestido nuevo.

Merrick oyó reír a Remy cuando Livewire salió disparado desde el


puente. Negó con la cabeza, tratando de averiguar cómo Remington Vystal
alguna vez había llegado al grado de Comandante.
Había total insubordinación en esta nave. La tripulación estaba
demasiado familiarizada con el Comandante. Y la falta de respeto era
asombrosa.

La estructura de mando apestaba. La mitad del tiempo, Merrick no


sabía quién estaba haciendo qué. Las parejas parecían ir y venir, cuando
estaban complacidos, incluso durante la batalla. Y por lo que podía decir,
aparte de Remy y el médico, ni una sola persona tenía un trabajo
específico. Era una casa de locos.

¿Y quién ha oído hablar de una noche de cine a bordo de una nave?


Estaban a la maldita fuga. Necesitaban seguir huyendo, no planear una
fiesta. Merrick podía sentir su ira crecer con cada nuevo pensamiento que
entraba en su cabeza. Sabía que no era más que un invitado en esta nave,
pero ¿en serio? ¿Podría ser este lugar más loco?

—Tank, traza una ruta para Nebular Nueve —dijo Remy—. 23


Livewire tiene una lista de materiales que necesitamos recoger.

¡Eso era! Merrick se dio la vuelta y miró a través del puente a Remy.
—¿Estás loco? Nos persiguen. No tenemos ningún negocio que terminar en
cualquier lugar. —Merrick quería gruñir cuando Remy simplemente le
arqueó una ceja. La falta de respeto del hombre por su rango hizo que la ira
comenzara a arder en el interior de Merrick. ¡Era un General! Se ganó su
rango. Se ganó el respeto. ¡Se ganó el maldito derecho de arrojar a Remy al
calabozo en su propia nave!

»¡Maldita sea, Comandante! —Espetó Merrick—. Nosotros...


—No recuerdo solicitar tu permiso, General. —Remy estaba de pie,
cruzando los brazos sobre el pecho—. E incluso si hubiera necesitado el
permiso de alguien, que no, tú no serías al que se lo pidiera. Consultaría a
Gigi antes de consultarte a ti.

—¡Gigi! —Farfulló Merrick—. ¡Es sólo un cocinero!


—Cierto. —Asintió Remy—. Pero ha estado huyendo con nosotros
desde que esta completa tormenta de mierda empezó. Él sabe más sobre lo
que está pasando por aquí que tú. Sabe dónde podamos parar con seguridad
y dónde no. A quién hay que evitar y quienes son amigos.

Merrick sintió su piel levantarse cuando Remy lo miró de arriba


abajo. Era una mirada despectiva, totalmente carente de cualquier respeto.
La espalda de Merrick se puso rígida cuando se puso de pie en toda su
estatura. Nadie tenía el derecho a hacerle sentirse como si fuera menos de
lo que era. Nadie.

Había luchado muy duro para llegar al rango de General para tener a
un Comandante mirarle por encima del hombro. Él era el hombre más
joven nombrado General, y eso no había resultado fácil. Sus manos se
morían de ganas de extenderlas y ahogar la mierda de Remy.

»Tú, General, no sabes una mierda. 24


Merrick se quedó mirando a Remy por otro largo momento con una
mirada completamente airada y luego salió enfurecido del puente. No sabía
hacia dónde se dirigía, pero era suficiente con tal de estar lejos del
Comandante Remington Vystal.
Capítulo 3
Shane localizó a Merrick saliendo furioso del puente, con el rostro
tenso, y con ira. Suspiró profundamente y siguió detrás del General. A
veces, no entendía a estos tipos futuristas. Rémy parecía obtener algún tipo
de profundo placer en meterse con el General. Y el General parecía esperar
que todos saltaran a cada palabra suya. Allá en la Tierra, en su tiempo, los
hombres de las fuerzas armadas generalmente no hacían de conocimiento
público su descontento con otros. No se veía con buenos ojos, al igual que
se desaprobaba ir a la cárcel y formar un consejo de guerra.

Shane estaba sumamente contento de nacer y crecer en la Antigua


25
Tierra, y eso era la cosa más extraña que se hubía dicho alguna vez a sí
mismo, pensó. Había pasado la mayor parte de su vida queriendo ser de
otro lugar, de otra época. Y allí estaba él, agradecido de venir desde su
tiempo.

Figúrate.

Shane entró en la habitación en que Merrick había entrado, dispuesto


a decirle al hombre las cuatro verdades, hasta que vio la visión. Su boca se
abrió. —Oh jodido Dios, —susurró Shane mientras miraba las enormes
ventanas en el lado opuesto de la habitación—. ¿Es eso real?

—Lo es —dijo Merrick sin apartarse de la ventana por la que estaba


mirando. Sus manos estaban juntas casualmente detrás de la espalda, pero
toda su atención parecía estar a la vista.
Shane no podía culparlo. La vista era fantástica. Shane no había visto
nada igual, ni siquiera en sus películas de ciencia ficción. Los planetas
flotaban más allá de ellos, las estrellas y las nubes de gas, asteroides y
desechos espaciales. Parecía irreal.

»Es hermoso, ¿no?


Shane apartó la mirada del universo antes que él y miró sobre el
General. Si había algo por aquí que fuera hermoso, era el General. Shane
no creía que ahora fuera el momento de hablar de ello.

—Lo es.

—Tengo una cubierta de observación en mi nave insignia. Tiene


ventanas en todos los lados. Me gusta ir allí arriba y sólo mirar las estrellas.
Me calma.

Shane podría pensar en algunas otras cosas que calmarían al General,


26
al igual que sus labios alrededor de la polla del hombre. Pero, de nuevo,
este no era el momento de hablar de ellos. Por otro lado, no estaba seguro
de cuánto tiempo podría mantenerse en silencio. El General estaba
volviéndolo loco.

—Puedo ver eso. —A Shane le encantaba mirar las estrellas, pero no


estaba seguro de verlas del mismo modo que el General—. No se llega a
ver este tipo de cosas desde la Tierra. Oh, por supuesto, hay fotos y otras
cosas, pero nada como esto, no hay nada cerca.

—¿Echas de menos la Tierra?

—Sí y no. Habría echado de menos a mi hermano. Y echo de menos


un servicio de comida a domicilio. Pero...

—Disculpa, ¿un servicio de comida a domicilio?


Shane se echó a reír al ver la mirada confusa en la cara del General.
—Es lo que yo llamo los lugares de reparto.

—Oh. —El General frunció los labios, asintiendo—. ¿Qué reparten?

Las cejas de Shane se alzaron. —¿Nunca has recibido una entrega?


¿Cómo alimentos entregados?

—Oh, por supuesto, mis comidas a menudo son llevadas a mi


habitación.

—La pizza es mi favorita. Me podría comer un montón de ella.

—¿Pizza? —El General se volvió para mirar confundido.

—Es una base de masa. —Shane hizo un círculo con la mano—.


Pones salsa sobre ella, queso, carne y veces verduras si te gustan. Y
cocínala en el horno hasta que la masa se haga y el queso se derrita. 27
—No creo que jamás haya probado tu pizza.

—¿No me digas? —Shane pensaba que todo el mundo había tomado


pizza. Era como el alimento universal—. La haré para ti en algún momento.
Te va a encantar. No hay nada mejor que la pizza y la cerveza mientras ves
una buena película.

Shane dio un paso atrás cuando el rostro de Merrick, de repente se


oscureció y la sonrisa en sus labios se volvió una profunda mueca. —¿He
dicho algo malo?

—No, por supuesto que no. —Merrick se volvió de nuevo a mirar


por la ventana—. Simplemente no creo que ahora sea el momento para una
película.

—¿Por qué no? —Shane estaba curioso, lo que usualmente estaba y


lo que usualmente le metía en algún tipo de problemas—.
Pensaría que ahora sería el momento perfecto para una película.
Quiero decir, es cierto, entiendo que alguien tiene que dirigir la nave y
todo, pero no todo el mundo lo hace. Y después de ser disparado y morir,
ser lanzado a través de un agujero de gusano, ser perseguido y casi morir de
nuevo, esta vez en un cinturón de asteroides, yo diría que una película es la
cosa perfecta para sacar de mi mente estas cosas, aunque sólo sea por un
par de horas.

—Estamos siendo perseguidos, Shane.

—Exactamente.

—Tenemos que mantener nuestras mentes en la misión.

—¿Qué misión? —Shane extendió los brazos ampliamente—.


Exactamente ¿de qué misión estás hablando? porque sé que es un hecho
que yo no estoy en una misión. 28
—Eso es porque eres un civil.

La frialdad de la voz de Merrick sacudió a Shane. De repente, se


preguntaba cómo podía haber pensado alguna vez que el General fuera
cálido. Estaba claro que no lo era.

—Puede que sea un civil, pero incluso yo puedo decir que la gente
necesita un descanso, aunque sea por un par de horas.

—No voy a discutir el protocolo con un civil.

—Que te jodan, General. —Shane estaba tan furioso que apenas


podía ver correctamente. Dio media vuelta y salió furioso de la cubierta de
observación. Quería llegar lo más lejos posible del General, tanto como
pudiera. El hombre era un asno.
Shane gritó cuando fue agarrado de repente y dado la vuelta, y luego
estrellado contra una pared. Sus ojos redondos, cuando vio la rabia
oscureciendo la cara de Merrick. »Merrick, qué...

—Puedo haber aceptado la conversación irrespetuosa del


Comandante porque se trata de su nave, pero me niego a aceptarla de ti.

Shane apretó los dientes. —¿Qué vas a hacer al respecto?

Un bajo murmullo comenzó a vibrar en el pecho de Merrick. Los


labios del hombre comenzaron a curvarse hacia arriba y de repente se
estrellaron abajo en los de Shane. Todo el aire que había estado en los
pulmones de Shane era todo lo que tenía para seguir cuando Merrick
devastó sus labios, enviando llamas de deseo a través de su cuerpo.

Shane no estaba seguro de si debía empujar al hombre fuera de él o


tirarlo más cerca. Nunca había sido besado tan agresivamente antes y eso 29
hizo que su polla se engrosara y se levantara en cuestión de segundos. Los
labios de Merrick eran cálidos y suaves, sus dedos sostenían a Shane
firmemente en su lugar. Cuando Merrick profundizó el beso, Shane juró
que vio las estrellas dentro de la habitación así como también fuera de la
nave.

Merrick levantó la cabeza, los ojos fijos en los de Shane cuando sus
dedos poco a poco disminuyeron su férreo control. Shane tragó duro
cuando sus ojos se movieron de los labios a los ojos de Merrick. Contuvo el
aliento, esperando ver lo que el General iba a hacer a continuación.

Cuando el hombre no dijo nada, Shane se aclaró la garganta. —


Gracias. —No tenía idea de qué carajo estaba agradeciendo a Merrick, pero
las células de su cerebro estaban disparando por todo el lugar y Shane
podía hilar apenas dos pensamientos juntos.

—¿Por?
Shane sonrió mientras miraba a la cara de asombro del General. —
Por hacerme callar. —Lamiéndose los labios, Shane estaba a cinco
segundos de distancia de rogar otro beso. Pero en cambio, su cerebro se fue
derecho a interceptarle—. ¿Te gustaría ir a cenar y ver una película
conmigo?

Merrick se quedó allí, haciendo su mejor esfuerzo para leer las


emociones de Shane. Estaba en el único lugar donde no tenía que mantener
la guardia alta cada segundo, su cuarto. La cubierta de observación había
sido siempre su lugar de consuelo, pero la Lady Blue no tenía una. Se tuvo
que conformar con mirar por las ventanas de su habitación. Funcionaría por
el momento.
30
Merrick se preguntaba si su vida iba alguna vez a ser normal de
nuevo. El padre de Remy estuvo a punto de tenderle una trampa, y a la
tripulación de la Lady Blue. Había soldados buscándoles, dispuestos a
arrestarlos nada mas verlos, y su compañero se encontraba a bordo
también.

Este era un jodido desastre del culo.

Un agravado rugido retumbó en su garganta ante la idea de que


Shane estuviera herido en esta guerra entre la Fuerza de Elite y la Lady
Blue. El hombre parecía muy dispuesto a agradar, tan inocente que la
protección de Merrick se alzó a la vanguardia.

—Yo sólo te dije que era una mala idea, Shane.

—Sin embargo, la cena y la película es esta noche.


—Soy consciente de eso.

—Solo me estaba preguntando... —Shane pasó la mano por la parte


posterior de su cuello, las mejillas rosadas—. Si, ¿tal vez, podrías querer
sentarte conmigo? —Shane tomó un paso atrás, como si supiera que el
rechazo de Merrick iba a venir y fuera una entidad visible que golpearía a
Shane, si se quedaba de pie demasiado cerca.

Merrick suspiró. Su atracción por Shane era cada vez más fuerte, la
necesidad de acoplarse, arañando sus entrañas, pero si alguien se enteraba
de quién era Merrick en realidad, lo matarían en el acto. Era una
oportunidad que Merrick no estaba dispuesto a tomar, pero decirle algo a
Shane era cada vez más y más difícil.

—¿Y en qué consiste esta cena y la película?

Shane miró a Merrick confundido. —Una cena y una película, 31


Merrick.

Merrick escondió la sonrisa, asegurándose de que Shane no la viera.


—Quiero decir, ¿qué vamos a comer y ver?

Shane movió los pies, pareciendo un poco perdido. —No estoy


seguro. Pero Gigi está cocinando, y Remy está sacando nombres de un
sombrero para ver quién va a elegir la película.

Merrick se sintió una vez más erizado por la falta de rango alrededor
de la nave. No había manera de que todos debieran tener voz y voto. Era lo
que el Comandante dijera, y eso era definitivo. No estaba acostumbrado al
tratamiento de igualdad a bordo de una nave. Era algo inaudito.

A pesar de que Merrick pudo ver la esperanza en los ojos color


avellana de Shane, simplemente no podía permitirle. No sería seguro para
cualquiera de ellos.

—Voy a pasar.
La esperanza en los ojos de Shane se atenuó, haciendo que el color
de su iris disminuyera cuando asintió y se volvió para alejarse.

»Shane —llamó Merrick, preguntándose por qué infierno estaba


llamando al hombre de regreso a él. Acoplarse a Shane era demasiado
arriesgado, y la vida de Merrick estaría en peligro si su verdadera forma
fuera revelada. Shane lo estaría, también, si alguna vez alguien descubriera
el vínculo entre ellos.

Sin embargo, la necesidad de consolar y cuidar a su compañero, era


como una bomba de relojería colocada en el pecho que sentía como que iba
a estallar cuanto más tiempo estuviera en torno al humano. Puede que
tuviera que mostrar a todos los demás que era rudo, un General sin
tonterías, pero ¿podría demostrar a Shane sólo un poco de quién realmente
era?

—¿Sí? —Shane preguntó cuando se dio la vuelta, el dolor irradiando 32


no sólo en sus ojos, sino por todos los malditos poros en su cuerpo. Merrick
apretó los dientes para no alcanzar la mano y agarrar a Shane y tirar del
humano a sus brazos.

—Iré.

Una sonrisa iluminó el rostro de Shane, y la polla de Merrick se


sacudió a la vista más maravillosa que jamás había visto. Y era aún más
hermosa que las estrellas donde encontraba consuelo. Merrick mantuvo sus
facciones estudiadas, sin mostrar que el pensamiento le complacía también.
»Si no hay nada más, me gustaría volver a mi observación de estrellas.
Shane sacudió la cabeza, rompiendo la emoción y la chispa a su
alrededor. —No, eso era todo. ¿A las siete?
—Siete. —Confirmó Merrick mientras se daba la vuelta y le dio a
Shane la espalda. No estaba seguro de si había perdido o no la razón. Tal
vez estar cerca de estos renegados le estaba devorando sus células
cerebrales. Ninguno estaba siguiendo ningún tipo de protocolo, y el lugar
parecía más de soldados novatos corriendo por ahí que hombres
profesionales dirigiendo una nave.

Pero Merrick no podía negar que la idea de pasar un poco más


tiempo con Shane le proporcionó una pequeña emoción. Sólo tenía que
asegurarse de no demostrarlo. Merrick dejó salir un aliento, preguntándose
si iba a sobrevivir a esta cena y película sano y salvo.

33
Shane estaba rebotando y lo sabía, pero sólo no era capaz de bajar de
la nube en la que estaba flotando. Merrick había acordado cenar y ver una
película. Infierno, Merrick le había besado. Esto justo era lo suficiente para
dejarte alucinado.

¡Merrick le había dado un beso, maldita sea!

Shane quería gritarlo a los cuatro vientos. Pero también quería


mantenerlo para sí mismo como un secreto, el único que lo sabía. Bueno, él
y Merrick, y estaba absolutamente seguro de que Merrick se pondría
furioso si Shane dijera algo a alguien. Lo que trajo de vuelta a Shane que
mantuviera el beso en secreto.

Shane suspiró profundamente mientras empujaba a través de las


puertas que llevaban al comedor. Suponía que mantener el beso en secreto
no sería tan malo. Al menos había conseguido uno. Eso era algo.
Ahora, él sólo tenía que encontrar la manera de conseguir otro,
porque maldita sea, Merrick sabía cómo besar. Shane no era exactamente el
soltero más cotizado del mundo. Su vida sexual era muy deficiente, pero
había experimentado su cuota de besos antes. Sólo que no recordaba que
cualquiera de ellos fuera tan intenso como el que había recibido del
General.

Shane empujó sus pensamientos a la parte posterior de su mente y los


bloqueó cuando escuchó voces que venían de la cocina. Se sintió acelerado
cuando se acercó y se asomó por la puerta para ver a Gigi y a Pax en el
interior, haciendo... algo.

Era verde y parecía viscoso.

Shane no quería preguntar.

—Hey —dijo mientras caminaba dentro—. ¿Alguno de vosotros 34


sabe cómo hacer pizza?

Gigi parpadeó. —¿Pizza? —preguntó como si nunca hubiera oído la


palabra antes.

Pax se quedó mirando.

»¿Qué es pizza? —Preguntó Gigi.


Shane sonrió. —Déjame enseñarte. Voy a necesitar masa, salsa de
tomate, queso, algunas verduras y carne.

—¿Masa?

—Sí, algo así como la masa del pan o la pasta de galletas


funcionaría. —Shane frunció el ceño mientras miraba alrededor de la gran
y ultra-futurista cocina—. ¿Tienes algunas hojas de galletas?
—¿Hojas de galletas? —Pax echó un vistazo más sobre Gigi—. ¿Tus
galletas vienen en hojas?

Shane se echó a reír. —Bueno, puede, pero en realidad estoy


hablando de una hoja de metal plana que puedas meter en el horno para
cocinar las cosas. —Shane frunció el ceño cuando un repentino
pensamiento vino a él—. Todos tenéis hornos aquí en el futuro, ¿verdad?

—Oh sí, tenemos dos. —Señaló Gigi a los hornos plateados contra la
pared del fondo.

Shane se frotó las manos y sonrió. —Perfecto. Ahora sólo necesito la


pasta para empezar.

Una vez que Shane tuvo la masa lista, y extendida, decoró la pizza
con ingredientes que sabía que a todo el mundo le encantarían.
Simplemente no podía creer que no tuvieran pizza aquí en el futuro. ¿Qué 35
demonios pasó con ella?

Deslizó la pizza en el horno y luego se sacudió las manos,


sintiéndose satisfecho como el infierno consigo mismo. Sólo espera. A
Merrick le va a encantar. O tal vez no lo haría. Había algunas personas que
no les gustaba la pizza, pero Shane ni siquiera iba a ir por ese camino.

—¿Eso es todo? —Preguntó Pax mientras miraba a la pequeña


ventana del horno—. ¿Es sólo pan y un montón de cosas arrojadas en la
parte superior?

—Eso es todo —dijo Shane al ver a Gigi reunir las bebidas en una
bandeja—. Ahora tenemos que dejarlo al horno hasta que la masa se haga.

—Eso parece bastante simple —dijo Pax cuando siguió mirando el


horno.
Shane se echó a reír al sentir mariposas en su estómago agitarse
alrededor. Eran casi las siete, y estaría sentado junto a Merrick durante una
película entera. ¿Y si alguien elegía un romance? ¿Podría sentarse al lado
de Merrick y no pedir al hombre delante de todo el mundo otro conjunto de
sus besos ardientes?

—¿Por qué estás sudando? —Preguntó Gigi cuando miró a Shane.

—Por ninguna razón, —respondió Shane rápidamente cuando


caminó hacia el horno y lejos de los ojos observadores de Gigi. Estaba
reventando por decir algo acerca del más caliente beso que había recibido,
pero no creía que le sentara bien a Merrick. El hombre era demasiado
reservado y demasiado orgulloso para admitir nunca que sentía algo por
Shane.

Shane sólo rezaba para que el hombre tuviera sentimientos por él.
36
—Voy a llevar las bebidas a la sala multimedia. Trae la pizza cuando
se haga.

Shane le dio a Gigi un pulgar arriba mientras se apoyaba en el


mostrador de cromo. Se quedó allí imaginando lo que sería tener a Merrick
tomándole de mil maneras diferentes, Shane pidiendo al hombre que le
jodiera. Su polla palpitaba en sus pantalones con cada fantasía que llenaba
su mente.

Necesitaba tanto echar un polvo.

—¿La pizza siempre te pone tan excitado? —preguntó Pax.

Shane fue arrancado de sus fantasías cuando miró a Pax, quien estaba
mirando fijamente abajo, en su ingle. Shane podía sentir todo su cuerpo
ruborizarse de vergüenza por haber sido sorprendido con una erección sin
razón aparente. Estaban él y Pax en la cocina. Esto sería muy difícil de
explicar.
—Es tan buena. —Shane lo enfrentó cuando se volvió, ocultando su
erección de la vista. Maldita sea, si estaba así de duro pensando en el
hombre, estaba en serios problemas a la hora de ver la película.

Shane cogió la pizza del horno, con cuidado cortándola en trozos, y a


continuación, llevó la bandeja a la sala multimedia donde todo el mundo
estaba sentado.

—Y el ganador es... —dijo Remy cuando llegó al sombrero y tiró


hacia atrás el brazo—. El General. —No había duda de la queja cuando
Remy se sentó junto a Gigi.

Los ojos de Shane dispararon sobre Merrick para ver al hombre


sentado allí confundido. Rápidamente tomó asiento junto a Merrick y le dio
un codazo al hombre. Merrick se volvió hacia él con un pequeño brillo de
confusión todavía en sus ojos.
37
—¿Quieres que elija yo por ti? —Preguntó Shane.

Esto pareció sacar a Merrick de su estado de shock. —Puedo


arreglármelas para buscar una maldita película, —le espetó mientras se
levantaba. Shane estaba un poco afectado por el tono del hombre, pero no
dijo nada. Merrick se acercó al centro multimedia y se quedó allí durante lo
que pareció una eternidad.

—Vamos. No es tan difícil —se quejó Tank mientras agarraba una


rebanada de pizza.

—Sólo elige una —se quejó Blade.

—Es difícil hacer una elección cuando no hay nada aquí que
reconozca, —dijo Merrick rígidamente cuando extendió la mano y agarró
una—. Aquí.
Shane sonrió. Al menos, el hombre no estaba teniendo un ataque por
ver la película. Le dio puntos a Merrick por eso. Tan pesado como Merrick
era, el hombre estaba mostrando algún tipo de esfuerzo.

—¿En serio? —preguntó Pax cuando cogió el pequeño disco de


Merrick y miró la cubierta.

—No te puedes quejar cuando yo soy el que elige —Merrick le


recordó, ganando un gruñido del compañero de Pax, Colt.

—Está bien —dijo Pax mientras deslizaba el disco en la pared.

Shane sintió sus manos comenzar a sudar profusamente cuando


Merrick se volvió a sentar a su lado. ¿Se suponía que iba a abrazar al
hombre a su lado como todo el mundo estaba haciendo con sus parejas? ¿O
se suponía que debía sentarse allí y actuar como si ese beso increíble nunca
hubiera sucedido? Shane estaba confundido como el infierno. 38
Bueno, no estaba confundido acerca de lo que él quería hacer, pero
no quería hacer que Merrick se incomodara más de lo que ya estaba. Sabía
que la paciencia del General estaba muy al limite sólo por venir a una
noche de cine.

—Esto es muy, muy bueno —dijo Gigi, mientras tomaba un trozo de


pizza y le daba un mordisco.

Shane sonrió con orgullo cuando la pizza desapareció rápidamente.


Merrick se acercó y cogió un trozo, olfateando y luego tomando el más
pequeño de los mordiscos. Shane casi extendió su brazo en el aire y gritó
cuando los ojos de Merrick se abrieron y tomó otro bocado, y luego otro.

¡Éxito!

—¿Un romance? —Remy gruñó la pregunta—. ¿El jodido General


eligió un romance?
Shane quería llegar y golpear a Remy. No le gustaba que nadie se
burlara de Merrick. —Me gustan los romances, —defendió Shane a
Merrick. Realmente no los veía, pero admitiría la mentira, si eso
significaba dejar en paz a Merrick.

Remy lanzó una mirada hacia Shane y luego de vuelta a Merrick, una
mirada de complicidad apareciendo en sus ojos. Su rostro se agrió, pero no
dijo nada más.

—¿Desde cuándo te gustan los romances? —preguntó Mo cuando


Mykel abrazó más cerca al hermano de Shane. Lanzó una mirada
enfurecida a Mo. Su hermano ladeó la cabeza, las cejas juntándose, y luego
miró por encima de Merrick.

¿Estaba cada jodido cuerpo tratando de adivinar la atracción que


tenía hacia el General? Caray, era difícil guardar un maldito secreto por
aquí. 39
Shane ignoró a su hermano cuando se deslizó una pulgada más cerca,
tratando de obtener alguna parte de su cuerpo para tocar alguna parte del de
Merrick. En este punto, no le importaba si se trataba de sus muslos.

Alguien bajó las luces de la sala, y la película comenzó en la gran


pantalla. Shane miró a su alrededor y se dio cuenta de que todas las parejas
se abrazaban entre sí y sintió un silbido en su corazón y todo lo que pudo
hacer fue rozar su muslo contra el de Merrick. Tendría que ser suficiente
por ahora.

Mientras la película avanzaba, Shane se encontró a sí mismo


acercándose más y más cerca de Merrick hasta que podía sentir cada
movimiento que el hombre hacía.
Y mientras que Merrick no se había reído abiertamente al igual que
otros lo hicieron en la parte divertida de la película, su pecho retumbó con
una profunda sonrisa en más de una ocasión. Incluso empezó a relajarse y
echarse hacia atrás en los cojines del sofá, y tal vez sólo un poco hacia
Shane.

Cuando la película llegó a su fin y las luces volvieron a encenderse,


Shane casi quería aullar en protesta. Podía sentir a Merrick rígido, el
abismo creciendo entre ellos cuando el hombre se alejó y una vez más se
convirtió en el General inflexible de la Fuerza de Élite. Era casi como si
Merrick se pusiera el manto de General para protegerse a sí mismo.

Shane parpadeó conmocionado, cuando la bombilla proverbial se


apagó de su cabeza. Merrick hizo uso de su rango como escudo contra el
resto del mundo. Shane tenía demasiado miedo de mirar a Merrick,
demasiado miedo de que sus emociones se mostraran en su cara con su 40
repentino descubrimiento. Shane nunca había sido el mejor en enmascarar
sus sentimientos. Si Merrick lo miraba, el hombre sabría exactamente lo
que acababa Shane de descubrir. Y Shane no tenía ninguna duda de que
arruinaría cualquier oportunidad que tuviera con el hombre.

Shane se puso en pie y cogió las bandejas de pizza. Necesitaba unos


minutos para recobrar la compostura antes de mirar al General de nuevo. —
Llevaré esto a la cocina y lo limpiaré.

—Oh, no te preocupes por eso, Shane —dijo Gigi, agitando una


desdeñosa mano a Shane—. Podemos llevarlas por la mañana.

—Obviamente, nunca has limpiado antes moldes para pizzas.

Y Shane no iba a tomar su excusa para escapar salida de debajo de


él.
Capítulo 4
Merrick frunció el ceño cuando vio a Shane prácticamente correr
desde la sala multimedia. El hombre parecía molesto. Su cuerpo estaba
tenso, y estaba evitando el contacto visual. Incluso Merrick podía ver eso.
Y sabía que todo el mundo podía verlo cuando se volvieron para mirarle.

Merrick se negó a sentarse allí y dejó de culparse de algo que no


hizo, sobre todo cuando no entendía exactamente qué había pasado. Se
puso en pie y salió de la sala multimedia sin decir una palabra a nadie, con
la cabeza bien alta.

En el segundo que estuvo fuera de la vista de la sala multimedia,


Merrick se desplomó contra la pared. Se pasó la mano por la cara, más
41
alucinado de lo que recordaba haber estado en un tiempo muy largo.
Necesitaba salir de esta maldita nave antes de que realmente perdiera el
juicio.

Había demasiado en juego. Sabía que si se quedaba, podría perder


más que su carrera o su vida. Podría perder a Shane. Merrick podría
fácilmente verse a sí mismo dando todo por su compañero, y eso lo asustó
más que el pensamiento de tener un consejo de guerra.

—Oye, ¿estás bien?

Merrick echó un vistazo para ver a Shane de pie a pocos pasos de


distancia de él. Maldita sea, ni siquiera le había oído caminar. Estaba
realmente volviéndose loco. —Sí, estoy bien.

—¿Quieres ir a ver las estrellas?


Merrick casi gimió con el entusiasmo en los ojos de Shane. —Shane,
yo...

—¿Por favor, Merrick?

Merrick sabía que estar a solas con su compañero era un gran error,
pero se encontró asintiendo de todos modos. La amplia y alegre sonrisa que
cruzaba la cara de Shane lanzó todas sus protestas por la ventana. Era sólo
observar las estrellas. ¿Qué daño podía hacer?

—¿Qué se siente ser un General? —Shane preguntó mientras


caminaban por el pasillo hacia el cuarto del General—. ¿Te gusta?

—Me gusta la sencillez de ello, la rutina. —Disfrutaba no tener un


caos total en torno a él. A diferencia de lo que había actualmente viviendo a
bordo de la Lady Blue—. El servicio aporta estructura. Todo el mundo sabe
lo que se espera de ellos, cuáles son las normas. 42
Shane se echó a reír. —Creo que te llevarías bien con Mykel. Le
encantan las normas.

Merrick juntó las manos detrás de su espalda mientras caminaba


junto a Shane. Realmente quería que Shane entendiera lo importante que
esto era para él. —Las normas son esenciales, Shane. Nos impiden vivir en
una sociedad regida por el caos.

—Las normas también están hechas para romperse.

—No estoy de acuerdo.

—Bueno. —Shane se encogió de hombros—. Tú opinión es


bienvenida.

—Shane, necesitas entender que sin orden, estamos perdidos.


—Lo entiendo, Merrick, y no estoy diciendo que estés equivocado.
Pero cuando no todos siguen el mismo conjunto de normas, ¿cómo puedes
tener orden? Si todo el mundo siguiera las normas, no habría ninguna razón
para que estuvieras en esta nave. Tú seguiste las normas, y mira dónde
llegaste. Alguien está tratando de matarte, y te encuentras a la fuga. Eso no
suena muy ordenado para mí.

Merrick podía sentir su nivel de frustración aumentar, sobre todo


porque Shane tenía razón y no quería que la tuviera. Merrick había seguido
las normas durante toda su vida, en detrimento de cualquier tipo de vida
personal que pudiera haber tenido, y ¿dónde le había llevado eso? Shane
tenía absolutamente la razón. Alguien estaba tratando de matarlo y estaba a
la fuga.

»¿Siempre quisiste ser un General?


—¿Qué? —Merrick miró a Shane, confundido por la pregunta hasta 43
que se dio cuenta de que se había desvanecido en sus propios
pensamientos.

—¿Siempre quisiste ser un General?

Merrick no pudo evitar la sonrisa que se apoderó de sus labios


cuando él y Shane entraron en su cuarto. Caminó hacia las ventanas y
comenzó a mirar fuera, a las estrellas. —No. Lo creas o no, una vez quise
ser un pirata del espacio. Iba a volar a través de las estrellas y vivir con mis
propias normas.

—¿Qué pasó?

El miedo se disparó por todo Merrick. No podía decir a Shane por


qué había renunciado a su sueño y se unió a la Fuerza de Élite. Sólo le
llevaría a preguntas que no estaba dispuesto a responder. —No importa.
Era sólo un sueño. —La suave risa de Shane sorprendió a Merrick. Se dio
la vuelta y miró al hombre—. ¿Encuentras esto divertido?
—Créeme cuando te digo que los sueños se hacen realidad. —Shane
agitó la mano hacia las estrellas que brillaban intensamente—. Yo estando
en una nave espacial y volando a través de las estrellas es un perfecto
ejemplo. Lo único que tenía que esperar con ilusión de vuelta a casa era
morir en un tiroteo desde un coche.

Merrick no podía reprimir el gruñido instantáneo que salió de su


garganta ante la mención de Shane muriendo. No importaba nada cómo se
sintiera acerca de su acoplamiento, Shane seguía siendo su pareja. Merrick
tenía que creer que no le importaba lo que pasó, Shane estaría ahí fuera en
el mundo en algún lugar, vivo y sano, preferentemente feliz.

—No vamos a discutir eso de nuevo. ¡No estás muerto!

Shane parpadeó, con la sorpresa en su rostro. Merrick se dio cuenta


que había gruñido sus palabras y abrió la boca para disculparse, pero Shane
habló primero. 44
—Sí, señor.

El instantáneo disparo de lujuria que ardió a través de Merrick en


esas palabras le dejaron atónito. No recordaba haber sentido tanto placer en
dos simples palabras. La sangre drenó la cabeza de Merrick a su polla
hinchada tan rápido que estaba ligeramente mareado.

Había oído esas dos palabras durante toda su carrera, y nunca le


afectaron de esta manera. Pero, escuchar a Shane decirlas, de alguna
manera se convirtió en una especie de interruptor en el interior de Merrick,
y casi... casi le rogó escucharlas de nuevo. Shane se quedó mirándole, sin
darse cuenta de cuán excitado Merrick estaba en realidad.

»Son preciosos —susurró Shane mientras miraba a Merrick.


Merrick no estaba seguro de lo que Shane estaba hablando. No
estaba mirando las estrellas, sino a Merrick, así que ¿a qué podía estar
refiriéndose? —No te sigo, Shane.

—Tus ojos. Son de una especie de color miel.

Merrick se puso rígido, sintiendo el miedo poco a poco invadir su


cuerpo de nuevo. Sus ojos sólo se volvían de ese color cuando la criatura
estaba cerca de la superficie, y parecía que Shane estaba sacando la criatura
sin que Merrick siquiera se diera cuenta de lo que el hombre estaba
haciendo.

»¿Cómo pueden cambiar de color café a miel? Nunca antes he visto


a unos ojos hacerlo —dijo Shane, en una fascinada reverencia en vez de
desprecio. Los ojos color miel eran uno de los signos de su criatura, una
marca que podría matarlo. Sólo la raza de Merrick los tenía.
45
—Nunca debes decir a nadie que los viste, Shane.—Merrick quiso
azotarse a sí mismo por permitir que esto sucediera. Nunca antes nadie los
había visto. Era muy bueno en ocultar su verdadera forma, y en un
momento de fascinante debilidad, le había entregado a Shane la munición
para condenar a Merrick a la muerte.

—Eres terriblemente reservado —dijo Shane mientras se movía un


poco más cerca, mirando a los ojos de Merrick.

—Prométeme, Shane.

—Sí, señor —susurró Shane mientras tomaba otro paso más cerca. El
hombre tenía la capacidad de hacer que Merrick olvidara que tenía que
quedarse rígido, con una vigilia constante contra bajar la guardia. El pico
de emoción se había disparado a través de su sangre una vez más con la
respuesta de Shane, y Merrick sabía que si no se alejaba del ser humano, su
pareja, perdería mucho más.
—Es tarde —dijo Merrick cuando apartó la mirada de los ojos
avellana de Shane, ojos que tenían la capacidad de hacer que Merrick se
ahogara en sus sensuales piscinas de brillante color—. Deberías dormir un
poco.

No podía permitir que eso sucediera.

—¿Uno? —preguntó Shane, capturando a Merrick con la guardia


baja.

—¿Uno qué? —preguntó mientras se acercaba a los grandes


ventanales que mostraban brillantes estrellas y hermosas franjas de colores
uniéndose que parecían bailar alrededor uno del otro como cintas de las
más bellas sedas de Trillian.

—Un beso —murmuró en voz baja Shane, sus mejillas adquiriendo


un tono rosado. 46
Merrick se quejó, dándose cuenta de que Shane iba a ser en realidad
su ruina. Sacó una de sus manos detrás de la espalda, metiendo su dedo
índice debajo de la barbilla, de color blanco lechoso de Shane, mientras
inclinaba la cabeza del hombre hacia atrás. —¿Es eso importante para ti,
Shane?

Shane asintió, bajando los ojos, pero no antes de que Merrick viera el
miedo en ellos. El hombre temía ser rechazado. El pensamiento golpeó a
Merrick directamente en el intestino. Shane temía ser rechazado, ser
negado.

Contra toda maldita razón, Merrick no debería ceder, bajó la cabeza,


rozando sus labios en la suave boca de Shane. Su polla llegó a estar tan
dura que había un ligero dolor pulsando a través de la ingle de Merrick.
Shane esperó, ni una vez, nunca se movió hacia adelante para tomar un
beso de Merrick.
Eso emocionó más a Merrick mientras deslizaba su lengua a través
de la de Shane, deleitándose con la sensación de besar a su pareja. Cuando
su lengua parpadeaba, Shane jadeaba y Merrick hundió su lengua en toda
su fuerza en la boca de Shane. Su compañero sabía como el más dulce de
los vinos, cuando Merrick exploró la profundidad cavernosa.

Shane gemía mientras sus manos se acercaban y enroscaban sobre


los hombros de Merrick, pero nunca empujó a Merrick adelante. Merrick se
mantuvo en el dominio del beso, guiando a Shane mientras tomaba lo que
legítimamente era suyo.

Cuando sintió su criatura removerse, exigiendo a Merrick que tomara


más, Merrick rompió el beso, su lengua trazando el contorno de los labios
de Shane antes de tirar la cabeza hacia atrás. —Un beso.

Shane se quedó allí durante un momento, mirando aturdido, con los


ojos fuera de foco cuando su lengua se arrastraba sobre la humedad que 47
Merrick había dejado atrás, lamiéndola casi con avidez. Merrick necesitaba
que Shane se fuera antes de que su control se deslizara y las cosas salieran
terriblemente mal. »Déjame, Shane.

Shane dio un paso atrás, la duda en sus ojos. Merrick podría decir
que era la última cosa que el humano quería hacer. —Gracias. —Dijo
Shane rápidamente antes de que casi corriera de la habitación.

Merrick gimió una vez que Shane se perdió de vista. Apretó la palma
de su mano contra su erección, cerrando los ojos mientras respiraba
lentamente. Eso había estado más cerca de lo que Merrick quería que
estuviera. Sabía que nunca podría reclamar a Shane, pero infierno si el
hombre no era tentador, algo muy dentro de él, una parte de Merrick, había
pensado que lo enterró hace mucho tiempo.
Se dio la vuelta, mirando a las estrellas cuando su control una vez
más, se deslizó en su lugar. Por mucho que su cuerpo ansiara el pequeño
hombre, Merrick sabía que nunca iba a suceder.

Shane se puso bajo la ducha, avanzando poco a poco más cerca a la


fuerza del frío mientras trataba desesperadamente de enfriar la piel caliente.
Merrick estaba volviéndolo loco con las señales mixtas que Shane estaba
recibiendo del hombre, pero no era capaz de mantenerse alejado. Merrick
era como una droga, y Shane estaba desesperado por tener al hombre en
cada oportunidad que pudiera conseguir, incluso si solo era un beso.

Y maldita sea, ¡el hombre sabía besar! 48


Mientras Shane se secaba, su cuerpo se calentó de nuevo
inmediatamente. Era una batalla perdida, y una batalla que Shane
lentamente estaba averiguando que no quería luchar. Poniéndose unos
pantalones holgados y poniéndose una camiseta, Shane cruzó su habitación,
comprobando el pasillo rápidamente antes de precipitarse por el pasillo
abajo de su habitación.

Merrick iba a estar molesto cuando viera a Shane en la puerta de su


habitación, pero a Shane le dolía tanto que no podía pensar bien. Tenía que
ver al hombre una vez más, tenía que sentir esos labios dominantes tocar
los suyos.

Estaba volviéndose loco. Eso era en pocas palabras. Shane estaba


yendo deprisa con su razonamiento y derecho a su propio infierno personal,
donde Merrick era el maestro.
Cuando se acercaba al cuarto de Merrick, Shane comenzó a perder
los nervios. Sabía que Merrick estaría enojado con él, pero Shane no podía
detenerse.

Tomando una respiración constante para los nervios, Shane se acercó


y presionó el panel de control que alertaría a Merrick de su presencia.
Cuando la puerta silbó para abrirse, y Shane echó un vistazo a la piel
desnuda, sabía que no había vuelta atrás.

—Hola —susurró Shane cuando vacilante levantó los ojos para


reunirse con los de Merrick.

—Deberías estar durmiendo, Shane. —La voz de Merrick era


profunda y llena de reproches. Shane se apartó del dolor profundo que le
dio, y luego empujó más allá de Merrick en la habitación—. Shane, ¿qué
estás haciendo?
49
—No podía dormir. —Oh, wow, sonaba como un palurdo. No podía
creer que fuera la mejor excusa que se le podía ocurrir.

Los músculos de los brazos de Merrick se abultaron cuando los cruzó


en su pecho desnudo. Y, oh maldita sea, qué pecho era. Había una generosa
cantidad de pelo a través de los músculos pectorales de Merrick, pero
reducido en el estómago a un sendero que llevaba justo por debajo del
borde de la toalla blanca alrededor de la cintura. Shane podía sentir la baba
reunirse en su boca mientras se imaginaba seguir ese camino con su lengua.

—¿Lo has intentado siquiera?

—¿Qué? —Los ojos de Shane subieron, desde de la prodigalidad


sexy delante de él a los ojos miel que le devolvían la mirada.

—¡Shane!

—¿Sí, señor?
Merrick gimió, se dio la vuelta, y se acercó a golpear el panel que
abría la puerta. —Tienes que irte, Shane.

Shane rodó los ojos. Había alguna parte de este plan de jódeme en la
pared que Merrick no estaba comprendiendo. Se acercó y golpeó el mismo
panel, cerrando la puerta, y luego se volvió para mirar a Merrick.

—No.

—¿No? —Las cejas de Merrick se dispararon, y la mirada de


incredulidad que cruzó su rostro le dijo a Shane que el hombre realmente
no estaba acostumbrado a que le dijeran que no.

—No, no me voy. —Shane esperó que su rápido trago fuera


imperceptible. Estaba tan nervioso que las palmas de sus manos sudaban.
No quería decirle a Merrick que no, pero tampoco quería marcharse. Dio
un paso más cerca de Merrick, hasta que sus pechos casi se tocaban, y 50
luego pasó las manos suavemente sobre los músculos de sus brazos—. ¿Y
de verdad no me quieres tampoco?

Dioses, Shane oraba para que tuviera razón.

—Shane, no podemos...

—Si, podemos. —Shane se lamió los labios. Sus ojos se


redondeaban un poco cuando vio los ojos de Merrick inmediatamente bajar
a sus labios. Merrick estaba mucho más interesado de lo que parecía. Ese
pensamiento le dio a Shane valor—. Quiero quedarme, Merrick.

—Shane, no sabes lo que estás pidiendo.

Shane se acercó aun más al General. —Sí, lo sé.


—¡No, no lo sabes! —Los ojos de Merrick se volvieron de un tono
más ligero de la miel dorada cuando gruñó lo suficientemente bajo como
para hacer vibrar el pecho contra Shane—. No lo sabes, Shane. No tienes
idea de lo que estás pidiendo. Puedo prometerte eso.

—Luego me lo dices.

—No.

—¿Por favor, Merrick?

—Vedic.

Las cejas de Shane se alzaron en confusión. —¿Huh?

—Mi nombre es Vedic, Vedic Merrick.

Shane sonrió cuando llegó para acariciar con las yemas de sus dedos
a lo largo de los músculos en el brazo de Merrick. —Vedic —susurró en 51
voz baja. No estaba seguro de lo que el ruido sordo en el pecho de Merrick
quería decir, pero cuando de repente agarró y tiró hacia adelante en los
brazos de Merrick, Shane no creía que fuera una cosa mala. Shane
entusiasmadamente envolvió sus brazos alrededor del cuello de Merrick y
levantó la cara para darle un beso.

—Lo siento, Shane, lo siento mucho —murmuró Merrick contra los


labios de Shane—. Lo intenté. Realmente lo intenté.

Shane no tenía idea de lo que Merrick estaba hablando, y realmente


no le importaba, no cuando podía sentir la prueba del deseo de Merrick por
él presionando contra su abdomen. Cuestionaría a Merrick más tarde.
Ahora mismo, quería sentir cada centímetro del cuerpo de Merrick
presionado contra el suyo cuando el hombre lo reclamara.
—Vedic, por favor —susurró, rozando su cuerpo hacia atrás y
adelante en contra del de Merrick. La delgada capa de sus pantalones de
pijama no era barrera entre ellos. Shane podía sentir la dura polla de
Merrick presionar en contra de su erección. Era como una inyección de
electricidad corriendo a través de todo su cuerpo en cada pequeño roce.

Shane gritó y se sacudió todo cuando fue levantado de repente en el


aire. Rápidamente se apretó los brazos alrededor del cuello de Merrick y se
mantuvo hasta que sintió que la cama presionaba contra su espalda, y
Merrick presionaba contra su frente.

Merrick atacó su boca como un hombre hambriento, causando


estragos en él con su lengua y sus labios. Fue una posesión, clara y sencilla.
Shane podía sentirlo en lo profundo de sus huesos. Merrick estaba
apuntalando su reclamación. Shane estaba tan emocionado por la idea, que
apenas podía controlarse a sí mismo. 52
Las manos de Merrick no estaban quietas aún. Shane se estremecía
cada vez que sentía que se movían a lo largo de su sensible piel. Merrick
parecía saber exactamente dónde tocarlo para obtener mayor respuesta, la
piel suave justo bajo el brazo, y justo alrededor de su ombligo, y el
pequeño hueco cóncavo, donde su abdomen se reunía con su suave ingle.
Merrick lo acariciaba todo, conduciendo a Shane a la locura.

Cuando Shane oyó la tela desgarrarse y de repente sintió un golpe de


aire cruzar su cuerpo cuando su camisa y sus pantalones fueron
arrancados, quería gritar su alegría. Esto realmente iba a a suceder. Shane
se estremeció en la anticipación.

¡Esto realmente iba a suceder, joder!

—¡Espera! —exclamó Shane cuando Merrick comenzó a atar su


camisa rota alrededor de sus ojos. Agarró la muñeca de Merrick para
detenerlo. Quería ver a Merrick—. ¿Qué estás haciendo?
—Es la única manera, Shane.

Shane se quedó mirando a Merrick durante varios segundos,


sopesando sus opciones. Si decía que no, Merrick podría echarlo y poner
fin a lo que prometía ser una noche alucinante. Si decía que sí, no sería
capaz de ver a Merrick, cuando tuvieran relaciones sexuales. No veía cómo
tendría alguna otra opción.

Shane dejó caer la mano y asintió. —Está bien.

Pensó que Merrick sería feliz con su decisión por lo que no entendió
totalmente la pequeña mueca que llegó a la cara del hombre. Sin embargo,
cuando Merrick cubrió sus ojos con la tela rasgada, la imagen se había ido
antes de que pudiera cuestionarla. La oscuridad puso a Shane nervioso. No
podía ver lo que se avecinaba. Cuando sintió la mano de Merrick aterrizar
en el pecho, dio un salto.
53
—Sshhh, casara, no te haré daño.

—Lo sé, lo sé. Yo sólo... —Shane abrió y cerró las manos sobre los
hombros de Merrick— no puedo verte.

—No hace falta que me veas, casara. Sólo siente.

Shane averiguó exactamente lo que quería decir Merrick cuando los


labios del hombre se cerraron alrededor de su pezón. Shane gritó y se
arqueó en el aire, presionando el pezón más en la boca de Merrick. Hasta
ahora, no tenía idea de que sus pezones fueran un punto caliente para él.
Rápidamente estaba averiguando que cada centímetro de su cuerpo era un
punto caliente cuando Merrick estaba involucrado. Estar ciego hizo a sus
otros sentidos más agudos, más conscientes de lo que le estaba pasando. La
apretada, sensación de hormigueo extendiéndose a través de él como un
reguero de pólvora, haciendo que Shane estuviera loco por más. La áspera
lengua de Merrick lamía su piel como si se tratara de leche para un gatito.
»Dame tus manos, casara.
Shane estaba demasiado perdido sintiendo placer como para ser
capaz de desafiar a Merrick, incluso si hubiera querido. No lo hizo. Al
instante levantó las manos a Merrick, esperando con impaciencia lo que el
imponente General haría a continuación.

Shane no estaba dispuesto a tener las manos atadas. —¿Qué estás


haciendo?

—Si voy a tomarte, voy a hacerlo a mi manera.

Bueno, Shane no podía discutir con eso. Y no era como que pudiera
dar instrucciones a Merrick. Además del hecho de que Merrick era
demasiado intimidante dando órdenes, Shane estaba un poco perdido. Su
historia sexual era casi inexistente. Un par de mamadas y fricciones no te
hacen mundano. Estaba realmente esperando cambiar eso. 54
Estaba rezando para que Merrick cambiara eso.

Una vez que sus manos estuvieron atadas, Merrick las empujó sobre
la parte superior de la cabeza de Shane, presionándolas hacia abajo en la
cama. Sintió a Merrick moverse por un momento, y entonces el hombre se
retiró. Shane frunció el ceño cuando tiró de sus manos y descubrió que
estaban atadas por encima de su cabeza.

Tal vez esto no era tan buena idea después de todo. En serio, ¿qué
sabía él sobre el General más allá del hecho de que encontraba al hombre
increíblemente atractivo? Ser un General no convertía automáticamente a
Merrick en un buen tipo, aunque Shane estaba teniendo un momento muy
difícil pintándole como todo lo contrario.

—No empieces a tener miedo ahora, casara. —Merrick se echó a


reír—. Tú empezaste esto. Si quieres que te deje ir, di la palabra y todo esto
se detiene. Puedes volver a tu habitación, sano y salvo.
—No, no, yo sólo... Quiero poder tocar. —El aire pasó silbando del
pecho de Shane, cuando Merrick extendió todo su cuerpo encima de él.
Estaban presionados juntos desde la punta de los pies y cada pulgada en el
medio. Bueno, tal vez no le importara tanto tener las manos atadas sobre la
cabeza.

—No hace falta que me toques con el fin de que me sientas, casara.

Merrick trajo la verdad a sus palabras cuando lamió una línea de un


pezón de Shane al otro. Cuando el aire acarició a través de la húmeda ruta
dejada atrás, Shane sabía a ciencia cierta que no iba a estar bien en el
momento que esto hubiera terminado. Maulló suavemente y se arqueó,
desesperado, oh, tan desesperado. La suave risa de Merrick sopló caliente
aliento contra la carne ya dolorida de Shane, lo que le causó que gimiera
más.

—Por favor, Vedic. —Shane no estaba por encima de rogar, no 55


cuando Merrick estaba mordisqueando una línea hacia abajo de su cuerpo
hacia su polla. Cuando Merrick se acercó a su erección, Shane con
impaciencia separó las piernas tan ampliamente como pudo. Plantó los pies
en el colchón y empujó hacia arriba, buscando a ciegas... algo.

Shane se estremeció cuando ese algo llegó en forma de una frialdad


goteando entre las mejillas de su culo. Respiró profundo. No había estado
esperando eso. »F-frío.

—Lo calentaré para ti.

Shane se moría de ganas de ver la cara de Merrick. Su voz se había


ido profunda y áspera, casi gruñona. Cada vez que el cuerpo de Merrick le
rozaba, Shane podía sentir los músculos del General amontonándose y
tensándose. Era casi tan erótico como tener las manos del hombre en su
cuerpo.

Casi.
Shane sintió que lo volteaban de repente y se encontró sobre su
estómago, luego se levantó hasta sus rodillas, su culo en el aire y su cabeza
presionando hacia abajo en la cama. Tragó varias veces, sintiéndose un
poco perdido, y sin saber mucho, sobre todo cuando no podía ver nada más
que oscuridad.

—¿V-Vedic? —Un segundo después, Shane estaba gritando cuando


una larga y calurosa, lengua lamió el pliegue de su culo. Las piernas le
temblaban tanto que estaba seguro de que colapsarían por debajo de él—.
¡Oh dioses, señor, por favor!

El gruñido de Merrick llenó la habitación. Shane frunció el ceño


cuando sintió algo que empujaba fuerte en sus caderas. No se acordaba de
las uñas de Merrick, no se había fijado en ellas durante este tiempo. Tiró
cuando una de ellas atravesó la piel y luego gruñó un momento más tarde,
cuando Merrick lamió la pequeña herida. 56
—Sabes tan jodidamente bueno, casara —Merrick murmuró contra
la piel de Shane—. No puedo tener suficiente de ti. Quiero lamer cada
centímetro de tu cuerpo.

—Es tuyo —jadeó Shane suavemente—. Es todo tuyo.

Otro gruñido profundo llenó la habitación. Shane se estremeció y


brincó cuando Merrick pasó la lengua por su culo otra vez. Había leído
sobre este tipo de cosas en la Tierra, las imaginaba. Pero nada nunca lo
había preparado para que su culo fuera lamido. Y buen Dios, la lengua de
Merrick seguía moviéndose, lamiendo, y empujando en la entrada estrecha
de Shane.

Después de unos instantes, Shane comenzó a retroceder. Podía sentir


la lengua de Merrick empezar a empujar en él entre las lamidas. Era como
si Merrick estuviera poseído. A Shane le dolía. Su polla le dolía. Goteaba.
Palpitaba. Pulsaba con la necesidad de venirse.
—¡Vedic... señor... por favor!

Cuando los dedos de Merrick se clavaron en las mejillas de su culo y


las apartó, y sintió la gruesa lengua del hombre presionar plenamente en el
culo, Shane no se pudo contener por más tiempo. Gritó mientras su cuerpo
se sacudía. Placer inimaginable inundaba cada parte de su cuerpo cuando
roció la cama debajo de él, con su liberación.

Y el placer sólo continuaba una y otra vez, ola tras ola estrellándose
a través de él. Cuando sus rodillas comenzaron a agotarse, Merrick lo
agarró y tiró de él hacia arriba. Shane se sintió tan fundido que estaba
bastante seguro de que Merrick era lo único que lo sostenía.

Shane no podía siquiera levantar una protesta cuando sintió la gruesa


polla de Merrick empezar a presionar en el culo. Hubo una picadura de
dolor, una sensación de ardor. Shane hundió los dedos en las mantas debajo
de él y jadeaba hasta que sintió las caderas de Merrick presionar hacia 57
arriba contra las suyas.

Y entonces el hombre se calmó. Todo el cuerpo de Merrick se quedó


inmóvil. Excepto por sus fuertes jadeos, Shane no podía escuchar un sonido
en la habitación, ni siquiera la respiración de Merrick. Shane levantó la
cabeza fuera del colchón y se volvió para mirar por encima del hombro a
pesar de que no podía ver a Merrick a través de la tela que cubría sus ojos.

Si Merrick se detuviera ahora, Shane estaba bastante seguro de que


iba a morir.

»¿Vedic?
Nada, excepto el endurecimiento de las manos de Merrick en sus
caderas.

»Vedic, por favor.


—¡No hables! —Espetó Merrick.

—Sí, señor.

Un estruendo profundo inundó la habitación, sacudiendo el cuerpo de


Shane con su intensidad. —Maldita sea, casara, sólo tenías que ir y decir
eso, ¿verdad?

Shane tenía una idea bastante clara de lo que Merrick estaba


hablando. No había perdido el calor que se encendió en los ojos del
General cuando Shane lo llamó señor. Rápidamente apartó la cabeza de la
vista de Merrick antes de que el hombre viera la sonrisa moverse en sus
labios.

—Sí, señor.

Shane estaba sorprendido por el poder que esas dos pequeñas


palabras parecían tener sobre Merrick. En un momento el hombre no se 58
movía. El siguiente momento, estaba golpeando a Shane como si su vida
dependiera de ello. Fue duro, caliente y sudoroso, y a Shane le encantó
cada momento de ello. Merrick estaba tomándolo, reclamándolo. Estaba
cumpliendo cada sueño que Shane había tenido con cada embestida de su
polla.

»Jódeme, señor —se quejó Shane—. Jódeme más duro.


—Te dije que no hablaras.

Shane se sorprendió cuando sintió la mano de Merrick cubrir su


boca. Abrió su boca y chupó los dedos de Merrick en el interior,
prodigándose con su lengua. Eso pareció hacer estallar a Merrick. Sus
empujes llegaron a ser erráticos. Sus gruñidos se hicieron más fuertes, más
gruesos, más animales.
La mano libre de Merrick agrupó el pelo de Shane, tirando de la
cabeza hacia atrás y hacia un lado. Shane sintió algo filoso cortando su piel
justo por debajo de la oreja y luego el éxtasis puro inundó su cuerpo. Fue
tan abrumador, la luz llenándolo tan cegadoramente, que Shane dio un
último gemido y luego se desplomó en la oscuridad.

59
Capítulo 5
El corazón de Merrick tronó en el pecho mientras lentamente retiraba
sus dientes de la suave carne de Shane lamiendo las pequeñas heridas
punzantes. Shane sabía a dicha, la cosa más dulce que jamás había
experimentado en su vida. Se resistía a renunciar a ella, pero podía oír los
latidos del corazón de Shane comenzar a desacelerarse.

—Shane —susurró en voz baja—. ¿Casara?

Cuando no recibió respuesta, la preocupación de Merrick aumentó.


Hizo una mueca cuando se liberó del increíble cuerpo de Shane y lo volvió
sobre su espalda, sacando los pantalones del pijama de la cara de Shane.
60
Shane estaba inconsciente.

»¿Shane? —Merrick acarició con los dedos un lado de las pálidas


mejillas de Shane—. ¿Casara? Por favor, abre los ojos. —Merrick
suavemente golpeó la mejilla de Shane, tratando de despertarlo. Cuando no
recibió ni siquiera un movimiento, Merrick apretó los dedos contra el pulso
suave en el cuello de Shane.

Su ritmo cardíaco era lento. Oh, joder, todo esto era culpa suya.
Merrick sabía que había tomado demasiada sangre. Simplemente no había
sido capaz de evitarlo. Shane sabía tan bien, y el hombre era su pareja.

Y ahora, porque Merrick había perdido el control por una sola vez en
su vida, Shane podría morir. Merrick sabía lo que pasaría si intercambiaban
sangre. Les ataría por el resto de sus vidas. ¿Pero cuál era la alternativa?
Shane moriría. Merrick podría apresurar a Shane a la enfermería, pero
luego tendría que explicar lo que sucedió, y entonces podría morir.
Merrick no podía ver ninguna otra opción. Mordió en la muñeca con
sus dientes afilados y a continuación sostuvo su muñeca contra los labios
de Shane, observando como cada gota de sangre se deslizaba en la boca del
hombre. »Por favor, casara, bebe.

Merrick contuvo el aliento mientras observaba las gotas de la sangre


deslizarse sobre los labios de Shane, pero el hombre todavía no se movía.
Después de lo que pareció como una eternidad, los labios de Shane hicieron
una mueca. Merrick vio con gran expectación cómo Shane lentamente
comenzó a lamer las gotas de sangre y luego gimió.

Al pulsar la muñeca contra los labios pálidos de Shane, el humano


comenzó a beber con avidez. Merrick jadeó cuando un placer disparó a
través de su cuerpo, casi dirigiéndole a tomar a Shane de nuevo. Reprimió
el impulso cuando su compañero tomó lo que tan desesperadamente
necesitaba. 61
Merrick pasó la mano sobre la frente de Shane, moviendo la
avalancha de golpes mientras lentamente apartaba la muñeca y luego pasó
la lengua por la herida para cerrarla. Shane gruñó y luego sus párpados
empezaron a revolotear, hasta que Merrick estaba mirando abajo en los
bonitos ojos castaños, una vez más.

—¿Qué pasó? —preguntó Shane atontado.

—Descansa, casara —dijo Merrick cuando reorganizó a Shane,


tirando de él arriba en la cama hasta que su cabeza descansó sobre una
almohada. Sabía que debía llevar a Shane de vuelta a su propio cuarto, pero
Merrick también sabía que necesitaba mantener un ojo en el hombre.

No sólo matar a Shane destruiría a Merrick, sino que pensó que


alguien a bordo lo agradecería. Deslizándose en la cama, Merrick arregló
las mantas y se acostó junto a su compañero.
Shane se volvió, acurrucándose en el lado de Merrick cuando dejó
escapar un satisfecho aliento. Merrick observó a su compañero durante un
tiempo, fascinado por el pequeño hombre. Estaban unidos ahora, y nada los
separaría, salvo la muerte. Merrick sabía que acababa de cometer el más
grande error de su vida, de su carrera, pero no fue capaz de lamentar lo que
había hecho.

Sentir el vínculo entre ellos era como nada que Merrick hubiera
esperado. Se sentía como si Shane estuviera realmente dentro de él,
descansando junto a su corazón. Merrick nunca había permitido que nadie
se acercara, y ahora tenía a alguien que estaba tan cerca que podía
destruirle.

—Joder —susurró Merrick cuando se pasó una mano por la cara.


Había sido conducido toda su vida a ser lo que su padre quería que fuera, lo
que su padre le exigió que llegara a ser, y Merrick acababa de tirar todo por 62
la borda por un pequeño ser humano.

Mo se quedó de pie en el dormitorio de Shane, mirando a su


alrededor. Su hermano no había estado en otro sitio en la nave y ahora su
habitación estaba vacía. Shane no podía haberse marchado. No sabía cómo
hacer funcionar un servicio de transporte. Demonios, ni siquiera sabía el
código para entrar en la bahía de la lanzadera. Remy había cambiado los
códigos, una vez más.
Y sabía que su hermano no era lo suficientemente estúpido como
para acercarse a una bolsa de aire, así que ¿dónde infiernos estaba? Girando
sobre sus talones, Mo salió de la habitación de su hermano y se dirigió por
el pasillo. Al pasar por el cuarto del General, la puerta zumbaba para
abrirse, su hermano saliendo con una sábana envuelta a su alrededor.

Mo se quedó sorprendido allí. Visiones de Shane y Mo creciendo en


casas de acogida, donde Shane buscaba a Mo por orientación, por
protección, pasaron por su mente. Shane era inocente, confiado. Y por el
aspecto de las cosas, el General se había aprovechado de esas cualidades.

—¿Qué carajo está pasando? —Mo preguntó entre dientes apretados


cuando la ira comenzó a construirse dentro de él.

Shane se sacudió, sus ojos levantándose de golpe a la cara de Mo


cuando retrocedió un paso. Mo odiaba ver el miedo en los ojos de Shane,
pero no podía detener la rabia llenando cada maldito simple poro en su 63
cuerpo.

—¿Hay algún problema? —preguntó Merrick cuando apareció en la


puerta, detrás de Shane. Su tono era tan casual, tan indiferente que envió a
Mo por encima del borde. Alcanzó a Shane cuando movió su brazo,
conectando su puño a la mandíbula de Merrick.

—¡No! —Gritó Shane mientras empujaba en el pecho de Mo—.


¡Deja eso!

Mo ignoró a su hermano pequeño mientras él y Merrick se lanzaron


de lleno a la pelea. Merrick siseaba mientras saltaba, bajando a Mo al
suelo, tratando lo mejor que pudo para estrangular a Mo. Mo deslizó sus
manos hacia arriba entre los brazos de Merrick, soltándolos y liberándolos
del férreo control sobre su garganta. Rehuía y luego rodaba, enviando a
Merrick volando fuera de él. Agachándose, Mo gruñó.
—Atacaste a un General —explicó Merrick cuando circuló en torno
a Mo—. Eso te lleva tiempo en la cárcel.

Mo sonrió, aunque no era humor lo que sentía. —Entonces será


mejor que valga la pena ese tiempo.

—¡No, Mo! —Shane gritó una vez más, mientras colocaba su cuerpo
entre Mo y el General—. ¿Has perdido la cabeza?

¿Él? Él no era el que acababa de ser utilizado, manipulado. No había


forma de que Mo fuera a permitir que el engreído hijo de puta utilizara a
su hermanito y se saliera con la suya.

—¿Qué diablos está pasando? —gritó Remy mientras bajaba al


pasillo.

64

Shane estaba más allá de mortificado. Mo estaba actuando como un


asno, y el General, parecía como si estuviera a punto de matar al hermano
de Shane. Tanto por volver a mi habitación sin que nadie me viera. Mo
había matado ese plan. Shane quería estrangular a Mo por esto.

—¿Cuál es tu problema? —preguntó Shane mientras apretaba los


puños en la sábana.

—Simplemente se aprovechó de ti —Mo respondió con furia


mientras miraba a Merrick—. Lo voy a matar por ello.

Shane rodó los ojos. —Soy un hombre adulto, Mo.

—Sé esto, Shane.


—Así que no es necesario avergonzarme y anunciar a todos mi
asunto personal. —Shane se quedó allí, sus ojos fijos en Mo. Mo se puso de
pie, mirando a Shane, al General, y luego de vuelta a Shane.

—Pero se aprovechó de ti.

—No, no lo hizo. —Shane no podía creer que estuviera de pie en el


pasillo, con una sábana envuelta alrededor de su cuerpo desnudo, teniendo
esta conversación. Tenía que ser uno de los momentos más embarazosos de
su vida.

Merrick iba a descartar a Shane por esto. El hombre era muy


reservado, y Mo acababa de hacer lo que él y Merrick hicieron, muy
público. Sentía la necesidad de correr hasta Merrick y pedirle disculpas,
pero Shane estaba demasiado malditamente molesto en estos momentos.

—Mo —dijo Remy, cuando se aclaró la garganta—. Creo que 65


deberíamos hablar en el puente.

—No —Mo respondió cuando negó con la cabeza—. Shane y yo


tenemos que hablar.

—Déjalo, Mo —advirtió Shane—. Ve con Remy.

Shane sabía que Mo sólo se preocupaba por él. Comprendía eso.


Pero maldita sea, si el hombre no podría haber manejado la situación con
un poco de tacto. Ponerse hecho una furia no había ayudado ni un poco. La
única cosa del comportamiento bárbaro de Mo fue que probablemente
logró hacer que Merrick tuviera dudas acerca de tener que tocar a Shane en
primer lugar.

Bueno, ahí se fue cualquier esperanza de que Shane consiguiera otra


oportunidad en la cama de Merrick. Mo había matado ese sueño.

—Mo —dijo Remy en tono un poco más agudo—. El puente, ahora.


Mo lanzó una mirada fulminante a Merrick antes de seguir a Remy
por el pasillo. Shane se dio la vuelta para pedir disculpas a Merrick, pero el
General se limitó a sacudir la cabeza y cerró la puerta de su dormitorio.
Shane quería patear algo, es decir a su hermano.

Cabreado más allá de las palabras, Shane regresó a su cuarto, donde


rápidamente se vistió y se dirigió a Mo para cantarle las cuatro verdades.
Hizo una pausa fuera de la puerta de entrada al puente para darse a sí
mismo un momento. No podía enfrentarse a su hermano de la forma en la
que se estaba sintiendo. No conseguiría nada.

Su nivel de ira contra su hermano estaba creciendo. Sin embargo, su


corazón se rompía al mismo tiempo. Mo había matado algo precioso, algo
especial, incluso si no hubiera querido hacerlo. Shane sintió las lágrimas
reunirse en sus ojos al pensar que nunca volvería a experimentar, de nuevo,
el estar en los brazos de Merrick. 66
En lugar de asaltar el puente y gritar a su hermano como había
pensado hace un momento, Shane se deslizó lentamente por la pared del
pasillo y envolvió sus brazos alrededor de sus piernas, cuando las sujetó en
su pecho.

La ira de hace un momento le drenó para ser sustituida por un dolor


tan intenso que la cabeza de Shane giraba. Dejó caer la cabeza atrás contra
la mampara y apretó la mano contra su pecho. En realidad le dolía. Una
sensación de vacío profundo comenzó a apoderarse de él.

—Lo siento, Shane.

Shane volvió la cabeza para encontrarse de pie, en la puerta, a Mo.


—Tú... —Shane tragó duro, intentando conseguir un poco de humedad de
nuevo en la garganta seca— no tienes idea de lo que has hecho.

—Oh, vamos. No puede ser tan malo. Si Merrick te folló una vez,
estoy seguro de que estará más que feliz de hacerlo de nuevo.
La mandíbula de Shane cayó. ¿Esta era la disculpa de Mo? —¿Es eso
lo que piensas de mí? ¿Que joderé sólo con cualquiera que venga a
pedírmelo?

—Apenas conoces a ese hombre, Shane —espetó Mo, su ira era


evidente en el tono de voz que utilizaba—. Llevas aquí, ¿qué? ¿Dos días?
¿Tres? ¿Y ya estás cayendo en la cama de algún tipo? ¿Y tenía que ser el
arrogante y dominante General?

Shane no podía explicar la rabia al rojo vivo que se extendió a través


de él con las palabras de Mo. El hombre había sido su hermano, su
protector, la mayoría de su vida. Y, sin embargo, en ese momento, Shane
no quería nada más que rasgarle la garganta para parar las palabras
despectivas contra Merrick.

Se lanzó a Mo. Antes de que el hombre ni siquiera supiera que le


golpeó, Shane estaba gritando con todos sus pulmones, mientras aterrizaba 67
golpe tras golpe a la cabeza de Mo. Una neblina roja parecía desarrollarse
en la cabeza, nublando todo lo demás. Shane ni siquiera reconocía las otras
manos que trataban de agarrarle y tirar de él lejos de Mo. Nada importaba
sino hacer que Mo se detuviera de hablar de Merrick así.

—¡Shane! —Mo gritó mientras trataba de esquivar los puños de


Shane—. ¿Qué carajo hombre?

—Shane —gritó Remy—. ¡Ya basta!

—Shane —gritó alguien más.

Shane no oyó nada de eso. Acababa de oír estas terribles palabras de


Mo resonando en su cabeza una y otra vez. Y entonces...

—Shane —dijo una voz ronca detrás de él— ya es suficiente.

Shane se detuvo un momento y luego levantó el puño en el aire otra


vez.
»Casara, para.
La frente de Shane se arrugó cuando la cordura poco a poco empezó
a filtrarse de nuevo en su cabeza. Bajó el puño cuando la comprensión de lo
que estaba haciendo le llegó. Estaba horrorizado. Nunca ni, una sola vez en
toda su vida, levantó la mano a Mo. Ni siquiera lo consideró. Shane era su
hermano. Eran la única familia que tenían mutuamente.

Shane se alejó lentamente de Mo, sacudiendo la cabeza, tratando de


negar lo que acababa de hacer. Cuando dio marcha atrás en una forma más
sólida, Shane giró y se dio la vuelta. Un pequeño gemido salió de sus labios
cuando vio a Merrick de pie detrás de él, y todo vino a estrellarse en él de
nuevo.

Y entonces supo por qué había atacado a su hermano. Mo había


tomado de él lo único que quería más que a nada en el mundo. Significaba
aún más para Shane que volar en una nave espacial a través de las estrellas. 68
Los labios apretados y los ojos entrecerrados le devolvían la mirada y le
decían que nunca iba a ser suyo de nuevo. Tener al mando a Merrick sobre
él, llevarlo a las alturas que Vedic sólo podía llevarlo, no lo tendría más.

Shane empujó más allá de Merrick con un pequeño grito y corrió por
el pasillo hasta la escalera. Bajó dando tumbos por las escaleras, casi
deslizándose por ellas un par de veces antes de llegar al siguiente piso. No
dejó de correr hasta que se sentó detrás de una puerta cerrada con llave,
acurrucado en el asiento de la ventana de su habitación, mirando a las
estrellas más allá de su ventana.

Shane oyó a alguien llamar a su puerta un poco más tarde. Lo ignoró.


No podía pensar en una sola persona en este universo o en cualquier otro,
con quien quisiera hablar. Los golpes continuaron, pero con el tiempo se
fueron.
Shane los ignoró de nuevo cuando los golpes empezaron un par de
horas más tarde. Al menos, pensó que habían pasado unas pocas horas. No
estaba seguro. El tiempo no parecía tener ningún significado en la niebla de
angustia que lo rodeaba.

Shane estaba bastante seguro de que debería haber muerto en ese


tiroteo allá en la Antigua Tierra. Tal vez lo había hecho y esto era el
infierno. Cada segundo desde que había despertado en la enfermería
rondaba una y otra vez en su cabeza, con Merrick actuando en un lugar
central en sus pensamientos.

Shane se sentía tan afligido que ni siquiera pudo reunir la curiosidad


cuando comenzaron a volar en la atmósfera de un planeta. Simplemente no
le importaba. Observó con desinterés cómo la Lady Blue aterrizó sin
esfuerzo y los motores se apagaron. Sintió la nave estremecerse cuando las
puertas de la bahía de carga se abrieron, y después de unos minutos, 69
localizó cuatro figuras a pie de la nave.

Fue sólo cuando Shane se fijó en una figura imponente que su interés
quedó atrapado. Los hombros anchos y el paseo seguro de sí mismo del
hombre grande, al instante le dijeron a Shane quién era. Casi se echó a reír.
Nadie se pavoneaba como el General Vedic Merrick.

Era un espectáculo digno de ver, y Shane no podía apartar los ojos


del hombre. Merrick tenía un aire de poder, de autoridad que le rodeaba e
hizo a Shane debilitar sus rodillas. En todos los años que había estado vivo,
Shane no se acordaba de nadie, ni siquiera Mo, haciéndole sentir tan seguro
que quisiera entregarse a ellos sin dudarlo.

Pero Merrick había logrado esa hazaña.


Shane no confiaba fácilmente. Toda su vida consistió en ser
empujado de un hogar adoptivo a otro. Fue cuando Mo le ofreció su
amistad y tomó a Shane bajo su ala, que Shane había confiado finalmente
en alguien.

Pero la gran presencia de Merrick ordenó a Shane entregarse


completamente. La idea asustó a Shane. Nadie debería hacerle sentir de esa
manera. Había sobrevivido a la vida en casas de acogida. Sobrevivió
viviendo en el peligroso vecindario, él y Mo compartieron un apartamento -
excepto por el tiroteo que debería haber terminado con su vida- y todo se
reducía a que Shane quería entregarse a un fuerte y poderoso hombre.

Chico, ¿desde cuando llegó a ser alguien cuya propia felicidad


dependía de otro hombre?

Shane se apartó de la ventana, dejando su dormitorio para ver lo que


estaba pasando. Tan oprimido como su corazón estaba, su curiosidad estaba 70
empezando a despertar. Encontró a Ryan, el camarero de Beta Cinco, junto
a la bahía de la lanzadera, sus ojos fijos en la portilla.

—¿Por qué estamos aquí? —preguntó mientras se unía a Ryan en la


ventana.

—Suministros. —Ryan se volvió para mirar a Shane y luego hizo


una mueca—. Pareces un desastre.

Se sentía como uno, también. Shane apartó la observación de Ryan


cuando miró por la pequeña ventana. —¿No es demasiado peligroso para
ellos estar allí fuera?

—Sí, pero no podemos seguir volando sin necesidad de recargar las


pilas de combustible. Necesitamos suministros también. Gigi se queja de
que se está quedando sin comida, e Imlay declaró que necesitaba más
suministros médicos.
La preocupación llenó a Shane mientras observaba a los hombres
abajo hablar con alguien en la cubierta de aterrizaje. Sabía que la
tripulación era buscada por algún grupo llamado Fuerza de Élite. También
sabía que esos hombres iban detrás de Merrick también.

—¿Dónde estamos? —Preguntó Shane.

—Nebular Nueve. Es lo que la mayoría se refiere como el planeta del


mercado negro. Aquí puedes comprar prácticamente cualquier cosa.

—¿Cualquier cosa? —Preguntó Shane mientras su mente comenzó a


trabajar extra.

—Casi cualquier cosa —dijo Ryan.

Shane se apartó de la ventana para ir a buscar a Gigi. Por lo que


había oído, el compañero de Remy disfrutaba de una escapada de la nave.
71
Y eso era exactamente lo que Shane necesitaba si iba a hacer que su
plan funcionara.
Capítulo 6
Merrick mantuvo una vigilancia constante cuando Remy negociaba
por los suministros que necesitaba la Lady Blue. No estaba seguro de por
qué Remy había querido que él viniera al frente. Su rostro era muy
reconocible. Era el General de la Fuerza de Élite. En su campaña para
convertirse en General, Merrick había solicitado los votos de muchos
planetas.

No sólo era el General de la Fuerza de Élite elegido por sus


habilidades, sino que también era el elegido por el pueblo. No en muchos
lugares se permitían votar como una forma de elegir al candidato adecuado,
pero el de Merrick lo hacía. 72
Si su visita a Nebular Nueve se suponía que era de perfil bajo, dentro
y fuera, entonces no debería haber abandonado la nave. Era un riesgo que
Merrick había argumentado, pero Remy no quería escuchar.

—Puedo tener recargadas tus pilas en aproximadamente una hora, —


dijo el hombre con el que Remy estaba hablando cuando robó un vistazo
hacia Merrick. Un sentimiento de inquietud se estableció en el interior de
Merrick.

—¿Por qué tanto tiempo? —preguntó Remy cuando Blade y Colt se


alejaron caminando con una video-pantalla. Sabía que los dos iban a
conseguir los otros materiales que necesitaban para mantenerlas en
funcionamiento, pero a Merrick le gustaba esta situación, cada vez menos.

Sus instintos nunca antes le habían dirigido mal, y estaban gritando


que volvieran a bordo de la nave y dejaran Nebular Nueve justo tan rápido
como la Lady Blue pudiera volar.
—Mi tío siempre era arrestado por la venta de contrabando ilegal en
Venus. Tengo que conseguir tus pilas células de otra fuente, y el hombre no
es muy fiable —respondió el hombre antes de marcharse.

—No me gusta esto, Comandante —dijo Merrick cuando apretó sus


manos a la espalda, sus ojos explorando la plataforma de carga—. Todo el
mundo, del Sistema de Galaxias al Sistema de Turok sabe que tus hombres
son buscados. ¿Qué te hace pensar que ser visto con el General Vedic
Merrick ayudará a tu situación?

—Muy por el contrario, General. —Remy comenzó a caminar lejos


de la nave al ocupado puerto espacial de Nebular Nueve. Había
vendedores gritando sus mercancías, autobuses de transportes descargando
y luego volviendo a cargar pasajeros mientras golfillos corrían entre la
espesa multitud, haciendo su mejor esfuerzo para encontrar un escaso
trabajo. Merrick lo absorbió todo. Había estado tan ocupado en conseguir 73
su posición en la vida, que había olvidado lo simple que era a veces.

Los olores de los puestos de comida flotaban delante de él como


criaturas de todas las especies que compraban o trabajaban en las calles de
Nebular Nueve. Merrick sintió una punzada de rabia por el hecho de que su
raza, su propia raza, no fuera aceptada entre estas criaturas. Su raza era
temida hasta el punto de ser cazados hasta casi extinguirse. No había nada
malo con ser un vampiro, y sólo porque algunos de su raza hubieran dejado
un mal nombre para su pueblo, no quería decir que todos fueran viciosos,
engañosos y poco confiables. Todas las especies tenían buenos y malos.

—Quiero que la gente nos vea juntos —dijo Remy, cuando se acercó
a un puesto que vendía pequeñas baratijas y pompones—. Quiero que la
Fuerza de Élite sepa que te tengo.

—¿Pero por qué? —preguntó Merrick mientras observaba al


Comandante recoger un pequeño collar de lobo, examinarlo, y luego
entregarlo al vendedor para la compra.
Sus ojos recorrieron la mercancía, preguntándose si había algo ahí
que a Shane le gustaría tener. Realmente no sabía demasiado acerca de su
compañero, pero por alguna estúpida razón, Merrick quería darle un
pequeño regalo.

—Debido a que, General —dijo Remy mientras tomaba el regalo del


hombre y se dio la vuelta para enfrentarse a él— quiero que vean que
tenemos la capacidad de llegar a ellos, paralizarles. Si somos capaces de
llegar a un General, entonces nadie está a salvo. Les mantendrá adivinando
nuestro próximo movimiento.

—Si quieren matarme, entonces tu plan es un poco inútil,


Comandante. No les importa que hayas secuestrado al General de la Fuerza
de Élite, no cuando tu padre lleva la batuta.

Remy hizo una mueca. —No estamos seguros de que él esté detrás
de esto. 74
Merrick se encolerizó ante la manifiesta negativa del Comandante a
ver la verdad. ¿Cómo podría un hombre que permanecía a la fuga durante
tanto tiempo, que se guardaba él mismo y un equipo entero de ser
arrestado, estar tan ciego? Era alucinante para él.

Pasando por encima del puesto, Merrick localizó una pequeña


pulsera amuleto que tenía el sistema de Turok adornado con cuentas en
torno a una banda de cuero. Los colores eran tan intrincados en detalle que
Merrick sabía que a Shane le encantaría. El hombre había dicho que le
encantaba estar en la atmósfera exterior del espacio. Esperaba que el
Comandante no dijera nada de su compra, Merrick rápido pagó por ello y
lo tomó del vendedor, empujando la pequeña banda en su bolsillo
delantero.
—No estoy cien por cien seguro de quién está detrás de quererte
muerto, General. Pero si alguna vez vamos a vivir una vida con nuestras
parejas eso no incluye huir y tenemos que averiguarlo. Tenemos que
averiguar en quién podemos confiar. Hemos conseguido registros que
demuestran que se nos tendió una trampa, pero sólo están acumulando
polvo. Así que— Remy se volvió hacia Merrick, una gruesa ceja levantada
— tú me dices cuál es nuestro siguiente paso.

—Por ahora —empezó Merrick cuando comenzó a caminar hacia la


nave— es salir fuera de la vista y fuera de este planeta tan pronto como sea
posible.

Remy se rió detrás de él, lo que sólo cabreó a Merrick. No podía ver
cómo Remy era el Comandante, sin embargo, consideraba que la situación
era divertida. No era divertida. Era peligrosa y existía un riesgo que
ninguno de ellos debería haber tomado. 75
Cuando Remy siguió caminando, Merrick siguió detrás de él. No
estaba seguro de adónde se dirigía el Comandante, ni siquiera por qué
estaba siguiendo ciegamente detrás de él, pero lo estaba. Se detuvieron en
unos pocos más vendedores a lo largo del camino y Merrick comenzó
lentamente a comprender el camino que estaban tomando.

Era un amplio círculo a través de la zona, uno lo suficientemente


grande para que todo el mundo viera a Merrick con el Comandante de la
Lady Blue. ¡Qué jodido idiota! Merrick rodó los ojos cuando se volvió y
comenzó a hacer su camino de nuevo a los muelles de carga. Cuando
regresara a los cuarteles generales, iba a tener una conversación seria con
quienquiera que hiciera los ascensos. Necesitaban comprobar sus
candidatos un poco más duramente.

—¿Vas a alguna parte, General?


—Estoy dentro de tu pequeño plan, Comandante —dijo Merrick, sin
darse la vuelta para mirar a Remy. Tenía miedo de que si lo hacía, atacaría
al tipo—. No va a funcionar.

—Oh, yo no sé nada de eso. —Había clara diversión en la voz de


Remy. Irritaba los nervios de Merrick—. Parece estar funcionando muy
bien. Aquí todo el mundo sabe ahora que el General Vedic Merrick está a
bordo de la Lady Blue. Correrán la voz de nuevo a la Fuerza de Élite".

Merrick se detuvo de caminar. Se pasó la mano por la cara en un


movimiento frustrado luego colocó sus manos sobre sus caderas, tomando
un profundo respiro antes de darse la vuelta para mirar al Comandante. —
Esta es probablemente una de las ideas más tontas que hayas tenido alguna
vez.

—Nah. —Sonrió Remy—. Las he tenido más tontas.


76
La mandíbula de Merrick cayó mientras veía reír a Remy. El hombre
era desconcertante. —¿Cómo llegaste a ser Comandante?

La diversión se deslizó de la cara de Remy como si nunca hubiera


estado allí. —Porque soy muy bueno en lo que hago, al igual que todos los
miembros de mi tripulación.

—Tú...

—Comandante. —Era Blade en el enlace del comunicador—. Ya


casi hemos terminado la carga de los suministros.

—Estamos de camino, —dijo Remy, cuando empezó a caminar.

Merrick se quedó mirando detrás del hombre por un momento y


luego se apresuró a alcanzarle, moviendo la cabeza. Remy le confundía
como la mierda.
El hombre guiaba a su equipo con increíble capacidad. Todos
parecían dispuestos a dar sus vidas por el Comandante. Y, sin embargo,
Remy les trataba como familia. Ciertamente no había reglamento, pero
parecía funcionar para ellos.

Incluso si la tripulación de la Lady Blue fuera capaz de limpiar sus


nombres, Merrick tenía serias dudas de que volvieran a la Fuerza de Élite.
Habían pasado demasiado tiempo construyendo sus propias vidas para
abrocharse el cinturón por debajo del collar restrictivo de los militares.

Merrick frunció el ceño cuando Blade les localizó y rápidamente


Blade se acercó, hablando en voz baja a Remy. Estaba aún más confuso
cuando Remy hizo un gesto para que se acercara. Pero lo hizo, corriendo
para ver cuál era el problema.

—El vendedor nos está dando problemas —dijo Remy.


77
—¿Problemas? —¿Qué carajo quería decir eso?

—Nos está dando largas.

—¿Están todos los materiales cargados?

—Sí. —Asintió Remy—. Blade está tratando de terminar la


transacción y pagar al idiota. El hombre sigue dando problemas.

Merrick frunció el ceño cuando miró hacia al hombre que le estaban


comprando las pilas de combustible. Sabía que no le había gustado cuando
lo conoció. —¿Qué tipo de problemas?

—Justo cada maldito que podríamos tener —espetó Blade—. Su


video-pantalla no funcionaba bien. Escribió el manifiesto mal. Hizo las
cuentas mal. No podía recordar exactamente lo que nos había vendido o a
qué precio se cotizaba en el mercado. Te estoy diciendo, que nos está
dando evasivas.
—Si me lo permiten —Merrick hizo un gesto hacia el vendedor.
Después de conseguir un pequeño guiño y sonrisa de Remy, se acercó al
frente del vendedor—. ¿Cual parece ser el problema aquí?

—Oh, ningún problema —dijo el vendedor rápidamente.

—¿Entonces por qué todavía estoy aquí?

—Sólo tenemos que terminar la transacción.

—Entonces te sugiero que lo hagas. —Merrick se quedó allí de pie


en toda su altura y dio al vendedor su habitual mirada no me jodas—. Me
voy ahora mismo. Tienes hasta las puertas de la bodega de carga para
terminar esta transacción o no se te pagará.

Con eso, Merrick giró sobre sus talones y se dirigió a la rampa que
conducía a la bodega de carga. Oyó al vendedor balbucear y miró por
encima de su hombro para ver a Remy y los otros dos miembros de la 78
tripulación subir por la rampa justo detrás de él.

—¿Se le pagará?

—Recibió el pago —dijo Remy mientras pulsó el botón para cerrar


la rampa—. Sus dedos no podían moverse lo suficientemente rápido en esa
consola una vez que comenzaste a ir por la rampa. Buen trabajo, General.

—Sí, bueno... —Merrick juntó las manos detrás de la espalda y se


dirigió a la esclusa de aire—. Creo que sería en nuestro mejor interés salir
de este infierno olvidado de Dios, antes que quienquiera que estuviera
retrasando llegara.

Como si sus palabras hubieran predicho el futuro, la voz de Tank


llegó por el intercomunicador. —Comandante, tres naves de la Fuerza de
Élite están entrando en la atmósfera. Si fueras tan amable de acompañarme
en el puente, puede que salgamos de una puta vez de aquí.
Remy se rió, para sorpresa de Merrick. —Voy de camino, Tank.
Todo está despejado aquí abajo. Despega.

Merrick se balanceó un poco y apoyó su mano contra la mampara,


cuando la nave despegó de Nebular Nueve. Se enderezó y se dirigió a la
esclusa de aire con todos los demás. Le tomó sólo un par de minutos para
que la esclusa de aire presurizara y la puerta de la nave se abriera.

Merrick parpadeó y dio un paso atrás cuando vio a Pax de pie allí,
saltando de un pie a otro mientras se retorcía las manos juntas. El miedo en
su rostro envió un escalofrío por la espina dorsal de Merrick. Sólo sabía
que no le iba a gustar lo que el pequeño hombre azul tenía que decir.

—Tenemos que volver —dijo Pax rápidamente—. Shane y Gigi


están todavía en el planeta.

Merrick rugió cuando su puño se estrelló contra la mampara. Podía 79


sentir sus colmillos deslizarse de sus vainas. No podía detenerse. Su visión
se volvió borrosa ligeramente, y Merrick sabía que el color miel era
claramente visible. —¡Vuelve!

—¡Eres un jodido vampiro! —Remy gritó al tiempo que agarraba a


Pax y arrojó al pequeño hombre de color azul detrás de él—. ¡Hijo de puta!

Merrick salió airadamente al pasillo cuando Remy vino detrás de él.


El Comandante acababa de revelar el secreto de Merrick, y no había vuelta
atrás. No le sorprendería si Remy regresara sólo para sacar a Merrick fuera
de su nave.

En ese momento, a Merrick le importaba una mierda. Su compañero


se había quedado atrás en Nebular Nueve, y Tank iba a dar la vuelta a esta
nave aun si Merrick tenía que forzar al hombre. Sintió a Remy
rápidamente acercarse a él. Pero en lugar de enfrentarse a Merrick, se
precipitó a las escaleras hasta el puente de mando.
Merrick no estaba demasiado lejos detrás. Entró en el puente para
escuchar a Remy gritar —¡Ve a buscar a mi jodido compañero!

—Comandante —dijo Blade, cuando se puso de pie—. Necesito que


pienses lo que estás pidiendo. Hay tres naves de la Fuerza de Élite entrando
en Nebular Nueve. Sería un suicidio dar la vuelta.

Remy rugió cuando comenzó a cambiar, haciendo que Merrick viera


al hombre en una luz completamente nueva. Había asumido que Remy no
tomaba absolutamente nada en serio. Pero la amenaza de su compañero
quedándose atrás le estaba haciendo cambiar a su forma de lobo. Merrick
tenía el mismo instinto, pero se contuvo. A pesar de que Remy había visto
sus ojos, visto sus colmillos, Merrick no lo había utilizado para revelar
quién era realmente.

—Yo sugeriría un servicio de transporte —dijo Tank cuando se dio


la vuelta—. Es más rápido y se puede ocultar más fácilmente que nuestra 80
nave.

—Voy a tomar la lanzadera —gritó Remy cuando comenzó a alejarse


de la nave—. Lleva la nave al otro lado del planeta y mantén la posición
allí. Si te localizan, vete.

—Pero, Comandante. No podemos sólo...

—¿Hay algún jodido problema con mis órdenes? —Remy disparó a


Crank.

—Ninguno, en absoluto.

Merrick caminaba detrás de Remy, negándose a quedarse atrás en la


misión de búsqueda y rescate.

—Creo que es mejor que te quedes aquí —espetó Remy, cuando bajó
hasta la bahía de carga.
—No por tu vida. Shane es mi compañero, y no voy a permanecer a
bordo al mismo tiempo que arriesgas tu vida.

Remy se quedó inmóvil, mirando sobre su hombro a Merrick. Una


sonrisa dura levantó sus labios cuando rastrilló a Merrick con sus ojos. —
¿Sabe Shane que eres un jodido vampiro?

Merrick siseó al pasar junto a Remy.

»Eso no es una maldita respuesta —dijo Remy al entrar en la bahía


de carga—. Y quiero saber por qué no me informaste de esto cuando
subiste a mi nave.

Merrick se dio la vuelta, caminando directamente frente al


Comandante, sus ojos bloqueándose. —En primer lugar, fuiste tú quien me
obligó a tu nave. En segundo lugar, yo no voy por ahí dando publicidad que
soy una de las más perseguidas y más temidas criaturas en cualquier 81
universo. Si estás preocupado acerca de tu tripulación y las parejas, no lo
estés. Si fuera tan vil como mi especie da la impresión de ser, tú y tu
equipo ya estaríais muertos.

—Sube a la lanzadera o te quedas atrás —gruñó Remy—.


Discutiremos sobre tu especie cuando volvamos.

Bueno, el hombre por lo menos le estaba permitiendo a Merrick


volver a la nave. Merrick no estaba seguro de si eso era bueno o no.
Especialmente la forma en que Remy había reaccionado por averiguar lo
que Merrick era.

Puede que fuera General, pero Merrick sabía que no tenía


demasiados lugares para ir si Remy decidiera dejarlo atrás. Merrick no
había hecho un montón de amigos, mientras estaba en Tronos, pero tenía
una gran cantidad de enemigos que les encantaría colgarle para secarse.

Por mucho que odiara admitirlo, Merrick necesitaba la Lady Blue.


Shane se dio la vuelta en un círculo, absorbiendo las vistas futuristas,
extraño planeta. Sus ojos se agrandaron mientras miraba a un hombre con
tentáculos que salían de su cabeza. No había otro ser que tuviera su forma
de esqueleto en el exterior de su cuerpo. Shane no podía decir si la persona
era hombre o mujer.

Y los olores, los olores no eran nada que Shane hubiera


experimentado alguna vez antes. Eran ricos y aromáticos, provocando sus
sentidos y haciéndole la boca agua.

—No puedo creer que esté realmente aquí —gritó con alegría Shane
82
cuando agarró el brazo de Gigi, tirando de él con entusiasmo—. ¡Estoy en
otro enloquecido planeta!

Gigi se rió mientras caminaba. —Eres extraño.

Shane rebosaba de emoción a medida que vagaban de puesto en


puesto. Sacó el dinero que le había dado Mo cuando lo rescató, pero Shane
dudaba que fuera de alguna utilidad en el futuro.

—¿Qué es eso? —preguntó Gigi cuando le arrebató los billetes a


Shane.

—Es mi dinero.

Gigi examinó los billetes, volviéndolos una y otra vez en sus


manos.—¿Usábais papel en la AntiguaTierra?

—Bueno, sí. ¿Qué usáis aquí?


—Créditos.

Shane se rascó la cabeza. —Yo no tengo nada de eso. ¿Cómo se


supone que compre un regalo a Merrick?

Gigi se rió mientras se metió el dinero de Shane en el bolsillo. —Te


los daré. Sólo consigue lo que quiera que tengas que conseguir después de
salir de la nave. No vamos a estar aquí mucho tiempo más, no quiero que
me dejen detrás... de nuevo.

Shane no estaba seguro de qué comprar. No tenía ni idea de cómo


funcionaban los créditos o lo que era barato y lo que era caro. Se ruborizó
cuando pasaron un puesto con pañuelos de seda. Shane recordaba
vívidamente a Merrick vendándole los ojos y atándolo. —¿Puedo conseguir
un pañuelo?

Gigi se encogió de hombros. —Claro. 83


Se acercaron al puesto cuando Shane se fijó en todos los ricos y
vibrantes colores. Un pañuelo de color rojo sangre se destacó entre los
muchos surtidos, casi llamando a Shane. Le sacó libre del montón y lo pasó
por encima de su piel.

Se le puso la piel de gallina al pensar en Merrick atándole con esto.


—¿Son caros?

Gigi soltó un bufido. —No. Son de seda Trillian. Elige más si lo


deseas.

Shane hizo exactamente eso. Agarró uno negro con remolinos de


humo de encaje rojo a través de la tela y luego uno de color miel, ya que le
recordaba a los ojos de Merrick cuando quería a Shane.

—Voy a tomar estos tres.


Gigi pagó por los pañuelos y al vendedor de la caja de los pañuelos.
Shane empujó la pequeña caja bajo el brazo, y fueron al puesto siguiente.
Se dio cuenta de un cartel a la derecha del puesto. La imagen holográfica
era de un hombre chirriante con largos colmillos y piel pálida. Por alguna
razón, Shane inmediatamente pensó en Merrick.

—¿Qué es eso? —preguntó mientras señaló el cartel.

Gigi se acercó a donde Shane estaba de pie y miró hacia arriba. —


Oh, eso es un anuncio de 'se busca' para la especie de los vampiros. Se
supone que debemos informar de uno si lo vemos.

Gigi lo había dicho suficientemente casual, pero un escalofrío helado


recorrió la columna vertebral de Shane. Pensó cuando Merrick le mordió
cuando estaban teniendo relaciones sexuales y sabía en su corazón que
Merrick era uno de los vampiros buscados.
84
—No pareces muy preocupado —dijo Shane nerviosamente mientras
su mano se extendía y frotaba sobre el sitio donde Merrick le había
mordido.

Gigi se encogió de hombros. —Creo que es todo un gran despliegue


publicitario. Los vampiros no son peores que cualquier otra especie de por
aquí, pero debido a que viven de sangre, todo el mundo les teme. —Gigi se
dio la vuelta para enfrentar a Shane, un destello de ira en sus ojos— todo el
mundo sabe que la mayoría de los hombres matan lo que temen.

Shane podía sentirse un poco tembloroso. El hombre que tenía su


corazón era un vampiro. No estaba temblando por lo que Merrick era.
Shane estaba temblando porque el hombre fuera temido y perseguido. No
quería pensar en perder a Merrick o en la ignorancia o la furia ciega.
Merrick era un buen hombre. No era un salvaje chupasangre como el
anuncio proclamaba.

—¿Estás listo?
Shane no lo estaba. Había querido conseguir algo muy especial para
Merrick, pero, de repente, quería ver al hombre, ser sostenido por él, y
saber que el hombre del que se había enamorado estaba a salvo.

—Sí, —respondió Shane mientras miraba a la multitud en el


mercado. Se preguntó cuántas de estas criaturas entregarían a Merrick. El
mercado había pasado de ser un lugar de maravilla emocionada a una
multitud de despiadados.

—Entonces volvamos antes de que alguien se de cuenta que


abandonamos la nave.

Shane siguió detrás de Gigi, explorando la multitud y preguntándose


donde estaba Merrick. Sabía que el General había desembarcado en este
planeta. Shane sólo rezaba para que el hombre estuviera a salvo. A medida
que despejaban la multitud y se dirigían hacia el muelle de carga, la
mandíbula de Shane cayó y el pecho se apretó con miedo. 85
—Maldita sea, no otra vez —gruñó Gigi.
Capítulo 7
—¿Alguna idea de por dónde debemos empezar a buscar en primer
lugar? —Preguntó Merrick cuando Remy aterrizó la lanzadera detrás de un
gran edificio. Había varios bloques desde el muelle de carga así que
esperanzadoramente no sería localizada si la Fuerza de Élite,
efectivamente, aterrizara.

—Me gustaría empezar por el muelle de carga y trabajar nuestro


camino de regreso en esta dirección. Sospecho que Shane y Gigi se fueron
de compras. —Remy rodó sus ojos hacia arriba y sacudió la cabeza, un
largo suspiro exasperado cayendo de sus labios—. Es lo que Gigi haría.

Las cejas de Merrick se levantaron. —¿Gigi hace esto a menudo?


86
—Ha sucedido.

Oh.

Merrick había esperado que su compañero fuera más inteligente que


eso, pero teniendo en cuenta que también estaba a este lado del planeta con
Gigi, no parecía gustarle. Tal vez seriamente pensaría en mantener a su
compañero atado a su cama. Parecía que era lo más inteligente para hacer.

Merrick siguió a Remy fuera de la lanzadera y por un estrecho


callejón. Estaba nervioso, asustado, enojado, preocupado, perdiendo su
maldita mente. Casi ninguna de esas palabras describía el caos de las
emociones corriendo a través de él en el momento. Su compañero estaba en
alguna región remota del planeta sin ley, y la amenaza de la Fuerza de Élite
viniendo en cualquier momento era casi un hecho.

—¡General!
—¿Qué?

—Contrólate.

Merrick parpadeó y de pronto se dio cuenta de que sus garras se


estaban ampliando y sus ojos cambiaban. Podía sentir su encías picar con la
necesidad de bajar sus colmillos y desgarrar cualquier amenaza que fuera
detrás de su pareja.

Merrick maldijo y luego cerró los ojos y tomó varias calmantes


respiraciones. Una vez que se sintió como si estuviera en control de nuevo,
abrió lentamente sus ojos y comprobó. Sí, sus garras se habían ido y las
encías ya no le dolían. Y se podría decir que sus ojos volvían a la
normalidad también. Su visión se despejaba.

Nunca en toda su completa carrera Merrick había perdido el control,


pero estar en torno a su compañero parecía traer al frente su más profunda 87
necesidad de proteger, sustituyendo la necesidad de ocultar quién era
realmente.

—Realmente es tu pareja, ¿no?—preguntó Remy.

—Lo es.

—¿Le has reclamado?

Merrick apretó los dientes en la pregunta personal, pero suponía que


el Comandante tenía derecho a saber. —Lo he hecho.

—Entonces realmente necesitamos darnos prisa —dijo Remy cuando


empezó a bajar el callejón de nuevo, caminando aún más rápido de lo que
lo había hecho antes.

—¿Por qué? —preguntó Merrick cuando se encontró con el hombre.

—Si reclamaste a Shane entonces asumo que hay una marca de


mordedura en su cuello.
—Sí.

—Si alguien la ve, su vida no valdrá una mierda.—Remy tenía una


profunda mueca en su rostro cuando se volvió para mirar a Merrick—. Ese
particular tipo de mordedura no es fácil de ocultar.

La respiración de Merrick se quedó atrapada en su garganta, y casi


tropezó. Por reclamar a Shane como su compañero, lo había puesto en
peligro. Los vampiros eran despreciados por todas las estrellas, los
compañeros de los vampiros más aún. Se les consideraba lo más bajo de lo
bajo. No tenían ningún derecho.

Merrick debería haber recordado eso antes de reclamar al hombre.


Simplemente no había sido capaz de parar una vez que Shane estuvo en sus
brazos. De pronto, la urgencia de su viaje tomó un significado
completamente nuevo. Si no llegaban a Shane y a Gigi a tiempo, ambos
hombres podían morir, y sería culpa de Merrick. 88
Merrick comenzó a dar la vuelta a la esquina del callejón, cuando
Remy de repente golpeó una mano en su pecho, empujándolo contra el lado
del edificio. Merrick abrió la boca para discutir con Remy hasta que vio el
uniforme inconfundible de la Fuerza de Élite caminando calle abajo.

—¡Joder!

—Sshhh. —Remy fulminó con la mirada a Merrick—. Vamos a


esperar hasta que nos pasen.

Merrick inclinó hacia atrás la cabeza contra la pared de ladrillo


detrás de él, deseando solo poder golpear su cabeza contra los ladrillos.
Odiaba ser perseguido, no ser capaz de ir donde quisiera, cuando quisiera.
Odiaba ocultarse sólo para hacer su trabajo. Merrick era un maldito buen
General, pero a causa de que su especie era tan temida, no se mirarían ya
sus credenciales, sino la especie en la que nació.
Se imaginó que era mucho más parecido a cómo la tripulación de la
Lady Blue se sentía de forma regular. Merrick sólo había estado huyendo
durante unos pocos días. La Lady Blue había estado huyendo durante
semanas, quizás incluso meses. Había leído la sobrecubierta de su
expediente, la oficial y la no tan oficial, pero las cronologías eran
incompletas en el mejor de los casos.

Una vez que Remy señaló que la costa estaba despejada, Merrick le
siguió a la vuelta de la esquina y por las calles. La multitud era densa. Esto
tenía la ventaja de ocultarlos de quien podría estar en busca de ellos.
También tenía el inconveniente de ocultar a alguien buscándoles. Merrick
tenía que aferrarse a la esperanza de que Shane y Gigi se mantendrían fuera
de problemas hasta que pudieran encontrarles.

—¿Cuánto falta? —preguntó Merrick.

—Sólo otro bloque o dos. Puedo ver el muelle de carga desde aquí. 89
Merrick miró más allá de Remy abajo a la calle. El Comandante
estaba en lo cierto. La puerta grande que conducía al muelle de carga justo
ahora entraba a la vista. Por suerte, ya que este era un planeta de mercado
negro, nadie estaba de guardia en la puerta.

Merrick nunca pensó que estaría agradecido de estar en un planeta


sin leyes o presencia militar para hacer cumplir esas leyes. Pero sin nadie
guardando las puertas, sólo podía seguir caminando derecho para entrar.
Los pasos de Merrick se ralentizaron más cerca de la puerta cuando
llegaron.

Sólo podían seguir caminando... ¿Por qué pensó en eso de repente


permaneciendo en la mente de Merrick? Algo acerca de esa idea le
molestaba mucho, y era más que el hecho de que no hubiera policía para
comprobar quién iba y venía en el muelle de carga.

—Remy.
Cuando el hombre no se detuvo, Merrick saltó hacia adelante y le
agarró por su camisa, tirando de él para detenerle en la puerta.
Rápidamente le empujó hacia las sombras de la puerta y observó la puerta
del muelle de carga.

Algo no iba bien.

—¿Qué estás haciendo, Merrick?

Merrick negó con la cabeza. —Algo de esto no va bien.

—Sí, nuestras parejas están desaparecidas.

—No, estoy hablando del muelle de carga. Algo no va bien al


respecto. —Merrick no podía evitar la sensación—. No puedo decirte qué
es, pero sé que algo está mal.

Remy se le quedó mirando por un momento largo e intenso y luego 90


dejó escapar un suspiro alto y claro. —Bueno, he estado cerca de ti lo
suficiente como para saber que no sólo estás dándome un tirón brusco.
¿Qué sientes exactamente?

Merrick volvió a mirar a las puertas. —Es sobre las puertas. No hay
nadie cuidándolas.

—Nunca hay nadie vigilándolas. Este es un planeta sin ley, ¿te


acuerdas?

—Eso no es todo. Entiendo que nunca hay guardias, pero cualquiera


sólo puede caminar dentro de los muelles de carga. ¿No te parece que la
Fuerza de Élite lo sabría y esperaría que nos apresuráramos a salvar a
nuestros compañeros?

Merrick tragó saliva cuando la cara de Remy se puso rígida y fría


como una piedra. No podía recordar nunca mirando a los ojos de la muerte
de la forma en que lo estaba ahora.
—Sólo en el caso de que ya sepan que nuestros compañeros
necesitan ser salvados.

Gigi se sentó junto a Shane viendo uno de los oficiales de la Fuerza


de Élite paseando por el calabozo. Nunca en su vida había tenido este
miedo antes. Ni siquiera cuando le había pertenecido a su maestro, o
cuando lo secuestraron de Remy, cuando Gigi había escapado de sus
garras. Drake había sido un cruel bastardo, pero los ojos de este oficial
prometían a Gigi un incalculable dolor.

Lo que le aterraba era el hecho de que Gigi sabía que Remy


sacrificaría todo para salvarlo. 91
Gigi miró con vehemencia al oficial cuando el hombre agarró un
puñado de pelo de Gigi y tiró la cabeza hacia atrás. —Vas a cooperar o
haré cortar tu garganta de oreja a oreja.

El gemido estaba en los labios de Gigi, pero se negó a permitir que el


sonido escapara. No porque estuviera siendo valiente. Sabía cuando la
amenaza de alguien era más que una amenaza. El oficial, sin duda, no haría
precisamente eso.

La promesa de la muerte estaba fuertemente brillando en los ojos del


hombre. No, se negó a lloriquear porque Shane estaba sentado a su lado y
el humano parecía que estaba tan aterrorizado que iba a desmayarse. Si
Gigi cediera a lloriquear, entonces Shane no tenía ninguna posibilidad. El
hombre se rompería y diría todo lo que sabía.

—Trae la grabadora otra vez aquí —mandó el hombre a otro oficial.


Una grabadora fue traída y se puso en frente de Gigi y Shane. Tragó
duro alrededor de los músculos apretados en la garganta cuando la
grabadora se activó. »Ahora, haz lo que te indiqué.

Gigi sentía el sudor gotear por la espalda. Querían que dijera a


Remy, dónde y cuándo se encontrarían para un intercambio. Ellos querían a
Merrick. Y Gigi sabía que era mucho más eficaz tener a Gigi pidiendo a
Remy que uno de los oficiales de Élite.

Pero no podía hacerlo. Gigi no podía tender una trampa a Remy o


algo por el estilo. Había oído susurros cuando creían que Gigi todavía
estaba inconsciente. No sólo estaban planeando un intercambio, sino la
ejecución de Remy. Su teoría era que si mataban a Remy, entonces la Lady
Blye sucumbiría sin su líder. Se quedó mirando a la grabadora, pero las
palabras ensayadas le fallaron.

El oficial que le había amenazado rugió mientras golpeaba a Gigi en 92


el lado de la cabeza con la culata de su Phaser, haciendo que astillas de
colores bailaran delante de la visión de Gigi. »Hazlo o mataré a tu amigo.

Shane dejó caer un gemido de sus labios mientras se sacudía,


moviendo su cabeza a Gigi. —No lo hagas.

Tanto como Gigi quería gritar y gritar en la grabadora y decir a


Remy que era una trampa, se aclaró la garganta y le dio la hora y las
coordenadas de la cita.

—Muy bueno.

Los oficiales dejaron a Gigi y a Shane en el calabozo, mientras se


reían de su victoria.

—Lo siento, —dijo Shane, mientras descansaba su cabeza contra la


pared—. Si yo no hubiera estado tan exaltado por cómo conseguir a
Merrick algún tipo de regalo, no estaríamos en este lío.
Gigi meneó la cabeza cuando se volvió para mirar a Shane. —No, si
esos hijos de puta no hubieran puesto una trampa a Remy en primer lugar,
no estaríamos en este lío. No es tu culpa, Shane.

La culpa era de Gigi por ser tan condenadamente descuidado. Había


dejado bajar la guardia mientras disfrutaba de las vistas y los sonidos de
Nebular Nueve y no se había dado cuenta a los hombres uniformados que
estaban a escondidas sobre ellos. Sólo rezaba para que Remy no hubiera
pagado el precio por su incompetencia.

El Almirante Jordan Monroe se quedó mirando el archivo cifrado


enfrente de él, preguntándose cómo infierno algo así podría suceder en su 93
bien establecida administración. Las mentiras y la traición tenían tentáculos
alcanzando a tantos, que no estaba seguro en quién podía confiar. La
traición llegó tan alto, desde el Embajador Vystal, hasta el Comandante
Brystan Pierce y luego corría por los rangos.

Monroe se sorprendió. Había incluso dignatarios extranjeros y


empleados humildes en la sedición. ¿Qué estaba pasando exactamente? —
¿Quién ha visto esto? —preguntó Monroe a su asistente.

Kelvynté se aclaró la garganta. —Solamente usted, Almirante.

Dios mío, Monroe estaba sentado aquí preguntándose si podría


incluso confiar en su asistente. El hombre había estado al lado de Monroe
durante más años de los que podía contar, pero con una lista tan amplia y
generalizada, no estaba seguro qué pensar.

—¿Sabe usted quién envió esto?


Kelvynté negó con la cabeza. —No, señor. Estaba colocado en mi
estación de trabajo cuando llegué esta mañana.

Y había necesitado un escáner de retina, una identificación de huella


digital y análisis de voz, que Monroe llevó a cabo, antes de que pudiera
abrir el archivo. El que envió esto estaba absolutamente asegurándose de
que Monroe fuera el único que pudiera leerlo. Ahora, la pregunta era, ¿qué
diablos se suponía que debía hacer con esta información?

—Ensuciar el comedor no va a devolver a Gigi, —Merrick espetó a


Remy—. Piensa con tu cabeza, no con tu bestia.

Remy agarró el borde de la mesa de metal, absorbiéndola con


94
profundidad y con medidas respiraciones. Desde que recibió la transmisión
de la Fuerza de Élite con Gigi dando las coordenadas del intercambio,
Remy había perdido la razón. Merrick no podía culpar al hombre. Gigi
tenía un hematoma grande en el lado de su cara. Pero no iba a conseguir
nada hasta que Remy se calmara.

»No tengo más que perder en todo esto. Yo debería ser el único en
destrozar el lugar. Pero sé que sensatez es lo que necesitamos ahora mismo.

—Te quieren a ti —gruñó Remy, cuando se puso de pie—. No veo


ningún motivo para no entregarte para conseguir a mi compañero de vuelta.

A pesar de que Merrick sabía que era lo más lógico, todavía le


escocía escuchar lo verdaderamente prescindible que era.

»Pero no es sólo un problema con esa solución —dijo Remy, cuando


dio media vuelta y se apoyó en la mesa.
—¿Y cuál sería esa? —preguntó Merrick. Era una clara solución
para él. Cambiar su vida por la de Gigi y Shane. No veía un problema con
la solución. Merrick aceptó la posibilidad de morir en el cumplimiento de
su deber. Se suponía que cuando mantenía una posición tan alta como la
suya acumularía enemigos que no se detendrían ante nada para eliminar a
Merrick de su cargo.

—El problema es que yo no entrego a cualquiera de mi equipo.—


Remy se dirigió hacia las puertas del comedor, dejando allí a Merrick
aturdido. ¿El Comandante estaba dispuesto a luchar por él? ¿Remy estaba
dispuesto a jugar un juego peligroso con la Fuerza de Élite, aunque el
enemigo tuviera a sus dos parejas?

Sabía que el hombre estaba más loco que el infierno.

Merrick salió del comedor. Por lo menos se las arregló para calmar al
Comandante. Ahora todo lo que tenían que hacer era averiguar su plan de 95
juego. El General se dirigió al único lugar que sabía que le daría consuelo
en un momento como este. Se dirigió a su habitación y miró hacia afuera, a
la ventana, mirando las brillantes estrellas blancas volar más allá de él
como blancas joyas sobre un lienzo negro de seda. Estaban a un año luz de
distancia de Nebular Nueve, rumbo a las coordenadas que les dio el
compañero de Remy.

Puso sus manos en la ventana, preguntándose cómo sería su vida con


Shane si no tuviera que mantener la pretensión de ser humano o si no fuera
el General de la Fuerza de Élite. Sería tan sencillo tomar a Shane y
desaparecer en alguna parte. Tal vez incluso más allá del Sistema de
Galaxias. Pero Merrick sabía en su corazón que caminar lejos de sus
responsabilidades era algo que jamás haría.

A pesar de que era tentador.


Quitó las manos de la ventana y se volvió cuando las puertas sonaron
abriéndose, indicándole que alguien estaba entrando en su pacífico respiro.

—General —dijo Colt mientras caminaba a la plataforma de


observación—. El Comandante quería que le hiciera saber que estamos
cerca de nuestro lugar de encuentro.

Merrick asintió y luego se dio la vuelta, despidiendo a Colt, una vez


más miró a su entorno tranquilo durante una última vez. Merrick sabía que,
sin importar lo que Remy dijera intercambiaría su vida por la de Shane.

Suspirando profundamente, Merrick fue a encontrarse con su destino.

96
—Recuerda lo que hablamos —dijo Remy, cuando se acercó a la
bahía de transporte—. No te desvíes del plan.

Merrick miró al Comandante cuando las puertas de la bahía de la


lanzadera se abrieron. —No soy idiota, Comandante. Comprendo
perfectamente tu plan.

—Nuestro plan, General.

Eso era discutible. El plan sonaba bien en la superficie. Merrick


simplemente no veía cómo iba a funcionar. La Fuerza de Élite no iba a
darse por vencida hasta que fueran capturados o muertos. Y, tanto como a
Merrick no le gustaba la idea de morir, haría cualquier cosa para mantener
a Shane seguro.

Shane era su única cosa buena. Incluso si Merrick moría, él se iría,


sabiendo que había experimentado la verdadera felicidad, aunque sólo
hubiera sido por un breve espacio de tiempo.
A sabiendas de que Shane estaba allí en algún lugar, preferentemente
seguro, hizo su decisión mucho más fácil. A pesar del gran plan que Remy
tenía en su sitio, si llegaba el momento, Merrick caminaría a su muerte con
los ojos abiertos.

—Ya basta, General.

Merrick echó un vistazo a Remy por la sorpresa. No porque el


Comandante le hubiera dicho nada, sino por la suavidad en la voz del
hombre. No creía que Remington Vystal supiera hacer otra cosa sino gritar.

»Sé lo que estás pensando, General. —Remy sonrió—. Pero sólo


porque yo y todos los demás hombres en esta nave estarían pensando la
misma cosa si nuestros compañeros estuvieran en problemas, y créeme,
todos hemos pasado por esto. Pero dale a este plan una oportunidad de
funcionar. Si no, te acompañaré a tu muerte yo mismo.
97
Merrick no estaba seguro si eso era una amenaza o no, pero estaba
contento de que el Comandante comprendiera su necesidad de proteger a su
compañero. —No puedo permitir que Shane sea herido.

—¿Y no crees que si tu mueres le hará daño?

Merrick hizo una mueca cuando Mo le gritó. Un momento más tarde,


estaba allí de pie con su boca abierta mientras se frotaba la parte posterior
de la cabeza, donde Mo le había golpeado. ¿Cuándo fue la última vez que
le había permitido a alguien hablar con él de esa manera, y mucho menos
golpearlo?

»¡Está enamorado de ti, imbécil!


Merrick miró bruscamente alrededor, sus ojos brillaban como el
gélido miedo retorcido alrededor de su corazón. Las implicaciones de las
palabras de Mo eran más amplias de lo que Mo sabía, incluso si a Merrick
le dolía que fueran ciertas. —No, él...
—Conozco a Shane de mucho más tiempo que tú, General. Crecimos
juntos. —La voz de Mo era tranquila ahora, sin embargo, mantenía un
matiz de ira—. Sé cuándo está enamorado, y está enamorado —apuntó Mo
con un dedo al General— de ti.

Merrick apretó su mandíbula para matar el repentino llanto en la


garganta. No importa lo mucho que Merrick quisiera creer que las palabras
de Mo fueran ciertas, no cambiaba nada. De hecho, acaba de hacer lo más
urgente para él. Si las personas que tenían a Shane eran las mismas tratando
de matar a Merrick, entonces la vida de Shane estaba en peligro aún más.
Si se enteraran de que Shane se preocupaba por él, usarían ese
conocimiento contra el compañero de Merrick.

—Respira, General.

Merrick parpadeó y levantó la cabeza, sólo entonces, dándose cuenta


de que había estado inclinada y casi hiperventilando cuando los 98
pensamientos de la pérdida de Shane le llenaron la cabeza. Remy se paró
junto a él, frotando su espalda. Merrick tragó duro y se quedó con la
espalda recta, agradecido cuando el Comandante dio un paso atrás y le dio
un poco de espacio. Puede que estuviera acoplado ahora, y desesperado
como el infierno porque Shane volviera, pero seguía siendo un General de
la Fuerza de Élite. No necesitaba mimos. Necesitaba matar a alguien.

—Hemos estado haciendo esto desde hace mucho tiempo, General


—dijo Remy—. Y créeme cuando digo que nuestras parejas se han metido
en más problemas que todo un pelotón de cadetes en un permiso de tres
días. Tenemos un plan en su lugar. Sólo dale una oportunidad de que
funcione antes de lanzarte tú mismo con tu espada.

Merrick hizo una mueca a Remy. —Sabes que lo usarán en contra


mía si se enteran que es mi pareja.
—¿Es eso todo lo que te importa? —gritó Mo—. ¿Cómo Shane
puede ser utilizado en tu contra?

El lado más oscuro de Merrick se puso a la vanguardia con tanta


rapidez, que incluso él estaba sorprendido. Susurró en voz alta al tiempo
que cogía a Mo alrededor del cuello y lo golpeó en la más cercana
mampara, encrespando el labio hacia atrás para mostrar fuera sus afilados
colmillos.

—Nunca me acuses de no preocuparme por mi compañero. Shane es


todo lo que es bueno y justo en este mundo, y no voy a permitir que
algunos jodidos enfermos le hagan daño porque estamos acoplados.

Los ojos de Mo eran enormes, dominando su rostro. —¡Amigo! Eres


un vampiro.

99
Capítulo 8
Shane se paseaba por la celda, locamente preocupado. Habían estado
allí durante lo que parecieron años, y cuanto más tiempo Shane permanecía
lejos de Merrick, mayor era el daño en su interior. Se sentía como si
alguien estuviera tirando de sus órganos uno por uno mientras pasaban las
horas. Nunca se sintió de esta manera antes, y eso lo desconcertó.

Sabía que amaba a Merrick, pero esta pérdida altamente perjudicial,


lo estaba matando. Sentía cómo su alma se hundía en un oscuro abismo.

—Siéntate —dijo Gigi desde el pequeño catre—. Tu paseo está


empezando a ponerme nervioso.
100
—Deberíamos estar nerviosos, Gigi. Esta es la Fuerza de Élite. Son
un grupo de hombres del que el personal de la Lady Blue ha estado
huyendo durante un tiempo muy largo. Si fueran inofensivos, Remy y su
equipo no estarían tratando de ir un paso por delante de ellos.

Dios, Shane se estaba volviendo loco sin Merrick. Su piel se sentía


como si se estuviera pelando justo fuera de su cuerpo. Cada vez que trataba
de pensar en algo además de Merrick, sus pensamientos estaban de vuelta
al hombre. Iba derecho a la locura.

¿Qué diablos le pasaba?

—Soy muy consciente de lo que esos hombres son, Shane. Sin


embargo, pasearte y despotricar, no nos va a sacar de aquí. Tenemos que
pensar. He estado cautivo antes. Tal vez no por una flota entera de
oficiales, pero sabemos que perder nuestra mente no es la solución.
Ahora Shane se sentía como una mierda. Suspiró profundamente y
luego se acercó a la cama, tomando asiento junto a Gigi. —Lo siento. Me
siento bien loco justo ahora con preocupación. Echo de menos a Merrick
tanto que se siente como si mi cabeza se estuviera dividiendo en dos.

Gigi se sentó, mirando a Shane a los ojos. Shane se echó hacia atrás.
—Uh, no tienes que estar tan cerca. Dudo que vayamos a estar aquí tanto
tiempo.

Gigi rodó los ojos mientras agarraba la cara de Shane. »Tus ojos,
están haciendo alguna mierda rara del culo. Es como que no supieran si
quieren ser de color avellana o de color miel.

Shane volvió la cabeza hacia atrás, la mano de inmediato a su cuello,


asegurándose de que el cuello de su camisa estuviera ocultando la marca de
mordedura que Merrick le había dado.
101
»Sé lo que los ojos color miel significan, Shane. Y si yo fuera tú, me
esforzaría al máximo por mantener mis emociones bajo control. Si uno de
esos hombres ahí fuera ve los ojos, los dos estamos jodidos.

—¿Por qué? —Preguntó Shane mientras miraba hacia la pantalla de


plasma que estaba asegurada detrás. No estaba muy seguro de cómo de
insonorizada estaba la maldita cosa.

—¿Por qué? —Gigi sacudió la cabeza—. Porque, Shane, un vampiro


es la especie más odiada desde un extremo de la galaxia a la otra. Si
supieran que eres la pareja de un vampiro, serías considerado aún más bajo
que un rastro de moco. ¿Ahora ves la gravedad de esta situación?

Shane se quedó ahí totalmente sorprendido. El maldito futuro era


para gritar alto. ¿No deberían el odio y el prejuicio haber muerto cuando la
tecnología avanzó? Simplemente no podía creer lo que estaba oyendo. —
¿Cómo sabes que soy su pareja? —susurró Shane.
—Nadie se pone loco por alguien con el que no esté acoplado.—Gigi
se frotó la barbilla por un momento y luego se encogió de hombros—.
Bueno, sí, pero tú no pareces del tipo de perder la cabeza por algún pene
bien situado.

Shane arrugó su nariz. —Eso es grave.

Gigi se encogió de hombros, mirando impenitente. —Puede ser, pero


lo he visto antes. Así que ahora tenemos que encontrar la manera de salir de
aquí antes de que nadie se dé cuenta de que estás acoplado a un vampiro.

Eso era más fácil de decir que hacer. Tenían un maldito escudo de
plasma delante de ellos. Shane tenía la sensación de que si iban a cualquier
parte cerca de ella, sus cerebros se desintegrarían inmediatamente o algunas
otras partes del cuerpo.

—Vamos a tener que esperar hasta que bajen el blindaje —comenzó 102
Gigi.

—¿Y luego qué?

Las facciones de Gigi se pusieron duras como una piedra. Shane


nunca había visto al hombre parecer tan malditamente serio. No creía que
Gigi supiera cómo parecer serio.

—Y luego luchamos para conseguir salir de una puta vez de esta


nave.

—No soy un luchador muy bueno —admitió Shane


vergonzosamente.

—No es físico.

—Oh —dijo Shane, pero no entendía absolutamente nada de lo que


el hombre estaba diciendo. Sólo rezaba para que el hombre supiera de lo
que estaba hablando o ambos estarían apañados.
La cabeza de Shane se levantó cuando el constante zumbido a su
alrededor cesó de repente.

—El blindaje está bajo —murmuró Gigi, cuando se puso de pie—.


Tenemos, como cinco segundos antes de quienquiera que baje llegue hasta
aquí. Vayamos.

Shane rápidamente siguió detrás de Gigi, conteniendo la respiración


todo el camino que recorrieron desde la habitación donde se habían
mantenido cautivos. Oyó a alguien gritar que los prisioneros habían huido
tan pronto como rodearon una esquina.

Su tiempo había terminado. Ahora era escapar o... Shane no estaba


seguro de lo que la gente hacía a los fugitivos en el futuro, pero seguro
como la mierda que no quería averiguarlo. De vuelta a la Vieja Tierra, esa
persona lo más probable es que fuera disparada. Y Shane no quería ser
disparado... otra vez. La primera vez realmente apestó. No era un 103
ventilador.

—Aquí —susurró en voz alta Gigi mientras empujaba una pantalla a


un lado y saltó dentro, Shane siguió detrás del hombre. Parecía un tipo de
sistema de conductos. Metió la mano detrás de él y cerró la reja y luego se
apresuró a alcanzarle.

A medida que se arrastraban a través de la nave, Shane sólo


escuchaba los sonidos del zumbido de las máquinas y el bajo repiqueteo del
sistema de propulsión. Estaba realmente orgulloso por saber lo que eran los
sonidos. Mira, valió la pena ver todas esas películas de ciencia ficción
después de todo.

Shane se detuvo cuando Gigi se detuvo. Miró sobre su hombro,


manteniendo un dedo en sus labios para que Shane se callara. Shane
asintió.
—No me importa si entregan al General Merrick en una jodida
bandeja de plata. Quiero a toda la tripulación de la Lady Blue. No podría
importarme menos que Merrick esté a la fuga. ¿Sabes solo las medallas que
recibiría por capturar a los hombres más buscados de la historia?

¡Esos hijos de puta! Esto era toda una trampa. Tenía que encontrar
una manera de advertir a Merrick. Shane podía sentir la furia dispararse a
través de él como una tormenta eléctrica. Merrick y la tripulación no habían
hecho nada malo, y sin embargo, estaban siendo perseguidos como perros
rabiosos.

Podía sentir su pulso latir en el cuello mientras pensaba en matar a


los bastardos que pusieron la trampa a la tripulación. Shane se sacudió
cuando se dio cuenta de que se alargaban sus uñas. ¿Qué carajo? Oh Dios,
¿qué estaba sucediéndole?

Gigi lentamente se arrastró hacia adelante sobre su vientre, sin hacer 104
ruido. Shane tomó respiraciones profundas y mesuradas, tratando lo mejor
posible conseguir un tipo de control sobre su cuerpo. Cuestionaría los
cambios en él más tarde. Ahora mismo tenía que concentrarse en sobrevivir
a esta terrible experiencia.

Giraron un par de esquinas, encima de una pendiente, y se deslizó


lentamente por una ladera, pero por suerte Gigi finalmente empujó para
abrir una reja, deslizándose fuera del sistema de conductos.

—Vamos. —Gigi sacó a Shane, mientras se deslizaban en torno a


una esquina tras otra hasta que se encontraron en algún tipo de bahía de
servicio de transporte de gran tamaño. El lugar era diez veces más grande
que el de la nave de Remy.

Se escondieron detrás de las cajas, cuando algunos oficiales


recorrieron el perímetro, hablando. Shane tiró de la camisa de Gigi.
—¿De verdad piensas que podemos llegar a una de esas lanzaderas y
pasar desapercibidos? Parecía fácil como en Star Wars, pero tengo la
sensación de que no vamos a ser tan afortunados.

—¿Star qué? —Gigi preguntó mientras tiraba de la camisa de las


manos de Shane—. No importa. —Gigi rodó los ojos—. Haz lo que diga
cuando lo diga.

Shane asintió, sintiendo latir su corazón tan rápido que pensaba que
iba a desmayarse. Rezó a Dios para que fuera tan bueno como Han Solo2.

—Nos están dando evasivas —gruñó Remy, mientras permanecían


en la consola de la lanzadera—. Cada vez que trato de establecer la
105
comunicación, me ignoran.

—¿Piensas que algo les ha sucedido a nuestros compañeros y es por


eso que nos están dando largas? —preguntó Merrick. No tenía un buen
sentimiento sobre esto. Su instinto le decía que tenía todo que ver con la
pareja de Remy y la suya. Tal vez la Fuerza de Élite accidentalmente mató
a Shane y a Gigi y estaban luchando en este momento para encubrirlo.

—Es una posibilidad muy fuerte. —Rió Remy, lo que Merrick


encontró totalmente inapropiado dadas las circunstancias, pero no iba a
cuestionar al Comandante, no cuando necesitaba que Remy rescatara a su
compañero—.

2
N de T: Han Solo es un personaje de ficción y uno de los protagonistas de la trilogía original de
Star Wars. Era un arrogante corelliano con un ingenio sardónico, un humor seco, y una predisposición a
veces imprudente para meterse en problemas, que comenzó su carrera como contrabandista alrededor
del 10 ABY.
Gigi tiene un pequeño problema con la gente que le dice qué hacer o
intenta mantenerle como rehén. No le gusta actuar según las normas.

Oh, bueno, eso lo explicaba todo. Merrick rodó los ojos, tratando de
hacer caso omiso de la necesidad de patear a Remy. Y era un impulso muy
fuerte. —¿Qué pasa si tan sólo volamos en la lanzadera de todos modos? Si
están tan empeñados en el intercambio de mí por Shane y Gigi,
probablemente no van a disparar contra nosotros.

—Probablemente es la palabra clave aquí, General. Si se trata de una


trampa como sospecho, puede que no disparen contra nosotros, pero van a
tener todo un pelotón de soldados esperándonos en el momento de
aterrizar.

—Estoy abierto a sugerencias en este punto, Remy. —Estaba abierto


a cualquier cosa que pudiera traer a su compañero de vuelta a él. Merrick
comenzó a ponerse nervioso cuando la cabeza de Remy se inclinó hacia un 106
lado y el hombre le miró fijamente—. ¿Qué?

—¿Cómo te sientes acerca de las caminatas espaciales?

—Ya lo he hecho —dijo Merrick—. Todos lo hemos hecho. Es parte


de nuestra formación de la Fuerza de Élite.

—¿Eres bueno en ello?

—No me maté, ni a nadie tampoco. —Merrick cruzó los brazos


sobre el pecho—. Y eso es todo lo que estoy dispuesto a decir.

Remy soltó una risita. —Entonces, tal vez mejor será mejor que vaya
yo.

—¿Ir a dónde? —Merrick se acercó a la ventanilla y saludó con su


mano al gran acorazado de la Fuerza de Élite justo al lado de su arco—.
Están viendo todo lo que hacemos.
¿Cómo demonios puedes esperar que hagamos una caminata espacial
en cualquier lugar sin que nos estén viendo?

—Nos están mirando, cierto, pero hay un punto donde no pueden ver
nada, y es cuando una lanzadera en realidad aterriza. Pueden ver dentro de
la bahía de la lanzadera, y pueden ver fuera de la bahía de la lanzadera. No
pueden ver la entrada real a la bahía de la lanzadera, excepto por el ojo
humano.

La comprensión de repente cayó sobre Merrick. —Por lo tanto, si


alguien, por ejemplo, estuviera en el exterior de la lanzadera y se alejara
justo cuando la lanzadera volara a través de las puertas...

—Podría aterrizar con éxito dentro de la bahía de la lanzadera antes


de que la presurizaran y encontrar un lugar para esconderse.

—Pero ¿qué pasa con el pelotón de soldados que podría estar 107
esperando por nosotros?

—No pueden traer ese pelotón a la bahía de la lanzadera hasta que


esté presurizada.—Sonrió Remy—. Eso es un montón de tiempo para que
alguien entre y se esconda.

Merrick lo pensó por un momento. El plan era muy bueno. Incluso


Merrick podía ver eso. —Sólo prométeme una cosa, Comandante".

Remy arqueó una ceja en consulta.

»Si el plan sale mal, saca a Shane del infierno de aquí. Puedo cuidar
de mí mismo. No quiero a mi compañero en peligro más de lo que ya lo
está. —Merrick no podía comenzar a expresar lo importante que era para
él—. Prométeme, Remy.
Remy asintió. —Te lo prometo, pero quiero la misma promesa de ti.
El que tenga la primera oportunidad de salir de aquí con las dos parejas,
que lo haga. Quien se quede atrás se valdrá por sí mismo hasta el momento
que se pueda montar otra misión de rescate.

—¡No! —Gritó Merrick—. Si estoy preso, trataré con ello. No


quiero que Shane o la tripulación de la Lady Blue se ponga en más peligro.
Toma a todo el mundo y lárgate de aquí. Vuela más allá del Fin de la Línea
si es necesario. Sólo tienes que ir y no volver.

—Eso no es una opción, General. —La mandíbula de Remy se


apretó—. La tripulación de la Lady Blue no deja a sus miembros atrás.

—¡Yo no soy uno de tu equipo!

—El infierno que no es así. —Los ojos de Merrick se ampliaron,


cuando Remy saltó a través del espacio entre ellos y lo apuntó con un dedo 108
en el pecho—. Eres un miembro de la tripulación de la Lady Blue tanto
como cualquier hombre en esa nave. Y no voy a dejar a un hombre atrás.

Merrick se sentó, cuando sus piernas de repente se negaron a ponerse


de pie de nuevo. —¿Realmente me consideras uno de tu equipo? —Decir
que estaba sorprendido habría sido un eufemismo. Estaba totalmente
atónito, y extrañamente afectado.

Una reacción muy extraña para él.

—Mira, General —Remy se alejó un paso, pasando su mano a través


de su cabello— yo sé que no tienes ningún plan para hacer que la Lady
Blue sea tu residencia permanente. Nunca serías feliz allí a largo plazo.
Pero has sido aceptado por mis hombres como un miembro de nuestra
tripulación. Cada uno de ellos daría la vida por ti, y por Shane. Eso es todo
lo que significa ser de un equipo. Luchamos el uno por el otro.

—No quiero que nadie sea asesinado.


—Ni yo —Remy se echó a reír bruscamente—. Sin embargo, dos de
nuestros hombres, dos hombres muy importantes, están actualmente presos
por alguien que quiere ambas de nuestras cabezas en una bandeja. Yo, por
ejemplo, no voy a permitirme ser entregado a ellos, y no voy a dejar que
retengan a mi compañero más tiempo del necesario.

Merrick sintió un momento de pánico total golpearle. Miró abajo a


las manos, nerviosamente retorciéndose los dedos. —Quiero a Shane
seguro. En última instancia, me gustaría tener este jodido enfrentamiento y
terminar y pasar el resto de mi vida haciendo feliz a Shane, pero no sé si
eso va a suceder. La seguridad de Shane es mi primera meta.

—Como lo es la seguridad de Gigi para mí. —Remy dio un paso y se


sentó en el asiento junto a Merrick—. Así que, vamos a ver qué podemos
hacer para poner a salvo a nuestras parejas, a ambos. El primer objetivo es
su seguridad. El objetivo secundario es nuestra seguridad y escapar. ¿De 109
acuerdo?

—De acuerdo. —Merrick sacudió la mano que Remy le tendía. Por


una vez, sentía cómo él y el Comandante estaban en la misma página. Los
dos querían lo mismo, el regreso seguro de sus parejas.

Remy se levantó y se dirigió al armario que contenía los trajes


espaciales. Sacó uno e hizo una mueca mientras miraba abajo en el ceñido
material luminoso que lo mantendría vivo en la inhabitable área del
espacio. —Todas las apuestas están cerradas si dices cualquier cosa por mi
gordo culo.

Merrick simplemente arqueó una ceja ante Remy y luego se volvió a


la consola para probar el sistema de comunicación de nuevo. También dio a
Remy la intimidad que necesitaba para ponerse el traje. Todavía estaba un
poco dudoso sobre el plan, pero estaba bastante seguro de que tenía lo
básico.
Tenía la parte fácil. Todo lo que necesitaba hacer era pilotar la
lanzadera en la bahía y aterrizarla. A partir de ahí, dependiendo de quién
estuviera esperando por él, tenía que hacer algo de tiempo hablando para
retrasar hasta que Remy pudiera hacer lo que fuera que tuviera que hacer.
Esperanzadoramente, en algún lugar de todo este caos, serían capaces de
localizar a Shane y a Gigi.

—Está bien, estoy listo.

Merrick se volvió para ver a Remy vestido desde los pies a la cabeza.
Se aseguró de no mirar el culo del hombre. —¿Cómo quieres hacer esto?

—Presuriza el puente de mando. Voy a salir a través de la escotilla


de carga. —Remy empezó a caminar hacia la parte posterior del transporte,
haciendo una pausa cuando llegó a la puerta de la esclusa de aire para mirar
por encima del hombro—. Sólo sé cuidadoso al entrar en la bahía de la
lanzadera. Estaré colgado en el casco exterior de la nave hasta que 110
lleguemos a través de las puertas.

La garganta de Merrick se sintió gruesa, demasiado gruesa para decir


cualquier cosa, por lo que sólo asintió. El Comandante Remington Vystal
estaba haciendo exactamente lo que había dicho que haría, poniendo su
vida en peligro por uno de sus tripulantes. Era una sensación extraña para
Merrick. Desde que su madre murió no había nadie que le importara lo
suficiente como para no tratar de conseguir algo de él. Remy no estaba
pidiendo nada más que lo que Merrick había pedido, ayuda para salvar a su
compañero.

—Agárrate fuerte, Remy. Voy a aterrizar la lanzadera tan fácilmente


como sea posible, pero todavía no tenemos ni idea de quién nos está
esperando.

—Sólo aterriza la maldita cosa. Yo me encargaré del resto.


Merrick esperó hasta que la esclusa de aire se cerró detrás de Remy y
el pequeño puente de mando presurizó, y luego hizo un último intento para
ponerse en contacto con la nave de la Fuerza de Élite. Cuando no recibió
respuesta, apuntó el transporte hacia la bahía de aterrizaje y comenzó a
introducir el transporte.

Si esto no funcionara, tal vez iba a ver lo bien que la Fuerza de Élite
podía luchar contra un vampiro muy cabreado cuya pareja se encontraba
detenida como rehén.

111
Capítulo 9
—Uh-oh.

—¿Uh-oh? —Shane tragó duro. Uh-oh, no era bueno, ¿verdad?—


¿Qué quieres decir uh-oh?

—Creo que podríamos tener un problema —dijo Gigi cuando


comenzó a buscar violentamente alrededor de la bahía de la lanzadera.

—¿Qué tipo de problema? —¿Qué podría ser peor que ser retenido
cautivo por los mismos hombres que querían matar a tus compañeros?

—Hay un servicio de transporte entrando.


112
—¿Y? —Tal vez en el caos de otra nave aterrizando, podían robar
una lanzadera y escapar.

—Una lanzadera no puede aterrizar en una bahía de transporte que


está presurizada. Tienen que dejar todo el aire fuera en primer lugar y a
continuación, poner un escudo de gravedad a través de las puertas y
despresurizar la bahía antes de que nadie pueda salir. De lo contrario, todo
el interior de la bahía se quedará atrapado en el espacio al segundo que el
escudo baje.

Incluso Shane sabía que no era una buena idea. Y realmente no le


gustaba el pánico en el rostro de Gigi. —¿Y?

—Y no habrá aire para que nosotros respiremos cuando


despresuricen la bahía de la lanzadera. Tenemos que salir con un infierno
de aquí o encontrar algunos trajes espaciales.
Shane de inmediato imaginó el gran traje espacial blanco que Neil
Armstrong había llevado al aterrizar en la Luna en 1969. Nunca serían
capaces de salirse de esos trajes tan engorrosos. —Estamos muy jodidos.

Los ojos de Shane se abrieron como platos cuando todo el mundo


salió repentinamente de la bahía de la lanzadera. Sabía lo que venía. Gigi
sólo le dijo lo que se avecinaba. Y rezó para que todo el oxígeno no fuera
succionado de su cuerpo.

—Tenemos que ir ahora o ponernos el traje.

—Creo que deberíamos ir. Incluso si nos pusiéramos el traje quizás


no tengamos esta oportunidad de nuevo. No sabemos la próxima vez en que
estas puertas se abrirán —argumentó Shane—. Tenemos que correr el
riesgo de salir de aquí con el fin de salvar a nuestras parejas.

Gigi hizo un apretado gesto. —Entonces intentamos escapar por la 113


lanzadera.

Shane esperaba que estuviera en lo cierto ya que los dos despegaron


hacia el servicio de transporte. Gigi se apresuró a abrir la lanzadera, y luego
ambos se subieron en el interior, cerrando la puerta de la lanzadera detrás
de ellos.

—¡Sácanos de aquí! —gritó Shane mientras corría hacia la parte


posterior de la lanzadera y vio a los soldados de la Fuerza de Élite reunirse
en algunas de las grandes ventanas a la vista. Por lo que Shane podría decir,
nadie los había visto.

Todavía.

—Están despresurizando la bahía de la lanzadera —dijo Gigi


mientras tomaba un asiento en el timón—. Esto es un poco diferente de lo
que estoy acostumbrado, pero creo que puedo lograr irnos volando de aquí.
—Espero que estés bien. Una vez que esas puertas se abran, no
vamos a tener mucho tiempo. —Shane cruzó los dedos y contuvo la
respiración mientras las puertas de la bahía de la lanzadera se abrieron al
aterciopelado espacio de color negro.

»Aquí vamos —dijo Gigi con fuerza cuando arrancó la lanzadera y a


continuación despegó antes de que las puertas de la bahía tuvieran la
oportunidad de cerrarse detrás de ellos. Shane gritó cuando casi rozaron
otra lanzadera en su camino en la bahía.

Mirando por encima de su hombro, Shane miró boquiabierto la vista.


—¡El transporte que iba en la nave ahora está persiguiéndonos!

—No pueden haber enviado a nadie tan rápido —dijo Gigi cuando
maniobró la lanzadera fuera de la nave—. No hay manera.

—No, a menos que algunos de sus hombres estuvieran en esa 114


lanzadera —Shane señaló.

—Entonces es mejor que aguantes. Estoy a punto de perderlos.

Shane puso sus manos sobre su cabeza en el techo cuando Gigi entró
en maniobras evasivas. Shane estaba seguro de que iba a estar enfermo. La
lanzadera se sumergía y se inclinaba lateralmente, haciendo que Shane se
sintiera como si estuviera en una montaña rusa y de viaje de vuelta en la
Antigua Tierra. Odiaba esas cosas incluso en ese entonces.

»Estoy intentando la comunicación con la Lady Blue para que


puedan darme sus coordenadas —dijo Gigi desde el timón.

Shane se limitó a asentir, tragando unas cuantas veces y rezando para


que no lanzara sus galletas. Clasificaba a las lanzaderas con paseos en
montaña rusa y las borró de su lista. No era algo que alguna vez quisiera
experimentar de nuevo.
»Está bien, tengo las coordenadas, —gritó Gigi—. Nos dirigimos a
casa, Shane.

Shane miró por la ventanilla pequeña en la parte trasera de la


lanzadera. —Pero la otra lanzadera está todavía peligrosamente en nuestro
camino.

—Alerté a la tripulación. Van a estar esperando a la otra lanzadera


una vez que lleguemos a nuestra nave.

Shane se sentó junto a Gigi y rezó para que llegaran de nuevo


seguros. Esta aventura no fue tan divertida como pensaba que sería. No le
gustaba ser secuestrado y tener escudos de plasma plantados a su alrededor.
Tampoco le gustaba recibir un disparo o correr por su vida. El corazón
estaba palpitando y los nervios sacudiéndose.

Y Shane echó de menos a Merrick terriblemente. 115


El sentimiento de ser desgarrado por no tener cerca a Merrick era
sólo cada vez más fuerte. Shane se frotó el esternón, preguntándose por qué
dolía tanto estar lejos del General.

—¡Allí está! —señaló Gigi cuando la Lady Blue llegó a la vista.

Shane nunca había estado tan aliviado en su vida. Quería besar el


piso de la bahía de la lanzadera, una vez que aterrizaron.

Tal vez.

—Vamos a aterrizar a este bebé y volver con nuestras parejas.

Shane apostaba por ello. Quería sentir los brazos de Merrick


envueltos con fuerza a su alrededor. Le preocupaba que el hombre no le
mostrara ningún afecto delante de los otros hombres, pero a Shane le
importaba una mierda en este punto. Iba a agarrar a Merrick y besarlo hasta
que ambos perdieran el conocimiento por falta de oxígeno.
Gigi maniobró la lanzadera en la bahía expertamente y luego apagó
el artefacto. Shane nunca en su vida quería montar una de estas cosas otra
vez. Estaba todavía un poco mareado por la angustiosa escapada,
simplemente salieron.

—Esto no es bueno —susurró Gigi cuando salió de la lanzadera.

Shane se apresuró a salir del artefacto de metal para ver la otra


lanzadera acoplándose. ¿Qué demonios? ¿Desde cuándo la Lady Blue
permite la entrada a la Fuerza de Élite?

»¡Corre! —gritó Gigi, cuando ambos se dieron la vuelta y se


dirigieron a la cámara presurizada entre la bahía de la lanzadera y el
pasillo.

—¡Suéltame! —Gritó Shane cuando un brazo le agarró por la cintura


y tiró de él para pararlo. No había manera de que volviera a esa nave. 116
Tendrían que matarlo primero.

—Cálmate, casara.

Shane casi gritó de alegría al oír la voz de Merrick. Empujó hasta


que se dio la vuelta, enfrentando al hombre que había robado su corazón.
—¡Merrick!

Shane echó los brazos alrededor del cuello de Merrick, plantando


besos en su rostro mientras Merrick se echaba a reír. Nunca en su vida
estuvo tan contento de ver a nadie. Y Shane se dio cuenta de que la
abrumadora sensación de pérdida se había ido, ahora que estaba de vuelta
en los brazos de Merrick.

Realmente necesitan hablar de eso.


—Vamos, rebeldes —dijo Remy cuando se dirigía a las puertas de la
bahía de la lanzadera, Gigi aferrándose a su lado—. Tenemos que salir de
esta área del espacio y encontrar algún hueco para subir mientras
descansamos. La Fuerza de Élite nos estará buscando.

Shane no quería ir a ninguna parte. Quería quedarse justo donde


estaba, en los brazos de Merrick, pero quería llegar lo más lejos de la nave
de la Fuerza de Élite como fuera posible. El espacio no estaba resultando
ser tan grande como había previsto.

Caminó junto a Merrick hasta el puente, disfrutando del hecho de


tener el brazo fuerte de Merrick en torno a su hombro, a pesar de que
estaba sorprendido de que estuviera allí, sobre todo teniendo en cuenta que
estaban en público y todo el mundo podía verlos. Algo había cambiado en
el interior del hombre, y lo que quiera que fuera, Shane estaba
tremendamente agradecido. 117
—Veo que ha ido bien —dijo Blade al entrar en el puente.

—Se fue al infierno, —dijo Remy, cuando se sentó, Gigi sentado en


su regazo—. Nada salió según lo planeado.

—¿Cómo es eso? —Preguntó Colt, cuando se dio la vuelta.

—Estaba preparado con el traje espacial y colgando en el lado del


casco, todo dispuesto a dar un paseo espacial tan pronto como llegamos a la
bahía de la lanzadera en la nave de la Fuerza de Élite, pero entonces esta
lanzadera llegó disparando fuera de la bahía. Se fue justo más allá de
nosotros. Pensé que el General iba a lanzarme fuera del costado de la
maldita nave, dio la vuelta tan rápido. —Remy fulminó con la mirada a
Merrick y luego sonrió—. Una vez que llegué a entrar, dijo que vio a Gigi
pilotando la otra lanzadera.
—Eso es porque Gigi nos sacó y luego escapamos, —dijo Shane, con
entusiasmo. Se sentó allí volviendo a contar la historia de él y Gigi casi
muriendo mientras corrían desde sus celdas. Y luego, cómo los ratones les
comieron casi vivos en los conductos de ventilación, cómo tuvieron que
abalanzarse a su salida de la bahía de la lanzadera. Y Gigi continuó justo,
embelleciendo la historia aún más.

—¡Dios mío! —Dijo Tank, cuando ponía la mano en el pecho,


simulando un rostro emocionado—. ¡Habéis tenido suerte de escapar con
vida!

—Por lo menos ahora tenemos otro servicio transporte —se jactaba


con orgullo Remy.

—No puedes quedártelo —dijo Merrick desde el otro lado del


puente.
118
—Es una víctima de guerra —sostuvo Remy. Shane estaba
empezando a pensar que lo hacía sólo para sacar de quicio al General—.
Puedo mantenerlo.

—No —respondió Merrick—. La devolverás.

—Está bien —respondió Remy con una sonrisa en su rostro—. "Tan


pronto como estemos absueltos de todos los cargos, la devolveré a su
propietario.

Shane pudo ver a Merrick luchando para no sonreír. Estaba


sorprendido por los cambios en el hombre en un solo día. Era como un total
nuevo Merrick sentado a su lado. —Bastante justo.

—Es malditamente correcto —dijo Remy, cuando se puso de pie y


tiró por encima de su hombro a Gigi—. Tank, sácanos con un infierno de
aquí. Voy a llevar a Gigi a nuestro cuarto a... hasta más tarde.
Shane vio cómo el Comandante corrió desde el puente. Todo el
mundo sabía exactamente lo que Remy y Gigi estaban a punto de hacer.
Shane miró a Merrick, rezando para que estuviera a punto de obtener lo
mismo, si no más.

—¿Cómo te sientes? —preguntó Merrick mientras se apoyaba cerca.

Shane no quería hablar sobre cómo se sentía. Quería ser follado en el


espacio exterior. —Caliente —respondió mientras se levantaba—. Y tanto
si te unes a mí o no, voy a tener sexo... conmigo mismo si tengo que
hacerlo.

Los ojos de Merrick se volvieron del color de la miel que a Shane le


encantaba tanto, y un ruido sordo se inició en su pecho. Shane vio las
ventanas de la nariz del hombre estallar cuando se puso de pie y avanzó
hacia él. Shane se giró todo y se fue, corriendo tan rápido como pudo hacia
el cuarto de Merrick. Apenas podía escuchar las pisadas detrás de él, pero 119
sabía que Merrick le estaba alcanzando rápidamente.

¡Maldita sea! No conocía el código de la habitación de Merrick, por


lo que la persecución terminó en la puerta. Lástima. A Merrick parecía
realmente gustarle jugar a caza-y-presa. Debe ser una cosa de vampiros.
Tal vez podría volver a jugar la próxima vez, o... la mente de Shane se
fragmentó cuando de pronto giró alrededor y se estrelló contra la mampara
justo al lado de la puerta de Merrick.

Una dura y hambrienta boca, capturó la suya, saqueándola,


explorándola y exigiendo la rendición completa de Shane. Shane gruñó y
moldeó su cuerpo al de Merrick. Se sentía tan condenadamente bueno estar
de vuelta en los brazos del General. Cada dolor y pesar había desaparecido,
remplazado por la inmensa alegría.

¡Espera!
Shane se echó hacia atrás para mirar a los ojos dorados de Merrick.
—Tengo garras.

—Eso es de esperar, casara —murmuró Merrick mientras acariciaba


sus nudillos por el lado de la mandíbula de Shane. Sus ojos vagaron por la
cara de Shane, casi como si tuviera que mirar cada rasgo—. Cuanto más
tiempo estemos juntos, más de mis rasgos adquirirás.

—¿Por qué no me dijiste que eras un vampiro? —Sonrió Shane


cuando la mandíbula de Merrick bajó—. ¿Qué? ¿No pensabas que lo
averiguaría?

—Eres un hombre inteligente, Shane. Sabía que finalmente lo


averiguarías.

Shane pudo ver que Merrick estaba dando marcha atrás tan rápido
como podía. A pesar de lo que dijo, Shane dudaba que el General realmente 120
esperara que descubriese su pequeño secreto. —Y, sin embargo, aún
parecías sorprendido. ¿Por qué es eso?

—Yo no esperaba que lo averiguaras tan rápido. —Merrick se volvió


e inclinó, pasándose la mano por la cara—. Quería un poco más de tiempo
para tratar de explicártelo.

—Tal vez podrías comenzar con la explicación de por qué me sentía


como si fuera a morir cuando estábamos separados.

Shane no esperaba que Merrick de repente palideciera luego lo


empujó en su cuarto. Se tambaleó unos pasos dentro de la habitación y se
giró para hacer frente a Merrick por su rudo comportamiento, sólo para
encontrar al hombre inclinando, la frente contra la puerta cerrada.

»Vedic —dijo Shane, usando el nombre más íntimo del General.


Acarició con la mano la espalda de Merrick, intentando dar al hombre que
amaba alguna medida de comodidad—. ¿Qué pasa?
—Yo no quería esto para ti, casara.

—¿Querer qué? —Un escalofrío de aprensión sacudió el cuerpo de


Shane—. ¿Es debido a los anuncios de 'se busca'?

Merrick miró por encima de su hombro, las cejas reunidas cuando


frunció el ceño en confusión. —¿Los anuncios de 'se busca'?

—Había carteles de 'se busca' en los puestos en Nebular Nueve. Gigi


me explicó lo que eran. —Shane se encogió de hombros—. Ahí es cuando
supe que eras un vampiro. Tienes los mismos ojos color miel cuando estás
enojado o... caliente.

—Sí, en parte es debido los anuncios de 'se busca'. —Merrick suspiró


y se acercó a mirar fuera a las estrellas como hacía a menudo—. Mi especie
es perseguida a lo largo de esta galaxia y muchas otras. Hemos sido objeto
de persecución casi hasta la extinción. La amenaza de muerte es un 121
compañero constante.

—¿Por qué?

—El miedo, supongo. En un tiempo, los vampiros gobernaban la


galaxia. Íbamos donde queríamos y hacíamos lo que queríamos. La verdad
es que creo que estábamos fuera de control, tomando lo que no nos
pertenecía. Cuando la Federación de Planetas Unidos llegó al poder,
dejaron fuera de la ley a los vampiros y la extracción de sangre para
sostener nuestras vidas. Y entonces comenzaron a perseguirnos.

—¿Cómo escapaste de ellos?

Merrick lanzó una pequeña y triste sonrisa por encima del hombro.
—Mi padre vio lo que se avecinaba. Me prohibió mostrar alguna vez mi
lado vampiro a nadie y me enseñó a ser plenamente humano. Nos hemos
integrado en la sociedad humana y ocultado nuestra otra mitad. Y funcionó
durante muchos años.
—Hasta ahora, —dijo Shane.

—Hasta que llegaste tu —respondió Merrick.

—¿Yo? —Chirrió Shane—. ¿Qué tengo que ver con ello?

—Tú eres mi compañero, casara. —Shane tragó duro cuando un


bulto de emoción comenzó a formarse en su garganta con el brillo salvaje
en los ojos color miel de Merrick, cuando el hombre lo persiguió por la
habitación—. Había olvidado que tal cosa podría suceder.

—¿Qué? ¿Qué podríamos estar acoplados?

—No, casara, lo que tenemos entre nosotros es mucho más que un


acoplamiento. Se trata de un vínculo del alma.

—¿Qué-qué es eso? —Merrick estaba mirándole hacia abajo como si


tuviera su mundo entero justo ante él. Shane no sabía qué pensar de eso, a 122
excepción de que le gustaba. Mucho.

—Hay una leyenda entre mi gente de que algunos compañeros


tendrán una conexión que va más allá simplemente del acoplamiento. Va
todo el camino hasta el alma. Muy pocos lo experimentan. De hecho, nunca
he conocido en mi vida a un vampiro que tuviera tal lazo. Es sagrado para
nosotros y muy codiciado. —Shane se humedeció los labios secos y trató
de formar las palabras que quería decir. No fue fácil cuando su mente
estaba saltando de un pensamiento a otro—. ¿Qué te hace pensar que
tenemos un vínculo del alma? —finalmente susurró.

—El dolor abrumador que sentí cuando no estabas a mi lado.—


Merrick envolvió sus manos alrededor de la cara de Shane y comenzó a
sembrar pequeños besos por su piel mientras hablaba—. Me quería morir
sin ti, casara. Quería matar a los que te llevaron de mí. Y quería que
murieran lenta y dolorosamente.

—¡Oh-oh!
—Sólo la fuerte presencia del Comandante me impidió volverme
completamente salvaje. Mi dolor era tal que me habría suicidado si no te
hubiera conseguido de nuevo. —Los ojos de Merrick miraron fijamente a
los de Shane, los ojos dorados nunca vacilando—. Tengo miedo, casara, ya
no puedo vivir sin ti.

—Lo siento.

Los labios de Merrick se curvaron hacia arriba. —Yo no.

Shane estaba eufórico. Pero también tenía miedo a la muerte. —¿No


me pondré en más peligro?

—Siempre existe el peligro, casara. Siempre lo habrá. Es la


naturaleza del mundo que ahora vivimos, pero, que sepas esto, Shane
Miller, haré todo lo que esté a mi alcance para asegurarme de que estás a
salvo. No permitiré que nadie te lleve de mi lado otra vez. No podría 123
soportarlo.

—Wow. —El corazón de Shane revoloteó enloquecido en su


pecho—. Cuando decides algo, lo haces por todo lo alto, ¿no?

—Como quizás hayas aprendido con ese pequeño truco que tu


hermano sacó cuando te rescató de la Antigua Tierra, las decisiones tienen
consecuencias, buenas y malas. Yo lo aprendí desde el principio, tal vez
por lo que soy o lo que mi padre quería de mí, si iba a decidir algo, tenía
que hacerlo con cada fibra de mi ser. No hay vuelta ni marcha atrás de mi
decisión una vez tomada. Parece que funciona para mí, en su mayor parte.

—Así que, ¿has decidido que podemos estar juntos, entonces?

Los labios de Merrick se curvaron hacia arriba al instante. —Si, lo he


decidido.
Shane se echó a reír ligeramente. Sabía que su vida con Merrick iba a
ser interesante como el infierno. El hombre era tan testarudo que dio nuevo
significado a la palabra. —¿Y si tengo otros planes?

—Déjame convencerte.

Shane dejó escapar un grito que sonaba muy impropio de un hombre


cuando de repente fue elevado en el aire y tirado sobre la cama. Empujó sus
brazos arriba y miró hacia la parte inferior de la cama. Cualquier aire que
hubiera estado en sus pulmones hacía un segundo dejó un largo zumbido
cuando Shane vio a Merrick comenzar a desprenderse lentamente de su
ropa.

Era erótico como el infierno. El hombre se movía con una gracia


natural que tenía la baba juntándose en la boca de Shane antes de que
Merrick, incluso sacara toda su camisa completamente. —Si alguna vez
decides dejar de ser un General, harías millones como bailarín exótico. 124
Shane sacó la camisa sobre su cabeza y la arrojó. Sacó sus zapatos de
sus pies y luego rápidamente se despojó de sus pantalones. Una vez que
estuvo desnudo, se deslizó hacia la cabecera de su cama y se acomodó
contra las almohadas.

Merrick estaba allí de pie mirándolo, su camisa a mitad de camino de


bajada. Shane movió las cejas sugestivamente mientras palmeaba su dura
polla. —No te detengas ahora, General. Estoy disfrutando del espectáculo.

Shane estaba totalmente sorprendido cuando el rostro de Merrick se


llenó de color. Eso no era algo que hubiera estado esperando de un hombre
con tanta confianza en sí mismo. Merrick llevaba su confianza como una
segunda camisa. Era en todo lo que hacía o decía. Ver al hombre
avergonzado era algo nuevo.

Era una especie de lindura.


»Eres muy sexy.
—Soy mucho más mayor que tú, Shane.

—Me gustan los hombres mayores. —El leve gruñido y la vuelta a


curvar el labio superior de Merrick fueron instantáneos. Los ojos de Shane
se abrieron como platos—. Hombre más mayor, —explicó rápidamente
cuando levantó la mano—. Me gusta un hombre mayor.

—Mejor.

Dado que Merrick no parecía tener gran prisa por terminar de


despojarse de sus ropas, Shane decidió que necesitaba ayuda. Se dio la
vuelta en sus manos y rodillas y se arrastró hacia la parte inferior de la
cama, esperando que sus movimientos parecieran sexys y no totalmente
desesperados.

—¿Necesitas algo de ayuda ahí, General?


125
Los ojos de Shane subieron a los de Merrick cuando oyó otro bajo
gruñido. El color de la miel se estaba profundizando, eso era una buena
cosa en estimación de Shane, pero todavía había un rizo en el labio de
Merrick. Shane rápidamente examinó lo que había dicho en su cabeza,
tratando de averiguar lo que había lanzado al General. Sonrió cuando
finalmente lo golpeó.

Alargó la mano hacia el borde de la camisa de Merrick. »¿Puedo,


señor?

Las ventanas de la nariz de Merrick quemaban. Sus ojos se


oscurecieron, volviéndose de un profundo color ámbar. Shane trató de no
permitir que su satisfacción en la reacción de Merrick se mostrara en su
rostro mientras sacaba la camisa de Merrick por los hombros. El hombre
parecía no tener ninguna resistencia a la palabra señor, y Shane no tenía
una única sensación culpable acerca de su uso para conseguir lo que quería.
Y ahora mismo, quería al General desnudo.

Shane se bajó de la cama y se arrodilló a los pies de Merrick. Ayudó


al hombre a sacar sus altas botas hasta la rodilla y luego sus pantalones.
Una vez que el General estuvo desnudo, Shane levantó la cabeza y pasó los
ojos por la impresionante forma del hombre. Puede que Merrick fuera
mayor que él, pero se mantenía en forma. Era todo músculo y piel lisa.

¡Yum!

Shane descansó las manos en los huesos de la cadera de Merrick.


Manteniendo el contacto visual, abrió su boca y lentamente la bajó sobre la
polla de Merrick. Un sabor ligeramente amargo y ácido instantáneamente
llenó la boca. No era dulce, de ningún modo, pero Shane al instante supo
que sería adicto al sabor por el resto de su vida. Era el sabor del placer de
Merrick.
126
Shane no podía conseguir toda la longitud de Merrick abajo en su
garganta, sin asfixiarse -todavía- pero había un montón de otras cosas que
podía hacer. Comenzó a lamer la cabeza de la polla de Merrick, pasando la
lengua justo debajo de la cabeza en forma de seta y luego subió hasta la
ranura en la parte superior. Shane gimió, un pequeño temblor trabajando su
camino a través de su cuerpo, cuando más pre-semen salpicó contra su
lengua.

—Eres tan bueno en eso, casara —susurró Merrick, mientras sus


manos empuñaban el pelo de Shane—. Tal vez demasiado bueno.

Shane no pensaba que fuera particularmente bueno en dar mamadas.


No tenía mucha experiencia con ellas, pero si a Merrick le gustaba, ¿quién
era él para discutir? Además, ¿podría una persona ser realmente demasiado
bueno en algo?
Cuando Merrick comenzó a empujar lentamente en su boca, tomó a
Shane un momento acostumbrarse a la sensación. Rápidamente descubrió
que todo lo que tenía que hacer era impedir que sus mejillas se ahuecaran,
sus labios apretados y cerrados, y su lengua trabajando arriba y abajo en la
polla de Merrick, y el hombre era muy, muy feliz.

»Me voy a correr, casara.


Shane apretó sus manos en las caderas de Merrick, en silencio
dejando que el hombre supiera que estaba bien. Era casi tan bueno
tragando, que dando mamadas, pero daría su mejor esfuerzo.

»Shane —gritó Merrick. Sus manos repentinamente se apretaron en


el pelo de Shane hasta el punto de dolor. Su cuerpo se puso rígido, y luego
Merrick se vino, disparando carga tras carga de esperma caliente y picante
abajo en la garganta de Shane.
127
Shane tragó tanto como pudo, y luego lamió lo que se filtraba de su
boca. Sintió sus mejillas sonrojarse cuando otro grito impropio de un
hombre salió de sus labios, cuando Merrick lo levantó y le tiró en la cama
otra vez. Tenía que dejar de hacer eso.

Shane apenas se había detenido rebotando antes de que Merrick


estuviera en la cama cerniéndose sobre su parte superior. El brillo salvaje
en los ojos de Merrick sólo profundizó el color dorado miel en ellos. Pero
la intensidad en su profundidad era inconfundible.

—Vedic —susurró Shane mientras ahuecaba un lado de la cara de


Merrick. Había algo poderoso en este momento, más que cualquier otra vez
que hubiera estado con Merrick, que ciertamente no habían sido muchas.

—¿No tienes miedo?

Las cejas de Shane se fruncieron en confusión. —¿De qué?


Merrick mostró los colmillos, un pequeño silbido bajo saliendo de su
boca.

Shane quería seriamente rodar los ojos, pero sabía que Merrick iba
en serio. En vez de decirle a Merrick que estaba loco, Shane le alcanzó y
acarició con su dedo uno de los colmillos blancos de Merrick, sonriendo
cuando el hombre se estremeció.

»¿Quieres morderme, Vedic?


Los ojos de Merrick al instante rompieron el pulso que latía en la
garganta. Sus músculos flexibles de la garganta se movían cuando tragó
con dificultad. —No tienes ni idea.

—Soy todo tuyo —susurró Shane cuando inclinó la cabeza hacia


atrás y desnudó la garganta para Merrick. Su largo gemido llenó la sala
cuando sintió la lengua de Merrick lamer una línea arriba de su garganta—. 128
Dioses, ¡sí!

—Necesito prepararte, Shane. —Merrick gimió cuando enterró su


rostro en el hueco del cuello de Shane—. Quiero follarte mientras bebo de
ti.

Shane se estremeció ante la imagen. —Oh sí, eso sería bueno. —La
idea de Merrick follándole al mismo tiempo que clavaba los colmillos en el
cuello de Shane fue casi suficiente para hacer que Shane se corriera allí en
el acto.

Casi.

»Por favor, señor. —No estaba tan lejos de suplicar.


Abrió las piernas y enganchó sus caderas arriba, inclinándolas para
que Merrick tuviera un mejor acceso. Si el General no se movía rápido,
Shane iba a venirse sin él.
Era todo lo que podía hacer para mantener su orgasmo fuera como ya
estaba. Podía sentir la necesidad pulsando dentro de él, haciendo que sus
bolas subieran apretadas contra su cuerpo.

—Me encanta la manera en que tu cuerpo reacciona a mí, casara, —


murmuró Merrick mientras se dirigía a trabajar en el cuerpo de Shane—.
Eso es un efecto de ser compañero de un vampiro. Ansiamos el uno al otro,
nos necesitamos el uno al otro, como necesitamos el aire. Cuanto más
conectados estamos, mejor nos sentimos.

Shane podía ver eso. Nunca se sintió tan completo como lo hizo
cuando Merrick tenía las bolas profundamente dentro de él. Solo el hecho
de estar al lado del General, era maravilloso. Hacer el amor con él era
alucinante. Saber que podía tener ambos era mejor que estar en el espacio
exterior.

—Te amo, Vedic. —Shane aspiraba el labio inferior y nerviosamente 129


mordió en él tan pronto como las palabras salieron de su boca. No había
esperado decirlas, hasta que ya las dijo. Y no tenía ni idea de cómo Merrick
iba a reaccionar a ellas.

Su corazón se hundió cuando Merrick se quedó quieto. Sabía que


tenían una conexión, pero tal vez Merrick no sentía lo que él sentía. Tal vez
la única conexión sólo estaba tan profunda en un lado de Merrick. Shane
apartó la cabeza a un lado, no queriendo que Merrick viera las lágrimas
comenzar a reunirse en sus ojos. Merrick le estaba dando el mundo tal
como era. No debería ser codicioso y pedir el universo entero.

»¡Merrick!—Shane gritó cuando sus piernas fueron empujadas


repentinamente de vuelta a su pecho y el General empujó todo el camino
dentro de su culo en un impulso profundo. Sus ojos de golpe subieron a los
de Merrick, su mandíbula cayendo en el consciente del hambre que vio
brillar con claridad en los ojos del hombre.
¿Fue algo que dijo?

Los colmillos de Merrick se desnudaron totalmente, como si se


hubieran extendido en toda su longitud. Sus garras puntiagudas excavaron
en los lados de Shane, el dolor sorprendentemente añadiéndose a la
intensidad del placer inundando el cuerpo de Shane. Pero fue la forma en
que Merrick golpeó dentro de él, como si el hombre hubiera perdido
totalmente el control de sí mismo, que realmente hizo saltar a Shane.

—¡Mío! —gruñó Merrick.

Shane estaba más que de acuerdo con eso. Inclinó la cabeza hacia
atrás,dispuesto a dar al General su sumisión. Merrick siseó y golpeó, sus
colmillos cortando fácilmente en la carne de la garganta de Shane.

Shane podía sentir cada tirón de la boca de Merrick cuando el


hombre bebió de él. Era erótico como el infierno. Se sentía como si 130
Merrick estuviera chupando su polla. Era algo que Shane sabía que iba a
desear en el futuro, y tantas veces como fuera posible. Merrick podía beber
de él en cualquier momento.

»Siempre mío —espetó Merrick después que sacó sus colmillos


libres del cuello de Shane y le lamió la marca de mordida para cerrarla—.
Sólo mío.

—Sí, —se quejó Shane—. Sólo tuyo. Sólo tuyo para siempre.

—Mi pareja. —Merrick empezó salpicando sus palabras con el


empuje de sus caderas.

—Sí, —susurró Shane.

—Mi alma enlazada.

—Sí.
—Mi casara.

—Sí.

—Mi amor.

—¡Sí! —gritó Shane en esta ocasión, las palabras de Merrick


enviándole justo sobre el borde sin un toque de su polla. Su mundo se
convirtió en uno de placer y éxtasis, sin la existencia de nada más, excepto
el hombre en sus brazos. Podrían haber sido invadido por la Fuerza de Élite
y a Shane no le habría importado. Sólo Merrick era importante.

El placer de Shane le abrumó. Podía sentir el vínculo entre ellos


como una tangible cadena envolviéndolos juntos. Nada en su imaginación
salvaje le había preparado para lo que estaba sintiendo, para sentir lo que
Merrick estaba sintiendo.

Y Merrick estaba sintiendo mucho la incertidumbre de tener un 131


compañero por primera vez en su vida, el miedo a perder a Shane, la
necesidad de mantenerlo a salvo. Pero lo más importante, Shane podía
sentir el amor de Merrick, que le rodeaba y se hundía en sus huesos.

—¡Te quiero, Vedic! —Shane sabía que tendría que decirlo a menudo
para que Merrick de verdad lo creyera, incluso si el hombre podía sentirlo
venir de él. No todo el mundo creía lo que estaban sintiendo, sobre todo si
no pensaban que fueran merecedores desde muy adentro, en el fondo.
Shane tendría que arreglar eso.

Merrick era su compañero ahora, su mundo, el núcleo mismo de su


existencia. Shane haría lo que fuera necesario para asegurarse de que el
General supiera que era la cosa más importante en el universo para él. Se
mantendría amando al hombre hasta que se lo creyera.
—Casara —susurró Merrick cuando se vino. No era la liberación de
la tierra destruida que Shane había sentido, sino más bien una fusión lenta
de sus cuerpos juntos. Merrick se puso rígido por un momento y luego se
inclinó hacia Shane, sus labios salpicando a través de la barbilla y las
mejillas de Shane.

Shane sintió cálidos impulsos de esperma disparando en él,


llenándolo. Sintió a Merrick temblar y moverse en contra de él, como si
buscara hasta la última gota de placer. Shane se limitó a sonreír y enroscó
los dedos alrededor de la cabeza de Merrick, metiendo la cara del hombre
en la parte interior de su cuello.

—Te quiero, Vedic, colmillos y todo —susurró contra el lateral de la


cabeza del hombre—. Nunca vamos a parar.

La única respuesta de Merrick fue un temblor profundo que sacudió


su cuerpo y la sensación de las lágrimas lentamente cayendo hacia abajo 132
sobre la piel de Shane.

Shane rozó sus labios sobre la piel caliente de Merrick. »Yo siempre
estaré aquí para ti, pareja.
Capítulo 10
Merrick no podía mantener la sonrisa de su cara mientras observaba
a Shane bambolearse en el ceñido traje que Gigi le había prestado. Estaba
agradecido de que Gigi estuviera ofreciendo a su compañero algo limpio
que usar, pero habría preferido algo que no mostrara el cuerpo de Shane
tanto. No dejaba nada a la imaginación.

—¿Y bien? —Preguntó Shane cuando finalmente consiguió cerrar el


traje y luego se volvió en un círculo—. ¿Cómo me veo?

—Comestible. —Merrick se rió cuando la mandíbula de Shane cayó.


Le encantaba ser capaz de sorprender a su pareja. Ahora que se habían
reclamado completamente el uno al otro, Merrick estaba experimentando
133
una sensación de libertad que nunca había sentido antes. Y no estaba muy
seguro de qué pensar de ello.

O cómo tratar con ello. Pero decidió ir por ello. Ver la reacción de
Shane cada vez que decía algo inesperado era un bálsamo para el alma
cansada de Merrick. Había pasado tanto tiempo de su vida conformándose
y haciendo todo lo que se esperaba de él. Por una vez, quería hacer lo que
quisiera.

Y quería a Shane.

La sonrisa de Shane, su risa, sus toques y gestos inocentes eran como


un soplo de aire fresco a la pesada persona de Merrick. Quería rasgar a esa
persona y tirarla al suelo, pisando fuerte en ella cuando se echó a reír con
su compañero.

—¿Tienes hambre, señor?


Merrick gruñó, su polla endureciéndose de una respiración a otra.
Shane era un poco demasiado feliz con su pequeña declaración. De alguna
manera, el hombre había descubierto exactamente lo que la palabra señor
hacía a Merrick, y la estaba usando para su provecho.

—Siempre tengo hambre de ti, casara.

Shane empezó a sonreír, y luego se detuvo, su cabeza inclinándose a


un lado como si pensara profundamente en algo.

—¿Qué? —preguntó Merrick. Nada que Shane quisiera saber estaba


fuera de los límites.

—¿Con qué frecuencia necesitas beber sangre?

Era una pregunta justa. —Sólo una vez por semana —dijo Merrick—.
Un poco más si estoy cansado o herido. ¿Por qué?
134
—¿Cómo has estado consiguiendo la sangre antes de ahora?

—¿Antes de ti, quieres decir?

Shane asintió con la cabeza.

—Mi replicador de alimentos fue modificado para producir un


sucedáneo de sangre. Pero la máquina requiere un código para producir
sangre, una que sólo yo tengo.

—¿Qué pasa si estás en el campo? —Shane hizo un gesto con la


mano alrededor de la sala— ¿o a la fuga?

—Siempre hay quienes están dispuestos a donar un poco de sangre


para los soldados de la Fuerza de Élite. No se dan cuenta de que lo están
donando para mí en concreto. —Merrick alcanzó su bolsillo y sacó un
pequeño tubo de plata, agitándolo delante de Shane—.
Y tengo esto. Sobre el papel, esto es una muestra de mi sangre que
llevo porque tengo una rara enfermedad de la sangre y si estoy herido, los
médicos tendrían una muestra para crear un sustituto sintético. En realidad,
es sólo un frasco de mi sangre que guardo para emergencias.

—¿Y los médicos se tragan eso? —dijo Shane, con un tono de voz
que se mostró escéptico.

—Recuerda lo que te dije, casara. Mi padre vio los cambios


avecinarse. Fui diagnosticado como un niño con una 'enfermedad rara en la
sangre' que me obliga a tener infusiones de sangre fresca de vez en cuando,
especialmente si estoy herido. Me hace conseguir la sangre de una manera
un poco más fácil.

—¿Beber de mí una vez por semana sería mejor para ti?

Merrick casi se tragó la lengua. —Beber la sangre fresca es siempre 135


mejor, Shane. Ser capaz de beber de mi compañero de forma regular sería
—Merrick se estremeció con la necesidad cuando sus colmillos cayeron
abajo— el cielo.

Shane hizo una mueca y luego se acercó a Merrick. Su aliento


caliente soplaba sobre el oído de Merrick. —Entonces considérame tu
personal donante de sangre, señor. Y puesto que las marcas de mordedura
de un vampiro son tan distintivas y tenemos que mantener las apariencias,
tal vez podamos encontrar unos pocos lugares más interesantes para que me
muerdas.

Shane estaba tratando de matarlo. Era tan simple como eso. Shane
iba a ofrecerse para cumplir con una de las demasiadas fantasías de
Merrick, y simplemente se desplomaría y moriría de un ataque al corazón.
Merrick cubrió sus brazos alrededor de la cintura de Shane y subió cuerpo
del hombre hasta que quedó apretado contra el suyo.
—¿Te he dicho lo maravilloso que eres, casara? Las parejas están
destinadas a ser sólo el uno para el otro, más aún cuando hay un vínculo del
alma entre ellos. Pero tú, mi amor, superas incluso cualquier cosa que haya
soñado.

—¿Sí? —Cuando Shane volvió a inclinar la cabeza hacia atrás y miró


hacia arriba, su felicidad brillaba en sus ojos castaños profundos.

Merrick envolvió su mano alrededor de la mandíbula de Shane y


trató de poner todo lo que sentía en su intensa mirada. —Eres simplemente
perfecto.

Shane aceptó todo lo relacionado con Merrick. Además de eso,


buscaba maneras de dar a Merrick lo que necesitaba sin poner la vida del
General en peligro. De hecho, parecía estar buscando maneras de mantener
a Merrick a salvo.
136
Merrick quería hacer lo mismo por Shane. Quería que el hombre
experimentara todo lo que el futuro tenía que ofrecer, pero quería a su
compañero a salvo, también. De pronto, la necesidad de arreglar las cosas
de manera que Shane estuviera seguro parecía más importante que
conservar su puesto de General. Y si demostrar la inocencia de la
tripulación de la Lady Blue pasaba al mismo tiempo, tanto mejor.

—Cuando todo esto con la Fuerza de Élitese acabe, ¿vendrás a


Tronos conmigo?

—¿Tronos?

—Ese es el planeta de origen de la Fuerza de Élite y del Consejo de


la Federación de Planetas Unidos. Ahí es donde yo trabajo. Ha sido mi
hogar durante más de veinte años.

—¿Lo echas de menos?


—Lo hago. Es un planeta hermoso. A pesar de lo que puedas pensar
en el marco de las circunstancias, me siento muy orgulloso de ser un
General de la Fuerza de Élite. No todos ellos son malos. De hecho,
sospecho que sólo unos pocos están involucrados en este lío. La mayoría de
ellos sólo están siguiendo las órdenes de sus Comandantes.

—Me encantaría verlo.

—¿Pero estarías dispuesto a vivir conmigo?

Shane frunció el ceño y Merrick podía sentir su corazón empezar a


caer. —Merrick, viviría en un asteroide si me quisieras allí. Iré a cualquier
lugar contigo. ¿No lo sabes?

Merrick apretó a Shane contra él, su corazón latiendo fuera de


control. Shane estaba una vez más dándole todo. Merrick no creía que
tuviera nada que dar a Shane a cambio, que alguna vez estuviera a la altura 137
de- —Hey —espetó Merrick mientras se frotaba la parte posterior de la
cabeza—.¿Por qué fue eso?

—Debido a que ya estás pensando demasiado.

Merrick estaba confundido. Uno, por el hecho de que Shane le


hubiera golpeado en la parte posterior de la cabeza. Y dos, por el hecho de
que Shane parecía saber exactamente lo que estaba pensando. —Cómo...

—Tú me dirás. —Shane sonrió—. Eres el vampiro aquí.

Merrick miró a Shane con cautela mientras se frotaba la cabeza un


poco más. No le dolió realmente, pero le dio tiempo a pensar. Sus ojos se
agrandaron cuando Shane de repente bufó un profundo suspiro y rodó los
ojos.
»Vaya, a veces, eres tan denso, tan espeso. Hola, eres un vampiro.
Nosotros tenemos un vínculo del alma. —Shane movió su mano hacia atrás
y adelante entre sus cuerpos—. Podemos sentir las emociones de cada uno.
Y creo que en algún nivel, podemos oír los pensamientos del otro también.

Merrick se hundió en la silla detrás de él. Tenía que hacerlo. Sus


piernas no le sostenían por más tiempo. ¿Shane podía oír sus
pensamientos?

»Sólo cuando los estás sacando ahí fuera.


Merrick sintió que sus ojos se abrían. —¿Puedes oírme? —preguntó
mentalmente.

Shane movió la cara hacia adelante y a propósito enarcó las cejas. —


Obvio —respondió igual, en silencio.

¿Cómo era posible? Nunca había oído hablar que algo así sucediera,
138
ni siquiera con aquellos que tenían un vínculo del alma. ¿Tal vez era
Shane?

—¿Te molesta mucho eso?

Merrick alzó la vista, su confusión dejándolo un instante cuando vio


la incertidumbre en la cara de Shane. —No —dijo rápidamente—. Me
abruma mucho. Saber que tenemos una conexión, que puedo sentirte y
oírte, está más allá de cualquier cosa que haya experimentado. Saber que
nadie más tiene ese mismo vínculo contigo me llena de más alegría de lo
que podía haber imaginado.

Los hombros de Shane se desplomaron como si un enorme peso


hubiera sido levantado de ellos, y sólo entonces Merrick se dio cuenta del
grado de preocupación que había tenido su compañero.
Rápidamente se levantó y atrajo a Shane de nuevo en sus brazos.
»Eres una maravilla para mí, casara, y estoy agradecido por todo lo que
nos ha sido dado, extraño o no.

Una pequeña ráfaga de risa disparó de la boca de Shane. —Sí, pero


¿tiene que ser todo tan raro?

Merrick se encogió de hombros. Realmente no tenía una respuesta


para eso. —Es lo que es, casara. Pero no puedo decir honestamente que
esté en contra de la idea de que tengamos un lazo. Simplemente hace que
sea mucho más especial.

—Y raro.

—Y raro, casara. —Merrick se reía y presionó un beso contra la


frente de Shane—. Pero raro no significa siempre malo. Puede significar
bueno también. 139
Merrick buscó en su bolsillo y sacó el pequeño brazalete que había
estado guardando para Shane. Había estado esperando el momento justo
para dárselo, y este era el correcto.

—Conseguí algo en Nebular Nueve —dijo mientras sostenía el


brazalete para que Shane lo viera.

—Oh.

Merrick no sabía qué pensar cuando Shane alcanzó la pulsera, pero


se detuvo justo antes de tocarla. ¿No le gustaba? —¿Shane?

—Yo te conseguí algo, también, pero los soldados que me


secuestraron a mí y a Gigi lo tomaron. Es por eso que estábamos fuera de la
nave. Fuimos al mercado.
Merrick no sabía si estar enojado que Shane hubiera salido fuera de
la nave para algo tan trivial como un regalo o estar encantado de que su
compañero hubiera estado pensando en él lo suficiente como para
conseguirle un regalo.

—¿Qué me conseguiste, casara? —Merrick estaba aún más curioso


cuando la cara de Shane enrojeció y sus ojos se apartaron.

—No era nada tan agradable como esta pulsera.

—¿Qué era? —La cara de Shane todavía estaba enrojecida, pero


levantó la cabeza para mirar a Merrick directamente a la cara—. Pañuelos
de seda para que me ates.

Merrick gimió cuando sus rodillas se pusieron débiles. Maldita sea,


sólo maldita sea. Su compañero era el compañero más maravilloso que
había nacido. Olvida que ese regalo sea trivial. Era jodidamente fantástico. 140
—Me hubieran encantado, casara.

—¿Sí? —Shane parecía incierto—. ¿No crees que fuera demasiado


raro conseguir algo para que me ataras?

—¡Diablos, no! —Merrick sonrió cuando Shane se sonrojó de


nuevo—. Vamos a ir de compras juntos la próxima vez. Estoy seguro de
que entre los dos podemos encontrar un montón de cosas para atarte.

—Sí, señor.

Oh, Shane estaba realmente tratando de comprender a Merrick hoy, y


estaba a punto de conseguir exactamente lo que estaba pidiendo. Merrick
tomó un mechón de cabello de Shane y tiró hacia abajo hasta que Shane
cayó a sus rodillas.

—Sabes lo que quiero, casara.


—Sí, señor. —Shane sonrió al llegar a los botones de los pantalones
de Merrick—. Lo sé.

El largo gemido de Merrick llenó la habitación, incluso cuando su


polla llenaba la boca de Shane. El hombre podía no tener mucha
experiencia en chuparla pero sin duda lo compensaba con entusiasmo. Dale
alguna experiencia y sería un maestro.

Merrick mantuvo el puño de una mano en el pelo de Shane, sus


dedos bloqueados alrededor de la pulsera que había comprado para su
compañero. Utilizó la otra para llegar abajo y ahuecar un lado de la cara de
Shane, y luego cepillar el pelo atrás de los ojos. Quería ver los ojos de
Shane.

El placer brillando intensamente en los ojos color avellana de Shane


reflejaba el placer barriendo a través de Merrick, cuando la lengua del
hombre lamió una línea en un lado de la polla de Merrick. Cuando llegó a 141
la punta, Shane rodeaba la cabeza, lamiendo cada gota de pre-semen
babeando allí.

La atención que Shane le dio a cada centímetro de la polla de


Merrick envió a su mundo fuera de control en cuestión de momentos,
momentos cortos. Las bolas de Merrick le dolían por venirse antes de lo
esperado, pero maldito si no iba a disfrutar de ello cuando llegara, y quería
lo mismo para Shane.

—Quiero verte tocarte, casara. Juega con tu hermosa polla. —Los


ojos de Shane se abrieron como platos por un segundo y cuando se
desabrochó el traje y sacó la polla. Con el cuerpo de Shane en el camino,
fue difícil para Merrick ver exactamente lo que Shane estaba haciendo, y
quería ver todo.

»En tu espalda, Shane.


Shane se quedó quieto cuando levantó la vista hacia Merrick, sus
labios todavía envueltos alrededor de la polla de Merrick.

»Tengo que ver, casara.


Shane parecía reacio a soltar la polla en su boca, pero lo hizo, y
luego poco a poco se dejó caer sobre su espalda en el suelo a los pies de
Merrick. Merrick agarró su pene y comenzó a acariciarse a sí mismo
furiosamente. Miró hacia abajo a Shane, comenzando en la parte superior
de su cabeza y lentamente moviéndose por su cuerpo. Sus bolas subieron
más cerca de su cuerpo con cada poquito del cuerpo de Shane.

Cuando los ojos de Merrick finalmente aterrizaron en la polla de


Shane, y vio la manera en que Shane estaba agarrando su polla y
balanceando sus caderas, empujando su polla dentro y fuera de su mano,
Merrick sabía que todo había terminado para él.
142
»Ven —gruñó mientras apretaba la mano alrededor de su propia
polla, frotando el dedo pulgar sobre su sensible cabeza. Shane gritó, su
mano apretándose, cuando cuerdas de semen color blanco perla se
dispararon fuera de su polla. Antes de que la primera gota cayera, Merrick
estaba rugiendo cuando su propio orgasmo barrió a través de él. Amplió su
postura mientras veía cómo su semen brotaba de su polla y salpicaba por
todo el cuerpo de Shane.

Algo primordial despertó dentro de Merrick al ver a su semilla cubrir


a su compañero. Tuvo la súbita necesidad de frotarla en la piel de Shane y
no dejar que el hombre la apartara. Quería que Shane oliera a él. Quería
que todos olieran el aroma único y supieran que Merrick reclamaba su
derecho sobre el hombre.

Shane era suyo.


Cuando Merrick, finalmente recuperó el control de su cuerpo, le
tendió la mano y ayudó a Shane a levantarse. Antes de que el hombre
pudiera alejarse de él e ir a limpiarse, Merrick puso el brazalete en la
muñeca de Shane. Después, levantó la barbilla de Shane para un pequeño
beso.

—Eres mío, casara —susurró—. No lo olvides nunca.

Shane sonrió y levantó su muñeca, haciendo sonar la pulsera. —


¿Cómo puedo yo? Me has dado todo el universo.

Merrick no estaba tan seguro de eso. Todavía tenía que encontrar una
manera de hacer la vida más segura para ellos. Pero iba a hacer todo lo
posible para ser digno de la fe que Shane tenía en él.

—Límpiate, casara, tenemos cosas que hacer.

Merrick golpeó el culo de Shane, riéndose cuando el hombre se 143


escurrió del camino. Siguió a Shane al cuarto de baño y se limpió a sí
mismo. Una vez que terminaron, salieron.

Merrick mantuvo su brazo alrededor de la cintura de Shane, cuando


salieron de su cuarto y se dirigieron al comedor. Su pareja necesitaba
comida, y ahora era deber de Merrick, y privilegio, proporcionárselo a su
pareja.

—¿Cuál es tu comida favorita, casara?

—Pizza.

Merrick sospechaba. —¿Alguna vez has probado una brocheta


Orillian? Es un manjar del planeta Ori.

—No.

—Es muy bueno.


—Estoy dispuesto a intentar cualquier cosa una vez.—Shane le hizo
un guiño a Merrick—. Dos veces si me gusta.

—Voy a recordar que dijiste eso, casara. —Merrick se echó a reír


cuando abrió las puertas del comedor. De inmediato se detuvo y se volvió
de modo que su cuerpo estaba frente al de Shane. Todo el mundo estaba
allí, y todos estaban mirándole a él y a Shane.

—General —llamó Remy, señalando los asientos vacíos en el


extremo de la mesa—. Me alegro de que vosotros dos podáis alejaros de
vuestro cuarto y uniros a nosotros—. La diversión en la voz de Remy se
escuchó clara.

Merrick gruñó.

—Basta ya, antes de que tenga que golpearte de nuevo —dijo Shane
cuando caminó alrededor de Merrick y se acercó a sentarse en una de las 144
sillas vacantes.

Merrick rodó los ojos y se acercó a sentarse al lado de Shane. Miró a


Gigi en primer lugar. —¿Sería posible que Shane probara algunas brochetas
Orillian? Nunca lo ha hecho, y pensé que le gustaría probar algo nuevo.

—Claro. —Gigi saltó y corrió hacia la cocina.

Merrick volvió su atención a los otros sentados en la mesa. Podía ver


una mueca en la cara profunda de Mo cuando el hombre descubrió las
marcas de mordidas en el cuello de Shane. Si las miradas que estaba
recibiendo su compañero de su hermano eran cualquier cosa en las que
basarse, el hombre no se había adaptado aún al hecho de que Merrick
estaba ahora a cargo de mantener a Shane a salvo de los males en el
mundo.

—Es mi compañero, Mo, tal y como Mykel es el tuyo.

Mo frunció el ceño profundamente.


»Prometo hacer todo lo que esté a mi alcance para mantenerle a
salvo y hacerlo feliz.

Merrick suspiró cuando el ceño fruncido de Mo disminuyó un poco.


Realmente no tenía que explicarlo él mismo o su vínculo con Shane a
nadie. Pero ya que su compañero amaba a Mo, estaba dispuesto a dar al
humano alguna pequeña medida de confianza.

»Amo a Shane más que a mi propia vida.


Eso lo hizo. El ceño fruncido de Mo lentamente se curvó hacia arriba
hasta que se convirtió en una sonrisa. —Eso es todo lo que yo quería oír.

Merrick rodó los ojos. —Podías haber preguntado. —Soltó un bufido.

—En realidad, no estoy seguro de que pudiera haberlo hecho —dijo


Mo—. Tú no eres muy comunicativo sobre cosas personales, General.
Estoy realmente sorprendido de que admitieras que amas a Shane.
145
—¡Hey!—Espetó Shane—. Tú no...

—Está bien, casara —dijo Merrick, cubriendo la mano de Shane con


la suya propia—. Tu hermano tiene derecho a estar preocupado por ti. Si le
das una explicación que le haga estar menos preocupado, no tengo ningún
problema en hacerlo.

—Pero...

—Está bien, Shane. —Merrick se volvió a estos en la habitación—.


Yo sólo pido que lo que se diga aquí, se quede aquí. Esto podría significar
la vida de Shane y la mía, si cualquier cosa de esto saliera de aquí.

Todos asintieron de acuerdo.

Merrick respiró hondo y soltó el secreto más profundo, palabras que


nunca había hablado con otro ser vivo. »Soy un vampiro.
Shane apretó la mano de Merrick cuando el silencio llenó la
habitación. Su compañero necesitaba saber que era aceptado sin importar
nada. Cuando el silencio en la sala continuó, Shane levantó la cabeza y
miró a todo el mundo. Necesitaban superarlo ellos mismos todavía.
Merrick no era el malo aquí.

—¿En serio? —Preguntó Blade—. ¿Un vampiro real? ¿Cómo del tipo
de chupadores de sangre?

Shane sintió su cara calentarse cuando los ojos de Mo bajaron a su


cuello. Tímidamente se acercó y arrastró su cuello arriba a lo largo de las
146
marcas de mordedura en el cuello. Saltó un poco cuando la mano de
Merrick le detuvo.

—Para.

Shane miró a Merrick con confusión.

»Si ellos se van fiar de la verdad, entonces no tienes necesidad de


esconderte de ellos. Tú eres mi pareja, y me has aceptado con todo lo que
ello implica. No te avergüences de cómo nos expresamos nosotros mismos
el uno con el otro. —Los ojos de Merrick se volvieron a los otros—. Estoy
seguro que más de uno de ellos tiene alguna perversión que no quieren
blandir por aquí.

Las cejas de Shane se alzaron cuando oyó varias risas llenando la


habitación. Miró por encima para ver a la mayoría de los hombres en la sala
evitar sus ojos. Bueno, si eso no era la olla llamando a la tetera negra.
—Oh, por favor.—Rió Pax—. Hay más de una perversión pasando en
esta nave que en los cuartos de atrás de Lost Star Three.

—Lo que sea.

—¿Te duelen, las mordeduras quiero decir? —Preguntó Mykel.

Shane sintió su cara sonrojarse cuando negó con la cabeza. La risa


entró en erupción sobre la mesa. Merrick sólo se rió y tiró de Shane más
cerca a él en la silla. —¿Te duele cuando tu pareja te reclama?

—Uh... —Mykel echó un vistazo a Mo—. Soy de una especie que


muerde en nuestra relación.

Las cejas de Shane se alzaron cuando miró a su hermano y observó


la cara de Mo de color rojo carmesí. Vaya, había muchas maneras de que
pudiera tomar esa declaración. Pero, teniendo en cuenta la situación, y la
oferta de ser la bolsa de sangre de Merrick, Shane decidió cambiar de tema 147
por completo.

—Creo que morder tiene su lugar.

Mo miró aliviado de que Shane no tratara de profundizar en el tema.


Asintió a Shane, un silencio de agradecimiento entre hermanos. Shane
asintió con la cabeza hacia atrás. Pero necesitaba convencer a su hermano
por última vez de una cosa.

—Él me hace feliz, Mo.

—Eso es todo lo que quería para ti, hermano. Ya lo sabes. —Los ojos
de Mo se desviaron a Merrick por un momento y luego volvieron a
Shane—. No es sólo con quién te imaginé, ¿sabes? Es...

—Es exactamente con quién yo me imaginé —terminó Shane—. Tú


quizás no lo entiendas, y eso está bien.
No entiendo completamente la cosa del ave por la que tú estás
pasando. O la cosa azul de Pax y Colt, o cualquier cosa del resto de la
tripulación. El punto es que no tengo que hacerlo. Merrick es perfecto para
mí.

Mo se quedó mirando un momento y luego se echó a reír cuando


asintió con la cabeza una vez más. —De acuerdo, hermano pequeño, si esto
es lo que quieres.

—Lo que quiero es que esta maldita cosa con la Fuerza de Élite se
acabe. Sólo ese tiempo, apartado de Merrick fue horrible. Nunca quiero
pasar por eso otra vez. —Shane podía sentir las lágrimas llenando sus ojos
sólo de pensarlo. Dio media vuelta y apretó la cara contra el hombro de
Merrick.

—Shane es más que mi compañero —explicó Merrick mientras


envolvía su brazo alrededor de Shane—. Tenemos un vínculo del alma. 148
Para nosotros, la separación podría significar la muerte. Cuanto más tiempo
estemos separados, más doloroso será. Si nos separamos de forma
permanente, nos moriremos de la pena.

—¡Santa jodida mierda!

La cabeza de Shane se levantó cuando las palabras fueron gritadas a


través de la habitación. Cuando no vio nada, se volvió para ver a Ryan, el
camarero de la taberna Drop of the Bucket, que estaba de pie en la puerta
del comedor.

—Eres un vampiro.
Capítulo 11
Merrick siseó y mostró sus colmillos. No estaba preocupado de que
el hombre se diera cuenta de que era un vampiro por sus acciones. El
camarero ya lo había descubierto. Pero no iba a dejar que Ryan pusiera a su
compañero en peligro.

Merrick se levantó de su silla y saltó a través del espacio entre él y el


camarero. Agarró a Ryan alrededor de la garganta y lo estrelló contra la
pared, el hombre colgaba varios centímetros del suelo.

—Una palabra de lo que has escuchado hoy aquí, y me tomaré mi


tiempo matándote.
149
La cara de Ryan estaba pálida, sus ojos grandes en su rostro.
Jadeando, Ryan aferrado a las manos con garras envueltas alrededor de su
garganta.

—Merrick, suéltalo —exigió Remy.

—Voy a matarlo.

—Soy muy consciente de eso, y estoy seguro de que él lo es,


también, pero hay que soltarle.

Merrick gruñó cuando alguien tiró del brazo que sostenía a Ryan en
la pared. —Si susurra una palabra de esto y hace daño a mi compañero, le
mataré y a cualquier persona que le importe. No me importa si trae a toda
la Fuerza de Élite sobre mi cabeza. Morirá.

—Sí, sí —dijo Remy— tú eres el gran hombre del saco. Ahora


suéltame.
Merrick mostró sus colmillos una vez más, sonriendo cuando olió el
miedo que salía del hombre, entonces, simplemente abrió la mano y
observó como caía el camarero en el suelo. Ryan agarró su cuello, tosió
varias veces cuando tomó el muy necesario aire de nuevo en sus pulmones.

Merrick giró sobre sus talones y regresó a Shane. Estaba alcanzando


a su compañero antes de que incluso dejara de caminar. Con mucha alegría,
Shane levantó los brazos y se fue ansioso a abrazar a Merrick. Merrick,
simplemente enterró su rostro en el cuello de Shane y aspiró el aroma
embriagador de su compañero, respirando profundamente mientras la dulce
fragancia lentamente lo calmó.

Una vez que sintió que tenía el control de sí mismo de nuevo,


Merrick se sentó.

Esta vez, no sacó a Shane de su regazo. Necesitaba a Shane cerca de


él, necesitaba sentir su piel caliente presionada contra la suya, sentir sus 150
latidos del corazón y saber que su compañero estaba a salvo, por el
momento.

—Si puedes dejar de matarme durante unos diez minutos, —Ryan,


dijo mientras se acercaba a la mesa y se sentaba— tenemos que hablar.

Merrick no estaba muy interesado en lo que un camarero de Beta


Cinco tuviera que decir, pero hizo un gesto con la mano de todos modos.
Estaba contento en el momento para sólo sentarse y mantener a Shane en su
regazo. Si Ryan se salía de lo acordado, siempre podía matar al hombre
más tarde.

—Bueno, habla.

—Mi nombre es Ryan Devries.

—¿Y?

—Trabajo para el Consejo de la Federación de Planetas Unidos.


La mandíbula de Merrick cayó. No esperaba eso. Por las miradas en
las caras de todos los demás, no lo esperaban tampoco. —Yo pensaba que
eras un camarero en Beta Cinco.

—Esta era mi cubierta. Mi nombre en realidad es Teniente Ryan


Devries.

Mierda.

Eso no era bueno.

Matar al hombre acababa de llegar a ser muy complicado. Rezó para


que el Teniente no le diera una razón.

—He estado siguiendo los embarques ilegales de armas y municiones


robadas de los depósitos de suministros de la Fuerza de Élite. He estado
encubierto en la taberna Drop in the Bucket durante los últimos dieciocho
meses. —Ryan miró a Gigi—. Así es cómo yo sabía sobre la Lady Blue. 151
Conocí a Gigi allí cuando Livewire lo transportó hasta Beta Cinco en busca
de pilas de combustible.

—¿Por qué nos estás diciendo esto? —Preguntó Remy—. ¿Rompes tu


cubierta?

—Lo hago, pero creo que tu problema y mi problema son uno y el


mismo.

—¿Cómo es eso? —preguntó Merrick.

—Hemos sabido desde hace bastante tiempo que alguien en la Fuerza


de Élite estaba vendiendo ilegalmente armas y suministros al mejor postor.
Pensamos que todo había terminado, cuando Remy y el resto del equipo de
la Lady Blue trajeron la evidencia al consejo de lo que el tío de Brystan
Pierce estaba haciendo. Salvo que no se detuvo allí.
—¡No me digas! —Espetó Remy, su puño estrellándose abajo sobre
la mesa—.Nos licenciaron con deshonores.

—Eso se suponía que nunca tenía que seguir, Comandante. Sabíamos


que alguien de alto rango en el gobierno estaba detrás de lo que estaba
sucediendo, pero no había nada que se pudiera probar. Cuando tú y tu
tripulación fuisteis licenciados, sólo confirmó lo que ya sabíamos. Pero,
hasta que tuviéramos algo para absolverte, no podíamos hacer nada al
respecto.

—¡Espera! —Dijo Mykel—. Tenemos algo para que nos absuelvas.


Nosotros... eh... nos apropiamos de algunos archivos personales de Brystan
Pierce que demuestran que está hasta el cuello en esto.

—Lo sé —dijo Ryan cuando juntó las manos y se apoyó sobre la


mesa—. Y he enviado esos archivos a la persona correcta.
152
—¿Qué? —gritó Remy.

—Estos archivos se encuentran ahora en manos de la única persona


que puede hacer algo con ellos, confía en mí.

—Pero podrían ser borrados o...

Merrick alzó la mano para detener los desvaríos de Remy. —No todo
el mundo en la Fuerza de Élite es malo, Comandante. Tenemos que
empezar a confiar en alguien.

Remy parecía que quería discutir. Hubo incluso un tic en su


mandíbula apretada, mientras miraba hacia abajo en sus manos. —Bien,
pero sólo porque tú confias en este hombre no quiere decir que tenga que
hacerlo yo. Soy responsable de la seguridad y el bienestar de esta
tripulación. No tengo el lujo de cometer errores.

—Es por eso que tengo una sugerencia en cuanto a cómo puede
terminar todo esto y conseguir que tu buen nombre vuelva de nuevo.
Merrick no se fiaba de Ryan más de lo que podía lanzarle, pero
estaba dispuesto a escuchar cualquier plan que hiciera que el mundo fuera
seguro para su compañero.—Estoy escuchando.

—Le sugiero que tome la información que tengo, más la información


que usted tiene y lo pongamos todo ante el Consejo la Federación de
Planetas Unidos.

El silencio en la habitación era ensordecedor, sólo roto por los


sonidos de la respiración. Merrick se inclinó hacia adelante lentamente,
asegurándose de que mantenía un brazo bien envuelto alrededor de su
pareja. —¿En serio?

—Voy completamente en serio. He mirado en los registros


financieros que robasteis de...

—Que nos apropiamos —murmuró Mykel. 153


Ryan se rió. —Los registros que os apropiasteis de Pierce. Coinciden
con los registros que tengo de venta ilegal de armas. Podemos vincular a
Pierce y a su tío a estas ventas, y puesto que Pierce es el tío de Gregory
Tyvak y Comandante, le podemos vincular en esto también.

—¿Y mi padre? —preguntó Remy.

—Aunque sospecho que está hasta las orejas en este lío, no tengo
nada vinculado a él. Ha sido muy cuidadoso en no dejar nada de eso
asociado con su nombre. Hasta que no disponga de pruebas concretas, me
temo que no podemos ir detrás del embajador.

—¡Hijo de puta!

Merrick se sentía más o menos de la misma manera que lo hacía


Remy. El embajador estaba profundamente involucrado en este lío, y
necesitaba pagarlo bien junto con todos los demás.
Pero, antes de que pudieran llevar al embajador ante la justicia,
tenían que limpiar sus nombres.

—¿Tienes un plan, entonces? —preguntó Merrick.

Ryan hizo una mueca. —No va a gustarte.

—Estoy seguro de que no lo hará, pero dímelo de todos modos.

—Déjame en el planeta más cercano con una copia de toda tu


información. Si las cosas se ponen feas, puedo enviar la información fuera
a los canales universales de noticias. Sospecho que el Consejo haría casi
cualquier cosa para mantener esta información privada.

—Lo que explica por qué estamos a la fuga —espetó Remy.

—Por eso es que creo que este plan funcionará. Permíteme contactar
con el Almirante Monroe y ver si puede arreglar algo con el Consejo. Con 154
Monroe a tu lado, tienen que escuchar lo que dices.

—No, no lo hacen —respondió Remy—. Si eso fuera cierto, nos


habrían escuchado antes, cuando estábamos siendo deshonrosamente
licenciados por la Fuerza de Élite.

—Tienes algo trabajando a tu favor en esta ocasión que no tenías la


última vez.

—¿Qué? —Remy sacudió sus manos en el aire—. ¿Qué podríamos,


posiblemente, tener ahora que no tuviéramos entonces?

La sonrisa fría de Ryan envió un escalofrío por la espina dorsal de


Merrick. Estaba rápidamente haciéndose una idea totalmente diferente de la
cubierta del camarero. De repente comprendió por qué el Almirante
Monroe había enviado al hombre en una misión tan peligrosa. Ryan era un
enigmático y astuto hombre.

—Poder.
El Almirante Monroe miraba por la gran ventana la ciudad a sus pies.
Amaba Tronos. Era un lugar de belleza y cultura diferente a cualquier otro
en la galaxia o más allá. No sólo albergaba la casa de la Fuerza de Élite y la
academia, sino que la población civil vivía aquí también, haciendo de
Tronos su casa. Pero también era la vivienda de espías y traidores, algo que
estaba lentamente infectando a su amada ciudad, convirtiéndola en un lugar
del que Monroe no estaba muy orgulloso.

El Consejo había mantenido todos los escándalos que rodeaban a la


Lady Blue y el General Merrick en secreto, sólo haciendo conocido que la 155
Lady Blue tenía una recompensa considerable por sus cabezas. Pero
Monroe estaba cansado de encubrimientos y engaños. Quería a Tronos de
vuelta a la forma en que una vez era, antes de que todo este veneno
infectara a su planeta.

Puso sus manos en el borde de la ventana mientras observaba los


cadetes en la práctica de ejercicios y los ciudadanos debajo viviendo sus
vidas diarias. Monroe levantó sus ojos hacia los cielos abiertos y la
cordillera montañosa más allá, absorbiendo la serena belleza.

Oyó el zumbido de la puerta abrirse detrás de él cuando su asistente,


Kelvynté, entró en su oficina. El hombre colocó una taza de té sobre la
mesa y entregó a Monroe otra vídeo-pantalla encriptada. Monroe suspiró.

—Gracias, Kelvynté.

—Estaba en mi escritorio esta mañana —dijo Kelvynté antes de dejar


al Almirante solo.
Monroe se sentó detrás de su escritorio, tomando un sorbo de su té
caliente antes de pasar por la rigurosa tarea de identificar quién era antes de
que los archivos cifrados revelaran su contenido.

Echó un vistazo a la información, una sonrisa formándose en los


labios. Así que, ¿la Lady Blue iba a venir a él? Qué interesante. Monroe
colocó la consola sobre su escritorio y tomó otro sorbo de té antes de salir
de su oficina para poner las cosas en su lugar durante la llegada de la
tripulación.

—¿Quieres que nosotros hagamos qué? —preguntó Remy con


incredulidad cuando se volvió en su silla, gruñendo a Merrick—. ¿Estás 156
loco?

Merrick puso sus manos detrás de su espalda mientras frenaba su


temperamento. Era la única solución lógica para todos sus problemas y
estaba bien pensado antes de que Merrick se hubiera acercado incluso hasta
el Comandante. —Hoy no —dijo mientras le daba una sonrisa apretada a
Remy.

Él sabía cómo sonaba el plan para todo el mundo. Pero si los


hombres del puente se tomaban su tiempo para pensarlo, iban a ver lo
absolutamente brillante que el plan era en realidad.

—Vamos a ver si lo entiendo, General —dijo Remy cuando se sentó


delante, sus dedos excavando en el brazo de su silla—. ¿Quieres que
aterricemos en la crujiente y verde hierba, en primera línea del jardín de la
Federación de Planetas Unidos?
Merrick asintió con la cabeza. —Si tratamos de utilizar una base de
aterrizaje, vamos a ser arrestados en el acto. Pero si aterrizamos en la
primera línea de su césped y demandamos ser escuchados, los ciudadanos
van a estar allí, observando. ¿Crees que el consejo nos disparará a la vista
con tantos testigos?

—Sí —respondió Remy de forma rápida y con sarcasmo.

Merrick arqueó una ceja y esperó.

Remy pasó una mano por la parte posterior de su cuello y suspiró. —


No, pero no hay garantía de que nos vayan a escuchar tampoco. Nos
podrían arrestar en el acto. ¿Qué te hace pensar que los que están fuera para
rodearnos y matarnos no estarán allí con su Phasers fuera, y no colocadas
en modo de aturdimiento podría añadir?

—Tenemos enemigos, Comandante, pero también tenemos aliados en 157


Tronos. ¿Desearías seguir a la fuga? ¿No quieres una vida mejor para tu
pareja, para tu equipo? —Merrick podía ver que había tocado una fibra
sensible por la forma en que los ojos de Remy se desplazaban alrededor del
puente. ¿Quién no querría una vida mejor para su pareja que permanecer a
la fuga y evitar a los cazadores de recompensas?

Merrick no quería esa vida para Shane.

—No puedo correr el riesgo, General. Mi pareja y mi equipo


significan más para mí que el universo entero. No podría vivir conmigo
mismo si fueran detenidos y condenados por delitos que no han cometido.

—¿Qué otra opción tenemos entonces, Comandante? —Merrick


preguntó mientras tomaba asiento—. ¿Mantenerse a la fuga? ¿Dejar atrás a
la Fuerza de Élite y a los cazadores de recompensas? ¿Peleando por
trabajos sólo para llegar al siguiente, rezando en el camino para que nadie
nos entregue?
Merrick pudo ver la incertidumbre en los ojos de Remy. El hombre
parecía hundido, pero Merrick sabía que ésta era la solución correcta.
Shane era su compañero, su vínculo del alma. No había manera de que se
fuera a arriesgar viviendo a la fuga con su casara. Shane merecía ver lo que
la vida en Tronos realmente era. El planeta era hermoso y rico en historia,
un lugar que amaba y quería que Shane amara de igual manera.

—¿Qué pasaría si… —Remy se apagó mientras miraba fijamente la


video-pantalla, los ojos explorando las estrellas por delante de ellos—.
¿Qué pasa si tu plan se vuelve en contra?

Merrick sabía muy bien qué pasaría si su plan fracasaba. Pero ellos
tenían su refuerzo de seguridad con Ryan. Sabía sin lugar a dudas, que el
Teniente cumpliría su palabra y entregaría las pruebas de incriminación a
los canales de noticias.

El consejo no se arriesgaría a que su ropa sucia fuera agitada 158


alrededor de las galaxias para que todos fueran testigos. No era una
perfecta Federación, pero el órgano de gobierno lo había hecho bastante
bien, también para las personas de los Sistemas de Andrómeda, Turok, y el
sistema de Galaxias. Ningún gobierno era perfecto, pero la Federación
Unida de Planetas hizo más cosas buenas que malas. Sería una verdadera
devastación para todos si Ryan tuviera que salir con su plan de respaldo.

—Sé que tienes miedo por tu compañero, Comandante. Todos


tenemos miedo de nuestros compañeros, pero vivir como delincuentes en el
mercado negro no es el camino —Merrick dijo en un tono más suave—.
Tengo mucho que perder si este plan sale mal. Por lo menos tus hombres
mantendrán sus vidas.

Sabía que Remy entendía que si Merrick moría, también lo hacía


Shane. Su vínculo no permitiría que Shane viviera sin Merrick. Era
demasiado fuerte y demasiado profundo entre ellos, y cada día más fuerte.
Remy parecía resignado mientras asentía. —Estaré de acuerdo con tu
plan con una condición, General.

—¿Y esa condición es?

—Las parejas se quedan con la madre de Zackary en Paktil. No los


tendré en Tronos enfrentándose a un pelotón de fusilamiento con nosotros.

—Estoy de acuerdo —dijo Colt desde su consola.

—Yo también —agregó Blade.

Merrick escuchó cuando el resto de la tripulación dio su opinión,


todos ello en favor de meter a los compañeros en un lugar seguro. Sólo
había un ligero problema con ese plan. Merrick sabía que si todo salía mal,
él y Shane sufrirían hasta el punto del suicidio.

¿Podría correr ese riesgo? 159


—Deberías quedarte con ellos, General —dijo Remy, cuando se puso
de pie, cruzando los brazos sobre el pecho, mirando desafiante a Merrick—.
Sabes que no puedes ser separado de tu pareja.

—¡El infierno que me quedaré atrás! —bramó Merrick—. No voy a


permitir que tus hombres lleven esta carga solos. —No había manera de que
Merrick fuera a encogerse de miedo en un planeta, mientras que la
tripulación se jugaba el pellejo. Simplemente no iba a suceder, pero
Merrick tenía que encontrar una solución a su problema de la separación de
Shane.

—Me quedaré con ellos —se ofreció Ryan—. Incluso daré los
archivos a Gigi para su custodia si hace que alguno de vosotros se sienta
mejor.
—Apenas —gruñó Remy cuando empezó a pasearse por el puente—.
Por todo lo que sé, se trata de una trampa y separarnos de nuestros
compañeros es tu objetivo final.

—Mira. —Ryan suspiró—. Sé que no hay razón para confiar en mí,


pero también estoy de acuerdo con el General. No puedes permanecer a la
fuga para siempre. Creo que hay un hedor de corrupción dentro de las
paredes del Consejo, pero tú has sido parte de la Fuerza de Élite y sabes
que no todos los hombres están agotados.

El hombre tenía un argumento convincente. Merrick le daría al


Teniente eso.

—Aunque estoy de acuerdo contigo, Teniente, Livewire y Mo


estarán con las parejas. Sólo la tripulación original se enfrentará al Consejo.

—¡Eso dices tú! —Mo gritó mientras se levantaba—. ¿Me veo como 160
un maldito cobarde para ti?

—No —respondió Merrick por Remy—. Te ves como un hombre que


haría a este equipo un gran servicio y vigilaría a los hombres que aprecian
más que a sus propias vidas.

Mo se quejó cuando se sentó de nuevo.—Claro, tira de las cuerdas de


mi jodida lealtad ¿por qué no?

—Acordado entonces —dijo Remy cuando se sentó de nuevo—. Mo


y Livewire escoltarán a las parejas a un lugar desconocido, y el Teniente
Ryan tomará un transporte e irá a esconderse hasta que esto termine.

Merrick vio cómo Remy cortaba una mirada en dirección de Mo que


sostenía una promesa de muerte en sus fríos ojos de piedra. —Hagas lo que
hagas, mantenlos seguros, Mo. Nunca dejes de huir si tenemos un Consejo
de Guerra. ¿Entendido?

Mo asintió con la cabeza. —Claramente.


Capítulo 12
Shane estaba tumbado en la oscuridad cuando Merrick lo abrazó.
Tenía miedo de ser dejado en Paktil mientras que el equipo iba a limpiar
sus nombres a Tronos. No sólo la separación le preocupaba, sino la idea de
perder a su compañero francamente le aterraba.

Shane finalmente tenía a alguien a quien llamar suyo, y podía


perderlo.

Se limpió a los ojos cuando se volvió en los brazos de Merrick,


acurrucándose cerca. —¿Cuánto tiempo estarás fuera?

Los dedos de Merrick rozaron el cabello de Shane y luego se inclinó 161


para besar su sien. —No estoy seguro. Todo depende de lo que suceda una
vez que aterrice la nave. Si somos capaces de conseguir una audiencia con
el Almirante Monroe y presentar nuestra evidencia en el pleno de la Corte
del Consejo, quizás tengamos una oportunidad.

—Quizás —Shane repitió la palabra, sintiendo su pecho herido en


todas las posibilidades de lo que podía salir mal.

—Sí, casara. Quizás.

Shane no se sentía tranquilo. Como cuestión de hecho, se sentía


menos que tranquilo con la palabra quizás. —¿Qué pasa con nuestra
separación? ¿Qué pasa si todo esto se lleva demasiado tiempo? Estar lejos
de ti sólo unas pocas horas se sintió como si estuviera muriendo por dentro.
¿Qué pasa si te vas durante días?
Merrick cambió de lugar antes de colocarse en su espalda, subiendo a
Shane hasta que se encontraba descansando la cabeza sobre el hombro de
Merrick. —Hay una manera de detener el dolor de la separación durante un
día o dos.

La cabeza de Shane saltó cuando miró a los ojos de su pareja. —


¿Cómo?

Merrick se aclaró la garganta, cuando las puntas de sus dedos


jugueteaban sobre el brazo de Shane. —Tienes que beber de mí.

—¿Tu sangre? —Preguntó Shane. No estaba seguro de poder hacer


eso. Dejar que Merrick bebiera de él era una cosa. Era un honor para Shane
alimentar a su compañero. ¿Pero beber la sangre de Merrick? Sus ojos
saltaron al cuello de Merrick, al ver el pulso latir. ¿Podría hacerlo?

—Al beber de mí, tendrás una parte de mí dentro de ti. 162


—Preferiría tener otra parte de ti dentro de mí —bromeó Shane, sin
sentir el humor en lo que dijo. Incluso si la sangre de Merrick hacía el truco
por un día o dos, Shane sabía que iba a estar fuera de sí con la
preocupación. Merrick era su todo, su razón de vivir. ¿Y si su pareja nunca
volvía a él?

—Lo haré —dijo Merrick cuando envolvió sus fuertes brazos


alrededor de Shane—. Siempre volveré a ti, casara.

—No me puedes prometer eso —espetó Shane cuando las lágrimas


llenaron sus ojos.

—¿Alguna vez he hablado sobre los vivendianes?

Shane sacudió la cabeza. —¿Qué significa eso?

Merrick se pasó los nudillos por el lado de la mandíbula de Shane. —


Esto significa que aunque yo muera, voy a estar contigo.
—No entiendo, Vedic. —Shane estaba confundido. No quería sólo
recuerdos de su compañero. Quería a Merrick a su lado, en su vida,
sosteniéndolo cerca como su compañero estaba haciendo ahora.

—Algunos vampiros creen que cuando el alma es enlazada, una


pareja que muere volverá en espíritu para estar con su pareja, para vivir sus
vidas juntos.

—¿Como un fantasma? —preguntó Shane.

Merrick asintió.

»Pero tú me dijiste que nuestra unión hará que me mate, si estamos


separados —Shane recordó a Merrick. No estaba seguro si Merrick estaba
tratando de calmar sus preocupaciones o si estaba diciendo la verdad, pero
Shane sabía que nada lo calmaría si Merrick nunca regresaba.

—No, si mi vivendianes vuelve a ti en primer lugar. Basta de hablar


163
de la muerte, Shane. Volveré a ti, te lo prometo. —Merrick acercó a Shane
en sus brazos, abrazándolo tan cerca como cuando Shane se quedó en la
oscuridad de la sala, sintiéndose tan condenadamente perdido.

—Lo haré —susurró Shane—. Voy a beber de ti.

Merrick se incorporó, subiendo a Shane con él, una mirada de


sorpresa y asombro en su rostro. —¿Estás seguro?

Shane asintió. —No quiero sentir ningún dolor por estar separado de
ti. —Una vez había sido suficiente para perdurar en Shane diez vidas. No
quería volver a sentirse de esa manera otra vez. Shane tragó al levantar la
vista en Merrick. Los ojos de su compañero se habían convertido del color
de la miel otra vez.

Merrick levantó la mano, usando su garra para un corte en la


muñeca. —Bebe de mí, casara.
Shane vaciló y luego subió la muñeca de Merrick hasta su boca,
cubriendo la piel sangrante con los labios. Esperaba atragantarse y renquear
por el sabor metálico de la sangre. Shane no había esperado estar abrumado
con el sabor de Merrick. Era como chupar algo dulce y picante en su boca.

Tragó saliva varias veces, haciendo todo lo posible para conseguir la


mayor cantidad de Merrick en su cuerpo como pudo. Shane no estaba
seguro por cuánto tiempo Merrick se iría, y no quería correr ningún riesgo
tampoco. Gimió cuando Merrick finalmente apartó la muñeca.

—Eso es todo lo que necesitas, casara. Te durará por lo menos dos


días. —Merrick lamió la herida para cerrarla y luego cubrió su cuerpo sobre
el de Shane.

—¿Voy a convertirme en un vampiro ahora? —Preguntó Shane y se


movió por debajo de Merrick, presionando sus pollas endurecidas juntas.
164
—Casara, ya te estás convirtiendo en un vampiro. ¿No te has dado
cuenta de esto? —Merrick frunció el ceño a Shane cuando se inclinó hacia
atrás.

No, Shane no se había dado cuenta. Sabía que la separación de


Merrick era la última cosa en el universo que quería, pero... ¡oh, sus garras!
—Tengo garras ahora.

Merrick asintió cuando una sonrisa inclinó sus labios hacia arriba. —
Y pronto tendrás colmillos. Te voy a enseñar la forma de ocultarlos.

—Pero yo no quiero ocultarlos —se quejó Shane.

—Es necesario, Shane. Cuando estemos solos, puedes ser tú mismo,


pero a la vista del ojo público, serás asesinado en el acto si cualquiera los
ve.
Shane estaba recibiendo una mejor comprensión de lo que Merrick
había sufrido para mantenerse con vida. Quería perseguir a los cazadores y
enseñarles una lección. —No es justo. —Sabía que su voz sonaba como un
niño haciendo pucheros, pero a Shane le gustaba la idea de tener colmillos.
¿Qué genial era eso?

—Yo sé, amor, pero tan injustas como son las circunstancias,
preferiría ocultar esa parte de nuestras vidas que ser perseguido por ello. —
Merrick envolvió su mano alrededor de ambas erecciones mientras se
inclinaba hacia adelante, lamiendo un sendero que cruzaba el labio inferior
de Shane—. Además, eso hace que realmente seamos un poco más privados
e íntimos. Es algo que sólo tú y yo compartimos juntos.

Merrick hizo que ser perseguido sonara tan malditamente


romántico. Shane rodó los ojos en el pensamiento y luego gimió cuando
Merrick comenzó a golpear sus pollas. Sus piernas se extendieron más 165
cuando Merrick se volvió, estableciendo a Shane a su lado cuando su mano
trajo incontables placeres a Shane.

Sus dedos se cerraron sobre los hombros de Merrick cuando la


cabeza de Shane cayó de espaldas. Nunca pensó que un trabajo de la
maldita mano podría sentirse tan bien. Sólo aliviaban la tensión cuando él
se lo daba, no era tan sensual.

—Muérdeme —rogó Shane cuando ladeó la cabeza, al mismo tiempo


que empujaba su polla más duro en la mano de Merrick. Merrick se acercó
más a Shane, besando su cuello con suavidad antes de bajar la cabeza en el
pecho de Shane. Hundió sus dientes en la carne de Shane justo sobre el
corazón, lo que hizo que Shane gritara cuando el placer/dolor de la
mordedura de Merrick lo estremeció en su centro.

Golpeó las caderas más duro a medida que Merrick bebía de él, por
lo que Shane sintió como si su vínculo fuera una sólida roca ahora.
Podía sentir no sólo la lujuria de Merrick, sino su miedo por la
inminente misión. Shane envolvió sus brazos alrededor del cuello de
Merrick cuando su semen entró en erupción en la mano de su pareja. Sentía
a Merrick endurecerse al mismo tiempo, gruñendo en el pecho de Shane.

Merrick pasó la lengua por los pinchazos gemelos para cerrarlos y


luego besó su camino de retroceso en el pecho de Shane. El hombre había
sido inventivo en cuanto a donde Shane había mordido. Besar a Merrick era
como besar a las llamas de un fuego. Enviaba ondas de choque a través de
su cuerpo cuando Shane se aferró a su General, y rezó para que el hombre
volviera a él.

166
Todo el mundo parecía triste y con miedo, cuando se reunieron cerca
de la bahía de transporte. Remy no culpaba a los hombres o a sus parejas.
Esta era una misión peligrosa del culo de la que quizás no volvieran.
Incluso después de la explosiva noche que había pasado con Gigi,
mostrando a su compañero cuánto amaba al humano, Remy todavía se
sentía oprimido cuando vio a Gigi entrar en la lanzadera.

El hombre había protestado, gritado su indignación a Remy, y


amenazaba con robar un transporte para viajar a Tronos. Pero al final, Gigi
tuvo que prometer quedarse con los otros compañeros. Remy no era
estúpido sin embargo. Había estado con el humano suficiente tiempo para
conocerlo. Le había dado a Mo y a Livewire explícitas instrucciones para
mantener un ojo en su compañero.

—¿Cuánto tiempo tiene Shane? —preguntó Remy cuando las puertas


de la bahía de la lanzadera se abrieron y Livewire pilotó la nave lejos de la
Lady Blue.
—Cuarenta y ocho horas.

—Entonces te sugiero que demos un giro los cinco y terminemos con


esto. Cuanto antes consigamos terminar este plan estúpido, antes podremos
conseguir que nuestros compañeros vuelvan. —Remy vio cómo su
tripulación, con las caras serias, se dirigía al puente.

Este iba a ser un solemne paseo del culo.

Merrick contuvo la respiración al entrar en la atmósfera de Tronos.


Esto era, todo o nada. Sabía que la Lady Blue estaba siendo escaneada.
Podía ver la lectura desplazándose a través de la consola en frente de él
indicando que la Fuerza de Élite estaba sobre ellos.
167
—Se nos echan encima, Comandante —dijo Tank cuando se volvió.

—Cíñete al plan —informó Remy cuando se sentó más recto—. No te


detengas o te comuniques hasta que hayamos aterrizado.

—No puedo creer que vayamos a aterrizar en el jardín del frente, —


dijo Tank cuando se echó a reír—. Esta es una para los libros de historia.

Merrick se sentó al lado de Tank, en el asiento habitual de Zackary,


cuando miro los controles de navegación. Las lecturas estaban por todas las
gráficas cuando las naves de combate les rodeaban, pero Tank maniobró
alrededor de los navíos, dirigiéndose directamente al edificio del consejo.

—Golpe directo —gritó Blade cuando la Lady Blue se sacudió.

—Sigue adelante —gritó Remy—. Livewire no está aquí así que


tenemos que jodidamente seguir.
Merrick pudo sentir el temor a su alrededor. Redujo la acometida a la
mitad de energía al entrar en la ciudad de Dulock. Era la capital de Tronos,
donde el ejército albergaba a sus cadetes. Podía ver a las personas
atravesando el terreno cuando la Lady Blue despejó la parte superior de la
atmósfera y se hizo muy visible para todos los de abajo.

—Trata de no aplastar a nadie —dijo Remy mientras se inclinaba


sobre el timón, viendo cómo Tank los acercaba.

Merrick pudo ver a los oficiales de la Élite en fila, las Phasers


apuntando en su dirección. Dejó escapar un suspiro, cuando Tank aterrizó
directamente en frente del edificio del Consejo. El shifter de león lo había
hecho, aterrizó en el maldito jardín delantero. Merrick sonrió interiormente.
Tuvo que admitir, que volar con la Lady Blue había sido aventurero, pero
era hora de volver a su propia vida aquí en Tronos.

—Las comunicaciones están abiertas —instruyó a Remy. 168


—Soy el Comandante Remington Vystal. Me gustaría hablar con el
Almirante Monroe.

Merrick escuchó el silencio a su alrededor, y entonces oyó una voz


aguda haciendo eco a través del puente. —Apagad toda la energía de la
nave y salid de uno en uno con las manos detrás de la cabeza. Si no seguís
las instrucciones terminará con la pérdida de vuestras vidas.

—Eso suena ominoso —dijo Crank mientras colocaba las manos


detrás de la cabeza—. ¿Te gusta esto?

—Cállate —dijo Blade y luego se echó a reír.

Incluso después de ver lo fiel que este equipo era a sus parejas y
entre sí, Merrick todavía se preguntaba acerca de la estabilidad mental de
esta tripulación. Simplemente no estaban bien de la cabeza.
—Si no se cumple el presentarme al Almirante todo terminará con las
pruebas que tenemos en nuestro poder, yendo a los medios universales. ¿De
verdad quieres que las fuentes de noticias tengan control sobre esos
registros, embajador?

El embajador Kumond se volvió a Remy con una lengua afilada y


con ira en su tono. —¿Crees que negociaría con unos conocidos criminales?
Tronos no va a negociar. ¡Ríndete a nosotros!

Merrick tocó el hombro de Remy, señalando con la barbilla. El


Comandante se hizo a un lado, agitando la mano hacia la consola. Merrick
sonrió y luego se volvió, sabiendo que había estado en torno a este equipo
demasiado tiempo si estaba sonriendo en una situación como ésta.

—Soy el General Vedic Merrick. La Legítima Conferencia de la


Federación de Planetas Unidos, ley veintitrés setenta y tres sostiene que
cualquier facción considerada bandidos por la Federación de Planetas 169
Unidos tiene derecho a reunirse con un representante de la Federación en
terreno neutral para buscar una solución. Nos reunimos en un terreno hostil,
pero no te culparemos por eso.

La tripulación se reía, cuando Merrick se echó hacia atrás, agitando a


Remy a la consola. El Comandante dio una palmada en el hombro a
Merrick. —Es como tener a Mykel aquí.

—Confía en mí, conocer la ley era un requisito para esta posición. Es


útil de vez en cuando. —No importa lo que pasara, Merrick sabía que
perdería a este revoltijo de equipo. Le habían enseñado a Merrick a cómo
vivir de nuevo y apreciar las pequeñas cosas de la vida. Una valiosa lección
que recordaría.
—Soy el Almirante Monroe. Tu solicitud de una reunión ha sido
concedida. Por favor, baja tus escudos y únete a mí en el jardín delantero.
—El Almirante Monroe dio una risita que sorprendió a todos—. Enfrente de
tu nave, eso es.

—¿Estás seguro de que podemos confiar en él? —preguntó Remy


nerviosamente.

Merrick nunca había visto a Remy con tanto miedo. Ni siquiera


cuando Gigi y Shane habían sido secuestrados. Fuera allí en el espacio,
tenían una lucha contra el azar. Aquí en Tronos, el Almirante tenía sus
vidas en la palma de su mano.

—Él es nuestra única oportunidad —admitió Merrick cuando


comenzó a caminar hacia las puertas del puente—. Terminemos con esto,
señoras.
170
Mientras la tripulación bajó de la rampa, fueron inmediatamente
rodeados por la Fuerza de Élite. Merrick contuvo la respiración hasta que
fueron acompañados a la parte delantera de la nave, donde vio al Almirante
esperando por ellos.

—General. —Monroe le dio un pequeño guiño.

—Almirante Monroe. —Saludó Merrick y luego le entregó el


expediente de pruebas incriminatorias—. Estoy seguro de que encontrará
todo lo que necesita justo ahí en esos archivos.

—Seguidme.

El General, junto con Remy y su equipo, siguieron al Almirante a un


edificio de piedra gris, hasta que llegaron al tercer piso. Merrick se
sorprendió al ver la asistencia del pleno del Consejo. ¿Cómo diablos se
habían reunido con tanta rapidez? Tenía la sensación de que el Almirante
estaba avisado de que ellos se dirigían de esta manera.
Y sólo podía haber una persona que podría habérselo dicho al
Almirante. Había una sola persona en la Lady Blue, que no era parte de la
tripulación.

El Teniente Ryan Devries.

Merrick, junto con la tripulación, tomaron asiento en el centro del


círculo del Consejo. Merrick podía no sólo ver lo nervioso que Remy y sus
hombres estaban, podía sentir el miedo y la aprensión rodeándolos.

Pero sentía también la decisión. Era sólida y firme como los hombres
que estaban sentados allí, decididos a limpiar sus nombres y volver a sus
vidas.

El Almirante Monroe se aclaró la garganta. —El asunto de alta


traición contra el Comandante Remington Vystal y su tripulación está
siendo presentado ante la Federación de Planetas Unidos. Los cargos son 171
los siguientes. —El Almirante tomó una video-pantalla y comenzó a
enumerar todos los cargos en contra de Remy y sus hombres. Podía ver la
ira montándose en los ojos de Remy, que estaba sentado en silencio y
escuchaba.

»Las acusaciones de traición contra el General Vedic Merrick


también serán escuchadas hoy frente al asiento del completo Consejo. Me
han presentado pruebas incriminatorias no sólo contra el Comandante
Brystan Pierce, sino...

—Esto es una atrocidad —dijo el embajador Vystal mientras


permanecía de pie.

Así que, los culpables estaban empezando a sudar. Merrick podía


sentir no sólo la rabia innegable venir del embajador, sino un miedo
aterrador también. El hombre tenía algo que ocultar, y no tenía ninguna
intención de dejar que todo saliera delante de todo el Consejo. Merrick
sonrió mientras el Almirante ordenó al embajador callar y tomar asiento.
—Son forajidos, bandidos que venderían a su propia madre con fines
de lucro —argumentó el Comandante Pierce—. No debería haber ningún
juicio. ¡Estos hombres deben ser ejecutados inmediatamente por sus
crímenes!

—Y callados de forma permanente —gruñó Remy en voz alta—.


Dime, Comandante... —Remy se burló del título— ¿por qué protestas tan
alto? ¿Qué tienes que ocultar que tratarías y argumentarías nuestra culpa
con tanta rapidez? ¿Tienes miedo de que el consejo se entere...

El Comandante Pierce sacó su Phaser, apuntando derecho a Remy. —


¡Cállate! ¡Lo has echado todo a perder! Si tu padre no te hubiera puesto en
la posición de Comandante, nada de esto habría caído en tu regazo. Todo
era perfecto. Todos nuestros planes eran un éxito, ¡pero tú no te morías,
joder! ¡Esta es tu maldita culpa, tú, inútil fuera de la ley!

Merrick vio con incredulidad cómo el Comandante Pierce fue 172


derribado antes de que pudiera apretar el gatillo. Sus ojos golpearon en el
embajador Vystal, quien se quedó con una Phaser en su propia mano.

—Trató de disparar a mi hijo —el embajador Vystal defendió cuando


bajó su Phaser—. Todo el mundo fue testigo de esto.

Merrick tenía una sensación de que el embajador estaba callando a


Pierce en lugar de defender a su hijo. Miró a Remy para ver que el
Comandante se sentía de la misma manera. Llevaba una expresión de
incredulidad en su rostro cuando Remy miró a su padre.

—A la luz de la confesión del Comandante Pierce y la evidencia


delante de mí, voy a lanzar una investigación completa sobre las denuncias
presentadas ante este Consejo aquí hoy. —El Almirante Monroe se puso de
pie, frente al General y el equipo de la Lady Blue—.
En cuanto al General Vedic Merrick de Federación de Planetas
Unidos, el Comandante Remington Vystal de Tronos, el especialista de
combate Colt Walking Cloud, el especialista de combate Blade Ryton, el
ingeniero de vuelo Tank Montylat y el especialista de demolición Crank
Unshion, quedan absueltos de todos los cargos.

—¡Sí! —gritaban los hombres de la Lady Blue, mientras saltaban de


sus asientos y comenzaban a abrazarse con rapidez unos a otros cuando las
sonrisas tan amplias que partían sus rostros aparecieron. Merrick sonrió
mientras los hombres se volvieron para estrecharle la mano.
Verdaderamente iba a perder a estos hombres.

—Ahora saca tu maldita nave de mi jardín delantero, —dijo el


Almirante Monroe, mientras se alejaba con los otros miembros del
Consejo, con la video-pantalla en la mano y una sonrisa en los labios.

—¡Tráeme a mi pareja! —se rió en voz alta Remy—. Quiero a Gigi a 173
mi maldito lado en cinco segundos.

—Estoy en ello —dijo Crank mientras sonreía.

—Sabes —dijo Merrick, cuando se aclaró la garganta, ganando la


atención de todos— puedes ser plenamente reintegrado en la Fuerza de
Élite si lo deseas.

Remy tiró el brazo alrededor de los hombros del General mientras


sonreía. —No en esta vida, General. Estar a la fuga y vivir mi vida en mis
propios términos ha llegado a significar mucho para mí. Sé que sólo un
puñado de oficiales de la Fuerza de Élite eran corruptos, pero me dejó un
muy mal sabor en mi boca.

—Entendido. Ahora consígueme a mi pareja. —Sonrió Merrick


cuando agarró a Remy sobre su espalda—.
Y buena suerte en tus esfuerzos.—Merrick se inclinó un poco más
cerca, hablando a los oídos del Comandante solamente—. Si alguna vez
necesitas ayuda, ya sabes dónde encontrarme.

—Oh, tengo la intención de mantenerme fuera de los problemas,


General, pero voy a tenerte en mente la próxima vez que me encuentre con
la Fuerza de Élite. —Remy le guiñó un ojo—.Voy a tener a Shane aquí
dentro de unas pocas horas. —Remy sacudió la mano de Merrick, cuando
se volvió para alejarse—. Gracias, General, por dejarnos vivir nuestras
vidas con nuestros compañeros de forma pacífica.

—Fue todo por ti, Remy. Tuviste la prueba y la fortaleza de luchar


por tu libertad. Buena suerte.

Merrick sonrió mientras miraba a Remy y a su tripulación de la Lady


Blue, sonriendo y gritando su alegría. Tenía un nuevo respeto por el
Comandante. Puede que fuera áspero, laxo, y tratara a su equipo más como 174
familia que sus subordinados, pero era un infierno de Comandante. El
General Merrick estaba orgulloso de llamar a ese hombre amigo.

Merrick volvió a su oficina, preguntándose qué vida iba tener ahora


que él y la Lady Blue fueron absueltos de todos los cargos. Al cerrar la
puerta del despacho, localizó al embajador Vystal esperando por él junto a
la ventana.

—Todo un espectáculo, General. No sólo logró limpiar su nombre,


sino el de mi hijo también.

Merrick cruzó la habitación, de pie junto al embajador. —Y usted se


las arregló para mantener sus secretos tranquilos matando a Pierce.

El embajador se encogió de hombros. —Es un trabajo sucio, pero


uno en el que soy muy bueno. Dígame, General, ¿qué son exactamente esos
archivos que dio al Almirante?"
Merrick se asomó por la ventana, sonriendo al ver las montañas en la
lejanía. No podía esperar para mostrar a Shane qué verdaderamente
hermoso era este planeta. —Sus secretos han sido misteriosamente dejados
de lado, embajador. ¿Confío en que mis secretos hagan lo mismo?

Vystal sabía que Merrick era un vampiro. El embajador y el padre de


Merrick se conocían hace mucho tiempo, y los dos eran cercanos. Si
Merrick tenía que recurrir al poder, lo haría. Dar a Shane una vida feliz era
su único objetivo, y el embajador no iba a ponerse en el camino de sus
planes para con su pareja. —Pero tengo el archivo original, como medida
de precaución.

Vystal asintió mientras se dirigía a la puerta del despacho de


Merrick. —Entonces supongo que, ambos de nuestros secretos están a
salvo. —El embajador caminó desde la oficina de Merrick, cerrando la
puerta detrás de él. 175

Remy se quedó alrededor de la mesa de los hombres que se reunieron


con él en el comedor. Sonrió mientras se abrazaba alrededor de su
compañero. Hoy ha sido un día para poner fin a todos los días. Finalmente
era libre de vivir su vida de la manera que él quería sin temor de ser
arrancado del lado de Gigi, o peor. Sólo tenía que averiguar lo que el resto
de la tripulación, su familia en realidad, quería hacer ahora.

—La Lady Blue es nuestra —comenzó, ganando la atención de


todos—. Hemos demostrado nuestra inocencia y nuestra libertad ha vuelto a
nosotros. Merrick me ha informado que cada uno de vosotros puede volver
a su antiguo rango en la Fuerza de Élite, si lo desea. O bien, puede
permanecer en la Lady Blue con Gigi y conmigo. La elección es vuestra.
—Me gustaría ir a ver a mis padres —dijo Adwaka—. Estoy seguro
de que podemos recoger unos pocos recorridos de carga de mi tío.

No en esta vida.

—¡Oh, oh! —Zackary comenzó a agitar la mano frenéticamente en el


aire—. Podríamos hacer una parada y conseguir un poco más de pastel de
frutas de mi mamá.

Remy se rió. Estaba bastante seguro de que tenían el mayor pastel de


frutas que Stella podría ofrecer colocado justo en frente de él.

—No me importaría volver a Hyberian para ver a mi madre


también—agregó Mykel—. Realmente no ha tenido la oportunidad de llegar
a conocer a Mo ahora que estamos acoplados.

Remy sabía lo que quería Gigi, y ahora sabía lo que tres de las
parejas querían también. Eso solo dejaba a y Anok y a Imlay. —¿Qué hay 176
de vosotros dos? —preguntó Remy cuando se volvió para mirar a los dos
hombres.

—No me importaría visitar Lost Star Three de nuevo. Todavía estoy


interesado en sus instalaciones médicas, y conseguir algunos suministros
más siempre es una buena cosa.

—¿Anok?

—Iré donde quiera ir Crank. —Anok se encogió de hombros—.


Realmente no tengo cualquier otra familia, salvo a todos vosotros.

Eso más o menos lo dijo todo para Remy allí. Puede que hubieran
comenzado como una tropa dispar de hombres a la fuga, pero ahora eran
una familia. Remy no cambiaría ni uno solo de ellos, si podía evitarlo. Pero
él todavía no había escuchado a su equipo original.
—¿Qué pasa con vosotros? —preguntó Remy cuando se reunió con la
mirada de cada uno de ellos—. Hemos estado juntos en esto desde el
principio, pero ahora se acabó. Podéis ir a cualquier lugar, vivir en
cualquier lugar. ¿Qué es lo que queréis?

Remy parecía un poco nervioso cuando todos comenzaron a mirarse


entre sí. Apretó los brazos alrededor de Gigi, temiendo lo que sus amigos
tenían que decir. No los culpaba en lo más mínimo si querían volver a
Tronos y reincorporarse a la Fuerza de Élite. Había sido su hogar durante
muchos años.

Por otro lado...

—Quiero seguir en contacto con Shane ahora que ha decidido


permanecer en Tronos con Merrick —dijo Mo— pero esta es mi casa ahora,
Remy. A menos que planees patearme el culo de nuevo a la Antigua Tierra,
no me marcho. 177
Uno menos, quedan muchos.

—Ah, infierno, Comandante. —Livewire sonrió mientras se


levantaba y empujó a Imlay a sus pies, y luego se dirigió hacia la puerta—.
Sólo dime dónde y cuándo, y me aseguraré de que Nuestra Señora tenga
sus zapatos de baile puestos.

Remy se echó a reír cuando cada maldito hombre que él consideraba


un hermano, señaló a Livewire y se burlaron. —Lo que él dijo.

—Está bien, entonces. —Remy estaba allí de pie y lanzó a Gigi por
encima del hombro—. Supongo que tenemos una lista de lugares a donde
ir. Tank, traza una ruta para Hyberian. Mykel quiere ir a ver a su madre.
Vamos a golpear Lost Star Three después de eso y sigue la lista abajo.

—¿Eso significa que puedo permanecer en la Lady Blue,


Comandante? —preguntó Anok.
Rémy sonrió por encima del hombro cuando se dirigió hacia las
puertas del comedor. —Es nuestra casa, ¿no?

Merrick se echó a reír cuando Shane se inclinó y le besó de nuevo. —


No puedo creer que este hermoso planeta sea ahora mi hogar. —Sonrió
cuando Shane caminaba entre la población civil que los observaba con
curiosidad. Su compañero estaba resultando ser todo un encanto, sobre todo
con los niños pequeños. Shane tenía una manera de hacer sonreír a
cualquier niño y a hacer reír a cualquier padre.

Le encantaba que su compañero estuviera aclimatándose muy bien


aquí en Tronos. Después que Shane había llegado, habían pasado dos días 178
en la cama reencontrándose, con Shane mostrando con orgullo sus
colmillos creciendo. Merrick pensaba que era la cosa más caliente que
había visto nunca, y parecía que Shane estaba resultando ser un mordedor.
A Merrick le encantaba.

Nunca pensó encontrar a su compañero en el caos en el que había


sido lanzado, y Merrick se estremeció ante el recuerdo de alejar a Shane.
Gracias a los dioses su compañero era un hombre persistente.

—¿Estás listo para tu nueva posición? —Preguntó Merrick, mientras


caminaba por una fila de cadetes que corrían en formación. Merrick se
sentía rejuvenecido cuando se quedó allí con Shane a su lado.
Orgullosamente había presentado su compañero al Almirante y al Consejo,
y parecía que Shane había trabajado su encanto sobre ellos. Todos parecían
haberle tomado cariño.
—Tu asistente, ¿eh? —Preguntó Shane cuando se dio la vuelta con
una sonrisa brillante a Merrick, sus ojos color avellana brillando a la luz del
sol—. Eso significa que siempre estaré a tu lado, Vedic.

Merrick atrajo en sus brazos a Shane, poniendo un beso en los labios


de su casara. —Y eso suena simplemente perfecto para mí.

Fin
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