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Merrick atravesó las puertas del comedor y gruñó cuando chocó con
alguien. Cayó hacia atrás, sujetándose a sí mismo, poniendo una mano en la
pared. Utilizó la otra para agarrar a quienquiera que fuera con el que se
había tropezado, entonces al instante deseó no haberlo hecho cuando se dio
cuenta que era el hombre sexy que había estado de pie al lado de Mo.
—Lo siento, —dijo Merrick. Soltó al hombre como si su mano
estuviera en llamas—. No te vi.
—Sí, bueno...
—No, no lo es.
—¿Eres un cambia-formas?
—No.
—No.
—Soy un General.
Shane rodó los ojos. —No, como... ¿puedes disparar rayos láser de
tus ojos o cualquier otra cosa? Ohhh, ¿puedes volar? Mykel puede volar,
pero sólo cuando es un águila. Eso sería genial.
Agujero de gusano.
No lo estaba.
Y, sin embargo, aquí estaba sentado, con los ojos cerrados y las
manos apretadas en un agarre de muerte en el apoyabrazos de su silla. Su
estómago rodaba cuando la Lady Blue salió disparada a través del espacio.
Cuanto más se sacudía la nave en todas partes, más apretado su agarre
sobre los reposabrazos se convertía, hasta que pudo sentir sus uñas clavarse
en la tela acolchada, dejando lo que estaba seguro que serían marcas
permanentes.
En serio.
Apoyó la cabeza contra el reposacabezas cuando empezó a golpear y
girar. Podía sentir su estómago comenzar a revolverse. Saliva se construyó
en la boca y tragó con rapidez para evitar vomitar. Nunca lograría esto.
Remy estaba sentado con la cabeza hundida entre las manos. Miró
hacia arriba, las cejas juntándose cuando frunció el ceño. —¿Por qué?
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Capítulo 2
Shane negó con la cabeza, rezando como el infierno para que nada se
hubiera roto. La nave había sacudido hasta su cerebro agitado en su cráneo,
y luego había golpeado contra el suelo, duro. Sentado, Shane apoyó la
cabeza en una dirección, y luego en la otra, agradecido de que no sintiera
ningún estallido o chasquido donde se suponía que sintiera. No había dolor,
sólo un latido bajo y un masivo dolor de cabeza.
Pax rodó los ojos mientras seguía detrás a Gigi. —No es mi culpa
que yo supiera qué hacer. Tú deberías también. ¿Cuántas veces vas a viajar
a través de un agujero de gusano antes de que le cojas el tranquillo?
—¿Qué fue eso, Mo? —Gritó Remy—. No se supone que estés feliz
cuando nos han disparado.
—Te lo juro, si disparan una vez más con una ráfaga de Phaser voy a
retirar la mía del modo aturdimiento. —Gruñó Mo mientras su puño
golpeó el panel de control—. Estoy tratando de hacer lo mejor para no
hacer daño a esos chicos, pero están tratando de matarnos de la mejor
manera posible.
—Entonces quítala del modo de aturdimiento —ordenó Merrick, lo
cual sorprendió a Shane—. Si quieren una sangrienta batalla, les vamos a
dar una.
—¿Por qué diablos no? —gritó Merrick cuando se dio la vuelta para
mirar al Comandante. Hizo un gesto con su mano hacia la pantalla grande
enfrente de ellos—. Están claramente tratando de matarnos. ¿Por qué no
vais a luchar?
—No voy a permitir que las Phasers sean puestas en el modo para
matar, porque estamos tratando de demostrar nuestra inocencia y eso será
muy difícil hacer si somos buscados por asesinato.
—En este caso, lo es. —Remy cruzó los brazos sobre su pecho, una 16
clara señal de que no iba a discutirlo—. Mis órdenes siguen en pie. Los
cañones Phasers permanecerán en aturdimiento. —Shane vio los labios del
General presionarse firmemente juntos y sabía que el hombre quiso
discutir. Esperaba que Merrick mantuviera la boca cerrada. No creía que
Remy estuviera de humor para volver a cualquier conversación.
Probablemente lanzaría a Merrick al calabozo.
Shane quedó sin aliento cuando vio la pantalla que Merrick señaló.
No había jodida manera de que pudieran pasar eso. Morirían en cuestión de 17
segundos por intentarlo. Merrick no estaba apuntando a un cinturón de
asteroides. Estaba apuntando a un campo minado de asteroides. Enormes
pedazos de espacio esparcidos con escombros por el área, tantos y tan
juntos que Shane apenas podía ver a través de ellos. Había grandes rocas,
piedras pequeñas, y rocas que flotaban en cada dirección. ¿Cómo demonios
se suponía que fueran a salir de esto? Tenía misión suicida escrito por todas
partes.
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N de T: aquí también se refiere al significado literal de la palabra que es tanque.
—¡Eso dices tú! —Tal vez no le gustaba el General tanto como
pensaba. Bueno, sí lo hacía, pero aún así... el hombre estaba loco si creía
que debían volar a través de un cinturón de asteroides. Shane había visto lo
que pasaba a las naves espaciales que hacían eso, y nunca salía bien, al
menos en las películas, no.
—Respira.
Shane levantó la vista para ver a Merrick de pie detrás de él, su voz
tan baja que Shane casi se había perdido lo que había dicho el General. No
estaba mirando a Shane, sus ojos estaban clavados en la pantalla, pero
Shane sabía lo que había oído. Merrick había venido hasta aquí para
calmarlo.
No estaba funcionando. Visiones de la nave siendo maltratada como
si fuera una pelota en un juego de ping-pong se deslizaban en su mente.
Shane tenía claustrofobia, a base de bien, y sentía como si las rocas
estuvieran cerrándose sobre él. Había sido así desde que era un niño. No
era algo que pudiera evitar. Sentarse ahí, mirando las rocas acercarse más y
más hasta que sintió cómo el aire en sus pulmones estaba siendo
estrangulado, no sirvió de nada.
Lo habían conseguido.
Maldita sea.
Livewire leía la consola en su mano mientras caminaba por el
pasillo. Necesitaban recargar las pilas pronto, y también necesitaban
comprar más suministros. La tripulación estaba agotando una gran cantidad
de cosas, y alguien iba a lanzar un ataque si se les acababa el papel del
baño.
—Ambos —dijo Pax—. Gigi está fuera en alguna parte, y todos los
demás ocupados. No tengo nada que hacer. —Suspiró Pax.
—Acepto la apuesta —dijo Pax cuando dio una palmada con sus
manos y luego las frotó de un lado al otro.
—Primero tengo que ver a Remy, sin embargo. —Livewire se dirigió
al puente, buscando al Comandante. Encontró al shifter de lobo en su silla,
mirando al General. Otro día feliz en la Lady Blue.
Remy hizo una mueca cuando empezó a ir sobre la lista que Livewire
había hecho. —Tiempo de inactividad no es algo que podamos tener en
este momento, Livewire, pero voy a ver qué puedo hacer al respecto de esta
lista.
¡Eso era! Merrick se dio la vuelta y miró a través del puente a Remy.
—¿Estás loco? Nos persiguen. No tenemos ningún negocio que terminar en
cualquier lugar. —Merrick quería gruñir cuando Remy simplemente le
arqueó una ceja. La falta de respeto del hombre por su rango hizo que la ira
comenzara a arder en el interior de Merrick. ¡Era un General! Se ganó su
rango. Se ganó el respeto. ¡Se ganó el maldito derecho de arrojar a Remy al
calabozo en su propia nave!
Había luchado muy duro para llegar al rango de General para tener a
un Comandante mirarle por encima del hombro. Él era el hombre más
joven nombrado General, y eso no había resultado fácil. Sus manos se
morían de ganas de extenderlas y ahogar la mierda de Remy.
Figúrate.
—Lo es.
—Exactamente.
—Puede que sea un civil, pero incluso yo puedo decir que la gente
necesita un descanso, aunque sea por un par de horas.
Merrick levantó la cabeza, los ojos fijos en los de Shane cuando sus
dedos poco a poco disminuyeron su férreo control. Shane tragó duro
cuando sus ojos se movieron de los labios a los ojos de Merrick. Contuvo el
aliento, esperando ver lo que el General iba a hacer a continuación.
—¿Por?
Shane sonrió mientras miraba a la cara de asombro del General. —
Por hacerme callar. —Lamiéndose los labios, Shane estaba a cinco
segundos de distancia de rogar otro beso. Pero en cambio, su cerebro se fue
derecho a interceptarle—. ¿Te gustaría ir a cenar y ver una película
conmigo?
Merrick suspiró. Su atracción por Shane era cada vez más fuerte, la
necesidad de acoplarse, arañando sus entrañas, pero si alguien se enteraba
de quién era Merrick en realidad, lo matarían en el acto. Era una
oportunidad que Merrick no estaba dispuesto a tomar, pero decirle algo a
Shane era cada vez más y más difícil.
Merrick se sintió una vez más erizado por la falta de rango alrededor
de la nave. No había manera de que todos debieran tener voz y voto. Era lo
que el Comandante dijera, y eso era definitivo. No estaba acostumbrado al
tratamiento de igualdad a bordo de una nave. Era algo inaudito.
—Voy a pasar.
La esperanza en los ojos de Shane se atenuó, haciendo que el color
de su iris disminuyera cuando asintió y se volvió para alejarse.
—Iré.
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Shane estaba rebotando y lo sabía, pero sólo no era capaz de bajar de
la nube en la que estaba flotando. Merrick había acordado cenar y ver una
película. Infierno, Merrick le había besado. Esto justo era lo suficiente para
dejarte alucinado.
—¿Masa?
—Oh sí, tenemos dos. —Señaló Gigi a los hornos plateados contra la
pared del fondo.
Una vez que Shane tuvo la masa lista, y extendida, decoró la pizza
con ingredientes que sabía que a todo el mundo le encantarían.
Simplemente no podía creer que no tuvieran pizza aquí en el futuro. ¿Qué 35
demonios pasó con ella?
—Eso es todo —dijo Shane al ver a Gigi reunir las bebidas en una
bandeja—. Ahora tenemos que dejarlo al horno hasta que la masa se haga.
Shane sólo rezaba para que el hombre tuviera sentimientos por él.
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—Voy a llevar las bebidas a la sala multimedia. Trae la pizza cuando
se haga.
Shane fue arrancado de sus fantasías cuando miró a Pax, quien estaba
mirando fijamente abajo, en su ingle. Shane podía sentir todo su cuerpo
ruborizarse de vergüenza por haber sido sorprendido con una erección sin
razón aparente. Estaban él y Pax en la cocina. Esto sería muy difícil de
explicar.
—Es tan buena. —Shane lo enfrentó cuando se volvió, ocultando su
erección de la vista. Maldita sea, si estaba así de duro pensando en el
hombre, estaba en serios problemas a la hora de ver la película.
—Es difícil hacer una elección cuando no hay nada aquí que
reconozca, —dijo Merrick rígidamente cuando extendió la mano y agarró
una—. Aquí.
Shane sonrió. Al menos, el hombre no estaba teniendo un ataque por
ver la película. Le dio puntos a Merrick por eso. Tan pesado como Merrick
era, el hombre estaba mostrando algún tipo de esfuerzo.
¡Éxito!
Remy lanzó una mirada hacia Shane y luego de vuelta a Merrick, una
mirada de complicidad apareciendo en sus ojos. Su rostro se agrió, pero no
dijo nada más.
Merrick sabía que estar a solas con su compañero era un gran error,
pero se encontró asintiendo de todos modos. La amplia y alegre sonrisa que
cruzaba la cara de Shane lanzó todas sus protestas por la ventana. Era sólo
observar las estrellas. ¿Qué daño podía hacer?
—¿Qué pasó?
—Prométeme, Shane.
—Sí, señor —susurró Shane mientras tomaba otro paso más cerca. El
hombre tenía la capacidad de hacer que Merrick olvidara que tenía que
quedarse rígido, con una vigilia constante contra bajar la guardia. El pico
de emoción se había disparado a través de su sangre una vez más con la
respuesta de Shane, y Merrick sabía que si no se alejaba del ser humano, su
pareja, perdería mucho más.
—Es tarde —dijo Merrick cuando apartó la mirada de los ojos
avellana de Shane, ojos que tenían la capacidad de hacer que Merrick se
ahogara en sus sensuales piscinas de brillante color—. Deberías dormir un
poco.
Shane asintió, bajando los ojos, pero no antes de que Merrick viera el
miedo en ellos. El hombre temía ser rechazado. El pensamiento golpeó a
Merrick directamente en el intestino. Shane temía ser rechazado, ser
negado.
Shane dio un paso atrás, la duda en sus ojos. Merrick podría decir
que era la última cosa que el humano quería hacer. —Gracias. —Dijo
Shane rápidamente antes de que casi corriera de la habitación.
Merrick gimió una vez que Shane se perdió de vista. Apretó la palma
de su mano contra su erección, cerrando los ojos mientras respiraba
lentamente. Eso había estado más cerca de lo que Merrick quería que
estuviera. Sabía que nunca podría reclamar a Shane, pero infierno si el
hombre no era tentador, algo muy dentro de él, una parte de Merrick, había
pensado que lo enterró hace mucho tiempo.
Se dio la vuelta, mirando a las estrellas cuando su control una vez
más, se deslizó en su lugar. Por mucho que su cuerpo ansiara el pequeño
hombre, Merrick sabía que nunca iba a suceder.
—¡Shane!
—¿Sí, señor?
Merrick gimió, se dio la vuelta, y se acercó a golpear el panel que
abría la puerta. —Tienes que irte, Shane.
Shane rodó los ojos. Había alguna parte de este plan de jódeme en la
pared que Merrick no estaba comprendiendo. Se acercó y golpeó el mismo
panel, cerrando la puerta, y luego se volvió para mirar a Merrick.
—No.
—Shane, no podemos...
—Luego me lo dices.
—No.
—Vedic.
Shane sonrió cuando llegó para acariciar con las yemas de sus dedos
a lo largo de los músculos en el brazo de Merrick. —Vedic —susurró en 51
voz baja. No estaba seguro de lo que el ruido sordo en el pecho de Merrick
quería decir, pero cuando de repente agarró y tiró hacia adelante en los
brazos de Merrick, Shane no creía que fuera una cosa mala. Shane
entusiasmadamente envolvió sus brazos alrededor del cuello de Merrick y
levantó la cara para darle un beso.
Pensó que Merrick sería feliz con su decisión por lo que no entendió
totalmente la pequeña mueca que llegó a la cara del hombre. Sin embargo,
cuando Merrick cubrió sus ojos con la tela rasgada, la imagen se había ido
antes de que pudiera cuestionarla. La oscuridad puso a Shane nervioso. No
podía ver lo que se avecinaba. Cuando sintió la mano de Merrick aterrizar
en el pecho, dio un salto.
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—Sshhh, casara, no te haré daño.
—Lo sé, lo sé. Yo sólo... —Shane abrió y cerró las manos sobre los
hombros de Merrick— no puedo verte.
Bueno, Shane no podía discutir con eso. Y no era como que pudiera
dar instrucciones a Merrick. Además del hecho de que Merrick era
demasiado intimidante dando órdenes, Shane estaba un poco perdido. Su
historia sexual era casi inexistente. Un par de mamadas y fricciones no te
hacen mundano. Estaba realmente esperando cambiar eso. 54
Estaba rezando para que Merrick cambiara eso.
Una vez que sus manos estuvieron atadas, Merrick las empujó sobre
la parte superior de la cabeza de Shane, presionándolas hacia abajo en la
cama. Sintió a Merrick moverse por un momento, y entonces el hombre se
retiró. Shane frunció el ceño cuando tiró de sus manos y descubrió que
estaban atadas por encima de su cabeza.
Tal vez esto no era tan buena idea después de todo. En serio, ¿qué
sabía él sobre el General más allá del hecho de que encontraba al hombre
increíblemente atractivo? Ser un General no convertía automáticamente a
Merrick en un buen tipo, aunque Shane estaba teniendo un momento muy
difícil pintándole como todo lo contrario.
—No hace falta que me toques con el fin de que me sientas, casara.
Casi.
Shane sintió que lo volteaban de repente y se encontró sobre su
estómago, luego se levantó hasta sus rodillas, su culo en el aire y su cabeza
presionando hacia abajo en la cama. Tragó varias veces, sintiéndose un
poco perdido, y sin saber mucho, sobre todo cuando no podía ver nada más
que oscuridad.
Y el placer sólo continuaba una y otra vez, ola tras ola estrellándose
a través de él. Cuando sus rodillas comenzaron a agotarse, Merrick lo
agarró y tiró de él hacia arriba. Shane se sintió tan fundido que estaba
bastante seguro de que Merrick era lo único que lo sostenía.
»¿Vedic?
Nada, excepto el endurecimiento de las manos de Merrick en sus
caderas.
—Sí, señor.
—Sí, señor.
59
Capítulo 5
El corazón de Merrick tronó en el pecho mientras lentamente retiraba
sus dientes de la suave carne de Shane lamiendo las pequeñas heridas
punzantes. Shane sabía a dicha, la cosa más dulce que jamás había
experimentado en su vida. Se resistía a renunciar a ella, pero podía oír los
latidos del corazón de Shane comenzar a desacelerarse.
Su ritmo cardíaco era lento. Oh, joder, todo esto era culpa suya.
Merrick sabía que había tomado demasiada sangre. Simplemente no había
sido capaz de evitarlo. Shane sabía tan bien, y el hombre era su pareja.
Y ahora, porque Merrick había perdido el control por una sola vez en
su vida, Shane podría morir. Merrick sabía lo que pasaría si intercambiaban
sangre. Les ataría por el resto de sus vidas. ¿Pero cuál era la alternativa?
Shane moriría. Merrick podría apresurar a Shane a la enfermería, pero
luego tendría que explicar lo que sucedió, y entonces podría morir.
Merrick no podía ver ninguna otra opción. Mordió en la muñeca con
sus dientes afilados y a continuación sostuvo su muñeca contra los labios
de Shane, observando como cada gota de sangre se deslizaba en la boca del
hombre. »Por favor, casara, bebe.
Sentir el vínculo entre ellos era como nada que Merrick hubiera
esperado. Se sentía como si Shane estuviera realmente dentro de él,
descansando junto a su corazón. Merrick nunca había permitido que nadie
se acercara, y ahora tenía a alguien que estaba tan cerca que podía
destruirle.
—¡No, Mo! —Shane gritó una vez más, mientras colocaba su cuerpo
entre Mo y el General—. ¿Has perdido la cabeza?
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—Oh, vamos. No puede ser tan malo. Si Merrick te folló una vez,
estoy seguro de que estará más que feliz de hacerlo de nuevo.
La mandíbula de Shane cayó. ¿Esta era la disculpa de Mo? —¿Es eso
lo que piensas de mí? ¿Que joderé sólo con cualquiera que venga a
pedírmelo?
Shane empujó más allá de Merrick con un pequeño grito y corrió por
el pasillo hasta la escalera. Bajó dando tumbos por las escaleras, casi
deslizándose por ellas un par de veces antes de llegar al siguiente piso. No
dejó de correr hasta que se sentó detrás de una puerta cerrada con llave,
acurrucado en el asiento de la ventana de su habitación, mirando a las
estrellas más allá de su ventana.
Fue sólo cuando Shane se fijó en una figura imponente que su interés
quedó atrapado. Los hombros anchos y el paseo seguro de sí mismo del
hombre grande, al instante le dijeron a Shane quién era. Casi se echó a reír.
Nadie se pavoneaba como el General Vedic Merrick.
—Quiero que la gente nos vea juntos —dijo Remy, cuando se acercó
a un puesto que vendía pequeñas baratijas y pompones—. Quiero que la
Fuerza de Élite sepa que te tengo.
Remy hizo una mueca. —No estamos seguros de que él esté detrás
de esto. 74
Merrick se encolerizó ante la manifiesta negativa del Comandante a
ver la verdad. ¿Cómo podría un hombre que permanecía a la fuga durante
tanto tiempo, que se guardaba él mismo y un equipo entero de ser
arrestado, estar tan ciego? Era alucinante para él.
Remy se rió detrás de él, lo que sólo cabreó a Merrick. No podía ver
cómo Remy era el Comandante, sin embargo, consideraba que la situación
era divertida. No era divertida. Era peligrosa y existía un riesgo que
ninguno de ellos debería haber tomado. 75
Cuando Remy siguió caminando, Merrick siguió detrás de él. No
estaba seguro de adónde se dirigía el Comandante, ni siquiera por qué
estaba siguiendo ciegamente detrás de él, pero lo estaba. Se detuvieron en
unos pocos más vendedores a lo largo del camino y Merrick comenzó
lentamente a comprender el camino que estaban tomando.
—Tú...
Con eso, Merrick giró sobre sus talones y se dirigió a la rampa que
conducía a la bodega de carga. Oyó al vendedor balbucear y miró por
encima de su hombro para ver a Remy y los otros dos miembros de la 78
tripulación subir por la rampa justo detrás de él.
—¿Se le pagará?
Merrick parpadeó y dio un paso atrás cuando vio a Pax de pie allí,
saltando de un pie a otro mientras se retorcía las manos juntas. El miedo en
su rostro envió un escalofrío por la espina dorsal de Merrick. Sólo sabía
que no le iba a gustar lo que el pequeño hombre azul tenía que decir.
—Ninguno, en absoluto.
—Creo que es mejor que te quedes aquí —espetó Remy, cuando bajó
hasta la bahía de carga.
—No por tu vida. Shane es mi compañero, y no voy a permanecer a
bordo al mismo tiempo que arriesgas tu vida.
—No puedo creer que esté realmente aquí —gritó con alegría Shane
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cuando agarró el brazo de Gigi, tirando de él con entusiasmo—. ¡Estoy en
otro enloquecido planeta!
—Es mi dinero.
—¿Estás listo?
Shane no lo estaba. Había querido conseguir algo muy especial para
Merrick, pero, de repente, quería ver al hombre, ser sostenido por él, y
saber que el hombre del que se había enamorado estaba a salvo.
Oh.
—¡General!
—¿Qué?
—Contrólate.
—Lo es.
—¡Joder!
Una vez que Remy señaló que la costa estaba despejada, Merrick le
siguió a la vuelta de la esquina y por las calles. La multitud era densa. Esto
tenía la ventaja de ocultarlos de quien podría estar en busca de ellos.
También tenía el inconveniente de ocultar a alguien buscándoles. Merrick
tenía que aferrarse a la esperanza de que Shane y Gigi se mantendrían fuera
de problemas hasta que pudieran encontrarles.
—Sólo otro bloque o dos. Puedo ver el muelle de carga desde aquí. 89
Merrick miró más allá de Remy abajo a la calle. El Comandante
estaba en lo cierto. La puerta grande que conducía al muelle de carga justo
ahora entraba a la vista. Por suerte, ya que este era un planeta de mercado
negro, nadie estaba de guardia en la puerta.
—Remy.
Cuando el hombre no se detuvo, Merrick saltó hacia adelante y le
agarró por su camisa, tirando de él para detenerle en la puerta.
Rápidamente le empujó hacia las sombras de la puerta y observó la puerta
del muelle de carga.
Merrick volvió a mirar a las puertas. —Es sobre las puertas. No hay
nadie cuidándolas.
—Muy bueno.
»No tengo más que perder en todo esto. Yo debería ser el único en
destrozar el lugar. Pero sé que sensatez es lo que necesitamos ahora mismo.
Merrick salió del comedor. Por lo menos se las arregló para calmar al
Comandante. Ahora todo lo que tenían que hacer era averiguar su plan de 95
juego. El General se dirigió al único lugar que sabía que le daría consuelo
en un momento como este. Se dirigió a su habitación y miró hacia afuera, a
la ventana, mirando las brillantes estrellas blancas volar más allá de él
como blancas joyas sobre un lienzo negro de seda. Estaban a un año luz de
distancia de Nebular Nueve, rumbo a las coordenadas que les dio el
compañero de Remy.
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—Recuerda lo que hablamos —dijo Remy, cuando se acercó a la
bahía de transporte—. No te desvíes del plan.
—Respira, General.
99
Capítulo 8
Shane se paseaba por la celda, locamente preocupado. Habían estado
allí durante lo que parecieron años, y cuanto más tiempo Shane permanecía
lejos de Merrick, mayor era el daño en su interior. Se sentía como si
alguien estuviera tirando de sus órganos uno por uno mientras pasaban las
horas. Nunca se sintió de esta manera antes, y eso lo desconcertó.
Gigi se sentó, mirando a Shane a los ojos. Shane se echó hacia atrás.
—Uh, no tienes que estar tan cerca. Dudo que vayamos a estar aquí tanto
tiempo.
Gigi rodó los ojos mientras agarraba la cara de Shane. »Tus ojos,
están haciendo alguna mierda rara del culo. Es como que no supieran si
quieren ser de color avellana o de color miel.
Eso era más fácil de decir que hacer. Tenían un maldito escudo de
plasma delante de ellos. Shane tenía la sensación de que si iban a cualquier
parte cerca de ella, sus cerebros se desintegrarían inmediatamente o algunas
otras partes del cuerpo.
—Vamos a tener que esperar hasta que bajen el blindaje —comenzó 102
Gigi.
—No es físico.
¡Esos hijos de puta! Esto era toda una trampa. Tenía que encontrar
una manera de advertir a Merrick. Shane podía sentir la furia dispararse a
través de él como una tormenta eléctrica. Merrick y la tripulación no habían
hecho nada malo, y sin embargo, estaban siendo perseguidos como perros
rabiosos.
Gigi lentamente se arrastró hacia adelante sobre su vientre, sin hacer 104
ruido. Shane tomó respiraciones profundas y mesuradas, tratando lo mejor
posible conseguir un tipo de control sobre su cuerpo. Cuestionaría los
cambios en él más tarde. Ahora mismo tenía que concentrarse en sobrevivir
a esta terrible experiencia.
Shane asintió, sintiendo latir su corazón tan rápido que pensaba que
iba a desmayarse. Rezó a Dios para que fuera tan bueno como Han Solo2.
2
N de T: Han Solo es un personaje de ficción y uno de los protagonistas de la trilogía original de
Star Wars. Era un arrogante corelliano con un ingenio sardónico, un humor seco, y una predisposición a
veces imprudente para meterse en problemas, que comenzó su carrera como contrabandista alrededor
del 10 ABY.
Gigi tiene un pequeño problema con la gente que le dice qué hacer o
intenta mantenerle como rehén. No le gusta actuar según las normas.
Oh, bueno, eso lo explicaba todo. Merrick rodó los ojos, tratando de
hacer caso omiso de la necesidad de patear a Remy. Y era un impulso muy
fuerte. —¿Qué pasa si tan sólo volamos en la lanzadera de todos modos? Si
están tan empeñados en el intercambio de mí por Shane y Gigi,
probablemente no van a disparar contra nosotros.
Remy soltó una risita. —Entonces, tal vez mejor será mejor que vaya
yo.
—Nos están mirando, cierto, pero hay un punto donde no pueden ver
nada, y es cuando una lanzadera en realidad aterriza. Pueden ver dentro de
la bahía de la lanzadera, y pueden ver fuera de la bahía de la lanzadera. No
pueden ver la entrada real a la bahía de la lanzadera, excepto por el ojo
humano.
—Pero ¿qué pasa con el pelotón de soldados que podría estar 107
esperando por nosotros?
»Si el plan sale mal, saca a Shane del infierno de aquí. Puedo cuidar
de mí mismo. No quiero a mi compañero en peligro más de lo que ya lo
está. —Merrick no podía comenzar a expresar lo importante que era para
él—. Prométeme, Remy.
Remy asintió. —Te lo prometo, pero quiero la misma promesa de ti.
El que tenga la primera oportunidad de salir de aquí con las dos parejas,
que lo haga. Quien se quede atrás se valdrá por sí mismo hasta el momento
que se pueda montar otra misión de rescate.
Merrick se volvió para ver a Remy vestido desde los pies a la cabeza.
Se aseguró de no mirar el culo del hombre. —¿Cómo quieres hacer esto?
Si esto no funcionara, tal vez iba a ver lo bien que la Fuerza de Élite
podía luchar contra un vampiro muy cabreado cuya pareja se encontraba
detenida como rehén.
111
Capítulo 9
—Uh-oh.
—¿Qué tipo de problema? —¿Qué podría ser peor que ser retenido
cautivo por los mismos hombres que querían matar a tus compañeros?
Todavía.
—No pueden haber enviado a nadie tan rápido —dijo Gigi cuando
maniobró la lanzadera fuera de la nave—. No hay manera.
Shane puso sus manos sobre su cabeza en el techo cuando Gigi entró
en maniobras evasivas. Shane estaba seguro de que iba a estar enfermo. La
lanzadera se sumergía y se inclinaba lateralmente, haciendo que Shane se
sintiera como si estuviera en una montaña rusa y de viaje de vuelta en la
Antigua Tierra. Odiaba esas cosas incluso en ese entonces.
Tal vez.
—Cálmate, casara.
¡Espera!
Shane se echó hacia atrás para mirar a los ojos dorados de Merrick.
—Tengo garras.
Shane pudo ver que Merrick estaba dando marcha atrás tan rápido
como podía. A pesar de lo que dijo, Shane dudaba que el General realmente 120
esperara que descubriese su pequeño secreto. —Y, sin embargo, aún
parecías sorprendido. ¿Por qué es eso?
—¿Por qué?
Merrick lanzó una pequeña y triste sonrisa por encima del hombro.
—Mi padre vio lo que se avecinaba. Me prohibió mostrar alguna vez mi
lado vampiro a nadie y me enseñó a ser plenamente humano. Nos hemos
integrado en la sociedad humana y ocultado nuestra otra mitad. Y funcionó
durante muchos años.
—Hasta ahora, —dijo Shane.
—¡Oh-oh!
—Sólo la fuerte presencia del Comandante me impidió volverme
completamente salvaje. Mi dolor era tal que me habría suicidado si no te
hubiera conseguido de nuevo. —Los ojos de Merrick miraron fijamente a
los de Shane, los ojos dorados nunca vacilando—. Tengo miedo, casara, ya
no puedo vivir sin ti.
—Lo siento.
—Déjame convencerte.
—Mejor.
¡Yum!
Shane quería seriamente rodar los ojos, pero sabía que Merrick iba
en serio. En vez de decirle a Merrick que estaba loco, Shane le alcanzó y
acarició con su dedo uno de los colmillos blancos de Merrick, sonriendo
cuando el hombre se estremeció.
Shane se estremeció ante la imagen. —Oh sí, eso sería bueno. —La
idea de Merrick follándole al mismo tiempo que clavaba los colmillos en el
cuello de Shane fue casi suficiente para hacer que Shane se corriera allí en
el acto.
Casi.
Shane podía ver eso. Nunca se sintió tan completo como lo hizo
cuando Merrick tenía las bolas profundamente dentro de él. Solo el hecho
de estar al lado del General, era maravilloso. Hacer el amor con él era
alucinante. Saber que podía tener ambos era mejor que estar en el espacio
exterior.
Shane estaba más que de acuerdo con eso. Inclinó la cabeza hacia
atrás,dispuesto a dar al General su sumisión. Merrick siseó y golpeó, sus
colmillos cortando fácilmente en la carne de la garganta de Shane.
—Sí, —se quejó Shane—. Sólo tuyo. Sólo tuyo para siempre.
—Sí.
—Mi casara.
—Sí.
—Mi amor.
—¡Te quiero, Vedic! —Shane sabía que tendría que decirlo a menudo
para que Merrick de verdad lo creyera, incluso si el hombre podía sentirlo
venir de él. No todo el mundo creía lo que estaban sintiendo, sobre todo si
no pensaban que fueran merecedores desde muy adentro, en el fondo.
Shane tendría que arreglar eso.
Shane rozó sus labios sobre la piel caliente de Merrick. »Yo siempre
estaré aquí para ti, pareja.
Capítulo 10
Merrick no podía mantener la sonrisa de su cara mientras observaba
a Shane bambolearse en el ceñido traje que Gigi le había prestado. Estaba
agradecido de que Gigi estuviera ofreciendo a su compañero algo limpio
que usar, pero habría preferido algo que no mostrara el cuerpo de Shane
tanto. No dejaba nada a la imaginación.
O cómo tratar con ello. Pero decidió ir por ello. Ver la reacción de
Shane cada vez que decía algo inesperado era un bálsamo para el alma
cansada de Merrick. Había pasado tanto tiempo de su vida conformándose
y haciendo todo lo que se esperaba de él. Por una vez, quería hacer lo que
quisiera.
Y quería a Shane.
Era una pregunta justa. —Sólo una vez por semana —dijo Merrick—.
Un poco más si estoy cansado o herido. ¿Por qué?
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—¿Cómo has estado consiguiendo la sangre antes de ahora?
—¿Y los médicos se tragan eso? —dijo Shane, con un tono de voz
que se mostró escéptico.
Shane estaba tratando de matarlo. Era tan simple como eso. Shane
iba a ofrecerse para cumplir con una de las demasiadas fantasías de
Merrick, y simplemente se desplomaría y moriría de un ataque al corazón.
Merrick cubrió sus brazos alrededor de la cintura de Shane y subió cuerpo
del hombre hasta que quedó apretado contra el suyo.
—¿Te he dicho lo maravilloso que eres, casara? Las parejas están
destinadas a ser sólo el uno para el otro, más aún cuando hay un vínculo del
alma entre ellos. Pero tú, mi amor, superas incluso cualquier cosa que haya
soñado.
—¿Tronos?
¿Cómo era posible? Nunca había oído hablar que algo así sucediera,
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ni siquiera con aquellos que tenían un vínculo del alma. ¿Tal vez era
Shane?
—Y raro.
—Oh.
—Sí, señor.
Merrick no estaba tan seguro de eso. Todavía tenía que encontrar una
manera de hacer la vida más segura para ellos. Pero iba a hacer todo lo
posible para ser digno de la fe que Shane tenía en él.
—Pizza.
—No.
Merrick gruñó.
—Basta ya, antes de que tenga que golpearte de nuevo —dijo Shane
cuando caminó alrededor de Merrick y se acercó a sentarse en una de las 144
sillas vacantes.
—Pero...
—¿En serio? —Preguntó Blade—. ¿Un vampiro real? ¿Cómo del tipo
de chupadores de sangre?
—Para.
—Eso es todo lo que quería para ti, hermano. Ya lo sabes. —Los ojos
de Mo se desviaron a Merrick por un momento y luego volvieron a
Shane—. No es sólo con quién te imaginé, ¿sabes? Es...
—Lo que quiero es que esta maldita cosa con la Fuerza de Élite se
acabe. Sólo ese tiempo, apartado de Merrick fue horrible. Nunca quiero
pasar por eso otra vez. —Shane podía sentir las lágrimas llenando sus ojos
sólo de pensarlo. Dio media vuelta y apretó la cara contra el hombro de
Merrick.
—Eres un vampiro.
Capítulo 11
Merrick siseó y mostró sus colmillos. No estaba preocupado de que
el hombre se diera cuenta de que era un vampiro por sus acciones. El
camarero ya lo había descubierto. Pero no iba a dejar que Ryan pusiera a su
compañero en peligro.
—Voy a matarlo.
Merrick gruñó cuando alguien tiró del brazo que sostenía a Ryan en
la pared. —Si susurra una palabra de esto y hace daño a mi compañero, le
mataré y a cualquier persona que le importe. No me importa si trae a toda
la Fuerza de Élite sobre mi cabeza. Morirá.
—Bueno, habla.
—¿Y?
Mierda.
Merrick alzó la mano para detener los desvaríos de Remy. —No todo
el mundo en la Fuerza de Élite es malo, Comandante. Tenemos que
empezar a confiar en alguien.
—Es por eso que tengo una sugerencia en cuanto a cómo puede
terminar todo esto y conseguir que tu buen nombre vuelva de nuevo.
Merrick no se fiaba de Ryan más de lo que podía lanzarle, pero
estaba dispuesto a escuchar cualquier plan que hiciera que el mundo fuera
seguro para su compañero.—Estoy escuchando.
—Aunque sospecho que está hasta las orejas en este lío, no tengo
nada vinculado a él. Ha sido muy cuidadoso en no dejar nada de eso
asociado con su nombre. Hasta que no disponga de pruebas concretas, me
temo que no podemos ir detrás del embajador.
—¡Hijo de puta!
—Por eso es que creo que este plan funcionará. Permíteme contactar
con el Almirante Monroe y ver si puede arreglar algo con el Consejo. Con 154
Monroe a tu lado, tienen que escuchar lo que dices.
—Poder.
El Almirante Monroe miraba por la gran ventana la ciudad a sus pies.
Amaba Tronos. Era un lugar de belleza y cultura diferente a cualquier otro
en la galaxia o más allá. No sólo albergaba la casa de la Fuerza de Élite y la
academia, sino que la población civil vivía aquí también, haciendo de
Tronos su casa. Pero también era la vivienda de espías y traidores, algo que
estaba lentamente infectando a su amada ciudad, convirtiéndola en un lugar
del que Monroe no estaba muy orgulloso.
—Gracias, Kelvynté.
Merrick sabía muy bien qué pasaría si su plan fracasaba. Pero ellos
tenían su refuerzo de seguridad con Ryan. Sabía sin lugar a dudas, que el
Teniente cumpliría su palabra y entregaría las pruebas de incriminación a
los canales de noticias.
—Me quedaré con ellos —se ofreció Ryan—. Incluso daré los
archivos a Gigi para su custodia si hace que alguno de vosotros se sienta
mejor.
—Apenas —gruñó Remy cuando empezó a pasearse por el puente—.
Por todo lo que sé, se trata de una trampa y separarnos de nuestros
compañeros es tu objetivo final.
—¡Eso dices tú! —Mo gritó mientras se levantaba—. ¿Me veo como 160
un maldito cobarde para ti?
Merrick asintió.
Shane asintió. —No quiero sentir ningún dolor por estar separado de
ti. —Una vez había sido suficiente para perdurar en Shane diez vidas. No
quería volver a sentirse de esa manera otra vez. Shane tragó al levantar la
vista en Merrick. Los ojos de su compañero se habían convertido del color
de la miel otra vez.
Merrick asintió cuando una sonrisa inclinó sus labios hacia arriba. —
Y pronto tendrás colmillos. Te voy a enseñar la forma de ocultarlos.
—Yo sé, amor, pero tan injustas como son las circunstancias,
preferiría ocultar esa parte de nuestras vidas que ser perseguido por ello. —
Merrick envolvió su mano alrededor de ambas erecciones mientras se
inclinaba hacia adelante, lamiendo un sendero que cruzaba el labio inferior
de Shane—. Además, eso hace que realmente seamos un poco más privados
e íntimos. Es algo que sólo tú y yo compartimos juntos.
Golpeó las caderas más duro a medida que Merrick bebía de él, por
lo que Shane sintió como si su vínculo fuera una sólida roca ahora.
Podía sentir no sólo la lujuria de Merrick, sino su miedo por la
inminente misión. Shane envolvió sus brazos alrededor del cuello de
Merrick cuando su semen entró en erupción en la mano de su pareja. Sentía
a Merrick endurecerse al mismo tiempo, gruñendo en el pecho de Shane.
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Todo el mundo parecía triste y con miedo, cuando se reunieron cerca
de la bahía de transporte. Remy no culpaba a los hombres o a sus parejas.
Esta era una misión peligrosa del culo de la que quizás no volvieran.
Incluso después de la explosiva noche que había pasado con Gigi,
mostrando a su compañero cuánto amaba al humano, Remy todavía se
sentía oprimido cuando vio a Gigi entrar en la lanzadera.
Incluso después de ver lo fiel que este equipo era a sus parejas y
entre sí, Merrick todavía se preguntaba acerca de la estabilidad mental de
esta tripulación. Simplemente no estaban bien de la cabeza.
—Si no se cumple el presentarme al Almirante todo terminará con las
pruebas que tenemos en nuestro poder, yendo a los medios universales. ¿De
verdad quieres que las fuentes de noticias tengan control sobre esos
registros, embajador?
—Seguidme.
Pero sentía también la decisión. Era sólida y firme como los hombres
que estaban sentados allí, decididos a limpiar sus nombres y volver a sus
vidas.
—¡Tráeme a mi pareja! —se rió en voz alta Remy—. Quiero a Gigi a 173
mi maldito lado en cinco segundos.
No en esta vida.
Remy sabía lo que quería Gigi, y ahora sabía lo que tres de las
parejas querían también. Eso solo dejaba a y Anok y a Imlay. —¿Qué hay 176
de vosotros dos? —preguntó Remy cuando se volvió para mirar a los dos
hombres.
—¿Anok?
Eso más o menos lo dijo todo para Remy allí. Puede que hubieran
comenzado como una tropa dispar de hombres a la fuga, pero ahora eran
una familia. Remy no cambiaría ni uno solo de ellos, si podía evitarlo. Pero
él todavía no había escuchado a su equipo original.
—¿Qué pasa con vosotros? —preguntó Remy cuando se reunió con la
mirada de cada uno de ellos—. Hemos estado juntos en esto desde el
principio, pero ahora se acabó. Podéis ir a cualquier lugar, vivir en
cualquier lugar. ¿Qué es lo que queréis?
—Está bien, entonces. —Remy estaba allí de pie y lanzó a Gigi por
encima del hombro—. Supongo que tenemos una lista de lugares a donde
ir. Tank, traza una ruta para Hyberian. Mykel quiere ir a ver a su madre.
Vamos a golpear Lost Star Three después de eso y sigue la lista abajo.
Fin
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