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LIBRO 2
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Hura Crepitans, también llamado ochoó, jabillo, jabilla, ceiba amarilla, solimán o salvadera es un árbol
venenoso para los seres humanos, de la familia de las euforbiáceas. Por su gran tamaño, constituye una
especie maderable de gran valor económico. Es nativa de las regiones intertropicales americanas, tanto en
América del Norte y Central como en América del Sur, especialmente en las cuencas del Orinoco y del
Amazonas. GRACIAS WIKI.
GUARDIANES DEL BOSQUE 2 JOYEE FLYNN
Sonreía, mientras Twig estaba allí, apoyado contra un árbol cercano con
una enorme sonrisa en su rostro. Era tan guapo y cuando sonreía todo su
rostro se iluminaba.
¿Por qué no me había dado cuenta antes? Quizás porque él no solía
hacerlo a mi alrededor.
—Hola —dijo con voz ronca.
Mi voz estaba un poco chirriante, por los nervios. —Hola Twig. ¿Qué estás
haciendo aquí? —Salí fuera del agujero, cuando mis raíces habían
desaparecido, dándole a Sap un pequeño espacio para que ocupara mi lugar.
Movió sus cejas hacia mí, mientras miraba a Twig, dejándome saber que
más adelante quería detalles. Oh Madre Naturaleza, lo que se convertiría
nuestro campamento con un montón de chismes circulando.
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—He venido para verte —Twig rio, mientras me alcanzaba. Grité, cuando
me levantó en sus brazos y me besó. Mierda, esto se sentía mejor que bien.
—¿Qué vamos a probar la próxima vez? Me muero de ganas porque me
cabalgues.
—No puedo —, dije en voz baja, sintiéndome como la suela de un zapato.
—No sabía que te gustaría pasar el rato después de mi turno y ya hice planes.
—Está bien. ¿Tendrás tiempo para vernos antes de mi próximo turno? —
Me preguntó, sin permitirme ver si estaba enfadado o no. Bueno. Después
de lo que habíamos compartido el día anterior, no quería herir sus
sentimientos.
—No estoy seguro, pero si puedo, iré a buscarte —respondí con una
sonrisa. Entonces me sonrojé y baje la cabeza. —Gracias por la magnífica
noche. Tengo la sensación, de que sabes lo muchísimo que me gustó.
—No puedo decir, que alguno de mis amantes no lo haya pasado bien,
durante una noche de amor. —Se lamió los labios, mientras sus ojos se
llenaron de lujuria. —Mi ego creció mucho anoche y espero volver
nuevamente a hacerte pasar otro buen rato.
—Pero en este momento, tiene una cita conmigo —, dijo Canopy, de una
forma tranquila y confiada desde detrás de Twig. ¿Cómo había llegado aquí
tan rápido? ¡Vaya!, realmente debía haber venido corriendo muy rápido.
Le sonreí por encima del hombro de Twig y me erguí en el momento que
me puso en el suelo. Le di un segundo vistazo, cuando vi diferentes
emociones arremolinándose en la cara de Twig antes que perdiera la
compostura.
GUARDIANES DEL BOSQUE 2 JOYEE FLYNN
—¿Tienes una cita con Canopy?
—Me preguntó, justo antes de comenzar mi turno para cambiar. Dijo que
me quería explicar lo de anoche y compensarme por ello —, contesté en voz
baja, sintiéndome repentinamente como si estuviera en una revisión de mis
pruebas supervisada por mis tutores. Esto tenía el mismo de angustia.
—Eso ha sido muy amable de su parte, después de la mierda que sacó —,
dijo Twig entre dientes y se aclaró la garganta. Entonces, me dedicó una
sonrisa seductora y se inclinó para besarme. —¿Podemos vernos mañana,
después del cambio? Tengo algunos planes para nosotros, entre los que se
incluyen un picnic en un lugar tranquilo que he encontrado.
—Me encantaría —admití, conforme me iba sonrojando desde mi cara
hasta mis oídos. Aquí me encontraba haciendo una cita, frente al hombre
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con quién estaba a punto de tener una ahora. Pero no era mi hombre, así
como tampoco mi compañero. Tampoco dijo que quería estar conmigo, solo
que quería tener una cita conmigo. Por lo que no estaba haciendo nada
malo. Entonces, ¿por qué me sentía como si hubiera pasado de virgen a
zorrón, en menos de veinticuatro horas?
—Entonces nos vemos cariño. Diviértete y si me necesitas, estaré
vigilando a los árboles jóvenes. —Esta vez uno del tipo que me hizo curvar
los dedos de los pies, mientras acariciaba mi ingle. —Te echaré de menos.
—Uh, huh —dije, intentando no desmayarme de la pasión que acababa
de poner entre nosotros. No funcionó porque mis rodillas eran como jalea
y si no hubiera sido porque me estaba sosteniendo, me hubiera caído.
En ese momento, Canopy se puso detrás de mí, envolviendo sus brazos
alrededor de mi cintura, mientras acariciaba mi cuello. —Ya es tiempo, para
nuestra cita.
—Hola—dije con timidez, mientras miraba hacia él. Twig se aclaró la
garganta y se despidió de mí, enviándome un beso y se giró para comenzar
a alejarse. Justo cuando estaba a punto de volver a centrarme en Canopy,
empujó un dedo en mi culo y me hizo gritar.
—He estado pensando en esto, durante todo mi turno —gimió, mientras
mordisqueaba mi oreja. —Coloca tus manos sobre el árbol Néctar, así
podrás soportar tu peso.
—Ven conmigo —dijo Twig con voz profunda dándome una orden al día
siguiente, cuando acabé mi turno. Asentí y tomé su mano extendida. Me
llevó a una zona apartada de la selva, donde nadie se tropezaría con
nosotros, ni siquiera un guardia de turno. —Alcanza ese tronco y agárralo.
Tragué con fuerza, alcé los ojos hacia él, inquisitivamente y con algo de
preocupación. No parecía molesto, pero tampoco feliz. —¿He hecho algo
mal?
—Vas a ser castigado, por ser tan malditamente apetecible y no me dejas
pensar con claridad sobre ti —respondió con una sonrisa. No lo entendí y 24
debió darse cuenta, ya que se inclinó y me besó. —Es solo un juego Néctar.
Querías explorar tu deseo de ser azotado, ¿verdad?
—¡Oh sí! —Me reí, finalmente captando su broma. Twig me dio un beso
rápido y movió mis manos a dónde él quería que estuvieran. Me aferré,
cuando me rodeó como si fuera una presa. No estaba seguro de lo que
estaba buscando exactamente, pero su mirada era tan intensa que me
sorprendió que me fuera dedicada, cuando miraba mi cuerpo.
Siempre había sentido que estaba demasiado delgado o incluso
demasiado pequeño para cualquier hombre que me quisiera
verdaderamente. No es que fuera un niño y por donde miraras, podrías
verme como un hombre, pero no tenía un físico grande, ni músculos que
anunciaran al mundo de que era un hombre. Pero quizás, eso no era lo que
todo el mundo miraba en su pareja, ¿no?
—¿Qué estás pensando? —Susurró en mi oído, mientras acariciaba
suavemente mi culo. —No estás asustado ¿verdad? No tenemos que hacer
esto.
—No, no estoy asustado. Me preguntaba, por qué te gusta mirarme —,
admití, ruborizándome.
—Ahora tengo una nueva razón, para golpearte —Twig gruñó y golpeó mi
duro culo. —Nunca debes dudar de lo hermoso que eres. ¿Por qué crees
que no me gusta mirarte?
—Estoy demasiado delgado —respondí a su pregunta y el placer que
sentí con su azote, hicieron querer abrirme.
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5 pies, es el equivalente a casi 1.53 metros. 6,5 pies serían 1.98 metros. Es decir, Nectar mide
1.50 metros y Twig, 2.00 metros.
GUARDIANES DEL BOSQUE 2 JOYEE FLYNN
—No, no lo sientas. —Se reía, mientras movía su pecho a mi espalda y
pasaba sus manos por mi cuerpo. —Pero te gusta esto y a mí, tanto que
estoy a punto de explotar.
—¿Vas a acabar sobre mi culo rojo? —Ahora, estaba entrando en la idea
de cómo hablar durante el juego sexual, después de haber escuchado a Twig
y Canopy durante nuestras sesiones.
—Tentador, pero me gusta correrme dentro de tu pequeño y apretado
agujero. —Me besó a lo largo de mi cuello, entretanto torturaba mis
pezones, mientras me derretía contra él. —Sé que te enciende que te
demuestre que es lo que me haces sentir. Vi esa mirada en tu cara, por favor
solo mírame cuando haces que me corra.
—Sí, me sentí como que no sería virgen si tú podías enseñarme como lo
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hiciste.
—Voy a intentar algo nuevo, ¿si eso está bien para ti? Te gusta el azote en
tus nalgadas, así que aún no te he estirado bien para prepararte, cuando
vaya a entrar en ti.
Me mordí el labio. Sabía que me gustaba. Canopy me lo había hecho ayer.
Claro, que habíamos tenido sexo horas antes, pero él no me estiró hasta que
estábamos mojados por nuestra excitación y para ese momento no había
ninguna pizca de verdadero dolor. Pero no era como si le fuera a decir que
ya lo había hecho con Canopy.
—Sí por favor —le susurré, mientras inclinaba la cabeza hacia atrás sobre
su pecho. La posición hizo que mi espalda se arqueara y abrí mis piernas
más ampliamente. —Te necesito, Twig.
—Sé cómo hacerlo —susurraba mientras alineaba su pene. Grité de
placer, cuando él empujó la mitad de su enorme longitud dentro de mí. Dio
un empujón más y había recorrido todo el camino, alojado en mi interior.
Me retorcía y gemía de placer, tratando de conseguir que se moviera. —Te
llevaré al cielo con una condición, Néctar.
—Sí, cualquier cosa. —Le prometí, mientras me guiaba a la locura, con la
forma en la que me estaba tocando.
—Siempre te tomaré durante este cambio. Si tú quieres seguir
descubriendo lo que tienes con Canopy, entonces lo puedes hacer con él,
mientras estoy de servicio con la guardia. No es justo que ustedes tengan el
mismo turno y yo tenga que salir perjudicado por ello.
No estaba seguro que decir sobre eso, pero tenía una pregunta que
estaba pinchando por salir. —¿Por qué fue el peor día de tu vida? —Estaba
avergonzado de mí mismo.
—Porque prácticamente, te empujé a los brazos de Canopy —, susurró.
Sus manos se movieron sobre mi cuerpo, como recordando ese día. Madre
Naturaleza, no había pensado sobre ese hecho, en mucho tiempo.
Me acerqué a hasta Twig, quién era mi amigo y siempre lo había
encontrado deseable. Gimió en su sueño, cuando acaricié su muslo. Había
oído a la gente hablar de las leyes de la tierra, normalmente lo hacían 44
cuando regresaban de la visita al Chamán y en ese momento, sabía que él
era un hombre a los ojos del mundo.
Comencé a desear experimentar todo lo que un hombre hacía, y quería
hacerlo con él.
Me quedé con las ganas de saber cuán más grande era su pene
comparado con el mío, mordiéndome el labio para intentar mantenerme
tranquilo, ya que me era difícil no alterar su sueño. Levanté la pierna y me
puse a horcajadas sobre su gran cuerpo, temblando, cuando mi culo se puso
en contacto con su ingle.
—¡Oh Néctar! —Gimió, mientras me inclinaba deteniéndome justo antes
de que nuestros labios se tocaran. Sus manos ahuecaban mi culo y
empujaban mi cuerpo contra el suyo. Grité por las sensaciones, con ganas
de más, pero sus ojos se abrieron de golpe y se detuvo. —¿Qué estás
haciendo aquí?
—Te quiero —, admití tranquilamente. —Soy un hombre y ahora quiero
lo que un hombre necesita. Y quiero que sea contigo.
—Néctar, no podemos —, Twig susurró, mientras me soltaba. Me rocé
encima de sus caderas y él gimió. —Detente. Tienes que parar. Esto no puede
ocurrir.
—¿Por qué no? Obviamente tu cuerpo lo desea. —Hice un puchero,
mientras acariciaba su pecho con mis manos. —Finalmente vi sobre lo que
he oído hablar y quiero experimentarlo. Sé que soy alguien ingenuo, pero
puedo aprender.
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La curación fue mucho más despacio esta vez. Bark dijo que era por como
de profundamente las garras del jaguar había entrado en mi cuerpo y por el
hecho de que yo apenas me había curado de la pasada vez antes de ser
atacado. Eso y que las lesiones en la cabeza eran siempre difíciles para
determinar cuando la persona estaba mejor.
Tomé su consejo, asegurándome de que todo el mundo entendiera que
yo únicamente confiaba en los conocimientos de Bark para curarme. Eso
significaba mucho para él y creo que eso hizo mucho para demostrar al
poblado, que había mucho más en él que solo una cara bonita y divertido
sexo.
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FIN
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