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Amber Kell
Sinopsis:
Sinopsis:
Jory suspiró.
—Lo sé padre.
Su padre sonrió.
—Infiernos, sí.
—Buenas tardes.
Divina.
—¿Nombre? —Jadeó.
Las oraciones completas estaban fuera de lugar
cuando su capacidad intelectual se desvaneció y su sangre
corrió hacia el sur.
Delicioso.
No tenía suficiente.
—Date prisa.
—Me he curado.
—Sí.
—Uh, huh.
Val se ruborizó.
—Conseguir a mi compañero.
Rai sonrió.
—¿Qué esperabas?
—Porque…
—Veremos.
Val se volvió a Z.
Z se rió a carcajadas.
—Yo tampoco.
—¿Qué?
—Código.
—Huh.
Z se echó a reír.
—Wow.
Jory,
Tuyo.
Val.
Z se echó a reír.
El anciano palideció.
—¿Incinerador?
—Hoguera.
—Entiendo.
Maldita sea.
Jory gimoteó.
—De dragón.
—Tendré cuidado.
Z se echó a reír.
—Dos ducados.
Z le miró.
Jory vació su vaso.
—Oh, lo siento.
—No hay problema, hermoso. —Unas manos grandes
lo sujetaron firmemente en el taburete. La polla de Jory se
llenó rápidamente sintiéndose mareado.
Oh, Wow.
Su compañero.
¿Azúcar?
—Qué cómodo.
Rai gruñó.
—Dame tu comunicador.
—Bonito.
—Estúpida criatura.
—No señor.
—Absolutamente no.
Delicioso.
—Ella.
— ¿Cómo se llama?
Se encogió de hombres.
—¿En serio?
Jory le dio a la criatura una palmadita. Los ojos
dorados le miraron parpadeando y le dio un sordo
ronroneo.
—Gracias.
—Crema de limón.
—Genial, una de esas también.
—¿Puedo entrar?
—Bueno.
—Rai.
— ¡Ay!
—¿Qué hiciste?
—Una mamada.
—El dragón.
—¿Qué dragón?
—He encontrado un bebé dragón negro hoy. Iba a
llevarla a alguien llamado Maurek mañana para ver si
puede encontrarle un hogar.
Mi tesoro,
Tuyo,
Val
Jory se ruborizó.
Z se encogió de hombros.
—¿No?
—Lo haré.
—¿Quién te ha tocado?
—Cuéntame.
—Pueden infectarse.
—Gracias.
—Esto.
Utilizando la ventaja de la sorpresa, Jory le dio un
puñetazo en la cara, mirando sin ninguna emoción como el
poderoso cuerpo golpeaba el suelo con un golpe
contundente. Sorprendentemente no hubo ningún
movimiento por parte de los otros guerreros para proteger
a su compañero.
Jory vio el miedo en los ojos del hombre que sintió los
pinchazos de sus cuchillas, y el gran cuerpo bajo él
temblaba. Dejó que el temblor vibrara a lo largo de su
cuchillo.
—S… s… sí.
Jory le acarició.
—Se buena niña. No queremos matarlo, solo necesita
una lección.
Si eso haría.
—De acuerdo.
—¿Qué diablos pasó aquí? —El temor por Jory hizo que
su voz saliera aguda.
—¿Quién Su Alteza?
—Devuélveme a mi compañero.
Rai gruñó.
¡Mierda!
¿Hijo?
Jory suspiró.
—Nosotros te protegeremos.
—¿Qué?
Jory miró a los dos hombres, sorprendido de que
sonaran tan parecidos cuando gritaban. Decidió sacarlo
todo, se lanzó.
—Adelante, —gritó.
—Preciosa.
—¿Veneno?
—Y con fuego.
Maurek sonrió.
—Estoy seguro.
—¿Puedo mirar?
—No.
—Adelante.
—¿Consorte?
Esto era malo. Esto era tan malo que Jory no sabía
cómo responder. Por no mencionar que ni siquiera sabía si
el tatuaje iba a durar. Su padre iba a estar demasiado feliz
por esto.
—¿Qué?
—Lo siento.
Lewn la examinó.
—Lo sé.
—Ácido y fuego. —La mujer le dio una amplia sonrisa.
Jory estaba seguro que la inusual expresión podría romper
la cara de la mujer—. El guapo hombre encontró a una
maldita diosa reina negra. —Ella lo miró con unos ojos tan
similares a los de su amante que era desconcertante—.
Cualquier hombre que puede llamar a una reina es digno de
mi sobrino. Te doy mi bendición.
—Quiero su polla.
—Estoy bien.
—Eso fue tan caliente. —Dijo Val. Con solo una toalla
envuelta en su duro cuerpo, se inclinó y colocó un beso en
los labios laxos de Jory.
—¿Y Val?
—Perfecto.
Se apartó.
—Sí.
—Perfecto.
Jory caminaba por la calle, contento de que sus
regalos de apareamiento estuvieran en camino. Esperaba
que a ambos hombres les gustaran sus regalos y los
aceptaran con la intención en que fueron hechos.
—¿Qué si lo hice?
—Lo sé.
Jory se ruborizó.
—Gracias madre.
Su madre sonrió.
—Date la vuelta.
—¿Qué señor?
—Nada. Volvamos al Castillo antes de que mis
hombres comiencen a preocuparse.
CAPITULO
CAPITULO DOCE
—¿Joriah?
—¡Tor!
—¿Qué?
—¿Qué te parece?
—De acuerdo.
Era en lo único que estaban de acuerdo, Jory era suyo.
—Trato.
—¿Está?
Asintiendo con la cabeza, Jory se acurrucó más cerca,
como si en su primo más grande pudiera protegerse de la
verdad.
—Y más.
Jory se rió.
—¿Fuiste tú?
1
N de C: Especie de lima, pieza de acero o hierro que se utiliza, sobre todo los carpinteros, para
Joder.
Jory se derramó sobre el mármol blanco brillante.
Val gimió.
Fin
ACERCA DE LA AUTORA
A mber Kell soñó con escribir las historias de su cabeza por más
Vive en Texas con su marido, sus dos hijos, dos gatos y un muy estúpido
perro.
Para saber más de sus libros actuales o los que están en progreso, revisa
nuestro blog en
http:// amberkell.wordpress.com.
En su Facebook.
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http://twitter.com/amberkell
Coordinacion de proyectos
Perversa
Traduccion
alex
Correccion
luisfer
diseno y formato
pervy
portada
Gaby
¡Y no olvides comprar a los autores, sin ellos n no
podríamos disfrutar de todas estas historias!