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INSUFICIENCIA RENAL CRONICA:

INTRODUCCIÓN

La enfermedad renal crónica (ERC) constituye actualmente un problema de salud pública a


nivel mundial. La incidencia y prevalencia de la misma han aumentado en las últimas 3
décadas, así como los costos derivados de su tratamiento.1,2 Por otro lado, la evidencia indica
que algunos de los resultados adversos en los pacientes con ERC pueden ser prevenidos o
retrasados mediante un diagnóstico temprano y tratamiento oportuno.

 DEFINICION:
La insuficiencia renal crónica (IRC) se define como la pérdida progresiva, permanente e
irreversible de la tasa de filtración glomerular a lo largo de un tiempo variable, a veces
incluso de años, expresada por una reducción del aclaramiento de creatinina

 ETIOLOGIA:
Es conveniente distinguir entre aquellos procesos capaces de causar lesión renal con
posterior evolución a IRC y los procesos que actúan independientemente de la
enfermedad inicial y contribuyen a la progresión de la enfermedad, tal y como refleja
la tabla 4 (9). A la hora de analizar la etiología de la IRC en el anciano, respecto a otros
grupos de edad, se evidencian diferencias importantes entre ambos.

 FISIOPATOLOGIA:

La prevalencia de ERC es conocida en los países desarrollados, pero desconocida en las

naciones en desarrollo. El uso de las nuevas definiciones y fórmulas ha permitido

comparar las cifras a nivel internacional. Si se considera solo una VFG < 60ml/min para

definir ERC, encontramos prevalencias entre 2.5–11% en adultos. Esta población es

alrededor de 200 veces superior a la cantidad de pacientes en terapia de sustitución

renal (4). Si definimos ERC por la presencia de albuminuria, la prevalencia aumenta a

10.5–13% (5). En mayores de 65 años se han estimado prevalencias de ERC entre 25 a

35%, aunque es discutido si esto representa parte del envejecimiento normal (6). Lo

que es claro es que la prevalencia de ERC está aumentando en la población general en

relación al envejecimiento y aumento de la prevalencia de la diabetes, hipertensión

arterial y obesidad. En Chile se conocen los datos de la encuesta nacional de salud

(ENS del 2003).La incidencia de ERC ha sido estimada en pocos trabajos prospectivos:

en el estudio de descendencia de Framingham, de 2500 personas sanas seguidas por

18.5 años, un 9.4% presentó al fin del seguimiento una ERC definida por una VFG <

60ml/min.
 MANIFESTACIONES CLINICAS:
En general, las manifestaciones clínicas de la IRC aparecen de forma progresiva,
manteniendo una gran variabilidad de un paciente a otro, en función de la velocidad
de progresión y de la cantidad de masa renal funcionante.
Aclaramientos de creatinina inferiores a 30 ml/min marcan habitualmente la frontera
en la que la IRC se hace sintomática, desarrollándose a partir de entonces un amplio
espectro de manifestaciones clínicas paralelas al estadio evolutivo. Puntualizar que la
clínica de la IRC en el anciano carece de rasgos propios y que en muchas ocasiones el
hallazgo casual de cifras elevadas de urea y creatinina nos apuntan al diagnóstico. El
espectro clínico de la IRC.

file:///C:/Users/PC/Downloads/S35-05%2062_III.pdf

 DIAGNOSTICO:
Como primer paso para obtener un diagnóstico de enfermedad renal, tu
médico analizará contigo tus antecedentes personales y familiares.

Para el diagnóstico de enfermedad renal, es posible que necesites algunos


análisis y procedimientos, como los siguientes:

 Análisis de sangre. Los análisis de la función renal permiten


conocer el nivel de desechos, como los niveles de creatinina y
urea, en tu sangre.

 Análisis de orina. El análisis de una muestra de orina puede


revelar anomalías que indiquen una insuficiencia renal crónica y
puede ayudar a identificar la causa de la enfermedad renal.

 Estudios de diagnóstico por imágenes. Tu médico puede hacer


una ecografía para evaluar la estructura y el tamaño de tus riñones.
Se pueden utilizar otros estudios de diagnósticos por imágenes en
determinados casos.

 Extirpación de una muestra de tejido de riñón para realizar


pruebas. Tu médico puede recomendarte una biopsia renal para
tomar una muestra del tejido del riñón. Por lo general, la biopsia
renal se realiza con anestesia local y con una aguja larga y
delgada, la cual se introduce en el riñón a través de tu piel. La
muestra de la biopsia se envía al laboratorio para ayudar a
determinar cuál es la causa de tu problema renal.
https://www.elsevier.es/es-revista-revista-medica-clinica-las-condes-202-articulo-
prevencion-tratamiento-enfermedad-renal-cronica-S0716864010706003
TRATAMIENTO:

El tratamiento de la insuficiencia renal crónica se basa en tres pilares básicos:

El tratamiento va a depender del grado de enfermedad renal crónica.

En estadios iniciales es importante:

 Controlar la presión arterial

 Supervisar el azúcar, sobre todo, en las personas con diabetes

 Control de peso

 Controlar los niveles de lípidos en sangre

 Vigilar la ingesta de proteínas, sal, líquidos, potasio y fósforo para evitar sobrecargar la
función deteriorada del riñón.

TRATAMIENTO SUSTITUTIVO DE LA INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA

Tratamiento que desempeña alguna de las funciones renales:

 Trasplante renal
Consiste en recibir un riñón que va a permitir suplir las funciones que se han perdido
debido a la insuficiencia renal.

Existen dos tipos de trasplante renal en función de la procedencia del riñón del
donante:
- El trasplante renal de donante vivo.
En este caso los donantes suelen ser familiares de la persona enferma:
cónyuge, padres, hermanos o alguien cercano a la familia. La ventaja de este
tipo de trasplante es que se puede realizar cuando la enfermedad renal está ya
muy evolucionada sin necesidad incluso de requerir diálisis.

- El trasplante renal de donante cadáver.


En este caso el donante es un fallecido, y el receptor difícilmente puede
trasplantarse antes de haber hecho diálisis durante un determinado período
de tiempo, cuya duración va a depender de las características clínicas del
paciente, del grupo sanguíneo y de la edad. El paciente se incluye en una lista
de espera para trasplante, para que, en el momento en el que se produzca una
donación, pueda recibir el riñón más adecuado a sus características.
Antes de realizar el trasplante, se realiza un estudio exhaustivo del paciente
con enfermedad renal crónica para descartar situaciones médicas que lo
desaconsejen. Hay que tener en cuenta que 45 personas de cada 100 (45%) no
pueden someterse a un trasplante renal por razones médicas.

Los pacientes con enfermedad renal crónica se incluyen en una lista de espera
para trasplantes, periodo durante el que tienen que decidir a qué tipo de
diálisis se quieren someter: hemodiálisis o diálisis peritoneal.

Aproximadamente, 33 personas de cada 100 que se someten a diálisis se


encuentran en lista de espera para un trasplante. De esas 33 personas,
alrededor de 15 recibirán el trasplante.

Tras el trasplante renal, el paciente debe seguir, de manera estricta y para


toda la vida, un tratamiento para evitar el rechazo del riñón
(inmunosupresores) y realizar visitas periódicas en consultas de trasplante
para asegurar el correcto funcionamiento del riñón y ajustar la medicación,
según los resultados de los análisis.

En ocasiones, el riñón trasplantado no cumple con su función. De media,


aproximadamente, 50 de cada 100 personas (50%) que han recibido un riñón
de un donante cadáver, el órgano trasplantado funciona 15 años. En alrededor
de 60 personas de cada 100 (60%) que han recibido un riñón de un donante
vivo, el riñón trasplantado funciona un promedio de 15 años. Las personas que
sufren un fallo del riñón trasplantado deben decidir entre recibir otro
trasplante, someterse a diálisis o a un tratamiento conservador.

 La diálisis
La diálisis es un procedimiento que se utiliza para reemplazar parte de la función de los
riñones. El paciente que recibe diálisis debe combinarlo con otros medicamentos que
suplan las funciones del riñón como la eritropoyetina y la vitamina D.

Existen dos modalidades de diálisis, hemodiálisis y diálisis peritoneal, el paciente


deberá escoger libremente, siempre y cuando no exista una contraindicación absoluta
para una modalidad u otra.

La diálisis (en cualquiera de sus modalidades) es un tratamiento que debe realizarse de


por vida, salvo que se recupere la función renal, situación poco frecuente, o en caso de
acceder a un trasplante renal con éxito.
TRATAMIENTO CONSERVADOR DE LA INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA

Trata los síntomas de la enfermedad renal terminal mediante fármacos, cambios en el modo
de vida y otros tratamientos.

Es decir, en este tipo de tratamiento no se reemplaza la función renal, no se hace diálisis y los
riñones dañados del paciente siguen deteriorándose. De esta manera, el tratamiento permite
que los riñones sigan funcionando el tiempo que la enfermedad renal lo permita.

La decisión de optar por el tratamiento conservador debe ser una decisión consensuada con la
persona y la familia.

A las personas que se les propone el tratamiento conservador, en lugar de un tratamiento


sustitutivo, presentan otros problemas médicos o un estado de salud delicado como ser una
persona de edad avanzada, padecer otras enfermedades graves o seriamente invalidantes que
ofrecen un mal pronóstico o tener una expectativa de vida no muy larga.

Es posible que en estas circunstancias estas personas consideren insuficientes los beneficios de
la diálisis para el manejo de su enfermedad en comparación con el esfuerzo que conlleva.

Numerosos estudios demuestran que en pacientes con estas características, la diálisis no


mejora el pronóstico, y con un tratamiento conservador pueden mejorar su calidad de vida en
el sentido de tener un mayor control de los ingresos hospitalarios; se reducen el número de
visitas a urgencias por complicaciones y no se realizan procedimientos invasivos con punciones
venosas o colocaciones de catéteres.

NOTA: El paciente con insuficiencia renal crónica debe seguir la pauta de tratamiento
inmunosupresor para evitar el rechazo del órgano, así como seguir el calendario de visitas en la
consulta para poder detectar de manera precoz cualquier deterioro de la función de su nuevo
riñón. También es recomendable seguir un estilo de vida saludable.

TRATAMIENTO FARMACOLÓGICO DE LA INSUFICIENCIA RENAL CRÓNICA

Los fármacos que se pautan a una persona con enfermedad renal crónica pertenecen a los
siguientes grupos:

 Hipotensores. Fármacos para el control de la presión arterial elevada.


 Diuréticos. Para intentar mantener un buen volumen de orina y evitar la retención de
líquidos.
 Quelantes del fósforo. Son medicamentos que reducen la absorción del fósforo para
evitar que se acumulen en el organismo.
 Suplementos de calcio
 Vitamina D
 Eritropoyetina. Proteína segregada, principalmente, por el riñón en el adulto y por el
hígado en el feto, que estimula la producción de glóbulos rojos.
 Quelantes del potasio. Sirven para reducir la absorción del potasio de la dieta. Una
concentración elevada de potasio en sangre es peligrosa.
 Inmunosupresores. En caso de ser trasplantado, se deben tomar fármacos
inmunosupresores para evitar el rechazo del trasplante renal.

TRATAMIENTO DIETETICO
La alimentación es uno de los pilares más importantes para un óptimo resultado en el
tratamiento de la enfermedad renal crónica. Esto es debido a que los riñones se encargan de
eliminar las sustancias de desecho del organismo y ayudan en el equilibrio del contenido de
agua y de minerales en la sangre.

Aspectos a controlar en la alimentación:

 Energía. Los hidratos de carbono, las grasas y las proteínas


nos aportan energía. Las proteínas en cantidades elevadas
pueden favorecer la progresión de la enfermedad renal
crónica, por lo que, en caso de no precisar aún diálisis, hay
que moderar su consumo. En este sentido, la energía se
obtiene, principalmente, de las f éculas –pan, pasta, arroz,
patata, legumbres... y las grasas de los alimentos y el aceite
de oliva como primera opción de grasa añadida. Además, es importante mantener un
peso adecuado para evitar complicaciones relacionadas con el sobrepeso o el bajo
peso.

 Proteínas. Un consumo elevado de proteínas perjudica a la


evolución de la enfermedad y a la presencia de proteínas en la
orina. Se aconseja reducir a una ración diaria –alrededor de
100g– de alimento rico en proteínas (c arne, pescado, huevo,
etc.). En caso de hacer diálisis, el consumo de estos alimentos
aumenta, al menos, a dos raciones diarias. Esto se debe a que
se incrementan las necesidades de proteínas tanto en
hemodiálisis como en diálisis peritoneal.

 Sodio (NaCl). La sal aumenta la presión arterial que perjudica la progresión de la


enfermedad renal crónica, por lo que es importante reducir su
cons umo. En caso de realizar diálisis, también se debe
controlar la sal de la dieta para evitar que se retengan líquidos
en las extremidades del cuerpo (edemas) y, en casos
extremos, en los pulmones (edema agudo de pulmón). Para
ello, es preciso evitar platos precocinados, aperitivos salados,
cubitos de caldo y salsa de soja, entre otros y, cocinar con especias y hierbas
aromáticas para dar sabor a los platos sin tener los efectos negativos de la sal.

 Potasio (K). Es un mineral que contienen muchos alimentos, pero los que destacan por
su alto contenido son ciertas frutas y verduras, las patatas, las
legumbres y los frutos secos. Es un mineral necesario para el
buen funcionamiento del organismo, especialmente el de los
músculos, pero en exceso puede ser pelig roso ya que afecta al
ritmo del corazón. Se debe controlar qué alimentos comer y con
qué frecuencia, así como escoger cocciones que ayuden a su
eliminación como son el remojo y cocción.

 Fósforo (P). Para controlar este mineral es importante diferenciar su origen. Si el


alimento es de origen vegetal –especialmente legumbres y fruto
s secos– se absorbe solo una pequeña parte de su contenido,
por lo que no es peligroso si se consume un par de veces por semana. Si el alimento es
de origen animal –carnes, pescados, lácteos, etc..., se absorbe una gran proporción de
su contenido en fósforo y, por eso, se aconseja moderar las raciones diarias de estos
alimentos. Cuando el fósforo es de origen industrial, un aditivo, este se absorbe por
completo y, por ello, se debe limitar mucho su consumo. Para ello es importante leer
las etiquetas para evitar aquellos alimentos que contengan ingredientes que incluyan
palabras con “fos-“ (ej. ácido fosfórico) que se encuentran en los embutidos, refrescos
tipo cola, etc.

FACTORES DE RIESGO DE LA ENFERMEDAD

CUIDADOS DE ENFERMERIA EN LA INSUFICIENCIA RENAL CRONICA:

 Medir diéresis al paciente para comprobar funcionamiento renal en cada turno.


   Pesar diariamente al paciente y anotar en la historia clínica.
 Chequear los signos vitales enfatizando en la T-A F-C y registro en la historia
clínica.
 Verificar que se administre una dieta hiposódica al paciente en desayuno,
almuerzo y comida.
 Orientar al paciente sobre la importancia de restringir líquido para evitar
complicaciones diariamente.
 Explicar al paciente la importancia del cuidado del acceso vascular
diariamente.
 Cumplir con el tratamiento médico indicado.
 Brindar apoyo psicológico a pacientes y familiares explicándole la evolución y
pronóstico de la enfermedad diariamente.
 Mantener buena higiene ambiental y personal.
 Cumplir con las normas de bioseguridad normadas en el servicio.

CUIDADOS DEL EQUIPO DE ENFERMERÍA EN DIÁLISIS PERITONEAL Y HEMODIÁLISIS


DOMICILIARIA
OBJETIVOS

 Potenciar el proceso de aprendizaje del paciente


 Promover el autocuidado
 Reducir la cuantía de las complicaciones asociadas.
 Bajar el número de visitas al médico y la hospitalización.
 Lograr un buen soporte familiar y una gran rehabilitación del paciente fomentando su
seguridad y confianza en la técnica.

FUNCIONES

 Orientar en la selección de técnicas.


 Acoger nuevos pacientes, aconsejar y apoyar ante el nuevo tratamiento.
 Desarrollar el programa de hemodiálisis o diálisis peritoneal domiciliaria.
 Realizar los cuidados en el domicilio.
 Reforzar la protección ante infecciones.
 Servir de nexo entre paciente y médico para facilitar la comunicación y transmitir al
paciente y su familia los cambios que puedan surgir durante el tratamiento.
 Supervisar el material necesario en el hospital.
 Aplicar los protocolos diagnósticos y de tratamiento de las posibles complicaciones de
cada técnica: infección de catéter, peritonitis…).
 Realizar las visitas al domicilio.

CUIDADOS DEL EQUIPO DE ENFERMERÍA EN HEMODIÁLISIS

En primer lugar, se comprueba que el consentimiento informado haya sido firmado por el
paciente y se le explicará lo siguiente:

 En qué consiste el tratamiento de diálisis.


 Se le enseña la sala donde realizará el tratamiento y el funcionamiento de la máquina.
 Se le informa de que es necesario dejar la fístula arteriovenosa libre de objetos que
puedan comprimirla y se le explica cómo debe lavar el brazo.
 Se explican los pasos que debe seguir mientras esté conectado al monitor.
 Se le comunicarán los síntomas que puede sentir durante la sesión de diálisis tales
como calambres, dolor de cabeza, hipotensión y cuándo deberá avisar a la enfermera
ante estos síntomas.
 Se le explicarán los cuidados a seguir con la fístula, la dieta, la restricción en la toma de
líquidos y el peso en el tratamiento de diálisis.
 Se le facilitará una guía detallada con: nociones sobre el tratamiento de diálisis,
higiene, cuidados de la fístula, catéter venoso central, normas de alimentación, ingesta
de líquidos y control de peso, y signos alarmantes (edema pulmonar, fiebre, síntomas
de infección, medicación).
 Se le comunicarán las normas y horarios del servicio de diálisis.
 Si fuese necesario se le dará apoyo psicológico o dietético y se le facilitará cita con un
orientador laboral o un trabajador social.

CUIDADOS DEL EQUIPO DE ENFERMERÍA EN CONSULTA DE TRASPLANTE RENAL

La consulta de trasplante renal debe enfocarse sobre tres elementos fundamentales:

 Fomento de la autogestión.
 Atención multidisciplinar.
 Visión integral del paciente.

El paciente no ve el trasplante únicamente como una solución, para él implica un gran cambio,
una serie de nuevos problemas que unidos a otros de tipo personal o psicológico pueden
provocar un impacto enorme en su vida. Lo mejor es intentar crear un clima propicio en el que
se sienta capaz de comunicar sus inquietudes, en el que se pueda responder a sus necesidades
de forma integral y en el que crea que su colaboración es primordial.

Son objetivos de la consulta de Enfermería de trasplante renal:

 Mejorar el seguimiento y control de los pacientes sometidos a trasplante renal.


 Responder a las necesidades del paciente desde una perspectiva integral.
 Fomentar en el paciente su autocuidado.
 Desarrollar un equipo multidisciplinar.

https://www.elsevier.es/es-revista-revista-medica-clinica-las-condes-202-articulo-prevencion-
tratamiento-enfermedad-renal-cronica-S0716864010706003

https://www.clinicbarcelona.org/asistencia/enfermedades/insuficiencia-renal-cronica/vivir-
con-la-enfermedad#pacientes-con-tratamiento-sustitutivo-trasplante-renal-o-dialisis

https://scielo.isciii.es/pdf/enefro/v19n3/03_revision2.pdf

http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0864-03192007000100002

https://revistamedica.com/cuidados-enfermeria-enfermedad-renal-cronica/

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