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En este día quiero hablar de cómo el Señor puede usar y fortalecer la vida de
alguien que está totalmente deprimido, desanimado y atemorizado por causa de las
circunstancias que ha vivido, y como puede trasformar esa vida en algo valioso y
poderoso.
También quiero hablar acerca de cómo es que el Señor es paciente con nosotros
cuando a veces tenemos ciertas dudas de su gracia y misericordia, como es que el
en su paciencia muchas veces nos da muestra y señales de su compasión por
nosotros.
“1 Los israelitas hicieron lo malo a los ojos del SEÑOR. Entonces el SEÑOR los
entregó a los madianitas durante siete años.
2 Los madianitas eran tan crueles que los israelitas hicieron escondites en los
montes, en las cuevas y en lugares fortificados.
3 Cada vez que los israelitas sembraban sus cultivos, venían saqueadores de
Madián, de Amalec y del pueblo del oriente y atacaban a Israel.
5 Estas multitudes enemigas, que venían con sus animales y sus carpas, eran
como una plaga de langostas; llegaban en numerosas manadas de camellos,
imposibles de contar, y no se iban hasta que la tierra quedaba desolada.
6 Así que Israel se moría de hambre en manos de los madianitas. Entonces los
israelitas clamaron al SEÑOR por ayuda.
7 Cuando clamaron al SEÑOR a causa de Madián, 8 el SEÑOR les envió un
profeta, quien dijo al pueblo de Israel: «Esto dice el SEÑOR, Dios de Israel: “Yo te
saqué de la esclavitud en Egipto.
9 Te rescaté de los egipcios y de todos los que te oprimían. Expulsé a tus enemigos
y te di sus tierras. 10 Te dije: ‘Yo soy el SEÑOR, tu Dios. No debes rendir culto a
los dioses de los amorreos, en cuya tierra ahora vives’. Pero no me hiciste caso”».
11 Después el ángel del SEÑOR vino y se sentó debajo del gran árbol de Ofra que
pertenecía a Joás, del clan de Abiezer. Gedeón, hijo de Joás, estaba trillando trigo
en el fondo de un lagar para esconder el grano de los madianitas.
13 —Señor —respondió Gedeón—, si el SEÑOR está con nosotros, ¿por qué nos
sucede todo esto? ¿Y dónde están todos los milagros que nos contaron nuestros
antepasados? ¿Acaso no dijeron: “El SEÑOR nos sacó de Egipto”? Pero ahora el
SEÑOR nos ha abandonado y nos entregó en manos de los madianitas.
14 Entonces el SEÑOR lo miró y le dijo: —Ve tú con la fuerza que tienes y rescata
a Israel de los madianitas. ¡Yo soy quien te envía!
17 —Si de verdad cuento con tu favor —respondió Gedeón—, muéstrame una señal
para asegurarme de que es realmente el SEÑOR quien habla conmigo.
20 Así que el ángel de Dios le dijo: «Pon la carne y el pan sin levadura sobre esta
piedra y derrama el caldo sobre ellos». Y Gedeón hizo lo que se le indicó.
21 Entonces el ángel del SEÑOR tocó la carne y el pan con la punta de la vara que
tenía en la mano, y de la piedra salió fuego que consumió todo lo que Gedeón
había llevado. Y el ángel del SEÑOR desapareció.
22 Cuando Gedeón se dio cuenta de que era el ángel del SEÑOR, clamó: —¡Oh
Soberano SEÑOR, estoy condenado! ¡He visto cara a cara al ángel del SEÑOR!
25 Esa noche el SEÑOR le dijo a Gedeón: «Toma el segundo toro del rebaño de tu
padre, el que tiene siete años. Derriba el altar que tu padre levantó a Baal y corta
el poste dedicado a la diosa Asera que está junto al altar.
27 Entonces Gedeón llevó a diez de sus criados e hizo lo que el SEÑOR le había
ordenado; pero lo hizo de noche, porque les tenía miedo a los demás miembros de
la casa de su padre y a la gente de la ciudad.
30 —Saca tu hijo —le exigieron a Joás los hombres de la ciudad—. Tendrá que
morir por haber destruido el altar de Baal y haber cortado el poste dedicado a la
diosa Asera.
31 Sin embargo, Joás gritó a la turba que lo enfrentaba: —¿Por qué defienden a
Baal? ¿Acaso abogarán por él? ¡Todo el que defienda su causa será ejecutado
antes del amanecer! Si de verdad Baal es un dios, ¡que se defienda a sí mismo y
destruya al que derribó su altar!
33 Poco tiempo después, los ejércitos de Madián, de Amalec y del pueblo del
oriente formaron una alianza en contra de Israel; cruzaron el Jordán y
acamparon en el valle de Jezreel.
35 También envió mensajeros por todo Manasés, Aser, Zabulón y Neftalí para
convocar a sus guerreros, y todos ellos respondieron.
36 Después Gedeón le dijo a Dios: «Si de veras vas a usarme para rescatar a
Israel como lo prometiste, 37 demuéstramelo de la siguiente manera: esta noche
pondré una lana de oveja en el suelo del campo de trillar; si por la mañana la
lana está mojada con el rocío, pero el suelo está seco, entonces sabré que me
ayudarás a rescatar a Israel como lo prometiste».
38 Y eso fue exactamente lo que sucedió. Cuando Gedeón se levantó temprano a la
mañana siguiente, exprimió la lana y sacó un tazón lleno de agua.
39 Luego Gedeón le dijo a Dios: «Por favor no te enojes conmigo, pero deja que te
haga otra petición. Permíteme usar la lana para una prueba más. Esta vez, que la
lana se quede seca, mientras que el suelo alrededor esté mojado con el rocío».
40 Así que esa noche, Dios hizo lo que Gedeón le pidió. A la mañana siguiente, la
lana estaba seca, pero el suelo estaba cubierto de rocío.”
3 Por lo tanto, dile al pueblo: “A todo aquel que le falte valentía o que tenga
miedo, que abandone este monte* y se vaya a su casa”». Así que veintidós mil de
ellos se fueron a su casa, y quedaron sólo diez mil dispuestos a pelear.
5 Cuando Gedeón bajó con sus guerreros hasta el agua, el SEÑOR le dijo: «Divide
a los hombres en dos grupos. En un grupo, pon a todos los que beban el agua en
sus manos lamiéndola como hacen los perros. En el otro grupo, pon a todos los
que se arrodillan para beber directamente del arroyo».
6 Sólo trescientos de los hombres bebieron con las manos. Los demás se
arrodillaron para beber con la boca en el arroyo.
8 Así que Gedeón recogió las provisiones y los cuernos de carnero de los otros
guerreros y mandó a cada uno de ellos a su casa, pero se quedó con los trescientos
hombres. El campamento madianita estaba en el valle, directamente abajo de
donde se encontraba Gedeón.
14 Su compañero le respondió: —Tu sueño sólo puede significar una cosa: ¡Dios le
ha dado a Gedeón, hijo de Joás, el israelita, la victoria sobre Madián y todos sus
aliados!
17 Después les dijo: «Fíjense en mí. Cuando yo llegue al límite del campamento,
hagan lo mismo que yo.
20 Enseguida los tres grupos tocaron juntos los cuernos y rompieron las vasijas.
Con la mano izquierda sostenían la antorcha ardiente, y en la mano derecha
llevaban el cuerno, y todos gritaban: «¡Una espada por el SEÑOR y también por
Gedeón!».
24 Gedeón también envió mensajeros por toda la zona montañosa de Efraín que
decían: «Desciendan para atacar a los madianitas. Frénenlos antes de que
lleguen a los vados del río Jordán en Bet-bara». Así que los hombres de Efraín
hicieron lo que se les dijo.
25 Capturaron a Oreb y a Zeeb, los dos comandantes de los madianitas, y
mataron a Oreb en la roca de Oreb, y a Zeeb en el lagar de Zeeb; y no dejaron de
perseguir a los madianitas. Después los israelitas le llevaron las cabezas de Oreb
y Zeeb a Gedeón, quien estaba junto al río Jordán.”
Pero el Señor decide usarlo para sus planes de liberación de la nación, a pesar de
que no calificaba en nada para ello.
Pero al Señor casi siempre le gusta usar lo vil y menospreciado para glorificarse y
mostrar su gloria y poder por medio de lo débil.
(Alguna vez se le ha ocurrido pensar en algo que Dios lo podría usar y usted ha
dicho que usted es inútil para eso).
Pasan muchas cosas por la vida de Gedeón, pero entre la más importante fueron:
Algunas de las cosas que quiero enfatizar en este día con respecto a esta historia:
“39 Luego Gedeón le dijo a Dios: «Por favor no te enojes conmigo, pero deja que
te haga otra petición. Permíteme usar la lana para una prueba más. Esta vez, que
la lana se quede seca, mientras que el suelo alrededor esté mojado con el rocío».”
Gedeón era como cualquier creyente que recién se convierte al Señor y que no lo
conoce bien aún, ni su gran poder: temeroso, dudoso de la gracia y misericordia del
Señor y de glorioso e infinito poder.
En el caso de Gedeón el Señor lo comprendió, por eso le dio varias señales para
fortalecer su fe en Dios.
Recuerdo que cuando el Señor nos llamó al ministerio, fue algo muy personal y en
lo secreto.
Pero 15 días después el Señor nos confirmó por medio de profecía. Eso me
convenció de que verdaderamente me había llamado a la obra.
Así mismo cuando el Señor llama a alguien a algo, o le da una promesa de ayuda,
le da una palabra de ánimo, etc., algunas estamos dudosos de que el Señor de que
haya sido la voz de Dios, de que nos ayude y nos vaya a bendecir.
Y en muchas ocasiones, él nos confirmara que él nos ama y que ya nos ha dado la
victoria en ese problema, dificultad, angustia y que no nos abandonara. Aunque a
veces no lo creamos Dios desea bendecir y restaurar s su pueblo.
LA GRACIA Y MISERICORDIA DEL SEÑOR CON LOS DÉBILES EN SU
FE Y QUEBRANTADOS DE CORAZÓN
“13 —Señor —respondió Gedeón—, si el SEÑOR está con nosotros, ¿por qué nos
sucede todo esto? ¿Y dónde están todos los milagros que nos contaron nuestros
antepasados? ¿Acaso no dijeron: “El SEÑOR nos sacó de Egipto”? Pero ahora el
SEÑOR nos ha abandonado y nos entregó en manos de los madianitas.”
Alguien te dice “no temas y confía en el Señor”, y te quedas con cara de “que te
pasa no ves lo que nos está pasando”. ¿Como voy a confiar en Dios?
“3 No les causará más daño a los que estén heridos, ni acabará de matar a los que
estén agonizando. Al contrario, fortalecerá a los débiles y hará que reine la
justicia.”
Entonces sea que las tribulaciones y angustias hayan sido pruebas de fidelidad y
confianza, o bien como consecuencia del pecado y falta de compromiso, llegara el
tiempo en el que Señor en su infinita bondad y misericordia traerá su restauración
y restitución a nuestras vidas:
27 Entonces sabrán que yo estoy en medio de Israel, que yo soy el Señor su Dios,
y no hay otro fuera de mí. ¡Nunca más será avergonzado mi pueblo!”
En ese tiempo Dios le envió al profeta para que se arrepintieran de sus pecados y
malos caminos, porque llego el momento que le dolió en su corazón la forma tan
dura en que estaban siendo castigados. (Sin arrepentimiento no hay compasión ni
misericordia)
El Seño los llama, al parecer ellos estuvieron de acuerdo en volverse a Él, y por eso
les levanta un libertado.
Cuando hemos pecado, desobedecido, nos hemos rebelado, alejado del camino del
Señor, aparte del juicio disciplinario, nos vaciamos del Espíritu de Dios.
No se puede andar de pecaminosos y pretender que estamos llenos del Espíritu de
Dios.
“8 Mi Padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y muestran así que
son mis discípulos.”
Las batallas diarias de Gedeón tenían que ver con la supervivencia, ocultarse de los
enemigos, andar en la zozobra cada día sin saber que pasaría el día de mañana, si la
librarían o no.
Dios espera que cada hijo suyo sea un siervo e instrumento de su gloria en esta
tierra para llevar a cabo sus planes y propósitos: evangelización, servicio dentro y
fuera de la iglesia, predicar y enseñar su palabra, testimonio cristiano al mundo,
etc.
Trabajar para hacer dinero, tener un negocio, tener una mejor casa cada vez, tener
un mejor coche, tener una mejor profesión, etc., ¿es malo eso en si mismo?
No, no es malo en sí mismo lo malo es que la gente cristiana vive solo para eso y no
viven primeramente para el Señor y ahí es donde comienzan los problemas en sus
vidas como las penurias y las batallas en la vida de Gedeón, como disciplina por no
estar centrados primeramente en el reino de Dios.
Pero cuando un hijo de Dios comienza a pelear las batallas que Dios quiere
peleemos:
Pero si desperdiciamos nuestra vida en otras cosas entonces vendrá una disciplina
similar a la de Israel. ¿Qué tribulación le gusta que viniera?
El Señor nos salvó no solo para que disfrutemos de su perdón salvación, gracia y
favor, sino también para que nos ocupáramos de continuar con su obra y legado.
Dios desea extender su reino y su obra en este mundo y el medio por el cual lo
necesita hacer es por medio de la iglesia. La iglesia debe estar más ocupada en el
reino de Dios.
La iglesia debe producir fruto al reino. Si no cumple con sus obligaciones entonces
tendrán problemas, así como los israelitas tuvieron problemas por haberse
desviado del camino y del reino del Señor.