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Fuerzas Armadas y Derechos Humanos: su papel en la función

de seguridad ciudadana
Módulo 1: Seguridad ciudadana y obligaciones del Estado

SEDENA (2019). Foto de archivo. Disponible en: https://www.gob.mx/sedena/archivo/galerias?idiom=es&filter_id=7675&filter_origin=archive

La obligación de investigar las conductas ilícitas o punibles

La obligación del Estado de investigar las conductas que vulneran los derechos determinados por la
Convención Americana tiene como fundamento la obligación general de garantía de los derechos
humanos en su jurisdicción o territorio, establecida en su artículo 1.1, así como las garantías del debido
proceso y la protección judicial reconocidas en sus artículos 8 y 25.

De conformidad con esta obligación, una vez que las autoridades tengan conocimiento de una conducta
punible o ilícita, es decir, que haya afectado los derechos protegidos por la Convención Americana y sea
perseguible de oficio, deberán iniciar sin dilación o demora alguna, una investigación seria, efectiva e
imparcial orientada a la verdad, enjuiciamiento y sanción de los autores o perpetradores. Durante
la investigación y el procedimiento judicial, las víctimas (o sus familiares, quienes a su vez pueden ser
víctimas) han de tener amplias oportunidades para participar y ser escuchadas en el esclarecimiento de
los hechos, en la imposición de las sanciones a los responsables y en la búsqueda y consecución de una
justa compensación.

La obligación del Estado de investigar las conductas que afectan los


derechos humanos se mantiene inalterable en el texto de la Convención
Americana, independientemente si es un agente del Estado o un particular
el responsable de la violación. Si la conducta ilícita o punible se atribuye
a un particular y el Estado no la investiga, esta omisión compromete
su responsabilidad internacional en su carácter de auxiliador de las
víctimas o de garante de sus derechos. Si la conducta ilícita o punible
se atribuye a agentes del Estado o a servidores públicos, el Estado tiene
la obligación especial de investigar y esclarecer los hechos y juzgar a los
responsables. En ambos casos es inaceptable la impunidad. Tratándose
de la comisión de violaciones graves a los derechos humanos, como
la tortura, las ejecuciones sumarias, extralegales o arbitrarias y las
desapariciones forzadas, la Corte Interamericana ha determinado
que las amnistías, las normas de prescripción de la acción penal y el
establecimiento de excluyentes de responsabilidad que pretendan
impedir la investigación de dichas conductas, conducen a la indefensión
de las víctimas, perpetúan la impunidad de los hechos criminales de alto
impacto, como las violaciones graves antes enunciadas, y son totalmente
incompatibles con la letra y el espíritu de la Convención Americana.
(Caso Barrios vs Perú, 2001)

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Fuentes de consulta

Corte Interamericana de Derechos Humanos, Caso Barrios Altos Vs. Perú, Sentencia de 14 de marzo de 2001, Serie C No. 75,
párrafo 41; y Caso Almonacid Arellano y otros Vs. Chile, Sentencia de 26 de septiembre de 2006, Serie C No. 154, párrafo 112.

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