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INSTITUTO DE EDUCACIÓN SUPERIOR EN CIENCIAS JURÍDICAS

“ESCUELA DE DERECHO Y OTRAS UNIDADES PEDAGOGICAS”


E.D.U.P.C.A
CREADA POR LEY DE LA NACIÓN Nº 3693

Maestría EDUPCA

Módulo: Introducción al Derecho Procesal General


Tema: Los medios de prueba. Prueba Pericial

Responsable: Raúl Miguel Frutos Giménez


Profesor: Abg. Luis Pereira
Año: 2021
INTRODUCCIÓN

Conforme van transcurriendo los años, se torna notorio que evidentemente la


tecnología, el derecho y la cultura entre otros aspectos van evolucionando, ocasionando
cambios en la sociedad misma, es decir, todo esto incide en el consumismo, y a la vez en el
cambio de conducta del individuo. Es de este modo, que la tecnología hoy día ayuda
suficientemente al ámbito jurídico para demostrar el nexo de una prueba con el supuesto autor
del hecho punible, ya que gracias a la ciencia hoy día se puede precisar si los documentos
han sido falsificados, alterados, dependiendo su caso, ya que son varias las pruebas que
pueden ser utilizadas.
Aquí es donde cabe señalar que todo hecho punible denunciado amerita a que el
mismo sea investigado, sea cual fuere el ámbito, ante las investigaciones realizadas, son
precisas los medios de prueba para sostener y fundamentar la teoría del caso de cada parte
correspondiente, logrando por medio de la misma llegar a demostrar la verdad de los hechos,
gracias a un medio de prueba. Los medios de pruebas son diversos, dentro de las cuales se
encuentran a la prueba confesoria, documental, testimonial, pericial entre otros, dependiendo
del ámbito específico en el que se encuentre.
Siendo objeto de estudio de la presente investigación las pruebas periciales, ya que por
medio de la misma se intenta obtener, para el proceso, un dictamen fundado en especiales
conocimientos científicos, técnicos o artísticos; ya que son de gran utilidad para el
descubrimiento o la valoración de un elemento de prueba. Es de este modo, que se torna
evidente la importancia que representa la prueba pericial para llegar a la verdad ante la
comisión de un hecho punible, dado que existen litigios en los que se precisa de la utilización
de este tipo de prueba.
Es digno de destacar que las pruebas periciales son realizadas, gracias a los
descubrimientos científicos, tecnológicos o artísticos que se han venido dando desde años
anteriores, por lo que es menester, comprender que a medida que la tecnología evoluciona,
las posibilidades de que otros medios de pruebas puedan llegar a ser utilizados para la
pericia, aumentarían de sobremanera; pudiendo mediante la misma dilucidar casos que quizás
causen algunas dificultades que hasta el día de hoy no pueden ser determinados conforme a
las pruebas periciales con las que se cuenta actualmente.
Prueba pericial en el proceso civil y penal. Semejanzas y diferencias
La prueba pericial como actividad procesal

En todo proceso con hechos controvertidos, las partes para poder lograr su pretensión
ofrecen diferentes medios de prueba, contemplados en la ley y los códigos de procedimientos,
como armas para conseguir convencer al juez del litigio. Un efectivo acceso a la justicia está
dado por procurar una igualdad de armas entre los litigantes. Por tanto, el ¨acceso¨ no
significa, únicamente, reconocer cada vez en mayor medida los derechos sociales
fundamentales, sino que constituye la columna vertebral de todo el derecho procesal civil de
hoy en día (Capelletti, 1983:21). Es decir, que en la indagación de los hechos controvertidos,
la prueba es un aspecto esencial de la función jurisdiccional, y de la vida del proceso. Dentro
de los medios de prueba receptados por nuestros códigos de rito, para poder lograr una
apreciación consciente y razonable de los hechos por parte del juzgador es casi imposible sin
la aplicación de algún conocimiento técnico o científico. Y la forma más común de acercar este
conocimiento al órgano jurisdiccional es a través de la prueba pericial. Es por ello que los
sistemas procesales contemplen la participación de profesionales o técnicos, conocedores y
estudiosos en profundidad de un tema, que pueda aportar su saber al órgano judicial para
establecer una verdad (idealmente objetiva), ya sea por el uso de pruebas técnicas o por
medio de la experiencia, que determinan un hecho. A través de la doctrina se ha señalado que
el peritaje es la actividad realizada por personas especialmente calificadas, distintas e
independientes de las partes y del juez del proceso, por sus conocimientos técnicos, artísticos
o científicos, mediante el cual se suministra al juez argumentos o razones para la formación
de su convencimiento respecto de ciertos hechos cuya percepción o entendimiento escapa a
las del común de las gentes. Es una prueba ilustrativa sobre alguna materia técnica, que
escapa al conocimiento del magistrado (Falcón, 2003:4). El perito es el tercero, calificado y
capacitado técnicamente idóneo, quien es llamado a dar su opinión y dictamen fundado en un
proceso, acerca de la comprobación de hechos cuyo esclarecimiento requiere conocimientos
especiales sobre determinada actividad, técnica o arte, del cual es ajeno el juez.

El rol del perito y la garantía de imparcialidad La cuestión del rol que desempeña un
perito en el marco de un proceso, se radica en que los mismos proporcionan sus
conocimientos técnicos como consecuencia de su preparación profesional, ellos no han
presenciado el suceso ni tienen referencias de ello, sino que son meros portadores de un
conocimiento científico o artístico puestos al servicio de la justicia, no tiene que transcribir
observaciones concretas del suceso objeto de investigación. Es por esto que los peritos
deben ser titulados, es decir, deben poseer un título oficial habilitante, que corresponda a la
materia objeto del dictamen y a la naturaleza de éste. Sólo cuando la pericia se refiera a
materias no comprendidas en títulos profesionales oficiales se admite el informe de peritos no
titulados, que habrán de ser nombrados entre “personas entendidas” en la materia de que se
trate. Lo dicho es relevante, porque a la prueba de peritos están asociados una serie de
problemas que no se presentan cuando se trata de la aplicación de otros medios de prueba y
a los que debe buscarse solución siempre considerando el objetivo final de la institución, su
valoración. Carnelutti (1990) hacía alusión a la importancia que revestía el hecho de distinguir
los peritos de los testigos, estableciendo que el testigo solo relata, refiere, narra hechos; en
tanto que el perito expresa juicios debido a algún conocimiento propio de su profesión y que el
juzgador desconoce, considerando además que el perito es un sujeto, el testigo es un objeto
del proceso; el uno y el otro proporcionan al juez noticias, pero el origen de estas es diverso:
la ciencia del perito se forma en el proceso, y la ciencia del testigo fuera del proceso, en el
sentido de que el primero actúa para lograrla en cumplimiento de un encargo del juez y el
segundo sin encargo alguno. (565) La prueba pericial se encuentra regulada en los artículos
457 y siguientes del Código de Procesal Civil, en donde se enmarca legalmente el rol de dicho
medio de prueba, el sistema de nombramiento de los peritos, aceptación de su cargo y la
forma en que deben evacuar el informe pericial. La imparcialidad es un elemento esencial del
debido proceso, que afecta la actitud del juez con las partes, incidiendo específicamente en la
forma en que el juez ejerce su obrar a los casos que se le someten. La exigencia de un actuar
imparcial también se hace extensiva a todo aquel que de una u otra forma intervenga en el
proceso, es decir, a los testigos, a los peritos. El perito debe mantener su independencia de
criterio y el dictamen ser imparcial. Los vínculos personales con las partes y el interés
económico que pueda tener en el resultado de la causa, son motivos serios para dudar de la
sinceridad del perito. Lo que se busca a través de la garantía de la imparcialidad, es que no se
desvirtúe en el proceso su figura de tercero, evitando que por determinadas circunstancias,
pueda llegar a dictaminar la cuestión favoreciendo a una de las partes, dejándose llevar por
sus vínculos de parentesco, amistad, enemistad, interés en el objeto del proceso o estrechez
en el trato con uno de los justiciables, sus representantes o sus abogados, siendo causales de
recusación, remoción u apartamiento (conf. Art.462,463,468 y concordantes CPCCBA). La
finalidad de la prueba de peritos, consiste en acreditar los hechos que fundamentan las
pretensiones de las partes en el proceso, con la particularidad, de que el objeto de la prueba
pericial son hechos que no son del común saber de las partes o del juez, de modo que el
perito, mediante su informe o dictamen, proporciona al tribunal los conocimientos técnicos
necesarios para la valoración de los hechos objeto de la controversia. Se garantiza el mínimo
necesario de imparcialidad científica, objetiva, que debe concurrir en el trabajo de examen y
emisión del dictamen pericial, cuando el perito actúa conforme con los criterios válidos y
vigentes en la disciplina que se trate y los aporta al órgano judicial para su valoración.

El dictamen pericial

La etapa del dictamen implica la exteriorización de la actividad del perito a través de un


escrito donde vuelca todo su saber en la materia para la cual se lo solicita. Se denomina
dictamen pericial o simplemente pericia, a la presentación judicial del perito en la que
responde al cuestionario efectuado en el proceso y emite su opinión fundada como
profesional, en los casos en que le hubiera sido solicitada. El dictamen pericial puede dividirse
en tres partes: 1) el Encabezamiento (con el objeto, el destinatario y la presentación del
profesional); 2) el Cuerpo del escrito (con el detalle de las diligencias periciales, incluyéndose
el dictamen), y 3) el Párrafo final (con el petitorio y el cierre de estilo). Asimismo, si resultase
conveniente, el perito puede adicionar párrafos aclaratorios y anexos que formarán parte del
dictamen. Para cumplir dicha diligencia tendrá que llevar a cabo actividades para a) verificar e
informar sobre hechos que requieren conocimientos especiales que escapan a la cultura
común del juez y de las personas, explicando sus causas y efectos; b) suministrar las reglas
técnicas o científicas de la experiencia especializada de los peritos para formar la convección
del juez sobre tales hechos. A estas actividades se le debe agregar una etapa previa, en la
cual el perito organiza las tareas que llevará a cabo para cumplimentar las funciones
encomendadas. El profesional en la materia deberá preparar, redactar y presentar el escrito
judicial que contenga el resumen de las actividades procesales cumplimentadas y de los
procedimientos técnicos realizados de conformidad con la normativa vigente a los puntos de
pericia requeridos. En primer lugar, el dictamen pericial debe cumplir las normas exigidas para
todos los escritos judiciales y en caso de dictámenes presentados por los peritos de listas
resultan aplicables, las reglas señaladas para los escritos judiciales. El informe pericial
contendrá la explicación detallada de las operaciones técnicas realizadas y de los principios
científicos en que los peritos funden su opinión. Es por ello que constituye un requisito
sustancial que el perito sea experto e idóneo para el desempeño de su encargo, para poder
lograr la eficacia probatoria de su dictamen. El juez debe determinar concretamente los puntos
(puntos de pericia) sobre los cuales ha de versar el dictamen si es de oficio, y si procede a
propuesta de parte (perito de parte) podrá remitirse a los puntos que éstas indiquen para
demostrar o probar su pretensión. El hecho objeto de la pericia debe tener relación con la
causa y la pericia debe ser útil para probar ese hecho controvertido, como también otros
casos que tengan características similares. Esto significa que el dictamen debe ser
conducente, pertinente y significativo. En documento pericial el perito debe seguir un orden de
exposición lógico y homogéneo, propio de una metodología o saber científico para que las
partes y el juez se introduzcan en el tema en una forma razonada. De esta manera, las
conclusiones será una consecuencia lógica de las motivaciones expuestas por el perito. A tal
fin, éste debe presentar toda la actividad realizada de una manera ordenada, utilizando una
estructura adecuada para la especialidad y los usos judiciales. El dictamen por si mismo debe
poder satisfacer los requerimientos de las partes y del juez, esclarecer todos los aspectos
técnicos vinculados con la causa y en tal sentido ayudar a dilucidar los hechos controvertidos.
En el mismo debe consignarse la firma y sello del profesional interviniente dando cumplimiento
a lo receptado por los ordenamientos procesales y reglamentos administrativos.

La función del peritaje en el proceso civil

Hoy en día, una apreciación consciente y razonable de los hechos por parte del
juzgador es casi imposible sin la aplicación de algún conocimiento técnico o científico. Y la
forma más común de acercar este conocimiento al órgano jurisdiccional es a través de la
prueba pericial.

Siendo su conocimiento limitado en ciertos ámbitos, el juez requiere cada vez con
mayor frecuencia el aporte que en determinadas materias pueda ofrecerle un experto en el
tema, sobre algún conocimiento científico o técnico que sirvan para establecer ciertos hechos
controvertidos.

De ahí entonces que todos los sistemas procesales contemplen la participación de


profesionales o técnicos, conocedores en profundidad de un tema, que pueda servir a un
tribunal para establecer una verdad, ya sea por medio de la experiencia o de pruebas
técnicas, que determinan un hecho.

Por lo anterior, la prueba pericial se ha convertido en un medio probatorio en donde el


juez encuentra en muchas ocasiones su mayor grado de convicción.

Valoración de la prueba pericial en el proceso civil

La prueba pericial se enmarca, como se ha señalado, dentro de lo que se denomina la


prueba científica, la que goza de un alto poder de fiabilidad.

Por regla general, la valoración que el juez efectúa del informe de peritos se realiza
conforme a las reglas de la sana crítica, y sin que por ella esta prueba deba prevalecer sobre
el resto de las pruebas allegadas al proceso, valorándose la misma en su conjunto.

Señala Taruffb que, a propósito de la prueba científica surge "la tradicional paradoja del
juzgador como peritum peritorum. Por un lado, se presupone que el juez recurre al científico
precisamente porque no tiene los conocimientos científicos necesarios para decidir sobre los
hechos del caso; pero por otro, se exige que el mismo juez sea capaz de valorar la fiabilidad
de los resultados de la prueba científica y de atribuirles el peso probatorio que, sobre la base
en su convicción discrecional, considere adecuado", agregando que "se pide que el juez
motive específicamente su resolución sobre el resultado de la prueba pericial, sobre todo
cuando su valoración difiere de la del perito".

Se trataría por tanto de una suerte de discrecionalidad judicial guiada por las reglas de
la ciencia y de la lógica, estando siempre obligado a la motivación racional de los criterios que
adopte.

En este sentido, resultan importantes las palabras de Devis, cuando señala que "la
doctrina moderna está de acuerdo en esta libertad, que consideramos indispensable para que
el perito no usurpe la función jurisdiccional del juez y para que este pueda controlar
cabalmente si el dictamen cumple o no los requisitos para su existencia, validez y eficacia
probatoria. Quienes defienden la libre valoración por el juez de las pruebas en general,
obviamente la reclaman para la peritación; quienes estiman que no se trata de un verdadero
medio de prueba, sino de un acto auxiliar para ilustrar al juez en materias técnicas, artísticas o
científicas, con mayor razón consideran que las conclusiones del dictamen nunca vinculan al
juzgador".

Agrega Taruffo que puede suceder "que el sentido común no comprenda las nociones
las nociones suficientes para permitir al juez valorar adecuadamente las pruebas de la forma
que se ha señalado. La única consecuencia que se puede extraer de ello es que la valoración
de la prueba científica es una actividad que trasciende el sentido común, requiriendo del juez
la capacidad de conocer la ciencia para realizar apropiadamente su función judicial. Claro está
que sería absurdo pretender que el juez sea omnisciente, pero parece razonable, en la
sociedad actual, que el juez disponga de una formación epistemológica básica que le permita
realizar una adecuada valoración crítica de la validez y fiabilidad de las pruebas científicas".

Como bien hemos podido apreciar, el medio de prueba pericial, antes poco conocido o
difundido, va adquiriendo paulatinamente fuerza y se van incorporando al igual que el resto de
las probanzas al proceso civil como un medio de prueba más, que le ilustran (los peritos) en
buena medida a los jueces de elementos que estos desconocen, para lograr una apreciación
más acercada al objeto del dictamen, aunque el tribunal tiene la facultad de apartarse del
criterio expuesto en el dictamen pericial, siempre y cuando pueda fundamentar correctamente
el punto de vista propio.
CONCLUSIÓN

Se ha logrado comprender por medio de este trabajo que la prueba pericial consiste en
aquella que es realizada para poder por medio de la misma aportar al proceso conocimientos
científicos, artísticos o técnicos que en cierto modo desconoce el juez o tribunal, por lo que
incurren a la intervención de un tercero en el proceso que no tiene interés en el litigio, el cual
recibe la denominación de perito, quien es el que realiza la prueba pericial pertinente. Se ha
visto por lo mismo que el dictamen pericial es la conclusión a la que ha arrimado el perito o
peritos que han realizado sus investigaciones conforme a la solicitud de las partes. La misma
puede ser llevada a cabo de dos formas, ya sea oralmente o en forma escrita.

En lo que respecta a los derechos del Ministerio Fiscal y de las partes se encuentran
las del ofrecimiento de las pruebas ya realizadas o las que son solicitadas para ser realizadas,
así también se encuentra la recepción de la prueba pericial, que será realizada en presencia
de las partes que deberán de ser notificadas bajo pena de nulidad, salvo caso que sean
realizadas de forma urgente, pero de igual modo se realizarán las notificaciones aun después
de haberse realizado la prueba pericial. Se ha visto que existen tres tipos de pericias
especiales que se han tratado en el último apartado de este material, donde se encuentran
tres tipos, dentro de la cual se encontró a la pericia psiquiátrica, la autopsia y el cotejo de
documentos. En lo que atañe al procedimiento que debe de seguirse para realizarse la prueba
pericial según nuestra Legislación nacional, se ha estudiado pormenorizadamente en los
apartados anteriores, debiendo destacarse nuevamente que el mismo es realizado con
frecuencia en la etapa preparatoria, donde se solicitará la designación de un perito o serán
propuestos por la partes debiendo de ser aceptada o rechazada por el juez. Una vez admitida
la misma se ordenara la pericia de acuerdo a la proposición de cuestiones, serán notificadas
las partes y se llevara a cabo la pericia delante de las partes.
BIBLIOGRAFIA

➢ CAFFERATA NORES, Maximiliano Hairabedian. La prueba en el proceso penal. Sexta


Edición. Lexis Nexis. Buenos Aires – Argentina. Pag. 300.-

➢ CÓDIGO PROCESAL PENAL COMENTADO. Ley Nº 1286/98. Vázquez Rossi, Jorge


E. – Rodolfo Fabián Centurión. Editora Intercontinental. Asunción – Paraguay. 2002.-

➢ Revista de derecho. Versión On-line ISSN 0718-9753

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