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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y SOCIALES


ESCUELA DE POSTGRADOS
MAESTRÍA EN DERECHO PENAL
CURSO: LA PRUEBA PENAL
M. Sc. BLANCA MARÍA CHOCOCHIC RAMOS

“EL PERITAJE O PRUEBA PERICIAL”

RANDOLFO ISAÍ HERNÁNDEZ ENRÍQUEZ


Carné: 201490516

Santa Elena de la Cruz, Flores, Petén, 27 de octubre de 2015


ÍNDICE

Introducción. 1
El peritaje o prueba pericial. 2
El peritaje o peritación. 2
El perito. 5
Requisitos. 7
Impedimentos. 7
El dictamen pericial. 8
Conclusión. 10
Referencias bibliográficas. 11
INTRODUCCIÓN

La presente investigación científica trata lo referente al peritaje o prueba pericial,


dentro de la que se desarrolla lo más claro posible la peritación, el perito, los
requisitos e impedimentos de los peritos y como parte fundamental el medio de
prueba, denominado dictamen pericial.

Dentro de esta prueba lo más importante es la persona que realiza la pericia, que
se constituye como un órgano de prueba dentro de un proceso, pues con la
amplitud de las artes, la ciencia, la técnica y el oficio, una sola persona no puede
reunir una vasta formación en todas las ramas, lo que hace necesario que
principalmente el juez se auxilie de una persona con conocimientos especiales en
determinada materia, para entender algunos aspectos desconocidos o poco
conocidos por él.

La prueba pericial reviste mucha importancia dentro de un proceso, pues es


necesaria para proporcionar información referente de hechos pasados, presentes
o futuros, que interesen al caso, no obstante no obliga al juez a valorarlos de
forma absoluta, es decir que el dictamen pericial no es vinculante para el juez,
pues este debe darle la valoración que considere conveniente, haciendo aplicación
de la sana critica.

La pericia debe reunir ciertos requisitos legales, pues sin la observancia de los
mismos no puede tenerse como tal, requisitos que deben ser valorados por el
juez, dentro de ellos se debe observar: que el dictamen tenga relación con el caso;
que el perito no tenga vínculos con ninguna de las partes, para que su informe sea
objetivo; que el dictamen se haya dictado de forma libre y sin violencia; que el
dictamen este debidamente fundamentado y que se encuentre libre de errores; y
que las conclusiones del perito sean claras, concretas y convincentes.

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EL PERITAJE O PRUEBA PERICIAL

En reiteradas ocasiones, dentro de un proceso, el juez se enfrenta a una situación


donde son necesarios conocimientos especializados, derivado de los grandes
avances en los campos de la ciencia, la técnica, el arte o el oficio, que impide que
una persona posea una completa formación en todas sus ramas. Para lo cual es
necesario auxiliarse de otra persona que se convierte en un órgano de prueba, a
quien se le encomienda conocer o apreciar algún hecho o circunstancia
importante, en el contexto de los conocimientos especiales que posee, para que
emita conclusiones, mejor dicho la prueba pericial.

En ese orden de ideas, prueba pericial es el procedimiento regulado legalmente


para obtener dentro de un proceso conclusiones probatorias a través de órganos
de prueba, denominados peritos. La operación integral que realizan se conoce
como pericia o peritación, y como ya se acotó tiene fundamental importancia en el
proceso penal para la determinación de diversos hechos o circunstancias.

Se trata de una actividad compleja, cuyos aspectos principales son la


determinación de los puntos a considerar y del dictamen que se emite sobre ellos.
Adquiere estado procesal cuando se cumplen todas las formalidades establecidas
en la ley, lo que la distingue de los informes técnicos o de cualquier otra clase.
Tiene importancia manifiesta en el proceso penal frente a la posibilidad de
introducir los actos por la lectura en el debate oral según los códigos procesales
modernos, de lo que se deriva la importancia de conocer ¿cuál es la verdadera
función de la prueba pericial dentro de un proceso penal?, partiendo del punto de
vista que al perito no le consta nada del hecho, sino que interviene con
posterioridad al mismo.

El peritaje o peritación.

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En el caso guatemalteco, lo referente a la peritación se encuentra regulado en los
artículos del 225 al 243 del Código Procesal Penal. Donde se observa que el
Ministerio Público o el tribunal podrán ordenar peritación a pedido de parte o de
oficio, cuando para obtener, valorar o explicar un elemento de prueba fue
necesario o conveniente poseer conocimientos especiales en alguna ciencia, arte,
técnica u oficio.

Atendiendo a lo establecido en la ley adjetiva penal guatemalteca, las pericias son


un mecanismo desarrollado por encargo del juez o Ministerio Público, que sirve
para obtener, valorar y explicar un elemento de prueba, mediante conocimientos
especiales en alguna ciencia, arte, técnica u oficio.

Devis Echandia, citado por Víctor De Santo (1994: 35), considera que peritaje es
“una actividad procesal desarrollada en virtud de encargo judicial, por personas
distintas de las partes del proceso, especialmente calificadas por sus
conocimientos técnicos, artísticos o científicos, mediante la cual se suministran al
juez argumentos o razones para la formación de su convencimiento respecto de
ciertos hechos cuya percepción o entendimiento escapan del común de las
personas.”

A la definición anterior solo se le agregaría que no solo al juez se le convence con


el peritaje, pues también se hace al órgano acusador del Estado, pues si fuera el
caso, que del contenido del peritaje en la etapa de la investigación se estableciera
por ejemplo que el resultado del peritaje brinda información respecto que no hubo
falsedad en un documento, que se sospechaba falso, en ese caso el Ministerio
Público en base al principio de objetividad, plantearía el sobreseimiento de la
causa.

Es oportuno saber que no rigen las reglas de la prueba pericial para quien declare
sobre hechos o circunstancias que conoció espontáneamente, sin haber sido

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requerido por la autoridad competente, aunque para informar utilice las aptitudes
especiales que posea, es ese caso, se tiene como prueba testimonial.

El peritaje puede desarrollarse en calidad de prueba anticipada, para lo cual el


tribunal de sentencia, el Ministerio Público, o el juez que controla la investigación,
determinarán el número de peritos que deben intervenir y los designará según la
importancia del caso y la complejidad de las cuestiones a plantear, atendiendo a
las sugerencias de las partes procesales.

Bien sea de oficio o a petición del solicitante de la pericia, se fijarán con precisión
los temas de la peritación y la autoridad acordará con los peritos designados el
lugar y el plazo dentro del cual presentarán los dictámenes.

Cuando la pericia se practique en la audiencia o en diligencia de anticipo de


prueba, el juez o el presidente del tribunal dirigirán la pericia y resolverá todas las
cuestiones que se planteen durante las operaciones periciales. En este tipo de
diligencias, cualquiera de las partes puede acudir acompañado de consultores
técnicos y pedir las aclaraciones pertinentes.

Para llevar a cabo las operaciones periciales, se podrá ordenar la presentación o


el secuestro de cosas y documentos, y la comparecencia de personas, si
resultare necesario para la diligencia. De la misma manera se podrá requerir al
imputado y a otras personas que confeccionen un cuerpo de escritura, graven su
voz o lleven a cabo operaciones semejantes.

Las cosas y objetos a examinar serán conservados, en lo posible, de modo que la


peritación pueda repetirse. Si debiera destruirse o alterarse lo analizado o
existieren discrepancias sobre el modo de conducir las operaciones, los peritos lo
comunicarán al tribunal antes de proceder.

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Únicamente cuanto la pericia se practique en calidad de anticipo de prueba, es
obligatoria la presencia de todos los sujetos procesales al acto, de lo contrario no
reúne los requisitos de prueba anticipada; en los demás casos, generalmente solo
el perito realiza los procedimientos periciales y luego emite su dictamen, que se
incorporara al expediente, y en el debate se incorporara a través de su lectura y
deberá ser ratificado por quien practico la pericia.
La pericia inserta en el proceso un juicio técnico o científico que permite
comprender el objeto de prueba. Cabe aclararse que no es medio de obtención de
ese objeto sino de su explicación. Tal es el criterio que orienta al respecto a
nuestro Código Procesal Penal.

Si sólo fuera un medio de juzgamiento para auxilio del tribunal en la decisión, no


sería necesaria cuando el juez tuviera suficientes conocimientos sobre los puntos
sometibles a peritación, y ésta quedaría excluida del control de las partes y se
destruiría el principio según el cual la sentencia no puede fundarse en
conocimientos personales del juzgador.

La importancia de la prueba pericial es dilucidar la verdad, para obtenerse más y


mejor comprensión de los hechos y de las circunstancias que del centro a la
periferia tienen relación con el hecho criminal, es por ello que por encargo de las
partes o bien del propio juez como en el caso de Guatemala; se puede solicitar a
personas calificadas y acreditadas por sus conocimientos técnicos, artísticos o
científicos, información para lograr tener mejor percepción y posterior
convencimiento de los hechos que se escapan del conocimiento común de las
personas (Villalta, 2013: 357).

En suma, la peritación es medio de prueba porque se produce en el proceso y


para el proceso, introduciendo como elemento de convicción el dictamen con el
debido control de las partes, y solo es admisible cuando la apreciación de los
hechos controvertidos requiere conocimientos especiales de alguna ciencia, arte o

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técnica especializa, o máximas de experiencia de carácter científico o
especializado como les denomina Daniel González Lagier (2006: 96).

El perito.

Se denomina perito a la persona que posee especiales conocimientos en una


ciencia, arte u oficio, que es llamado dentro de un proceso penal, para analizar
determinados aspectos o circunstancias de acuerdo a su especialidad, derivado
de ello, deberá emitir un informe –dictamen- en el que emita conclusiones sobre el
asunto para el que fue requerido, haciendo para el efecto una amplia explicación,
que ayude a comprender la especialidad de su contenido.

“Sustancialmente es el experto en un arte, oficio, ciencia o técnica, y adquiere


categoría procesal cuando es nombrado para que en un proceso dictamine con
fines de prueba. De aquí que deba ser imparcial aun cuando su nombramiento
provenga de propuesta de parte (Clariá Olmedo, 1998: 320).”

Lo manifestado por el tratadista citado en cuanto a la imparcialidad, esa es una


obligación moral que debe observar el perito, para que su informe sea objetivo y
sus conclusiones verídicas, que su dictamen sirva para aclarar el punto que por
ser especial no es del conocimiento del juez ni de las demás partes.

Aunado a lo anterior, el designado como perito tendrá el deber de aceptar bajo


juramento y desempeñar fielmente su cargo, salvo que tuviere legítimo
impedimento, en cuyo caso deberá ponerlo en conocimiento del tribunal al ser
notificado de la designación. Esto en caso de que se solicite la designación
judicial, o dentro de una diligencia que se realice como anticipo de prueba.

En el caso del perito miembro del Instituto Nacional de Ciencias Forenses de


Guatemala, puede realizar peritajes son necesidad de discernimiento judicial, por

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tenerlo legalmente y ser parte de la institución responsable de las pericias en
Guatemala.

Un aspecto relevante en este asunto lo constituye el hecho que “el juez sólo podrá
requerir el auxilio del perito respecto de cuestiones de hecho, nunca sobre
cuestiones jurídicas, así como tampoco sobre las consecuencias legales de los
hechos que éste descubra o valore en su existencia, causas o efectos (Cafferata
Nores, 1998: 55).”
Requisitos.

El artículo 226 del Código Procesal Penal guatemalteco, establece que “los peritos
deberán ser titulados en la materia a que pertenezca el punto sobre el que han de
pronunciarse, siempre que la profesión, arte o técnica estén reglamentados. Si,
por obstáculo insuperable no se pudiera contar en el lugar del procedimiento con
un perito habilitado, se designará a una persona de idoneidad manifiesta”.

“Requisito esencial es el conocimiento específico sobre materias científicas o


artísticas, bien por razones profesionales, al desempeñar una profesión u oficio
avalado con un título oficial, o bien por desarrollar una actividad para la que no se
precisa de aquel (Montero Aroca, Gómez Colomer, Montón Redondo y Varona
Vilar, 2001: 186).”

Impedimentos.

Conforme al artículo 228 del Código Procesal Penal no pueden ser peritos:

1. Quienes no gocen de sus facultades mentales o volitivas.

2. Los que deban o puedan abstenerse de declarar como testigos.

3. Quienes hayan sido testigos del hecho objeto del procedimiento.

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4. Los inhabilitados en la ciencia, en el arte o en la técnica de que se trate.

5. Quienes hayan sido designados como consultores técnicos en el mismo


procedimiento o en otro conexo.

Es preciso dejar de manifiesto que no obstante lo anterior, los peritos


pueden excusarse o ser recusados por las partes dentro de un proceso.
El dictamen pericial.

De acuerdo a lo establecido en el Código Procesal Penal, el dictamen será


fundado y contendrá una relación detallada de las operaciones practicadas y sus
resultados, las observaciones de las partes o de sus consultores técnicos, y las
conclusiones que se formulen respecto de cada tema pericial, de manera clara y
precisa. El dictamen se entrega por escrito, firmado y fechado, y oralmente en las
audiencias, según lo disponga el juez o autoridad ante quien será ratificado.

En los casos que se estimare insuficiente el dictamen, el tribunal o el Ministerio


Público podrán ordenar la ampliación o renovación de la peritación por los mismos
peritos o por otros distintos.

“El dictamen pericial (la pericia) es una comprobación y un juicio de hecho, obra
de persona experta acerca de una cosa dada que excede del propio conocimiento
del juez… se enumera entre las pruebas; pero, realmente, no es una prueba, sino
el reconocimiento de una prueba ya existente. Es un medio subsidiario de la
inteligencia del juez, auxiliándola al modo como los anteojos auxilian el sentido de
la vista. (Ellero, 1994: 191).”

En suma el aspecto más importante de la pericia lo conforma el dictamen pericial,


pues es el documento técnico o científico que contiene la información
especializada, obtenida en el marco de la realización de un peritaje, que emite el

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perito, el que servirá de basamento para el juez dentro de un proceso penal,
documento que por sí solo no constituye prueba pues es necesario que el perito
comparezca a la audiencia de debate oral y público a ratificar el mismo, de la
misma manera pueden ser interrogados por las partes.

Ese es el criterio del tratadista Alberto Bovino (1998: 259), que expone: “los
dictámenes de los peritos son leídos y, si hubieran sido citados, pueden ser
interrogados y declaran oralmente.” Pero en el caso de Guatemala, como ya se
indico es obligatorio que el perito comparezca a juicio, pues de lo contrario su
dictamen no cubrirá todos los aspectos que se espera, pues, puede ser que
contenga circunstancias que aún requieran ser ampliadas por su autor.

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CONCLUSIÓN

Derivado de la amplitud de las artes, las ciencias, las técnicas y los oficios, se
imposibilita que una sola persona reúna amplios conocimientos respecto a ello, y
para que el resultado de un proceso sea justo y equitativo, se trae a una persona
con conocimientos especiales, a quien se le denomina perito, para que de acuerdo
a su especialidad, brinde a las partes procesales sus observaciones técnicas
sobre el hecho investigado, de esa cuenta se le considera como auxiliar del juez,
de la justicia y colaborador del proceso, por lo cual deberá ser un profesional o
experto debidamente acreditado, o una persona que demuestre poseer amplios
conocimientos sobre la materia de que se trate y poseer un título habilitante. En su
obrar, debe emitir el dictamen correspondiente, que se incorporará al proceso
como medio de prueba; en cuanto él, se convierte en un órgano de prueba, que en
la etapa de juicio complementa su informe mediante la ratificación que debe hacer,
asimismo con las respuestas que dé, producto del interrogatorio dirigido por los
sujetos procesales y sus consultores técnicos si los tuvieren. Dictamen que no es
vinculante para el juez, por lo cual, el valor que se le dé, dependerá de la correcta
aplicación de la sana critica.

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BIBLIOGRAFÍA

1. Bovino, A. (1998). Problemas del derecho procesal penal contemporáneo.


Argentina: Artes Gráficas Candil.
2. Cafferata Nores, J. I. (1998). La prueba en el proceso penal (3 ed.). Buenos
Aires: Depalma.
3. Clariá Olmedo, J. A. (1998). Derecho procesal penal, Tomo II. Argentina:
Rubinzal-Culzoni.
4. De Santo, V. (1994). La prueba judicial, teoría y práctica. Buenos Aires:
Editorial Universidad.
5. Ellero, P. (1994). De la certidumbre en los juicios criminales o tratado de la
prueba en materia penal. Argentina: Librería El foro.
6. Ferrer Beltrán, J., Gascón Abellán, M., González Lagier, D. y Taruffo, M.
(2006). Estudios sobre la prueba. México: Instituto de Investigaciones
Jurídicas.
7. Montero Aroca, J., Gómez Colomer, J. L., Montón Redondo, A. y Varona
Vilar, S. (2001). Derecho Jurisdiccional (10 ed.). Valencia: Tiran lo blanch.
8. Villalta, L. (2013). Teoría de la prueba penal. Guatemala.

Leyes:

1. Decreto número 51-92 del Congreso de la República de Guatemala, Código


Procesal Penal.

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