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EL PROCEDIMIENTO EJECUTIVO LABORAL

Según Guillermo Cabanella: “La ejecución se refiere a la acción y efecto de


ejecutar. A la vez ejecutar es, realizar, cumplir, satisfacer, hacer efectivo y dar
realidad a un hecho”
Para efectos de la sistemática jurídica, puede afirmarse que éste vocablo,
sufre un desdoblamiento, en la siguiente forma: Se habla de ejecución de las
obligaciones para referirse a la acción mediante la cual el deudor cumple con
lo que debe, dando, haciendo u omitiendo alguna cosa, de ésta, la forma más
típica es utilizar la ejecución para cobrar lo adeudado. Es esta la forma
normalmente espontánea del derecho.
Por otro lado, el vocablo adquiere otra significación cuando se alude a la
llamada, ejecución forzada. En ésta clase de ejecución a diferencia de la
anterior, no es el deudor el que satisface su obligación de manera voluntaria,
sino que, ante su negativa, que puede ser expresa o tácita, de cumplir con lo
que está obligado, el acreedor debe promover ante los órganos
jurisdiccionales, para que coactivamente procedan éstos a obligarlo a
cumplir.
Es a este procedimiento al que doctrinaria y legalmente se le ha dado el
nombre de Ejecución Forzada, lo que, en derecho procesal civil, se llama
simplemente Ejecución.
EJECUCIÓN DE LA SENTENCIA
La coerción permite algo que hasta el momento de la cosa juzgada o del
título ejecutivo, era jurídicamente imposible: La invasión en la esfera
individual ajena y su transformación material para dar satisfacción a los
intereses de quien ha sido declarado triunfador en la sentencia. Ya no se
trata de obtener algo con el concurso del adversario, sino justamente en
contra de su voluntad. Ya no se está en presencia de un obligado, como en la
relación de derecho sustancial, sino en presencia de un subjetus, de un
sometido por la fuerza coercible de la sentencia.
La ejecución es la etapa final de un largo itinerario dentro del proceso
humano, que consiste en saber, querer y obrar, correspondiendo la ejecución
precisamente a ésta última.
La actividad jurisdiccional se cumplirá entonces, tanto mediante la actividad
de conocimiento del juez, como mediante la actividad de coerción, que sus
resoluciones impondrán al obligado, por ello, un concepto integral debe
reconocer que existe una unidad fundamental entre todos los momentos de
la jurisdicción, es decir en los declarativos, en los cognoscitivos y en los
ejecutivos.
La sentencia puede limitar su eficacia a una mera declaración del derecho,
puede establecer una condena en contra del obligado, puede constituir un
estado jurídico nuevo, inexistente antes de su aparición o se puede limitar a
ordenar medidas de garantía.
DIFERENCIA ENTRE PROCESO DE CONOCIMIENTO Y PROCESO DE EJECUCIÓN
Aunque a primera vista el conocimiento y la ejecución parecen ser funciones
antagónicas del ordenamiento jurídico, ambas actividades interfieren
recíprocamente y se complementan en forma necesaria. Lo anterior significa
que, todo proceso de ejecución lleva implícito el desarrollo de etapas de
conocimiento, y en algunos casos como el de la prueba anticipada, se
produce previo a la ejecución el proceso de conocimiento.
En relación a ello, Faelli citado por Couture señala: Que la sistematización
sobre la base de un derecho positivo determinado, que va desde un máximo
de ejecución y un mínimo de conocimiento, a un máximo de conocimiento y
un mínimo de ejecución, puede formularse con cualquier otro derecho
positivo. El derecho entra aquí, en contacto con la vida, de tal manera que su
reflejo exterior se percibe mediante las transformaciones de las cosas, si la
sentencia condena a demoler el muro, se demuele, si condena a entregar el
inmueble, se desaloja a sus ocupantes, si condena a pagar una suma de
dinero y esta no existe en el patrimonio del deudor, se embargan y venden
otros bienes para entregar el precio al acreedor.
La diferencia entre el procedimiento de conocimiento y el procedimiento de
ejecución, radica en que, en el primero se discuten los argumentos y se
debate sobre las pruebas para establecer la existencia del derecho y de la
obligación, mientras que en el segundo, simplemente se instituye la actividad
jurisdiccional para que coactivamente se obligue a cumplir, esto
indistintamente de que es incuestionable que en el proceso de ejecución, hay
siempre más de alguna etapa en la que se presenta actividad de
conocimiento del juzgador.
LA EJECUCIÓN Y LA JURISDICCIÓN.
Algunos autores afirman que la ejecución no es una actividad jurisdiccional
porque ésta no constituye un derecho de petición, sino que se trata de una
declaración pública del derecho de propiedad, lo que constituye una garantía
común para todos los acreedores, pero esa garantía solo puede hacerse
efectiva a través de la actividad de la jurisdicción, puesto que no existen
ejecuciones privadas. Es por eso que decimos que la actividad ejecutiva es
actividad jurisdiccional, los órganos de la jurisdicción no pierden dentro de
ella la actividad cognoscitiva. Derivado de ellos, es que la jurisdicción supone
la potestad pública de juzgar y hacer ejecutar lo juzgado.
CLASES DE EJECUCIONES
Solamente existen dos clases de ejecuciones: Las Ejecuciones Individuales y
las Ejecuciones Colectivas. Las Ejecuciones individuales son de carácter
singular. Son promovidas por un acreedor contra un deudor.
Las Ejecuciones Simples o Individuales se subdividen en: Ejecución en Vía de
Apremio, Ejecución, Ejecución Especial de Dar, Ejecución Especial de Hacer o
No Hacer, Ejecución Especial de Escriturar, Ejecución de Sentencias
Nacionales y Ejecución de Sentencias Extranjeras, son siete clases de
ejecuciones individuales.
Las Ejecuciones Colectivas, son las que promueve un conjunto de acreedores
contra un deudor, las que promueve un conjunto de acreedores contra un
conjunto de deudores, o las que promueve un acreedor, contra un conjunto
de deudores.
Las Ejecuciones Colectivas, se subdividen en: Concurso Voluntario de
Acreedores, Concurso Necesario de Acreedores y Quiebra, son tres clases de
ejecuciones colectivas.
REQUISITOS DE LA EJECUCIÓN
Los presupuestos propios de la ejecución son:
a) Un título de ejecución
b) Una acción ejecutiva, y
c) Un patrimonio ejecutable
El título de ejecución, se requiere por aplicación del precepto nulla executio
sine título (Es nula la ejecución sin título). Para algunos autores el título
ejecutivo es un elemento constitutivo de la acción, para otros, es una
condición requerida para el ejercicio de la acción, para otros es un
presupuesto de procedibilidad y para otros es la prueba de documento del
crédito. Para que el Título Ejecutivo sea tal, es necesaria la reunión de dos
elementos, por un lado, la presencia de una declaración de la existencia de
una obligación que la ejecución tiende a satisfacer, por otro lado, la orden de
ejecución.
La ejecución de la sentencia, no puede promoverse, si no se cuenta con el
documento que, en éste caso, es la sentencia misma, que ha causado firmeza
y está debidamente ejecutoriada, para promover su ejecución, pues el
derecho que se pretende hacer valer en la ejecución deriva precisamente del
pronunciamiento contenido en la sentencia.
En el caso de la ejecución de la sentencia dictada dentro del juicio ordinario
laboral, es impulsada de oficio por los Jueces de Trabajo y Previsión Social,
pero aplicando supletoriamente en muchos de sus aspectos procesales, las
disposiciones del CPC Y M.
La Acción Ejecutiva, es indispensable, por aplicación del principio ne
procedat judex ex officio, aplicable también en ejecución forzada (No hay
juicio sin actor y el Juez no lo puede iniciar de oficio). Ni aún en las sentencias
de condena, pasadas en autoridad de cosa juzgada, se ejecutan, si no es por
iniciativa del acreedor. En materia laboral debido al principio de impulso
procesal de oficio, es al Juez de Trabajo y Previsión Social, a quien le
corresponde ejecutar la sentencia de oficio. El Patrimonio Ejecutable,
constituye el objeto de la ejecución. En último término, la ejecución consiste
en transferir ciertos bienes, o su precio, del patrimonio del deudor al
patrimonio del acreedor. Al deudor solo le pertenece, lo que sobre una vez
pagadas sus deudas, bona non censetur nisi deducto aere alieno (se
considera como bienes lo que queda después de pagar las deudas)
El Patrimonio Ejecutable está constituido por el conjunto de bienes, créditos
y derechos de una persona, así como su pasivo sobre los que debe recaer el
objeto de la ejecución. En este caso, éste conjunto de bienes, créditos y
derechos serán el objeto de la ejecución, para dar cumplimiento a la
sentencia dictada en juicio ordinario laboral.
En el ámbito del Derecho Procesal del Trabajo, la ejecución de la sentencia se
encuentra normada en los Artículos del 425 al 428 del Código de Trabajo y
cuando se trate de obligaciones de hacer, de no hacer o de entregar cosa
determinada, o de escriturar se estará a los dispuesto en los Artículos del 336
al 339 del CPCYM.
Podemos darnos cuenta de que, ya que el Código de Trabajo no regula un
trámite completo para la ejecución de lo resuelto por los Jueces de Trabajo y
Previsión Social, se aplica supletoriamente el CPCYM.
Son ejecutables todas las sentencias dictadas por los Jueces de Trabajo y
Previsión Social, que hayan causado firmeza y que se encuentren
debidamente ejecutoriadas, agregando la norma, la posibilidad de ejecutar
las sentencias dictadas por los Tribunales de Arbitraje.
La sentencia dictada en un Juicio Ordinario Laboral, sólo podrá ser ejecutada
por el mismo Juez de Primera Instancia de Trabajo y Previsión Social que la
dictó. El trámite de la ejecución de la sentencia está regido por el principio de
impulso procesal de oficio, que obliga a que encontrándose firme y
ejecutoriada la sentencia, haya existido o no trámite de segunda instancia,
sea el Juez de Trabajo y Previsión Social, al que corresponde la obligación de
impulsar de oficio la ejecución, sin necesidad de requerimiento por parte del
ejecutante, éste aspecto es el que más incidencia tiene en que el trámite de
la ejecución de la sentencia laboral, sea celerico.
EJECUCIÓN DE TÍTULOS EJECUTIVOS:
En el procedimiento Ejecutivo Laboral, a parte de las sentencias, podemos
ejecutar otras clases de títulos ejecutivos: Títulos Ejecutivos Judiciales y
Títulos Ejecutivos Extrajudiciales.
Serán Títulos Ejecutivos Judiciales, la sentencia de un juicio ordinario laboral,
los Convenios celebrados en juicio, aprobados debidamente por los Jueces de
Trabajo y Previsión Social.
Serán Títulos Ejecutivos Extrajudiciales, los Convenios celebrados ante la
Inspección General de Trabajo, debidamente aprobados por el Inspector de
Trabajo, así como aquellos Convenidos celebrados ante Notario en Escritura
Pública, o los Convenios celebrados entre las partes en documento privado
con firma legalizada, una vez el documento traiga aparejada la obligación de
pagar cantidad de dinero líquida y exigible, estaremos ante un Título
Ejecutivo. Debiéndose observar lo regulados en los Artículos 425 al 428 del
Código de Trabajo.
LA EJECUCIÓN ESPECIAL
Dentro del procedimiento Ejecutivo Laboral también podrán promoverse las
Ejecuciones Especiales de Dar, Hacer o No Hacer, o de Escriturar. Tomando
en cuenta que este tipo de ejecuciones no están reguladas en el Código de
Trabajo, aplicaremos supletoriamente lo regulado en los Artículo 336 al 339
del CPCYM. Las ejecuciones especiales serán las de hacer, por ejemplo, la
sentencia que ordena la reinstalación de un trabajador en su puesto de
trabajo, con las mismas condiciones en las que se encontraba antes de ser
despedido.
EL PROCEDIMIENTO DE EJECUCIÓN
El procedimiento de ejecución de la sentencia laboral es el siguiente:
a) La Liquidación: Consiste en el cálculo matemático de todas y cada una de
las prestaciones laborales a que ha sido condenado a pagar el empleador al
trabajador. Esta liquidación, deriva del objeto de la ejecución misma, que es
el cobro de toda clase de prestaciones laborales, así como de todas las
indemnizaciones que a favor del trabajador prevé el Código de Trabajo,
reconocidas en sentencia firme dictada por los Jueces de Trabajo y Previsión
Social.
La liquidación la debe dictar de oficio por el Juez de Trabajo y Previsión
Social, dentro de los tres días siguientes de haber sido notificada la ejecutoria
de la sentencia o bien de haber sido aceptada la obligación por el
demandado. Practicada la liquidación la misma será notificada a las partes.
En contra de la liquidación según lo regula el Artículo 426 del Código de
Trabajo, procede el Recurso de Rectificación, por errores en la liquidación,
errores matemáticos o mecanográficos. La interposición de este recurso
procede dentro de las 24 horas siguientes a la notificación, el cual será
resuelto sin más trámite dentro de un plazo de 3 días tal y como lo regula el
Artículo 141 de la LOJ.
b) El Mandamiento de Ejecución y las Medidas Asegurativas de la Ejecución:
dentro de los tres días siguientes a la notificación de la liquidación o a la
resolución del recurso de rectificación si éste fue interpuesto, el demandado
debe pagar lo adeudado. Sin embargo, si éste no hiciere efectivo el pago de
lo adeudado dentro del plazo señalado, el Juez de Trabajo y Previsión Social,
librará mandamiento de ejecución, ordenando requerir de pago al ejecutado
y en caso de no haber pago, ordenará también el embargo de bienes que
garanticen el pago de la suma adeudada con designación de depositario
quien no está obligado a prestar fianza alguna. Este procedimiento no será
necesario en los casos en donde ya exista medidas precautorias decretadas
desde el inicio del proceso, que hayan permitido asegurar las resultas del
juicio. En tal caso, el Juez de Trabajo y Previsión Social, ordenará hacer trance
y remate con los bienes embargados oportunamente.
c) Ausencia del deudor al momento de notificar la liquidación: Librado el
mandamiento de ejecución y en el caso de que el ministro ejecutor no hallare
al deudor en el lugar que ha sido señalado para serle requerido de pago, el
requerimiento mismo y el embargo podrán practicarse por cédula de
notificación a la persona que se encontrare en el lugar en donde se hace el
requerimiento. Para este efecto el ministro ejecutor deberá faccionar el acta
respectiva, haciendo constar que requirió de pago a la persona que encontró
en el lugar en donde debía hallar al deudor y si el embargo va a recaer sobre
bienes muebles, deberá trabar éste sobre los que tenga a la vista al momento
de practicar el requerimiento.
d) Las Excepciones contra la Ejecución: Contra el requerimiento de pago que
constituye el sinónimo de la Vía de Apremio, en materia procesal civil, el
ejecutado tiene la posibilidad de interponer las excepciones que destruyan la
eficacia del título. La interposición de éste tipo de excepciones, es
procedente de acuerdo con la aplicación analógica del trámite de la ejecución
en vía de apremio, normada en el derecho procesal civil, que el Juez de
Trabajo y Previsión Social debe hacer, por así disponerlo el Artículo 428 del
Código de Trabajo.
e) Pago y Consignación: El pago de la cantidad adeudada permite al
ejecutado concluir el trámite de la ejecución. Para este efecto, el ejecutado
podrá hacer efectivo el pago ante el Juez de Trabajo y Previsión Social, el que
hará constar en las actuaciones y una vez entregado el pago al ejecutante
dará por concluido el proceso ejecutivo.
Por otro lado, también podrá el deudor consignar dentro del trámite de la
ejecución y en la vía de los incidentes, el pago de la cantidad adeudada.
Debiendo consignar la totalidad de la deuda, o la misma será declarada
improcedente por el Juez.
f) Bienes Objeto de Embargo: El ejecutante tiene derecho de designar ante el
Juez de Trabajo y Previsión Social, los bienes sobre los que desea hacer caer
la ejecución, debiendo hacer ver al juzgador que los mismos alcanzan para
cubrir lo reclamado y no más allá, puede decretarse embargo sobre bienes
muebles o inmuebles, el ejecutante puede acreditar el valor de los mismos,
sin violentar los principios de sencillez y anti formalidad, ya que lo que se
pretende es realmente cubrir el monto total de la deuda.
g) Efectos del Embargo: El decretamiento de ésta medida, apareja la
prohibición de enajenar la cosa embargada. Esto significa que, si se
contraviene aquella prohibición, no sólo se tipifica el delito de alzamiento de
bienes, sino además se da lugar a que el ejecutante puede perseguir la cosa
embargada de cualquier poseedor, salvo que el tenedor de la misma pague a
aquel el importe de lo reclamado, los bienes embargados deberán ser
rematados.
Los efectos del embargo son:
1) Impedir la enajenación de la cosa embargada.
2) Asegurar para el embargante, la posibilidad de perseguir la cosa
embargada de cualquier poseedor que la detente.
3) Garantizar para el embargante o ejecutante, la obtención del pago de
lo adeudado, aún de un tercero distinto del ejecutado.
h) Embargo de Créditos: El embargo como medida precautoria para asegurar
el resultado de la ejecución, también puede recaer sobre créditos a favor del
ejecutado. En tal caso, la eficacia de la medida dependerá de que el Juez de
Trabajo y Previsión Social, intime al deudor, para que no devuelva la cosa al
acreedor (ejecutado) mientras no tenga orden de Juez para hacerlo. Esta
intimación convierte al deudor del ejecutado en depositario de la cosa
embargada y por consiguiente no podrá pagar al ejecutado bajo
apercibimiento de no tener por extinguida su obligación, si así lo hiciere.
En el caso de que el crédito embargado estuviese garantizado con hipoteca,
el embargo del crédito se complementará en la anotación que deberá
hacerse en el Registro de la Propiedad Inmueble, la que se ordenará
mediante despacho librado por el Juez de Trabajo y Previsión Social, que está
conociendo la ejecución.
i) Bienes Inembargables: Por bienes inembargables debe entenderse
aquellos que la ley excluye expresamente de la posibilidad de ser objeto de
embargo y por consiguiente sobre los que no se puede hacer recaer el objeto
de la ejecución. Los bienes inembargables están individualizados en el
Artículo 306 del CPCYM.
j) Embargo de Sueldos: El embargo de los sueldos sólo puede recaer en el 35
% de los salarios devengados por el obligado, pues el porcentaje restante es
inembargable, el Juez de Trabajo y Previsión Social, deberá oficiar al
funcionario o persona responsable de cubrirlos, a quien deberá designar
como depositario de las sumas embargadas y a quien deberá ordenar
posteriormente la entrega de las mismas al ejecutante. El embargo
permanece en el caso del salario aún y cuando el ejecutado pasare a ocupar
un puesto distinto de aquel que tenía, cuando se le embargo el salario.
k) Ampliación y reducción del embargo: La medida precautoria de embargo,
puede ampliarse o bien reducirse. La ampliación será procedente cuando los
bienes embargados resulten insuficientes para cubrir el monto de lo
reclamado, o bien cuando sobre dichos bienes se deduzca una tercería de
carácter excluyente que haga imposible hacer recaer sobre ellos el remate.
Para que resulte procedente la ampliación el ejecutante deberá acreditar de
cualquier forma ante el Juez de Trabajo y Previsión Social, la insuficiencia del
valor de los bienes embargado, misma que será decretada sin darle audiencia
al deudor.
En cuanto a la reducción del embargo, ésta podrá darse a solicitud del
deudor o de oficio, cuando se establezca que el valor de los bienes
embargados supera el monto de lo reclamado en la ejecución. En este caso,
si tendrá que correrse audiencia por dos días a las partes, previo a resolver
sobre la reducción, sin que este procedimiento detenga el trámite de la
ejecución.
l) Sustitución de bienes embargados: La sustitución de los bienes que han
sido objeto del embargo, procede cuando el ejecutado acredite que el
embargo decretado en su contra resulta gravoso, derivado de algunos casos
de que los bienes embargados representen para este la paralización de
actividades de naturaleza productiva que puedan impedirle su propia
subsistencia. La sustitución deberá tramitarse en la vía de los incidentes y en
cuerda separada de la ejecución, para no interrumpir el trámite de la misma
y necesariamente deberá solicitarse antes de la celebración del remate. Los
bienes sustituidos deben ser suficientes para cubrir el monto de lo adeudado.
m) La Tasación: El objeto de la tasación es establecer el valor de los bienes
embargados previo a la celebración del remate en el trámite de la ejecución.
En materia procesal civil, este requisito no es necesario en materia procesal
laboral, ya que se toma como base del remate el monto de lo adeudado.
n) Remate: Si dentro del tercer día de practicada la notificación del
mandamiento de ejecución el deudor no hubiera hecho efectivo el pago y
existiere decretado embargo o cualquier otra medida Asegurativa de la
ejecución, se señalará día y hora para el remate, el cual tendrá verificativo
dentro de los diez días siguientes, sin necesidad de que deban hacerse
publicaciones, salvo el caso de que una de las partes lo pidiera y lo pagara. En
el remate se sacará a subasta los bienes embargados, en la ejecución laboral
no existe obligación de tasación de bienes, debiendo tener como base para el
remate el monto de lo adeudado conforme la liquidación dictada
oportunamente por el Juez de Trabajo y Previsión social, en el acta de remate
el Juez de Trabajo y Previsión Social, deberá declarar fincado éste en el mejor
postor o adjudicar en pago al acreedor según el caso.
ñ) Reglas del Remate:
1) La inexistencia de obligación de publicaciones previas al remate. Salvo que
una de las partes lo pida y pague dicha publicación, siendo suficiente una sola
publicación, la que deberá efectuarse 10 días antes del remate
2) Lugar y contendido de la publicación, si la hubiere. El edicto que se
publicará 10 días antes del remate, sólo debe anunciarse en el Diario Oficial o
bien en uno de los de mayor circulación, en el país, además en edicto que
deberá fijar el Juez de Trabajo y Previsión Social en los estrados del juzgado.
No es procedente fijar edictos en el Juzgado de Paz de la jurisdicción donde
se encuentren los bienes que se subastan. El aviso debe contener la
descripción del bien o los bienes que deban ser subastados, su extensión,
linderos o cultivos, los gravámenes que tenga, los datos de su inscripción
registral, el nombre y la dirección de la finca, el nombre del ejecutante, el
precio base del remate, el día y hora señalado para el remate, la nómina de
los acreedores hipotecarios y prendarios si los hubiere, el monto de sus
créditos y el juez ante quien deba practicarse el remate, debiendo omitir el
nombre del ejecutado. La publicación original deberá obrar en autos, ya que
es la única forma de probar que se hizo.
3) El Derecho de Tanteo en la Ejecución: Este consiste en conferir el privilegio
a ciertas y determinadas personas relacionadas con el ejecutado de poder
rescatar los bienes embargados, mediante el pago de lo adeudado. Este
derecho de preferencia, se encuentra regulado en la ley a favor de los
acreedores hipotecarios, según el grado de la inscripción hipotecaria, así
como de aquellos terceros tenedores de los bienes embargados que los
hayan adquirido posteriormente a haberse decretado el embargo, estos
serán terceros preferentes y por último el derecho de tanteo corresponderá
al ejecutante. Este derecho puede ejercitarse durante el remate y antes de
fincarse el mismo.
4) De la responsabilidad del subastador: Es subastador aquél postor que se
haya obligado en el remate a adquirir los bienes objeto del mismo. El
subastador deberá cumplir con las condiciones presentadas como base del
remate y en caso de no hacerlo perderá a favor del ejecutante las cantidades
que hubiera abonado como depósito para participar en el remate.
5) Adjudicación en pago de los bienes objeto del remate: La adjudicación en
pago de los bienes objeto del remate sólo podrá darse en el caso de que no
existieren interesados en el remate.
6) Liquidación de los bienes rematados: Una vez practicado el remate deberá
hacerse la liquidación de lo adeudado.
7) El pago en efectivo: En el caso de que el embargo como medida
asegurativa de la ejecución se hubiere trabado sobre dinero en efectivo o
sobre depósitos bancarios, no habrá necesidad de la celebración del remate y
posteriormente a precluído el plazo de tres días, posteriores al requerimiento
del pago, el Juez de Trabajo y Previsión Social, ordenará la entrega de las
sumas embargadas.
8) Excedente del remate: En el caso de que se presentaren excedentes del
remate, luego de deducir el adeudo y los gravámenes si los hubieran, los
mismos deberán ser entregados al ejecutado, previa resolución judicial que
así lo ordene.
9) Rescate de los bienes embargados: Estos pueden ser rescatados por el
deudor o el dueño de los mismos, mientras no se haya otorgado la escritura
traslativa de dominio, pagando íntegramente el monto de la liquidación
aprobada con motivo del remate por el Juez de Trabajo y Previsión Social.
10) El depósito del precio: Una vez fincado el bien en el mejor postor, el Juez
de Trabajo y Previsión Social deberá señalar al subastador un plazo que no
exceda de 8 días para depositar en la Tesorería del Organismo Judicial, el
saldo que corresponda.
o) La entrega de los bienes rematados: Si los bienes rematados fueren
muebles, el Juez de Trabajo y Previsión Social, ordenará al depositario o a
quien los posea, su inmediata entrega a quien corresponda. En caso de
desobediencia, el Juez de Trabajo y Previsión Social, ordenará el secuestro
judicial del bien. Si los bienes rematados estuvieren sujetos a registro, el Juez
de Trabajo y Previsión Social, fijará un término no mayor de cinco días para
que se otorgue la escritura traslativa de dominio si hubiere renuencia del
ejecutado, el Juez de Trabajo y Previsión Social otorgará la escritura pública,
designando para el efecto Notario.
p) Enajenación de bienes en el proceso: El Artículo 427 del Código de Trabajo,
regula: “El que con posterioridad a la ocasión en que se obligue en virtud de
acto o documento en pueda aparejar ejecución o que durante el transcurso
de un juicio que se siga en su contra enajenare sus bienes resultando
insolvente para responder en la ejecución, será juzgado como autor del delito
de alzamiento de bienes…”
q) Recursos contra la ejecución: El último párrafo del Artículo 427 del Código
de Trabajo, regula que contra la ejecución no procede recurso alguno, salvo
el recurso de rectificación que procede en contra de la liquidación.
Es decir que la ejecución en materia laboral es inimpugnable, quedando
únicamente la acción constitucional de amparo.

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