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ULADECH 2018
EL PROCESO ÚNICO DE EJECUCIÓN
Es preciso señalar que en la vida social siempre van a existir conflictos de intereses por
parte de quienes la conforman, y es necesario que el Estado como ente regulador de la
vida social instaure mecanismos de solución a dichos conflictos. Es por ello, se ha creado
mecanismos de solución o también llamándolos de otra manera procesos judiciales.
Como sabemos, todo proceso empieza con la interposición de la demanda con la que se
busca una tutela jurisdiccional efectiva por parte de los órganos que administran justicia
y por consiguiente, se llegue a la declaración de un derecho mediante una sentencia.
La segunda etapa vendría a ser la sentencia con la que se pondría fin al proceso en sí.
Pues aquí se va a constituir o declarar el derecho peticionado por quien accionó el
proceso. Sin embargo, ésta no es suficiente para satisfacer la petición interpuesta en la
demanda; pues, si bien es cierto el derecho puede estar ya declarado, pero aún no se puede
ejecutar.
Podemos decir que el proceso único de ejecución es una etapa más que se debe seguir
para llegar a la plena satisfacción del derecho invocado. Como lo hemos mencionado, con
la sentencia se declara o se constituye un derecho; sin embargo, éste no puede ejercerse
hasta que no se haya ejecutado la decisión tomada por el órgano jurisdiccional. Es ahí
donde se debe accionar el proceso único de ejecución para dar fuerza y vigor práctico a
la sentencia firme emitida y de esta manera ejecutar la sanción.
Según el Art. 2001 inc. 1⁰ del Código Civil, se tiene un plazo de 10 años para ejecutar la
sentencia emitida, ello nos indica que durante este tiempo se puede instaurar el proceso
único de ejecución para poder hacer efectiva de manera práctica la sentencia.
Es competente para conocer los procesos de ejecución con garantías Es competente para
conocer los procesos de ejecución con garantías constituidas, el Juez Civil constituidas,
el Juez Civil.
ARTICULO 690 – D:
Los procesos de ejecución, como pretenden la satisfacción del derecho ya declarado, se inician
invadiendo la esfera propia del demandado, creando por anticipado un estado de sujeción a
favor del titular del título. Frente a esas circunstancias, el diseño del procedimiento ejecutivo
permite al ejecutado contrarrestar la intervención recurriendo a la contradicción, bajo los
diversos supuestos que regula este artículo y dentro del plazo legal que establece. La
contradicción aparece como la posibilidad que se le asigna al demandado para hacer valer las
defensas que tenga contra el título.
Una vieja discusión que acompaña al título ejecutivo se orienta a dilucidar si el título ejecutivo
configura un acto o un documento. Para Liebman, el título es un acto. El documento no es más
que el aspecto formal del acto y este, en tanto tiene una eficacia constitutiva que consiste en
otorgar vigor a la regla jurídica sancionatoria y en posibilitar la actuación de la sanción en el caso
concreto, crea una nueva situación de Derecho Procesal que no debe confundirse con la
situación de Derecho material existente entre las partes. En cambio, Carnelutti, sostiene que el
título ejecutivo es un documento que representa una declaración imperativa del juez o de las
partes. "Siendo esa declaración un acto, con el intercambio acostumbrado entre el continente y
el contenido y, por tanto, entre el documento y el acto que en él está representado, se explica
la costumbre corriente de considerar como título al acto en vez del documento".