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Proceso de Ejecución
I. El proceso de ejecución
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disputa verbal, simple lucha de palabras; a partir de este instante cesan las
palabras y comienzan los hechos”.
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(112) Ibídem.
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Hay, pues, diferencias sustanciales entre la ejecución del laudo, con fa-
cultades y sin facultades de ejecución dadas a los árbitros. De ahí que se
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el proceso de ejecución sobre lo laudado, pero dejando claro que las facul-
tades del ius imperium siempre las ejercerán los jueces ordinarios. Esta me-
cánica de intervención de la jurisdicción en la actividad arbitral, la tenemos
regulada para las medidas cautelares y acopio de pruebas; con mayor razón
operaría el apoyo para la ejecución de un laudo que contiene derechos cier-
tos, ya definidos. No se debe confundir el proceso de ejecución, mecanismo
en el cual se busca ejecutar los títulos y la executio, como poder exclusivo
de la jurisdicción. Debemos señalar en este extremo que los árbitros tienen
una jurisdicción limitada, ya que poseen la notio, la vocatio y la iuditium,
mientras que los jueces agregan a las anteriores la coertio y la executio; por
ello, los jueces pueden ser requeridos aun desde la iniciación del arbitraje
–para el logro de medidas cautelares– hasta su finalización –ejecución del
laudo arbitral– como ya se ha señalado.
(114) GRIFFITH DAWSON, Frank. “El rol del Poder Judicial en el proceso de arbitraje: ¿asis-
tencia o intervención?” En: Ius et Veritas, Nº 15, año VIII, p. 206.
(115) LORCA NAVARRETE, Antonio María y SILGUERO ESTAGNAN, Joaquín. Derecho de
arbitraje español, Manual teórico-práctico de jurisprudencia arbitral española, Dykinson,
Madrid, 1994, p. 446.
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(116) CHOCRÓN GIRÁLDEZ, Ana María. Los principios procesales en el arbitraje, Bosch, Bar-
celona, 2000, p. 210.
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forzada en sede judicial. En caso contrario, se estaría afirmando que las cau-
sas de nulidad de un convenio arbitral pueden quedar saneadas con el paso
del tiempo; concretamente, con el transcurso del plazo legalmente estable-
cido para interponer el recurso de anulación contra el laudo. Los actos con-
trarios a las normas imperativas y a las prohibiciones son nulos de pleno de-
recho (ver el artículo 5 del TP del CC). Existe base jurídica suficiente para
considerar que la nulidad del convenio ha de ser objeto de control judicial
en la fase de ejecución del laudo. Y es que en virtud de dicho control no se
atenta contra la esencia de la institución arbitral; antes lo contrario, se tra-
ta de constatar –sin entrar en el fondo de lo resuelto– que la misma se ha
desarrollado con arreglo a las prescripciones legales. Véase en ese sentido lo
que dispone el inciso e del artículo 63 de la Ley Arbitral.
Al juez no le está permitido realizar un control del fondo del laudo que
está cubierto por efectos de cosa juzgada, sin embargo, como señala Cho-
crón(118), en este punto debe distinguirse entre aquellos que fueron objeto de
recurso de anulación, frente a los que no fueron. El control de oficio por el
juez respecto del fondo se reduce al caso en que no se hubiera interpuesto
recurso de anulación contra el laudo y lo resuelto sea sobre un objeto que no
podía serlo y en los casos que el laudo fuera contrario al orden público.
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(120) GARCÍA TOMA, Víctor. La ley en el Perú, Grijley, Lima, 1995, p. 22.
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(121) MUÑOZ SABATÉ, Luis. Jurisprudencia arbitral comentada (sentencias del Tribunal Su-
premo, 1891-1991), Bosch, Barcelona, 1992, p. 562.
(122) Como refiere dicha ejecutoria, declara infundada la contradicción y dispone que el Con-
sejo Directivo de la Asociación demandada proceda a la disolución y liquidación de la aso-
ciación, conforme a lo establecido en sus estatutos y en la ley.
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3. El acta conciliatoria
El acta conciliatoria es el documento que contiene la manifestación
de voluntad de las partes. Su validez está condicionada a la observancia de
las formalidades establecidas en el artículo 16 de la Ley Nº 26872, modi-
ficado por el D. Leg. Nº 1070, bajo sanción de nulidad. Hay que precisar
que la ley no otorga a los acuerdos conciliatorios extraprocesales el efecto
de la cosa juzgada, como sí lo hace a la conciliación intraproceso en mé-
rito al artículo 328 del CPC. En este caso se produce la homologación de
acuerdos conciliatorios a través de la procesalización, homologación que
encierra el control de la jurisdicción sobre la autonomía privada de la vo-
luntad de las partes. Recién a partir de la satisfacción del control, podemos
atribuir al acuerdo los efectos de la cosa juzgada, situación que no se da en
los conciliatorios extraproceso.
Para que el acuerdo conciliatorio extrajudicial tenga tal condición de
título de ejecución, debe ser sometido a un previo control de legalidad, por
el abogado del centro de conciliación, en el que se verifiquen los supuestos
de validez y eficacia (artículo 16.K de la Ley de Conciliación).
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consulta legal
Respuesta:
Quizá una de las innovaciones más importantes a nuestro proceso civil en los
últimos años es la realizada mediante el Decreto Legislativo Nº 1069 al unificar
el proceso de ejecución, dejando de lado la tripartición por la cual había optado
el legislador del año 1993. Así, los llamados procesos ejecutivo, de ejecución de
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Las anotaciones en cuenta a que refiere el inciso 5 del artículo 688, re-
quieren la desmaterialización e inmovilización del valor físico. Mendoza
señala que si bien los sistemas de depósitos –clásicamente– se limitaban a
inmovilizar el título físico, eliminando el problema de la traditio al nuevo
titular, tenían el problema de la custodia del valor mobiliario; el registro de
transferencias seguía siendo manual y propenso a error humano. Ante esa
situación –dice Mendoza– la tecnología informática revoluciona la activi-
dad humana planteando sustituir al certificado físico de acciones, por do-
cumento electrónico. El dictamen al proyecto de ley considera que “si bien
los valores representados por anotación en cuenta, tienen reconocimiento
jurídico en la Ley del Mercado de Valores, el darles jerarquía de título valor
en una Ley de Títulos Valores, deviene en un gran aporte de la legislación
peruana a la doctrina, porque se establece un hito en el Derecho al recono-
cerse que un título valor no depende exclusivamente del soporte físico (do-
cumento) sino de su capacidad para ser medio de circulación de los valores,
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dejando la posibilidad de que en un futuro los valores que circulen con so-
portes muy diferentes al papel o al electrónico y que observen los requisitos
de ley, puedan constituirse sin ningún problema en título valor”.
(124) PALACIO, Lino. Derecho Procesal Civil, T. VI, ob. cit., p. 11.
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Debe precisarse que la Ley del Notariado distingue entre los instru-
mentos públicos protocolares y extraprotocolares. La escritura pública es
un ejemplo de instrumento protocolar. Es importante distinguir la escritura
pública de las actas notariales (estas últimas no tienen el mérito ejecutivo,
pero sí la escritura pública). En el caso de la escritura pública, es protocolar
y siempre contiene un acto jurídico; en cambio, las actas pueden albergar
hechos jurídicos, pero de manera excepcional, actos jurídicos. Las escrituras
requieren estar siempre firmadas por los comparecientes a diferencia de las
actas, que no. En cuanto a los instrumentos extraprotocolares, señala el
artículo 26 de la Ley de Notariado que estos son “las actas y demás certifi-
caciones notariales que se refieren a actos, hechos o circunstancias, que pre-
sencia o le conste al notario por razón de su función”.
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Por otro lado, el artículo 228 de la referida Ley Nº 26702 señala que la
empresa financiera puede, en cualquier momento, remitir una comunica-
ción a su cliente –en este caso, al ejecutado–, advirtiéndole de la existen-
cia de saldos deudores en su cuenta y requiriéndole el pago. Transcurridos
quince días hábiles desde la recepción de la comunicación sin que hubie-
re observaciones, el banco está facultado para girar, contra el cliente por el
saldo más los intereses generados en dicho periodo, letras a la vista, con ex-
presión del motivo por el que se las emite. Si se ha emitido dichas letras de
cambio a la vista, las que están protestadas por falta de pago, no requiere la
aceptación del girado, dejando expedita la acción ejecutiva.
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