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Parasitología Veterinaria 155 (2008) 1–9

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Productividad y efectos en la salud de la anaplasmosis y la babesiosis

enBos indicusganado y sus cruces, y los efectos de
diferente intensidad del control de garrapatas en Australia

nn jonssona,*, RE Bockb, WK JorgensenC

aUniversidad de Queensland, Facultad de Recursos Naturales, Agricultura y Ciencias Veterinarias, Santa Lucía 4072, Australia
bTick Fever Center, Bioseguridad, Departamento de Industrias Primarias y Pesca, 280 Grindle Road, Wacol, Qld. 4076, Australia
CTecnologías Emergentes, Entrega, Departamento de Industrias Primarias y Pesca, Bolsa Cerrada 4, Moorooka, Qld. 4105, Australia
Recibido el 9 de enero de 2008; recibido en forma revisada el 20 de marzo de 2008; aceptado el 31 de marzo de 2008

Resumen

La fiebre por garrapatas es una enfermedad importante del ganado dondeRhipicephalus (Boophilus) microplusactúa como vector para los tres
organismos causalesBabesia bovis, Babesia bigeminayAnaplasma marginal. Bos indicusEl ganado y sus cruzas son más resistentes a los efectos clínicos
de la infección conB. bovisyB. bigéminaque sonBos tauroganado. La resistencia no es completa, sin embargo, y manadas deB. indica-el ganado cruzado
todavía está en riesgo de babesiosis en ambientes donde la exposición aB. bovises ligero en la mayoría de los años pero ocasionalmente alto. La
susceptibilidad deB. índicebovinos y sus cruces a la infección porA. marginalees similar a la deB. tauroganado. en manadas deB. índiceganado y sus
cruces la tasa de infección deBabesiaspp. yA. marginalese reduce porque es probable que se adhieran menos garrapatas por día debido a la reducción
del número de garrapatas en el campo (efecto a largo plazo en la población, que surge de la alta resistencia del huésped) y porque una menor
proporción de garrapatas que se desarrollan para alimentarse del ganado infectado a su vez estar infectado (debido a la menor parasitemia). Como
consecuencia, manadas deB. índiceel ganado es menos probable que los rebaños deB. tauroel ganado tenga altos niveles de inmunidad poblacional a la
babesiosis o la anaplasmosis. Los efectos de la aplicación de acaricidas sobre la probabilidad de enfermedad clínica debida a anaplasmosis y babesiosis
son impredecibles y dependen de la prevalencia de infección en garrapatas y en ganado bovino en el momento de la aplicación. Intentar manipular la
inmunidad de la población a través de la tolerancia de umbrales específicos de garrapatas con el objetivo de controlar la fiebre por garrapatas no es
confiable y la justificación para la aplicación de acaricidas debería ser para el control de las garrapatas en lugar de la fiebre por garrapatas. vacunación
deB. índiceel ganado y sus cruces es aconsejable en todas las zonas donde existan garrapatas, aunque la vacunación contraB. bigéminaprobablemente
no es esencial en puroB. índiceanimales
# 2008 Elsevier BV Todos los derechos reservados.

Palabras clave: Bos indicus;anaplasmosis; babesiosis; fiebre de garrapatas; Ganado; control de garrapatas; acaricidas; Vacunación;Rhipicephalus microplus

Contenido

1. Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2
2. Prevalencia de infección y aparición de fiebre por garrapatas enB. índiceyB. tauroGanado en el norte de Australia. . . . . . 2
3. Productividad y efectos sobre la salud de la babesiosis enB. índiceganado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3

* Autor correspondiente. Teléfono: +61 7 3365 1279. Dirección de

correo electrónico:n.jonsson@uq.edu.au (NN Jonsson).

0304-4017/$ – consulte el asunto anterior n.° 2008 Elsevier BV Todos los derechos reservados.
hacer:10.1016/j.vetpar.2008.03.022
2 NN Jonsson et al. / Parasitología Veterinaria 155 (2008) 1–9

3.1. Descripción general de la babesiosis en el ganado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3

3.2. Susceptibilidad a la babesiosis deB. índiceyB. tauroganado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
4. Productividad y efectos sobre la salud de la anaplasmosis enB. índiceyB. tauroganado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
4.1. Descripción general de la anaplasmosis en el ganado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
4.2. susceptibilidad deB. índiceyB. taurobovino a la anaplasmosis. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
5. Efectos económicos de la babesiosis y la anaplasmosis en el ganado bovino en Queensland. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
6. Enfoques para el control de las garrapatas del ganado enB. índiceGanado en Queensland. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
6.1. Epidemiología de la babesiosis y el concepto de estabilidad endémica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
6.2. Anaplasmosis epidemiología y estabilidad endémica. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
6.3. Efecto de las estrategias de control de garrapatas en la epidemiología de la fiebre por garrapatas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
6.4. Necesidad de aplicación de acaricida paraB. índiceganado y sus cruces en el norte de Australia. . . . . . . . . . . . . . . 7
7. Conclusiones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
Referencias . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8

1. Introducción mosis y babesiosis? ¿Son justificables los tratamientos con

El control de las garrapatas del ganado (Rhipicephalus
(Boophilus) microplus)está impulsado por la necesidad de limitar
las pérdidas directas derivadas de la infestación (pérdida de peso,
daños en la piel, muerte por anemia) así como las pérdidas
derivadas de las enfermedades transmitidas por garrapatas (
Jonson, 2006). La fiebre por garrapatas en el ganado australiano
puede ser causada por tres organismos:Babesia bovis, Babesia
bigeminay Anaplasma marginal,y controlar las poblaciones de
garrapatas tiene efectos inmediatos y a largo plazo, pero
diferentes, sobre la prevalencia de cada uno de estos organismos,
con las consiguientes consecuencias para la inmunidad de la
población y el riesgo de brotes.
En 1992, una encuesta ganadera reportada porBok et al. (1995)
mostró que el 33 % de los productores de carne de res en Queensland
infestado de garrapatas vacunó al ganado contra la fiebre por
garrapatas usando una de las vacunas vivas modificadas a base de
sangre comercialmente disponibles (ya seaB. bovis + A. marginaleo
B. bovis + B. bigemina + A. marginale).De la mayoría
que no vacunó, el 60% de los productores conBos tauro
ganado y el 77% de los productores conBos indicuso
B. indica-el ganado cruzado creía que solo había un bajo riesgo de
infección en sus rebaños. Cuarenta y cuatro por ciento de los no
vacunados,B. índicelos dueños de rebaños creían que los acaricidas eran
el medio más efectivo para limitar las pérdidas debidas a la fiebre por
garrapatas, mientras que el 36% usabaB. índice la genética como su
principal medio para controlar la fiebre por garrapatas.
En un intento por definir la necesidad de aplicaciones de
acaricidas en el control de la fiebre por garrapatas enB. índicey
B. indica-rebaños cruzados en el norte de Australia, esta
revisión aborda las siguientes preguntas: ¿Cuáles son los
efectos de la infección conBabesiaespecies enB. índiceyB.
indica-cruce de ganado? ¿Cuáles son los efectos de la infección
porA. marginaleenB. índiceyB. indica-cruce de ganado? ¿Cuáles
son los efectos del genotipo bovino y la aplicación de
acaricidas en la epidemiología de las anaplasias?
acaricidas y la vacunación contra la fiebre por garrapatas para
los rebaños deB. índiceyB. indica-cruce de ganado en el norte
de Australia?
2. Prevalencia de infección y aparición de fiebre por
garrapatas enB. índiceyB. tauroganado en el norte
de Australia
Se informó que la fiebre por garrapatas era más
frecuente enB. tauroque enB. índicey sus cruces (Bock et
al., 1997b).B. bovis, A. marginale,yB. bigéminafueron
responsables del 81,5, 11 y 7,5% de los casos,
respectivamente (tabla 1). De los 1524 casos causados por
B. bovis,5.1, 9, 48 y 27% eran deB. índice, B. índicemestizos,
B. tauro,y de razas desconocidas, respectivamente.
Asimismo, de los 206 bovinos infectados porA. marginale
5.8, 8.3, 58 y 24% eran deB. índice, B. índicemestizos,B.
tauro,y razas desconocidas, respectivamente. Es probable
que haya un sesgo de muestreo significativo con estos
datos, ya que son autoseleccionados y es probable que las
operaciones agrícolas más intensivas estén
sobrerrepresentadas. Existe un claro sesgo regional en el
sentido de que los datos provienen principalmente del
sureste de Queensland. Sin embargo, el patrón sugiere
que la fiebre por garrapatas es un problema mayor enB.
tauroganado queB. índiceo sus cruces.
Un análisis retrospectivo de registros de 1967 a 1976 y
una encuesta serológica realizada en el sur de Queensland
en 1975 se dirigieron aA. marginaleinfección e indicó que
el ganado lechero estuvo involucrado en el 48,1% de 258
brotes clínicos que ocurrieron entre 1967 y 1976 (Rogers et
al., 1978). De 118 brotes en bovinos de carne,B. tauroel
ganado se vio afectado en el 90,7% de los casos, aunque
en 1973, el 53% del ganado en el sur de Queensland
infestado de garrapatasB. índice.La encuesta serológica
indicó que la prevalencia de reactores positivos enB.
 NN Jonsson et al. / Parasitología Veterinaria 155 (2008) 1–9 3

tabla 1
Todos los casos de fiebre por garrapatas confirmados en los laboratorios del Departamento de Información Pública de Queensland desde el 1 de enero de 1990 hasta el 30 de junio de 1996 (Bock et al., 1997a)

Raza Anaplasma marginale Babesia bigémina Babesia bovis Total Porcentaje

Bos indicus 12 5 78 95 5.1

B. indica-cruz 17 8 136 161 8.6
Bos tauro 119 67 731 917 49.0
Mezclado 3 5 44 52 2.8
Mestizo 6 9 131 146 7.8
Desconocido 49 47 404 500 26.7
Total 206 141 1524 1871 100
Porcentaje 11.0 7.5 81.5 100
Es probable que los mestizos incluyan una gran proporción de 3/8B. índicegenética.

índiceganado (0.46 en Zona Norte y 0.36 en Zona ocurrir. En algunos casos, la infección produce principalmente
Sur) fue menor que enB. tauroanimales (0,65 en signos neurológicos como agresividad, movimientos circulares,
Zona Norte y 0,44 en Zona Sur). hiperestesia, nistagmo, convulsiones y parálisis.de Vos y
La prevalencia de la infección y la aparición de enfermedades Potgieter, 1994). Signos clínicos de infección porB. bigémina
transmitidas por garrapatas están determinadas por interacciones son generalmente menos graves en Australia, aunque la
complejas entre los huéspedes, los vectores y los parásitos. Las situación no es la misma en todos los países debido a la
menores probabilidades de seropositividad y la menor incidencia diferente virulencia de los parásitos. En su mayoría, la infección
de enfermedad enB. índiceanimales pueden ser el resultado de la porB. bigéminaproduce hemoglobinuria, anemia e ictericia. La
resistencia a los organismos que causan la fiebre por garrapatas fiebre no es tan marcada y los signos neurológicos son menos
con una eliminación más rápida de los parásitos con la comunes. Sin embargo, la enfermedad puede ser fatal (de Vos
subsiguiente reducción de los niveles de anticuerpos y/o resistencia y Potgieter, 1994).
aR.microplusgarrapatas, con la consiguiente reducción de la tasa Una vacuna viva de baja virulencia, disponible en el Tick Fever
de infección (Bock et al., 2004). Center del Department of Primary Industries and Fisheries,
Queensland, está disponible para la prevención de la fiebre por
3. Productividad y efectos sobre la salud de la babesiosis garrapatas en Australia (Departamento de Información Pública y
enB. índiceganado Finanzas de Queensland, 2008). Se recomienda la administración
de la vacuna a ganado joven, preferentemente de menos de 1 año
3.1. Descripción general de la babesiosis en el ganado y solo se requiere una única vacunación para proporcionar
inmunidad efectiva de por vida. Las reacciones clínicas a la
B. bovisyB. bigéminason los únicos reconocidos vacunación ocurren ocasionalmente con mayor frecuencia en
Causas de la babesiosis bovina en Australia. Son protozoos animales de mayor edad, vacas y toros preñados. La vacuna está
apicomplejos que parasitan los glóbulos rojos del ganado y actualmente disponible como un producto refrigerado, de vida útil
se transmiten de animal a animal por la garrapata del corta o ultracongelado.
ganado.Boophilus microplus.Los protozoos son ingeridos
por la garrapata mientras se alimentan de la sangre del 3.2. Susceptibilidad a la babesiosis del ganado bovino B. indicus
ganado infectado, se replican en el intestino medio de las y B. taurus
larvas y luego migran a los ovarios de la garrapata y se
incorporan a los huevos. Al nacer, los parásitos se replican Hay abundante evidencia de queB. índiceEl ganado tiene un
en el intestino de las larvas de garrapata y luego migran a mayor grado de resistencia innata a la infección por
las glándulas salivales donde se vuelven infecciosos para el B. bovisqueB. índiceganado mestizo o puroB. tauroganado
ganado después de unos días de alimentación en el caso (Johnston y Sinclair, 1980; Bock et al., 1997a, 1999a,b).
deB. bovis y después de aproximadamente 7 días en el Johnston y Sinclair (1980)mostraron que el ganado
caso deB. bigémina (de Vos y Potgieter, 1994; Gough et al., Hereford y Droughtmaster reaccionaron de manera similar
1998). Esto se conoce como transmisión transovárica y a la infección conB. bovis,pero que el ganado Brahman era
difiere del ciclo de vida deAnaplasmaspp. Signos clínicos de significativamente más resistente a los efectos de la
infección porB. bovisincluyen fiebre, depresión, infección. En su estudio, se utilizaron bovinos
hemoglobinuria, a menudo acompañada de ictericia y esplenectomizados, lo que tuvo el efecto de magnificar las
anemia. Aborto, diarrea, atrofia muscular, temblores, diferencias de susceptibilidad entre razas y posiblemente
convulsiones y coma comúnmente podría invalidar los hallazgos al alterar el curso clínico de
4 NN Jonsson et al. / Parasitología Veterinaria 155 (2008) 1–9
la enfermedad. Inoculación intravenosa de sangre que
contiene eritrocitos parasitados porB. bovisresultó en 6/6
mortalidades en Herefords, lo mismo en Droughtmasters y
2/6 mortalidades en ganado Brahman. Ninguno de los
animales con bazo murió. Las diferencias en la parasitemia
y la temperatura rectal solo fueron significativas en los
animales esplenectomizados.
Bok et al. (1997a)describió un estudio en el que 4
grupos de 10 bovinos (100%B. índice,50%B. índice, 25%
B. índicey 100%B. tauro)fueron infectados con aislados
virulentos deB. bovis, B. bigéminayA. marginale. B.
bigéminainfecciones no requirieron tratamiento en
ningún grupo. Ninguno de los 10 puroB. índice,3 de 10
del 50%B. índicegrupo, 2 de los 10 del 25%B. índice
grupo y 8 de los 10 animales en el 100%B. taurogrupo
requirió tratamiento paraB. bovis.Llegaron a la
conclusión de queB. índice el ganado era relativamente
resistente a los síntomas clínicos de
B. bovisinfección.
El estudio más completo realizado hasta ahora para
determinar la susceptibilidad relativa deB. índiceyB. indica-
cruzar ganado aB. bovisfue realizado porBok et al. (1999a). En
este estudio, 56B. índicepura raza y 52B. indicus - B. taurolos
novillos fueron expuestos a la infestación natural en un
potrero que había sido previamente sembrado conR.microplus
garrapatas que fueron infectadas con un aislado virulento deB.
bovis.Se controlaron la pirexia, el volumen de células
empaquetadas (PCV), la parasitemia y la gravedad de los
signos clínicos durante 50 días. Todos excepto un animal se
seroconvirtieron dentro de los 35 días y el 75% de los novillos
mestizos mostraron una depresión de PCV de más del 15%,
mientras que solo el 36% de losB. índiceel ganado mostró la
misma depresión. Diez reses mestizas y sólo unaB. índice el
novillo mostró signos clínicos severos. Concluyeron que la
infección porB. bovistuvo efectos significativos en el ganado
mestizo pero que puraB. índiceel ganado era relativamente
resistente. También recomendaron la vacunación contraB.
bovisEs probable que la infección sea rentable en rebaños de
ganado cruzado en el noroeste de Queensland, donde la
exposición a los organismos era demasiado poco fiable para
permitir que se desarrollara una situación de estabilidad
endémica. Sin embargo, no creían que fuera probable que
fuera rentable en manadas de animales puros.B. índice
ganado.
En un estudio para determinar siB. índiceEl ganado es más
resistente a la infección porB. bigémina,Bok et al. (1999b)
infectó 20 bovinos (7 Brahman, 6 Brahman - - mestizos
Charolais y 7 Hereford) con un aislado virulento deB.
bigémina.Las infecciones fueron monitoreadas diariamente
por PCV, frotis de sangre gruesos y delgados y temperatura
rectal. Ellos encontraron elB. índicey los novillos mestizos
fueron significativamente más resistentes que losB.
Tauronovillos para todas las medidas. Seis de los sieteB.
taurolos novillos requirieron tratamiento, en comparación
con ninguno de losB. índiceo novillos mestizos. La
depresión máxima media del PCV fue del 22,4 % en
Brahman, del 31,4 % en mestizos y del 50,9 % en el ganado
Hereford. Estos hallazgos fueron consistentes con los de
Parker et al. (1985).
En conclusión, hay pruebas convincentes de la
relativa resistencia deB. índiceganado a la infección por
B. bovisyB. bigémina.Sin embargo, los brotes de
enfermedades ocurren enB. índiceganado, particularmente
en circunstancias en las que la inmunidad natural no se
mantiene a través de altos niveles de exposición de
animales jóvenes.
4. Productividad y efectos sobre la salud de la
anaplasmosis enB. índiceyB. tauroganado
4.1. Descripción general de la anaplasmosis en el ganado
A. marginalees la única causa natural de
Anaplasmosis en bovinos en Australia. Es una rickettsia que
infecta los glóbulos rojos del ganado y es transmitida por
garrapatas, así como mecánicamente por algunos artrópodos
que se alimentan de sangre (Tabano, Stomoxys,mosquitos) o
por transmisión mecánica de sangre infectada de animal a
animal y de vaca a fetoen el útero (Kocan et al., 2003). Aunque
como consecuencia, la anaplasmosis puede ocurrir en partes
del mundo donde las garrapatas del ganado (R.microplus)no,
en Australia, la anaplasmosis solo se observa en el
Rhipicephalus-áreas infestadas. Debido a que la transmisión
transovárica no ocurre enA. marginal,transmisión por
Ripicéfalogarrapatas se limita a los machos porque las
hembras no se mueven de un animal a otro después de que
comienza la alimentación (Kocan et al., 2003). La enfermedad
es causada por la replicación del organismo en los glóbulos
rojos, que luego son fagocitados por las células
reticuloendoteliales (principalmente en el bazo). Esto da como
resultado anemia e ictericia de leves a graves sin la aparición
de hemoglobina en la orina. Los animales severamente
afectados morirán y las infecciones crónicas o recurrentes son
comunes (Potgieter y Stoltsz, 1994; Kocan et al., 2003).
La prevención de la infección en Australia es mediante
la vacunación con el organismo menos virulento y no
transmisible por garrapatas.A. central,disponible
combinado conBabesia organismos del Tick Fever Centre,
del Departamento de Industrias Primarias y Pesca,
Queensland. La vacunación puede ser menos eficaz para
controlar la enfermedad en países donde existen cepas del
organismo más virulentas y antigénicamente diferentes (
Turton et al., 1999).
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4.2. Susceptibilidad del ganado B. indicus y B. taurus a
la anaplasmosis
Se han realizado varios estudios para determinar la
susceptibilidad a la infección porA. marginaledeB. índice
ganado y sus cruces.B. índiceSe ha demostrado que el
ganado es susceptible a la anaplasmosis porWilson y
Trueman (1978)yWilson (1979). En experimentos que
utilizan inoculación intravenosa,B. índicemestizo y
B. tauroel ganado era igualmente susceptible a todos
los efectos deA. marginal (Wilson et al., 1980a,b; Otim
et al., 1980).
Sólo se observaron ligeras diferencias en respuesta aA.
marginaleinfección en puroB. índice (Brahman) y puroB.
tauro (Shorthorn) ganado (Parker et al., 1985).
Descubrieron que la rickettsemia era ligeramente mayor y
la depresión PCV ligeramente mayor en jóvenesB. tauro
novillas que lasB. índice,pero que los signos clínicos no
difirieron entre las razas. Concluyeron que ''. . Las severas
reacciones observadas en ambas razas sugieren que, en
una situación de campo, los brahmanes puros pueden no
tener una clara ventaja sobre las razas europeas”.
El estudio deBok et al. (1997a)en el que cuatro grupos
de 10 bovinos (100%B. índice,50%B. índice,25%B. índicey
100%B. tauro)fueron infectados con aislados virulentos de
B. bovis, B. bigéminayA. marginale indicó que todos los
genotipos de ganado eran susceptibles a la infección porA.
marginale.Cinco de 10 del 100%B. índicenovillos, 7/10 del
50%B. índicenovillos, 8/10 del 25%B. índicenovillos y 10/10
del 100%B. tauro los novillos requerían tratamiento paraA.
marginale.Llegaron a la conclusión de que todas las razas
de ganado corren el riesgo de contraer una enfermedad
grave si se exponen aA. marginale.
En un estudio exhaustivo con 49 perros de pura razaB.
índicey 48B. indicus - B. tauronovillos en pastos con
ganado infestado artificialmente conR.microplusinfectado
con un aislado virulento deA. marginal,no hubo diferencia
significativa entre las razas en la resistencia a la infección (
Bock et al., 1999c). La infección fue evidente en frotis de
sangre en 14 mestizos y 9B. índicenovillos Cinco mestizos y
dosB. índicelos novillos requerían tratamiento. UnaB.
índice novillo murió a pesar del tratamiento. La depresión
media de PCV fue del 40% en mestizos y del 37% enB.
indica- animales infectados. Hubo una variación
considerable en la resistencia aA. marginalede individuos
dentro de ambas razas. Se concluyó queA. marginale
podría causar pérdidas considerables en ambas razas de
ganado.
En Australia, hay pruebas sólidas de que la susceptibilidad a
la infección porA. marginaleno difiere sustancialmente entreB.
índiceyB. tauroganado, siendo ambos altamente susceptibles a
la enfermedad. australiano
5
cepas deA. marginaleparecen tener una virulencia
relativamente baja, como lo demuestra la incidencia de la
enfermedad clínica notificada (vertabla 1). Comparaciones
de cepas australianas con virulencia de las descritas en
África (de Vos, 1992; Turton et al., 1999) y América del Sur (
de Vos, 1992; Guglielmone, 1995) refuerza esta opinión.
5. Efectos económicos de la babesiosis y la
anaplasmosis en bovinos de Queensland
Si bien debería ser posible estimar el costo anual de la fiebre
por garrapatas en las industrias ganaderas de Queensland
mediante la suma de la cantidad estimada gastada en vacunas,
tratamientos, investigaciones veterinarias y muertes, no es posible
predecir con precisión los efectos de la infección por garrapatas.
enfermedades en cualquier productor individual en cualquier año.
Esto se debe a las complejas interacciones entre el clima y el
manejo de las garrapatas y el manejo del ganado, los genotipos del
ganado y las poblaciones de garrapatas. Las pérdidas que se
pueden atribuir directamente a las enfermedades transmitidas por
garrapatas incluyen la mortalidad, los efectos en la producción de
los casos crónicos, el costo del diagnóstico y tratamiento
veterinario, el costo de las vacunas, el costo del control de las
garrapatas y los costos derivados de las restricciones al
movimiento de ganado. Las tasas de mortalidad no se conocen en
áreas de pastoreo extensivo de Australia, peroSacket y Holmes
(2006) estimó recientemente que el costo anual de las
enfermedades transmitidas por garrapatas en Australia es de $26
millones. Debido a la complejidad de la relación vector-huésped-
parásito de la enfermedad, la experiencia personal de los autores,
respaldada por información de diagnósticos de laboratorio,
muestra que en áreas endémicas puede no haber enfermedad
durante muchos años, pero el cambio climático o la introducción de
ingenuos animales o genotipos susceptibles pueden dar lugar a
grandes brotes y grandes pérdidas.
6. Enfoques para el control de las garrapatas del ganado en
B. índiceganado en Queensland
6.1. Epidemiología de la babesiosis y el concepto de
estabilidad endémica
El concepto de estabilidad endémica (o
epizoótica) fue descrito porMahoney y Ross (1972)
, como ''. . .una condición que implica una alta
incidencia de organismos en el ganado, pero rara
vez la presencia de enfermedad clínica”. 9 meses
más o menos de nacimiento, desarrollando
posteriormente inmunidad. Se considera que la
estabilidad endémica está interrumpida cuando
el medio ambiente no favorece la infestación
continua con
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cantidades adecuadas de garrapatas, donde los tratamientos con
acaricidas dan como resultado la supresión de la cantidad de
garrapatas por debajo de un nivel compatible con la exposición de
los terneros, o donde el ganado inmune se reemplaza con animales
adultos ingenuos. ParaB. tauroganado,Mahoney y Ross (1972)
predijo que el riesgo máximo de un brote ocurría en circunstancias
en las que la mayor proporción de ganado se infectaba por primera
vez después de los 9 meses de edad (entre el 88 y el 25 % del
ganado en un grupo). Cuando las tasas de inoculación son muy
bajas, también se espera que la enfermedad sea rara porque la
frecuencia de infección es muy baja. Cuando las tasas de
inoculación son muy altas, también se espera que la enfermedad
sea rara porque la mayoría de los terneros están expuestos al
organismo cuando no son susceptibles a la enfermedad. Sin
embargo, a pesar de sus defensores, no hay ejemplos
documentados de estabilidad endémica sostenida en relación con
la babesiosis en el contexto australiano, solo ejemplos en los que
no se ha logrado (por ejemploSwai et al., 2007; Sserugga et al.,
2003). Consideramos que un enfoque más apropiado es pensar en
términos de inmunidad de la población y gestión del riesgo de
enfermedad.
El genotipo del huésped también podría ser un factor
importante en la probabilidad de que surja una situación
endémicamente estable.Guglielmone (1995)mostró que el
porcentaje de ingurgitaciónR.microplusmujeres en América del
Sur y Central que estaban infectadas conBabesiaspp. varió de 0
a 5% enB. índicerebaños en comparación con el 18-40% enB.
taurorebaños en pastos idénticos. Sin embargo, en contraste
con estos resultados,Martins et al. (1994)observaron
proporciones similares deB. índiceyB. tauroanimales que se
seroconvierten aB. bovisen Brasil.
6.2. Anaplasmosis epidemiología y estabilidad
endémica
El aumento generacional de la población de garrapatas,
junto con la proporción de ganado parasitémico son los
factores variables importantes en la epidemiología de la
babesiosis. Sin embargo, la epidemiología de la anaplasmosis
no se comprende tan bien y parece ser menos predecible
debido a la existencia de otros vectores. En grandes áreas de
Argentina, la anaplasmosis siguió siendo un problema después
de que se erradicó la garrapata del ganado (Guglielmone, 1995
). Existe una falta similar de evidencia de la existencia en
rebaños comerciales de ganado de un estado de estabilidad
endémica en relación con la anaplasmosis y la babesiosis.
6.3. Efecto de las estrategias de control de garrapatas en la
epidemiología de la fiebre por garrapatas
B. bovisla tasa de inoculación parece ser inconsistente
afectados por los regímenes de control de garrapatas. En un ensayo de 5 años por
Mahoney et al. (1981), se establecieron cuatro rebaños
experimentales de reproducción en un área infestada de
garrapatas en el sureste de Queensland y se sometieron a
diferentes regímenes de control de garrapatas. El ganado se movió
entre varios potreros con diferente idoneidad para la infestación de
garrapatas. Tres de los grupos de 15 bovinos reproductores
utilizados en la prueba eran Shorthorns y el cuarto grupo constaba
de 15 Droughtmasters (5/8 Brahman). Uno de los grupos de
Shorthorn fue tratado con un acaricida organofosforado cada vez
que el recuento medio de garrapatas del grupo excedía las 20
garrapatas estándar por lado. El grupo Droughtmaster no recibió
tratamiento en ningún momento y los recuentos de garrapatas
fueron generalmente bajos, solo excedieron las 100 por lado en
una ocasión en 5 años, en su mayoría entre 0 y 25 garrapatas por
lado. Uno de los grupos Shorthorn fue tratado seis veces con
acaricida en intervalos de 3 semanas, y el grupo final fue tratado
tres veces con acaricida a intervalos de 3 semanas, comenzando los
tratamientos en ambos grupos en enero. Los dos grupos de
ganado Shorthorn que fueron sumergidos estratégicamente
también fueron sujetos a deletreo de pasto para controlar las
garrapatas. Hubo una amplia variación en la tasa de inoculación y
la proporción de terneros que estuvieron expuestos antes de los 9
meses de edad, entre potreros, entre años y entre temporadas. en
el grupo deB. tauroel ganado que solo se sumergió cuando el
número de garrapatas superó un umbral entre el 80 y el 91% de los
terneros de 9 meses se infectó y seroconvirtió. Las tasas de
infestación por garrapatas en el ganado Droughtmaster fueron
más bajas y se asociaron con bajas proporciones de animales de 9
meses infectados (0-87%). Grupos estratégicamente tratados deB.
tauroel ganado también tuvo bajas proporciones de terneros
infectados (entre 10 y 55%). Los autores concluyeron que la
estabilidad endémica (definida en términos de la proporción de
animales jóvenes que se seroconvierten) aB. bovissolo se logró en
el grupo Shorthorn que tuvo un control mínimo de garrapatas.
Cabe señalar que la proporción de garrapatas infectadas en los
rebaños estratégicamente sumergidos y Droughtmaster disminuyó
durante los 5 años, por lo que aumentó la cantidad de garrapatas
necesarias para inducir una situación endémicamente estable
(nuevamente definida en términos de la proporción de animales
jóvenes expuestos y seroconvertidos). a cerca de 80 garrapatas por
día desde una estimación original de 35 a 40 garrapatas por día (
Mahoney, 1980). Esto parece ser una carga de garrapatas
antieconómica y comprometería el aumento de peso y la
productividad (consulte la Sección6.4).Johnston et al. (1981)mostró
que la inmersión regular redujo la proporción deB. indica- cruce de
ganado infectado conB. bovispero Sserugga et al. (2003)no mostró
un efecto del régimen de control de garrapatas sobre la
probabilidad de estabilidad endémica (según lo definido por la
seroconversión en animales jóvenes) paraB. bovis oB. bigéminaen
B. tauroganado lechero en Queensland.
 NN Jonsson et al. / Parasitología Veterinaria 155 (2008) 1–9
Estos resultados muy diversos destacan que el impacto de la
aplicación de acaricidas al ganado en la epidemiología de las
enfermedades transmitidas por garrapatas depende de
interacciones complejas entre el medio ambiente, el sistema de
gestión y el genotipo animal.
Existe evidencia de que la intensidad del control de
garrapatas debe ser muy alta para reducir la tasa de
inoculación deA. marginaleen los trópicos húmedos y secos de
Queensland. Paull et al. (1980)demostró que entre el 46 y el
91% de los terneros se infectaron conA. marginale incluso
cuandoR.microplusfue bien controlado por la rotación de
pastos y la inmersión. Un estudio mexicano mostró que, en
algunas circunstancias, sumergirse con mayor frecuencia
protegía contra la anaplasmosis (Rodríguez Vivas et al., 2004).
Los resultados también fueron equívocos en el estudio
realizado porSserugga et al. (2003), en el que no se asociaron
prácticas de manejo específicas con la probabilidad de
estabilidad endémica paraA. marginal,además de la decisión
del agricultor de tolerar algunas garrapatas en el ganado.
6.4. Necesidad de aplicación de acaricida al ganado B.
indicus y sus cruces en el norte de Australia
Un análisis previo de la literatura ha demostrado que el efecto
de las garrapatas enB. índiceganado y sus cruces es de 1,2 g/
garrapata congestionada, que es similar a su efecto sobre
B. taurobovino de 1,4 g/garrapata ingurgitadora (Jonson, 2006
). Esto significa que el rendimiento económico del tratamiento
deB. índiceel ganado sería similar al del tratamientoB. tauro
ganado con la misma carga de garrapatas. El número de
umbral económico de garrapatas varía según el precio de la
carne de res y el costo y el período de efectividad de cada
aplicación de acaricida.Sutherst et al. (1983)proporcionó un
modelo simple para estimar el número de puntos de equilibrio
dados los precios de la carne y los costos de los acaricidas
específicos, que se actualizó para abarcar los rangos de precios
más comunes en los últimos años (Jonson, 2006). Según este
modelo, si la carne de res se valora en $1.75 kg-1El peso vivo y
el acaricida cuestan $ 4,50 por aplicación, entonces la
aplicación de acaricida solo sería rentable si hubiera más de
100 garrapatas hinchadas todos los días (equivalente a un
recuento lateral estándar de 50 garrapatas de 4,5 a 8 mm). Sin
embargo, el concepto de un umbral económico no es sencillo
en el control de garrapatas debido al efecto de las medidas de
control actuales sobre los niveles de infestación futuros.
También es difícil de aplicar a productos como las vacunas
contra garrapatas que tienen efectos sustanciales en el
tamaño de la población sin causar una mortalidad directa del
100% en garrapatas en el ganado.
Dados los efectos impredecibles del tratamiento con acaricidas en
las tasas de inoculación de enfermedades transmitidas por garrapatas
7
organismos, es imposible hacer recomendaciones basadas en evidencia
con respecto al uso de acaricidas específicamente para el control de
enfermedades transmitidas por garrapatas. No hay evidencia de que la
manipulación del tamaño de la población de garrapatas con acaricidas
se pueda usar de manera efectiva para reducir el riesgo de
enfermedades transmitidas por garrapatas (excepto cuando el agente
causante de la enfermedad o la garrapata vector se erradique de forma
permanente). La única recomendación general que se puede hacer con
respecto a la necesidad o no de acaricidas es tratar al ganado cuando
esté justificado para mitigar los efectos de las garrapatas en el
crecimiento y la producción o cuando los niveles de infestación de
garrapatas se consideren inaceptables por motivos de bienestar.
7. Conclusiones
B. índiceel ganado y sus cruces son más resistentes
a los efectos de la infección porB. bovisyB. bigémina que sonB.
tauroganado. La resistencia no es completa, sin embargo, y
manadas deB. indica-el ganado cruzado tiene un bajo riesgo de
babesiosis en ambientes donde la exposición aB. bovises ligero en
la mayoría de los años pero ocasionalmente alto. La susceptibilidad
deB. índicebovinos y sus cruces a la infección porA. marginalees
similar a la deB. tauro ganado. EnB. índiceganado y sus cruces la
tasa de inoculación deBabesiayAnaplasmaspp. se reduce porque es
probable que se adhieran menos garrapatas por día y porque una
menor proporción de garrapatas que se alimentan de ganado
infectado se infectarán a su vez (debido a una menor parasitemia).
Como consecuencia, manadas deB. índice es menos probable que
el ganado tenga altos niveles de inmunidad poblacional a la
babesiosis o la anaplasmosis queB. tauro rebaños en lugares
similares. Los efectos de la aplicación de acaricidas sobre la
probabilidad de fiebre por garrapatas son impredecibles y
dependen de las tasas de inoculación existentes en el momento de
la introducción del acaricida o de la intensificación de las
aplicaciones de acaricidas. Los tratamientos con acaricidas son
justificables para los rebaños deB. índicey
B. indica-cruzar ganado en el norte de Australia siempre que el
número de garrapatas en el ganado exceda un umbral económico
previsto o cuando la garrapata comprometa el bienestar. Los
productores de ganado intentan utilizar la aplicación de acaricidas
para reducir el riesgo de brotes de fiebre por garrapatas, ya sea
mediante tratamientos de supresión para minimizar las
infestaciones de garrapatas o permitiendo que las garrapatas
persistan en el ganado con la esperanza de que permita el
desarrollo de una "estabilidad endémica". . Sin embargo,
simplemente no hay evidencia de que ninguno de los enfoques sea
efectivo. vacunación deB. índiceel ganado y sus cruces es
aconsejable en todas las zonas donde existan garrapatas, aunque
la vacunación contraB. bigéminaprobablemente no es esencial en
puroB. índice animales
8 NN Jonsson et al. / Parasitología Veterinaria 155 (2008) 1–9
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