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En el caso de los búfalos domesticados, la dieta dependerá de si será empleado para extraer leche
o para el consumo de su carne. Por lo general se les deja pastar en grandes áreas de terreno, sobre
todo en vegas de rio, en este caso las plantas son de escaso valor nutritivo.
Para animales de alta selección genética se les ofrece dietas de alto valor nutricional, consumen
forrajes secos, preparados minerales, ensilajes y cereales.
Se recomienda que el consumo de alimentos secos sea del 2,61% del peso corporal. Se
recomienda que el porcentaje de proteína sea del 13% de la dieta. Se suplanta con tortas de soya.
La fibra debe representar hasta el 52% de la dieta como pasto viejo o lignificado.
Cereales y forrajes deben representar el 32% al 25% de los carbohidratos de la dieta. Deben de
contener elevados niveles de almidones como pastos frescos y el ensilaje de maíz.
La dieta debe de ser mucho más cuidadosa en el caso de leches de alta calidad o empleada para
preparar quesos de alta calidad. Dependiendo de la alimentación de la búfala, la calidad y la
cantidad de la leche se verá afectada.
El búfalo, a pesar de ser más resistente a las enfermedades que el vacuno, no deja de ser
susceptible a éstas, por lo que el plan de vacunación se hace bajo los mismos esquemas que el
vacuno, dependiendo de las enfermedades presentes en cada zona.
Hay que hacer énfasis en que debido a sus hábitos acuáticos el búfalo es más susceptible en
edades tempranas a los endoparásitos
Contar con una raza bufalina en un predio es sinónimo de rusticidad. Sin embargo, es necesario
prestarle atención a algunos parámetros que optimizarán la economía y productividad de la
explotación de este ganado.
“El búfalo, por ser una raza ganadera, debe tener todas las normas sanitarias exigidas por el
Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, para estas especies. Es decir, deben contar con el mismo
plan de vacunación”
“Como la respuesta inmune del búfalo a ciertas enfermedades es diferente a las del vacuno, es
elemental que las bufaleras sean asistidas por médicos veterinarios expertos en esta raza para así
evitar problemas futuros”, continuó Alba Lucía Suárez.
Enfermedades bacterianas
Tuberculosis
En Uganda se observan casos de tuberculosis en el Parque Nacional Queen Elizabeth desde finales
de la década de 1960, también acaba de confirmarse la presencia de la enfermedad en búfalos del
Parque Nacional del Valle del Kadepo (Anónimo 3a, 2000).
El búfalo de agua a pesar de algunas consideraciones contrarias, es susceptible a las cepas bovinas
de Mycobacterium bovis. Se pensaba que los búfalos eran más resistentes a la enfermedad y esta
creencia todavía es fuerte entre algunos oficiales de sanidad animal mundiales. Se ha informado la
incidencia de TB respectivamente 1.93% y 6.39% en el ganado y búfalos en la misma granja
organizada en India en base a la reacción positiva al test de tuberculina. Una incidencia muy alta
de 18% y 25% en Ahmedabad (India occidental) y Lahore (Pakistan), respectivamente se observó
en búfalos. La incidencia de ganado en los mismos lugares era 13% y 17%.
En las granjas del búfalos en Punjab, India, se observaron 2% reactores a las pruebas de
tuberculina en 2201 búfalos. En otra manada de 328 búfalos, 15 eran los reactores positivos a la
comprobación de la tuberculina bovina. De los 14 reactores a la tuberculina bovina ninguno
reaccionó a tuberculina aviar (Anónimo 1, 1984).
Brucelosis
La Brucelosis sigue siendo endémica en varias poblaciones de animales salvajes de África y las
principales especies afectadas son los búfalos, los hipopótamos y los antílopes acuáticos,
(Anónimo 3a, 2000). .
Resulta una de las zoonosis más difundidas transmitida por diversos animales (ganado bovino,
ovino, caprino y porcino, camellos y búfalos) mediante contacto directo con la sangre, la placenta,
fetos o secreciones uterinas o por el consumo de productos de origen animal infectados y crudos
(especialmente leche y productos lácteos). En general, la Brucelosis tiene grandes repercusiones
mundiales en la salud de los seres humanos y la cría de animales. En la mayoría de los países, es
una enfermedad notificable y las medidas de control se basan en la prevención de los factores de
riesgo. La vigilancia es un elemento clave para el manejo de los programas de prevención y control
bajo ciertas circunstancias la fauna silvestre puede actuar como el reservorio, por ejemplo que los
chacales pueden recoger los organismos si ellos abortaron los fetos y se alimentaron de las
placentas (Anónimo 3, 2000).
En el Parque nacional Kruger se comprobó 15% de positividad en una población de búfalos, en una
parte de la manada era nulo o tan alto como 85%.
Los estudios sobre la existencia de la Brucelosis en animales salvajes en Africa Oriental se basan en
el problema de hasta que punto dichos animales pueden
constituir un reservorio y servir de mediadores de esta epidemia para los animales domésticos y el
hombre ( Roth,2004).
Leptospirosis
Es una enfermedad compleja causada por las varias cepas de Leptospira. Los Búfalos también
pueden ser portadores del organismo (Rodríguez et al., 2000). La ictericia Leptospiral se informó
en las Madrás, India, los animales infectados tenían la temperatura alta (103-105) y con 2-3 días
de duración. En los casos severos el ataque era súbito y asociado con anorexia, disnea, depresión y
marcada caída en el
rendimiento de leche. Los animales pasaron de orina amarillenta a roja, el íctero se presentó solo
en algunos casos también la leche teñida amarilla fue observada. Los casos menos severos son
raramente fatales y la recuperación tiene lugar en 6-8 días. Es una zoonosis seria especialmente en
los países tropicales, en áreas dónde los búfalos y humanos se bañan en la misma agua
contaminada. Los programas de la vacunación pueden ayudar a controlar esta enfermedad sin
embargo; como el curso es generalmente apacible ellos raramente son una prioridad (Anónimo
1,1984).
Los búfalos parecen ser menos susceptibles que el ganado. Aparece una subida brusca de la
temperatura, son primero afectados los músculos pesados especialmente en las piernas y el
animal se pone cojo, aparece edema con gas. La enfermedad responde al tratamiento antibiótico
pero la mortalidad puede ser muy alta (95-100%) si la ayuda clínica se tarda (OIE, 2006).
El Carbunco es una zoonosis difundida, transmitida por animales domésticos (ganado bovino,
ovino y caprino, búfalos, cerdos y otros) a los seres humanos por contacto directo o a través de
productos de origen animal. El Carbunco humano es un grave problema en varios países y puede
causar brotes explosivos, especialmente en la forma intestinal.
Pleuropneumonia contagiosa
La enfermedad es de poca importancia en el búfalo, sin embargo, desde que las exportaciones del
búfalo internacionales están poniéndose más comunes y desde que los búfalos pueden transmitir
la infección al ganado, la enfermedad es considerada. Es aconsejable vacunar los animales para la
exportación. Algunos Búfalos de la parte norte de Australia se infectaron con bacterias de
pleuroneumonia bovinas y exhibieron fiebre ligera. Ningún caso natural se ha informado en el
búfalo (Anónimo 1, 1984)
Ántrax
El agente causal es el Bacilo antraxi y el ganado es generalmente más susceptible que el búfalo, la
enfermedad ocurre esporádicamente. Es una enfermedad febril con temperaturas altas e
hinchazón de cuello, el tórax. Se ha demostrado que las moscas hematófagas son capaces de la
transmisión. Puede transmitirse a los humanos a través de sangre, la carne, etc. La aplicación de
vacuna del ántrax ante el riesgo puede ser útil.
Mastitis
En Nueva Zelanda la mastitis del búfalo es un problema como en las vacas de lechería, pero en
menor grado. Es probable que aumente, cuando la producción de leche de búfalo se incremente.
Las bacterias que causan la mastitis en el búfalo son similares a las del ganado. El tratamiento y
programas del control usados para el ganado son igualmente eficaces para el búfalo (Anónimo
1,1984).
Nefritis
La nefritis, hidronefrosis y calcificación renal no son raras en el búfalo. Se han informado varios
tipos de nefritis. Aproximadamente en los sacrificios de búfalos en Rumania 2.3% mostraron, 15%
hidronefrosis y 13% nefritis . Se han informado muertes causadas por nefritis en
aproximadamente 3% de búfalos indio (Anónimo 1,1984).
Actinobacilosis
Vibriosis
Son escasas las investigaciones publicadas sobre campylobacteriosis en la especie bufalina a nivel
mundial, encontrándose trabajos aislados entre los cuales pueden citarse el de Mohan, (1954)
quien estudió por primera vez en la India la infección por Vibrio fetus presente en 7 búfalas,
mediante el examen del moco vaginal. La mayor parte de ellas no concibió después de dos o más
servicios y solamente en una búfala se produjo una marcada aglutinación.
Enfermedades vírales
Fiebre aftosa
Es endémica en Asia, Africa, algunas partes de Europa y Sudamérica, Norte y Centro de América, el
Caribe, Australia, Nueva Zelandia y muchas islas de Oceanía son libres de FMD. Gran Bretaña y
muchos otros países del Oeste Europeo, Dinamarca, Noruega y Suecia fueron libres por mucho
tiempo. No ha ocurrido en Japón por muchas décadas (Thompson, 1994).
Una enfermedad aguda, altamente contagiosa, una infección viral de los animales domésticos y
salvajes de pezuña hendida con alta morbilidad y mortalidad en los animales jóvenes (Merck,
1991).
Se caracteriza por una morbilidad alta, pero una mortalidad baja. La señal clínica más importante
son vesículas y lesiones en la mucosa de la boca y los espacios interdigitales y aunque los animales
generalmente no mueren, hay una gran pérdida en la producción. Existen 7 tipos de virus con la
siguiente distribución geográfica.
Los tipos A, O y C son prevalecientes en Sur América, Europa, Africa, Medio y Este Lejano y los
Balkanes. Los tipos Sat 1, 2 y 3, se restringen a Africa Subsahariana.
La susceptibilidad de los búfalos ha sido inconstante en los diferentes países y con presentación de
cepas diferentes del virus. Se han informado formas severas de la enfermedad en el búfalo de
Pantano indígena de India, Egipto y Rumania (Mohan, 1954). Un informe del virus tipo 1 mostró
una incidencia superior (60.8%) que en el ganado Cebú (43.3%) los síntomas clínicos eran más
severos en el búfalos que en el ganado. En Nepal la enfermedad clínica principalmente en búfalos
provocó severa disminución en la producción de leche, incluso aquéllos en contacto con ganado
exhibiría las lesiones clásicas (Anónimo1,1984).
Rabia
Causada por la mordedura de perros, chacales etc. Esta enfermedad puede ser muy seria en un
búfalo adulto, debido a su naturaleza dócil usual, sin embargo la agresión puede volverse un
problema serio (Anónimo 8,2005).
Treinta y cuatro muestras del cerebro sospechosas de Rabia de varias especies incluyendo a
humanos, perros, gatos, mangostas, chacales y búfalos se colectaron entre 1995-1996 en Sri
Lanka. El ARN se extrajo directamente de las suspensiones de cerebro mediante la reacción en
cadena (RT-PCR), se encontraron veintiocho muestras positivas para el virus y el gen de N por RT-
PCR, también para los antígenos del virus por anticuerpos fluorescentes. El virus rábico que se
aisló de diferentes especies se determinó que era genéticamente homogéneo. Estos resultados
sugieren que el virus de la rabia está circulando entre humanos, perros gatos, mangostas, chacales
y búfalos de agua que viven cerca de la Colombo City y en otras cinco regiones remotas en Sri
Lanka (Takahashi et al, 2000).
La diarrea viral Contagiosa en el ganado y búfalos se caracteriza por fiebre alta y diarrea, la
morbosidad y mortalidad pueden ser del 25 al 100%. En muchos casos el síntoma clásico de
"disparar" la diarrea no se encuentra. En el examen, se ven lesiones en mucosa y/o úlceras en los
labios, encías y lengua, anorexia, rendimiento de leche disminuido y la piel áspera debido a la
fiebre alta. Lagrimeo profuso y descarga nasal pueden ocurrir en la fase inicial, posteriormente
esta se vuelve purulenta y espesa. En muchos países las variaciones significativas en la
susceptibilidad de ganado y búfalos han sido debatidas. Ha sido una enfermedad muy seria de
bovinos en la India y Nepal y los programas de vacunación de masa han sido aplicados durante
varios años, para controlar la enfermedad, sin embargo los brotes esporádicos no son raros.
Mediante la vacunación de animales jóvenes de aproximadamente 6 meses con una vacuna viva
puede lograrse una inmunidad por vida. En ocasiones pueden observarse formas donde se
manifiestan erupciones cutáneas (Anónimo 8, 2005).
Las manadas ganaderas nómadas son un medio mayor de dispersar la Peste bovina.
Se piensa que la presencia del virus en las poblaciones de la fauna es una razón para el declive en
algunas especies de la fauna en el área endémica africana (Roeder 2002). Nunca se ha establecido
en el América o en Australia, New Zelanda. Sin embargo, la preocupación por la introducción
existe en estas áreas. Las manadas del ganado nacionales de estas áreas están desprotegidas a
RPV y, como resultado, la enfermedad podría infectar las poblaciones enteras rápidamente,
mientras afectando todo las edades de ganado y aniquilando la producción ganadera por
consiguiente (FAO 1996).
La fiebre catarral maligna (FCM) del África, conocida también como "snotsiekte", es una
enfermedad aguda, generalizada, de los bovinos y los búfalos, que se caracteriza por fiebre
elevada, descarga nasal profusa, severa hiperemia, necrosis difusa de las mucosas oral y nasal,
leucopenia, oftalmia, opacidad corneal y linfadenitis. Se reconocen cuatro presentaciones: la sobre
aguda, la intestinal, la de la cabeza y ojos, y la benigna. La forma de presentación más común es la
de "la cabeza y ojos" con baja morbilidad y alta mortalidad (Anónimo 8,2005).
Enfermedades rikettsiales
Cowdriosis
Heartwater causa la enfermedad severa en el ganado, ovejas, cabras, y el búfalo de agua; resulta
benigna en algunos rebaños africanos de ovejas y cabras. El ñu negro (el ñu de Connochaetes) y el
eland se han mostrado susceptibles a HW experimentalmente. El ñu es portador conocido de C.
ruminantium y se cree que juega un papel en el mantenimiento de la enfermedad en la
naturaleza. Heartwater sólo ocurre donde el vector del género Amblyomma se encuentra. Durante
décadas, la enfermedad se ha conocido en la mayoría de los países de Africa sur del Desierto de
Sahara y en la isla de Madagascar, sido considerada una de las enfermedades del ganado más
importante en Africa y sólo ha superado la Tripanosomiasis y la fiebre de Costa de Este. Ocurre en
las numerosas islas caribeñas, probablemente se presentó en las Antillas francesas con un
embarque de ganado de Senegal en el año 1830. Recientes estudios serológicos han demostrado
los anticuerpos en el ganado de 10 islas caribeñas (Antigua, Dominica, Granada, Guadelupe, la
Martinica, Montserrat, el St.,, Kitts, el St., Lucía, el St., Martin, y St. Vincent (Anónimo 6 , 2002).
Anaplasmosis
Enfermedades parasitarias
Ectoparásitos
Aunque susceptible a la mayoría de las enfermedades del ganado, el búfalo de agua parece
resistirse a las garrapatas y a menudo parece ser más resistente a algunas de las plagas de los
trópicos. Varios investigadores informan que cuando se permiten los búfalos revolcarse, su piel
parece detener al insecto y los ectopárasitos y ellos requieren el tratamiento muy reducido por
consiguiente con los insecticidas. Aunque la mosca del afecta los animales, otras plagas como la
mosca del trino, por ejemplo, raramente afectan al búfalo saludable. A pesar de su inclinación por
vivir en los pantanos, enfermedades de los patas como la podredumbre y los abscesos son raros
(Anónimo 2, 1989).
En Australia y el sudeste asiático es la mosca del búfalo (Siphona spp.) el principal ectoparásito. La
pediculosis, causada por los piojos chupadores (Hematopinus tuberculatus), ocurre ampliamente
entre los búfalos, y la sarna sarcóptica (Sarcoptes scabieri var. Bubalus) es una grave enfermedad,
especialmente entre terneros y durante las temporadas de seca cuando las oportunidades para
revolcarse están restringidas (Anónimo 2,1989).
Theileriosis
La enfermedad del corredor es una enfermedad aguda y normalmente fatal del ganado, causada
por los protozoarios Theileria parva y T Laurenci que se transmite por las garrapatas
(Rhipicephalus). Se le llama la enfermedad del corredor debido a que ocurre en la región del
corredor entre los zi de Umfolo y Hluhluwe reservas en KwaZulu Natal. Las larvas del protozoario
se alojan en la oreja, mudarán, se caerán y subirán a un nuevo huésped. La ninfa mudará de nuevo
y el adulto subirá a un nuevo hospedero. El control óptimo de estas garrapatas debe ser en los
meses de verano y el objetivo debe ser impedir a las garrapatas adultas poner huevos, se
recomiendan los baños con una frecuencia semanal. Las señales clínicas en el ganado aparecen
después de un período de incubación de 9-20 días, estas son, aumento en la temperatura,
aumento de los ganglios linfáticos, fiebre, apatía, inflamación de párpados, descarga nasal, diarrea
y emaciación (Anónimo 3,2000).
Se sabe que los búfalos son portadores de Theileria mutans (THEILER, 1960) la Th. Laurencei
(NETZ, 1955), siendo éste último causante de afecciones del corredor en los bóvidos cuándo
comparten el pasto con búfalos (Laranja, 1956; Striokland, 1991).
La infección por Theileria limita el comercio de ganado entre los países y puede producir pérdidas
de la producción y mortalidad alta en los animales susceptibles.
Las dos enfermedades con más impacto económico son la fiebre de la Costa Oriental (infección
con Theileria parva) y la theileriosis tropical (infección con T. annulata). Las infecciones son difíciles
de controlar donde los vectores son abundantes. Varias especies de Theileria pueden infectar los
rumiantes; muchas de ellas causan infecciones asintomáticas. La especie T. la parva infecta al
búfalo africano y al búfalo de agua indio. Las formas sintomáticas son comunes en el ganado y el
búfalo de agua indio. El búfalo es el reservorios para esta infección. La
Vacunación
Los patrones de alimentación adecuados para los búfalos no están claramente definidos y existen
grandes diferencias (hasta de un 40%) en los requerimientos nutricionales prescritos por los
diferentes patrones de alimentación. La mayoría de las normas existentes para búfalos (Sen et al
1978; Kearl, 1982, Pathak y Verma, 1993) se basa en uno o solo unos pocos intentos de
alimentación.
Debido al pequeño y retringuido banco de datos, estas normas no reflejan las necesidades de las
diferentes etapas de la nutrición pero la calidad de los alimentos o la variación de las necesidades
de cada animal en condiciones tropicales.
Para el uso eficiente de los nutrientes de la dieta y también para la máxima explotación del
potencial genético, los nutrientes necesarios por el animal deben estar presentes en cantidades
óptimas y balanceadas. El requerimiento de un determinado nutriente es la cantidad del nutriente
necesario para mantener al animal en un estado saludable donde puedan expresar su potencial
reproductivo de acuerdo con el nivel de producción deseado en condiciones específicas de
ambientales y de alimentación (Paul & Lal, 2010). El presente texto fue escrito con la intención de
abordar algunos aspectos nutricionales del búfalo, exponiendo lo más actual sobre el tema y de
esa forma aclarar las posibles dudas sobre las normas de alimentación para esta especie.
Al igual que los vacunos, el estomago del búfalo comprende el retículo, rumen, omaso y abomaso.
El contenido del retículo-rumen varía entre 40 a 100 kg. dependiendo del tamaño del animal, la
naturaleza de la dieta, la tasa de fermentación y la velocidad de transito de alimento por el rumen
(Ranjhan 1992). Trabajos realizados por Leao et al (1985) comparando el tracto digestivo de
búfalos y vacunos muestran que el complejo rumen-retículo de los búfalos es significativamente
mayor que el de los vacunos (Tabla 1). Esta característica les permitiría una mayor capacidad de
almacenamiento de alimento. De igual manera Sideney y Lyford (1993) reportan que los búfalos
poseen papilas ruminales más desarrolladas, lo que incrementaría ostensiblemente la superficie
de absorción de los productos de fermentación.
Búfalo
Nellore
1/2 HZ
3/4 HZ
5/8 H Z
Holstein
Intestino delgado, m
26.5c
33.7b
37.9ab
37.8ab
39.4ab
39.5ab
Rumen-retículo, kg
7.38a
4.96b
5.17b
5.09b
5.10b
5.72b
Omaso-abomaso, kg
3.56a
2.74b
2.94b
2.78b
2.68b
2.91ab
Intestino grueso, kg
2.84a
3.2ª
3.4a
3.05a
2.75a
3.41a
Un proceso importante para el mantenimiento del ecosistema ruminal es la rumia, fenómeno que
envuelve la regurgitación del alimento del retículo-rumen, remasticación, insalivación y mezclado
del bolo (Ruckebush 1993). Diferentes estudios han demostrado menor tiempo de rumia en
búfalos (425 min./día), cuando son comparados con los vacunos (635 min./día) consumiendo
dietas ricas en fibra (Kennedy et al 1992a). Estas diferencias han sido atribuidas a la mayor fuerza
de contracción en el rumen, a la baja tasa de contracciones secundarias y menor velocidad de
transito del alimento por el rumen que presentan los búfalos (Bartocci et al 1997; Bhattacharya y
Mullick 1965).
Entre los factores que determinan la tasa de pasaje del alimento por el tracto digestivo de los
rumiantes se pueden mencionar, la especie animal, calidad y tipo de dieta, gravedad específica y
tamaño de las partículas, la concentración de fibra en detergente neutro (FDN) y la temperatura
ambiental (Bartocci et al 1997; Jung y Allen 1995; Ruckebusch 1993). Comparaciones realizadas
entre búfalos, vacunos y ovejas, han permitido establecer que los búfalos tienen una tasa de
pasaje de sólidos y de líquidos más lenta (Bartocci et al 1997). Sin embargo, se ha observado que
el tiempo medio de retención (TMR) del alimento en el tracto gastrointestinal es menor en el
búfalo. Varios autores sugieren que el TMR menor que presentan, se debe principalmente a una
masticación más eficiente y una mayor degradación de la fracción fibrosa en el rumen (Puppo y
Grandoni 1993; Jalaludin et al 1992; Singh et al 1992). En la tabla 2 se pueden observar los
parámetros relativos a la tasa de paso de sólidos en búfalos, vacunos y ovejas..
Búfalo
Vacuno
Oveja
k1 (%/h)1
2.46b
2.99a
2.84ab
k2 (%/h)2
11.37a
10.02b
10.76ab
TMR (h)3
57.73b
64.55a
58.42b