Está en la página 1de 21

Alimentación de los búfalos

La alimentación de los búfalos dependerá de su hábitat. Suelen consumir hierbas y gramíneas de


los pastizales donde habitan.

En el caso de los búfalos domesticados, la dieta dependerá de si será empleado para extraer leche
o para el consumo de su carne. Por lo general se les deja pastar en grandes áreas de terreno, sobre
todo en vegas de rio, en este caso las plantas son de escaso valor nutritivo.

Para animales de alta selección genética se les ofrece dietas de alto valor nutricional, consumen
forrajes secos, preparados minerales, ensilajes y cereales.

Se recomienda que el consumo de alimentos secos sea del 2,61% del peso corporal. Se
recomienda que el porcentaje de proteína sea del 13% de la dieta. Se suplanta con tortas de soya.

La fibra debe representar hasta el 52% de la dieta como pasto viejo o lignificado.

Cereales y forrajes deben representar el 32% al 25% de los carbohidratos de la dieta. Deben de
contener elevados niveles de almidones como pastos frescos y el ensilaje de maíz.

La dieta debe de ser mucho más cuidadosa en el caso de leches de alta calidad o empleada para
preparar quesos de alta calidad. Dependiendo de la alimentación de la búfala, la calidad y la
cantidad de la leche se verá afectada.

El búfalo, a pesar de ser más resistente a las enfermedades que el vacuno, no deja de ser
susceptible a éstas, por lo que el plan de vacunación se hace bajo los mismos esquemas que el
vacuno, dependiendo de las enfermedades presentes en cada zona.

Hay que hacer énfasis en que debido a sus hábitos acuáticos el búfalo es más susceptible en
edades tempranas a los endoparásitos

Contar con una raza bufalina en un predio es sinónimo de rusticidad. Sin embargo, es necesario
prestarle atención a algunos parámetros que optimizarán la economía y productividad de la
explotación de este ganado.

“El búfalo, por ser una raza ganadera, debe tener todas las normas sanitarias exigidas por el
Instituto Colombiano Agropecuario, ICA, para estas especies. Es decir, deben contar con el mismo
plan de vacunación”

Asimismo, la directora ejecutiva de Asobúfalos aseguró que es necesario desparasitar a los


semovientes desde becerros para así blindar el hato de posibles enfermedades. (Lea: 5 ventajas de
criar búfalos en Colombia)

“Como la respuesta inmune del búfalo a ciertas enfermedades es diferente a las del vacuno, es
elemental que las bufaleras sean asistidas por médicos veterinarios expertos en esta raza para así
evitar problemas futuros”, continuó Alba Lucía Suárez.

Bernardo Antonio Lujan Rojas, médico veterinario y zootecnista de la Universidad de Antioquia y


experto en la raza bufalina, informó que cada predio debería realizar un plan sanitario único, pues
no todas las explotaciones son iguales. (Lea: Búfalos, una ventaja productiva para Colombia)
“Hablar de un plan sanitario general es difícil, porque es utópico pensar que en todas las fincas
bufaleras se puedan instaurar un mismo paso a seguir. Por eso es necesario realizar una visita
técnica para conocer la zona del predio y las situaciones para definir cómo actuar y los periodos
para hacerlos”, apuntó Lujan Rojas.

En resumen, es indispensable que el productor bufalino cuente en su predio con sitios de


hidratación para los animales, conozca qué vacunas necesita la raza y analice su hato junto con un
médico veterinario conocedor de la especie.

Enfermedades bacterianas

Tuberculosis

La tuberculosis bovina, afecta a numerosas poblaciones de animales salvajes en varios continentes


y sigue suscitando gran inquietud, tanto sus posibles efectos en las poblaciones de animales
salvajes como las consecuencias de la presencia de reservorios selváticos de la infección en la
situación sanitaria del ganado y la salud de las personas en los países que aplican programas de
erradicación de la enfermedad (Anónimo 3a, 2000).

La tuberculosis (TB) en el búfalo es causada por el Mycobacterium bovis, que también es


responsable para la tuberculosis en el ganado (Kriek, 1996).

Representa un problema particularmente grave en el Parque Nacional Kruger y en el Parque


Hluhluwe/Umfolosi de Sudáfrica, donde se señaló una extensión geográfica de la enfermedad en
los búfalos y su propagación accidental a otras especies animales que viven en estos parques,
entre ellas los grandes cudúes, zambos, leones, onzas y leopardos. En Canadá, la tuberculosis
bovina es endémica en una subpoblación de bisontes y acaba de ser señalada también en un
ciervo de Canadá.

En Uganda se observan casos de tuberculosis en el Parque Nacional Queen Elizabeth desde finales
de la década de 1960, también acaba de confirmarse la presencia de la enfermedad en búfalos del
Parque Nacional del Valle del Kadepo (Anónimo 3a, 2000).

El búfalo de agua a pesar de algunas consideraciones contrarias, es susceptible a las cepas bovinas
de Mycobacterium bovis. Se pensaba que los búfalos eran más resistentes a la enfermedad y esta
creencia todavía es fuerte entre algunos oficiales de sanidad animal mundiales. Se ha informado la
incidencia de TB respectivamente 1.93% y 6.39% en el ganado y búfalos en la misma granja
organizada en India en base a la reacción positiva al test de tuberculina. Una incidencia muy alta
de 18% y 25% en Ahmedabad (India occidental) y Lahore (Pakistan), respectivamente se observó
en búfalos. La incidencia de ganado en los mismos lugares era 13% y 17%.

En las granjas del búfalos en Punjab, India, se observaron 2% reactores a las pruebas de
tuberculina en 2201 búfalos. En otra manada de 328 búfalos, 15 eran los reactores positivos a la
comprobación de la tuberculina bovina. De los 14 reactores a la tuberculina bovina ninguno
reaccionó a tuberculina aviar (Anónimo 1, 1984).
Brucelosis

La Brucelosis sigue siendo endémica en varias poblaciones de animales salvajes de África y las
principales especies afectadas son los búfalos, los hipopótamos y los antílopes acuáticos,
(Anónimo 3a, 2000). .

Resulta una de las zoonosis más difundidas transmitida por diversos animales (ganado bovino,
ovino, caprino y porcino, camellos y búfalos) mediante contacto directo con la sangre, la placenta,
fetos o secreciones uterinas o por el consumo de productos de origen animal infectados y crudos
(especialmente leche y productos lácteos). En general, la Brucelosis tiene grandes repercusiones
mundiales en la salud de los seres humanos y la cría de animales. En la mayoría de los países, es
una enfermedad notificable y las medidas de control se basan en la prevención de los factores de
riesgo. La vigilancia es un elemento clave para el manejo de los programas de prevención y control
bajo ciertas circunstancias la fauna silvestre puede actuar como el reservorio, por ejemplo que los
chacales pueden recoger los organismos si ellos abortaron los fetos y se alimentaron de las
placentas (Anónimo 3, 2000).

En el Parque nacional Kruger se comprobó 15% de positividad en una población de búfalos, en una
parte de la manada era nulo o tan alto como 85%.

Los estudios sobre la existencia de la Brucelosis en animales salvajes en Africa Oriental se basan en
el problema de hasta que punto dichos animales pueden

constituir un reservorio y servir de mediadores de esta epidemia para los animales domésticos y el
hombre ( Roth,2004).

En el orden anatomopatológico, la orquitis brucelosa descrita aquí en el búfalo puede clasificarse,


según es habitual en el bóvido, en la forma necrosante, de curso agudo, con diminutos focos
necróticos y fusión incipiente (Nieberle et al, 1962).

Leptospirosis

En Cuba, la forma clínica icterohemorrágica provocada por la infección leptospirósica se conocía


muy bien desde la segunda mitad del siglo pasado y los médicos sabían diferenciarla de la fiebre
amarilla.

Recientemente, se ha reportado en diferentes regiones del mundo la existencia de esta


enfermedad. La distribución de los reservorios de infección y de los distintos serovars de
Leptospira es mundial ocurre en zonas urbanas y rurales y tanto en los países en desarrollo como
en los desarrollados, salvo en las regiones polares. Es por ello que se puede observar la evolución
de esta entidad en todos los continentes (Rodriguez et al,2000).
Europa, a pesar de ser un continente que cuenta con gran desarrollo económico, no ha escapado
de la presencia de Leptospirosis. En Italia, Ciceroni et al, 1995 estableció la prevalencia de
infecciones leptospirales en búfalos.

Es una enfermedad compleja causada por las varias cepas de Leptospira. Los Búfalos también
pueden ser portadores del organismo (Rodríguez et al., 2000). La ictericia Leptospiral se informó
en las Madrás, India, los animales infectados tenían la temperatura alta (103-105) y con 2-3 días
de duración. En los casos severos el ataque era súbito y asociado con anorexia, disnea, depresión y
marcada caída en el

rendimiento de leche. Los animales pasaron de orina amarillenta a roja, el íctero se presentó solo
en algunos casos también la leche teñida amarilla fue observada. Los casos menos severos son
raramente fatales y la recuperación tiene lugar en 6-8 días. Es una zoonosis seria especialmente en
los países tropicales, en áreas dónde los búfalos y humanos se bañan en la misma agua
contaminada. Los programas de la vacunación pueden ayudar a controlar esta enfermedad sin
embargo; como el curso es generalmente apacible ellos raramente son una prioridad (Anónimo
1,1984).

Carbunco Sintomático.(CUARTO NEGRO)

Los búfalos parecen ser menos susceptibles que el ganado. Aparece una subida brusca de la
temperatura, son primero afectados los músculos pesados especialmente en las piernas y el
animal se pone cojo, aparece edema con gas. La enfermedad responde al tratamiento antibiótico
pero la mortalidad puede ser muy alta (95-100%) si la ayuda clínica se tarda (OIE, 2006).

El Carbunco es una zoonosis difundida, transmitida por animales domésticos (ganado bovino,
ovino y caprino, búfalos, cerdos y otros) a los seres humanos por contacto directo o a través de
productos de origen animal. El Carbunco humano es un grave problema en varios países y puede
causar brotes explosivos, especialmente en la forma intestinal.

La enfermedad, tiene graves repercusiones en el comercio de productos de origen animal y su


control se basa en la prevención. La vigilancia es importante para los programas de control y para
detectar los brotes. En la mayoría de los países el Carbunco es una enfermedad que se debe
notificar (Anónimo 3, 2000).

En Sudáfrica, durante el invierno de 1998-1999, una importante epizootía de Carbunco


bacteridiano invadió un área de más de 6 000 km2 que comprendía el Parque Nacional Kruger y las
reservas naturales privadas situadas a su alrededor. Se confirmaron más de 160 casos en 15
especies animales, de las cuales un 68 por ciento eran grandes cudúes y búfalos. Al parecer, estas
dos últimas especies son las que se contaminan con mayor facilidad y desempeñan un papel
importante en la propagación de la enfermedad, pues la contaminación de las otras trece especies
es tan solo esporádica (Anónimo 3, 2000).

Septicemia Hemorrágica o Pasteurellosis


Probablemente es la enfermedad más seria del búfalo de agua, es causada por la bacteria
Pasteurella multocida (P. septica). Esta especie es muy susceptible y mueren un gran número
dónde la Pasteurellosis ocurre. El nombre común de la Septicemia Hemorrágica o HS es el
galghotu en la mayoría de las partes de Nepal e India. Los brotes de HS son comunes en búfalos
cuándo no se usan las vacunaciones preventivas. La hinchazón caliente, dura, dolorosa en la región
ventral es la señal más eminentes de HS. La lengua está hinchada y las membranas mucosas están
hiperémicas con respiración laboriosa y dolorosa. Se trata de una enfermedad febril aguda que
causa la mortalidad en los animales más jóvenes. En la fase febril el daño hepático causa
bilirubinemia y disminución del colesterol. Las condiciones cálidas húmedas favorecen la
presentación de la enfermedad y el cuidado veterinario es eficaz y útil pero el tratamiento sólo es
válido en la fase preliminar (Anónimo 1, 1984).

La Pasteurelosis aguda ocurre principalmente en los bovinos y búfalos, ocurriendo en ocasiones


epidemias de ciertas proporciones. Su ocurrencia en centro y Sudamérica no ha sido confirmada.
Resulta la más importante enfermedad del ganado y el búfalo de agua en el Sur y Este de Asia,
Africa y algunos países del Sureste de Europa y el medio Oriente. Sólo un número de 20 000
bacterias que toman tejido subcutáneo, pueden provocar la muerte en en un búfalo susceptible.

La HS es causada por 1 o 2 serotipos de Pasteurella multocida, designadas como B:2 y E:2, el


serotipo E:2 solo se ha reconocido en Africa (Merck, 1991).

Pleuropneumonia contagiosa

La enfermedad es de poca importancia en el búfalo, sin embargo, desde que las exportaciones del
búfalo internacionales están poniéndose más comunes y desde que los búfalos pueden transmitir
la infección al ganado, la enfermedad es considerada. Es aconsejable vacunar los animales para la
exportación. Algunos Búfalos de la parte norte de Australia se infectaron con bacterias de
pleuroneumonia bovinas y exhibieron fiebre ligera. Ningún caso natural se ha informado en el
búfalo (Anónimo 1, 1984)

Ántrax

El agente causal es el Bacilo antraxi y el ganado es generalmente más susceptible que el búfalo, la
enfermedad ocurre esporádicamente. Es una enfermedad febril con temperaturas altas e
hinchazón de cuello, el tórax. Se ha demostrado que las moscas hematófagas son capaces de la
transmisión. Puede transmitirse a los humanos a través de sangre, la carne, etc. La aplicación de
vacuna del ántrax ante el riesgo puede ser útil.

Un estudio fue dirigido a determinar e identificar los factores topográficos y medioambientales


que contribuyeron a la ocurrencia de ántrax en Cagayan y
provincias de Ifugao. Un análisis restrospectivo de informes recogidos de la división de Salud
Animal y región de Tuguegarao, Cagayan de 1980 a 1990 revelaron que había 966 y 135 casos del
ántrax informados en los rumiantes en Cagayan e Ifugao, respectivamente. La proporción de
mortalidad de animales afectado era casi 100%. Se creía que La ocurrencia de la enfermedad en
estas provincias había sido precipitada por los factores medioambientales como la temperatura,
los modelos de tiempo, el pH de la tierra así como por la situación topográfica. La enfermedad
normalmente se observó durante la estación seca con un marcado aumento en el número de
casos en junio en la mayoría de las municipalidades. Los resultados del laboratorio confirmaron la
presencia de Bacilo anthracis en las muestras de tierras y de agua de Cagayan. Fuera de las 1,278
muestras de la tierra y 104 muestras de agua coleccionadas de Cagayan e Ifugao, los análisis
confirmaron la presencia de Ántrax en 13 (1.2%) de tierra y uno (11.2%) de muestras de agua
(Astudillo et al, 1992).

Mastitis

En Nueva Zelanda la mastitis del búfalo es un problema como en las vacas de lechería, pero en
menor grado. Es probable que aumente, cuando la producción de leche de búfalo se incremente.
Las bacterias que causan la mastitis en el búfalo son similares a las del ganado. El tratamiento y
programas del control usados para el ganado son igualmente eficaces para el búfalo (Anónimo
1,1984).

Nefritis

La nefritis, hidronefrosis y calcificación renal no son raras en el búfalo. Se han informado varios
tipos de nefritis. Aproximadamente en los sacrificios de búfalos en Rumania 2.3% mostraron, 15%
hidronefrosis y 13% nefritis . Se han informado muertes causadas por nefritis en
aproximadamente 3% de búfalos indio (Anónimo 1,1984).

Actinobacilosis

La Actinobacilosis o Lengua de madera como también se le conoce, se caracteriza por las


hinchazones dolorosas de a lengua y ganglios linfáticos faríngeos. En la India, Gill y Balwant Singh
hallaron una incidencia del 0.3% en un estudio realizado en búfalos en Pendjab. (Anónimo 1,1984).

La Enfermedad de Johne o Paratuberculosis

Ocurre esporádicamente en el búfalo produciendo enteritis crónica (Anónimo 1,1984).

Vibriosis

Son escasas las investigaciones publicadas sobre campylobacteriosis en la especie bufalina a nivel
mundial, encontrándose trabajos aislados entre los cuales pueden citarse el de Mohan, (1954)
quien estudió por primera vez en la India la infección por Vibrio fetus presente en 7 búfalas,
mediante el examen del moco vaginal. La mayor parte de ellas no concibió después de dos o más
servicios y solamente en una búfala se produjo una marcada aglutinación.

Mirnesire, (1965) hizo referencia a la susceptibilidad de los búfalos a la Vibriosis, siendo


corroborado posteriormente por Ross (1974).
Las primeras investigaciones sobre Campylobacteriosis en búfalos (Bubalis bubalis) en Venezuela
fueron realizadas a partir de 1980, En 50 sementales bufalinos que se encontraban en servicio en
explotaciones ubicadas en los Estados Monagas y Apure, empleando la técnica del lavado
prepucial para la toma de las muestras y procesadas aplicando la técnica de inmunofluorescencia
directa, utilizando dos conjugados, 23 fueron positivas a Campylobacter fetus. sub. esp fetus con
ambos conjugados. No se observó ninguna reacción cruzada. Por cultivo bacteriológico se
obtuvieron 26 cepas de género Campylobacter, habiendo sido clasificadas mediante pruebas
bioquímicas: 23 de Campylobacter fetus. sub. esp fetus y 2 de Campylobacter fetus. sub. esp
.intestinalis Estos resultados coincidieron con los obtenidos por inmunofluorescencia directa. La
prevalencia en la totalidad de los sementales bufalinos examinados fue del 50%. Los sementales
muestreados fueron clasificados por grupos etarios, habiéndose encontrado que los búfalos, con
edades comprendidas entre 2 a 4 años, presentaron un porcentaje de Positividad de 66,7%, los de
5 a 7 años de 31,6%, y los de 8 a l0 anos de 25%. Estas diferencias fueron estadísticamente
significativas ( De Serrano et al,1983).

Enfermedades vírales

Fiebre aftosa

Es endémica en Asia, Africa, algunas partes de Europa y Sudamérica, Norte y Centro de América, el
Caribe, Australia, Nueva Zelandia y muchas islas de Oceanía son libres de FMD. Gran Bretaña y
muchos otros países del Oeste Europeo, Dinamarca, Noruega y Suecia fueron libres por mucho
tiempo. No ha ocurrido en Japón por muchas décadas (Thompson, 1994).

Una enfermedad aguda, altamente contagiosa, una infección viral de los animales domésticos y
salvajes de pezuña hendida con alta morbilidad y mortalidad en los animales jóvenes (Merck,
1991).

Se caracteriza por una morbilidad alta, pero una mortalidad baja. La señal clínica más importante
son vesículas y lesiones en la mucosa de la boca y los espacios interdigitales y aunque los animales
generalmente no mueren, hay una gran pérdida en la producción. Existen 7 tipos de virus con la
siguiente distribución geográfica.

Los tipos A, O y C son prevalecientes en Sur América, Europa, Africa, Medio y Este Lejano y los
Balkanes. Los tipos Sat 1, 2 y 3, se restringen a Africa Subsahariana.

El búfalo africano es un importante propagador de FMD y el virus puede persistir en la región


faríngea por cinco años en los animales afectados. El mecanismo mediante el cual el virus
se extiende del búfalo al ganado no es bien conocido. La enfermedad se puede extender por
contacto directo o indirecto, la ruta más común es el contacto directo entre animales que excretan
el virus e infectan animales susceptibles (Thompson,1994). Este propio autor plantea que las
primeras señales son, la pérdida de apetito, la fiebre, disminución en la producción de leche y los
animales dejan de rumiar. A esto le sigue la cojera, renuncian a estar de pie y salivación. Las
lesiones de la lengua ocurren en la punta y la superficie dorsal. Estas vesículas rompen fácilmente
y dejan una superficie sangrante. En las patas las lesiones ocurren en el espacio interdigital,
alrededor del corión es el lugar más común para la lesión. Las vacas de leche pueden mostrar
lesiones en la ubre y mastitis. En los brotes, la política de sacrificio es importante para
limitar la difusión de los focos de infección. También pueden usarse las vacunas, pero el período
de inmunidad normalmente es muy corto (Thompson, 1994).

La susceptibilidad de los búfalos ha sido inconstante en los diferentes países y con presentación de
cepas diferentes del virus. Se han informado formas severas de la enfermedad en el búfalo de
Pantano indígena de India, Egipto y Rumania (Mohan, 1954). Un informe del virus tipo 1 mostró
una incidencia superior (60.8%) que en el ganado Cebú (43.3%) los síntomas clínicos eran más
severos en el búfalos que en el ganado. En Nepal la enfermedad clínica principalmente en búfalos
provocó severa disminución en la producción de leche, incluso aquéllos en contacto con ganado
exhibiría las lesiones clásicas (Anónimo1,1984).

Rabia

Causada por la mordedura de perros, chacales etc. Esta enfermedad puede ser muy seria en un
búfalo adulto, debido a su naturaleza dócil usual, sin embargo la agresión puede volverse un
problema serio (Anónimo 8,2005).

Treinta y cuatro muestras del cerebro sospechosas de Rabia de varias especies incluyendo a
humanos, perros, gatos, mangostas, chacales y búfalos se colectaron entre 1995-1996 en Sri
Lanka. El ARN se extrajo directamente de las suspensiones de cerebro mediante la reacción en
cadena (RT-PCR), se encontraron veintiocho muestras positivas para el virus y el gen de N por RT-
PCR, también para los antígenos del virus por anticuerpos fluorescentes. El virus rábico que se
aisló de diferentes especies se determinó que era genéticamente homogéneo. Estos resultados
sugieren que el virus de la rabia está circulando entre humanos, perros gatos, mangostas, chacales
y búfalos de agua que viven cerca de la Colombo City y en otras cinco regiones remotas en Sri
Lanka (Takahashi et al, 2000).

Diarrea viral y Peste Bovina

La diarrea viral Contagiosa en el ganado y búfalos se caracteriza por fiebre alta y diarrea, la
morbosidad y mortalidad pueden ser del 25 al 100%. En muchos casos el síntoma clásico de
"disparar" la diarrea no se encuentra. En el examen, se ven lesiones en mucosa y/o úlceras en los
labios, encías y lengua, anorexia, rendimiento de leche disminuido y la piel áspera debido a la
fiebre alta. Lagrimeo profuso y descarga nasal pueden ocurrir en la fase inicial, posteriormente
esta se vuelve purulenta y espesa. En muchos países las variaciones significativas en la
susceptibilidad de ganado y búfalos han sido debatidas. Ha sido una enfermedad muy seria de
bovinos en la India y Nepal y los programas de vacunación de masa han sido aplicados durante
varios años, para controlar la enfermedad, sin embargo los brotes esporádicos no son raros.
Mediante la vacunación de animales jóvenes de aproximadamente 6 meses con una vacuna viva
puede lograrse una inmunidad por vida. En ocasiones pueden observarse formas donde se
manifiestan erupciones cutáneas (Anónimo 8, 2005).

La peste bovina es principalmente una enfermedad de ganado y el búfalo doméstico, incluso el


búfalo de agua. Es de gran preocupación a productores del ganado debido a su contagiosidad y
morbilidad alta, no existe ninguna edad o predisposición y la transmisión a los humanos no ocurre.
Pueden infectarse entre otros: Los ungulados salvajes en contacto con el ganado, búfalo africano,
el kudus, los ñus, los antílopes, las jirafas, el hipopótamos, las ovejas y cabras, los cerdos asiáticos
parecen ser más susceptibles que los cerdos africanos o europeos. En 1885 la "Gran Pandemia"
africana, afectó al 90% de los rebaños y en 1920 se extendió de la India a Bélgica y Brasil. La
enfermedad también se informó en Australia más tarde se extendió del Líbano a Israel y Siria.
Durante los años 1979-1983 tuvo un resurgimiento en África, matando más de un millón de reses.
Actualmente, se piensa en dos reservorios principales de Peste bovina en la fauna, en Pakistán. Las
áreas endémicas de Rinderpest han producido una población ganadera con la resistencia innata
heredada. Por consiguiente, los brotes en estas áreas afectan a menudo sólo animales jóvenes e
inmunodeprimidos (FAO, 1996).

Las manadas ganaderas nómadas son un medio mayor de dispersar la Peste bovina.

Se piensa que la presencia del virus en las poblaciones de la fauna es una razón para el declive en
algunas especies de la fauna en el área endémica africana (Roeder 2002). Nunca se ha establecido
en el América o en Australia, New Zelanda. Sin embargo, la preocupación por la introducción
existe en estas áreas. Las manadas del ganado nacionales de estas áreas están desprotegidas a
RPV y, como resultado, la enfermedad podría infectar las poblaciones enteras rápidamente,
mientras afectando todo las edades de ganado y aniquilando la producción ganadera por
consiguiente (FAO 1996).

Fiebre Catarral Maligna

La fiebre catarral maligna (FCM) del África, conocida también como "snotsiekte", es una
enfermedad aguda, generalizada, de los bovinos y los búfalos, que se caracteriza por fiebre
elevada, descarga nasal profusa, severa hiperemia, necrosis difusa de las mucosas oral y nasal,
leucopenia, oftalmia, opacidad corneal y linfadenitis. Se reconocen cuatro presentaciones: la sobre
aguda, la intestinal, la de la cabeza y ojos, y la benigna. La forma de presentación más común es la
de "la cabeza y ojos" con baja morbilidad y alta mortalidad (Anónimo 8,2005).

Enfermedades rikettsiales

Cowdriosis

La Cowdriosis es una enfermedad infecciosa, no contagiosa, transmitida por la garrapata a los


animales domésticos y a los rumiantes, incluido el ganado bovino, ovejas, cabras, antílopes y
búfalos. La enfermedad es provocada por un parásito intracelular denominado Cowdria
ruminantium y transmitida por diversas especies de garrapatas del género Amblyomma. Esta
garrapata está muy extendida en todo el continente africano, Yemen, las islas de Cabo Verde y
varias islas del Caribe Por lo general, la Cowdriosis es una enfermedad grave y comúnmente fatal
dentro de la primera semana después de que se manifiestan los primeros síntomas clínicos. En
1980 se recibió por primera vez un informe de la enfermedad en el Hemisferio Occidental, en la
isla caribeña de Guadalupe, si bien la garrapata vector probablemente fue introducida desde
África mucho antes. La forma más comúnmente observada de cowdriosis es la aguda, después de
los síntomas respiratorios suelen haber trastornos nerviosos, pero en algunas regiones afectadas
se observa una forma más leve de la enfermedad, conocida como la fiebre de cowdriosis. El
nombre Heartwater se deriva de una lesión común post mortem consistente en exceso de líquido
en la bolsa que rodea el corazón y más comúnmente, el líquido también se encuentra en los
pulmones (Anónimo 6, 2002).

Heartwater causa la enfermedad severa en el ganado, ovejas, cabras, y el búfalo de agua; resulta
benigna en algunos rebaños africanos de ovejas y cabras. El ñu negro (el ñu de Connochaetes) y el
eland se han mostrado susceptibles a HW experimentalmente. El ñu es portador conocido de C.
ruminantium y se cree que juega un papel en el mantenimiento de la enfermedad en la
naturaleza. Heartwater sólo ocurre donde el vector del género Amblyomma se encuentra. Durante
décadas, la enfermedad se ha conocido en la mayoría de los países de Africa sur del Desierto de
Sahara y en la isla de Madagascar, sido considerada una de las enfermedades del ganado más
importante en Africa y sólo ha superado la Tripanosomiasis y la fiebre de Costa de Este. Ocurre en
las numerosas islas caribeñas, probablemente se presentó en las Antillas francesas con un
embarque de ganado de Senegal en el año 1830. Recientes estudios serológicos han demostrado
los anticuerpos en el ganado de 10 islas caribeñas (Antigua, Dominica, Granada, Guadelupe, la
Martinica, Montserrat, el St.,, Kitts, el St., Lucía, el St., Martin, y St. Vincent (Anónimo 6 , 2002).

Anaplasmosis

No existen muchos reportes de esta enfermedad en búfalos, pero aproximadamente se


informaron 13.8% casos positivos de Anaplasmosis en el búfalo egipcio (Mitchael y Rejaii, 1977).

Enfermedades parasitarias

Ectoparásitos

Aunque susceptible a la mayoría de las enfermedades del ganado, el búfalo de agua parece
resistirse a las garrapatas y a menudo parece ser más resistente a algunas de las plagas de los
trópicos. Varios investigadores informan que cuando se permiten los búfalos revolcarse, su piel
parece detener al insecto y los ectopárasitos y ellos requieren el tratamiento muy reducido por
consiguiente con los insecticidas. Aunque la mosca del afecta los animales, otras plagas como la
mosca del trino, por ejemplo, raramente afectan al búfalo saludable. A pesar de su inclinación por
vivir en los pantanos, enfermedades de los patas como la podredumbre y los abscesos son raros
(Anónimo 2, 1989).

En Australia y el sudeste asiático es la mosca del búfalo (Siphona spp.) el principal ectoparásito. La
pediculosis, causada por los piojos chupadores (Hematopinus tuberculatus), ocurre ampliamente
entre los búfalos, y la sarna sarcóptica (Sarcoptes scabieri var. Bubalus) es una grave enfermedad,
especialmente entre terneros y durante las temporadas de seca cuando las oportunidades para
revolcarse están restringidas (Anónimo 2,1989).

Theileriosis

La enfermedad del corredor es una enfermedad aguda y normalmente fatal del ganado, causada
por los protozoarios Theileria parva y T Laurenci que se transmite por las garrapatas
(Rhipicephalus). Se le llama la enfermedad del corredor debido a que ocurre en la región del
corredor entre los zi de Umfolo y Hluhluwe reservas en KwaZulu Natal. Las larvas del protozoario
se alojan en la oreja, mudarán, se caerán y subirán a un nuevo huésped. La ninfa mudará de nuevo
y el adulto subirá a un nuevo hospedero. El control óptimo de estas garrapatas debe ser en los
meses de verano y el objetivo debe ser impedir a las garrapatas adultas poner huevos, se
recomiendan los baños con una frecuencia semanal. Las señales clínicas en el ganado aparecen
después de un período de incubación de 9-20 días, estas son, aumento en la temperatura,
aumento de los ganglios linfáticos, fiebre, apatía, inflamación de párpados, descarga nasal, diarrea
y emaciación (Anónimo 3,2000).

Se sabe que los búfalos son portadores de Theileria mutans (THEILER, 1960) la Th. Laurencei
(NETZ, 1955), siendo éste último causante de afecciones del corredor en los bóvidos cuándo
comparten el pasto con búfalos (Laranja, 1956; Striokland, 1991).

La infección por Theileria limita el comercio de ganado entre los países y puede producir pérdidas
de la producción y mortalidad alta en los animales susceptibles.

Las dos enfermedades con más impacto económico son la fiebre de la Costa Oriental (infección
con Theileria parva) y la theileriosis tropical (infección con T. annulata). Las infecciones son difíciles
de controlar donde los vectores son abundantes. Varias especies de Theileria pueden infectar los
rumiantes; muchas de ellas causan infecciones asintomáticas. La especie T. la parva infecta al
búfalo africano y al búfalo de agua indio. Las formas sintomáticas son comunes en el ganado y el
búfalo de agua indio. El búfalo es el reservorios para esta infección. La

El Plan Sanitario está enfocado principalmente para el control, prevención y


erradicación de las entidades que afectan los diferentes sistemas de producción
ganadera y reforzar las medidas de manejo y diagnóstico, para disminuir los factores

de riesgo que afectan la sanidad del


ganado. Los esquemas de manejo, vacunación y desparasitación son generales y se
deben adaptar e interpretar a cada predio o región en particular, ya que la
epidemiología de una enfermedad varía de una región a otra e incluso entre predios.
La vacunación de algunas enfermedades como fiebre aftosa, brucelosis, estomatitis
vesicular, están sujetos a fechas emitidas por el Instituto Colombiano Agropecuario
ICA o asesoría de este.
Las enfermedades en proceso de erradicación se manejan bajo diferentes esquemas
como el Programa de Fincas Libres de Brucelosis y Tuberculosis, Tuberculosis y
Fiebre Aftosa, que tienen una reglamentación oficial que las rige.
A continuación se ilustra un plan sanitario general.

El ternero recién nacido


LAS CONDICIONES PARA TENER UN TERNERO PROTEGIDO

 Servir los animales cuando ya esten bien desarrollados.


 Madres vacunadas antes del parto.
 Condiciones higiénicas para el parto y procurar que sea rápido.
 Mamado de calostro en las primeras 6 horas post parto.
 Criado en un ambiente higiénico.
 El ombligo: desinfecte, seque y ligue el ombligo del ternero, utilice una solución
de yodo al 5%, esta le ayudará a reducir el riesgo de infección y acelera el
secado del cordón.
 El calostro: los terneros según la raza deben tomar entre 3 y 4 litros de
calostro en las primeras 12 horas de vida. El ternero debe recibir calostro por lo
menos durante sus primeros tres días de vida.

Vacunación

Vacunaciones Joven Adulto Observaciones

Fiebre Aftosa A partir de


2
los 6 Sujeto a
veces
meses 2 calendario oficial
al año
veces año

Estomatitis Vesicular 2 veces Vacunación


año 2 indicada en zonas
veces endérmicas o en
año riesgo. Asesoría
ICA.
IBR-DVB-PI3-BRSV Rinotraquelitis Bovina Vacuna 4 Una vez año
Infecciosa Diarrea Viral Bovina Parainfluenza mes,
3 Virus Respiratorio Sincitial Bovino Revacunar
al 5 mes

Rabia Entre 3 y 6 Una Vacunación


meses. vez indicada en zonas
año endérmicas o en
riesgo. Asesoría
ICA.
Carbón Sintomático edema maligno y otras Vacuna 4 Una vez año
clostridiosis mes,
revacunar
al 5 mes
Botulismo Vacunar al Una Vacunación
6 mes y vez indicada en zonas
revacunar año endérmicas o en
al 7 mes. riesgo. Asesoría
ICA.
Carbón Bacteridiano Ántrax Vacunar a Una En zonas
los 12 vez endérmicas
meses. año primovacunación
desde los 6
meses. Asesoría
ICA.
Brucelosis Hembras 3 Se recomienda Vacunar
-8 meses con cepa RB-51 para
evitar interferencia con el
diagnóstico (sujetos a
ciclos de vacunación
establecidos por el ICA)
Leptospirosis Vacuna 4 Las revacunaciones se
Mes, pueden realizar entre 4 y
revacunar 12 meses dependiendo de
al 5 mes. la prevalencia y
Epidemología del predio.
Neumonía Pasterelosica Vacuna 3 Una Se indica
mes, vez especialmente
revacunar año. previo a
al 4 mes. situaciones
estresantes.
Destete, parto,
transporte.

Plan futuro vientre

 3 – 8 meses Vacunación Brucelosis.


 4 - 5 meses Vacuna y refuerzo DVB, IBR, PI3 y leptospira.
 7 - 9 meses (Destete). Endectocida.
 12 meses Pesaje (Primer descarte 220 - 240 Kg). Vacuna leptopira.
 15 meses (Segundo descarte). Desparasitación.
 18 meses Pesaje (Ultimo descarte). Vacuna DVB, IBR, PI3 y leptospira.
 22 - 24 meses pesaje. Paso a servicio y chequeo condición corporal.
 27 - 30 meses confirmacion de preñez. Desparasitación y Paso a lote horro
preñado.
 Aftosa según calendario oficial.
Los requerimientos nutricionales de las búfalas lecheras pueden diferir de los bovinos lecheros de
los países templados, principalmente por a las diferencias en las condiciones climáticas, la calidad
de los alimentos e incluso en la eficiencia del uso de los nutrientes. Sabiendo de las características
cualitativas de la leche de la búfala, muchos productores de bovinos lecheros tienen en sus
propiedades, dos o tres cabezas de búfalas en el rebaño, haciendo una mezcla de leches de ambas
especies en un nivel aceptable por las leyes locales, con el fin de mejorar las características físicas
de la leche producida.

Los patrones de alimentación adecuados para los búfalos no están claramente definidos y existen
grandes diferencias (hasta de un 40%) en los requerimientos nutricionales prescritos por los
diferentes patrones de alimentación. La mayoría de las normas existentes para búfalos (Sen et al
1978; Kearl, 1982, Pathak y Verma, 1993) se basa en uno o solo unos pocos intentos de
alimentación.
Debido al pequeño y retringuido banco de datos, estas normas no reflejan las necesidades de las
diferentes etapas de la nutrición pero la calidad de los alimentos o la variación de las necesidades
de cada animal en condiciones tropicales.

Para el uso eficiente de los nutrientes de la dieta y también para la máxima explotación del
potencial genético, los nutrientes necesarios por el animal deben estar presentes en cantidades
óptimas y balanceadas. El requerimiento de un determinado nutriente es la cantidad del nutriente
necesario para mantener al animal en un estado saludable donde puedan expresar su potencial
reproductivo de acuerdo con el nivel de producción deseado en condiciones específicas de
ambientales y de alimentación (Paul & Lal, 2010). El presente texto fue escrito con la intención de
abordar algunos aspectos nutricionales del búfalo, exponiendo lo más actual sobre el tema y de
esa forma aclarar las posibles dudas sobre las normas de alimentación para esta especie.

Características del sistema digestivo

Al igual que los vacunos, el estomago del búfalo comprende el retículo, rumen, omaso y abomaso.
El contenido del retículo-rumen varía entre 40 a 100 kg. dependiendo del tamaño del animal, la
naturaleza de la dieta, la tasa de fermentación y la velocidad de transito de alimento por el rumen
(Ranjhan 1992). Trabajos realizados por Leao et al (1985) comparando el tracto digestivo de
búfalos y vacunos muestran que el complejo rumen-retículo de los búfalos es significativamente
mayor que el de los vacunos (Tabla 1). Esta característica les permitiría una mayor capacidad de
almacenamiento de alimento. De igual manera Sideney y Lyford (1993) reportan que los búfalos
poseen papilas ruminales más desarrolladas, lo que incrementaría ostensiblemente la superficie
de absorción de los productos de fermentación.

Tabla 1: Biometría del tracto digestivo de búfalos y vacunos.

Búfalo

Nellore

1/2 HZ
3/4 HZ

5/8 H Z

Holstein

Intestino delgado, m

26.5c

33.7b

37.9ab

37.8ab

39.4ab

39.5ab

Rumen-retículo, kg

7.38a

4.96b

5.17b

5.09b
5.10b

5.72b

Omaso-abomaso, kg

3.56a

2.74b

2.94b

2.78b

2.68b

2.91ab

Intestino grueso, kg

2.84a

3.2ª

3.4a

3.05a
2.75a

3.41a

Letras diferentes en las filas, indican diferencia estadística (P<0.05)

Fuente: Leao et al (1985)

Un proceso importante para el mantenimiento del ecosistema ruminal es la rumia, fenómeno que
envuelve la regurgitación del alimento del retículo-rumen, remasticación, insalivación y mezclado
del bolo (Ruckebush 1993). Diferentes estudios han demostrado menor tiempo de rumia en
búfalos (425 min./día), cuando son comparados con los vacunos (635 min./día) consumiendo
dietas ricas en fibra (Kennedy et al 1992a). Estas diferencias han sido atribuidas a la mayor fuerza
de contracción en el rumen, a la baja tasa de contracciones secundarias y menor velocidad de
transito del alimento por el rumen que presentan los búfalos (Bartocci et al 1997; Bhattacharya y
Mullick 1965).

Entre los factores que determinan la tasa de pasaje del alimento por el tracto digestivo de los
rumiantes se pueden mencionar, la especie animal, calidad y tipo de dieta, gravedad específica y
tamaño de las partículas, la concentración de fibra en detergente neutro (FDN) y la temperatura
ambiental (Bartocci et al 1997; Jung y Allen 1995; Ruckebusch 1993). Comparaciones realizadas
entre búfalos, vacunos y ovejas, han permitido establecer que los búfalos tienen una tasa de
pasaje de sólidos y de líquidos más lenta (Bartocci et al 1997). Sin embargo, se ha observado que
el tiempo medio de retención (TMR) del alimento en el tracto gastrointestinal es menor en el
búfalo. Varios autores sugieren que el TMR menor que presentan, se debe principalmente a una
masticación más eficiente y una mayor degradación de la fracción fibrosa en el rumen (Puppo y
Grandoni 1993; Jalaludin et al 1992; Singh et al 1992). En la tabla 2 se pueden observar los
parámetros relativos a la tasa de paso de sólidos en búfalos, vacunos y ovejas..

Tabla 2: Parámetros relativos a la tasa de paso en búfalos, vacunos y ovejas

Búfalo

Vacuno
Oveja

k1 (%/h)1

2.46b

2.99a

2.84ab

k2 (%/h)2

11.37a

10.02b

10.76ab

TMR (h)3

57.73b

64.55a

58.42b

1k1 (%/h): Tasa de paso por el retículo-rumen

También podría gustarte