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Comparación y conclusión

COMPARA LECTURA EN LA ESCUELA

escuchar  y mezclar con lo  que gusta alumnos

cambio mi perspectiva, no se debe crear nuevos lectores sino creadores / aventamos libros en
librerías portátile, enseñales a comunicarse

aborda algo que ya pensaba "lee lo que quieras", no lo que impone la elite

replantear el problema

gracia spor la lectura, siempre se agradece, cambia perspectiva

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La falta de lectura en el país es un problema que ya todos conocemos desde hace años, el poco o
nulo “interés” de la sociedad en general por adentrarse en la lectura, así como la hipotética
solución que se ha querido implementar para combatir dicho problema (cuyo resultado es más
que conocido). Sin embargo, poco es lo que nos hemos detenido a pensar en los orígenes mismos
de este fenómeno. Y eso es justo lo que nos invita a reflexionar y analizar con más detalle el Dr.
Gregorio Hernández Zamora en esta entrevista… ¿realmente todo esto se debe a una simple falta
de hábito?, ¿de verdad no se lee en México?, entre un par de cuestiones más.

En primer lugar (y como añadido extra), me gustaría hacer mención de lo fascinante que me
resultan este tipo de análisis por su carácter rompedor de las creencias establecidas, pero sobre
todo con argumentos que es lo más importante. Dicho lo anterior y declarado mi conflicto de
interés, creo podrá deducirse mi postura siguiente.

Como uno de los primeros puntos, el autor (entrevistado) nos habla de un error en el
planteamiento de la solución (“fomentar en el hábito de la lectura), la califica de simplista y
elitista; lo cual tengo que decir estar de acuerdo. Sobre todo, en las escuelas (como es el caso de
hoy) más que fomentar, pareciera la imposición de un hábito. Se que puede llegar a sonar radical
(y más de una persona que promueve el hábito de la lectura como yo), pero no se cual era el
resultado que esperaban (gobiernos e instituciones) llegando a las escuelas o plazas públicas a
“aventarle” toneladas de libros a los niños (muchas veces mal seleccionados). Como el mismo
autor lo comenta más tarde, “hay que enseñarles a comunicarse primero” (a nuestros niños, a
nuestros jóvenes), pero sobre todo hay que escucharlos, saber que es lo que quieren, que es lo
que les gusta. Y aunque tengo que aceptar que parte de la lectura trajo conceptos nuevos para mí,
en este ámbito siempre he estado de acuerdo, y hasta yo mismo lo he promulgado: lee, cualquier
cosa que te guste, pero hazlo. Probablemente lo ideal sería un libro de conocimiento práctico,
pero estaríamos cayendo en el mismo argumento elitista de “la buena lectura” que señala el
doctor; proveniente de clases y actores más preparados que expulsan contenido tras contenido,
pero se les olvida lo más básico…escuchar lo que es importante para los alumnos. O al menos eso
me habría gustado a mí, en lugar de que me aventaran 15 libros por semestre y al final terminarán
preguntándome la fecha de publicación de cada uno… obviamente espantas a futuros lectores.

El otro punto del que se hace mención, y me parece muy importante recalcarlo, es la urgente
necesidad de potenciar agentes productores por encima de consumidores, sobre todo en grupos
marginados. Personalmente tengo la experiencia de haber cursado tanto en instituciones públicas
como privadas, y puedo afirmar con total seguridad que el talento que existe en dichas
instituciones de gobierno puede llegar a ser igual, o incluso más grande del que existe en espacios
privados (y no hablo de uno o dos, son demasiados). Sin embargo, es muy triste ver el escaso
apoyo a todos estos jóvenes, que al final promesas que se van apagando.

Y aquí entramos al último punto que va de la mano del anterior, y tiene que ver con la educación
netamente. La educación, diría yo, podría ahorrar muchos de estos problemas. Y hablando
específicamente de los niveles de lectura, pues hasta resulta el camino “más sencillo”; puesto que
una sociedad más educada siente un mayor atractivo hacía estos ejercicios de adquisición de la
información, una generación más educada tiene mayor curiosidad y apetito por la información (ya
sea política, economía, ciencia, arte, cultura, no importa). En lugar de aventarles información, ellos
vendrán solos.

Replantear el problema desde la concepción de su origen hasta su solución, aceptando que un


hábito de este carácter no se impone; aprendiendo a escuchar; que “la buena literatura” no es
toda la literatura; que hay que formar creadores antes que consumidores, y que todos pueden
serlo; además de que sin el impulso a la educación nada de esto servirá, son los puntos cruciales
que podemos llevarnos para recordar, reflexionar, y sobre todo para actuar, no sólo a nivel
educativo, sino a nivel sociedad en general.

Pd. Gracias por la lectura (de verdad), breve, concisa y útil. Realmente logró hacerme cambiar
algunas perspectivas, contraponer algunas otras y nutrir mi visión en general sobre este tipo de
temas. Bastante importante para alguien como yo que busca desenvolverse en el ámbito
gubernamental.

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