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Un panel de discusión es un intercambio de público ideas, lo cual les a los expertos y a los
miembros del público da oportunidad de debatir sobre un tema en particular. Los paneles de
Parte 1
Reunir el panel
1.
1
Elige un tema. Lo ideal sería que el tema de discusión sea importante para un
número considerable de personas de modo que puedas relacionar personas con
intereses o de contextos considerablemente diferentes.[1] No obstante, evita la
trampa de usar un tema tan general o vago que la discusión pierda el enfoque.[2]
o Si te cuesta equilibrar estas metas, recuerda que el tema no tiene que ser
divisorio. Algunos paneles se crean para ofrecer consejos o información y no
siempre muestran puntas de vista que compiten entre sí.
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Planifica la distribución física. Las sillas individuales harán que los participantes
parezcan estar más cerca del público que una mesa sólida, lo cual lo animará a que
participe.[5] Organizar las sillas en un círculo leve de modo que la mayoría esté
frente al público podría ayudar a que los panelistas debatan el tema entre sí. Pon
mesas pequeñas o soportes para las notas y a cada participante dale un vaso de agua.
Salvo que la capacidad de la sala sea para treinta personas o menos, ten un
micrófono como mínimo por cada dos participantes y uno personal para el
moderador.
o Considera la posibilidad de sentar al moderador en medio de los panelistas
para que pueda dirigirse y guiar a cada uno de manera eficiente. Si el
moderador está en un podio a un lado, su trabajo podría ser más complicado.
Parte 2
1.
Determina los objetivos del panel. Asegúrate de que todos los participantes sepan
el motivo por el cual el panel se ha reunido con bastante anticipación (para que
tengan tiempo de prepararse). Tu panel podría tratar de presentar soluciones
prácticas a un problema, presentar una discusión compleja y abstracta o brindar
información sobre un tema. Deja que los panelistas sepan si el panel de discusión
será una presentación básica del tema o si pueden esperar que el público esté muy
bien informado y busque consejos más avanzados o perspectivas diferentes.
2.
o Pídele al moderador o a otra persona que no sea del panel que revise tus
preguntas y sugiera editarlas o agregar más.
o Si te cuesta hacer las preguntas, consúltale a cada panelista qué le gustaría
preguntar a los demás panelistas. Incluye la mejor en tu lista.
6.
Planifica el resto del panel de discusión. Determina el tiempo que quieras reservar
para las preguntas. Normalmente, tendrá que ser la mitad o más de la duración del
panel. Dedica los últimos 20 a 30 minutos para las preguntas del público y la
discusión o 15 minutos si el tiempo es corto o si el panel tiene un formato más
centrado en los discursos.[9]
7.
Presenta a los panelistas con anticipación. Haz que los panelistas se conozcan
personalmente o sean parte de una conferencia telefónica una semana o más antes
del panel de discusión. Descríbeles el formato del panel y dales la oportunidad para
que hablen brevemente. Quizá determinen brevemente quién deberá seleccionar las
preguntas de qué tema, pero no les des las preguntas específicas con antelación. La
discusión deberá ser original, no ensayada.[10]
Parte 3
1.
Convence a la gente de que se siente en la primera fila. Entre más cerca esté el
panel de los miembros del público, más energético y participativo será el ambiente.
Podrías ofrecer algunos regalos pequeños si la gente se sienta en las primeras filas,
tales como botones o dulces.[11]
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Pídeles a los panelistas que preparen preguntas. Empieza a hacer las preguntas
en el orden ya establecido, pero no dudes en cambiar el orden si la discusión cambia
a otra dirección interesante. Divide las preguntas entre los participantes y dirígelas a
la persona más entendida del tema. Dales a los demás panelistas una cantidad corta
de tiempo para responder, luego prosigue a la siguiente pregunta.
o No hagas que todos los panelistas intervengan en todas las preguntas. Deja
que respondan naturalmente, cuando tengan algo para decir, o, si la
discusión se vuelve vacilante, anima a la persona entendida en el tema.
5.
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Haz tus propias preguntas según sea necesario. Podrás desviarte de las preguntas
preparadas si crees que beneficiará la discusión. En particular, si crees que la
respuesta de un panelista no es satisfactoria, presiónalo con otra pregunta. Trata de
parafrasear la pregunta original, sino lo ideal sería pensar en una pregunta mucho
más matizada que relacione la última respuesta con otro punto de la discusión o una
declaración anterior.
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Consigue un cronometrador. Podrás mirar un reloj fuera del escenario o que esté
en la pared de enfrente, si es claramente visible; de lo contrario, pídele a alguien que
esté de pie en la parte trasera de la habitación que levante carteles visibles que digan
“10 minutos”, “5 minutos” y “1 minuto” cada vez que te acerques al final de una
sección.
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Recoge las preguntas del público. Deja que el público sepa cuál será tu método
para las preguntas; por ejemplo, si tiene que levantar las manos o si hay que hacer
una fila y esperar su turno para el micrófono. Escucha cada pregunta una tras otra,
repítela claramente para que todos en la sala la puedan oír y luego dirígela al
panelista que parezca interesado.
o Ten algunas preguntas de reserva listas para que las hagas o pídele a un
asistente del público que las haga en caso de que nadie tenga la valentía para
formular la primera.[15]
o Si algún miembro del público se toma demasiado tiempo, interrúmpelo con
cortesía diciéndole “Así que tu pregunta es ___, ¿correcto?” o “Disculpa,
tenemos que avanzar. ¿Cuál es tu pregunta?”.
o Infórmale al público cuando solo quede tiempo para dos o tres preguntas
más.
9.