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Juan David Barco Castellanos

Notas sobre Maquiavelo, sobre la política y sobre el Estado moderno - Gramsci

Gramsci se propone analizar el libro estelar de Maquiavelo, El Príncipe, en el que resalta


que esta obra es un libro viviente. Esta característica que le pone al texto la da ya que
encuentra representado la obra en la actualidad en los partidos políticos. Aquí yace el tema
central de Gramsci, donde en el texto abarca como es la formación de un partido político,
cuales son sus componentes y porque lo que Maquiavelo considera como el príncipe no
recae en la actualidad sobre una sola persona y si sobre un partido político, ya que es
imposible que un individuo abarque todas las cuestiones religiosas, intelectuales y morales,
cosa que el “príncipe moderno” (los partidos políticos) si puede acarrear. Para analizar este
texto es necesario conocer que Gramsci fue un creyente de la ideología marxista e
integrante del partido comunista italiano, con esta militación hacia el partido es que
Gramsci basa su teoría partidista. Así que con conceptos marxistas ve la división de
gobernantes y gobernados, lo cual lo ve como un problema de base.

Los partidos políticos tienen como fin representar las clasificaciones de principios y
criterios de los métodos de acción, todos estos rasgos característicos de deberes y
necesidades, esto como medio para poder despertar en el individuo pasiones políticas. Aquí
es donde se presenta la discrepancia con El Príncipe, pues este no era un ente en el cual el
pueblo italiano se sintiera identificado, el príncipe se acerca más a relaciones de
adoctrinamiento. En lo que si llega a acercarse es en ese símbolo que era, en donde
despierta las ya mencionadas pasiones. La visión que tiene el príncipe de construir un
nuevo Estado, con una visión diferente es esencia lo que también quiere impartir los
partidos políticos.

Esta es la base en la que Gramsci trata su teoría sobre que ese mito de El Príncipe no puede
ser identificado en una persona, solo cuando hablamos de un ente complejo, en donde se
consolide una voluntad colectiva reconocida es cuando se puede presenciar este “Príncipe
moderno”. El único organismo que ha podido con éxito representar esto es el partido
político, es en este dónde germina la voluntad colectiva, que viene de carácter universal. En
el mundo moderno la voluntad como conciencia activa de la necesidad histórica, como
protagonista de un drama histórico real.
Se puede observar que en los partidos políticos cualidades del agrado de Gramsci, como
puede ser como los hombres comunes ofrecen como participación su disciplina y fidelidad.
Los partidos son un elemento de unión centralizador en los Estados, con una fuerza lo
suficiente para transformar la sociedad, ya que cada partido tiene representación de
cuestiones morales que transforman el modo de conducta social tanto por la moral como
por lo intelectual.

Claro que las reformas morales no pueden ser desligadas a un programa de reforma
económica, pues como ya se dijo el corte marxista de Gramsci gira en torno a la economía,
en lo que concede que hacer reformas a la economía es lo que presenta de manera tacita el
cambio de las forma intelectual y moral. El príncipe moderno, cambia todo sistema de
relaciones intelectuales y morales en el desarrollo, concebido como lo útil o lo que no lo es,
sobre lo bueno y lo malo, esto para que el príncipe moderno incremente su poder. En los
partidos tienen la tarea de crear conciencia del lugar divino o del imperativo categórico,
deviene la base de un laicismo moderno de todas las costumbres de la vida. Todo esto es
clave en el príncipe moderno, pues él, debe ser el abanderado moral e intelectual de sus
integrantes, que guie el desarrollo ultimo de voluntad colectiva nacional popular.

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