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6/6/23, 3:57 Los partidos políticos y su replanteamiento como actores políticos en la democracia mexicana del siglo XXI

Nuevo Mundo Mundos


Nuevos
Nouveaux mondes mondes nouveaux - Novo Mundo Mundos Novos - New world New
worlds

Colloques
2009
Los actores locales de la nación, siglos XVII-XXI. Análisis interdisciplinarios.

Los partidos políticos y su


replanteamiento como actores
políticos en la democracia
mexicana del siglo XXI
Angélica Cazarín Martínez
https://doi.org/10.4000/nuevomundo.51663

Résumés
Español English
El propósito del artículo se centra en el papel de los partidos políticos como actores fundamentales
del sistema político democrático, actores que desde su nacimiento continúan siendo hasta hoy, la
única expresión legítima de los grupos organizados de la sociedad. Son todavía actores
insustituibles, aunque no necesariamente eficaces y eficientes en el escenario político actual, con
ésta afirmación no se pretende restar importancia a la emergencia social a través de ONG’s y otros
causes de expresión social; sin embargo; todavía los partidos políticos en las democracias
desempeñan importantes tareas, y en los Estados no democráticos tienen también ciertas
finalidades. Se ha dicho, no sin razón, que el Estado moderno es un Estado de partidos por el lugar
central que ocupan no sólo en la integración de los órganos de representación y de gobierno, sino
también por sus funciones de intermediación entre el Estado y la sociedad civil.
Se toma como referencia particular en el análisis de la crisis de los partidos, el caso mexicano en la
medida en que permite un acercamiento al contexto de la crisis de representatividad y el
distanciamiento cada vez más evidente entre Estado y ciudadanía.

The intention of the article is centered in the paper of the political parties like fundamental actors of
the democratic political system, actors who from their birth continue being to today, the only
legitimate expression of the organized groups of the society. They are still irreplaceable actors,
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although not necessarily effective and efficient in the present political scene, with this one
affirmation it is not tried to reduce importance to the social emergency through ONG' s and others
you cause of social expression; nevertheless; still the political parties in the democracies carry out
important tasks, and in the nondemocratic States they also have certain purposes. Saying, not
without reason, that is had the modern State is a State of parties by the central place that occupy not
only in the integration of the government and representation organs, but also by its functions of
intermediation between the State and the civil society.
It is taken like particular reference in the analysis of the crisis of the parties, the Mexican case in the
measurement in which it allows to an approach to the context of the representativeness crisis and
the more and more evident spacing between State and citizenship.

Entrées d’index
Keywords: crisis, democracy, Political parties, representation, actors
Palabras claves: partidos políticos, crisis, democracia, representatividad

Texte intégral

Introducción
1 Autores clásicos en Ciencia y Sociología Política como: Angelo Panebianco1, Giovanni
Sartori2, Maurice Duverger3 hasta Robert Dahl4, han estudiado la importancia de los
partidos políticos en la medida en que se convierten en actores que interactúan entre el
Estado y la sociedad como el medio por excelencia de expresión y procesamiento de
demandas ciudadanas. Si miramos al pasado observamos que las democracias en Europa
occidental, Estados Unidos, Canadá y por supuesto en América Latina han logrado
mantenerse y permanecer precisamente sobre la base de la existencia de partidos políticos
sólidos.
2 La interrogante de hoy, es si estamos asistiendo al fin de los partidos políticos o si, por el
contrario, simplemente estamos viviendo una etapa dialéctica de crisis, transformación y
replanteamiento de las formas de representación política y, por lo tanto, de los canales de
mediación entre el Estado y la sociedad. Ésta es una de las mayores paradojas de los
últimos tiempos. A diferencia de los anteriores ciclos democratizadores (1789 y 1945), el
ciclo actual que Samuel Huntington5 denominó como la “tercera ola demo­crática”6tiene
hoy una dimensión mundial que alcanza ya, los cinco continentes.
3 Al mismo tiempo las democracias en el mundo presencian la emergencia de nuevos
actores sociales y políticos que les dis­putan a los partidos políticos la hegemonía en el
campo de la represen­tación de los intereses colectivos (en especial, los nuevos
movimientos sociales). Ésta transformación ha llevado a múltiples analistas políticos a
pensar que las formas de ejercicio de la política en el nuevo milenio tendrán modalidades y
rostros radicalmente distintos o que incluso algunas están en vías de extinción.
4 Es así que éste documento además de hacer un acercamiento no sólo a la importancia de
los partidos en los sistemas políticos, pretende también señalar su desgaste y deficiencias
como mediadores entre sociedad y Estado con el eventual divorcio entre sociedad y
partidos como entes todavía legítimos de representación ciudadana.

El origen de los partidos políticos


5 Es prácticamente imposible hablar de democracia sin evocar a los partidos políticos
como los principales entes articuladores y aglutinadores de los diversos intereses sociales.

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En su origen, los partidos políticos fueron organizaciones muy laxas, agrupaciones que
congregaban a secciones de la elite con claros propósitos electorales, la contraparte fue el
surgimiento de los partidos de masas, que organizó a obreros y campesinos con la idea de
contrarrestar la ventaja económica de las elites. Sin embargo; algunos partidos de masas
se transformaron en revolucionarios para por último ser partidos totalitarios o autoritarios
(Partido Comunista en Cuba), con el objetivo último de no competir sino de mantener
indefinidamente el poder.
6 El origen de los partidos como de la democracia, se remonta a la antigua Grecia y Roma
con los inicios de los que sería una sociedad políticamente organizada. En Grecia
encontramos grupos integrados para obtener fines políticos, mientras en Roma la historia
de los hermanos Graco y la guerra civil entre Mario y Sila son ejemplos de este tipo de
''partidos''7. El surgimiento de los partidos políticos modernos está vinculado con el
perfeccionamiento de los mecanismos de la democracia representativa. La teoría afirma,
que los partidos modernos tuvieron su origen remoto en el siglo XVII, evolucionaron
durante el XVIII y se organizan, en el pleno sentido del término, a partir del XIX y,
concretamente, después de las sucesivas reformas electorales y parlamentarias iniciadas
en Gran Bretaña en 1832. Los partidos modernos, aunque son producto de la peculiar
relación de los grupos políticos con el parlamento, fueron condicionados por los procesos
de formación de los Estados nacionales y por los de modernización, que ocurrieron en el
mundo occidental durante los siglos XVIII y XIX.
7 Los partidos políticos son el resultado de la quiebra de la sociedad tradicional o feudal y
su paso a la sociedad industrial. El mundo burgués, posterior a las revoluciones en
Inglaterra y Francia, requería de formas de organización política que sustituyeran a las
estamentarias o corporativas por nuevos modos de organización, dependientes de grupos
políticos organizados en el parlamento, con reglas claras para la circulación de la clase
política. Estas reglas serían de carácter electoral y tendrían un sentido distinto al llamado
mandato directo (y en ocasiones vitalicio) de los representantes respecto de sus
representados; tal mandato quedó sustituido por el representativo, con el cual el diputado
ya no es considerado representante exclusivo de su distrito, sino de toda la nación, y deja
de estar obligado a seguir ciegamente el mandato imperativo de sus electores.
8 La sociedad libre que surgió necesitaba organizaciones que fueran funcionales en el
nuevo contexto. La división entre la sociedad civil como ámbito de la libertad de la
persona y la sociedad política o Estado exigía entonces canales de comunicación que
articularan intereses entre una y otra, fue así que los cauces de intercambio se articularon
a través del parlamento y los partidos políticos. Estos se convirtieron entonces en
articuladores que mediaron la relación entre sociedad civil y el Estado. Es a través de los
partidos que se expresan tanto intereses nacionales como particulares, su función es por
tanto indispensable en una sociedad plural en la que los distintos grupos e intereses
requieren de participación y representación. Los sistemas políticos plurales en condiciones
de una lucha política en igualdad de oportunidades son los mejores catalizadores, y
garantes de la democracia.
9 Sin embargo e inherente a su propio origen, existen posturas como la de Michels8 que
afirma, que la naturaleza propia de los partidos es que son organizaciones oligárquicas y
no democráticas a su interior sin embargo, y si bien son entes indispensables e
insustituibles en las democracias, también son inevitables las diferencias de intereses,
diferencias, que eventualmente podrían ser fructíferas en pro de la unidad nacional.

Los partidos políticos y su historia en


México
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10 El caso de Mexicano resulta notorio dadas las características particulares en la


conformación de su sistema político. Fue a partir de la Revolución de 1910, que surgieron
partidos totalitarios o autoritarios, que en la práctica fue evidente, que su objetivo no era
competir por la vía electoral sino retener indefinidamente el poder. Esto último fue
justamente lo que sucedió en México con el nacimiento en 1929 del Partido Nacional
Revolucionario (PNR), creado desde el gobierno por la facción victoriosa de la Revolución
Mexicana y que finalmente se convirtió en el hoy Partido Revolucionario Institucional
(PRI).
11 Cuando parecía que los desequilibrios provocados por la revolución de 1910 en México y
después de la promulgación de la nueva Constitución Política de 1917 y de la aparente
consolidación de Venustiano Carranza en el poder, los ejércitos revolucionarios fueron
sustituidos por los nacientes partidos políticos, especialmente después del asesinato de
Zapata en abril de 19199 . En esa época fueron cinco los partidos políticos: el Comunista
Mexicano, el Liberal Constitucionalista, el Laborista Mexicano, el Nacional Agrarista y el
Nacional Cooperatista. Varios autores coinciden en que estos partidos, salvo el Comunista,
fueron de origen caudillista, puesto que en buena medida su existencia parecía estar
subordinada por un caudillo10. La existencia de estos con base caudillista, se debía a la
necesidad de encauzar la política por la vía de las elecciones y formas civiles de
organización social y ya no más por la vía de las armas y enfrentamientos militares, toda
vez que se pensaba que la Revolución, con el triunfo de Carranza sobre los otros ejércitos,
había quedado atrás dando lugar a un proceso de estabilidad que debía construirse con
instrumentos políticos formalmente democráticos.
12 Carranza fue asesinado en 1920 y el grupo Sonora (Huerta, Obregón y Calles) se hizo del
poder. Con Obregón y Calles los partidos con carácter nacional fueron subordinados al
centro, permitiéndose la existencia de partidos regionales y estatales que, en los hechos
funcionaban como organizaciones de control de caciques o jefes políticos locales sobre la
población. Entre estos partidos destacaba el Socialista Fronterizo de Tamaulipas, el
Socialista del Sureste y el Socialista de Occidentes, incluso el Comunista, pero estos
perdieron importancia con la fundación del Partido Nacional Revolucionario (PNR) en
192911. La creciente participación de las masas en el PNR y el desarrollo del país, restaron
fuerza a caudillos y caciques locales o regionales y en consecuencia, se fortaleció el partido
del régimen convirtiéndose poco a poco en el Partido así con mayúsculas.
13 Después fue el ex presidente Calles durante el periodo conocido como el Maximato el
que debilitó a los partidos anteriores al PNR, obligándolos a afiliarse al nuevo partido o
desaparecer si se oponían a este. La oposición, tanto de extrema derecha (Los cristeros)
como de izquierda (Comunista), había sido derrotada entonces. Es así que la notable
estabilidad política mexicana posterior a 1920 (última ocasión en que hubo un cambio
violento de gobierno) fue resultado de la existencia y permanencia en el poder de un
partido de Estado en el contexto de un sistema político en donde las elecciones eran
puramente formales, y que no servían para elegir sino apenas para confirmar. En esas
condiciones y desde su origen, el partido del gobierno, el PRI, fue antidemocrático.
14 La reorganización de las masas en centrales de trabajadores, como la Confederación de
Trabajadores de México (CTM) (1936) y la Confederación Nacional Campesina (CNC)
(1937), facilitó la transformación del PNR en el Partido de la Revolución Mexicana (PRM)
en 1938. El partido aglutinó básicamente a cuatro sectores: el obrero, el agrario, el militar
y el popular, fue así que en 1946 se convirtió en Partido Revolucionario Institucional
(PRI), el cual por varias décadas facilitó la inclusión corporativa de los trabajadores.
15 Antes del cambio del PRM a PRI estuvo vigente la ley electoral de 1918, que permitía la
formación y el registro de partidos prácticamente sin ningún trámite: 100 personas podían
constituir un partido. Bajo este estatuto se fundó el Partido Acción Nacional (PAN) en
1939. Para las elecciones de 1940 Juan Andrew Almazán formó su partido, el
Revolucionario de Unificación Nacional (PRUN) y presentó la primera oposición

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relativamente peligrosa a la Presidencia de la República desde 1929. Después de la


experiencia de Almazán y quizá con el propósito de evitar otro evento de competencia, fue
modificada la ley electoral imponiendo entre otros el requisito de 30,000 miembros, a
razón de 1,000 en cada una de por lo menos dos tercios de las entidades del país. Aparte
del PRI sólo reunía esta formalidad el PAN el Partido Fuerza Popular de nueva creación de
la organización ultraderechista (fascista en esa época) denominada Unión Nacional
Sinarquista12.
16 Es probable que para contrarrestarla se le haya dado el registro al Partido Comunista
aunque no reuniera los requisitos cuantitativos que establecía la nueva ley electoral, esto
explica la inclusión de un artículo transitorio que especificaba que para la elección de
1946, y sólo por esa ocasión, los partidos podrían registrarse con 10,000 miembros. La
otra posible razón de tal reforma y del registro de comunistas y sinarquistas pudo ser la
pertinencia de presentar a una población creciente e inconforme opciones electorales
como respuesta de expresión y de la agudización de la lucha de clases como consecuencia
del capitalismo de posguerra.
17 En 1945 otro disidente del PNR-PRM-PRI Miguel Henriquez Guzmán formó su partido,
La Federación de Partidos del Pueblo Mexicano (FPPM) para contender en las elecciones
de 1946 y aunque retiró su candidatura para las elecciones de 1952 el partido de Henríquez
fue revitalizado pero perdió y después la matanza de los henriquistas en el centro de la
capital del país, el gobierno federal modifico otra vez la ley electoral subiendo a 75,000
miembros el mínimo para registrar un partido (2,500 en cada una de por lo menos dos
tercios de las entidades). Como premio por haber dividido a la oposición el PRI, le ratificó
el registro al partido de Lombardo Toledano el Partido Popular fundado en 1948 y al
Popular Socialista a partir de 1960 aunque este último no cumplía con los requisitos, de
igual forma se le dio el registro al Partido Auténtico de la Revolución Mexicana (PARM).
Fue así que el PRI, PAN, PP-PPS Y PARM, fueron los principales partidos legales en 1958
hasta las elecciones de 1976. Hubo otros partidos, unos con registro y otros sin él, pero no
alteraron el sistema de partido dominante del PRI. En el cuadro Nº 1 se muestra
esquemáticamente los partidos que existían formalmente desde 1946 hasta 1976, así como
su fecha de registro y candidatos a la Presidencia de la República.
18 En esto tiempos son dos los tipos de oposición partidaria lo que se han presentado en
México: la propiamente partidaria legal y la que Araujo denomina cismática13, aunque
existen los partidos ficticios o de conveniencia. La oposición ha sido de derecha y de
izquierda. La derecha es un espectro muy amplio, que fluctúa entre el extremo que va
desde los fascistas o los nazis, hasta el reformismo burgués conocido como posiciones de
centro que defendían el sistema capitalistas contra opciones alternativas, tales como el
socialismo e identificado con el gattopardismo14.
19 La izquierda ha sido una corriente que todavía a mediados de los 80, postulaba en
general al socialismo como una alternativa positiva frente al capitalismo. En México el PRI
se ha presentado como un partido de centro, aunque estrictamente hablando ha sido un
partido de derecha, salvo en un corto periodo (entre 1933 y 1938) en que se presentó como
de izquierda reformista.

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Cuadro Nº 1. Partidos con Registro en México, 1946-197615.


20 El PAN y los partidos derivados del sinarquismo son considerados como de derecha y
los partidos de tendencia socialista como la izquierda. Por muchos años la izquierda fue el
Partido Comunista Mexicano fundado en 1919, aunque hubo otros partidos de este signo,
como el Partido Obrero Campesino Mexicano (1950-1963)16, los partidos pertenecientes a
la corrientes espartaquista (de finales de los 50 a finales de los 60)17 y las organizaciones
maoístas y trotskistas y las que pudieran encuadrarse en el marco del reformismo de
izquierda y la socialdemocracia18. Así mismo, Padgett19 establecía que los partidos
políticos son de dos tipos: los permanentes y los transitorios. Los primeros serían
aquellos que tiene funciones institucionalizadas, que no surgen en una coyuntura y que no
deben su permanencia a ella, los otra parte los transitorios, serían aquellos que surgen y
desaparecen en función de la una elección presidencial, pero que deben su existencia y
orientación a líder, lo que en su momento Calles denominaba familia revolucionaria.
21 Con lo dicho antes podemos sugerir que en México, los tres grandes partidos de origen
cismático han sido el Partido Revolucionario de Unificación Nacional (PRUN) fundado
por Juan Andrew Almazán fundado en 1940, la Federación de Partidos del Pueblo
Mexicano fundado por Miguel Henríquez Guzmán en 1952 y el PRD que en su inicio tuvo
como plataforma electoral una coalición de varios partidos denominada Frente
Democrático Nacional con Cuahutémoc Cárdenas Solórzano en 1988)20. Cabe resaltar que
hasta ahora los partidos de origen cismático han sido más competitivos en términos
electorales que los partidos denominados como permanentes de acuerdo a la clasificación
de Padgett.
22 La reforma política de 197721 tuvo el objetivo de involucrar en la lógica electoralista a los
partidos, y se propuso ante la eventualidad de brotes sociales como resultado de la crisis
económica, desviar éstos hacia las urnas electorales. Esta reforma fue un avance
importante en términos electorales para la vida política de México, pues abrió el abanico
de los partidos políticos y permitió el fortalecimiento a la larga de oposición electoral en
México. La reforma del 77 se inició antes de que López Portillo entrara en funciones como
Presidente el 1º de diciembre de 1976. Existía la intención de proporcionarle registro a
partidos que representaran nuevas opciones para los electores. Estos partidos habrían de

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ser el Socialista de los Trabajadores (PST), el Mexicano de los Trabajadores (PMT), el


Comunista Mexicano (PCM) y el Demócrata Mexicano (PDM). En la nueva ley electoral
denominada Ley Federal Electoral de Organizaciones Políticas y Procesos Electorales
(LOPPE), se contemplaron tres tipos de registro para los partidos: definitivo (PRI, PAN,
PPS y PARM), condicionado al resultado donde obtuvieron su registro el PST, el PCM y el
PDM, y como asociaciones políticas nacionales (Partido Revolucionario de los
Trabajadores (trostkistas), la Unidad de Izquierda Comunista (escisión del PCM dirigida
por Manuel Terrazas), Acción Comunitaria (después Partido Socialdemócrata) y Unidad y
Progreso22.
23 Fue así que para 1978 hasta 1988, los partidos que contaban con registro y presentaron
candidatos a las elecciones presidenciales fueron los que se detallan a continuación en el
cuadro Nº 2. La elección Presidencial de 1988 fue un parteaguas en la historia electoral de
México y por supuesto el cambio en el sistema de partidos dando paso a una etapa de
mayor participación partidaria electoral, es decir, pasamos de un pluripartidismo con
partido dominante a un modelo de pluripartidismo donde el PRI ha perdido el monopolio
en el triunfo de las elecciones, un sistema electoral con elecciones cada vez más
competitivo. La reforma de 1996 generó que el control de los procesos electorales ya no
estuviera en manos del gobierno, sino del Instituto Federal Electoral como organismo
autónomo y ciudadanizado. En este contexto el espectro de partidos con registro quedó
conformado por PRI, PAN, PPS, PARM, PFCRN Y PRD. El PRT y el PDM, perdieron su
registro y el PCM-PSUM-PMS desapareció. El socialismo, como expresión partidaria-
electoral de la izquierda, también desapareció23.
24 El régimen político posrevolucionario y tradicional en México entró en crisis al ceder el
poder a la tecnocracia (políticos con alto nivel de calificación), los políticos del PRI
tradicional vieron disminuidas sus probabilidades de acceder a esferas de decisión. 1994
fue una año muy complejo para México, año en que México entro a formar parte del
bloque comercial con Estados Unidos y Canadá y que supuestamente colocaba al país,
entre los países del primer mundo, estallo una revolución de los más pobres del país, los
indígenas de Chiapas, dejando claro el desarrollo desigual y la inequitativa distribución del
ingreso. El movimiento del EZLN, el asesinato del candidato del PRI Luis Donaldo Colosio
y Francisco Ruiz Massieu este último Secretario General del PRI24.
25 El resultado de los procesos electorales de 1988 impacto el esquema actual del sistema
de partidos en México, lo que generó un modelo tripartidista (PRI, PAN y PRD) aunque
existen otros. El esquema de partidos actual desde 1994 hasta 2000 se detalla en el cuadro
Nº 3.
26 El antiguo régimen político mexicano fue sustituido por otro en proceso de
construcción, el sistema de partido con partido único utilizó durante años la política de
carro completo para el PRI, los partidos de oposición fueron inhibidos en sus
posibilidades de crecimiento y no acceso al poder, que se reflejaba directamente en las
leyes electorales y en los tres poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) y en los gobiernos
locales.

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Cuadro Nº 2. Partidos con Registro en México, 1978-198825.


27 Esta situación en el sistema de partidos comenzó a cambiar a partir de los 80, la crisis
económica, la aparición de los tecnócratas, las crisis y fracturas de los partidos
especialmente el PRI, la creación del IFE, las reformas electorales, son algunos de los
factores que encaminaron este cambio aun inacabado26. En la actualidad el sistema de
partidos en México es tripartidista ya no existe el antiguo sistema de partido dominante o
hegemónico, los partidos políticos cambiaron, abandonando sus antiguos principios mas o
menos ideológicos para convertirse en partidos de definición ambigua donde el objetivo es
ganar votos adecuando el discurso político para ser mas competitivos.

Cuadro Nº 3. Partidos con Registro en México, 1978-198827.

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28 Las fuerzas político-sociales actuales se encuentran a la expectativa y sin una propuesta


alternativa clara y coherente, si bien la alternancia en México ha sido entonces el resultado
de una progresiva descomposición del viejo régimen arrastrando con ello la caída de
actores, cacicazgos, líderes, e intereses, la democratización mexicana se encuentra aun en
una fase inicial llena de riesgos y fragilidades, vivimos un momento en el cual el viejo
régimen no se termina de ir y el nuevo no ha podido instalarse completamente.
29 El cambio del modelo democrático representativo en México se ha caracterizado a
diferencia de otros procesos de transición y alternancia en el mundo, como un cambio en
el gobierno que se logró mediante el sufragio en las urnas de forma pacífica y sin que se
diera un rompimiento del marco institucional vigente, producto también de numerosos
procesos de negociación entre las fuerzas políticas e instituciones electorales que
permitieron que el poder se sometiera al veredicto ciudadano en las urnas logrando
relativamente comicios más transparentes que en el pasado. La alternancia remite hoy a la
existencia del poder compartido que exige la convergencia, el establecimiento de acuerdos
y la corresponsabilidad en la tarea de gobierno entre las diversas fuerzas políticas.
30 La democratización mexicana ha tenido ritmos heterogéneos y tiempos largos, donde
tres factores han sido fundamentales: En primer lugar, el sistema de partidos que ha
cambiado en su número y tamaño, en segundo lugar, los procesos electorales que han
sufrido una acelerada transformación en sus formatos de competencia, hasta llegar a la
plena competencia y alternancia, y en tercer lugar, las reglas electorales han tenido una
evolución notable desde el control absoluto del PRI en gobierno y en las elecciones hasta el
actual modelo de autonomía y ciudadanización28.
31 Desde las reformas político-electorales de 1977 hasta la de 1996, se han incrementado la
participación de la oposición. El progreso alcanzado en este campo se debe al desarrollo de
nuevas fuerzas sociales y a su participación en partidos políticos de oposición tanto de
derecha como de izquierda, porque la ruptura de importantes sectores sociales con el
partido oficial (PRI) ha alterado paulatinamente el traspaso de simpatías a otras fuerzas
políticas, abriendo el paso a la consolidación de la oposición en el país. Anteriormente la
estabilidad del sistema político mexicano partía del enlazamiento de redes que el PRI
mantenía garantizando el triunfo29.
32 El inicio y eje principal de la transición mexicana a la democracia, es sin lugar a dudas,
la reforma político-electoral de 1996 que tuvo como objetivo específico, abrir espacios de
participación y representación política para nuevas corrientes de opinión, construir un
padrón electoral con una credencial para votar con las máximas garantías de confiabilidad,
conformar una autoridad electoral independiente del gobierno y de los partidos políticos,
pero sujeta en todo momento al escrutinio de estos últimos, fueron estos entre otros,
temas centrales de la agenda del reclamo democrático del México de entonces. Se debía
considerar al mismo tiempo, que la apertura implicaba también la posible situación de
tensión política en momentos determinados como fue el caso de la contienda electoral por
la Presidencia de la República en 1988, ganado la elección el candidato del PRI Carlos
Salinas de Gortari en contra del candidato del PRD Cuahtemoc Cárdenas. Hecho que
impacto negativamente los procesos electorales por la falta de credibilidad ciudadana que
abarcaba desde el instrumento mismo para votar, pasando por la institución encargada de
administrar los comicios llegando hasta la propia instancia calificadora. Ello hizo que las
reformas de,1989-1990, 1993, 1994 y 1996, fueran cuestionadas30.
33 Actualmente el sistema de partidos en México necesita resolver diversos problemas y
subsanar vacíos para hacer gobernable esta democracia incipiente, en este contexto la
gobernabilidad es débil aún. El camino a la consolidación democrática en México es
sinuoso y la actitud de los partidos políticos en general ha sido muy criticada y en algunos
casos la propia en una etapa de transición en proceso. Lo cual se relaciona con la ausencia
de una cultura política sólida en el terreno de la competencia tan intensa que estamos

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viviendo en el país. En este nuevo escenario, los partidos, incluido el PRI están transitando
aunque no necesariamente de buena manera, a una mayor maduración política.
34 El inicio de este siglo en México parecía encaminarse al encuentro exitoso del tiempo
político perdido, pero éste no ha sido el caso. Hoy el sistema de partidos en su conjunto
está divorciado de la sociedad, no la representa. Hoy se tiene que estudiar a los partidos
desde el espacio de la crisis de la democracia, sobre la que Manuel Castells ha señalado
que los partidos políticos han agotado su potencial como agentes autónomos de cambio
social, viéndose atrapados en la lógica de la política informacional y cuando su principal
plataforma, las instituciones del Estado-nación, han perdido gran parte de su
importancia31.

Crisis de partidos vs crisis de


representación
35 Es claro que los partidos políticos partidos fracasan o entran en crisis cuando dejan de
ser el enlace entre la ciudadanía y el Estado; sin embargo; la crisis de estos actores
políticos además de remitirse al funcionamiento del sistema en general, también es de tipo
endémico. La crisis de los partidos se ha visto afectada por diversos factores que vienen
con la modernización. Los procesos continuos de desarrollo social, cultural y económico
han contribuido a que las sociedades sean cada vez más complejas, más urbanas, educadas
e industrializadas, lo cual conlleva profundos cambios a nivel estructural lo que propicia la
emergencia de nuevas demandas que los partidos políticos frente a su crisis, han sido
incapaces de encauzar. Demandas, que no encuentran necesariamente, representación en
los partidos tradicionales, muchos de los cuales siguen utilizando la práctica obsoleta del
clientelismo.
36 Es esta combinación particular de acontecimientos que puede haber proveído la razón
por el actual sentimiento anti-partidista cada vez más difundido entre la ciudadanía, que
ahora caracteriza la política de masas en las democracias occidentales. Pareciera que los
partidos políticos no necesariamente son una actor en extinción sino mas bien son entes
que se encuentran frente a una proceso de cambio, aun y cuando los votantes, continúen
dejando saber, de una manera u otra, que no están contentos con estos cambios. Se dice
que los ciudadanos, son leales a su partido, sólo con tal de que se sientan satisfechos con
su desempeño, cuando dejan de estar satisfechos pueden expresar su malestar con la
intención de reformar el partido, pueden salir del partido, buscar otro partido que
represente mejor sus ideas, o simplemente estar apáticos cuando no encuentran
alternativa.
37 Es por ello que resulta importante analizar la utilidad y funcionamiento de estas
instituciones que son inherentes a la democracia y fundamentales en un sistema
representativo, lo cual nos lleva a la reflexión sobre el futuro y calidad de la democracia en
México. Es evidente que los partidos en México atraviesan por una situación complicada,
sin embargo, no se trata de un fenómeno exclusivo de alguno de ellos, sino que toca
prácticamente todo el espectro político.
38 Cuando se hace referencia a los problemas endémicos de la crisis de los partidos, en el
caso mexicano, tiene que ver con el nacimiento y origen de los mismos. El Partido
Revolucionario Institucional (PRI) mantuvo desde 1929 la estabilidad del sistema político
en donde las elecciones no cumplían la función de elegir sino de legitimar y reafirmar la
permanencia en el poder de este partido; sin embargo; era un partido antidemocrático
controlado por élites políticas, que actualmente está recuperando espacios a partir de
capitalizar los errores de los otros dos partidos fuertes (PAN y PRD), lo cual le ha
significado un aumento relativo en las preferencias ciudadanas.

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39 El Partido Acción Nacional (PAN) transcurrió la mayor parte de su vida gravitando


alrededor del poder priísta como relativa oposición, pero fue hasta el 2000 cuando tuvo la
oportunidad de probar a sus cuadros asumiendo el compromiso de gobernar y que ahora
también, aunque de manera menos evidente, atraviesa por una grave crisis provocada por
el ejercicio autoritario a su interior, evidenciado la ausencia de principios políticos y un
proyecto sin rumbo definido.
40 Tenemos también la discordia en el Partido de la Revolución Democrática (PRD) que si
bien estuvo a un paso de llegar al poder, hoy, su crisis interna es motivo de fuertes críticas
y enfrentamientos. El PRD nació metiéndose en el registro formal del Partido Mexicano
Socialista. Después de las elecciones de 1988, en el que quedó una situación muy
conflictiva de un Frente Patriótico Nacional integrado por cuatro partidos: el PARM, el
partido del ferrocarril (PFCRN) como le llamaban al Frente Cardenista de Reconstrucción
Nacional, el PPS y el PT. Se formó entonces una nueva organización política a partir del
registro del Partido Mexicano Socialista, que fue el PRD. En el convergieron muchas
corrientes desde su nacimiento: trotskistas, cristianos de izquierda, marxistas-maoístas,
etcétera.
41 El PRD se asume como el partido de la izquierda en México, pero en la realidad su
esfuerzo está mas dirigido a lucha interna poco ideológica y por los puestos burocráticos
en el partido. El tan impugnado proceso de elección interna para elegir la presidencia
nacional del PRD da muestra ya de una fractura importante entre sus dos corrientes
principales, por lo que las metas y banderas de la izquierda como: la lucha por abatir la
desigualdad y la consolidación de una verdadera democracia para todos, son temas
olvidados en algún rincón obscuro del Comité Central de éste partido, es decir,
abandonaron la lucha de clases por la lucha por el presupuesto y la lucha por el cargo.
42 Además están los partidos “pequeños” que no se han visto exentos de la crisis, como lo
demostró la fractura del Partido Alternativa Socialdemócrata con la discutida renovación
de su dirigencia nacional. La característica central de los partidos “pequeños” no es otra
más que de oportunismo, pues su claro objetivo básico es conseguir el registro y
eventualmente mantenerse bajo el subsidio del IFE, como ha sido el caso de el Partido
Nueva Alianza, auspiciado por Elba Esther Gordillo líder sindical de los maestros en
México y que tiene al parecer un poder que rebasa por mucho este sector.
43 Todo este contexto da una muestra del fenómeno de descomposición y crisis que afecta
a todos los partidos en México, donde todos ellos se caracterizan por fallas profundas,
desde los tres grandes hasta los pequeños y de reciente creación. La primera alternancia
política en el país, parecía encaminarnos a recuperar el tiempo perdido, pero este no ha
sido el caso. Hoy el sistema de partidos en México, está divorciado de la sociedad y no la
representa.

La calidad de la democracia y el nuevo


papel de los partidos políticos en México.
44 Hoy el mapa político mexicano muestra una clara tendencia de cambio en el poder
político, la alternancia tanto en elecciones a nivel federal como local son un hecho
cotidiano, la diversidad de fuerzas e ideologías partidistas y la participación ciudadana ha
sido el origen de este cambio, y lo que existe hoy es una clara situación de poder
compartido tanto en el ámbito local como en el federal en México; sin embargo; la
democracia no puede reducirse al acto electoral, la democracia es una forma de vida en
colectividad, basada en el constante mejoramiento en todos los aspectos de la vida de una
sociedad, lo que nos lleva a plantearnos nuevos horizontes con miras a tener una mejor
democracia, es decir un concepto nuevo que nos remite a la calidad de nuestra democracia

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mexicana y con ello del papel de actores políticos fundamentales como son los partidos
políticos.
45 El contexto político en México nos lleva a reevaluar constantemente temas como: las
condiciones de la competencia electoral, la eficacia y eficiencia de las instituciones y de los
partidos políticos, la normatividad y la calidad de vida de los ciudadanos y en este sentido,
Las instituciones de la democracia deben ser escenarios transparentes y abiertos al debate
público si se desea que sigan siendo legítimos32. Cuando se piensa en la calidad de la
democracia, las instituciones conforman una de las variables sobre las que es preciso
incidir para mejorar los productos democráticos, entonces como afirma Dahl33 “el desafío
para los ciudadanos de las democracias más antiguas reside en descubrir cómo pueden
llegar a conseguir un nivel de democratización más allá de la democracia poliárquica”.
46 Actualmente el sistema de partidos en México necesita todavía resolver diversos
problemas y subsanar vacíos para hacer gobernable esta naciente democracia; estos vacíos
se remiten a dos aspectos importantes: en primer lugar al estructural, que tiene base en
tres componentes principales: un presidencialismo acotado, un gobierno dividido y un
esquema multipartidista, y en segundo lugar está la práctica política donde aparece como
medular la acción y futuro de los partidos, pues si bien las reformas electorales de 1996 y
2007, abrieron espacios importantes logrando equidad en la competencia y
competitividad en el sistema de partidos además de mejoras en el financiamiento público
de estos, todavía los cambios son insuficientes y requerirán en el futuro próximo un ajuste
inmediato.
47 El camino a la consolidación democrática en México, es sinuoso y la actitud de los
partidos políticos en general ha sido producto de un comportamiento que también tiene
que ver con la ausencia de una cultura sólida en el terreno de la competencia tan intensa
que estamos viviendo en el país. Frente a la nueva sociedad política que caracteriza al
México del siglo XXI, pareciera que los partidos y la sociedad siguen rumbos diferentes
que al parecer no llegan a cruzarse en la idea de arribar a buen puerto dentro de un
modelo de democracia representativa.
48 Otros aspectos a revisar son entre otros el papel de los medios de comunicación en
épocas de elecciones, aspectos como el voto de los mexicanos en el extranjero, la
fiscalización de los recursos de campaña y la regulación de las precampañas, el papel de la
real ciudadanización de los institutos electorales, que ante los nuevos procedimientos
cuestionan la injerencia de los partidos y la autonomía del instituto ; sin embargo el reto
más importante es estimular y encauzar la participación ciudadana, sin la cual tampoco
hay democracia.
49 La democratización mexicana se encuentra en el principio de un largo y tortuoso
camino, vivimos un momento político en el cual el viejo régimen no se termina de ir y el
nuevo no ha podido instalarse completamente. Es así que la alternancia encaminada a la
transición y consolidación del sistema democrático, es la existencia de poder compartido
que exige la convergencia, el establecimiento de acuerdos y la corresponsabilidad en la
tarea de gobierno entre las diversas fuerzas políticas.
50 Sin embargo no podemos dejar de lado que la democratización mexicana ha cambiado
en tres aspectos fundamentales: a) el sistema de partidos que ha crecido en número, y en
su relación con la sociedad, además de en su experiencia de gobierno. b) los procesos
electorales que han sufrido una acelerada transformación en sus formatos de
competencia, desde el modelo de partido hegemónico hasta su crisis, hasta llegar a la
plena competencia y alternancia, todo en un lapso de 25 años, y c) en las reglas electorales
que han tenido una evolución notable desde el control absoluto del PRI en gobierno y en
las elecciones hasta el actual modelo de autonomía y ciudadanización.

Bibliographie
https://journals.openedition.org/nuevomundo/51663 12/15
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Notes
1 Panebianco, Angelo (1993). Modelos de partido. Organización y poder en los partidos políticos. Ed.
Alianza, México.
2 Sartori, Giovanni (1994), Partidos y sistemas de partidos: Marco para un análisis. Alianza, México.

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3 Duverger Maurice, Giovanni Sartori (1988). Los sistemas electorales. Centro Interamericano de
Asesoría y Promoción Electoral, Instituto Interamericano de Derechos Humanos. Universidad de
Texas
4 Dahl Robert Alan, Julia Moreno San Martín (1997). La poliarquía: Participación y oposición.
Tecnos.
5 Huntington, Samuel (1994). La Tercera Ola. Paidos.
6 Según Huntington, la primera oleada democrática, en el siglo XIX, dio origen a 26 repúblicas
democráticas. Luego, en la primera mitad del siglo siguiente, asistimos a un grave retroceso: en 1942
no quedaban en el mundo más que doce sistemas democráticos en pie. En la segunda posguerra se
produjo una renovada oleada y llegamos a treinta democracias. Diamond (2000), basándose en
información de Freedom House encontró que para 1999 existían 85 democracias liberales y 59
democracias electorales en el mundo.
7 Asimov, Isaac (1981). La república romana. Alianza, Madrid.
8 Michels, Robert (2003). Los partidos políticos. Ed. Amorrortu editores. Argentina.
9 Rodríguez Araujo (2002); Los partidos políticos en México; en Partidos Políticos y Procesos
Electorales en México; Carlos Sirvent (Coord.) (2002); Ed. Miguel Ángel Porrúa y la Facultad de
Ciencias Políticas y Sociales; México.
10 Fuentes Díaz, Vicente (1969); Los partidos políticos en México; Altiplano, México.
11 Ibídem Rodríguez Araujo, Octavio (2002).
12 Ibídem Rodríguez Araujo, Octavio (2002).
13 Los partidos de origen cismático son resultado de coyunturas políticas en momentos específicos.
14 Gattopardismo: Se usa el término como una expresión extraída de la novela de Giuseppe Tomasi
di Lampedusa, IL Gatopardo, en donde el personaje central ante los cambios sociales inminentes en
Sicilia al pasar la dominaciñon de los Borbones a los de la casa de Saboya, decía: Hay que cambiar
para que no cambie nada.
15 Ibídem Rodríguez Araujo (2002).
16 Alonso, Jorge (1990); En busca de la convergencia. El Partido Obrero Campesino Mexicano;
Ediciones de la Casa Chata, México.
17 Fernández Christlieb, Paulina (1978); El espartaquismo en México; Ed. El caballito, México.
18 Carretón, Manuel Antonio (2004); La indispensable y problemática relación entre partidos y
democracia en América Latina; Ed en Hacia una democracia de ciudadanos y ciudadanas. Programa
de las Naciones Unidas para el desarrollo, (PNUD).
19 Padgett, Vincent (1966); The Mexican Political System, Hougton Mifflin; Boston.
20 Garrido, Luis Javier (1993); La ruptura. La corriente democrática del PRI; Ed. Grijalbo, México.
21 Reyes Heroles, Jesús (1977); Discurso sobre la reforma política de 1977 en Reforma política.
Gaceta informativa de la Comisión Federal Electoral CFE, México.
22 Ibídem Rodríguez Araujo, Octavio (2002).
23 Rodríguez Araujo (1996) (Coordinación e Introducción); Transición a la democracia. Diferentes
Perspectivas, México, Ediciones La Jornada y Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en
Ciencias y Humanidades-UNAM, Varios autores.
24 Ibídem Rodríguez Araujo (1996).
25 Ibídem Rodríguez Araujo, Octavio (2002).
26 Aziz Nassif, Alberto (2004). Partidos gobernantes en México después de la alternancia y antes de
la restauración. www.memoria.com.mx/159/Aziz.htm.
27 Ibídem Rodríguez Araujo, Octavio (2002).
28 Ibid Aziz Nassif, Alberto (2004).
29 Padua, Jorge y Alain Vanneph (Comp.) (1993); Poder local, Poder Regional; Ed. El Colegio de
México/CEMCA; México.
30 Peschard, Jacqueline (1999); Hasta donde ha llegado la reforma electoral: Las elecciones ya son
democráticas, los partidos no necesariamente; Artículo en línea
www.etcetera.com.mx/1999/340/pj0340.htm.
31 Castells, Manuel (2001). La Era de la Información. Vol. II: El poder de la identidad. Ed. Siglo
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32 Habermas Jurgen (2004). Tiempo de Transición. Ed. Trotta; España.

https://journals.openedition.org/nuevomundo/51663 14/15
6/6/23, 3:57 Los partidos políticos y su replanteamiento como actores políticos en la democracia mexicana del siglo XXI
33 Dahl Robert A (1999) Actas del coloquio sobre el futuro de la democracia. Círculo de debates,
Taurus Editorial.

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Référence électronique
Angélica Cazarín Martínez, « Los partidos políticos y su replanteamiento como actores políticos en
la democracia mexicana del siglo XXI », Nuevo Mundo Mundos Nuevos [En ligne], Colloques, mis
en ligne le 09 février 2009, consulté le 06 juin 2023. URL :
http://journals.openedition.org/nuevomundo/51663 ; DOI :
https://doi.org/10.4000/nuevomundo.51663

Auteur
Angélica Cazarín Martínez
El Colegio de Tlaxcala A.C.
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