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ANÁLISIS DE LA MARCHA

Lic. Matías Parra Lic.


Analía Boglioli

La capacidad de locomoción en bípedo es característica de los seres humanos, distinguiéndonos del resto de los
seres vivos. La deambulación en dos pies libera nuestras extremidades superiores y nos permite realizar otras
actividades de la vida diaria e interactuar con el medio que nos rodea. MARCHA NORMAL Existen diferencias
notables en la forma de caminar según avanza la edad. Marcha del niño: Entre los 13-15 meses el niño consigue la
marcha independiente. Su marcha es insegura, inestable, tambaleante, muy irregular y con una falta de armonía y
adecuada coordinación. El niño inicialmente camina de manera inestable y torpe, se inclina hacia atrás o hacia
delante y se cae con frecuencia por su falta de equilibrio. Consigue una mayor base de apoyo gracias a la separación
de extremidades inferiores (15-20 cm de separación). (2, 4) El niño pequeño prácticamente no presenta braceo pues
camina con los miembros superiores separados del tronco para equilibrarse mejor y tampoco aborda el suelo con el
talón, sino con el pie completo. La longitud del paso del niño es pequeña al igual que la velocidad de la marcha,
cuando aumenta esta velocidad se cae con frecuencia. (2, 3, 5)

Según se va produciendo el desarrollo y maduración del niño éste va mejorando su equilibrio, coordinación y
conocimiento de su esquema corporal y su posición en el espacio, y va afianzando su posición bípeda, por tanto, va
ganando seguridad durante el proceso de deambulación. (4, 5) Se considera que hacia los 5-7años el patrón de
marcha del niño puede asemejarse al de un adulto, (1) aunque algunos parámetros se modificarán en los años
posteriores debido al aumento de la talla e incremento del peso. (3, 5)
Las presiones plantares en el niño son menores que las del adulto por su menor peso, y proporcionalmente es mayor
la presión sobre la cabeza del primer metatarsiano por el valgo de rodilla presente con frecuencia, que conduce a una
mayor pronación del pie. A los 6 años, aproximadamente, la distribución de las presiones es como en el adulto pues a
esta edad la bóveda plantar ya se encuentra configurada. (1)
La marcha es una serie de movimientos rítmicos del tronco y extremidades que determinan un desplazamiento hacia
delante (7, 8).
La marcha tiene dos componentes el equilibrio y la locomoción (9, 11). Para la mantención del equilibrio y
locomoción, se requiere de la interacción de los sistemas aferentes (visual, vestibular y propioceptivo) con los centros
de proceso de esta información (médula, tronco, cerebelo y hemisferios cerebrales), de la eferencia motora (vía
piramidal y extrapiramidal) y del aparato músculo-esquelético, construyéndose así un programa motor, en un contexto
de decisiones voluntarias (por indemnidad de la función cognitiva) y continuos ajustes inconscientes del sujeto
(reflejos posturales). Las estrategias posturales para mantener el equilibrio son la estrategia de tobillo y de cadera.
Las personas mayores tienden a desarrollar estrategias de cadera, que se generan cuando la superficie de soporte
es móvil o más pequeña que los pies, o cuando el centro de gravedad se mueve más rápidamente.
El ciclo de la marcha se inicia cuando el talón contacta con el suelo y termina con el siguiente contacto del mismo pie
con el suelo. Las dos fases del ciclo son la fase de apoyo y la fase de balanceo. Una pierna está en fase de apoyo
cuando se encuentra en contacto con el suelo y en fase de balanceo cuando no contacta con el suelo. Existe un
momento en que ambos pies están en contacto con el suelo denominado fase de doble apoyo.

FASES DE LA MARCHA
El Dr. Pedro Vera Luna del instituto de Biomecánica de Valencia, en su libro: Biomecánica de la marcha humana
normal y patológica describe la locomoción humana normal como “una serie de movimientos alternantes, rítmicos, de
las extremidades y del tronco que determinan un desplazamiento hacia delante del centro de gravedad”.
Cuando se habla de marcha primero hay que describir lo que es un paso completo: “es el ciclo que comienza con el
apoyo de un pie y termina con el apoyo del mismo pie más adelante”
A modo de resumen vamos a nombrar las diferentes fases de la marcha.
Fase de apoyo (60% del ciclo):
Contacto del talón (el talón apoya en el suelo)
Apoyo Plantar (con el talón apoyado, el extremo distal de los metatarsianos contacta también)
Apoyo Medio (visualizando en el plano sagital, el trocante mayor del fémur se encuentra alineado con el centro del
pie, en esta fase el centro de gravedad comienza a desplazarse hacia delante)
Elevación del talón (el talón se eleva y momentos después el otro pie ya está comenzando la primera etapa de la fase
de apoyo)
Despegue del pie (los dedos dejan de contactar con el suelo)
Fase de balanceo (40% del ciclo):
Aceleración (el extremo distal de la pierna es impulsado hacia delante con un gran impulso)
Balanceo medio (la pierna que se encuentra en esta fase sobrepasa a modo de péndulo la otra que se encuentra en
apoyo)
Desaceleración (es el cese del primer impulso de aceleración, para volver a apoyar y así terminar un paso completo y
reiniciar el ciclo)
Para finalizar este breve análisis de las fases de la marcha normal vamos a establecer cuál es la principal diferencia
entre la marcha normal y el trote.
En la marcha normal hay un momento en el cual ambos pies están en contacto con el suelo llamado fase de doble
apoyo, que no se encuentra en el trote. En el trote encontramos un momento en que ambos pies se encuentran
despegados del suelo, que no encontramos en la marcha normal.

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