Reclamación de deudas por impago

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Reclamación de deudas por impago

Reclamación de deudas
por impago

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Índice

I. Introducción

II. Sujetos responsables

III. Cantidades reclamables

IV. Renegociación de la deuda 3

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I. Introducción

En caso de que, llegado el vencimiento, el deudor desatienda el

pago, el acreedor puede efectuar la correspondiente reclamación
de la deuda por las siguientes vías:

a) Requerimiento previo, que puede realizarse mediante carta o

comunicación por correo certificado, requerimiento notarial o bu-
rofax y debe tener el siguiente contenido:

- la fecha del mismo;

- los datos y firma del acreedor;
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- los datos de deudor;
- los aspectos referentes a la deuda: cuantía, plazo de venci-
miento…

Es conveniente hacer constar un plazo para hacer efectivo el pago

(habitualmente de 5 a 15 días), así como el lugar y el modo para
realizarlo.

b) Procedimientos judiciales.

c) Procedimientos extrajudiciales: procedimiento hipotecario y

procedimiento de ejecución de hipoteca mobiliaria y prenda sin
desplazamiento.
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A&C: Cómo actuar ante un impagado?

Aunque tome cautelas para evitar los impagados, siempre existe el

riesgo de que se produzca alguno. Vea cómo debe actuar si esto
sucede y establezca un protocolo de actuación en su empresa.

Paso 1. Documentación

Recopile. En cuanto se produzca un impago, reúna la documenta-

ción de la operación:

• Pedido. Recopile el pedido del cliente, así como su acepta-

ción (recuerde que es aconsejable que ambos consten por
escrito).
• Albarán. Verifique que dispone del albarán de entrega fir-
mado por el cliente (o del parte de trabajos, si es una pres- 5
tación de servicios).
• Extras. Si la operación impagada se corresponde con extras
(por ejemplo, trabajos adicionales no presupuestados ini-
cialmente), reúna pruebas que demuestren su aceptación
por el cliente (como e-mails u otra correspondencia).

Subsane. A continuación, subsane los posibles defectos que aprecie

en la documentación indicada. Para ello, una estrategia útil es enviar
un e-mail al cliente dejando constancia de los extremos que le fal-
ten. Apunte. Así, por ejemplo, si no tiene el albarán de entrega fir-
mado, envíele un e-mail en el que indique: “Con relación al pago de
las mercancías que le fueron entregadas en fecha...”. De esta ma-
nera, si tras recibir el e-mail el cliente no niega la entrega, perderá
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“credibilidad” para hacerlo después en una hipotética reclamación

judicial.

Paso 2. Requerimiento

Requerimiento. Una vez reunida toda la documentación, envíe una

carta a su cliente requiriéndole el pago:

• Realice el requerimiento por burofax o conducto notarial.

Apunte. En impagos de importe reducido, también puede
hacerlo por e-mail (los tribunales suelen aceptarlo como
prueba).
• No envíe demasiados requerimientos, pues su deudor podr-
ía interpretarlo como que usted no va a reclamar judicial-
mente. Así, puede enviar una primera carta y, si el cliente si-
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gue sin pagar, que sea su abogado quien envíe otra más.

Paso 3. Negociación

Negociación. Si el cliente le hace alguna propuesta de pago (por

ejemplo, le ofrece un aplazamiento), siga estos consejos:

• Firmen un reconocimiento de deuda ante notario (sobre

todo si se trata de importes elevados). Opte porque el
cliente le entregue un pagaré con el nuevo vencimiento (si
hay varios vencimientos, pacte que el impago de alguno de
ellos le permitirá reclamar toda la deuda, incluso la no ven-
cida).
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• Si el cliente sigue sin pagar, usted podrá reclamarle judi-

cialmente de forma más rápida y expeditiva (embargando
incluso sus bienes).

Paso 4. Reclamación

Demanda. Si tras estas gestiones sigue sin cobrar, deberá decidir si

reclama o no judicialmente:

• Antes de incurrir en más costes, asegúrese de que existen

posibilidades de cobrar (por ejemplo, porque su deudor
tiene patrimonio).
• Asimismo, recuerde que usted mismo puede reclamar el
pago (sin abogado ni procurador) con un juicio monitorio.
• Una vez reclame a su cliente (judicialmente o con requeri-
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miento de pago notarial), podrá recuperar el IVA de la fac-
tura impagada (para más información vea el artículo "Mejo-
ras al recuperar el IVA de los impagados", en la Voz "IVA" /
"Base Imponible" / "Modificación de la base imposible", del
índice de temas de Soluciona.

Recopile toda la documentación de la operación (pedido, albarán

de entrega...) e intente subsanar los posibles defectos. Una vez
disponga de todos los documentos en regla, requiera el pago a su
cliente.
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II. Sujetos responsables

La responsabilidad ante las deudas puede ser:

1. Directa (CC art.1003, 1124, 1137 a 1148 y 1822 a 1856):

La reclamación debe dirigirse al deudor principal y el avalista soli-

dario (nº 7228), como responsables directos de la deuda. Si el
avalista no es solidario, el acreedor sólo puede reclamarle el pago
después de haber actuado contra el deudor principal y si no ha po-
dido cobrar por ser éste insolvente.

Si el deudor o el avalista son personas físicas y resultan insolventes, 8

el acreedor debe dar el crédito por incobrable. De ahí la importan-
cia de verificar que, cuando se pacta la garantía de la deuda me-
diante un avalista, éste sea solvente

Si se produce el fallecimiento del avalista, se produce la transmi-

sión de deudas a sus herederos si aceptan la herencia. Por tanto,
ese aval personal se transmite, por lo que el acreedor puede recla-
mar contra la sociedad deudora y contra los herederos, que res-
ponden con los bienes que hayan heredado y con los suyos propios,
salvo si aceptan la herencia a «beneficio de inventario», ya que, en
este caso, responden hasta donde lleguen los bienes que han here-
dado. No obstante, si existe pacto de extinción del aval a su falle-
cimiento, el acreedor ya sólo puede reclamar contra el deudor prin-
cipal.
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2. Indirecta

Si el deudor es una persona jurídica, es posible reclamar la deuda

contra otras personas que, a pesar de no haberse obligado al pago,
pueden ser declaradas judicialmente responsables de éste si concu-
rren ciertas circunstancias especiales:

a) Administrador de la sociedad deudora (LSC art.236 a 241).

Los administradores pueden ser declarados responsables de las

deudas de la sociedad y, por tanto, obligados a hacerlas frente con
su patrimonio personal, en los siguientes supuestos:

- por actos u omisiones contrarios a la ley o a los estatutos o por

los realizados incumpliendo los deberes inherentes al desempe-
ño del cargo -por ejemplo, si actúan de forma negligente-;
- si la sociedad se halla incursa en causa de disolución y no han
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adoptado las medidas que la ley les exige en estos casos.

Ejemplo
Las deudas se exigen al administrador cuando la sociedad se
encuentra en causa de disolución por pérdidas que han dejado
reducido el patrimonio neto -es decir, el capital más las reservas
y menos las pérdidas acumuladas- a una cantidad inferior a la
mitad del capital social -a no ser que el capital se aumente o se
reduzca en la medida suficiente, y siempre que no sea proce-
dente solicitar la declaración de concurso-. El administrador, en
el plazo de 2 meses desde que conoce esta situación, está obli-
gado a convocar junta de socios en la que, si no se corrige el
problema, se adopta el acuerdo de disolución. Si incumple dicha
obligación, responde solidariamente con su patrimonio personal
de las deudas sociales posteriores al acaecimiento de la causa
de disolución.
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b) Compañía sucesora.

c) Levantamiento del velo.

Como regla general los socios de una SA o SL no responden de

las deudas de la sociedad. Sin embargo, excepcionalmente puede
reclamarse personalmente a los socios el pago de las deudas, cuan-
do los tribunales aplican la teoría denominada «levantamiento del
velo», que sólo puede producirse en caso de utilización fraudulenta
de la sociedad para ocultar actividades ilícitas o prohibidas o como
una simple pantalla o instrumento frente a los acreedores.

d) Compañía liquidada (LSC art.397 y 398).

Tras la disolución y liquidación de una sociedad pueden persistir

deudas, por lo que los acreedores pueden reclamar contra los ex
socios hasta el importe de la cuota de liquidación que les haya co-
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rrespondido y contra los liquidadores por cualquier perjuicio que
les hayan causado con dolo o culpa en el desempeño de su cargo.

e) Grupo de empresas.

Como regla general, una sociedad responde de sus propias de-

udas, de manera que las responsabilidades no pueden trasladarse a
una sociedad distinta, salvo que ésta, voluntariamente, haya avalado
o asumido el pago. Esta regla es aplicable a los grupos de empresas
-cuando una empresa «matriz» tiene el control sobre otra «filial»-,
pero existen circunstancias, en las que excepcionalmente, es posi-
ble reclamar a la matriz el pago de una deuda de la filial, entre
otras:

- si el pedido lo realiza la matriz y los servicios se prestan pa-

ra todo el grupo de empresas, pero se indica al proveedor
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que, a efectos de facturación, emita su factura a nombre de

una determinada sociedad;
- si el pedido lo realiza y los servicios se prestan a la sociedad
deudora, pero el proveedor puede demostrar que la socie-
dad matriz se compromete a pagar la factura -y así consta,
por ejemplo, en la correspondencia mantenida con el admi-
nistrador-. Es decir, la matriz asume la deuda;
- si se demuestra que la creación de empresas distintas, ha
sido una estratagema en perjuicio de los acreedores. Por
ejemplo, las dos empresas tienen el mismo administrador,
comparten domicilio y realizan la actividad indistintamente,
etc., pero las deudas se concentran en la filial menos sol-
vente. En estos casos, hay una confusión de patrimonios
que se utiliza de forma fraudulenta para eludir responsabili-
dades, y cabe extender la responsabilidad a la sociedad ma-
triz a través de la figura del «levantamiento del velo».
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Otra alternativa es reclamar a la sociedad matriz como si ostentase
el cargo de administrador de la filial, aunque ésta tenga un adminis-
trador propio, es decir, exigirle responsabilidades por actuación
negligente como administrador de hecho de la filial.

A&C: ¿Puedo reclamar a los socios?

Su empresa tiene pendiente de cobro una factura. Aunque ha con-

seguido una sentencia que le da la razón, ni la sociedad deudora ni
su administrador tienen bienes que usted pueda embargar. ¿Puede
reclamar contra los socios?

Responsabilidad de los socios

Deuda. Usted ha intentado ejecutar la sentencia, pero la sociedad

deudora no tiene bienes que embargar y ha desaparecido. Además,
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el administrador de dicha empresa es insolvente, por lo que tampo-

co puede reclamar contra él. Apunte. Por eso, y como los socios de
esa sociedad sí tienen bienes, usted se plantea si puede reclamar el
cobro a ellos.

Sociedad. Como regla general, los socios de una SA o SL no res-

ponden de las deudas de ésta (si la sociedad va mal, lo único que
arriesgan es su inversión). ¡Atención! No obstante, en ocasiones sí
acaban respondiendo de esas deudas:

• Bien porque avalaron personalmente alguna operación de la

sociedad (por ejemplo, un préstamo), de manera que ante
el impago de la sociedad el acreedor reclama a los socios.
• Bien porque el socio también es administrador, en cuyo ca-
so puede responder con su patrimonio de las deudas socia-
les si ha actuado con negligencia o incumpliendo la ley.
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Alzamiento del velo

Socio. Pues bien, aunque en su caso no se dé ninguno de estos dos

supuestos, todavía existe otra posibilidad para reclamar a los so-
cios las deudas de la sociedad, aplicando lo que se denomina le-
vantamiento del velo. ¡Atención! Aunque esta opción no es sencilla,
sepa que algunas deudas pueden acabar cobrándose gracias a este
mecanismo.

Ejemplo. Su empresa se dedica al transporte y es subcontratada

por otra sociedad (que es la que le deja a deber una factura). Sin
embargo, se demuestra que detrás de esa sociedad hay uno o más
socios (otra sociedad o personas físicas) que son los que facturan a
los clientes finales. Apunte. Es decir, los socios se quedan los ingre-
sos de la sociedad y cargan a ésta sólo los gastos, para defraudar a
los acreedores.
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Dificultades de prueba

Responsabilidad. Por eso, al haber un fraude, los tribunales proce-

den a alzar el velo que representa la sociedad, descubriendo así a
los verdaderos responsables. Apunte. Es decir, en este caso la so-
ciedad es un mero “instrumento” o “pantalla” frente a los acreedo-
res, ya que quien realiza realmente las operaciones y se queda los
ingresos son los socios.

No es sencillo. No obstante, este procedimiento no será sencillo, y

deberá ponderar junto con su asesor si realmente le sale a cuenta
iniciar o no una reclamación contra los socios:

• Deberá demostrar que los demandados eran socios cuando

se generó la deuda.
• También deberá demostrar (y éste es el aspecto más com-
plicado) que esos socios han abusado de la apariencia de la 13
sociedad para defraudarle. Apunte. En el ejemplo indicado,
debería demostrar que usted facturó sus servicios a la so-
ciedad, pero que esos servicios fueron facturados y cobra-
dos a los clientes finales por los socios, y no por la sociedad
que le contrató.

Solicitud. Para demostrar estos extremos, aporte las facturas emiti-

das por su empresa y los albaranes de entrega (pues éstos demues-
tran quién era el cliente final), y solicite al juzgado que reclame a
Hacienda la documentación fiscal de la sociedad y de sus socios
(para demostrar que éstos han utilizado la sociedad como pantalla).

Los socios de una SA o SL pueden llegar a responder de las deudas

de ésta si realmente han utilizado la sociedad como una pantalla o
cobertura para eludir el pago de sus deudas.
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III. Cantidades reclamables

(L 3/2004 art.5 a 9)

En caso de impago de una deuda, a su vencimiento, el acreedor

está facultado para reclamar al deudor o a la persona o personas
que pudieran ser también responsables del pago, las siguientes can-
tidades:

a) Principal: es la cantidad adeudada como precio de las mercanc-

ías o de los servicios prestados, es decir, el importe de la factura
girada por el acreedor a cargo del deudor, incluyendo en su caso
impuestos (IVA). 14

b) Intereses (L 3/2004 art.5, 7 y 9; CC art.1100 y 1108; LEC

art.576.1)

En las operaciones comerciales realizadas entre empresas se de-

vengan intereses a cargo del deudor, de forma automática, a partir
de la fecha de vencimiento y hasta el día del pago de la deuda. Los
intereses se devengan por el mero incumplimiento del pago en el
plazo pactado o legalmente establecido, sin necesidad de aviso de
vencimiento ni intimación alguna por parte del acreedor. No obs-
tante, en caso de reclamación judicial, conviene solicitar expresa-
mente el pago de dichos intereses por más que la ley lo prevea.

El tipo de interés es el pactado pero en defecto de pacto, el tipo

legal de interés de demora que el deudor está obligado a pagar es
la suma del tipo de interés aplicado por el Banco Central Europeo a
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su más reciente operación principal de financiación efectuada antes

del primer día del semestre natural de que se trate más 8 puntos
porcentuales. El Ministerio de Economía y Hacienda pública semes-
tralmente en el «Boletín Oficial del Estado» este tipo de interés.

La ley establece expresamente que son cláusulas nulas aquellas que

pacten las partes sobre el tipo de interés de demora cuando resulte
manifiestamente abusiva en perjuicio del acreedor teniendo en
cuenta todas las circunstancias del caso.

En caso de deudas no mercantiles, los intereses no se devengan de

forma automática, sino que sólo empiezan a devengarse a partir del
momento en que el acreedor solicite requerimiento de pago al
deudor judicial o extrajudicialmente. El tipo de interés es el que las
partes hayan pactado y en defecto de pacto se aplica el interés legal
que cada año se publica en la Ley de Presupuestos Generales del
Estado.
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Si el acreedor efectúa reclamación judicial y obtiene sentencia
condenando al deudor a pagar, el interés aplicable a partir de la
fecha de la sentencia es el interés legal incrementado en 2 puntos.

c) Gastos (L 3/2004 art.8)

Además, cuando el deudor incurra en mora, el acreedor tiene dere-

cho a cobrar del deudor una cantidad fija de 40 euros, que se
añade en todo caso y sin necesidad de petición expresa a la deuda
principal. Puede también reclamar al deudor una indemnización por
todos los costes de cobro debidamente acreditados que haya sufri-
do a causa de la mora de éste y que superen la cantidad de 40 eu-
ros, es decir, los gastos que haya sufrido como consecuencia del
impago. Normalmente son gastos bancarios derivados de la devo-
lución de los efectos puestos al cobro -recibo, pagaré, letra, etc.- o
gastos notariales derivados del protesto de una letra.
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IV. Renegociación de la deuda

(LEC art.517.2.4 y 819 a 827; L 19/1985 art.35 a 42; CC art.1277)

Una vez efectuada la reclamación, el deudor puede proponer un

aplazamiento y si el acreedor lo acepta, puede articularse de las
siguientes maneras:

a) Emisión de nuevas letras

El nuevo vencimiento puede documentarse mediante la emisión de

letras o pagarés con los nuevos vencimientos pactados. Es conve-
niente poner como deuda principal la inicial, pero incrementada con 16
los intereses y gastos derivados del impago inicial.
Este sistema sólo mejora la situación del acreedor en caso de que el
primer impago se haya producido sin mediar letras o pagarés. Así,
si ahora obtiene letras o pagarés del deudor, en caso de nuevo im-
pago, puede instar directamente la ejecución de la deuda mediante
el procedimiento cambiario.

Por el contrario, si el primer impago ya ha sido de letras o pagarés

carece de sentido renegociar la deuda mediante nuevos efectos, ya
que para el acreedor no supone ninguna ventaja sustancial.
Además, en caso de nuevo impago, el acreedor tiene que soportar
nuevos gastos bancarios.

Una forma de mejorar la situación del acreedor es que los nuevos

efectos sean avalados por un tercero.
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b) Reconocimiento de deuda

Se trata de un documento en el que el deudor reconoce adeudar al

acreedor una suma determinada y se compromete a pagarla en los
plazos y condiciones que se acuerden. Este documento sólo tendrá
fuerza ejecutiva si se firma ante notario.

La ventaja de este documento con relación a las letras o pagarés es

que puede pactarse el pago de la deuda a plazos, y que si el deudor
incumple cualquiera de ellos, el acreedor puede reclamar todo el
resto de deuda pendiente en aquel momento -todos los plazos
pendientes-. En cambio, si el deudor entrega varias letras con ven-
cimientos sucesivos, el impago de una de ellas sólo faculta al
acreedor a ejecutar esa concreta letra pero no las siguientes. Por
tanto, el acreedor debe esperar al vencimiento de cada letra para
poder reclamar su pago.
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