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UNIDAD 4. INCUMPLIMIENTO.

A) Incumplimiento absoluto y relativo.

El incumplimiento de la obligación se identifica con las formas que este puede asumir en la
práctica:

A. Que el deudor no haya cumplido en absoluto su obligación.

B. Que él haya cumplido imperfectamente.

C. Que él hubiera retrasado el cumplimiento.

Así, la inejecución de la obligación puede ser absoluta o relativa:

1. Absoluta: Cuando el deudor no cumple la prestación a que se obligara en forma total y


definitiva. Por ejemplo al enajenar la cosa prometida o porque la cosa se perdió ya sea por su
culpa o negligencia.

2. Relativa: Cuando la prestación se cumple en forma parcial, cuando se ejecuta en forma


defectuosa o imperfecta; o cuando cumple tardíamente.

B) Relevancia del incumplimiento: Mora del deudor. Concepto. Mora y demora. Elementos.
Método del CCC. Diversos modos de constitución en mora: el adoptado por el CCC. La
interpelación y sus requisitos intrínsecos y extrínsecos.

El incumplimiento importa una violación del derecho de crédito y constituye siempre en sí


mismo, una conducta antijurídica, es aquella acción que importa perjuicio al acreedor la cual no
está justificada (ej. teoría de la imprevisión o caso fortuito), y posee consigo un factor subjetivo de
atribución (culpa o dolo) El incumplimiento imputable se manifiesta a partir de dos maneras:

A. Por la mora o incumplimiento de la obligación (MORA).

B. Por la ejecución tardía o defectuosa de la obligación (DEMORA).

El cumplimiento defectuoso se divide a su vez en:

I) Inexacto y

II) Tardío o moroso (el acreedor se puede oponer al cumplimiento tardío cuando el plazo es
esencial, caso contrario se añade al deudor una “responsabilidad extra de carácter
pecuniario”/intereses).

Definimos mora como “el retraso significativo e injustificado en el cumplimiento de una


obligación vencida, líquida y exigible”, la cual tiene 2 elementos fundamentales:

I) El retardo en el incumplimiento y
II) La imputabilidad (cuando no median las causales de justificación del art. 1718 CCC).

El CCC a diferencia del CC no define a la mora sino que define sus presupuestos.

Como principio general, el CCCN toma a la mora “ex re” o “mora automática” en la que la mora
del deudor se produce por el solo transcurso del tiempo fijado para el cumplimiento de la
obligación. Lopez Mesa señala que la mora “ex re” tiene la ventaja de la simplicidad la cual se
refleja en materia procesal.

Por su parte, el art. 888 señala algunos supuestos en los que es necesario interpelar al deudor
para constituirlo en mora, porque según la jurisprudencia mientras esto no se haga, se presume
que el acreedor le brinda un plazo extra para que cumpla con su deber jurídico. Según López
Mesa, la llamada mora “ex personae” resulta más garantista para el deudor, pero encarece el
proceso y demora el pago de la deuda. Como caracteres de la interpelación podemos señalar:

I) Se trata de un derecho facultativo del acreedor.

II) Es un acto que debe ser concluyente, ya que no puede dejar lugar a dudas ni a conjeturas. Debe
consistir en una manifestación de la voluntad expresa, concluyente, inequívoca y coercitiva.

III) Es un acto jurídico unilateral voluntario.

IV) Es una declaración recepticia.

V) Es un acto normalmente informal, salvo que las partes previamente hayan determinado alguna
formalidad.

VI) Puede hacerse judicial o extrajudicialmente, pero siempre por medios que permitan una
acreditación de su existencia y alcance. No posee exigencias sacramentales, pero a los efectos
probatorios es más eficiente una interpelación fehaciente.

La interpelación debe respetar una serie de requisitos:

I. Debe ser posterior al vencimiento. Si se hace antes es un aviso, no una interpelación.

II. En caso de que se trate de obligaciones vencidas, la interpelación debe ser categórica.

III. En el caso de obligaciones bilaterales, la interpelación debe ir acompañada por la oferta del
cumplimiento a cargo de quien interpela.

IV. Debe ser adecuada al objeto de la obligación debida.

V. Debe ser hecha por el acreedor o un representante del mismo.

VI. Debe contener un requerimiento circunstanciado, indicando toda la información necesaria para
efectuar el pago.
2. Principio general (art. 886 primer párrafo CCC) --> Ver en tema anterior

3. Excepciones (art. 887 CCC).

A. Obligaciones con plazo tácitamente determinado

Al surgir este plazo de la naturaleza y circunstancias, el acreedor debe interpelar


fehacientemente al deudor para que este plazo se torne válido.

B. Obligaciones sujetas a plazo indeterminado propiamente dicho

En este caso, lo fija el juez a pedido de parte mediante acción sumarísima por el procedimiento
más breve que prevé la ley local (CPBA).

Hay un caso que contempla el inciso b) del art. 887 que es que el acreedor acumule las acciones
de fijación de plazo y de cumplimiento, básicamente por una cuestión de economía procesal.

C. Otros supuestos de mora sin interpelación: enunciado y análisis.

El art. 1222 del CCCN refiere a la constitución en mora del locatario luego de que deba ciertos
meses de alquiler. En este caso la interpelación es como una “última instancia antes del desalojo”
en la que otorgan al menos 10 días para que esta situación de morosidad se subsane.

D. Mora en los actos ilícitos: comienzo del curso de los intereses (art. 1748 CCC)

El curso de los intereses en el caso de los actos ilícitos comienza desde el momento en “que se
produce cada perjuicio”.

Efectos de la mora del deudor. Enunciado y análisis.

- Faculta al acreedor a emplear las vías legales para lograr la satisfacción de su derecho.

- Obligación de indemnizar (art. 758). La mora vuelve imputables al deudor moroso las
consecuencias dañosas que pudo producir.

- Traslación de los riesgos. La mora traslada los riesgos del contrato que se fijan definitivamente en
la cuenta del incumplidor (art. 755). Quien corre con los riesgos de la cosa es quien debe
entregarla.

- Imposibilidad de invocar la teoría de la imprevisión. No procederá la resolución por excesiva


onerosidad sobreviniente.

- Imposibilidad de solicitar reajuste equitativo de las prestaciones.

- Imposibilidad de invocar la frustración del fin del contrato, si el perjudicado hubiera obrado con
culpa o estado en mora al momento de producirse.

- Habilita al acreedor a reclamar intereses (siempre que el plazo sea no esencial).


- Puede exigir la cláusula penal.

- Se propagan los efectos a quienes están obligados a responder solidariamente (art. 838).

Cesación de la mora: distintas causas, régimen legal

La mora del deudor, cesa en los siguientes casos:

A. Por el pago. Cuando el deudor paga, desaparece la mora, pues ése es el efecto del pago aunque
tardío. Obviamente que el pago debe incluir los intereses.

B. Por la renuncia expresa o tácita del acreedor a los derechos que le asisten por la mora
incurrida (arts. 899 incs. a y d). A partir de un acto del cual surja la inconfundible voluntad de
renunciar.

C) Mora del acreedor: concepto (art. 886 2da. parte). Reglas aplicables. Efectos. Cesación.

La mora del acreedor o ´mora accipiendi´ entra en juego cuando este recibe una oferta de pago
por parte del deudor que respeta los principios del art. 867 y se rehúsa injustificadamente a
aceptarla. En este sentido, la nota de Vélez al original art. 509 CC sigue teniendo relevancia hoy en
día: El acreedor se encuentra en mora toda vez que por un hecho o por una omisión culpable, hace
imposible o impide la ejecución de la obligación, por ejemplo, rehusando aceptar la prestación
debida en el tiempo y lugar oportuno, no encontrándose en el lugar convenido para la ejecución o
rehusándose a concurrir a los actos indispensables, como la medida o el peso de los objetos que se
deben entregar, o la liquidación de un crédito no líquido. Es notable que la mencionada nota
venga a establecer otras situaciones en las que el acreedor incurre en mora.

En todos los casos mencionados entran 3 conceptos jurídicos en juego: la buena fe, el abuso del
derecho y la seguridad del tráfico jurídico.

La mora del acreedor inicia cuando se constate la falta de cooperación ante una oferta real o la
ausencia en el lugar de pago, aunque hay 3 casos en los que el rechazo de la oferta por parte del
acreedor está justificado:

A. Cuando el pago es distinto al acordado en la obligación o en el contrato.

B. Cuando no se le ofrecen seguridades mínimas para que goce del beneficio del pago (ej. falta
de seguridad al entregar un pago en moneda)

C. Cuando la dinámica es abusiva o violatoria de la buena fe en cuestiones de tiempo y lugar en


clara falta al art. 961 CCC que señala que los “contratos deben celebrarse, interpretarse y
ejecutarse de buena fe”.

Pizarro señala que la mora accipiendi debía de ser incluida en las eximentes de responsabilidad
del deudor que señala el art. 1729 CCC.

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