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E X P O N G O
Que por mi propio derecho y con fundamento en lo dispuesto por los artículos 1,
11, 267 y demás relativos y aplicables de la Ley Adjetiva Civil Local, ocurro ante
su potestad jurisdiccional en la VÍA CIVIL ORDINARIA mediante el ejercicio de la
ACCIÓN HIPOTECARIA DE PAGO, en contra de la señora ALBERTO DÍAZ
MACIEL, en su doble carácter de deudora directa y garante hipotecario; a quién
se le demanda el pago y cumplimiento de las siguientes:
P R E S T A C I O N E S
2.- Por el pago de la cantidad que corresponda del cálculo de los intereses
ordinarios causados y que se sigan causando en razón del 3.5% tres punto cinco
por ciento mensual ($7,000.00 SIETE MIL PESOS) del capital reconocido por la
ahora reo y que se desprende de la CLÁUSULA CUARTA del documento
fundatorio de la acción, mismos que habrán de cuantificarse mediante simples
operaciones aritméticas en el momento procedimental oportuno.
3.- Por el pago de la cantidad que corresponda del cálculo de los intereses
moratorios causados y que se sigan causando en razón 5% cinco por ciento
mensual ($10,000.00 DIEZ MIL PESOS) del capital reconocido por la ahora reo y
que se desprende de la CLÁUSULA CUARTA del documento fundatorio de la
acción y que, al igual que los anteriores, habrán de cuantificarse mediante simples
operaciones aritméticas en la etapa correspondiente.
4.- Por el pago de los gastos y costas judiciales que se generen con motivo de la
presente litigación hasta su total conclusión por sentencia ejecutoria, a razón de
cuando menos el veinte por ciento tal y como lo prevén los numerales 502 y 640
de la Ley Adjetiva Civil Local, calculadas sobre la base resultante de todas las
prestaciones antes reclamadas.
H E C H O S
1.- Que con fecha 28 veintiocho de octubre del año 2016 dos mil dieciséis, como
se dijo anteriormente, el suscrito actor celebre CONTRATO DE
RECONOCIMIENTO DE ADEUDO Y GARANTÍA HIPOTECARIA con la ahora
demandada, la señora SILVIA HERNÁNDEZ MARTÍNEZ, mediante la Escritura
Pública número 5,268 del Tomo XIII Décimo Tercero, Libro 5º Quinto, levantada
por el Licenciado en Derecho J. Antonio Jaime Reynoso, Notario Público titular de
la Notaría Pública número 43 de la municipalidad de Zapopan, Jalisco, y que, en
su CLÁUSULA SEGUNDA de dicho instrumento la ahora reo reconoció adeudar
al suscrito la cantidad de $200,000.00 DOSCIENTOS MIL PESOS 00/100
MONEDA NACIONAL, obligándose a retornar dicho capital en un plazo de 12
doce meses contados a partir de la fecha de suscripción del sinalagma de
referencia, es decir, el día 27 veintisiete de octubre del año 2017 dos mil
diecisiete, y que se desprende de la CLÁUSULA TERCERA.
2.- Así las cosas y en el instrumento público del que se habló anteriormente, en su
CLÁUSULA CUARTA se pactó que el adeudo reconocido generaría por concepto
de intereses ordinarios o naturales el 3.5% tres punto cinco por ciento mensual
del monto reconocido, o sean, la cantidad de $7,000.00 SIETE MIL PESOS
00/100 MONEDA NACIONAL; cantidad que debería entregarse todos los días 28
veintiocho de cada mes, sin importar que sea día hábil o no; empero, para el caso
de que existiera incumplimiento a cualquiera de las obligaciones pactadas, se
generaría por concepto de intereses moratorios a razón del 5% cinco por ciento
mensual, equivalente a $10,000.00 DIEZ MIL PESOS 00/100 MONEDA
NACIONAL; a lo anterior durante todo el tiempo que permanezca incumplida la
obligación de pago.
4.- Así las cosas y ante el incumplimiento de pago de las obligaciones contraídas
en el Instrumento público en cuestión; lo anterior en virtud de que, BAJO
PROTESTA DE DECIR VERDAD, la ahora demandada incumplió desde el día 27
veintisiete de octubre del año 2017 dos mil diecisiete, ello en virtud de que la
ahora reo ha sido omiso por cuanto hace a la devolución del capital reconocido en
el documento base de la acción; ergo, es que se comparece ante su usía
demandando las prestaciones que del presente ocurso se desprenden y al tenor
de las siguientes
CONSIDERACIONES DE DERECHO
1
CLÁUSULA NOVENA del documento base de la acción aquí ejercitada.
Debe distinguirse la legitimación en el proceso, de la legitimación en la
causa. La primera es un presupuesto del procedimiento que se refiere o a
la capacidad para comparecer al juicio, para lo cual se requiere que el
compareciente esté en pleno ejercicio de sus derechos civiles, o a la
representación de quien comparece a nombre de otro. En este sentido,
siendo la legitimación ad procesum un presupuesto procesal, puede
examinarse en cualquier momento del juicio, pues si el actor carece de
capacidad para comparecer a él o no justifica ser el representante legal del
demandante, sería ociosa la continuación de un proceso seguido por quien
no puede apersonarse en el mismo. En cambio, la legitimación en la causa,
no es un presupuesto procesal, sino una condición para obtener sentencia
favorable. En efecto, ésta consiste en la identidad del actor con la persona
a cuyo favor está la ley; en consecuencia, el actor estará legitimado en la
causa cuando ejercita un derecho que realmente le corresponde. Como se
ve, la legitimación ad causam atañe al fondo de la cuestión litigiosa y, por
tanto, lógicamente, sólo puede analizarse en el momento en que se
pronuncie la sentencia definitiva”.
2
Registro electrónico del criterio jurisprudencial 2011839.
hipotecado por la vía ordinaria, sujeto al cumplimiento de los requisitos de la
misma.
4.- COMPETENCIA.
3
Amparo directo 4441/74. Fernando Ysita y Elena del Hoyo Algara de Ysita. 7 de julio de 1975. Cinco votos.
Ponente: David Franco Rodríguez. Secretario: Efraín Ochoa Ochoa. Séptima Epoca, Cuarta Parte: Volumen 63,
página 39. Amparo directo 712/72. María de Durell y coagraviados. 29 de marzo de 1974. Unanimidad de cuatro
votos. Ponente: Ernesto Solís López. Secretario: Ignacio Nieto K.
reconocimiento que supone la existencia anterior del contrato o acto jurídico que
dio origen a esa obligación reconocida. Por la misma razón, la ley no incluye el
reconocimiento de adeudo entre los actos unilaterales de voluntad, a los que
expresamente reconoce como fuentes productoras de obligaciones, como son: la
oferta pública de venta, la promesa de recompensa, la estipulación a favor de
tercero, la expedición de documentos civiles a la orden o al portador, etcétera;
enumeración ésta que no tiene carácter limitativo, sino enunciativo, ya que existen
actos unilaterales de voluntad que la ley no menciona como fuentes productoras
de obligaciones, pero que, evidentemente, deben reconocerse como tales; entre
estos actos que la ley no enumera, pueden señalarse: la oferta pública de
permuta, la oferta pública de arrendamiento, el reconocimiento de adeudo o
también el perdón, la remisión de deuda, etcétera. Sin embargo, nada se opone a
que pueda legalmente otorgarse eficacia plena al reconocimiento de adeudo por
cantidad líquida, pues no obstante ser una simple declaración de voluntad del
deudor, y que no se trata de crear una obligación "ex novo" a modo de oferta, sí
revela y pone de manifiesto una obligación preexistente, cuyo origen y
desenvolvimiento a través del tiempo no se conoce con detalle, pero queda
revelada por el reconocimiento hecho por el deudor, máxime si dicha
manifestación da origen al nacimiento de un título que la legitima y obliga a su
cumplimiento, como es la escritura pública que contiene dicho convenio y que,
además, contiene también garantía para su pago futuro, hipoteca, fundamento de
la acción hipotecaria ejercitada.
Al ser un derecho real implica un poder jurídico del acreedor sobre un bien
determinado, poder que comprende la acción persecutoria, y por ser de garantía
implica también el derecho de disposición y preferencia en el pago.
Este poder jurídico del acreedor hipotecario constituye un gravamen sobre
un bien ajeno, el cual trasciende la relación personal de crédito, es decir que es
oponible a cualquier persona que adquiera el inmueble, siempre y cuando esté
inscrita en el Registro Público de la Propiedad, por lo tanto, el bien sigue sujeto a
la hipoteca aunque pase a poder de un tercero ajeno a la relación que tienen el
acreedor hipotecario y el deudor que constituyó la hipoteca. En ese sentido la
hipoteca se podría ejercitar en contra de cualquier adquirente.
Cabe destacar que la acción de pago por la vía hipotecaria procede en contra
del poseedor a título de dueño del fundo hipotecado, ya sea que se trate del
mismo deudor hipotecario, o de un tercero, lo cual se explica por la atribución que
otorga a su titular el derecho real de hipoteca, de que en caso de incumplimiento
pueda reclamar el valor del inmueble de quien resulte propietario, aunque no se
trate del deudor principal. En el entendido de que cuando el titular del inmueble
hipotecado es distinto al deudor principal, la obligación del titular del inmueble se
limita al valor del inmueble, de manera que con el precio que se obtenga de su
venta se cubra hasta donde alcance la obligación principal.
Ahora bien, y en relación a la vía procesal elegida por el ahora actor, encuentra
su fundamento en el criterio jurisprudencial citado, mediante el cual a través de la
ejecutoria que lo sustenta resuelve el tema de la vía hipotecaria para los
acreedores por los cuales tienen garantizado su derecho de credito con hipoteca,
pues los faculta para su beneficio siempre y cuando se reunan los requisitos que
facilitan la ejecución del bien hipotecado, siendo el caso como el que acontece en
la presente instancia judicial, pues el derecho hipotecario se hace patente en la
Escritura Pública número 5,268 del Tomo XIII Décimo Tercero, Libro 5º Quinto,
levantada por el Licenciado en Derecho J. Antonio Jaime Reynoso, Notario
Público titular de la Notaría Pública número 43 de la municipalidad de Zapopan,
Jalisco; máxime y en aras del respeto al principio de la libertad configurativa del
legislador, la suscrita actora y acreedora debe hacer uso de la vía hipotecaria para
hacer efectiva su hipoteca, ello solo se puede tener lugar mientras dicha vía esté
vigente, puesto que una vez que la misma caduca, el acreedor tiene la posibilidad
de hacer uso, en forma subsidiaria, de la vía ordinaria, en la medida en que
cumpla con los requisitos aplicables.
P R U E B A S
Medio de prueba que consiste en todas y cada una de las Presunciones Legales,
Lógicas y Humanas que se deriven y desprendan de todo lo actuado en la
presente Litis y que de alguna manera u otra favorezcan a mis intereses jurídicos
en los momentos en que se dicte la Sentencia Definitiva conforme a la sana e
inigualable Hermenéutica, Sindéresis y Sensibilidad Jurídica de Ud. C. Juzgador.
Prueba que se ofrece y se relaciona con todos y cada uno de los puntos, términos
y conceptos narrados en la presente demanda con el fin de acreditar los mismos y
que constituyen los elementos de la acción ejercitada en esta instancia
jurisdiccional.
ATENTAMENTE.
Zapopan, Jalisco, al día de su presentación.