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Introducción

El contenido a tratar es: modificar la conducta de una adolescente. La finalidad es que ella
pueda reconocer su dificultad, para luego poder ser cambiada o moldeada.

Con el objetivo logrado, la niña podrá tener un buen o mejor comportamiento, los cuales la
ayudaran a tener una mejor relación con su madre.

Puesto que las personas podemos llegar a vivir bastante, habiendo casos de ancianos con 120
años, la adultez tardía puede ser el periodo más largo de la vida, aunque también cabe
mencionar que en otros casos puede haber la mala suerte de fallecer relativamente pronto,
con tan solo 70 años.

Es muy importante que, cuando se alcanza esta etapa, se haga todo lo posible para mantener
una buena salud física y mental. Es fundamental realizar actividad física de vez en cuando,
además de ser mentalmente activo y realizar actividades relajantes para no someter a
demasiado estrés el organismo, un factor perjudicial para el mismo.

Además, dado que los adultos mayores corren riesgo de quedar atrapados en la soledad y son
más débiles, es fundamental que se relacionen con sus pares y familiares, además de estar
pendientes de ellos con frecuencia para asegurarse de que tienen todo lo que necesitan.

Características físicas

En la adultez tardía se presentan varios cambios físicos, todos ellos relacionados con el
declive en el organismo. Si bien no necesariamente son sinónimo de enfermedades o
problemas médicos, lo cierto es que el cuerpo durante la tercera edad es más sensible a
patologías y alteraciones físicas, como dolores en las articulaciones o lesiones con mayor
frecuencia.

Algunos de los cambios físicos que podemos observar en la vejez son pérdida de textura y
elasticidad de la piel, adelgazamiento y encanecimiento total del cabello, pérdida de masa
ósea y muscular, pérdida dental y problemas de encías, peor visión y propensión a la
osteoporosis. El organismo es más frágil, incrementándose la posibilidad de desarrollar
enfermedades que pueden llegar a ser crónicas, como la diabetes, el reumatismo o la artritis.

Características psicológicas

En lo relativo a las características psicológicas, cabe mencionar que ha existido cierto


debate sobre cómo están las capacidades cognitivas durante la tercera edad. Aquí la
controversia es similar a la que hubo con la adultez intermedia, pues es cierto que se
van perdiendo memoria, atención, concentración y fluidez en la resolución de
problemas nuevos, pero también, siempre y cuando no haya una demencia, la
cantidad de conocimientos va aumentando y también la experiencia sobre la vida.
La inteligencia fluida, que es la capacidad para resolver nuevos problemas, declina en
la tercera edad. En cambio, la inteligencia cristalizada, basada en la experiencia y el
aprendizaje, tiende a mantenerse o incluso aumenta, aunque de forma moderada. Si
bien es más difícil aprender nuevas cosas, nunca se deja de hacerlo.
Desarrollo psicosocial

En los últimos años han sido muy recurrentes dos términos en la bibliografía para referirse a
cómo se da el progreso en esta etapa: envejecimiento exitoso y envejecimiento óptimo. El uso
de estos términos sugiere que existe una forma correcta o mejor de envejecer. Sea como sea,
cabe mencionar que el crecimiento, en el sentido de desarrollo personal, se sigue dando en la
vejez y muchos ancianos que se sienten sanos, competentes y que controlan su vida
experimentan esta etapa no como el final inevitable sino como una etapa muy positiva en la
que pueden explorar aquello que siendo más jóvenes no pudieron.

Las personas con rasgos más extravertidos tienden a vivir los primeros años de la tercera edad
con emociones positivas y felicidad, viéndolo como una oportunidad para probar cosas nuevas
o disfrutar de un merecido descanso. En cambio, las personas con tendencias neuróticas
suelen experimentar esta etapa de forma negativa, con preocupación y miedo ante la
incertidumbre, además de percibir que la tercera edad es el momento en que las personas
dejan de ser útiles para la sociedad.

Erik Erikson concebía la vejez como la última etapa del ciclo de la vida cuyo conflicto
característico es la integridad del yo frente a la desesperanza. Las personas que alcanzan la
tercera edad necesitan evaluar, sintetizar y aceptar sus vidas, admitiendo que la muerte se
les aproxima. Los más extravertidos o con una mentalidad más positiva se esforzarán por
lograr encontrar un sentido de coherencia e integridad en vez de rendirse ante la
desesperación por su incapacidad de revivir el pasado de forma diferente.

Podemos decir que los ancianos más positivos, en vez de obcecarse y obsesionarse con aquello
que no hicieron en sus años mozos, tratan de coger al toro por los cuernos y hacer que su
vejez sea significativa, provechosa y feliz. Quienes no consiguen esto se sienten abrumados
por la desesperanza de darse cuenta de que se les acaba el tiempo para buscar otros caminos a
la integridad del yo, siguiendo con la propuesta de Erikson.

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