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Pericia

Psicología
Forense
Pericia
El perito es el que Antes de comenzar con el tema es conveniente aclarar algunos conceptos .
asesora y el juez el Para el Diccionario del español jurídico de la Real Academia Española (RAE)
que dictamina, no se considera al perito como:
debiendo confundir
las funciones y
respetando las
competencias. ...el experto en una materia a quien se le encomienda la
labor de analizar desde un punto de vista técnico, artístico,
científico o practico la totalidad o parte de los hechos
litigiosos. Deberá poseer el título oficial que corresponda a
la materia objeto de dictamen” mientras que el examen
pericial es “la actividad desempeñada por peritos
consistente en examinar un objeto, documento o persona
en un proceso judicial y elaborar un informe. (2016,
https://goo.gl/kHhvD1).

Peritos psicólogos
Debemos tener presente que existen tres tipo de peritos: el perito oficial,
que trabaja en relación de dependencia en el Poder Judicial y forma parte
de esta institución de manera estable, el perito de oficio, que para
desempeñar el rol debe inscribirse en las listas que para tal fin organizan
los diferentes fueros, y, por último, el perito de parte, que es nombrado
por el juez a pedido de alguna de las partes. En todos los casos el
profesional que realiza la tarea pericial, en este caso psicólogo, no es un
testigo, ya que no da cuenta de los hechos provenientes de los testimonios,
las declaraciones, los informes anteriores o el contenido del expediente,
sino que se constituye como un auxiliar de la Justicia. Se lo considera así
porque colabora con el sitema judicial y aporta, siempre desde su
conocimiento científico, la valoración que se le pide de los diferentes
fueros a fin de que el juez pueda expedirse a través de una sentencia. De
esta forma, el informe pericial constituye un elemento más de los que el
magistrado se vale para su dictamen. El informe elaborado por el perito se
considera no vinculante, ya que el juez interviniente y actúa de acuerdo
con las reglas de la sana crítica o la libre convicción, por lo tanto, podrá
tener en cuenta, no considerar o incluso dictar sentencia en contra de lo
expresado en el informe. Es bueno recordar siempre que el perito es el que
asesora y el juez el que dictamina, ya que no se deben confundir las
funciones y hay que respetar las competencias.

Para poder realizar el informe pericial, el psicólogo tendrá que ser


convocado por alguna de las partes y deberá tener en cuenta los puntos

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periciales que hay que responder, por eso, es recomendable y, en
ocasiones, indispensable contar con el expediente de la causa. Los puntos
periciales son las preguntas específicas que debe responder el perito y para
recabar la información, se valdrá de entrevistas libres o semidirigidas y la
administración de técnicas de evaluación psicológicas que tendrán
vinculación con los puntos que debe evaluar (test de Bender, figura
humana, HTP, etc.). Contar con el expediente es imprescindible en muchos
casos, ya que brinda información de los hechos ocurridos y que en
ocasiones el peritado olvida u omite voluntariamente (es bueno recordar
que, a diferencia de lo ocurrido en la practica asistencial, es bastante
frecuente la mentira en el ambito judicial). Si bien habitualmente se
entrega el informe pericial por escrito, se debe conservar toda la
documentación utilizaza en el proceso pericial (tecnicas, anotaciones, etc.),
ya que es frecuente que como peritos seamos convocados, incluso después
de mucho tiempo, cuando la causa llega a juicio, para responder de manera
oral a las inquietudes de los magistrados.

Informe pericial

Se debe tener presente que el destinatario del informe pericial es un juez y


no un paciente o un colega, por eso es necesario que la persona evaluada
conozca la finalidad del acto pericial y pueda colaborar con este de manera
voluntaria o negarse a hacerlo sin que ello le implique algún perjuicio. El
lenguaje que se utilice en el informe debe ser preciso y desprovisto de
tecnicismos, ya que tiene que ser leído e interpretado por abogados y
jueces que no necesariamente tienen conocimientos específicos de
Psicología. Además, siempre hay que tener la precaución de respetar las
diferentes competencias profesionales y no arrogarse determinaciones
propias del juez. Si bien no hay un formato único para la redacción y la
posterior presentación del informe pericial al tribunal, se deben seguir
ciertos pasos y hay información que no se puede obviar. A modo de
recomendación, se sugiere que el informe pericial contenga:
 Encabezamiento: es decir, a quién va dirigido y de qué causa se trata. En
el fuero penal y en el caso de ser una fiscalía, se debe colocar el número
y el turno de esta, por ejemplo: Fiscalía N.° 3, turno 2.
 Presentación: es la identificación del perito, en la que se coloca,
fundamentalmente, el nombre completo, la profesión, el número de
matrícula y los títulos de especialización y posgrado.
 Antecedentes personales del imputado: sobre desarrollo educativo,
social, familiar y laboral, tóxicos, tratamientos realizados, etcétera.
 Consideraciones: a continuación, se realiza la descripción de todos los
datos que se recogen en el examen pericial, que van desde cómo se
presenta la persona exteriormente hasta el comportamiento que esta
evidencia durante la prueba, la anamnesis, el estado mental actual, las

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técnicas aplicadas (en caso de usarlas) y el resultado de ellas. Este
apartado constituye el cuerpo de la pericia y es el sustento de las
conclusiones.
 Conclusiones: por último, se debe responder a los puntos periciales
consignados en el expediente, que dependerán de lo solicitado por las
partes del proceso judicial y el fuero al que pertenezca (Covelli, 2007).

“La función del perito psicólogo no es asistencial sino la de auxiliar de la justicia


debiendo tener presente que el objetivo de su intervención es la de poder
responder los puntos de pericia solicitados por las partes.”

Una vez presentado el informe pericial, este puede tener diferentes


consecuencias, como, por ejemplo, que lo impugne alguna de las partes,
que sea declarado nulo, que no se lo considere, que se solicite su
ampliación o la aclaración de alguno de los puntos o que sea aceptado en
su totalidad. Es bueno aclarar que el perito debe constatar en el informe
todo aquello que pueda sostener en caso de que sea convocado para
declarar en un juicio.

Según el fuero en el que se realice la pericia, el perito psicólogo deberá


evaluar distintas situaciones:

a) Fuero civil: en este fuero, habitualmente, el perito debe contestar


puntos periciales, realizar una evaluación de daño y valorar la
restricción de capacidad (que antes se llamaba juicio de insania) y
cuestiones del fuero familiar.
b) Fuero laboral: el perito debe responder cuestiones que devienen de la
compleja relación entre el empleado y el empleador. Habitualmente
uno de los puntos periciales que se evalúan es la presencia de daño
psíquico en demandas laborales, como así también la capacidad
laboral.
c) Fuero penal: en este fuero tendremos que evaluar tanto al delincuente
como a la víctima. En el caso del delincuente: “el perito psicólogo tiene
la capacidad de dar una lectura científicamente fundamentada en todo
el campo del comportamiento y la subjetividad, que ineludiblemente se
encuentran presentes en la traza delictual” (Celedon y Brunal Vergara,
2012, p. 155), como así también la capacidad de analizar si el imputado
pudo comprender y dirigir sus acciones al momento del hecho que se le
imputa, y la presencia o no del riesgo de que se dañe a sí mismo y a
otros. Por su parte, es habitual tener que evaluar, en la víctima, la
credibilidad del relato o la presencia de daño psíquico.
d) Fuero de menores: el psicólogo será convocado para evaluar a los
menores en situación de desprotección o maltrato, como también a
aquellos en conflicto con la ley.

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Un apartado especial dentro de la actividad pericial presentan las técnicas
psicológicas de uso habitual en la practica clínica, pero mucho más aún en
la práctica pericial. Tal como lo expresan Celedon Rivero y Brunal en su
artículo:

Cabe recordar que en algunas ocasiones sirven para el


esclarecimiento de los aspectos que están siendo
controvertidos o que presentan duda dentro del proceso
judial pero si se consideran de manera aislada o como única
fuente de conocimiento, casi siempre ofrecerán
conclusiones incompletas o parciales sobre el asunto.
(Celedon Rivero y Brunal 2012, p. 161).

Debemos tener presente que los test son una herramienta más que se
suma a lo valioso de la entrevista clínica y la lectura psicopatológica; por lo
tanto, no debemos subestimar ni sobrestimar su utilización. En relación
con este último punto, algunos autores del sistema judicial, tal vez con un
sesgo “positivista”, observan el resultado de las técnicas como una verdad
absoluta, por eso el perito debe ser explícito en los alcances de estas. Las
técnicas psicológicas:

...son instrumentos que permiten la determinación y


evaluación, de diferentes aspectos mentales y
comportamentales de la persona a quien se aplican, tales
como su madurez, organicidad, cuadros o rasgos de
impulsividad, ansiedad, frustración, mecanismos de defensa,
sexualidad, relaciones sociales, familiares y sociales. Los test
suministran información que en cada individuo se debe
advertir como variable, de acuerdo con sus rasgos
personales y características, dicha información es validada
estadísticamente en orden a la consolidación de un
diagnóstico cabal… (Lewis, 1996, pp. 3-4).

Conclusiones

Como hemos podido ver, la tarea de los peritos psicólogos es indispensable


para el funcionamiento del sistema judicial e implica una gran
responsabilidad en los profesionales involucrados. A la responsabilidad de
escuchar, evaluar y asesorar al juez, se suma la difícil tarea de articular el
mundo de la Psicología, como ciencia, con el del Derecho. Esta una tarea

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sencilla y debe tenerse presente que existe un desencuentro permanente
entre los discursos científico y jurídico debido a la apropiación y la
distorsión de conceptos (Castex, 2008). Debemos tener presente que no es
posible establecer asociaciones mecánicas directas entre constructos de
naturalezas tan diversas como los psicológicos y los legales; incluso, en
ocasiones, el mismo término tiene un significado para la Psicología y otro
diferente para el lenguaje jurídico (tal es el caso del término demencia).
Pero como peritos debemos garantizar que los constructos psicológicos
evaluados en una persona tengan cierta relevancia y sirvan de apoyo para
la toma de decisiones sobre constructos legales (Saborío, 2005).

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Referencias bibliográficas
Castex, M. N. (2008). Ciencia y Derecho, Ensayo crítico forense sobre el
desencuentro de dos discursos. Buenos Aires: Ad Hoc.

Celedon Rivero, J., y Brunal Vergara, B. (2012). El psicólogo como auxiliar de


Justicia, una mirada desde la pericia psicológica. Pensando Psicología, 8 (14), 153-
167.

Covelli J. L. (2007). Manual de Psiquiatria Forense (1ra ed.). Ciudadela: Dosyuna.

Lewis, A. (1996). Test psicológicos y evaluación. México: Prentice Hall.

Real Academia Española. (2016). Perito. En Autor, Diccionario del español jurídico.
Recuperado de http://dej.rae.es/#/entry-id/E180050

Saborío, C. (2005). Estrategias de evaluación psicológica en el ámbito forense,


Medicina Legal de Costa Rica. Recuperado de:
http://www.scielo.sa.cr/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1409-
00152005000100004&lng=en&nrm=iso

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