Está en la página 1de 1

Cortés, Balboa. Cabeza de Vaca.

Jiménez
de Quesáda, Pizarro, Almagro, Valdivia. Las
fechas "se apresuran. ¿Qué extraña fiebre
sentían, aquellos hombres? ¿Cómo fueron?
Los superlativos nos impiden verlos. Y o
Imaginamos corrió pudo ser aquello.. Cali-
fornia o el Colorado, la. Florida y las tie-
rras frías mejicanas, los cerros negros que
defienden Bogotá, el Orinoco o e l Magda-
lena, la ,puna y la selva, las aguas espumo-
sas, joviales del Urubamba y el desfiladero
de Solivia, la Pampa y el Araüco. Todo, y
todo a la vez,. como un. sueño real. Los
padres peregrinos sabían lo que se hacían.
La prudencia, era piloto en el "Mayflo-
wer". Durante todo el siglo X V I I , se va
colonizando pausadamente la Nueva In-
glaterra; y el pequeño: cuerpo social, así.
formado, se va dilatando orgánica, heroi-
camente, hacia el Oeste, lejano, hacia el
Sur incitante,-hacia la linea fría de los
bosques canadienses, donde -suena el fran-
cés y muere Átala:-Todo se entiende; se
entiende y explica muchas cosas que hoy
nos sorprenden y nos extrañan tanto.
: Lo otro. no. Es absolutamente inverosí-
mil. Si alguien nos lo'cont&ra, no lo cree-
ríamos. Y cuando América entra por los
ojos, lo que de verdad entra, si es que los
llevamos bien abiertos, sin adormecer por
la oratoria hispánica, es el estupor.
Para mí, esto es lo que m á s importa: ver
que no se entiende. De ese estupor habrá
que part-r si algún día se quiere entender
lo que es América—hoy por hoy, un mis-
terio, o, si preferís, un engaño a los ojos—;
y no sólo eso, sino lo que ha sido, lo que es,
lo que podría ser España.
Julián MARÍAS
Urubamba, en Maohu-PIcchu

IN V ERÓ SI MI LIT U D
O ÜE "algo acontezca, no prueba que ve la atroz.desolación-de la. sierra: pelada,
fuese verosímil; y las cosas que no sin uña mata, o la desierta costa del Pa-
, se entienden .suelen ser las más i n - cífico, con suaves cerros grises, donde se
teresantes: en lugar de apresurarnos a ha- esquía sobre la arena fina, casi polvo; o
cer como si fuesen inteligibles, subrayemos la espesura sin esperanza de la selva que
enérgicamente lo contarrio, partamos d é ' 'no quiere acabar;- y se cae .én. la cuenta de
ello: sólo asi conseguiremos, quizá, enten-.. que todo aquello.es inhumano e imposible.
:

derlas algún día, y'su resistencia primera Lo que' es cierta aventura recorrer en un
sera-justamente lo que.tendrá más precio, ' "BC-6" tirado por cuatro hélices fabulosas,
¡o que valía la pena dominar y entender. ¿cómo pudieron cruzarlo, ocuparlo, con-
Esto es América del Sur, la América es- quistarlo aquellos hombres dé barbas ne-
pañola. Algo consabido, familiar y. casero. gras y pesadas corazas, hechos a las pe-
Libros, mapas, discursos—-sobre.todo dis- queñas plazas, a las pequeñas dehesas, a
cursos—. Pero ahora el.mapa se apresura los ríos sedientos de España? Aquellos h i -
.lentamente a través de la ventanilla re- dalgos, aquellos pastores, aquellos frailes,
donda del avión. No so trata ya de hablar aquellos menestrales de Medellín o Medina
de América, sino dé. "verla. Y estojes.lo di- ^del Campo, de Villanueva d é l o s Infantes
Cuzco. -Una c a l e Incaica.
fícil. Automáticamente, se ha convertido en' .o Carmona, sin aviones, sin "jeeps", sm
un misterio. ¿Por qué? ..' '/-.<• ametralladoras ni penicilina, sin.ciencia ni
En 1492 llegó Colón, a Guanahaní. E n técnica, sin. Curarse de las altitudes; ni de
1551, despacha Carlos V las cédulas de los ríos fangosos, ni de ía violenta prohi-
fundación de la Universidad de San bición dé los montes, ni de la gran domi-
Mcfrcos. dé Lima, primera de las dos nadora a quien debieron adorar los indios
Américas. (No soy sospechoso de exta- —a quién hubieran adorado, de'no haber
siarme beatamente con las glorias pretéri- estado vencidos por ella-*-:..la Distancia.
tas, pero me parece pura insensibilidad—en De L i m a ' a l , Cuzco, .el avión tarda- algo
eí mejor de.los casos—no sentir el "shock" más de dos horas. Desde, qué se levanta el
que provocan esas dos fechas juntas.) E n - vuelo hasta que se aterriza, sólo se ven. las
tre esos años, unos cuantos puñados de masas andinas,- pardas, desnudas, enemi-
menudos, cetrinos, tal vez biliosos españo- gas; antes.de. la .historia; más aún, antes
les van "pasando a- las Indias", se van es- de la geografía: pura geología. Nuestra idea
tableciendo en las nuevas tierras, desde el de. las cordilleras es ..sencilla; una. línea.
Mississípí a la Patagonia. L a cólera de un Una cadena montañosa—es la fácil metá-
español sentado no se aplacaba en el si- fora—que repasa dos llanuras. Aquí es otra,
glo XVII si no le representaban en dos lio-. cosa: el territorio—-cientos.de:kilómetros—
raí, hasta el ñnal juicio desde el Gé- es.cordillera. ¿Cómo pudo ir Pizarro :. con-
ne»íl* la cólera. de un español a caballo, quistar la viejísima ciudad incaica, a^i-iSOÓ
un siglo antes, era aún más difícil de . metros de altitud, después de haber ido des-
aplaca- • de Panamá hasta el solar donde fundó L i -
se v.;«ias horas y horas, a razón de. unos ma, que supone una noche entera n. nii>-
500 kiióm».':rofO sobré estas tierras; se cru- dio millar dé kilómetros por hora?
zar., volando .a 6.000 metros,-los Andes, sin Y en cuarenta, cincuenta, sesenta a ñ o s
encontrar un palmo de terreno llano: se están en todas partes. Soto. Poróe d- León O!lsrit.a,ytambo. Ninoís indios y • mestizos.

ABC SEVILLA (Sevilla) - 23/08/1951, Página 6


Copyright (c) DIARIO ABC S.L, Madrid, 2009. Queda prohibida la reproducción, distribución, puesta a disposición, comunicación pública y utilización, total o parcial, de los
contenidos de esta web, en cualquier forma o modalidad, sin previa, expresa y escrita autorización, incluyendo, en particular, su mera reproducción y/o puesta a disposición
«Y
como resúmenes, reseñas o revistas de prensa con fines comerciales o directa o indirectamente lucrativos, a la que se manifiesta oposición expresa, a salvo del uso de los
productos que se contrate de acuerdo con las condiciones existentes.

También podría gustarte