Está en la página 1de 82

POLICÍA NACIONAL DEL PERÚ

DIRECCIÓN EJECUTIVA DE
EDUCACIÓN Y DOCTRINA

ESCUELA DE EDUCACION SUPERIOR


TECNICO PROFESIONAL PNP HUANUCO

SÍLABO DESARROLLADO
DERECHO CIVIL I.

AULA VIRTUAL

IV PERIODO ACADEMICO PROMOCION


2021-I

SANTA MARÍA DEL VALLE


2022

Página 1 de 82
SILABO
DERECHO CIVIL I
(PROGRAMA REGULAR)

I. DATOS GENERALES:

EJE CURRICULAR : Formación Técnico - Policial


AREA EDUCATIVA : Formación Básica
AREA COGNITIVA : Ciencias Jurídicas
AÑO DE ESTUDIO : TERCER AÑO
HORAS SEMESTRALES : 64 horas académicas
HORAS SEMANALES : 04
PERIODO ACADÉMICO : IV Semestre
DOCENTES ABOG. BERNAL DOMINGUEZ, Kimberly Itaty.
ABOG. RIOS CARDENAS, Luis Javier
CAP. PNP (R) RAMIREZ ROSALES, Ronald Ivan.
SS. PNP (R) AVAL SALCEDO Alfonso.
ABOG. TANTALEAN CHAVEZ Yuri.
SS PNP (R) PIZARRO HUARCAYA, Victor Manuel.

I. SUMILLA:

La Asignatura forma parte del Currículo de Estudios de la Escuela de Educación


Superior Técnico Profesional PNP, es de naturaleza teórico práctica y sus Unidades de
Aprendizaje comprenden contenidos relacionados con el Derecho Civil: Conceptos
básicos del derecho, derecho de las personas, personas jurídicas, hecho, negocio y
acto jurídico, representación – Poderes, Obligaciones – modalidades, efectos, el Pago,
etc.

III. OBJETIVOS

A. OBJETIVO GENERAL:

Proporcionar conocimientos sobre aspectos del Derecho Civil que se


correlacionan con el ejercicio de la función policial.

B. OBJETIVOS ESPECÍFICOS:

1. Profundizar el dominio de los derechos civiles para comprender las


diferentes instituciones jurídicas que el código civil peruano contiene.
2. Identificar los diversos aspectos que otorgan validez al Acto Jurídico, así
como sus características y consecuencias.
3. Comprender el ámbito de las obligaciones, así como Fuentes de las
obligaciones, responsabilidad Contractual y Extracontractual.
4. Profundizar el dominio del Derecho Civil para complementar los estudios
comprendidos en los libros I al V del Código Civil.

IV. CONTENIDOS

I UNIDAD

1° SEMANA ● Generalidades, Título Preliminar del Código Civil, Principios


(4 HORAS) Fundamentales.
10 al 15-01-2022

2° SEMANA ● Derechos de la personas.


(4 HORAS) ● Derechos fundamentales de la persona, características.
17 al 22-01-2022

Página 2 de 82
3° SEMANA ● Atributos de la personalidad.
(4 HORAS)
24 al 29-01-2022

4° SEMANA ● Personas jurídicas.


(4 HORAS)
31 de enero al 05-
02-2022

● Hecho y acto jurídico


5° SEMANA ● Clasificación de los actos jurídicos
(4 HORAS) ● Requisitos de Validez.
07 al 12-02-2022 Agente capaz, manifestación de la voluntad.

6° SEMANA ● Formalidad del acto jurídico


(4 HORAS) Clases de formalidades, la representación, clases de
14 al 19-02-2022 representación.

7° SEMANA
(4 HORAS) 1ra. EVALUACION PARCIAL
21 al 26-02-2022

II UNIDAD
8° SEMANA
(4 HORAS) ● Modalidades del poder
28 de febrero al 05- Poder amplio, poder especial, pluralidad de representantes.
03-2022

9° SEMANA ● Renovación del poder


(4 HORAS) Renovación y renuncia del poder. Sustitución de la
07 al 12-03-2022 representación. Responsabilidad ante terceros y el
representado.
10° SEMANA ● Interpretación del acto jurídico.
(4 HORAS) ● Función y principios de la interpretación.
14 al 19-03-2022 ● Clases de interpretación.

● Modalidad del acto jurídico.


11° SEMANA ● Elementos esenciales, naturales, accidentales, la condición,
(4 HORAS) plazo y modo.
21 al 26-03-2022 ● Simulación de los negocios jurídicos.
● Simulación de los actos jurídicos, tipo de simulación, eficacia
de la simulación.

12° SEMANA
(4 HORAS) 2° EVALUACIÓN PARCIAL
28-03-2022 al 02-04-
2022

III UNIDAD
13° SEMANA

Página 3 de 82
(4 HORAS) ● Fraude a través de los actos jurídicos
04 al 09-04-2022 ● Medidas de tutela de los acreedores, vicios de la voluntad.

14° SEMANA ● Invalidez e ineficacia de los negocios jurídicos.


(4 HORAS) Eficacia e ineficacia; validez e invalidez; nulidad; anulabilidad;
11 al 16-04-2022 confirmación del negocio jurídico.
● Obligaciones; elementos esenciales; clasificación de las
obligaciones.

● Inejecución de las obligaciones.


15° SEMANA ● Inejecución de las obligaciones: Dolo, culpa, caso fortuito,
(4 HORAS) fuerza mayor.
18 al 23-04-2022 ● El pago; requisitos de validez; requisitos esenciales; reglas
del pago; los intereses; tipos de intereses.

16° SEMANA EXAMEN FINAL


25 al 30-04-2022

V. PROCEDIMIENTOS DIDÁCTICOS

A. Las técnicas de enseñanza se orientarán a la interacción permanente


docente – educando, enmarcadas en la cultura participativa, y el trabajo en
equipo.

B. Se promoverá la investigación permanente y la exposición de los


conocimientos adquiridos.
C. El desarrollo de los contenidos curriculares serán eminentemente objetivos
mediante el empleo de Mapas Conceptuales.

VI. EQUIPOS Y MATERIALES

El docente para el desarrollo de la asignatura empleará los siguientes equipos y


materiales:

A. EQUIPOS

Retroproyector, video grabadora, computador, proyector multimedia.

MATERIALES

Proveerá Separatas a los educandos, así como empleará transparencias o


videos para reforzar las técnicas de enseñanza.

VII. EVALUACIÓN

La asistencia a las sesiones teóricas es obligatoria en el 70% y a los Talleres en el


90%, en caso contrario de no existir justificación alguna por la Subdirección
Académica de la EESTP-PNP, el Alumno(a) desaprobará la asignatura.

El proceso de evaluación del aprendizaje será permanente, comprenderá:

A. Evaluación Formativa Interactiva, en relación a la participación activa del


Alumno(a) en el aula. El promedio de las intervenciones orales constituirá Nota
de Paso Oral.

Página 4 de 82
B. Evaluación Formativa o de Proceso para comprobar el rendimiento académico,
pronosticar posibilidades de desarrollo y reorientar la metodología,
compromete la aplicación de:

1. Talleres
2. Exposiciones.
3. Dos exámenes escritos parciales (8ª y 13ª semana), enmarcados en los
modelos de la Prueba Objetiva, pudiendo, además, contener preguntas
tipo desarrollo y situación problema, en las que prime el empleo de la
capacidad reflexiva, la correlación de criterios, el análisis y el
pensamiento lógico.

4. Un trabajo monográfico que se valorará en su forma y contenido.

C. Evaluación Sumativa orientada a comprobar el nivel de desarrollo


cognoscitivo, reflexivo y del pensamiento lógico, para lo cual se aplicará un
examen final (16ª semana), de similar característica empleada en los
exámenes parciales.

D. El Promedio General se calculará en concordancia con las disposiciones


establecidas en el Manual de Régimen de Educación de las Escuelas de
Formación de la PNP, conforme se detalla a continuación:

Promedio General:

PG = PEP (3) + PO (1) + TA (2) +EF (4)


10
P EP= Promedio de Exámenes Parciales
P O= Paso Oral
TA = Trabajo de Investigación Monográfica
EF = Examen Final

VIII BIBLIOGRAFIA BÁSICA

1. DÍEZ-PICAZO, Luis y Antonio GULLÓN. “Sistema de Derecho Civil”. Volumen II.


Madrid: Editorial Tecnos. 1985. p. 175.
2. MARTIN, Didier. “Distintas clases de obligaciones (arts. 1144 a 1151)”. En: “Del
contrato, de las obligaciones y de la prescripción. Ante-Proyecto de Reforma del
Código Civil francés”. Libro III, Títulos III y xx. Traducción a cargo de Fernando
Hinestrosa. Bogotá: Universidad Externado de Colombia. 2006. p. 97.
3. ALBALADEJO, Manuel. “Tratado de Derecho Civil”. Volumen II. Tomo II.
Barcelona: Librería Bosch. 1980. pp. 33 y siguientes.
4. ESPINOZA ESPINOZA, Juan. “Apuntes para una estructura de la relación
obligatoria y su clasificación”.En: THĒMIS-Revista de Derecho 60. 2011. p. 266.
5. BEJARANO MOYA, Manuel. “La confusión en las obligaciones solidarias”. En:
SÁNCHEZ-CORDERO DÁ- VILA, Jorge (Coordinador). “Libro del cincuentenario
del Código Civil”. Ciudad de México: Universidad Nacional Autónoma de México.
1978. p. 30.
6. DE GÁSPERI, Luis. “Tratado de las obligaciones en el Derecho Civil paraguayo y
argentino”. Tomo I. Buenos Aires: Editorial Depalma. 1945-1946. pp. 357 y
siguientes.
7. SALVAT, Raymundo M. “Tratado de Derecho Civil argentino. Obligaciones en
general”. Edición actualizada con textos de doctrina, legislación y jurisprudencia
por Enrique V. Galli. Tomo I. Buenos Aires: Tipográfica Editora Argentina. 1952.
p. 69.

Página 5 de 82
8. OSTERLING, Felipe y Mario CASTILLO FREYRE. “El tema fundamental de las
obligaciones de medios y de resultados frente a la responsabilidad civil”. En:
Derecho PUCP 53. 2010. pp. 475-512.
9. WAYAR, Ernesto Clemente. “Derecho Civil. Obligaciones”. Tomo I. Buenos
Aires: Ediciones Depalma. 1990. pp. 126 y siguientes.
10. JORDANO FRAGA, Francisco. “Obligaciones de medios y de resultado (a
propósito de alguna jurisprudencia reciente)”. En Anuario de Derecho Civil. Tomo
XLIV. Fascículo I. Madrid. 1991. p. 14.
11. BORDA, Guillermo A. “Tratado de Derecho Civil, Obligaciones”. Octava Edición
actualizada. Tomo I. Buenos Aires: Editorial Perrot. 1986. pp. 16 y siguientes.
12. DÍEZ PICAZO, Luis. “Fundamentos de derecho civil patrimonial”. Tomo II.
Madrid: Civitas. 1978. p. 51.
13. LÓPEZ DE ZAVALÍA, Fernando. “Derechos reales”. Tomo I. Buenos Aires:
Astrea. 1989. p. 93.Ibídem.

14. POTHIER, Robert Joseph. “Tratado de las Obligaciones”. Tercera edición.


Segunda parte. Barcelona: Biblioteca Científica y Literaria. pp. 153 y siguientes.
15. LAURENT, François. “Principes de Droit Civil Français”. París: Librairie A.
Maresq. Ainé. Tomo xVII. 1875 1893. pp. 18 y siguientes.
16. BAUDRY-LACANTINERIE, Gabriel. “Précis de Droit Civil”. París: Librairie de la
Societé du Recueil Galdes Loiset des arrêts. 1896. pp. 146 y siguientes.
17. GIORGI, Giorgio. Óp. cit. Volumen I. pp. 30 y siguientes.
18. PLANIOL, Marcel y Georges RIPERT. “Tratado práctico de Derecho Civil
francés. Las obligaciones”. Tomo VII Traducción española de Mario Díaz Cruz
del Colegio de Abogados de La Habana, Cuba. La Habana: Cultural Segunda
Parte. pp. 291 y siguientes.
19. ALBALADEJO, Manuel. Óp. cit. Volumen II. Tomo II. pp. 358 y siguientes-
20. LEÓN BARANDIARÁN, José. “Comentarios al Código Civil Peruano.
Obligaciones”. Tomo II. Buenos Aires: Ediar Editores. 1954. p. 431.

Página 6 de 82
DESARROLLO DE CONTENIDO

I UNIDAD

PRIMERA SEMANA (10 al 15 de enero de 2022)

EL DERECHO CIVIL

Generalidades.

CONCEPTO DE DERECHO

Tres son los caminos que hemos seguido para llegar a una definición integral del derecho:
la sociabilidad del hombre nacida de su propia naturaleza, la exigencia de regular su
conducta mediante normas y el deber ser orientado hacia valores. La teoría tridimensional
del derecho sustentada por Miguel Reale, lo considera como integración de tres elementos,
(hecho, valor y norma), por tanto son elementos integrantes de una definición del derecho;
la conducta social del hombre como persona, la necesidad de regularla mediante un sistema
de normas y los valores hacia los cuales debe orientarse esa conducta.

ANTECEDENTES HISTORICOS

Los antecedentes mas remotos del derecho civil datan del Imperio Romano, habiendo
transcurrido un periodo de evolución y desarrollo durante varios milenios; sin embargo, a
inicios del año 1800, Napoleón Bonaparte promulgó en Francia el Código Civil, denominado
Napoleónico, el mismo que sirvió de inspiración a muchos países que estaban obteniendo
su libertad. En nuestro pais fue Simón BOLIVAR, quien el 31 de diciembre de 1825 formó
una comisión integrado por 12 personas notables para la redacción del código civil.

Código Civil de 1852


En junio de 1851 se nombra Comisión Codificadora presidida por Andrés Martínez. Esta
comisión trabajó sobre el proyecto de 1847-1848 y el 29 de diciembre de 1851 se
promulgan el Código Civil y el de Enjuiciamientos Civiles, entrando en vigencia el 29 de julio
de 1852. Este Código Civil fue influenciado por el Código Civil francés de 1804.
Fue de aplicación en toda la República.

Código Civil de 1936


El 30 de agosto de 1936 se promulga un nuevo Código Civil y se postergó su entrada en
vigencia hasta el 14 de noviembre del corriente año. Tomó como fuentes principales a los
códigos civiles de Francia, Argentina, Alemania, Suiza y Brasil.
En 1965 la comunidad jurídica peruana propugnó el estudio y revisión de este código, lo que
culminó con una Comisión Reformadora y la elaboración del actual

Código Civil De 1984.


Se encuentra organizado en la siguiente manera:
● Título preliminar: Artículo I a X;
● Libro I: Derechos de las Personas: Artículos de 1 al 139;
● Libro II: Acto Jurídico: Artículos 140 a 232;
● Libro III: Derecho de Familia: Artículos 233 a 659;
● Libro IV: Derecho de Sucesiones: Artículos 660 a 880;
● Libro V: Derechos Reales: Artículos 881 a 1131;
● Libro VI: Las Obligaciones: Artículos 1132 a 1350;
● Libro VII: Fuente de las Obligaciones: Artículos 1351 a 1988;
● Libro VIII: Prescripción y Caducidad: Artículos 1989 a 2007;
● Libro IX: Registros Públicos: Artículos 2008 a 2045;
● Libro X: Derecho Internacional Privado: Artículos 2046 a 2111;

Página 7 de 82
EL DERECHO PÚBLICO

Conjunto de preceptos jurídicos destinados a la tutela o defensa del ser humano y al


cumplimiento de los intereses generales de la comunidad.

EL DERECHO PRIVADO

Es un conjunto de normas jurídicas, cuyo objetivo consiste en regular los intereses


particulares de los individuos, a través de los códigos y leyes que al efecto se dicten.

CONCEPTO DE DERECHO CIVIL

Para ALBERTO VASQUEZ RIOS; es la disciplina que cubre todas las fases de la vida del
hombre, desde cuando es concebido hasta su muerte, cubriendo en dicho lapso los actos
jurídicos, los contratos, la constitución familiar, en sus relaciones con los demás hombres y
de éstos con las cosas, cuya expresión elocuente de esta última relación es la propiedad
privada1.

Según el diccionario jurídico; el Derecho Civil ha sido definido como el “conjunto de


preceptos que determina y regula las relaciones jurídicas entre los miembros de una familia
y las que existen entre los individuos de una sociedad, para la protección de los intereses
particulares, concernientes a sus personas y a sus bienes. Admite la consideración del
punto de vista positivo o normas vigentes; de la historia de sus instituciones; de la disciplina
científica que lo estudia en todos sus aspectos, y de las obras en que se concreta el
pensamiento de los civilistas, los especializados en esta compleja rama del Derecho, y más
aún aquellas obras generales, como los Tratados, en que se vislumbra el panorama general
de la material”2.

TITULO PRELIMINAR

Artículo I.- Abrogación de la ley:

La ley se deroga solo por otra ley. La derogación se produce por declaración expresa, por
incompatibilidad entre la nueva ley y la anterior o cuando la materia de esta es íntegramente
regulada por aquella. Por la derogación de una ley no recobran vigencia las que ella hubiere
derogado.

¿Cómo se deroga una ley y cuáles son las variables de la derogación?


De acuerdo al Título Preliminar del Código Civil (en adelante C.C.), una ley se deroga por
otra ley, sin embargo, éste criterio no puede ser compartido dentro de los actuales cánones
del derecho civil.

Es cierto que una ley puede ser derogada por otra ley, pero en la actualidad ese no es el
único mecanismo de derogación puesto que pueden presentarse situaciones como el
desuso o la inobservancia, que fácilmente podrían encajar como mecanismos de derogación
y que no se constituyen necesariamente en una ley.

Sin embargo, no podemos adentrarnos en el tema sin conocer que es una ley. Al respecto la
doctrina ha señalado que es “el mandato jurídico escrito y procedente de los órganos
legislativos competentes”. La ley se encuentra premunida de elementos básicos como el
hecho de tener carácter general, ser escrita, requerir de publicación y ser formal.

Una ley puede ser derogada en virtud de lo siguiente:

1 VASQUEZ RIOS, Alberto. DERECHO DE LAS PERSONAS. Tomo I .Editorial San Marcos. Lima 2005. Pag. 24
2 CABANELLAS, Guillermo. DICCIONARIO ENCICLOPEDICO DE DERECHO USUAL TOMO III Editorial
Heliasta.- Argentina 2003. Pag. 111.

Página 8 de 82
a. Causas internas o intrínsecas. - Aquí la ley pierde vigencia debido a causas que se
encuentran señaladas en la propia ley. Por ejemplo: El haber señalado un plazo de vigencia,
la desaparición de la razón que constituía la razón de ser de la norma, etc.
Abrogación. - Referida a la extinción total de la norma.
Derogación.- Referida a la extinción parcial de la norma o lo que entenderíamos como
abrogación parcial.
La modificación.- Se produce cuando la nueva norma no sólo limita a la anterior sino que
además formula una nueva norma que puede sustituir a la anterior en forma total o parcial.
Tiene por finalidad cambiar el contenido de la ley.

Acción de Inconstitucionalidad.- Aquel proceso constitucional por el cual se busca dejar


sin efecto la norma. Tiene por finalidad abrogar una ley.

Derogación expresa o tácita. La derogación puede ser expresa o tácita: La primera,


cuando es el propio legislador quien establece que una determinada ley pierde su vigor
obligatorio.  La segunda cuando existe incompatibilidad, contradicción o absorción entre
las disposiciones de la nueva ley y la anterior

Articulo II.- Ejercicio abusivo del derecho


La ley no ampara el ejercicio ni la omisión abusivos de un derecho. Al demandar
indemnización u otra pretensión, el interesado puede solicitar las medidas cautelares
apropiadas para evitar o suprimir provisionalmente el abuso.
¿En qué consiste el ejercicio abusivo del derecho? Muchos autores lo denominan “abuso
del derecho”, nosotros preferimos llamarlo ejercicio abusivo debido a que quien abusa no es
el derecho sino el titular de éste, justificando su actuar precisamente en su titularidad
El derecho no es el problema ya que éste se encuentra al servicio y tiene su fin supremo en
la sociedad, el problema es de quien ejerce el derecho con intenciones que no responden al
fin que el legislador ha querido otorgar para ese derecho

Consideramos que el ejercicio abusivo del derecho se constituye en la acción u omisión que
va en contra de los fines que pretende alcanzar la ley y que se realiza con la plena
convicción de dañar, yendo en contra de las buenas costumbres y actuando de una manera
no razonable con una completa ausencia de interés.
Como ejemplos de ejercicio abusivo podemos mencionar el hecho de impedir la libre
circulación en un pasadizo, o la de cortar el suministro de agua a una persona.

Articulo III.- Aplicación de la ley en el tiempo


La ley se aplica a las consecuencias de las relaciones y situaciones jurídicas existentes. No
tiene fuerza ni efectos retroactivos, salvo las excepciones previstas en la Constitución
Política del Perú.
¿Cuáles son las variables que nos presenta la aplicación de la ley en el tiempo dentro del
Derecho Civil?  Como hemos señalado, la ley mantiene su vigencia mientras no sea
derogada o modificada, sin embargo, una vez que se presenta un dispositivo jurídico es
derogado o modificado, se presenta una serie de variables para su aplicación, a las que
hemos decidido denominarles variables de la aplicación de la ley en el tiempo.
El artículo III del Título Preliminar del C.C. regula la aplicación de la ley en el tiempo y
consagra la teoría de los hechos cumplidos al señalar que “La ley se aplica a las
consecuencias de las relaciones existentes”, seguidamente establece que la ley no tiene
fuerza ni efectos retroactivos, sin embargo, el artículo 2120º correspondiente a las
disposiciones transitorias del Código, establece que “Se rigen por la legislación anterior los
derechos nacidos, según ella, de hechos realizados bajo su imperio, aunque (el presente
Código) no los reconozca”  En ese sentido, encontramos tres tipos de aplicación de la ley,
de acuerdo al tiempo de ésta; la aplicación inmediata, la aplicación ultra activa, la aplicación
retroactiva. De este tema nos interesan las dos últimas figuras a las que creemos necesario
agregar la figura de la irretroactividad:

1. Irretroactividad.- Walter Gutiérrez señala que “La irretroactividad es en realidad un


principio general por el que se pone límite temporal a la aplicación de la nueva ley”.
Debemos entender por irretroactividad aquel principio, regulado por el título preliminar de la
norma sustantiva, y que establece determinados límites para la aplicación de la nueva ley,

Página 9 de 82
señalando que ésta no podrá retroceder en el tiempo para ser aplicada a situaciones que se
presentaron antes de la dación de la ley. Ejemplo: Las normas del Código Civil. 
2. Ultractividad. - La aplicación ultra activa de una norma se presenta cuando una ésta se
aplica a hechos y situaciones que ocurren luego de que se produjo su derogación o
modificación. Ejemplo: Los matrimonios celebrados bajo las normas del Código Civil de
1936 se rigen por las disposiciones de éste. 

3. Retroactividad.- Aunque no se aplica en el derecho civil, se debe señalar que la


aplicación retroactiva es aquella en que una norma rige para hechos, situaciones o
relaciones que tuvieron lugar antes del momento en que entró en vigencia. Ejemplo: La
llamada retroactividad benigna en el derecho penal.

Articulo IV.- Aplicación analógica de la ley


La ley que establece excepciones o restringe derechos no se aplica por analogía. ¿Se
encuentra permitida la aplicación analógica dentro del Derecho Civil Peruano? Marcial
Rubio Correa define a la analogía como “…un método de integración jurídica, y la
integración es una de las ramificaciones de la aplicación del Derecho, según la cual al
aplicar las normas, en realidad lo que se hace es crear una nueva disposición, no existente
previamente” Lo cierto es que la analogía se constituye en un mecanismo de razonamiento
mediante el cual se interpreta y aplica el Derecho para superar las eventuales insuficiencias
o deficiencias.  El derecho civil peruano ha señalado que las normas que establecen
excepciones o restringen derechos no deben ser aplicadas por analogía y aunque existen
posiciones discrepantes con esta postura, consideramos que no debe aplicarse la analogía
cuando se trate de normas que establezcan sanciones o restrinjan derechos.  A ello
debemos agregar que no sólo debemos preocuparnos por la aplicación analógica sino
también por la interpretación restrictiva, que aunque no se encuentra regulada en el Código
Civil, al igual que la analogía, permitiría la aplicación de normas de excepción o de
restricción, finalidad que el espíritu de la norma ha pretendido evitar. “La interpretación
extensiva o analógica de la norma consiste en la aplicación de un supuesto legal a otros
casos además de los expresados en su texto, dicha interpretación no es posible en nuestro
ordenamiento por no permitirlo el artículo IV del Título Preliminar del Código Civil” (Casación
Nº 2368-98 Lima)

Artículo V.- Orden público, buenas costumbres y nulidad del acto jurídico
Es nulo el acto jurídico contrario a las leyes que interesan al orden público o a las buenas
costumbres.
Si se trasgreden ambos en la realización de un acto jurídico se declarará la nulidad por lo
que su consecuencia es la misma.

Artículo VI.- Interés para obrar


Para ejercitar o contestar una acción es necesario tener legítimo interés económico o moral.
El interés moral autoriza la acción solo cuando se refiere directamente al agente o a su
familia, salvo disposición expresa de la ley. ¿En que consiste el interés para obrar? Para
hablar de interés para obrar es necesario primero determinar qué es interés. Por ejemplo,
cuando una persona tiene una necesidad, buscará identificar un bien a través del cual
pueda satisfacer su necesidad, a ello denominamos interés. En ese sentido, el interés para
obrar deberá ser identificado como la necesidad que tiene un justiciable para acudir al
órgano jurisdiccional y materializar su derecho de acción.

No obstante ello, el artículo VI del Título Preliminar del Código Civil nos habla de legítimo
interés y por el debemos entender “…a aquellos intereses que son jurídicamente exigibles a
su arbitrio por el interesado. Se descartaría, por tanto, los intereses de carácter genérico
(como los del grupo de normas a los que el Código califica de simple interés) y los de
naturaleza expectaticia” .  Para que ese interés para obrar del que hablamos sea legítimo,
la norma nos dice que este interés puede ser económico o moral

“La excepción de falta de legitimidad para obrar nació en la antigua Roma con el nombre de
‘Legitimatio ad Causan’, señalando Alsina que ‘La acción debe ser intentada por el titular del
derecho y contra la persona obligada’, la falta de legitimidad para obrar en el demandante o

Página 10 de 82
demandado es un presupuesto procesal que garantiza la existencia de una relación jurídica
procesal válida” (Casación Nº 2204 – 2001)

Articulo VII.- Aplicación de norma pertinente por el juez


Los jueces tienen la obligación de aplicar la norma jurídica pertinente, aunque no haya sido
invocada en la demanda.
¿Cuál es la forma de aplicación del principio del Iura Novit Curia en el Derecho Civil
Peruano?  El “iura novit curia” se constituye en un aforismo que traducido a nuestro idioma
significa “el tribunal conoce los derechos”. Dentro de nuestro país funciona como un
principio de la administración de justicia y establece que “Los jueces tiene la obligación de
aplicar la norma jurídica pertinente, aunque no haya sido invocada en la demanda”.

Lo que quiere decir, que si por ejemplo, al presentar una demanda omitimos señalar los
fundamentos jurídicos que sustentan nuestra pretensión o los señalamos erróneamente, el
juzgado tendrá la obligación de aplicar la norma jurídica que corresponda aunque ésta no
haya sido señalada.

Éste dispositivo ha sido muy discutido en la doctrina a tal punto de señalar que a través de
la aplicación del “iura novit curia” estamos favoreciendo a una de las partes, lo cual no dista
mucho de la realidad

No obstante ello, aún se encuentra regulado en nuestra norma sustantiva y “En ese sentido,
el iura novit curia constituye un deber del juez. El aforismo se sustenta en una presunción
que tiene la calidad de iuris et de iure, es decir, que no admite prueba en contrario. También
se sustenta en un presupuesto de hecho. La presunción es que el juez conoce el Derecho.
* El presupuesto de hecho es que las partes no están obligadas a una calificación jurídica
correcta de sus pretensiones. Por tanto, si se presume que el juez conoce el Derecho,
atendiendo al objetivo final del proceso, se concluye que tiene el deber de aplicar al proceso
el Derecho que corresponda”

Articulo VIII.- Obligación de suplir los defectos o deficiencias de la ley

Los jueces no pueden dejar de administrar justicia por defecto o deficiencia de la ley. En
tales casos, deben aplicar los principios generales del derecho y, preferentemente, los que
inspiran el derecho peruano ¿Qué entendemos por defectos o deficiencias y vacíos en la
ley?  Debemos señalar que la doctrina diferencia los defectos de los vacíos o deficiencias;
por vacío debemos entender la ausencia de normas adecuadas dentro de nuestro sistema
jurídico frente a un determinado hecho.  Por defecto debemos entender las imprecisiones,
obsolencia, superposición de normas aprobadas en tiempos distintos o conflicto entre
normas de distintas jerarquías.  Otra forma de denominar a estos institutos es utilizando a
las denominadas lagunas del derecho, las misma que se presentan cuando el ordenamiento
no cuenta con la norma adecuada para resolver un determinado caso.  En primer lugar,
debemos mencionar a la verdadera laguna, en la que existe ausencia de una norma
adecuada; en segundo lugar, podemos mencionar a la falsa laguna, que se configura
cuando una regla no es justa o satisfactoria para que el caso que tenemos al frente.

Articulo IX.- Aplicación supletoria del Código Civil

Las disposiciones del Código Civil se aplican supletoriamente a las relaciones y situaciones
jurídicas reguladas por otras leyes, siempre que no sean incompatibles con su naturaleza.

Consideramos que el Derecho Civil es el derecho de las personas, es el Derecho que regula
las interrelaciones subjetivas privadas, es decir, es el Derecho Privado, el Derecho Común,
el Derecho común a todas las personas etc.  Por ende, este Derecho tiene orígenes tan
antiguos como el hombre mismo; sin embargo, con el desarrollo de la vida social y
económica, el Derecho Civil fue evolucionado y/o dividiéndose en diversas ramas que
relacionan a las personas entre sí; esto quiere decir que el Derecho Civil es la base o
cimiento por el cual nacieron una serie de Derechos autónomos.  Es por esta razón que,
es posible que las normas del Código Civil se puedan aplicar supletoriamente a otras
disciplinas jurídicas.  Hay que agregar y tomar en cuenta que, no significa que las normas

Página 11 de 82
del Código Civil se puedan aplicar supletoriamente a todas las ramas del Derecho, ya que
tiene que haber compatibilidad con la naturaleza de la otra rama jurídica. Por ejemplo, las
expresiones de voluntad en el ámbito civil que pueden ser expresas o tácitas no guardan
relación con las expresiones de voluntad del Estado, que son meramente formales.

Artículo X.- Vacíos de la ley

La Corte Suprema de Justicia, el Tribunal de Garantías Constitucionales y el Fiscal de la


Nación están obligados a dar cuenta al Congreso de los vacíos o defectos de la legislación.
 Tienen la misma obligación los jueces y fiscales respecto de sus correspondientes
superiores. ¿Cómo debe reaccionar un operador del derecho cuando encuentra defectos,
deficiencias o vacíos en la legislación?  Cuando encontramos vacíos o deficiencias y
defectos en la ley, la norma nos dice que debemos recurrir a los principios generales del
Derecho y preferentemente a los que inspiran al Derecho peruano.  Cabría preguntarnos
entonces: ¿Qué son los principios generales del Derecho?; los principios generales del
Derecho son “principios fundamentales de conducta que existen en la cultura del tiempo en
que se vive y que por lo tanto, formaban y orientaban los ordenamiento jurídicos al formar
parte de una doctrina” .  Algunos principios generales del Derecho son aquellos que
inspira el derecho positivo como la validez general, la igualdad, la libertad y la justicia, la ley
especial prima sobre la general, primer derecho mejor derecho, etc.  Como ejemplo gráfico
de los principios generales del Derecho podemos señalar al artículo 206º del Código Civil, el
mismo que establece “La parte que incurre en error no puede pedir la anulación del acto si,
antes de haber sufrido un perjuicio, la otra ofreciere, cumplir conforme al contenido y a las
modalidades del acto que aquella quiso incluir”.

PRINCIPIOS DEL TITULO PRELIMINAR

El Título Preliminar del Código Civil regula de forma general los principios fundamentales del
Derecho Civil, sin llegar a ser exclusivo del derecho privado, antes bien tiene la virtud de
regir para todo el Ordenamiento Jurídico en general, pues conforme señala Torres Vásquez
tiene como características fundamentales “la complejidad, la unidad, la coherencia, la
plenitud y el ser sistemático.”

El Título Preliminar del Código es el elemento primigenio que permite al Ordenamiento


Jurídico cumplir con tales características, dado tiene trascendencia en todas las ramas del
Derecho en general, como hilo conductor de relaciones jurídicas.
Es a través de estos principios básicos e interpretativos del Derecho Civil en particular y del
Derecho en general, que los operadores de la codificación civil pueden hacer uso coherente
de sus normas bajo una concepción unitaria y sistemática.

SEGUNDA SEMANA (17 al 22 de enero de 2022)

DERECHO DE LAS PERSONAS

1. EL CONCEBIDO

1.1. Definición del Concebido:

El Concebido es la vida humana intrauterina (aún no nacida) ya que es una vida humana
individualizada, desde el instante mismo de su concepción, o sea a partir de la fecundación
del óvulo con el espermatozoide.
El hecho de que sea una vida humana aún no nacida, no implica necesariamente que
estemos denominando únicamente al "embarazo" la suerte de una vida humana, puesto que
como ya conocemos hoy en día existen otras formas asistidas de reproducción como es la
fertilización in Vitro.
Existen 2 teorías para fijar cuando es que aparece el concebido:

a) Por la unión de los gametos (óvulo y espermatozoide)

Página 12 de 82
b) Por la implantación en el óvulo (14 días)

La teoría más acertada en cuanto al concebido es la de la unión de los gametos, puesto que
como ya mencionamos, existen otras formas asistidas de reproducción, en las que será
prescindible el vientre materno, lo cual descarta la teoría de la implantación del óvulo, ya
que en una fertilización in Vitro, no será necesario el vientre; esta teoría manejaría
fácilmente una excusa para admitir el aborto e igualmente las manipulaciones genéticas,
que son penalizadas en muchos Estados.

El Concebido es un sujeto de derecho, tal como lo menciona el último párrafo del Artículo 1°
del Código Civil actual, y anteriores como: 1852, 1936; y Constituciones: 1979, y claro está
la actual constitución en el artículo 2° "el concebido es sujeto de derecho en todo cuanto le
favorece"

Este sujeto, sin la necesidad de haber nacido, es considerado "vida humana en potencia",
por el mismo hecho de que aún no ha nacido; pero existe el supuesto que nazca con vida,
esto se puede encontrar desde teorías antiguas del Concebido, por ejemplo, en Roma, que
pese a que el concebido era considerado "parte de la mujer", no implicaba de que no era un
futuro sujeto de derecho, ya que existía la esperanza de que naciera, y con vida, por lo que
se le reservaban todos sus derechos hasta que naciera con vida.
El concebido está formado por dos etapas: la primera es la etapa embrionaria, que es desde
la formación del "cigoto" (la unión de los gametos), esta etapa dura 8 semanas desde el
momento de la concepción; y la etapa Fetal, que es desde las 8 semanas de la concepción
hasta el momento del parto.

12 horas aproximadamente, es lo que demora la "fusión nuclear" de los gametos para así
formar al embrión, a ésta etapa se le denomina "pre- embrión"
De aquí, también hallamos otros 2 criterios o teorías:

a) En la que es posible la manipulación genética del pre- embrión, antes de las 12 horas de
la concepción.
b) No se puede manipular el pre-embrión ni antes, ni después de las 12 horas de la
concepción, puesto que ya se dio la unión de los gametos.

Sujeto de Derecho: Es todo ente (existente o inexistente) capaz de establecer relaciones


jurídicas: patrimoniales, extrapatrimoniales, o mixtas.

El Concepturus:

Es el sujeto de derecho, no concebido, no nacido. A quien se le atribuye la misma calidad


que la de los demás sujetos de derecho. La figura del concepturus aparece implícitamente
en nuestro ordenamiento jurídico, en el Artículo 100° del Código Civil: "La fundación se
constituye mediante escritura pública, por una o varias personas naturales o jurídicas,
indistintamente, o por testamento" Aunque sea algo difícil de notar con el simple hecho de
leer el artículo, es posible que por testamento por ejemplo, se le atribuyan derechos a un ser
que no existe, y que ni si quiera haya sido concebido, tal es el caso de las fundaciones.
Tenemos por ejemplo, en distintas legislaciones que hablan del concepturus, siendo una
figura muy rara, puesto que en la práctica no se ha presentado muchas veces:

- Alemania: Se le considera al concepturus como al concebido, para que se den sus efectos
patrimoniales, tiene que nacer con vida. Aunque estos derechos no le serán eternos, sólo
durarán un máximo de 30 años luego de la muerte del causante.
- Italia: Habla de que los hijos de las personas que se encuentren vivas al momento de la
muerte del causante pueden heredar por testamento, no confiere plazos de extinción del
derecho, ni caducidad.
- España: Confiere las mismas calidades que la legislación italiana, pero limita a un máximo
de 2 personas que no hayan nacido.
El concepturus, como ya se dijo es una figura rara en la práctica, esto no quiere decir de
que no existan casos. En consecuencia de esta figura, es factible que podamos heredar por

Página 13 de 82
testamento a nuestro nieto, si es que antes de morir existe ya nuestro hijo, que puede como
no tener hijos, y serán estos quienes heredaran.
Para no ir muy lejos, y en caso concreto tenemos el ejemplo de la fundación que ya fue
antes nombrado; caso en que una mujer quien no tenía herederos, mediante testamento
dejó sus bienes bajo la administración de una persona allegada para crear una fundación,
ésta fundación con nombre propio sin antes de su formación es considerada un
concepturus, puesto que no existía, ni estaba concebida al momento de la muerte de la
mujer, pero fue la que recibió los derechos patrimoniales.
Finalmente cabe decir, que el concepturus

a.1. Diferencias entre concebido y concepturus:

CONCEBIDO
- Es un ser humano, una vida individualizada que aún no ha nacido.
- Es una futura vida humana.
- Existe desde el momento de la unión de los gametos.

CONCEPTURUS

- Es un sujeto, que no necesariamente será humano, que no ha nacido, y tampoco ha sido


concebido aún.
- No será necesariamente vida humana.
- Es un ficticio legal, ya que se considera de que puede existir, pero no se sabe si algún día
existirá realmente.

LA PRESENCIA DEL ORDENAMIENTO JURÍDICO

Derechos del Concebido:

El Concebido tiene tanto derechos Patrimoniales, como derechos Extrapatrimoniales.


Los Derechos Patrimoniales: están ligados, a todo aquello que esté involucrado a
remuneración, bienes, etc.

Los Derechos Extrapatrimoniales: son los que no tienen que ver con el dinero; estos serán:
El derecho a la vida, a la educación, a ser reconocido, entre otros.

El Artículo 1° del Código Civil, en su último Párrafo nombra al concebido como sujeto de
derecho: "La vida humana comienza con la concepción. El Concebido es sujeto de derecho
para todo cuanto le favorece". En consecuencia, la ley, está admitiendo desde ya, que el
concebido tiene derechos; pero la ley también condiciona los derechos del concebido "… La
atribución de derechos patrimoniales está condicionada a que nazca vivo." Es decir, el
concebido tendrá pleno derecho a la vida, asistencia y todos los demás derechos
extrapatrimoniales por ser concebido; pero la condición que marca la ley para que pueda
acceder a los derechos patrimoniales, es la de que nazca vivo. De aquí, se concluye, en que
si el concebido muere al momento del parto o antes de que se produzca el nacimiento, no
tendrá goce de sus derechos patrimoniales.

Sin embargo, la ley admite el uso del Patrimonio para garantizar que el concebido pueda
nacer, como por ejemplo, gravar los bienes a favor del concebido, o vender o alquilar los
mismos para garantizar que el mismo pueda nacer con vida.

Deberes del Concebido:

Aunque la Ley sólo señale derechos para el concebido, hay que tomar en cuenta de que el
concebido sólo tendrá deberes para los criterios que le favorezcan. Arauz Castex sostiene
que puede llegar a tener obligaciones hasta lo que alcance para la supervivencia del
concebido, tenemos de esta forma:
- Solo por razones de buena administración, la venta o alquiler de los bienes del concebido,
a través de sus representantes.

Página 14 de 82
- Como motivo de las cargas de los bienes del concebido, éste puede también ser sujeto
pasivo de obligaciones.
- Si por razones urgentes de conservación es preciso invertir dinero, el concebido, quedará
obligado como prestatario.

Otros autores asimismo sustentan la primera idea de los deberes del concebido en cuanto a
que el concebido no es susceptible de deberes, sólo podría serlo hacia su favor.
Cabe aclarar a la vez de que los bienes del concebido sí se encuentran ligados al pago de
impuestos por lo que de por sí, el concebido tendrá la obligación de pagar los impuestos
que generen su patrimonio.

Lo que se desea evitar con ese límite de deberes, es la de que los representantes del
concebido ejerzan una mala gestión con respecto a los bienes del mismo, como sujetando
al concebido a obligaciones tales como pagar seguros sobre sus bienes que es un deber
accesorio.

La Representación del Concebido:

Para el concebido se mencionan varios representantes en casos particulares. Ya que el


concebido tiene capacidad para ejercer los derechos para todo lo que le favorezca,
necesitará de un representante quien se encargará de hacer prevalecer sus derechos, así
tenemos:

a) En caso de que el concebido tenga madre y padre, ejercerán ellos la patria potestad.
b) En caso de que falte el padre, o la patria potestad haya sido suspendida, la madre será
quien ejerza la representación legal.
c) En el caso anterior, de ser el caso en que la madre devenga incapaz por alguna de los
casos señalados en el artículo 44° del código civil, el Juez de familia nombrará un curador.
d) En los casos que presenta el artículo 606° del código civil, el juez nombrará un curador
especial, estos casos son: que exista conflicto o peligro de los intereses del concebido, así
también, cuando se requiera de un especialista para administrar los bienes del concebido.

Patria Potestad: Es la facultad representativa que tienen los padres para con el hijo.
Curador: Es el representante nombrado por el Juez para que se haga cargo del bienestar
del Sujeto quien no puede valerse por sí mismo, cuando sea incapaz o devenga incapaz.

Fin del concebido:

El fin del concebido se da por dos motivos lógicos:

1) El Nacimiento del concebido, lo cual le da la calificación de persona si es que el


concebido nace con vida, haciéndose merecedor a los derechos patrimoniales de los que
habla el artículo 1° del código civil.

2) El deceso o la muerte del concebido: El cual no generará los derechos patrimoniales.

a) Por aborto: Que puede ser espontáneo (natural), o intencional (que es la comisión de un
delito)
b) Al momento del parto antes del desprendimiento del cordón umbilical.

El Concebido frente a la Constitución y el Código Civil

Tanto la Constitución como el Código Civil amparan al concebido, proporcionándole


derechos.
La Constitución del 1979 ya mencionaba que "al concebido se le considera nacido para todo
cuanto le favorece", actualmente la constitución de 1993 dice que "el concebido es sujeto de
derecho en todo cuanto le favorece", de esta misma forma lo hace el código civil vigente,
igualmente protege al concebido, solo, que abre un poco más el tema, diciendo de que el
concebido gozará de sus derechos patrimoniales si es que nace vivo.

Página 15 de 82
La Grave Omisión del Artículo 2° del Código Civil Peruano

La grave omisión que tuvo el artículo 2° del código civil, fue de que por estar basado en un
código civil extranjero de una época muy distinta a la actual pretendía proteger los derechos
de las personas que no sean la madre que están interesadas en el nacimiento del hijo.
Tenemos así de que la mujer podía pedir al juez el reconocimiento de su hijo citando a las
personas interesadas. Aunque esto perjudicaría el derecho a la intimidad de la mujer.

En un principio este artículo tenía una buena función, puesto que para el tiempo de creación
de la norma, los nacimientos se realizaban mayormente en casa, y quien ayudaba en la
labor de parto era la famosa comadrona o bien un familiar, por lo cual era necesaria la
atención al parto para precisar que efectivamente el hijo había nacido de la mujer y que no
se le atribuyeran falsos derechos a un hijo de otro.

La omisión en este Artículo, es que no se ha colocado al marido o ex marido como


interesado para colocarse como interesado en el nacimiento, de esta forma podría mostrar
la falsedad del nacimiento o presenciar el nacimiento real, aunque esta omisión podría ser
subsanada si integramos el Artículo VI del título Preliminar del Código Civil, debido a que el
marido también posee legítimo interés.

LA PERSONA

Etimología.

Sobresalen tres versiones de donde nace la palabra "Persona". Según las investigaciones
realizadas, el nacimiento de la palabra persona se dio con el vocablo etrusco "persa", cuya
intención era la de denotar la palabra "máscara", de ahí esta palabra se trasladó al vocablo
latín "personatus" o "personare", que quiso dar a entender lo mismo, consiguiendo en
cambio que esta palabra sea confundida con la del "personaje" quien usaba la máscara, a la
vez se podría deducir, que la confusión se dio con la voz que se le daba al personaje en sí,
la voz que caracterizaba al personaje. Así llegamos al vocablo griego "per sonare" que
quiere decir "para sonar".

Definición.

La persona es el hombre ya nacido, que es susceptible de ejercer derechos y de contraer


obligaciones, puede ser, por lo tanto, un solo hombre como así también una organización de
hombres.

Kelsen señaló de que Persona "era un recurso mental artificial, concepto auxiliar que ha
creado el conocimiento jurídico para lograr una exposición más intuible del material a
denominarse y cediendo a un lenguaje jurídico antropomórfico y personificado"

De esta manera Kelsen estaría señalando que Persona es simplemente una invención del
derecho.

Por otro lado, se reconoce a "todo hombre como persona", y aunque se acerque algo al
concepto de persona en parte, estaría excluyendo a otros sujetos que hoy en día
conocemos como personas.

Cabe recordar que de igual forma nuestro código civil le da un cierto significado a "persona"
que es la de "sujeto de derecho", que tiene el significado nombrado al principio.

Clasificación.

La Persona se divide en dos:

Página 16 de 82
Persona Natural: Es todo ser humano individual con existencia propia (es decir ya nacido).

Persona Jurídica: Es toda agrupación de hombres, con cierta permanencia, a los que la ley
reconoce determinados atributos de la personalidad humana.

Noción Jurídica de la persona natural.

Es la separación del feto con respecto al cuerpo de la madre, ya sea el nacimiento antes de
los nueve meses y por cualquier medio que se emplee, natural o intervención quirúrgica.

Teorías Relativas al Comienzo de la Vida Independiente del Ser Humano

Teoría de la Concepción:

Esta teoría es sostenida por Casajus en España y tiene su basamento en que la vida
humana independiente comienza en el momento de la concepción, por lo que la
personalidad jurídica del ser humano comienza desde el momento de la concepción.
La crítica más fuerte a esta teoría se basa en que existe gran dificultad para probar y
determinar el momento de la concepción, y es esta una de las razones por la cual esta
teoría no está consagrada en el derecho positivo.

Teorías del Nacimiento:

Estas teorías consideran que la personalidad jurídica del ser humano comienza desde el
momento del nacimiento, por cuanto antes de éste no existe vida independiente. Algunos de
los seguidores de estas teorías han llegado inclusive a afirmar que el feto es una parte de la
madre (porto mulieris). Esta presunción es totalmente falsa, debido a que biológicamente ha
sido comprobado que el feto constituye un organismo que tiene una vida diferente al de la
madre.

Estas teorías han predominado desde los tiempos de Roma. Dentro de las teorías del
nacimiento se pueden distinguir:

Teoría de la Vitalidad: sólo exige que el feto haya nacido vivo para reconocerle
personalidad jurídica.

Teoría de la viabilidad:
Esta teoría además de exigir de que el feto nazca vivo, debe ser viable, es decir apto o hábil
para la vida o fuera del seno materno, porque de lo contrario no constituiría una vida
independiente.
Esta teoría es criticada por la dificultad de determinar si un niño nacido vivo es viable o no y
de probarlo después. Para tales efectos el Código Civil Italiano de 1.865 estableció una
presunción iuris tantum, es decir que el feto nacido vivo se considera viable, salvo que se
probara lo contrario.

Teoría de la Figura Humana:


sostiene que aunque el feto haya nacido vivo y viable, para otorgar personalidad jurídica se
exige que el feto tenga figura humana, con lo cual se quería excluir a los monstruos y
prodigios. Esta teoría no es acogida por nadie porque como dice Aguilar Gorrondona, se
sabe que es la generación, mas no la figura lo que va a determinar la condición humana del
nacido.

Teoría Ecléctica del Derecho Común Europeo:

Esta teoría combina las teorías de la concepción y del nacimiento. De manera que, la
personalidad jurídica comienza con el nacimiento del niño o niña, pero que se tendrá por
nacido cuando se trate de su bien.

Página 17 de 82
La Persona como bien Supremo del Derecho.

En el transcurso de la historia se ha evaluado que el hombre ha conseguido ser valorado


como ser supremo del estado, así lo dice por ejemplo nuestra Constitución Política del Perú
de 1993 en su primer artículo que "la defensa de la persona humana y el respeto de su
dignidad son el fin supremo de la sociedad y del Estado.

Podemos notar, si conocemos algo de la historia del hombre, como es que el hombre en un
principio del derecho podía ser pasible de venta por ejemplo, viéndose como objeto al
hombre en determinadas épocas de la historia, como por ejemplo con el pater familias,
quien tenía la facultad de disponer de sus propios hijos como provechos económicos, desde
ese entonces y hasta hoy en día el hombre ha evolucionado en el derecho, a tal punto que
hoy se le reconoce como persona desde el momento de su nacimiento, y como tal posee
derechos, los cuales son irrenunciables, y son carentes de valor pecuniario.
Hoy en día la persona es el fin supremo de la sociedad, por lo tanto del estado.

Definición.

La persona es la protagonista del quehacer jurídico. En este momento histórico existe una
crisis de una era tecnológica que nos lleva a la posible deshumanización, donde la persona
se enfrenta al consumismo, donde prevalece el egoísmo personal y de grupo sobre la
solidaridad, la despersonalización. Pero la persona ahora, constituye el bien supremo del
derecho, es considerada fin y medio de éste. Ahora prevalecerá el bien común, la dignidad y
centralidad de la persona sobre los intereses patrimoniales, vivenciando la justicia,
seguridad y solidaridad y la posibilidad de disponer del patrimonio para su realización
personal y alcanzar el bien común. Evolución de los derechos de la persona:

Primero, comienzos del presente siglo, los derechos de las personas eran discutidos sobre
la base de objeciones lógico-formales rechazados por su carácter político.
Segundo, los derechos eran apreciados bajo la óptica de la propiedad, donde la persona era
importante mientras era una entidad susceptible al disfrute económico.
Tercero, como actualmente se considera, a la persona como un valor digno de tutela
integral.

Diferencias entre persona individual y el concebido.

Inicio de la persona individual.

El inicio de la persona individualizada se da con una de las formas ya mencionadas del fin
del concebido, que es el nacer con vida.

Importancia de la inscripción en el Registro Civil.

La importancia de la inscripción en el Registro Civil radica en la acreditación del hecho, del


inicio de la existencia de la persona por ejemplo, algo distinto a lo que anteriormente se
daba.

En el pasado, la inscripción del recién nacido fijaba el inicio de su personalidad, en Francia


por ejemplo, no podía inscribirse quien no estuviere previamente bautizado, dando así
importancia a los cristianos frente a los protestante ante los tribunales. Luego, se empleó la
inscripción para mantener la cuenta del número de personas que existían esto se dio por el
Luis XVI en 1787, cediéndoles la labor a los funcionarios públicos, y más adelante a las
municipalidades (1792)

La inscripción en los Registros civiles se da para marcar los acontecimientos más


importantes en el transcurso de nuestra vida como los de: nacer, contraer matrimonio, y la
muerte, atribuyéndole la calidad de un acto ad probationem, puesto que como ya se dijo la
inscripción es la acreditación de un hecho mas no la constitución de una persona jurídica, lo
que sería un acto ad solemnitatem
.

Página 18 de 82
Los Derechos de las Personas.

Juan Espinoza, hace la clasificación de los derechos de las personas siguiente:

a) Derechos Psicosomáticos:
· Derecho a la vida.
· Derecho a la integridad.
· Derecho a disponer del propio cuerpo.
- Derecho a disponer de las partes separadas del cuerpo.
- Derecho a disponer del cadáver.
· Derecho a la salud.

b) Derechos tutelares del desenvolvimiento de la persona en cuanto tal:


· Derecho a la libertad.
· Derecho a la identidad.
· Derecho al honor.
· Derecho al secreto, reserva o vida privada.
· Derecho a la imagen y a la voz.
c) Derechos personales o morales de autor:
· Derecho al inédito.
· Derecho a la paternidad de la obra.
· Derecho a la integridad de la obra.
· Derecho a la retractación y arrepentimiento.

El Fundamento de los Derechos de las Personas.

Es Aguilar Gorrondona expresó que el objeto de los derechos de las personas, es la


persona en sí; asimismo otros sostienen que el objeto del derecho no recae sobre la misma
persona, sino sobre las demás personas entorno de esta persona, quienes deberán respetar
esos derechos.
"Los derechos de uno terminan donde empiezan los derechos de otro".
Cada uno de los derechos tiene su propio fundamento, es decir, su propia forma de existir,
por lo que no todos dicen lo mismo, aunque busquen un mismo fin que es de proveer de
libertad al ser humano, dándole dignidad y sobretodo dándole valor a la persona por su
naturaleza de ser humano.

DERECHOS DE LAS PERSONAS

Tratamiento de los derechos de las personas en la Constitución Política y el Código


Civil de 1984.

El derecho ha reconocido derechos para los hombres nombrándolos personas, así para
diferenciarlos de los objetos.
El código civil previo al actual fue creado entre la primera y segunda guerra mundial, en una
época donde se trataba de rescatar al hombre como un agente de derechos. Así es que
este código no rescata lo más importante de los derechos personales, encargándose del
estudio del derecho al nombre y del domicilio.
Actualmente rige el código civil promulgado en 1984, que expresa con más intensidad los
derechos fundamentales, hablando de equidad y distribución de derechos.

El código civil de 1984 toca los siguientes puntos:


- Derecho a la vida.
- Derecho a la integridad física.
- Derecho a la libertad.
- Derecho al honor.
- Derecho a los actos de disposición del propio cuerpo.
- Derecho a la imagen y a la voz.
- Derecho a la intimidad.
- Protección de las acciones dirigidas a las lesiones de los derechos.

Página 19 de 82
- Domicilio.

La Constitución de 1993, protege igualmente estos derechos, dándole así valor


constitucional. Así en el Artículo 3° de la Constitución no excluye los derechos que no estén
nombrados en sí, ni los que no estén nombrados en otras leyes, pero que obedecen los
principios de soberanía del pueblo del estado democrático o que se funden en la dignidad
del hombre; asimismo el artículo 5° de la Constitución dice "que los demás derechos
inherentes son irrenunciables y no pueden ser objeto de cesión"

TRATAMIENTO DE LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS DD.HH.

Derecho a la vida:

Hay que decir de este derecho, en que es el más fundamental de todos, ya que sin vida una
persona no tiene derechos.
El derecho a la vida, empieza desde el momento de la concepción, anteriormente se vio, en
que la iglesia católica denominaba concebido al hombre a los 40 días luego de la
concepción, y a la mujer desde los 80 días luego de la concepción, por cuanto era factible
que durante este periodo en que el que ya había sido concebido al no tener una
denominación jurídica propia pudiera ser abortado desde el inicio de su existencia, lo cual
fue cambiado; dándole al aborto la misma calificación de muerte, siendo defendida esta vida
con el mandamiento de "no matarás".

El Aborto es la primera fase de dar muerte a una vida, si bien el aborto es penado, existen
distintas clases de aborto, uno de ellos es el aborto terapéutico, al cual se le ha dado una
sanción penal mínima, insignificante; esta es para el aborto terapéutico, donde la vida de la
madre gestante y/o del concebido se encuentran en riesgo.
Así como el aborto, tenemos también, que este derecho protege a la persona, por cuanto
tenemos derecho a la vida, y el Estado ha de ser el primero en respetar aquel derecho, no
puede dar Pena de Muerte, la cual, es cierto que está regulada en nuestra Constitución en
el artículo 140°, pero no es efectiva por la "Convención americana de los derechos
humanos" que Perú ratificó el 21 de enero de 1981, en el protocolo de dicha convención se
afirma lo siguiente "de que toda persona tiene el derecho inalienable a que se le respete la
vida sin que este derecho quede suspendido por ni una causa"
Así es que por ejemplo que en el artículo 106° del código penal dice: "El que mata a otro
será reprimido con pena privativa…", está en ese "el que mata a otro" la protección del
derecho a la vida del "otro", y que en caso de desobedecer dicha orden existirá una
consecuencia jurídica, que será la pena privativa de libertad.

El derecho a la vida, si bien hasta ahora ha sido comprendido como el derecho a vivir, tiene
más significado de lo que aparente, señala Quispe Correa de que no es sólo impedir que se
atente contra la vida de otro, sino también el derecho a vivir en la forma en que el ser
humano ha de desarrollarse, es decir, sus condiciones de vida.
Si bien, la persona tiene el libre derecho sobre su vida, no puede determinar el momento de
su muerte, es así también, como que el derecho penal a la vez prohíbe la eutanasia (que
según dice la ley, ha de ser con el consentimiento manifiesto de la persona para que se
conciba como eutanasia, y no como homicidio simple), de igual manera, la persona no
puede acudir al suicidio, aunque no se ha legislado nada para la persona que intenta
cometer suicidio, únicamente para el instigador.

Ya se dijo al principio, de que el derecho a la vida es básico para que los demás derechos
puedan existir, y es por ello que en primer lugar se prevé es de que no se atente contra la
vida de otro, para luego irnos al campo de darle el derecho al desarrollo de la vida de uno.
Cabe decir de que el derecho a la vida no es un derecho absoluto, puesto de que por más
de que se prevenga el deceso de una persona, no se puede impedir, es más, este derecho
es algo complejo, por cuanto existen ciertas fronteras, como por ejemplo, la pena de muerte
para condenar a delincuentes quienes cometieron graves crímenes, así como también la
legítima defensa, que se da cuando para proteger la vida de uno, es necesario ir en contra
de la vida del agresor, también tenemos al aborto que ya fue explicado anteriormente; la
eutanasia, que como se dijo antes no es aceptada, debido a ese derecho a la vida que

Página 20 de 82
todos tenemos, por lo menos no es aceptada en nuestra sociedad, conocida también como
"homicidio piadoso", y claro está el suicidio.

Derecho a la integridad física:

En cuanto al derecho a la integridad física existen distintas opiniones, por ejemplo Carlos
Fernández Sessarego opina que este derecho obedece no solo a la integridad física, sino
psíquica, puesto que no sólo estamos formados por la realidad física, sino que también
tenemos una salud mental la cual cuidar, para entender mejor esta opinión tendríamos que
ver de dónde procede, derivando la protección a este derecho en el Artículo 121° inciso 3
del Código Penal, donde defiende no sólo al cuerpo y la salud de la persona, sino también
su estado mental.

Así también debemos entender que por más libertad que tenga el hombre para con su vida,
éste no puede disponer libremente de su cuerpo, es así, que no pueden venderse los
órganos vitales, por cuanto es parte del hombre. No se puede renunciar a este derecho, ya
que es un derecho fundamental, y por ende es irrenunciable, así como tampoco las partes
del cuerpo son susceptibles de comercio, ya que como se mencionó, los derechos de la
persona, incluyendo a la persona en sí, no puede ser transferible. De lo dicho anteriormente,
surge la teoría de que sí se puede renunciar a este derecho, solo cuando sea por un interés
social o humanitario, así como donaciones: de sangre, intervenciones quirúrgicas.

Derecho a la libertad:

Libertad es la expresión de la soberanía de la voluntad humana para con sus actos. Consta
en un poder de decisión, en el de hacer o no hacer.
Lo contrario a libertad es Coacción, y la degeneración de libertad es libertinaje, que consta
en la voluntad incontrolada de la persona.

El derecho defiende la libertad, dejando claro junto con las normas el límite que se le da a la
libertad, para así no confrontar la libertad de uno con la de otro.

Este derecho consta en el poder de decisión para que la persona pueda celebrar conforma
a ley, los actos jurídicos que desee. Algunos autores, tales como Fernández Sessarego, y
Rodota, esta libertad trae consigo también responsabilidad.; tenemos así, que al celebrar el
matrimonio, la pareja se compromete a cumplir con ciertas responsabilidades y
obligaciones, como las señaladas en los artículos del 287° al 294° del Código Civil, de la
misma forma, el hecho de haber cometido un delito conlleva a una responsabilidad, que es
la de sufrir una sanción penal, aunque este último se debió a un acto de libertinaje, porque
como ya se mencionó, la libertad es actuar conforme a ley.

Derecho al honor:

El Honor, es un valor moral que alude a la reputación de una persona en sociedad, es cierto
que las normas no hacen mucha referencia al concepto de "honor" puesto que es un
derecho extrapatrimonial, innato, y a la vez abstracto, puesto que el honor proviene del
mundo interno de la persona, exteriorizando su calidez humana mediante su
comportamiento.

El Derecho al honor comprende el principio de dignidad humana, al trato que esta va a


recibir, al respeto que por naturaleza le compete, y hablando de esto, el derecho al honor lo
poseen únicamente las personas naturales, porque como ya se mencionó comprende de la
parte interna de la persona reflejándolo mediante su conducta a la sociedad; y aunque es un
derecho personal ("de uno mismo"), está basado en cómo es que los demás nos ven.

Este derecho está reflejado en el ámbito penal que detalla un poco más sobre el honor,
puesto que sanciona los actos que se realicen en contra del honor de la persona, que
comprende: imagen, nombre y reputación.

Página 21 de 82
Pero, pese a que es un derecho que corresponde sólo a la persona, también se invoca el
derecho a la memoria de los muertos, es así por ejemplo que si se luego de fallecida una
persona, otra deshonra su honor, le corresponde a los familiares de este el optar por tomar
medidas para que se deje de desacreditar la memoria del difunto.

Derecho a la intimidad:

a. Esfera de la Vida pública:

Se realiza la vida ante todas las personas que pasan por ella, sin que pueda hacerse nada
para evitar su presencia e impedir o evitar la nuestra frente a ellas.
- Nos ven tal cual nos mostramos.
- No existe filtro, barrera ni restricción que impida el conocimiento de lo que acontece en esa
esfera.
Su escenario son las calles y demás lugares públicos

b. La esfera privada:

Los límites que dividen las esferas pública y privada son los muros que circundan los
hogares y las paredes que encierran los lugares de estudio y trabajo.
De esos muros y paredes hacia adentro se encuentra la esfera de la vida privada. En ella se
mueven y viven nuestros familiares y las personas a las que por consideraciones cercanas
se les franquea acceso.
En esta esfera el trato, el lenguaje, el vestido, las costumbres son más informales y
desenvueltas, la confidencia más frecuente

c. La vida íntima:

Está constituida por diversos hechos y situaciones cuyo conocimiento sólo concierne al
protagonista principal de los mismos y a quien éste le consienta enterarse de ellos.
Al respecto el Prof. Eduardo Novoa Monreal señala cuales son a sus criterios:
- Ideas y creencias religiosas, filosóficas, mágicas y políticas que el individuo desea sustraer
al conocimiento ajeno.
- Aspectos concernientes a la vida amorosa y sexual.
- Aspectos no conocidos por extraños de la vida familiar, especialmente los de índole
embarazosa para el individuo o el grupo.
- Defectos o anomalías físicas o psíquicas no ostensibles.
- Comportamiento del sujeto que no es conocido por los extraños y que de ser conocido
originaría críticas o desmejoraría en la apreciación que éstos hacen de aquel.
- Afecciones de la salud cuyo conocimiento menoscabe el juicio que para fines sociales o
profesionales formulan los demás acerca del sujeto.
- Contenido de comunicaciones escritas u orales de tipo personal, esto es dirigidas
únicamente para el conocimiento de una o más personas determinadas.
- La vida pasada del sujeto, en cuanto pueda ser motivo de bochorno para éste.
- Orígenes familiares que lastimen la posición social y, en igual caso, cuestiones
concernientes a la filiación y a los actos de estado civil.
- Momentos penosos o de extremo abatimiento.
- El cumplimiento de funciones fisiológicas y otros hechos o actos relativos al propio cuerpo
que son tenidos por repugnantes o socialmente inaceptables
- En general, todo acto, hecho o actividad personal no conocidos por otros, cuyo
conocimiento por terceros produzca turbación moral o psíquica al afectado (desnudez,
embarazo prematrimonial, etc.)

Derecho a la imagen y a la voz:

IMAGEN: La imagen consiste en la reproducción del aspecto físico de una persona


mediante cualquier procedimiento, fotografía, pintura, etc. El derecho a la imagen es
entendido como el poder jurídico que tiene el titular de poder oponerse a que los demás
reproduzcan, utilicen o exhiban su figura sin su asentimiento, no siendo necesario cuando
ello se justifique por su notoriedad.

Página 22 de 82
"La imagen y la voz de una persona no pueden ser aprovechadas sin la autorización
expresa de ella, o si ha muerto, sin el asentimiento de su cónyuge, descendientes,
ascendientes, o hermanos, excluyentemente en este orden. Art. 15° Código Civil
Dicho asentimiento no es necesario cuando la imagen y voz se justifique por la notoriedad
de la persona y siempre que se relacione con hechos de interés general, asimismo la
imagen o voz no atenerte contra el honor y reputación de la persona a quien corresponde. "
DERECHO A LA VOZ: La imagen y la voz son derechos complementarios, compatibles
entre si, ya que se asocian conformando la identidad de la persona, es decir, cuando el
medio empleado no permite tener la imagen de una persona, podemos identificarla
mediante la voz

Derecho de Autor:

El derecho de autor es una rama del derecho de propiedad intelectual vinculada con los
derechos de la persona, "regula los derechos subjetivos del autor sobre las creaciones que
presentan individualidad resultantes de su actividad intelectual, que habitualmente son
enunciados como obras literarias, musicales, teatrales, artísticas, científicas y audiovisuales"
El derecho de autor, es un derecho que consta en determinar la paternidad de la obra, y a la
vez verificar el cumplimiento de determinados derechos de

Derecho a la identidad:

Identidad es la característica que diferencia a un individuo de los demás, podría


denominarse identidad a las características propias del hombre que lo diferencia de los
demás haciéndolo de este modo único.
Para el derecho, identidad quiere decir más o menos lo mismo, salvo que el derecho a la
identidad se divide en 2 aspectos: Aspecto Personal, Aspecto Biológico.
En el aspecto Personal, se ve la identificación de las personas, así como la debida
inscripción en los Registros Civiles, de este modo el Estado toma conocimiento de la
persona (más no reconocimiento, debido a que por la misma naturaleza de ser seres
humanos, este posee todos los derechos que le son inherentes). MIMDES en un artículo
que publicó en su página Web en el 2005, define a este derecho como "los aspectos que
distinguen a una persona de otra".

La constitucionalidad de este derecho ha sido objetada por la jurisprudencia Italiana, debido


a que la República garantiza los derechos constitucionales; lo que no sucede en la práctica
con este derecho, sin ir muy lejos, el Ministerio de la Mujer, ha sacado un reporte donde se
muestra que de la población actual del Perú, existen en mayoría mujeres, y luego niños
quienes no tienen documentación de identidad alguna, frecuente en las zonas rurales,
donde por motivos como desconocimiento, carencia de recursos económicos, dificultades
de acceso a los registros, entre otros; se les es difícil y a veces hasta imposible registrarse
en los Registros Civiles.

La identidad está también ligada, al desarrollo de la personalidad, puesto que la caracteriza


de otras, tutela así, como dice Martini "la verdad histórica del individuo", es por lo que un
individuo puede durante el transcurso de su vida mutar de personalidad, enconándonos en
cuanto a "personalidad" como el mundo interno, la psiquis, y el conocimiento.

- El aspecto biológico es un poco más complicado, se refiere al aspecto físico de la persona,


así es el caso de la "identidad sexual" que hoy en día es muy discutida. Para entender mejor
lo que significa identidad sexual debemos diferenciar los términos "Sexo" y "Género":

Sexo: Hace cuenta a la morfología de los órganos genitales externos del sujeto, que
diferenciará así, al hombre de la mujer. Cabe asimismo, recordar que el sexo está definido
también por la carga genética del Gen 23, que comúnmente están formadas por los
cromosomas "XY" que designa al sexo masculino, y "XX" que designa al sexo femenino.

Género: Se refiere al aspecto sociológico y cultural del individuo, así como su conducta
humana, y su forma de sentir y de ser. Del mismo modo, hace alusión a la sexualidad, que

Página 23 de 82
no es más que la forma de entablar relaciones con otros de la misma especie, sean
hombres o mujeres.
La identidad sexual. Se refiere a la forma de diferenciar a un sujeto según su grupo sexual.
El problema que surge debido a este derecho de la identidad sexual es el planteamiento de
si es que una persona tiene derecho, debido a su libertad, y el derecho mencionado, de
cambiarse de sexo cuando éste se siente más identificado con el otro sexo.

Según la jurisprudencia peruana, una persona no puede cambiarse de sexo, debido a que el
hombre no puede dejar de ser hombre, al igual que la mujer no puede dejar de ser mujer, ni
aún por la mutilación de los órganos genitales, debido a su orden genético.
En Colombia, sin embargo, se dio el caso, de que por motivos de la cercenación del órgano
genital de un menor de solo 6 meses, los padres motivados por los médicos, optaron por la
reasignación de sexo; cambiando así en la inscripción del menor el sexo de este. - Aquí
encontramos que surgió el cambio de inmediato.

Acciones para la defensa legal en casos de violación de los derechos de la persona:

Artículo 17º.- Defensa de los derechos de la persona

La violación de cualquiera de los derechos de la persona a que se refiere este título,


confiere al agraviado o a sus herederos acción para exigir la cesación de los actos lesivos.
La responsabilidad es solidaria.

Artículo 18º.- Protección de los derechos de autor e inventor

Los derechos del autor o del inventor, cualquiera sea la forma o modo de expresión de su
obra, gozan de protección jurídica de conformidad con la ley de la materia.

Daño a la persona: Daño Subjetivo y Daño Objetivo, tipificación del daño a la persona.
Daño a la persona y daño a la moral. Reparaciones del daño a la persona. Diferencia
entre el daño patrimonial y el daño a la persona.

El daño a la persona o daño subjetivo puede ser considerado, para su mejor aprehensión
teórica y para la debida reparación de sus consecuencias, a partir de dos diversas
situaciones. La primera de éstas se sustenta en el criterio básico referido a la calidad
ontológica del ente afectado por el daño, situación que es de suma importancia para
comprender prístinamente los efectos y propósitos de la respectiva indemnización. La
segunda de tales situaciones tiene como base ya no la calidad ontológica misma del ente
afectado por el daño sino las consecuencias del daño en relación con la modalidad y
alcances de su indemnización.

Si se atiende a la calidad ontológica del ente afectado se observa que son dos las
categorías de entes capaces de soportar las consecuencias de un daño.
De una parte encontramos al ser humano, fin en sí¡ mismo, y, del otro, a los entes del
mundo de los cuales se vale el hombre, en tanto son instrumentos, para proyectar y realizar
su vida. El daño al ser humano, que obviamente es el que tiene mayor significación, es el
que se designa y conoce como daño subjetivo o daño a la persona. En cambio, el daño que
incide en las cosas se denomina daño objetivo.

En resumen, si se atiende a la calidad ontológica del ente afectado por el daño, éste puede
ser considerado ya sea como daño subjetivo o daño a la persona o como daño objetivo o
daño a las cosas.

La segunda clasificación, que se sustenta en los efectos del daño, nos permite distinguir dos
tipos de dados. De un lado podemos referirnos a los daños extrapersonales o patrimoniales,
que son los que tienen consecuencias apreciables en dinero y, del otro, cabe aludir a los
daños personales o extrapatrimoniales o no patrimoniales, los mismos cuyos efectos no
pueden traducirse en dinero.

Página 24 de 82
Es de advertir, como es obvio, que tanto los daños subjetivos o daños a la persona como los
daños objetivos o sobre las cosas, pueden tener indistintamente consecuencias
patrimoniales como extrapatrimoniales o presentar simultáneamente ambos tipos de
consecuencias. Ello dependerá, como es obvio, de la posibilidad o no de valorizar en dinero
tales consecuencias.

DAÑO SUBJETIVO Y DAÑO OBJETIVO

La primera distinción que cabría hacer en cuanto al daño, dada su importancia teórica y
práctica, es la que se sustenta en la calidad ontológica del ente afectado por dicho daño. A
ella se llega después de un lento y fatigoso proceso de repensamiento de la institución de la
responsabilidad civil a la luz de los hallazgos jusfilosóficos y de la observación de la
realidad.

El vuelco operado a nivel de la filosofía permite que los iusfilósofo y los juristas perciban que
el derecho tiene una estructura tridimensional en la cual vida humana, normas y valores
interaccionan dinamicamente, y cuyo centro y eje es el ser humano. La nueva concepción
personalista obliga al hombre de derecho a repensar muchas de las instituciones jurídicas
dentro de las cuales se halla la responsabilidad civil.

El forzoso repensamiento de la responsabilidad civil, a la luz del personalismo jurídico, hace


que la atención de los juristas se centre cada vez más con más intensidad en el daño que
en la culpa. Se descubre, bajo una nueva óptica, que lo que predominantemente interesa
apreciar es la magnitud y consecuencias del daño, ya sea en la persona como en su
patrimonio, antes que indagar por el culpable y por el grado de su culpa. Esta preocupación
se explica en cuanto no es admisible dejar a la víctima de un daño injusto sin la debida
reparación, aun en la hipótesis límite de esté ausente la culpa.

Este nuevo enfoque, que responde al rol central que corresponde a la persona en el
derecho, facilita la elaboración de un remozado derecho de daños.

Dentro del replanteamiento propuesto se aprecia que existen dos tipos básicos de daños si
se tiene en cuenta la naturaleza misma del ente que ha sufrido sus consecuencias. Si se
considera que en el mundo se encuentra el ser humano, de una parte, y las cosas, de la
otra, es posible hacer una primera y amplia distinción de los daños en subjetivos y objetivos.
El daño subjetivo es el que agravia o afecta al ser humano mismo mientras que el daño
objetivo es el que incide sobre los objetos que integran su patrimonio. El primero, por tanto,
se refiere al "ser" del hombre en tanto que el segundo atañe al "haber" del sujeto de
derecho.

La distinción de los daños en subjetivos y objetivos no es ni arbitraria ni innecesaria. Ella se


justifica en cuanto que ambos tipos de entes, el ser humano y las cosas, son
ontológicamente diversos, participan de distinta naturaleza. El ser humano es el único ser
cuya existencia es libertad por lo que puede proyectar su vida, desarrollar su personalidad
según criterios valorativos en cuanto es, también el único ser que los vivencia. Es por ello
un ser lábil, proyectivo, estimativo, inacabado, histórico, que va haciendo su vida
desplegada en el tiempo.
Los objetos que están en el mundo, que son conocidos por el hombre, contrariamente a
éste, carecen de libertad, están acabados, finitos, no sensibilizan valores.

La fundamental diferencia que se evidencia entre los dos tipos de entes antes mencionados
obliga, forzosamente, a un tratamiento técnico- jurídico distinto de la responsabilidad civil en
función de su peculiaridad ontológica. Ello tiene como resultado que tanto la repercusión de
los daños como el tratamiento jurídico en cuanto a la reparación de sus efectos sea distinto
en uno como en otro caso. Las consecuencias del daño, aquello que se afecta, es diverso
cuando él incide sobre el ser humano que cuando se afectan las cosas del mundo. No
puede confundirse una cosa, que es un simple instrumento, con la persona humana que
constituye un fin en sí misma. Debe, por ello, privilegiarse siempre la tutela del ser humano
frente a la del patrimonio.

Página 25 de 82
La diversidad ontológica entre el ser humano y las cosas se hace también patente en cuanto
a las especiales y distintas características que asume la indemnización por las
consecuencias de tales daños tratándose de uno como de las otras. No se puede, con un
criterio economicista y materialista, dejar de reconocer el diverso rol que cumple la
indemnización en el caso que se destruye una cosa que cuando se agravia al ser humano
mismo, creador, eje y centro del derecho.

Para remarcar esta diversidad de roles es que propusimos en su oportunidad distinguir dos
tipos de indemnización en función del ente agraviado. Así, reservamos el verbo "resarcir"
para los casos en que se causa un daño emergente o un lucro cesante, del vocablo
"reparar" que se aplica al daño a la persona, es decir, aquel que no tiene connotación
patrimonial. Esta propuesta coadyuva a clarificar conceptos ya que no es lo mismo
indemnizar un daño objetivo, que se cumple a través de la entrega a la víctima un objeto
similar al dañado o su exacto precio para su reposición, que reparar un daño a la persona
que carece de una valoración en dinero pero que puede producir estragos de considerable
magnitud en el futuro de la persona, en su proyecto de vida.
El que no se pueda valorizar en dinero ciertos daños a la persona no significa que ellos
queden sin reparación. Sería absolutamente injusto.

DAÑO A LA MORAL:

El daño moral es uno de los múltiples daños sicosomáticos que pueden lesionar a la
persona por lo que se le debe considerar como un daño que afecta la esfera sentimental del
sujeto. Resulta así una modalidad síquica del genérico daño a la persona.
El llamado daño moral, en cambio, no compromete la libertad del sujeto sino que es un daño
sicosomático que afecta la esfera sentimental del sujeto en cuanto su expresión es el dolor,
el sufrimiento. Es, por lo tanto, un daño que no se proyecta al futuro, que no est vigente
durante la vida de la persona. Por el contrario, las consecuencias del daño moral tienden a
disiparse y a desaparecer, por lo general, con el transcurso del tiempo. Así, el dolor que
embarga a un sujeto por la muerte de un ser querido es muy intenso en un primer momento
pero, poco a poco, se va atenuando hasta transformarse, muchas veces, en un sentimiento
de orgullo cuando se le recuerda, cuando se rememoran sus calidades humanas.

DAÑO PATRIMONIAL Y DAÑO PERSONAL:

El daño, si se atiende a sus consecuencias, cabe distinguirlo en daño personal o no


patrimonial o extrapatrimonial y daño extrapersonal o patrimonial. Las consecuencias del
primero, como es sabido, carecen de significación económica mientras que las derivadas
del segundo pueden valorizarse en dinero.
No es esta la oportunidad para extenderse en esta materia en la medida que ha sido
ampliamente tratada por la doctrina jurídica. Baste sólo señalar que tanto los daños
subjetivos o a la persona como los objetivos pueden generar, simultáneamente, ambas
consecuencias.

Así, un daño a la persona causado por un accidente vehicular puede ocasionar daños
patrimoniales emergentes, como serían los gastos de hospitalización. Honorarios médicos y
medicinas así como también el lucro cesante por la pérdida económica derivada de los días
en los que, por prescripción médica, la víctima no estuvo capacitada de trabajar.
Pero, al mismo tiempo, puede habérsele causado a la persona un daño de carácter no
patrimonial como sería el daño moral o el daño al proyecto de vida.
En el caso del daño objetivo es posible, así mismo, que ambas categorías de daños se
presenten simultáneamente, aunque los daños no patrimoniales son del todo infrecuentes.
Recordamos a este propósito la pérdida de una única y antigua fotografía que para el sujeto
tiene un gran valor sentimental en cuanto recoge la imagen de su madre. El causante del
daño no sólo ha inferido a la víctima un daño patrimonial, de escasa monta, sino que ha
afectado la esfera sentimental del sujeto causándole un daño que no puede valorizarse en
dinero.

Página 26 de 82
REPARACIÓN POR LOS DAÑOS A LA PERSONA:

Los daños a la persona de naturaleza extrapatrimonial, como podría ser el daño biológico, el
daño a la salud o el daño a la libertad, deben ser analizados en forma independiente por el
juez a fin de arribar a una justa indemnización.
La doctrina y la jurisprudencia comparada ha llegado en los últimos años elaborar ciertos
criterios orientadores en materia de reparación del daño a la persona de carácter
extrapatrimonial, a los cuales nos hemos referido en otro lugar. Por ello, baste decir en esta
oportunidad que para la reparación del daño biológico los jueces utilizan como criterio
orientador para su fijación los dictámenes de los médicos legistas elaborados, a su vez,
sobre la base de baremos o tablas de infortunios estructurados por grupos
multidisciplinarios. En estos baremos se establece un valor equitativo para un determinado
número de lesiones, el mismo que toma en cuenta la jurisprudencia, si la hubiere, y la
situación socio-económica del país.

La fijación de la reparación del daño a la salud es el resultado de una estrecha colaboración


entre el juez y los médicos forenses. El magistrado, sobre la base del dictamen de los
expertos y de su pronóstico en cuanto al daño biológico, establece equitativamente la
reparación del daño a la salud atendiendo a las circunstancias, edad, ocupación y otras
actividades desarrolladas por la víctima.

Finalmente, la fijación de la reparación del daño a la libertad, especialmente en su radical


expresión de daño al proyecto de vida, es también el resultado de la equitativa y sensible
apreciación del juez. Ella ha de establecerse tomando en consideración, entre otros
factores, la actividad desempeñada por la víctima.

Los jueces, no obstante que para la fijación de la reparación de los daños a la persona de
carácter extrapatrimonial suelen utilizar la metodología antes descrita, se cuidan de
armonizar todas las que de modo independiente y según lo expuesto se han establecido con
la finalidad de que el monto global y final de la indemnización guarde proporción con la
magnitud del daño integral causado a la persona.

TERCERA SEMANA (24 al 29 de enero de 2022)

ATRIBUTOS DE LA PERSONALIDAD

Clases de personas: Personas Naturales: Principio y derechos de las Personas


Para DIEZ PICAZO, “el hombre y la vida social son la razón del derecho, pues sin hombres
y sin vida social el derecho no puede cumplir su función de instrumento de organización
justa de la convivencia”. Es así que toda sociedad necesita de reconocer al hombre con la
categoría de persona, entendiéndose que se trata de éste, revestido de derechos y
obligaciones que el son inherentes por su sola condición humana. Estos derechos y
obligaciones son reconocidos por las normas jurídicas atendiendo a la dignidad del hombre.
Es así que, las sociedades están básicamente integradas por personas naturales cuya vida
social se encuentra organizada en torno a ideales de justicia y dignidad.

Nombre, Domicilio. Capacidad e Incapacidad de ejercicio.

EL NOMBRE

CONCEPTO.- El nombre es un atributo esencial de las personas, tanto naturales como


jurídicas y sirve para identificarlos y diferenciarlos de otras personas.

El nombre comprende dos elementos:

a. El nombre patronímico o apellido; proviene del padre y de la madre, estos nombres son
hereditarios.
b. El nombre de pila o prenombre.

Página 27 de 82
Los hijos matrimoniales (hijos nacidos dentro del matrimonio) lleven el primer apellido del
padre y el primer apellido de la madre. Art. 20° del C.C.
Al hijo extra matrimonial (nacido fuera del matrimonio) le corresponde el apellido del padre
que le haya reconocido. Si es reconocido por ambos, lleva el primer apellido de los dos
(padre y madre). Art. 21° del C.C.
El adoptado lleva los apellidos del adoptante o adoptantes. El Art. 22° del C.C.

PROTECCIÓN LEGAL DEL NOMBRE

El nombre como atributo de la persona está protegido por la ley. El nombre puede ser
ejercitado por el titular, sin que nadie pueda impedirlo. Nadie que no sea dueño o titular del
nombre puede ejercitar ese derecho, que es personal, intransferible.
El Art. 19° del C.C. dice: "Toda persona tiene el derecho y el deber de llevar un nombre".
De aquí surgen dos formas de protección al nombre:
a. Protegiendo cuando es contestado (negado), nadie puede ser impedido del uso de su
nombre, toda persona tiene derecho a exigir que se le designe por su nombre; cuando
se vulnera este derecho, puede pedir la cesación del hecho violatorio y la indemnización
que corresponda.- Art. 26 del C.C.
b. Protección cuando hay usurpación de nombre.- Nadie puede usar nombre que no le
corresponde. El que es perjudicado por la usurpación de su nombre, tiene acción para
hacerla cesar y obtener la indemnización que corresponda.- Art. 28 del C.C.

Nombre del Expósito

El Art, 23° del C.C. nos habla de un recién nacido, cuyos progenitores son desconocidos y
dispone que se inscriba con nombre adecuado que le asigne el registrador del estado civil;
guarda relación con el Art. 3° de la Declaración de los Derechos del Niño y Art. 2°, Num. 1
de la Constitución Política del Perú.
Poner un nombre adecuado significa, que no sea extravagante, ridículo, contrario a nuestras
costumbres o que suscite equívocos respecto a la persona. Tampoco puede asignarse al
expósito el nombre y apellidos de conocidos hombres públicos.

CAMBIO DE NOMBRE

Por regla general el nombre es personal, permanente e inalterable, nadie puede cambiar de
nombre o apellido ni añadir otro a los suyos, salvo motivos justificados y mediante
autorización judicial debidamente publicada e inscrita. Art. 29 del C.C, el cambio o adición
del nombre no altera la condición civil de quién lo obtiene ni constituye prueba de filiación.

El Art. 31° del C.C establece que cuando una persona es perjudicada con el cambio de
nombre, tendrá derecho a impugnarlo judicialmente, quedará sin efecto la resolución que
autorizó el cambio de nombre, esta impugnación se hará dentro del término de un año a
partir del día de la publicación.

El seudónimo, cuando adquiere la importancia del nombre, goza de la misma protección


jurídica dispensada a éste.- Art. 32 C.C.

El seudónimo es una identificación que la propia persona escoge para ser conocido por ese
nombre, generalmente en el ámbito literario o artístico; es el “nombre de arte” o “nombre de
guerra”. No es siempre una forma de ocultar su personalidad, sino más bien, un modo de
escindirla (separar), separando la del artista o autor de la individualidad ordinaria del sujeto.

El seudónimo es distinto al “sobrenombre”, “alias”, “chapa” o “apodo”, estos derivan del


grupo social donde vive la persona; tienen en común el ser modos de designación
espontánea producidos en el estrecho ambiente familiar, social, o del medio ambiente en
que se desenvuelve el individuo, y que muchas veces lo trasciende oscureciendo con su
brillo el nombre propio. No tiene significación jurídica y por lo general los ejemplos más
notables se encuentran en el ámbito de la política, las artes, el deporte, etc. En la misma
línea pero con una connotación distinta está el caso de los delincuentes que suelen utilizar
“alias” o “apodo”.

Página 28 de 82
EL DOMICILIO

CONCEPTO.- El domicilio es el lugar donde permanentemente vive una persona o una


familia; en otras palabras, es el centro de las relaciones jurídicas de una persona, su sede
legal.

El domicilio se constituye por la residencia y el ánimo de permanencia en un determinado


lugar.

Domicilio es la relación legal de una persona en un lugar determinado para realizar una
serie de actos con efectos jurídicos.

Por regla general, toda persona debe tener un domicilio para hacer viable las relaciones
contractuales y las relaciones con efectos jurídicos, así por ejemplo, sirve para las
notificaciones con efectos legales, para determinar la competencia y jurisdicción del Juez;
para el pago de impuestos, etc.

CLASES DE DOMICILIO:

1. DOMICILIO NATURAL.- Este domicilio es aquel que el individuo adquiere por el


hecho de nacer; v. gr., como una consecuencia de la patria potestad.
2. DOMICILIO LEGAL.- Es el que destina la ley en relación al estado civil de la persona
o de su condición de funcionario o del cargo que desempeñe; así por ejemplo, el
domicilio de los incapaces es el domicilio de sus representantes legales (Art. 37º del
C.C.), el domicilio de los funcionarios públicos es el lugar donde ejercen sus
funciones, sin perjuicio de su domicilio real (Art. 38º del C.C.), el domicilio de las
personas que residen temporalmente en el extranjero, en ejercicio de funciones del
Estado o por tras causas, es el último que hayan tenido en el territorio nacional.
3. DOMICILIO REAL.- También denominado voluntario, es el que las personas eligen
libremente para establecerse habitualmente en él; es el constituido por la residencia
habitual de la persona en un lugar (Art. 33°).
4. DOMICILIO CONYUGAL.- Es el lugar el lugar donde los cónyuges viven de común
acuerdo, o en su defecto, el último que compartieron.- Art. 36° del C.C.
5. DOMICILIO ESPECIAL.- Llamado también contractual, es el que partes señalan
solamente para determinar el fuero en cuanto al cumplimiento del contrato. Esta
designación sólo implica sometimiento a la competencia territorial correspondiente,
salvo pacto en contrario (Art. 34° del C.C). Ejemplo: En un contrato de promesa de
compra venta sobre una casa situada en Arequipa, que celebran una persona
radicada en Lima y otra en Arequipa, pueden fijar como domicilio especial la calle X
de la ciudad de Lima; en este caso, si surge algún conflicto, el juez competente para
conocer el caso será el Juez de Lima.
6. DOMICILIO FISCAL.- Llamado también Tributario para el cumplimiento de las
obligaciones tributarias o de contribución.
7. DOMICILIO PROCESAL.- Es el domicilio que los abogados señalan en un proceso
judicial, que generalmente es el estudio jurídico del abogado, sirve para las
notificaciones judiciales.

LA CAPACIDAD E INCAPACIDAD DE EJERCICIO

LA CAPACIDAD
La capacidad es el atributo de la personalidad, consistente en la idoneidad para ser sujeto
de derecho; es la aptitud que la ley reconoce a la persona para el goce o para el ejercicio de
sus derechos civiles; se trata de un derecho extra patrimonial, por lo tanto, no susceptible de
negociabilidad.

Al hablar de capacidad, nos estamos refiriendo tanto la aptitud de disfrute de un derecho,


como a la aptitud de una persona para ejecutar o ejercer sus derechos.
CLASES DE CAPACIDAD.- Se distinguen dos clases: Capacidad de Goce y Capacidad de
Ejercicio

Página 29 de 82
a. Capacidad de goce. Es la aptitud de ser dueño o titular del derecho; es un atributo
esencial de toda persona natural. La capacidad de goce la tienen todos, surge con el
nacimiento y termina solo con la muerte.
“La mayoría de autores ha llamado a esta capacidad, como capacidad de derecho,
porque gozar de un derecho quiere decir, tenerlo, ser titular de él, no importando que el
individuo esté dotado o no de discernimiento, pues el mismo derecho, le prevé
representantes legales para que obtengan beneficios a favor del titular de los mismos” 3
b. Capacidad de ejercicio.- Es la aptitud que la ley reconoce a la persona para ejercitar por
si misma sus derechos civiles; es pues la libertad de obrar; actualmente se adquiere
plena capacidad de ejercicio, cumplido los 18 años de edad (Art. 42° del C.C.).
La capacidad de ejercicio supone en el sujeto, el suficiente discernimiento y la suficiente
libertad volitiva para que pueda últimamente hacer uso de esa capacidad.
Esta capacidad tiene trascendencia para los efectos de los negocios jurídicos; esta es la
capacidad que reclama el Inc. 1 del Art. 140° del Código Civil, cuando se refiere al
agente capaz.

EXCEPCIONES A LA PLENA CAPACIDAD DE EJERCICIO POR RAZON DE EDAD:


Por regla general, la capacidad de ejercicio se adquiere al cumplir 18 años de edad, sin
embargo, existen casos en que sin tener 18 años, se adquiere esta capacidad; estas
excepciones son:

1. Los mayores de 16 años cuando hayan contraído matrimonio civil, esta capacidad no se
pierde con el divorcio o viudez antes de cumplir los 18 años (Art. 46 del C.C.). En caso
de de la mujer, cesa la incapacidad, cuando la menor mayor de 14 años, ha contraído
matrimonio.
2. Por obtener título oficial que le autorice ejercer una profesión u oficio (Art. 46 del C.C.).
3. Tratándose de mayores de catorce años, cesa la incapacidad a partir del nacimiento del
hijo, para realizar solamente los siguientes actos: Reconocer a sus hijos, reclamar o
demandar por gastos de embarazo y parto y demandar y ser parte en los procesos de
tenencia y alimentos a favor de sus hijos ( (Art. 46 del C.C., modificado por Ley 27201
de 14NOV99).

LA INCAPACIDAD

Es la falta de aptitud jurídica para gozar, ejercer derechos o para asumir obligaciones.
CLASES DE INCAPACIDAD.- Incapacidad de goce e incapacidad de ejercicio.

a. Incapacidad de goce. La incapacidad de goce solo es excepcional y relativa, por lo


tanto, la incapacidad de goce nunca puede ser total o absoluta.
Los supuestos de la incapacidad de goce son:
(1) Prohibición de contraer matrimonio a ciertas personas (del casado, de los
consanguíneos o afines en línea recta, de los consanguíneos en segundo grado
de la línea colateral, del condenado por homicidio doloso de uno de los cónyuges
con el sobreviviente, , etc.).
(2) Prohibición de contratar entre cónyuges.
(3) Prohibición a determinadas personas a comprar bienes, Ej: El administrador
público respecto a los bienes que estén a su cargo; el albacea respecto a los
bienes que administra; el Juez, abogado, procurador, escribano, peritos, respecto
a los bienes que se deciden en el juicio en que han intervenido; el Presidente de
la República y los Ministros de Estado, respecto de los bienes del Estado.
(4) La incapacidad de determinadas personas para suceder por causa de indignidad.
En todos estos supuestos, no hay ninguna representación legal, la representación legal
opera solamente cuando el sujeto tiene capacidad de goce, pero no capacidad de
ejercicio.

b. Incapacidad de ejercicio.- Es la falta de aptitud jurídica para ejercer derechos y


contraer obligaciones, es decir, incapacidad para ejercer por sí mismos esos derechos y
contraer obligaciones (Arts. 43° y 44° del C.C).

3 VASQUEZ RIOS Alberto. Ob. Cit. Tomo I Pag. 105


Página 30 de 82
La capacidad emana de la ley, y a ella le corresponde aplicarla o restringirla. Se puede
señalar además, que se han considerado dos situaciones distintas en que se restringe
la capacidad de ejercicio de los derechos de las personas, a lo que nuestro Código Civil
denomina incapacidad; tales situaciones son determinadas en relación a los
absolutamente incapaces y los relativamente incapaces.

CLASES DE INCAPACIDAD DE EJERCICIO: Incapacidad Absoluta e Incapacidad


Relativa:

(1) Incapacidad Absoluta.- Es una incapacidad plena y general; estas personas no


pueden ejercer por sí mismas derecho alguno de las que son titulares.
Los actos practicados por estos incapaces son nulos (Art. 43° C.C). El Código Civil fija
los siguientes supuestos:

● Menores de 16, salvo para aquellos actos determinados por ley.- Los derechos de
menores de 16 años, los representan sus padres o quienes ejercen la patria
potestad o en su defecto, sus tutores; esta incapacidad se prueba con la partida de
nacimiento.
Los casos excepcionales, son: El menor que ha cumplido 14 años, puede recurrir
al Juez por sí mismo, contra los actos de su tutor, para oponerse o pedir su
remoción (Art. 530° del C.C); el menor mayor de 10 años, debe prestar su
asentimiento para ser adoptado (Art. 378 inc. 4 del C.C.); el menor capaz del
discernimiento puede aceptar donaciones, legados y herencias voluntarias,
siempre que sean puras y simples, sin intervención de sus padres, también puede
ejercer derechos estrictamente personales (Art. 455°); el menor capaz de
discernimiento responde por los daños y perjuicios que causa (Art. 458º del C.C,
modificado por Ley 27184); los incapaces no privados del discernimiento pueden
celebrar contratos relacionados con las necesidades ordinarias de su vida (Art.
1358°.
● Los que por cualquier causa se encuentren privados de discernimiento.- Esta
norma supone “permanencia del estado que priva al sujeto del discernimiento”, no
necesariamente debe tener un sustento orgánico, reflejado en una enfermedad
mental, sino que este estado puede ser ocasionado por cualquier causa que
configure insana o alienación.
El discernimiento, es tener plena capacidad de pensamiento, análisis y decisión
para realizar un determinado acto; esta capacidad no lo tienen por ejemplo los
enfermos mentales; la incapacidad debe ser declarado judicialmente; si el incapaz
es mayor de edad se le designa “curador” y si es menor “tutor”.
● Los sordo mudos, ciego sordos y ciego mudos, que no pueden expresar su
voluntad en forma indubitable; el fundamento de la incapacidad en este caso,
radica en la imposibilidad de la persona de poder expresarse; también se tiene que
declarar judicialmente y nombrarle un curador.
Si estas personas pueden expresar su voluntad de alguna forma (gestos, mímica,
etc), no serán incapaces absolutos, sino relativos porque podrían coadyuvar al
manejo de sus negocios

(2) Incapacidad Relativa.- Es la incapacidad de las personas que han perdido o están
privadas parcialmente de su capacidad civil de ejercicio; se encuentran limitados de
ejercer determinados derechos o actos, de manera que otros derechos si pueden ser
ejercidos directamente por el sujeto. Los actos realizados por estos incapaces son
anulables, en cambio, los actos realizados por los incapaces absolutos son nulos.
(1) Incapacidad de las personas mayores de 16 años y menores de 18 años de
edad.- Esta incapacidad se sustenta en la falta de discernimiento. En cuanto a esta
incapacidad, el Art. 46° del C.C, establece que cesa en los siguientes casos:
● Por matrimonio.
● Por obtener titulo oficial que lo autorice para ejercer una profesión u oficio.
(2) Los retardados mentales.- En verdad, estas personas no son alienadas, no les falta
razonamiento, aunque éste a veces “se encuentre obscurecido”. Tampoco existe entre
tal situación y la demencia o falta de discernimiento una diferencia de grado, ya que
poco importa que la causa de la insuficiencia prevenga del alcoholismo,

Página 31 de 82
temperamento sumamente sugestionable, obsesión o cualquier estado maniaco
depresivo.
Se trata de enfermos mentales no graves, cuyo discernimiento está afectado en forma
relativa, la debilidad mental entraña una disminución de la capacidad normal de
razonamiento, por lo que puede ser influenciado por otras personas; están sujetos a
curatela.
(3) Los que adolecen de deterioro mental, que les impide expresar libremente su
voluntad.- Son débiles mentales aquellas personas que se encuentran en un estado
intermedio entre la plena normalidad y la alienación. En las que podemos encontrar
facultades mentales que no se han desarrollado normalmente o que se han
deteriorado total o parcialmente, de forma permanente; pero que, sin embargo,
conservan aunque disminuido el uso de su razón, teniendo como consecuencia de
ello restricciones para actuar en derecho.
Las posibles causas pueden ser “congénitas” (de nacimiento), Ejm. Personas con
dawn) y “adquiridas” (posterior al nacimiento), por ejemplo, debilidad mental por
enfermedad que haya producido estado de coma, abuso de bebidas alcohólicas o
estupefacientes, por senectud (ancianidad), etc.
(4) Los pródigos.- Pródigo es sinónimo de derrochador; el pródigo es el que disipa
habitualmente mas de la tercera parte de sus bienes raíces o capitales; teniendo
cónyuge ascendientes y descendientes, son sujetos habituales en la dilapidación. Es
el que malgasta su patrimonio; a estos se les nombra curador.
(5) Los que incurren en mala gestión.- Son las personas que no cuentan con suficiente
racionalidad para llevar a cabo sus negocios y que por esta causa han perdido mas de
la mitad de sus bienes raíces o capitales, teniendo cónyuge, ascendientes o
descendientes, es la falta de eficiencia en los negocios.
(6) Los ebrios habituales.- Conocido como etilomanía o dipsomanía, son los que tienen
el hábito estable o morboso a la embriaguez, que les produce alteraciones mentales,
tal estado perjudica la economía del sujeto y la familia. Es la inclinación al consumo
de bebidas alcohólicas sin mesura alguna, o en exceso, de tal manera que produce la
ebriedad sistemática (alcoholismo crónico).
(7) Los toxicómanos.- Se trata de sujetos que por el uso de droga y estupefacientes, se
exponen o exponen a su familia a caer en la miseria, necesite asistencia permanente
o amenace la seguridad ajena.
(8) Los que sufren pena que lleva anexa la interdicción civil.- Interdicción civil es el
estado de una persona a la que judicialmente se ha declarado incapaz, por la
privación de ejercer ciertos derechos, bien por razón de delito o por otra causa
prevista en la ley; ejemplo, la privación al penado (sentenciado a una pena), mientras
cumpla la pena, de los derechos de patria potestad, tutela, participación en el Consejo
de Familia, de la autoridad marital, de la administración de bienes y del derecho de
disponer de los propios por actos entre vivos.
Ausencia: Desaparición y Declaración de Ausencia,
Fin de la persona: Muerte, Declaración de muerta presunta, Reconocimiento de
Existencia
Análisis y comentario de los Art.47° al 62°.

DESAPARICIÓN

Artículo 47°.- Nombramiento de curador por desaparición


Cuando una persona no se halla en el lugar de su domicilio y han transcurrido más de
sesenta días sin noticias sobre su paradero, cualquier familiar hasta el cuarto grado de
consanguinidad o afinidad, excluyendo el más próximo al más remoto, pueden solicitar la
designación de curador interino. También puede solicitarlo quien invoque legítimo interés en
los negocios o asuntos del desaparecido, con citación de los familiares conocidos y del
Ministerio Público. La solicitud se tramita como proceso no contencioso.

El domicilio genera una presunción iuris tantun (la ley presume), en el sentido que a la
persona se le va a encontrar siempre en su domicilio, cuando esta presunción se rompe, se
presume la desaparición de la persona; según el Art. 47º del C.C., esta ausencia debe ser

Página 32 de 82
mayor de sesenta (60) días sin noticias de su paradero y sin que haya dejado representante
o mandatario.
Cuando ello ocurre, cualquier familiar hasta el cuarto grado de consanguinidad o afinidad,
puede solicitar ante el Juez Especializado en lo Civil del último domicilio o del lugar donde
están sus bienes, la designación de un “curador interino”, para que cuide del patrimonio del
desaparecido; también lo pueden solicitar los que tengan interés en el negocio o el
Ministerio Público.

DECLARACION DE AUSENCIA

Artículo 49°.- Declaración judicial de ausencia

Transcurridos dos años desde que se tuvo la última noticia del desaparecido, cualquiera que
tenga legítimo interés o el Ministerio Público pueden solicitar la declaración judicial de
ausencia.

Es competente el juez del último domicilio que tuvo el desaparecido o el del lugar donde se
encuentre la mayor parte de sus bienes.

A la persona que se encuentra en calidad de desaparecido se le declara ausente; para que


se declare la ausencia, es necesario que transcurran dos años desde que se tuvo la última
noticia del desaparecido; cualquiera que tenga legítimo interés o el Ministerio Público,
pueden solicitar la declaración judicial de ausencia, ante el Juez del último domicilio que
tuvo el desaparecido o el del lugar donde se encuentre la mayor parte de sus bienes. (Art.
49° del C.C.).

POSESION TEMPORAL DE LOS BIENES DEL AUSENTE

En la declaración judicial de ausencia, el Juez ordena dar posesión temporal de los bienes
del ausente, a los herederos forzosos (hijos, padres, cónyuge, hermanos), previo inventario
valorizado; si los herederos son varios, se nombra un ADMINISTRADOR JUDICIAL, si el
que entra en posesión es el único heredero, también se llama Administrador Judicial; sino
no tuviera herederos, la administración de los bienes continúa a cargo del curador interino
(Art. 50°, 51° y 54° del C.C.).

Los que toman posesión temporal de los bienes, no pueden enajenarlos, ni gravarlos, salvo
causa de necesidad o utilidad, previa autorización judicial en la medida de lo indispensable
(Arts. 52º y 56° del C.C).

La declaración judicial de ausencia debe ser inscrita en el Registro de Mandatos y Poderes


de los Registros Públicos, con la finalidad de extinguir los otorgados por el ausente (Art. 53°
del C.C.).

CESACION DE LA DECLARACION JUDICIAL DE AUSENCIA

Los efectos de declaración de ausencia cesan por:


a. Regreso del ausente.
b. Designación del apoderado con facultades suficientes, hecha por el ausente con
posterioridad a la declaración.
c. Comprobación de la muerte del ausente.
d. Declaración judicial de muerte presunta.

FIN DE LA PERSONA

MUERTE

Página 33 de 82
La muerte jurídicamente es el hecho biológico por el cual dejan de funcionar las partes
vitales del organismo de la persona, el cerebro, corazón, y consecuentemente todas las
células del organismo.

El Art. 61° del C.C. se refiere a la muerte total y por lo tanto esta muerte pone fin a la
persona.

La muerte origina determinadas consecuencias jurídicas en el orden hereditario,


precisamente al concluir la titularidad del causante con su muerte, los sucesores alcanzan la
titularidad sobre el patrimonio dejado por el causante.
Los derechos personalísimos (título de abogado por ejemplo) se extinguen con la muerte del
titular, no puede ser heredados, solo son transmisibles los derechos patrimoniales.

DECLARACION DE MUERTE PRESUNTA.

Cuando se desconoce el paradero de una persona y se presume que haya muerto, procede
que cualquier interesado o el Ministerio Público, solicite al Juez la declaración de su muerte
presunta; esta declaración tiene los mismos efectos que una muerte natural.

RECONOCIMIENTO DE EXISTENCIA

La norma se pone en el caso de que habiéndose declarado la muerte presunta del


desaparecido, éste aparezca y los grandes problemas a dilucidarse son aquellas que atañen
a sus problemas familiares si éste hubiese sido casado y de haber contraído nuevo
matrimonio el cónyuge declarado muerto presunto y, también con relación a su patrimonio.

Es el caso por ejemplo, que por catástrofes producidas por la naturaleza (maremotos,
tempestades), las personas son aisladas a tierras lejanas, pero después de algunos años
regresan vivos.

En este caso, el muerto presunto debe solicitar el reconocimiento de su existencia ante la


autoridad judicial, también pueden solicitar este reconocimiento cualquier persona
interesada (familiares, acreedores, Ministerio Público, etc), se tramita como proceso no
contencioso con citación de las personas que solicitaron la declaración de muerte presunta.

CUARTA SEMANA (31 de enero al 05 de febrero de 2022)

PERSONAS JURÍDICAS

La Persona Jurídica es el sujeto de derecho constituido por uno o más individuos


jurídicamente organizados.

FERNANDEZ SESSAREGO señala que la persona jurídica surge de la necesidad del


hombre de reunirse existencialmente con otros para realizar en común ciertos valores que
no podría alcanzar de manera individual.

El Derecho atribuye carácter de sujeto no sólo al hombre considerado individualmente, sino


también a los “entes colectivos” llamados personas jurídicas en sentido estricto; la
existencia, capacidad, régimen, derechos, obligaciones y fines de la persona jurídica, se
determinan por las disposiciones del Código Civil o las leyes respectivas (Ley de
Sociedades Ley 26887).
Se acepta en términos generales la existencia de personas jurídicas de derecho público y
las de derecho privado.

Las personas jurídicas de Derecho Público realizan fines de utilidad pública, unas son de
derecho público externo, como el Estado y los organismos internacionales y otras de

Página 34 de 82
derecho público interno, como los entes administrativos emanados del Estado, Poder
Judicial, Ministerio Público, Ministerio del Interior, las municipalidades etc.

Las personas jurídicas de Derecho Privado, cumplen fines de utilidad privada, tales como
las asociaciones, que son reunión de personas que generan un ente colectivo distinto de las
que lo constituyen, las fundaciones, son organizaciones no lucrativas, instituida mediante la
afectación de uno más bienes a cierto fin, por acto irrevocable del fundador, y las
sociedades que asumen diversas formas (sociedad anónima, sociedad de responsabilidad
limitada, etc).

Según nuestro Código Civil vigente, son personas de Derecho Privado: Las Asociaciones,
las Fundaciones y Comités. Las otras forman de personalidad jurídica están previstas en
otras leyes especiales.

ASOCIACION

Es una organización estable de personas naturales o jurídicas, o de ambas, para realizar


actividades en común, con un propósito no lucrativo. Pueden ser de carácter religioso,
político, científico, deportivo, artístico o de sociabilidad (Clubes Sociales). Las asociaciones
surgen de un acto jurídico y no propiamente de un contrato; a sus integrantes se les
denomina asociados o socios (Arts. 80 y 81 C.C.).

La Asociación debe contar con un patrimonio; los asociados gozan del derecho de libre
adhesión y retiro voluntario; la calidad de asociado es inherente a la persona, no es
hereditario; el asociado tiene que contribuir con una cotización, puede ser excluido por
decisión de la asamblea; las asociaciones se rigen por su Estatuto (Arts. 80 al 98 del C.C).
El Ministerio Público puede solicitar judicialmente la disolución de la asociación, cuyas
actividades o fines sean o resulten contrarios al orden público o a las buenas costumbres
(Art. 96 del C.C.).; Ej: Cuando una asociación de damas, bajo la fachada de bien social, se
dedican a la prostitución.

FUNDACION

Es una organización no lucrativa, instituida mediante la afectación de uno o más bienes para
la obtención de fines solidarios, filantrópicos, e servicio a la comunidad o e interés social V
gr. La Fundación por los Niños del Perú, La Fundación Nobel, etc.
Son organizaciones no lucrativas, instituidas mediante la afectación de uno o más bienes
para la realización de objetivos de carácter religioso, cultural, asistencial u otros de interés
social.
La Fundación es la destinación de un patrimonio para determinados fines con prescindencia
de la voluntad del fundador. Obviamente, el fin perseguido debe ser lícito. Se constituye por
escritura pública o por testamento y se inscriben en el registro respectivo. Los beneficiados
no intervienen en la administración de la fundación (Arts. 99 al 110 del C.C.).

COMITÉ

Es la organización de personas naturales o jurídicas o de ambas, dedicadas a la


recaudación pública de aportes con una finalidad altruista. Ejm: Comité de la Cruz Roja.
Se constituyen mediante escritura pública, acta de constitución o documento privado con
legalización notarial de las firmas de sus fundadores, deben contar con un Estatuto e
inscribirse en el Registro respectivo (Art. 111 al 123).

Su estatuto ha de contener la denominación, duración y domicilio; el fin altruista perseguido;


el régimen administrativo, la constitución y funcionamiento de la asamblea general y del
consejo directivo; la designación del funcionario que ha de tener la representación legal; y
los demás pactos y condiciones que establezcan.

El Ministerio Público vigila, de oficio o a instancia de parte, que los aportes recaudados por
el Comité se conserven y se destinen a la finalidad propuesta, llegado el caso, puede
solicitar la rendición de cuentas, sin perjuicio de la acción civil o penal a que haya lugar;

Página 35 de 82
también puede pedir la disolución del Comité al Juez Especializado Civil del lugar en que
aquel tenga su domicilio, cuando sus actividades resulten contrarias al orden público o
buenas costumbres.

COMUNIDADES CAMPESINAS Y NATIVAS

Son organizaciones tradicionales y estables de interés públicos, constituidas por personas


naturales cuyo fin es el aprovechamiento de su patrimonio para beneficio general y
equitativo de los comuneros, promoviendo el desarrollo integral.
Tiene existencia legal desde su inscripción. Las tierras de las comunidades son inalienables,
imprescriptibles e inembargables. La Asamblea general es el órgano supremo de la
comunidad, debe tener un padrón general y un catastro donde consten los bienes que
integran su patrimonio.

Para la existencia legal de las comunidades se requiere, además de la inscripción en el


registro respectivo, su reconocimiento oficial. Las comunidades se inscriben en mérito a la
resolución que las reconoce oficialmente.

ASOCIACIÓN, FUNDACION Y COMITÉ NO INSCRITOS.

Nociones Generales.- El Código Civil regula la actividad de la Asociación, el Comité y


Fundación No Inscritas del Art. 124 al 133, es decir, de aquellas organizaciones de
personas que no son formalmente “personas jurídicas” no obstante actuar como tales en la
realidad social.

Por regla general, las asociaciones, fundaciones y comités, deben estar inscritas en el
Registro de Personas Jurídicas de los Registros Públicos, sin embargo, la ley regula la
existencia de las no inscritas, en virtud de su expansión como fenómeno jurídico-social y al
reconocer en ellas una actividad creadora, es decir, una participación efectiva.

En el caso de LA ASOCIACION, dicho conjunto de personas despliegan sus actividades


contando con peculio propio y como organización de personas sujetas a disposiciones
estatutarias libremente adoptadas. Sin embargo, ya sea por ignorancia o simplemente por
no seguir trámites burocráticos aparentemente complicados y a menudo onerosos, no
cumplen con la formalidad de constituirse, solemne y formalmente como personas jurídicas,
por lo que sus conductas no estaban reguladas por el anterior Código Civil (de 1936), no
obstante realizar determinados actos jurídicos; en cambio, el Código Civil vigente si las
regula.

Las indicadas organizaciones se mantienen, por tanto, como pluralidad de personas


naturales, a las cuales el Código concede subjetividad jurídica. Este reconocimiento
normativo faculta a dicha pluralidad – sin dejar de ser tal – a celebrar determinados actos
jurídicos y a comparecer en juicio. Al no constituirse como unidad normativa de imputación
de derechos y deberes, el patrimonio de dichas organizaciones no inscritas se mantiene
como un FONDO COMUN sujeto a la disciplina normativa.

REGIMEN DE LA ASOCIACIÓN NO INSCRITA

La Asociación no inscrita regula su organización interna y su administración por los


acuerdos de sus miembros, aplicándose las normas de la asociación inscrita en cuanto
fuese aplicable. El Código le reconoce capacidad procesal, pudiendo comparecer en juicio
representada por el Presidente del Consejo Directivo o por quién haga sus veces (Art. 124
del C.C.).

EL FONDO COMUN.

Página 36 de 82
Se denomina “Fondo Común” al conjunto de bienes constituido por los aportes de los
asociados y los bienes que adquiera la asociación no inscrita.
El fondo común está destinado a la realización de los objetivos del grupo, mientras el
objetivo subsiste no puede ser dividido, no existe el concepto de cuota y los partícipes no
tienen un derecho separado sobre el todo.

El Código Civil dispone en el Art. 125, que “mientras esté vigente la Asociación” es, decir,
mientras se mantenga como no inscrita, no se puede pedir la división y partición de dicho
fondo, ni el reembolso de las aportaciones de los asociados. Del mismo modo, quienes
hayan actuado en nombre de la asociación son solidariamente responsables en el caso en
que el fondo común no sea suficiente para afrontar las obligaciones de la misma (Art. 126).

LA FUNDACIÓN NO INSCRITA

El Art. 127: del C.C. establece que el Consejo de Supervigilancia, el Ministerio Público o
quien tenga legitimo interés le corresponde tomar las medidas pertinentes para lograr dicha
inscripción.

El Art. 128: del C.C. se refiere a la responsabilidad de los Administradores, señalándose


solidaria con respecto a los bienes afectados a la finalidad propuesta.

El Art. 129 del C.C, señala que una fundación no inscrita en los Registros Públicos (sin
personería jurídica), puede operar con la condición de ser inscrita en los Registros Públicos.

De no ser posible su inscripción, los bienes de la fundación no inscrita serán afectados a


otras fundaciones de fines análogos o a otra fundación, preferentemente establecida en el
mismo distrito judicial, por acuerdo de la Sala Civil de la Corte Superior de la sede de la
fundación y a solicitud del Consejo de Supervigilancia de Fundaciones, del Ministerio
Público o de quien tiene legítimo interés (Art. 129 C.C.).

COMITÉ NO INSCRITO

El Comité no inscrito se rige por los acuerdos de sus miembros, la representación judicial
recae en el Presidente del Consejo Directivo o quien haga sus veces; asimismo, los
organizadores y quienes se encargan de la gestión de los aportes, son responsables
solidaria de su conservación, de la aplicación a su finalidad y de sus obligaciones contraídas
(Art. 130 del C.C.).

DISOLUCIÓN DEL COMITÉ NO INSCRITO.

En el caso en que se haya cumplido la finalidad o que no se haya podido alcanzar, el


Ministerio Público solicita de oficio o a instancia de parte su disolución y rendición judicial de
cuentas. La conservación y destino correcto de los aportes es supervisada por el Ministerio
Público (Art. 132 del C.C.).

QUINTA SEMANA (07 al 12 de febrero de 2022)

HECHO JURÍDICO

El ser humano, a lo largo de su vida y como ser ontológicamente libre, realiza una serie de
acciones de diversa índole y, como consecuencia, dichas acciones tienen efectos jurídicos y
otras no. La respuesta que se da es que entre acción y reacción hay un nexo causal, que es
el ordenamiento jurídico. Sin dicho nexo no habría consecuencia relevante para el
ordenamiento jurídico. Autorizada doctrina italiana afirma que “por hechos jurídicos se
entienden aquellos acontecimientos o aquellas situaciones (o estados) que produzcan una
modificación de la realidad jurídica, o sea un efecto jurídico y que por eso son jurídicamente
relevantes. Los hechos jurídicos son los antecedentes necesarios (aunque no siempre
suficientes) para que se produzca un efecto cualquiera que sea, en el mundo jurídico: sin

Página 37 de 82
hechos jurídicos (relevantes), el ordenamiento jurídico permanece inerte y no nacen efectos
jurídicos” (Espinoza Espinoza, 2008, p. 27).

A decir de Miguel Reale, debemos entender, pues, que el Derecho se origina de un hecho,
ya que sin la preexistencia de un acontecimiento o evento, no existiría base para que se
establezca un vínculo con relevancia jurídica. Esto, sin embargo, no implica la reducción del
Derecho al hecho, tampoco en pensar que el hecho sea un mero hecho vació, pues los
hechos, de los cuales se origina el Derecho, son hechos humanos o hechos naturales
objetos de valoraciones humanas (Brasil y Hettwer Massmann, 2017, p. 140).

En el mismo sentido, otra doctrina brasileña señala que el derecho se origina de


un hecho, como la paremia reza: ex facto ius oritur. El hecho es el elemento generador de la
relación jurídica incluso cuando se presente de forma tan simple que apenas se perciba,
incluso cuando ocurra dentro de un ciclo rutinario de eventualidades cotidianas del cual
todos participen sin darse cuenta. La ley comúnmente define una posibilidad, un llegar a ser,
que se transformará en derecho subjetivo mediante la ocurrencia de un acontecimiento que
convierte la potencialidad de un interés en derecho individual (Da Silva Pereira, 2011, p.
381).

CONCEPTO DE ACTO JURIDICO

El acto jurídico es el acto humano, voluntario, lícito, con “manifestación de voluntad


destinada a crear, regular, modificar o extinguir relaciones jurídicas” (Art. 140 del C.C).

El acto jurídico, es, pues, el hecho jurídico de carácter voluntario y lícito, cuyo efecto es
querido directamente por el agente, y en el cual existe una declaración de voluntad. Como
quiera que este acto voluntario y lícito, por lo general tienen por objeto crear, regular,
modificar o extinguir relaciones jurídicas de contenido o fin patrimonial, muchos autores e
incluso Códigos, prefieren denominarla NEGOCIO JURIDICO en lugar de acto jurídico,
como ocurre con el Código Alemán.

Como quiera que el acto jurídico es un acto humano voluntario, para su validez se requiere
de la MANIFESTACION DE VOLUNTAD, sino hay esa manifestación de voluntad, el acto es
nulo

Tradicionalmente se define el acto o negocio jurídico como una o más declaraciones (o


manifestaciones) de voluntad, orientadas a producir efectos reconocidos y garantizados por
el ordenamiento jurídico. De acuerdo con la doctrina tradicional, Carnevali manifiesta que en
cada negocio jurídico se individualizan dos voluntades: la voluntad del acto y la voluntad de
los efectos:

a) La voluntad del acto, es simplemente la conciencia y voluntad que un sujeto tiene de


hacer una determinada declaración en su pura materialidad (palabras, escritos, gestos,
etc.). La voluntad del acto no solamente es característica del acto o negocio jurídico,
sino que es común a todos los otros actos (como a las declaraciones de ciencia, a las
comunicaciones, a las oposiciones, etc.). La voluntad del acto diferencia a todos los
actos humanos voluntarios del hecho natural y de los actos humanos involuntarios. En
vez de la expresión voluntad del acto podemos hablar de voluntad de la declaración. Si
falta la voluntad de la declaración (ejemplo, una declaración falsificada de otro), el acto
jurídico es nulo.

b) La voluntad de los efectos, es la voluntad dirigida a producir efectos idóneos para


regular determinados intereses del declarante. Ejemplo: Juan otorga un testamento, el
efecto al cual está dirigida su voluntad es el de dejar la propiedad de un inmueble a una
persona, la propiedad de una nave a otra persona, una suma de dinero a otra persona,
y así vía; tal efecto se produce en cuanto es querido por el testador. Juan acepta una
letra de cambio, el efecto al cual está dirigida su voluntad es la de asumir la obligación
de pagar una suma de dinero a un vencimiento determinado; dicho efecto se produce en
cuanto es querido por el declarante. Juan entiende adquirir un bien por compra, el
efecto al cual está dirigido su voluntad es el de obtener el derecho de propiedad sobre el

Página 38 de 82
bien contra el pago de un precio; tal efecto se produce en cuanto es deseado por el
declarante.

CONCEPTO SEGÚN AUTORES.

a) Bonnecasse (Francia):Acto Jurídico es una manifestación de la voluntad


unilateral o bilateral, cuya finalidad directa es procrear, sobre el
fundamento de una regla de derecho, un estado, es decir una situación
jurídica o un efecto de derecho limitado a la formación, modificación o
decadencia de una relación jurídica.
a) Vélez Sarsfield (Argentina): Los Actos jurídicos son los actos voluntarios
lícitos, que tengan por fin inmediato, para establecer entre las personas
relaciones jurídicas. Crear. Modificar, transferir,
conservar o aniquilar derechos.
c) Messineo (Italia): El Acto Jurídico es un Acto de voluntad humana,
realizado consecuentemente del cual aparecen efectos jurídicos, porque
el sujeto al realizarlo quiere establecer un resultado y tal resultado es
tomado en consideración por el derecho.
d) Vidal Ramírez, Fernando (Perú): El Acto Jurídico es un hecho jurídico.
Voluntario, lícito con declaración de voluntad y efectos queridos que
reconozcan a la intensión del sujeto en conformidad con el Derecho
Objetivo.
e) Torres Vásquez, Aníbal (Perú): Es el Acto humano, lícito, con
manifestación de voluntad destinada a crear, regular, modificar o suprimir
relaciones jurídicas.
f) Ferrero Costa, Raúl (Perú): Es un Acto Humano realizado
conscientemente y voluntariamente por un sujeto del cual nace efectos
jurídicos”.
g) Lohmann Luca de Tena (Perú): El negocio jurídico es la declaración
o declaraciones de voluntad de derecho privado que, por sí o en unión de
otros hechos, estarán orientadas a la adquisición de un fin práctico, lícito
y admitido por el ordenamiento jurídico, por el cual reconoce a tales
declaraciones como el sustento para producir efectos prácticos
queridos y regular
relaciones jurídicas de derecho subjetivo.3

CLASIFICACION DEL ACTO JURIDICO.

a) Actos positivos y negativos.


En los primeros, el nacimiento, modificación, extinción, etc. de un
derecho, esto depende de la realización del acto.
Ejemplo: la firma de un pagaré, la entrega de una suma de dinero, la
realización de un trabajo o de una obra de arte.
En cambio, la conducta jurídica consiste en una omisión o abstención; en
el caso de las obligaciones de no hacer.

Ejemplo: El propietario de una casa alquilada a un tercero debe a


abstenerse de perturbarlo en el goce de ella; en este
hecho negativo, en esta abstención, consiste el
cumplimiento de su obligación.

b) Actos unilaterales y bilaterales.


Los actos jurídicos son unilaterales cuando para su perfección, requiere
de la voluntad de una sola parte, que puede ser una sola persona
Ejemplos: En el caso del testamento, o la voluntad de varias personas
pero que son una sola parte, pues su voluntad es
pronunciada con el mismo sentido.

En el caso de las comunidades que son


representadas por un administrador.

Página 39 de 82
Son bilaterales cuando pretenden el consentimiento de dos o más
voluntades (consentimiento).
Ejemplo: Los contratos

Esta clasificación no debe confundirse con la de contratos que son


unilaterales y bilaterales. Los contratos son siempre actos jurídicos
bilaterales, desde que no existen sin el público de voluntades; pero en
orden a sus efectos, se llama unilaterales a los que crean obligaciones a
cargo de una sola de las partes, tales como el depósito, la donación y
bilaterales a aquellos que las crean para ambas, como la
compraventa, el contrato de trabajo.

c) Actos formales y no formales.

Actos formales o solemnes son los que tienen cuya eficacia, esta
depende de la observancia de las formalidades ordenadas por la ley.

Ejemplo: el matrimonio civil, art.248 del CC. y siguientes, el


testamento, art. 691 y siguientes, las donaciones de
bienes muebles de valor considerable, art. 1624 del
CC.cc o la donación de bienes inmuebles art. 1625, todos
son formales.
Son no formales o no solemnes aquellos cuya validez no depende del
cumplimiento de un acto alguna.

Ejemplo: los esponsales art. 239 del cc, la compra y venta que es
tradicionalmente un contrato consensual o la donación de
un bien mueble de escaso valor art.1623.

d) Actos Nominados e Innominados


La diferencia se origina según los actos reciban o no un nomen iuris,
pueden estar o no previstas en la ley y como consecuencia de esto le sea
aplicado un régimen legal determinado.
NOMEN JURIS (Primicia de la realidad): “Las cosas son lo que
son y no lo que las partes dicen ser”
Son actos nominados en el CC., el matrimonio, el testamento, la compra
venta, la donación el mutuo y en general todos los cuales la ley le reserva
un nomen iuris.

Los actos innominados, a los cuales no existe la posibilidad de dar


ejemplos, pues es obvio, dejarían de ser innominados.

e) Actos Constitutivos y declarativos

La distinción radica según los efectos del acto jurídico.


El Acto Constitutivo es el que se genera efectos jurídicos desde el
momento de su celebración y estos rigen para el futuro.

Ejemplo la adopción art.377 del CC., la compra y venta a través del


cual surgen obligaciones para ambos art.1529 CC., o el
mutuo disenso art.1313 del CC.

El acto Declarativo es el que reconoce efectos jurídicos (derechos y


deberes) ya existentes, anteriores a su celebración, por eso sus efectos
son retroactivos.

Ejemplo: el reconocimiento de un hijo extramatrimonial, el


reconocimiento de una obligación.

f) Actos Simples y Compuestos

Página 40 de 82
La diferencia radica según genere una relacion jurídica, de una misma
naturaleza, o varias relaciones juridicas de distinta naturaleza.
El acto simple es la que origina una relación jurídica sin complejidades.
Ejemplo: el contrato de compra venta genera obligaciones entre
vendedor y comprador.

El acto compuesto origina una relación jurídica compleja.


Ejemplo: el matrimonio, genera relaciones entre
cónyuges, que pueden ser de carácter patrimonial (Sociedad
de ganancias) y extrapatrimonial (deberes de fidelidad y de
cohabitación) y que pueden ser también
obligaciones(prestación de alimentos)

g) Actos principales y Accesorios

La distinción radica según los actos estén o no vinculados, por una


relación que genere dependencia.
Su importancia radica en la aplicación de la regla “accesorium
sequitur
principale”.
ACCESORIUM SEQUITUR PRINCIPALE: Lo accesorio depende de lo
principal y sigue la suerte de éste.
El acto principal es el que existe por si mismo, pues no esta en relación
de dependencia respecto de otro.

El acto accesorio es el que para existir requiere de otro que le es


principal, con el que esta vinculado en una relación de dependencia.

h) Actos patrimoniales y extra-patrimoniales.

Los patrimoniales son los que tienen un contenido económico.

Ejemplo: los contratos, la disposición testamentaria,


constitución de una sociedad.

El extra-patrimonial, en cambio, se refiere a derechos y deberes de familia.

Ejemplo: el matrimonio, el reconocimiento de un hijo


extramatrimonial, la adopción.

i) Actos entre vivos y por causa de muerte.

Los actos jurídicos cuya eficacia no depende de la expiración de aquellos


de cuya voluntad provienen, se llaman actos entre vivos.

Ejemplo: Los contratos.


Cuando no deben producir efectos sino después del fallecimiento de
aquellos de cuya voluntad emanan, se denominan actos de última
voluntad o mortis causa (causa de muerte).

Ejemplo: Los testamentos.

j) Actos de disposición, de obligación y administración.

Actos de disposición son actos de características distintas, el código civil


asimila los actos de gravamen, que son aquellos con los cuales se
afectan bienes en garantía real sea prendaria art.1055, anticrético art.
1091 o hipotecario art. 1097 del cc.

Página 41 de 82
Son actos de obligación aquellos por los cuales una persona que se
constituye en deudora, se obliga a una prestación, de dar de hacer o de
no hacer, a favor de otra que es constituida en acreedora.
Los actos que genera obligaciones de dar pueden tener implicancias con
los actos de disposición. Art,1132,1135 y 1136.
Los actos que generan obligaciones de hacer y de no hacer son típicos
actos de obligaciones. Art, 1148 y 1158

Son actos de administración aquellos que se encuentran al cuidado y


conservación de bienes o patrimonios en cuya ejecución se puede
llegar a actos de disposición o de obligación.
Se comprenden dentro de estos actos los que tiene por finalidad hacer
producir a los bienes o al patrimonio sus frutos (art. 890 y
891) y sus productos (art.894).
En el acto de administración sólo se transporta la adquisición, el uso.
Ejemplo: el arrendamiento (alquiler), comodato.

k) Actos gratuitos y onerosos.

Actos a título gratuito o simplemente gratuitos, es la obligación, está a


cargo de una sola de las partes y responden a un propósito de
liberalidad.
Ejemplo: Los testamentos, la donación, la renuncia sin cargo a un
derecho.

En cambio, en los actos onerosos, las obligaciones son


recíprocas; porque cada contratante las adquiere a perspectiva de que la
otra parte se obliga a su vez.
Ejemplo: así ocurre en la compraventa, la permuta, etc.

l) Actos conmutativos y Aleatorios

El Acto conmutativo es el acto oneroso en la cual las prestaciones


reciprocas tienen una relación de equivalencia
No existe incertidumbre en cuanto a las prestaciones de ambos.
Es factible desde el momento mismo de la celebración como la compra y
venta, existe una relación de equivalencia entre en bien que se vende y el
precio que se paga.
Los actos conmutativos son aquellos en los cuales los que lo celebran
saben de antemano, las cargas y ventajas que asumirá: permuta.
El acto aleatorio es el acto oneroso que implica un riesgo que afecta la
equivalencia de las prestaciones que las partes deben cumplir, al ser
imprevisibles el beneficio o perdida que el acto puede reportar.
El caso de la venta del bien futuro artículos 1534 y 1535, y la venta de la
esperanza incierta art. 1536 del cc.
Existe también actos típicamente aleatorios como el contrato de juego y
de apuesta art.1942 del cc.
El acto aleatorio es el cual depende de un acontecimiento futuro e
incierto: matrimonio.

m) Actos de Ejecución Inmediata y de Ejecución Continuada

El acto de ejecución inmediata o instantánea es aquel que las


prestaciones deben ser cumplidas o ejecutadas en el momento mismo de
su celebración, ejecutándose plenamente. Compra y venta al
contado.Los actos de acción continuada o tracto sucesivo, es aquel en
que las prestaciones deben de ser ejecutadas o cumplidas
periódicamente, luego de su celebración ejemplo: la venta a plazos, el
arrendamiento de bienes.

Página 42 de 82
n) Actos Puros y Modales

Es puro el acto cuya eficacia no puede esta sometida a una modalidad,


sea esta una condición o a un plazo, ni se le puede imponer un cargo,
como ocurre con el matrimonio, el reconocimiento de un hijo
extramatrimonial, la adopción, en general los actos no patrimoniales que
deben ser puros.
Es modal el acto cuya eficacia puede someterse a una
modalidad, sea a una condición, a un plazo o imponer un cargo, como
ocurre con la compra y venta, el arrendamiento en general con los actos
patrimoniales.

o) Actos abstractos de causa y causados.

El acto abstracto no obstante de constituir una declaración de voluntad


que revela el ánimo de generar efectos jurídicos que, interesen al agente,
no lleva la causa incorporada en si.

Ejemplo: El giro de una letra que conteniendo una obligación de


pago, puede deberse a diversas causas.

El acto causado tiene origen evidente y notorio.


Ejemplo: el arrendamiento (alquiler, renta)

CARACTERES DEL ACTO JURIDICO:

El acto jurídico presenta los siguientes caracteres:


1. Es un hecho o acto humano;
2. Es un acto voluntario;
3. Es un acto lícito;
4. Tiene por fin inmediato producir efectos jurídicos.

El acto jurídico es un hecho humano por oposición a los actos naturales o externos. Dentro
de los hechos humanos, el acto jurídico es un acto voluntario.

Es un acto voluntario, porque un acto realizado sin voluntad (sin discernimiento, o sin
intención, o sin libertad) es nulo o si ha sido realizado con voluntad, pero ésta adolece de
vicios, el acto es anulable. Los actos jurídicos dependen de la voluntad del sujeto de regular
sus propios intereses, o sea de una determinación interna del querer, la misma que no es
relevante como tal, sino sólo si es manifestada.

La esencia de la manifestación de voluntad está dirigida a la autorregulación de intereses en


las relaciones privadas; autorregulación que el individuo no debe limitarse a “querer”, sino a
disponer, o sea, actuar objetivamente. Con el acto el sujeto no viene a declarar que quiere
algo, sino que expresa directamente el objeto de su querer, y éste es una regulación
vinculante de intereses en las relaciones con los otros. “Con el negocio no se manifiesta un
estado de ánimo, un modo de ser del querer, lo que tendría una importancia puramente
psicológica, sino que se señala un criterio de conducta, se establece una relación de valor
normativo”.

Es un acto lícito, por que no se concibe un acto jurídico que contravenga el ordenamiento
jurídico. La voluntad del agente debe adecuarse a las normas imperativas, el orden público
y las buenas costumbres, caso contrario el acto es nulo por ilícito. El acto contrario al
ordenamiento jurídico es un acto ilícito.

El acto jurídico tiene por fin inmediato producir consecuencias jurídicas consistentes en
crear, modificar, regular o extinguir relaciones jurídicas. Es decir, cumple una función social
o económica que es tenida presente por quien lo realiza y que es tomada en consideración
por el Derecho.

Página 43 de 82
El fin inmediato de producir efectos jurídicos es una característica específica del acto
jurídico que lo diferencia de los otros actos voluntarios lícitos.

REQUISITOS PARA LA VALIDEZ DEL ACTO JURIDICO.- Son:


1. La manifestación de voluntad
2. La capacidad
3. El objeto u objetivo
4. La causa fin o finalidad
5. La forma.

De acuerdo al Art. 140º de nuestro Código Civil, los elementos o requisitos esenciales para
la validez de todo acto jurídico son:

a. Agente capaz.
b. Objeto física y jurídicamente posible.
c. Fin lícito.
d. Observancia de la forma prescrita bajo sanción de nulidad

1. LA MANIFESTACION DE VOLUNTAD:

El elemento esencial, básico, fundamental, del acto jurídico es la voluntad de algún


modo manifestada. Para que exista voluntad jurídica, se requiere que concurran los
siguientes requisitos: el discernimiento, la intención, la libertad y la exteriorización
mediante la manifestación (declaración y comportamientos).

El acto jurídico, como instrumento de la libertad humana, tiene su raíz en la voluntad


(Santo Tomás: quod radix libertatis est voluntas). La manifestación de voluntad, o sea la
exteriorización del querer interno del sujeto, es el elemento central del acto jurídico, por
medio del cual los particulares regulan sus propios intereses.

La manifestación de voluntad con la que se perfecciona un acto jurídico tiene sentido


normativo, es decir, regula los intereses particulares con carácter prescriptivo. Así, en
una compraventa la manifestación de voluntad de las partes es la que dispone que el
vendedor debe transferir la propiedad del bien vendido y el comprador debe pagar el
precio pactado; en un testamento, es la voluntad del testador la que establece cómo
deben disponer de su patrimonio sus herederos o legatarios.

Elementos de la manifestación de voluntad.- Para que exista voluntad jurídica, se


requiere de la concurrencia de elementos internos (discernimiento, intención y libertad) y
externos (manifestación). Con la concurrencia de los elementos internos queda formada
la voluntad real o interna o psicológica, la misma que para producir efectos jurídicos
requiere que sea manifestada.

El discernimiento “es la aptitud para percibir o distinguir las diferencias con relación a
aquello que guarda conformidad con nuestra conveniencia o sentido moral. Es, pues,
una aptitud que nos permite diferenciar lo que nos conviene de lo que no nos conviene,
de lo que nos interesa de lo que no nos interesa, de lo que juzgados bueno de lo que
juzgamos malo, y en general, de lo que nos hace actuar con entendimiento y desarrollar
nuestra inteligencia”.

Efectos jurídicos de la manifestación de voluntad.- La falta de manifestación de


voluntad, produce la nulidad del acto jurídico.

FORMAS DE MANIFESTACION:

a. Manifestación Expresa
b. Manifestación Tácita
c. MANIFESTACION EXPRESA

Página 44 de 82
La manifestación expresa (denominada también positiva o directa o inmediata) está
orientada, de forma directa e inmediata, a hacer conocer la voluntad interna (el designio
negocial), siendo intrascendente el mecanismo o vehículo de exteriorización: por medio
de la palabra oral o escrita, o través de cualquier medio directo, manual (signos
inequívocos, gestos indicativos, lenguaje mímico), mecánico (v. gr. usando una máquina
de escribir), electrónico, informático o telemático, como la manifestación hecha por
teléfono, fax, beeper, correo electrónico (e-mail), o mediante grabaciones en casettes,
videos.

Ahora por internet se puede celebrar cualquier contrato; mediante un operador se puede
comunicar a un banco de datos (una persona mediante su computadora accede a un
banco de datos donde puede encontrar el bien o servicio que quiere adquirir). En la
contratación por internet, las distancias prácticamente desaparecen, el consumidor está
a un clic de distancia del proveedor.
Los actos jurídicos celebrados a través de la electrónica, la informática y la telemática,
determinan el nacimiento de relaciones jurídicas patrimoniales y extrapatrimoniales, que
requiere una adecuada regulación a nivel internacional, control y previsión de sus
consecuencias.

b. MANIFESTACION TACITA

La manifestación tácita o implícita (llamada también actuación de la voluntad,


comportamiento de hecho, declaración indirecta o mediata) es la que se infiere de actos
u observancia de ciertas conductas positivas (acciones) o negativas (omisiones) del
sujeto, que aunque no estén dirigidos principal y directamente a hacer conocer la
voluntad interna (el ánimo negocial), permiten deducir su existencia sin que quepa lugar
a dudas. A estas actitudes o comportamientos positivos o negativos reveladores de la
voluntad interna se les denomina facta concludentia (hechos concluyentes).
Veamos algunos ejemplos: si alguien en una librería pide un libro y sin declarar que lo
compra lo subraya o hace anotaciones, o en una licorería pide una botella de vino y sin
manifestar su decisión de comprarla, la abre y prueba el vino, o quien arrienda un bien,
v.gr., por seis meses a cambio de una renta mensual y recibe por adelantado la renta de
diez meses, o presta una calidad de dinero por un año contra el pago de un interés
mensual y recibe por adelantado el interés de dos años, o el caso del copropietario de
un bien que lo vende sin el consentimiento de los demás copropietarios quienes reciben
del vendedor la parte proporcional del precio. De estos hechos concluyentes se induce,
sin lugar a dudas, la voluntad de comprar el libro o el vino, o de prorrogar el contrato de
arrendamiento o el de mutuo, o de vender el derecho que tiene en el bien común. Como
se aprecia, la voluntad tácita se infiere de hechos concluyentes (facta concludentia) que
no admiten otra significación.

SEXTA SEMANA (14 al 19 de febrero de 2022)

FORMALIDADES Y SOLEMNIDADES.

Tanto la jurisprudencia, como el Código Civil, utilizan los términos formalidades y


solemnidades indistintamente. Sin embargo, en doctrina no existe el mismo consenso. Hay
autores que diferencian la solemnidad de la formalidad. Solemnidad sería el género y
Formalidad la especie. Para otros, formalidad y solemnidad son términos sinónimos y
consisten en las exterioridades perceptibles para los sentidos en que se materializa o
concreta y consta la voluntad.
Para efectos didácticos, me parece correcto seguir el criterio de Juan Andrés Orrego Acuña.
Por tanto, distinguiremos respecto de las formalidades y solemnidades.

DEFINICIÓN DE FORMALIDADES.

Página 45 de 82
Las formalidades son los requisitos externos con que deben ejecutarse o celebrarse algunos
actos jurídicos, por disposición de la ley. Los actos a los cuales la ley no exige ninguna
formalidad, se denominan consensuales o no formales y se perfeccionan por el mero
consentimiento.

CLASIFICACIÓN DE LAS FORMALIDADES.

Distinguimos cuatro clases de formalidades, tales son:


● Solemnidades propiamente tales;
● Formalidades habilitantes;
● Formalidades de prueba; y
● Las formalidades de publicidad.

SOLEMNIDADES PROPIAMENTE TALES.


DEFINICIÓN DE SOLEMNIDADES PROPIAMENTE TALES.
Requisitos externos prescritos por la ley como indispensables para la existencia misma o
para la validez del acto jurídico, exigidos en atención a la naturaleza o especie del acto o
contrato.

CLASES DE SOLEMNIDADES PROPIAMENTE TALES.

Conforme a lo expuesto por Víctor Vial del Río, distinguimos:


● Solemnidades propiamente tales requeridas para la existencia del acto jurídico. Por
ejemplo, el contrato de promesa debe constar por escrito.
● Solemnidades propiamente tales requeridas para la validez del acto jurídico.
Verbigracia, la celebración del contrato de matrimonio requiere de dos testigos.

SANCIÓN.

Siguiendo el razonamiento de Vial del Río, la sanción para la omisión de estas dos especies
de formalidad es diferente. Si se omite una solemnidad propiamente tal exigida para la
existencia del acto jurídico, la sanción será, entonces, la inexistencia del mismo; en caso de
infringirse una solemnidad propiamente tal exigida para la validez del acto jurídico, el acto o
contrato adolecerá de nulidad absoluta.

FORMALIDADES HABILITANTES.

DEFINICIÓN DE FORMALIDADES HABILITANTES.


Requisitos externos exigidos por la ley, en atención a la calidad o estado de las personas
que ejecutan o celebran el acto o contrato. Se trata de ciertas condiciones que habilitan
tanto a los incapaces, como a determinadas personas para actuar en la vida jurídica.

CLASES DE FORMALIDADES HABILITANTES.

Las formalidades habilitantes varían según el incapaz o persona de que se trate. Sin
embargo, podemos distinguir tres clases, a saber:

AUTORIZACIÓN.

Es el permiso que confiere el representante legal de un relativamente incapaz o la autoridad


judicial para que dicho incapaz ejecute o celebre un acto jurídico. La autorización también
opera en casos en que no intervienen incapaces, por ejemplo, el artículo 1754 del Código
Civil, con respecto de la mujer casada en sociedad conyugal.

ASISTENCIA.

Es la concurrencia del representante legal, al acto que el relativamente incapaz celebra,


colocándose jurídicamente al lado de éste. Por ejemplo, el artículo 1721 del Código Civil,
respecto a las capitulaciones matrimoniales convenidas por el menor adulto con 16 años
cumplidos.

Página 46 de 82
HOMOLOGACIÓN.

Es la aprobación por la autoridad judicial de un acto ya celebrado, previo control de su


legitimidad. Sólo después de este control y la aprobación consiguiente, el acto adquiere
eficacia. Verbigracia, la aprobación por el juez de familia, en el caso de los acuerdos que se
adopten ante el mediador, conforme a lo ordenado por el artículo 111 de la Ley sobre
Tribunales de Familia.

SANCIÓN.

Conforme a lo señalado por el artículo 1682, inciso primero del Código Civil, la omisión de
las formalidades habilitantes produce, por regla general, la nulidad relativa.
Excepcionalmente, la sanción podría ser otra, así por ejemplo, la inoponibilidad, en dos de
los casos previstos en el artículo 1749, referido a la autorización que la mujer debe otorgar
al marido, para ciertos actos o contratos.

FORMALIDADES DE PRUEBA.

Están constituidas por diversas formas o requisitos externos que sirven como el principal
medio de prueba del acto. Si se omiten, la ley priva al acto de determinado medio de
prueba. Por ejemplo, los artículos 1708 y 1709 del Código Civil, que establecen en qué
casos el acto jurídico debe constar por escrito, so pena de no poder acreditarlo mediante la
prueba de testigos.
La omisión de las formalidades de prueba, no acarrea la nulidad del acto jurídico, sino que
restringe la forma de probarlo.

FORMALIDADES DE PUBLICIDAD.

DEFINICIÓN DE FORMALIDADES DE PUBLICIDAD.

Son los requisitos externos exigidos por la ley, para poner en conocimiento de los terceros
el otorgamiento o celebración de un acto o contrato, y, en algunos casos, para que el acto o
contrato sea eficaz ante terceros.

CLASES DE FORMALIDADES DE PUBLICIDAD.

● Formalidades de simple noticia. Tienen por objeto llevar a conocimiento de los


terceros en general, las relaciones jurídicas que puedan tener interés en conocer.
La falta de noticia tiene por sanción la responsabilidad de quien debió cumplir la
formalidad y no lo hizo; debe indemnizar a los que sufrieron un perjuicio a causa de
la infracción.
● Formalidades sustanciales. Tienen por objeto no sólo divulgar los actos jurídicos
sino también precaver a los llamados terceros interesados, que son los que están o
estarán en relaciones jurídicas con las partes. La falta de publicidad sustancial tiene
como sanción la ineficacia del acto jurídico respecto de terceros, o sea, la
imposibilidad.

ACTOS SOLEMNES POR DETERMINACIÓN DE LAS PARTES.

Las formalidades o solemnidades tienen como única fuente a la ley. Las partes, sin
embargo, pueden hacer solemne un acto que por exigencia de la ley no tiene tal naturaleza.
Verbigracia, el artículo 1921 del Código Civil, respecto del arrendamiento; y el artículo 1802,
respecto de la compraventa de cosas muebles, cuando se pactan que se harán por escrito.
Por lo demás, si las partes celebran el contrato sin cumplir con la formalidad
voluntariamente acordada, se entenderá que han renunciado tácitamente a la señalada
formalidad.

LA REPRESENTACION

Página 47 de 82
Art. 145.- El acto jurídico puede ser realizado mediante representante, salvo disposición
contraria de la ley.
La facultad de representación la otorga el interesado o la confiere la ley.

CONCEPTO.- Los actos jurídicos pueden ser realizados personalmente por el sujeto titular
del derecho subjetivo o por medio de otra persona que actúa en su nombre o bajo cualquier
otra forma.

Por la representación una persona (el representante) sustituye a otra (el representado o
principal o parte sustancial) en la celebración de un acto jurídico. El representante
manifiesta su voluntad por cuenta y en interés del representado. Con la representación se
amplían las posibilidades de obrar del representado, quien puede celebrar varios actos
jurídicos al mismo tiempo o sucesivamente en el mismo lugar o en lugares diferentes.

En general, la representación es la institución jurídica por la cual el representante realiza


uno o más actos jurídicos por cuenta y en interés del representado.

Se denomina representante a quien obra por otro; representado a aquél por quien se obra; y
acto representativo, al verificado por el representante con un tercero, con efectos directos o
indirectos para el representado.

El concepto de representación que hemos dado limitando su objeto a la realización de actos


jurídicos se adecua a nuestro ordenamiento jurídico. Sin embargo, la representación excede
ampliamente el ámbito jurídico para comprender también los denominados actos
meramente lícitos (ejemplo, tomar posesión de un bien) y los actos de Derecho Público,
como exigir judicialmente el cumplimiento de una obligación.

NATURALEZA JURÍDICA DE LA REPRESENTACIÓN.- En cuanto a la naturaleza jurídica


de la representación se discute sobre si es la voluntad del representado, o la del
representante, o la de ambos, la que interviene en la celebración del acto representativo
(realizado entre el representante y el tercero),

Nosotros, de acuerdo a la “teoría de la voluntad del representante acondicionada por el


representado”, propugnada por Hupka, podemos afirmar que la naturaleza jurídica de la
representación, es la manifestación de voluntad del representante pero condicionada por el
representado, en otras palabras, el poder otorgado por el representado es la condición y
límite de la voluntad del representante. El representante no puede excederse de los
alcances, condiciones y límites establecidos por el representado o por la ley.

En realidad, en la celebración del acto representativo, el representante manifiesta su propia


voluntad dentro de los límites establecidos por el representado o por la ley. Este es el
criterio seguido por nuestro Código, que establece que el acto es anulable por vicios en la
voluntad del representante, pero si el contenido del acto es total o previamente determinado
por el representado, el acto es solamente anulable por vicios en la voluntad de éste (Art.
163° el C.C).

CLASES DE REPRESENTACIÓN

1. Representación Legal
2. Representación voluntaria o convencional
3. Representación Directa
4. Representación Indirecta

Representación Legal.- En la representación legal, llamada también necesaria, el


representante es designado por la ley para que gestione los intereses de un incapaz. El
poder del representante legal se deriva de la ley. El representante legal tiene autonomía
para la gestión de los negocios del representado; su voluntad no depende de la voluntad del
representado. La representación legal es obligatoria (ejemplos: la patria potestad, la tutela,
la curatela).

Página 48 de 82
Con la representación legal, generalmente, se suple la falta de capacidad de obrar de una
persona o se provee al cuidado de los bienes que están faltos de titular o cuyo titular no está
en condiciones de asumir por sí mismo su gobierno.

Representación Voluntaria.- La representación voluntaria o convencional emana de la


voluntad del representado, es quien establece a su arbitrio las bases y límites de las
facultades que confiere al representante (acto unilateral). Este actúa por decisión del
interesado y en estricta dependencia de su voluntad. La voluntad del representante depende
de la voluntad del representado.

Representación Directa (Art. 160 del C.C.).- En la representación directa o representación


propiamente dicha, el representante (o apoderado) actúa por cuenta, en interés y en nombre
del representado (o poderdante), de tal forma que los efectos del acto realizado entre el
representante y el tercero (acto representativo) entran inmediatamente en la esfera jurídica
del representado.

El representante concluye el acto o negocio jurídico con el tercero, pero permanece ajeno a
la relación, es excluido al inicio de ella. A consecuencia de la directa y automática
vinculación entre representado y tercero, ya que el representante actúa en nombre del
representado, se denomina a este fenómeno representativo como representación directa.

En la esencia de la representación directa está el poder que nace de una relación que sirve
de causa eficiente (ley, contrato, resolución judicial, etc.). Al tercero que realiza el acto con
el representante sólo le interesa comprobar la existencia del poder, sin importarle la validez
o invalidez de la relación causal de la cual se deriva. - La representación directa puede ser
voluntaria o legal.

Representación Indirecta.- En la representación indirecta (denominada también impropia,


oculta o mediata), el representante actúa por cuenta y en interés del representado, pero en
nombre propio. Frente al tercero, el representante se presenta como parte directamente
interesada en la realización del acto jurídico, cerrándolo en su propio nombre. Los efectos
del acto que realiza con el tercero no entran inmediatamente en la esfera jurídica del
representado, sino que en ejecución del encargo deberá transferirlos mediante otro acto
jurídico, Se dan tres actos sucesivos: a) del representado con el representante, en cuanto
éste recibe el encargo de actuar por cuenta de aquél: b) del representante con el tercero,
acto al cual es ajeno el representado; y e) del representante con el representado por el cual
éste recibe de aquél lo que adquirió por su cuenta.

Resumiendo, en la representación directa el representante actúa por cuenta, en interés y en


nombre del representado, de modo que los efectos del acto que realiza se producen directa
e inmediatamente para el representado. En cambio, en la representación indirecta, el
representante actúa por cuenta y en interés del representado, pero en nombre propio,
cerrando el negocio en su propio nombre.

La representación sin poder

Art. 161.- El acto jurídico celebrado por el representante excediendo los límites de las
facultades que se le hubiere conferido, o violándolas, es ineficaz con relación al
representado, sin perjuicio de las responsabilidades que resulten frente a éste y a terceros.
El acto practicado por el representante excediéndose en sus facultades para las que está
autorizado, es en principio para el representado ineficaz, salvo caso de ratificación por el
representado. El representante que ha obrado sin poder o excediéndose de sus facultades,
responde frente a la otra parte, o sea en cuanto puede quedar obligado a ejecutar la
obligación o a responder por daños y perjuicios, a elección del tercero.

Ejemplo de representación excediéndose en las facultades: Isminio Panduro (representado)


otorga su representación (poder) a favor de Daniel Tovar (representante), para que venda el
primer y segundo piso de su casa, más no los aires, pero resulta que Tovar, excediéndose
en el poder, a más de vender los dos pisos de la casa, se compromete ante el comprador a
venderle los aires dentro de seis meses. En este caso, la venta no es nula, es válida, pero

Página 49 de 82
respecto al compromiso de venderle los aires, es ineficaz (sin valor) para el representado
(Panduro). Si con esa promesa ha ocasionado daños al comprador, Tovar tendrá que pagar
por daños y perjuicios.

Ejemplo de representación sin poder: Jorge Puerta, sabedor que su amigo Juan Arteaga
tiene deseos de vender su casa, atribuyéndose su representación y sin tener representación
(poder) para ello. suscribe un contrato de promesa de venta con Pol Sánchez. En este caso,
esa promesa es ineficaz (sin valor) para el representado Juan Arteaga.

SÉPTIMA SEMANA (21 al 26 de febrero de 2022)

I EVALUACION PARCIAL

II UNIDAD

OCTAVA SEMANA (28 de febrero al 05 de marzo de 2022)

EL PODER

El poder es una institución jurídica primordial del Derecho Civil peruano, por cuanto su
aplicación es ejercida de manera perfecta en una sociedad cada vez más dinamizada por su
crecimiento económico y con ello la constante escasez de tiempo de las personas naturales
y jurídicas. Por estas razones, se permite delegar o apoderar diversas actividades
personales, contractuales y procesales, lo cual implica un ahorro de tiempo y dinero,
generando el intercambio de relaciones civiles y contractuales fluidas y con estricto respeto
al principio de seguridad jurídica.

El Código Civil regula el poder general y especial, bajo las pautas del artículo 155, en el que
se expresa, de forma muy sencilla y concreta, el poder general, la limitación exclusiva de
cumplir con los diversos actos de administración y estableciendo que para ejercer
disposición de derechos patrimoniales, se requiere que el poder pueda ser elevado a
escritura pública, tal cual lo establece el artículo 156, el incumplimiento de tal formalidad ad
solemnitatem deviene en una causal de nulidad del acto jurídico, a su vez permaneciendo
indispensable, se cumpla con la debida diligencia de expresar de forma contundente y
desprovista de cualquier duda, sobre la identificación y condiciones bajo las cuales, el
apoderado podría disponer o gravar los bienes del poderdante (Vidal Ramos, 2017, pp. 183-
184).

El poder, según el artículo 157, prescribe una obligación personalísima o intuitu personae la
cual exige que el apoderado, debe cumplir de manera personal las facultades y/o
obligaciones precisadas en el poder, y que no se contempla posibilidad alguna, de que un
tercero pueda pretender ejercer los derechos del poderdante, salvo que exista en el poder
una cláusula de delegación de facultades y ejercicio simultáneo con coapoderados.

El artículo 167 exige de la autorización expresa para disponer, gravar, celebrar


transacciones, convenios arbitrales o cualquiera de otros actos jurídicos donde la ley exija
autorización literal, en un supuesto de incumplimiento se mantiene vigente la posibilidad de
interponer una acción de nulidad del acto jurídico ante la falta de apoderamiento especial.

La representación directa sin poder, es aquella donde el representante actúa sin previa
autorización por el representado o habiéndose excedido de los poderes recibidos de este.
[Reyes Samanamu, (2015) citando a Betti] señala que la representación sin poder se
produce cuando el representante no respeta los límites de los poderes otorgados, o se

Página 50 de 82
encuentra en conflicto de intereses con el representado o la actuación se dio cuando la
representación había finalizado (límite temporal), o se comporta como representante sin
haber sido nunca tal.

I. La representación

García Amigo (1979) expresa que “la función económico-social” que cumple la
representación es de una importancia vital en el tráfico jurídico moderno. Y que fue por esta
misma función y por su utilidad práctica que la representación terminó por imponerse.

1. El representado

El representado o dominus negotti fdueño del negocio) es el sujeto principal, dueño o titular
del derecho o interés que es gestionado por el representante; es la persona en quien han de
recaer, directa (si la representación es directa) o indirectamente (si la representación es
indirecta) los efectos del acto llevado a cabo por el representante. Se le denomina “dueño
del negocio o acto jurídico”. Es pues quien se beneficiaría de las diversas actividades
realizadas por el representante, el mismo que podría ser a título gratuito u oneroso.
Cualquier persona puede ser representada por otra en la realización de sus actos jurídicos,
salvo que exista prohibición expresa, por ejemplo, el testamento no puede ser otorgado
mediante representante. Los incapaces y los ausentes solamente pueden realizar actos
jurídicos mediante sus representantes, es decir, siempre son representados.

2. El representante

Es la persona que actúa por cuenta y en interés del representado; no ejerce un derecho
propio, sino un derecho que es del representado. El representante actúa siempre por cuenta
y en interés del representado, pero puede también actuar en interés propio, cuando los
efectos del negocio repercuten en el patrimonio del propio representante en virtud de una
relación interna entre él y él representado. Al representante que actúa en su propio interés
se le llama “procurador in rempropriam”.

3. El tercero

Es la persona con quien el representante celebra el acto jurídico que le ha encomendado el


representado.

Es necesario mencionar que se requiere el estricto ejercicio de la buena fe contractual a fin


de que el representado, el representante y el tercero, puedan celebrar diversos actos
jurídicos sujetos a derechos lícitos y desprovistos de cualquier vicio de nulidad y la
constante aplicación de la diligencia ordinaria requerida.

PLURALIDAD DE REPRESENTANTES

Es factible que una persona llamada representado pueda delegar facultades de


representación a varias personas representantes, aquí estaremos ante la figura de la
Pluralidad de representantes.

Bajo este orden de ideas, opera la regla en el sentido que los representantes ejercerán la
representación de manera separada o indistinta, buscando cada uno lo mejor para los
intereses de su representado, un salvo que por disposición de éste se haya establecido que
los representantes ejercerán la representación de manera conjunta, donde todos ellos
deberán confluir como una sola voluntad para representar el principal.

La pluralidad de representantes puede darse a través de dos formas o clases:

a) Representación sucesiva

Aquí el factor tiempo asume un papel preponderante, ya que existiendo varios


representantes, estos se irán turnando de manera continuada en el ejercicio de la gestión

Página 51 de 82
representativa, tal como ha dispuesto el representado. Así por ejemplo, el representado “X”
puede designar a sus representantes “A”, “B” y “C”, conviniendo en que el primero lo
representará durante el mes de enero de 2015 y el último durante el mes de Marzo del
mismo año. Como se podrá apreciar, estamos frente a varios representantes, los mismos
que asumen la representación de manera sucesiva o continuada.

b) Representación distributiva o independiente

En esta forma de representación, el representado delega o encomienda determinadas


facultades de representación a otras personas llamadas representantes, de manera
separada, donde cada uno de ellos deberá desenvolver la representación dentro de los
límites fijados por aquel. A manera de ejemplo, podríamos señalar cuando el representado
“X” designa como representantes a las personas de “A”, “B” y “C”, otorgando al primero
poder para administrar sus bienes, al segundo un poder para disponer sus bienes y, al
tercero un poder para litigar en su nombre en procesos judiciales. Del ejemplo propuesto se
denota muy claramente como la representación es distributiva, según el criterio del
representado, a otros tantos representantes.

Pues bien, la pluralidad de representantes está recogida legislativamente en el artículo 147º


del C.C. que señala textualmente: "Cuando son varios los representantes se presume que lo
son indistintamente, salvo que expresamente se establezca que actuarán conjunta o
sucesivamente o que estén específicamente designados para practicar actos diferentes "

NOVENA SEMANA (07 al 12 de marzo de 2022)

● REVOCACIÓN DEL PODER


● REVOCACIÓN Y RENUNCIA DEL PODER.

REVOCACIÓN DEL PODER

El artículo 149 de nuestro Código Civil prescribe que el poder puede ser revocado en
cualquier momento. La palabra revocación viene del latín revocatio que quiere decir nuevo
llamamiento, dejar sin efecto una decisión. La revocación del apoderamiento es un acto
jurídico unilateral y recepticio. El poderdante puede retirar los poderes, basado en la
necesidad de ejercer personalmente su potestad, o por haber perdido la confianza en el
representante (Romero Montes, 2003, p. 132).
La revocación es un acto jurídico por el cual se extingue un acto unilateral mediante la
declaración de voluntad del propio autor de dicho acto. También puede haber revocación de
contratos que son actos bilaterales, por una de las partes contratantes, en determinados
supuestos contemplados por la ley (Ibáñez, 2018, p. 37).
Por la revocación, a sola voluntad unilateral y recepticia del representando se extingue el
poder, salvo el pacto de irrevocabilidad. El representado puede revocar el poder en
cualquier momento a su arbitrio, sin necesidad de dar explicación sobre su decisión. La ley
le confiere este derecho en resguardo de sus intereses. La revocación puede ser hecha aun
cuando la representación sea remunerada. En este caso, si el representante ya había dado
comienzo a la gestión, el representando deberá pagar los honorarios proporcionalmente a
los servicios prestados (Torres Vásquez, 2001, p. 222).
La revocación es un modo de extinción de los actos jurídicos unilaterales, y en algunos
casos de contratos, en cuya virtud el autor de la declaración de la voluntad, en los actos
unilaterales, o una de las partes, en los contratos “retrae su voluntad dejando sin efecto el
contenido del acto o la transmisión de algún derecho” (Torres Vásquez, 2001, p. 38).
La revocación se fundamenta:

1. En que el representado es el dominus negotii (dueño del negocio); de él es el interés en


la gestión, de allí que el poder no puede ejercerse en contra de su voluntad. Si ya no tiene

Página 52 de 82
interés en la realización del acto para el cual designó un representante, pone fin a la
representación revocando el poder (Torres Vásquez, 2001, pp. 356- 357).

Es por ello que la revocación, como sostiene Vidal Ramírez, es ad nutum, depende de la
simple voluntad del representado. Pero además es recepticio, por cuanto sus efectos recaen
en el representante y terceros que tengan interés en la relación representativa (p. 236).

2. En la confianza que se encuentra en la base del poder. El representado al otorgar el


poder ha confiado en una determinada persona con base en su amistad, a su calidad moral,
profesional, etc., por lo tanto, en cualquier momento puede retirarle la confianza revocando
el poder.

3. En la relación intuito personas (personalísima) que genera el poder. La revocación es un


derecho ad nutum del representado, que puede ejercitarlo en cualquier momento sin
expresión de causa. Tiene efectos para el futuro (ex nunc), interés en la gestión, de allí que
el poder no puede ejercerse en contra de su voluntad. Si ya no tiene interés en la realización
del acto para el cual designó un representante, pone fin a la representación revocando el
poder.

Otro aspecto que podrá representar la culminación del poder, se manifiesta en la extinción
del poder por renuncia.

Al respecto, Rivas Caso (2017) establece: “en cuanto a la renuncia al poder, en el civil law la
doctrina considera a la misma como un supuesto de extinción de poder. Esta extinción se da
a través de un acto unilateral y recepticio. Todo ello se fundamenta en que la ruptura de la
relación de confianza entre representante y representado es suficiente para que aquel
pueda extinguir el poder a través de su renuncia” (p. 222).

Irrevocabilidad del poder

El artículo 153 del Código Civil peruano prescribe que: “El poder es irrevocable siempre que
se estipule para un acto especial o por tiempo limitado o cuando es otorgado en interés
común del representado y del representante o de un tercero. El plazo del poder irrevocable
no puede ser mayor de un año”. La norma no registra antecedente en el Código Civil de
1936 y se inspira en la propuesta de Carlos Cárdenas Quirós a la Comisión Revisora.

Si el acto representativo interesa conjuntamente al representante y al representado, o a este


último y a un tercero, el representado no podrá revocar el poder a su arbitrio. El poder
irrevocable solamente podrá dejarse sin efecto por mutuo acuerdo (consentimiento). El
dominus debe abstenerse de realizar él mismo o mediante un nuevo representante el acto
para el cual otorgó poder y si lo hace será responsable por los daños irrogados al
representante o a los terceros interesados (Torres Vásquez, 2001, p. 361).

Así pues, “(…) por ser este interés común al del representante o al de un tercero, en cuya
atención se le otorgó al representante, la revocación del poder irrevocable somete al
poderdante a la indemnización de daños y perjuicios conforme a las reglas de la inejecución
de las obligaciones (artículo 1321) (Vidal Ramírez, p. 282). De lo antes mencionado hay
algo que me parece inexplicable, al asegurar que no obstante un poder sea irrevocable, el
representado puede revocarlo en cualquier momento (solo estará obligado a responder por
los daños y perjuicios si la revocación del poder se los infiere al representante). De esto se
puede inferir que el otorgamiento del poder irrevocable esta demás en nuestro
ordenamiento jurídico, pues siempre será revocable, puede haber algo más ilógico.

La regla es la irrevocabilidad de los contratos, por lo que el derecho de revocar es de


carácter excepcional y opera únicamente en los casos expresamente contemplados por la
ley. En los supuestos que se prevé legalmente la posibilidad de revocación del contrato, se
plantea la cuestión de la validez del pacto de irrevocabilidad que puedan convernir las
partes.

Página 53 de 82
En este aspecto Gonzales Loli (2005) expresa que solamente “en el interés de alguien
distinto al representado se puede justificar la irrevocabilidad del poder, siendo más bien que
no tiene sentido lógico alguno sustentarla en la especialidad del acto o en la temporalidad
limitada de apoderamiento”.

Por su parte, el profesor Morales Hervias responde a la siguiente interrogante: “Entonces,


¿El artículo 153 del Código Civil regula la irrevocabilidad del poder? La respuesta es
negativa. Sustancialmente, la regulación de la norma corresponde al impedimento de
ejercer el derecho de desistimiento del mandante en el marco de un contrato de mandato
con representación a fin de proteger al mandatario o a los terceros. El contrato de mandato,
que produce la relación jurídica subyacente, es el fundamento del llamado “poder
irrevocable”. El contrato de mandato confiere un “poder” al mandante a diferencia del
negocio de apoderamiento que otorga un poder al representado de carácter totalmente
revocable. Correctamente es apropiado denominar “impedimento del ejercicio del derecho
de desistimiento” en lugar de “poder irrevocable” en el marco de un contrato de mandato
con representación”.

Resolución contractual sin poder

Por razones de confidencialidad, reservaremos los nombres de las partes litigantes. Una
universidad privada celebró un contrato de obra con el objeto de que el contratista se
encargue de la elaboración del expediente técnico y la construcción de una edificación de
cinco pisos del pabellón de la Facultad de Enfermería. La universidad desembolso el 80 %
de la contraprestación o pago de partidas, mientras que el contratista efectuó un avance de
la obra al 18 % de su calendario.
La universidad, con diligencia, cumplió con expresar las observaciones a los avances de la
obra y anotar el cuaderno de obra, con lo cual habría justificado las causales de resolución
de contrato por defectos, retrasos y acumulación de penalidades. El consejo
universitario autorizó al rector a fin de que pueda emitir y formalizar la carta de resolución de
contrato a la contratista, tal como estipulara el procedimiento de resolución de contrato
establecido en el contrato de obra.

La universidad, vía conducto notarial, notificó con la carta de resolución de contrato a la


contratista, expresando como causales diversos incumplimientos y acumulación de
penalidades, esta resolución es suscrita por el asesor legal de la universidad.

La universidad interpone una demanda judicial por resolución de contrato, la que mantiene
como sustento el retraso, defectos y acumulación de penalidades, el comitente contesta la
demanda indicando la no existencia de tales incumplimientos, sin perjuicio de no haber
cumplido con el objeto del contrato, manifiesta como defensa de forma, que la universidad
no cumplió con el procedimiento de resolución de contrato, por cuanto las facultades
especiales resolutorias correspondían al rector o salvo delegación expresa mediante poder
especial y delegación del consejo universitario, ratificando en su defensa que la resolución
del contrato de obra fuera efectuada por una persona o funcionario sin facultades
resolutorias contractuales.

RENUNCIAR A UN PODER

El poder es un negocio jurídico por virtud del cual una persona (el poderdante) concede a
otra persona (el apoderado) la facultad de representarle en determinados contratos y
negocios jurídicos de tal manera que los efectos de dichos contratos se produzcan el en
patrimonio del poderdante como si fuera él mismo quien hubiera estado presente.
Se dice que el poder es un instrumento de representación unilateral puesto que no necesita
ser aceptado por el apoderado, más bien, el apoderado lo ejerce y, de esta manera, acepta
tácitamente el encargo de representación. Por esta misma razón, en principio, no parece
necesario que el apoderado renuncie a un poder que no ha aceptado expresamente:
bastaría con que no lo ejerciera para manifestar que no desea ser apoderado del
poderdante.

Página 54 de 82
Pero también existen supuestos en los que puede ser necesario manifestar públicamente
que no se acepta el encargo de representación o que el poder que se ejerció por un tiempo
ahora ya no se ejerce. Para tales supuestos es posible que el apoderado realice una
declaración de voluntad de signo contrario a la que realizó el poderdante en su día y que la
anule. Es decir, una declaración expresa de renuncia a un determinado poder.

La renuncia del poder es un acto voluntario del apoderado que tiene un destinatario principal
y otros secundarios. El destinatario principal es el poderdante puesto que le hace sabedor
de que el poder que le concedió en su día no lo acepta ni lo quiere ejercer. Los destinatarios
secundarios o indirectos son todos los demás interesados en el ejercicio de ese poder que
se renuncia (terceros contratantes, clientes, familiares, encargados de negocios,
representantes de entidades de crédito, etc.) respecto de los cuales se anula la posible
apariencia de representación que otorgaba el poder conferido.

SUSTITUCIÓN DE LA REPRESENTACIÓN.

QUÉ ES LA SUSTITUCIÓN DEL REPRESENTADO?

La representación debe ser ejercida de forma personal por el representante, debido a que
es el representando quien ha delegado facultades de representación teniendo en
consideración muchos aspectos. No obstante, puede darse que el caso que el representado
o principal decida que tales facultades puedan ser transmitidas por su representante a un
tercero, quien se convertirá en el sustituto.

En consecuencia, la sustitución será aquella figura jurídica donde el representante, previa


autorización de su representado, ceda las facultades de representación que ostenta a otra
persona, quien se convertirá en sustituto.

EFECTOS DE LA GESTIÓN REALIZADA POR EL SUSTITUTO


La norma prevé dos situaciones respecto a la gestión que pueda realizar el sustituto,
especialmente en lo que concierne a los efectos del ejercicio de la representación que
pueda realizar este último. Así tenemos:

PRIMER SUSTITUTO
El representante designa al sustituto en la persona que previamente le indicó el
representado. En el caso de que el mencionado sustituto realice una irregular o mala
gestión representativa inejecutando obligaciones propias nacidas de la representación, los
eventuales daños ocasionados al representado no serán de responsabilidad del
representante.

SEGUNDO SUSTITUTO
El representante autoriza al representado para que pueda designar a un sustituto y, a su
vez, le otorga las facultades para designar a tal sustituto en la persona que crea
conveniente. En el caso de que este último realice una gestión irregular o anómala, los
daños y perjuicios que pudiera ocasionar al representado, será de responsabilidad tanto del
representante así como del sustituto, siendo esta responsabilidad de carácter
mancomunado.

En este aspecto se debe precisar que la responsabilidad de ambos no puede ser solidaria,
por cuanto, a tenor de lo prescrito en el artículo 1183° del Código Civil, la responsabilidad
solidaria solo puede considerarse como tal en el caso de que la norma así lo señale o el
convenio de las partes así lo determinen y, si nosotros revisamos el tenor del artículo 158°
del mencionado código sustantivo, se colige que tal responsabilidad será solidaria.

No esta demás precisar que el artículo 1183° establece textualmente: “La solidaridad no se


presume. Solo la ley o el título de la obligación la establecen en forma expresa”.
LA GESTIÓN REPRESENTATIVA

Página 55 de 82
Tal como se ha mencionado, los supuestos antes descritos, respecto a las
responsabilidades de la gestión representativa del sustituto, se encuentra regulados en el
artículo 158° del Código Civil, que a la letra señala lo siguiente:
“El representante queda exento de toda responsabilidad cuando hace la sustitución en la
persona que se le designo. Si no se señaló en el acto la persona del sustituto, pero se
concedió al representante la facultad de nombrarlo, éste es responsable cuando incurre en
culpa inexcusable en la elección. El representante responde de las instituciones que imparte
al sustituto. El representado puede accionar directamente contra el sustituto”.

DECIMA SEMANA (14 al 19 de marzo de 2022)

INTERPRETACIÓN DEL ACTO JURIDICO

De acuerdo a nuestra realidad jurídica, nuestro Acto Jurídico tiene las siguientes formas de
interpretación que a continuación presentamos.

1. Interpretación Literal

Artículo 168.- El acto jurídico debe ser interpretado de acuerdo con lo que se hay expresado
en él y según los principios de la buena fe. Según Torres Vásquez (2016: 168-170) este
artículo contiene dos reglas de interpretación de los actos jurídicos: la interpretación literal y
la interpretación de la buena fe de las partes.

1.1. Interpretación literal

El método (o estilo hermenéutico más antiguo es el literal o gramatical o filológico, debido a


que la primera actitud del intérprete fue la de abstenerse a las palabras orales o del texto
escrito de la norma. Este fue el método propio de los glosadores a que recurrieron a la
sinonimia y a la etimología de las palabras. El acto jurídico como norma particular que es,
constituye una realidad morfológica y sintáctica que el intérprete debe analizar desde el
punto de vista gramatical o literal para captar su significación y alcance. Si luego de ser
interpretado resulta que los términos utilizados son claros en cuanto revelan sin lugar a
dudas la voluntad real del agente, se estará en el sentido literal de las estipulaciones; las
expresiones que traducen inequívocamente la voluntad el agente no pueden ser rechazadas
por el intérprete. La averiguación del sentido literal de la declaración es el punto de partida
de toda interpretación y, en caso de que 12 la desinteligencia sobre el sentido del acto
subsista, determina el marco dentro del cual deben operar los otros criterios.

1.2. Interpretación de buena fe

En una primera acepción, la buena fe es entendida como un principio general informador de


todo el ordenamiento jurídico. Este se edifica, se funda, sobre la base de los principios
generales del Derecho, entre ellos la buena fe. Como principio general, la buena fe es la
aplicación particular de otro principio más general “alterum no laedere” al cual está
vinculado. Los principios generales entre ellos la buena fe, fundamentan o sustentan todo el
ordenamiento jurídico. En una segunda acepción la buena es un principio general de
integración del ordenamiento jurídico. A falta de ley o de costumbre, los vacíos (lagunas)
que presenta el ordenamiento jurídico se integran con los principios generales, entre los que
figura la buena fe. En una tercera acepción, que es la que interesa a esa investigación, la
buena fe constituye una regla de interpretación del acto jurídico. Los actos jurídicos se
negocian, celebran, interpretarse y ejecutar “según el principio de la buena fe”.

2. Interpretación sistemática Artículo 169

Las cláusulas de los actos jurídicos se interpretan las unas por medio de las otras,
atribuyéndose a las dudosas el sentido que resulte del conjunto de todas. La interpretación
sistemática (o consensual o interdependiente) parte del hecho de que el acto jurídico es un
todo integral, una unidad indivisible, hallándose sus estipulaciones concatenadas las unas

Página 56 de 82
con las otras, cuya 13 significación es una, La interpretación de una cláusula aislada, puede
dar como resultado una significación contraria a la voluntad real de las partes, lo que no
sucedería si dicha cláusula es interpretada a la luz de toda la reglamentación del acto. La
norma del artículo 169 tiene su origen en la sexta regla de interpretación de Pothier que
expresa: “Una cláusula debe ser interpretada por las otras cláusulas contenidas en el acto,
sea que éstas la precedan o la sigan”… El acto jurídico no es una suma de estipulaciones o
cláusulas, estas no están yuxtapuestas sin ninguna interrelación, sino, como se desprende
del art. 169, constituyen un todo coherente y orgánico, no son contradictorias sino
interdependientes, por lo que han de interpretarse las unas por medio de las otras,
atribuyendo a cada una el sentido que resulte del conjunto. Por eso las estipulaciones
dudosas, equívocas o ambiguas se interpretan atribuyéndoles el sentido que resulte del
conjunto de todas, o lo que es lo mismo, las expresiones dudosas se interpretan por medio
de los términos claros y precisos, de tal modo que el sentido atribuido corresponde al
contexto general del acto. Si en el acto jurídico existieran estipulaciones contradictorias,
mediante la interpretación habrá que armonizarlas, si ello no fuera posible y la cláusula
contradictoria es accesoria o separable habrá que sacrificarla para mantener la vigencia del
acto jurídico (principio de la conservación).

3. Interpretación finalista Artículo 170.

Las expresiones que tengan varios sentidos deben entenderse en el más adecuado a la
naturaleza y al objeto del acto. Este artículo 170 de nuestro Código Civil Peruano, se
inspira en la tercera regla de interpretación de Pothier que establece: “Cuando en un
contrato los términos son susceptibles de dos sentidos, se los debe entender en el sentido
que más conviene a la naturaleza del contrato”… Los sujetos realizan actos jurídicos para
que produzcan efectos y no para que no los produzcan. En otros términos la finalidad que
persiguen con la realización del acto jurídico que es la obtención de algún resultado
práctico, algún fin económico o social, el mismo que cuando es perseguido por dos o más
partes (acto jurídico bilateral o plurilateral) es necesaria la recíproca lealtad entre ellas para
alcanzarla.

FUNCION Y PRINCIPIOS DE LA INTERPRETACION

CLASES DE INTERPRETACION

Clases de interpretación del Acto jurídico

Página 57 de 82
Autentica: o convencional, es la realizada por las mismas partes mediante un acto jurídico
sucesivo de fijación del significado del acto que han celebrado con anterioridad. Los actos
bilaterales y plurilaterales son interpretados auténticamente con la manifestación de
voluntad de todos los que son partes en ellos. La interpretación auténtica de los actos
jurídicos unilaterales es realizada mediante la manifestación unilateral de otorgante.

La interpretación auténtica de los actos de autonomía privada es realizada mediante otro


acto de autonomía privada, por lo que el intérprete puede separarse de los criterios
hermenéuticos legales, lo que no está permitido a los magistrados y a los terceros.

Judicial: es realizado por los magistrados y arbitro de derecho, quienes en última instancia
deben fijar el contenido, sentido y alcance del acto jurídico con estricta sujeción a los
criterios interpretativos legales, con el fin de resolver el conflicto de intereses sometido a su
decisión. La interpretación judicial es vinculatoria para las parte y par los terceros que
tengan intereses derivados del acto interpretado.
Interpretación doctrinal: es la realizada por terceros como una función de asesoramiento. No
tiene carácter vinculatorio para las partes ni para el intérprete, aunque si puede tener
influencia moral sobre terceros, especialmente sobre los magistrados.

CLASES DE INTERPRETACIÓN

La doctrina recoge que la interpretación tiene varias clases, dentro de las cuales (las más
importantes) sobre interpretación auténtica, judicial, arbitral y doctrinaria (o doctrinal).

A) Interpretación Auténtica

Es aquella realizada por los mismos celebrantes del acto jurídico, donde, frente a la
ambigüedad o poca claridad de alguna de las partes conformantes del mismo, procede a
realizar la interpretación y, de llegar a desentrañar el verdadero sentido o alcance, será
plasmado en un documento posterior que vendrá a ser el acto interpretativo y pasan a
formar parte del acto jurídico que se está interpretando.

B) Interpretación Judicial

En este caso, cuando no hay acuerdo para que las partes realicen la interpretación, o
existiendo no se llega a ninguna solución respecto a la interpretación, es factible que se
recurra al poder judicial, pues será el órgano jurisdiccional el que interprete el acto jurídico
que resulta ser poco claro. La interpretación que se realice será plasmada en la sentencia
que dicte el respectivo juez. Estando frente a una resolución judicial, el caso de ser firme o
que constituya una cosa juzgada, será vinculante esta determinación para los celebrantes
del acto jurídico o cualquier tercero que tenga interés respecto al mismo.

C) Interpretación Arbitral

Es aquella realizada por el árbitro, ante quien se somete el acto jurídico que resulta ser poco
claro, confuso o ambiguo para su interpretación pertinente. El documento que contenga el
acto interpretativo vendrá a ser el laudo arbitral, el que por cierto es vincula

D) Interpretación Doctrinal o Doctrinaria

Aquí se recurre ante un especialista o institución versada en materia jurídica, en especial


conocedores de acto jurídico, con la finalidad de que, en base a sus nociones
pormenorizadas en estos temas, procedan a encontrar el verdadero sentido o alcance de lo
que resulta poco claro o ambiguo. Es interpretación podrá ser ilustrativa o referencial y, de
ser el caso, servirá para efectos de que en su momento oportuno el juez o el árbitro, o las
partes tengan a bien considerarlo.

MÉTODOS DE INTERPRETACIÓN

Página 58 de 82
A tenor de lo prescrito en el Código Civil peruano, tenemos los siguientes métodos de
interpretación que sirven para desentrañar el verdadero sentido, alcance de algo oscuro o
ambigüedad que resulta en el acto jurídico:

A) Método Sistemático o Interdependiente


Establece que para interpretar los actos jurídicos, se debe apreciar a éstos de manera
integral, tratando de preservar su unidad como acto jurídico existente, donde si bien es
cierto pueden existir algunas partes conformantes dudosas, ambiguas o poco claras, el
intérprete deberá realizar su labor de hermenéutica mediante un juego o método
combinatorio relacionando una cláusula con otra, donde a aquellas que resultan dudosas o
confusas se les debe atribuir el significado, comprensión o sentido que resulte de las demás
cláusulas o partes integrantes.
El método señalado se encuentra regulado en el artículo 169º C.C. que a la letra señala lo
siguiente: "Las cláusulas de los actos jurídicos se interpretan las urnas por medio de las
otras, atribuyéndose a las dudosas el sentido que resulta del conjunto de todas".
En este punto debemos precisar que un sector de la doctrina señala que existe defecto de
redacción del artículo antes citado, por cuanto consideran que al utilizar la palabra
"cláusula" se convierte en una norma de carácter restrictivo ya que en esencia, sólo
comprendería a los contratos y, no a la generalidad de actos jurídicos a los cuales sería
aplicable.

B) Método Teológico o Finalista


Este método, en esencia, busca viabilizar, precisar o determinar las dudas que pudiesen
surgir de la utilización de un lenguaje impropio usado al momento de la celebración y
consumación del acto jurídico, que se preste a confusión, donde el interpretación
precisamente de encontrar el verdadero sentido o alcance. Ahora bien, cuando el artículo
170º C.C. (que recoge el método comentado) señala que las expresiones deben entenderse
al sentido más adecuado a la "naturaleza" del acto. Este método interpretación propenderá
establecer la clase, especie o variedad de acto jurídico que se ha celebrado, lo que un
sector de la doctrina señala como "especie negociada".

Asimismo, la doctrina recoge otro defecto de redacción en el mencionado artículo 170º C.C.
cuando señala "al objeto del acto", ese nombre resulta impropio para el contexto de la
interpretación teológica o finalista ya que no se refiere al aspecto material que se encuentra
en duda, sino propiamente "a la finalidad del acto", palabra que debió ser redactada en ese
sentido, entendiéndose como tal a la finalidad objetiva; es decir, lo que se pretendió con la
celebración del acto jurídico.

CARÁCTER DE LAS NORMAS DE INTERPRETACIÓN

Consiste en determinar si las normas contenidas en el Código Sustantivo son potestativas o


imperativas, para que puedan ser asumidas o no por el intérprete al momento de realizar la
labor de hermenéutica. Al respecto, existen dos corrientes en la doctrina:

1) Corriente Francesa
Según esta corriente doctrinaria, las normas interpretación son meras pautas,
recomendaciones, parámetros, sugerencias, donde el intérprete tiene la potestad o libertad
de acatar las uno, quedando a su criterio si las adopta para interpretar el acto jurídico
sometido a su consideración.

2) Corriente Alemana, Italiana y Española


Estas posiciones doctrinarias son firmes en cuanto sus determinación, estableciendo que
las normas de interpretación existentes en el Código Sustantivo son imperativas,
obligatorias, preceptivas y necesarias, donde el intérprete, para realizar su labor de
hermenéutica, deberá tenerlas en consideración de manera rigurosa.

Ahora bien, con relación a la posición doctrinaria que se acoge nuestra legislación civil,
debemos precisar que opta por la corriente alemana, italiana y española, por cuanto
estando al tenor de lo dispuesto en los artículos 168º, 169º y 170º del Código Civil, dentro
de su redacción y contexto se coligen que son obligatorias y, deben ser tomadas en

Página 59 de 82
consideración por el intérprete al momento de desentrañar lo oscuro o ambiguo que lleva
consigo el acto jurídico.

NORMAS DE INTERPRETACIÓN CONTENIDAS EN EL CÓDIGO CIVIL

El Código Civil peruano, en su contexto legal contiene dispersas las normas de


interpretación que vienen a ser las siguientes:

· Artículo 168º C.C. (principio general de interpretación).


· Artículo 169ºC.C. (método de interpretación sistemático o interdependiente).
· Articuló 170º C.C. (método de interpretación finalista o teleológico).
· Artículo 690º C.C. (carácter personal y voluntario del acto testamentario).
· Artículo 1361º C.C. (fuerza vinculatoria del contrato)
· Artículo 1362º C.C. (buena fe y común intención de las partes en el contrato).
· Artículo 1401º C.C. (interpretación contra el estipulante).
· Artículo 1351º C.C. (normas para la calificación del contrato).

INTERPRETACIÓN, CALIFICACIÓN E INTEGRACIÓN DEL ACTO JURÍDICO

a) Interpretación

Tal como se ha señalado, es una labor de hermenéutica destinada a encontrar el verdadero


sentido hubo alcance de la manifestación de voluntad, contenida en determinada cláusula o
parte del acto jurídico, que resulta ambiguo o poco claro. Es primordialmente una cuestión
de hecho, debido a que se circunscribe al contexto en que fue celebrado el acto jurídico y,
se interpretan tomando como marco de referencia ello.

b) Calificación

La calificación del acto jurídico tiene como finalidad determinar el nombre o calificativo que
le debe corresponder y, con ello permitir que normas jurídicas les serán de aplicación para
su regulación. Es todo un proceso el que comprende la calificación, por cuanto una vez
establecido el sentido o alcance del acto, mediante la interpretación, se procede a fijar a
este acto dentro de determinada especie negociada (llámese por ejemplo, compra-venta,
mutuo, arrendamiento, comodato, etc.) para prevenir qué normas le serán de aplicación.

Debe tenerse presente que el acto jurídico no necesariamente corresponde al nombre que
las partes puedan otorgarle, sino será aquel que por su esencia y contenido esté regulado
con determinado nomen juris por el ordenamiento legal, donde incluso puede constituirse en
un acto innominado. Muchas veces por ignorancia o desconocimiento, las personas le
atribuyen al determinado acto un nombre; sin embargo, de no corresponder este a su
verdadera esencia, es posible enmendar el defecto anotado mediante la calificación,
otorgando la correcta especie negocial que corresponde dicho acto.

c) Integración

Si partimos del supuesto que mediante la interpretación se encuentra el verdadero sentido o


alcance de la manifestación de voluntad que resulta ambigua o poco clara, con la
integración se llenan todos los eventuales vacíos que pudiera llevar consigo el acto jurídico,
encargándose de esta función el ordenamiento legal y, en este caso vendrá a ser el Código
Civil. Así por ejemplo, si “A” vende su casa a “B” y, en la minuta (contrato de compraventa)
omite señalar lo concerniente al saneamiento por evicción, en este caso, vía integración,
será el Código Civil el que asuma dicha función integradora mediante el artículo 1484º y
siguientes.

DECIMO PRIMERA SEMANA (21 a 26 de marzo de 2022)

Página 60 de 82
MODALIDADES DEL ACTO JURIDICO

CONCEPTO DE MODALIDADES DEL ACTO JURÍDICO.- Las modalidades del acto


jurídico son ciertos elementos accidentales que modifican los efectos normales del acto, ya
tornando incierta la existencia de dichos efectos (condición), ya limitando en el tiempo esos
efectos (plazo), ya limitando la ventaja económica del beneficiario de un acto de liberalidad
(cargo).

Se les denomina accidentales porque pueden existir o no; su existencia depende de que las
partes, sin estar obligadas, los hayan añadido al acto jurídico. Se les denomina también
«autolimitaciones de la voluntad» por cuanto las partes al adicionar estos elementos al acto
que celebran, restringen los efectos que en otro caso tendría su voluntad. También se les
conoce como «elementos accesorios». La condición y el plazo son accidentales o
accesorios en cuanto son extraños a la estructura del acto, pero una vez que las partes, en
ejercicio de su autonomía privada, lo añaden al acto que celebran, dejan de ser extraños,
para devenir en elementos que tienen una importancia análoga a la de los elementos
esenciales (requisitos de validez), puesto que de ellos se hace depender la eficacia del acto,
es decir, son requisitos de eficacia del acto. Por ejemplo, compro un automóvil usado a
condición de que supere la inspección técnica; si no supera la inspección técnica, podré
entender legítimamente que la compraventa no me vincula. No sucede lo mismo con el
modo o cargo que una vez incorporado en el acto no pierde su naturaleza de accesorio; no
es requisito de eficacia del acto.

Como se tiene dicho, las modalidades del acto jurídico son tres: Condición, Plazo y Cargo o
Modo.

LA CONDICIÓN.

DEFINICIÓN.- La condición es el evento futuro e incierto (natural o humano), establecido


arbitrariamente por la voluntad del agente, de cuya verificación se hace depender el
surgimiento (condición suspensiva) o la cesación (condición resolutoria) de la eficacia de un
acto jurídico, o de una o algunas de sus cláusulas o estipulaciones.

Cuando el propio acto jurídico dispone que sus efectos (o alguno de ellos) se produzcan o
extingan con la verificación de un evento futuro e incierto, se dice que es «condicional» o
«bajo condición», o «condicionado», o «subordinado».

Al evento en que consiste la condición, se le llama hecho «condicionante». Puede consistir


en un suceso natural (si no hay sequía te presto mil para que coseches tu fundo) o humano
(Te arriendo mi casa por el plazo de un año, pero si antes del año viajas a Europa me la
devuelves). Que la condición es «establecida arbitrariamente por el agente» quiere decir
que el agente, en ejercicio de su autonomía privada (libertad), sin estar obligado y sin que
este evento sea necesario para que el acto cumpla con su función económica y social, lo
incluye como parte integrante del contenido del acto. De la «verificación» («cumplimiento» o
«realización») del acontecimiento puesto como condición se hace depender la eficacia o
ineficacia del acto.

EL PLAZO

Mediante el acto jurídico se crean, modifican o extinguen relaciones jurídicas. La relación


jurídica como vínculo entre dos o más personas se encuentra sometida a la ley del tiempo.
Las relaciones jurídicas pueden hallarse dirigidas a una mayor o menor permanencia, ser su
finalidad producir cambios en una determinada situación, como ocurre con las relaciones
obligatorias, o, por el contrario, encaminarse a asegurar vínculos dotados de estabilidad
mayor o menor, como ocurre con las relaciones de Derecho de familia o con las relaciones
reales; pero, en definitiva, todas ellas nacen y mueren en un acontecer temporal, ya que son
esencialmente fenómenos históricos.

Página 61 de 82
En el acto jurídico hay que distinguir el momento de su constitución (o perfeccionamiento, o
conclusión, o formación) del momento de ejecución (o cumplimiento o extinción) de los
efectos que de él se derivan. El tiempo puede cumplir la función de determinar la sede
temporal del acto o puede desempeñar una función de medida.

CONCEPTO.- El plazo o término, indica el momento desde el cual se inicia o finaliza la


eficacia del acto jurídico.

El plazo como modalidad es el evento futuro y cierto de cuyo acaecimiento se hace


depender el nacimiento, la exigibilidad o la finalización de los efectos del acto jurídico.

El acto jurídico a plazo es aquel en que la voluntad de las partes quiere que los efectos no
se produzcan o no sean exigibles sino desde o hasta que llegue un acontecimiento futuro y
cierto por ellas fijado.

Se denomina término a los extremos (inicial o final) del plazo. El término es el momento (o
fecha) en que comienzan o concluyen los efectos del acto. El plazo es el lapso, y el término
el momento inicial y el momento final de ese espacio de tiempo. Sin embargo, en la doctrina
predominante, las palabras plazo y término se usan como sinónimas.

CLASES DE PLAZO:

a) Determinado cuando se conoce con certeza el momento en que acontecerá. Puede


ser, a su vez:
a.1.) Cierto: cuando se conoce la realización del hecho y el momento en que
sucederá, e
a.2.) Incierto: cuando se sabe que llegará pero no se sabe cuándo.
b) Indeterminado: cuando no se conoce de antemano el momento.
c) Expreso: cuando queda establecido concretamente.
d) Tácito: cuando surge implícitamente de la naturaleza del acto.
e) Legal: cuando lo fija la ley.
f) Judicial: cuando lo establece una resolución judicial.
g) Voluntario: cuando las partes contratantes lo señalan.

COMPUTO DEL PLAZO


Días Naturales: Son los 365 días del calendario Gregoriano sin hacer distingo entre ellos.
Días Hábiles: Son los días del Calendario Gregoriano que la ley señala que son aptos para
llevar a cabo determinados actos o para el cómputo de plazos. En la legislación peruana los
días hábiles son de Lunes a Viernes salvo los feriados declarados legalmente.

Los plazos se computan de acuerdo al Calendario Gregoriano, conforme a las siguientes


reglas:
a) Cuando el plazo se señala por días se computa por días naturales.
b) Para que el plazo se compute por días hábiles debe ser señalado por la ley o fijado
expresamente por las partes.
c) Los plazos que se señalan en meses se cumplen en el mes de vencimiento
señalado y en el día de ese mes que se corresponda con la fecha del mes inicial.
d) Si en el mes de vencimiento falta el día que corresponde al mes inicial, el plazo se
cumple el último día del mes de vencimiento.
e) El plazo señalado por años se rige por las mismas reglas del plazo por meses.
f) El plazo no incluye el día de su inicio pero incluye el día de su vencimiento.
g) Cuando el último día del vencimiento de un plazo se produce en día inhábil,
entonces vence el primer día hábil siguiente.

SIMULACIÓN

INTRODUCCIÓN.- La palabra simulación proviene del latín simulare, que significa fingir,
hacer aparece una cosa distinta de la realidad. El diccionario de la Lengua Española Real
Academia, define a la simulación como la “alteración aparente de la causa, la índole o el

Página 62 de 82
objeto verdadero de un acto o contrato”. Agrega que simular es representar una cosa
fingiendo o imitando lo que no es.

Simular, o fingir, o aparentar importa mentir, ya porque se quiere ocultar (disimular), en


todo o en parte una verdad, ya porque se quiere hacer aparecer como verdad una falsedad,
o ya porque se desea hacer aparecer frente a terceros una verdad diversa de la efectiva,
esto es, con una verdad aparente se disimula (se esconde) otra verdad real.

En la vida diaria, por diversas razones, el ser humano simula, miente. Simula estar enfermo
para no concurrir a una cita o para evitar un castigo; simula tener talento, carácter,
conocimientos con el fin de acceder a un puesto de trabajo; disimula defectos, fracasos,
vicios, enfermedades, etc.

En el ámbito de los actos jurídicos, la simulación es muy frecuente. Se usa para engañar a
terceros con los más diversos fines: aparentar solvencia o insolvencia económica, defraudar
a los acreedores, engañar a un pariente pedigüeño (demasiado aficionado a pedir), eludir
prohibiciones legales, protegerse contra la delincuencia, evitar herir susceptibilidades, evitar
el pago de impuestos, beneficiar a unos hijos antes que a otros, facilitar la realización de
ciertos negocios, etc.

CARACTERÍSTICAS DE LA SIMULACIÓN.- De la delimitación conceptual que hemos


señalado, podemos establecer las siguientes características:

1. Disconformidad entre la voluntad interna y la voluntad manifestada


2. Concierto entre las partes para producir el acto simulado
3. Propósito de engañar a los terceros

1.- Disconformidad entre la voluntad interna y la voluntad manifestada.- Es decir, a


sabiendas de la existencia de dos realidades diferentes, ambas conocidas: la verdadera
y la falsamente querida, una de las cuales esta ordenada a no tener eficacia
jurídicamente reconocida.

Estriba en este punto la sustantiva distinción entre error y simulación. En el primero no


hay intención alguna de engaño o de falsear el verdadero deseo por quien declara, pues
la divergencia entre lo que se quiere y lo que se expresa no es voluntaria; antes bien,
hay creencia del errante en la perfecta coincidencia. En la simulación, por el contrario,
se ofrece una disparidad consciente y voluntaria, con intención y designio de ocultar
algo engañando a terceros, de quienes se espera que crean en el negocio aparente.

2.- Concierto entre las partes para producir el acto simulado.- . La simulación no puede
realizarse sin la previa disposición de un medio que preexista o coexista con el negocio
simulado: se trata del acuerdo simulatorio. Este acuerdo es la inteligencia entre los
participes de la simulación (a veces con el necesario concurso de terceros) para crear la
apariencia, para crear una estructura negocial valida, pero vacía (total o parcialmente,
en mas o menos de Lo declarado) de voluntad de resultado, porque la auto
reglamentación de intereses manifestados de la figura negocial no coincide con los
intereses -todos o parte de ellos finalmente apetecidos.

3.- Propósito de engañar a los terceros.- Como la simulación se dirige a producir un acto
jurídico aparente, el propósito de engañar le es inherente aún cuando sea un engaño no
reprobado por la ley, Como los simulantes están concertados el engaño va dirigido a los
terceros.

El propósito engañoso es el designio de las partes respecto de los terceros, pues ellas
no pretenden engañarse entre sí; mientras no exista el propósito de engañar a terceros
o si este engaño no se realiza, la actuación contradictoria de los sujetos nada simula ni
disimula.

Página 63 de 82
Los que realizan un acto simulado no lo hacen por simple capricho o pasatiempo,
tampoco está en su mira engañarse el uno al otro, sino que todos están de acuerdo en
provocar el engaño de terceros.

Con la declaración simulada las partes muestran a terceras personas como real u
auténtico un acto que lo quieren como una simple apariencia o como una apariencia que
oculta la verdadera naturaleza o contenido del acto que realizan. Los extraños al acto
toman como real lo aparente. Las partes simulantes conocen perfectamente la realidad
y la apariencia. En el ordenamiento interno se atienen a la realidad y en el externo, a la
apariencia.

CLASES DE SIMULACIÓN
1. SIMULACIÓN ABSOLUTA
2. SIMULACIÓN RELATIVA
3. SIMULACIÓN TOTAL Y PARCIAL
4.- SIMULACIÓN LÍCITA E ILÍCITA

1.- SIMULACIÓN ABSOLUTA.- Un acto jurídico es absolutamente simulado si, existiendo


solo en apariencia, carece de un contenido serio y real. Las partes no quieren el acto,
sino tan solo la ilusión exterior que él mismo produce. Ejemplo: Pedro simula vender su
casa a Juan para evitar un embargo; aquí las partes no quieren realizar la venta, solo
simular para hacer creer que el hecho fue verdadero.

2.- SIMULACIÓN RELATIVA.- Se presenta ésta cuando las partes efectivamente


concuerdan en un determinado efecto jurídico a producirse, que sin embargo no
aparece, sino que está oculto detrás del aparentemente expresado.

Por la simulación relativa exteriormente se declara celebrar un determinado acto que no


es mas que una apariencia con la cual se oculta su verdadero carácter, ejemplo, se
declara celebrar un contrato de compraventa, cuando en realidad es una donación.

La simulación relativa puede ser simulación de negocio (simulación relativa objetiva),


cuando está referido a la naturaleza del acto, al objeto, o a la causa fin, o simulación de
persona (simulación relativa subjetiva), llamada también de interposición de persona,
cuando la declaración se hace con un determinado sujeto, mientras que en la realidad
está destinada a otro: ejemplo, A finge realizar un negocio con B, pero en realidad
quiere concluirlo y lo concluye con C que no aparece. Al sujeto con el cual se realiza en
apariencia el acto (B) se le denomina interpuesto, prestanombre, hombre de paja.
testaferro, cabeza de turco. Este sujeto que aparece en la declaración es el sujeto
simulado o aparente (B) y el otro que no figura es el sujeto real o disimulado o
interponente (C).

3.- SIMULACIÓN TOTAL Y PARCIAL.- La simulación puede ser total o parcial, según que
la apariencia se refiera a todo el acto o solo a una parte de él.

La simulación absoluta es siempre total, por cuanto afecta al acto en su integridad. No


produce ningún efecto entre las partes.

La simulación relativa puede ser total o parcial. La simulación relativa total afecta a la
integridad del acto, por ejemplo, un anticipo de herencia es ocultado con una compra
venta.

La simulación relativa parcial recae solamente sobre algunas estipulaciones del acto.
Esto sucede cuando el acto contiene unas estipulaciones que son verdaderas y otras
que son falsas, v.gr., cuando se simula fecha (antedatando o postrando el acto), precios
(consignándose uno más bajo o más alto del realmente pactado), condiciones, plazos,
cargos. Las estipulaciones simuladas son inválidas, pero el acto jurídico es válido y
eficaz conforme a la voluntada real de las partes. Por ejemplo, en una compra venta en
la que se ha simulado un precio menor con el fin de evadir el pago de impuestos,
descubierta la verdad, la compraventa es válida, pero las partes tendrán que ajustarse

Página 64 de 82
al precio real, pagando el impuesto correspondiente.

4.- SIMULACIÓN LICITA E ILICITA.- La simulación puede ser utilizada por las partes con
fines lícitos o ilícitos. Las personas tienen derecho de celebrar sus actos jurídicos en la
forma que mejor les parezca, si desean pueden ocultar bajo una apariencia, la
verdadera naturaleza del acto que realizan, pero este derecho solo pueden serles
reconocido a condición de que el acto no encierre el propósito de causar daños a
terceros o la violación de normas imperativas, el orden público o las buenas
costumbres.

La simulación es lícita, cuando no tiene por fin perjudicar a terceros o transgredir


normas imperativas, el orden público o las buenas costumbres. Se funda en razones
honestas. Ej. La venta simulada del patrimonio, para evitar ser víctima de la
delincuencia o simplemente para aparentar una condición económica modesta para
evitar el acoso o la malsana curiosidad ajena o en su caso la adquisición simulada de
bienes, para aparentar una gran capacidad adquisitiva a fin de ser admirado o poder
acceder a un empleo.

ACTO SIMULADO.- En principio son simulables la mayoría de actos jurídicos sobre


derechos patrimoniales disponibles. En general todo contrato es simulable cuando está en
juego solamente los intereses de los contratantes. No son simulables los actos sobre
derechos indisponibles como los derechos de familia, en los que no sólo están en juego los
intereses de los declarantes, sino, además, intereses sociales de protección del bien común.
La razón por la que la simulación opera con naturalidad en el campo de los actos
patrimoniales, radica en el hecho de que en estos actos, la autonomía de los particulares
goza de la mayor amplitud de poder; lo que no sucede, en cambio, en actos jurídicos como
los de Derecho de Familia, para los cuales, el ordenamiento jurídico por razones superiores
de interés social, orden público o moral, pone límites muy precisos a la libertad de los
particulares. No son simulables el matrimonio, el reconocimiento de hijo, la adopción, el
divorcio, la separación de cuerpos, etc.
El acto jurídico es simulado cuando las partes, con el fin de engañar a terceros, se han
puesto de acuerdo (acuerdo simulatorio) para crearlo (o modificarlo o extinguirlo) con un
valor exterior aparente, destinado a no producir efectos entre ellas, ya porque no quieren
realizar acto jurídico real alguno, ya porque con la apariencia quieren ocultar la verdadera
naturaleza o contenido del acto que celebran. Por ejemplo, se simula realizar una compra-
venta, pero en realidad es una donación; se simula donar a Pedro cuando en realidad el
donatario es Juan; se simula vender por 100 cuando el precio efectivo es de 150.

DECIMO SEGUNDA SEMAMA (28 de marzo al 02 de abril de 2022)

II EVALUACION PARCIAL

III UNIDAD

DECIMO TERCERA SEMAMA (05 al 07 de abril de 2022)

ACTO FRAUDULENTO.- La palabra fraude no tiene un significado inequívoco. Unas veces


indica astucia y artificio, otras engaño, y en una acepción más amplia una conducta desleal;
en fin, toda acción contraria a la verdad y a la rectitud, que perjudica a la persona contra
quién se comete. Un acto fraudulento persigue frustrar los fines de la ley o perjudicar los
derechos de un tercero, especialmente, de un acreedor a quién se le deja sin medio de
cobrar lo que se debe.

El acto fraudulento supone la realización de actos reales, serios, no aparentes; las partes
desean la realización del acto de disposición y la producción de sus efectos; con el objeto

Página 65 de 82
de perjudicar a un tercero, ya sea evadiendo astutamente la aplicación de la ley o
enajenando los bienes para burlar las expectativas de los acreedores, se diferencia de la
simulación, por cuanto el acto simulado es aparente y no real, generalmente mediante un
testaferro. Ejm: Juan simula vender su casa a Pedro (testaferro) para evitar que le
embarguen, aquí la venta es aparente, porque Juan no recibe centavo alguno por la venta;
en cambio en el acto fraudulento, la venta es real, Ejm: Juan para burlar la deuda que tiene
a Jorge y evitar el embargo, vende su casa a Pedro, aquí la venta es real, ya que Pedro le
paga a Juan el valor de la venta.

MEDIDAS DE TUTELA DE LOS ACREEDORES.

VICIOS DE LA VOLUNTAD
Los vicios de la voluntad son situaciones que inducen al sujeto a declarar una voluntad que
no corresponde a sus verdaderas intenciones. Lo ideal es que en la celebración de un acto
jurídico exista correspondencia entre lo deseado y lo expresado, entre la voluntad y lo
manifestado.

La voluntad o el consentimiento pueden ser viciados por error solo o violencia.

a. EL ERROR
Constituye un desencuentro entre lo que es el objeto materia de conocimiento y de
juicio, y el conocimiento que se adquiere de él. Todo error constituye una negación
de lo que es, o afirmación de lo que no es.

b. EL DOLO
Es el vicio de la voluntad mediante el cual se provoca deliberadamente el error.

c. LA VIOLENCIA E INTIMIDACION
La violencia es la coacción ejercida sobre una persona para obligarla a realizar un
acto que no quiere. Se trata de una fuerza física o moral que infunda temor y que
obligue a la realización del acto jurídico.

Dolo. Concepto. Clases.

CONCEPTO: El Dolo es la intencionalidad de engaño en la realización del acto jurídico y


debe ser
de tal magnitud que haya tenido como resultado que la otra parte celebre el acto.
Tiene connotaciones propias en el Derecho Civil. Así podemos señalar que para el Derecho
Civil hay algunas clasificaciones del Dolo que se deben considerar para su interpretación:
1.- Dolo principal e incidental: El dolo principal es el engaño o astucia que determina la
voluntad del sujeto al que va dirigido; en cambio el incidental, no logra determinar la
voluntad de la víctima, que igual hubiera celebrado el acto jurídico, pero lo hace en
condiciones más perjudiciales.
2. Dolo directo e indirecto: Es directo cuando el engaño proviene de alguna de las partes
que intervienen en el acto jurídico; y, es indirecto si la astucia maliciosa proviene de un
tercero que no es parte en el acto.
3. Dolo positivo y negativo: El dolo positivo lo constituyen las conductas efectivas del autor
del engaño tendientes a torcer o forzar la voluntad de la víctima; en cambio el dolo negativo
está constituido por las omisiones dolosas con ocultamientos voluntarios o conscientes que
determinen la voluntad de la otra parte.
Diferencias entre Simulación y Fraude.

DIFERENCIAS ENTRE SIMULACION Y FRAUDE

1. El fraude supone realización de actos reales, serios, no aparentes; las partes desean la
realización del acto de disposición y la producción de sus efectos. La acción de
simulación presupone un acto aparente que las partes no quieren que produzca efectos
entre ellos.

Página 66 de 82
2. En el fraude no interviene testaferro. En la simulación por lo general se simula el acto
mediante un tercero.

3. En el fraude, el objetivo es perjudicar a un tercero, ya sea evadiendo astutamente la


aplicación de la ley o enajenando los bienes para burlar las expectativas de los
acreedores, en cambio, en la simulación el objetivo no siempre es causar perjuicio a
terceros, menos burlar los efectos de una ley, haciendo uso de otra.

Diferencias entre Error y Dolo


La doctrina es unánime en conceptuar el dolo como toda maniobra encaminada a provocar
un engañó e inducir a error.

El dolo, al igual que el error, es un vicio de la voluntad que en determinadas circunstancias


puede ser causa de anulación del acto jurídico.

1. El dolo se diferencia del error en que en este último el vicio nace del propio
declarante equivocado sin participación de ningún otro sujeto; en tanto que el dolo,
el vicio es causado por otro sujeto del acto mediante una acción o una omisión
pendiente a inducir al primeros que cometa el error, por eso se dice que el dolo es
un error provocado por uno de los celebrantes o un tercero, contra el declarante se
trata pues de un engaño contra el que manifiesta su voluntad.
2. Al ser intencional el dolo obliga a indemnizar a la parte engañada, mientras que el
error al ser involuntario puede determinar resarcimiento de daños materiales pero
un ningún caso indemnización.

VIOLENCIA

CONCEPTO: Para JOSÉ LEÓN BARANDIARAN, la violencia física representa la fuerza


apabullante utilizada contra el que hace la declaración, de tal suerte que no hay voluntad
alguna de su parte, en vista que no existe el consentimiento espontáneamente prestado. Se
trata en si de un acto físico en virtud del cual se obliga a una persona hacer lo que no quiero
o se impide hacer lo que quiere.

INTIMIDACION

CONCEPTO: La intimidación consiste en infundir un temor en el sujeto para por ese medio
obtener una manifestación de voluntad forzada, en cuanto es consecuencia de haber cedido
ante la amenaza que le infunde en temor, por eso, constituye un genuino vicio de la
voluntad.

La intimidación para configurarse requiere de los siguientes elementos, a) amenaza; b) el


mal; y, c) el temor. Estos elementos deben conjugarse con las pautas establecidas para que
le juez califique la intimidación, como la edad, el sexo, la condición de la persona y otras
circunstancias atendible señaladas en el propio C.C.

DIFERENCIAS ENTRE VIOLENCIA E INTIMIDACION


1. La Violencia es un acto físico sobre el agente mientras que la intimidación es un
acto psicológico sobre el mismo.
2. La violencia es una fuerza irresistible contra la que el agente no puede actuar
mientras que la intimidación puede ser resistida o en algún momento atenuada por
el agente.

DECIMO CUARTA SEMANA (11 al 16 de abril de 2022)

● INVALIDEZ E INEFICACIA DE LOS NEGOCIOS JURÍDICOS.

EFICACIA E INEFICACIA;

Habiendo transitado el primer escalón y corroborado que el negocio jurídico existe -en
cuanto presenta todos los elementos configuradores-, y luego de haber ascendido al

Página 67 de 82
segundo escalón y haber comprobado que es válido –ya que cumple con los requisitos de
validez del ordenamiento-, lo último a verificar es si ese negocio jurídico es también eficaz,
ósea, susceptible de surtir efectos jurídicos. La eficacia es el tercer y último escalón que
deben alcanzar los negocios jurídicos para que puedan cumplir las finalidades prácticas por
las cuales han sido concebidos.

Así pues, como regla general un negocio jurídico que presenta todos los elementos que lo
configuran como tal y que cumpla además con todos los requisitos de validez establecidos
por el ordenamiento, debería surtir efectos automáticamente. A saber, debería ser eficaz,
ser apto de cumplir su finalidad. Si se escala satisfactoriamente por el primer y segundo
escalón, se debería entonces alcanzar automáticamente el tercer escalón: la eficacia. Por
ejemplo, un contrato de compraventa que está conformado por todos sus elementos y que
no ha incurrido en causales nulidad o anulabilidad, debería estar en aptitud de generar ya
las obligaciones de transferencia de la propiedad y del pago del precio entre las partes e
incluso incentivar su cumplimiento, modificando así las situaciones jurídicas de las partes y
satisfaciendo los intereses prácticos que los llevaron a celebrar ese contrato.

No obstante, ello no siempre es así. Hay determinados supuestos en que si bien se tiene un
acto de autonomía privada perfectamente conformado, tanto a nivel de existencia como de
validez, este aun no cuenta con la aptitud de producir efectos, de poder modificar esferas
jurídicas, de poder cumplir su finalidad. Cuando ello sucede nos encontramos frente a un
negocio jurídico que si bien es existente y válido, no es eficaz. Cuando esta situación se
presenta es que estamos frente a la tercera patología del negocio jurídico, a la cual se le
denomina ineficacia en sentido estricto.

La ineficacia en sentido estricto es la patología que se presenta por causales distintas a las
de la inexistencia e invalidez, toda vez que estas patologías se ubican en diferentes
escalones. “Un acto de autonomía privada válido es ineficaz cuando no produce sus efectos
por factores extrínsecos o por el incumplimiento de un requisito legal”. (17) La ineficacia solo
puede determinarse una vez que se ha corroborado que el negocio jurídico no está inmerso
en supuestos de inexistencia o en causales de invalidez. La ineficacia en sentido estricto se
reputa de negocios existentes y válidos, se analiza necesariamente en el tercer y último
escalón en el camino de los negocios jurídicos.

Son ejemplos de causales de ineficacia en sentido estricto: “la ausencia de legitimidad de


contratar, la falta de realización de la condición o la ausencia de inscripción», (18) la
resolución, entre otros. Como se puede notar, estos son casos en los cuales un negocio no
surte o deja de surtir efectos por causales distintas a las de inexistencia o de invalidez.
La ineficacia en sentido estricto puede ser a su vez provisional o definitiva. Es definitiva
cuando el negocio ya no surtirá en adelante efectos jurídicos, ejemplos de ello son la
resolución del contrato, la no realización definitiva de una condición suspensiva, el
cumplimiento de una condición resolutoria o de un plazo de vigencia. Es provisional cuando
el negocio si bien en un momento no surte efectos, es posible que posteriormente cobre
eficacia, como por ejemplo, en el caso de un contrato sometido a un determinado plazo de
inicio de vigencia, un negocio que falta ser inscrito, (19) un contrato celebrado por alguien
que carece de legitimidad para contratar. En todos los casos de ineficacia provisional, el
negocio jurídico podría cobrar eficacia y modificar situaciones jurídicas.

Determinados supuestos de negocios jurídicos inmersos de manera provisional en causales


de ineficacia, pueden ser subsanados mediante la ratificación, como por ejemplo los
contratos celebrados por personas que carecen de legitimidad. (20) Muestra de ello es el
contrato celebrado por el falsus procurator. En este supuesto se estipula que aquel negocio
realizado por un falso representante o por un representante que excede sus poderes de
representación es ineficaz (en sentido estricto) o inoponible respecto al representado lo cual
significa que ese negocio a pesar de existir y ser válido no surte efectos respecto al titular
de las situaciones jurídicas inmersas en el contrato, salvo que opte por ratificarlo. La figura
que aquí subyace es la falta de legitimidad del falsus procurator para disponer por medio del
contrato de situaciones jurídicas ajenas.

Página 68 de 82
Otro ejemplo es el contrato de arrendamiento realizado por un copropietario sin la
participación de los otros copropietarios, donde el contrato es válido para las partes que
celebraron el contrato pero ineficaz para la copropiedad, toda vez que el copropietario que
arrendó unilateralmente carece de legitimidad para contratar. El negocio celebrado se
convertirá en eficaz totalmente cuando los otros copropietarios lo ratifiquen. (21) 
El negocio jurídico realizado por uno sólo de los cónyuges sería pues también un caso en el
cual el cónyuge que dispone unilateralmente carece de legitimidad para contratar. (22) 
La ausencia de legitimidad no es pues causal de inexistencia o de invalidez del negocio
jurídico, sino causal de ineficacia en sentido estricto.

Como se ve, una de las peculiaridades de la ausencia de legitimidad para contratar como
supuesto de ineficacia en sentido estricto es que puede ser susceptible de subsanación,
esto es, el negocio jurídico carente de efectos respecto al verdadero titular de las
situaciones jurídicas comprometidas puede llegar a surtir efectos de manera definitiva en
caso opere la ratificación del negocio por su parte. Se entiende por ratificación al negocio
jurídico unilateral por el cual se atribuye eficacia al contrato (de por sí ineficaz) celebrado
por el sujeto carente de legitimidad. (23) 
Otra particularidad de la ineficacia en sentido estricto por ausencia de legitimidad es que el
afectado por esta patología puede pedir la declaración de ineficacia del negocio jurídico en
cualquier momento, en cuanto no se ha establecido expresamente un plazo de prescripción.
(24) 

validez e invalidez

la validez. Los contratos, en cuanto actos de autonomía privada que apuntan a cumplir
determinadas finalidades prácticas, esto es, que buscan satisfacer necesidades cotidianas
mediante la reglamentación y programación de los intereses de las partes que lo celebran,
deben ser acordes con los valores que propugna el ordenamiento jurídico. Así, los negocios
jurídicos deben ser compatibles con el sistema jurídico.

En tal sentido, no es suficiente que concurran todos estos elementos, es decir, que exista un


acuerdo, partes, un objeto, una causa y una formalidad para afirmar que estamos ante un
contrato digno de protección que pueda surtir efectos. Será necesario que ese acuerdo haya
sido libre y sin vicios, que las partes sean sujetos capaces, que el objeto sea física y
jurídicamente posible, que la causa sea lícita, y que la formalidad sea la requerida por la
norma. Si todo eso se cumple podemos decir que estamos frente a un contrato que existe y
que es válido, pues además de presentar los elementos configuradores de un negocio
jurídico, cumple con los requisitos de validez que postula el ordenamiento jurídico.

Contrariamente, cuando los elementos que pretenden configurar un contrato incumplen los
requisitos de validez, se presenta la segunda patología del negocio jurídico. Esta patología
es conocida como invalidez. Se puede llegar a la invalidez por dos caminos: la nulidad y la
anulabilidad. Un contrato puede ser nulo o anulable por estar inmerso en las causales de
nulidad o de anulabilidad, respectivamente.

Así, en el Código Civil (10) se regulan las causales que generan estas dos formas de
invalidez. Siendo un negocio jurídico sancionado con nulidad cuando:

1. Falta la declaración de voluntad de las partes;


2. Haya sido realizado por persona absolutamente incapaz;
3. Su objeto sea física o jurídicamente imposible o indeterminable;
4. La causa o finalidad sea ilícita;
5. Cuando no revista la forma prescrita bajo sanción de nulidad;
6. Adolezca de simulación absoluta;
7. La ley lo declare expresamente.

Si un contrato incurre en alguna de estas causales, ello determinará su no producción


absoluta de efectos jurídicos.(11) El negocio jurídico nulo no podrá cumplir ninguna finalidad
en tanto la reglamentación en él contenida no es idónea para satisfacer necesidades
prácticas dado que atenta contra el ordenamiento jurídico, por lo tanto no es digno de

Página 69 de 82
protección estatal. “La nulidad implica la improductividad automática y general de los
efectos”. (12) 
La sentencia de nulidad por la cual se establece la invalidez de un negocio jurídico es
declarativa, lo cual significa que se limita a reconocer una situación existente e
insubsanable. En el Código Civil se establece un plazo de prescripción de 10 años para
pedir la nulidad de un negocio jurídico, pudiendo solicitarla cualquier persona con interés.
Incluso la nulidad puede ser observada de oficio por el juez. La nulidad es la forma más
grave de la patología denominada invalidez, en la cual se protegen intereses y valores
generales de la sociedad.

Por otro lado, tenemos a la anulabilidad. En la anulabilidad, a diferencia de la nulidad, su


protección está circunscrita a las partes del negocio jurídico, toda vez que la afectación de
los vicios que la generan recae y aquejan tan solo a ellos mismos. Por lo cual únicamente la
parte legitimada para solicitar judicialmente la invalidez por anulabilidad de un acto de
autonomía privada, es aquella que ha sido afectada por el vicio, teniendo para ello un plazo
de 2 años y siendo la sentencia que emita el juez constitutiva, (13) esto es, la invalidez se
constituirá a partir de ese momento extendiéndose retroactivamente hasta el momento de la
celebración del negocio.

Una particularidad adicional de un contrato que incurre en anulabilidad es que, a diferencia


de un contrato nulo que no genera en ningún momento efectos, éste sí llega a surtir efectos
provisionalmente, pudiendo estos efectos mantenerse y continuar en el tiempo en caso el
acto se convalide o confirme. Un acto se convalida cuando transcurre el plazo de 2 años
para alegar la anulabilidad; y se confirma cuando la parte que ha sido afectada por la causal
de anulabilidad reafirma la validez del contrato celebrado e informa que desea sus efectos
(confirmación expresa) o simplemente ejecuta el contrato a pesar de tener conocimiento del
vicio sufrido (confirmación tácita), superándose así la afectación inicial causada.

Un contrato incurre en causales de anulación en los siguientes casos:

1. cuando una de las partes está inmersa en incapacidad relativa (natural y de


obrar),
2. por estar viciado por error, dolo y violencia o intimidación moral,
3. cuando así lo declare la ley expresamente

Es importante mencionar que las causales de invalidez, ya sea de nulidad o de anulabilidad,


se presentan en el momento de la formación del negocio jurídico. Es decir, en el momento
en que deben concurrir todos los elementos configuradores del contrato y cumplir con los
requisitos de validez estipulados en el ordenamiento. Estas causales se determinan en un
momento específico en el tiempo y espacio: cuando el contrato se forma.

CONFIRMACION DEL NEGOCIO JURIDICO


OBLIGACIONES
ELEMENTOS ESENCIALES

Sujetos.
● Sujeto activo:  Es el acreedor, es decir el que tiene la facultad de exigir el
cumplimiento. El acreedor tiene un derecho personal que se encuentra en el activo de su
patrimonio.
● Sujeto pasivo: Es el deudor, o sea aquella persona que tiene la carga de cumplir la
prestación convenida. Para el deudor existe un deber jurídico (deuda) que se encuentra en
el pasivo de su patrimonio.

La relación jurídica.
Es el vinculo que se establece entre los sujetos que intervienen en la obligación, es decir, el
acreedor está facultado para acudir al juez con el objeto de hacer cumplir por parte del
deudor la prestación. La relación jurídica se reduce a la facultad que tiene el acreedor de
poder exigir al deudor que cumpla, y la situación del deudor de debe cumplir con la
prestación de su acreedor.

Página 70 de 82
La prestación debida o deuda. 
El objeto es lo que se debe. Responde a la pregunta ¿qué se debe?. Este debe
ser jurídicamente posible, por ejemplo el pago de una suma de dinero

CLASIFICACION OBLIGACIONES
SOBRE LAS OBLIGACIONES Y SU CLASIFICACIÓN*

III. CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES

La clasificación de las obligaciones es un ejercicio delicado, porque tiende a expresar, en


pocas palabras y figuras, los tipos generales dentro de los cuales se organizan, o con los
cuales se enlazan, a pesar de su extrema diversidad, las obligaciones. A continuación, el
análisis de las más importantes.

A. Por su fuente

Esta, en su sentido de causa eficiente, constituye la fuente de las obligaciones. Aquí el


Código Civil peruano de 1984 a diferencia del Código francés, y siguiendo la técnica del
Código Civil alemán y del propio Código Civil peruano del año 1936 no menciona cuáles
son las fuentes de las obligaciones. Este es un tema que se deja librado a la doctrina y a
los intérpretes.

Consideramos que este criterio es acertado porque la obligación sólo puede emanar de
la voluntad o de la ley. Nos parece artificial, y sin verdadero sustento jurídico, continuar
haciendo referencia, por ejemplo, a los cuasicontratos o cuasidelitos.

La voluntad es fuente de la obligación cuando ella así se manifiesta. Por ejemplo, en un


contrato de compraventa, la obligación del vendedor de transferir el bien emana de una
manifestación de su voluntad y, a su turno, la obligación del comprador de pagar un
precio también emana de esa manifestación.

La otra fuente es la ley:


(i) Cuando una persona causa un daño a otra, por dolo o por culpa; o,
(ii) mediante la utilización de un bien riesgoso o peligroso; o,
(iii) por el ejercicio de una actividad riesgosa o peligrosa, y queda obligada a indemnizar;
lo está porque así lo ordena la ley. Es al tiempo en que se origina el daño que el
victimario queda obligado a resarcir a la víctima. Pero esta obligación no nace de la
voluntad. Obedece a un mandato legal9.

B. Por la naturaleza de la prestación


Aquí ingresamos a una clasificación tradicional. Las obligaciones pueden ser:
(i) De dar;
(ii) de hacer; o,
(iii) de no hacer.

Las obligaciones de dar consisten en la entrega de un bien; las de hacer; en la ejecución


de un hecho; y las de no hacer, en una abstención.

En cuanto a las obligaciones de dar, las mismas involucran, en determinados casos,


obligaciones conexas. Así, por ejemplo, el artículo 1134 del Código Civil señala que la
obligación de dar contiene también una obligación de cuida- do del bien hasta el
momento de su entrega.

Por otra parte, en lo referido a las obligaciones de hacer y no hacer, un aspecto a tener
en cuenta está en la fungibilidad o infungibilidad de la obligación.

Así, las obligaciones de hacer pueden con- templar que el sujeto encargado de cumplir la
prestación sea uno, y que no pueda ser sustituido por otro. En este caso, la obligación de
hacer será intuitu personæ. Por ejemplo, un acreedor puede encargar a un reconocido

Página 71 de 82
escritor la redacción de sus memorias, seña- lando que él será el único y exclusivo autor
de dicho texto.

La obligación de hacer también puede ser fungible. En este caso, no resulta relevante
quién ejecute la prestación, por cuanto el interés del acreedor es que se cumpla la
misma. Ello, sin perjuicio de la eventual responsabilidad del deudor por el incumplimiento
de su obligación.

La obligación de no hacer, por otro lado, es generalmente intuitu personæ. Ello se debe a
que la estructura de dicha obligación consiste, precisamente, en la no actuación de un
sujeto determinado, alcanzando dicha obligación exclusivamente a ese sujeto.

C. Por la pluralidad de objetos

En este caso las obligaciones se clasifican en:


(i) Conjuntivas;
(ii) alternativas; y
(iii) facultativas.

Son conjuntivas aquellas obligaciones con pluralidad de prestaciones en las que el


deudor tiene que cumplir todas ellas. Las obligaciones conjuntivas no presentan
particularidad alguna: El deudor debe cumplir todas las prestaciones prometidas, como si
se tratase de obligaciones independientes y distintas. Por ejemplo, la obligación de dar el
inmueble ubicado en tal lugar y el automóvil de tal modelo, con placa de rodaje y número
de motor determinados.

Las obligaciones conjuntivas pueden versar, sin duda, sobre prestaciones de dar –bienes
ciertos o inciertos–, de hacer o de no hacer, siendo la única condición que dichas
prestaciones se encuentren vinculadas entre sí.

La obligación es alternativa cuando existen diversas prestaciones, pero el deudor debe


cumplir por completo solamente una de ellas. Se trata de obligaciones disjuntas, en las
que se debe practicar una elección, bien por el deudor, bien por el acreedor, por un
tercero o por el juez. Efectuada la elección, la obligación deja de ser alternativa y se
concreta o especifica en la prestación elegida. En cuanto a su naturaleza, desde luego,
estas prestaciones también pueden ser: (i) De dar –bien cierto, incierto o fungible– (ii) de
hacer; o, (iii) de no hacer.

Cabe señalar que, en una obligación alternativa, la elección de la prestación a


ejecutarse, por defecto, recae en el deudor, pero se admite pacto en contrario. En ese
caso, la elección se determina con la propia ejecución o con la declaración de la
elección. En caso el sujeto encargado de elegir sea distinto al deudor, la opción elegida
se determina sólo con la declaración de elección 16. Asimismo, cabe señalar que la
elección de la prestación a ejecutar – sea por el deudor, acreedor, u otro sujeto deriva en
que la obligación alternativa mute en una obligación simple.

La obligación, en fin, puede ser facultativa. En este caso, ella tiene por objeto una sola
prestación, pero se otorga al deudor la facultad de sustituir, para los efectos del pago,
esa prestación por otra. La primera es la prestación principal; la segunda es la accesoria.

D. Por la pluralidad de sujetos

En esta clasificación se ingresa al complejo tema de las obligaciones divisibles e


indivisibles y mancomunadas y solidarias.

Son obligaciones divisibles aquellas en que cada uno de los acreedores sólo puede pedir
la satisfacción de la parte del crédito que le corresponde, en tanto cada uno de los
deudores únicamente se encuentra obligado a pagar su parte de la deuda. Son
indivisibles, cuando no resultan susceptibles de división o de cumplimiento parcial por

Página 72 de 82
mandato de la ley, por la naturaleza de la prestación o por el modo en que la obligación
fue considerada al constituirse.

Las obligaciones mancomunadas, por su parte, se rigen por las reglas de las
obligaciones divisibles.

Las obligaciones son solidarias, a su vez, cuando la prestación debida por varios
deudores o a varios acreedores puede ser íntegramente exigida a cualquiera de ellos o
por cualquiera de ellos. Así, la solidaridad elimina por completo la idea de las cuotas-
partes o partes proporcionales inherentes a la simple manco munidad. El crédito es uno y
su solidez no se rompe, por lo general, sino hasta que es extinguido.

Respecto de la obligación, la solidaridad puede ser pasiva o activa. Será pasiva cuando
exista pluralidad de sujetos deudores. Será activa cuando exista pluralidad de sujetos
acreedores. Naturalmente, una obligación solidaria en que exista más de un deudor y
más de un acreedor deberá considerarse mixta.

En el caso de la obligación solidaria pasiva, el deudor que cumple con la obligación se


encontrará habilitado para repetir y reclamar, de manera proporcional, a los demás
deudores, la parte que les correspondía de la deuda. Es decir, la ejecución de la
obligación genera en el deudor un derecho de crédito sobre los restantes deudores.

En el caso de la obligación solidaria activa, el acreedor que reciba el íntegro del pago de
la deuda se convertirá en deudor respecto de los demás acreedores. Estos últimos
podrán reclamar, al acreedor que recibió el pago, el cumplimiento de un crédito
proporcional a la parte que les correspondía.

Puede señalarse que cuando hay pluralidad de sujetos en la relación obligacional, esta, en
cuanto a la naturaleza de la prestación, será:
(i) De dar;
(ii) de hacer; o,
(iii) de no hacer,
y podrá ser:
(i) Conjuntiva;
(ii) alternativa; o,
(iii) facultativa.
Pero necesariamente será:
(i) Divisible y mancomunada;
(ii) indivisible y mancomunada;
(iii) divisible y solidaria; o, (iv) indivisible y solidaria.

Si la obligación es divisible y mancomunada, se aplicarán las reglas de la divisibilidad. Si


la obligación es divisible y solidaria, se aplicarán las reglas de la solidaridad. Si la
obligación es indivisible y mancomunada, se aplicarán las reglas de la indivisibilidad. Y si
la obligación es indivisible y solidaria, se aplicarán las reglas de la solidaridad y,
adicionalmente, la norma que prevé que la indivisibilidad también opera res- pecto de los
herederos del acreedor o del deudor. En esta última hipótesis, esto es, cuando la
obligación es indivisible y solidaria, la solución antes prevista por el segundo párrafo del
artículo 1181 del Código Civil regula en esa forma la concurrencia de ambas
instituciones.

E. Por su independencia

En este caso, las obligaciones se clasifican en: (i) Principales; y (ii) accesorias. La
característica de principal o de accesoria de una obligación puede referirse a su objeto o
a las personas obligadas. Son accesorias en cuanto a su objeto cuando son contraídas
para asegurar el cumplimiento de una obligación principal, como sucede con las
cláusulas penales, y son accesorias en cuanto a las personas obligadas, cuando estas
las contrajeron como garantes o fiadores.

Página 73 de 82
La obligación es principal, en cuanto a su objeto, cuando tiene existencia propia, no
dependiente de otra relación obligacional. Por ejemplo, las obligaciones que surgen de
un contrato de compraventa, en que el vendedor debe entregar la cosa y el comprador
pagar el precio. Son accesorias, cuando su existencia depende de una obligación
principal. Por ejemplo, el artículo 1345 del Código Civil dispone que la nulidad de la
cláusula penal –cuyo carácter accesorio es evidente– no origina la de la obligación
principal.

En cuanto a las personas obligadas, la obligación principal está constituida por la que
tiene el deudor con su acreedor, y la accesoria, por ejemplo, sería la contraída por un
fiador con el propósito de garantizar esa obligación. En caso que la obligación principal
fuera nula, ella acarrearía, como consecuencia inevitable, la nulidad de la accesoria. A su
turno, si la accesoria fuera nula, esto es la fianza, la obligación principal subsistiría
plenamente.
Luis de Gásperi, al tratar sobre las obligaciones principales y accesorias, se refiere a los
pactos adjuntos, que fueron concebidos en Roma para extender o restringir la voluntad
de las partes y los derechos y las obligaciones que libre y recíprocamente se habían
conferido. Estos pactos extienden o amplían los derechos del acreedor, así como las
obligaciones del deudor.

Los denominados “pacta adjecta”, por no ser sino cláusulas accidentales añadidas al
contra- to, no formaban parte de su contenido esencial. Incorporados en el momento de
la celebración de los contratos de buena fe, devenían
Según Salvat, ordinariamente, cada obligación tiene una existencia propia e
independiente de cualquier otra, existe por sí misma en virtud de la causa o hecho que le
ha dado nacimiento. Por excepción, nos encontramos algunas veces en presencia de
obligaciones cuya existencia se relaciona íntimamente con la de otra, de tal manera que
existe en razón de esta última; la obligación dotada de existencia propia se llama, en tal
caso, obligación principal; la otra, obligación accesoria.

En ese orden de ideas, a decir del citado profesor, no es necesario, para resolver las
cuestiones a que pueden dar lugar las obligaciones accesorias, que ellas sean legisladas,
sino basta la aplicación de los principios generales sobre las cosas principales y accesorias.

F. Por ser puras o modales

Aquí las obligaciones se clasifican, de acuerdo con la manera como deben cumplirse, en
puras o simples, y en sujetas a modalidades.
Son puras las obligaciones contraídas para cumplirse en forma inmediata y usual. Son
modales cuando ellas están sujetas a condición, que puede ser suspensiva o resolutoria,
a plazo o a cargo.
Advertimos, simplemente, que el Código Civil peruano de 1984 trata a las modalidades
dentro del Libro de Acto Jurídico. El Código se refiere, por tanto, a las modalidades del
acto jurídico. En esta materia, el Derecho de Obligaciones debe, pues, interpretarse a la
luz de esas modalidades.

G. Por agotarse instantáneamente con el cumplimiento de una prestación o ser


duraderas

Hay obligaciones que se agotan de manera instantánea con el cumplimiento de una


prestación; por ejemplo, si en un contrato de compraventa se pacta la entrega inmediata
del bien y del precio, con el cumplimiento de estas dos prestaciones se extingue la
relación obligatoria. Son duraderas cuando la relación obligacional discurre a través del
tiempo; por ejemplo, en un contrato de arrendamiento, el arrendatario está obligado a
pagar, mes a mes, la renta o merced conductiva, la que sería una obligación de
prestaciones periódicas. Si el deudor se obliga a entregar al acreedor una cantidad de
cosas parcialmente, en distintos momentos, durante un lapso determinado, sería una
obligación duradera.

Página 74 de 82
A su vez, las obligaciones duraderas pueden ser de duración continuada; por ejemplo, la
Empresa de Agua suministra permanente- mente el líquido elemento a sus clientes, sin
solución de continuidad, con la obligación de estos últimos de pagar periódicamente los
recibos que correspondan.
Michele Giorgianni se refiere a una clasificación de las obligaciones que denomina
relaciones de obligación duradera.

Precisa que, en esta clase de obligaciones, su desenvolvimiento no se agota en una


sola prestación, sino que supone un período más o menos largo, por cuanto su contenido
implica o bien una conducta duradera o bien la reali zación de prestaciones periódicas.
Pertenecen a este grupo, en su opinión, las relaciones de arrendamiento, el mutuo, el
depósito, los con- tratos de suministro, etcétera.

Considera que es decisivo para el carácter de la relación de obligación duradera que se


haya pactado, desde un principio, la entrega de una cantidad total (por ejemplo, carbón para
uso doméstico), que se entregará parcialmente en distintos momentos. En tal contrato
carece el tiempo de influencia sobre el contenido y la extensión de la prestación, y no
repercute sino sobre el modo de hacerla.

En resumen, esta clasificación de obligaciones puede esquematizarse de la siguiente forma:

a) Obligaciones de extinción instantánea.


En estas, tanto la prestación como la contraprestación se cumplen en el acto.
b) Obligaciones duraderas. En este caso, la prestación, la contraprestación, o am- bas,
no se cumplen de manera instantá- nea. Las obligaciones duraderas pueden tener
como objeto prestaciones de distinto tipo:

– Prestaciones periódicas. Son aquellas en las que el cumplimiento es el resultado


de actos realizados en momentos distintos.

– Prestaciones de duración continuada.


Son las que, en cuanto a su ejecución, se extienden por un período determinado,
determinable o indeterminado.
Así, cabe señalar que la clasificación de una obligación como instantánea o duradera de-
pende, en última instancia, de las prestaciones que la conforman.

H. Por el contenido de la prestación


En este caso, se hace la distinción entre obligaciones patrimoniales y no patrimoniales,
tema que normalmente se analiza de manera amplia al tratar sobre la patrimonialidad del
objeto de la obligación. Sin embargo, sólo forman parte del Derecho de las obligaciones,
aquellos en que el objeto es de contenido patrimonial.

I. Por ser obligaciones de medios o de resultado


Esta clasificación, sin duda interesante pero objetable, está directamente vinculada a la
inejecución de la obligación.
Wayar afirma que la llamada obligación de resultado es aquella en la cual el deudor
asume el deber de realizar una prestación específica, encaminada al logro de un
resultado concreto, de suerte que el interés del acreedor queda satisfecho con la
obtención de ese resultado.

Acerca de la denominada obligación de me- dios, dice el autor que es aquella en la cual
el deudor solo promete el empleo diligente de medios aptos para normalmente obtener
un resultado. En este caso, el deudor cumple con sólo emplear los medios prometidos,
aunque no se logre lo deseado.
Las anteriores afirmaciones, excesivamente imprecisas, son admitidas generalmente por
la doctrina que acepta esta distinción esbozando algunos matices, pero negadas por
nosotros, pues consideramos que toda obligación implica, en sí misma, medios y
resultado. El deudor, simplemente, no se obliga más allá del contenido de la propia
obligación.

Página 75 de 82
J. Obligaciones ambulatorias o propterrem
Guillermo A. Borda se refiere a las obligaciones ambulatorias o propterem, a las que
atribuye una naturaleza especial, cuya estrecha vinculación a un derecho real les da una
fisonomía propia. La obligación propterrem cuya traducción sería obligación a causa de
la cosa– es, entonces, una obligación especial debido a su relación con un derecho real
determinado.
Estas obligaciones se desplazan en función al sujeto que detente el derecho real
correspondiente sobre el bien. De ahí, justamente, proviene la denominación de
obligaciones ambulatorias. Debe quedar claro, sin embargo, que la naturaleza
ambulatoria sólo existe en función a los sujetos. La obligación se mantiene inamovible y
estrechamente ligada al bien.
Sus características esenciales, señala Bordason las siguientes:

– Tanto el acreedor como el deudor son titulares de un derecho real, sea sobre la
misma cosa, sea sobre dos cosas vecinas. Por eso, la obligación propterem une a
los titulares de dos derechos rivales; se resuelve este conflicto instituyen- do entre
los derechos una coexistencia pacífica y un modus vivendi aceptable.

– Puesto que la obligación propterem está siempre vinculada a un derecho real, se


transmite junto con ese derecho. El enajenante queda liberado de la obligación que
pasa al adquirente. Por eso son llamadas obligaciones ambulatorias. Otra
consecuencia de este carácter es que el deudor puede liberarse de su obligación
haciendo abandono de la cosa.

– La obligación propterem es propiamente una obligación y no un derecho real,


porque el sujeto pasivo debe dar, hacer o no hacer, y porque responde de su
cumplimiento con todo su patrimonio.

Llambías expresa que las obligaciones prop- ter rem constituyen una hipótesis muy
interesante de indeterminación relativa del sujeto, activo o pasivo. En rigor, según dicho
autor, no hay indeterminación del sujeto, sino ausencia de su individualización, porque
ello depende- rá del momento de la vida y de la obligación en que se la haga valer.

El crédito de deuda nace, subsiste o se extingue junto con la relación de señorío men
cionada; si el acreedor o deudor propterem dejan de estar en dicha relación con la cosa,
sea porque la abandonan, o porque la enajenan, o porque otro venga a entrar en ella
originariamente, o porque la cosa desaparezca haciéndose imposible la relación de
señrío respectiva, el acreedor o deudor quedan desligados, por lo menos para lo
sucesivo, de la obligación propterem, y esta se desplaza hacia el nuevo dueño o
poseedor; por lo que se habla a menudo de que la obligación es ambulatoria.
Creemos que las obligaciones propterem tienen todas las características de una
obligación civil, aun cuando se encuentran vinculadas a los Derechos Reales. En esta
clase de obligaciones, el deudor nace, necesariamente, como determinado, pero es
posible que finalmente, al cumplirse la obligación, ella sea exigida a una tercera persona,
inicialmente indeterminable que, en ese momento, tendría que responder por la deuda
originaria.
No obstante ello, cabe señalar que la doctrina no es unánime sobre este punto. En tal
sentido, existe una polémica en torno a si este concepto debe clasificarse dentro de los
Derechos Reales o en los de crédito. Más aún, se ha llegado a afirmar que el concepto
todavía no es claro. Así, “en materia de obligaciones propterem, reina una verdadera
anarquía en lo terminológico, en lo conceptual, en la ejemplificación, en la interpretación
de los textos legales que se invocan, en todo”29. De Zavalía se anima a afirmar que “el de
las obligaciones propterem es un falso problema, derivado de la pretensión de tratar
conjuntamente temas que deben ser examinados por separado”30.

K. Por su exigibilidad

Afirma Pothier que se llama obligación civil a aquella que es un lazo de derecho,
vinculumiuris, y que da a aquel respecto a quien se ha contratado, el derecho de exigir
en justicia lo que en ella se halla contenido. A su turno, se llama obligación natural a

Página 76 de 82
aquella que, en el fondo del honor y de la conciencia, obliga a aquel que la ha contratado
al cumplimiento de lo que en ella se halla contenido.

Laurent dice que Pothier coloca entre las obligaciones naturales las contraídas por
personas que tienen un discernimiento y un juicio suficiente para comprometerse, pero a
quienes la ley civil declara incapaces de celebrar un contrato tal: En la antigüedad, por
ejemplo, la Laurent señala que una obligación es natural cuando la ley no la reconoce y
cuando niega una acción al acreedor. ¿Acaso, se pregunta Laurent, el acreedor de una
mujer casada o de un menor de edad no puede obrar? Ciertamente tiene una acción;
entonces, la deuda es más que natural. Es civil. Solamente está marcada por un vicio
que permite al deudor demandar su nulidad, pero es necesario que él la demande; en
tanto que no se pronuncie la nulidad, subsiste la obligación y produce todos los efectos
de una obligación civil.

Baudry Lacantinerie afirmaba que la mayo- ría de los autores que reproducen en
diversas formas la definición de Pothier dicen que las obligaciones naturales son
aquellas que fuera de toda coacción legal; derivan de la equidad o de la conciencia, o
bien de las que imponen la delicadeza y el honor.

Se criticó estas definiciones agrega Baudry Lacantineri objetándoles que producen una
confusión de la obligación natural con los deberes morales, pues se dice que son dos co
sas que es importante distinguir. El que cum- ple una prestación en ejecución de un
deber moral, por ejemplo, el hombre rico que da limosna, hace una donación. Por el
contrario, aquel que cumple una prestación en ejecución de una obligación natural, hace
un pago. De donde se entiende que todas las diferencias son entre la donación y el
pago. Sin embargo, ¿Cómo se puede distinguir los deberes mora- les de las obligaciones
naturales? He aquí la dificultad. Cada autor tiene su sistema.

Ante estas divergencias, la jurisprudencia se pronuncia por una concepción amplia de la


obligación natural. Al juez del hecho corresponde apreciar discrecionalmente si hay o no
obligación natural, y la proclama con regularidad ahí donde hay un simple deber moral.

Según Giorgio Giorgi, los jurisconsultos romanos distinguieron sin duda una obligatio
civilis y una obligatio naturalis, y al hablar de obligatio naturalis, entendieron
precisamente una obligación desprovista de acción. Por otro lado, concedieron a la
obligatio naturalis una eficacia indirecta. Le atribuyeron ciertos efectos jurídicos, por
virtud de los cuales el acreedor, en la obligación natural, tenía la solutiretentio para
oponerse al deudor que, después de haber pagado voluntariamente, intentase repetir lo
satisfecho.
Respecto a la causa inmediata o, como otros dicen, los modos por los cuales nacían las
obligaciones naturales, los eruditos modernos conjeturan que se compendiaban o en el
ori- gen imperfecto, o en la extinción imperfecta de la obligatio civilis. El contrato del
esclavo, del pupilo, del hijo de familia, del menor y ciertos oficios de piedad, son
ejemplos históricos del origen imperfecto. La confusión, la litis contestatio, y acaso la
prescripción extintiva, son ejemplos de extinción imperfecta.

Marcel Planiol y Georges Ripert, por su parte, expresan que es indiscutible que la obliga-
ción natural constituye una anomalía jurídica. La ausencia de sanción, sea cual fuere su
eficacia en otro sentido, la sitúa en los confines últimos del Derecho, en los límites de la
moral. Por ello, afirman, se puede buscar el criterio de ella haciendo depender su origen
bien del Derecho Civil, bien de la moral. Borda afirma que las obligaciones naturales son
obligaciones anormales, pues a primera vista no parece jurídico hablar de obligación o
de derecho sin acción para obligar al deudor a cumplir.

Porque precisamente lo que define la obligación normal desde el punto de vista jurídico,
es la posibilidad del acreedor de compulsar al deudor a darle cumplimiento y, en su
defecto, a pagar la indemnización correspondiente. Pero si las obligaciones naturales no
confieren acción para demandar el cumplimiento, no por ello están desprovistas de toda
protección jurídica, ya que si el deudor ha pagado voluntariamente (única vía concebible

Página 77 de 82
desde que el acreedor no puede compulsarlo), el acreedor tiene derecho a retener lo
pagado. Ver: BORDA, Guillermo. Óp. cit. Tomo I. pp. 338 y siguientes.

a) A tenor de una teoría, la obligación natural es una obligación no jurídica, sino moral,
de conciencia, social, etcétera, a la que se atribuye un efecto jurídico: La
irrepetibilidad del pago pago jurídica- mente no debido.

b) Para otra teoría, la obligación natural es una obligación no jurídica inicialmente, pero
que se convierte en jurídica cuando se paga.

c) Por último, y es la tesis considerada acertada por Albaladejo, la obligación


natural, aparte que desde un punto de vista no jurídico pueda ser calificada de
deber o de obligación, jurídicamente no es una obligación, no es un vínculo entre
dos personas (deudor y acreedor), ni antes ni después del pago. Jurídicamente,
sólo es un hecho que justifica la atribución patrimonial que se hizo al acreedor; es
decir, es sólo una justa causa de cada atribución (entrega o pago).

En el Perú, poco se ha escrito sobre las obligaciones naturales. Ello obedece, sin duda, a
que el Código Civil de 1984, y su antecedente inmediato, el Código de 1936, no se
refieren a ellas, al menos utilizando esa denominación.

En efecto, el Código de 1984 sólo contiene dos normas que podrían inscribirse en la
categoría de obligaciones naturales. El artículo 1275, cuando establece que no hay
repetición de lo pagado en virtud de una deuda prescrita. Y el artículo 1943, cuando
dispone que quien pague voluntariamente una deuda emanada del juego y la apuesta no
autorizados, no puede solicitar su repetición.

A su turno, el Código de 1936 contenía reglas similares en cuanto a la prescripción, en el


artículo 1285 y en cuanto al juego y la apuesta, en los artículos 1768 y 1770. Con esto
terminan, en nuestra ley civil, las situaciones jurídicas que la doctrina tradicional
denomina como obligaciones naturales.

En todos estos casos hay razones éticas, ánimo de beneficiencia, muestras de gratitud o
como quiera llamársele, pero no existe obligación alguna, ni civil ni natural, en la medida
en que no se hubiese celebrado un contrato de donación u otro similar.
Si una persona alimenta a un mísero que padece de hambre, y con quien no lo une
vínculo alguno, ni siquiera de amistad, también está cumpliendo con un deber moral o
con un imperativo de solidaridad social. La ley, por tan- to, le impide repetir lo pagado.
¿De qué obligación podríamos hablar en este caso?
La gama de deberes morales o de solidaridad social puede remontarse hasta el infinito.
Ellos impregnan al Derecho de un concepto ético y por eso elogiamos, sin reservas, los
preceptos que los consagran.

Estas situaciones prácticamente se confunden con las que generan las denominadas
obligaciones naturales, que, por esas razones, deben pertenecer a una casta en vías de
extinción.

la ley. Se trata de actos lícitos que carecen de acción. Por tal razón, justamente, se
impide exigir la restitución de lo pagado. Y por eso, cuando se paga, se responde a un
deber íntimo.

DECIMO QUINTA SEMANA (18 al 23 de abril de 2022)

INEJECUCIÓN DE LAS OBLIGACIONES


La ejecución de la obligación se entiende como el hecho de no cumplir, de modo total o
parcial, la obligación contraída, que puede resultar de una abstención cuando se trata de
una obligación positiva, o de un hecho, y provenir de culpa del deudor o de una causa que
no le sea imputable, como en los casos fortuitos, de fuerza mayor o de culpa de un tercero.
Requisitos

Página 78 de 82
Conocimiento de la obligación preexistente. No sólo debe tener conocimiento que la
obligación existe, sino también su exigibilidad. El olvido no es desconocimiento; el olvido no
dará lugar al dolo, pero sí a la culpa, porque hay negligencia.

● Conciencia del incumplimiento. Forma parte de la mala fe, ya que el incumplimiento


es un acto ilegítimo y el deudor es plenamente consciente de esto.
● Consumación del incumplimiento

• Artículo 1330°.- Prueba del Dolo o de la Culpa Inexcusable:

● La prueba del dolo o de la culpa inexcusable corresponde al perjudicado por la


inejecución de la obligación, o por su cumplimiento parcial, tardío o defectuoso.
● El acreedor puede agravar la responsabilidad del deudor demostrando la
inejecución o el incumplimiento irregular de la obligación por dolo o por culpa
inexcusable.

La gravedad del dolo o de la culpa inexcusable y, por ende, su carácter excepcional, exige
que no se presuman.

ANÁLISIS DE LA INEJECUCIÓN DE OBLIGACIONES SEGÚN LA LEGISLACIÓN


PERUANA

● El código del 84 define ciertos conceptos relativos a la inejecución de obligaciones.


• Artículo 1314°: INIMPUTABILIDAD POR DILIGENCIA ORDINARIA
● Quien actúa con la diligencia ordinaria requerida, no es imputable por la inejecución
de la obligación o por su cumplimiento parcial, tardío o defectuoso.
● Se requiere a la causa no imputable, es decir, a la ausencia de culpa, como
concepto genérico exonera torio de responsabilidad. Basta como regla general,
actuar con la diligencia ordinaria para no ser responsable.

• Artículo 1318°.- Inejecución por Dolo: Procede con dolo quien deliberadamente no ejecuta
la obligación.

● El artículo 1318 define el dolo. Dolo es la intención de no cumplir, aunque al


proceder así el deudor no desee causar un daño. El dolo existe cuando el deudor
tiene la voluntad de no cumplir su obligación, ya sea con el propósito de causar un
daño al acreedor o no. Y esto lo diferencia de la culpa, sea que se trate de culpa
inexcusable o de culpa leve, según Osterling.

EL DOLO

Se presenta cuando, deliberadamente, no se ejecuta la obligación. Es un incumplimiento


intencional.
En el dolo, el deudor sabe de la existencia de una obligación cuya ejecución debe realizar,
pero no lo hace, y es consciente de este incumplimiento; no hay negligencia, pero si hay
intencionalidad.

Clases de Dolo

Es preciso distinguir entre el dolo civil y dolo penal:

● Dolo Civil.- En el dolo civil interesa la conducta asumida por el deudor en el


incumplimiento de sus obligaciones civiles libremente aceptadas por él al momento
de la celebración, por eso se exige la preexistencia de las relaciones obligacionales
es decir, el vínculo jurídico previo entre él y su acreedor.
● Dolo Penal.- Este dolo penal tendrán que analizarse todas las variables mentales,
conscientes y voluntarias asumidas por el sujeto para llevar a cabo un acto criminal.
● Dolo como Vicio de la Voluntad.- Este dolo es diferente también del dolo
considerado como causa de la ejecución de las obligaciones. El primero consiste en
maniobras que emplea una persona para inducir a otra a la celebración de un acto,

Página 79 de 82
alterando su libertad de decisión. Por esa razón dicho acto deviene en anulable. El
segundo surge con posterioridad a la celebración de las obligaciones;
concretamente, en el momento de la ejecución o cumplimiento, mediante el deudor
busca hacerla imposible.

CONCEPTO DE ALGUNOS AUTORES

• Felipe Marketing Parodi:


Cómo en las obligaciones con cláusula penal legislada como una de las modalidades de las
obligaciones, se trasladan al título referente a la ejecución de las obligaciones, dado que las
reglas sobre ambas instituciones operan únicamente en los casos de ejecución o de
incumplimiento parcial, tardío o defectuoso de la obligación.
• Raúl Ferrero Costa:
● Las obligaciones nacen para ser cumplidas, vale decir para satisfacer el interés del
acreedor mediante la realización de lo permitido por el deudor.
Sin embargo, es posible que el deudor no cumpla con la prestación debida o la cumpla en
forma parcial, tardía o defectuosa (cumplimiento inexacto).
● Cuando esto se verifica nos enfrentamos ante un supuesto de insatisfacción del
interés del acreedor (total o parcial) cuyas consecuencias para el deudor estarán
determinadas por las causas de aquel incumplimiento inexacto (inejecución).

LA CULPA Y SUS CLASES

La culpa resuelta de la imprudencia, de la torpeza, de la negligencia del deudor; por esas


razones no cumple con sus obligaciones.

● Culpa Inexcusable.- Es aquella que se presenta cuando no se toman las diligencias


y los cuidados más elementales, por los que se le atribuyen iguales consecuencias
jurídicas a las consecuencias de cuando se actúa con dolo.

El artículo 1319° del Código Civil establece que incurren en culpa inexcusable quien por
negligencia grave no ejecuta la obligación.
Culpa Leve.- La culpa leve se presenta cuando el obligado omite aquella diligencia ordinaria
exigida por la naturaleza de la obligación y que corresponda a las circunstancias de las
personas, de tiempo y de lugar.

Con el propósito de otorgar la mayor precisión a los conceptos jurídicos que regula, el Libro
VI dedica a las disposiciones generales sobre inejecución de las obligaciones diecinueve
artículos; a diferencia del Código Civil de 1936 que legisla la materia en diez" preceptos.
Las cuatro primeras normas del Código, vale decir, los artículos 1314 a 1317, rigen los
casos de inejecución de la obligación y de cumplimiento parcial, tardío o defectuoso. por
causas no imputables al obligado. Estas reglas son de singular importancia. "Artículo 1314.
Quien actúa con la diligencia ordinaria requerida, no es imputable por la inejecución de la
obligación o por su cumplimiento parcial, tardío o defectuoso".

"Artículo 1315.- Caso fortuito o fuerza mayor es la causa no imputable, consistente en un


evento extraordinario, imprevisible e irresistible, que impide la ejecución de la obligación o
determina su cumplimiento parcial, tardío o defectuoso".

El artículo 1314 prescribe que quien actúa con la diligencia ordinaria requerida, no es
imputable por la inejecución de la obligación o por su cumplimiento parcial, tardío o
defectuoso. La norma se refiere a la causa no imputable, es decir, a la ausencia de culpa,
como concepto genérico exoneratorio de responsabilidad. Basta, como regla general, actuar
con la diligencia ordinaria requerida para no ser responsable por la inejecución de la
obligación o por su cumplimiento irregular.

Es justamente ese principio el que determina las consecuencias de la ausencia de culpa. En


caso de ausencia de culpa el deudor no está obligado a probar el hecho positivo del caso
fortuito o fuerza mayor, es decir, la causa del incumplimiento por un evento de origen
conocido pero extraordinario, imprevisto e inevitable. En la ausencia de culpa el deudor

Página 80 de 82
simplemente está obligado a probar que prestó la diligencía que exigía la naturaleza de la
obligación y que correspondía a las circunstancias del tiempo y del lugar, sin necesidad de
demostrar el acontecimiento que ocasionó la inejecución de la obligación.

El artículo 1315, precepto novedoso en la legislación peruana, define los casos fortuitos o
de fuerza mayor como causas no imputables, atribuyéndoles las características de eventos
extra ... ordinarios, imprevisibles e irresistibles. La norma tiene su origen en los artículos
1148 del Código Francés, 514 del Código Argentino, 1148 del Código Dominicano y 1059
del Código Brasileño. Los casos fortuitos o de fuerza mayor tienen iguales características.
Teóricamente, sin embargo, cabe hacer una distinción. Así, se considera que el caso fortuito
alude sólo a los accidentes naturales lo que en el Derecho Anglo ... Sajón se denomina "Act
of God" (hecho de Dios) .. , en cambio, la fuerza mayor involucra tanto los actos de terceros
como los atribuibles a la autoridad denominados en el Derecho Anglo .. Sajón uAct of
Rrince" (hecho del Príncipe) .... Como ya se ha expresado, ambos consisten en
acontecimientos extraordinarios, imprevisibles e irresistibles para el deudor y. desde luego,
independientes de su voluntad. En todo caso fortuito o de fuerza mayor hay,
necesariamente, ausencia de culpa. Estos eventos configuran, definitivamente, causas no
imputables. Con el fin de evitar posibles confusiones, conviene precisar términos.
Acontecimiento extraordinario es todo aquél que sale de lo común, que no es usual. La
previsión, por su parte, debe considerarse al tiempo de contraerse la obligación; a diferencia
de la resistibilidad, que se presenta al momento de cumplirla. Si el acontecimiento fuera
irresistible desde el momento en que se contrajo la obligación, el acto jurídico sería nulo,
porque tendría objeto imposible. El requisito de la prev1s1on se exige cuando el deudor no
previó lo que debía; o cuando, habiendo previsto el acontecimiento, se obligó a algo que
presumiblemente iba a ser imposible. En ambos casos el acontecimiento es imputable al
deudor. pues equivale a un hecho suyo. Pero la previsibilidad no debe apreciarse en
abstracto, por.- que si así lo hiciéramos prácticamente todo acontecimiento sería previsible;
y no existiría, por tanto, el caso fortuito o de fuerza mayor. El acontecimiento es imprevisible
cuando los contratantes no tienen motivos atendibles para presumir que éste vaya a su ...
ceder. La noción de imprevisibilidad se aprecia, pues, tomando en consideración todas las
circunstancias de la obligación. La ra ... reza, el carácter anormal del evento, las remotas
posibilidades de realización, configuran el caso fortuito o de fuerza mayor. El requisito de la
irresistibilidad, por último, supone la imposibilidad de cumplimiento. La dificultad de
cumplimiento no exonera al deudor, aun cuando la prestación se haya convertido en más
onerosa de lo previsto. Tampoco interesa la situación personal del deudor; la ausencia de
medios económicos para cumplir la obligación no tiene fuerza liberatoria. En conclusión, las
características de extraordinario, imprevisible e irresistible constituyen simples derroteros
para el juez; su facultad de apreciación en esta materia es muy amplia, y comprenderá el
examen de todas las circunstancias del caso analizado. Lo que en ciertas oportunidades es
caso fortuito o de fuerza mayor, en otras no lo es. Pero lo expresado no significa que todos
los acontecimientos que se presenten sin culpa configuren casos fortuitos o de fuerza
mayor. Usualmente el deudor tan sólo debe probar que ha actuado con la diligencia
requerida. vale decir, sin culpa, para quedar exonerado de responsabilidad. Generalmente
el deudor no precisa demostrar el caso fortuito o de fuerza mayor.

Así lo señala el artículo 1314 del Código, que exige como causa no imputable la prueba de
la diligencia ordinaria requerida. La excepción se configura cuando la ley o el pacto
establecen en forma expresa lo contrario, es decir, cuando exigen para la exoneración del
deudor que el acontecimiento obedezca ·a un caso fortuito o de fuerza mayor. Ello ocurre,
por ejemplo, en el caso previsto por el artículo 1518 del Código Civil de 1936, que atribuye
responsabilidad al arrendatario por el incendio que afee ... te al bien objeto de la locación--
conducción; a no ser que provenga de caso fortuito o de fuerza mayor. En este caso el
arrendatario no podría exonerarse de responsabilidad probando que actuó diligentemente.
es decir, sin culpa. Tendría que demostrar el caso fortuito o de fuerza mayor.

Los hermanos Mazeaud, al distinguir entre -el caso fortuito o de fuerza mayor y la ausencia
de culpa, expresan que "para saber si existe ausencia de culpa, hay que preguntarse si una
per ... sana cuidadosa se habría comportado como el demandado. Para saber si existe
fuerza mayor, hay que preguntarse si una persona cuidadosa se habría encontrado en la
imposibilidad de obrar de manera distinta que el demandado. Así, cabe no haber incurrido

Página 81 de 82
en culpa alguna sin que exista fuerza mayor". Esta doctrina ya había sido enunciada por
tratadistas tan distinguidos como Giorgi y Josserand. Dice Giorgi que "no en todas las
obligaciones contractuales el deudor está sujeto a esta prueba (la del caso fortuito o fuerza
mayor) para librarse, sino solamente es necesaria en los casos en que la ley no admite otra
excusa más que el caso fortuito o fuerza mayor. En los demás puede librarse probando
simplemente haber usado el grado de diligencia exigido en el contrato, esto es, diciendo
hallarse exento de una culpa de la que debía responder". essineo, comentando el Código
Civil Italiano de 1942, se refiere al caso fortuito o fuerza II Jayor con significado diverso del
de causa no imputable. La causa no imputable -afirma M elssio- debe concebirse en sentido
negativo, esto es, como la circunstancia genérica impeditiva cuya paternidad no puede
hacerse remontar a la voluntad o conciencia del deudor y cuya presencia basta para
exonerarlo; el caso fortuito o de fuerza mayor es un hecho positivo que en determinadas
circunstancias se exige para la exoneración. La regla general para exonerarse agrega es la
presencia de una causa no imputable (hecho negativo), mientras que en otros casos es
necesaria la prueba más gravosa del caso fortuito o de fuerza mayor (hecho positivo
tampoco imputable) . Parece claro, entonces, que en la ausencia de culpa el deudor no está
obligado a probar el hecho positivo del caso fortuito o de fuerza mayor, esto es, la causa del
incumplimiento debida a un evento de origen extraordinario, imprevisto e inevitable. En la
ausencia de culpa, el deudor está simplemente obligado a probar que actuó con la diligencia
requerida, sin necesidad de demostrar el acontecimiento que ocasionó la inejecución de la
obligación. La ausencia de culpa se prueba acreditando la conducta diligente; a diferencia
del evento fortuito, cuya prueba. a veces más severa, requiere identificar el acontecimiento y
otorgarle las características señaladas de extraordinario, imprevisible e irresistible. El
principio general, en conclusión, es que el deudor sólo de-- be demostrar su conducta
diligente para quedar exonerado~ de responsabilidad, salvo que la ley o el pacto exijan la
presencia del caso fortuito o de fuerza mayor. En esta última hipótesis habrá que identificar
el acontecimiento que impidió que se cumpliera la obligación, y probar sus características de
extraordinario. imprevisible e irresistible.

EL PAGO – TALLER APLICADO CON LOS ALUMNOS (último día de clases) (21 de
abril de 2022)

REQUISITOS DE VALIDEZ;
REQUISITOS ESENCIALES;
REGLAS DEL PAGO;
LOS INTERESES;
TIPOS DE INTERESES.

EXAMEN FINAL (25 al 30 de abril de 2022)

 ---------------------------------------------- o -----------------------------------------------------

Página 82 de 82

También podría gustarte