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DIRECCIÓN EJECUTIVA DE

EDUCACIÓN Y DOCTRINA PNP

ESCUELA DE EDUCACIÓN SUPERIOR TÉCNICO PROFESIONAL PNP


“HÉROE NACIONAL CAPITÁN PNP ALIPIO PONCE VÁSQUEZ”

PUENTE PIEDRA

SÍLABO DESARROLLADO

DE

CODIGO CIVIL

IV PERIODO
PROMOCIÓN 2019 - II
“INTEGRIDAD II”

2021

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SILABO DESARROLLADO
DERECHO CIVIL
(PROGRAMA REGULAR IV PERIODO - 2021)

I. DATOS GENERALES

PROGRAMA REGULAR : FORMACIONTECNICO PROFESIONAL


EJE CURRICULAR : Formación Técnico Especializada
AREA EDUCATIVA : Formación Básica
AREA COGNITIVA : Ciencias Jurídicas
AÑO DE ESTUDIO : Cuarto
HORAS SEMESTRALES : 64 horas Académicas
HORAS SEMANALES : 04 horas
PERIODO ACADEMICO : IV Semestre
II. SUMILLA
La Asignatura forma parte del Currículo de Estudios de la Escuela de
Educación Superior Técnico Profesional de Suboficiales PNP, sus Unidades de
Aprendizaje comprenden contenidos relacionados con el Derecho Civil:
Conceptos básicos del Derecho, Título Preliminar del Código Civil, Derecho de
las Personas y el Acto Jurídico.
III. OBJETIVOS
A. OBJETIVO GENERAL
Proporcionar conocimientos sobre aspectos del Derecho Civil que se
correlacionan con el ejercicio de la función policial.
B. OBJETIVOS ESPECÍFICOS
1. Proporcionar conocimientos sobre aspectos del Código Civil que se
correlacionan con el ejercicio de la función policial.
2. Profundizar el dominio de los Derechos Civiles para comprender las
capacidades e incapacidades de las personas.
3. Identificar los aspectos que otorgan validez al acto jurídico, así
como sus características y consecuencias.
4. Comprender el ámbito de la Representación, así como lo referente
a los Registros Públicos.

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IV. CONTENIDOS

I UNIDAD
EL DERECHO CIVIL

 Generalidades.
PRIMERA  Concepto básico de: Derecho, Derecho
SEMANA Privado, Derecho Civil.
(04 horas)  Título Preliminar: Principios.
06 y
08ENE2021

SEGUNDA  Derechos de las Personas.


SEMANA  Características
(04 horas)  Los Derechos de la persona recogido en el
13 y 15 código civil de 1884.
ENE2021  Atributos de la persona: Nombre, Domicilio,
Capacidad e Incapacidad de ejercicio
.

TERCERA  Capacidad
SEMANA Concepto
(04 horas) Clases: Capacidad de Goce y Capacidad de
20 y 22 Ejercicio.
ENE2021  Incapacidad
Concepto
Clases, Incapacidad Relativa.

 Personas jurídicas: Concepto, clases.


CUARTA  Personas Jurídicas Inscritas: Asociación,
SEMANA Fundación, Comité, Comunidades Campesinas y
(04 horas) Nativas.
27 y 29  Personas Jurídicas No Inscritas
ENE2021

EL ACTO JURÍDICO

 Concepto.
QUINTA  Caracteres del Acto Jurídico.
SEMANA  Requisitos de Validez del Acto Jurídico.
(04 horas)  Forma del Acto Jurídico.
03 y 05
FEB2021

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SEXTA  Representación.
SEMANA  Naturaleza Jurídica de la Representación
(04 horas)  Clases de Representación.
10 y 12
FEB2021

SÉTIMA
SEMANA
(04 horas) EXAMEN PARCIAL I
17 y 19
FEB2021

 Representación Voluntaria.
OCTAVA  Poder.
SEMANA  Poder General y poder especial.
(04 horas)  Revocación del poder.
24 y 26  Ineficacia del Acto Jurídico por exceder las
FEB2021 facultades otorgados o por carecer de
representación.

 Interpretación del Acto Jurídico.


NOVENA  Clases de Interpretación del Acto Jurídico.
SEMANA  La Interpretación del Acto Jurídico en el
(04 horas) Código Civil peruano.
03 y 05
MAR2021

 Simulación: Concepto, características de la


DÉCIMA simulación.
SEMANA  Tipos de simulación.
(04 horas)  Efectos del Acto Jurídico Simulado.
10 y 12
MAR2021

DÉCIMO  Simulación: Concepto, características.


PRIMERA  Clases de simulación.
SEMANA  Efectos del Acto Jurídico simulado.
(04 horas)
17 y 19
MAR2021

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DÉCIMO
SEGUNDA
SEMANA EXAMEN PARCIAL II
(04 horas)
24 y 26
MAR2021

DÉCIMO  Fraude: Concepto, Clasificación.


TERCERA  Vicios de la Voluntad:
SEMANA - Error
(04 horas) - Dolo
31MAR y 02 - Violencia o intimidación.
ABR2021

DÉCIMO  Invalidez del acto jurídico: Nulidad.


CUARTA  Ineficacia del acto jurídico: Anulabilidad.
SEMANA  Confirmación del negocio jurídico: Concepto,
(04 horas) características, requisitos, efectos, clases.
07 y
09ABR2021

DÉCIMO  Obligaciones: Elementos esenciales,


QUINTA clasificación de las obligaciones. Inejecución de
SEMANA las obligaciones: dolo, culpa, caso fortuito; fuerza
(04horas) mayor.
14 y  El pago: Requisitos de validez, Requisitos
16ABR2021 esenciales, reglas del pago, los intereses, tipos de
interés.

DÉCIMO
SEXTA
SEMANA EVALUACIÓN FINAL
(04 Horas)
21 y
23ABR2021

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V. PROCEDIMIENTOS DIDÁCTICOS

A. Las técnicas de enseñanza se orientarán a la interacción permanente


docente – educando, enmarcadas en la cultura participativa, y el trabajo
en equipo.
B. Se promoverá la investigación permanente y la exposición de los
conocimientos adquiridos.
C. El desarrollo de los contenidos curriculares será eminentemente objetivo
mediante el empleo de Mapas Conceptuales.
VI. EQUIPOS Y MATERIALES
El docente para el desarrollo de la asignatura empleará los siguientes equipos
y materiales:

EQUIPOS
Computador (vía zoom)

MATERIALES
Proveerá Separatas a los educandos, diapositivas virtuales, así como empleará
presentación de diapositivas en power point, transparencias o videos para
reforzar las técnicas de enseñanza.

VII. EVALUACIÓN
La asistencia a las sesiones teóricas es obligatoria en el 70% y a los Talleres
en el 90%, en caso contrario de no existir justificación alguna por la Sub
Dirección Académica de la EESTP H.N.CAP PNP APV, el estudiante
desaprobará la asignatura.
El proceso de evaluación del aprendizaje será permanente, comprenderá:

A. Evaluación Formativa Interactiva, en relación a la participación activa del


estudiante PNP en el aula. El promedio de las intervenciones orales
constituirá Nota de Paso Oral.
B. Evaluación Formativa o de Proceso para comprobar el rendimiento
académico, pronosticar posibilidades de desarrollo y reorientar la
metodología, compromete la aplicación de:
1. Talleres, Exposiciones.
2. Dos exámenes escritos parciales (7ª y 12ª semana), enmarcados en
los modelos de la Prueba Objetiva, pudiendo, además, contener
preguntas tipo desarrollo y situación problema, en las que prime el
empleo de la capacidad reflexiva, la correlación de criterios, el
análisis y el pensamiento lógico.
3. Un trabajo de investigación monográfica que se valorará en su forma
y contenido.

C. Evaluación Sumativa orientada a comprobar el nivel de desarrollo


cognoscitivo, reflexivo y del pensamiento lógico, para lo cual se aplicará

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un examen final (16ª semana), de similar característica empleada en los
exámenes parciales.
D. El Promedio General se calculará en concordancia con las disposiciones
establecidas en el Manual de Régimen de Educación de las Escuelas de
Formación de la PNP, conforme se detalla a continuación:

Promedio General:

PG = PEP (3) + PO (1) + TA (2) +EF (4)


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PEP = Promedio de Exámenes Parciales


PO = Paso Oral
TA = Trabajo de Investigación Monográfica
EF = Examen Final

VIII BIBLIOGRAFÍA BÁSICA

A. ARIAS SCHREIBER, Max. “Exégesis del Código Civil Peruano”. 1984.


B. CAZEAUX, PEDRO N. y Félix TRIGO REPRESAS. Compendio de
Derecho de las Obligaciones. Tomo II. La Plata: Editorial Platense.
C. CORVETO VARGAS, Aníbal. “Manual Elemental del Derecho Civil
Peruano”.
D. DE CASTRO Y BRAVO, Federico. “Derecho de las Personas”.
E. ESPINOZA ESPINOZA, Juan, "Derecho de la Responsabilidad Civil",
Primera Edición 2002, Editorial GACETA JURIDICA.
F. FERNÁNDEZ SESSAREGO, Carlos. “Derecho de las Personas”.
G. FERRERO COSTA, Raúl. “El Negocio Jurídico”. 1974.
H. FERRERO COSTA Raúl, "Curso de Derecho de las Obligaciones" 2004,
Editora Jurídica GRIJLEY.
I. FERRERO DIEZ CANSECO, Alfredo. «La función e importancia del
objeto social en las sociedades mercantiles». En Ius et Veritas. Nº 13, Año
7, noviembre 1996.
J. JURISTA EDITORES, Código Civil, Edición 2006.
K. LEON BARANDIARAN, José. “Tratado del Derecho Civil Peruano”. Tomo
I - II
L. LLOVERAS DERESK y otros. “Lecciones de Derecho Civil”.
M. OSTERLING PARODI, Felipe. “Las Obligaciones”. Fondo Editorial
PUCP. Lima – Perú. 1999.
N. PALACIOS PIMENTEL, Gustavo. “Elementos del Derecho Civil
Peruano”. Facultad de Derecho de la UNSAA. Cusco - Perú. 1998.

7
O. ROMERO ZAVALA, Luis. “El Derecho de las Obligaciones en el Perú”.
Facultad de Derecho y Ciencias Políticas. UIGDLV. Lima – Perú. 1996.
P. VIDAL RAMÍREZ, Fernando. “Código Civil”.

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EL DERECHO CIVIL Y DE LAS PERSONAS

PRIMERA SEMANA

CONCEPTO BÁSICO DE: DERECHO, DERECHO PRIVADO, DERECHO CIVIL.

I. EL DERECHO
1. Concepto de Derecho
Tres son los caminos que hemos seguido para llegar a una definición
integral del derecho: la sociabilidad del hombre nacida de su propia
naturaleza, la exigencia de regular su conducta mediante normas y el
deber ser orientado hacia valores. La teoría tridimensional del derecho
sustentada por Miguel Reale, lo considera como integración de tres
elementos, (hecho, valor y norma), por tanto, son elementos integrantes
de una definición del derecho; la conducta social del hombre como
persona, la necesidad de regularla mediante un sistema de normas y los
valores hacia los cuales debe orientarse esa conducta.
2. Ramas del Derecho y ubicación del Derecho Civil
a. El Derecho Público
Conjunto de preceptos jurídicos destinados a la tutela o defensa del
ser humano y al cumplimiento de los intereses generales de la
comunidad.
b. El Derecho Privado
Es un conjunto de normas jurídicas, cuyo objetivo consiste en
regular los intereses particulares de los individuos, a través de los
códigos y leyes que al efecto se dicten.

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II. EL DERECHO CIVIL
Concepto de Derecho Civil
Para ALBERTO VASQUEZ RIOS; es la disciplina que cubre todas las fases de
la vida del hombre, desde cuando es concebido hasta su muerte, cubriendo en
dicho lapso los actos jurídicos, los contratos, la constitución familiar, en sus
relaciones con los demás hombres y de éstos con las cosas, cuya expresión
elocuente de esta última relación es la propiedad privada.
III. LA CODIFICACION CIVIL PERUANA
Código 1984 (Vigente): El código actual está basado tal como los anteriores
en el derecho romano y a la vez alemán. Fue promulgado mediante Decreto
Legislativo Nº 295 del 24 de Julio de 1984 y entró en vigencia el 14 de
noviembre de 1984. El Código civil de 1984 está dividido en:

 Título preliminar.
 Libro I: Derecho de las Personas.
 Libro II: Acto Jurídico.
 Libro III: Derecho de Familia.
 Libro IV: Derecho de Sucesiones.
 Libro V: Derechos Reales.
 Libro VI: Las Obligaciones.
 Libro VII: Fuentes de las Obligaciones.
 Libro VIII: Prescripción y Caducidad.
 Libro IX: Registros Públicos.
 Libro X: Derecho Internacional Privado.
 Título final.

TITULO PRELIMINAR – PRINCIPIOS DEL DERECHO CIIVIL


Articulo I.- Abrogación de la ley
La ley se deroga solo por otra ley.
La derogación se produce por declaración expresa, por incompatibilidad entre
la nueva ley y la anterior o cuando la materia de esta es íntegramente regulada
por aquella.
Por la derogación de una ley no recobran vigencia las que ella hubiere
derogado.
Articulo II.- Ejercicio abusivo del derecho
La ley no ampara el ejercicio ni la omisión abusiva de un derecho. Al demandar
indemnización u otra pretensión, el interesado puede solicitar las medidas
cautelares apropiadas para evitar o suprimir provisionalmente el abuso.
Articulo III.- Aplicación de la ley en el tiempo
La ley se aplica a las consecuencias de las relaciones y situaciones jurídicas
existentes. No tiene fuerza ni efectos retroactivos, salvo las excepciones
previstas en la Constitución Política del Perú.
Artículo IV.- Aplicación analógica de la ley

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La ley que establece excepciones o restringe derechos no se aplica por
analogía.
Artículo V.- Orden público, buenas costumbres y nulidad del acto jurídico
Es nulo el acto jurídico contrario a las leyes que interesan al orden público o a
las buenas costumbres.
Artículo VI.- Interés para obrar
Para ejercitar o contestar una acción es necesario tener legítimo interés
económico o moral.
El interés moral autoriza la acción solo cuando se refiere directamente al
agente o a su familia, salvo disposición expresa de la ley.
Articulo VII.- Aplicación de norma pertinente por el juez
Los jueces tienen la obligación de aplicar la norma jurídica pertinente, aunque
no haya sido invocada en la demanda.
Articulo VIII.- Obligación de suplir los defectos o deficiencias de la ley
Los jueces no pueden dejar de administrar justicia por defecto o deficiencia de
la ley. En tales casos, deben aplicar los principios generales del derecho y,
preferentemente, los que inspiran el derecho peruano.
Articulo IX.- Aplicación supletoria del Código Civil
Las disposiciones del Código Civil se aplican supletoriamente a las relaciones y
situaciones jurídicas reguladas por otras leyes, siempre que no sean
incompatibles con su naturaleza.
Articulo X.- Vacíos de la ley
La Corte Suprema de Justicia, el Tribunal de Garantías Constitucionales (*) y el
Fiscal de la Nación están obligados a dar cuenta al Congreso de los vacíos o
defectos de la legislación.
Tienen la misma obligación los jueces y fiscales respecto de sus
correspondientes superiores.

SEGUNDA SEMANA

DERECHO DE LAS PERSONAS

I. LOS DERECHOS DE LAS PERSONAS EN EL ORDENAMIENTO CIVIL


1. Concepto de Derechos de las Personas
Los Derechos de la Persona son aquellos derechos inherentes a la
persona por su propia condición de ser humano, reconocidos como tales
por nuestro ordenamiento jurídico (constitucional y civil), siendo
protegidos por el poder del Estado.
2. Características de los Derechos de las Personas

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Teresa de Jesús Seijas Rengifo, menciona las características de los
derechos personales, que son:
a. Absolutos: Opone a la persona por encima de todo lo demás.
b. Originarios: Se adquieren al momento del nacimiento, hasta la
muerte, e inclusive se señala que ya tienen este derecho los
concebidos.
c. Vitales: Porque duran tanto como dura la persona.
d. Subjetivos: Son de la persona y no se puede renunciar a estos
derechos, así como tampoco se pueden transferir.
e. Extrapatrimoniales: No son susceptibles al dinero.
f. Irreductibles e Imprescriptibles.
3. Los Derechos de las Personas recogidos en el Código Civil de 1984
El código civil de 1984 toca los siguientes puntos:

a. Derecho a la vida.
El derecho a la vida es el derecho primordial entre todos los derechos
de la persona y el presupuesto indispensable de todos los demás. El
derecho a la vida consiste en que cada ser humano tiene el derecho de
no ser muerto, sino por causas naturales. No es un derecho sobre la
vida en el sentido de que la persona pueda disponer de ella según su
parecer V. Gr. El suicidio y la eutanasia, los cuales no están
comprendidos en el derecho a la vida, sino que son incompatibles con
el mismo.

b. Derecho de Igualdad de género.


Recogido en el Art. 4° del Código Civil. Según nuestro ordenamiento
jurídico toda persona, por su condición de tal sin discriminación alguna
(incluyendo la de genero), tiene la capacidad de gozar de los derechos
civiles. Por el Principio de Igualdad ante la ley, todos gozan de los
derechos civiles, salvo las excepciones que se encuentran
expresamente establecidas en la ley como: la interdicción civil o penal,
la suspensión de la patria potestad, etc.

c. Derecho a la integridad física.


El derecho que tiene la persona por el cual nadie puede poner en
peligro ni atentar contra su integridad física, psíquica o moral, ni
perturbar o impedir su desarrollo y bienestar. La integridad física es el
derecho que tiene la persona a que nadie le cause ningún daño a su
cuerpo. Se encuentra reconocido en el artículo 5° del Código Civil.

d. Derecho a la libertad.
El derecho a la libertad, recogido en el Art. 5° del C.C., se encuentra
estrechamente ligado al derecho a la vida. El derecho a la libertad
supone la posibilidad de todo ser humano de decidirse por un proyecto
de vida dentro del bien común, de realizarse plenamente como hombre;
es decir, de poder hacer todo aquello que éste jurídicamente permitido,
que no esté expresamente prohibido, siempre que no atente contra el

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derecho ajeno, el interés social y no signifique un abuso en el ejercicio
de un derecho.

e. Derecho al honor.
Reconocido en el artículo 5° del Código Civil. El Honor es un valor
moral que alude a la reputación de una persona en sociedad, es cierto
que el código civil no hace mucha referencia al concepto de "honor"
puesto que es un derecho extra-patrimonial, innato, y a la vez
abstracto, puesto que el honor proviene del mundo interno de la
persona. El Derecho al honor comprende el principio de dignidad
humana, al trato que esta va a recibir, al respeto que por naturaleza le
compete, y hablando de esto, el derecho al honor lo poseen
únicamente las personas naturales.
Pero, pese a que es un derecho que corresponde sólo a la persona,
también se invoca el derecho a la memoria de los muertos, es así por
ejemplo que si se luego de fallecida una persona, otra deshonra su
honor, le corresponde a los familiares de este el optar por tomar
medidas para que se deje de desacreditar la memoria del difunto.

f. Derecho a los actos de disposición del propio cuerpo.


El Art. 6° tiene como objetivo la protección del cuerpo, en su primer
párrafo prohíbe los actos de disposición del propio cuerpo están
prohibidos, cuando ocasionen una disminución permanente del mismo
o cuando de alguna manera sean contrarios al orden público o a las
buenas costumbres.
La donación de partes del cuerpo o de órganos o tejidos que no se
regeneran no debe perjudicar gravemente la salud o reducir
sensiblemente el tiempo de vida del donante. Tal disposición está
sujeta a consentimiento expreso y escrito del donante.
Según el artículo 8° del C.C., es válido el acto por el cual una persona
dispone altruistamente de todo o parte de su cuerpo para que sea
utilizado, después de su muerte, con fines de interés social o para la
prolongación de la vida humana. NO obstante, es revocable, antes de
su consumación, el acto por el cual una persona dispone en vida de
parte de su cuerpo. Es también revocable el acto por el cual la persona
dispone, para después de su muerte, de todo o parte de su cuerpo. La
revocación no da lugar al ejercicio de acción alguna.

g. Derecho a la intimidad.
Previsto en el artículo 14° del Código Civil Derecho que permite al
individuo desarrollar su propia vida, en que todos deben guardar
reserva de los detalles de la vida de los demás, con un grado mínimo
de interferencia, libre de perturbación que ocasionen otros individuos o
autoridades públicas. Se viola este derecho cuando un aspecto de la
vida de la persona o familiar del individuo es dado a conocer sin su
consentimiento. Si la persona fallece, la protección es ejercida por su
cónyuge, descendientes, ascendientes o hermanos, excluyentemente y
en ese orden.

h. Derecho a la imagen y a la voz.

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Este derecho protege a la imagen y a la voz, teniendo relación con la
intimidad de las personas. Ambos no pueden ser utilizados sin un
consentimiento expreso.
 Imagen:
La imagen consiste en la reproducción del aspecto físico de
una persona mediante cualquier procedimiento, fotografía,
pintura, etc. El derecho a la imagen es entendido como el
poder jurídico que tiene el titular de poder oponerse a que los
demás reproduzcan, utilicen o exhiban su figura sin su
asentimiento, no siendo necesario cuando ello se justifique por
su notoriedad.
"La imagen y la voz de una persona no pueden ser
aprovechadas sin la autorización expresa de ella, o si ha
muerto, sin el asentimiento de su cónyuge, descendientes,
ascendientes, o hermanos, excluyentemente en este orden.
Art. 15° Código Civil
Dicho asentimiento no es necesario cuando la imagen y voz se
justifique por la notoriedad de la persona y siempre que se
relacione con hechos de interés general, asimismo la imagen o
voz no atenerte contra el honor y reputación de la persona a
quien corresponde. "

 La voz:
La imagen y la voz son derechos complementarios, compatibles
entre sí, ya que se asocian conformando la identidad de la
persona, es decir, cuando el medio empleado no permite tener la
imagen de una persona, podemos identificarla mediante la voz.

i. Derecho de autor.
Se tiene en consideración los derechos morales patrimoniales el autor.
Con relación a los derechos morales de autor, le permite exigir la
intangibilidad de la obra, la misma que no podrá ser modificada o
alterada sin su asentimiento. En cuanto a los derechos patrimoniales lo
faculta a comercializar la obra; sin embargo, el hecho de disponer de la
obra, no significa que el autor también transfiera los derechos morales;
parece recogido en el artículo 18° del Código Civil.

j. Derecho al secreto y reserva de las comunicaciones.


Derecho reconocido en el artículo 16° del Código Civil, que consiste en
que las comunicaciones no pueden ser intervenidas, esto es, las cartas
interceptadas, las ondas electromagnéticas estorbadas con
trasmisiones que las hagan inútiles para la comunicación o teléfonos
intervenidos

III. ATRIBUTOS DE LAS PERSONAS: NOMBRE, DOMICILIO

1. El Nombre
a. Concepto

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El nombre es un atributo esencial de las personas, tanto naturales
como jurídicas y sirve para identificarlos y diferenciarlos de otras
personas. El nombre posee las siguientes características:
 Obligatoriedad.
 Indisponibilidad.
 Inmutabilidad.
 Imprescriptibilidad.
El nombre cumple las siguientes funciones:
 Como instrumento de individualización.
 Como medio de identificación.
 Como indicación del sexo.
El nombre comprende dos elementos:
 El nombre patronímico o apellido; proviene del padre y de la
madre, estos nombres son hereditarios.
 El nombre de pila o prenombre.
Los hijos matrimoniales (hijos nacidos dentro del matrimonio) lleven
el primer apellido del padre y el primer apellido de la madre. Art. 20°
del C.C.
Al hijo extra matrimonial (nacido fuera del matrimonio) le
corresponde el apellido del padre que le haya reconocido. Si es
reconocido por ambos, lleva el primer apellido de los dos (padre y
madre). Art. 21° del C.C.
El adoptado lleva los apellidos del adoptante o adoptantes. El Art.
22° del C.C.
b. Protección Legal del Nombre
El nombre como atributo de la persona está protegido por la ley. El
nombre puede ser ejercitado por el titular, sin que nadie pueda
impedirlo. Nadie que no sea dueño o titular del nombre puede
ejercitar ese derecho, que es personal, intransferible.
El Art. 19° del C.C. dice: "Toda persona tiene el derecho y el deber
de llevar un nombre".
De aquí surgen dos formas de protección al nombre:
 Protegiendo cuando es contestado (negado), nadie puede ser
impedido del uso de su nombre, toda persona tiene derecho a
exigir que se le designe por su nombre; cuando se vulnera este
derecho, puede pedir la cesación del hecho violatorio y la
indemnización que corresponda. - Art. 26 del C.C.
 Protección cuando hay usurpación de nombre; Nadie puede
usar nombre que no le corresponde. El que es perjudicado por
la usurpación de su nombre, tiene acción para hacerla cesar y
obtener la indemnización que corresponda. - Art. 28 del C.C.
c. Nombre del Expósito
El Art, 23° del C.C. nos habla de un recién nacido, cuyos
progenitores son desconocidos y dispone que se inscriba con
nombre adecuado que le asigne el registrador del estado civil;
guarda relación con el Art. 3° de la Declaración de los Derechos del
Niño y Art. 2°, Num. 1 de la Constitución Política del Perú.

15
Poner un nombre adecuado significa, que no sea extravagante,
ridículo, contrario a nuestras costumbres o que suscite equívocos
respecto a la persona. Tampoco puede asignarse al expósito el
nombre y apellidos de conocidos hombres públicos.
d. Cambio de Nombre
Por regla general el nombre es personal, permanente e inalterable,
nadie puede cambiar de nombre o apellido ni añadir otro a los suyos,
salvo motivos justificados y mediante autorización judicial
debidamente publicada e inscrita. Art. 29 del C.C, el cambio o
adición del nombre no altera la condición civil de quién lo obtiene ni
constituye prueba de filiación.
El Art. 31° del C.C establece que cuando una persona es
perjudicada con el cambio de nombre, tendrá derecho a impugnarlo
judicialmente, quedará sin efecto la resolución que autorizó el
cambio de nombre, esta impugnación se hará dentro del término de
un año a partir del día de la publicación.
e. El Seudónimo
Cuando adquiere la importancia del nombre, goza de la misma
protección jurídica dispensada a éste. - Art. 32º C.C.
El seudónimo es una identificación que la propia persona escoge
para ser conocido por ese nombre, generalmente en el ámbito
literario o artístico; es el “nombre de arte” o “nombre de guerra”. No
es siempre una forma de ocultar su personalidad, sino más bien, un
modo de escindirla (separar), separando la del artista o autor de la
individualidad ordinaria del sujeto.
El seudónimo es distinto al “sobrenombre”, “alias”, “chapa” o
“apodo”, estos derivan del grupo social donde vive la persona; tienen
en común el ser modos de designación espontánea producidos en el
estrecho ambiente familiar, social, o del medio ambiente en que se
desenvuelve el individuo, y que muchas veces lo trasciende
oscureciendo con su brillo el nombre propio. No tiene significación
jurídica y por lo general los ejemplos más notables se encuentran en
el ámbito de la política, las artes, el deporte, etc. En la misma línea
pero con una connotación distinta está el caso de los delincuentes
que suelen utilizar “alias” o “apodo”.
2. El Domicilio
a. Concepto
El domicilio es el lugar donde permanentemente vive una persona o
una familia; en otras palabras, es el centro de las relaciones jurídicas
de una persona, su sede legal. El domicilio se constituye por la
residencia y el ánimo de permanencia en un determinado lugar.
Domicilio es la relación legal de una persona en un lugar
determinado para realizar una serie de actos con efectos jurídicos.
Por regla general, toda persona debe tener un domicilio para hacer
viable las relaciones contractuales y las relaciones con efectos
jurídicos, así por ejemplo, sirve para las notificaciones con efectos
legales, para determinar la competencia y jurisdicción del Juez; para
el pago de impuestos, etc.
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b. Clases de Domicilio:
 Domicilio natural. - Este domicilio es aquel que el individuo
adquiere por el hecho de nacer; v. gr., como una consecuencia
de la patria potestad.
 Domicilio legal.- Es el que destina la ley en relación al estado
civil de la persona o de su condición de funcionario o del cargo
que desempeñe; así por ejemplo, el domicilio de los incapaces
es el domicilio de sus representantes legales (Art. 37º del C.C.),
el domicilio de los funcionarios públicos es el lugar donde
ejercen sus funciones, sin perjuicio de su domicilio real (Art. 38º
del C.C.), el domicilio de las personas que residen
temporalmente en el extranjero, en ejercicio de funciones del
Estado o por otras causas, es el último que hayan tenido en el
territorio nacional.
 Domicilio real. - También denominado voluntario, es el que las
personas eligen libremente para establecerse habitualmente en
él; es el constituido por la residencia habitual de la persona en
un lugar (Art. 33°).
 Domicilio conyugal. - Es el lugar el lugar donde los cónyuges
viven de común acuerdo, o en su defecto, el último que
compartieron. - Art. 36° del C.C.
 Domicilio especial. - Llamado también contractual, es el que
partes señalan solamente para determinar el fuero en cuanto al
cumplimiento del contrato. Esta designación sólo implica
sometimiento a la competencia territorial correspondiente, salvo
pacto en contrario (Art. 34° del C.C). Ejemplo: En un contrato
de promesa de compra venta sobre una casa situada en
Arequipa, que celebran una persona radicada en Lima y otra en
Arequipa, pueden fijar como domicilio especial la calle X de la
ciudad de Lima; en este caso, si surge algún conflicto, el juez
competente para conocer el caso será el Juez de Lima.
 Domicilio fiscal. - Llamado también Tributario para el
cumplimiento de las obligaciones tributarias o de contribución.
 Domicilio procesal. - Es el domicilio que los abogados
señalan en un proceso judicial, que generalmente es el estudio
jurídico del abogado, sirve para las notificaciones judiciales.

17
TERCERA SEMANA

CAPACIDAD E INCAPACIDAD DE EJERCICIO

I. LA CAPACIDAD
1. Concepto de Capacidad
La capacidad es el atributo de la personalidad, consistente en la idoneidad
para ser sujeto de derecho; es la aptitud que la ley reconoce a la persona
para el goce o para el ejercicio de sus derechos civiles; se trata de un
derecho extra patrimonial, por lo tanto, no susceptible de negociabilidad.
Al hablar de capacidad, nos estamos refiriendo tanto la aptitud de disfrute
de un derecho, como a la aptitud de una persona para ejecutar o ejercer
sus derechos.
2. Clases de Capacidad
Se distinguen dos clases: Capacidad de Goce y Capacidad de Ejercicio
a. Capacidad de goce. Es la aptitud de ser dueño o titular del derecho;
es un atributo esencial de toda persona natural. La capacidad de
goce la tienen todos, surge con el nacimiento y termina solo con la
muerte.
“La mayoría de autores ha llamado a esta capacidad, como
capacidad de derecho, porque gozar de un derecho quiere decir,
tenerlo, ser titular de él, no importando que el individuo esté dotado o
no de discernimiento, pues el mismo derecho, le prevé
representantes legales para que obtengan beneficios a favor del
titular de los mismos” .

b. Capacidad de ejercicio.- Es la aptitud que la ley reconoce a la


persona para ejercitar por si misma sus derechos civiles; es pues la
libertad de obrar; actualmente se adquiere plena capacidad de
ejercicio, cumplido los 18 años de edad (Art. 42° del C.C.).
La capacidad de ejercicio supone en el sujeto, el suficiente
discernimiento y la suficiente libertad volitiva para que pueda
últimamente hacer uso de esa capacidad.
Esta capacidad tiene trascendencia para los efectos de los negocios
jurídicos; esta es la capacidad que reclama el Inc. 1 del Art. 140° del
Código Civil, cuando se refiere al agente capaz.
3. Excepciones a la plena capacidad de ejercicio por razón de edad:
Por regla general, la capacidad de ejercicio se adquiere al cumplir 18
años de edad, sin embargo, existen casos en que, sin tener 18 años, se
adquiere esta capacidad; estas excepciones son:
a. Los mayores de 16 años cuando hayan contraído matrimonio civil,
esta capacidad no se pierde con el divorcio o viudez antes de
cumplir los 18 años (Art. 46º del C.C.). En caso de la mujer, cesa la

18
incapacidad, cuando la menor mayor de 14 años, ha contraído
matrimonio.
b. Por obtener título oficial que le autorice ejercer una profesión u oficio
(Art. 46º del C.C.).
c. Tratándose de mayores de catorce años, cesa la incapacidad a partir
del nacimiento del hijo, para realizar solamente los siguientes actos:
Reconocer a sus hijos, reclamar o demandar por gastos de
embarazo y parto y demandar y ser parte en los procesos de
tenencia y alimentos a favor de sus hijos ((Art. 46º del C.C.,
modificado por Ley 27201 de 14NOV99).

II. LA INCAPACIDAD
1. Concepto
Es la falta de aptitud jurídica para gozar, ejercer derechos o para asumir
obligaciones.
2. Clases de incapacidad
Incapacidad de goce e incapacidad de ejercicio.
a. Incapacidad de goce. La incapacidad de goce solo es excepcional
y relativa, por lo tanto, la incapacidad de goce nunca puede ser total
o absoluta.
Los supuestos de la incapacidad de goce son:
 Prohibición de contraer matrimonio a ciertas personas (del
casado, de los consanguíneos o afines en línea recta, de los
consanguíneos en segundo grado de la línea colateral, del
condenado por homicidio doloso de uno de los cónyuges con el
sobreviviente, etc.).
 Prohibición de contratar entre cónyuges.
 Prohibición a determinadas personas a comprar bienes, Ej: El
administrador público respecto a los bienes que estén a su
cargo; el albacea respecto a los bienes que administra; el Juez,
abogado, procurador, escribano, peritos, respecto a los bienes
que se deciden en el juicio en que han intervenido; el
Presidente de la República y los Ministros de Estado, respecto
de los bienes del Estado.
 La incapacidad de determinadas personas para suceder por
causa de indignidad.
En todos estos supuestos, no hay ninguna representación legal, la
representación legal opera solamente cuando el sujeto tiene
capacidad de goce, pero no capacidad de ejercicio.
b. Incapacidad de ejercicio. - Es la falta de aptitud jurídica para
ejercer derechos y contraer obligaciones, es decir, incapacidad para
ejercer por sí mismos esos derechos y contraer obligaciones (Arts.
43° y 44° del C.C).
La capacidad emana de la ley, y a ella le corresponde aplicarla o
restringirla. Se puede señalar, además, que se han considerado dos
situaciones distintas en que se restringe la capacidad de ejercicio de

19
los derechos de las personas, a lo que nuestro Código Civil
denomina incapacidad; tales situaciones son determinadas en
relación a los absolutamente incapaces y los relativamente
incapaces.
Clases de Incapacidad de Ejercicio:
 Incapacidad Absoluta. - Es una incapacidad plena y general;
estas personas no pueden ejercer por sí mismas derecho
alguno de las que son titulares. Los actos practicados por estos
incapaces son nulos (Art. 43° C.C). El Código Civil fija los
siguientes supuestos:
 Menores de 16, salvo para aquellos actos
determinados por ley.
Los derechos de menores de 16 años, los representan
sus padres o quienes ejercen la patria potestad o en su
defecto, sus tutores; esta incapacidad se prueba con la
partida de nacimiento.
Los casos excepcionales, son:
- El menor que ha cumplido 14 años, puede recurrir al
Juez por sí mismo, contra los actos de su tutor, para
oponerse o pedir su remoción (Art. 530° del C.C);
- El menor mayor de 10 años, debe prestar su
asentimiento para ser adoptado (Art. 378 inc. 4 del
C.C.);
- El menor capaz del discernimiento puede aceptar
donaciones, legados y herencias voluntarias, siempre
que sean puras y simples, sin intervención de sus
padres, también puede ejercer derechos estrictamente
personales (Art. 455°);
- El menor capaz de discernimiento responde por los
daños y perjuicios que causa (Art. 458º del C.C,
modificado por Ley 27184);
- Los incapaces no privados del discernimiento pueden
celebrar contratos relacionados con las necesidades
ordinarias de su vida (Art. 1358°).
 Capacidad de Ejercicio restringida . - Es la incapacidad de
las personas que han perdido o están privadas parcialmente de
su capacidad civil de ejercicio; se encuentran limitados de
ejercer determinados derechos o actos, de manera que otros
derechos si pueden ser ejercidos directamente por el sujeto.
Los actos realizados por los que se encuentran con capacidad
de Ejercicio restringida son anulables, en cambio, los actos
realizados por los incapaces absolutos son nulos.
 Los mayores de 16 años y menores de 18 años de
edad.
Esta incapacidad se sustenta en la falta de
discernimiento. En cuanto a esta incapacidad, el Art. 46°
del C.C, establece que cesa en los siguientes casos:
 Por matrimonio,

20
 Por obtener título oficial que lo autorice para ejercer
una profesión u oficio.
 Los pródigos.
Pródigo es sinónimo de derrochador; el pródigo es el que
disipa habitualmente más de la tercera parte de sus
bienes raíces o capitales; teniendo cónyuges
ascendientes y descendientes, son sujetos habituales en
la dilapidación. Es el que malgasta su patrimonio; a estos
se les nombra curador.
 Los que incurren en mala gestión.
Son las personas que no cuentan con suficiente
racionalidad para llevar a cabo sus negocios y que por
esta causa han perdido más de la mitad de sus bienes
raíces o capitales, teniendo cónyuge, ascendientes o
descendientes, es la falta de eficiencia en los negocios.
 Los ebrios habituales.
Conocido como dipsomanía, son los que tienen el hábito
estable o morboso a la embriaguez, que les produce
alteraciones mentales, tal estado perjudica la economía
del sujeto y la familia. Es la inclinación al consumo de
bebidas alcohólicas sin mesura alguna, o en exceso, de
tal manera que produce la ebriedad sistemática
(alcoholismo crónico).
 Los toxicómanos.
Se trata de sujetos que por el uso de droga y
estupefacientes, se exponen o exponen a su familia a
caer en la miseria, necesite asistencia permanente o
amenace la seguridad ajena.
 Los que sufren pena que lleva anexa la interdicción
civil.
Interdicción civil es el estado de una persona a la que
judicialmente se ha declarado incapaz, por la privación de
ejercer ciertos derechos, bien por razón de delito o por
otra causa prevista en la ley; ejemplo, la privación al
penado (sentenciado a una pena), mientras cumpla la
pena, de los derechos de patria potestad, tutela,
participación en el Consejo de Familia, de la autoridad
marital, de la administración de bienes y del derecho de
disponer de los propios por actos entre vivos.
 Las personas que se encuentren en estado de coma,
siempre que no hubiera designado un apoyo con
anterioridad.

21
CUARTA SEMANA

PERSONAS JURÍDICAS

I. PERSONAS JURÍDICAS
1. Concepto de Persona Jurídica
La Persona Jurídica es el sujeto de derecho constituido por uno o más
individuos jurídicamente organizados. El maestro FERNANDEZ
SESSAREGO señala que la persona jurídica surge de la necesidad del
hombre de reunirse co-existencialmente con otros para realizar en común
ciertos valores que no podría alcanzar de manera individual.
El Derecho atribuye carácter de sujeto no sólo al hombre considerado
individualmente, sino también a los “entes colectivos” llamados personas
jurídicas en sentido estricto; la existencia, capacidad, régimen, derechos,
obligaciones y fines de la persona jurídica, se determinan por las
disposiciones del Código Civil o las leyes respectivas (Ley General de
Sociedades Ley 26887).
2. Clases de Personas Jurídicas
a. Las Personas Jurídicas de Derecho Público
Son aquellas que están dotadas de potestades públicas y se guían
por sus propias leyes y normas jurídicas, unas son de derecho
público externo, como el Estado y los organismos internacionales y
otras de derecho público interno, como los entes administrativos
emanados del Estado, Poder Judicial, Ministerio Público, Ministerio
del Interior, las municipalidades etc.
b. Las Personas Jurídicas de Derecho Privado
Cumplen fines de utilidad privada, a su vez se subdividen en:
 Las que persiguen fines de lucro; Ejemplo: Sociedad
Anónima, Sociedad En Comendita la Sociedad de
Responsabilidad Limitada, Sociedad Colectiva (reguladas en
la LGS).
 Las que no persiguen fines de lucro ; Ejemplo: Asociaciones,
Fundaciones, Comités, etc.
En el Código Civil Peruano de 1984 se regula:
 La Asociación del Art. 80° al 98°.
 La Fundación del Artículo 99° al 110°.
 El Comité del Artículo 111° al 123°.
 Las Comunidades campesinas del Artículo 134° al 139°
En el m ismo Código se regula la Asociación, Fundación y Comité no
inscritos

22
II. PERSONAS JURÍDICAS INSCRITAS
1. ASOCIACION
a. Concepto
Es una organización estable de personas naturales o jurídicas, o de
ambas, para realizar actividades en común, con un propósito no
lucrativo. Pueden ser de carácter religioso, político, científico,
deportivo, artístico o de sociabilidad (Clubes Sociales). Las
asociaciones surgen de un acto jurídico y no propiamente de un
contrato; a sus integrantes se les denomina asociados o socios.
b. Características
Son las siguientes:
 Se rigen por su Estatuto el cual deberá expresar lo establecido
en el Art. 82° del C.C.; asimismo deberá constar por Escritura
Pública.
 Debe contar con un patrimonio.
 Cuenta con los libros siguientes: Libro de Registro y Libro de
Actas donde constan los acuerdos.
 Órganos: Asamblea general (órgano superior) y Consejo
Directivo.
 Cada socio cuenta con derecho a un voto condicionado al pago
de sus aportes.
 Los asociados gozan de derecho de libre adhesión y retiro
voluntario (por petición escrita)
c. Disolución y destino de su patrimonio
El Código menciona las siguientes de disolución:
 Por liquidación, según lo acordado por la Junta de Acreedores,
conforme a la ley de la materia.
 De pleno derecho cuando la asociación no puede funcionar
según su Estatuto.
 Por solicitud del Ministerio Publico cuando las actividades de la
asociación resulten contrarias al Orden Público y las buenas
costumbres.
 Por mandato judicial a falta de norma estatutaria.
Sin importar cuál sea la causa de disolución de la asociación, en
caso ella se produzca, debe aplicarse el Art. 98 del Código civil, el
mismo que dispone que el haber neto que resulte de la liquidación
sea entregado a las personas designadas en el estatuto, con
exclusión de los asociados. De no ser posible, será la autoridad
judicial la que ordene su aplicación a fines análogos en interés de la
comunidad, dándose preferencia a la provincia en donde tuvo su
sede la asociación.

2. LA FUNDACION
a. Concepto
Es una organización no lucrativa, instituida mediante la afectación de
uno o más bienes para la obtención de fines solidarios, filantrópicos,

23
e servicio a la comunidad o e interés social V gr. La Fundación por
los Niños del Perú, La Fundación Nobel, etc.
b. Características
Son las siguientes:
 Se constituye por escritura pública o por testamento y se
inscriben en el registro respectivo. El acto de constitución de la
Fundación, una vez inscrita es irrevocable.
 Carece de titulares que puedan disponer de ella o de su
patrimonio a su libre albedrío. En estricto, la fundación es un
nuevo sujeto de derecho distinto del fundador que administra.
 Carece de miembros, cuenta con órganos de administración,
pero no tiene integrantes por ser una persona jurídica cerrada a
la afiliación.
 Con relación a los fines de la fundación, ella se caracteriza por
ser una organización que realiza objetivos que favorecen a
terceros que no son ni el fundador ni los administradores.
 Están controladas por el Consejo de Supervigilancia de
Fundaciones - CSV.
 El administrador(es) así como sus parientes hasta el cuarto
grado de consanguinidad y segundo de afinidad no
pueden celebrar contratos con la Fundación.
c. Disolución de la Fundación y destino de su patrimonio
El Consejo de Supervigilancia puede solicitar la disolución de la
Fundación, cuya finalidad resulte de imposible cumplimiento. La
disolución es necesariamente judicial y sólo es conocida por el
Poder Judicial. En no pocos casos la solicitud del Consejo de
Supervigilancia es consecuencia del pedido de los administradores.
Si el Poder Judicial ordena la disolución debe designarse a los
liquidadores para que, cubiertas las obligaciones de la institución,
destinen el haber neto resultante al fin previsto en el acto
constitutivo. Si ello no fuera posible, se destina, a propuesta del
Consejo de Supervigilancia, a incrementar el patrimonio de otra u
otras fundaciones de finalidad análoga o, en su defecto a la
Beneficencia Pública de la localidad en la que la fundación tuvo su
sede, para satisfacer propósitos similares (Art. 110° del Código
Civil).

3. EL COMITE
a. Concepto
Es la organización de personas naturales o jurídicas o de ambas,
dedicadas a la recaudación pública de aportes con una finalidad
altruista. Ejm.: Comité de la Cruz Roja.
b. Características
Tiene como características las siguientes:
a. Se constituyen mediante escritura pública, acta de constitución
o documento privado con legalización notarial de las firmas de
sus fundadores; deben contar con un Estatuto e inscribirse en
el Registro respectivo (Art. 111° al 123° del C.C.)

24
b. Su Estatuto ha de contener la denominación, duración y
domicilio; el fin altruista perseguido; el régimen administrativo,
la constitución y funcionamiento de la Asamblea General y del
Consejo Directivo (sus órganos); la designación del funcionario
que ha de tener la representación legal; y los demás pactos y
condiciones que establezcan.
c. Disolución del Comité y destino de su patrimonio
El Consejo Directivo procede a la disolución y liquidación del Comité,
una vez cumplida la finalidad propuesta, o si ella no se ha podido
alcanzar.
También el Ministerio Publico puede pedir la disolución del Comité al
Juez Especializado Civil del lugar en que aquel tenga su domicilio,
cuando sus actividades resulten contrarias al orden público o buenas
costumbres.

4. COMUNIDADES CAMPESINAS Y NATIVAS

a. Concepto
Son organizaciones tradicionales y estables de interés públicos,
constituidas por personas naturales cuyo fin es el aprovechamiento
de su patrimonio para beneficio general y equitativo de los
comuneros, promoviendo el desarrollo integral.
b. Características
Son las siguientes:
 Están reguladas por legislación especial.
 Para la existencia legal de las comunidades se requiere,
además de la inscripción en el registro respectivo, su
reconocimiento oficial.
 Las tierras de las comunidades son inalienables,
imprescriptibles e inembargables, salvo excepciones
establecidas en la Constitución.
 El Poder ejecutivo regula el estatuto de las comunidades, el
cual consagra su autonomía económica y administrativa.
 La Asamblea general es el órgano supremo de la comunidad.
 La comunidad debe contar con un padrón general y un catastro
donde consten los bienes que integran su patrimonio.

III. PERSONAS JURÍDICAS NO INSCRITAS


Nociones generales
El Código Civil regula la actividad de la Asociación, el Comité y Fundación No
Inscritas del Art. 124° al 133°, es decir, de aquellas organizaciones de
personas que no son formalmente “personas jurídicas” no obstante actuar
como tales en la realidad social.
Por regla general, las asociaciones, fundaciones y comités, deben estar
inscritas en el Registro de Personas Jurídicas de los Registros Públicos, sin
embargo, la ley regula la existencia de las no inscritas, en virtud de su
expansión como fenómeno jurídico-social y al reconocer en ellas una actividad
creadora, es decir, una participación efectiva.

25
En el caso de LA ASOCIACION, dicho conjunto de personas despliega sus
actividades contando con peculio propio y como organización de personas
sujetas a disposiciones estatutarias libremente adoptadas. Sin embargo, ya sea
por ignorancia o simplemente por no seguir trámites burocráticos
aparentemente complicados y a menudo onerosos, no cumplen con la
formalidad de constituirse, solemne y formalmente como personas jurídicas,
por lo que sus conductas no estaban reguladas por el anterior Código Civil (de
1936), no obstante realizar determinados actos jurídicos; en cambio, el Código
Civil vigente si las regula.
Las indicadas organizaciones se mantienen, por tanto, como pluralidad de
personas naturales, a las cuales el Código concede subjetividad jurídica. Este
reconocimiento normativo faculta a dicha pluralidad – sin dejar de ser tal – a
celebrar determinados actos jurídicos y a comparecer en juicio. Al no
constituirse como unidad normativa de imputación de derechos y deberes, el
patrimonio de dichas organizaciones no inscritas se mantiene como un FONDO
COMUN sujeto a la disciplina normativa.

1. REGIMEN DE LA ASOCIACIÓN NO INSCRITA


La Asociación no inscrita regula su organización interna y su
administración por los acuerdos de sus miembros, aplicándose las
normas de la asociación inscrita en cuanto fuese aplicable. El Código le
reconoce capacidad procesal, pudiendo comparecer en juicio
representada por el presidente del Consejo Directivo o por quién haga sus
veces (Art. 124º del C.C.).
El Fondo Común. - Se denomina “Fondo Común” al conjunto de bienes
constituido por los aportes de los asociados y los bienes que adquiera la
asociación no inscrita.
El fondo común está destinado a la realización de los objetivos del grupo,
mientras el objetivo subsiste no puede ser dividido, no existe el concepto
de cuota y los partícipes no tienen un derecho separado sobre el todo.
El Código Civil dispone en el Art. 125°, que “mientras esté vigente la
Asociación” es, decir, mientras se mantenga como no inscrita, no se
puede pedir la división y partición de dicho fondo, ni el reembolso de las
aportaciones de los asociados. Del mismo modo, quienes hayan actuado
en nombre de la asociación son solidariamente responsables en el caso
en que el fondo común no sea suficiente para afrontar las obligaciones de
la misma (Art. 126).
2. REGIMEN DE LA FUNDACIÓN NO INSCRITA
El Art. 127° del C.C. establece que el Consejo de Supervigilancia, el
Ministerio Público o quien tenga legítimo interés le corresponde tomar las
medidas pertinentes para lograr dicha inscripción.
El Art. 128° del C.C. se refiere a la responsabilidad de los
Administradores, señalándose solidaria con respecto a los bienes
afectados a la finalidad propuesta.
El Art. 129º del C.C, señala que una fundación no inscrita en los Registros
Públicos (sin personería jurídica), puede operar con la condición de ser
inscrita en los Registros Públicos.

De no ser posible su inscripción, los bienes de la fundación no inscrita


serán afectados a otras fundaciones de fines análogos o a otra fundación,
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preferentemente establecida en el mismo distrito judicial, por acuerdo de
la Sala Civil de la Corte Superior de la sede de la fundación y a solicitud
del Consejo de Supervigilancia de Fundaciones, del Ministerio Público o
de quien tiene legítimo interés (Art. 129º C.C.).
3. REGIMEN DEL COMITÉ NO INSCRITO
El Comité no inscrito se rige por los acuerdos de sus miembros, la
representación judicial recae en el presidente del Consejo Directivo o
quien haga sus veces; asimismo, los organizadores y quienes se
encargan de la gestión de los aportes, son responsables solidarias de su
conservación, de la aplicación a su finalidad y de sus obligaciones
contraídas (Art. 130° del C.C.).
Disolución del comité no inscrito. - En el caso en que se haya cumplido la
finalidad o que no se haya podido alcanzar, el Ministerio Público solicita de
oficio o a instancia de parte su disolución y rendición judicial de cuentas. La
conservación y destino correcto de los aportes es supervisada por el Ministerio
Público (Art. 132° del C.C.).

QUINTA SEMANA

ACTO JURÍDICO

I. Concepto de Acto Jurídico.


El acto jurídico es el acto humano, voluntario, lícito, con “manifestación de
voluntad destinada a crear, regular, modificar o extinguir relaciones jurídicas”
(Art. 140 del C.C).

El acto jurídico, es, pues, el hecho jurídico de carácter voluntario y lícito, cuyo
efecto es querido directamente por el agente, y en el cual existe una
declaración de voluntad. Como quiera que este acto voluntario y lícito, por lo
general tienen por objeto crear, regular, modificar o extinguir relaciones
jurídicas de contenido o fin patrimonial, muchos autores e incluso Códigos,
prefieren denominarla NEGOCIO JURIDICO en lugar de acto jurídico, como
ocurre con el Código Alemán.

Como quiera que el acto jurídico es un acto humano voluntario, para su


validez se requiere de la Manifestación de Voluntad, sino hay esa
manifestación de voluntad, el acto es nulo

Tradicionalmente se define el acto o negocio jurídico como una o más


declaraciones (o manifestaciones) de voluntad, orientadas a producir efectos
reconocidos y garantizados por el ordenamiento jurídico. De acuerdo con la
27
doctrina tradicional, Carnevali manifiesta que en cada negocio jurídico se
individualizan dos voluntades: la voluntad del acto y la voluntad de los
efectos:

a) La voluntad del acto, es simplemente la conciencia y voluntad que un


sujeto tiene de hacer una determinada declaración en su pura materialidad
(palabras, escritos, gestos, etc.). La voluntad del acto no solamente es
característica del acto o negocio jurídico, sino que es común a todos los
otros actos (como a las declaraciones de ciencia, a las comunicaciones, a
las oposiciones, etc.). La voluntad del acto diferencia a todos los actos
humanos voluntarios del hecho natural y de los actos humanos
involuntarios. En vez de la expresión voluntad del acto podemos hablar de
voluntad de la declaración. Si falta la voluntad de la declaración (ejemplo,
una declaración falsificada de otro), el acto jurídico es nulo.

b) La voluntad de los efectos, es la voluntad dirigida a producir efectos


idóneos para regular determinados intereses del declarante. Ejemplo: Juan
otorga un testamento, el efecto al cual está dirigida su voluntad es el de
dejar la propiedad de un inmueble a una persona, la propiedad de una nave
a otra persona, una suma de dinero a otra persona, y así vía; tal efecto se
produce en cuanto es querido por el testador. Juan acepta una letra de
cambio, el efecto al cual está dirigida su voluntad es la de asumir la
obligación de pagar una suma de dinero a un vencimiento determinado;
dicho efecto se produce en cuanto es querido por el declarante. Juan
entiende adquirir un bien por compra, el efecto al cual está dirigido su
voluntad es el de obtener el derecho de propiedad sobre el bien contra el
pago de un precio; tal efecto se produce en cuanto es deseado por el
declarante.

II. Caracteres del Acto Jurídico:


El acto jurídico presenta los siguientes caracteres:
1. Es un hecho o acto humano;
2. Es un acto voluntario;
3. Es un acto lícito;
4. Tiene por fin inmediato producir efectos jurídicos.

1. El acto jurídico es un hecho humano por oposición a los actos


naturales o externos. Dentro de los hechos humanos, el acto jurídico
es un acto voluntario.

2. Es un acto voluntario, porque un acto realizado sin voluntad (sin


discernimiento, o sin intención, o sin libertad) es nulo o si ha sido

28
realizado con voluntad, pero ésta adolece de vicios, el acto es
anulable. Los actos jurídicos dependen de la voluntad del sujeto de
regular sus propios intereses, o sea de una determinación interna del
querer, la misma que no es relevante como tal, sino sólo si es
manifestada.

La esencia de la manifestación de voluntad está dirigida a la


autorregulación de intereses en las relaciones privadas;
autorregulación que el individuo no debe limitarse a “querer”, sino a
disponer, o sea, actuar objetivamente. Con el acto el sujeto no viene
a declarar que quiere algo, sino que expresa directamente el objeto
de su querer, y éste es una regulación vinculante de intereses en las
relaciones con los otros. “Con el negocio no se manifiesta un estado
de ánimo, un modo de ser del querer, lo que tendría una importancia
puramente psicológica, sino que se señala un criterio de conducta,
se establece una relación de valor normativo”.

3. Es un acto lícito, porque no se concibe un acto jurídico que


contravenga el ordenamiento jurídico. La voluntad del agente debe
adecuarse a las normas imperativas, el orden público y las buenas
costumbres, caso contrario el acto es nulo por ilícito. El acto
contrario al ordenamiento jurídico es un acto ilícito.

4. El acto jurídico tiene por fin inmediato producir consecuencias


jurídicas consistentes en crear, modificar, regular o extinguir
relaciones jurídicas. Es decir, cumple una función social o
económica que es tenida presente por quien lo realiza y que es
tomada en consideración por el Derecho.

El fin inmediato de producir efectos jurídicos es una característica


específica del acto jurídico que lo diferencia de los otros actos
voluntarios lícitos.

III. Requisitos para la Validez del Acto Jurídico. - Son:


1. La manifestación de voluntad
2. La capacidad
3. El objeto u objetivo
4. La causa fin o finalidad
5. La forma.

De acuerdo al Art. 140º de nuestro Código Civil, los elementos o requisitos


esenciales para la validez de todo acto jurídico son:

29
a. Plena capacidad de ejercicio, salvo las restricciones
contempladas en la ley.
b. Objeto física y jurídicamente posible.
c. Fin lícito.
d. Observancia de la forma prescrita bajo sanción de nulidad

Para que el acto jurídico tenga existencia jurídica es necesario que se


presenten los elementos esenciales siguientes:
a. Manifestación de voluntad
La voluntad constituye la esencia misma del acto jurídico solo por la
manifestación el sujeto la hace conocer. La conjunción de la voluntad y
su manifestación es el resultado de un proceso que va de lo subjetivo a
lo objetivo, de la voluntad interna o real a la voluntad manifiesta.
Es la exteriorización de a voluntad real o interna (que ha sido formado
con discernimiento, intensión y libertad) a través de las diferentes formas
de expresión.
Formas de manifestación de voluntad:
El código de 1984, en su Artículo 141°, sólo reconoce la expresa y la
tácita; y ha eliminado la voluntad presunta por la ley.
 Manifestación expresa: Es expresa cuando cuándo los medios
empleados por el sujeto tienen por finalidad directa e inmediata dar a
conocer la voluntad interna. Tales medios pueden ser el lenguaje
hablado o escrito y el mímico. El código civil del Art. 141° establece
que la manifestación de voluntad es expresa "cuando se formula
oralmente, por escrito, o por cualquier otro medio directo".
 Manifestación tácita: Es tácita cuando no está dirigida directamente
a dar a conocer la voluntad interna; ésta se deduce de ciertas
actitudes o comportamientos, los cuales deben permitir una
presunción de la voluntad de quién lo realiza. El Código vigente del
Art. 141° que la manifestación de voluntad es tácita "cuando la
voluntad se infiere indubitablemente de una actitud o de
circunstancias de comportamiento que revela su existencia".
 El Código Civil en su art. 142° señala que el silencio importa
manifestación de voluntad cuando la ley o el convenio le atribuyen
eses significado.
b. Agente capaz
Jurídicamente hablando la capacidad es la aptitud que tiene la persona
(natural o jurídica) para ser sujeto o parte, por sí o por representante
legal, en las relaciones de Derecho; ya sea como titular de derecho o
facultades, ya sea como obligado a una prestación o al cumplimiento de
un deber.
Si bien la manifestación de voluntad es la esencia misma del acto
jurídico, la sola manifestación no es suficiente para darle eficacia y
validez. Es necesario que la manifestación emane de un sujeto capaz.
La capacidad se constituye, por ello, en un segundo requisito de validez.
La capacidad está referida tanto a la persona natural como a la persona
jurídica y abarca tanto la capacidad de goce como la de ejercicio; la

30
primera, es la aptitud para ser titular de derechos y, la segunda, es la
posibilidad de ejercer, por sí mismo, tales derechos.
Entendida, entonces, la capacidad de ejercicio como la facultad de
celebrar por sí mismo y también por otro, los actos jurídicos, su
presupuesto necesario es el discernimiento, más no el único, ya que se
requiere el haber alcanzado la mayoría de edad. En nuestro Derecho la
mayoría de edad se alcanza a los 18 años. Las personas naturales
obtienen, pues, la capacidad de ejercicio a partir de los 18 años de edad,
antes de cumplirlos están en estado de incapacidad y ésta será absoluta
para los menores de 16 años y relativa para los menores de 18 años
pero mayores de 16, salvo que contraigan matrimonio u obtengan título
que los autorice oficialmente a ejercer una profesión u oficio. Pero, no
obstante la mayoría de edad, existen otras causas de incapacidad de
ejercicio. Así, son causales de incapacidad absoluta la privación del
discernimiento por enfermedad mental y la imposibilidad de expresar la
voluntad de manera indubitable por causa de la sordomudez, ciego
sordez y ciego mudez, conforme al Art. 43°, incs. 2) y 3) del Código Civil.
Siendo causales de incapacidad relativa, el retardo y deterioro mental, la
prodigalidad, la mala gestión, la ebriedad habitual, la toxicomanía y la
punición con; interdicción civil, conforme al Art. 44° del Código vigente.
Se debe tener claro que la capacidad de ejercicio no se da en las
personas jurídicas, por ser entes abstractos. Esta es opinión dominante
en la doctrina. Tratándose de las personas jurídicas, pues, su voluntad
se expresa mediante sus órganos y mediante la representación.

La capacidad requerida para la generación del Acto Jurídico:


Sobre la capacidad del agente, el Inc. 1) del artículo 140° del Código
Civil, al hacer mención al agente capaz no indica a que capacidad se
refiere, es decir si se requiere para la validez del acto jurídico una
capacidad de goce o de ejercicio. Sin embargo siguiendo las
enseñanzas de los maestros Fernando Vidal Ramírez y León
Barandiaran, estos indican que "son de la opinión que la capacidad que
se requiere es tanto la de goce como la de ejercicio, asimismo hacen
mención a que son del parecer que, si se puede distinguir atendiendo a
los efectos, esto es, a que al agente le falte capacidad de goce o le falte
capacidad de ejercicio: si falta la primera, el acto jurídico no tiene
validez, pues es nulo; si falta la segunda, el acto tiene validez pero es
anulable. Por tanto llegan a la conclusión que el requisito de validez
strictu sensu viene a ser la capacidad de goce, pues es con esta
capacidad que el sujeto puede celebrar el acto jurídico, por si o
mediante un representante. Indicando, por último que el mismo requisito
de la capacidad es exigible tanto a las personas naturales como a las
personas jurídicas".
De lo expuesto podemos concluir que la capacidad de goce es
insustituible como requisito de validez del acto jurídico; en tanto que la
falta de capacidad de ejercicio puede ser suplida con la representación.
c. Objeto física y jurídicamente posible
El artículo 140° del Código Civil, en su inciso 2), hace mención a que el
objeto del acto jurídico debe ser posible física y jurídicamente. Por su

31
parte el artículo 219° inc. 3), precisa que el objeto debe ser si no
determinado, determinable.:

 Objeto físicamente posible: La prestación que es objeto de la


relación jurídica y los bienes, servicios y deberes de abstención
que son objeto de ella deben ser posibles físicamente. La
prestación es posible si es compatible con las leyes de la
naturaleza y si además está dentro de las posibilidades naturales e
intelectuales de la persona humana.
 Objeto jurídicamente posible: La posibilidad jurídica está
referida a la conformidad de la relación jurídica con el
ordenamiento jurídico. Se le suele confundir con la licitud, pero son
conceptos diferentes: la licitud es lo que guarda conformidad con el
ordenamiento legal, el cual queda comprendido en un concepto
más amplio como es el del ordenamiento jurídico, pues comprende
los principios generales que inspiran la idea del orden público y que
se integra con la jurisprudencia, la costumbre y la doctrina.
 La determinabilidad del objeto: El objeto del acto jurídico es
determinado cuando los derechos y los deberes u obligaciones
están identificados en el momento de la celebración del acto, como
cuando se adquiere el derecho de propiedad con la obligación de
pagar el precio pactado. Es determinable cuando los derechos y los
deberes u obligaciones están identificados en el momento de la
celebración del acto, pero existe la posibilidad de identificarlos, con
en el caso de una compraventa en la que la determinación del
precio se confía a un tercero
d. Fin lícito
El artículo 140° del Código Civil, en su inciso 3), establece como
requisito de validez del acto jurídico su fin lícito. Así pues, tenemos que
el fin licito consiste en la orientación que se da a la manifestación de
voluntad para que ésta, partiendo del motivo del o de los celebrantes, se
dirija, directa y reflexivamente, a la producción de efectos jurídicos, vale
decir, a la creación de una relación jurídica y normarla, así como a
normar su regulación, su modificación o su extinción. Existe, pues, una
identificación de la finalidad del acto jurídico con los efectos queridos y
buscados mediante la manifestación de voluntad.
e. Observancia de la forma prescrita
La forma en su noción genérica, es el aspecto externo de la
manifestación de voluntad, sea mediante expresión verbal o escrita.
Nuestro Código Civil es formalista, conjugando la libertad para la
adopción de la forma con las formas designadas por ley, es decir
conjugando la autonomía de la voluntad con el orden público y
orientando la utilización de la forma a la prueba de la existencia y
contenido del acto jurídico. El artículo 140° del Código Civil, en su inciso
4), establece como requisito de validez del acto jurídico la observancia
de la forma prescrita bajo sanción de nulidad.
Mediante la forma se objetiva la voluntad, permitiendo que sea conocida
por los demás. Manifestada la voluntad queda objetivada, materializada

32
en una forma. Como todo objeto cultural, el acto jurídico tiene un
substrato: la forma, y un sentido: el acto intrínsecamente considerado
En tal sentido podemos afirmar que todo acto jurídico tiene una forma,
siendo que en algunos casos la ley requiere que su celebración se
efectúe necesariamente de determinada forma, bajo sanción de nulidad.
Las formalidades, pues, cuando son necesarias, responden por principio
a una doble función: de un lado, evitar abusos y salvaguardar la
independencia de la voluntad; de otro lado, certificación de la
declaración y de lo declarado y, en suma, del negocio como tal.

IV. Forma del Acto Jurídico.

Principio de libertad de forma:


Por medio de este principio las partes pueden decidir la forma que crean
conveniente para manifestar su voluntad. Ésta tiene que ser la más idónea
para la concreción del acto y dar a conocer exactamente su intimidad por
medio de la manifestación de la voluntad. Este principio de libertad de forma
ha sido recogido en el Art. 143° del C.C., norma que prescribe que, cuando la
ley no designe una forma específica para un acto jurídico, los interesados
pueden usar la que juzguen conveniente.

Clases: Formalidad Ad Probationen y Ad Solemnitatem.


En el Art. 144° de nuestro Código Civil encontramos establecidas dos
formalidades:
 La formalidad ad solemnitatem: La forma solemne (forma ad
solemnitatem) es requisito de validez del acto jurídico y su inobservancia
invalida a éste. Se prescribe que «El acto jurídico es nulo cuando no
revista la forma prescrita bajo sanción de nulidad», lo que se encuentra
regulado en el artículo 219 inciso 6) del Código Civil. Sobre el particular,
Aníbal Torres Vásquez manifiesta que «La solemnidad vale el acto
jurídico mismo; es un elemento constitutivo del acto y, por consiguiente,
el único medio probatorio de su existencia». La formalidad ad
solemnitatem está dirigida a dotar de eficacia constitutiva al negocio.
 La formalidad ad probationem: La forma probatoria (forma ad
probationem) no es requisito de validez del acto jurídico; se puede
prescindir de ella sin que por eso se vea afectada la validez y eficacia
del acto. La forma impuesta por la ley sin sancionar su inobservancia
con la nulidad, sirve únicamente para facilitar la prueba de la existencia y
del contenido del acto; tiene una función procesal y no sustantiva, por
ser un medio probatorio y no un elemento necesario para la validez del
acto.

33
SEXTA SEMANA

LA REPRESENTACION: CONCEPTO, NATURALEZA JURIDICA, CLASES.

I. Concepto.
Los actos jurídicos pueden ser realizados personalmente por el sujeto titular
del derecho subjetivo o por medio de otra persona que actúa en su nombre o
bajo cualquier otra forma.

Por la representación una persona (el representante) sustituye a otra (el


representado o principal o parte sustancial) en la celebración de un acto
jurídico. El representante manifiesta su voluntad por cuenta y en interés del
representado. Con la representación se amplían las posibilidades de obrar del
representado, quien puede celebrar varios actos jurídicos al mismo tiempo o
sucesivamente en el mismo lugar o en lugares diferentes.

En general, la representación es la institución jurídica por la cual el


representante realiza uno o más actos jurídicos por cuenta y en interés del
representado.

Se denomina representante a quien obra por otro; representado a aquél por


quien se obra; y acto representativo, al verificado por el representante con
un tercero, con efectos directos o indirectos para el representado.

El concepto de representación que hemos dado limitando su objeto a la


realización de actos jurídicos se adecua a nuestro ordenamiento jurídico. Sin
embargo, la representación excede ampliamente el ámbito jurídico para
comprender también los denominados actos meramente lícitos (ejemplo,
tomar posesión de un bien) y los actos de Derecho Público, como exigir
judicialmente el cumplimiento de una obligación.

II. Naturaleza jurídica de la representación.


En cuanto a la naturaleza jurídica de la representación se discute sobre si es
la voluntad del representado, o la del representante, o la de ambos, la que
interviene en la celebración del acto representativo (realizado entre el
representante y el tercero),

Nosotros, de acuerdo a la “teoría de la voluntad del representante


acondicionado por el representado”, propugnada por Hupka, podemos afirmar
que la naturaleza jurídica de la representación, es la manifestación de
voluntad del representante pero condicionada por el representado, en otras
34
palabras, el poder otorgado por el representado es la condición y límite de la
voluntad del representante. El representante no puede excederse de los
alcances, condiciones y límites establecidos por el representado o por la ley.

En realidad, en la celebración del acto representativo, el representante


manifiesta su propia voluntad dentro de los límites establecidos por el
representado o por la ley. Este es el criterio seguido por nuestro Código, que
establece que el acto es anulable por vicios en la voluntad del representante,
pero si el contenido del acto es total o previamente determinado por el
representado, el acto es solamente anulable por vicios en la voluntad de éste
(Art. 163° el C.C).

III. Clases de Representación

1. Representación Legal
2. Representación voluntaria o convencional
3. Representación Directa
4. Representación Indirecta

1. Representación Legal. - En la representación legal, llamada también


necesaria, el representante es designado por la ley para que gestione los
intereses de un incapaz. El poder del representante legal se deriva de la
ley. El representante legal tiene autonomía para la gestión de los negocios
del representado; su voluntad no depende de la voluntad del representado.
La representación legal es obligatoria (ejemplos: la patria potestad, la
tutela, la curatela).

Con la representación legal, generalmente, se suple la falta de capacidad


de obrar de una persona o se provee al cuidado de los bienes que están
faltos de titular o cuyo titular no está en condiciones de asumir por sí mismo
su gobierno.

2. Representación Voluntaria. - La representación voluntaria o convencional


emana de la voluntad del representado, es quien establece a su arbitrio las
bases y límites de las facultades que confiere al representante (acto
unilateral). Este actúa por decisión del interesado y en estricta dependencia
de su voluntad. La voluntad del representante depende de la voluntad del
representado.

3. Representación Directa (Art. 160° del C.C.).- En la representación directa


o representación propiamente dicha, el representante (o apoderado) actúa
por cuenta, en interés y en nombre del representado (o poderdante), de tal
forma que los efectos del acto realizado entre el representante y el tercero

35
(acto representativo) entran inmediatamente en la esfera jurídica del
representado.

El representante concluye el acto o negocio jurídico con el tercero, pero


permanece ajeno a la relación, es excluido al inicio de ella. A consecuencia
de la directa y automática vinculación entre representado y tercero, ya que
el representante actúa en nombre del representado, se denomina a este
fenómeno representativo como representación directa.

En la esencia de la representación directa está el poder que nace de una


relación que sirve de causa eficiente (ley, contrato, resolución judicial, etc.).
Al tercero que realiza el acto con el representante sólo le interesa
comprobar la existencia del poder, sin importarle la validez o invalidez de la
relación causal de la cual se deriva. - La representación directa puede ser
voluntaria o legal.

4. Representación Indirecta. - En la representación indirecta (denominada


también impropia, oculta o mediata), el representante actúa por cuenta y en
interés del representado, pero en nombre propio. Frente al tercero, el
representante se presenta como parte directamente interesada en la
realización del acto jurídico, cerrándolo en su propio nombre. Los efectos
del acto que realiza con el tercero no entran inmediatamente en la esfera
jurídica del representado, sino que en ejecución del encargo deberá
transferirlos mediante otro acto jurídico, Se dan tres actos sucesivos: a) del
representado con el representante, en cuanto éste recibe el encargo de
actuar por cuenta de aquél: b) del representante con el tercero, acto al cual
es ajeno el representado; y e) del representante con el representado por el
cual éste recibe de aquél lo que adquirió por su cuenta.

Resumiendo, en la representación directa el representante actúa por


cuenta, en interés y en nombre del representado, de modo que los efectos
del acto que realiza se producen directa e inmediatamente para el
representado. En cambio, en la representación indirecta, el
representante actúa por cuenta y en interés del representado, pero en
nombre propio, cerrando el negocio en su propio nombre.

SEPTIMA SEMANA

EXAMEN PARCIAL I

36
OCTAVA SEMANA

REPRESENTACIÓN VOLUNTARIA: EL PODER.

I. La Representación Voluntaria.
Es aquella cuya fuente es la propia voluntad del sujeto representado. En ese
sentido, en ejercicio de la autonomía de la voluntad, un sujeto puede realizar
un negocio para regular un interés del cual es titular o, por el contrario,
conferir a una persona el poder necesario para que ésta regule los intereses
del representado. A ese negocio jurídico por el medio del cual se otorga la
representación se le denomina “poder”.

II. Poder.
El poder no es más que un mandato para que un tercero nos represente en
un asunto o negocio en especial, o de forma general dependiendo del tipo de
mandato, y el poder está sujeto a las normas y reglas del contrato de
mandato.

El poder es la facultad que tiene una persona para concluir negocios en


nombre de otra, produciéndose los efectos de tales negocios no para quien
los celebra, sino para el poderdante, siempre, naturalmente, que actúe en los
límites del poder.

a) El poder como negocio jurídico unilateral.


El poder es el negocio jurídico unilateral mediante el cual un sujeto confiere
a otro el poder (situación jurídica) de representado. Es unilateral pues basta
la declaración del representado para su perfeccionamiento, no siendo
necesario el consentimiento del destinatario. La unilateralidad del poder se
explica en la medida en que éste atribuye al representante una situación
jurídica de poder, sin configurar ni para el representante ni para el
representado el nacimiento de un derecho o una obligación. Siendo que la
situación jurídica de la que es titular el representante es un poder, el
representante no se encuentra obligado a que el negocio se va a realizar,
salvo que en el acto de apoderamiento se haya establecido la obligación de
realizarlo. De esta forma, el poder solamente habilito a realizar un negocio
en nombre del representado

b) El poder como negocio recepticio.


Es común la opinión de la doctrina conforme a la cual el poder es un
negocio recepticio, sin embargo, dicha opinión no es pacífica. En efecto.

37
Para un sector de la doctrina el poder ni es un negocio receptivo, con lo
cual, el poder sería válido y eficaz si el representante realiza el negocio en
nombre del representado sin haber tenido conocimiento del poder. La razón
de ello está en que el conocimiento no es funcional al efecto y no responde
a una exigencia de tutela al destinatario.

c) El poder como negocio jurídico autónomo.


En esta materia la doctrina ha transitado fundamentalmente en tres
direccionen en función de la relación que existe entre poder y negocio de
gestión, entendido éste como el negocio que subyace al poder.
o La identificación del poder con el negocio de gestión
o La autonomía del poder respecto del negocio de gestión
o La relevancia del negocio de gestión en el poder.(La opción del Código
Civil peruano de 1984.)

III. El poder General y poder Especial.


 Poder general, se utiliza para delegar trámites administrativos, actos
jurídicos, relacionados con el municipio, cobrar una pensión, acogerse a
una amnistía tributaria…etc. en el que la persona actúa en nombre y
representación del otorgante.
 Poder especial, se refiere a bienes jurídicos concretos en los que las
acciones a realizar aparecen detalladas, para actos como por ejemplo, la
venta de un inmueble, un contrato laboral. Su formalidad requiere de la
escritura pública, donde el notario deberá establecer y precisar los detalles
y el alcance del poder.

IV. La Revocación de Poder


El artículo 149 del Código Civil señala que el poder puede ser revocado en
cualquier momento. Regula una de las formas de extinción de la
representación, cual es la revocación.

La revocación es el negocio jurídico unilateral mediante el cual el


representado priva de efectos al poder otorgado al representante, eliminando
con ello la legitimación que el representado le había conferido al
representante con el poder. Algunos autores consideran que la revocaciones
un derecho potestativo del representado.  

La revocación puede ser expresa o tácita.


 Expresa, cuando el representado manifieste su voluntad explícita en el
sentido de hacer uso de su facultad de revocar el poder que ha conferido.

38
 Tácita, cuando el representado, sin manifestar expresamente su
voluntad, realice un acto posterior al otorgamiento del poder que
resulte incompatible con el acto de apoderamiento.

El Código Civil peruano de 1984 regula en su artículo 151° los dos primeros
supuestos de revocación.

La revocación expresa como la revocación tácita deben ser


puestas en conocimiento del representante para su eficacia, y a los
terceros; ello ha dado lugar a que parte de la doctrina considere que la
revocación es un acto jurídico unilateral.

V. INEFICACIA DEL ACTO JURÍDICO POR EXCEDER LAS FACULTADES


OTORGADAS O POR CARECER DE REPRESENTACION

En el Art. 161° del C.C. se establece que:


“El acto jurídico celebrado por el representante excediendo los límites de las
facultades que se le hubiere conferido, o violándolas, es ineficaz con relación al
representado, sin perjuicio de las responsabilidades que resulten frente a éste
y a terceros.
También es ineficaz ante el supuesto representado el acto jurídico celebrado
por persona que no tiene la representación que se atribuye.”
El acto practicado por el representante excediéndose en sus facultades para
las que está autorizado, es en principio para el representado ineficaz, salvo
caso de ratificación por el representado. El representante que ha obrado sin
poder o excediéndose de sus facultades, responde frente a la otra parte, o sea
en cuanto puede quedar obligado a ejecutar la obligación o a responder por
daños y perjuicios, a elección del tercero.

 Ejemplo de representación excediéndose en las facultades: Isminio


Panduro (representado) otorga su representación (poder) a favor de
Daniel Tovar (representante), para que venda el primer y segundo piso de
su casa, más no los aires, pero resulta que Tovar, excediéndose en el
poder, a más de vender los dos pisos de la casa, se compromete ante el
comprador a venderle los aires dentro de seis meses. En este caso, la
venta no es nula, es válida, pero respecto al compromiso de venderle los
aires, es ineficaz (sin valor) para el representado (Panduro). Si con esa
promesa ha ocasionado daños al comprador, Tovar tendrá que pagar por
daños y perjuicios.

 Ejemplo de representación sin poder: Jorge Puerta, sabedor que su


amigo Juan Arteaga tiene deseos de vender su casa, atribuyéndose su
representación y sin tener representación (poder) para ello. suscribe un
contrato de promesa de venta con Pol Sánchez. En este caso, esa
promesa es ineficaz (sin valor) para el representado Juan Arteaga.

39
NOVENA SEMANA

INTERPRETACIÓN DEL ACTO JURÍDICO

I. INTERPRETACION DEL ACTO JURIDICO.

Interpretar un Acto Jurídico es establecer su verdadero sentido y alcance. La


teoría de la interpretación repara el defecto o duda de manifestación de la
voluntad efectiva del agente (en el acto unilateral), o voluntad común de las
partes (actos bilaterales). Todo acto jurídico debe ser interpretado según el
principio de la "BUENA FE".

La interpretación del acto jurídico, consiste en poder descubrir la , el


verdadero querer de las partes, se trata de dar una explicación o aclaración
de la manifestación de voluntad que se pudo haber exteriorizado de forma
expresa en un documento.

En nuestro código civil encontramos las siguientes formas de


interpretación:

Interpretación literal, es la que se realiza a lo que está estipulado en el


documento tomándolo como punto de partida y se apoya en el principio de
buena fe, que da por verdadero lo que se encuentra declarado en el mismo.

Interpretación sistemática, es aquella que se realiza examinando todo el


documento en conjunto.

Interpretación finalista, es aquella que se da a lo que mejor convenga del


acto jurídico.

Interpretación contra el estipulante, se da cuando el que redacto el contrato


y dentro del mismo puso cláusulas que fueren ambiguas o que no fueran muy
entendibles para la otra parta, entonces estas cláusulas serán interpretadas
en contra de él. Interpretación restrictiva, es aquella que se realiza sobre lo
que está estipulado en el contrato.

Interpretación conservadora, esta interpretación busca asegurar la eficacia


del acto jurídico.

En conclusión, la interpretación del acto jurídico sirve para desentrañar,


buscar darle un sentido a lo manifestado, si es que el contrato no fuese claro.

40
II. Clases de interpretación del Acto jurídico.

1. Interpretación Autentica Es aquella realizada por los mismos celebrantes del acto jurídico,
donde, frente a ambigüedad o poca claridad de alguna departes conformantes del mismo,
proceden realizar la interpretación y, de llegar a entrañar el verdadero sentido o alcance,
plasmado en un documento posterior que vendrá a ser el acto interpretativo y pasara a formar
parte del acto jurídico que se interpretando.

2. Interpretación Judicial En este caso, cuando no hay acuerdo que las partes realicen la
interpretación, o existiendo no se llega a ninguna solución a la interpretación, es factible que se
recurra al poder judicial, pues será el órgano jurisdiccional el que intérprete el acto jurídico que
resulta ser poco claro. La interpretación que se realice plasmada en la sentencia que dicte el
respectivo juez. Estando frente a una resolución judicial, en caso de ser firme o que constituya
cosa juzgada, será vinculante esta determinación para los celebrantes del acto jurídico o
cualquier tercero que tenga interés respecto al mismo.

3. Interpretación Arbitral Es aquella realizada por el árbitro, ante quien somete el acto jurídico que
resulta ser poco claro, confuso o ambiguo para su interpretación pertinente. El documento que
contenga el acto interpretativo vendrá a ser el laudo arbitral, que por cierto es vinculante para los
que se someten a esta clase de interpretación.

4. Interpretación Doctrinal o Doctrinaria Aquí se recurre ante un especialista o institución


versada en materia jurídica, en especial conocedores del acto del acto jurídico, con la finalidad
de que, en base a sus nociones pormenorizadas en estos temas, procedan a encontrar el
verdadero sentido o alcance de lo que resulta poco claro o ambiguo. Esta interpretación podrá
ser ilustrativa o referencial y, de ser el caso, servirá para efectos de que en su momento
oportuno el juez o el árbitro, o las partes tengan a bien considerarlo.
LA INTERPRETACIÓN DEL ACTO JURÍDICO EN EL CÓDIGO CIVIL PERUANO
III.
Interpretación objetiva, Artículo 168.- El Acto Jurídico debe ser interpretado
de acuerdo con lo que se haya expresado en él y según el principio de buena
fé.
La buena fe en sentido objetivo o de corrección (regla de comportamiento). Se
expresa como deber de lealtad. Este tipo de interpretación debe hacer
prevalecer la razonable confianza sobre el significado del negocio.
Interpretación sistemática, Artículo 169.- Las cláusulas de los actos
jurídicos se interpretan las una por medio de las otras, atribuyéndose a las
dudosas el sentido que resulte del conjunto de todas.

La interpretación sistemática parte del hecho de que el acto jurídico es un


todo integral, una unidad indivisible, hallándose sus estipulaciones
concatenadas las unas con las otras, cuya significación es una.

La interpretación sistemática implica que las cláusulas deben interpretarse


según una unidad (totalidad) y una funcionalidad sistemática de vinculación

41
entre los elementos del negocio concreto. Las cláusulas concurren a formar
un todo unitario y hallan explicación en la coherente reglamentación del
negocio.

La interpretación sistemática también comprende el análisis de cláusulas


eventualmente inválidas sin interesar si son eficaces o no, porque en la
interpretación del negocio en particular las cláusulas son trascendentes para
la reconstrucción de la finalidad práctica perseguida y así determinar la
función social (causa) ínsita en las reglas establecidas por las partes.

Interpretación finalista, Artículo 170.- Las expresiones que tengan varios


sentidos deben entenderse en el más adecuado a la naturaleza y al objeto del
acto.

La finalidad que persiguen con la realización del acto jurídico es la obtención


de algún resultado práctico, algún fin económico o social, el mismo que
cuando es perseguido por dos o más partes es necesaria la reciproca lealtad
entre ellas para alcanzarlo. Esta finalidad tiene un valor decisivo en la
interpretación del acto jurídico, ya que este no es una mera literalidad, sino
una unidad de propósitos por lo que la interpretación no puede ser un proceso
puramente subjetivo, puesto que una vez perfeccionado el acto jurídico, cobra
una cierta autonomía, e impone sus propias exigencias.

DECIMA SEMANA

MODALIDADES DEL ACTO JURÍDICO. CONCEPTO. LA CONDICIÓN. EL


PLAZO. EL CARGO O MODO

I. MODALIDADES DEL ACTO JURIDICO


1. Concepto
Las modalidades del acto jurídico son ciertos elementos accidentales que
modifican los efectos normales del acto, ya tornando incierta la existencia
de dichos efectos (condición), ya limitando en el tiempo esos efectos
(plazo), ya limitando la ventaja económica del beneficiario de un acto de
liberalidad (cargo). Se les denomina accidental porque pueden existir o
no; su existencia depende de que las partes, sin estar obligadas, las
hayan añadido al acto jurídico, estos elementos vienen a ser los que el
código civil denomina modalidades, considerando como tales a la
condición plazo y cargo, también llamado modo. Tan bien se les conoce
como elementos accesorios. La condición y el plazo son accidentales o
accesorios, en cuanto son extraños a la estructura del acto, pero una vez
que las partes, los añaden al acto que celebran, dejan de ser extraños,
para devenir en elementos que tienen una importancia análoga a la de los

42
elementos esenciales, puesto que de ellos se hace depender la eficacia
del acto; por otro lado no sucede lo mismo con el modo o cargo, que una
vez incorporado en el acto no pierde su naturaleza de accesorio; no es
requisito de eficacia del acto. Ejemplos: A trasfiere gratuitamente a B la
propiedad de un bien; este es un contrato de donación pura. A se obliga a
donar a B si es que este opta su título profesional el próximo mes de
diciembre; este es un contrato de donación bajo condición. A dona a B
cincuenta cabezas de ganado, obligándose a entregar diez cabezas de
ganado por mes; este es un contrato de donación sujeto a plazo. A dona
B una casa, con la obligación del donatario B de pagar una pensión
mensual a C por un año; esta es una donación de cargo.
No todos los actos jurídicos pueden contar con los elementos
accidentales, solamente será en aquellos donde sea factible su
establecimiento del acuerdo a la esencia del mismo. Así tenemos, que no
sería correcto agregar modalidades a los actos jurídicos puros; por
ejemplo, a un matrimonio no se le puede insertar una condición o plazo,
así como tampoco se le puede agregar a un acto jurídico oneroso un
cargo o modo, porque simple y llanamente su estructura funcional no lo
permite.
Pues bien, a los elementos accidentales que forman parte de la estructura
del acto jurídico se le suele llamar modalidades del acto jurídico y vienen
a ser: La condición, el plazo y el cargo o modo.
a. La Condición
 Concepto
Consiste en la cláusula por la cual se hace depender el
nacimiento o la resolución del acto jurídico de un
acontecimiento futuro e incierto, de este modo la condición
viene a ser el mismo hecho, acontecimiento o suceso futuro e
incierto del que se hace depender la eficacia del acto jurídico
para que empiece a desplegarse o para que cese. Por su parte
Aníbal Torres Vásquez manifiesta de la condición que: “Es el
evento futuro e incierto (natural o humano), establecido
arbitrariamente por la voluntad del agente (conditio facti), de
cuya verificación se hace depender el surgimiento (condición
suspensiva) o la cesación (condición resolutoria) de la eficacia
de un acto jurídico, o de una o alguna de sus cláusulas o
estipulaciones”
 Características:
 Incertidumbre. - El hecho puede ocurrir o no. No existe
certeza de que va acontecer.
 Futura. - Es un hecho que va ocurrir en el futuro. El hecho
puesto como condición para que sea incierto debe ser
futuro
 Convencional. - Nace de la voluntad de las partes y se
establece de manera expresa.
 Clasificación:
 Condición suspensiva. - Es aquella de la cual depende
la eficacia del acto; en otras palabras, los efectos del acto
quedan supeditados a la realización del hecho previsto

43
como condición. El acto jurídico existe aún antes de
cumplida la condición, pero su eficacia ha quedado
suspendida hasta que se realice o no el evento incierto y
futuro. Ejemplo, te dono mi automóvil si te recibes de
abogado.
 Condición resolutoria. - La condición resolutoria es
cuando el acto produce los efectos que normalmente le
son propios, pero cesa de producirlos si se verifica la
condición. Ejemplo, te concedo el uso de mi departamento
mientras no tenga otro hijo.
b. El Plazo
 Concepto
El plazo tiene como finalidad indicar el momento desde el cual
se inicia o finaliza la eficacia del acto jurídico. Entre algunas
definiciones que podemos citar tenemos: El jurista Aníbal
Torres Vásquez refiere: “El plazo como modalidad es el evento
futuro y cierto de cuyo acaecimiento se hace depender el
nacimiento, la exigibilidad o la finalización de los efectos del
acto jurídico”. El maestro León Barandiarán consigna el
siguiente concepto: “El plazo es una modalidad de los actos
jurídicos por la cual se fija una fecha para que el acto produzca
sus efectos o para que ellos cesen”. De estos conceptos
inferimos que el plazo es una modalidad de los actos jurídicos,
que las partes estipulan un acontecimiento o un hecho futuro y
cierto que debe realizarse necesariamente y con posterioridad,
del cual depende el ejercicio o la extinción de un derecho. Por
ejemplo: A vende a B un inmueble pactándose que el contrato
quedará perfeccionado el día 30 de diciembre próximo, fecha
en que el vendedor A entregará el bien al comprobador B.
 Características:
 Es un hecho futuro. - No hay plazo presente ni pasado.
 Es un hecho cierto. - Existe total y absoluta certeza de
que el evento ocurrirá.
 El establecimiento arbitrario por las partes. - Las
partes libremente, en ejercicio de la autonomía de su
voluntad privada, pueden incorporar el plazo en el acto
jurídico que celebran con el fin de diferir o limitar en el
tiempo sus efectos o el ejercicio de los mismos.
 Clasificación:
 Plazo inicial o suspensivo. - Aquel cuyo cumplimiento
permite el inicio de los efectos del acto jurídico. En el
plazo suspensivo los derechos y las obligaciones han
nacido, existen, pero no son exigibles hasta el
vencimiento del plazo, como cuando se celebra un
contrato de compraventa y se pacta que la entrega del
bien y el pago del precio se efectuarán el primero de
enero del año siguiente.
Beneficio del plazo: Según lo prescrito por el art. 179º
del C.C.; "El plazo suspensivo se presume establecido en
beneficio del deudor, a no ser que del tenor del

44
instrumento o de otras circunstancias resultase haberse
puesto en favor del acreedor o de ambos". Este
dispositivo tiene una presunción juris tantum en favor del
deudor, a no ser que las partes hayan estipulado otra
cosa y que conste en documento a favor del acreedor, o
que ello resulte de las circunstancias. Por ejemplo, Pedro
conviene con Pablo en el pago de una deuda de
cincuenta mil nuevos soles el diez de agosto de 2005.
Esto no quiere decir que el deudor no tenga la facultad de
pagar antes del 10 de agosto; este puede hacerlo antes
de que se cumpla el plazo pactado en cualquier fecha.
 Plazo final o resolutorio. - Es aquel que extiende los
efectos del acto jurídico. En el plazo resolutorio, los
derechos y las obligaciones han nacido, existen, son
exigibles, pero hasta el vencimiento del plazo, como
cuando se constituye una renta en favor de un menor
hasta que cumpla la mayoría de edad.

El Código Civil distingue con toda claridad el plazo suspensivo


del plazo resolutorio en su artículo 178: "Cuando el plazo es
suspensivo, el acto no surte efecto mientras se encuentre
pendiente. Cuando el plazo es resolutorio, los efectos del acto
cesan a su vencimiento.
 Plazo convencional. - Es aquel señalado por las partes,
de acuerdo a sus posibilidades y necesidades.
 Plazo legal. - Es el plazo determinado por Ley, y que se
aplica para cumplir la voluntad de las partes cuando ellas
hubieran omitido establecer el plazo. Es el que está
estipulado expresamente en la ley; tal como en el caso de
que no se haya fijado plazo para la devolución ni ésta
resulta de las circunstancias, se entiende que es de
treinta días contados desde la entrega (art. 1656), los
plazos establecidos para la prescripción extintiva de las
acciones (art. 2001), el plazo del compromiso de contratar
será no mayor de un año y cualquier exceso se reducirá a
este límite. A falta de convencional rige el máximo fijado
por este artículo (art. 1416º), etc.,
 Plazo judicial. - Es el plazo determinado por el juez. La
determinación judicial se requiere cuando se suscita una
controversia al respecto.
 Cómputo del plazo:
Para el cómputo del plazo se deben tomar en cuenta las
siguientes reglas:
 El plazo se tramita en días calendarios.
 Cuando se ha concertado por meses, el plazo vence el
día de la referencia.
 Cuando se ha concertado por años, el plazo vence el día
y mes de la referencia.

45
 El día en que se concierta la obligación no se cuenta, sino
a partir del día siguiente, pero sí comprende el día de
vencimiento.
 Los días festivos no se sustraen del cómputo, salvo el día
de vencimiento sea un día festivo se pasa al día hábil
siguiente.

c. El Cargo o Modo
 Concepto
Consiste en la modalidad del acto jurídico, por la cual se le
impone una obligación al beneficiario de una liberalidad, pero
cuyo incumplimiento no impide la adquisición del derecho ni
determina su extinción. El modo (del latín modus = medida),
cargo, carga o encargo, consiste en una obligación accesoria
que, sólo en los actos gratuitos de liberalidad Ínter vivos o
mortis causa, puede ser impuesta por el disponente a cargo del
destinatario de la liberalidad, consistente en dar hacer o no
hacer algo en favor del disponente o de un tercero o del
beneficiario mismo, o de emplear de una determinada manera
el bien objeto de la disposición.
El cargo tiene un carácter doble, por su naturaleza constituye
una obligación y, como tal, su cumplimiento puede ser exigido,
incluso coercitivamente, y al mismo tiempo es una obligación
accesoria al derecho que adquiere el destinatario de una
liberalidad. En los actos onerosos no cabe el modo, porque las
obligaciones impuestas a una de las partes no son cargos sino
contra prestaciones.
Los sujetos vinculados al acto modal son:
 El autor de la liberalidad (o disponente), o sea, el que
realiza el acto de disposición a título gratuito (donante,
testador);
 El beneficiario de la liberalidad (donatario, heredero,
legatario), obligado a cumplir el cargo; y
 El beneficiario del cargo. A su vez, el beneficiario del
cargo puede ser: El propio disponente (ejemplo, A dona
una casa a B con el cargo de que éste construya un
monumento que recuerde al donante). Un tercero
determinado o determinable (ejemplo, A instituye como su
heredero a B, con el cargo de B de pasar una pensión
alimenticia a C por un año; A dona un lote de terreno a la
Municipalidad de Lima para que la destine a un parque
público). El propio beneficiario de la liberalidad (ejemplo la
donación hecha con el fin de que el donatario se costee
sus estudios profesionales; se dona un capital a un
instituto científico, con el cargo de destinarlo a una
particular investigación).
 Características:
 El cargo es una obligación que necesariamente debe
cumplir el beneficiario de una liberalidad, sin ser razón
determinante del acto jurídico, porque de ser así se

46
estaría ante una condición sin la cual no se puede adquirir
el derecho. El cargo se presenta en los actos jurídicos
gratuitos en los que se transmiten derechos a título de
liberalidad, tales como la donación, la herencia y el
legado.
 Debe resultar de la voluntad de quien hace la liberalidad.
 Tiene que ser expreso. No existen cargos tácitos.
 Debe ser comunicado al beneficiario.
 No afecta la existencia o eficacia del acto jurídico.

DECIMO PRIMERA SEMANA

SIMULACIÓN DEL ACTO JURÍDICO, TIPOS DE SIMULACIÓN


EFICACIA DE LA SIMULACIÓN

I. SIMULACIÓN: Concepto.
Simulación se define como la “alteración aparente de la causa, la índole o el
objeto verdadero de un acto o contrato”. Agrega que simular es representar
una cosa fingiendo o imitando lo que no es.

En el ámbito de los actos jurídicos, la simulación es muy frecuente. Se usa


para engañar a terceros con los más diversos fines: aparentar solvencia o
insolvencia económica, defraudar a los acreedores, engañar a un pariente
pedigüeño (demasiado aficionado a pedir), eludir prohibiciones legales,
protegerse contra la delincuencia, evitar herir susceptibilidades, evitar el pago
de impuestos, beneficiar a unos hijos antes que a otros, facilitar la realización
de ciertos negocios, etc.

II. CARACTERÍSTICAS DE LA SIMULACIÓN.


1. Disconformidad entre la voluntad interna y la voluntad manifestada. -
Es decir, a sabiendas de la existencia de dos realidades diferentes,
ambas conocidas: la verdadera y la falsamente querida, una de las
cuales esta ordenada a no tener eficacia jurídicamente reconocida.

2. Concierto entre las partes para producir el acto simulado.- . La


simulación no puede realizarse sin la previa disposición de un medio que
preexista o coexista con el negocio simulado: se trata del acuerdo
simulatorio. Este acuerdo es la inteligencia entre los partícipes de la

47
simulación (a veces con el necesario concurso de terceros) para crear la
apariencia, para crear una estructura negocial valida, pero vacía (total o
parcialmente, en más o menos de Lo declarado) de voluntad de
resultado, porque la auto reglamentación de intereses manifestados de
la figura negocial no coincide con los intereses -todos o parte de ellos
finalmente apetecidos.
3. Propósito de engañar a los terceros. - Como la simulación se dirige a
producir un acto jurídico aparente, el propósito de engañar le es inherente
aun cuando sea un engaño no reprobado por la ley, Como los simulantes
están concertados el engaño va dirigido a los terceros.

III. Clases de Simulación

1. Simulación Absoluta. - Un acto jurídico es absolutamente simulado si,


existiendo solo en apariencia, carece de un contenido serio y real. Las
partes no quieren el acto, sino tan solo la ilusión exterior que él mismo
produce. Ejemplo: Pedro simula vender su casa a Juan para evitar un
embargo; aquí las partes no quieren realizar la venta, solo simular para
hacer creer que el hecho fue verdadero

2. Simulación Relativa. - Se presenta ésta cuando las partes efectivamente


concuerdan en un determinado efecto jurídico a producirse, que sin
embargo no aparece, sino que está oculto detrás del aparentemente
expresado.

Por la simulación relativa exteriormente se declara celebrar un


determinado acto que no es más que una apariencia con la cual se
oculta su verdadero carácter, ejemplo, se declara celebrar un
contrato de compraventa, cuando en realidad es una donación.

3. Simulación total y parcial. La simulación puede ser total o parcial, según


que la apariencia se refiera a todo el acto o solo a una parte de él.
 La simulación absoluta es siempre total, por cuanto afecta al acto
en su integridad. No produce ningún efecto entre las partes. La
simulación relativa puede ser total o parcial.
 La simulación relativa total afecta a la integridad del acto, por
ejemplo, un anticipo de herencia es ocultado con una compra venta.

4. Simulación licita e ilícita. - La simulación puede ser utilizada por las


partes con fines lícitos o ilícitos. Las personas tienen derecho de celebrar
sus actos jurídicos en la forma que mejor les parezca, si desean pueden
ocultar bajo una apariencia, la verdadera naturaleza del acto que realizan,
pero estos derechos solo pueden ser reconocido a condición de que el

48
acto no encierre el propósito de causar daños a terceros o la violación de
normas imperativas, el orden público o las buenas costumbres.
La simulación es lícita, cuando no tiene por fin perjudicar a terceros o
transgredir normas imperativas, el orden público o las buenas costumbres.
Se funda en razones honestas. Ej. La venta simulada del patrimonio, para
evitar ser víctima de la delincuencia o simplemente para aparentar una
condición económica modesta para evitar el acoso o la malsana curiosidad
ajena o en su caso la adquisición simulada de bienes, para aparentar una
gran capacidad adquisitiva a fin de ser admirado o poder acceder a un
empleo.

IV. EFECTOS DEL ACTO JURÍDICO SIMULADO

Cuando el acto jurídico simulado es lícito puede generar plenos efectos frente
a terceros, mas no así entre las partes. La simulación que tiene como fin
engañar a los terceros o es contrario a las normas imperativas, al orden
público o a las buenas costumbres es reprobado por el derecho, por tanto, su
eficacia se verá oponible, de ello nos ocuparemos a continuación.

Efectos de la simulación absoluta entre las partes

Si el acto jurídico ha sido simulado con simulación absoluta, en la que existe


sólo un acto aparente, irreal, que carece de contenido, pues la voluntad de las
partes quedó contenida únicamente en el acuerdo simulatorio convenido
precisamente para no producir un acto verdadero, el acto jurídico así simulado
no produce eficacia alguna.

El acto simulado es un negocio ficticio querido y realizado por las partes para
engañar a terceros, pero no para que produzca efectos entre ellas. Los
otorgantes quieren la declaración, pero su contenido, por lo que no pueden
exigir su cumplimiento. Es decir, el acto simulado no produce ningún efecto
entre las partes, por la razón de que no es efectivamente sino sólo
fingidamente querido.

La carencia de efectos entre las partes del acto simulado es


independientemente de su licitud o ilicitud. Un acto ficticio, desprovisto de
contenido, aun cuando sea lícito, no puede producir efectos para los
otorgantes, porque tal fue su común intención al otorgarlo. Con mayor razón si
el acto simulado es ilícito, no produce los efectos entre las partes, ni para
nadie. Si la simulación es lícita sólo podrá ser invocada por las partes, los
terceros quedan desprovistos de la acción por no tener legitimidad para obrar.

Efectos de la simulación relativa entre las partes.

49
Este negocio simulado tendrá efectos entre las partes, siempre que concurran
los requisitos de validez y no perjudique el derecho del tercero. Así, el negocio
jurídico disimulado (oculto y real) vincula efectivamente a las partes siempre y
cuando concurran sus requisitos de validez. Además, el negocio jurídico
disimulado no debe afectar el derecho del tercero. Aquí se tutela el interés de
los terceros en hacer prevalecer la realidad (negocio disimulado) sobre la
apariencia (negocio simulado). Es irrelevante si el negocio simulado (aparente
y fingido) no reúne los requisitos de validez.

Efectos de la simulación parcial entre las partes

Cuando la simulación sea parcial, esto es, cuando la partes no esconden el


carácter total del negocio que realizan bajo la apariencia de otro negocio
diferentes, sino solamente ciertos aspectos mediante estipulaciones o
cláusulas que hacen referencia a datos inexactos, tienen efectos entre ellas
los datos exactos, ocultados, por ser los efectivamente queridos, siempre que
sean lícitos y no afecten los derechos de terceros. El que transfiere el derecho
sólo se obliga aparentemente con el interpuesto, pero en la inteligencia de
obligarse hacia el tercero, frente al cual adquiere los derechos y asume las
obligaciones resultantes del acto

Efectos entre simulantes y terceros adquirentes del titular aparente

Las relaciones entre simulantes y terceros se basan en el principio de la


oponibilidad de la simulación por los simulantes a los terceros de buena fe. La
simulación, mientras no sea descubierta, es irrelevante para los terceros. Por
principio, el acto simulado es válido y eficaz frente a los terceros. Si la
simulación es relativa, descubierto el acto disimulado será válido éste.

Entre los simulantes y el acreedor del simulante enajenante

Los terceros legitimados tienen legitimidad para obrar. En efecto, negocio


simulado es ineficaz respecto de aquellos terceros cuyos derechos son
perjudicados. La norma pretende evitar el daño que se quiere producir a los
terceros. Cuando el negocio simulado disminuya el activo o aumento el pasivo
del deudor, los acreedores están facultados para solicitar la ineficacia del
negocio. De la misma manera, el heredero perjudicado por un negocio
simulado concluido por su causante y el cónyuge perjudicado por un negocio
simulado celebrado por el otro cónyuge, están legitimados para pedir la
nulidad.

Efectos entre los simulantes y los terceros acreedores del titular


aparente

50
El acto jurídico simulado es válido y eficaz frente a los terceros acreedores del
adquirente (titular aparente). El acreedor de buena fe del simulante adquirente
tiene un interés opuesto al del acreedor del simulante enajenante. Su interés
es el de hacer prevalecer la apariencia sobre la realidad, a fin de poder
satisfacer su crédito con la ejecución forzada del bien que aparentemente ha
ingresado al patrimonio de su deudor.

Los autores de la simulación no pueden oponer ésta a los terceros acreedores


del titular aparente, pero, por el contrario, los terceros acreedores del
enajenante simulado pueden hacer valer la simulación en relación a las partes
cuando ella perjudica sus derechos.

Efectos entre acreedores de ambas partes simulantes

Al existir un conflicto entre los acreedores del simulante enajenante y


acreedores del simulante adquirente (titular aparente), se presenta la
iguientes situaciones.

 Si ambos acreedores en conflicto son de fecha anterior a la simulación,


será preferido al acreedor del enajenante por ser la víctima de la
simulación; el acreedor del adquirente nada pierde, pues, no contaba en
el activo de su deudor con los bienes adquiridos después en forma ficticia.
 Si ambos acreedores son de fecha posterior a la simulación, será
preferido el acreedor del titular aparente que ya contó en el patrimonio de
su deudor con los bienes ingresados en forma simulada, mientras que el
acreedor del simulante enajenante no contaba ya con esos bienes en el
patrimonio de su deudor.
 Si los acreedores del enajenante son anteriores a la simulación y los del
propietario aparente son posteriores, se da preferencia a las víctimas de
la simulación sobre los acreedores del propietario aparente. Esto aun
cuando hayan iniciado de buena fe la ejecución forzada, sucumben en el
conflicto con los acreedores del simulante enajene, cuyo crédito es
anterior al acto simulado.

DECIMO SEGUNDA SEMANA

51
EXAMEN PARCIAL II

DECIMO TERCERA SEMANA

FRAUDE DEL ACTO JURIDICO

I. FRAUDE: Concepto

Se trata de una acción voluntaria y con mala fe del deudor para reducir su
patrimonio en perjuicio de sus acreedores o del Estado, transgrediéndose
normas imperativas, transfiere sus bienes porque el dinero es más de ocultar
que lo bienes muebles o inmuebles, que están amenazados por futuras
medidas cautelares por parte de los acreedores.

II. CLASIFICACIÓN DEL FRAUDE

1. Fraude a la Ley

Por el fraude a la ley se evade la aplicación de una ley (ley defraudada)


amparándose en otra ley (ley de cobertura) que sólo de modo aparente
protege el acto realizado caso en el cual debe aplicarse la ley que se ha
tratado de eludir o si ello no es posible, anular el acto,
independientemente de que con este se haya o no causado daño.

Con el acto realizado en fraude la ley se persigue obtener un resultado


similar o igual al prohibido por una norma imperativa apoyándose en otra
norma que no es prohibitiva.

Nuestro código no contiene un artículo que lo declara expresamente, pero


en todo caso está previsto en el art. V del T.P del C.C. que la letra dice"
Es nulo todo acto jurídico contrario a las leyes que interesan al orden
público o las buenas costumbres", que puede servir de apoyo textual para
declarar la nulidad de un acto jurídico realizado en fraude de la ley.

2. Fraude de los Acreedores

52
El fraude a los acreedores hace referencia a los actos celebrados por el
deudor con los cuales renuncie a derechos, o disminuya su patrimonio
conocido, provocando o agravando su estado de insolvencia, en perjuicio
de sus acreedores, presentes o futuros, que se ven impedidos de obtener
la satisfacción total o parcial de sus créditos.

El estado de insolvencia consiste en un desequilibrio patrimonial en el que


el pasivo es mayor que el activo por tanto, el insolvente, no cuenta con
bienes en su patrimonio para afrontar y cumplir con sus obligaciones
(deudas)

La conducta fraudulenta del deudor que deliberadamente persigue eludir


el cumplimiento de sus obligaciones en perjuicio de sus acreedores puede
manifestarse de diversas formas:

El acto simulado, es el medio torticero utilizado por el deudor para


impedir que el acreedor cobre.

 Deudor, Acreedor de un Tercero, Cuando el deudor no ejerce


acciones que le compete contra el acreedor, privando a sus propios
acreedores de ver incorporado ese crédito a su patrimonio. O
cuando terceros promueven acciones contra el deudor y éste no se
defiende poniendo, así, en peligro la integridad de su patrimonio
que a la postre perjudicaría a sus acreedores, es decir, que con su
inacción o pasividad, en el ejercicio o defensa de sus derechos
evita crearse un patrimonio o adquirir nuevos bienes o que su
patrimonio se mantenga en su integridad, con el propósito de que
no existan bienes que puedan ser realizados por su acreedor.
 El deudor puede enajenar o gravar realmente sus bienes o
renunciar a derechos, frustrando de este modo la posibilidad de
cobro de sus acreedores.

El acto jurídico en fraude de la ley adolece de invalides absoluta, es nulo


sin importar sin con él se causó o no daño. En cambio, el acto jurídico
celebrado en fraude de los acreedores, para ser declarado ineficaz vía
acción revocatoria o pauliana es necesario que con él se haya causado
perjuicio al acreedor accionante.

El acto jurídico en fraude a la ley no se encuentra expresamente señalado


en nuestra codificación civil. En cambio, el acto jurídico celebrado en
fraude el acreedor se encuentra codificado en el Artículo 195º del Código
Civil.

III. VICIOS DE LA VOLUNTAD

53
Los vicios de la voluntad son situaciones que inducen al sujeto a declarar una
voluntad que no corresponde a sus verdaderas intenciones. Lo ideal es que
en la celebración de un acto jurídico exista correspondencia entre lo deseado
y lo expresado, entre la voluntad y lo manifestado. La voluntad o el
consentimiento pueden ser viciados por error solo o violencia.

a. El Error
Constituye un desencuentro entre lo que es el objeto materia de
conocimiento y de juicio, y el conocimiento que se adquiere de él. Todo
error constituye una negación de lo que es, o afirmación de lo que no es.,
es aquel factor perturbador inconsciente que distorsiona el proceso
formativo de la voluntad jurídica, ya en el aspecto relativo a la voluntad
interna, en cuyo caso se configura el denominado error-vicio, o ya en lo
que se refiere a la exteriorización de la voluntad interna, en cuyo caso se
configura el denominado error en la declaración, que el Código Civil
legisla claramente diferenciados en el articulado pero bajo el título común
de Vicios de la voluntad.

La categoría del error comprende dos tipos de errores.


 El error vicio, es una condición de ignorancia o de falsa representación
de la realidad en la cual incurre espontáneamente una parte, que se
representa mentalmente el contrato de manera diversa de cómo es en la
realidad.
 El error obstativo, es un error en la declaración, o cuando la
declaración ha sido inexactamente transmitida. Este error ocasiona una
divergencia entre la manifestación del acuerdo y la voluntad real de la
parte, debido a una externalización o transmisión del acuerdo mismo. El
CC equipara el tratamiento jurídico del error obstativo con el error vicio
(artículo 208).

En el caso del error vicio, la declaración es querida, aunque sea en base a


una voluntad distinta a la hipotética, mientras en el caso del error obstativo
esta es del todo divergente de la voluntad. El legislador ha conminado a la
misma sanción, que es la anulabilidad del negocio. En palabras más
simples: en el error obstativo se declara mal lo bien querido; en el error
vicio, en cambio; se declara bien lo mal querido (Espinoza Espinoza, 2008,
p. 391).

Siguiendo a una doctrina peruana, los tipos de errores esenciales son:

54
1. Error en la propia esencia o cualidad del objeto del acto (error in
negotio)
2. Error en las cualidades personales de la otra parte (error in
qualitate personae)
3. Error de derecho (error iuris) (Espinoza Espinoza, 2008, pp. 396-
397).
b. El Dolo

Es el vicio de la voluntad mediante el cual se provoca deliberadamente el


error. El Dolo es la intencionalidad de engaño en la realización del acto
jurídico y debe ser de tal magnitud que haya tenido como resultado que la
otra parte celebre el acto.
Tiene connotaciones propias en el Derecho Civil. Así podemos señalar que
para el Derecho Civil hay algunas clasificaciones del Dolo que se deben
considerar para su interpretación:

1. Dolo principal e incidental: El dolo principal es el engaño o astucia que


determina la voluntad del sujeto al que va dirigido; en cambio el
incidental, no logra determinar la voluntad de la víctima, que igual
hubiera celebrado el acto jurídico, pero lo hace en condiciones más
perjudiciales.

2. Dolo directo e indirecto: Es directo cuando el engaño proviene de


alguna de las partes que intervienen en el acto jurídico; y, es indirecto si
la astucia maliciosa proviene de un tercero que no es parte en el acto.
3. Dolo positivo y negativo: El dolo positivo lo constituyen las conductas
efectivas del autor del engaño tendientes a torcer o forzar la voluntad de
la víctima; en cambio el dolo negativo está constituido por las omisiones
dolosas con ocultamientos voluntarios o conscientes que determinen la
voluntad de la otra parte.

c. La Violencia e Intimidación
La violencia es la coacción ejercida sobre una persona para obligarla a
realizar un acto que no quiere. Se trata de una fuerza física o moral que
infunda temor y que obligue a la realización del acto jurídico.
Según una doctrina nacional, la violencia física es simplemente violencia.
Supone, pues, que mediante el uso de la fuerza se doblegue al sujeto y se
anule su voluntad, como sería el caso de tomar la mano de una persona
por la fuerza y hacerla escribir su nombre y firmar, o estampar sus huellas
digitales, que, por demás, es la única hipótesis posible de obtener una
declaración mediante la violencia absoluta. En este caso, hay una fuerza

55
irresistible, apabullante, que conduce la mano, lo que no debe confundirse
con los maltratos físicos que se puede infligir a una persona para que
suscriba un documento, o coloque sus huellas digitales, pues ello
constituye intimidación y no violencia física, jurídicamente hablando. (Vidal
Ramírez, 2011, pp. 216-217)

La violencia se concibe como aquella fuerza irresistible que elimina la


voluntad del sujeto derecho obligándolo a celebrar un negocio jurídico. La
fuerza irresistible puede provenir de una de las partes del negocio o un
tercero. Asimismo, para algunos doctrinarios al eliminarse la voluntad ya no
se estaría en presencia de un vicio sino de un acto nulo.

 La intimidación

La intimidación consiste en infundir temor en un sujeto para obtener por


ese medio una manifestación de voluntad forzada, en cuanto es
consecuencia de haber cedido ante la amenaza que le infunde el temor y,
por eso, constituye un genuino vicio de la voluntad. Al contrario de lo que
ocurre con la violencia física, que desplaza la voluntad por lo que el acto
“no es” del sujeto, la violencia moral o intimidación infunde un temor sobre
el sujeto quien, cediendo a ese temor, se aviene declarar una voluntad que
no responde a una decisión libre y espontánea. (Vidal Ramírez, 2011, pp.
221).

La intimidación es una conducta antijurídica -acto ilícito-, que consiste en


influir sobre el fuero interno del agente causándole miedo o temor,
amenazándolo con un mal futuro que debe ser inminente y grave. De esta
manera, presionando la voluntad o el ánimo del agente, es decir, el aspecto
psíquico del mismo, se logra que declare algo de una manera distinta a la
querida, o al declarar que quiere, cuando nunca ha querido así ni de otra
manera. (Lohmann Luca de Tena, 1994, p. 506)

Esta amenaza debe ser creíble, o sea debe ser idónea para impresionar al
contratante amenazado. Para ello se debe valorar si la amenaza
impresiona a una persona sensata, pero al mismo tiempo induce a construir
el modelo de una persona medianamente sensata teniendo en cuenta una
serie de variables que se asemejen al modelo de la situación de la

56
situación en que concretamente se halla la misma víctima. (Morales
Hervias, 2011, p. 237)

En materia de contratación telefónica, puede ocurrir que la intimidación se


haya producido dentro de la misma conversación (vale decir, que ese temor
respecto del mal inminente y grave que le pueda ocurrir al agente se haya
infundido en la propia conversación telefónica que dio origen al contrato),
de modo tal que todas estas situaciones se produzcan utilizando el medio
de comunicación al cual nos estamos refiriendo. Ello resultaría plenamente
factible, en la medida que para intimidar no resulta necesario que quien
intimida se encuentre frente a frente con su víctima. Bastaría, pues, utilizar
la línea telefónica para infundir el mencionado temor. Es más: nos
atrevemos a decir que, cuando de intimidación se trata, resulta más usual
que dicha situación ilícita se produzca por teléfono, debido a que permite
en muchos casos reservar el anonimato de la persona que intimida.
(Castillo Freyre y Horna, 2003, p. 16)

Por tanto, entendemos por intimidación a aquella amenaza ilícita dirigida a


una de las partes del negocio de sufrir un daño en su patrimonio o entre los
miembros de su familia con el objetivo de celebrar un negocio jurídico. Se
diferenciaría de la violencia en que aquí la voluntad no es anulada pero si
corrompida por influencia externa.

El temor reverencial

El temor reverencial es la “sujeción psicológica de un sujeto hacia otro,


determinada por las respectivas posiciones en el contexto familiar,
profesional o, genéricamente, social. Quien tiene temor reverencial puede
ser inducido a contratar: pero el contrato no merece anulación porque la
disciplina de la violencia afecta una conducta (dolosa o culposa) y no un
simple modo de ser social”. Sería el caso del empleado de oficina que
compra un bien a su jefe, a fin de evitar la situación incómoda de darle una
negativa. También se le define como “el temor que el sujeto alimenta, con
prescindencia de amenazas externas específicas, frente a una persona que
se presenta ante él, por las más variadas razones, familiares y sociales,
como gravemente severa y prestante”. (Espinoza Espinoza, 2008, p.
457)
57
Para autorizada doctrina italiana, el temor es una perturbación del sujeto.
Este puede consistir en un temor en sentido propio, o sea en el temor de un
peligro o también en el temor reverencial. Este debe ser distinto respecto
de la intimidación moral, o sea respecto de la amenaza tácita del sujeto de
valerse de su posición o de sus medios para perjudicar a la víctima en caso
del rehusamiento a contratar. La relevancia reconocida de la jurisprudencia
a la intimidación moral se justifica en cuanto tal intimidación constituye
también una forma de violencia que hace inviable la tutela jurídica de quien
la ejercita o se vale de ella. (Bianca, 1987, pp. 622-623)

Por tanto, entendemos por temor reverencial a aquella influencia provocada


en una de las partes del negocio que tiene la condición de débil, inferior o
de menor jerarquía respecto de la otra parte que tiene la condición de
fuerte, superior y de mayor jerarquía. Aquella practica un acto en favor de
este debido a la “sujeción psicológica” que su condición alimenta. Esta
situación no dará lugar a la anulación del acto.

58
DECIMO CUARTA SEMANA

INVALIDEZ DEL ACTO JURÍDICO, NEFICACIA DEL ACTO JURIDICO

NULIDAD, ANULABILIDAD
DEL ACTO JURÍDICO

I. INVALIDEZ DEL ACTO JURÍDICO


Es la calidad del Acto Jurídico carente de alguno de los presupuestos o
elementos, o de ciertos requisitos de la estructura del Acto Jurídico que son
establecidos por el Código Civil, y contemplan dos figuras: Nulidad y
Anulabilidad.

Nulidad del Acto Jurídico

Nulidad por ausencia de manifestación de voluntad del agente.

De conformidad con lo establecido por el inciso 1 del artículo 219° del Código
Civil, el acto jurídico es nulo cuando falta la manifestación de voluntad del
agente. Esta causal de nulidad mantiene vigencia absoluta en cuanto a los
diversos medios tecnológicos utilizados en la contratación contemporánea,
dado que ante la ausencia de manifestación de voluntad por parte del agente
no podríamos estar en presencia de acto jurídico ni de contrato alguno (ya
que el contrato es un acto jurídico).

Nulidad por objeto física o jurídicamente imposible o indeterminable.


De conformidad con el artículo 219° (inciso 3) del Código Civil, el acto jurídico
es nulo cuando su objeto es física o jurídicamente imposible o cuando es
indeterminable. Consideramos que este punto resulta de meridiana aplicación
a toda la contratación, más allá de los medios que sirvan a efectos de
contratar, en la medida que aquí lo relevante es la imposibilidad jurídica o la
indeterminabilidad del objeto, causales de nulidad cuya presencia es
independiente del medio que se utilice para contratar.

Nulidad por fin ilícito.


Como se recuerda, el artículo 219° (inciso 4) establece que el acto jurídico es
nulo cuando su fin es ilícito. Sobre este punto podríamos formular similares
comentarios a los efectuados con relación al acápite precedente.

59
Nulidad por simulación absoluta.
De conformidad con lo establecido por el artículo 219 (inciso 5), el acto jurídico
es nulo cuando adolece de simulación absoluta. Con relación al tema de la
simulación absoluta, sí habría que decir algunas cosas.

En principio, la simulación debería ser un tema aplicable a la generalidad de


actos jurídicos o contratos; y no estamos diciendo que no lo sea, pues es claro
que sí lo es. Sin embargo, generalmente ocurre que, cuando aludimos a la
simulación, de común estamos frente a algún documento en el cual las partes
que han disimulado ese acto lo han traducido por escrito, con la finalidad de
que el mismo tenga o surta efectos respecto de terceras personas con las
cuales, quienes han simulado el acto, desean generar determinadas
consecuencias.

Nulidad por no revestir la forma prescrita bajo sanción de nulidad.


El artículo 219 (inciso 6) prescribe que el acto jurídico es nulo cuando no reviste
la forma prescrita bajo sanción de nulidad. En principio, la inmensa mayoría de
contratos que se celebran en nuestra sociedad son de carácter consensual; vale
decir, que para su celebración solamente se requiere del consentimiento de las
partes. Así, es suficiente que dicho consentimiento se efectúe de manera verbal
para el contrato se haya celebrado.

Para un número reducido de contratos, la ley sigue estableciendo requisitos de


forma. Ellos son los contratos formales: aquellos para cuya celebración se
requiere, además del consentimiento, el cumplimiento de una formalidad; o,
dicho de una manera más propia, aquellos en los cuales el consentimiento se
expresa a través de una determinada formalidad.

Vale decir que el cumplimiento de esta formalidad puede estar impuesto por la
ley o auto-impuesto por las partes.

Nulidad derivada del mandato de la ley.


Conforme al artículo 219 (inciso 7), el acto jurídico es nulo cuando la ley lo
declara nulo. Evidentemente, esta causal de nulidad no se alterará, y tampoco
tendrá relevancia para tal efecto que el contrato se haya celebrado por algún
medio informático moderno.

Nulidad por estar comprendido en el artículo V del Título Preliminar.


De conformidad con lo prescrito por el artículo 219 (inciso 8), el acto jurídico es
nulo en el caso del artículo V del Título Preliminar, salvo que la ley establezca
sanción diversa.

60
Por su parte, el artículo V del Título Preliminar establece que es nulo el acto
jurídico contrario a las leyes que interesan al orden público o a las buenas
costumbres.

El hecho de contratar por teléfono resulta indiferente a esta causal de nulidad de


los actos jurídicos.

II. INEFICACIA DEL ACTO JURÍDICO

La anulabilidad del acto jurídico.

1. Anulabilidad por incapacidad relativa del agente.

De acuerdo con lo establecido por el artículo 221° (inciso 1), el acto jurídico es
anulable por capacidad de ejercicio restringida de la persona contemplada en
los numerales 1 al 8 del artículo 44..
 Los mayores de dieciséis y menores de dieciocho años de edad.
 Los pródigos.
 Los que incurren en mala gestión.
 Los ebrios habituales.
 Los toxicómanos
 Los que sufren de pena que lleva anexa la interdicción civil.
 Las personas que se encuentren en estado de coma, siempre que no
hubiera designado un apoyo con anterioridad.

2. Anulabilidad por vicio de la voluntad.

 Anulabilidad por error.


Si el error resulta ser una fuente o causa frecuente de anulación de actos
jurídicos por actos celebrados entre personas presentes (es decir, entre
personas que se encuentran en un mismo lugar al momento de la
celebración del acto), y es que si el agente que incurre en error ignora o
hace una interpretación errónea de la realidad.
En ese sentido, a nivel jurisprudencial se señala que el acto jurídico será
anulable (…) pueda acarrear su invalidez a petición de parte; por ello
quien es parte en la formación y efectos del acto jurídicos puede
denunciar su anulabilidad, en tanto que el acto jurídico nulo puede ser
denunciado por el afectado, por quien tiene interés o ser declarado de
oficio.
 Anulabilidad por dolo.
El dolo es el error en que una parte incurre inducida por la otra.

El dolo hace muchas veces que un error no esencial, constituye causa de


anulabilidad de un acto jurídico. En buena cuenta, los errores, sean

61
esenciales o no, adquieren relevancia cuando son cometidos por dolo o
engaño de la contraparte.
 Anulabilidad por intimidación.
La intimidación como conducta antijurídica influye sobre el agente
causándole miedo o temor, con la amenaza de un mal futuro inminente o
grave, presionando su voluntad o ánimo para declarar algo que no quiere.

3. Anulabilidad por simulación, cuando el acto real que lo contiene


perjudica el derecho de tercero.
Hemos mencionado, hace un momento, que el tema de la simulación
adquiere relevancia en la medida que dicho acto conste en un documento que
sirva o tenga utilidad para oponer la simulación frente a los terceros ante
quienes se quiera acreditar algo ficticio como si fuera real.
En el caso de la simulación relativa, estamos en presencia de un acto
verdadero que ha sido ocultado o disimulado por las partes con un acto
ficticio, el mismo al que desean dar la apariencia de real.

4. Cuando la Ley lo declara anulable

III. La Confirmación del Acto Jurídico

1. Concepto.

Confirmación o convalidación es el acto por el cual se da validez a otro,


que el deudor puede atacar por acción de anulabilidad. Difiere de la
transacción, pues ésta supone de las partes un abandono recíproco de
derechos o pretensiones, en tanto que la confirmación emana de una sola
de las partes, que renuncia a su derecho a atacar la convención, sin
estipular nada en su provecho.

La confirmación sólo es procedente tratándose de los actos anulables, no


de los nulos. La voluntad de las partes no puede desplazar el régimen
legal, que no acepta la validez de un negocio; desplazamiento que se
produciría si a aquél se pudiera por una ratio atribuirle eficacia. De lo
único que se podría hablar en tal caso, sería del consentimiento de un
nuevo negocio.

La confirmación es un acto jurídico mediante el cual se expurga a otro


acto jurídico inválido del vicio de que adolecía y en razón del cual era
pasible de nulidad.

2. Características.

62
 La confirmación es un acto unilateral de quien podría anular el acto
convalidado; es, por lo tanto, un acto consecuencial, y él es
irrevocable. Carmona).

Es unilateral, pues no requiere la participación del otro agente en el


negocio, a quien la confirmación viene a beneficiar. Su intervención
sería inocua. Aunque unilateral, es una declaración recepticia
enderezada al conocimiento y para el interés de persona determinada,
cabalmente la otra persona vinculada por el acto confirmado. El acto
confirmante es meramente adyacente al convalidado, no es autónomo,
no crea nuevas vinculaciones jurídicas, concretándose sólo a redimir el
acto anterior de sus defectos. “Si el acto confirmativo está concebido
en términos que otorgan al primer acto un efecto diferente de aquél que
primitivamente estaba destinado a producir, no podría ser una
confirmación, sino una nueva convención o un nuevo acto,
independiente del primero, que se rige por reglas diferentes”
(Carmona).

 La confirmación es irrevocable, por lo mismo que es una declaración


de voluntad de tal naturaleza que emitida ya no está en poder del
emitente el recogerla y dejarla sin valor.
 Sólo el negocio impugnable, pero aún no declarado nulo, es
susceptible de convalidación. Una vez declarado nulo un acto, no
puede revivir por una confirmación del mismo; lo único que puede
ocurrir entonces, es la producción de una nueva declaración de
voluntad.
 Si el acto es en virtud de varias causales anulable, y se produce
confirmación sólo con respecto a una de ellas, la impugnabilidad de
aquél por las otras causales no desaparece.

Así una venta efectuada con dolo y además con violencia, de ser
confirmada en cuanto a lo primero, no por ello queda indemne a que
sea impugnable por lo segundo. La confirmación obra limitativamente al
supuesto considerado en el negocio confirmativo.

Si el negocio es por uno y otro contrayente impugnable, la confirmación


hecha por uno de ellos sólo tiene su efecto en lo que a él respecta: el
otro contrayente podría incoar la acción de nulidad que le incumbiría.

3. Requisitos.

Para la validez de la confirmación se requiere que ella no contenga el


defecto del cual depura al acto; o sea, que haya desaparecido la
incapacidad del agente, esté descubierto el error o el dolo, haya cesado la
violencia, se tenga conocimiento de la simulación o el fraude, según los
63
casos. Tampoco el acto confirmatorio debe contener otro defecto,
considerado como causa de nulidad.

4. Efectos.

El efecto de la confirmación es mantener de modo firme la eficacia del


acto, el cual así ya no puede ser atacado. Tal eficacia, por otra parte, se
considerará concomitante al nacimiento mismo del acto, por lo que resulta
impropio hablar de la retroactividad de los efectos de la confirmación, Se
comprende, naturalmente, que en lo que se refiere a su contenido, el acto
confirmativo prevalecerá para el mejor conocimiento de la voluntad de las
partes, sobre el acto confirmado. Los efectos ya producidos se mantienen,
por lo tanto.

5. Clases

a. Confirmación Expresa

Artículo 230º.- Salvo el derecho de tercero, el acto anulable puede ser


confirmado por la parte a quien corresponda la acción de anulación
mediante instrumento que contenga la mención del acto que se quiere
confirmar, la causal de anulabilidad y la manifestación expresa de
confirmarlo.

La confirmación expresa es la que se realiza por escrito. La


confirmación en cuanto acto meramente declarativo, produce efectos
retroactivos. Pero esto sólo en cuanto a las partes a que concierne el
acto confirmado y para tercero la confirmación no es oponible.
Ejemplo: un menor ha vendido un inmueble a Primus. Llegado a su
mayoría vende ese mismo inmueble a Secundus; después, confirma la
primera venta. Esta confirmación no puede perjudicar a Secundus, que
habiendo tratado con él que antes era menor, había adquirido un
derecho irrevocable a prevalerse de la nulidad de la primera venta. Se
trata, en consecuencia, de proteger a un sucesor a título particular, que
adquirió un derecho real sobre la cosa, que se transmitió por un acto
anulable, antes que la confirmación tenga lugar; derecho que resultaría
destruido o amenazado si la confirmación le fuera oponible, desde que
se consolidaría el derecho del contratante que adquirió la cosa
mediante el acto anulable.

Así se justifica la regla protectora de los terceros, pues cuando una


persona concede un derecho sobre una cosa, sobre la cual ya ha
dispuesto en todo o en parte, pero que puede hacer entrar en su
patrimonio por el ejercicio de una acción de nulidad o rescisión,
renuncia por ello, en provecho del cesionario a tal derecho, a la
64
facultad que tiene por una confirmación de despojarse del beneficio de
esta acción; ya que no se puede suponer que había querido reservarse
el medio de hacer caer posteriormente el derecho que transmitía con
toda validez: ello significaría imputarle un dolo (Baudry-Lacantinerie y
Barde).

Por tercero debe entenderse el adquirente de un derecho a título


singular; los sucesores a título universal del renunciante no pueden
invocar la calidad de terceros. Sólo el adquirente de un derecho real
sobre el objeto goza del beneficio de no serle oponible el efecto de la
confirmación; los acreedores quirografarios no gozan de tal beneficio.

El artículo 230°, C.C. 1984 menciona simplemente al tercero, sin


agregar ninguna calificación sobre si la adquisición hecha por éste
haya sido de buena fe y a título oneroso. La mala fe consistirá en que
el tercero tuviera conocimiento de que el transferente del derecho ya
había dispuesto de él en favor de la persona con quien aquél pactara
antes, aunque mediante un acto invalidable. Podría pensarse que la
salvaguarda del tercero no puede tener lugar sino cuando él mismo
haya procedido de buena fe, pues si tuvo conocimiento de que sobre la
cosa ya había dispuesto el cedente, estaría obrando deslealmente
contra éste, sin que empeciera que el título del mismo fuera
impugnable, pues la definitiva situación del negocio depende sólo de
ese transferente, que puede anular el acto. Desde este punto de vista
si el tercero quisiera proceder con sagacidad, debería antes asegurarse
que el acto primitivo realizado por el transferente no va a ser ratificado,
exigiendo el planteamiento de la nulidad o una declaración de renuncia
o confirmación.

b. Confirmación Tácita

Artículo 231º.- El acto queda también confirmado si la parte a quien


correspondía la acción de anulación, conociendo la causal, lo hubiese
ejecutado en forma total o parcial, o si existen hechos que
inequívocamente pongan de manifiesto la intención de renunciar a la
acción de anulabilidad.

La confirmación es tácita cuando la obligación es ejecutada


voluntariamente, siendo quien la ejecuta capaz y conocedor del vicio, y
cuando la ejecución haya sido en época en que la obligación pudiese
ser válidamente confirmada.

La razón por la cual la ley reputa que el acto ha sanado del mal que le
aquejaba en la hipótesis de la ratificación indirecta que disciplina el art.
231°, C.C. 1984, estriba en que con un comportamiento unívoco y
65
concluyente como el considerado, se impone la eliminación automática
de la impugnación, “por aquel principio de coherencia e
incompatibilidad que impide a cada uno en las relaciones entre los
miembros sociales, ir contra el acto propio” (Betti).
El carácter voluntario en la ejecución es esencial, para que exista
realmente el propósito deliberado de renunciar a la nulidad. Es decir,
que el deudor debe tener conocimiento del vicio de que adolecía el
acto. Es obvio que para que la confirmación tácita se repute eficaz, ella
no debe contener el propio vicio del acto que se confirma, ni ninguno
otro que sea causal de nulidad; la exigencia de que la confirmación sea
un acto intachable, vale tanto tratándose de la expresa como de la
tácita.

Y es necesario también que la ejecución haya sido efectuada


voluntariamente, es decir, no de modo forzado. Por lo tanto no se
presentaría la figura, si el deudor cumple su obligación únicamente
para sustraerse a los efectos de la persecución del acreedor. Y no es
de importancia que el deudor haga entonces protesta o reserva
(Toullier).

5. Formalidad de la Confirmación

Artículo 232º.- La forma del instrumento de confirmación debe tener


iguales solemnidades a las establecidas para la validez del acto que se
confirma.

Esta norma se conecta directamente con el artículo 230 del Código Civil
relativo a la confirmación expresa, pues la confirmación tácita, según se
expresó al comentar el artículo 231, no se instrumental iza ya que se da
por vía de ejecución total o parcial del acto viciado.

En ese sentido, la norma del artículo 232 -en concordancia con la del
artículo 230-sugiere que la confirmación expresa siempre ha de constar
documentalmente. En efecto, el artículo 230 dispone que la confirmación
se realizar “mediante instrumento que contenga.”, esto es, que conste por
escrito o por cualquier otro medio que patentice la declaración de voluntad
confirmatoria. Y el artículo 232 complementa esta regla señalando que la
forma (formalidad) de dicho instrumento (el de confirmación) debe tener
las mismas solemnidades exigidas (por la ley) para la validez del acto que
se confirma.

Ejemplo, se constituye una hipoteca o se efectúa una donación de bien


inmueble, en ambos casos observando la formalidad solemne de escritura
pública que le corresponde por prescripción de los artículos 1098 Y 1625

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del Código Civil, respectivamente; pero esos actos adolecen de un vicio
como el error o el dolo, el acto confirmatorio debe celebrarse con la
misma solemnidad antes mencionada (escritura pública), empero, como
se dijo antes, de no hacerse así la confirmación se considera efectuada,
ya que no hay sanción de nulidad.

DECIMO QUINTA SEMANA

OBLIGACIONES, CLASIFICICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES


PAGO, PRINCIPIO DE IDENTIDAD, PRINCIPIO DE INTEGRIDAD,
INTERES, TIPO DE INTERES.

I. OBLIGACIONES:

1. Concepto

Para el Derecho de Obligaciones, merece especial atención el tema de


las denominadas obligaciones civiles, es decir, aquellas que generan un
vínculo para su cumplimiento o ejecución; vínculo que debe existir entre
personas determinadas o determinables.

2. CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES

Las obligaciones pueden ser:

a. Las obligaciones de dar, consisten en la entrega de un bien; en


cuanto a las obligaciones de dar, las mismas involucran, en
determinados casos, obligaciones conexas. Así, por ejemplo, el artículo
1134° del Código Civil señala que la obligación de dar contiene también
una obligación de cuidado del bien hasta el momento de su entrega
b. Las de hacer; en la ejecución de un hecho; las obligaciones de hacer
pueden contemplar que el sujeto encargado de cumplir la prestación
sea uno, y que no pueda ser sustituido por otro.

Por ejemplo, un acreedor puede encargar a un reconocido escritor la


redacción de sus memorias, señalando que él será el único y exclusivo
autor de dicho texto. La obligación de hacer también puede ser
fungible. En este caso, no resulta relevante quién ejecute la prestación,
por cuanto el interés del acreedor es que se cumpla la misma. Ello, sin
perjuicio de la eventual responsabilidad del deudor por el
incumplimiento de su obligación.

67
c. Las de no hacer, es una abstención. Es generalmente intuitu personæ.
Ello se debe a que la estructura de dicha obligación consiste,
precisamente, en la no actuación de un sujeto determinado,
alcanzando dicha obligación exclusivamente a ese sujeto. Esto se debe
a que el acreedor sólo puede reclamar al deudor una determinada
conducta omisiva. La realización de dicha conducta por parte de un
sujeto distinto escapa a la relación obligatoria entre el acreedor y el
deudor obligado a un no hacer.

Así, por ejemplo, si dos personas celebran un contrato en el que una


proporciona información confidencial a la otra bajo la obligación de no
divulgarla, y un tercero revela la referida información secreta, dicho
evento no podrá ser empleado para reclamar un supuesto
incumplimiento dentro de la relación contractual. Ello, claro está, salvo
que la parte haya sido quien haya transmitido la información al tercero,
en cuyo caso estaremos frente a un claro incumplimiento de su
obligación.

3. Inejecución de las Obligaciones

El artículo de 1314 del Código Civil en la inejecución de obligaciones, es


necesario precisar que el punto de partida se halla en el artículo 1314 del
Código Civil, que establece que: “Quien actúa con la diligencia ordinaria
requerida, no es imputable por la inejecución de la obligación o por su
cumplimiento parcial, tardío o defectuoso”.

La inejecución de una obligación se constituye como una situación


anómala en la relación obligatoria. Las consecuencias del incumplimiento
en la ejecución de una obligación dependen de la causa que originó el
referido incumplimiento. Así, el incumplimiento que escapa de las manos
el obligado (esto es, una situación ajena al control del sujeto, que le
impide cumplir con su obligación) deriva en que éste no es responsable
por el incumplimiento.

Por otro lado, la no ejecución que se da sin que haya elemento ajeno o
externo que haya impedido al sujeto cumplir con su obligación, se erige
como un supuesto de incumplimiento culposo. En otras palabras, la
inejecución de obligaciones puede tener una causa:
(i) Imputable, esto es, el sujeto encargado de la obligación incumple con
ella de manera culposa, es decir, que fue su propio descuido el que
derivó en el incumplimiento de la obligación.
(ii) No imputable, que significa que hubo ausencia de culpa.

Así, como afirma Giorgi: “La obligación, por consiguiente, puede quedar
incumplida, pudiendo depender el incumplimiento de dos distintos
órdenes de causas: causas dependientes de un hecho del deudor y
causas no dependientes de este hecho. Si el incumplimiento tiene por

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causa un hecho del deudor, produce consecuencias para el deudor
mismo (...). Si, al contrario, reconoce por causa un evento extraño al
deudor, las consecuencias indicadas no se realizan y la obligación queda
extinguida como si no hubiese jamás nacido”.

a. La diligencia y su papel en los supuestos de


caso fortuito y fuerza mayor.
El concepto de diligencia no se reduce al artículo 1314 del Código de
1984 en verdad, el referido artículo se conjuga con el siguiente, el
1315. Éste consigna que el “Caso fortuito o fuerza mayor es la causa
no imputable, consistente en un evento extraordinario, imprevisible e
irresistible, que impide la ejecución de la obligación o determina su
cumplimiento parcial, tardío o defectuoso”.
Nuestro legislador ha establecido que el caso fortuito o fuerza mayor
significa que no hay culpa. En ese orden de ideas, se puede sostener que,
más allá de si el proceder del deudor fue diligente o negligente, si se
llegase a demostrar que el incumplimiento se debe a un caso fortuito o de
fuerza mayor, entonces no hubo culpa alguna por parte del deudor.

Lo imprevisible se define en función a la diligencia. Así, aquel evento que,


pudiendo ser previsto, hubiese requerido una diligencia mayor a la
estándar, es uno de índole imprevisible.
Ejemplo: Una empresa es contratada por una empresa privada para
realizar la construcción de un ducto marino en la Costa de la
Ciudad de Lima. En medio de la construcción, esta empresa detecta
la presencia de roca fosilizada, cuya solidez impide la continuación de
los trabajos. La empresa, antes de iniciar los trabajos, realiza varios
sondeos de profundo alcance y no detecta en ningún momento la roca
fosilizada. Sin embargo, un informe de peritos imparciales señala que
la referida empresa pudo haber detectado la presencia de roca
fosilizada si hubiese realizado sondeos especiales, cuyo costo asciende
a diez veces el valor de la contraprestación pactada, es decir, de aquel
pago que dicha empresa recibirá por la construcción de la obra.
No podría decirse que el supuesto es objetivamente imprevisible, pues
se debe a que la roca sí pudo ser detectada. El problema está en que
detectarla hubiese requerido una diligencia de nivel extraordinario. En
tanto los agentes proceden con un nivel estándar de diligencia, puede
comprenderse que dicha empresa sólo haya realizado sondeos de
profundo alcance (cuyo costo no anula la rentabilidad del contrato).
Luego, si la empresa se topa con material fósil en medio de la
construcción, que sólo pudo haber sido detectado con sondeos cuyo
costo excede sobremanera el valor de la prestación, entonces podría
considerarse al evento como uno imprevisible.

Pero podemos modificar el ejemplo. Supongamos que la empresa no


realizó sondeo alguno. En este supuesto, ¿podría alegarse que el
incumplimiento obedece aun caso fortuito? La respuesta sería afirmativa,
pues más allá de que en este caso el comportamiento fue
totalmente negligente, aun siendo diligente no hubiese podido prevenir
el resultado, por lo que el evento debería considerarse como
imprevisible.

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b. La diligencia dentro del concepto de irresistibilidad.
La determinación de un evento como irresistible se hace en función de
aquello que el deudor no pudo haber evitado utilizando la diligencia
estándar requerida para el caso.
La diligencia juega un papel relevante en la determinación de un supuesto
de inejecución no imputable. Esto se extiende incluso a los supuestos de
caso fortuito o fuerza mayor. Para los supuestos de caso fortuito o fuerza
mayor, la valoración de la diligencia no se hace sobre la conducta
concreta del individuo del caso específico ya que éste incluso pudo haber
obrado de manera negligente, sino que más bien se realiza para
determinar qué eventos escapan a la diligencia estándar y, por lo tanto,
pasan a ser supuestos de caso fortuito o fuerza mayor.

c. La diligencia y su rol en la actividad probatoria


La diligencia resulta relevante para efectos probatorios. La diligencia
equivale a ausencia de culpa. Esto resulta relevante para sostener
que un determinado incumplimiento obedece a una causa no imputable.
Respecto a la prueba, vale mencionar el artículo 1329, sostiene que se
presume que la inejecución de la obligación, o su cumplimiento
parcial, tardío o defectuoso, obedece a culpa leve del deudor.

El artículo 1329 plantea que, frente a la inejecución o cumplimiento


insuficiente, se presume que el deudor obró con culpa leve. Frente a esta
presunción, el deudor tiene dos vías distintas para eliminarla:

d. La primera vía consiste en probar que se actuó de


forma diligente. En tanto diligencia equivale a ausencia de culpa,
demostrar la diligencia derivaría en la eliminación de la presunción iuris
tantum del artículo 1329.
Aquí no resulta necesario probar que el incumplimiento se debió a un
caso fortuito o de fuerza mayor.
“En caso de ausencia de culpa el deudor no está obligado a probar el
hecho positivo del caso fortuito o fuerza mayor, es decir, la causa del
incumplimiento por un evento de origen conocido pero extraordinario,
imprevisto e inevitable. En la ausencia de culpa el deudor simplemente
está obligado a probar que prestó la diligencia que exigía la naturaleza de
la obligación y que correspondía a las circunstancias del tiempo y del
lugar, sin necesidad de demostrar el acontecimiento que ocasionó la
inejecución de la obligación”.

Diligencia → Ausencia de Culpa → Incumplimiento no imputable.

e. La segunda vía consiste en probar que el


incumplimiento se debió a un supuesto de caso fortuito o de fuerza
mayor. Más allá de si el proceder del deudor fue diligente o negligente, si
se prueba que el incumplimiento obedeció a un evento extraordinario,
imprevisible e irresistible, entonces hay ausencia de culpa. Luego, se
acaba con la presunción del artículo 1329.

Caso fortuito → Ausencia de Culpa → Incumplimiento no imputable.

70
En el ámbito probatorio, demostrar el proceder diligente resulta útil, si el
amparo para sustentar la no responsabilidad por la inejecución va a ser el
artículo 1314 del Código Civil. Por el contrario, si lo que se busca es
demostrar que la inejecución obedece a un caso fortuito o de fuerza mayor,
no resulta relevante demostrar si se actuó de manera diligente o no, sino
más bien probar que el suceso no hubiera podido ser contrarrestado
con la diligencia adecuada.

En ese orden de ideas, el rol de la diligencia en la actividad probatoria puede


ser:
(i) Concreto
(ii) Abstracto.

Así, para el supuesto del artículo 1314, se debe probar que el deudor
concretamente se comportó de manera diligente, es decir, que tuvo el
cuidado y el celo necesario para la situación. Por otra parte, si se trata del
supuesto del artículo 1315, se tratará de probar que en abstracto (esto es, sin
importar si en el caso concreto efectivamente existió) la diligencia estándar
no hubiese sido suficiente para contrarrestar el caso fortuito o de fuerza
mayor.
II. NOCIÓN DE PAGO

El pago es la forma más común y usual de cumplir con las obligaciones, el


acto de cumplimiento de la prestación por el deudor, constituido por un dar, un
hacer o un no hacer. En tal virtud se entiende como pago cualquier prestación
que tenga que realizar el deudor para beneficiar a su acreedor, liberándose
así de su acreedor y extinguiendo por tanto como consecuencia de ello su
obligación. El pago es un hecho cancelatorio que implica ampliamente la
realización de la prestación debida, por medio del cual la obligación se
extingue, así como sus consecuencias.

El artículo 1220 del Código Civil prescribe. “Se entiende efectuado el pago
solo cuando se ha ejecutado íntegramente la prestación”.

III. PRINCIPIOS DEL PAGO Y EFECTOS

Por naturaleza el pago de un acto jurídico bilateral, es voluntario y lícito cuyo


efecto es crear un efecto jurídico, la extinción de la obligación.

1. Principio de Identidad.- Es aquel en virtud del cual el objeto del pago de la


obligación debe ser el mismo al que se obligó el deudor. El objeto del pago
no puede ser distinto al de la prestación convenida o prometida, lo cual
supone que al pagar hay que entregar esa cosa y no otra, aun cuando la
cosa que se desea entregar sea de mayor valor, entendiéndose ejecutado
el pago sólo cuando se ha ejecutado.

71
Esta principio es considerado en lo preceptuado en el Art.1132 de nuestro
Código Civil “ El acreedor del bien cierto no puede ser obligado a recibir
otro, aunque éste sea de mayor valor”.

El principio de identidad tiene las siguientes aplicaciones:

- Rige para toda clase de obligaciones, sea cual fuere de la cual emanen y
cualquiera que fuere su objeto: dar, hacer o no hacer.
- Es invocable tanto por el acreedor como por el deudor, ni uno ni otro
pueden unilateralmente apartarse del principio.

Produce los siguientes efectos:

i. El acreedor no puede ser obligado a recibir una cosa por otra, aunque
este sea de igual o mayor valor que la convenida, ni compelido a aceptar
la ejecución de otro hecho que no sea el de la obligación.
ii. Al deudor no le está permitido sustituir el objeto específico que debe con
una indemnización dineraria que compense la inejecución de aquel
objeto. Al contrario siempre que el cumplimiento específico sea posible
útil al acreedor, éste tiene derecho a ese cumplimiento, sólo cuando se
presente una situación de incumplimiento absoluto, es decir cuando ha
desaparecido por una causa imputable al deudor (dolo, culpa), la
posibilidad de conocer el objeto específico, puede el deudor
desobligarse mediante el pago de una indemnización sustitutoria.

Excepciones del principio de Identidad:

a. En las Obligaciones facultativas cuando el deudor ejerce la facultad de


sustituir el objeto del pago (la prestación principal) por una accesoria,
cuando la prestación resulta nula o imposible de cumplir (Art.1169 del
Código Civil)-
b. Cuando se trata de obligaciones contraídas en moneda extranjeras y que
pueden ser canceladas en moneda nacional al valor de cambio de venta
del día y lugar de vencimiento de la obligación (Art.1237 CC).

2. Principio de Integridad

Según el cual el pago debe ser completo, es decir el objeto de pago debe
ser cuantitativamente igual al objeto del crédito.

Se debe tener en cuenta que mientras por el principio de identidad se


resuelve el problema de calidad o esencia, con el de integridad se
resuelve el de cantidad o magnitud. De ahí que, así como el acreedor no
puede ser obligado a recibir una cosa distinta (identidad), tampoco se le
puede exigir que acepte una cantidad menor o fraccionada (integridad).

72
Este principio de integridad impide que el deudor pueda efectuar pagos
parciales cuando no está autorizado, la idea de indivisibilidad está
comprendida en él.

Este principio se fundamenta en varias ideas:

- Para algunos se basa en el principio de la autonomía de la voluntad,


según esta tesis si las partes convienen en que el pago será integro, ni
el acreedor, ni el deudor pueden apartarse luego de lo pactado.
- Para otros inspirados en Pothier el principio de integridad se basa en el
respeto al interés del acreedor.
- Para otros la integridad del pago reposa en la intangibilidad de la
relación obligacional después de que ésta ha sido constituida, a partir
de cualquiera de las fuentes admitidas, sus elementos no pueden ser
alterados, salvo los casos previstos por la ley. Ni el acreedor, ni el
deudor pueden unilateralmente modificar o alterar el objeto de pago.

La vigencia de este principio trae consigo los siguientes efectos o


consecuencias:

a. El acreedor no puede ser obligado a recibir pagos parciales.


b. Si se debe una suma de dinero con intereses, el pago no será íntegro si
no se pagan los intereses con el capital. Si se ha iniciado un juicio por
cobro de dinero, el pago no será íntegro si no se pagan los intereses
con el capital. Si se ha iniciado un juicio por cobro de dinero, si no se
paga además los intereses, las costas del juicio que están a cargo del
deudor.
c. El deudor tampoco puede ser obligado a entregar entregas parciales.
Tiene derecho a liberarse mediante el pago total.

El principio de integridad es aplicable en los siguientes casos:

- Tantos en las obligaciones de dar, hacer y no hacer. Por ejemplo el caso


de la modelo que se obliga posar 4 horas diarias, no puede pretender
desobligarse posando únicamente 2, pues su prestación dejaría de ser
íntegra.
- Tanto en las obligaciones singulares como en las plurales.
- Se da tanto en las obligaciones de ejecución instantánea como
continuada.

Las excepciones al principio de continuidad sin embargo pueden darse


como:

a. Acuerdo de voluntades, es decir por acuerdo entre el acreedor y el deudor


que pueden pactar la disminución del pago a su fraccionamiento haciendo

73
uso de su libertad. Por ejemplo la venta del inmueble en $.100,000.00
estipulándose que dicho precio será pagado en cuotas periódicas por el
plazo de 10 años.
b. Por autorización legal, cuando es la propia ley que autoriza un
apartamiento del principio de autoridad, como cuando por ejemplo si una
deuda tiene una parte líquida e ilíquida, el acreedor puede exigir el pago
de la primera parte (líquida), sin que el deudor pueda oponerse invocando
la liquidez de una porción de la deuda (Art.1221 del CC).
c. Por autorización Judicial, se deja de lado la integridad en virtud de la
potestad judicial, el Juez puede establecer la forma de pago
concediéndoles al deudor el beneficio de pagar en cuotas periódicas
(Art.1983 CC).

IV. INTERESES

1. Concepto: Los intereses constituyen los frutos civiles que pueden producir
cualquier bien o prestación, sea o no una suma de dinero, por lo que se
aplican a toda clase de deudas. Los intereses son accesorios al capital, no
pueden generarse si no existe una deuda principal, de ahí que aquellos
tienen el carácter de prestación accesoria.
2. Clases de intereses: Existen varias clases de intereses:

a. Intereses Compensatorios, son aquellos que producen una


contraprestación por el uso del dinero o cualquier otro bien, su fin es
mantener el equilibrio patrimonial, evitando que una de las partes se
enriquezca a costa del otro constituyendo en enriquecimiento indebido
al no pagar el importe del rendimiento del bien(Art.1242 CC).
b. Intereses Moratorios, Tienen por finalidad indemnizar la mora, es
decir la demora en el pago sancionando así el retraso doloso o culposo
en el que incurra el deudor en el cumplimiento de su obligación.
c. Intereses Convencionales, son aquellos acordados libremente por las
partes, de acuerdo a la economía contractual y no tienen más limitación
que las normas de orden público que provienen de la ley. Los intereses
convencionales no se devengan sino se pactan; sin embargo, si se
pagan sin estar pactados no podrá reclamarse su devolución.
d. Intereses Legales, son aquellas que se aplican a falta de pacto, por
disposición de la ley, cuando se incurre en mora (Art.1244 CC). Este
interés es fijado por el Banco Central de Reserva del Perú, teniendo en
cuenta una seria de factores que influyen en el índice inflacionario.

3. ANATOCISMO O CAPITALIZACIÓN DE INTERESES.

Nuestro Código Civil consagra el principio de prohibición de la


capitalización de intereses al momento de contraerse la obligación; pero

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admite la capitalización por excepción en el caso de las cuentas
mercantiles, bancarias, financieras y similares.

Nuestro Código Civil admite sin embargo que si la capitalización de


intereses se pacta luego de contraída la obligación esto es válido siembre
que medie no menos de un año en el pago de dichos intereses. Esto
acorde con el Art.1252 del Código Civil.

DECIMO SEXTA SEMANA

EXAMEN FINAL

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