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RELATORÍA DE LA MINGA SISPI MEDELLÍN 2022

Por Cabildo Nutabe Mayor, Medellín, Valle de Aburrá, Antioquia, Eje Cafetero y
Colombia

El pasado domingo 22 de mayo de 2022 se reunieron los pueblos ancestrales que


habitan la ciudad de Medellín para tejer la palabra en torno al Sistema Indígena de Salud
Propia e Intercultural (SISPI) en el salón Restrepo del jardín botánico Joaquín Antonio Uribe.

Los audios del evento se encuentran en el siguiente enlace de Drive:

https://drive.google.com/drive/folders/1YF7mMuAt8wygr7Yn2XxgZ3t2XTJkLe-
f?usp=sharing

Órden del Día

1. Armonización del Espacio


2. Saludo de los gobernadores de los ocho cabildos y el colectivo universitario
3. Saludo de la coordinadora del programa Medellín me Cuida en Salud y de Lina
Quiroga, coordinadora del enfoque étnico de la Secretaría de Salud.
4. Contextualización del primer encuentro minga SISPI del año 2021 a cargo de William
Cuaical

Refrigerio

5. SISPI avances y perspectivas a cargo de Daniel Quiroga, profesional del grupo de


Asuntos Étnicos del Ministerio del Interior
6. Avances locales, en lógicas de la visibilización del modelo de salud propio e
intercultural a cargo de Tiksikamak Kani Maca Jimenez gobernador indígena
resguardo Papallaqta, San Sebastián-Cauca, del macizo andino colombiano. Y asesor
de la subcomisión de salud de la mesa permanente de concertación (MPC) para los
pueblos y comunidades indígenas de colombia

Almuerzo

7. Jornada de trabajo por mesas


8. Socialización de la jornada de trabajo por cabildo en el siguiente orden
9. Intervención artística a cargo de la nación Wayúu
10. Cierre del encuentro
11. Entrega de recordatorios de origen

Desarrollo de la minga SISPI Medellín 2022

1. Armonización del Espacio

El mayor taita Efraín de la comunidad inga comienza el ritual de apertura


salundando para despertar la energía de los asistentes. Señala que desde la tradición de los
pueblos indígenas el abuelo fuego siempre está presente, como en las plantas, los sahumerios,
los humos que sirven para limpiar el aire y los pensamientos esa energía que cargamos para
que pueda fluir, para transformar el pensamiento, que le permita al territorio, a los abuelos
de este territorio y a cada uno de los presentes en la minga, para compartir las medicinas
sagradas para limpiar la energía para que todo fluya con total tranquilidad como debe ser. El
taita indica que se deben construir los pensamientos sobre la roca para que puedan pervivir
durante mucho tiempo.

2. Saludo de los gobernadores de las naciones ancestrales

Comienza la gobernadora Isabel Jansasoy del cabildo Inga-Kamentsa,


agradeciendo por el espacio y el tejido que se abrirá gracias a la minga SISPI; pidiéndole a
los ancestros de su nación y a los ancestros del territorio que guíen el encuentro.

A continuación habla Adolfo Calderón, gobernador del cabildo Chibkariwak,


miembro del pueblo Wayúu. Agradece a los asistentes a la minga por construir este tejido
para el Buen Vivir acerca de nuestra salud propia. Recuerda que el proceso comenzó hace
más de dos años, pero paradójicamente empezó con la plandemia del Coronavirus y se ha ido
construyendo con diferentes encuentros, siendo éste el segundo de ciudad.

Después saluda Óscar Paredes, gobernador del cabildo Quillasingas-Pastos


agradeciendo por la oportunidad para tejer la palabra sobre el Vivir Bien en el marco del
Sistema de Salud Propio. Recuerda a los hermagos y hermagas desencarnados por la
intolerancia, la persecución y la discriminación a la que fueron sometidos en el pasado por
nuestras medicinas sagradas, la cuales fueron prohibdas por los colonos y los criollos.

Luego es el turno del gobernador Víctor Rodríguez del cabildo Nutabe Mayor,
quien saluda de forma fraternal a todas las autoridades tradicionales de nuestros pueblos,
agradeciendo a Madre y Padre espirituales, a los espíritus mayores y menores de nuestro
territorio Valle de Aburrá, Valle del Sol y la Luna, señalando que son nuestros primeros
invitados, porque es a través de ellos que venimos despertando las consciencias acerca de
quién somos, de dónde venimos, cuál es nuestra misión, y para dónde vamos. Pide a los
espíritus que permitan tejer el día de hoy la palabra bonita, la palabra armoniosa, pero
también colocando la palabra amarga, tal que se realice esa conversión de equilibrio y de
sincronía entre todos y todas las participantes para entrar en una relación estrecha con la
madre Tierra, la abuela Agua, con el abuelo Aire, con el abuelo Sol, con la abuela Luna.

Después habla el gobernador del cabildo Qichua Jhony Pujilema, agradeciendo a


las autoridades y a la Secretaría de Salud por permitir ver a los diferentes pueblos indígenas
de la ciudad de Medellín reunidos en el escenario propuesto por la minga SISPI de ciudad
donde se promueve la diversidad cultural junto a la comunidad, pues en otros espacios por lo
general sólo están las autoridades, independientemente de los procesos organizativos que se
han venido haciendo. Recuerda que ha sido un camino duro comprendernos bajo las
cosmogonías de nosotros como pueblos indígenas hacia la administración; aún así, pese a las
diferencias, en todos los procesos de luchas, de unidad y de resistencia de los pueblos se ha
avanzado bastante.

A continuación habla el gobernador Haberman Peña, del cabildo Embera, quien


comienza agradeciendo a la Secretaría de Salud por este proceso y al acompañamiento de
nuestros pueblos en el marco de la salud propia, recuerda que el primero de los encuentros
fue algo grandioso, pues nos ha servido a nosotros como comunidades originarias en contexto
de ciudad en la ciudad de Medellín. Señala que sería aún más maravilloso que para un
próximo encuentro no solamente fueran ocho personas por cabildo, sino que fuéramos
muchos más, al menos veinte por cabildo, para poder tener una población significativa y se
den cuenta que las comunidades se encuentran aquí liderando en el tema de medicina propia,
visibilizando el uso de las plantas por parte de los jaibana que habitan la ciudad.

Luego tiene la palabra el gobernador del cabildo Zenú, Víctor Peña, quien desea
mandar un mensaje a la Secretaría de Salud: que los próximos encuentros de la minga SISPI
de ciudad no sólo sean de un día, porque no es posible hablar de nuestras medicinas propias
en tan poco tiempo; que el próximo encuentro no sea de cuatro o cinco horas, porque en ese
tiempo no se logra concluir nada por mucho que nos esforcemos en el trabajo. Hablar de la
medicina, hablar con los abuelos, hablar con los sabedores implica día y noche. Qué bonito
sería amanecer tomando medicina donde en la noche se puede también tejer la palabra
alrededor del fuego; así quedan más reflejados nuestros usos y costumbres y aquellos que se
requiere para ejercer nuestra medicina propia. Para finalizar, señala que hace falta trabajar
aún más por las comunidades.

Después, teje la palabra de saludo el gobernador del colectivo universitario, del


pueblo Pastos, Edwin Inampues, el cual comienza agradeciendo a los espíritus mayores y
menores del territorio y a todas las personas que participan en la construcción de los procesos
de enfoque diferencial, en este caso la salud. Manifiesta su alegría por ver el espacio nutrido
de personas y agradece especialmente a sus compañeros del “cabildo” universitario por
acompañarlo en esta minga de pensacierto.

Por último, habla el cabildo Wayuú, los cuales no dieron saludo de bienvenida junto
a los gobernadores porque aún no se encontraban en el recinto, pero dan su saludo después
de la coordinadora del programa Medellín me Cuida en Salud. Comienza hablando de la
interculturalidad, de cómo se perciben tantos colores diferentes, desea que el SISPI sea un
espacio donde la diversidad pueda tejerse con muchos colores en la mochila del altar.

3. Saludo de la coordinadora del programa Medellín me Cuida en Salud y de Lina

Quiroga, coordinadora del enfoque étnico de la Secretaría de Salud

La coordinadora X comienza saludando y agradeciendo por el espacio que se teje


en la minga SISPI. Nos cuenta su profesión: enfermera. Manifiesta estar allí en
representación de todo el equipo que las autoridades han ido conociendo, quienes trabajamos
en el programa de Medellín de Cuida en Salud, programa bandera de la Secretaría de Salud.

Considera una gran noticia el reconocimiento por parte de la Corte Constitucional de


la partería como una medicina ancestral y un patrimonio cultural de Colombia. Señala que
esto la nutre en su experiencia pues ha vivido durante trece (13) años de su vida en
“neonatos”.

Esto también abre la oportunidad a los occidentales de reconocer las prácticas de las
medicinas ancestrales, las cuales nos convocan el día de hoy al tejido de la palabra en torno
al Sistema Indígena de Salud Propia e Intercultural (SISPI).

La coordinadora acepta las recomendaciones de las autoridades para ampliar el


tiempo invertido en la minga de pensacierto SISPI – Medellín y que sean más las personas
invitadas al evento, recalca que se tomarán en cuenta para los próximos encuentros.

Agradece a los compañeros por permitir a la Secretaría de Salud avanzar en el tejido


transversal de la interculturalidad en el marco de las medicinas propias. Medellín me Cuida
en Salud tiene nueve perfiles de profesionales de las ramas de la medicina, del área social,
ambiental, etc. Esto a la vez permitirá que las autoridades y los sabedores sean escuchados
y se les reconozcan las prácticas de sus medicinas ancestrales que será recooncida cada día
más.

También agradece y reconoce la presencia de los gobernadores, los sabedores, y todo


el equipo diferencial “étnico”1, y a la representación del Ministerio, para que se siga
fortaleciendo el SISPI y puedan llevarse a cabo todas las propuestas realizadas durante la
minga.

A continuación habla la coordinadora Lina Quiroga, quien manifiesta su alegría de


estar dando ya un segundo paso en la construcción del SISPI, enfrentándose a las adveridades
que se han presentado; aún se sigue preguntando cómo va a trabajarse. Recuerda que el año
pasado se vivenciaron unas experiencias muy bonitas que han dado luces para ir tejiendo esta

1
Se recomienda no usar esta expresión en cuanto a los indígenas, porque la palabra proviene del griego
ἔθνος, que significa: persona extranjera, naciones bárbaras. Y los indígenas no somos ni extranjeros ni bárbaros.
propuesta en Medellín, que sólo se lleva a cabo en la medida en que vamos tejiendo nuestros
conocimientos, nuestras capacidades, esos colores y esas maneras de ver la vida.

Nos dice que el proceso no ha sido fácil. Desde el 2019 nos hemos sostenido, dando
pasos poco a poco, y esa esa la idea grande, seguir sosteniendo el tejido del SISPI sin importar
las dificultades, las barreras; pero aquí estamos y seguimos.

Por eso manifiesta que se le alegra mucho el corazón al ver el día de hoy a todas las
personas reunidas en torno a la minga de pensacierto SISPI y a la expectativa de aprender
cada vez más. Recuerda que el año pasado el Ministerio de Salud no pudo acompañarnos y
que hoy está con nosotros. También es importante el acompañamiento de la autoridad del
Cauca para que se puedan tejer las ideas.

Es un momento clave muy importante porque uno de los aprendizaje vivenciados el


año anterior es que se debe planear muy bien a largo plazo. El primer paso es reunirnos, para
conformar la unidad que somos todos, aquí, presentes, y todos estamos trabajando por lo
mismo: desde el amor por la salud, por el bienestar de todos y todas en esta Medellín, con
esas montañas, con todas las aguas, maestros y abuelos que están presentes en nosotros.

Se espera seguir tejiendo juntos, seguir caminando juntos, para que la mochila del
SISPI cada vez crezca más y su contenido permita nutrirnos con la sabiduría de los ancestros,
espíritus mayores y menores del territorio.

4. Contextualización del primer encuentro minga SISPI del año 2021 a cargo de

William Cuaical

William comienza su exposición pidiendo permiso a los espíritus, a los ancestros y


mayores del territorio Aburrá, a las autoridades presentes y a la comunidad. Mostrará el
contexto, las actividades y tejido del SISPI 2021. Para que quienes hoy vienen por primera
vez a este encuentro comencemos a tejer y podamos ver los avances que se han realizado
caminando este proceso.

Nos recuerda la existencia del Decreto 1953 de 2014 “por el cual se crea un régimen
especial con el fin de poner en funcionamiento los Territorios Indígenas respecto de la
administración de los sistemas propios de los pueblos indígenas hasta que el Congreso expida
la ley de que trata el artículo 329 de la Constitución Política”.

Nos cuenta que el primer encuentro minga SISPI de ciudad se realizó los días diez y
once de diciembre de 2021, días seguidos en los que se desarrollaron las actividades. El
primer día en la institución educativa Tulio Ospina de la Comuna 10 y el segundo en el
corregimiento de Santa Elena, Medellín.

Todo esto de acuerdo a la Guía para el diseño, implementación y seguimiento de las


acciones del plan de intervenciones colectivas de las comunidades indígenas y la población
afrodescendiente, raizal y palenquera, de la ciudad de Medellín. Documento que en el
programa llamamos “guía técnica de enfoque diferencial étnico”.

Esta guía tiene los siguientes cinco componentes:

1. Espacios de concertación: en la ciudad hay una Mesa Permanente de


Concertación indígena e intercultural en el tema de salud que se instaló a finales
del 2020 en el Cerro del Sol
2. Transversalización y sensibilización: donde se generan estos espacios para
poder sensibilizar y formar al talento humano del programa para que puedan
entender un poco el tema de la Salud Propia; permitiendo hacer un acercamiento
con enfoque diferencial para las familias que se encuentran dentro del territorio
de Medellín
3. Actividades de Salud Propia e iniciativas autónomas: el año pasado cada uno
de los cabildos pudieron realizar unas actividades autónomas desde el bienestar y
el buen vivir dentro del marco del proyecto “estilos de vida saludable”.
4. Caracterización y gestión de la salud: Se ha ido avanzando en este componente
también. Hay una base de datos de un proyecto que hizo la Universidad de
Antioquia en el que se caracterizó con un instrumento diferencial para conocer
cuáles son las condiciones de salud que tienen las comunidades indígenas de la
ciudad.
5. Espacios de construcción de lo propio SISPI: Esto es precisamente lo que
hemos venido caminando, lo que se ha venido tejiendo.
Además de estos componentes también tiene unos objetivos:

1. Facilitar espacios de participación y concertación de acciones en salud propia


en el marco de la mesa de salud Indígena e intercultural. Se ha ido desarrollando
en todo este proceso.
2. Fortalecer el acompañamiento a la caracterización de las necesidades en salud
a partir del instrumento de enfoque diferencial étnico. También el año pasado se
socializaron algunos avances.
3. Implementar actividades de saberes propios e iniciativas autónomas de salud de
las comunidades indígenas.
4. Desarrollar acciones de tranversalización y sensiblización con enfoque
diferencial. Y finalmente,
5. Proponer y realizar encuentros autónomos y de ciudad para movilizar las
propuestas relacionadas con el SISPI.

El año pasado se realizaron nueve (9) encuentros minga SISPI autónomos con la
posibilidad de cada cabildo de encontrarse con su comunidad para conversar el tema del
SISPI de acuerdo a sus usos y costumbres propios. En este caso se hace necesario recordar
los componentes del SISPI:

1. Sabiduría Ancestral
2. Político-organizativo
3. Formación, capacitación, generación y uso del conocimiento en salud.
4. Cuidado de salud propia e intercultural.
5. Administración y gestión.

En los encuentros autónomos se tuvieron algunos hallazgos y logros importantes.


Entre ellos podemos recordar la identificación y visibilización potencialidades y necesidades
en salud que tienen los cabildos en contexto de ciudad. De ahí se propuso empezar a tejer un
sistema de salud propio que se fundamente en las prácticas de salud de las comunidades
indígenas. Y finalmente se soñó con un lugar para el desarrollo de la salud propia e
intercultural desde las comovisiones de los pueblos indígenas que habitan la ciudad.
En el encuentro minga SISPI de ciudad se tuvo la participación de dos experiencias
significativas en la construcción del sistema. Una desde Nariño y la otra desde el Cauca. En
la narración de estas experiencias pudimos aprender cómo se han desarrollado algunas de las
etapas del SISPI en estas comunidades.

En la primera fase encontramos el contexto general de los pueblos indígenas;


también es muy importante el tema de la caracterización sociocultural para conocer en qué
condiciones se encuentran las comunidades indígenas y un análisis de la situación en salud
desde lo propio y lo institucional.

La segunda fase es la construcción de contenidos y plan de acción para la


implementación. Aspectos claves en la definición de los contenidos del componente cuidado
desde la salud propia e intercultural. Aspectos claves de los demás componentes del SISPI
complementarios a la construcción de contenidos del componente del plan de acción del
componente cuidado del salud propio e intercultural. Aquí se tienen muy en cuenta los cosos
que son esenciales para cualquier proyecto.

En la tercera fase encontramos la concertación y articulación para la


implementación; y los acuerdos sectoriales e intercomunitarios para el funcionamiento del
sistema.

También podemos recordar unas palabras de esa experiencia donde nos dicen que el
SISPI es una construcción colectiva de las instituciones y organizaciones presentes en el
territorio con la orientación de los sabedores ancestrales y la comunidad. Es una unión para
que se pueda consolidar el programa del SISPI. Es parte del reconocimiento al saber ancestral
y el camino de la normatividad ganada por los pueblos indígenas en el cumplimiento de sus
derechos colectivos e individuales.

5. SISPI, avances y perspectivas a cargo de Daniel Quiroga, profesional del grupo

de Asuntos Étnicos del Ministerio del Interior

Después de comer el refrigerio brindado por parte de la nación Zenú, habla Daniel
Quiroga, quien nos cuenta los avaneces y las perspectivas en la construcción del SISPI desde
el Ministerio del Interior. Comienza su intervención saludando y agradeciendo la presencia
de los cabildos y la invitación de la Secretaría de Salud para tejer la palabra en torno al SISPI
en el contexto de la ciudad de Medellín.

La presentación nos permitirá “entender” a todos qué es el SISPI desde el punto de


vista de la institucionalidad estatal, lo cual es paradójico, pues cuando se está en estos
escenarios, el miembro del Estado se siente un impostor, pues finalmente son los indígenas
quienes realmente saben qué es la salud indígena.

El sistema de salud indígena es preexistente a la Constitución y las leyes del Estado


colombiano, siempre ha existido. Lo que es realmente importante de entender en este caso,
es mostrar cómo el Estado está articulado para recoger las inquietudes de los diferentes
pueblos alusivas a la medicina propia.

También es importante entender que esto parte de la base de los concimientos ya


existentes, no es una invención de una entidad central del Estado. Lo que trata de hacer el
Ministerio de Salud es recoger los saberes de los pueblos originarios y devolverlos. Daniel
Quiroga nos explica que ellos nacieron como un grupo dentro del Ministerio que finalmente
lo que hace es interactuar con los diferentes pueblos indígenas, con las entidades estatales
como la comisión de salud para entender la Salud Indígena y llevarla a la política pública. El
objetivo principal de todas estas acciones es reducir la discriminación histórica.

Hay tres ejes principales en este proceso:

1) Los Derechos: donde se incluyen tanto los Derechos de la población ordinaria


como los Derechos diferenciales de las naciones indígenas, los cuales toman
fuerza desde la Constitución de 1991; estos nos permiten tener que realizar
acciones afirmativas para resolver una inequidad histórica producto de la
colonización de hace 500 años.
2) El Territorio: El territorio es un eje estructurante de las comunidades indígenas.
Este eje ha evolucionado de diferentes maneras, no es fácil definirlo y traer todas
las concepciones en tan poco tiempo, pero es un eje demasiado importante.
3) Interculturalidad: Este eje significa atender al hecho que siendo una nación
multiétnica más allá de la permanencia o la simple presencia de los grupos, tiene
que ver con una interacción constante, respetuosa, que permite la articulación.
Este eje se convierte en un reto, pues somos un país que tiene unas
particularidades complejas, donde se han presentado conflictos armados y de todo
tipo. Todo esto lleva a diferentes escalas de segregación y otros problemas
sociales.

Según el DANE 2018 hay 115 comunidades nativas posiblemente en aumento debido
a la determinación y auto determinación de los pueblos originarios. La idea es promover un
mayor desarrollo de acciones con enfoque diferencial, es decir que las nociones de salud que
tiene cada pueblo sea atendida de acuerdo a sus usos y costumbres y de una manera
satisfactoria.

La misión institucional del Ministerio en este contexto es participar en la creación y


el ajuste, además de la adecuación y el seguimiento a los modelos de salud propios e
intercultural a partir de la idea de un sistema concebido para todos los pueblos indígenas pero
teniendo en cuenta que todos los pueblos indígenas tienen su propio modelo de salud:
diferentes tipos de sabedores, diferentes tipos de medicina. Por eso a lo que apunta el tejido
es permitir que todos los modelos estén articulados dentro del sistema y se pueda nutrir
constantemente de todos los pueblos.

En este momento Daniel Quiroga señala tres indicadores importantes para el SISPI;
primero de manera general para todos los pueblos étnicos; después para los indígenas en
particular:

Esto es importante entenderlo en el marco del contexto histórico. El mito fundador


de esto es la Constitución Política de 1991. Esto es importante entederlo, pues si bien previo
a esto habían muchas instituciones que tenían cierto alcance. Y es que la concepción que se
tiene de los pueblos étnicos es completamente diferente en la Constitución del 86 a la del 91.

En el espíritu de la Constitución del 86 los indígenas eran concebidos como salvajes


que debían reducirse a la vida civilizada en 50 años, una visión reduccionista y excluyente,
totalmente diferente a la concepción que tiene el espíritu de la Constitución de 1991. Con la
llegada de esta última el país se reconoce como multiétnico haciéndose consciente de la
existencia de diferentes grupos étnicos.
El Estado que se comienza a estructurar desde ese momento tiene unos avances
diferentes; empieza ya a crear leyes para que este Estado efectivamente comenzara a tener
acciones articulatorias y eso es un reto enorme.

Para comprender estos cambios es necesario contemplar la evolución con base en el


marco normativo. La Ley 21 de 1991 ratifica el Convenio 169 de la OIT, el cual está suscrito
por alrededor de 50 Estados, y reconoce que para cada una de las agendas ya sea en trabajo,
en salud, en cultura, o cualquier de las diferentes políticas, tienen que haber acciones
diferenciales para cada uno de los pueblos étnicos. También se les da la posibilidad de
transitar libremente por el territorio, pero se les reconoce sus territorios propios, que habían
sido usurpados, usufructuados y apropiados por los colonos y por los criollos. Este gran
marco permite entender que todo el Estado se va a direccionar hacia las políticas
diferenciales. Luego se tiene la Ley de 70 de 1993 de comunidades negras, afros, y
palenqueras (NARP). También está la Ley 793 la cual es la gran base del nuevo sistema
general de seguridad social en salud; el cual es el sistema del que parte el Ministerio del
Interior. Posteriormente tenemos el Decreto 88 de 1993 que es la creación de asociaciones,
cabildos y autoridades tradicionales. La Ley 691 la cual se reglamenta la participación de los
Grupos Étnicos en el Sistema General de Seguridad Social. Tenemos el Decreto 330 de 2001
por el cual se expiden normas para la constitución y funcionamiento de Entidades Promotoras
de Salud, conformadas por cabildos y/o autoridades tradicionales indígenas. El Decreto 4972
de 2007 reglamenta las IPS indígenas. Los Decretos 4633, 4634 y 4635 los cuales rigen las
acciones diferenciales para los diferentes grupos étnicos del país. La Resolución 1841 que es
la adopción del Plan Decenal de Salud Pública, instrumento de navegación que determina la
carta de navegación de la salud a diez años. También es importante conocer el Plan Nacional
de Salud Pública que se está terminando actualmente, en el cual se incluyó la concertación
en cada uno de los capítulos de los grupos étnicos. Decreto 1953 sobre los territorios
indígenas. La Ley 1751 de 215, por medio de la cual se regula el derecho fundamental a la
salud. Y por último la Circular 011 del 2018 la cual nos da las directrices del SISPI, la cual
es la herramienta normativa más importante para poder realizar acciones diferenciales en
todo el territorio nacional.
De esta forma podemos ver cómo va caminando la institucionalidad a diferentes
normatividades que mediante la concertación y el ejercicio de reconocer lo que las
organizaciones de base y las diferentes comunidades y grupos étnicos. El Estado va
apropiando esto bajo el marco de la normatividad siempre bajo una perspectiva diferencial
donde todas las acciones son transversales. Aquí se presentan las indicaciones que el Estado
debe cumplir.

Luego del resumen normativo que regula los procesos para llevar a cabo el SISPI,
Daniel Quiroga se centra en hablar del sistema en sí mismo. Se analiza el contexto, alguna
información demográfica, y otros elementos importantes para entender los avances del
Estado con respecto al SISPI.

Una de las herramientas donde se tejen la información recogida por el Estado es el


censo, tanto propio de las comunidades como el diseñado por el DANE. Para el 2018 se
tenían registradas 115 comunidades con un total de 1’905.617 personas indígenas. Al
contemplar el Censo de 2005 con el del 2018 se puede contemplar que ha habido un aumento
sensible en el crecimiento demográfico de las comunidades indígenas. En el último censo las
comunidades indígenas fueron operadores, permitiendo llegar a los territorios para hacer un
mejor censo. También se puede ver que mientras la población ordinaria va disminuyendo, es
decir, cada vez hay menos jóvenes; entre los pueblos indígenas se aumenta
exponencialmente.

A continuación se analiza la distribución demográfica en el territorio nacional,


señalando a Vaupés como el departamento donde habita el mayor porcentaje de población
indígena con un total de 72.1%, después le siguen Guainía y Amazonas. Los departamentos
donde habitan el mayor número de indígenas son: Guajira, Cauca y Nariño. Antioquia, según
el Ministerio del Interior, registra 37628 indígenas. Existen 843 resguardos en 28
departamentos y 268 municipios. Tenemos 6183 comunidades indígenas reconocidas, 5110
comunidades localidades en resguardos y 1073 por fuera de resguardos. Hay 5 EPS indígenas
hasta el momento; hay 61 IPS indígenas en todo el país.

El censo también recopiló datos sobre las enfermedades y las principales causas de
mortandad entre las comunidades indígenas.
Un miembro de la comunidad inga quien no dice su nombre le hace la siguiente
pregunta a Daniel Quiroga: ¿El Estado tiene el censo sobre las comunidades indígenas que
habitan la ciudad de Medellín o en las ciudades urbanas? Pues a las comunidades reunidas
en esta minga SISPI lo que más le interesa es la forma en como se ha desarrollado el Sistema
Indígena de Salud es en los “contextos de ciudad”. Adalberto Muyuy, también de la
comunidad inga, complementa la pregunta profundizando sobre la ruta trazada por MinSalud
con respecto a las comunidades originarias que habitan los contextos de ciudad. ¿Cómo se
articulan la Mesa de Salud municipal con la Mesa de Salud nacional?

El Ministro propone terminar la intervención y responder luego las preguntas que se


hagan; especialmente la pregunta de Adalberto porque es esencial para poder exponer las
acciones territoriales que permiten delimitar el SISPI al contexto de ciudad. Para responder
a la primera pregunta que es más general, Daniel Quiroga nos dice: sí, el censo produjo datos
a nivel ciudad, es decir, el censo recogió datos por municipio de cuánta población hay y de
qué pueblo hay.

A esto un miembro de otra comunidad le interpela y le dice que él no cree que el


DANE tenga censos de las comunidades indígenas en contexto de ciudad porque el Estado
aún no nos reconoce y tiende a invisibilizarnos como comunidades originarias en contexto
de ciudad. Considera importante realizar una caracterización de las comunidades en contexto
de ciudad.

Daniel Quiroga explica que es necesario hacer una diferenciación entre


caracterización de las comunidades e información censal. Lo que existe son datos censales
de cuántas comunidad indígena y de qué pueblos se identificaron en cuáles municipios.
Cuando se habla de caracterización vamos más allá de los aspectos demográficos.

A continuación el expositor nos define el SISPI como conjunto de políticas, normas,


principios, recursos, instituciones y procedimientos que se sustentan a partir de la concepción
de una vida colectiva donde la sabiduría ancestral es fundamental para orientar este sistema
en en armonía con la madre Tierra y según la cosmovisión de cada pueblo. Esta definición
se acuñó por tejidos de palabra entre diferentes comunidades indígenas. Este tejido es muy
anterior a las normas que intentan regular el sistema de salud propio.
El SISPI comenzó como una lucha de las organizaciones indígenas desde hace mucho
tiempo atrás. Luego llegó el reconocimiento estatal. Lo que sí se debe tener claro, es que el
SISPI es un sistema que se articula con el sistema general en Salud; es decir, está dentro del
sistema, lo cual ha generado discusiones muy importantes frente a las autoridades. A veces
se concibe como un sistema paralelo, pero realmente bajo la normativa, está concebido dentro
del Sistema General en Seguridad Social en Salud.

Una de las principales diferentes entre el SISPI y la concepción occidental de la salud,


es que para esta última, la salud se remite solamente al cuerpo (últimamente también al
ambiente, pero referido a cómo este afecta el cuerpo); en tanto que la medicina ancestral
remite siempre a lo espiritual, incluso cuando la enfermedad es del cuerpo.

Por eso cuando se habla de SISPI, no sólo cabe el sector salud dentro de las dinámicas
que lo construyen, sino todos los sectores posibles, como el sector Ambiente, entre otros. Por
ejemplo, los lugares sagrados son importantes, porque el entorno, la agricultura, la comida,
las fuentes de la alimentación. Lo más importante de la articulación de los dos sistemas es
que el sistema occidental es incompleto, mientras el indígena es holístico.

Los antecedentes del SISPI nos remiten a un origen administrativo de la Asamblea


indígena del 2010. Ahí es donde se comienzan a concebir los cinco componentes principales
del SISPI, se comienza a darle una estructura para que el Estado pueda interpretar, para que
el Ministerio pueda interpretar estas acciones. Allí comienza toda una ruta de construcción
con las organizaciones mediante la concepción de la medicina ancestral y los sabedores y
esto finalmente da origen a estos cinco componentes.

Igualmente, podemos definir cinco fases para el SISPI:

1) La recopilación de información: los sabedores y pueblos originarios reunidos


hablando sobre lo que es el SISPI, cómo se concibe desde los diferentes pueblos
originarios
2) Estructuración con base en la información recopilada: en esta fase comienzan a
aparecer estos cinco componentes. Se propuso para esto la teoría de los canastos.
3) Diálogo y concertación a través de las autoridades; posteriormente con la
subcomisión de salud se propuso un documento para exponer el SISPI, el cual se
está preparando y cuenta con cuatro componentes aprobados y un quinto que está
en fase de aprobación.
4) La última fase es la consolidación y reglamentación del SISPI y se concerte ante
la MPC nacional.

El SISPI está compuesto de cinco componentes:

1) La Sabiduría Ancestral es el componente matriz que le da estructura a todo el


SISPI. Toda la medicina indígena viene de la concepción de la sabiduría ancestral.
Hay tres ejes: a) la regulación y protección del ejercicio de la sabiduría ancestral.
Este componente pretende que frente al ejercicio de la sabiduría ancestral haya
una regulación en la medida en que esto hace parte de un sistema de salud, tiene
unas características y unos usos por lo cual es importante entender que es
necesario entender que la “sabiduría” dentro del sistema occidental está
determinada por las universidad, las academias y unos títulos y unas
reglamentaciones normativas. Pero dentro de la lógica propia de las comunidades
indígenas es diferente. Entonces es importante determinar que la sabiduría
ancestral también tiene una regulación desde la cultura.

En este momento interviene el guardia Samak de la nación Nutabe y dice: “La


universidad occidental no habla de sabiduría, habla de conocimiento. Esa fue la pelea en la
antigua grecia entre episteme y sofía. Entonces la sabiduría para la academia está lejos, lejos,
ni la ven”.

Daniel Quiroga responde: eso es muy importante diferenciarlo. Occidente está muy
regulado sobre todo hacia la especialización, y en general la segregación del conocimiento;
en tanto el conocimiento tradicionalmente es holístico o global.

Se interviene para recordar que estamos hablando del Decreto 1953 del 2014 donde
dice que se debe trabajar en comunidad con los gobiernos, con las comunidades ancestrales
para definir tanto comunidad como Estado.

Daniel Quiroga pone de ejemplo el uso indiscriminado que se ha hecho del yagé
pues el objetivo de muchos inescrupulosos no es sanar sino tener beneficios económicos. Eso
hace que aparezcan médicos tradicionales que no necesariamente lo son, no necesariamente
tiene el conocimiento real sobre las plantas, por eso se hace importante regular el uso de estas
medicinas tradicionales. También la regulación en los usos de los lugares sagrados y
naturales, esto porque la salud indígena está vinculada al territorio y sus sitios tutelares junto
a aspectos espirituales y energéticos vinculados a ellos.

William Posada, autoridad espiritual del cabildo Nutabe, teje la palabra


preguntando “¿esa regulación -una cosa es lo que está escrito ahí- cómo se ejecuta, cómo se
lleva a cabo?

Daniel Quiroga responde: esa pregunta es muy sensible porque efectivamente si bien
se está conbiendo el SISPI, está todo por hacerse en este tema, particularmente que este es
uno de los temas que en este momento requiere de más legislación y acciones. Por ejemplo,
desde “Parques Naturales” se reconocen ya varios lugares sagrados, como Chiribiquete, que
son santuarios de flora y fauna. Sin embargo, desde el SISPI, sólo se puede decir que es una
reglamentación que está en proceso y se hayan generado como tal acciones efectivas frente
a esto. Por eso se dijo que el SISPI debe ser construido no sólo desde el Min Salud sino desde
otras carteras también.

William Posada, confirma que es una respuesta muy acorde pues según el enfoque
de sabiduría ancestral no puede ser el MinSalud quien regule el uso de las medicinas
sagradas. Esto ya se viene haciendo, sólo que hay que enfocarlo un poco más, porque en los
pueblos esa regulación sobre la medicina son los sabedores quienes deben hacerlo. Esa es la
ruta.

Daniel Quiroga dice estar de acuerdo, y además afirma que el reto de este tejido es
poder articular la sabiduría de los sabedores con el Gobierno en general. Por eso quiere
ilustrar en qué se basa el SISPI y cuáles son sus diferentes líneas de trabajo. Pero
efectivamente, hay unos aspectos que han avanzado unos más que otros. Con respecto a este
componente, se necesita aún un trabajo más amplio.

Lo tercero es la regulación y gestión para la producción y transformación artesanal


de las plantas medicinales, igual es importante porque estas plantas tienen usos e
implicaciones por lo tal requieren una regulación tendrá que provenir desde las autoridades
y los propios pueblos; más allá de que el sistema del Estado tenga que poner una regulación.
El ejercicio más importante para cualquier acción en salud, es que haya tanta cohesión
cultural dentro de los pueblos que las regulaciones se puedan hacer por fuera de una
normativa institucional. Pero finalmente este tejido tendrá las dos cosas.

El guardia Samak pregunta de nuevo sobre el concepto de regulación porque desde


el punto de vista del Estado, porque si vemos la medicina ordinaria occidental, según el
Estado está regulada, pero aquí hay clínicas de “salud” por montones donde los que ejercen
no son profesionales, sobre todo de “salud estética”. Por el otro lado la pregunta es, si el
Estado dice que va a regular, sea sabiduría ancestral, sean plantas ancestrales, ¿no está
violentando a las comunidades? ¿El Estado de verdad tiene legitimidad y autoridad para decir
que vamos a regular a las comunidades ancestrales? ¿De qué manera no es el Estado violento
al decir que va a regular, o a mediar? O cualquiera sea la palabra que usen con respecto
someternos, porque si nosotros vemos también los pasos del Estado con respecto al SISPI, lo
que dicen es que van a civilizar nuestra medicina ancestral, usando esa palabra de la Ley 89.
Como decir: la medicina salvaje la vamos a civilizar con regulaciones. ¿De qué manera el
Estado no es violento al usar expresiones de este tipo?

Daniel Quiroga responde: es importante entender que el SISPI no lo ha hecho solo


el Estado, sino que se ha hecho de manera conjunta con algunos actores que representan
algunos pueblos indígenas a nivel nacional. Actualmente existe la Comisión de Salud
conformada por el Estado y las cinco grandes organizaciones indígenas en Colombia que
representa a las 115 comunidades de Colombia.

En ese sentido esta regulación se debe acordar con las comunidades indígenas sobre
cómo se va a hacer. Pero necesariamente esto debe coordinarse con las diferentes autoridades.
El Estado no puede decidir, sino que debe ser un ejercicio de representación conjunta y de
acuerdos.

2) Político Organizativo. Este segundo componente tiene tres ejes: a) el


fortalecimiento de la gobernabilidad de los pueblos indígenas; que se pueden
interpretar en tres componentes: 1. La representación de las autoridades en la
subcomisión, el fortalecimiento en el conocimiento del SISPI, y lo que nos
permite la Circular 011 y es que existen autoridades en cada uno de los territorios
por lo cual las Secretarías deben entablar diálogo con las diferentes comunidades
que existan en el territorio. Esto debe hacerse así para que las decisiones sean
colegiadas y no sea el Estado imponiendo sus ideas. 2. La coordinación de las
estructuras de gobierno propio con los entes gubernamentales y otros sectores. 3.
El control y seguimiento comunitario en la implementación del SISPI, es
básicamente que el SISPI deba ser regulado desde las comunidades. No sólo que
sean las autoridades quienes conozcan sobre los derechos y deberes en salud, sino
también las comunidades.
3) El tercer componente es el control y cuidado de la salud propia e intercultural y
tiene dos ejes importantes: 1) el reconocimiento y fortalecimiento de las acciones
propias para el cuidado de la salud indígena, las cuales son las acciones que
emanan de cada uno de los pueblos que redundan en una forma de salud y de
cuidado. El objetivo es que este tipo de acciones se conozcan y se permitan en el
sistema. 2) La aticulación y complementación entre la medicina propia y otras
medicinas, incluyendo la medicina occidental del Estado. Es importante entender
que la cultura es dinámica y puede adoptar otro tipo de medicinas, por lo cual es
importante articular las diferentes culturas en el SISPI.
4) El cuarto componente es la formación, capacitación y uso del conocimiento. Tiene
tres ejes importante 1) fortalecimiento de la medicina ancestral a través de
mecanismos de formación y capacitación de pueblos indígenas. Esto permite que
las tradiciones indígenas que han ido desapareciendo sean recuperadas. En este
sentido es importante garantizar y crear formas constitutivas de aprendizaje de la
medicina tradicional como un conocimiento milenario demasiado importante 2)
fortalecimiento del talento humano y salud indígena en procesos interculturales
es un eje supremamente importante, pues se debe sensibilizar y formar a los
profesionales en salud acerca de los diferentes usos y costumbres a partir del trato
diferencial hacia los pueblos indígenas. A la vez esto también debe darse en doble
vía, pues sería importante que los sabedores de las comunidades ancestrales se
formen en medicina occidental y aprendan sus técnicas y adapten las que le sean
adecuadas a sus usos y costumbres. 3) generación y uso de conocimiento en salud.
Otro tema de suma importancia, pues cambia la idea acerca del conocimiento
indígena como un conocimiento estancado que no avanza; por el contrario, se
muestra la sabiduría a partir de la evolución de los usos de las plantas, como los
remedios ancestrales contra el COVID. Este conocimiento puede nutrirse del
método científico occidental, según el expositor.
5) Administración y Gestión. Es el tema central en este momento: el desarrollo de
sistemas de información, financiación y vigilancia y control integral del SISPI. Es
decir, todo lo administrativo. Acá se articulan tanto la regulación propia como la
regulación dentro del sistema. Este es un sistema que genera unos costos, genera
unas acciones y todo esto requiere de un sistema de generación propia. Este último
componente aún no ha sido aprobado por la subcomisión, mientras los otros
componentes sí lo están.

Esta es a grandes rasgos la articulación del SISPI que presenta el Estado como
posibilidad para realizar las acciones necesarias para su aplicación.

Ahora Daniel Quiroga pasa a explicar la estructura de la Subcomisión de Salud.


Aclara que si bien él es un funcionario de la población ordinaria que trabaja con la
Subcomisión, toda esta estructura se ha desarrollado a partir de la representación de los
pueblos indígenas desde algunas organizaciones.

Esta es la conformación de la Subcomisión

a) Un delegado del Min Salud – jefe de la oficina de promoción social


b) Uno de Min Hacienda
c) Uno del Departamento Nacional de Planeación
d) Uno del Min Interior
e) Uno del Ministerio Público
f) Uno de la Defensoría
g) Uno de la Superintendencia de Salud
h) Seis de la ONIC
i) Tres de la OPIAC
j) Tres de SIT
k) Uno de AICO
l) Uno de gobierno Mayor
m) Uno de la Mesa Wayuu
n) Uno de los indígenas del Choco

Teniendo en cuenta esta participación, la forma de organización del SISPI no es


decidida de forma unilateral por el gobierno del Estado. Este contenido se legitima en los
acuerdos que la Subcomisión decida.

Existen unos instrumentos técnicos y normativos que ya se han venido contruyendo


de forma concertada por parte del gobierno central, los cuales es importante conocer.

1) Guía metodológica para la construcción de contenidos de los componentes e


implementación del SISPI. En este documento se encuentran los principios para
los modelos de salud de cada comunidad. Cuáles son los diferentes pasos y
componentes que se deben tener en cuenta para tener un modelo de salud. 1)
Caracterización general 2) Caracterización de la salud propia.
2) Circular 011 de 2018. Es una directriz para las acciones en salud. Este es quizá el
mayor avance normativo.
3) Lineamientos para la incorporación del enfoque intercultural en la formación del
talento humano en salud de 2017. Guía que da orientación para la formación y
sensibilización del talento humano y su integración entre los pueblos.
4) Lineamientos de armonías espirituales del 2019. Nos permite entender lo que es
la noción de salud y de enfermedad desde los diferentes pueblos ancestrales.
5) El capítulo indígena del plan decenal de Salud Pública. El cual se presentará el
próximo mes.

Aún hay unos documentos que no se han publicado aún pero se han logrado algunos
avances en su construcción:

1) El avance de la ruta de atención integral en salud para víctimas de pueblos y


comunidades indígenas
2) Plan del cuidado de la vida colectiva
3) Lineamientos para población indígena con capacidades diferentes, es decir, los
lineamientos para la discapacidad
4) Lineamientos para pueblos con contacto inicial y aislamiento voluntario
A continución se presenta un estado general de cuáles es el estado de los modelos en
salud. En diez años se han venido financiando 65 modelos de salud propia (son datos del año
anterior; pero aumentó este año por unos convenios con la ONIC) los cuales se trabajan bajo
la guía metodológica que se presentó anteriormente.

Luego se presentan los pasos que como Ministero y Subcomisión se tienen para
recibir las diferentes propuestas en salud. Hay una recepción, una revisión técnica, una
retroalimentación para hacer los ajustes pertinentes por parte de quien presenta la propuesta,
y luego se remite ante la Subcomisión quienes colegiadamente deciden la distribución de los
recursos para estos proyectos.

Esto se decide bajo unos criterios de priorización que tienen que ver con que no haya
habido financiamiento, con las Sentencias, etc. Ya no se decide unilateralmente desde el
Minsiterio como en un pasado qué modelos se financian; pues la priorización es colegiada.
El Ministerio de Salud participa también con asistencia técnica.

Actualmente hay cuatro convenios que se están realizando justamente para avances
del SISPI en diferentes temas. Tanto para el componente de administración y gestión como
para la generación de modelos de salud en diferentes territorios.

Todo esto se da en el marco de los avances en el SISPI desde el Plan de Desarrollo


Nacional que se propone como meta para este año la producción del documento SISPI. Esto
es algo que se está proponiendo desde la Subcomisión.

Daniel Quiroga termina su exposición y le da paso a las preguntas que se tengan frente
al Ministerio en su representación.

Primero habla el guardia Samak del cabildo Nutabe, quien señala que la idea
occidental de la evolución del conocimiento está errada. Porque mientras los occidentales
dicen que los conocimientos de los indígenas son atrasados, y estos deberían aprender del
método occidental; pero si uno ve los sistemas astronómicos occidentales, pasaron de ser
geocéntricos hacia sistemas heliocéntricos y después sin centros, mientras los indígenas
tenían diferentes tipos de sistemas y de calendarios que se armonizaban entre sí.

En la medicina occidental, por ejemplo, las mujeres dan a luz acostadas, por el fetiche
enfermo del rey Luis XIV a quien le gustaba ver sufrir más las mujeres mientras estaban en
el proceso del parto, y a esto lo llaman ciencia evolucionada mientras la partería fue
considerada una práctica más atrasada. Otro ejemplo es el tratamiento de las “basuras” por
parte de los colonos y de los indígenas; pues mientras los primeros sufrían pestes por tirar las
basuras por la ventana y su falta de higiene, los segundos tenían territorios rebosantes de
naturaleza.

Es necesario sacar todos los prejuicios y mentiras sobre la colonización, como el


hecho de sorprenderse frente a espejos cuando los indígenas ya tenían sistemas astronómicos,
matemáticos y físicos complejos. O imaginarse a todos los indígenas desnudos, por ejemplo
en la Sierra Nevada o en Boyacá, o en Santa Rosa de Osos-Antioquia, o en Santa Elena-
Medellín.

A continuación habla uno de los compañeros indígenas quien no dice su nombre.


Quien dice que ve cómo el tema del SISPI está más enfocado hacia los territorios indígenas
o resguardos, pero nosotros estamos en contexto de ciudad. Pues es necesario que el
compañero se lleve estas inquietudes hacia el MinSalud, pues en este contexto se han visto
vulnerados los derechos de las comunidades indígenas por las entidades que pretan los
servicios en salud, pues las instituciones no conocen la información sobre la atención
diferencial hacia las comunidades indígenas, sometiendo a los miembros de las poblaciónes
a diferentes vejámenes.

También comenta que si bien es cierto que hay unas grandes organizaciones indígenas
que representan a ciertos pueblos, los indígenas que vivimos en contexto de ciudad no
tenemos doliente ni representante ante la Subcomisión. Ya existe una organización donde se
han agrupado los cabildos indígenas en contexto de ciudad, llamada ANCIC. Sería muy
bueno que tuviéramos representación con un delegado cuando se vayan a realizar cualquiera
de las acciones.

Las necesidades y planes que se tienen en la ciudad no son los mismos que se tienen
en los resguardos o territorios. Por eso es importante tener este contexto en cuenta. También
es necesario saber que cada cabildo tiene identificados a sus médicos ancestrales y sabedores
para poder consultarlos; a pesar de no vivir en los territorios de los pueblos que han venido
de otros lugares siguen practicando sus usos y costumbres.
Luego habla Adalberto Muyuy de la comunidad Inga exponiendo la necesidad del
nacimiento de la ANCIC. La Asociación Nacional de Cabildos Indígenas en Contexto de
Ciudad nace porque todos los pueblos indígenas en contexto de ciudad estamos
desprotegidos, desamparados, en todos los ámbitos: salud, educación, en vivienda, etc.

Pero también en ese imaginario social que tiene la ciudad y también a nivel territorial
nacional. Se nos considera como habitantes de calle, como mendigos, como los pobrecitos
de los más pobrecitos. En Medellín muchos me dicen: mire, allá están sus niñas, sus mujeres,
allá bailando como bobita en el centro por unas monedas. Una estigmatización del ser
originario en contexto de ciudad que duele.

De ahí nace la Asociación, en esa juntanza de volver a dignificar lo que somos, porque
para nosotros el territorio no se divide. Para nosotros no existe ni rural ni urbano; pero la
lógica occidental nos pone a dividirnos: “no, ustedes están allá en la ciudad”, dice la
institución; “no, nosotros estamos en el territorio” respondemos nosotros los indígenas.

Esto es importante que el Ministerio tenga en cuenta porque no sólo hay cinco
organizaciones como pretende el MinSalud, pues realmente hay más organizaciones. En el
ánimo de seguir proponiendo, de representar y no suplantar, en el ánimo de seguir
construyendo y tejiendo el movimiento indígena colombiano, venimos como Asociación a
hermanar esos procesos; ante la permanente colonización territorial. No somos urbanos, por
eso no nos asimilamos como indígenas urbanos. El contexto nos lo cambiaron los colonos.
A muchas comunidades originarias les llegó la ciudad. Bakatá por ejemplo. La ciudad llegó
a nuestro territorio de origen. Aquí en Medellín la nación Nutabe quienes tenían un resguardo
en el Poblado; pero también de nuestros hermanos embera, zenú, etc.

Nuestra invitación, nuestra propuesta, es que se haga el primer congreso de Salud


Indígena en el marco del SISPI, pero en contexto de ciudad. De ahí se parte hacia algo
fundamental, para poder implementar en el marco del plan decenal indígena, pero también
en el marco de esos cinco componentes que tiene el SISPI. Muchas de las comunidades
también queremos volver al territorio de origen.

Luego del taita Adalberto habla el tobe William Posada del cabildo Nutabe. Quien
pregunta por el origen del representante del MinSalud. El representante responde que sus
padres eran de Bogotá, pero sus abuelos eran dos de Antioquia; uno de Boyacá y otro de
Sicilia, Italia. A lo cual el tobe dice que dirá tres ideas de las cuales sólo recuerda dos al final
de su intervención:

1. Para elegir las personas dentro del SISPI que nos representen en estas dinámicas
de salud, muy importante que desde el MinSalud se elijan realmente personas de nuestras
comunidades que velen por nuestros intereses, pero que esas personas se convaliden y
consulten con los pueblos.

2. No sólo hay comunidades de ciudad, sino que hay comunidades en contexto de


territorio sobre los cuales contruyeron los centros urbanos colonizando el territorio. Eso le
pasó a los muiscas y a los Nutabe, que está en contexto de territorio dentro de la ciudad
ordinaria. Lo cual da una dinámica diferente, otra forma que abre otra puerta.

A continuación habla el gobernador Víctor Manuel del Cabildo Indígena Nutabe,


quien señala que si bien es cierto que a buena hora nos volvimos a reunir, sin dejar de
reconcer que llevamos mucho recorrido. El Cabildo Nutabe lleva participando del SISPI
antes que saliera esta reglamentación (estamos hablando de 2008-2010) porque se inició con
muchos conversatorios de salud, los cuales se realizaron en la Facultad de Salud Pública de
la Universidad de Antioquia.

Venimos trasegando durante una cantidad considerable de tiempo, lo cual nos ha


generado en cierto sentido desconcierto, porque miren en qué año estamos ya, y aún
continuamos en la batalla. No se le ha dado la resposabilidad y ese carácter de ser
pragmáticos; sino que parece que se ha venido dilatando en el tiempo esta propuesta. Y
seguimos aún.

Es de reconocer que por parte del MinSalud debe entenderse que si bien es cierto se
han venido haciendo consultas con las autoridades tradicionales y espirituales de los
diferentes territorios, no todos estamos representados por estas organizaciones elegidas por
el MinSalud. Porque, ¿qué sabe entonces el CRIC, la ONIC de la medicina propia de la
comunidad indígena Nutabe?
Entonces se hace necesario que en cada instante de esos conversatorios y de estos
espacios como mínimo haya un delegado por cada pueblo, porque si no no estaríamos
representados.

Lo otro es la efectividad por ejemplo de todo el empeño que ha tenido el Estado de


captar esos recursos para representarnos desde el sistema general en seguridad social y salud,
que para muchos ya es cierto que no es un sistema de salud sino de inseguridad. La Ley 100
muy bonita en el papel, pero ha sido muy agresiva no sólo con las comunidades ordinarias
sino también con las poblaciones originarias de cada pueblo.

Porque en un principio se ha dudado de la legitimidad, de la idoneidad que tienen los


pueblos con sus medicinas propias; y se ha puesto en tela de juicio. Sin deconocer que
muchos pueblos posiblemente hemos caído en ese error de no darle la responsabilidad y el
respeto que merecen estas medicinas.

El MinSalud debe entender que muchas comunidades indígenas tenemos las


medicinas no sólo para este virus, sino también para otros virus y enfermedades como tal.
Que salimos de esa programación y que en ningún momento se llamó a las autoridades
espiritules de los territorios indígenas a concertar.

Nunca nos han preguntado, ¿cómo entienden las autoridades al virus COVID-19?
¿Cómo lo están tratando? ¿De qué manera se están curando? Ha sido un completo irrespeto
porque nos han dejado en total anonimato. Quiero que esta voz hoy llegue a través del
Ministerio porque le hemos pedido a la seccional de Salud de Antioquia y a la Secretaría de
Salud de Medellín que se sienten con nosotros, con un grupo de autoridades, para que se
hablen desde nuestra cosmovisión y cosmogonías frente a nuestra medicina.

Después del gobernador Nutabe, habla Brayan Rojo, guardia de la comunidad


Nutabe, pregunta si cuando todo esto esté en marcha, que todo esté funcionando, así como
el Ministerio pretende que las comunidades indígenas adopten soluciones occidentales,
¿también si las personas de la comunidad ordinaria desean presentarse a buscar las medicinas
tradicionales indígenas por un llamado espiritual o de cualquier tipo se permitirá abrir la
medicina a esta población? Pues si las comunidades indígenas pueden y se pretende que
accedan a la salud ordinaria, y no al revés, sería esta otra forma de exclusión.
Si este es el caso, ¿de qué manera se hará propaganda? ¿Cómo se haría ese trabajo de
sensibilización para que la población ordinaria comience a reconocer que hay comunidades
indígenas en la ciudad y que también pueden acceder a estas medicinas tradicionales?

El delegado del Ministerio dice que este tema ha venido articulándose desde la MPC,
donde se ha dado un reconocimiento de los diferentes cabildos las acciones se pueden
implementar en la Subcomisión. En este momento la maoyor parte de la atención está
regulada por la Circular 011.

Luego de ellos habla el compañero Sandoval del cabildo Wayúu, quien resalta que
desde el SISPI debe tenerse un enfoque hacia las personas con discapacidad. El SISPI no sólo
debe buscar conservar las tradiciones, sino que también debe proteger y buscar la calidad de
vida de las personas con discapacidad. Por ejemplo, es muy difícil encontrar indígenas con
discapacidad visual que lea braille, o con discapacidad auditiva que sepa Lengua de Señas.

Con esta intervención finaliza la exposición del delegado del Ministerio de Salud y
se le da paso a la exposición de Tiksikamak Kani Maca Jimenez gobernador indígena
resguardo Papallaqta quien nos hablará de los avances del SISPI en su comunidad.

6. Avances locales, en lógicas de la visibilización del modelo de salud propio e

intercultural a cargo de Tiksikamak Kani Maca Jimenez gobernador indígena

resguardo Papallaqta, San Sebastián-Cauca, del macizo andino colombiano. Y

asesor de la subcomisión de salud de la mesa permanente de concertación

(MPC) para los pueblos y comunidades indígenas de Colombia

El gobernador Tiksikamak aclara que primero debe hacer un uso prestado del español
para poder conversar, pues el español nos permite más allá de cultivar las rabias, de cultivar
los reclamos que son necesarios, hay que armonizar este idioma.

Por eso pide permiso a los guardianes de ese idioma para que nos llamen a la Palabra
Bonita, para poder avanzar, y también para poder empezar a sanarnos; pues para sanar la
institución tenemos que sanar también cuál es el mensaje y el lenguaje que queremos llevar
con ese idioma prestado. Si el idioma prestado nos llevar a racionar con el idioma prestado,
difícilmente va a ser la razón y no el espíritu el que avance. Por eso pide también permiso a
los espíritus guardianes de este gran territorio para dirigirse a ellos con este idioma prestado.

En primer lugar se dirige al delegado del MinSalud para recordarle que la


Subcomisión del 1973 son 15 comisionados de los diferentes pueblos y comunidades
indígenas de Colombia; entre ellos los asesores, de los cuales él es uno de ellos.

El expositor nos cuenta que el del pueblo Yanacona, desde el cual se ha pedido que
se respete a los pueblos indígenas estén o no estén en territorio o ciudad. Porque es ilógico
decir “usted que viene de territorio” cuando habitamos el mismo planeta. Este lugar,
independientemente de que le hayan construido encima ciudad y tenga hoy sus autopistas es
un territorio ancestral.

Por eso no cabe la palabra “contexto de ciudad” desde el idioma originario; porque
inclusive nosotros teníamos nuestras ciudades y nuestras urbes. Que hayamos dejado de hacer
nuestras prácticas porque la Colonia nos invadió y nos cogió por sorpresa. Por eso como
asesoría no distinguimos entre ciudad y no ciudad. Son pueblos y comunidades originarias.
Esto se ha materializado.

Cuando se tuvo la oportunidad de ser relator en la consulta previa fuimos de los que
habilitamos los espacios de diálogo a través de la virtualidad y se motivó que muchos a través
de su acción constitucional hoy se registren; y estén algunos muy pronto a que tengan, no el
reconocimiento sino el registro ante el Ministerio.

Es por eso que él cree que los pueblos indígenas no están excluyendo a otros pueblos
indígenas. Eso sí, hay unas estructuras, pero es porque el pensamiento del colono también
nos ha contaminado; hoy es el momento de comenzar a usar un nuevo idioma. Obviamente
en lógicas de que el Estado también se organice; si no reconociéramos al Estado, hoy no le
estuviéramos haciendo reclamos a uno de sus agentes presente.

Lo que le estamos diciendo al Estado es: mejórese los canales de comunicación y los
canales de participación, pero no es el Ministerio. Este es un ejercicio entre pueblos y
comunidades indígenas.
Primero, la idea de la agenda es ver cómo, con la experiencia que se tiene en lo local,
se puede ayudar a las comunidades que viven en ese lugar. Y entonces por eso se dice:
avances locales en lógicas de visibilización.

A lo que nos invita a preguntarnos: ¿Qué significa ser visibiles? El SISPI es una
construcción dialéctica de palabras que trata de mostrar que nosotros también existimos. Y
no es que lo estemos construyendo, las comunidades ancestrales ya somos SISPI; sino que
se debe hacer entender al lenguaje del Estado y al idioma español como es que somos. Por
eso la visibilización de lo que somos; no es una construcción.

Segundo, el SISPI no está dentro del Sistema General de Seguridad Social, y eso está
claro para la mesa permanente de concertación de la Subcomisión de Salud, y esos son los
puntos de acuerdo y respeto. Obviamente hay una estructura de Estado que tiene el
Ministerio, y por ese lado está el Sistema General, y la ladito, no distante, está el SISPI.

Y arriba, al lado del Ministerio, está la Mesa Permanente de Concertación. Porque


hay una coordinación, tanto a nivel político-institucional como a nivel operativo. Porque uno
coordina entre iguales; por eso se habla de gobierno a gobierno, pero no en términos de
arrogancia, sino en términos de respeto. En términos de que la gobernabilidad y el tema
también de los sistemas han sido pre existentes para los pueblos originarios.

En esa lógica, bajo el diálogo respetuoso, se buscan caminos en el marco de lo


normativo, que lo normativo realmente sea progresivo, por eso vamos a hacer la
visibilización desde el modelo de cuidado de la salud propia e intercultural, desde nosotros
sincronizados con los procesos regionales y los nacionales.

Entendemos que tenemos nuestra propia forma de cuidar la vida, que hay unas formas
de cuidar la vida desde lo regional que podemos compartir con otros; y que también hay una
estructura nacional en la cual de manera en su momento tendrá que reestructurarse la norma
para que haya un poco más de participación. Pero por ahora es necesario andar en lo que ya
se ha tejido.

Esto lo hacemos desde el caminar de la palabra el cual es una metodología propia de


los pueblos indígenas. Para poder avanzar y contribuir con las poblaciones desde la localidad,
es necesario espacilizar cómo organizamos el conocimiento: lugares de descanso y reflexión.
Para construir el SISPI es diferente lo que se plantea. Por parte del Sistema General se plantea
el MAITE; por nuestra parte, mantenemos la postura de que son los modelos de atención del
cuidado integral de la salud para los pueblos y las comunidades indígenas.

Puede ser que respondan a lo mismo, pero resulta que por el Sistema General es en
función de la gestión del riesgo; y la ley, la gestión del riesgo la comprende desde la
vinculación al Sistema; en los principios de la universalidad, significa que nadie en
Colombia, indígena o no indígena tiene que estar vinculado al Sistema, y de acuerdo a eso se
establecen los parámetros para poder gestionar el riesgo, desde la individualidad, desde lo
territorial, desde lo técnico que es lo clínico, y desde el ambiente. Cuatro enfoques para
gestionar el riesgo.

Por el contrario, por el lado del SISPI se atienden la enfermedad desde el cuidado de
la vida; es desde este enfoque que se comienza a diferenciar el SISPI. ¿Cuál es el camino
para poder fortalecer la postura política, cultural, social, económica de los pueblos indígenas?
La integralidad. Por este momento no podemos salir de la Ley 100 porque es un ejercicio de
tipo legislativo; pero en ámbito de construcción de derechos es posible avanzar en la
materialización de la 1953 que es en últimas la norma que ha permitido que se oriente este
proceso. Los cuatro enfoques nosotros no los negociamos. Los Planes de Vida y los Sistemas.
Así es como proponemos construir localmente.

Los siete momentos es cómo construimos nosotros desde la localidad la visibilización


de lo que somos para que se materialice el SISPI. Es una forma metodológica diferente, a
pesar de ser construida por la MPC, porque una cosa es generar una metodología para
configurar el SISPI; y otra muy diferente una para estructurar los modelos de atención. En
este caso, el modelo de cuidado de la vida integral de los pueblos y las comunidades
indígenas. El método que se usó para construir el SISPI quisieron usarlo para estructurar el
modelo; esto es un alto que tenemos en el camino, porque la metodología se debe ajustar.

A continuación el Mayor, después de aclarar que no explicará la metodología, nos


expone los cuatro senderos que corresponden a cada resultado que se hace a nivel local. Para
el pueblo Yanacona ninguna acción en ninguno de los sistemas: educación, justicia, salud,
etc. puede realizarse sin que fortalezca el saber ancestral. Si la acción por el contrario nos
quita de lo que somos nosotros, esa acción no es debido que se realice.
Toda acción debe entenderse para garantizar el mundo de la nación Yanacona,
obedeciendo a esos principios. Y estas cosas que se hacen se hacen en sincronía con el Plan
de Vida. El Plan de Vida es una forma estructurada de gestión de temas para resolver; es
donde se organiza el conocimiento para que se convierta en una herramienta de gestión. Los
Planes de Vida lo que tratan es de generar un diálogo constante para que haya un flujo que
permita la gestión para fortalecer los procesos internos. Eso tiene que ir articulado a los
diferentes sistemas, los cuales también van en configuración.

Para poder identificar cómo se estructura la visibilización de un modelo que


materializa el SISPI en campo, lo primero que se hizo de manera general fue identificar cuáles
son los momentos de vida como pueblo. No por edades -lo cual es una de las principales
diferencias con el sistema occidental- sino por etapas o momentos de la vida, como
enamorarse, formar una relación, dar a luz, crecimiento del niño junto a la madre, etc.

Cada momento para los pueblos originarios tiene unas prácticas culturales que son
acompañadas por unos sabedores que acompañan esas prácticas donde se es runa (espíritu).
El modelo de cuidado de salud integral para la vida, no es sólo cuidar el espíritu. Sino ver la
mente, lo físico, el lugar donde recolecto, donde pesco, donde siembro, cómo está mi cultivo,
mi casa, cómo estoy yo con mi pareja, cómo está la comunidad, el territorio, los sitios
sagrados, ¿está enfermo o no está enfermo? ¿qué se debe hacer? ¿quién lo va a sanar?

En este caso entonces es importante entender que no somos “talento humano” sino
cuidadores de la vida, ¿quién cuida la vida? El sabedor ancestral, la madre que cuida el hogar,
los mayores y mayoras alrededor del fuego; todos avocados a cuidar la vida. Además
respetando también las prácticas culturales, respetando a las otras culturas, aprendiendo de
otros pueblos.

Los componentes del modelo son los sitios sagrados, los lugares encantados, los
calendarios naturales, las prácticas culturales, interculturales y complementarias de salud
integral. Eso es lo que corresponde al modelo.

Lo propio no tiene mucha dificultad. Que el Estado a través de sus Ministerios nos
pueda apoyar, ¡excelente!, pero eso es propio de ellos. Nosotros no podemos colocar a
mercecd nuestras prácticas culturales a depender de la financiación o no de un Ministerio. Es
muy diferente que nos apoyen o nos colaboren, pero no depender de eso.

Las interculturales sí las conversamos, las conversamos y necesitamos más que el


apoyo es una resposabilidad; porque son acciones que se han creado en los modelos de salud,
pero que entran a la comunidad. Algunas afectan y otras no; y las que afectan debe decidirse
en tejido con la comunidad.

Hay otras prácticas complementarias; allí colocamos unos escenario donde es


necesario ver cómo estas prácticas nos ayudan. Esto hay que relacionarlo con los otros
sistemas.

Cuando analizamos esto en conjuto nos da la trazabilidad y eso es lo que nos permite
medir más que los impactos las acciones. No es posible decir, por ejemplo, cuál es el impacto
que tienen los rituales de aseguramiento del tejido de la palabra, pero sí se puede decir: es
una práctica cultural que se hizo en el medio de la interculturalidad. También se refiere a los
tipos de indicadores que podemos crear. En últimas esto apunta hacia la autosostenibilidad.

Como todavía estamos en la gestión del riesgo no nos podemos desvincular del
sistema de la ley. Lo único que se ha logrado a nivel nacional, en al menos una de las EPS,
no todas tienen el privilegio a este porcentual, es la atención al paciente diferencial.

Esto se logra en la medida en que su prestador de salud dé cuentas sobre sus acciones;
de otro modo no se puede justificar la inversión del recurso. Entonces cuando se puede
justificar en qué se gasta el recurso, cómo se gasta, a partir de lo propio del SISPI ahí sí se
hace “efectivo” parte de un derecho a través del servicio. Gozar de la atención diferencial es
un apoyo porcentual al proyecto que tenemos nosotros.

No se está tratando aún el tema desde el colectivo; sólo se ha expuesto lo que se


maneja por esta línea de acción. Lo que se maneja por otras líneas se está aún en la discusión
a través de la 050 que se deben implementar en los territorios las mesas permanentes de
concertación para hacer efectivas las líneas que tiene el BID.

Para los pueblos indígenas ya no más PIB, para los pueblos indígenas será el
instrumento de cuidado de la vida colectiva; el cual es una parte del SISPI. Es importante
aclarar que el Plan Decenal de Salud todavía no se ha concertado. Tenemos Mesa con la
MPC la primera semana de junio, del 8 al 11, donde se definirá si pasa o no pasa.

La estructura del Plan Decenal ha cambiado, la estructura del Plan de Salud cambia;
porque ahora hay cuatro ordenadores. Lo que se está exigiendo es aceptar que no somos
pueblos étnicos, no somos grupos étnicos; somos pueblos indígenas, y vamos a la lingüística,
a la semántica, a la simbología de la palabra, y NO SOMOS GRUPOS ÉTNICOS.

Estos cambios deben quedar claros en el Plan Decenal y en los ajustes del documento
SISPI porque éste está también en lógicas del poder. Hay dos documentos estructurados
SISPI, pero si uno se lee los documentos y no los logra comprender porque son muy
complejos además se intentó desarrollar del SISPI lo que debía que desarrollarse después.

Así es como se maneja y ese dinero que entra, la UPC hace un convenio con la IPS
desarrollando las acciones propias en el marco de los componentes de Sabiduría Ancestral,
político-organizativo, cuidado de la vida, capacitación, formación y generación del
conocimiento y administración y gestión. Así es como se logra diferenciar e impulsar el
SISPI.

Estamos en este momento organizando los dos documentos; conocido como Libro
Blanco por los hermagos de la Sierra Nevada, pues incluso lo que se ponga ahí, no vamos a
ser nosotros; pero es un instrumento que nos va a permitir ser lo que somos.

Este documento tiene los dos componentes, los ejes estratégicos, las líneas operativas;
y ahora sí viene la operatividad. Para operativizar el SISPI se propone el sistema de
información de los pueblos y comunidades indígenas. Otro elemento importante es el control
y seguimiento a los modelos de salud que en este caso de línea de tiempo, se espera que para
2027 se tenga el 100% de los modelos de los puebos indígenas en Colombia lo cual debe ser
patrocinado por la institucionalidad. Si son 117 pueblos, entonces en lo posible se debe tener
el sistema de información de los 117 pueblos.

Porque no se puede entender que para alguien que viva en la Guajira y sea de otras
naciones diferentes a las de su territorio, sus usos y costumbres dejen de ser sus usos y
costumbres, incluyendo las variaciones semánticas de los diferentes términos usados. Cuando
se pierden los usos y costumbres derivados de las cosmovisiones y cosmogonías se pierde el
vínculo con los ancestros y se olvida el origen. Por eso el modelo está orientado y debería
estar orientado por la cosmovisión y la ley de Origen, todos los tipos de espiritualidad que
orientan al pueblo. Esto está por encima de la razón de los humanos. Estas son las estructuras
que se han presentado.

Lo que debe quedar claro de todo esto y son las orientaciones que se están dando
desde las comunidades indígenas es que a pesar de ser el mismo modelo, siempre debe
adaptarse a ls particularidades territoriales: a número dado de pueblos, número de pueblos
que deben ser integrados al modelo. Para poder materializar el SISPI. Si no hay modelo, es
difícil en lógica de entenderse con el lenguaje del Estado, algo que permita dinamizar y
operativizar el proceso. Las estructuras cumplen una función esencial.

Aquí termina la intervención del mayor Tiksikamak Kani Maca Jimenez.

7. Jornada de trabajo por Mesas

Luego del almuerzo, las diferentes comunidades indígenas se reunieron entre ellas para tejer
palabra en torno a lo propio, construyendo un árbol de elementos donde se consignaron ideas
acerca de las “necesidades”, las causas, los efectos y los contenidos del SISPI.

8. Socialización de la jornada de trabajo por cabildo en el siguiente orden

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