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TEMA 2 - Infantil
1. INTRODUCCIÓN
Los niños muchas veces tienen rabietas y arrebatos que suelen desaparecer a partir de los tres
años. A los dos años son muy frecuentes. Son conductas que en principio tienen un carácter
evolutivo, puesto que son comunes en los niños y son relativamente infrecuentes y porque se
dan a edades concretas. Por ello se considera que estas conductas son evolutivas.
Ahora bien, cuando son muy frecuentes, intensas y permanecen en el tiempo pueden ser
problemas del comportamiento y generan situaciones problemáticas.
2. CONCEPTO Y DEFINICIONES
5. TRASTORNO DISOCIAL
Patrón repetitivo frecuente y persistente de comportamientos que violan los derechos de otras
personas o las normas sociales adecuadas a la edad. Se caracterizan por ser niños impulsivos,
que necesitan una recompensa inmediata y toleran mal el aburrimiento. No se tolera el
aburrimiento y el aburrimiento es bueno. A veces desarrolla nuestra capacidad creativa y
nuestra creatividad. No es viable que estemos siempre teniendo tantas emociones.
Se manifiestan en la presencia de tres o más de las siguientes conductas en cada criterio.
Agresiones a personas y animales
Molesta, amenaza, intimida.
Inicia peleas físicas
Ha usado un arma que puede causar daño
Destrucción de la propiedad
Provocar incendios
Destruir propiedad ajena
Fraudulencia, engaño y robo
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Teorías activas.
Sólo explican la agresividad. Ponen el origen de la agresión en los impulsos internos, el ser
humano es agresivo por naturaleza. Así pues, la agresión es innata por cuanto viene con el
individuo en el momento del nacimiento y es consustancial con la especie humana. Aportan una
visión poco optimista en cuanto a la modificación.
Teorías reactivas.
Ponen el origen de la agresión en el medio ambiente que rodea al individuo y perciben la
agresión como reacción de emergencia frente a estímulos ambientales. Las teorías reactivas
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tienen implícita la idea de que las conductas agresivas pueden desaparecer del mismo modo que
aparecen. Dentro de estas teorías se pueden encontrar otras.
El hecho de que los padres presenten algún tipo de psicopatología se relaciona con que el niño
la pueda padecer.
Los niños necesitan límites. Los padres pueden ser amigos pero primero tienen que ser padres:
Factores biológicos
Factores socioculturales
Estos son los responsables de crear un modelo a seguir y los responsables de proporcionar los
refuerzos para que se mantengan unas conductas u otras.
Características de los padres pueden ser muy influyentes sobre todo si tienen un trastorno
disocial ya que los niños se fijan en ellos, psicopatología de los padres…
Estilos de disciplina es muy importante porque el modo en que los padres intentan controlar
esas conductas agresivas están muy relacionadas con los dos trastornos mencionados.
Ineficaces.
Demasiado punitivos o relajados. Punitivos (castigar siempre las conductas
inapropiadas, sobre todo si se hace de manera física) y relajados (mas relacionado con
el disocial y es cuando no se castiga ninguna conducta inadecuada)
Incoherentes. (a veces se castigan conductas agresivas pero otras veces se premian)
Coerción leve y continuada. (muy relacionado con el negativista desafiante que
posteriormente puede pasar a ser disocial, y es cuando los padres intentan controlar de
manera continuada lo que hacen los niños) por ejemplo, ir nombrando un castigo pro
una conducta inadecuada pero que finalmente no se cumplan. Parece que esta coerción
activa el Sn autónomo de la madre/padre e hijo, lo cual desemboca en el trastorno
negativista desafiante.
Estructura y patrones de relación familiar, que se pueden relacionar con ciertos trastornos.
Antes se relacionaban con padres divorciados, que tenían muchos problemas antes de llegar al
divorcio; pero es más importante la relación con los padres que el hecho que la familia este
desestructurada. Era más influyente el mal rollo entre los padres antes del divorcio que el propio
divorcio.
Recursos de apoyo, por ejemplo si la familia no dispone de recursos surge el estrés, lo que se
relaciona con la aparición de conductas agresivas.
Escuela y grupos de iguales. juegan un papel importante en el modelado, por la admiración, la
popularidad…
Otros: TV.
Factores personales van a tener mucho que ver con si finalmente ponemos en marcha o no
conductas agresivas. Por ejemplo:
- Creencias sobre sí mismos.
- No es lo mismo que me considere una persona capaz, competente, que sepa de lo que
soy capaz o no, que me vea eficaz y conozca mis límites y aun así me valore… que si
ocurre todo lo contrario, que genere mucha frustración. Por eso tenemos que valorar
muy bien su autoconcepto, autoestima y autoeficacia.
- Percepción y atribuciones. las situaciones o contexto es muy importante, por ejemplo
las atribuciones que hago yo sobre las situaciones que nos encontramos no es lo mismo
si pensamos que es a propósito o no, el locus de control, es decir que piense que las
cosas de penden de mi (interno) o del entorno (externo), las expectativas que tenemos
de cada situación.
- Capacidades personales. Las capacidades personales que vemos en nosotros mismos: la
autorregulación emocional y la propia capacidad para tranquilizarse que permite el
control de la conducta agresiva y la puesta en marcha de otras conductas. También las
habilidades sociales, de resolución de problemas….
Según lo que se presente en cada niño, debemos intervenir en un punto u otro, es decir la ayuda
real dependerá de nuestro buen análisis.
En el trastorno disocial a nivel cognitivo y conductual, parecen tener un patrón muy marcado de
impulsividad (que tienen los niños hiperactivos que pueden ser un poco más propensos a este
trastorno), la necesidad de recompensa a corto plazo, la búsqueda de emociones, baja tolerancia
al aburrimiento…
8. EVALUACIÓN
a) Diagnóstico
b) Pronóstico
Definición topográfica: consiste en registrar las conductas concretas que realiza el niño durante
una situación específica. Además, se ha de tener en cuenta la duración, la frecuencia y la
intensidad.
Descripción funcional: es una recogida de información relacionada con los factores ambientales
y personales que pueden contribuir al desarrollo y mantenimiento de las conductas
problemáticas.
Por una parte, hay que considerar los estímulos antecedentes remotos (E1), que son los aspectos
de la familia y el entorno más próximo del niño, es decir, las condiciones familiares, educativas,
sociales, de crianza y ambientales.
Posteriormente, habría que analizar los antecedentes remotos del niño (O1) a nivel biológico,
comportamental y del desarrollo. Se valora, por ejemplo, si ha tenido alguna enfermedad,
acontecimiento que le ha podido producir algún tipo de daño cerebral, etc.
Un niño que tiene determinadas características al final tiene un repertorio de conducta básico
(RBC), que tiene que ver en que haya adquirido o no determinadas habilidades, capacidades:
cómo tiende a percibir sus amenazas, habilidades o capacidades de tipoconductual, de
comunicación para expresar sentimientos, pedir cosas, etc. Todo esto va a influir en cómo se
enfrenta a determinadas situaciones. Son formas de comportamiento que vienen desde hace
tiempo y que son bastante estables.
Después pasaríamos a analizar las características biológicas y personales que tiene el niño en
este momento. Enfermedades, falta de capacidades, etc. (O2) actual.
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Entrevistas diagnósticas: Para hacer un diagnóstico se emplea la técnica del embudo. Esto es,
primero se plantean cuestiones que aporten mucha información general acerca de diferentes
aspectos. A medida que va avanzando la entrevista, el tipo de preguntas se hace más específico,
con lo que la información será más precisa en lo referente a la conducta problemática.
DICA: Pregunta por todos y cada uno de los trastornos del DSM-III. Ente las áreas
diagnósticas que se evalúan referidas a los trastornos de conducta relacionados con
manifestaciones agresivas, están el trastorno negativista desafiante y el trastorno
disocial.
No es buena para hacer un análisis funcional. Para ello hay que utilizar las entrevistas
conductuales.
Entrevistas conductuales: No permiten hace un diagnóstico pero sí identificar y obtener
información sobre las conductas siguiendo la ecuación E-O-R-C. Para ello podemos utilizar
tanto técnicas directas (observación natural, observación análoga y autorregistro) como técnicas
indirectas (entrevistas, cuestionarios contestados por padres y profesores y autoinformes).
La entrevista proporciona información que permite formular hipótesis sobre las variables que
controla la conducta y seleccionar estrategias de evaluación adicionales. La entrevista con
adultos es el primer paso en el proceso de evaluación y su finalidad es proporcionar información
y motivar, recoger información y elaborar un plan de acción.
Se empiezan formulando preguntas generales y abiertas acerca del problema (¿Qué problema
tiene su hijo en ese momento? O describir incidente agresivo del niño). También se hacen
preguntas en cuanto a la frecuencia, duración e intensidad de la conducta. A lo largo de la
entrevista, se buscan variables ambientales que puedan estar controlando la conducta, como qué
pasa antes y después de que el niño emita una conducta agresiva.
También se puede recoger información acerca de variables fisiológicas y sobre cómo le gustaría
al adulto que se comportara el niño en esa situación y en qué ocasiones conflictivas no
reacciona agresivamente.
La entrevista con adultos nos permite obtener información relacionada con la cronicidad,
alcance y omnipresencia de la conducta agresiva. La entrevista con los niños suele llevarse a
cabo después de realizar la de los adultos. Los objetivos son también informar, motivar, recoger
información (cómo el niño percibe la situación, el tipo de reforzadores que prefiere, etc.) y
elaborar un plan de acción.
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Escalas generales.
Padres y maestros:
Clínica: hiperactividad, agresión, problemas de conducta, depresión, somatización,
ansiedad, p. de aprendizaje, p. de atención…
Adaptativas: adaptabilidad, compañerismo, HHSS…
Niño:
Clínica: Colegio, depresión, somatización, búsqueda de sensaciones, inadecuación,
ansiedad, estrés social…
Adaptativa: autoconfianza, autoestima, relaciones con los padres y con los demás.
Tras emplear estas escalas generales, se ha de contrastar la información obtenida a partir de
ellas con otras técnicas que proporcionen información más específica. Para ello se emplean
otras escalas.
Escalas específicas:
Padres y maestros.
Batería de socialización BAS (I, II): Contiene un conjunto de escalas diseñadas para
evaluar dimensiones de la conducta social. BAS-1 está dirigida a profesores, BAS-2, a
padres y BAS-3, a niños.
Inventario de conducta infantil de Eyberg: Permite evaluar conducta internalizada y
externalizada de manera específica.
Autoinformes.
La persona da información sobre sí misma. Tiene varios formatos, como entrevistas o
cuestionarios. Se diferencia del autorregistro en que ésta es un técnica de observación: es el niño
el que observa su propia conducta.
Cuestionario de agresividad física y verbal (AFV)
Cuestionario de conductas antisociales delictivas
Escala de asertividad.
Cuestionario de conductas antisociales en la infancia y la adolescencia. (CASIA)
Batería de socialización BAS III (niño): Perfil de conducta social.
o Consideración con los demás.
o Autocontrol de las relaciones sociales (acatando no- reglas)
o Retraimiento social.
o Ansiedad social-timidez.
o Liderazgo.
o Escala de sinceridad.
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Observación análoga.
Cuando no es posible realizar una observación natural se lleva a cabo la observación análoga:
Mediante este procedimiento podemos evaluar las habilidades sociales del niño. Suele hacer
mediante “rol playing” o juego de roles. Su utilidad es limitada por cuanto los resultados están
relacionados con la conducta agresiva que se produce fuera del ambiente real.
Sistema de codificación en la interacción de la diada padres-hijos (DPICS): En ésta se plantea
a los padres y niño un juego, entonces observamos variables que aparecen en ese sistema: si los
padres dan órdenes, si el niño obedece, si le corrigen, etc. Está muy estandarizado.
Autorregistros.
Este procedimiento de evaluación cada vez se utiliza con mayor frecuencia dado que permite
obtener datos acerca de la duración, frecuencia, intensidad y latencia, antecedentes y
consecuentes y conductas encubiertas. Es necesario entrenar al niño antes de que se lleve a
cabo, y el entrenamiento varía en función del desarrollo cognitivo del niño y la edad. es el niño
quien nos proporciona la información acerca de lo que vive, cómo lo percibe, qué siente…
mediante el registro de sus propias conductas. (no recomendado antes de los 10 años).
Otros elementos de interacción implicados en nuestras hipótesis.
Clima
Cuestionarios sociométricos en el aula.
Habilidades sociales
Habilidades de resolución de problemas interpersonales
Habilidades de comunicación
9. INTERVENCIÓN
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Técnicas cognitivo-conductuales
Hay que identificar las conductas concretas, identificando los estímulos discriminativos. De
esta forma será más fácil aplicar la intervención adecuada.
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Lo ideal sería que el niño desarrollase motivación, aparte de guiarse por estas técnicas. El
niño llegaría a esta motivación al cabo del tiempo, mediante la satisfacción (al principio se lava
los dientes por refuerzos externos y después por la satisfacción de tenerlos limpios).
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Autocontrol. Técnica tortuga Cuando el niño empieza a notar que se siente amenazado o
incómodo le decimos: qué hace una tortuga cuando se siente así? Se mete en su
caparazón. Cuando el niño se enfada se le dice “tortuga” y reaccionan escondiendo la
cabeza con los brazos. Si lo hace se le refuerza positivamente.
Habilidades sociales Dragones, ratones, seres humanos. Símil que enseña que hay que
hacerse respetar respetando a los demás.
Relajación.
Es totalmente incompatible con la ira, por eso es muy importante enseñar técnicas de relajación
en determinadas situaciones. Debe haber una práctica previa a la situación de la que tenga que
emplearla.
Reestructuración cognitiva.
Es posible que el niño esté percibiendo, por ejemplo, como amenazante una situación que no lo
es. Por eso es muy importante que identifique que es lo que piensa en cada momento y cambie
su forma de percibir. Cambiar la forma de percibir las situaciones.
Resolución de problemas.
Trata de solucionar el déficit del niño en cuanto a habilidades para solucionar los problemas
interpersonales. Ésta implica varias fases que van desde una interpretación adecuada de la
situación, identificación del problema hasta la creación de todas las alternativas posibles de
solución y la valoración de cada una de estas. Una vez elegida la alternativa, se valora el éxito o
el fracaso. Cuantas más alternativas tenga, más probabilidad de que se resuelva mejor el
problema.
Autoinstrucciones.
Mediante la autoinstrucción el individuo impulsa, dirige, mantiene o se prohíbe una conducta.
Por eso es importante enseñarle a producir verbalizaciones que dirijan su comportamiento. Se
ha observado que este entrenamiento disminuye la conducta agresiva al tiempo que aumentar la
conducta prosocial. Ejemplos de preguntas: ¿Cuál es mi problema?, ¿qué es lo que debo hacer?
Y valorar lo que está haciendo y autocorregirse o autoreforzarse. Todo ello mediante modelado,
guía externa en voz alta, autoinstrucciones en voz alta, en voz baja y encubiertas.
Técnicas de autocontrol.
Se emplean para controlar la impulsividad. Son importantes porque son técnicas donde ellos
mismos ponen el control, mientras que en las anteriores, son los padres quienes van marcando el
ritmo. Muchas veces el comportamiento agresivo se debe a una emoción determinada ante una
situación conflictiva. Por eso es necesario entrenar en habilidades dirigidas a controlar dicha
emoción mediante relajación, respiración o la técnica de la tortuga.
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Entrenamiento en HH.SS.
Se intenta entrenar al niño, mediante instrucciones, modelado, ensayo de conducta, biofeedback
y reforzamiento, a interactuar de forma más efectiva con los demás en cierto tipo de situaciones.
Dependiendo del tipo de habilidad que se considere que el niño debe adquirir, se entrenan una
serie de conductas u otras: Que transmitan lo que quieren, comuniquen sentimientos,
pensamientos, etc. De forma adecuada. Entrenamiento en asertividad: programa para manifestar
adecuadamente los sentimientos (Ratones, dragos y seres humanos auténticos).
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